ISLA CARTARE IV. El yacimiento arqueológico de Pocito Chico

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2.259. EL YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO 2.259. EL YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO 2.259. EL YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO 2.259. EL YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO

DE POCITO CHICO. DE POCITO CHICO. DE POCITO CHICO. DE POCITO CHICO. Isla Cartare (IV).Isla Cartare (IV).Isla Cartare (IV).Isla Cartare (IV).

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Plano con la reconstrucción de la Bahía y desembocadura del Guadalquivir según Juan Gavala y

ubicación de Pocito Chico.

El yacimiento de Pocito Chico se encuentra junto a la Laguna del Gallo que conduce sus aguas a

la Bahía de Cádiz a través del arroyo Salado (ver nótula 2.231)(ver nótula 2.231)(ver nótula 2.231)(ver nótula 2.231). Ocupa una posición centrada con

respecto a las desembocaduras de los ríos Guadalquivir y Guadalete, así como a los

asentamientos de Mesas de Asta, Doña Blanca y las poblaciones de Jerez de la Frontera, El Puerto

de Santa María, Rota, Chipiona y Sanlúcar de Barrameda, en el sentido de las agujas del reloj,

con distancias intermedias entre los 8 y los 17 kilómetros.

Se trata de una pequeña depresión lagunar, rodeada de cerros de pequeña altura, donde

ninguno sobrepasa los 100 m. Debido entre otras causas al modelo de arado utilizado

actualmente para la siembra, hay un gran aporte de sedimentos que están colmatando

velozmente la laguna. Pocito Chico es uno de los lugares habitados en torno a la paleolaguna del

Gallo, actualmente inundada en época de lluvias. Otros yacimientos alrededor de la Laguna son

Bulé, Venta Alta, Santos Reyes, Campín Bajo y Grañina, también siguiendo las agujas del reloj.

Cortijo de Pocito Chico una vez adaptado para ser habitado por los participantes en las

excavaciones.

En Pocito Chico se han realizado dos excavaciones de

urgencia, años 1997 y 1998, y una actividad puntual

de prospección en 1999. Los motivos fueron

causados por las fuertes lluvias de esos años que

produjeron una gran cárcava en el terreno agrícola.

Esta cárcava de más de 2 metros de anchura y 3 de

profundidad, afectaron varias estructuras excavadas

en el suelo de época antigua.

Las facilidades dadas por la propiedad del terreno,

nos proporcionó el Cortijo de Pocito Chico como

centro de actividades de las excavaciones durante

esos años. El cortijo se acondicionó para poder vivir

en él un grupo de especialistas y estudiantes

compuesto de al menos 20 personas de forma

continua durante más de dos meses cada año de

actuación y al menos 6 obreros especializados los 3

años.

En la imagen de la izquierda, perfilando la cárcava y

rellenando las marmitas para el control del agua.

Así pues las actuaciones no fueron solo en el yacimiento con las excavaciones, se acondicionó el

cortijo al comienzo de cada campaña, se retiraba la tierra arrastrada al cortijo, se plantaban

árboles y flores, se pintaba, se arreglaban las habitaciones y la cocina ya que habitábamos estos

meses allí. Se colocaron toneles de agua para duchas, se contrataba un cocinero, la luz la

proporcionaba un generador, etc. Los estudiantes y especialistas participantes provenían de

universidades de toda España.

Al mismo tiempo que se realizaban las excavaciones, acondicionábamos la cárcava para que no

destruyera más el yacimiento, las grandes marmitas producidas por la velocidad del agua se

rellenaron con piedras que recogimos por todo el área, se recortaron los perfiles de la cárcava

para eliminar el recorrido en zigzag que producía la velocidad y desmoronaba los estratos

arqueológicos. El área excavada se protegió instalando una empalizada de grandes troncos, y los

arroyuelos que conducían las aguas a la cárcava fueron encauzados.

Empalizada hacia la cárcava que protegía la Covacha de la Edad del Cobre y el Fondo de Cabaña

del Bronce Final.

Aunque en Pocito Chico

están representados

todos los periodos de la

Historia desde la Edad

del Cobre hasta el siglo

XVI, en esta nótula nos

centraremos en los tres

más destacados desde

nuestro punto de vista,

que son la covacha de la

Edad del Cobre, el fondo

de cabaña del Bronce

Final y los restos

Andalusíes de la Aldea

de Grañina.

Vasos de cerámica de la Covacha de la Edad del Cobre.

El espacio ocupado por el hábitat de la Edad del Cobre, con fechas calibradas de la covacha con;

carbón, 2281 años a. C. UGRA 552; conchas, 2178 años a. C. UGRA 553, supuso un importante

cambio en la fisonomía del Cerro de Grañina bañada en su falda por la laguna. Sin entrar en

detalles sobre la antigüedad del Campo de Silos, podemos confirmar que el lugar era conocido y

frecuentado antes del asentamiento sedentario. La marga, que en abundancia está presente en

todo el yacimiento, es perforada y manipulada por el hombre para su hábitat modificada hasta

dar una forma similar a pequeñas cavidades naturales. La utilización de la marga está presente

en todos los poblados conocidos tanto en la Bahía de Cádiz como en casi todos los yacimientos

que desde el Neolítico se asientan sobre estos terrenos. Pero no será hasta ahora cuando se nos

ha presentado un poblado con estas características. En este caso, el sustrato de marga no es

utilizado únicamente como base para excavar silos, basureros, o las pequeñas o grandes

cubetas para la instalación de una cabaña, sino que también se planifica sobre ella, se excava

parte o toda la casa, además de accesos, canalizaciones etc. En definitiva, se planifica para vivir

bajo el suelo, con las implicaciones sociales que esto conlleva.

Pesas del telar y trenzadores de

cerámica para la fabricación de

cuerdas de la Covacha de la Edad del

Cobre.

La covacha que excavamos en el año

1997 y los restos arqueológicos

recuperados, nos cuentan según

nuestras interpretaciones, que se

trataba de una vivienda dedicada a la

fabricación de tejidos, al menos así lo vemos en los vasos globulares, los cuencos, agujas de

hueso, paleta de hueso con restos de almagra, etc.; también la presencia de un telar con los

contrapesos de cerámica para los hilos del tejido y los tirantes del telar, y elementos para la

fabricación de cuerdas.

En la ilustración de la izquierda, reconstrucción

del telar de la Covacha, expuesto en el Museo

Municipal.

Los análisis polínicos y carpológicos para este

periodo, nos exponen un alto porcentaje de

nitrófilos que indicaría un paisaje sumamente

abierto de pastizales de origen antrópico,

formados casi exclusivamente por especies

nitrófilas. Hay un alto porcentaje de

leguminosas, esto puede estar relacionado con

el establecimiento de cultivos de regadío. De

hecho, el porcentaje de polen de leguminosas

alcanza el 10%.

Se detecta la presencia de formaciones cabezas

de serie de la vegetación territorial, caso de los

alcornocales, de los encinares o taxones riparios

-como en los casos del aliso, fresno, chopo,

sauce y, sobre todo, olmo-, zonas dunares -con

sabinas, así como pinares de pino piñonero costeros-, alcornocales, encinares y coscojales. La

vegetación arbustiva se encuentra representada por jarales, torviscos, brezales, etc., como parte

de formaciones forestales dunares (pinares) o bien de los alcornocales y encinares.

Reconstrucción ideal de la Covacha de la Edad del Cobre y los silos junto a ella.

En la marisma dulce de la laguna la distribución de la vegetación se plasma en un mosaico de

diferentes situaciones: pastizal ralo y diversas gramíneas, en otros casos con Senecio jacobea o

rodales de juncos; pastizal con especies arbustivas; y helechal con Quercus suber. Otros taxones

de ecología hidro-higrófita, exclusivos de aguas dulces, caso del cáñamo, lenteja de agua o

nenúfares, no aparecen durante la expansión de la marisma salada. 9-

Reconstrucciones del poblado de la Edad del Cobre de Pocito Chico, vista desde el cerro de

Grañina.

Reconstrucciones del poblado de la Edad del Cobre de Pocito Chico, vista desde la laguna.

Los restos de fauna de la Covacha de la Edad del Cobre no ofrecen dudas al respecto, se sigue

utilizando la caza para el abastecimiento de carne, pero es el pastoreo para la producción de

lana, y otros productos, de las principales actividades junto a la crianza porcina y la agricultura.

Los restos óseos suman un total de 1.560 fragmentos, de los que 697 (44,68 %) han podido ser

identificados, restos de oveja y de cabra, el porcino era la cabaña más representada, bovinos,

caballo, conejos, gato montés y ciervo.

En resumen, pensamos en la existencia de un grupo humano fijado en el espacio, dedicado a la

agricultura y al pastoreo. La sociedad sería de tipo igualitario, con existencia de grupos

familiares autárquicos, donde existiría algún tipo de jerarquía. La existencia de un trabajo

especializado tanto en el tejido de la lana como en la fabricación de objetos de cerámica ha de

verse más en el autoconsumo e intercambio a pequeña escala.

Estela al pie del camino en Pocito iluminada por una Luna preciosa

También en el año 1997 excavamos un Fondo de Cabaña del Bronce Final, afectado y destruido

al menos el 30% o más a causa de la cárcava. Esta cabaña o “fondo de cabaña” fue amortizado y

rellenado de forma ritual. El lote principal de cerámicas está elaborado a mano. La cerámica a

torno, en especial las copas, similares a las publicadas por vez primera en Campillo, y a mano,

no muestran más diferencias que su propia elaboración. Los análisis de pastas cerámicas de

Pocito y los de Campillo muestran algunas diferencias, aunque ambos yacimientos coinciden en

utilizar materias primas locales. El yacimiento de Campillo fue incluido por Ruiz Mata en su

modelo de contactos “precoloniales”, al menos una generación anterior al establecimiento de los

navegantes orientales en estas costas.

Algunas de las

cerámicas del Bronce

Final halladas en el

Fondo de Cabaña.

La choza de Pocito

Chico estaría

representando el acto

de amortización de

una cabaña singular,

interpretable como santuario o incluso, como apuntó M. Torres, la habitación de un Bigman,

donde al conjunto de material de residuos se añaden los elementos de prestigio relacionados

con el ritual de abandono. La datación (Universidad de Granada, sobre carbón 773 y hueso

calibraba en el 771 a. C.) del proceso del cierre ritual del fondo de cabaña nos relaciona con el

Túmulo 1 de la necrópolis de Doña Blanca, de modo que esta circunstancia apoyaría el

fenómeno de concentración poblacional que explicaría la erección de su impresionante muralla.

El análisis polínico en el Bronce Final de Pocito Chico supone, sobre todo, un mayor desarrollo

del bosque ripario, principalmente de la aliseda, en contra de una importante deforestación de la

olmeda, se detectándose las formaciones de los típicos pinares mediterráneos costeros sobre

dunas fijas, a los que tanto estamos acostumbrados, los sabinares, alcornocales y encinares-

coscojales, con lo que la vegetación forestal es sensiblemente parecida al periodo anterior,

incluyendo además los elementos arbustivos que los acompañan.

Haba y bráctea de piña de la Cabaña del Bronce Final de Pocito Chico. /Fotografía de Guillem

Pérez Jordá.

Durante el Bronce Final-Hierro, a diferencia que en la fase anterior, se produce una reducción

significativa del porcentaje de Cerealia. Esta lleva aparejada entonces una recolonización del

territorio por los taxones de ámbitos nitrófilos que alcanzan aquí nuevos máximos,

documentándose entre los cereales la cebada y el trigo. Las leguminosas tienen una frecuencia

destacada. La presencia del guisante y la haba está documentada, destacando su gran tamaño.

Las leguminosas y los cereales son los cultivos que constituyen la base de la actividad agraria,

además se ha documentado la presencia de frutales como las olivas, y brácteas de pino que

podrían ser de piñonero En la realización de los análisis físico-químicos de la pasta de

fabricación de la cerámica del Bronce Final de Pocito Chico, en un fragmento de cazuela bruñida,

se observó la existencia de ácidos grasos saturados e insaturados, es decir, la presencia de

aceite posiblemente cocinado con otras sustancias orgánicas.

Algunos estudiantes en la prospección del año 1999–hace 15 años– en Pocito Chico.

La fauna del fondo de cabaña del Bronce Final está formada por la cabaña bovina que era

relevante en el consumo alimentario de este periodo, junto a los ovicápridos, los cerdos

domésticos parecen ya dominar en el conjunto de suidos. La caza está representada por ciervos

adultos, escasos restos de conejo domésticos o silvestres, y encontramos como novedad al

perro.

Fragua de época Andalusí excavada en 1998, con las partes que la componen.

En el año 1998 se excavaron varias estructuras de época Andalusí, afectadas por varias cárcavas

que pusieron al descubierto en Pocito Chico, esta se fija en las estructuras 1 y 2 del Área 6 y en

el Área 2, contrastables con los datos históricos referentes al reparto de tierra en Grañinilla, a

mediados del siglo XIII, que mencionan la existencia de dos torres, con casas, corrales, pozo,

fogón y salinas. Los restos arqueológicos correspondientes al período medieval en Pocito Chico

comprenden estructuras edificadas, como una de ladrillo que el agua ha dejado vista en las

proximidades del Castillo de las Ánimas; otras excavadas en el suelo, como los Silos, o

semisubterráneas como la “Fragua” del Área 6.

A la izquierda, fragmento de cerámica, perteneciente al borde de una olla, hallada en la fragua

con el nombre de Abdala. En la imagen de la derecha, dos dírhems de plata califales y un felús

de bronce, que tuvimos la suerte de hallar en uno de los silos de época Andalusí.

Estas edificaciones, tan pobres desde un punto de vista arquitectónico, muestran la existencia

de un mundo rural, muy tradicional, no valorado hasta la actualidad. En cualquier caso se sitúan

oblicuamente en la loma de Grañina, desde la parte más baja de la ladera, ocupando las arcillas

hidromorfas del borde de la Laguna, hasta las proximidades del Castillo de la Ánimas.

Probablemente siga el trazado de un camino. La estructura 2 del Área 6 presenta dos momentos

constructivos, visibles por el cambio de orientación del espacio que abriga las estructuras que

forman la fragua. Nuestra idea es que esta fragua está citada en el Reparto de El Puerto de Santa

María del siglo XIII, y se refiere a ella como una herrería.

Durante el periodo de excavaciones el yacimiento tuvo una gran atracción informativa,

grabándose incluso en directo para un programa infantil de máxima audiencia nacional.

El periodo andalusí alberga los niveles de antropización mayores del diagrama polínico,

alcanzando sus valores máximos las Cichorioideae, iniciándose también la elevación de Aster t. y

desapareciendo en cambio las Cardueae. Estos hechos implican una antropización manifiesta

sobre un entorno de pastizales nitrófilos, que generalmente sigue siendo explotado de diversas

maneras pero sin llegar a su abandono.

Texto, fotografías y reconstrucciones, José AntonTexto, fotografías y reconstrucciones, José AntonTexto, fotografías y reconstrucciones, José AntonTexto, fotografías y reconstrucciones, José Antonio Ruiz Gil y Juan José López Amador.io Ruiz Gil y Juan José López Amador.io Ruiz Gil y Juan José López Amador.io Ruiz Gil y Juan José López Amador.