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III Modernidad Inconclusa
Sesin 3
Arte y sociedad
Francisco Reyes Palma, Arte funcional y vanguardia (1921-1952), en Modernidad y
modernizacin en el arte mexicano. Catlogo de la exposicin, MUNAL, Mxico, 1994.
n Europa, durante el ltimo cuarto del siglo XIX, las primeras
vanguardias histricas recorrieron caminos no hollados por la anemia acadmica con el
fin de mantener la "fidelidad" a la representacin. Atacaron el problema desde varias
perspectivas: la luz en el impresionismo, la ptica en el neoimpresionismo o el color y la
estructura interna de los objetos, como fue el caso del postimpresionismo. Y sin
embargo, estas vanguardias podan estar seguras de s mismas, respaldadas por una
cultura que se impona hegemnicamente al resto del planeta, del mismo modo que sus
metrpolis expandan el poder de sus economas y el deslumbramiento tecnolgico.
Sin perder esa plataforma de seguridad metropolitana, en las dos primeras
dcadas del siglo XX, los continuadores del vanguardismo reaccionaron con mayor
violencia ante su propio mundo, hasta hacerlo estallar en la representacin: las
distorsiones formales del expresionismo; el desmonte y el reordenamiento figurativo
dentro de un orden geomtrico distinto (estable en el cubismo, mvil y fugaz en el
futurismo): mundo disuelto crticamente en el gesto disruptor dadasta o trasmutado en
formas ideales, en lenguajes geomtricos universales, a la manera del abstraccionismo,
el suprematismo y el neoplasticismo.
Aparte de seguir mimticamente los cnones estticos de los "centros"
metropolitanos, a lo ms que podan aspirar las naciones "perifricas" era a ser
tomadas en cuenta por sus caractersticas "primitivas", miradas a partir de su
atractivo extico; forma ms sutil an de distanciamiento ante "el otro", de remarcar
su excentricidad.
Entre todos los pases americanos, Mxico concreta el experimento cultural
quiz ms original de la primera mitad del siglo XX, en que un pas "perifrico" da
respuesta a la modernidad. Por su carcter hbrido, el artista mexicano poda sentirse
heredero de los encuentros culturales de la vanguardia metropolitana. A su vez, la
guerra civil que inicia en 1910 y que inaugura el ciclo revolucionario del siglo, abrir
las compuertas en 1921 a la experimentacin del cambio cultural; de manera tal que su
Fermn Revueltas. El caf de 5 centavos, ca. 1924. Cat. 23
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propia carga de pasados y tradiciones pudiera fundirse en un fenmeno de afirmacin
nacionalista frente a la "centralidad" de la cultura hegemnica europea y a la
civilizacin estadounidense que empezaba a despuntar como relevo.
El signo manifiesto de la vanguardia mexicana fue producir una esttica de la
diferenciacin, como autorreconocimiento de la otra vertiente de su tradicin, la de
origen indio principalmente, y con un sentido de continuidad anticolonial. Ser distinto
determinaba la manera de encarar el violento proceso modernizador de un capitalismo
ms demoledor que el experimentado por los europeos. Con un sentido dualista, los
intelectuales y artistas mexicanos resolvan su desgarramiento interno anclados en las
tradiciones negadas, comprometidos con un proceso transformador que sobrepasaba
los lmites fijados a la produccin artstica. Tras siglos de experimentar la nocin de
rezago, de vivir a trastiempo, la inteligencia mexicana asumi atnita su propia
aventura libertaria, paralela en significado a la de las vanguardias europeas, mismas
que resultaban herencia y negacin, y en ese sentido paradigma asimtrico.
La resultante mexicana vendr a ser el desdoblamiento de las vanguardias que,
para socializarse, abandonarn paulatinamente el peso de las bsquedas formales,
caractersticas de buena parte de sus iguales europeas. Vanguardias que terminarn
por asumirse como movimientos esttico-polticos, y cuya problemtica se desplazar
hacia la eficacia y el vigor comunicativos del lenguaje artstico, encaminados a
revolucionar las relaciones sociales establecidas y sus condicionantes culturales. En este
sentido, vanguardias ms cercanas al experimento sovitico.
La dcada del veinte en Mxico cumpli con el anhelo del liberalismo
decimonnico de configurar una presencia distintiva respecto a los centros dominantes
de cultura. Habr que reconocer el papel que en este desarrollo jug la figura de Jos
Vasconcelos y su propuesta de descolonizar la visin de los creadores para que
repararan en su propia realidad y ensayaran una modalidad contempornea de gran
arte pblico y monumental.
Vasconcelos puso en circulacin ideas que revirtieron los patrones de
exclusividad cultural hasta entonces privativos. Su pica nacionalista lleg a permear la
actividad de intelectuales y artistas. Criollismo asimilador de lo indio y lo hispnico,
cuyo lema fue unificar a la nacin mediante la cultura.
Atenido al principio de respeto a la libertad expresiva y aun por encima de sus
preferencias estticas, el ministro se mantuvo al margen cuando los artistas
quebrantaban la imagen tradicional de su prctica, al imprimirle nuevos sentidos
ticos, estticos y pedaggicos. En todo caso, su exigencia se atuvo al puro criterio
productivista de demandar a los artistas "velocidad y superficie" Quin sino Rivera
colmara el programa del ministro con su produccin descomunal?
En el medio cultural mexicano fueron los pintores de la dcada del veinte
quienes detentaron una presencia social hegemnica. No obstante, la primera
vanguardia posrevolucionaria, el estridentismo, tuvo un perfil predominantemente
literario. De hecho, esa primera vanguardia fue precedida en varios meses por el
surgimiento del muralismo, el cual tena en su favor no slo la anticipacin sino contar
con patrocinio y con una propuesta original. Artistas como Rivera, Remellas, Charlot y
Alva de la Canal, participaban de la renovacin pictrica emprendida en los muros
pblicos y se mantuvieron asociados al estridentismo.
El estridentismo no pretendi formar una tendencia plstica predeterminada;
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ms bien desarroll una estrategia para impulsar los mecanismos de acceso a la
modernidad desde un pas sumido en el atraso. De ah que fuera tan afn al futurismo y
al ultrasmo, nacidos en una Italia o una Espaa a su vez "perifricas" frente al
desarrollo de otras naciones europeas. El creacionismo y el dadasmo, por otra parte,
no le fueron ajenos, como tantas otras corrientes que le parecan encarnar el sentido
innovador.
La prensa grfica ilustrada, de carcter industrial, con semanarios del tipo de El
Universal Ilustrado y Revista de Revistas, cre a travs del escndalo el mbito de
realidad del movimiento. Pese a ser la vanguardia un asunto eminentemente urbano,
fue en la provincia donde la agrupacin engros sus filas. La ciudad de Puebla, por
ejemplo, se transform en uno de sus frentes alternos y en cuna del segundo manifiesto
(1923), cuya agresividad jacobina oblig a uno de los firmantes, Germn List Arzubide,
a exilarse en la ciudad de Mxico o, para ser ms especficos, a refugiarse en la
atmsfera de dandis y bohemios de nuevo cuo: "El Caf de Nadie".
En esa trinchera de la vanguardia se fragu el primer rgano de prensa del
movimiento, Irradiador (1923), y se presentaron algunas exhibiciones del "arte
estridentista" (1924), notablemente enriquecidas con la presencia de Germn Cueto y
Leopoldo Mndez. Para entonces, ya era patente el vocabulario del grupo: la
compactacin geomtrica de planos y volmenes, su dinamismo tendiente a capturar la
simultaneidad de acciones y la percepcin fragmentada de la vida contempornea. Con
entusiasmo equivalente, el movimiento celebraba la novedad de los lenguajes
publicitarios, de la fotografa en su acepcin de medio tecnolgico de creacin pura;
asimismo renda culto a la velocidad y difunda sus visiones saturadas por el impacto de
la tecnologa: el avin, la locomotora, el radio, las antenas y los cables inalmbricos.
Ramn Alva de la Canal. Postes (Ilustracin de El viajero en el vrtice), 1926. 11.18
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Tal mpetu de fuerzas mecnicas, encontr su punto de identificacin humana
con la masa revolucionaria, el contrapoder fuera de control, ritual y festn del cambio
violento. Urbe, de Maples Arce, intentaba erigirse en trasunto esttico de la revolucin
mexicana. De alguna manera, este "Sper poema bolchevique en 5 cantos" establece el
vuelco que desembocar en el proceso de nacionalizacin de la vanguardia, sobre todo a
partir de 1925 con el traslado del movimiento a "Xalapa" (con X a la manera
estridentista), en apoyo a la accin educativa del gobierno del general Jara.
Ah, los estridentistas trastocaron su capacidad demoledora por un proyecto
constructivo que retom el atajo cultural probado por Vasconcelos, para la difusin
masiva de la cultura. Editaron entonces la revista Horizonte, con sus magnficas
portadas y vietas y una serie de libros bellamente ilustrados con xilografas.
Inspirados en las empinadas y brumosas callejuelas provincianas, los artistas
proyectaban la urbe del futuro sembrada de rascacielos: "Estridentpolis". Sueo
interrumpido por la cada de Jara, en su intento por frenar las ambiciones petroleras
forneas en la regin. En septiembre de 1927 el grupo inici su dispersin definitiva.
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