Tolomeo y Copérnico en El Nuevo Mundo. Juan O’Gorman

7/22/2019 Tolomeo y Coprnico en El Nuevo Mundo. Juan OGorman

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ANALESDELINSTITUTODEINVESTIGACIONESESTTICAS,VOL.XXXII I,NM.,

RITA EDER ,

Tolomeo y Coprnicoen el Nuevo MundoJuan OGorman y el muro sur

de la Biblioteca Central en Ciudad Universitaria

L llam la atencin de algunosartistas mexicanos como Rufino Tamayo, Frida Kahlo, Antonio RuizyJuan OGorman. Los cuatro realizaron pinturas y murales con el temade los astros y pareciera que en algunas de esas imgenes intentaron transitarentre los lmites del nacionalismo icnico, al tiempo que abrieron el debatesobre las nociones de lo local y la relacin inversa con el espacio sin fronteras.Casi todas esas obras fueron pintadas en la dcada de los aos cuarenta y prin-cipios de los cincuenta quiz bajo el impacto de la segunda guerra mundialy el conflicto posblico que haban enlazado al mundo en un destino comnenunciado como el miedo a las explosiones atmicas y la sensacin de que elplaneta ya no era un conjunto de parcelas, sino una sucesin de interconexio-nes patentes en la poltica y en el ascenso de nuevas ramas de la tecnologa yla ciencia. Esto pudo haber despertado la necesidad de explorar temas propiosde la fsica y de reflexionar sobre el modo de lograr en imgenes una sntesissimblica de nuevas verdades sobre el universo y la fisonoma de los astros. En Mxico, la astronoma contaba en esos aos de guerra y posguerra conun moderno observatorio para hacer nuevas investigaciones, incitadas por elacceso a nuevos telescopios y cmaras.La conciencia respecto de los nuevos

. Luis Enrique Erro, Las ideas bsicas de la astronoma moderna, Cuadernos Americanos,ao IX, vol. , nm. , mayo-junio de , pp. -.


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modos de observacin y el cambio de paradigma en la forma del espacio espatente en algunas obras de Tamayo, mientras que para Kahlo los astros, par-

ticularmente el enorme Sol insertado en su muralMoiss y el monotesmo(),parecen provenir de imgenes telescpicas modernas. Ruiz y OGorman se interesaron por el paso previo, es decir, por la adop-cin de una iconografa proveniente de los mapas cosmogrficos que presentanen imgenes de intencin comparativa las teoras de Tolomeo y Coprnico odos crculos antagnicos: uno con la Tierra en el centro y el otro regido por elSol, descentrando antiguas tesis sobre el movimiento de los astros, las cuales,sin embargo, perduraron en algunas instancias hasta mediados del siglo . Lo curioso es que el antiguo temor a un universo descentrado e infinito ha

vuelto, hacia finales del siglo , a ser objeto de un debate proveniente no dela religin sino de la reflexin filosfica contempornea; sta se ha manifes-tado en la discusin sobre las imgenes en las que lo circular, como forma, esun modo de ubicacin y contencin, mientras la llamadagrandeza excesiva ala cual se refera Goethepareciera causar inquietud, ms an cuando sabe-mos que la forma del universo es informe como la espuma. Este trabajo est dedicado a la reflexin sobre la visualidad, las ideas y lasfuentes iconogrficas del muro sur de la Biblioteca Central de Ciudad Univer-sitaria, realizado por Juan OGorman como parte de un proyecto mural que

aspiraba a ser representativo de la historia de Mxico desde los tiempos pre-hispnicos hasta la modernidad (el mural lleva por nombre Representacin his-trica de la cultura). El gran proyecto se realiz en mosaico, tcnica con unamaterialidad ms espesa que la pintura al fresco y quiz ms adecuada a lavisualidad de los cdices prehispnicos, que OGorman incluy como motivoe inspiracin central en los muros principales (fig. ). Adems de ser un argu-mento ms para la cuestin de la integracin plstica del muralismo con lassuperficies arquitectnicas, sobre todo las exteriores un asunto muy en bogapor aquellos aos (y del que no me ocupar aqu).

El pintor y arquitecto tena la intencin de contribuir desde las imge-nes y su carga simblica diseadas para una biblioteca a la discusin de lasideas filosficas y cientficas en los periodos histricos convencionales que rigenan la representacin de la nacin mexicana. Debo aadir que el anlisis deesta obra de OGorman ha sido puesto en tensin a lo largo del texto con un

. Jean Clair, De Humboldt a Hubble, en Cosmos,Barcelona, Centro de Cultura Con-tempornea, , p. .


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mural pequeo, realizado por Antonio Ruiz en , con un tema semejantey un objetivo distinto. Tolomeo y Coprnico (tema del muro sur) insertos en un programa ico-

nogrfico complejo funcionan como emblemas del periodo virreinal y refie-ren entre otras cosas a la discusin sobre las teoras copernicanas en laNueva Espaa; un tema con muchas aristas que, lejos de explicarse slo porla doctrina oficial de la Iglesia y su condena a Galileo, est relacionado conel proceso de modernidad gestado en el campo de la ciencia y otras discipli-nas durante la poca de la Colonia. El muro sur, por sus elementos visualesy temticos, nos lleva a pensar de otra forma el debate astronmico duranteel virreinato; el dilema entre ciencia y religin abre una rendija a la discusin

. Juan OGorman, muro sur de la Biblioteca Central, Ciudad Universitaria, . Foto:Ernesto Pealoza, . Archivo Fotogrfico Manuel Toussaint, -. Reproduccinautorizada por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, . D.R. JuanOGorman///.


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necesaria de los imaginarios producidos por el movimiento mexicano de pin-tura mural sobre esta poca impregnados en mayor o menor grado por lavisin liberal de la historia, caracterizada en cierto sentido por la fabricacinde estereotipos centrados alrededor de la Iglesia y eliminando aspectos comola educacin y el conocimiento cientfico.

Es muy probable que la idea de OGorman de presentar, por medio de undebate cientfico, la sntesis de una poca que va de la Conquista () hastalos albores de la Independencia () se origine en la obra de Antonio Ruizde , precisamente con el ttulo de Planisphaerivm Ptolemaicvm et Coper-nicavm (fig. ). El hechode que existan dos obras realizadas muy cercanas

. La doble signif icacin del mural, patente en la composicin ascendente desde escenasde la Conquista hasta el debate que proviene de la ciencia, podra aludir tambin a losdistintos trminos considerados quiz errneamente asimilables para denominar la poca:Colonia, poca virreinal o periodo novohispano. Puede pensarse que las intenciones del pin-tor estn rebasadas por lo cual llega a sugerir, por ejemplo, que en el mural pueden detectarsedos de estos conceptos: la Colonia y lo novohispano como diferenciados y entretejidos a la vez.Lo colonial se refiere a dominacin mientras lo novohispano sera considerar la existencia deun proyecto distinto relacionado con la discusin sobre la ciencia y su contribucin al movi-miento de independencia de raz criolla.

. Antonio Ruiz, El Corcito, Planisphaerivm Ptolemaicvm et Copernicavm, . Foto:Pedro ngeles. Archivo Fotogrfico Manuel Toussaint, -. Cortesa Luisa Barrios.


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en el tiempo con un mismo tema que puede calif icarse de singular porlo menos en el contexto de la historia de la pintura moderna mexicana aade

complejidad al anlisis y plantea la pregunta de significados diferentes frentea motivos de un visible parecido. Por lo que hemos de desarrollar en adelante,pareciera que Ruiz, con este tema, hace referencia al doble papel desempea-do por los jesuitas en el campo astronmico. Si bien fueron descubridores delas primeras manchas del Sol y divulgaron la revolucin copernicana, por otrolado, en los escritos de algunos jesuitas activos en Mxico que mostrabansu conocimiento de las tesis del astrnomo polaco terminaban por negarlesvalidez posiblemente por presiones de la Iglesia. El mural de OGorman uti-liza la oposicin Tolomeo/Coprnico en forma alegrica por dos razones: una

evidente que intenta un debate sobre el bien y el mal, y otra, menos inmediata,que se aleja del optimismo de la ciencia y pone en cuestin la mirada evolutivadel nacionalismo mexicano y del progreso de la humanidad en general.

La Biblioteca Central

La Biblioteca contina siendo el paradigma de la construccin del saber tan-to en trminos materiales como simblicos, la cual quiz pronto ser sustituida

por el almacenamiento digital; mientras tanto, subsiste y constituye an unreto para la arquitectura contempornea.Cuando Juan OGorman disela Biblioteca Central en Ciudad Universitaria (cuya construccin se inici en y concluy en ), el artista se plante una variedad de problemas con-ceptuales, entre ellos, cmo significar el conocimiento y cmo proyectar unanarracin en imgenes que convocara a la discusin de las ideas y al mismotiempo fuese fiel a la empresa mural monumental. Esta fidelidad implicabadentro de la gran narrativa propia del moderno muralismo mexicanoencontrar aquellos aspectos emblemticos capaces de alegorizar momentos cla-

ve del devenir cultural de Mxico, algo (la voluntad de un gran relato continuo)que caracteriza aspectos ficcionales de una historia del arte nacional en Mxi-co. Estos momentos de sntesis se elaboraron con frecuencia frente a la proble-

. Algunos ejemplos son: Norman Foster, conocido por su capacidad de hacer adaptacionesde arquitectura contempornea a edificios histricos, como, por ejemplo, las intervencio-nes en la British Library y en la New York Public Library, y Rem Koolhaas, quien realiz en la Seattle Public Library en los Estados Unidos.


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mtica de la dicotoma entre indgenas y espaoles y su distinta concepcin delas imgenes. El plan de OGorman para la Biblioteca implicaba concebir el

programa iconogrfico, as como pensar la espacialidad, el sitio especfico y laconstitucin simblica del mural por medio de la forma, el color y la articu-lacin de los conceptos en un tejido complicadsimo de piedras de color quecreaban y recreaban las siluetas y las imgenes de varios cdices (el borbnico,el mendocinoy el Lienzo de Tlaxcala, entre otros) mezclados con smbolos yemblemas de la fsica moderna. Aunque OGorman fue crtico de su proyectopor no haber logrado contribuir realmente a la mexicanidad en arquitec-tura (se recriminaba el uso del racionalismo internacionalista), crea haberconcretado la propuesta de un arte propio en la decoracin del edificio. Hay

en su proyecto arquitectnico y decorativo una referencia simblica indirec-ta a los amoxcallio lugares destinados en la poca prehispnica al almacena-miento de los cdices. El diseo de este edificio y su marcada horizontalidadpareciera hacer referencia a los modos de lectura del cdice (planos horizon-tales) con un lenguaje pictogrfico sobre una superficie rugosa. Los otros problemas, de carcter tcnico, incluan cmo hacer un muralde gran tamao, a la intemperie, que resistiese los fenmenos ambientales: elarquitecto encontr la respuesta en el uso de piedras de color naturales cuyarecoleccin lo llev a diversos estados de la Repblica desde Guerrero has-

ta Zacatecas, con el fin de obtener la diversidad de gamas necesarias parael monumental recubrimiento de dichos muros. Juan OGorman se inici enla tcnica del mosaico al lado de Diego Rivera, en particular durante la cons-truccin del Anahuacalli, que tom aos despus de iniciarse su proyeccinen . Sin embargo, Juan ya estaba ampliamente familiarizado con las pie-dras de color que interesaron a su padre, el qumico y pintor Cecil CrawfordOGorman, con quien emprendi varios viajes con el propsito de encontrarla mayor variedad de estos materiales. Segn el arquitecto, lleg a visitar unaenorme cantidad de minas y canteras de las cuales obtuvo piedras de dife-

rentes colores, menos el azul que logr elaborar por medio de vidrios colorea-dos o cortados en lajas.Es entendible su inters por el azul turquesa, color

. Juan Coronel Rivera, Piedra enredadera, en OGorman,Mxico, Bital, , p. ;Antonio Luna Arroyo,Juan OGorman. Autobiografa, antologa, juicios estticos y documenta-cin exhaustiva sobre su obra, Mxico, Cuadernos Populares de Pintura Mexicana Moderna,, p. . Los primeros murales en mosaico realizados por OGorman fueron hechos parael msico Conlon Nancarrow, cuya casa construy. En los muros de los corredores y en variossitios del jardn ejecut esos murales. Siguieron los murales en mosaico de la Universidad


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emblemtico de lo sagrado en el arte prehispnico y que utiliz en abundan-cia en los murales de Ciudad Universitaria.

La historia de la construccin de la Biblioteca y las relaciones arquitect-nicas supuestamente fallidas con el estilo internacional, la contradiccin entrefuncin y decoracin y el hecho de ser un ejemplo polmico de integracinplstica son temas y debates conocidos y complementarios al tema que me pro-pongo tratar con mayor detalle y que se concentra en el choque de dos cultu-ras (espaoles e indgenas) cuyas imgenes salen de los cdices; el conflictohistrico se ver coronado en la parte superior y ser ms visible por dos gran-des crculos que corresponden a concepciones cosmogrficas opuestas y queel artista asocia a valores morales como el bien (geocentrismo) y el mal (helio-

centrismo), tal como imagin que fueron comprendidos durante la poca delvirreinato bajo la gida de la Iglesia catlica. Es evidente que para entrar en el tema del muro sur es indispensable entender,aunque sea parcialmente, el planteamiento del programa iconogrfico total plas-mado en el edificio de la Biblioteca. ste puede estudiarse mejor en los dibujosdel proyecto, ya que para captar todos los detalles habra que subirse a un anda-mio mvil y muy alto, indicio de que en tanto arte pblico comunicable hay algofallido, lo cual el propio OGorman fue el primero en censurar o reconocer. Elprograma iconogrfico est inscrito en cuatro muros que miran hacia los pun-

tos cardinales y cada uno de los soportes seala un periodo histrico: el norte, lapoca prehispnica; el sur, el tiempo de la Colonia; el oriente recurre a la duali-dad entre tradicin y progreso encarnados en el campo y la ciudad, rodeada deemblemas prehispnicos y signos de la fsica moderna; el poniente est dedica-do a la actividad universitaria y en l pueden verse motivos estudiantiles comoel deporte. Hay evidencia de que OGorman, en el muro poniente, quiso colo-car los smbolos de la fsica newtoniana y relativista como referencia al ingeniohumano, pero segn la versin oficial, Carlos Lazo, uno de los arquitectos a car-go del proyecto total, le pidi sustituirlo por el escudo universitario.

El muro ms llamativo es el orientado hacia el norte, fundamentado en laesttica pictrica de algunos cdices prehispnicos, particularmente el Borgia,y en el que destacan valores de representacin como la planimetra. Para expre-

Nacional Autnoma de Mxico y varios ms para distintos lugares pblicos. En general, seobserva en los posteriores trabajos en mosaico en Ciudad Universitaria una tendencia msdidctica y con mucho menor carga simblica y conceptual.

. Miguel ngel Bahena Prez et al., Restauracin del mural: representacin histrica de lacultura de Juan OGorman,Mxico,Universidad Nacional Autnoma de Mxico, .


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sar la referencia a otra tradicin pictrica en este muro colocado a la entradade la Biblioteca, quiz el artista encontr en el mosaico una forma de detener

el flujo de la lnea y lograr una mayor sensacin de frontalidad. El hecho de que estos murales estn constituidos desde el punto de vis-ta material por partculas tiene consecuencias pticas e introduce en la miradala sensacin de caos, lo cual aade una dicotoma ms al mural. Las piedrasde color tan diversas y pequeas producen una interferencia en el campo de lapercepcin que cuestiona el esquema de totalidad a la cual aspiraba el arqui-tecto con esta obra monumental, compuesta de pedacera colorida. El proceso visual e imaginario que precipita esta obra en parte por cier-to hieratismo impuesto por el material que detiene la mirada y por la enorme

riqueza de formas, smbolos y figuras puede definirse como un almacnde memorias y datos, de claves que obligan al juego del lince y al ejercicio dela comprensin de lo simblico como el lugar de la sustitucin y de lainvencin de lenguajes no textuales que funcionan como indicadores de nocio-nes cambiantes de espacio y tiempo o, por el contrario, de su retardo. El deseode una percepcin visual ampliada implcita en el proyecto decorativo de laBiblioteca convoca a una vasta acumulacin de reflexiones sobre la percepciny experiencias cognitivas simultneas. Los miles de pequeas piedras de colo-res rellenan las siluetas y dan forma a narrativas de complejidad simblica que

se deslizan por un plano rugoso, entreteniendo los ojos que en vano intentancaptar desde lejos el detalle. La forma geomtrica de la arquitectura de raz fun-cionalista pierde algo de su simetra y desde luego de su pretendida pureza alverse revestida de una gruesa textura ptrea y asimtrica dominada por el colorverde azulado, interferida por rojos, rosas, negros, amarillos y otras tonalidades.En cierto sentido, la comunicabilidad a la cual aspiraba el arte pblico desde losmuros, en este caso, se niega al espectador que intenta captar el todo y el detalle. La Biblioteca Central, por su ubicacin espacial, color y complejidad sg-nica, es el edificio moderno ms difundido, por medio de la fotografa, del

Mxico moderno. Las tensiones de la imagen (parte de su atractivo) procedende su eclecticismo o de tomar dos tradiciones opuestas que chocan y se com-plementan y producen una forma alternativa de entender visual y culturalmen-te las imgenes. Como ya se apunt, destacan la planaridad en el muro nortey la introduccin de la perspectiva en el muro sur fundamentado en la estticade un cdice colonial en particular (el Lienzo de Tlaxcala), imbuido de formay espacialidad occidentales. OGorman proyecta en esta obra el encuentro dedistintas y opuestas maneras de hacer frente a las imgenes que logra ilumi-


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nar y diferenciar por medio de las cualidades colorsticas y luminosas de loscomponentes ptreos que abrazan en forma total el edificio.

Ciencia y religin

El tema y el motivo ms inmediato y aparente del muro sur, la polmica entreheliocentrismo y geocentrismo, no eran desconocidos en Mxico en tiemposde la formacin de la nacin moderna, la cual cristaliza con lo que se conocecomo la Repblica restaurada; un ejemplo es la pintura de Flix Parra, Galileoen la Universidad de Padua demostrando las nuevas teoras astronmicas (,

. . cm). Segn la descripcin de Fausto Ramrez,el cuadro presentaal hombre de ciencia con un comps que se desliza sobre un globo celeste el cualdescansa sobre una mesilla. Frente a l, un fraile franciscano. El significado dela imagen se vuelve transparente por medio de los libros sobre los cuales el fraileposa las manos y otros ms que se encuentran en el estante enmarcando la figu-ra de Galileo; son los libros del debate entre ciencia y religin de autores comoTolomeo, Aristteles y Platn, una Biblia y el De revolutionibusde Coprnico:

A la derecha detrs del fraile, sobre otra mesa, est un volumen de las obras de san

Agustn, cubriendo parcialmente un pliego donde se ve un orbe surcado de crteres yprotuberancias, testimonio de las observaciones de la superficie de la Luna efectuadas

mediante el anteojo o telescopio por Galileo. Esta obra es un indicio de que el astr-

nomo italiano se convirti en una figura emblemtica del enfrentamiento entre la fe

y el conocimiento. Aqu dio forma pictrica al enfrentamiento ideolgico entre los

partidarios de la sistematizacin cientfica avalada por la observacin y el experimento

y los que apoyaban sus teoras en la autoridad libresca.

Sin embargo, a pesar de algunos ejemplos pictricos del debate cosmogrfi-

co moderno en la pintura mexicana, el antecedente iconogrfico y desde luegoformal del muro sur es la ya mencionada obra de Antonio Ruiz pintada porencargo de Valente Souza, compaero de estudios de Ruiz al igual que el astr-

. Fausto Ramrez, Galileo en la Universidad de Padua demostrando las nuevas teorasastronmicas, en Catlogo comentado del acervo del Museo Nacional de Arte. Pintura, sigloXIX, Mxico, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes-Instituto Nacional de Bellas Artes-Museo Nacional de Arte, , t. II, pp. -.

. Idem.


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nomo Luis Enrique Erro, aficionado a los telescopios y la observacin de losastros.Esta obra fue comisionada como mural para ser colocado a la entrada

de un edifico propiedad de Souza. Al ao siguiente, OGorman, un buen amigoy admirador de El Corcito (apodo conocido de Antonio Ruiz),se encontrabaen plena actividad constructiva de la Biblioteca Central que incluye una super-ficie equivalente a pisos. En la fachada sur de este edificio de metros deancho por de alto, OGorman ide algo diferente. Lo distinto estrib, sindecirlo abiertamente, en separarse del modelo ideolgico que Diego Rivera solaemplear en sus murales con tema histrico.En ellos, Rivera favoreca los aspec-tos ms estereotipados de la Conquista, empeada por medio de la guerra yla religin en la destruccin de las antiguas culturas indgenas. OGorman se

propone, en sus propias palabras, una serie de murales menos didcticos y msadecuados a la discusin de las ideas entre acadmicos:

Para hacer el mural de la poca colonial consult todos los documentos referentes a

la concepcin del universo de Tolomeo y Coprnico, que represent mediante dos

grandes crculos, que significan dos posiciones axiolgicas antagnicas. Tolomeo

afirm que la Tierra es el centro del universo concepcin bblica alrededor

de la cual giran los astros, y que el hombre es el ser ms importante de la creacin.

Coprnico, muchos aos despus, niega los principios de Tolomeo y declara que

. Datos proporcionados por Pedro Friedeberg (marzo de ), quien conoci a ValenteSouza a travs de su hijo Antonio, dueo de una de las ms prestigiadas galeras de arte enlos aos sesenta.

. Juan OGorman coment en numerosas ocasiones despus y antes de la muerte deAntonio Ruiz en cunto deba a su buen amigo, quien le ense a pintar al temple y apreparar los colores, entre otras tcnicas. Segn Alejandro von Waberer OGorman, sobrinodel pintor: Dentro de su formacin pictrica un hecho de enorme importancia fue haberconocido al Corcito, que fue la persona ms significativa en la orientacin de Juan haciael temple porque fue ni ms ni menos el Corcito quien le ense a pintar con esta tcnica.Desde entonces l estudi exhaustivamente a los grandes maestros italianos para llegar a la

perfeccin de la pintura al temple. Y tambin a partir de ese momento nunca volvi a tocarel leo, porque le pareca pastoso, vulgar. l pintaba al temple porque entre otras virtudesque encontraba en esa tcnica, le permita dotar de una transparencia increble a los colores.Citado en Roberto Vallarino, Evocacin de OGorman. Semblanza en cinco tiempos, enOGorman, Mxico, Bital, , p. .

. Su fervor descriptivo y preferencia temtica se acerca a la obra de Rivera sobre todoen su idea de la historia, que sigue de cerca la visin liberal de una antigedad gloriosa, unaconquista destructora, la constitucin de la Repblica y el triunfo de los liberales. Luego, unporfirismo abyecto y la liberacin que signific la Revolucin y las posibilidades de utopa.


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la Tierra esun satlite de una constelacin particular que gira alrededor del Sol: al

negarle a la Tierra el papel central del universo fue considerado como principio del

mal dentro de la ideologa religiosa. Fue entonces cuando pens que era importante

representar los conceptos cosmognicos de la cultura de Occidente: el bien a travs

de Tolomeo y el mal con Coprnico.

En una segunda entrevista en ,OGorman definira nuevamente latemtica general, y sobre el muro sur dira:

Me pregunt qu significaba fundamentalmente la poca colonial qu trajeron a

Mxico los espaoles? Pues trajeron la cruz y el cristianismo basado en el principio del

bien y el mal, pero cmo representar esto cosmognicamente? Se me ocurri que larepresentacin del universo por Tolomeo, con la Tierra en el centro, poda representar

el bien, y la idea de Coprnico con la Tierra desplazada del centro, el mal; es decir, el

bien, la fe, el mal, la ciencia. Con estos dos conceptos, el primero basado en la fe yel segundo en la ciencia, se represent bsicamente la cosmologa que los espaoles

trajeron a Mxico. Puse tambin all la cruz y la espada, los escudos de Carlos V y

de Felipe II, el Non plus ultra [sic], lema del reinado de Carlos V y de la poca de

la Conquista. En la parte baja y como smbolos del bien y del mal volv a hacer unfriso con los personajes que representan sacerdotes, la quema de cdices, la cada

del guila,Cuauhtmoc, etc. Hayadems otros smbolos, como son una pirmidesobre cuya base se instituye la Iglesia catlica, las manos de Cristo chorreando san-

gre por las llagas, que es recogida en unas copas por los ngeles; stas son las ideas

fundamentales de la poca colonial.

Veinticinco aos despus definira el efecto decorativo de los muros de laBiblioteca Central como el de un cdice que se despliega por las paredes; as,fueron las cualidades estructurales en cuanto objetos y el sentido simblicode los diversos cdices los factores determinantes en el proyecto total.Sin

embargo, no fue muy especfico sobre las fuentes.. Olga Senz, Entrevista, en Ida Rodrguez Prampolini et al.(eds.), La palabra de Juan

OGorman, Mxico, Universidad Nacional Autnoma de Mxico-Instituto de InvestigacionesEstticas, , p. .

. Jos Ortiz Monasterio, Entrevista con Juan OGorman, en Rodrguez,op. cit.,p. .. Ibidem,pp. -.. Jos Ortiz Monasterio, Los murales de la biblioteca de se hicieron para evitar que

el edificio fuera un monstruo, en op. cit., p. .


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a) Detalle del muro sur de la BibliotecaCentral. Foto: Ernesto Pealoza, ;

b) Juan OGorman, detalle del boceto delmuro sur de la Biblioteca Central. Palaciode la Autonoma. Foto: Columba Snchezy Gerardo Vzquez; y c) detalle del Lienzo

de Tlaxcala, Representa los diversosgobiernos habidos, ya en la colonia, hastala poca de D. Luis de Velasco, lm. .Biblioteca Nacional, . Foto: Pedro

ngeles (supra. n. ).


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Hacia el lmite inferior del mural, el pintor modific el esquema del cdice alsobreponer a la pirmide o tpetl, signo de fundacin territorial, dos templos

cristianos con elementos constructivos clsicos. Ms abajo, la cruz que sersustituida por las manos estigmatizadas y sangrantes de un Cristo con ciertoaire prehispnico, clara alusin al mestizaje o fusin tnica y cultural, marca-do por la violencia (vanse figs. a-c).

Los ojos y sus relaciones con el bien y el mal

El muro sur, en tanto despliegue de imgenes, combina en forma original dos

tradiciones de registro visual diferentes: el mapa y el cdice, los cuales refierena disciplinas y narraciones distintas, como la cosmografa y la historia utiliza-das en contextos diferentes que convocan a variados estratos y problemticasde la poca colonial. Podra decirse que como imagen es compuesta e hbrida,y, sin embargo, logra cierta unificacin visual mostrando la viabilidad de unsincretismo crtico. En esta sntesis destacan los detalles, y entre ellos lo msllamativo son los ojos que aparecen en distintas formas (figs. a-c): del ladoizquierdo del espectador es decir, del ala tolemaica o del bien, aparecenen los pedimentos de los templos dibujados al centro como los ojos de Dios

y en el pequeo templete donde se lleva a cabo el bautismo, mientras que dellado derecho del muro, dedicado a Coprnico, estn colocados en la cresta delos diablos y en los astros. En el Lienzo de Tlaxcala, que OGorman implic eneste mural, hay varias escenas de guerra y derrota infligida por los espaolesa los indgenas, como la batalla de Xalixco (figs. b y c), donde bien puedeverse del lado derecho superior de la escena un gran ojo llorando ante el esce-nario de la batalla perdida, mientras que el Sol aparece en otras lminas en lamisma ubicacin del ojo si hay triunfo para los indgenas (fig. c). sta es unadiscrepancia de inters si se parte de la idea de que el cdice fue comisionado

para celebrar y conmemorar la participacin de los tlaxcaltecas en el proce-so de la Conquista que, si bien unidos a los espaoles, pareciera contener unadualidad por la insercin de la simbologa del ojo llorando (figs. b y c) y el

por Carlos V. El lema proviene del humanista milans y consejero del rey Luigi Marliano y seutiliz para desafiar el mito de las columnas de Hrcules, lmite del mundo (Non terrea plusultra) y ltima frontera para los navegantes en el estrecho de Gibraltar. Plus ultraest estre-chamente ligado a las conquistas que lograron los viajes de navegacin en tierras americanas.


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a y c) Detalles del boceto del muro sur de la Biblioteca Central. Fotos:Columba Snchez y Gerardo Vzquez. Archivo Fotogrfico ManuelToussaint, -; b) detalle de la batalla de Xalixco, Lienzo de Tlaxcala,lm. . Biblioteca Nacional, . Foto: Pedro ngeles (supra. n. ).


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signo del Sol que celebra las victorias indgenas (fig. c). Quiz fue esta dico-toma de una lealtad ambigua lo que predispuso a OGorman a introducir en

este muro sur juicios y verdades dislocadas sobre el bien y el mal (figs. a-d).La insistencia del arquitecto en el esquema dual, el bien y el mal, recurre a con-venciones como encarnar el mal en el cuerpo del diablo que abraza el crculocopernicano y, sin embargo, llama la atencin que algunos elementos, comola Ley de Indias cuya grafa est invertida para aadir una desestabiliza-cin ms en el significado, pertenezcan a la parcela dedicada al mal en lamedida en que el pintor parece parodiar la ortodoxia de las categoras opues-tas. El bien asoma como una cabeza de ngel con cierto parecido a Malinche,quien aparece a los pies del mural en el contexto de una escena de la quema

de cdices que sin duda estara asociada con el mal (figs. a y b). Parecierauna manera de cuestionar la normatividad de los valores, as como la dicoto-ma Tolomeo/Coprnico y lo contradictorio de su recepcin en el campo cien-tfico y el de la fe. En la Biblioteca de Alejandra, Tolomeo desarroll su idea del geocentris-mo; fue el primer centro de investigacin que intentaba ser ecumnico, el lugardonde el astrnomo desarroll su tratado,elAlmagesto, y su geocentrismo, locual atras la concepcin heliocntrica durante ms de aos, mientrasque otros gegrafos del tiempo de Tolomeo ya haban concebido el heliocen-

trismo, pero sus ideas no prosperaron.

As, un centro de investigacin podaproteger, con la misma insistencia que las instituciones religiosas, creencias queatrasaran el desarrollo de la ciencia. El bien y el mal no son slo una cuestinde valores religiosos: tambin aluden a los equvocos de la razn y de la sabi-dura amparados en un marco institucional. Los ojos que se encuentran en este mural tienen varias acepciones: por unlado, estn ligados a los modos de expresin prehispnica y, por el otro, alu-den a la observacin y a la ciencia que estn del lado del mal. El ojo representael poder de la observacin, ya sea el ojo omnipotente de Dios, la contempla-

cin de los astros antes del telescopio y el lugar de la ptica en la creacin delas imgenes. Son estos ojos los que tambin revelan varios factores en con-flicto, como seran la fe y el poder interferidos por la ciencia, transforma-

. Basta recordar las ideas de la filsofa y astrnoma Hipatia, quien haba llegado a laconclusin copernicana y que fue vctima de escarnio y lapidacin en medio de conflictosreligiosos de enorme envergadura. As, una biblioteca y un gran centro de investigacin y deenseanza podran dar cabida a ideas y teoras errneas por su sujecin al poder y a los par-tidos religiosos.


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a) Detalle del muro sur de la Biblioteca Central. Foto: Ernesto Pealoza, . ArchivoFotogrfico Manuel Toussaint, -; b) boceto del mismo. Foto: Columba Snchezy Gerardo Vzquez; c y d) Lienzo de Tlaxcala, batalla de Tonallan, lm. , y despus deuna batalla en Quauhixmalpan, lm. . Biblioteca Nacional, . Foto: Pedro ngeles(supra. n. ).


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a) Detalle del muro sur de la Biblioteca Central. Foto: Ernesto Pealoza,. Archivo Fotogrfico Manuel Toussaint, -; b) boceto delmismo. Foto: Columba Snchez y Gerardo Vzquez; c y d) Lienzo deTlaxcala, batalla de Xalixco, lm. , y ya se bautizaron los seores, lm. .Biblioteca Nacional, . Foto: Pedro ngeles (supra. n. ).


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dos en la imagen del ojo que observa e investiga. Se establece una dicotomaentre la propuesta unvoca del mal y del bien y las visiones antagnicas del

funcionamiento del universo. En stas la profusin de ojos parece componerotro subtexto e introduce la nocin de mirar y ver como el sentido que rebasael relato histrico especfico e intenta trascender como la nocin fundante delencargo y dar al edificio de la Biblioteca as como a su decoracin uncarcter emblemtico en tanto smbolo de sabidura y de apertura al mun-do en el encuentro de los libros. La enorme visibilidad de las dos estructurascirculares insertadas en el muro sur es destinataria de ese debate, a juzgar porlas ideas que OGorman haba declarado como misin central de su obra enCiudad Universitaria.

El conocimiento astronmicoen la Nueva Espaa y los jesuitas

Este tipo de planisferios fueron el soporte de un debate en la Nueva Espaaque tuvo lugar en el ambiente universitario donde circulaban las ideas y ense-anzas astronmicas. Los jesuitas, que tienen un importante protagonismo enel desarrollo de la educacin en Mxico y son ampliamente identificados con

la Ilustracin, dieron en principio una acogida negativa al heliocentrismo. Lostrabajos del historiador de la ciencia Elas Trabulse corrigen ideas establecidassobre la negacin total del heliocentrismo en tiempos virreinales, ya que enese tema (el astronmico) se libra, dice el autor, una de las batallas ms intere-santes entre modernidad y tradicin ortodoxa cientfica y religiosa. A media-dos del siglo , arribaron las ideas newtonianas a la Nueva Espaa y granparte de la investigacin de Trabulse se basa en una revisin de bibliotecas par-ticulares y de diversas rdenes religiosas, as como en volmenes confiscadospor la Inquisicin, adems del abundante intercambio de libros que llegaban

a las costas mexicanas por medio de los viajeros. Trabulse seala el cultivo dela astronoma moderna mediante el arribo de libros, planes docentes, medi-ciones de eclipses y un deslinde de las ideas aristotlicas, las cuales dejan claroque, si bien la versin oficial es que prevaleci el geocentrismo de Tolomeo, eldebate, sin embargo, fue intenso y todo hace pensar que el heliocentrismo eradiscutido y enseado como un discurso paralelo para combatir el control delas ideas cientficas por parte de la Iglesia. Trabulse deja en claro que la Ilus-tracin penetr a travs de los libros y las ideas y fungi como una prepara-


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cin hacia el movimiento de Independencia de . Quiz uno de sus trabajosms interesantes sobre astronoma moderna es el dedicado a sor Juana Ins de

la Cruz y su largo poema Primero sueo,el cual perfila su deseo de entenderel cosmos como el vuelo del alma, libre de restricciones y de acuerdo con losconocimientos de su tiempo, cercano a las ideas keplerianas:

Siendo de noche, me dorm, so que de una vez quera comprender todas las cosas de

que el universo est hecho [] Como una centella que se goza en su propio parecido

y que se separa de la cadena corporal que embaraza o impide el vuelo del intelecto,contempla el curso irregular con que giran desigualmente las bvedas celestes. Es

como si estuvieran en la altsima cumbre de un monte ms alto que el Atlas y ms

alto que el Olimpo, donde se deshacen las nubes y el guila no alcanza y ms altotambin que las pirmides de Egipto, cuyas cspides se lanzan a una esfera de luces

invisibles para desplomarse luego.

Primero sueo enuncia la idea de la expansin del universo que no se atiene alos lmites tradicionales del cosmos como el mundo de Dios. Podemos concluir del trabajo de Trabulse, as como del de otros autorescomo Marco Antonio Moreno Corral,que en realidad s hubo penetracinde las ideas modernas de la astronoma en la Nueva Espaa, pero este proce-

so fue objeto de resistencia. En su estudio sobre Coprnico, Moreno Corralha trazado la trayectoria del astrnomo polaco en Mxico y desentraa conminuciosidad la recepcin que tuvo su De revolutionibusen tierras novohispa-nas y el proceso polmico del cual fue objeto.

. Elas Trabulse, El hermetismo y sor Juana Ins de la Cruz, en El crculo roto. Estudioshistricos sobre ciencia en Mxico, Mxico, Fondo de Cultura Econmica/Seps, , p. .

. Marco Antonio Moreno Corral, Coprnico y el heliocentrismo en Mxico, Mxico, Uni-versidad de Guanajuato, .

. Idem.Parte central de su investigacin es la localizacin del origen y destino de ejem-

plares de la obra copernicana De revolutionibus, la cual arrib por Veracruz, seguramentedice Moreno Corral como pedido de un astrnomo muy competente avecindado en elpuerto. Con l lleg tambin un ejemplar de Nicols de Cusa, quien rompi con la concep-cin geocntrica clsica, al explicar los movimientos circulares del Sol y la Tierra, y rechazla existencia de un centro csmico y la nocin de un planeta inmvil. Un dato que llama laatencin es el hecho de que en el Tribunal del Santo Oficio encarcel a Melchor Prezde Soto, arquitecto mayor de las obras de la catedral. Se le incaut su rica biblioteca y entrelos libros confiscados se encontraba el texto de Nicols CoprnicoDe revolutionibus orbiumcoelestium, un ejemplar de la segunda edicin elaborada por Henri Petraeus en Basilea en


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Los jesuitas conocan sus principios, los enseaban en la universidad novo-hispana; sin embargo, se referan al heliocentrismo como otro punto de vista

sobre el origen del cosmos. Para ello basta examinar un documento de Fran-cisco Xavier Clavijero, De las dificultades para aceptar la tesis heliocentrista.Eneste texto, Clavijero explica con detalle en qu consiste lo que l llama la tesis deCoprnico; despus de mostrar cun bien la conoce, concluye lo siguiente enel apartado Dos conclusiones y sus argumentos sobre la teora copernicana:

El sistema copernicano no puede ser defendido como tesis [] . Porque [] parece

oponerse a las Sagradas Letras; . Porque los jueces romanos de la fe la juzgaron

absurda y hertica []; . Porque [] fue puesta por la Compaa de Jess en la

lista de opiniones proscritas y fue prohibida a los profesores de filosofa []; .[Por la imposibilidad de que] la Tierra sea impulsada a la vez por tres movimientos

diversos. El sistema copernicano no puede admitirse ni siquiera como hiptesis.

Segn dice Jean Lacouture, en el captulo El rbol de la ciencia parte desu extenso libro sobre los jesuitas,hubo enormes contradicciones en laorden entre el saber cientfico y los principios religiosos. Muchos lamentaronel juicio de Galileo; no obstante, mediante el recurso de la investigacin sis-temtica lograron la autonoma progresiva de la investigacin cientfica de las

enseanzas de la teologa.

Cita a Athanasius Kircher, quien abri la va al. La presencia de obras de astronoma en la biblioteca del arquitecto mayor de la catedral,formado por un grupo de intelectuales interesados en las ciencias fsicas, hace pensar que enverdad estos copernicanos estuvieron fuera del orden de la Iglesia. El heliocentrismo empeza incluirse en forma regular en los libros de ciencias fsicas y matemticas que se escribanen Mxico a mediados del siglo ; sin embargo, como herencia de los conflictos religio-sos, muchos educadores mexicanos adoptaron una postura ambivalente respecto de las ideascopernicanas. En , incluso en los libros doctos en astronoma, se discuta acerca de losdiversos sistemas dando preeminencia alAlmagestode Tolomeo. Fue Gabino Barreda, hacia, quien destac la importancia del estudio de la ciencia en Mxico y defendi como tesis

definitiva el heliocentrismo, con el cual habra que educar a las nuevas generaciones. El yamencionado cuadro de Flix Parra es testimonio de un viraje radical en la enseanza de laastronoma en Mxico.

. Elas Trabulse, Historia de la ciencia en Mxico. Estudios y textos, siglo XVIII,Mxico,Conacyt/Fondo de Cultura Econmica, , p. .

. Francisco Xavier Clavijero, Physica particularis, Bernab Navarro (trad.), en Trabulse,Historia, op. cit.

. Jean Lacouture,Jesuitas, II: Los continuadores, Barcelona, Paids, .. Ibidem, p. .


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evolucionismo al decir que ni por dentro ni por fuera la Tierra ha permaneci-do en el curso de los aos en el estado que tena al principio.

Las siguientes pginas de su libro presentan el debate entre la fe y la cien-cia, la astronoma sin duda fue una de las posturas ms difciles y delicadasque tuvo que enfrentar la compaa tan dedicada a la ciencia, sobre todo a lasmatemticas y a la geometra. La astronoma, segn Lacouture, seguir siendode siglo en siglo, de Curtius a Secchi, un campo de accin privilegiado de lainvestigacin jesuita. El texto contina sealando a varios personajes estrellasdel mundo jesuita: inventores, experimentadores multifacticos como Calviusy Scheiner que admiraron y fueron en varios sentidos precursores de la astro-noma moderna, sobre todo Scheiner, quien se adelant a Galileo al descubrir

las manchas del Sol.

Una iconografa antigua en tiempos modernos

En la dcada de los aos cuarenta del siglo , se fundaron en Mxico insti-tuciones que promoveran el avance de la astronoma y la fsica. Con la ayu-da de Manuel vila Camacho y la Universidad de Harvard, y sin duda comoparte de la poltica del buen vecino de Franklin Delano Roosevelt, quien aspi-

raba a que Mxico le declarara la guerra al Eje, algo no ocurrido hasta mayode , Luis Enrique Erro fund un observatorio astronmico moderno conequipo adecuado. Ya retirado, apenas pasados los aos, escribi en Cuader-nos Americanos quiz la revista cultural ms prestigiada de la dcada de loscuarenta Las ideas bsicas de la astronoma moderna.En parte son susmemorias de la fundacin del observatorio de San Pedro Mrtir en Tonantzin-tla, en , y tambin hace saber al lector sobre las dificultades de trasladar-se a un lugar alejado de la capital y de convencer a los cientficos de querealizasen su trabajo ah. Comenta con detalle el paisaje, las hermosas monta-

as visibles desde ese emplazamiento y el entorno social que rodeaba ese cen-tro astronmico. La segunda parte est dedicada a definir qu es la astronomamoderna y, como Hubble, lo hace alrededor de una nocin de un cielo grande.

. Idem.. Ibidem, p. .. Erro, op. cit.


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Por obra de Galileo, Coprnico y Newton qued claro que no hay esferas celestes

sino que el movimiento diurno del cielo es la rotacin de la Tierra sobre su propio

eje, el cielo se hizo automticamente grande, aquellas cosas que se supona estabanen la cara exterior de la esfera de las estrellas fijas quedaron sin un lugar en el universo

[] Aquel cielo chico, con la Tierra en el centro y alrededor de ella las diversas esferas

girando ms o menos simplemente tena para ciertas cosas una ventaja indiscutible,

sealaban el camino al cielo. Irse al cielo era irse para arriba, como el humo del incienso

[] Por no someterse a ese materialismo Giordano Bruno y otros perecieron en la

hoguera y se fueron por esa va al cielo.

A lo largo de su texto sobre astronoma moderna, Erro hace alusin a las con-

tribuciones de los jesuitas y a los desencuentros entre esta orden religiosa yla astronoma. Erro mantena relaciones de amistad con Antonio Ruiz, JuanOGorman y con el mecenas de Ruiz: Valente Souza. Ruiz tena en comn conErro, adems de una amistad duradera, el haberse educado en colegio de jesui-tas, lo cual pareciera que los expuso al debate de la astronoma en el que inter-venan las tensiones entre ciencia y religin. Al respecto dir Erro:

Fueron los jesuitas quienes, por no amarrar ciertas oscuras cuestiones de psicologa

a una ciencia fsica cuyo desarrollo era imprevisible, comenzaron a bogar a otros

rumbos. En un principio esto les cost escarnios y persecuciones, pero a la larga leshizo aduearse del cotarro.

El conocimiento astronmico tuvo en Mxico una dinmica compleja y ambi-valente, como lo sugiere Erro en su apreciacin sobre la contribucin de los

jesuitas en este campo de la ciencia y como lo ha demostrado Elas Trabulseen diversos trabajos sobre el desarrollo y la enseanza de la astronoma duran-te esta etapa.

La alusin reiterada a los jesuitas por parte de Erro y la que asimismo reafir-

man otros estudiosos con relacin a sus contribuciones a la astronoma esun modo de acercarse a la curiosa aparicin de este tema cosmogrfico en unpas que en ese tiempo ya haba logrado establecer un centro de investigacinmodlico.Planisphaerivm Ptolemaicvm et Copernicavm,de Ruiz, de superficie

. Idem.. Idem.. Trabulse, El crculo roto, op. cit.


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lisa y transparente, pintado al temple, pareciera ser como lo es la obra engeneral de este pintor una manera de subrayar su idea de la pintura (paten-

te en otros cuadros, como El sueo de Malinchey Verano) como un dispositivoque oculta y revela, en este caso el doble sentir y actuar frente a las formas ylos mecanismos del universo de ciertos sectores de la Iglesia, en particular los

jesuitas que tanto defiende Erro y a quienes adjudica ser dueos del cotarro alreferirse a los descubrimientos astronmicos.

Ptolomeus y Copernicus de Antonio Ruiz

Una nica fotografa encontrada en el archivo de Antonio Ruiz muestra la

biblioteca-estudio de Valente Souza. El mobiliario es moderno y en el ladoderecho pueden verse unas columnas forradas de madera; entre columna ycolumna apenas asoman unos fragmentos de los mapas comisionados a ElCorcito en . Cmo eran esos paneles pintados puede deducirse de algunosdibujos que Ruiz realiz para preparar los mapamundis definitivos que deco-raran la biblioteca de Souza. Esto indica la vuelta del artista a los empeos desu antiguo trabajo en el departamento de cartografa y dibujo de la Secreta-ra de Comunicaciones y Transportes que abandon en y en el que trazabamapas de carreteras y plantas arquitectnicas.

En , aos despus, Ruiz realiz el mural con el tema de Tolomeo yCoprnico bajo pedido de Souza.El mecenas de Antonio Ruiz era un gran afi-cionado a la astronoma. Padre del galerista Antonio Souza, ha sido descrito comoun hombre de impecable gusto y de una gran aficin por la astronoma.Nosabemos si fue el mecenas o Ruiz quien decidi adoptar el modelo comparativoarmnico en el que an se hablaba del heliocentrismo como una hiptesis ms. Planisphaerivm Ptolemaicvm et Copernicavmde El Corcito, por su visin neu-tral y aire decorativo, no parece anunciar los grandes debates sobre la forma ysustancia del cosmos ni los problemas que desat el heliocentrismo, cuando en

la Inquisicin tom en sus manos el destino del razonamiento copernicano.. El mural se encuentra hoy en las bodegas del Museo de Arte Moderno del Instituto

Mexiquense de Cultura en Toluca, Estado de Mxico.. Valente Souza, dueo de un negocio de instalaciones elctricas, logr una situacin

prspera gracias a la expansin y el crecimiento de la ciudad de Mxico en los aos de posgue-rra, evidentes en los nuevos edificios que aparecieron en la avenida Reforma, entre la DianaCazadora y la calle Niza, en la zona del Monumento a la Independencia. Conversacin conPedro Friedeberg, de septiembre de .


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Algo ms hay que advertir en la imagen de Antonio Ruiz: las tradicionesvisuales del quehacer cartogrfico son muy variadas. Si bien su Tolomeo es

coherente con la tradicin de la imagen geocentrista, su mirada sobre la cen-tralidad del Sol disminuye la importancia de los planetas y el tamao de laTierra para dejar el rostro del Sol con cara humana, como aparece en el medie-vo e incluso hasta bien entrado el siglo . El Sol y sus manchas, segn lasobservaciones telescpicas de Galileo, no haban cambiado la cartografa cos-mogrfica de la poca.El crculo que inscribe al Sol en el centro forma par-te de una cosmografa an fiel a diversas convenciones iconogrficas medie-vales, como representar el Sol con cara humana, con ojos y boca y los rayos queadornan su redonda cabeza como si en parte fueran cabello y en parte luz.

El ltimo crculo en el esquema de esta convencin redonda de representa-cin coloca un crculo zodiacal tambin de tradicin visual medieval que, sinembargo, fue utilizado en algunos mapas del siglo dedicados a Copr-nico. Los lmites visuales que establece el zodiaco muestran una imagen quean no absorbe las consecuencias del razonamiento copernicano, del cual sededuce que el universo no tiene lmites, que est en expansin y que ademsexisten otros sistemas solares.La tcnica al temple acenta el parecido conel preciosismo de las imgenes del cosmos en el medievo; no busca una des-cripcin cientfica pero, en cambio, glorifica el universo como un espejo del

alma y las concepciones religiosas sobre el origen de la vida. As, la visin pla-na inscrita en el mural de El Corcito es indicativa de una mirada no conflic-tiva sobre la convivencia de los dos sistemas. Luis Enrique Erro, buen amigode Ruiz y de Souza, aprob con entusiasmo la realizacin de la encomienda,como se evidencia en una carta de carcter personal en la que lo felicita y hacereferencia a la infancia que los tres pasaron juntos.

. Horst Bredekamp, Galileider Knstler. Die Zeichnung, der Mond, die Sonne,Berln,Akademie-Verlag, . Galileo inici observaciones sobre el Sol entre septiembre de y agosto de . Estas observaciones tienen el carcter de un diario del Sol, ya que fueron

realizadas da a da y dibujadas, lo que permite observar que las manchas cambian de lugar yde forma. El cuerpo del cielo que Galileo observaba con su telescopio se encontraba entre laLuna y Mercurio, y en el periodo marcado hizo observaciones. El primer investigador delSol que hizo observaciones y dibujos fue Christoph Scheiner (como se mencion en Lacouturepreviamente citado), maestro de matemticas y hebreo, en el colegio jesutico de Ingolstadt.

. Manuel Peimbert, El universo y el razonamiento copernicano, Mxico, Universidad Na-cional Autnoma de Mxico, .

. La carta firmada por Erro y fechada el de junio de est escrita en papel membre-tado del Observatorio Astrofsico Nacional y dice: Querido Antonio: Recib oportunamente


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En el caso de Ruiz, adems de existir informacin sobre su pertenencia auna congregacin religiosa,manifiesta su controversia con el uso emblem-

tico de ciertos signos que utiliz el nacionalismo mexicano y su inconformidadcon el lugar de la religin en tiempos posrevolucionarios. EnMxico , obrapintada ese mismo ao, intenta representar la diversidad social del Mxico deesa dcada. Quiz el conjunto pictrico ms elocuente de su pequeo cuadropara nuestro argumento es el ubicado en el lado derecho inferior donde apare-cen Garrido Canabal y Narciso Bassols, dos personalidades conocidas por suextrema militancia anticlerical, aunque muy diferentes entre s, ms otros per-sonajes con expresiones feroces: rostros y lenguaje corporal agresivo y amena-zante; cerca de ellos, el Cristo pisoteado y fragmentado alude a la quema de

imgenes y esculturas en madera que se practic en el tiempo en que Garridofue gobernador de Tabasco y cuya persecucin religiosa inspir el libro Caminossin leyy la novela El poder y la gloria, ambosde Graham Greene.Planisphae-rivm Ptolemaicvm et Copernicavmes quiz una manera de oponerse, en cla-ve simblica, a la visin liberal de la historia de Mxico presente en los murospintados que evidenciaban un fuerte anticlericalismo sin hacer alusin a otrascaractersticas de la Iglesia, como la contribucin silenciada, pero existente, delos jesuitas a la ciencia, en general, y a la astronoma, en particular.

La revolucin copernicana como melancola

En cuanto a Juan OGorman, tambin amigo de Erro (construy para l sucasa en ) y desde luego muy cercano a Ruiz, el tema astronmico cier-tamente complic su intencin inicial de basarse en los cdices y de haceruna propuesta mexicanista al implantar aquellos dos crculos inspirados enel pequeo mural de su admirado maestro y amigo. Si bien, como sealamosantes, el muro sur de OGorman instala el conflicto entre ciencia y religin,habra que buscar la clave mayor en la polaridad bien/mal en la que el arqui-

tecto y pintor insiste y cuya significacin invierte y desplaza, y con ello intro-la fotografa del mural que pintaste sobre asuntos astronmicos. Me figuro que fue pintadopara Valente Souza, nuestro antiguo compaero. Ya todos nosotros somos bastante antiguos.El mural est muy bien y se advierte que est ejecutado con el dominio que te es caracterstico.No s si te mantienes en contacto con Valente; si as fuera te agradecera mucho que le dijerasde mi parte que me causara placer si me autorizara a ir contigo a ver el mural. Archivo deAntonio Ruiz. Cortesa de Luisa Barrios.

. Entrevista con Luisa Barrios, nieta del pintor y custodia de su archivo.


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duce la sensacin de malestar e incertidumbre, as como cierta melancola,quiz no ante el avance cientfico, pero s ante el emblema copernicano como

signo de la revolucin, inscrita en el ttulo de su tratado (De revolutionibus). Enun momento en que el discurso sobre la revolucin se haba oficializado, posi-blemente la idea moderna de evolucin, progreso, avance o cambio era puestaen duda por el arquitecto,y es esta duda que expresa en el muro sur, la cualguarda afinidades con una tensin y una visin crtica distintas respecto delinfinito y el tamao y forma del universo surgidos a finales del siglo , des-de el humanismo frente a la ciencia, para presentar los estragos del descubri-miento copernicano sobre el antropocentrismo.

Elcosmosy el fin del milenio

Cosmos,una exhibicin curada por Jean Clairen , tuvo como intencincentral marcar el debate entre el espacio como dimensin fsica y filosfica ylas artes visuales. La crisis moderna ante nuevas nociones del espacio fue unode los puntos focales. Varios ensayos del catlogo manifestaban como tema dereflexin el paso de un universo abarcable y armnico a la desproteccin y des-ajuste que surge durante el romanticismo ante la mayor divulgacin del cono-

cimiento cientfico sobre la estructura del universo. El conocimiento espacial del siglo tuvo otras consecuencias, como elentendimiento de diversos mundos en constante gravitacin. Esto provocuna enorme cantidad de literatura de ciencia ficcin sobre esferas habitadas porextraterrestres y la esperanza de un mundo nuevo en que los humanos pudie-ran conectarse de un planeta a otro. Vinculados a ello estn los diversosmovimientos de vanguardia que se apasionaron por las formas de los astros yexperimentaron con el espacio y la luz desde diversas perspectivas esotricasy cientficas. Finalmente est la fotografa del espacio y su lugar en el arte

contemporneo que reflexiona sobre la incertidumbre del cosmos desde lasnociones de la forma y la expansin del universo sustentadas en observacionesastronmicas y nuevas tecnologas fotogrficas.

. La tendencia de una crtica velada a la Revolucin desde mediados de los aos treinta seaprecia en la pintura de caballete de pequeo formato; entre algunas obras con ese tema des-tacan El sueo de Malinche de Ruiz, las tehuanas que parecen congeladas de Montenegroy aun una obra menos conocida de Frida Kahlo, El guerrero, de .

. Jean Clair, De Humboldt a Hubble, en Cosmos, op. cit., p. . En Jean Clair


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El presente y la revaloracin de la esfera

Entre y , Peter Sloterdijk escribi y public una extensa obra entres volmenes que lleva por ttulo Esferas.Escrita bajo el signo del platonis-mo, el universo del gemetra y la signif icacin de las formas ideales, Sloterdi-

jk sugiere que la forma redonda del mundo de antes permiti que Occidente,durante siglos, se sintiera en su centro. El cambio drstico sobrevino con elSiglo de las Luces, al cual Sloterdijk se refiere con irona y entre comillas, pos-tura que se acenta en su crtica de la modernidad y en el escepticismo que leproduce la nocin de progreso.

fue convocado por el Museo de Bellas Artes de Montreal en calidad de curador de la muestraCosmos. A l se debe el primer artculo del catlogo bajo el ttulo De Humboldt a Hubble, elcual inicia la reflexin comparativa entre el mundo de antes, que provocaba plenitud y alegra,y el moderno, que se ha convertido en grandeza excesiva incontrolable y que lleva consigo laamenaza de la aniquilacin. Tanto los romnticos alemanes como los franceses (el caso concretode Victor Hugo), experimentaron esa sensacin de terror como horror sagrado o lo que se conocecomo lo ominoso. Humboldt, de acuerdo con Clair, es quien da la ltima gran vuelta al mun-do con la idea de que su genio y sus conocimientos diversos contenan la capacidad de abarcarlotodo. El terror da paso a la imaginacin: cmo encontrar y comunicarse con esos otros mundosque estn en el espacio infinito? Stphane Deligeorges contina con el dilema abierto por Clairen su contribucin La escala del universo. De lo finito al infinito, en Cosmos, op. cit., p. . El

autor se interesa por el Timeode Platn, en el que el filsofo se pregunta: cul es la historia delmundo?, cmo se origin? Su respuesta, una imagen detenida y coherente del universo fsico;un mundo nico, esfrico, circular, eterno. Para Aristteles, la esfera terrestre es inmvil y depequeas dimensiones, se encuentra suspendida en el centro geomtrico de otra esfera muchoms vasta, en rotacin y que contiene las estrellas; su movimiento circular es la perfeccin divi-na. Frente a esta concepcin del universo como finito y cerrado, perviviendo por ms de aos, estn aquellas que concibieron el mundo como abierto e infinito; como las de Epicuro yGiordano Bruno, Kant y Hershel, entre otros.

En su Teora del cielo(), Kant afirma que la materia del mundo se encuentra en un estadode dispersin general que consiste en un caos perfecto. William Hershel perfeccion el telescopioy pudo as observar la bveda celeste y encontrar nebulosas y grupos de estrellas. Edwin Hubble

emple un telescopio que permita mucho mayor conocimiento. Vase Brbara Larson, La nuevaastronoma y la expansin del cosmos, en Cosmos, op. cit., p. . El globo despert nuevas ideassobre el ojo y la mirada; una obra notable en ese sentido es la fantstica combinacin de un globoy un ojo ideada por el simbolista Odilon Redon. Larson habla extensamente sobre las hiptesis ylos relatos surgidos en el siglo en torno de la vida extraterrestre y el gran debate que suscitla posibilidad de mudarse de planeta y as tener una vida mejor. Por ejemplo Joseph Pladan y sunovela El vicio supremo,en la cual se habla de la vida astral que habita al ser vivo y al morir rompeel cordn que los une y se fuga hacia las estrellas para alcanzar otra concepcin de eternidad.

. Peter Sloterdijk, Esferas, vols., Madrid, Siruela, .


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Esferasesgrime en principio que la vida es un asunto de morfologa, unageometra esfrica de la cual brota lo humano en forma de globos itinerantes o

fijos, ms redondos an de lo que pueden ser dibujados. Al hablar de esferas,crculos y bolas, acompaa sus textos con un extenso inventario de imgenes denotable atractivo esttico en el cual destacan panpticos y cpulas, discossolares y dibujos del universo. En ese largo recorrido que aborda la presen-cia de estas formas en diversas civilizaciones y periodos, un tema ineludiblees la revolucin copernicana. En un anticlmax frente al creciente y cambian-te avance de la ciencia en el conocimiento del cosmos, Sloterdijk califica losfundamentos de la cosmografa moderna como el umbral de las decepciones.

Es esta revolucin dice el autor de Crtica de la razn cnica la que ha hechoperder a los seres humanos que habitan Occidente su medio cosmolgico y les

produce descentramientos progresivos dada la hostilidad y el fro de una expansin

ilimitada y desconocida del universo. Los hombres han perdido la ilusin de estar

en el centro del cosmos.

El filsofo alemn concibe esta sensacin como un dilema histrico entre elprogreso de la ciencia y la prdida del domicilio del hombre. Ese dilema lo poneen boca de Kepler, quien avanz sobre las propuestas de Coprnico e introdujo

la comprobacin matemtica del movimiento giratorio elptico de los planetas.Paralelamente, Kepler expres sus temores sobre los sentimientos que produceen el hombre el conocimiento del movimiento del universo y encuentra quehay un terror secreto que responde a la prdida de un lugar fijo, equivalente ala prdida del techo del hombre que lo arroja a la intemperie. En esta enciclopedia de las esferas, Sloterdijk dedica el primer volumen() de su triloga a entidades microesfricas, que llevan el nombre de bolasy constituyen las formas ntimas del ser en forma redondeada; el origen de lavida tiene esa forma y ese universo es lquido y aurtico y flota en su texto la bol-

sa del lquido amnitico. El universo histrico-poltico se proyecta en forma deesfera, de disco y de crculo al servicio de la teologa con sus fastuosas cpulas,sus ciudades celestes, sus helipolis y sus teatros anatmicos. El autor repara enlas diferencias del significado del cosmos entre la antigua Europa y los telogos

judeo-greco-cristianos y afirma que los acuerdos entre las religiones residen enlas concepciones morfolgicas, es decir, en las esferas, como nicas e infinita-

. Ibidem, p. .


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mente perfectas. En otras palabras, el puente entre una y otra civilizacin esla forma redonda del universo. La historia de las ideas de los ltimos aos

dice el autor entabla una disputa por la sucesin hereditaria del centro enOccidente y carga la herencia de la modernidad como un proceso de descentra-mientos y el consecuente sentimiento de dislocacin y prdida de equilibrio. La catstrofe de las imgenes circulares o del mundo redondo completala triloga. Ya el crculo y el panptico no son posibles. La modernidad esuna revolucin de la forma y la crtica conservadora habla del mundo moder-no como la prdida del crculo de Dios. La globalizacin puede pensarse comoesferas sin redondez. La imagen del mundo de hoy es la espuma: es la teorade lo amorfo que, espectacular y efmero, navega sobre corrientes inestables e

introduce una prctica plural y transversal de la razn. En el ya mencionado artculo de Erro hay imgenes de nebulosas que pare-cen espuma y son totalmente amorfas. Al fotografiar los astros a muy larga dis-tancia algo que ya permitan instrumentos de los aos treinta y cuarenta,las estrellas y los astros se difuminan hasta convertirse en crculos cuarteadosy tendientes a perder la forma circular. Esto lleva a reconsiderar la centrali-dad, pues al comprobarse la rotacin de los cuerpos celestes sobre s mismosdislocan toda idea de centro. El rey Sol en el centro, desde la perspectiva de laastronoma moderna, es una estrella que da luz en abundancia; sin embargo,

es una estrella comn y corriente dentro de la vastedad del universo. El Sol y laTierra forman parte de una galaxia, es decir, de una isla de estrellas; al admi-tir que no tienen cientficamente estatus de centralidad, se deriva que el hom-bre no ocupa un lugar privilegiado en el universo.

La situacin del conocimiento del universo en la poca y el nfasis sobre lacorrelacin entre distancia y forma nebulosa hacen pensar que la nocin de Slo-terdijk de la forma contempornea como espuma en realidad podra venir de lasimgenes fotogrficas de las estrellas que entre ms lejos se encuentran son msafines al concepto de lo informe, como esa reafirmacin de prdida del centro.

La perspectiva que tena Erro de la astronoma como fsica mostraba opti-mismo frente a la ciencia que tiene su equivalente en el mural de Ruiz y supaleta transparente. El caso de OGorman es diferente: pareciera que esa ico-nografa que implica el avance de la ciencia tiene sus encuentros con las Esferasde Sloterdijk. Juan OGorman ya haba expresado un sentimiento de melan-cola en varias obras de caballete de los aos cuarenta, como Consumatum est

. Ibidem, pp. -.


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() o De unas ruinas nacen otras ruinas(fig. ), y en otras obras ms de ins-piracin parecida que continu pintando a lo largo de su vida; en varios casossugieren la prdida de lmites espaciales y la materia como masa amorfa quepor ms que la sustenten estructuras arquitectnicas de diversos estilos y po-cas introduce en estas pinturas paisajes distpicos en los que la naturaleza sehace viscosa e informe. Quiz sus lecturas de Cuvier le hicieron mirar a lanaturaleza como constituida por clulas malignas devorndose a s mismas.Su trabajo de caballete, tan dismbolo de su obra mural, es una crtica de lamodernidad que muestra la prdida de coordenadas espaciales conocidas. Lospaisajes crticos de OGorman aparecen sobre todo en tiempos de guerra eincertidumbre frente al futuro.

. Roberto Vallarino, Evocacin de OGorman. Semblanza en cinco tiempos, en op.cit.,p. . Esta aseveracin de las lecturas que OGorman haca de Cuvier se debe a Alejan-dro von Waberer, sobrino de Juan OGorman.

. Juan OGorman, De unas ruinas nacen otras ruinas, , tmperaal huevo sobre masonite de yeso, . . cm. Archivo FotogrficoManuel Toussaint, -. D.R. Juan OGorman///.


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Como imagen, el muro sur se construye por medio de dos grandes crculosque presentan modelos comparativos del universo y su impulso dinmico como

emblema de la modernidad en dos sentidos. Nace una nueva formacin cul-tural producto de la dominacin y el conflicto colonial entre dos maneras deser y representar, lo cual explica la combinacin de la disputa por la forma yel funcionamiento del universo al lado de imgenes de guerra de la Conquistay el poder sobre lo indgena. Hay varios vocabularios visuales que se confron-tan y contrastan. Los rostros idealizados de los conquistadores tal cual apare-cen en el Lienzo de Tlaxcala, con la violencia del fuego, la imagen del diabloy la sumisin de Malinche (figs. a-d). En cierto sentido, el relato (impreso enenormes planos que por su forma intentan ser un smil de un gigantesco cdi-

ce) est dividido en tres con el intento de contener a travs de la forma (rec-tngulo y crculo) su contenido simblico. El muro sur hace pensar en cmo contraponer la historia nacional o Repre-sentacin histrica de la culturacon la imagen de cosmos. La imagen se mueveen dos planos: el de la territorialidad (conquista) y el de la delimitacin latentedel universo conocido. Latente en el sentido en que la representacin del mode-lo copernicano que utiliza OGorman parecido al de Ruiz est circuns-crito en forma circular por el zodiaco en el que la forma de los signos provienetambin del Lienzo de Tlaxcala(intentando fundir nuevamente dos concep-

ciones distintas de imgenes) (figs. a-f). De tal manera, se pliega a la formaperfecta del crculo y el infinito existe en potencia; el infinito es lo sin terri-torio y la adopcin de tal estrategia simblica por parte del pintor adquieresentido si conjugamos lo circular contenido con la idea de lo ilimitado en sustrabajos de caballete de la poca en que presenta lo desbordado como catstro-fe: por un lado dibuja en forma ntida y didctica y por otro descree de lo apo-lneo en sus obras de caballete. Quiz habra que recordar suAutorretratode (fig. ), un ejercicio de dominio de la perspectiva que contiene sus variosoficios y personalidades y cuyo punto focal es activar por medios visuales el

proceso de pensar el gnero del autorretrato como una presentacin de s mis-mo en tanto personalidad mltiple y dividida. Esta pintura abunda en deta-lles iconogrficos modernos y deja para el espectador signos para desentraarsus significados como una pintura flamenca del siglo , unificada la compo-sicin por la mano que pinta. En el lado izquierdo del cuadro, OGorman sepresenta a s mismo como arquitecto con la escuadra en la mano y un peque-o diablo sobre su elegante saco de tweed, un diablo con alas de ngel y con lavrgula que sale de la boca del diablillo que lleva un pincel en la mano, signo


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a) Detalle del muro sur de la Biblioteca Central. Foto: Ernesto Pealoza, . ArchivoFotogrfico Manuel Toussaint, -; b) boceto del mismo. Foto: Gerardo Vzquez;c y d) detalles del Lienzo de Tlaxcala, ya los haban encerrado en la casa con guerra. Sitiodespus de la matanza del Templo Mayor, lm. y ya fueron a la costa a prender aNarvez, lm. . Biblioteca Nacional, . Foto: Pedro ngeles (supra, n. ).


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prehispnico del tlacuilo; unos centmentros arriba, rodeando al diablillo, hayuna inscripcin que dice Esquizofrenia.

Es bien sabido que entre el historiador Edmundo OGorman y su herma-no Juan haba serias discrepancias ideolgicas y de otra ndole, ya que ambostransitaban por supuesto en forma diferente entre la historia, la pinturay la reflexin sobre la esttica. Sin embargo, hay algunas afinidades de pensa-miento que creo encontrar a partir del ensayo de Edmundo, Coatlicue o de lamonstruosidad,escrito en ,cuando se empieza realmente a reflexionardesde la esttica alrededor del arte prehispnico. ste es un ensayo erudito ehistoriogrfico sobre las percepciones y la recepcin de la singular diosa azteca,punto focal de un conflicto religioso. El historiador borda sobre sus cualidades

estticas y recurre al Nacimiento de la tragediade Nietzsche que pone en valorlo dionisiaco como dispositivo para la revaloracin de las normas y valores pre-dominantes. OGorman fustiga la hipocresa de Occidente en forma diferentea Bataille, pero con la intencin similar de apuntar el tema nietzscheano de unadoble moral,e incorpora la esttica de Coatlicue en cuantoportentosa mons-truosidad opuesta radicalmente a lo apolneo. El ensayo crtico de Edmundoen torno a la divisin sobre lo bello y lo feo o lo monstruoso es la contrapartede la elaboracin del bien y el mal de Juan, cuya dislocacin resulta un ejer-cicio dialctico y una introspeccin respecto de lo que llama esquizofrenia en

su formacin cultural. Hoy sabemos mucho ms de esta enfermedad en tr-minos de sus mltiples estragos ms all de la idea de una personalidad divi-dida, pero quiz en fue una manera de expresar la divisin y perplejidadante la totalidad a la que aspiraba como creador de una diversidad cultural yreligiosa nacida de la violencia y el desencuentro. ElAutorretrato tiene un airetrgico por la expresin de los rostros de OGorman como pintor y arquitec-

. Edmundo OGorman, Coatlicue o de la monstruosidad, en Martha Fernndez yLouise Noelle Gras, Sesenta aos del Instituto de Investigaciones Estticas, Mxico, UniversidadNacional Autnoma de Mxico, .

. Georges Bataille, autor de LAmerique disparue (), hace un reconocimiento delsacrificio y el desmembramiento del cuerpo como una propuesta para renovar la estticaoccidental. En su Diccionario crticoinscrito en Documentsla revista fundada por l juntocon Carl Einstein es autor de varias entradas, entre ellas abattoir(matadero), acompaadade fotos de un matadero en Pars cuyo derrame de sangre es ms violento que la prctica sa-crificial y el desmembramiento. Una forma de apuntar a la hipocresa de Occidente ante lasprcticas rituales de los as llamados pueblos primitivos. Vase Dawn Ades y Simon Baker,Undercover Surrealism: Georges Bataille and Documents, Londres /Cambridge, Hayward Ga-llery/ Press, .


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. Juan OGorman,Autorretrato mltiple, , Museo de Arte Moderno. ArchivoFotogrfico Manuel Toussaint, -. D.R. Juan OGorman///.


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to y su incertidumbre de poder lograr ser el artista total, como tanto lo habadiscutido con Diego Rivera.

Puedo concluir que, en el plan total de la decoracin de la Biblioteca,OGorman se separa de la enorme influencia que Rivera ejerci sobre l y enparticular se aparta del evolucionismo optimista de la historia y de la naturale-za. Pone en cuestin precisamente en el muro sur los valores del bien y el malcomo un recurso crtico que alude a sus equvocos y relativismos. Por razonesde diversa ndole, como ya se ha mencionado, el plan decorativo de la BibliotecaCentral anul la porcin del futuro de la humanidad y el de la fsica para colo-car el escudo universitario; quiz esto fue una imposicin que no le vino mala OGorman y su mirada escptica sobre la naturaleza, el hombre y su incerti-

dumbre frente al devenir y quiz tambin sobre el efecto de las revoluciones.

N.B. Agradezco a mis colegas del Instituto de Investigaciones Estticas, Jaime Cuadriello,Jess Galindo y Fausto Ramrez, sus invaluables sugerencias y lecturas crticas para la reali-zacin de este trabajo.

* Artculo recibido el de mayo de ; aceptado el de mayo de .