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1 Un espacio para compartir, un espacio para imaginar, un espacio para seguir creando… La fotonovela “El fantasma de la 219” nos invita a seguir pensando. El continuará nos sugiere una nueva ventana abierta para proyectarnos a una saga con diferentes finales, personajes y nuevas aventuras; a través de diferentes recorridos hipertextuales.

Fotonovela 219

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Un espacio para compartir, un espacio para imaginar, un espacio para seguir creando… La fotonovela “El fantasma de la 219” nos invita a seguir pensando. El continuará nos sugiere una nueva ventana abierta para proyectarnos a una saga con diferentes finales, personajes y nuevas aventuras; a través de diferentes recorridos hipertextuales.

Primaria Digital Escuela N° 219

E L F A N T A S M A D E L A 2 1 9Integrantes

Alcemino Mariana Alanis Adriana Bellón María del Pilar Micheli Leonardo Modina Angela Monsalvo Gabriela Moreno Mirta Zacoutegui Natalia

Puerto MadrynNoviembre 2014

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¡Qué tornillo que hace!¿Se habrá apagado la calefacción?

¡Jajaja!

Mmm…

Comenzaba a clarear … Nada hacia presumir lo que sucedería…

Voy a tener que hablar con la directora… me estoy quedando sin mercadería… para colmo los pibes comen como lima nueva..

Aureliano comenzaba su rutina cuando…

@#!!!!’¿&$#%!!!!

¿Qué pasó? Uff… No me digas que ya llegaron…

PLAFFF !!

PUFFF !

!

Extraños sonidos invadieron la cocina. Aureliano comenzó a apurarse, creía que estaba atrasado….

De repente todo comenzó a vibrar.

El pánico comenzó a invadir la mente y el corazón de Aureliano.

¡¡¡¡DIOS MÍO!!! ¡¡QUÉ

ESTÁ PASANDO!!!

PUFFF !

!

CRASH !!

Las cosas comenzaron a caer estruendosamente. El cocinero no salía de su estupor.

¡¡SOCORROO!! ¡AY ABUELITA

QUERIDA!

PAFF!!

CRASH !!

PUFFF !!

Continuará..

¡¡¡¡AAAHHH!!!!¡¡¡SOCORROOOOO!!!

PUFFF !!

CRASH !!

Como rata por tirante, Aureliano huye despavorido.

El fantasma de la 219 Las historias sobre fantasmas en las escuelas llenaron la infancia de Aureliano Buendía. Mientras su abuela materna cocinaba, le contaba aterrorizantes relatos plagados de espectros, aparecidos y figuras extrañas que asustaban a los pobres escolares. Pasaron muchos años y los ecos de esas historias aún resonaban en lo más profundo de su alma….

¡JAJAJA!