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Facebook: Parroquia La Santa Cruz ALIMENTO QUE ANIMA Y FORTALECE La liturgia de hoy nos hace caer en la cuenta de algo importante: "La persona, toda persona, tiene necesidad de una dieta integral". El hecho de ser personas nos coloca en una situación pluridimensional, diversa de las demás criaturas. Por eso, nuestra alimentación no puede ser unidimensional, sino que ha de ser integral y completa. Jesús, antes de multiplicar los panes para alimentar a la multitud, "les hablaba del Reino de Dios", es decir, les proporcionó el pan de su Palabra, porque bienaventurados los que tienen hambre de la Palabra, pues serán saciados. En la fracción del pan de los primeros cristianos, se comenzaba la acción litúrgica con una lectura y explicación de la Escritura, siguiendo en esto la tradición del culto sinagogal. Por tanto, los primeros cristianos alimentaban primeramente su alma con el pan de la Palabra de Dios, explicada a la luz del misterio de Cristo y actualizada por alguno de los apóstoles a las circunstancias concretas de la vida diaria. El hombre es espíritu, y el espíritu necesita de un alimento diferente al pan de harina: necesita de la Palabra del Dios vivo. Los milagros de Jesús, además de ser hechos extraordinarios más allá de las leyes naturales, son signos del Reino de los cielos, porque nos remiten a ese mundo nuevo regido y guiado por el poder de Dios, con exclusión de cualquier otro poder humano o diabólico. Por eso, Jesús, después de haber repartido a la multitud el pan de la Palabra, les regala con el pan de los signos. Nos dice san Lucas, primeramente, que "curaba a los que tenían necesidad de ser curados", y luego nos narra el maravilloso signo de la multiplicación de los panes y de los peces. Jesucristo, como amigo y hermano del hombre, como Señor de la vida y de la naturaleza, está interesado en curar las enfermedades, en saciar el hambre natural de los hombres. La dieta cristiana quedaría incompleta si faltara el pan de la Eucaristía, ese pan que es el cuerpo de Cristo. En el santísimo sacramento de la Eucaristía - nos enseña el catecismo 1374- están contenidos verdadera, real y substancialmente el Cuerpo y la Sangre junto con el alma y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo, y, por consiguiente, Cristo entero. Cristo no ha cesado a lo largo de los siglos de dar al hombre, sin distinción de ningún género, el pan de su Cuerpo, alimento de vida eterna. SOLEMNIDAD DEL SANTISMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO, CICLO C, 06 DE JUNIO DEL 2010 HOJA DOMINICAL EL SEMBRADOR PARROQUIA LA SANTA CRUZ, S. P. S TEL: 551-3290

EL SEMBRDOR 06 06 2010

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ALIMENTO QUE ANIMA Y FORTALECE

La liturgia de hoy nos hace caer en la cuenta de algo importante: "La persona, toda persona, tiene necesidad de una dieta integral". El hecho de ser personas nos coloca en una situación pluridimensional, diversa de las demás criaturas. Por eso, nuestra alimentación no puede ser unidimensional, sino que ha de ser integral y completa. Jesús, antes de multiplicar los panes para alimentar a la multitud, "les hablaba del Reino de Dios", es decir, les proporcionó el pan de su Palabra, porque bienaventurados los que tienen hambre de la Palabra, pues serán saciados. En la fracción del pan de los primeros cristianos, se comenzaba la acción litúrgica con una lectura y explicación de la Escritura, siguiendo en esto la tradición del culto sinagogal.

Por tanto, los primeros cristianos alimentaban primeramente su alma con el pan de la Palabra de Dios, explicada a la luz del misterio de Cristo y actualizada por alguno de los apóstoles a las circunstancias concretas de la vida diaria. El hombre es espíritu, y el espíritu necesita de un alimento diferente al pan de harina: necesita de la Palabra del Dios vivo. Los milagros de Jesús, además de ser hechos extraordinarios más allá de las leyes naturales, son signos del Reino de los cielos, porque nos remiten a ese mundo nuevo regido y guiado por el poder de Dios, con exclusión de cualquier otro poder humano o diabólico. Por eso, Jesús, después de haber repartido a la multitud el pan de la Palabra, les regala con el pan de los signos. Nos dice san Lucas, primeramente, que "curaba a los que tenían

necesidad de ser curados", y luego nos narra el maravilloso signo de la multiplicación de los panes y de los peces. Jesucristo, como amigo y hermano del hombre, como Señor de la vida y de la naturaleza, está interesado en curar las enfermedades, en saciar el hambre natural de los hombres. La dieta cristiana quedaría incompleta si faltara el pan de la Eucaristía, ese pan que es el cuerpo de Cristo. En el santísimo sacramento de la Eucaristía -nos enseña el catecismo 1374- están contenidos verdadera, real y substancialmente el Cuerpo y la Sangre junto con el alma y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo, y, por consiguiente, Cristo entero. Cristo no ha cesado a lo largo de los siglos de dar al hombre, sin distinción de ningún género, el pan de su Cuerpo, alimento de vida eterna.

SOLEMNIDAD DEL SANTISMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO, CICLO C, 06 DE JUNIO DEL 2010

HOJA DOMINICAL EL SEMBRADOR PARROQUIA LA SANTA CRUZ, S. P. S TEL: 551-3290

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LECTURA DEL LIBRO DEL GENESIS 14, 18-20 En aquellos días, Melquisedec, rey de Salén, sacerdote del Dios altísimo, sacó pan y vino y bendijo a Abrán, diciendo: "Bendito sea Abrán por el Dios altísimo, creador de cielo y tierra; bendito sea el Dios altísimo, que te ha entregado tus enemigos." Y Abrán le dio un décimo de cada cosa. Palabra de Dios. SALMO RESPONSORIAL SALMO 109 Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec. Oráculo del Señor a mi Señor: "Siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos estrado de tus pies." Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec. Desde Sión extenderá el Señor el poder de tu cetro: somete en la batalla a tus enemigos. Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec. "Eres príncipe desde el día de tu nacimiento, entre esplendores sagrados; yo mismo te engendré, como rocío, antes de la aurora." Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec. El Señor lo ha jurado y no se arrepiente: "Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec." Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec. LECTURA DE LA PRIMERA CARTA DEL APOSTOL SAN PABLO A LOS CORINTIOS 11, 23-26 Hermanos: Yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido: Que el Señor Jesús, en la noche en que iban a entregarlo, tomó un

pan y, pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: "Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía." Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo: "Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre; haced esto cada vez que lo bebáis, en memoria mía." Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz, proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva. Palabra de Dios. LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 9, 11B-17 En aquel tiempo, Jesús se puso a hablar al gentío del reino de Dios y curó a los que lo necesitaban. Caía la tarde, y los Doce se le acercaron a decirle: "Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en descampado." Él les contestó: "Dadles vosotros de comer." Ellos replicaron: "No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para todo este gentío." Porque eran unos cinco mil hombres. Jesús dijo a sus discípulos: "Decidles que se echen en grupos de unos cincuenta." Lo hicieron así, y todos se echaron. Él, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y cogieron las sobras: doce cestos. Palabra del Señor. ORACIÒN DE LOS FIELES Te rogamos, Señor, óyenos. Por la Iglesia, para que sepa hacer llegar a todos los hombres el tesoro de la Eucaristía imprescindible para que el Reino de Dios se instaure en la tierra. Oremos. Te rogamos, Señor, óyenos. Por los gobiernos, para que procuren el alimento y el cobijo para todos los habitantes de la tierra. Oremos

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Te rogamos, Señor, óyenos. Por todos los padres de familia, para que descubran en el sacramento del altar la ayuda para continuar afrontando con éxito los problemas de la convivencia del hogar. Oremos. Te rogamos, Señor, óyenos. Por todos los que han sido afectados por las recientes inundaciones, para que encuentren consuelo y fortaleza en el Dios que se hace alimento y en nuestra solidaridad cristiana. Oremos. Te rogamos, Señor, óyenos. Por todos los niños y jóvenes que han participado en la Eucaristía por primera vez o han recibido el sacramento de la Confirmación o el Bautismo, para que toda su vida vivan cercanos al Señor. Oremos. Te rogamos, Señor, óyenos. Por todos nosotros, para que compartiendo el pan en la mesa del Señor, compartamos nuestro tiempo y caridad con todos aquellos que nos necesitan. Oremos. Te rogamos, Señor, óyenos.

EL HAMBRE DE PAN, HAMBRE DE DIOS

Es algo doloroso, que nos debe hacer pensar, el hecho de que después de 2000 años de cristianismo, haya millones de hermanos que tienen hambre de pan, y esto no a miles de kilómetros de nuestra casa, sino en nuestro barrio, en nuestra ciudad, en nuestro país. Además, en estos últimos decenios, las instituciones internacionales y los medios de comunicación social nos han hecho más conscientes de este triste e

inhumano fenómeno en todo el mundo. ¿No multiplicó Jesús los panes para saciar el hambre? ¿No dijo a sus discípulos: Denles ustedes de comer? ¿No hemos espiritualizado demasiado nuestra fe? ¿No hemos reducido nuestra fe al ámbito estrictamente privado? Ciertamente no se puede identificar el cristianismo con la ONU de la caridad y de la solidariedad, pero en la entraña misma del cristianismo está el amor al prójimo, sobre todo al más necesitado. Y hoy, en el siglo de la globalización, no basta la ayuda individual, pasajera. Los cristianos hemos de organizarnos, a nivel parroquial, diocesano, nacional, internacional para desterrar el hambre de la tierra. Incluso, donde sea necesario, hemos de colaborar con las instituciones de otras religiones para acabar con esta plaga de la humanidad. Mientras haya un niño que muera de hambre, nuestra conciencia cristiana no puede estar tranquila. El hambre de pan es terrible, pero ¿y el hambre de Dios? No nos conmueve tanto, porque el hambre de Dios no se ve. Es, sin embargo, real, universalmente presente, más angustiosa no pocas veces que la misma hambre de pan. Y lo peor es que son pocos los que de esa hambre se preocupan, pocos los que buscan satisfacerla. ¿No habremos de abrir nuestros ojos, ojos de fe y de amor, para ver a tantos hambrientos de Dios con que nos cruzamos por la calle, con los que convivimos en el trabajo, con quienes nos divertimos en un estadio de fútbol o en una discoteca?

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EL SEMBRADOR INFORMA FERIA PATRONAL INMACULADO CORAZON DE MARIA. Este sábado 12 de junio se estará celebrando la fiesta del inmaculado corazón de María, bojo cuya advocación esta la comunidad local de Sitralus. Ya se está celebrando la novena a María santísima, honrando su corazón limpio, todas las noches a las 7 00 PM. Se les invita a todos y a todas a acompañar como hermanos. Las celebraciones patronales de cada Comunidad Local son una oportunidad para estrechar los lasos de amistad en Jesús. Será de 7:00 PM a 9:00 PM. Se tendrá Hora santa, testimonios y la celebración de la santa Misa. El equipo sacerdotal les invita, Inmaculado Corazón de María, les espera. FORMACION DE ANIMADORES La parroquia conserva tres momentos al año para dedicar un día domingo completo a la formación integral de sus animadores. Este próximo domingo 13 de junio, se llevará a cabo una de estas jornadas. El horario es desde las 8:00 AM a 4 00 PM. Los temas que se tratan son sobre Biblia, formación humana y pastoral social. Los destinatarios son los animadores y animadoras de comunidades eclesiales. Es obligatoria la asistencia. UN GESTO DE LA MISA: EL SACERDOTE BESA EL EVANGELIARIO Al hacerlo el sacerdote dice en voz baja: "Las palabras del Evangelio borren nuestros pecados". Esta frase expresa el deseo de que la Palabra evangélica ejerza su fuerza salvadora perdonando nuestros pecados. Besar el Evangelio es un gesto de fe en la presencia de Cristo que se nos comunica como la Palabra verdadera. En el Evangelio esta Cristo que es la Palabra del Padre. LECTURAS DE LA SEMANA LUNES 7: Re 17, 1-6/Sal 120/Mt 5, 1-12 MARTES 8: 1Re 17, 7-16/Sal 4/Mt 5, 13-16 MIERCOLES 9: 1 Re 18, 20-39/Sal 15/Mt 5, 17-19 JUEVES 10: 1Re 18, 41-16/Sal 64/Mt 5, 20-26 VIERNES 11: Ez 34, 11-16/Sal 23/Lc 15, 3-7 SÀBADO 12: Is 61, 9-11/1Sm 2, 1.4-8/Lc 2, 41-51