POETISA43

para ti

Es

Otra vez te digo  "te quiero", otra vez "tata", otra vez amiga mía.! Otra vez te digo "te quiero" como

siempre te decía. Otra y muchas mas te lo diré, Carmencita. Sé que ya no me oyes, sé que ya no me miras, pero también sé que estas a mi lado, y ahí estarás para el resto de mi

vida. 

Tu cuerpo inerte reposaba hoy sobre una losa fría, y al verte sentí gran angustia, creí que me

ahogaba, y por un momento... de pena moría.! Mas de una manera o de otra, también sé, que tú

me iluminas, que mitigando el dolor que me produce tu partida, haces que me sienta cada

segundo que pasa… a ti mas unida.

"Te quiero", Carmen, mi tata, mi gran amiga. Confidente de mis penas y alegrías. Te lo digo con orgullo, con fuerza y tesón, porque has sido en mi

vida la mejor de mis amigas y sabiendo que morías en vez de ser yo quien te anima la fuerza la

transmitías tú. Pero ya no mas lágrimas, no quiero llorar mas tu partida, porque siento que estas cerca

y presiento que me cuidas.

Recuerdas Carmen; la noche anterior a tu partida, tú en la cama del hospital, yo en la mía. Durante

mas de una hora, yo te hablé y se que tú me oías, te decía que muy pronto con tus padres te reunirías, que los verías muy guapos, sin enfermedad, sin silla de ruedas, ante un hermoso resplandor y que ellos

te acogerían.

También hablé contigo, de Pedrito Ochoa (como tu llamabas cariñosamente a tu padre y le cantabas

canciones que él te cantaba a ti cuando eras niña), recuerdas Carmen? lo recuerdas.?. Te decía al oído,

"cuando lo veas, fíjate en sus manos, que entre ellas veras, un hermoso hilo dorado, por si al llegar a su

lado, tuviese que coserte en tu vestidura un doblado."  

Recuerdo cuanto querías a tus padres, con que cariño los tratabas, los dos estaban enfermos,

necesitando tu ayuda. Y tú, sin pensar en ti y sin mediar ni una duda, los llevaste a tu casa, y fuiste

tú... su guía, hasta el fin de sus vidas.  

Pero sobre todo recuerdo, ese amor y respeto que a tu padre le tenias, ese hombre recto y orgulloso de su familia, enamoradísimo de su mujer y de sus

ocho niñas. Me contabas historias, con tu padre vividas, como el día aquel, que el doblado de tu

vestido mientras con él paseabas, a ti se te rompía.

Recuerdas Carmencita, cuando tú me contabas, cuando tú sonreías, recordando el momento, en

que tu padre hizo un invento, con esa hierba seca y a su manera y como pudo, te cogió el

doblado para que estuvieras bella. De todo eso te hablé, y ahora tata querida estoy tranquila,

porque imagino....  que los puedes ya ver.!

Carmencita, cuanto te quise, cuanto te quiero...! No quiero olvidarte, no

quiero...ni debo. Porque has sido en mi vida mi mejor amiga... y siempre lo

seguirás siendo.

Tata.! no va a ser esta la única vez, que me dirija a ti, tengo muchas cosas que contarte, y las que vendrán también, por eso quiero que todos sepan, que aunque tu cuerpo se evapore, aunque tu cuerpo se desintegre y

desaparezca, yo fui muy lista, porque arranqué un trocito de tu corazón, un trocito de tu alma y un poquito de tu amor, y para mi me lo quedaré, para el resto de mi vida.

Hoy me despido de ti, mi tata, mi amiga, pero no es triste mi despedida, es que me voy a dormir porque mañana será otro día. Un día duro, lo sé.!   sé que voy a sufrir, porque mañana tu

cuerpo, dejará de existir.  Pero pasará el dolor, y empezaré a disfrutar, de una nueva experiencia, aunque tu cuerpo no vea, aunque tu voz no oiga, tu presencia la siento a través de esa fuerza, que siempre nos unió, es la fuerza del amor, de lucha

y de entrega.

Tu amiga Maite

Descansa en paz

“Te quiero”

Carmencita