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MADRE MAGDALENA MORANOMADRE MAGDALENA MORANO
Texto tomado de la homilía de Juan Pablo II en la Santa Misa de la Beatificación Sábado 5 de
noviembre 1994
Texto tomado de la homilía de Juan Pablo II en la Santa Misa de la Beatificación Sábado 5 de
noviembre 1994
“Yo soy la Vid Verdadera" (Jn 15,1).
Jesús pronuncia estas palabras el primer día de su pasión. Pero la alegoría a la cual recurre se refiere
sobre todo a la resurrección: la vid es Cristo resucitado, Vida invencible que se entrega a los demás. Para estar en grado de dar la vida, la vid debe ser podada. El viñador debe además casi
“herirla”, cuando va a injertar un nuevo sarmiento. Jesús dice: El Padre es el viñador; es Él quien cultiva la viña. La vida que está en mí viene del Padre y es vida invencible. Si yo acepto la muerte lo hago para dar a los sarmientos la vida que está en mí, aquella
que me ha dado el Padre (cfr. Jn 15,1-2).
“Yo soy la Vid Verdadera" (Jn 15,1).
Jesús pronuncia estas palabras el primer día de su pasión. Pero la alegoría a la cual recurre se refiere
sobre todo a la resurrección: la vid es Cristo resucitado, Vida invencible que se entrega a los demás. Para estar en grado de dar la vida, la vid debe ser podada. El viñador debe además casi
“herirla”, cuando va a injertar un nuevo sarmiento. Jesús dice: El Padre es el viñador; es Él quien cultiva la viña. La vida que está en mí viene del Padre y es vida invencible. Si yo acepto la muerte lo hago para dar a los sarmientos la vida que está en mí, aquella
que me ha dado el Padre (cfr. Jn 15,1-2).
Aparece claro, por tanto, que la alegoría, usada por Cristo antes
de su pasión, está orientada
en realidad hacia el misterio de la vida que ha vencido la
muerte. Esta vida ha
pasado a través de la
experiencia de la muerte, para
que se manifestara
plenamente su poder.
Aparece claro, por tanto, que la alegoría, usada por Cristo antes
de su pasión, está orientada
en realidad hacia el misterio de la vida que ha vencido la
muerte. Esta vida ha
pasado a través de la
experiencia de la muerte, para
que se manifestara
plenamente su poder.
Cristo se presenta como la vid sobre la cual debe ser injertado cada uno de nosotros. La vid es por tanto la imagen de la vida eterna, el injerto es la figura de la vida que se difunde. El Padre es el Dador de aquella vida que se manifiesta en el Hijo y que del Hijo es comunicada a cada persona, que es como el sarmiento, en el cual se difunde la linfa; de lo contrario se marchita, muere y se echa en el fuego (cfr. Jn 15,6).
Cristo se presenta como la vid sobre la cual debe ser injertado cada uno de nosotros. La vid es por tanto la imagen de la vida eterna, el injerto es la figura de la vida que se difunde. El Padre es el Dador de aquella vida que se manifiesta en el Hijo y que del Hijo es comunicada a cada persona, que es como el sarmiento, en el cual se difunde la linfa; de lo contrario se marchita, muere y se echa en el fuego (cfr. Jn 15,6).
¿Qué cosa, por tanto, se debe hacer para no ser un sarmiento seco? Es necesario permanecer
en Cristo; es necesario nutrirse continuamente de su Palabra. Palabra que da la vida. Si la Palabra de Cristo permanece en nosotros, la oración, que nace de ella es
siempre escuchada: “Si permanecéis en Mí y mis palabras permanecen en ustedes, pedid aquello que
deséis, y se os dará” (Jn 15,7).
¿Qué cosa, por tanto, se debe hacer para no ser un sarmiento seco? Es necesario permanecer
en Cristo; es necesario nutrirse continuamente de su Palabra. Palabra que da la vida. Si la Palabra de Cristo permanece en nosotros, la oración, que nace de ella es
siempre escuchada: “Si permanecéis en Mí y mis palabras permanecen en ustedes, pedid aquello que
deséis, y se os dará” (Jn 15,7).
L a alegoría de la L a alegoría de la vid y de los vid y de los
sarmientos nos sarmientos nos revela el misterio revela el misterio de la cosecha que de la cosecha que Cristo ofrece a su Cristo ofrece a su
Iglesia. Maduran en Iglesia. Maduran en la Iglesia, como en la Iglesia, como en la viña evangélica la viña evangélica cuántos acogen su cuántos acogen su
Palabra – y Palabra – y maduran a la vida maduran a la vida en Dios, es decir a en Dios, es decir a
la Gloria.la Gloria.
L a alegoría de la L a alegoría de la vid y de los vid y de los
sarmientos nos sarmientos nos revela el misterio revela el misterio de la cosecha que de la cosecha que Cristo ofrece a su Cristo ofrece a su
Iglesia. Maduran en Iglesia. Maduran en la Iglesia, como en la Iglesia, como en la viña evangélica la viña evangélica cuántos acogen su cuántos acogen su
Palabra – y Palabra – y maduran a la vida maduran a la vida en Dios, es decir a en Dios, es decir a
la Gloria.la Gloria.
La gloria de Dios es el hombre viviente, "Gloria Dei vivens homo", enseña San Irineo, y añade: La vida del hombre es la visión de Dios, "Vita hominis, visio Dei" (Adv. haereses,
4,20,7).
La gloria de Dios es el hombre viviente, "Gloria Dei vivens homo", enseña San Irineo, y añade: La vida del hombre es la visión de Dios, "Vita hominis, visio Dei" (Adv. haereses,
4,20,7).
Así, mediante esta alegoría, Jesús revela plenamente el misterio de la vida que está en Él. Este misterio se
ha convertido en fuente de vida para cuántos han creído en Él. El mismo misterio se revela como fuente
de vida inmortal para la Sierva de Dios Magdalena Morano, que consagró totalmente su vida a Cristo, podrá testimoniarlo de generación en generación.
Así, mediante esta alegoría, Jesús revela plenamente el misterio de la vida que está en Él. Este misterio se
ha convertido en fuente de vida para cuántos han creído en Él. El mismo misterio se revela como fuente
de vida inmortal para la Sierva de Dios Magdalena Morano, que consagró totalmente su vida a Cristo, podrá testimoniarlo de generación en generación.
¡Sor Magdalena Morano! Ella, la "maestra nata", había venido de
Turín, la ciudad de Don Bosco, con su notable talento pedagógico y su amor por Dios y por el prójimo. Sor Magdalena desplegó en Sicilia, en favor de la gente, una intensa y fecunda actividad espiritual y
educativa. Por largos años se hizo una de la tierra siciliana,
convirtiéndose en modelo de fiel servicio a Dios y a los hermanos. Debemos mirarla, para realizar
mejor este proyecto apostólico y misionero que la Iglesia, en todos
sus componentes, tiende a promover, escuchando la voz del Espíritu y actuando en un común
esfuerzo de diligente discernimiento de los “signos de los tiempos”.
¡Sor Magdalena Morano! Ella, la "maestra nata", había venido de
Turín, la ciudad de Don Bosco, con su notable talento pedagógico y su amor por Dios y por el prójimo. Sor Magdalena desplegó en Sicilia, en favor de la gente, una intensa y fecunda actividad espiritual y
educativa. Por largos años se hizo una de la tierra siciliana,
convirtiéndose en modelo de fiel servicio a Dios y a los hermanos. Debemos mirarla, para realizar
mejor este proyecto apostólico y misionero que la Iglesia, en todos
sus componentes, tiende a promover, escuchando la voz del Espíritu y actuando en un común
esfuerzo de diligente discernimiento de los “signos de los tiempos”.
El desaliento y la amargura por más desconcertantes y abrumadores, son sentimientos humanos comprensibles,
pero no deben ganar a la valentía cristiana del compromiso por el bien, “cueste lo que cueste” como
decía Madre Magdalena Morano.
El desaliento y la amargura por más desconcertantes y abrumadores, son sentimientos humanos comprensibles,
pero no deben ganar a la valentía cristiana del compromiso por el bien, “cueste lo que cueste” como
decía Madre Magdalena Morano.
En nuestra época, caracterizada por una dramática crisis de valores y de una sufriente ansia del Absoluto, a vosotros os es mandado realizar un programa serio y empeñativo de
profundización doctrinal, de coherencia de vida, de perseverancia en el ejercicio de la caridad.
En nuestra época, caracterizada por una dramática crisis de valores y de una sufriente ansia del Absoluto, a vosotros os es mandado realizar un programa serio y empeñativo de
profundización doctrinal, de coherencia de vida, de perseverancia en el ejercicio de la caridad.
Existía un impulso en Madre Morano, que, animado por un profundo anhelo de amor y de santidad, la
llevó por tantos años a recorrer serena e intrépida las calles de vuestra ciudad y de la región. La sostenían en su compromiso las enseñanzas y los ejemplos de
San Juan Bosco y de Santa María Doménica Mazzarello.
Existía un impulso en Madre Morano, que, animado por un profundo anhelo de amor y de santidad, la
llevó por tantos años a recorrer serena e intrépida las calles de vuestra ciudad y de la región. La sostenían en su compromiso las enseñanzas y los ejemplos de
San Juan Bosco y de Santa María Doménica Mazzarello.
Trecastani
Catania
Mirando el mar, ella decía: “¿Ved cómo es grande, inmenso el mar? Más grande, inmensa la bondad de Dios!". Y con una simple pero incisiva comparación, ilustraba así el camino de la santidad: “Se sube a la
alta montaña de la perfección con la constante mortificación. También las altas casas están hechas
de pequeñas piedras sobrepuestas las unas a las otras”.
Mirando el mar, ella decía: “¿Ved cómo es grande, inmenso el mar? Más grande, inmensa la bondad de Dios!". Y con una simple pero incisiva comparación, ilustraba así el camino de la santidad: “Se sube a la
alta montaña de la perfección con la constante mortificación. También las altas casas están hechas
de pequeñas piedras sobrepuestas las unas a las otras”.
Sus exhortaciones iluminan, confortan, animan: “Pensad como habría pensado Jesús. Rezad
como habría rezado Jesús. Actuad como habría actuado Jesús". Así Madre
Magdalena decía y así vivía, repitiéndose a sí misma: “Pide la
gracia de llevar en paz cada día la cruz de Jesús".
Sus exhortaciones iluminan, confortan, animan: “Pensad como habría pensado Jesús. Rezad
como habría rezado Jesús. Actuad como habría actuado Jesús". Así Madre
Magdalena decía y así vivía, repitiéndose a sí misma: “Pide la
gracia de llevar en paz cada día la cruz de Jesús".
Nuestra hermanala Beata
Magdalena Morano, vive en Dios y Dios
vive en ella por siempre.
“Te he amadocon amor eterno"
afirma el Señor por boca del profeta
Jeremías (31,3).
Nuestra hermanala Beata
Magdalena Morano, vive en Dios y Dios
vive en ella por siempre.
“Te he amadocon amor eterno"
afirma el Señor por boca del profeta
Jeremías (31,3).
Ella ha experimentado en sí misma la verdad de esta palabra divina y, después las pruebas de la vida, la
hacen testimonio del cumplimiento de la promesa de Dios a su pueblo:
"Habían partido llorando, pero yo los traigo llenos de consuelo; los conduciré a los torrentes de agua por un camino llano, donde ellos no tropezarán. Porque
yo soy un padre para Israel" (31,9).
Ella ha experimentado en sí misma la verdad de esta palabra divina y, después las pruebas de la vida, la
hacen testimonio del cumplimiento de la promesa de Dios a su pueblo:
"Habían partido llorando, pero yo los traigo llenos de consuelo; los conduciré a los torrentes de agua por un camino llano, donde ellos no tropezarán. Porque
yo soy un padre para Israel" (31,9).
La Beata Magdalena Morano, junto con toda la
“gran multitud” de los Santos del Cielo, vive
ahora “entre las consolaciones” que Dios
reserva a sus fieles, a cuantos se han esforzado
por vivir en la fe y de trabajar según la caridad.
La Beata Magdalena Morano, junto con toda la
“gran multitud” de los Santos del Cielo, vive
ahora “entre las consolaciones” que Dios
reserva a sus fieles, a cuantos se han esforzado
por vivir en la fe y de trabajar según la caridad.
Propiamente es esto lo que la
Beata ha buscado de hacer en el
curso de su vida, amando “no solo de palabras y con
la lengua, sino con los hechos y en la verdad”.
(1Jn 3,18).
Propiamente es esto lo que la
Beata ha buscado de hacer en el
curso de su vida, amando “no solo de palabras y con
la lengua, sino con los hechos y en la verdad”.
(1Jn 3,18).
Su amor se ha convertido así en testimonio constante de correspondencia fiel a Dios que es Amor. Ella resplandece hoy delante de nosotros
como luminoso ejemplo de una solidaridad laboriosa que ha sabido unir el Norte y el Sur de Italia.
Su amor se ha convertido así en testimonio constante de correspondencia fiel a Dios que es Amor. Ella resplandece hoy delante de nosotros
como luminoso ejemplo de una solidaridad laboriosa que ha sabido unir el Norte y el Sur de Italia.
CHIERI
CATANIA
Y ahora la Beata intercede por nosotros, intercede por la Iglesia.
¡Grande es el poder de la intercesión de los Santos! Magdalena ha cumplido la voluntad de Dios y nos ha dejado el testimonio de las obras agradables a Dios.
Y ahora la Beata intercede por nosotros, intercede por la Iglesia.
¡Grande es el poder de la intercesión de los Santos! Magdalena ha cumplido la voluntad de Dios y nos ha dejado el testimonio de las obras agradables a Dios.
Sr. Alba Vernazza fma
Texto tomado de la homilía de Juan Pablo II
en la Misa de la Beatificación Sábado 5 de noviembre
1994
Texto tomado de la homilía de Juan Pablo II
en la Misa de la Beatificación Sábado 5 de noviembre
1994
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