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Cuentos infantiles varios
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~ 1 ~
BLANCANIEVES Y LOS SIETE ENANITOS
En un lugar muy lejano viva una hermosa princesa que se llamaba
Blancanieves. Viva en un castillo con su madrastra, una mujer
muy mala y vanidosa, que lo nico que quera era ser la mujer ms
hermosa del reino. Todos los das preguntaba a su espejo mgico
quin era la ms bella del reino, al que el espejo contestaba:
- T eres la ms hermosa de
todas las mujeres, reina ma. El
tiempo fue pasando hasta que
un da el espejo mgico
contest que la ms bella del
reino era Blancanieves. La
reina, llena de furia y de rabia,
orden a un cazador que llevase
a Blancanieves al bosque y que
la matara. Y como prueba
traera su corazn en un cofre.
El cazador llev a Blancanieves
al bosque pero cuando all
llegaron l sinti lstima de la
joven y le aconsej que se
marchara para muy lejos del
castillo, llevando en el cofre el
corazn de un jabal.
Blancanieves, al verse sola, sinti mucho miedo porque tuvo que
pasar la noche andando por la oscuridad del bosque. Al amanecer,
descubri una preciosa casita. Entr sin pensarlo dos veces. Los
muebles y objetos de la casita eran pequesimos. Haba siete
platitos en la mesa, siete vasitos, y siete camitas en la alcoba,
dnde Blancanieves, despus de juntarlas, se acost quedando
profundamente dormida durante todo el da.
Al atardecer, llegaron los dueos de la casa. Eran siete enanitos
que trabajaban en unas minas. Se quedaron admirados al
~ 2 ~
descubrir a Blancanieves. Ella les cont toda su triste historia y
los enanitos la abrazaron y suplicaron a la nia que se quedase
con ellos. Blancanieves acept y se qued a vivir con ellos. Eran
felices.
Mientras tanto, en el castillo, la reina se puso otra vez muy
furiosa al descubrir, a travs de su espejo mgico, que
Blancanieves todava viva y que an era la ms bella del reino.
Furiosa y vengativa, la cruel madrastra se disfraz de una
inocente viejecita y parti hacia la casita del bosque.
All, cuando Blancanieves estaba sola, la malvada se acerc y
hacindose pasar por buena ofreci a la nia una manzana
envenenada. Cuando Blancanieves dio el primer bocado, cay
desmayada, para felicidad de la reina mala. Por la tarde, cuando
los enanitos volvieron del trabajo, encontraron a Blancanieves
tendida en el suelo, plida y quieta, y creyeron que estaba
muerta.
Tristes, los enanitos construyeron una urna de cristal para que
todos los animalitos del bosque pudiesen despedirse de
Blancanieves. Unos das despus, apareci por all un prncipe a
lomos de un caballo. Y nada ms contemplar a Blancanieves, qued
prendado de ella.
Al despedirse besndola en la mejilla, Blancanieves volvi a la
vida, pues el beso de amor que le haba dado el prncipe rompi el
hechizo de la malvada reina. Blancanieves se cas con el prncipe
y expulsaron a la cruel reina del palacio, y desde entonces todos
pudieron vivir felices.
FIN
~ 3 ~
CAPERUCITA ROJA
En un bosque muy lejos de aqu, viva una alegre y bonita nia a la
que todos queran mucho. Para su cumpleaos, su mam le prepar
una gran fiesta. Con sus amigos, la nia jug, bail, sopl las
velitas, comi tarta y caramelos. Y como era buena, recibi un
montn de regalos. Pero su abuela tena una sorpresa: le regal
una capa roja de la que la nia jams se separ.
Todos los das sala vestida con la caperuza. Y desde entonces,
todos la llamaban de Caperucita Roja. Un da su mam le llam y
le dijo: - Caperucita, maana quiero que vayas a visitar a la abuela
porque est enferma. Llvale esta cesta con frutas, pasteles, y
una botella de vino dulce.
A la maana siguiente,
Caperucita se levant muy
temprano, se puso su capa y se
despidi de su mam que le
dijo: - Hija, ten mucho cuidado.
No cruces el bosque ni hables
con desconocidos. Pero
Caperucita no hizo caso a su
mam. Y como crea que no
haba peligros, decidi cruzar
el bosque para llegar ms
temprano.
Sigui feliz por el camino. Cantando y saludando a todos los
animalitos que cruzaban su camino. Pero lo que ella no saba es
que escondido detrs de los rboles, se encontraba el lobo que la
segua y observaba. De repente, el lobo la alcanz y le dijo:
~ 4 ~
- Hola Caperucita!
- Hola seor lobo!
- A dnde vas as tan guapa y con tanta prisa?
- Voy a visitar a mi abuela, que est enferma, y a la que llevo
frutas, pasteles, y una botella de vino dulce.
- Y dnde vive su abuelita?
- Vive del otro lado del bosque. Y ahora tengo que irme sino no
llegar hoy. Adis seor lobo.
El lobo sali disparado. Corri todo lo que pudo hasta llegar a la
casa de la abuela. Llam a la puerta.
- Quin es?
Pregunt la abuelita. Y el lobo, imitando la voz de la nia le dijo:
- Soy yo, Caperucita.
La abuela abri la puerta y no tuvo tiempo de reaccionar. El lobo
entr y se la trag de un solo bocado. Se puso el gorrito de
dormir de la abuela y se meti en la su cama para esperar a
Caperucita. Caperucita, despus de recoger algunas flores del
campo para la abuela, finalmente lleg a la casa. Llam a la puerta
y una voz le dijo que entrara. Cuando Caperucita entr y se
acerc a la cama not que la abuela estaba muy cambiada. Y
pregunt:
- Abuelita, abuelita, qu ojos tan grandes tienes!
Y el lobo, imitando la voz de la abuela, contest:
- Son para verte mejor.
- Abuelita, qu orejas ms grandes tienes!
- Son para orte mejor.
- Abuelita, qu nariz ms grande tienes!
- Son para olerte mejor.
Y ya asustada, sigui preguntando:
~ 5 ~
- Pero abuelita, qu dientes tan grandes tienes!
- Son para comerte mejor!
Y el lobo saltando sobre caperucita, se la comi tambin de un
bocado. El lobo, con la tripa totalmente llena acab durmindose
en la cama de abuela. Caperucita y su abuelita empezaron a dar
gritos de auxilio desde dentro de la barriga del lobo. Los gritos
fueron odos por un leador que pasaba por all y se acerc para
ver lo que pasaba.
Cuando entr en la casa y percibi todo lo que haba sucedido,
abri la barriga del lobo, salvando la vida de Caperucita y de la
abuela. Despus, llen piedras a la barriga del lobo y la cosi.
Cuando el lobo se despert senta mucha sed. Y se fue a un pozo
a beber agua. Pero al agacharse la tripa le pes y el lobo acab
cayendo dentro del pozo del que jams consigui salir. Y as,
todos pudieron vivir libres de preocupaciones en el bosque. Y
Caperucita prometi a su mam que jams volvera a
desobedecerla.
FIN
~ 6 ~
EL PATITO FEO
En una hermosa maana de verano, los huevos que haban
empollado la mam Pata empezaban a romperse, uno a uno. Los
patitos fueron saliendo poquito a poco, llenando de felicidad a los
paps y a sus amigos. Estaban tan contentos que casi no se dieron
cuenta de que un huevo, el ms grande de todos, an permaneca
intacto.
Todos, incluso los patitos recin nacidos, concentraron su
atencin en el huevo, a ver cuando se rompera. Al cabo de
algunos minutos, el huevo empez a moverse, y luego se pudo ver
el pico, luego el cuerpo, y las patas del sonriente pato. Era el ms
grande, y para sorpresa de todos, muy distinto de los dems. Y
como era diferente, todos empezaron a llamarle el Patito Feo.
La mam Pata, avergonzada por
haber tenido un patito tan feo,
le apart con el ala mientras
daba atencin a los otros
patitos. El patito feo empez a
darse cuenta de que all no le
queran. Y a medida que creca,
se quedaba an ms feo, y tena
que soportar las burlas de
todos. Entonces, en la maana
siguiente, muy temprano, el
patito decidi irse de la granja.
Triste y solo, el patito sigui un camino por el bosque hasta llegar
a otra granja. All, una vieja granjera le recogi, le dio
de comer y beber, y el patito crey que haba encontrado a
alguien que le quera. Pero, al cabo de algunos das, l se dio
cuenta de que la vieja era mala y slo quera engordarle para
transformarlo en un segundo plato. El patito sali corriendo como
pudo de all.
~ 7 ~
El invierno haba llegado, y con l, el fro, el hambre y la
persecucin de los cazadores para el patito feo. Lo pas muy mal.
Pero sobrevivi hasta la llegada de la primavera. Los das pasaron
a ser ms calurosos y llenos de colores. Y el patito empez a
animarse otra vez. Un da, al pasar por un estanque, vio las aves
ms hermosas que jams haba visto. Eran elegantes, delicadas, y
se movan como verdaderas bailarinas, por el agua. El patito, an
acomplejado por la figura y la torpeza que tena, se acerc a una
de ellas y le pregunt si poda baarse tambin en el estanque.
Y uno de los cisnes le contest:
- Pues, claro que s! Eres uno de los nuestros.
Y le dijo el patito:
- Cmo que soy uno de los vuestros?
Yo soy feo y torpe, todo lo contrario de vosotros.
Y ellos le dijeron:
- Entonces, mira tu reflejo en el agua del estanque y vers cmo
no te engaamos.
El patito se mir y lo que vio le dej sin habla. Haba crecido y se
transformado en un precioso cisne! Y en este momento, l supo
que jams haba sido feo. l no era un pato sino un cisne. Y as, el
nuevo cisne se uni a los dems y vivi feliz para siempre.
FIN
~ 8 ~
EL TRAJE NUEVO DEL EMPERADOR
Hace muchos aos viva un Emperador que gastaba todas sus
rentas en lucir siempre trajes nuevos. Tena un traje para cada
ocasin y hora de da. La ciudad en que viva el Emperador era
muy movida y alegre. Todos los das llegaban tejedores de todas
las partes del mundo para tejer los trajes ms maravillosos para
el Emperador.
Un da se presentaron dos bandidos que se hacan pasar por
tejedores, asegurando tejer las telas ms hermosas, con colores
y dibujos originales. El Emperador qued fascinado e
inmediatamente entreg a los dos bandidos un buen adelanto en
metlico para que se pusieran manos a la obra cuanto antes.
Los ladrones montaron un telar y simularon que trabajaban. Y
mientras tanto, se suministraban de las sedas ms finas y del oro
de mejor calidad. Pero el Emperador, ansioso por ver las telas,
envi al viejo y digno ministro a la sala ocupada por los dos
supuestos tejedores. Al entrar en el cuarto, el ministro se llev
un buen susto "Dios nos ampare! Pero si no veo nada!".
Pero no solt palabra. Los dos
bandidos le rogaron que se
acercase y le preguntaron si no
encontraba magnficos los
colores y los dibujos. Le
sealaban el telar vaco y el
pobre hombre segua con los
ojos desencajados, sin ver
nada. Pero los bandidos
insistan: "No dices nada del
tejido?".
~ 9 ~
El hombre, asustado, acab por decir que le pareca todo muy
bonito, maravilloso y que dira al Emperador que le haba gustado
todo. Y as lo hizo. Los estafadores pidieron ms dinero, ms oro
y se lo concedieron. Poco despus, el Emperador envi a otro
ministro para inspeccionar el trabajo de los dos bandidos. Y le
ocurri lo mismo que al primero.
Pero sali igual de convencido de que haba algo, de que el
trabajo era formidable. El Emperador quiso ver la maravilla con
sus propios ojos. Seguido por su comitiva, se encamin a la casa
de los estafadores. Al entrar no vio nada. Los bandidos le
preguntaron sobre el admirable trabajo y el Emperador pens:
"Cmo! Yo no veo nada. Eso es terrible. Ser tonto o acaso no
sirvo para emperador? Sera espantoso". Con miedo de perder su
cargo, el emperador dijo: - Oh, s, es muy bonita. Me gusta
mucho. La apruebo. Todos los de su squito le miraban y
remiraban. Y no entendan al Emperador que no se cansaba de
lanzar elogios a los trajes y a las telas.
Y se propuso a estrenar los vestidos en la prxima procesin. El
Emperador condecor a cada uno de los bribones y los nombr
tejedores imperiales. Sin ver nada, el Emperador prob los
trajes, delante del espejo. Los prob y los reprob, sin ver nada
de nada. Y todos exclamaban: - Qu bien le sienta! Es un traje
precioso!
Fuera, la procesin lo esperaba. Y el Emperador sali y desfil
por las calles del pueblo sin llevar ningn traje. Nadie permita
que los dems se diesen cuenta de que nada vea, para no ser
tenido por incapaz o por estpido, hasta que exclam de pronto
un nio:
- Pero si no lleva nada!
- Dios bendito, escuchen la voz de la inocencia!, dijo su padre; y
todo el mundo se fue repitiendo al odo lo que acababa de decir el
pequeo.
~ 10 ~
- No lleva nada; es un chiquillo el que dice que no lleva nada!
- Pero si no lleva nada!, grit, al fin, el pueblo entero.
Aquello inquiet al Emperador, pues sospechaba que el pueblo
tena razn; mas pens: "Hay que aguantar hasta el fin". Y sigui
ms altivo que antes; y los ayudas de cmara continuaron
sosteniendo la inexistente cola.
FIN
~ 11 ~
LA BELLA DURMIENTE
Hace muchos aos, en un reino lejano, una reina dio a luz una
hermosa nia. Para la fiesta del bautizo, los reyes invitaron a
todas las hadas del reino pero, desgraciadamente, se olvidaron
de invitar a la ms malvada, la bruja del reino.
Aunque no haba sido invitada, la bruja se present al castillo y,
al pasar delante de la cuna de la pequea, le puso un maleficio
diciendo: " Al cumplir los diecisis aos te pinchars con una
aguja y morirs".
Al or eso, un hada buena que
estaba cerca, pronunci un
encantamiento a fin de mitigar
la terrible condena: "Al
pincharse en vez de morir, la
muchacha permanecer
dormida durante cien aos y
slo el beso de un buen prncipe
la despertar."
Pasaron los aos y la princesita
se convirti en una muchacha
muy hermosa. El rey haba
ordenado que fuesen
destruidos todos los tejedores
del castillo con el fin de evitar
que la princesa pudiera
pincharse.
Pero eso de nada sirvi. Al cumplir los diecisis aos, la princesa
acudi a un lugar desconocido del castillo y all se encontr con
una vieja sorda que estaba hilando.
La princesa le pidi que le dejara probar. Y ocurri lo que el hada
mala haba previsto: la princesa se pinch con el huso y cay
fulminada al suelo.
~ 12 ~
Despus de variadas tentativas nadie consigui vencer el
maleficio y la princesa fue tendida en una cama llena de flores.
Pero el hada buena no se daba por vencida.
Tuvo una brillante idea. Si la princesa iba a dormir durante cien
aos, todos del reino dormiran con ella. As, cuando la princesa
despertarse tendra todos a su alrededor.
Y as lo hizo. La varita dorada del hada se alz y traz en el aire
una espiral mgica. Al instante todos los habitantes del castillo
se durmieron.
En el castillo todo haba enmudecido. Nada se mova, ni el fuego
ni el aire. Todos dormidos. Alrededor del castillo, empez a
crecer un extrao y frondoso bosque que fue ocultando
totalmente el castillo en el transcurso del tiempo.
Pero al trmino del siglo, un prncipe, que estaba de caza por all,
lleg hasta sus alrededores. El animal herido, para salvarse de su
perseguidor, no hall mejor escondite que la espesura de los
zarzales que rodeaban el castillo.
El prncipe descendi de su caballo y, con su espada, intent
abrirse camino. Avanzaba lentamente porque la maraa era muy
densa. Descorazonado, estaba a punto de retroceder cuando, al
apartar una rama, vio algo...
Sigui avanzando hasta llegar al castillo. El puente levadizo
estaba bajado. Llevando al caballo sujeto por las riendas, entr, y
cuando vio a todos los habitantes tendidos en las escaleras, en
los pasillos, en el patio, pens con horror que estaban muertos.
Luego se tranquiliz al comprobar que slo estaban dormidos.
"Despertad! Despertad!", chill una y otra vez, pero fue en vano.
Cada vez ms extraado, se adentr en el castillo hasta llegar a
la habitacin donde dorma la princesa.
Durante mucho rato contempl aquel rostro sereno, lleno de paz
y belleza; sinti nacer en su corazn el amor que siempre haba
esperado en vano.
~ 13 ~
Emocionado, se acerc a ella, tom la mano de la muchacha y
delicadamente la bes... Con aquel beso, de pronto la muchacha se
despert y abri los ojos, despertando del largusimo sueo.
Al ver frente a s al prncipe, murmur: Por fin habis llegado!
En mis sueos acariciaba este momento tanto tiempo esperado".
El encantamiento se haba roto.
La princesa se levant y tendi su mano al prncipe. En aquel
momento todo el castillo despert. Todos se levantaron,
mirndose sorprendidos y dicindose qu era lo que haba
sucedido.
Al darse cuenta, corrieron locos de alegra junto a la princesa,
ms hermosa y feliz que nunca. Al cabo de unos das, el castillo,
hasta entonces inmerso en el silencio, se llen de msica y de
alegres risas con motivo de la boda.
FIN
~ 14 ~
LA CENICIENTA
Haba una vez una bella joven que, despus de quedarse hurfana
de padre y madre, tuvo que vivir con su madrastra y las dos hijas
que tena sta.
Las tres mujeres eran tan malas y tan egostas que se quedaban
cada da mas feas. La bella joven era explotada por ellas. Era ella
quien haca todo el trabajo ms duro de la casa. Adems de
cocinar, fregar, etc, ella tambin tena que cortar lea y
encender la chimenea. As sus vestidos estaban siempre
manchados de ceniza, por lo que todos la llamaban Cenicienta. Un
da se oa por todas partes de la ciudad que el prncipe de aquel
pas haba regresado.
El rey, muy contento, iba a dar
una gran fiesta a la que iba a
invitar a todas las jvenes del
reino, con la esperanza de que
el prncipe encontrara en una
de ellas, la esposa que deseaba.
En la casa de Cenicienta, sus
hermanastras empezaban a
prepararse para la gran fiesta.
Y decan a Cenicienta:
- T, no irs. Te quedars limpiando la casa y preparando
la cena para cuando volvamos.
El da del baile haba llegado. Cenicienta vio partir a sus
hermanastras al Palacio Real y se puso a llorar porque se senta
muy triste y sola. Pero, de pronto, se le apareci un Hada que le
dijo:
- Querida nia, scate tus lgrimas porque t tambin irs
al baile.
Y le dijo Cenicienta:
- Pero, cmo?, si no tengo vestido ni zapatos, ni carruaje para
llevarme?
~ 15 ~
Y el hada, con su varita mgica, transform una calabaza en
carruaje, unos ratoncillos en preciosos caballos, y a Cenicienta en
una maravillosa joven que mas se pareca a una princesa.
Y le avis:
- T irs al baile, pero con una condicin: cuando el reloj del
Palacio d las doce campanadas, tendrs que volver enseguida
porque el hechizo se acabar.
Hermosa y feliz, Cenicienta lleg al Palacio. Y cuando entr al
saln de baile, todos se pararon para mirarla. El prncipe se qued
enamorado de su belleza y bail con ella toda la noche.
Pero, al cabo de algunas horas, el reloj del Palacio empez a sonar
y Cenicienta se despidi del prncipe, cruz el saln, baj la
escalinata y entr en el carruaje en direccin a su casa.
Con las prisas, ella perdi uno de sus zapatos de cristal que el
prncipe recogi sin entender nada.
Al da siguiente, el prncipe orden a los guardias que
encontraran a la seorita que pudiera calzar el zapato. Los
guardias recorrieron todo el reino.
Todas las doncellas se probaron el zapato pero a nadie le sirvi.
Al fin llegaron a la casa de Cenicienta. Y cuando sta se lo puso
todos vieron que le estaba perfecto.
Y fue as cmo Cenicienta volvi a encontrarse con el prncipe, se
casaron, y vivieron muy felices.
FIN
~ 16 ~
LA SIRENITA
En el fondo de los ocanos haba un precioso palacio en el cual
viva el Rey del Mar junto a sus cinco hijas, bellsimas sirenas. La
ms joven, la Sirenita, adems de ser la ms hermosa, posea una
voz maravillosa.
Cuando cantaba, todos los habitantes del fondo del mar acudan
para escucharla. Adems de cantar, Sirenita soaba con salir a la
superficie para ver el cielo y conocer el mundo de los hombres,
como lo relataban sus hermanas.
Pero su padre le deca que solo cuando cumpliera los 15 aos
tendra su permiso para hacerlo. Pasados los aos, finalmente
llegaron el cumpleaos y el regalo tan deseados.
Sirenita por fin pudo salir a respirar el aire y ver el cielo,
despus de or los consejos de su padre: "Recuerda que el mundo
de arriba no es el nuestro, slo podemos admirarlo. Somos hijos
del mar. S prudente y no te acerques a los hombres".
Y al emergerse del agua
Sirenita se qued de boca
abierta. Todo era nuevo para
ella. Y todo era hermoso,
fascinante! Sirenita era
feliz. Pasados unos minutos,
Sirenita pudo observar, con
asombro, que un barco se
acercaba y paraba. Se puso a
escuchar voces. Y pens en lo
cuanto le gustara hablar con
ellos.
Pero mir a su larga cola y comprendi que eso era imposible.
Continu mirando al barco. A bordo haba una gran fiesta de
aniversario. El capitn del barco cumpla veinte aos de edad.
Sirenita se qued atnita al ver el joven. Era alto, moreno, de
porte real, y sonrea feliz. La sirenita sinti una extraa
sensacin de alegra y sufrimiento a la vez.
~ 17 ~
Algo que jams haba sentido en su corazn. La fiesta segua
hasta que repentinamente un viento fuerte agit las olas,
sacudiendo y posteriormente volcando el barco. Sirenita vio como
el joven capitn caa al mar. Nad lo que pudo para socorrerlo,
hasta que le tuvo en sus brazos. El joven estaba inconsciente,
pero Sirenita nad lo que pudo para llevarlo hasta tierra.
Deposit el cuerpo del joven sobre la arena de la playa y estuvo
frotando sus manos intentando despertarlo.
Pero un murmullo de voces que se aproximaba la oblig a
refugiarse en el mar. Desde el mar, vio como el joven recobraba
el conocimiento y agradeca, equivocadamente, a una joven dama
por haberle salvado la vida. Sirenita volvi a la mansin paterna y
les cont toda su experiencia. Despus pas das llorando en su
habitacin. Se haba enamorado del joven capitn pero senta que
jams podra estar con l.
Das despus, Sirenita acudi desesperada a la casa de la
Hechicera de los Abismos. Quera deshacerse de su cola de pez a
cualquier precio. E hicieron un trato: Sirenita tendra dos piernas
a cambio de regalar su hermosa voz a la hechicera que le
advirti: "Si el hombre que amas se casa con otra, tu cuerpo
desaparecer en el agua como la espuma de una ola".
Asintiendo a las condiciones de la hechicera, Sirenita bebi la
pcima mgica e inmediatamente perdi el conocimiento. Cuando
despert se encontraba tendida en la arena de la playa, y a su
lado estaba el joven capitn que intentaba ayudarla a levantarse.
Y le dijo: "te llevar al castillo y te curar". Durante los das
siguientes, Sirenita pas a vestirse como una dama, y
acompaaba al prncipe en sus paseos. Era invitada a los bailes de
la corte pero como no poda hablar, no poda explicar al prncipe
lo que haba sucedido en la noche que le salv.
El prncipe no paraba de pensar en la dama que pensaba haber
salvado su vida y Sirenita se daba cuenta de eso. Pero el destino
le reservaba otra sorpresa.
~ 18 ~
Un da, avistaron un gran barco que se acercaba al puerto. El
barco traa una desconocida que enseguida llam la atencin del
prncipe. Sirenita sinti un agudo dolor en su corazn, y sinti que
perdera a su prncipe para siempre.
El prncipe qued prendado de la joven desconocida, que no era
otra que la bruja disfrazada, y al haberle robado su voz, el
prncipe crey que era su salvadora y se enamor de ella.
Le pidi matrimonio, y para celebrarlo fueron invitados a hacer
un gran viaje por mar al da siguiente, acompaados tambin por
la Sirenita. Al caer la noche, Sirenita, recordando el acuerdo que
haba hecho con la hechicera, estaba dispuesta a sacrificar su
vida y a desaparecer en el mar, hasta que escuch la llamada de
sus hermanas.
- Sirenita! Sirenita! Somos nosotras, tus hermanas!. Escucha
con atencin, hay una forma de romper el hechizo y recuperar la
voz que la bruja te ha robado. Si besas al prncipe conseguirs
que se enamore de ti y se rompa el encantamiento.
La Sirenita corri y corri hasta el gran saln donde iba a
comenzar la ceremonia de boda. Se lanz a los brazos del
prncipe y le bes, dejando a todos boquiabiertos.
La hechicera recuper su desagradable voz y aspecto, y la
Sirenita pudo explicar lo que haba ocurrido realmente. La bruja
fue encerrada en el calabozo, y el prncipe se disculp con la
Sirenita.
Esa misma tarde se celebr la boda entre la Sirenita y el
prncipe, y todos cantaron para celebrar su amor.
FIN
~ 19 ~
LOS TRES CERDITOS
Junto a sus paps, tres cerditos haban crecido alegremente en
una cabaa del bosque. Y cmo ya eran mayores, sus paps
decidieron que era hora de que hicieran, cada uno, su propia casa.
Los tres cerditos se despidieron de sus paps, y fueron a ver
cmo era el mundo. El primer cerdito, el perezoso de la familia,
decidi hacer una casa de paja. En un minuto la choza estaba
hecha. Y entonces se ech a dormir.
El segundo cerdito, un glotn, prefiri hacer una cabaa de
madera. No tard mucho en construirla. Y luego se ech a comer
manzanas.
El tercer cerdito, muy trabajador, opt por construirse una casa
de ladrillos y cemento. Tardara ms en construirla pero se
sentira ms protegido.
Despus de un da de mucho
trabajo, la casa qued preciosa.
Pero ya se empezaba a or los
aullidos del lobo en el bosque.
No tard mucho para que el
lobo se acercara a las casas de
los tres cerditos.
Hambriento, el lobo se dirigi a
la primera casa y dijo:
- breme la puerta! breme la puerta o soplar y tu casa
tirar!.
Cmo el cerdito no la abri, el lobo sopl con fuerza, y derrumb
la casa de paja. El cerdito, temblando de miedo, sali corriendo y
entr en la casa de madera de su hermano. El lobo le sigui. Y
delante de la segunda casa, llam a la puerta, y dijo:
~ 20 ~
- breme la puerta! breme la puerta o soplar y tu casa tirar!
Pero el segundo cerdito no la abri y el lobo sopl y sopl, y la
cabaa se fue por los aires. Asustados, los dos cerditos
corrieron y entraron en la casa de ladrillos de su hermano. Pero,
como el lobo estaba decidido a comrselos, llam a la puerta y
grit:
- breme la puerta!breme la puerta o soplar y tu casa tirar!
Y el cerdito trabajador le dijo:
- Sopla lo que quieras, pero no la abrir! Entonces el lobo sopl y
sopl. Sopl con todas sus fuerzas, pero la casa no se movi.
La casa era muy fuerte y resistente. El lobo se qued casi sin
aire. Pero aunque el lobo estaba muy cansado, no desista. Trajo
una escalera, subi al tejado de la casa y se desliz por el pasaje
de la chimenea.
Estaba empeado en entrar en la casa y comer a los tres cerditos
como fuera. Pero lo que l no saba es que los cerditos pusieron al
final de la chimenea, un caldero con agua hirviendo.
Y el lobo, al caerse por la chimenea acab quemndose con el
agua caliente. Dio un enorme grito y sali corriendo para nunca
ms volver.
Y as, los cerditos pudieron vivir tranquilamente. Y tanto el
perezoso como el glotn aprendieron que solo con el trabajo se
consigue las cosas.
FIN
~ 21 ~
PETER PAN
En las afueras de la ciudad de Londres, vivan tres hermanos:
Wendy, Juan, y Miguel. A Wendy, la hermana mayor, le encantaba
contar historias a sus hermanitos.
Y casi siempre eran sobre las aventuras de Peter Pan, un amigo
que de vez en cuando la visitaba. Una noche, cuando estaban a
punto de acostarse, una preciosa lucecita entr en la habitacin.
Y dando saltos de alegra, los nios gritaron:
- Son Peter Pan y Campanilla!!
Despus de los saludos, Campanilla ech polvitos mgicos en los
tres hermanos y ellos empezaron a volar mientras Peter Pan les
deca:
- Nos vamos al Pas de Nunca Jams!
Los cinco nios volaron,
volaron, como las cometas por
el cielo. Y cuando se
encontraban cerca del Pas de
Nunca Jams, Peter les seal:
- All est el barco del temible
Capitn Garfio.
Y dijo a Campanilla:
- Por favor, Campanilla, lleva a
mis amiguitos a un sitio mas
abrigado, mientras yo me libro
de este pirata pesado.
Pero Campanilla se senta celosa de las atenciones que Peter
tena para con Wendy. As que llev a los nios a la isla y minti a
los Nios Perdidos diciendo que Wendy era mala. Creyendo las
palabras del hada, ellos empezaron a decir cosas desagradables a
la nia. Menos mal que Peter lleg a tiempo para pararles. Y les
pregunt:
~ 22 ~
- Por qu tratan mal a mi amiga Wendy?
Y ellos contestaron:
- Es que Campanilla nos dijo que ella era mala.
Peter Pan se qued muy enfadado con Campanilla y le pidi
explicaciones. Campanilla, colorada y arrepentida, pidi perdn a
Peter y a sus amigos por lo que hizo.
Pero la aventura en el Pas de Nunca Jams solo acababa de
empezar. Peter llev a sus amiguitos a visitaren la aldea de los
indios Sioux. All, encontraron al gran jefe muy triste y
preocupado. Y despus de que Peter Pan le preguntara sobre lo
sucedido, el gran jefe le dijo:
- Estoy muy triste porque mi hija Lili sali de casa por la maana
y hasta ahora no la hemos encontrado.
Como Peter era el que cuidaba de todos en la isla, se
comprometi con el Gran Jefe de encontrar a Lili. Con Wendy,
Peter Pan busc a la india por toda la isla hasta que la encontr
prisionera del Capitn Garfio, en la playa de las sirenas.
Lili estaba amarrada a una roca, mientras Garfio le amenazaba
con dejarla all hasta que la marea subiera, si no le contaba donde
estaba la casa de Peter Pan. La pequea india, muy valiente, le
contestaba que no iba a decrselo. Lo que pona furioso al Capitn.
Y cuando pareca que nada poda salvarla, de repente oyeron una
voz:
- Eh, Capitn Garfio, eres un bacalao, un cobarde! A ver si te
atreves conmigo!
Era Peter pan, que vena a rescatar a la hija del Gran jefe indio.
Despus de liberar a Lili de las cuerdas, Peter empez a luchar
contra Garfio. De pronto, el Capitn empez a or el tic tac que
tanto le horrorizaba.
Era el cocodrilo que se acercaba dejando a Garfio nervioso.
Temblaba tanto que acab cayndose al mar. Y jams se supo
nada ms del Capitn Garfio.
~ 23 ~
Peter devolvi a Lili a su aldea y el padre de la nia, muy
contento, no saba cmo dar las gracias a l. As que prepar una
gran fiesta para sus amiguitos, quines bailaron y pasaron muy
bien.
Pero ya era tarde y los nios tenan que volver a su casa
para dormir. Peter Pan y Campanilla los acompaaron en el viaje
de vuelta. Y al despedirse, Peter les dijo:
- Aunque crezcis, no perdis nunca vuestra fantasa ni
vuestra imaginacin. Volver para llevaros a una nueva aventura.
Adis amigos!
- Hasta luego Peter Pan! gritaron los nios mientras se metan
debajo de la mantita porque haca muchsimo fro.
FIN
~ 24 ~
PINOCHO
En una vieja carpintera, Geppetto, un seor amable y simptico,
terminaba un da ms de trabajo dando los ltimos retoques de
pintura a un mueco de madera que haba construido.
Al mirarlo, pens: qu bonito me ha quedado! Y como el mueco
haba sido hecho de madera de pino, Geppetto decidi llamarlo
Pinocho. Aquella noche, Geppeto se fue a dormir deseando que su
mueco fuese un nio de verdad.
Aprendiendo a ser sinceros
Siempre haba deseado tener un hijo. Y al encontrarse
profundamente dormido, lleg un hada buena y viendo a Pinocho
tan bonito, quiso premiar al buen carpintero, dando, con su varita
mgica, vida al mueco.
Al da siguiente, cuando se despert, Geppetto no daba crdito
a sus ojos. Pinocho se mova, caminaba, se rea y hablaba como
un nio de verdad, para alegra del viejo carpintero.
Feliz y muy satisfecho,
Geppeto mand a Pinocho a
la escuela. Quera que fuese un
nio muy listo y que aprendiera
muchas cosas. Le acompa su
amigo Pepito Grillo, el
consejero que le haba dado el
hada buena.
Pero, en el camino del colegio,
Pinocho se hizo amigo de dos
nios muy malos, siguiendo
sus travesuras, e ignorando los
consejos del grillito. En lugar
de ir a la escuela, Pinocho
decidi seguir a sus nuevos
amigos, buscando aventuras no
muy buenas.
~ 25 ~
Al ver esta situacin, el hada buena le puso un hechizo. Por no ir
a la escuela, le puso dos orejas de burro, y por portarse mal,
cada vez que deca una mentira, le creca la nariz ponindosele
colorada.
Pinocho acab reconociendo que no estaba siendo bueno, y
arrepentido decidi buscar a Geppetto. Supo entonces que
Geppeto, al salir en su busca por el mar, haba sido tragado por
una enorme ballena. Pinocho, con la ayuda del grillito, se fue a la
mar para rescatar al pobre viejecito.
Cuando Pinocho estuvo frente a la ballena le pidi que le
devolviese a su pap, pero la ballena abri muy grande su boca y
se lo trag tambin a l. Dentro de la tripa de la ballena,
Geppetto y Pinocho se reencontraron. Y se pusieran a pensar
cmo salir de all.
Y gracias a Pepito Grillo encontraron una salida. Hicieron una
fogata. El fuego hizo estornudar a la enorme ballena, y la balsa
sali volando con sus tres tripulantes.
Todos se encontraban salvados. Pinocho volvi a casa y al colegio,
y a partir de ese da siempre se ha comportado bien. Y en
recompensa de su bondad el hada buena lo convirti en un nio de
carne y hueso, y fueron muy felices por muchos y muchos aos.
FIN
~ 26 ~
RAPUNZEL
Haba una vez una pareja que haca mucho tiempo deseaba tener
un beb. Un da, la mujer sinti que su deseo por fin! se iba a
realizar. Su casa tena una pequea ventana en la parte de atrs,
desde donde se poda ver un jardn lleno de flores hermosas y de
toda clase de plantas.
Estaba rodeado por una muralla alta y nadie se atreva a entrar
porque all viva una bruja. Un da, mirando hacia el jardn, la
mujer se fij en un rbol cargadito de esplndidas manzanas que
se vean tan frescas que ansiaba comerlas.
Su deseo creca da a da y
como pensaba que nunca podra
comerlas, comenz a
debilitarse, a perder peso y se
puso enferma. Su
marido, preocupado, decidi
realizar los deseos de la mujer.
En la oscuridad de la noche el
hombre cruz la muralla y
entr en el jardn de la bruja.
Rpidamente cogi algunas de
aquellas manzanas tan rojas y
corri a entregrselas a su
esposa.
Inmediatamente la mujer empez a comerlas y a ponerse buena.
Pero su deseo aument, y para mantenerla satisfecha, su marido
decidi volver al huerto para recoger ms manzanas.
Pero cuando salt la pared, se encontr cara a cara con la bruja.
"Eres tu el ladrn de mis manzanas?" dijo la bruja furiosa.
Temblando de miedo, el hombre explic a la bruja que tuvo que
hacerlo para salvar la vida a su esposa.
Entonces la bruja dijo, "Si es verdad lo que me has dicho,
permitir que recojas cuantas manzanas quieras, pero a cambio
me tienes que dar el hijo que tu esposa va a tener. Yo ser
su madre."
~ 27 ~
El hombre estaba tan aterrorizado que acept. Cuando su
esposa dio a luz una pequea nia, la bruja vino a su casa y se la
llev. Era hermosa y se llamaba Rapunzel.
Cuando cumpli doce aos, la bruja la encerr en una torre en
medio de un cerrado bosque. La torre no tena escaleras ni
puertas, slo una pequea ventana en lo alto. Cada vez que la
bruja quera subir a lo alto de la torre, se paraba bajo la ventana
y gritaba: "Rapunzel, Rapunzel, lanza tu trenza!
Rapunzel tena un abundante cabello largo, dorado como el sol.
Siempre que escuchaba el llamado de la bruja se soltaba el
cabello, lo ataba en trenzas y lo dejaba caer al suelo.
Entonces la bruja trepaba por
la trenza y se suba hasta la
ventana. Un da un prncipe, que
cabalgaba por el bosque, pas
por la torre y escuch
una cancin tan gloriosa que se
acerc para escuchar. Quien
cantaba era Rapunzel. Atrado
por tan melodiosa voz, el
prncipe busc entrar en la
torre pero todo fue en vano.
Sin embargo, la cancin le haba llegado tan profundo al corazn,
que lo hizo regresar al bosque todos los das para escucharla.
Uno de esos das, vio a la bruja acercarse a los pies de la torre.
El prncipe se escondi detrs de un rbol para observar y la
escuch decir: "!Rapunzel! Rapunzel!, lanza tu trenza!" Rapunzel
dej caer su larga trenza y la bruja trep hasta la ventana. As,
el prncipe supo como podra subir a la torre.
Al da siguiente al oscurecer, fue a la torre y llam: "Rapunzel!,
Rapunzel!, "lanza tu trenza!" El cabello de Rapunzel cay de
inmediato y el prncipe subi. Al principio Rapunzel se asust,
pero el prncipe le dijo gentilmente que la haba
~ 28 ~
escuchado cantar y que su dulce meloda le haba robado el
corazn.
Entonces Rapunzel olvid su temor. El prncipe le pregunt si le
gustara ser su esposa a lo cual accedi de inmediato y sin
pensarlo mucho porque estaba enamorada del prncipe y porque
estaba deseosa de salir del dominio de esa mala bruja que la
tena presa en aquel tenebroso castillo.
El prncipe la vena a visitar todas las noches y la bruja, que vena
slo durante el da, no saba nada. Hasta que un da, cuando la
bruja bajaba por la trenza oy a Rapunzel decir que ella pesaba
ms que el prncipe.
La bruja reaccion gritando: "As que has estado
engandome?" Furiosa, la bruja decidi cortar todo el cabello de
Rapunzel, abandonndola en un lugar lejano para que viviera en
soledad. Al volver a la torre, la bruja se escondi detrs de un
rbol hasta que vio llegar al prncipe y llamar a Rapunzel.
Entonces enfurecida, la bruja sali del escondite y le dijo: "Has
perdido a Rapunzel para siempre. Jams volvers a verla". Por lo
que el prncipe se qued desolado. Adems, la bruja le aplic un
hechizo dejando ciego al prncipe.
Incapacitado de volver a su castillo, el prncipe acab viviendo
durante muchos aos en el bosque hasta que un da, por
casualidad, lleg al solitario lugar donde viva Rapunzel.
Al escuchar la melodiosa voz, se dirigi hacia ella. Cuando estaba
cerca, Rapunzel lo reconoci. Al verlo se volvi loca de alegra,
pero se puso triste cuando se dio cuenta de su ceguera.
Lo abraz tiernamente y llor. Sus lgrimas cayeron sobre los
ojos del prncipe ciego y de inmediato los ojos de l se llenaron
de luz y pudo volver a ver como antes. Entonces, felices por
estar reunido con su amor, los dos se casaron y vivieron muy
felices.
FIN
~ 29 ~
EL RATONCITO PREZ
A los peques de la casa la cada de los primeros dientes les hace
muchsima ilusin. Es que muchsimas familias an conservan la
tradicin que le dice al nio que ponga el diente debajo de la
almohada cuando se vaya a dormir. Mientras el nio duerme, el
Ratoncito Prez se llevar el diente y en su lugar dejar un
regalo.
En realidad, esa tradicin existe para calmar el posible dolor y el
trauma que puede suponer la cada de un diente para algn nio.
No sabemos qu sentido tiene el hecho de que un ratn se lleve
los dientes de los nios. Sera fcil explicar a los nios que el
ratn es coleccionista de dientes de nios, pero no sabemos cmo
caera la explicacin entre los mayores. Tampoco sabemos por
qu se llama Prez (tal vez sea una tradicin slo espaola). Y
recuerda que si vistas Madrid puedes ver la casa museo del
ratoncito Prez.
De todas formas el nio no se hace estas preguntas y menos aun
si el ratoncito Prez es generoso con l. Para la siguiente ocasin
en que se le caiga otro diente el trauma ser mucho menor, que
es de lo se trata.
Pepito Prez era un pequeo
ratoncito de ciudad. Viva con
su familia en un agujerito de la
pared de un edificio. El agujero
no era muy grande pero era
muy cmodo, y all no les
faltaba la comida. Vivan junto
a una panadera, por las noches
l y su padre iban a coger
harina y todo lo que
encontraban para comer.
Un da Pepito escuch un gran
alboroto en el piso de arriba.
~ 30 ~
Y como ratn curioso que era trep y trep por las caeras
hasta llegar a la primera planta. All vio un montn de aparatos,
sillones, flores, cuadros..., pareca que alguien se iba a instalar
all.
Al da siguiente Pepito volvi a subir a ver qu era todo aquello, y
descubri algo que le gust muchsimo. En el piso de arriba
haban puesto una clnica dental.
A partir de entonces todos los das suba a mirar todo lo que
haca el doctor Jos M. Miraba y aprenda, volva a mirar y
apuntaba todo lo que poda en una pequea libreta de cartn.
Despus practicaba con su familia lo que saba. A su madre
le limpi muy bien los dientes, a su hermanita le cur un dolor de
muelas con un poquito de medicina... Y as fue como el ratoncito
Prez se fue haciendo famoso.
Venan ratones de todas partes para que los curara. Ratones de
campo con una bolsita llena de comida para l, ratones de ciudad
con sombrero y bastn, ratones pequeos, grandes, gordos,
flacos... Todos queran que el ratoncito Prez les arreglara la
boca.
Pero entonces empezaron a venir ratones ancianos con un
problema ms grande. No tenan dientes y queran
comer turrn, nueces, almendras, y todo lo que no podan comer
desde que eran jvenes. El ratoncito Prez pens y pens cmo
poda ayudar a estos ratones que confiaban en l.
Y, como casi siempre que tena una duda, subi a la clnica dental
a mirar. All vio como el doctor Jos M le pona unos dientes
estupendos a un anciano. Esos dientes no eran de personas, los
hacan en una gran fbrica para los dentistas. Pero esos dientes,
eran enormes y no le servan a l para nada.
Entonces, cuando ya se iba a ir a su casa sin encontrar la
solucin, apareci en la clnica un nio con sumam. El nio quera
que el doctor le quitara un diente de leche para que le saliera
rpido el diente fuerte y grande.
~ 31 ~
El doctor se lo quit y se lo dio de recuerdo. El ratoncito Prez
encontr la solucin: "Ir a la casa de ese nio y le comprar el
diente", pens. Lo sigui por toda la ciudad y cuando por fin lleg
a la casa, se encontr con un enorme gato y no pudo entrar.
El ratoncito Prez se esper a que todos se durmieran y
entonces entr a la habitacin del nio. El nio se haba dormido
mirando y mirando su diente, y lo haba puesto debajo de su
almohada.
Al pobre ratoncito Prez le cost mucho encontrar el diente,
pero al fin lo encontr y le dej al nio un bonito regalo. A la
maana siguiente el nio vio el regalo y se puso contentsimo y se
lo cont a todos sus amigos del colegio.
Y a partir de ese da, todos los nios dejan sus dientes de leche
debajo de la almohada. Y el ratoncito Prez los recoge y les deja
a cambio un bonito regalo. Y colorn colorado este cuento se ha
acabado.
FIN
~ 32 ~
RICITOS DE ORO
En una preciosa casita, en el medio de un bosque florido, vivan 3
ositos. El pap, la mam, y el pequeo osito. Un da, tras hacer
todas las camas, limpiar la casa, y hacer la sopa para la cena, los
tres ositos fueron a pasear por el bosque.
Mientras los ositos estaban caminando por el bosque, apareci
una nia llamada Ricitos de Oro que, al ver tan linda casita, se
acerc y se asom a la ventana.
Cuentos infantiles tradicionales
Todo pareca muy ordenado y coqueto dentro de la casa.
Entonces, olvidndose de la buenaeducacin que su madre le
haba dado, la nia decidi entrar en la casa de los tres ositos.
Al ver la casita tan bien recogida y limpia, Ricitos de Oro
curiose todo lo que pudo. Pero al cabo de un rato
sinti hambre gracias al olor muy sabroso que vena de la sopa
puesta en la mesa.
Se acerc a la mesa y vio que
haba 3 tazones. Un pequeo,
otro ms grande, y otro ms y
ms grande todava. Y otra vez,
sin hacer caso a la educacin
que le haban dado sus padres,
la nia se lanz a probar la
sopa.
Comenz por el tazn ms grande, pero al probarlo, la sopa
estaba demasiado caliente. Entonces pas al mediano y le pareci
que la sopa estaba demasiado fra. Pas a probar el tazn ms
pequeo y la sopa estaba como a ella le gustaba. Y la tom toda,
todita.
~ 33 ~
Cuando acab la sopa, Ricitos de Oro se subi a la silla ms
grande pero estaba demasiado dura para ella. Pas a la silla
mediana y le pareci demasiado blanda. Y se decidi por sentarse
en la silla ms pequea que le result comodsima.
Pero la sillita no estaba acostumbrada a llevar tanto peso y poco
a poco el asiento fue cediendo y se rompi. Ricitos de Oro
decidi entonces subir a la habitacin y probar las camas.
Prob la cama grande pero era muy alta. La cama mediana estaba
muy baja y por fin prob la cama pequea que era tan mullidita y
cmoda que se qued totalmente dormida.
Mientras Ricitos de Oro dorma profundamente, llegaron los 3
ositos a la casa y nada ms entrar el oso grande vio cmo su
cuchara estaba dentro del tazn y dijo con su gran voz:
-Alguien ha probado mi sopa!
Y mam oso tambin vio su cuchara dentro del tazn y dijo:
-Alguien ha probado tambin mi sopa!
Y el osito pequeo dijo con voz apesadumbrada:
-Alguien se ha tomado mi sopa y se la ha comido toda entera!
Despus pasaron al saln y dijo pap oso:
-Alguien se ha sentado en mi silla!
Y mam oso dijo:
-Alguien se ha sentado tambin en mi silla!
Y el pequeo osito dijo con su voz aflautada:
-Alguien se ha sentado en mi sillita y adems me la ha roto!
Al ver que all no haba nadie, subieron a la habitacin para ver si
el ladrn de su comida se encontraba todava en el interior de la
casa. Al entrar en la habitacin, pap oso dijo:
-Alguien se ha acostado en mi cama!
~ 34 ~
Y mam oso exclam:
-Alguien se ha acostado en mi cama tambin!
Y el osito pequeo dijo:
-Alguien se ha acostado en m camita...y todava sigue durmiendo!
Ricitos de Oro, mientras dorma crea que la voz fuerte que haba
escuchado y que era pap oso, haba sido un trueno, y que la voz
de mam oso haba sido una voz que la hablaba en sueos pero la
voz aflautada del osito la despert.
De un salto se sent en la cama mientras los osos la observaban,
y salt hacia el otro lado saliendo por la ventana corriendo sin
parar un solo instante, tanto, tanto que no daban con los pies en
el suelo.
Desde ese momento, Ricitos de Oro nunca volvi a entrar en casa
de nadie ajeno sin pedir permiso primero. Y colorn colorado, este
cuento se ha acabado.
FIN
~ 35 ~
LOS MUSICOS DE BREMEN
rase una vez un asno que, por desgracia, se qued sin trabajo.
Era muy viejo y por lo tanto ya no poda transportar sacos de
cereales al molino. Pero aunque era viejo, el asno no era tonto.
Decidi irse a la ciudad de Bremen, donde pens que podran
contratarlo como msico municipal. Y dicho y hecho! El asno
abandon la granja donde haba trabajado durante aos y
emprendi un viaje hacia Bremen.
El asno haba caminado ya un buen rato cuando se encontr a un
perro cansado por el camino. Y le dijo:
- Debes estar muy
cansado, amigo
Y le contest el perro:
- Ni que lo digas! Como ya
soy viejo, mi amo quiso
matarme, pues dice que ya
no sirvo para la casa. As
que decid alejarme
rpidamente. Lo que no s
es qu podr hacer ahora
para no morirme
de hambre.
- Mira - le dijo el asno. A m me pas lo mismo. Decid irme a
Bremen a ver si me contratan como msico de la ciudad. Si vienes
conmigo podras intentar que te contratasen a ti tambin. Yo
tocar el lad. T puedes tocar los timbales.
La idea le gust al perro y decidi acompaar al asno. Caminaron
un buen trecho cuando se encontraron a un gato con cara de
hambriento, y le dijo el asno:
- No tienes buena cara, amigo.
A lo que le contest el gato:
~ 36 ~
- Pues cmo voy a tener buena cara si mi ama intent ahogarme
porque dice que ya soy demasiado viejo y no cazo ratones como
antes? Consegu escapar, pero qu voy hacer ahora?
- A nosotros, -le dijo el asno, nos ha pasado lo mismo, y nos
decidimos ir a Bremen. Si nos acompaas, podras entrar en la
banda que vamos a formar, pues podras colaborar con tus
maullidos.
El gato, como no tena otra alternativa, acept la invitacin y se
fue con el asno y el perro. Despus de mucho caminar, y al pasar
cerca de una granja, los tres animales vieron a un gallo
que cantaba con mucha tristeza en lo alto de un portal. Y le dijo
el asno:
- Debes estar muy triste, amigo. Al que le contest el gallo:
- Pues, en realidad estoy ms que triste. Estoy desesperado! Va
a ver una fiesta maana y mi ama ha ordenado a la cocinera que
esta me corte el cuello para hacer conmigo un buen guiso. Y le
dijo el asno:
- No te desesperes. Vente con nosotros a Bremen, donde
formaremos una banda musical. T, con la buena voz que tienes,
nos ser muy til all.
El gallo levant su cabeza y acept la invitacin, siguiendo a los
otros tres animales por el camino. Lleg la noche y los cuatro
decidieron descansar un poco en el bosque. Se haban acomodado
bajo un rbol cuando el gallo, que se haba subido a la rama ms
alta, avis a sus compaeros de que vea una luz a los lejos.
El asno le dijo que podra ser una casa y deberan irse a la casa
para que pudiesen estar ms cmodos. Y as lo hicieron. Al
acercarse a la casa averiguaron que la casa se trataba de una
guarida de ladrones. El asno, como era el ms alto, mir por la
ventana para ver lo que pasaba en su interior.
- Qu ves?, le preguntaron todos.
~ 37 ~
- Veo una mesa con mucha comida y bebida, y junto a ella hay
unos ladrones que estn cenando, les content el asno.
- Ojal pudiramos hacer lo mismo nosotros! - exclam el gallo.
- Pues s - concord el asno.
Los cuatro animales se pusieron a montar un plan para ahuyentar
a los bandidos para que les dejaran la comida. El asno se puso de
manos al lado de la ventana; el perro se encaram a las espaldas
del asno; el gato se mont encima del perro, y el gallo vol y se
pos en la cabeza del perro.
Enseguida, empezaron a gritar, y de un golpe, rompieron los
cristales de una ventana. Armaron tal confusin que los bandidos,
aterrorizados, salieron rpidamente de la casa.
Los cuatro amigos, despus de que lograron su propsito, hicieron
un verdadero banquete. Acabada la comida, los cuatros apagaron
la luz y cada uno se busc un rincn para descansar.
Pero en el medio de la noche, los ladrones, viendo que todo
pareca tranquilo en la casa, mandaron a uno de ellos que
inspeccionara la casa. El enviado entr en la casa a oscuras y,
cuando se diriga a encender la luz, vio que algo brillaba en el
fogn. Eran los ojos del gato que se haba despertado. Y sin
pensar dos veces, se salt a la cara del ladrn y empez a
araarle. El bandido, con miedo, ech a correr. Pero no sin antes
llevarse una coz del asno, ser atacado por el perro, y llevarse un
buen susto con los gritos del gallo.
Al reunirse con sus compaeros, el bandido les dijo que en la casa
haba una bruja que le atac por todos lados. Le ara, le
acuchill, le golpe, y le grit ferozmente. Y que todos deberan
huir rpidamente. Y as lo hicieron todos.
Y fue as, gracias a buen plan que haban montado los animales,
que los cuatros msicos de Bremen pudieron vivir su vejez,
tranquila y cmodamente, en aquella casa.
FIN
~ 38 ~
PEDRO Y EL LOBO
rase una vez un pequeo pastor que se pasaba la mayor parte de
su tiempo paseando y cuidando de sus ovejas en el campo de un
pueblito. Todas las maanas, muy tempranito, haca siempre lo
mismo. Sala a la pradera con su rebao, y as pasaba su tiempo.
Muchas veces, mientras vea pastar a sus ovejas, l pensaba en
las cosas que poda hacer para divertirse. Como muchas veces se
aburra, un da, mientras descansaba debajo de un rbol, tuvo una
idea. Decidi que pasara un buen rato divirtindose a costa de la
gente del pueblo que viva por all cerca. Se acerc y empez a
gritar:
- Socorro, el lobo! Qu viene el lobo!
La gente del pueblo cogi lo que tena a mano, y se fue a auxiliar
al pobre pastorcito que peda auxilio, pero cuando llegaron all,
descubrieron que todo haba sido una broma pesada del pastor,
que se deshaca en risas por el suelo.
Los aldeanos se enfadaron y
decidieron volver a sus casas.
Cuando se haban ido, al pastor
le hizo tanta gracia la broma
que se puso a repetirla. Y
cuando vio a la gente
suficientemente lejos, volvi a
gritar:
- Socorro, el lobo! Que viene
el lobo!
La gente, volviendo a or, empez a correr a toda prisa, pensando
que esta vez s que se haba presentado el lobo feroz, y que
realmente el pastor necesitaba de su ayuda. Pero al llegar donde
estaba el pastor, se lo encontraron por los suelos, rindose de
ver cmo los aldeanos haban vuelto a auxiliarlo. Esta vez los
aldeanos se enfadaron an ms, y se marcharon terriblemente
enfadados con la mala actitud del pastor, y se fueron enojados
con aquella situacin.
~ 39 ~
A la maana siguiente, mientras el pastor pastaba con sus ovejas
por el mismo lugar, an se rea cuando recordaba lo que haba
ocurrido el da anterior, y no se senta arrepentido de ninguna
forma. Pero no se dio cuenta de que, esa misma maana se le
acercaba un lobo. Cuando se dio media vuelta y lo vio, el miedo le
invadi el cuerpo. Al ver que el animal se le acercaba ms y ms,
empez a gritar desesperadamente:
- Socorro, el lobo! Que viene el lobo! Qu se va a devorar todas
mis ovejas! Auxilio!
Pero sus gritos han sido en vano. Ya era bastante tarde para
convencer a los aldeanos de que lo que deca era verdad. Los
aldeanos, habiendo aprendido de las mentiras del pastor, de esta
vez hicieron odos sordos. Y lo qu ocurri? Pues que el pastor
vio como el lobo se abalanzaba sobre sus ovejas, mientras l
intentaba pedir auxilio, una y otra vez:
- Socorro, el lobo! El lobo!
Pero los aldeanos siguieron sin hacerle caso, mientras el pastor
vio como el lobo se coma unas cuantas ovejas y se llevaba otras
tantas para la cena, sin poder hacer nada, absolutamente. Y fue
as que el pastor reconoci que haba sido muy injusto con la
gente del pueblo, y aunque ya era tarde, se arrepinti
profundamente, y nunca ms volvi burlarse ni a mentir a la
gente.
FIN
~ 40 ~
LA MAM CABRA Y LOS SIETE CABRITILLOS
En una bonita casita del bosque vivan 7 cabritillos y su mam.
Un da la mam cabra tuvo que irse de compras al pueblo y dijo a
sus hijitos:
- Hijos mos, me voy a comprar al pueblo y cuando yo vuelva
daremos un paseo por el campo. Os traer exquisita comidita.
Y todos los cabritillos, felices, dijeron:
- Vale, mam!!
Antes de salir de casa, la mam cabra les dijo:
- Mientras yo no llegue, no abrid la puerta a nadie, vale hijitos?
Y los cabritillos, obedientes, dijeron:
- Vale, mam!!
Fuera de casa, detrs de un
rbol se esconda un temible
lobo que observaba cmo la
madre cabra sala con su bolso
de casa, dejando a sus hijitos
solitos dentro de la casa.
Minutos despus de que la
madre cabra saliera de casa, el
lobo se acerc a la puerta y
dando algunos golpes, TOC TOC
TOC a la puerta de la casa de
los cabritillos, dijo:
- Soy vuestra mam y os traigo buena comidita. podis abrirme
la puerta?
Reconociendo la voz del lobo, los cabritillos gritaron:
- NOOO... tu no eres nuestra madre. Eres el lobo!!!
~ 41 ~
Decepcionado, el lobo se fue y se acerc a una granja que haba
all cerca, y se comi docenas y docenas de huevos para aclarar y
suavizar su voz. Y volvi a la casa de los cabritillos: TOC TOC
TOC... Y con voz suave dijo:
- Nios, soy vuestra mam, podis abrirme la puerta?
No convencidos de que era su madre, los cabritillos le dijeron:
- Si eres nuestra madre, entonces ensanos vuestra pata.
El lobo no dud en ensearles su pata negra y peluda por debajo
de la puerta. Y los cabritillos dijeron:
- NOOOO... t no eres nuestra madre. Eres el lobo!!!
Contrariado, el lobo se dirigi a la casa de un molinero y le pidi
un saco de harina. Meti una patita en la harina para que se la
blanqueara y se fue otra vez a la casa de los cabritillos: TOC
TOC TOC... Y les dijo:
- Nios, soy vuestra mam y os traigo comidita muy exquisita del
pueblo. Abrid la puerta!
Los cabritillos volvieron a decirle:
- Si eres nuestra madre, entonces ensanos tu pata.
El lobo ense su pata bien rebozada en harina por debajo de la
puerta y los cabritillos dijeron:
- Esta vez s que eres mam! Y abrieron la puerta.
El lobo entr rpidamente en la casa y empez a correr para
alcanzar a los cabritillos. Los cabritillos salieron corriendo y se
escondieron cada uno en un sitio distinto.
En este momento, pasaba por all un cazador que, oyendo todo el
ruido de voces, entr en la casa y estaba a punto de matar el lobo
cuando el animal sali corriendo asustado y con miedo, rogando al
cazador que no le matara y jurando que jams volvera por
aquellos lados. Al cabo de un rato lleg la mam cabra y se
encontr la puerta abierta y la casa vaca.
~ 42 ~
- Ay, mis hijitos! Seguro que a todos se los ha llevado el lobo.
Fue entonces cuando todos los cabritillos, uno a uno, fueron
saliendo de su escondrijo, para la alegra de la mam cabra. El
cazador le explic todo lo que haba ocurrido. Y entonces, como
agradecimiento al cazador, la mam cabra y sus cabritillos
prepararon una gran fiesta donde pudieron comer la rica comidita
que haba comprado la mam cabra en el mercado del pueblo.
FIN
~ 43 ~
LA RATITA PRESUMIDA
rase una vez una ratita muy coqueta y presumida que un da,
barriendo la puerta de su casa, se encontr una moneda de oro.
Qu suerte la ma!, dijo la ratita, y se puso a pensar:
- En qu me gastar la moneda? La gastar, la gastar,... En
caramelos y gominotas! NO NO... que harn dao a mis dientes.
La gastar, la gastar,... ya s, la gastar en bizcochos y tartas
muy ricas!! NO NO... que me darn dolor de tripa. La gastar, la
gastar... ya s, la gastar en un gran y hermoso lazo de color
rojo!
La ratita presumida y sus
pretendientes
Con su moneda de oro la ratita
se fue a comprar el lazo de
color rojo y luego, sintindose
muy guapa, se sent delante de
su casa, para que la gente la
mirara con su gran lazo.
Pronto se corri la voz de que
la ratita estaba muy hermosa y
todos los animales solteros del
pueblo se acercaron a la casa
de la ratita, proponindole
casamiento.
El primero que se acerc a la ratita fue elgallo. Vestido de traje
y muy coqueto, luciendo una enorme cresta roja, dijo:
- Ratita, ratita, Te quieres casar conmigo? La ratita le
pregunt: Y qu me dirs por las noches?
Y el gallo dijo:
- Ki ki ri kiiii, cant el gallo con su imponente voz.
~ 44 ~
Y la ratita dijo:
- No, no, que me asustars... Y el gallo sigui su camino. No tard
mucho y apareci el cerdo.
- Ratita, ratita, Te quieres casar conmigo?
La ratita le pregunt: Y qu me dirs por las noches?
- Oinc oinc oinc, gru el cerdo con orgullo.
Y la ratita dijo:
- No, no, que me asustars...
Y el seor cerdo se march. No tard en aparecer el burro.
- Ratita, ratita, Te quieres casar conmigo?
La ratita le pregunt:
- Y qu me dirs por las noches?
- Ija, ija, ijaaaa, dijo el burro con fuerza
Y la ratita dijo:
- No, no, que me asustars...
Y el burro volvi a su casa por el mismo camino. Luego, apareci
el perro.
- Ratita, ratita, Te quieres casar conmigo?
La ratita le pregunt: Y qu me dirs por las noches?
- Guau, guau, guau, ladr el perro con mucha seguridad
Y la ratita dijo:
- No, no, que me asustars...
Y el perro bajo sus orejas y se march por las montaas. No
tard mucho y apareci el seor gato.
- Ratita, ratita, Te quieres casar conmigo?
La ratita le pregunt:
- Y qu me dirs por las noches?
~ 45 ~
- Miau, miau, miauuu, ronrone el gato con dulzura.
Y la ratita dijo:
- No, no, que me asustars... Y el gato se fue a buscar la cena por
otros lados
. La ratita ya estaba cansada cuando de repente se acerc un
fino ratn.
- Ratita, ratita, Te quieres casar conmigo?
La ratita le pregunt:
- Y qu me dirs por las noches?
- Pues me callar y me dormir, y soar contigo.
Y la ratita, sorprendida con el ratn, finalmente tom una
decisin:
- Pues contigo me casar. Y as fue como la ratita felizmente se
cas con el ratn.
FIN
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