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    El agua fue el medio en el que sedesarroll el primer ger-men de vida en nuestro planeta. Debemos recor-dar, a la vez, que el agua es el contribuyente msimportante de los seres vivos y que sirve paraconservar sus propiedades. En el hombre adultose encuentra en un 6070%, llegando a alcanzar

    en otros tejidos un 85%.Desde el origen del hombre, el agua estligada a la vida de los seres humanos. Los prime-

    ros grupos tribales y hordas buscaron lugares yzonas en las que el agua fuera un bien ms omenos estable. Sin embargo este bien tan precia-do es la base para el crecimiento y desarrollo delas plantas y es la vida para los mismos animales.Por tanto, los primeros hombres tenan en la basede su ecosistema las plantas y los animales que se

    abastecan como l, del agua. Siguiendo a losanimales en sus emigraciones encontraran elagua y los acechara para abatirlos en momentos

    GAZSEHAn 1, febrero 2006.

    SOCIEDAD ESPAOLA DE HISTORIA DE LA ARQUEOLOGIA I

    Algunos ingenios del agua

    en la Prehistoria

    y en el Mundo Antiguo.

    SV

    Albofilia o noria de Crdoba

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    de descuido empleando tiles o tcnicas de caza.En los alrededores de los ros, lagos y costasmarinas se generan importantes fuentes de vidaanimal y vegetal, que siguen sirviendo de ali-

    mento al hombre en la actualidad.La caza y la recoleccin no debieron produ-

    cir cambios sustanciales en el ecosistema paraencontrar suministros o abastecimientos de ali-mentos. Los primeros grupos humanos, desde elPaleoltico Inferior, empleaban el agua y los

    bebederos para cazar y sorprender a los animaleso bien los acorralaban dirigindoles hacia tierras

    pantanosas, fuertes corrientes de agua o pozos-trampa en los fondos fluviales. Adems el aguase emple como vehculo para transmitir venenoy abatir a animales o

    peces. A stos ltimos seles poda pescar tambintromando las aguas o

    desecando parte de los

    cauces.

    A partir de que elhombre, en diversas par-tes del mundo, se hicierasedentario, ser cuando

    paulatinamente se pro-duzcan los cambios pro-gresivos en el ecosiste-ma. El hombre alterarlos sistemas productivose idear los primerosingeniospara la distribu-cin de las aguas, desviando los cursos normalesde las corrientes fluviales. Tal vez imitara en los

    primeros estadios culturales a los castores paradesviar corrientes fluviales. A la vez, situ loscampamentos y las cabaas junto a las lagunas oredes fluviales.

    Los primeros cambios realizados en los cur-sos de agua que dejaron cierta huella o constan-cia proceden de Asia Turqua y Prximo Oriente.

    Las zonas frtiles cercanas a las grandescorrientes de agua promoveran las primerascanalizaciones para distribuir las aguas entre lastierras cercanas. Los poblados neolticos se asen-taran junto a estas tierras en las cercanas de los

    ros Efrates y Tigris, Nilo e Indo, dnde encon-tramos vestigios de plantas cultivadas entre el8.000 y el 1.500 aos a.C. As del ao 1.300 a.C.,se han conservado algunas tablillas en las que se

    representan los campos y la ciudad de Nippur enMesopotamia, como en Ugarit Siria se detec-taron importantes canalizaciones de agua y pisci-nas en los palacios y residencias de las Edadesdel Bronce. En Egipto se han conservado nume-rosos vestigios pintados o grabados, en los que serepresentan escenas de riego y recoleccin dediferentes frutos y plantas en los campos regados

    por el agua.En la Pennsula Ibrica no tenemos datos

    sobre elementos de riego de los periodos neolti-cos u otros datos referi-dos al origen de la agri-cultura distintos a losresultados obtenidos

    por medio de los anli-sis de flora. En Gerona,recientes excavacionesen Banyoles, hablan enLa Draga de un habitatlacustre en el Medite-rrneo [TARRS, J.CHIN-CHILLA, J. AGUST, B. yotros. 1992] formado

    por un nico recinto cir-cular con un enlosado de

    barro, adems de aguje-ros de postes, prximos

    a donde estuvo la lnea del agua. En Europa exis-tieron construcciones palafticas sobre postes quesoportaban casas de plantas cuadrangulares.

    En el calcoltico, en el yacimiento de LosMillares en Almera, se han documentado algu-nos aljibes de agua y una serie de canalizaciones

    para llevar el agua al poblado [ALMAGRO, M. yARRIBAS, A. 1963].

    Otros poblados fortificados de las edades delBronce como los de Gatas o El Oficio, pertene-cientes a la Cultura del Argar, conservan algunascisternas para la reserva del agua. Las motillas deEl Azuer o Los Palacios en Ciudad Real [MOLINA,F. yNJERA, T. 1977; y NJERA, F . et alii 1979] se

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    SOCIEDAD ESPAOLA DE HISTORIA DE LA ARQUEOLOGIA II

    Norias de Hama, Siria

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    localizan en terrenos muy prximos a corrientesde agua o zonas pantanosas y corresponden aasentamientos-torre.

    Los poblados al aire libre formados por gru-pos de cabaas circulares u ovales se asientan enlas orillas de los ros, destacando los poblados delas terrazas del ro Manzanares [VALIENTE, S. yRUBIO, I. 1982] y los excavados en la provincia de

    Valladolid [SAN MIGUEL MAT, L. y WATTENBERG,F.1959]. Los primeros fosos excavados delantede los poblados y algunos cubiertos por agua,aparecen en la I Edad del Hierro en San Antoniode Calaceite Aragn [CABR AGUIL, J.

    Kalathos 3-4 1983-84:19] y en otros ubicados enambas mesetas. Pero ser durante las II Edad delHierro, cuando los fosos se excaven, rodeando alos poblados. Destacan un gran nmero de cas-tros en Galicia y Asturias con varios fosos

    Villadonga o Fazouro Lugo; Coaa en Astu-rias y otros en la Meseta como Yecla de Yeltes

    Salamanca, El Raso de Candeleda vila. EnValencia el poblado ibrico de Ayora, conservaan en la roca las huellas de varios depsitos parael agua, as como canales de recogida junto a loscaminos de acceso [BRONCANO,S. 1986].

    Tambin destaca un pequeo poblado indi-to en Valdilecha Madrid, con restos de mura-lla, que conserva parte de un foso con presas o

    muros de contencin levantados en el mismofoso [VALIENTE,S. 1995].

    El agua llega a convertirse en lugar religioso,

    en el que se depositan objetivos votivos y ofren-das, como lo demuestran los numerosos hallaz-gos de armas de la ra del Guadalete, la ra deHuelva, o en el propio Guadalquivir [RUIZ MATA,D. y PREZ PREZ,C.. 1995: 193 y ss.].

    La Escuela de Alejandra supone un periodoimportante en el avance de la mecnica, que seaplica a diferentes campos, como los juegos y

    divertimentos, la guerra o la construccin. A lolargo de los siglos siguientes comenzarn a sur-gir aparatos reales.

    En el siglo VI a C, Eupalinosconsidera-do el primer ingeniero hidralico en el mundogriego construy el canal de Samos medianteun tnel de un km., de longitud.

    Herodoto hablaba ya de obras hidralicasempleando tneles. El ejrcito de Jerjes siglo Va.C. excav canales en el suelo. Los fenicios

    hicieron correr el agua a travs de canales. LaEscuela de Alejandra daba clases sobre hidrost-tica e hidralicas, destacando Arquitas y Hernde Alejandra. Los conocimientos matemticos yaritmticos se aplicaron intensamente en losestudios y realizaciones de las obras hidralicas

    por las escuelas de Euclides y Arqumedes.Segn Vitrubio, Ctesibio invent mquinas

    que se movan por aire, levantaban agua y pro-ducan sonidos. Apolonio de Rodas dej trata-

    dos sobre mecanismos musicales movidos porsistemas hidralicos.

    Las ciudades romanas fueron dotadas de

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    SOCIEDAD ESPAOLA DE HISTORIA DE LA ARQUEOLOGIA III

    Atrio e impluvium de una casa de Pompeya

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    importantes instalaciones hidrulicas al objeto deabastecer y satisfacer las necesidades de agua asus habitantes. En la ubicacin de las ciudades el

    agua jugaba un papel importante. Normalmentecada mansin contaba con una cisterna, dispues-ta en el centro del atrium, bajo el impluvium.Recoga la lluvia que caa desde el tejado al

    patio, aunque resultaba a todas luces insuficien-te. La ausencia de manantiales o ros prximos auna ciudad obligaba a construir grandes cisternas

    pblicas o privadas. Para llenar estos depsitos,los romanos debieron construir acueductos y sal-var importantes desniveles desde los manantiales

    o corrientes de agua hasta los aljibes o cisternasde las ciudades. Uno de los ms largos es el quesuministraba agua a Cartago, que parta delMonte Zaghouan hasta llegar a la ciudad reco-rriendo 132 km. Entre los escritores clsicos quenos relatan aspectos sobre las conducciones deagua, destacamos a Vitrubio, Plinio y Frontino.

    Se captaban las aguas que fueron clasifica-das como potables mediante fuentes o manantia-les a travs de galeras de drenajes subterrneas,

    y se las reconducan hasta la superficie. En oca-siones un muro de piedra y unos canales seemplean para conducir las aguas de ros ycorrientes hasta otros lugares.

    Siguiendo a Vitrubio, los conductos de aguason de tres clases: canales construidos, tubos de

    plomo y tubos de cermica. Primero se abra unazanja en cuyo fondo se colocaba un mortero; des-

    pus se construa un canal o specus, con murosde mampostera, cerrado por una bveda. El

    revestimiento interior se haca con opus signi-num. El perfil del canal poda ser elptico o rec-tangular y la cobertura rectilnea, triangular o tra-

    pezoidal. De trecho en trecho se abra un registrosobre las bvedas como en las canalizaciones deMrida.

    Para salvar las vaguadas y desniveles serecurri a construir acueductos o pasos elevadosa base de arcadas superpuestas y dispuestas sobreun muro de pilares con arcos, empleando tam-

    bin arcos enlazados y superpuestos. Las ciuda-des disponan de unas piscinas o piscinae lima-riae que solan tener cmara de compuertas y una

    salida superior en vertedero. Esta piscina servatambin para depurar las aguas. Por ltimo, losdepsitos de agua, castellum aquae, se ubicaban

    en los lugares ms altos de las ciudades o cercade las propias murallas para su distribucin pos-terior por toda la ciudad. En Espaa destacamosentre los numerosos acueductos el de Tarragona ,Segovia, los acueductos de Mrida Cornalvo,Rabo de Buey, conduccin de Proserpina,Hspalis, Itlica, Almuecar, Belo, Cdiz,Toledo, Sbada y Valencia de Alcntara.

    La vida en las grandes ciudades y poblacio-nes de la Pennsula decae en el mundo tardorro-

    mano, fomentndose las villae rusticae, en lasque proliferan las explotaciones agropecuarias,jugando un papel destacado el agua y sus con-ducciones, sobre todo en las explotaciones agr-colas, muchas de las cuales perduran en periodos

    posteriores. Las grandes villas posean su propiared de acometidas de agua, dado que la ubicacinque se buscaba en las villas rsticas, era la proxi-midad a los ros y a las corrientes de agua. As

    junto al ro Carrin, afluente del Pisuerga, se

    localizan al menos las villas de Pedrosa de laVega y Quintanilla de la Cueza Palencia, lavilla de Almenara de Adaja junto al roValderaduey Valladolid y a lo largo del roGuadarrama se localizan numerosos asentamien-tos, destacando la Villa de Santa Mara deCarranque Toledo. Segn Varrn [I, 11,2], otrofactor importante sera la proximidad a losmanantiales de agua corriente. Los lugares secosy soleados con tierras regables y ligeramente

    altos, son los lugares ms apropiados para ubicarlas villas (Columela I, 2,4). Los canales regaranlos campos cultivados.

    Junto al mar existen otros tipos de villas,entre las que destacamos la del Campo Valds

    Gijn, por su conjunto termal, la de Baos dela Reina de Calpe, el Faro de Torrox Mlaga,y otras muchas que poseen un carcter marcada-mente salutfero.

    Espaa posee numerosas villas rsticas cuya

    cronologa oscila entre los siglo III-IV d.C. comola de Rielves Toledo, con temas musivarios dedos parejas de gladiadores y tres cmaras terma-

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    SOCIEDAD ESPAOLA DE HISTORIA DE LA ARQUEOLOGIA IV

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    les. La casa de Mitra de Cabra Crdoba delsiglo III d. C., con un estanque en un patio-peris-tilo y estatuas. Los patios columnados con jardi-nes tendran un pozo o estanque, fuente o cister-na que surtan de agua para regar los jardines[PALLADIO , I,XXXIV,2]. Otras villas romanas enHispania tenan canales ornamentales, piletassemicirculares, pozos o estanques que favorecanel cultivo de plantas. Con canalizaciones exterio-

    res estara la fuente de Quintanares en RiosecoSoria, la villa de Albadalejo Ciudad-Real,los pozos en los patios y peristilos de las villas deEl Hinojal de la Dehesa de Las Tiendas, Mri-da, Badajoz, o el estanque de ladrillo de la villade Fortunatus Fraga, Huesca datada entre lossiglos III-IV d.C. [FERNNDEZ CASTRO, M. C. 1982].

    En el mundo romano, se conservan diferen-tes presas con espaldn de tierra o con pantallade sillar. Las obras ms altas en Hispania son la

    de Alcantarilla Toledo y las de Proserpina yCornalvo Mrida. Concretamente la de Alcan-tarilla, en el trmino municipal de Mazarambroz,

    tiene la cara del embalse formada poropus cua-drata, opus incertum y opus caementicium, y elespaldn de tierra. Mide 557 m. de longitud y 17m. de altura y la planta es poligonal con una seriede contrafuertes. Posee un desage en fondo detorre. Su cada se produjo antes de la dominacinrabe y se debi al empuje de las aguas empapa-das del espoln. Fue una de las presas ms anti-guas del siglo II a.C.,[FRNANDEZ ORDEZ, J. A.

    1984 y FERNNDEZ CASADO, C.: 1961]. En Mridadestacamos la presa romana de Proserpina, querecoge aguas del arroyo de Las Pardillas y de LasAdelfas. Tiene una longitud de 426 m. de longi-tud, 245 m., de altura y un ancho de 3,75 m. con

    planta poligonal. Adems, conserva dos torres de2 m. de altura adosadas al intrads del muro.Posea dos aliviaderos, uno natural sobre el colla-do y otro en la vaguada. Su fecha de construccinoscila entre los siglos I-II. Para evitar cadas de

    los muros de contencin se recurri a la cons-truccin de contrafuertes con gradas para verespectculos navales. Las presas romanas dispo-

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    SOCIEDAD ESPAOLA DE HISTORIA DE LA ARQUEOLOGIA V

    Camino excavado en la roca y canalizaciones de agua en el yacimiento ibrico de Ayora Valencia.

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    nan de sifones que cuando se atascaban afecta-ban gravemente a las obras. El agua iba destina-da a la ciudad para el abastecimiento humano y,a la vez, se destinaba a mover molinos de trigo,

    batanes para uso de los tintoreros y zurradores.Otra parte se destinaba para el riego de las huer-tas y las termas.

    La presa de Cornalvo data del siglo II y per-maneci en funcionamiento tras la reconstruc-cin de 1926. El espaldn aguas arriba presenta

    dos taludes, separados por un muro longitudinal.El talud inferior es de sillares de revestimientoalineados horizontalmente. La parte superior esde sillarejo dispuesto en forma de gradero. En lareforma de 1966 se inyectaron impermeabilizan-tes para una mejor conservacin.

    En otras presas, como la de Sarral enTarragona, los sillares regulares labrados cubrenel opus caementicium, y configuran una pequeaobra de 7,5 m. de longitud, con un muro de forma

    arqueada y seccin trapezoidal escalonada. EnAndin, Navarra, existe un gran depsito de aguaa cielo abierto, confeccionado en sillera regular

    con rodapi y varios contrafuertes levantadostambin hacia el interior.En Santa Mara de Melque Toledo, junto a

    los arroyos que circundan la iglesia, se han docu-mentados varias presas y los restos de un acue-ducto que salva el desnivel del arroyo medianteun puentecillo de un solo arco. Los cuatro embal-ses estaban levantados a base de muros a modode aterrazamientos sobre el fondo del curso delarroyo. Los muros son de hormign hidralico,

    de entre 60 y 225 m. de longitud, y entre 9 y 2 m.de ancho. Algunos muros no estaban recubiertosde sillares y otros, por el contrario, muestran anlos sillares regulares. El tercer embalse recubier-to con sillares pequeos presenta un contrafuertey un arco en el centro. La obra poda correspon-der a una villa romana all ubicada o a la fasevisigoda, que al ser abandonados se convirtieronen huertas [CABALLERO ZOREDA, L. 1980].

    Los tratados rabes de los siglos XII y XIII

    hablan de ingenios. Ridwan de Damasco cons-truy en el siglo XIII numerosos ingenios y aut-matas, algunos movidos por agua, e igual hiciera

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    SOCIEDAD ESPAOLA DE HISTORIA DE LA ARQUEOLOGIA VI

    Nilo y Valle de los Reyes desde Tebas. PRS

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    Al Jazari en los mismos siglos. Los rabes a par-tir del siglo XIV, perfeccionaron el arte de larelojera que heredaron, como otros artificios, de

    ingenios griegos y bizantinos a travs de diversasciudades sirias y mediterrneas.

    Las presas y canalizaciones siguieron uti-lizndose en pocas posteriores, vindose some-tidas, segn los casos, a las consiguientes refor-mas y modificaciones. Otras construcciones sonde periodos medievales, destacando las obrashidralicas de poca musulmana y otras dedica-das exclusivamente a villas y a los jardines.

    En Valencia citaremos los azudes del

    Turia, cuyo origen parece remontarse a pocaromana, aunque algunos autores los llevan alsiglo X. En el ltimo tramo del ro Turia y antesde llegar a Valencia existen unos nueve azudes,cuya misin es derivar el agua de riego para lashuertas [FERNNDEZ ORDEZ, J. A. 1984]. Hastaahora no se haba dudado en atribuir un origenrabe a estas conducciones y alos regados valencianos, perorecientes estudios parecen retro-

    traer su edificacin a pocaromana. Los rabes los aprove-charan, modificndolos y ajus-tndolos a sus necesidades. Noobstante, otros azudes puedencorresponder al siglo X, a los rei-nados de Abderramn oAlhakem 911-976. El primerdocumento oficial en el que secitan las acequias de la vega

    valenciana es el Privilegio queotorgara Jaime II a Valencia en1321. Las frecuentes riadas en el Turia obligar-an a realizar continuas obras de restauraciones[FERNNDEZ ORDEZ, J. A. 1984:86-87].

    Sobre el ro Segura, y en el trmino de JabalNuevo, destaca un azud que constituye uno delos sistemas de riego rabes mejor conservados einunda las huertas de los trminos municipalesde Murcia, Alcantarilla, Beniel y Orihuela.

    Segn algunos autores, la obra data de la pocade Alhakem 961-976, quin impuls la agri-

    cultura en varias regiones como Valencia yAragn. Existen dos acequias mayores, la deAlquibla y Aljufra, que distribuyen el agua deri-

    vada por el azud. Una gran avenida destruyparte del azud y en 1243 se reconstruy ste, aligual que en 1492, consolidando los pilotajes y laescollera a base de cal y cantos. Sucesivas riadasy reconstrucciones se llevaron a cabo entre lossiglos XVI-XVII y primeros del XX.

    En Huesca cerca de Barbastro hay un azudque aliment al molino de S. Marcos sobre el roVero. Es un azud-vertedero, que eleva las aguas

    para desviarlas a una acequia y regar las huertas

    prximas. Perpendicular al cauce posee doscanalizaciones rectas. La longitud es de 33,24 m.y ancho de dos m. Aguas arriba, el paramento esrecto y aguas abajo es escalonado. Presenta hila-das de mampostera.

    En la provincia de Zaragoza mencionaremosla presa de Almonacid de la Cuba, de origen

    medieval cristiano o musulmn, en torno alsiglo XIII. Otros manifiestan que posiblementefuera edificada durante el reinado de Jaime I elConquistador. La cuba parece hecha con anterio-ridad, el cuerpo es del XIII mientras que algunosrefuerzos son del XVII. Las medidas alcanzanuna longitud de 77 m. y 8 de anchura. La obraantigua tena un cuerpo central de cantos gruesos

    unidos con mortero de cal revestidos de sillaresbien trabajados y un aliviadero a media altura.

    Molino de mareas del rio Arillo, Cdiz. PRS

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    SOCIEDAD ESPAOLA DE HISTORIA DE LA ARQUEOLOGIA VIII

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    Ingenios y objetos de artificio seencuentran en diversas realizaciones del

    Paradiso de San Felice diseado porBrunelleschi o los ingenios de Leonardo

    para laFiesta del Paraso en la corte de losSforzza. Estos ingenios se inspiraron en tra-tados de Hern de Alejandra [ARACIL,1998:14].

    Durante el Renacimiento existen gran-

    des avances prcticos y tericos, en los cam-pos de la ptica, cronometra y de los inge-nios movidos por agua, como relojes, ruedasy rganos musicales, que estn entre lomgico y lo ldico [ARACIL, 1998:82].

    Las presas con espaldones de tierra sesiguieron levantando a lo largo del sigloXVI como lo demuestran las dos presas dela Granjilla en El Escorial o la de Hussain

    India de 1575 construida por influencia de

    los jesuitas espaoles. En Turn se levantotra presa con una pantalla de ladrillo concontrafuertes y espaldn de tierra de 1600.

    Junto a las presas se emplearon loscaos, los canales y sifones para saltar des-niveles entre 30 y 50 m. Algunos canalesestn fabricados en piedra y cermica que seunan con cal. Las presas posean sifones yal final de los mismos estaban las arquetas.Destacamos los aliviaderos y desarenados

    balsa donde se reduce la velocidad delagua. Tambin se emplearon las burbujasde agua

    Mosaico de Neptuno en Carranque.

    Se contemplaba bajo una lmina de agua