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APUNTES DE ESPELEO-SOCORRO MANUAL DE CAPACITACIÓN EN TÉCNICAS DE RESCATE

Euskal Espeleo-Laguntza 2008

A resultas de los últimos simulacros hemos podido ver algunos detalles técnicos y matices que

no quisiera se echaran al olvido; de ahí estas notas, que servirán de asiento a la memoria y también para divulgarlos entre quienes no tuvieron la suerte de compartir con nosotros esos momentos.

Por otra parte, la incorporación de la nueva camilla NEST de Petzl introduce variantes y procedimientos en las técnicas de espeleosocorro, que es necesario plasmar para dotarnos de herramientas didácticas que favorezcan su incorporación a las tareas de rescate. Un mayor uso de esa camilla, con las experiencias que aporte, hará que este documento se quede rápidamente anticuado, de ahí que nace ya con vocación de provisionalidad.

Iñaki Latasa Undagoitia

INTRODUCCIÓN

La historia se repite. Aunque ya existen manuales sobre espeleosocorro de los que, básicamente, se puede decir que están al día, surgen –por fortuna- novedades y matizaciones que mejoran los procedimientos comunes y que nos obligan a un esfuerzo de actualización de la documentación destinada a la divulgación de técnicas. INDICE:

PARTE I 1.1 UTILIZACIÓN DEL STOP PARA ASEGURAR UNA MANIOBRA 1.2 TENSADO DE TIROLINAS CON STOP 2.1 ENCADENAMIENTO DE TIROLINAS 3.1 STEF CON NUDO “MEDIO PESCADOR” 3.2 TRACCIÓN SOBRE STEF PARA TIROLINA 4.1 ENCADENAMIENTOS EN VERTICALES 5.1 ASEGURAMIENTO DEL BLOQUEADOR-POLEA PROTRAXION

PARTE II. CAMILLA NEST DE PETZL 6.1 ASCENSO CON LA CAMILLA HORIZONTAL

6.1.1 Procedimiento 1 6.1.2 Procedimiento 2

7.1 ENCADENAMIENTO DE TIROLINAS CON CAMILLA NEST

APUNTES DE ESPELEO SOCORRO Euskal Espeleo Lagunaza 5

PARTE I 1.1 UTILIZACIÓN DEL STOP PARA ASEGURAR UNA MANIOBRA En caso de necesidad se puede utilizar un descendedor STOP, como si de un polifreno se tratara. Este método, que ya está muy extendido en espeleología para asegurar en escaladas –emulando al Gri-gri-, puede ser usado del mismo modo en cualquier otro caso que requiera aseguramiento. Para ello haremos pasar la cuerda por una única polea, aprovechando la leva de bloqueo del aparato; así conseguiremos que disminuya el rozamiento que se produciría usando el STOP en su forma prescrita para descenso, y facilitaremos las labores de tensar y ceder cuerda. 1.2 TENSADO DE TIROLINAS CON STOP

Cuando procedamos al tensado de una tirolina sobre un descendedor del tipo STOP, haremos que la cuerda pase por una única polea, pasándola por la leva de bloqueo, como ya hemos señalado para los aseguramientos, conseguiremos que disminuya el rozamiento, lo que nos permitirá conseguir mayor tensión. Una vez tensada la tirolina y bloqueado el aparato con un bucle de cuerda, conviene ceder ligeramente con la palanca de desbloqueo, para descargar la leva de la tensión, de forma que se transmita al bloqueo de cuerda. Hemos podido ver como la cuerda sufría daños en ese punto en tirolinas sometidas a acciones muy dinámicas –no es una leyenda-; así pues, aunque las circunstancias en las que estos daños se han producido puedan parecer extremas, es necesario insistir en la prevención.

2.1 ENCADENAMIENTO DE TIROLINAS Existen lugares complejos que requieren del empleo de varias tirolinas encadenadas; montaje mucho más adecuado que el simple desvío del vano de una de ellas. Para que sea sencilla la maniobra de traslado de la camilla de una a otra es fundamental que ambas estén próximas entre sí, fijándolas para ello a una única triangulación de reparto. Cada una de las tirolinas se fijará a través de un mosquetón distinto, para evitar la suma de tensiones divergentes.


El tensado se realizará de forma sincronizada. Como resultado del mismo se puede abrir un bucle que puede motivar que las tirolinas se separen ligeramente e, incluso, que las cuerdas friccionen entre sí. Para que esto no suceda haremos que los mosquetones que fijen las mismas estén cruzados entre sí. 3.1 STEF CON NUDO “MEDIO PESCADOR” En el momento de confeccionar el STEF nos encontramos con la conveniencia de usar un nudo, para realizar el anclaje inicial al mosquetón que cierra las cintas de tracción, que sea muy pequeño pero que no comprometa la seguridad del sistema; para ese uso resulta ideal el nudo “medio pescador”. Este nudo, que está llamado a un empleo futuro en la espeleología en general muy superior al que tiene actualmente, ofrece una resistencia superior al nudo de ocho, lo que hace que junto a su tamaño, sea muy adecuado para el uso que aquí prescribimos.


3.2 TRACCIÓN SOBRE STEF PARA TIROLINAS Durante una evacuación lo más probable es que la camilla lleve incorporado el STEF, convenientemente ajustado, lo que nos permite también servirnos de él para hacer la tracción en las tirolinas; de esta forma, la tracción se ejercerá principalmente sobre las cintas intermedias (ver figura), lo que permitirá que la camilla se pueda aproximar aun más a las cabeceras, lo que facilitará

las maniobras de embarque y desembarque. Otra ventaja es que no habrá que ceder cuerda en el STEF para que las cintas de tracción adopten su posición normal de tiro, con lo cual nos ahorraremos las maniobras de tensado y destensado del sistema cada vez que cambiemos de una tirolina a una vertical -o al revés-.

4.1 ACLARACIÓN SOBRE ENCADENAMIENTOS EN VERTICALES No se debe encadenar una maniobra de traslado de la camilla a un polipasto desde un contrapeso en carga, ya que el esfuerzo de retención realizado por el regulador o contrapesista se suma al peso de la propia camilla, lo que dificultará sobre manera la tracción. En esta situación el número de dos socorristas tirando es una garantía para la resistencia de los bloqueadores con los que

se ha montado el polipasto. Por otra parte, si tenemos en cuenta que para que la camilla se eleve, la fuerza ejercida debe ser superior a la carga combinada de la camilla y de los esfuerzos de retención, nos daremos cuenta de que vamos a someter a los anclajes a un esfuerzo muy considerable. En el caso en que el polipasto esté montado en el tramo inferior, es decir, que la carga se traslade desde un polipasto a un contrapeso no se dará este problema, siempre que tengamos la precaución de abrir la mordaza


del bloqueador de retención del polipasto, y ceder cuerda asegurando con un descendedor –que puede ser el de uno de los socorristas anclado a su propio arnés. 5.1 ASEGURAMIENTO DEL BLOQUEADOR-POLEA PROTRAXION La generalización del uso de la polea Protraxion hace se den casos en los que se abre la misma, al ejercerse una presión sobre el botón de apertura, cuando está en posición de trabajo. Al usarlo en un contrapeso, por ejemplo, en el que cuelga del mismo mosquetón que la polea el socorrista encargado de regular la maniobra, puede suceder que sus lazos presionen sobre el botón de apertura del aparato y quizás llegar a abrirlo. Para que esto no suceda se debe incluir un mosquetón que bloquea las placas del aparato e impide su apertura accidental.


PARTE II CAMILLA NEST DE PETZL 6.1 ASCENSO CON LA CAMILLA HORIZONTAL 6.1.1 Procedimiento 1: La utilización de esta camilla implica algunos cambios de procedimiento: por ejemplo cambiaremos el STEF clásico por otro que va anclado a un bloqueador fijado a la cuerda de tracción cerca de la cabecera de la camilla, de este modo, cuando se deba dar cuerda para que pase por un pasaje que así lo requiera, se hará cediendo desde el anclaje situado en la parte inferior. En ese momento se puede eliminar el bloqueador,

para poder aproximarnos aun más a la cabecera del pozo. Para esta maniobra se pueden usar dos lazos, que van fijados al bloqueador y, mediante un nudo dinámico, a cada lateral de las cintas inferiores –tal y como prescribe el fabricante de la camilla-. Según nuestra experiencia creemos que es suficiente con solo uno de los lazos; además, consideramos más adecuado el uso en esa zona inferior de la camilla, de una polea tipo Protraxion o Minitraxion, que hace que la regulación de la posición pueda ser más rápida y sencilla.

En el caso improbable de que haya que restituir la camilla a su posición horizontal, el socorrista que efectúa la maniobra anclará su lazo corto a la parte inferior de la camilla; a continuación se cederá cuerda de tracción hasta que quede en posición horizontal y así, con la camilla colgando parcialmente de él, el socorrista colocará el

bloqueador en su posición adecuada para continuar el ascenso. Aunque este es el procedimiento que sugiere el fabricante vemos dos problemas a este sistema: el primero es que hay que afinar muy bien con la distancia a la que se coloca el bloqueador respecto a la fijación de cabecera, ya que, cualquier maniobra


de reequilibrado con la camilla en carga, requiere para su ejecución de alguien que la soporte mientras tiene lugar, además de las ocasionales molestias a la víctima. Si bien es fácil determinar a priori la distancia optima, el hecho de que haya que cambiar siempre el bloqueador con cada cambio de cuerda hace que sea muy fácil también que acabe obligando a corregir la posición con la camilla cargando, cosa que, sin duda, será inoportuna para la víctima y exigirá la presencia en el lugar de personal suficiente. El segundo problema es que si encadenamos distintas verticales nos veremos obligados a usar tanto dos bloqueadores como dos sistemas diferentes de equilibrado, regulando el segundo mientras la camilla cuelga del primero. Todo ello introduce un mayor grado de complejidad a las maniobras de trasbordo entre distintas dificultades.

6.1.2 Procedimiento 2: Otra forma de hacer el equilibrado de la camilla es disponiendo un único punto central de anclaje, al que fijar la cuerda de tracción. Para ello usaremos un lazo, de 30 cm de longitud, que fijaremos a la cabecera por una parte, y por otra, al extremo superior del STEF (ver figura). Ese punto fijo permitirá fácilmente el encadenamiento de dificultades y el empleo eventual de cuerdas de seguro; no obstante, su longitud hará que la camilla quede más lejos de la cabecera del pozo en aquellos casos en los que tengamos que largar cuerda desde el STEF para enfilar mejor las salidas estrechas. A la vista de los dos procedimientos consideramos que lo más adecuado es usar este como método general, y usar el primer sistema cuando la salida exija que la cuerda llegue lo más cerca posible del anclaje.


7.1 ENCADENAMIENTO DE TIROLINAS CON CAMILLA NEST La nueva camilla para espeleología NEST de Petzl viene dotada de puntos de anclaje en la cabecera y en la zona de los píes, prescindiendo de los anclajes intermedios para tirolina, al haberse conseguido una mayor rigidez de su cuerpo; este hecho, aunque simplifica alguna maniobra, hace que el encadenamiento de tirolinas sea más complicado, ya que nos obliga a soportar gran parte del peso de la camilla, mientras se cambia cada una de las poleas al otro bucle. La solución de colgar la camilla con nudos dinámicos entre ella y las poleas con las que la desplazamos, nos parece que complica excesivamente la maniobra,

además de hacer que la camilla cuelgue más baja. Pensamos que lo más adecuado es colocar una tercera polea fijada con unas cintas o lazos a los asideros intermedios de transporte. Aunque estos puntos no están diseñados para este uso, entendemos que no existe ningún problema de seguridad que lo impida, ya que nunca trabajan en solitario. Entonces, el procedimiento seria hacer que la camilla descanse sobre dos de las poleas mientras se cambia la tercera; cosa que debería poderse hacer con cierta facilidad al estar ancladas las dos tirolinas al mismo punto (triangulación de reparto) y al mantener la tensión en ambas.


Epilogo: Respecto a la tentación de aumentar la complejidad de los sistemas nos vemos obligados a aclarar, una vez más, que la razón última del espeleo-socorro no es alcanzar la destreza técnica, sino la eficacia en la evacuación de una víctima, por eso es importante simplificar las maniobras, de modo que se hagan de la forma más sencilla y rápida, y con menor manipulación de la camilla; esto, que debería ser obvio, parece que no siempre lo es. Con ello no pretendemos decir que el nivel técnico no es importante, todo lo contrario, entendemos que los planteamientos más sencillos son casi siempre el resultado de una mejor comprensión del problema y de un mayor control de los recursos que la técnica pone a nuestra disposición.