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AMERICA LATINA EN LA HISTORIA CONTEIfPORANEA Argentina TOr"lO r r8O8¡83O Crisis ¡mper¡al e ¡ndependencia T ,g ¡ifrn"'"=

Ternavasio Goldman

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  • AMERICA LATINAEN LA HISTORIACONTEIfPORANEA

    ArgentinaTOr"lO r r8O883OCrisis mperal e ndependencia

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  • La vda poltica

    Noem Goldman y Marcela Ternarasio

    Los cambios polticos ocufiidos en el Ro de la Plata entel8o8 y 1830 se explican, en gran pate, a la ltlz de los aconte-cimientos desatados por la cisis de la monarqua esprLol.Una crisis a escla impedal que estuvo pftr.cedida en el telfi-torio dopltense por importntes mutaciones. La aplicacinde ls refbmas bobnicas implic la creacin del virreinatodel Ro dela Plata en U76 con capital en Benos Aires,lainstauracin de mevas autoridades y cuerpos el rrey consu corte, la Adincia y el Consulado de Buenos Aircs, entrcotros- y la redefiniciniuisdiccional del territorio con lacrpa, in del . istemr dc inl, ndencias. A csla. innuwcionesistitucionales, que tendian deliberadmente a reforzar lasobemna del monarca, le sucedieron trasfbrmaciones po-lticas significativas al sufrir la capital neinal el impalt{) dedos ivsiones inglesas.

    Pero re con laocupacin napolenicaen la Pennsulacuando los hechos se prcipitaron yel impcrio espaol, encrisis.desde el sigio r-u I, ent en su deliniti\,? disgreg"cin.La abdica.in de los reyes de Espaa en tl8o8 dej el tronovacnte y produjo una situacin indita de diffcil resoluci]n

  • cn el planojurdico. En nal'o de 1810, cl arrjbo de las noti-cis sobrc cla\.ance francs en Andalucia v la disolucin dclaJunt Centlal abricron una nuc\.a etapacn cl Rio de laPiatr, marr:ada pr:rr la lbrmacir cic un gobicmo atnomo-1ucgo decla&rdo indeperdicnte en i8t6- r* por la gucn ac( )ntra los lrcntcs r ealist s.

    El prtrcso rerrclLLcionario riopl.rtcnse iniciaclo n rSto

    presenta ptruliaidadcs pero tanbin rsgns conunes con elresto dc HispaDoamriuL Enlre los rasgos conllrnes se destacr cl problema dc la soberana. La crisis dc la monatqua deiaha coro hcrcnci e.l dilerna de quin o quines eran los he-rccler os legtinos de1 re'. La in\,.ocacin clel princt)io de lsoberania popu lar no rcsoha tolos los problemas, puestoque una de las mavorcs dificultadcs con ias quc se enfientarcn los grupos criollos en esos ros liela de delinjrsi esa sobcana resid cn un suieto nico e indivisible l nni1;n ocl puello (cn singular)- o en con tlcrccho alautogbicno. Tod Hispanoamrica \i\iri conllict{)s en tornoa 1a ircsolucin del plrblema de la solxrana, en e1 Ro de laPlata las dispul.:rs 1eron prticuL mentevirulentas. Entrc1810 y l82iJ, el p{Jder centra} naci

  • 1806 y l807 respectilamentc. Si bien ambas rncuNloneshaban sido repelidas lucgo d una corta ocupacin, sus efec-Los lueron disruptivos parael oden politico colonial. La r-pida conquista de 1a r:apital f ineinal en la primer erpcdiciDdejaba al desnudo 1a delilidad de ls autoridades coknialespadefendersus doninios cn Amrica. Aunque is tfopa"sespairolasy las milicias urbanas intentaron improvisar lar lpfpn". . en I8Oo.l. l i r , rz. l , r i l i i ' r i , a pudicron lrnn/r f s i1may{rrcs rcsistenciirs. Por. otro lado, la actitod asumida porls artoridades, una lz tomdri la plaza poftca, se revelaba,cuando menos, ambijlui:r. El grneral William Beresford, queiunto al comndante Homc R)pham dirigi lapljer expe-dicin, cngi eljularnento de fidelidad ala neva sobcruniabritnica tanto a l.Ls autoridades civiles como a los pincipales \cinos l conerciantes de la ciutlatl. El acto de juramentorcaljzado en el fuerte caus dcsu)ncieri() y cieta indjgnacinentre muchos pobla]res. La lidelidad al rey espaol seguasicndo un valrr demasiado cpital para los vasallos quc habitaban rl rircn ms austrl de.l imperio colno pa aeepiarrcpentinamente un cmbio de csa naturaleza.

    Mientras la conftrsin rcinaba, en aquellos das dejuliode 18o6, clvirroy marqus de Sobremonte se rctiraba ha-cia rrdoba antes de que se pr od u iera la cpitulaci]n dBenos Aires con elpropsito de orgarizar la de{nsayproteger las Cias Reles. Pero los cadales debi entregar-los a los nuevos ocupantos cle la capital por erpreso pedidodel Cbildo de Bucnos Aircs , segn estipulaba l capitula-cin. t rentc a la pnsir.idad de las autorilades, lliunos pcrsonajes locales decidieron orgnizar milicis voluntanasque, un mes y melio lr1s tardc, obligal{rn alas lirerzas bri-tnicas capitular. l,rs cncar;ados de organizar 1as imptori-

    sdas iopas de la roc{}nquista fuelon el capitn de n\'oSantiaSo de Liniers, lrancs dc oiien pero al sen'icio de laCoronade Espaa, Juan Nfartn de t\reyrlednyel alcaldedcl cabildo, Martn de Alzaga.

    El trirnf{J de ls fuerzas milicianas sobrc los inilleses noescondi ]a indignacit'rll haci]a mxima autoidaLl virrei-nal, acusada d habcr abandonado a su suete a la ciudadcpitI. l agitacin popular lrcnte a lo ocurrido se expresante el Cabildo de Buenos Aires y presion para exigir eldesplazmicnto del virrey Sobremonte. E cse caldedo cli-ma se reuDir D el l,l do a8osto -segnlos trminos utilizadrx c el acta de.l cabildo de sc da, percque cn otros documentos ligrr-ab como

  • mucho mejor oianizadas que el ao anteriot eigicronficnte al cabildo la deposicin c Sobremonte. El ciira degitacin creca mintras el cabildo y 1a audielcia buscabanuna alterr,ativa que noviolara lalegalidad colonial. La pre-sin de los comandantes yde pte de la poblacin er taDftlertc que finlmentc sc decidi retuirnajunta dc guerra.Er calidad se tatLra de una.jul1tn sui gneris, similar a ]acclr l , radi t en aBlr: t , r oe ld0d., l .p acemeiabd m;( uncabildo abiefto, en ia medida cr que pafticipa.on de ellael cabildo capitalino, Liicrs,la audiencia, j e1s y coman-dantes militares, funcionarios su periorcs v algt nos vecinosprincipales. Mientas la audiencia intr ntaba persuadir a krspresentes de convencer al virre',v paraque ste dclcgara to-talmente sus 1cultades er, dicho tribunal

    -y sah,ar asi lalegalidadiurctica ,lajunta decidi suspencler al virrey ensus lunci(Des y afiestar]o momentncamente. Quedrb,pues, despojado de s nando el reprcsentante del rcy en lacolonia, abrindose una clisis dc autoridad quc no rsulta-a lcil de eso['er.

    l,a entra{la de las fuevs britnics en tsugros.{res enlos primoros das dejrlio de lSoZ al mando del tenientcilencralJohn Whitcbcke, encontr una resistenciqu sorpfcndi al jefe de la expedicin. Martn de Alzg, alcaldedcl cabildo, haba or ganizado l dcfbnsa de l ciudad levan-tando barricada.s y animndo ios vecinos a pafticipal des-de sus casas para frenar cl a\,ance de las trops inglesas.

    ^s,la^s fucrzas milicjana, trs una encrnizada luchA logroDla crpitulacin britnicael6 deiulio dc 1807 Enlos mcsesql1c mediron entrc la primera y la segunda invasirilr ingle-sa,las pfecarias lrerza-svol[nta as crcadas por Liniers sehicieron ms numeross organizadas. Sobrc labase de un

    seicio y entrenamicnto militar para todos los veclnos ma-yores de 16 aos se crearon milicis quc supcraron los 8.OOOmiembros la ma)'orade orign criollo, cn rlna ciud.Kt qrrecin sobrepasaba los,1,o.ooo habitants 'qe krgral1rnsuplir la falta csi totnl de un ejrcito veterano capaT de defndel los dominios dc llspaa.

    Tal como ha destLado Tulio Hlpcrtu Donlihi, el papelqueasumieron las milicis llre cmcialcn clconilictivo esce-nado que dej bn por heren cia ia.s dos e\-pediciones briti-cas. Eriliidas en n nuevo factor de poder, esas miliciasinten'cndran cn l.rs querellas que se estaban desencadenando entre las autoriLldcs coloniales, enlrentadas luego de18o7 eD disputa.s de muy dir.ersa ndolc. Liniers, gracias alnue\,o cliteio impuesto en esos mses por lrCorona parubrir iterianente las cancias del cargio de rir rey, scco .efta cn l.r lni\inla utoridfld \reinal puesto que ].a nosera el presidente de La audicnci sino el militar le mayorj eraqua destin ado a ocupar ese lugar. Asu vcz, cl cabildo,dominado por su alcalde,{lzaga, se haba risto consolidadopor su destacado papel en la defensa de I a cirdad liente alascgunda invasin britnica y por el consuetudjnario rol quetena de dc la ci dad. De hecho, se tratbade lajnstitucin ms antigay arraigada de lt capital virei-nal, con\ftida al calor. de los acontccinictos cn cl vehculode las peticiones que culminaron con la destitrciriD dcSobr-cmontc. La rdienci, aunque haba participado de.qucllos c.r'rrtos, lo dciaba de evaluarlos corno para el o en colonial, en ]a medida en que considerabaque haban socal.ado al representantc de la autoridad real.

    En;sta precaria situacin se encontrba clvirreiiatocuando sc produio e.l \'ance npolenico sobre lapnrNula

    5t; Lnhptiit! Normi coldtrh y Nlrccl Trnd. i 1

  • lbrica. Los cflctos dc las transiilrmaciones ocurridas cn elescenrio intemacional impactaron sobretla Iberornri-ca)t de manera pcculiat; en el Ro de la Plata. Su cmptaza-miento geog:rfico y las circunstancias hasta qui rolatada"s,quc precedicron a 1a crisis de la Pcnnsula, coranoraron ahacer mucho ms cor,fusaque en otras regires dependicntes dela metrpoli lasituacin del virreinato rs aLrsrrar.

    La primera conmocin sc produca con el haslado delacortc potuguesa a Ro deJaneiro. Cuando acomicnzos de1808 Napoicn Bonapafte conquist(i Lisboa, clreyJoo Vlde Potultalytoda su corte hu)'eron hacia sus coloniasamericanas bajo la protecci britnica. Lr llegada dc iacorte Brasil cus mucha inquietlrd en Buenos Aires.l.r-s tradicior,ales disputas ente ambos imperios el lusi,,ru) elp.pjr, ,1 en, l .urd1, ' , r r r inentmpr:canu,5,.u nL ah,,r ' el rem,r por la c, r , r nir de rrr rey. ee ig, ,de Espaa, y polafuerte pcsencia le cran Bretaan lanuer. residenci de aqllclla cote, cu)'a apetenciasobrc elvirrcinto del Ro de la Platahaba cluedado cl edenciacoD las e)ipedicionesdc 1806y 1807 Peo nucho ms alarmdas sc mostnron ls utoridades coloniales cuando po-co despus recibieron la noticia de l ocupacin napoleni-ca cn Espaa.

    Los inditos sucesos ocu.ridos cn esos mcses en la pcnnsul no srilo grnerron inccirlumbre, sino que veDraron en cl escenario local toclo tipo de rumores sobre c0nspi-raci{rres y conflictos interos respecto a la-s llerna\,.as quedejtba abierl l crisis. El ar.ance de Napolen sobrc Espaa-producidobajo el prcte\to de ocupar Poftugal termicon l ocupacin dei pas porparle de unapotencra na.staese nomento aliada. Precer-lido por e1 motl de Aranjuez en

    Iarzo dc 1808, en el que se prcdujo la Lbdicaci(')n de Car-los I\ a fvor de su hijo Fenando, sc scedieron dos mososdespus los inslitos y conocidos .En esa ciudad de la fronicra lrancesa, Napolen lograba unatriple bdicacin: la dc ernando devolviendo lacomnaa supadrc, la de Carbs I\ a favor de Napolen y la del empea-dor liancs a favor de su hemano Jos Bonaparte.

    Cando la-s noticias de estos hcchos alribar'on al lto delaPlat, todo se conyirti en unagran confusin. Mientra-slas autoridadcs irtcntaban entendelo que flcontocaen laPcnins a, buscaban a la \ez evitr l proplpci)n de taiesnoticias parano inquietar an ms losnim0s delapoblacin. En medio delos rumorcs, impresos einlbrmes cr-uzados,ls autorida.lcs no saban a qu rey debanjurarlideli-dad: si a Olos IVo aFernandoVIT. Pero sparcean teneclaro quo taljuramento no iba aestar destinado a ningnrey de origen francs. El desconcicrto era airn malor porque con estos sucesos no slo quedabaacfala la Colona,sino que canbiaba r-otundamente casi de un da parael otro- cl sistemade alianzas impernte. !rncia pasabadc aliada de Espaa a ser su ms ftrrima cncnriga, e lnglaterra y lortugal -sLrs tradicionals contnncantos en elescenario europco y atlntico se convertan e aljadasde una Espaa qre no lograba saljr del estupo. El trono\'acantc o mejor dicho, la presenci de un rcy extranjeoell Espaa- y la rpida tmnsfornaci(ir del sistema dcalianza.s repercutieron inmcdiatamnte en el Ro deh Plata, alentando tolo tipo dc cspecrlaciones. Una de las quecomenz a cobr cada \''ez rns entidad Iuela encabezadapor la isposa del rey de Portugal, la infanta Carlota Joa,quina de Borbn.

    N*nr G)ldnrn I \{.rdr Te, Nrrn,

  • ]ll

    Caiota Jo{luina era h de Ca os IV, hcrmana de Fer_nandoVII,se hallaba dcsde cornienzos dc t8O8 eD llo de.Ianeiro, j unto a toda la firmilia real portugresa. Las rcnun-cia-s de los rc'es dc Fspaa

    -y Ja imposibilidad tle los here-deos nrrsculinos de la lhmiliareai de ocupar eltrono_ lacol(rcaban como la miis dir-ecta heredcra de un linaje quepoda rcclamar derechos a ocupa una cllencia sobrc losttrritorios nlericnos dcpendientes de EspaA mientras secncottrara st ocupada por los t?nceses. De hccho, Carlo-ta Joaquinrjug esta calt en el rcino quc tenr mrs cercanoy con el que lo$o mcjores contactos: el Ro de l llata. peroesta altemativ arent(') inmediatarnente los peorcs temoesentr-e l^s autoridadcs vireinalcs, pucsto que nadie parecaeonfiar en la infanta, y menos an cn las dos potencias qucestban dchs d ella: portugl c Inglterl. En fcrlidad,pese a que ahoru estaban frcnte a dos pases aliados, la-s :tutoridades rioplatenscs seguan siendo muy recerosas v oes_confidas de las vcrdadcras pretensiones de Inglatenay?(n tugI. Muchos vea cn l proprosta dc Crlota Joaquinaun intento Llc establecer n protecbrado potulius, o ing.lsen su defecto, en el Ro de la plata, mieDtas que algunoscriollos encontraban en la potencial cgentc unaoportuni_d.rd de redeiinirlos r.nculos interirnperiales -' de obtcnercon ello un mal.orgrado de utononapara elgobierrro deestas treras. Aunque este ltino lirup{J integrado porJuan.Ios Castelli, Sturnino Rodrguez pe.r, Nicols Rodrguez Pea, X.{anucl Belgrano, Hiplito eJtcs, entreotros sc mantena abierb als distints alter.nati\.a-s queabra la crisis monr-quic{, el hccho

  • \'eci eon portugueses e ir'rglcses en pos de declarar la inde-pcn den ci a de Amrica tlel dorninio espaol, o bien de 1b-menta la fidclicld al rperador dc l.iancia- I-as muestrasque exhibi Liricrs de absolut lealtad haciael reJ Ienan-doVll no alcanzaron para desvanecer-las sospechas cruza,das ni para lrenar las disputas interns. Tirles disputas llega-ron asu mt\ima exprcsi(in cuando con ocasin de la eleccinanual de capitulacs cl 1d enero de 18Og se cnfintar on elcabjldo de tsucnos Aires y el virre),:, ocargado de confimalas designaci{rnes. I-os avtarcs dclconflicto culmlnaron eonla participacin delas milicias criollirs al mando dc CorrelioSaaredrE quienes rlieron su apoj.o a Liniers, principal res-ponsble de habcrlr.s creado cuando sc produjeron las in'a-siones inglcsas. Ls miliciLs \n constituan un factor de po-rier insoslayable capaz de volear con s apoyo la suetc d lLstuerzs en pugna,

    Pero esas 1lerzas sc moan en elescenario localsiguien-do el pulso dc los vatares sucedidos cn l Pennsula. Elprcblena c cial era, sin dud, el trono vacante. Ls bdi,cacioncs de Bal'ona habnn crea on manos de Napolen -anquees preciso dcs-tac que con la imagen de r parte delaopinin pblica espaola intent ocultar el alcsconciertofente a la actitud de la lamilia real- cxistal dos opcio-nes: o se j uraba fidelidad al nuevo ey francs o se descono-ca su autorida.l. Si bien lgunls ut{Jridades de ]a Pennsulaoptaron por la p mera riltcnativ4 la r.esiste|cia a l ocupacin liancesa sugi casi inmediatarnente en rnuchasciud-

    des espariolas, dando lugr la llamada Glrea dc la lndcpendencia. Una resistenciaquc sc cxprcs polticanente atravs de la forntuin Lle jultas krcales que asuman el de-psito de lasobcrana con elobteto detutelar los derec.hosdcl rey Fernando VII. Con laformcin de l Junt CentmlGubernativ del Reino, en septiembre dc 18o8, sc busc)creI un comando unificado para aqucl no\inintojrntistay se pmduio el prime intcnto dc dur rcprcscntaci(')r1 a losreinos amcricaDos cn nn r'rrgano de gobienro peninsular Eltcnor a que en los dominios de ultramarse reproduieralafbmracin dejuntas locles o se alentan lterntiIas n1sradica.les condujo a l J unta Centrl a cocclcr cn cnrc de1809 dicha rcprcscaeit'rn. Pero, aclems de serrrnarcpre-scnta.in dcsi$al muyrninoritaria para Amric frente ala Pennsula , los d\)utados americanos que se reron cli-Biendo durante ese ao nunca llegaon a ocupa sus cirrgos.La rzn estrba macada por cl cso quc sc$ria laguerra:elalacc liancs cn An(laluca oblig a lajuntaa autodisol-!rse y a crear un Consejo de Regencia de cinco miembros aco ienT.os de l8lO.

    De manera que ctLando en ncdio le estos slrcesos eradesignado un nuo.o vir-rey para el Ro de lPlata,la incer-tidurnbrc llegaba asu climax. La llegda de Baltasar Hidal-5rde Cisnerns, en agosto de 1809, paa reemplazar al inte-ro T-iniers no resoh'i los dilemas dei\ndos dc lacrisis. Sibien e.l vine) intent p?rcilica los conflictos iltemos,la oladc ntmorcs sobrc conspiraciones rewrlucionarias supuesta-mente ecbczadas por lclercs cridlos desdetiempo atrssc acrceent). Cuando linalnlente llegron a Buenos Aireslrs noticias d el arance francs en Adalucr y l?r clisducimde la Ju nta Cental, l crisis tocai fuc irrcfrelable. Despts

    I

  • :dcdos aos de un trono l'acDte, ante i sensacii')n de que laPcnnsula estaba pc'rdida cn ntanos de Napolen v frcnte aatoriddes coloniales que no hacan n,ls que clisputarentre s, se impona eplantear las alternati\.as enjrego. yeso schizo dumnte los hechos dc ravo dctglo.

    Le revolucn y sus rumbos (l8lO-lgl5)

    La cxigenci cle las autoriddes coloniales de rcndj obcclicncia al nueYo Consejo dc Regencia frrr.mado en Espaadcsat una c sis sin precedortes en varia-s cilLclades anreri-canas. Y BuenosAies fue esceario de una de ella-s. El 92de ra)-o de 18r0, bio la presin de las milicias cr.iollas, screuri un cabildo abierto en la capital. All los asistentesdecidierol deponer al ri rrev Cisneros porhabrcadrcadola autoridad que io haba dcsignado-, que clcabildo a-str-mierfl cl mando como gobernadoryque on tl clidad seencargara irmediXamcnte de forrna unajuDt para tutelarlos derechos del rev|cnando VII. Elcabiklo hizo un ltinointento a] da siguicDte de integra a Cisneos cn esaiLrnta,pero se trataba dc una iclusin sui gneris: selehizo;di-car pro\'iamentc de su crrlio pa desjgnalo como presidente de lajunt4 pero sir, ia calidad cle vire,.

    'Ibdo ftLe intil. til 95 de ma'o, un mrximicnto

  • mia, sin que esto significra dedarar la indcpcndencia de lametrpoli.

    [ ese escenario,la Junt I'ro\isional deba, c primerlugar, garantizar la obcdiencia dcl lesto de las prcxincia.s dcl\irreinato y darles una representacin en el nuevo gobiernosi quera ser consecuente con el principio inlocndo de rctro-versin de la sobelana eD los pueblos. Pira ell{J, el eN'o delas circulares en las que se comunicaba a lLs citLldes la nue-r.a situacirn 1uc ncompaado por cxpediciones militarcs. Elprimerlbco de rcsistencia a lajuntatuvo su epicentro eDCrdoba y fue drrumente reprirnido al ordenar aqulla pasarporls amas a sus responsables, entr' los quc se encontrabaSantiago de Liniers. Un cscarmiento ejemplar que Do fucnecesario rcpctir: la marrra dc l.rs ciudades reton aceptan-do obedecer a laj urta y elegir en cubildos biertos a los diputados quehabran deleprcsentarlas en cl nevo rgano deg0bierno.

    Pcro no krlas las jurisclicciones prestaran su bcncplri-to.l-aprovincia del Paraguay proclam su autonoma rcspecto de Buenos Aires, y la expedicir militar em'iada all aJmaldo de Manuel Belgrano fue derrotd. Montevideo,cloDdr cstaban rpostadas las luerzas navales espaolas,corstitq un foco realist drante vados aos. Y si bien el,{lto Per llc libcratlo dcldornirio espaol por las ferz.rsdirigida-s desde Buenos Aires a liDes dc 1810, ese al?nce seevelaa effmelo a nluy corto andar. De hccho, en el media-no plazo, estas trcs iurisd icciones fomran tres Esladosindepe[dientes una vez terminads ls guen-a-s dc indepen-dencia ( Paragua; Boh'ia y Uruguay).

    Lo cierto es que el camlrio producido en maln de rSIOcomenzaba a ser e\-aluado como r-el olucionario por parte de

    oullos q ue consideraban que sc deb segir mantonierdooberliencia a lrs autoridles de la Pennsul' Un calilictivo,rue In. . l lrrrrd" ' - - ' rorrrc i"nr i " ' n^ lr(1" 'un "n, , lor , r r , ' " . . r 'o. ,nn"r laFJel i , lJ ' l l morr"rc l l l ' roespecialnrente cuandolaoposicin lo que ellos rlcnomina

    ron el dio oriilen a la guerra Un nuevo or-

    den olaeado cle abigiiedades se t'-ataba de un gobierno

    utomo de la^s a,.rtoridades de la metrpoli pero ficl a lcr-nando VII; un ilobicrno que por el hecho de tener s]o enrleosito la sobcana no podia cambiar el ordenjurdicovigentc, pero qtc a partil de 181l co enzaba percibir los

    tirites ciue tal stuacin plantea; n liobirno' en dcli-

    nitiva, quc se que suprerno, pero qre debiacoexistir con

    t,x p,,.1er"s he.ed a.lc,s .lc 1a colonia, especialmcnte por el

    cabildo de la caPital.Con el an'ibo Bucnos Aites, alires dc 1810' de los clipu-

    tados elc.ctos en la's ciudades' iodas esas ambigedades qre-

    daron exhibidas, dcsatando la prine'--a crisis interna de la

    inta. Si bien ya sc perfilaban en ella ciefas divisiones'la iliscsifur entorno a cules dela serlas condicioles dc

    incomorci(')n le los lcpresentantes lue crucial padefrnirlas posiciones en pugna Lams radical lueliderad'rpor el

    secreta o de lajunta, \lariano Moreno, qrlien tiente a lasambieedades del noevo orden antes serialadas propuso

    irrco,fora. a lo" rep.esent^ntos en calidad dc diputados dc

    un Congreso lestinado a discutir y dictr una ConstitucinLa oresta firc consi

  • sele aesa $arnblea reullia. Sin dudque en est a]tcrnatj\se aba clcamino hacia la

    -siguiendo e]trnrino utilizado porelpropio Moreno en sus clebres artculos de 1a G.:fa de fines dc lStO . La posicin moclcradlaencboz) el presidc[te de liunta, Cornelio Siave-cLa, quierjunto a la mayrra de 1os diputados del inter.ior

    y espcciahnente p(rtado porcl dc.{n Gregorio Funes, re-presentante por CrcLoba- sostuyo que los diputados elec-tos deban incoporarse como miernbros dc la.Iunt Gubcrnti1'G y no dc un Congreso. Una posicin que er modcrudaen la merlida en que si bicn no acatrba obed ienci a ls Co-ts de (lfuliz, tampoco sc dispona a romper definitilamentecon ellas replicndo cn el escenri{} rioplatensLr la r.exniD lctLn Congreso,

    El triunfo de la altenativa moderadadio lugar alaleja-miento de Morcnoy lafbnnacin dc la.Iunt Grnde, unpoder colegiado intcglado por toclos los diputados eiectosen 1r ciudades, que debi atontar.en los ncss sig.uientcsls incertidumbres der'adLs de su pecaia situcin i[trnay de los cambiaDtes acontecjmientos a nirelintemacio-nal. Desdc elpunto de vista inteno,los pr.oblemas se multi-plictban. En primel lugar; el hccho de tenersolamente latutela de la soberana, enfrentaba a la i untr a diversos dcsa-lios para ejercer cl gobiemo, puesto que sc ccontrabr li it rJa por el , ,nJ"n jur iJ,r , r ' , , loni l ( n J .o no nr, .n, , - - , .cconsidcra que ese orclcnjurdico colocaba al cabildo de lacapiialyalos cabilclos delasprovincias en rnasituacin dcpreeminenci. En scgrndo luliat el aleiariento de luoenc)-y su muerte cr altamr mientrs viajrba como enviado alnglateffa- ro impidi que muy .{pidarnente sus scgrlido-res fomran un grupo de oposicin al gobiemo y l\,antamn

    las banderas y cl ideario ms radicalizado dc su lder trstegtrrpo. ' ' ' r ,u: , loconroel Cl rh M,, nr . t . . ,conl , nz; , r ' lentrc 18ll v1812 proclamarcn alta r,.oz lo que.tntes nadiesc ai ba expresa prblicamente: l necesidnd de decla-ral la indepenclcncia definiti\.ay de reullir Llll ConiresoConstituyente para decidir la forma dc gobierno.

    En tcrcer lugar cabe destac cl creciente con{licto entrelas posiciones centralistaslidcradas desde BtrenosAiresylasposici{}nes autonnicas tlelendida-s en muchrs ciudades.Aunque mbs prcsentan muchos mtices, clncleo de iadispuLa pasba por lavoluntd quc cxhiba la capitaldeeiecer cl gobierro supremo dc ncra centr alizad fi ente al.rvocacin de utonomia dc las distintas ciudadcs depen-dientes, quc, cn Dombre de la rctrovesin de la soberanaa1os pueblosvcon base en suscabildos, invocaban el dccchoal utotobierno sobre sus i urisdiccioncs y una mavo participcin en el gobierncJ cctral. Este conllicto sc expresclaramente c(and{} cn odulrrc de l8ll se formar un Triunvi-rato elegldo cn la c:rpital, el cul lerminr disolviendo a laJuDta Grnde con m\'oa de reprcse[tantes de ls ciudades dcl hterjor- r asrni d $)biemo de las Pro\,inciasUnidasdel Rode la Plata. En losprimelos meses de l8t2,elTriun\'irato dcbi(i enlientarse a la oposicin fiITne de la So-ciedad Patri(')tica que rcuni alosheredcfl)s de l{orcno yque horu,liderados por BernarcL; dc ]vftrnteagudo, acusaban al gobierno denrantcncrun rumbo demasido moder-do , el reclamo dc las ciudades, que demandaban su repe-scntacin er el Jrliaro surremo, y la presin del cabildocapitlin{r qe, cadavez rns, se eria cl clrrgano de control del Triunvirato. Finalmcnte, clgobiemo debir'r dirigir-c:lsi sin recrrsos mtcrirles los a|atares delaguerr re-

    N0ui 6ldmr ! t\ &!el Telrsio

  • volucionaria, macada e su pincipal frente del Alto Per(lpor la derrota dc1 ojrcito patriota en lluaqui eD juiiode 1811.

    Alos problemas en ellentc intcrno se sumaban, ade-ms,los derivados del confuso escenario rtemacional. Silas autoridades ricrplatcnscs estuvieron erpectantes res-pecto alas polticas clesarrolladas en las Cortcs de Cdiz- leu , l . ,1 ' ,1, lRln, ' , ta lost5.c.r( inafon, nnrr , / , , J, t \ t4 ur j r Con.t i t c i , ,n ql i r , . ih i , l | . , r l ' r imer\.ez el adjetivo de diberl'), lff alternati\,'as se redqjeron: ose aceptaba form partc dc csa nueva nacin espaola for-mada por los dos henisferios

    -segn proclamaba la nuevaConstitucin o se rechazaba hcerb. Esta scg nda opcin que de hecho adopt el Ro de la Plata implicabaquedaren elbando y defendel tl posturaen unguelru regladaque, ahoras, enfientaba ms clramente alo que comenz a dcnomirarse el vcrs sel . Con la scin de la Caa gadita-nafracasaba, adems, el intento de mediacin b tnicaqe, impulsado por personajes como el sevi l lano JosBlanco White, buscaba rcsolver e.l conflicto destado entrels zonas insllllicntesylas Cortes proponicdo una

  • form ul nuevo obicr-no. El Segundo Triunviato, domina-do por l;u tendcncias rns r.aclicales, quc proclanraban 1anccesidad dc dcclarar lbrmalmente la inclcpendencia, f'tle elcncargado dc convocar l lrrirer Conlircso Constitul,entequese reuni(i en el Rio clc la Plata c onero de 1813.

    La Asamblea dcl aiio xll, err sus prirneL.os tmmos, reprcscnt el momcnto rs mdical cle la reroJucirn. No slo por.habrrsanciondo lalibertnd de plens4la liherad de vicnhs, la e\tinci(')n del tributo,lamity cll-anaconazgo, ), lasupresin dettulos dc )b]eza, siot:rmbin por haber ex-cluido la 1rmula dc juranlelto de fi delida.l :rl re), Fernan,do VII. La nueva lilrmula dcjuramento fue, sin dtrd4 r.rolcdosay a la vcz conllicti\'a. Los dip(tados eledos cn tasciudadcs lleg:uon a Bucnos Aires cor instmccioncs de repre-senta a sus rcspecti)s pueblos, pero una vez abietas las se,sioncs del Congcs{r, eldiputa.l{J Ah-ear prcpuso quetodosjuraran en nonbre dela. Con csta nueva frnul4los dipLllrdos deiaban dc represeDt a s ciudad y prr)vincipa pil\:rr a rcprcscntar a una que nadic saba muybien c;mo definir'. Lo cierto es quc cstnoledad que seguil ruta deiul.tmenio de l

    '\ramblea rc\ollrci(maria fHncesy de las Corts de Cdiz- 1e luentc dc conflictos, y quemuchts ciudades hporcibieron como un vsllamiento ass dercchos de eprcsentacin particular ], sus rcclarnos dcaot{)noma. De hccho, el Congrcso a carp delpoderlcgislati\,'o y constitu)ente- cstba dominado por.los lirupospoteos de posjcin ccntralistv cotr)laba ls dcsignacio-nes del poclcr ejecutivo, primeroen rnalos del Triunr-irato Ilupqu.

    " l f : r de tF I t . , le rrr d i rc, l , ' r ' -uprem

    Si bien la Asurblea del ao xrrr no cumpl i con susprincipales cometidos dc clecl:rrar la indcpendencia v tlictar

    un Constitucin, puso al dcsnudok;s pn;blcrnas quc dcjaba por hcrcncia 1a crisis de la monarqua. Por un lado, laincieperdercia no fe declarada porque la siturcin enlPeninsula comenz acambiar radicalmente. El replieguectp ienle de l i l l iuef/ ,. nJpoleonic 15 ujn):no x umipn, o.de 1814 cor la rcstLrlcin dc fcrnncb Vll cll eltrono',unlr , rur , ,S: , , ' i , 'n, l ' r r r , . r r : , , ,1 t i , , rnu,rr , ,nu. , ' r - ryador cD torla Erop. Las gne as libradas en ter tonoamericano no exhiban mayor optimismo. El Eircito delNorte sufra dos derotas en I813 en \ilcapagio )i

    ^yohna,nientras que en el frcnte oricntal, si bien las fucrzas patrnrtas haban logrado vcnccr linalmente a los realistas, se preselrtabalr problem;u de otnr ndole que, pdncipalmente, sederivabn de la disputa en torno a cmo definir l nuevasoberna. Ll corflicto )'a scaldo cntrc posiciocs ccl1tl-:rlistas y autonomistas tuvo su epiccntrJ cn la BandOriental, y s prciagonista iire Gen'sio Artigas, lder oriental delcljrdto patriota. Aftigas defeDda n po]cto de orilaniza-cin confederal en e.l que las prcvincias gozarcn dc un r-plio mrEsn de autonoma y autogobicno lrcntc al podcrccntr. . Sr posicirr lirc resistida por los grpos centr alistsde Buenos Aires, hastatal punto quelos djputados electosporla BandOrient&l par el Congreso de 1813 fueron re-chazados. La disputa se trslad al campo dc b talla y as,mientras

    ^rtigas erdcncla su inllucncia sobrc todo el litorl

    -Santa Fc, Entre Rirs, Corrientes e incluso Crdoba ,BuenosAireslo declaraba enenr igo de la patria. En esecon-texto, el Congreso Constitul'ente fue perdiendo cada \ezlns impulso, quedando prcticamentc aislado a fics de1814. lrlirucvo ircctor suprcmo, Callos cle,{lvear', no colabor cn paci l icar Lr ninxrsys caidaen ab ldeIu15por

    Nmmi coldmrn y Mauh lrnNa\n)

  • una rcl'oluci)n armdtenninr tmbin cor l prineraexperiencia constitu)cnte.

    E ese rnomcnto h siL&cin sc presentabacasi dcses-perada paralos rioplatenses. El rancc de las luerza't rca-listas en casi todala Amricahispana ins[rgente parecaaplLs tant ]' ltrnando VI I volva al lron o c()n la 1rrea I'o-luntd de Iecupcru sosdoniniosyde crstisar l' no slo alas colonias r-ebcldes, sino tambin a los plotallonislasde las Cortes liberrlcs qe haban sancionalo la ConstitlFcin (lc 1812. Por otro lado, Artigas habaibrmado 1a Ligade los Prcblos l,ibres con las Pro\ inciai clcl litoral, el Ejrcito de.l Nodc prfuticnente sc autojl,obernab con el apo-yo de lm prorincias clel norostc, clr\lto Peru estaba defi-nitivamente peldido hego de 1a dorrota de Sipe Sipc cn'1ll r; )' rl note quedaba bajo la defensa dc Nlartn de Giicmes, a cargo del gobierno dc Salt. En mcdio de esiacrisis,la acefalt dc1 gobielno ceutral, con l cada dcldirector'. . r l f .nro. f l r rp, ra, I cnzafel ' i - '1,4 rc\olu. :nna' i , ' r , , i -do cn 1810.

    Sin cmbargo, el Cabildcr de Buenos -{ires -que haba

    visto eclipsaclo su poder micntras laAsambleadel ao xtttcstu\o reunida ser el encarsado le cubrir rpidamentelrLcelala al reasrmir de nnera provisoriael mando po-litico t bocrse a lornrar nuevo gobicrno. El cabildo conro-c a elccciones en Bucuos Aires para formar una Jrltade obser\.acin, destinada a nombrr un lucvo directorsupremo y a dictar n Esttuto Pro!-isoo hast.I qe sereniera un nuc\o Congreso ConstitLl)'ente. Fo clcsiilnadoJ

    " , rur .ufrpn,, , , I , nprulJo.F R, ' . rJ, j ,J .

    ' en .u

    " u. , ncia

    el coronclrarez Thomas, t el Estatuto cstLrvo listo en cl

    7a t daPllilt

    De la independencia a la cadadel poder centrl (1816-182o)

    El Estatuto dc 1815 convcd en elcctivas a todas las autofi-dades tcrritolialcs. Si bien cl principio de la I eprcsentaci(inpoltica basado en elsufrgiorcnia aplicndose dcsde 18r0' partir dl nuevo reltlamento tanto el dircclor.lel Estridoconolos d\)utados ai Cong:eso General, krs cabildos secu-lares de ias ciudades yrillas,los gobernadorcs de provinciasy los miembros dc ia JNrta cle Observcin debA sel nonr-brados por elecciones populates, siguiendo el nodernopincipio que ajustaba el nmero de representantes a lacaDtidad dc hbitantes de cada j urisdiccin. Cuando elF: la luro fup,1,n,uni , d, , c l .a , r , r incia ' 'ara sujura ^ 'ea que en 1 se pror:uraba atender algunas de las demandsde los pueblos, la sit acin ro fue de apoi'o unnime. Fcrcconocido en Saliay Tucumn; en Juju]', Chuqisac yPotosi fue jurado con propuestas de adiciones y refns;Artigas lider cl rechazo tle la Liga delos Pueblos Libres;yCuyo, scgregada como gt)benacin intendencia en 1814',ceptaba al nue\'o lirector pcro se neS(') jurar ol Esttutopor considcrar que dcjaba al Poder ejecrtivo con muy es-fa.a- crr ihu, ione. cnmo prr t l r r ig ir P S.b.erno Pn e'o 'nomentos dificiles. En cste ltjrDo cso, cabc destacar queel gobcrnador irtendente de Cuv) cra el general Jos deSan Maftin, quien desde su adbo al Ro de la Platfl intentab convencer al gobicrno de que la nlc'.jor estrategia pa-ra vencer al poder realist er dirigir nA campa:r haciaChilcyde all a Per. En subase en Cul'o, SaD Martn orga-niTab;nientms tanto s fuerza rnilitar con el objeto decmplir su cometido.

    I Nolmi (;.ldnn r \lrrcl Teur\asio

  • Bajo las clusulas del Estatuto Provisorio sc conloc ae.lecciones de diputdos constitu]'entes, r'ertnindosc cl Co-greso en marzo dc 181d cr l ciudad de Tucnmn. En suaperlur estaban prescntcs los diptdos pof BuenosAircs,'l\cunrn, Sn Lujs, Catamarca, La ll"id, Nlendoza, SanJuan, Chalcrs, Chiras, Crdobal Nfizquc,l quctlaron sinrefresentacirn Pragu! Banda Oriental, Entrc Rios, Co-rrientes ,t' Santa l-c, clada l situacin conflictiva quc cstasrciiolles mantenan con clgobicrno cenlml. El Congreson{rmbrcomo nuer.o director aJuar Nlartn de Pue}'lednyse abocr a cunplir con su primer comctido: declarar laindependencia. Ya no haba cbida para sostencr la a biliuasituciniurdica en la qc se cncontaba e.l Ro de la Plataunavez prodLrcid la restauraciirn dc l.crrando VII y exhibida sr voluntad de reprimir. a las rcgi(nrcs rebeldes. O seaceptaha wrlver a la stunisiD a la metpoli o sc clabr el pa-so hacia 1a independcncia.

    El9 dejulio de l8l6 elCongrc*r cleclaraba la independcrcia dels I'ro\,incias Unidrs clo Sud

    ^nlric cle la domi-

    naci(')r cspola ) de tod otra dorninaci)n cxtrnjea. Ejvocablo

  • tncias -en un momcnto en el que las !!crr[s de indePendencii scguan su curso y cn el que Espaa rccibiri el apo)'odekrs monarcas del Viejo Mundo-,las Provirci s Unidastenar1 escasas posibilidades dc consolidarse cono entidadpol i l i .J 'nd, t ' r ,J i .n lp. De he, n , . l unrca erpe- ' " r , i nu-blicana viilente er.a la dc listridos Unidos, mientras que laslbmus monrquicrs contaban con toclo cl presligio y el avalde siglos de histo a- Mis n en e.l sigb xlx, cndo se irpona de nanerr creciente cl modelo de monarqua consti-tucionalen elque eraposible combina el princfio heredi-tario con los dispositivos roclernos de represertacinpoliticay dirisin clc poderes. Pero no cle los princ\ralesobstcuios para bacer pt)siblc el es tblecimiento de Llna mo-narqua en Amrica era, precisamente,la ausencia cle un li-naje de sangrc quelegitimara cl prircipio hereditario delmonarc. Un obstclo que en el Rio de l Plat1r procursalvarse tanto en la propuesta de Belgrano de crear una monarquairca que rcstaurara a alliuno de sus dcsccndientesen el trono, como a travs dc enviados locales a las ccrteseuropeas para buscr algrn pncipc Llispuesto a ser corona_do ret en estas tierr:N.

    Ninguno de )os pmectos monirquicos pullo ser implemeniado. Pese al sesgo conservador de los Lliputdos delCongreso que acuaron el lcma

  • apostado en el note. En l R)stade Arequito un ltrupo deoficiales se sublev contmel Directorio, iniciando el bre\eproceso de derrumbe del poder central que concluy) eD fe-brerc le 1890 cuando en los campos dc Cpeda el ejcitopoeo fue vencido por las tropas de los caudillos Fra.nciscoRamiz y Estnislao Lpez, qienes exigieron la disolucindel Congreso y la dimisin del director Rondeau.

    En Buenos Aircs esta denota gener unacrisis polticasin preccdentes. Elcabildo, reinstalado enfebo de l82Oen la funcin de fpbemado proclarn la disolucin del po-der central y renunci, en nombrc de Buenos Aies, al ol decapital de las Provincias Unidas. En su carcte de nrvaentidad poltic4 la proncia de BuenosAiresfirm en esemismo ms el Tratado del Pilar, destiado a alcanzar unacurdo de pz enhe sus fuerzas amradas y las de1 litoral. Eltratado suscito con Rmrez y lpez propuso la

  • naciural provisoriente en erisis, sir'ro queftieron el resultado d rnaampliacin del papelpolitico de las ciudadesrediantc 1 crcacin de instrurneDtos costitlLcionales pro-pios y la delinieit'rn de un nuelo rgrmen reprcscntativo, alpunto de conligurar scBn veremos- Estados aut(inonosquc llcgaron incluso progrcsi\'arncte a sumirse como sujetos cle derecho internacional. Perc si bien estos Estados tendieron a reg-rlar sus relaciones a travs dc pactos interyro-\inciales, el scens{J l poderdelos caudillos y la cocxistenciaen luerte tensin de dostendencias contrpuestas -a aconfluir en lo que ser el futuro Estdo ncional argentin{J ylaotra ah

    ^utonoma provincial dcdvaron en ecuentes

    enli entamintos nnados, guerras cir,iles y cxclusiones poli-ticas en y entre ls pr.0vincia-s.

    Ls (reformas rivadvianasr, caudllsmoy guerra civl en el nterior (1820-1827)

    lJ nuevo orden surgrdo do lacrisisde l82o en BuenosAircsse bas en un renortrdo consenso igrado por la lite potea,que ya no busc colocar a Buenos Aires a 1a cabcza de un ubierno certral, sino de promo\I una poltica dc para restablecer l cconoma proncial.'Iies lucron lospilres de esta nue\.a poltica: cl dcsarrollo de la exportacinganadcr4 la expansin de la lronte y la i posicin de unrllrc\'o pdncipio le autoidad. Para cllo el nuevo grupo diri-gnte incoryor, iunto personal poltico quc sc lT abin fonna-do dumnte la rer'olucin, a lgunos miemb-os de los gruposcconmicos ms podel osos, con intercses en el comercio y enl dpasin ganadera, como fue cl cso de lbms de ,{ncho

    rcn. Ll nuevo Estado-provinL:ia se dot ale un podcr cjecu-ti\.o trl) titularidad estuvo a cargo del generl Martn Rod ri-guez jcli de la^s milicias rumles dc la camPa de BuerosAires que habtr sofbcado cl lel'art nielrto de la plcbe urbanadc octubrc dc 1820 en apoyo le una dc las fa(]ciollcs del confbdemcionismo pofteo y dc dos inistros clal: Bernar-dino Rivadar,ia en la carlera de Gobiemo y Manuel Garcia enl&de l,lLienda. Junto con ellos desemper un papel ccn len l nueva dministracin la recicntemente creada Sala dcRcpresentantcs. ED su intcrior se elega l gobernador, se discutn y aprobban la.s rcfbrms, se v'otaba el presuP[cslo delos gastos anuales, se aprobaba la creaci(in de todo nrcvo im-puesto y sc evaluaba lo actuado por el gobierno.

    Bajo el i pulso de csLlr lluela administraci se injci enBucnos Aires rllr proceso clc impoantcs Ffolrnas tendientes a modernizar la estructur poltico administrati\a here-dada de la c.olonia y a reordenar una socicdad que, surgidade la revolucin, ftie presa de una

  • DraD eDtrcuzado con la oposicir,rD cntre la ciurlad y la : ln r l : l r : r l ,of : ,o ta n pr, . , n ra. i , , r r uet , . .p, , . i , , qrr" , ,1 l l i " " i * i l , " t .dcFr , . ion,rerr nuerneernr, . r ,] ]of t t, provinr i1.

    T. i 'p\ el , r t , . r . , id, . rb?t y hdL.: in.p " .Jo.r 1, , .p. . , ,1._l : . : l : '

    t " . ' ' " . rs J i uF Ber jJrnin ( on-Ir . r , rr dr.p, 'npltao,p,ni t , r , onpnrtr \uto,r , , t i \oI \utop. , \o, L l , r r ,dalrrr I re, lo:F l rni t r . . t^d,, j rdad ro Lr r)oI r lp rein, i incoaos, qle posea alguna pr opieclad inmucblc o irdustr.ial,,.\ l | j Fr. rr)rg{, . . r le j ot , , reJb el \ot , , j t , . , i \ , . , . . tuJo trum_nrts rL,n . . n, iJor d, \ : r , t , . io. . . , , , r ! i , r , (1r , ,1. . , , . i

    " r . i "pr mera experiencia ava zad en Hispanomenc, tontado. l :1" ' :

    ""

    en es * o. e, , rot la Lu,pa 16 r , t r , a6,.e.: , Jr ru. | ,o, .n, . t , , I ter t , , Fn que, nr, , , , .Lr . r iJ habf i i lrP(o,rd,do ,n! ni , rq, .ncia p,rg , j t i d q u,, rn con_\- t , r ' t , .n pmo,.r j l i . r . l rn ct , In. . i h ipn p, | l , , , ru,p-,menrrr , .cr , , ' i ! , , bu. , aLr . , ,n, h inr r l , ^ \ l"e. dp t iL, r ,a( t Lrg'rrd;rd c, ,n: j .g xJo. po. l rer ul I , . ior. , r l " br i .q er l , ,1,' l lD nr e\ J t , . ! i r in jd , t u r . l drnin, . , r . iur

    . r ,*d dF l rcrlstsse orrent, ms brer, a anpliar la paticipciD poltic.onFr urnt ' ,

    - i toJcJi . , ip l i r , " "oni , r , ,d, t.o, ieJ

  • Unid-s en tono al problema del sujeto de imputacin de lasoberany de la foma de gobierno que deba adoptase.L\ando en 182,{ concluy cl periodo de gobiemo de Rodr8!ez y fe designado su sucesor Gregrolio ls Hemq el con_texto gneralpacca fvoable a la reunin de un nuevoCongreso. Rivadaa haba presentado en febrero cle ese aoante la Sala de Representantes una propuesta de convocato-ria aun nuevo Congreso Constituyente, aunqLle, cabe recor_dar. slc 'ro iha a panicipardel inicio dp.u. cesiones porqe,una vez elegido La-s Hea-s, Rir,daa decidi no colaborarcon l yemprcndi un viaje a Londres. La
  • tstmos cn\eltos en dificultdes, y que no sabemos cmo

    Dilucidar quin tena la primac poltica, si las pro-vincia-s

  • il

    gobicrllo general-, se confundi rpidamcnte con unase-gundaetapa, en la qre prevaleci la idea de dictar cuantoantes una Dstitucin. En el cambio de posieioncs influyla declaracin de la guerra al imperio brsilero tcomo con_secucnciade la reincorporaci(in dc la Banda Oriental alasPrrxincia.s Unidas en abril de r895), y lalirmadel tratdocomercial y clc amistad con Inglaterra. Dc manera quelapromulgaciI clc,las lees tendientes a ot.ganizar cl Estadosc concentraron en r solo Ao, mientras panlelarnentc sccliscta el proyecto de Constitucin. I1n ei curso de 1896se dictron lfls le)'es de creacin del Ilanco Nacional, de Pre-sidenciay de Capitalizacin; por esta rltinu quedaron s-primidaslas propis irstituciones de Buenos Aires, y con]ocorolrrio se procl&nr una CoDstitucin unitna.

    Pco la discusin de estrs le).cs gener unafuee polmicaen el sco mismo delCongreso, dondc empez a dis-tingxi$e luego de una Inpliacin del nmrc dc diput-dos haciafines de 1825 ua claadilisin etre unitariosyfederales. El liderazgo sobrc los federales en e) Congreso,que encabczaran Mnuel Nforeno )' cl coronel Nlanuel l)o-rrego, iba a rcforzar asimismo el peso de la oposicin i gru-po rivadariano que haba gando las elecciones de la ciudaden 182.1. ls federalcs cucstionaron la l,ey de Prcsidencia

    bajola cual se nonrbr a Ri\'dtvia presidente de la nacin por considerr que staolaba cl crcter prcr'isorioacordado alpodcr cjecuti!'o por l Ley Fundamcntal hasique se dictaruuna Constitucin, que deba scr previamentepresentada alos puebl{rs paa su aceptacjn o rechazo. LaLcy de Capitaiizacin declamba a tsuenosAires capital dcla racir'rn, y divida ala prorincia clc ts[enos Aires en dosnuercs dist tos, consecuencia de lo cul Iaprovinciade

    Buenos Aires perda el acceso al pucto y al comercio ltramarino. Aderns, se dispuso la supresi)n dc las institucionesautnomas creads en 1821 como la Sala de Representantesv eJ Ejecutir-o prtxincial, lo que provoc una divisin dentrodel mismo tatido del Ordcn .' una prdida de apol'o al pro-yccto unitrio por parte de los sectores ms liDculados conlos itereses urales bonaerenses.

    A psar dc esto, el grupo unitado a\.az en el dictdo deuna Carta constitucional. L Constitucin sancionada por elConlFeso, el 2.! de diciembrc de 1826, comenz por ratilicar]a indepe|rdencia de la ; circunstancia que lle\ al inmediatorcrhazo del teo por parte de l.rs provincias de Ifendoza, l-allira, Crdoba y Santiago del Estero, que o considerabansuliciente rcsguardo dc sus lercchos soberanos 1() cstipulado0n la Seccin \TI- Ante csta negativa, a la que se smr cl -pido deterioro econmico prodrcido en l ciudad de Bnos

    N, , GDldnr. r Mard lrnrasn)

    -l

  • Aires como conseLucnciadel blt4ueo del Ro dc la Plata por'parte de la llota b asile, y l guera civil en el interiol Ril'arlar,ia sc vio obligado a renunciar a la presidencia en 182 7El Congreso sc apresur on desiSnalrl sucesor provisorioen la pe$ona de Vicente Ipez y a dei ar sin cfecto la l-y deCapitalizacin para restauar las institucioncs de BuenosAires;pefo incapaz dc frenar la grlcrra en el intcdot el nue-!'o presidente elev su rcnuncia a s cargo y el )ngreso nopudo ms que disoherse, ciclegando elr Buenos Air-es cl ma-nejo de la guerra y de lns relaciones intemacionles.

    En otrc orden de cosa^s, alacada del poder central cn1820, ls provincirs experimentaron un dobie proceso. R)run lado, surgiercn regrncnes de caudiilos, dentr o dc los quese destcan Jun Fhcundo Q iroSa en La Riojry EstisloLpez en Sant.l |e, que tlrvicron unafucftc influenci cn elirtcrioryen el litoial rioplatensc. Por otro lado, se iniciproceso cic afirmacilr de soberanas inlependicntes a bavsde la creacin de insunentos estatalcs popios, talcs comoconstituci{es provincia}es o leyes fundamentales. Pero le-j{Js de ser antagnicos como lo qujso unalarga tradicinhistoriogrlica- cstos dos proccsos coexisticron en tensia)nEn esteseDtido no es casul que la primem Cata constjtucional provinci&l se la de Santa Fc, dictada por Lpez en1819, doDdccn su artculo 19 designba al Sobernantc con lavoz

  • o rgentiDa, pol la otra, descubrc qe los pri-meros sjctos constitucionales que se afimraron no se correspoldan con una nacin sino con espacios locales.

    Junto con ello, en vrias de las provincias,los nuevostextos constitucionales proclam.I{)s apaftir le 182o cea-ron las Salas de Representartes o Legislaturas; n otras,como fue r:1cso de Buenos Aires,la sala surgi por na lcyespecial o por l trnsibrmacin le lsjuntas electolalesconvocada,s para elegir Llipta.los. La nilitaizricin produ-cid en las ca.mpaas dulante las guerras dc independenciaconliri un poder cada vez ms amplio a is autoriddes lo-cales militaes, policialesyiudiciales, decuya,srnanosdepF' ldia l i f ro\ ' . ' , r ' J, rursu" hr.nlno: r p.onmico"de las zonas rurales. La necesidad dc considera los intee-ses de estas zonas, pero tambin el crecicDtc antaltonisnodc la campaa con la ciudad, y patjcularmente coD ls li-tes que dornilabal cn ell, dieron origen ]as Legislatursprovinciales. Esta medida dcriv en la supresin paulatinadelos antiguos cabildos debido, cnpafte, ala rivalidad quesc suscit entre ambs instituciones por la supcrposicin Llejurisdiccionos, pero sobre todo por el hecbo de ser dos institucjones de natr:rleza histrica diferente. Pues, mienta.s elcabildo eraexpresin del estats cie ciudad, de acuerdo conel ordenamieDto comunal hispDico,l Salade Represen-tantcs reuna a port\'oces de ia ciudad y de la canpaa

    aunque lamaora de estos ltimos eran residentes de laciudad, yabsorbi cadavez ms funciones de laviejainstitucin. Al linal de estc proccso, y adiferenci de otrcs es-pacios hispanoamericanos, todos los eabildos desparecie-rcn, con excepcin del de Orn, en Salta, que subsisti hastala organizacin nrional.

    Ler.s nuer,'as sobeaias rcsultaban a.s de la jncorporacindeL campcc er la d,.5r i , 'n dp ur nlc\o r8irn.n r . t rcsentativo y deun conjnto de djsposiciones liscalcs, adninistrativas, judiciales, polticas y religiosas destiDados con-solidar espacios soberanos. Dentro dc tles disposiciones sedistinguian las normas elcdorales que diferenciaban, al igualque la ley e.lectoral de 1821 cn Buenos Aircs, el voto activo dclpasivo, pero que, por b general, presen'aban

    -con agrcgados- las rcstricciones al acceso a los derecl'los clel ciudadanodel Reglanrento Provisorio de 181f, que exclua de ]a ciuda-dni- al .dor1.1i .o a"alcr aJo o al que rro po.ea urra pro-piedad u oficio llrcativo. ste es el caso del ReglamentoProvisorio dc 1821de Crdoba, que adems dc lo sealadoanteriormente establecia que pfla scr ciudailano se debaposcrr una propiedad de al meos ,1OO pesos, o que est con-dicin se perda por ser deudor de la Hacienda estatal, entreotras exclusioDes.

    la gobernabilidad, sin embafio, no iba a cstr garantiza-la en el intcrior de estos espacios que sulian con fircuenciade la inlluencia de las provincirs limitrfs, de llrs ambicioneshegemnicas de los crudilks, clel cambio de ls aliazas mili-tares intericrrLs o de la luchr lacciosa. Mientas l prrvincia deCoieDtes, porejemplo, inici en 1821un pcodo constitu-cio[al cstable que haba de dura vrios aos colr recambiosftrgulares de gDbemados ca tnri aos, gracias a una ecor, o-ma di\ersificada y al control de las fuerzas amad.s p(rr partede la lite u$aq Trcumn tu\,'o 19 gobenadorcs cntrc 1892y 1832, producto cle nunrerosos pronuncianicntos militares,qLle no L)gFban dura en sus madatos ms de diez meses,

    En paralelo surga unaligum qe iba &dominar en lasproncis del norceste ]' a incidir en ladisolucin del Con-

    ur (loldni J Nlttuh T{N6n)

  • greso y en larenunciadel presidentc provisorio. ElasccnsoaJ poder de Quiroga sc bis en el control militar de Ts Lla-nos, zona de abundate liando que abstet a Ils de unaprovincia, pero tambii cn una reputaci(')n militar logradaen el senicio delos gobiemos de Buenos Aires, CdobyLa Rioja desdc 181o. Entre l8l6y 1822 iba a conseguir losliados de capitn, sargento mayo! corolel y com ldantegcneral. Este rpiclo ascenso militr{uc caracte}stico dclproccso de militarizacin iniciado cor las gr.reras de independencia, y convalid su autoridad ms all clc su pro-vincia. Destlc la Comandaneia Generl de I Rioja, Quirogamalc e]tono dc la poltica provircial en tienrpos dc L1to-non]ai perc son numcrosas ls evidencias qe revelan la vigenria de una rcglamertacin rticuladora dc las elacjonesmilitarcs del caudilloyel pbierno pro\incial. Poque si bienel caudillo bas su poder en las rilicias rumles rlc Los Lla-nos, no es renos cierto qe sts integraban una redjcirr-qdca y ten:itorialdc relrcionestanto informales como 1r_males. Por otro laclo, cn La Rioja, a dilcrencia de otrasprovincias, no se dio na Cartn coDstituci{ral pra regu larel funcionariento de sus poclcres, perc no estuvo por ellolespro\ista de cicta normativa institcional para organzarlos. El Reglamento Prcvisorio de 18U sigui en \,igeDcilucgo de 1820 y sc.iopt un rgimen clcctoral para reglarlas elccciones de los diputdos que iban a intcliar la nuel aSala de Reprcsen lntes.

    En l82ti el cdillo se lanz a laconquista del iteriot,aprolechando cl gmve conflicto suscittdo en la ciudatl deCtmaxca por la sucesin en la Gobcmcin, del que no lircajcno el mismo Quiroga, inteesado en imponer un hombrc dc su (onfiarza, y quc cnlrent a fuerzas de Otamarca,

    La Rioia."" Icunn. La guerra civil as desatada permiti alcaudillo consolida despus de r,aos triunlirs militaes, ulrbloque dc las prolincias cctral es (l Rioja. Cur-o, Crdoba,S rtia$) del Estero), lo que contribu)'(i al fiacso del ltimointcnto de organizacin nacional cnsal'ado por Bucnos Airesentre 1824 y 1897

    La lucha entre unitarios y federales y el ascensoal poder de Rosas (1827-183O)

    En 1827 al rcstituiNe las instituciones locales, Manuel Dorrego asuma elgobicmo de 1a prolincia de Buenos Air-esapoyado porlos sectores urbanos popularesy con la arduataroa de esoher cl confljcto con Brasil. A pesar clc slltndi-cional postuftr belicista, el populal lder fedcral tuvo que ce-der nte las circunstncias yaccede, el27 de agosto, a lairma do un tratado dc paz en el quc haba mediado krldl'onsonb ministro plelipotencirio clel Reino Unido por.clcualse establccia la independcncia absolutadc la Bandariental, dnndo u nacimiento a la Repblica Orjental delUruguay. Sin embargo,la lesolucin dclconflicto no hizoms quo agudiza las tcnsiones y enficntamientos entrecl scctor un itio, la oficialidad del cjt:ito, ahora sin ocu-radn milita y cl grhrnado, hrsta desembocr en olen-tN elecciones para la renovarirn de diputadrx a la Legisla-Iura en nlJ\u, lc I \ 'b. L Lr i , ' .mbre r le c. , mi. ' ro no u sublevacin, lidemda porcl geneml Juan c. La\,.alle y poyada por r-e.conocidos unitarios, prso lin aJ gobicrno del)orrego. Su csi in ediato lusilarniento, en lugar de calmarLrs nimos, abri el camino .le la grerr civil cntre unitil-

    N,rri Goldmr y Nl,frdr lcrartrsi.

  • ios y fcderales i' el ascenso al rdcr dc.Juan Manuel de Rosas un ao dcspus.

    En efecto,I-avallc no logr manteneNe en el gobicrno:un levantamiento rurl en el que se conjugaron diversosfctores penurias ec(Dmicas, una sequay el miedo aDoras levffi por parte de los scctorcs pobres le las zonasrurals lo llc\' pimero al enfientamiento lilitr y lueSoa 1a lcgociacin con el hombre luefte dc la canpa bonae-rense, que accedoad poder en 1829 con las flcultades ex-taodinarias.

    El gobierno de Rosas, quic clcsde 1827 eierca comoconandate general de Milicir-s de la c'Ipa y desde I 89 8como presidentc clc la Comisin Pacilicadrrra dc Indios, seapoyar. en algunas dc las transfbrmaciones emprenclidasdurnte el periodo de la -en particulrla convoctoria regrlar a eleccioncs-, aunque cambirdo_las cle sigro con la imposicin de una list nic?r de cndida-tos,la unanimidd dc la opinin pblicay la exclusin de losnitarios de la arna poltica.

    Asimismo, fiacasado eL prolccto unitrio en 1897 la rni{in dc un Convencin Nacionalcrjulio de 1828 en SantaFe puso aldcscubierto que las pro\.incias no estban dis-puestas a rcintentr cl cnsayo constitucional- En 1829, elgeneral unitario Jos Mara Paz se apode de C)rdobaylbrn la Liga del Interior pa clrcntase a Qliroga en dosclebrcs latallas, Tblada 0829) y Oncativo (183o), queconclul.eron con la derlot del caudillo. Por su pafte, Esta-nislao Lr'rpez inpulsaba la formacin de ura lilia etre lasprorincia,s del litoral l rclnz l guerr contra los uritarios,qe tuvo como puntofinal una nueva campaa de Quirogacontra las trops de Gfegorio Aroz de LamaLlrid enTucu-

    mn y la prisin ca-sual a nunos de Lpez delgcnelal Paz.Las pro\.incias del interior'\'ohicror entoncs a maos 1-derales. Lalirma clel Paclo Federal dc lSlll entrelasprrrir-cirs del litoral al que luego se incorpor.un el resto de lsprovincis , aunquc rcalirm l&libertd c inclependenciadelasnrisnus, no logr (onstitui$e, sin embarg(), cn el fun-damento clc nuevo pro),'ecto c organizacin naciolPorel contraio, el Pacto Federal lbrtleci la tentlcncir alejercicio de la sobcrana pof incial, sh o en lo que concernia l manejo delas rclaciones e\tefiores, qrc fue delegadoen el gobicrno de Buenr)s Aircs. -avor ecida por esta situa-cin, creci la influencia poltica de Buenos Aircs sobre elinteio! reflejando de ese nrodo tarto su poderfu cono lainposibilidad de los Lstdos pro\.incilcs detrascender su

    El.r-sccnso poltico