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La VirLa Virggen de los Sicariosen de los SicariosEnsayo cr ít icoEnsayo cr ít ico
La violencia en muchos países de Latinoamérica es
protagonista diario en las principales portadas de los periódicos,
un ejemplo reinante es Colombia, donde la vida de sus
habitantes se limita en vivir y en un morir más latente que en
otras latitudes. Ahí, la vida es peligrosa, es dura y es violenta.
Pero la indiferencia con que los colombianos ven su existencia,
llena de crímenes y atrocidades, es aun más grave que la
delincuencia misma.
La Virgen de los Sicarios es una obra que muestra la cruel
realidad de la situación que existe en Medellín, ciudad al norte
de Bogotá; exponiendo la dureza existente en las calles a causa
de conflictos políticos y de negocios. Algunos la consideran
ofensiva hacia este pueblo sudamericano y opinan que debe ser
prohibida1, mientras que otros se resignan en aceptar y en
reconocer la verdad en lo descrito en el libro de Fernando
Vallejo. Ciertos intelectuales destacan que lo que se busca con
1 El escritor y periodista colombiano, Germán Santamaría, director de la Revista Diners, pidió "sabotear y ojalá prohibir" la exhibición de la producción, que calificó de "siniestra y truculenta" contra Medellín y "contra todo lo colombiano".
esta producción es precisamente rescatar la tolerancia, la
comprensión de una tierra llena de contrastes.
Esta ciudad es un lugar donde la frase “donde la vida no
vale nada” expresa con gran precisión las alternativas
cotidianas. Una Medellín hundida en la pobreza y en la miseria,
producto de la corrupción de los gobernantes y del mal manejo
de los recursos, con una juventud muy torcida la cual trata de
obtener lo necesario a como dé lugar, a balazos si es necesario.
Puede ser descrita como una “ciudad de horror, caos y odio,
donde las deudas de sangre pasan de hermanos a hermanos y
de amigos a amigos, como si la suerte de los vivos estuviese en
manos de los muertos, y donde sólo las iglesias son oasis de
paz”2. Es un ambiente de violencia el que domina en los barrios
marginales, entre las pandillas de sicarios y las bandas de
narcotraficantes. “Medellín, ese templo de la cocaína que hizo
famoso al difunto narco Pablo Escobar”3. Y si en esta ciudad la
vida no vale nada es, entre otras cosas, porque buena parte de
los jóvenes se desempeñan como asesinos mal pagados de los
emperadores de la cocaína, donde la justicia anda por las
2 Guillermo Ravaschino, crítico de cine de nacionalidad colombiana. 3 Guillermo Ravaschino.
manos de cualquiera, y la muerte inútil de cualquier persona es
un acontecimiento normal en cada jornada.
En esta localidad destruida, donde lo bello queda en la
remota y casi idílica infancia o en la fantasmagoría de las luces
nocturnas, el bien y el mal se confunden, y la vida y la
destrucción llegan a ser lo mismo. El idioma refuerza la
confusión: o es el eufemismo de los derechos humanos, para el
que ya no hay asesinos sino "presuntos asesinos", y por lo tanto
presuntos muertos y presuntos cadáveres, y presuntos
narcotraficantes, o la palabra de la ley y la justicia, igualmente
engañosa, y por la que todos nos matamos4. Problemas de
semántica, como decía el ex presidente colombiano a mediados
de los años ochenta, Virgilio Barco5.
La virgen de los sicarios forma parte de la autobiografía
del escritor colombiano Fernando Vallejo. En este libro cuenta
parte de su historia; después de treinta años de ausencia
regresó a la ciudad de Medellín y, al ver los profundos cambios,
se dio cuenta que el tiempo transcurrido había sido una
eternidad; "ya nadie vale nada..."6
4 Jorge Orlando Melo (periodista y crítico), comentario respecto a la situación que vive su país Colombia.5 Político colombiano, nacido en 1921, que ocupó diversos cargos en la administración pública de su país y del extranjero; en 1986 accedió como presidente de la república como candidato del partido Liberal. 6 Fernando Vallejo en La virgen de los sicarios (Alfaguara, Madrid 1994)
Recuperó un poco de vitalidad al enamorarse de uno estos
muchachos de vida efímera: un joven sicario de dieciséis años,
de nombre Alexis, quien conoció por medio de un amigo . Con él
empieza una relación bastante difícil: la diferencia de edad, y
las venganzas entre barrios que tienen a su amor en la mira,
ese muchacho que libra a Fernando de lo que parece causarle
mas molestia: la gente; y ¿cuál gente?... toda; hasta se
desquita con Bolívar, "la gloria es una estatua cagada por las
palomas"7. Así comienza una doble lucha: la de sobrevivir en y
la de mantener a flote la historia de amor : "Los momentos más
fulgurantes de mi existencia son los que he vivido en la cama
con muchachos. Pagando o no pagando"8. “Él regresó a morir
en su Medellín, ahora sumergido en una violencia sin por qué,
de sicarios homosexuales y desempleados, capaces de matarte
por un gesto mal entendido”9.
El hombre vuelve a su pueblo natal con la muerte
pisándole los talones, en una parábola del retorno marcada
siempre por el cansancio y la desconfianza. El deseo de morir lo
embarga: "La vida es muy corta y cuando menos lo pensamos
7 Fernando Vallejo en La virgen de los sicarios (Alfaguara, Madrid 1994).8 Declaraciones de Vallejo en una entrevista realizada por Tatiana Escárraga de la Fundación Octaedro en Madrid con el motivo de la presentación de la versión cinematográfica de esta obra.9 Iván R. Méndez, analista de la obra.
este negocio se acabó. Estoy viviendo horas extras, vine a morir
aquí"10. Parece no tener razón alguna para continuar en este
mundo, además, a esto se le une el hallazgo de una ciudad en
la que muchas cosas se han reemplazado, en medio de una
fisura social y moral de vastos alcances que lo desilusionan
mucho. Como su fin último es "morirse", o en el peor de los
casos dedicarse a "recoger perros abandonados en Medellín y
Bogotá", Vallejo se empeñó en retar a su país. "Insulto
repetidamente para ver quién me mata. Y, como todo en
Colombia, se quedará en la confusión. Si quieren una fecha
para matarme que me digan y yo voy. Que me mate Colombia
es una forma honorable de salir del horror de la vida", su país
no tiene "hacia dónde mirar". "Colombia mata treinta mil
personas al año, que mate una más para que no vaya a perder
el récord", dijo con cierto sarcasmo11.
La virgen de los sicarios, da para reír en muchos actos, o
para mover al corazón a través del dolor, también obliga a una
introspección, no sólo física, sino a un nivel más profundo en lo
social y en lo político; que es, exactamente, lo que una obra
10 Vallejo en La Virgen de los Sicarios11 Fernando Vallejo dio estas declaraciones a varios medios de comunicación en España durante la presentación de La Virgen de los Sicarios en las pantallas de los cines.
artística debe sembrar. Es una provocación, pero, a su vez, es
un reflejo de una ciudad y de un país hostigado por el olvido,
por el desamparo, por la apatía; "cuando la humanidad se
sienta en sus culos a ver a 22 tipos corriendo detrás de una
pelota estamos jodidos"12.
Podría expresarse que es una novela sobre las muertes de
jóvenes personas, el ruido, la insensatez de la televisión, la
ingenuidad de los políticos, los partidos de fútbol, los vallenatos,
la prensa, las consejerías de paz, los curas, los presidentes...
pero no es así. "La virgen de los sicarios no es un documental
sobre los niños asesinos de Medellín. Ni es, ni pretendía serlo;
lo habría escrito de otra manera. Es una historia donde están
los sicarios, donde está la iglesia donde van en peregrinación. Y
es una historia donde estoy sobre todo yo"13.
En Medellín la muerte, que acecha en cada esquina y se
huele por cualquier lugar, y la vida se separan por una delgada
línea, se alejan solo por un pestañeo o por una desatención.
Los niños y adolescentes agotan su existencia rápidamente,
viven al día porque el mañana no existe para ellos y ni siquiera
les importa, sólo hay dos caminos: la muerte y ser muertos
12 La virgen de los sicarios (Alfaguara, Madrid 1994).13 Fernando Vallejo y su definición de la película basada en su libro autobiográfico.
vivientes. La vida depende de la muerte, aunque parezca
absurdo, así es... la permanencia en este “país del odio”14
obedece a una ley surgida a causa de las situaciones horribles
que se presentan: no matas y no te matarán... de esto esta
sujeto el seguir viviendo.
Los sicarios son ángeles de la muerte. Siempre van en
parejas, en motocicletas desde las que disparan a sus víctimas
para luego escapar con gran rapidez. Son poco más que niños y
matan, y también mueren; sin ataduras, sin temores, sin
percibirlo casi.
De los rasgos más penetrantes de La virgen de los
sicarios se destaca la efectiva combinación de la materia
puramente de ficción con un registro de índole documental.
Muchos de los sicarios se basan en verdaderos chicos de la
calle, como las iglesias, esos raros templos adonde hincarse a
rezar o vender y consumir bazuco son tareas indistintas 15.
14 Así se refirió Vallejo a Colombia en una entrevista realizada por Tatiana Escárraga en Madrid con el motivo de la presentación de la versión cinematográfica de esta obra.15 Tomado de comentarios de Ravaschino.
La religión es muy importante en estos jóvenes asesinos
con sueldo, a pesar de su frialdad cuando de matar se trata,
mantienen vivas sus creencias visitando estos santuarios. “La
devoción de los sicarios es idéntica a la de los cruzados y los
conquistadores, que se santiguaban con las armas e invocaban
al santoral para sus orgías de muerte, pero ahora utilizada no
para arrasar al infiel ni destrozar al distinto, sino al hermano
querido”16. Es la transgresora guerra de caínes y abeles, la
muerte, que no es un patrimonio colombiano, sino, como lo dijo
un crítico francés después de analizar la obra, “lo que más hay
en todas partes”...sin duda alguna.
¿La violencia, la muerte, es un mal o lo que nos libera del
mal? Los amantes del narrador, sus muchachos, sus "bellezas",
están aprisionados por ese mismo mal, pero se libran liquidando
a uno que otro ciudadano particularmente molesto; ponen sus
equipos de sonido a todo volumen, pero están listos a ejecutar
al taxista que aumenta agresivamente el volumen de su radio.
A diferencia de los criminales, él culpa los malos tiempos a
Dios, se queja de la religión y de su incapacidad de controlar
esa matanza palpable en el aire, materializada en los caños
16 William Ospina, redactor y crítico colombiano de la Revista Número (Noviembre-diciembre de 1998).
rojizos por donde corren lágrimas de amor y de dolor. Critica el
estado de Medellín, los cambios o a otras personas, que aún se
sorprenden con la violencia de su ciudad. O cuando ve como los
políticos planean mejorar la situación y él, simplemente, no les
cree y los insulta. Además critica fuertemente a España, la
madre patria, no la respeta e incentiva un sentimiento en contra
de los conquistadores de América... les hecha la culpa de los
males sociales: “Españoles cerriles, indios ladinos, negros
agoreros: júntelos en el crisol de la cópula a ver qué explosión
no le producen con todo y la bendición del Papa. Sale una
gentuza tramposa, ventajosa, perezosa, envidiosa, mentirosa y
asquerosa, traicionera y ladrona, asesina y pirómana. Esa es la
obra de España la promiscua, eso es lo que nos dejó cuando se
largó con el oro. Y un alma clerical y tinterilla, oficinesca,
amante del incienso y el papel sellado. Alzados,
independizados, traidores al rey, después a todos esos
malnacidos les dio por ser presidente”17.
Vallejo no es ningún niño, ronda los cincuenta años de
edad, pero es igual o más insensibilizado que los sicarios
17 La virgen de los sicarios (Alfaguara, Madrid 1994).
mencionados. Estos cayeron debido a la marginación y a la
derivada torpeza intelectual, oportunamente complementado por
la adicción a los mini-componentes Aiwa y a los zapatos
Reebook; el escritor por la vía opuesta: es culto y consciente
pero, a la vez, insuperablemente cínico, oscuro, escéptico y
como si el conocimiento lo hubiera condenado a una impotencia
amarga.
Vallejo compara a los pobres con las ratas, comen como
ratas, deambulan como ratas... mueren como ratas. Lo que le
sobra a Vallejo es dinero y a pesar de esto cree que darle
dinero a los pobres es hacerles mas daño a ellos mismos y a la
sociedad en general. Sin importar su pensamiento... lo hace a
un lado y ayuda y complace a las personas que interactúan con
esta figura tan ajena a este contexto pero tan propio al mismo
tiempo desde años atrás, desde su infancia, en el lugar donde
creció. Los sicarios son parte de esta sociedad hambrienta, los
complace, a pesar de lo molesto que puede ser para sus
intereses. Esto le permite hacer de sus días una especie de
paseo permanente, sin rumbo ni planificación, acompañado por
su niño-amante. Dos muertos vivos vagando por las calles de
Metrallo como dirían algunos debido a los constantes ruidos
espantosos provenientes de las armas mini-uzi.
La pobreza de las comunas no le importa a nadie, esta
miseria es contrastada por las celebraciones de los
narcotraficantes cuando logran introducir en suelo
estadounidense algún cargamento de droga. A pesar de la
carencia de medios, los sicarios se las ingenian para darse sus
gustos, andan con “ropa de marca”, les gusta lo bueno como a
todos y no se conforman con cualquier cosa. Además, si tienen
la oportunidad se aprovechan de algún amorío y consiguen algo
para sus madres, como es el caso de Wilmar18 que obtiene de
Fernando una refrigeradora.
En 1729 Jonathan Swift19, exiliado en la Irlanda
empobrecida y explotada, escribió la Modesta propuesta para
impedir que los niños pobres de Irlanda sean una carga para
sus padres y su país y sean de utilidad para todos . En un país
oprimido por el hambre, el desempleo y la violencia, Swift
propuso, con un tono de seriedad que remedaba los escritos de
18 Joven sicario que Fernando “utiliza” como substituto de Alexis. Posteriormente el escritor reconoce que Wilmar fue el que asesinó a su amado.19 Escritor y periodista irlandés (1667-1745), uno de los maestros de la prosa en la lengua inglesa.
los economistas, utilizar buena parte de los niños que
alcanzaron su primer cumpleaños para la alimentación de las
personas acomodadas y los propietarios, pues "habiendo ya
devorado la mayoría de los padres, tienen mejores derechos
sobre sus hijos". No es fácil leer serenamente las minuciosas
descripciones de las distintas formas de cocinar a los niños, o
los cálculos sobre el dinero que se ahorraría el reino
comiéndoselos antes de que cuesten demasiado por su
alimentación y su crianza o los argumentos rigurosos que
demuestran que su propuesta aumentará la ternura y el amor
maternales, reforzados por la esperanza de un ingreso cuando
la mujer venda sus hijos a los carniceros.
Como en la Modesta propuesta, Vallejo desafía los
sentimientos piadosos, mostrando los asesinatos cometidos por
sus personajes, Wilmar o Alexis, como parte del esfuerzo
valiente de la muerte por reducir el sufrimiento de la ciudad
maldita, de Medellín, y contrarrestar la furia procreadora de los
antioqueños, productora de más y más pobreza y de más y mas
sufrimiento20. "Mi señora muerte pues, la paradójica, es la que
aquí se necesita. Por eso anda toda venteada por Medellín día
20 Tomado de un artículo de Jorge Orlando Melo que fue publicado en varios periódicos y revistas colombianas debido a la presentación del libro de Vallejo: La Virgen de los Sicarios.
y noche en su afán haciendo lo que puede, compitiendo con
semejante paridera, la más atroz. Este continuo nacer de niños
y el suero oral le están sacando canas". Y una raza con las
virtudes de los paisas (así se le llama a los colombianos)
necesita control: "Mis conciudadanos padecen de una vileza
congénita, crónica. Esta es una raza ventajosa, envidiosa,
rencorosa, embustera, traidora, ladrona: la peste humana en su
más extrema ruindad. ¿La solución para acabar con la juventud
delincuente? Exterminen la niñez."21
La situación que vive el pueblo colombiano no es distinta a
la que tienen que lidiar sus vecinos, así como a otros países
donde la violencia toma distintas dimensiones, peores o no,
pero siempre perturbadora.
El levantamiento de un pueblo ante su gobierno, tuvo
mejor exponente, recientemente, a Venezuela, donde los
habitantes clamaron, protestaron y exigieron la dimisión del
presidente Hugo Cháves, volviendo al poder después de un
fallido golpe de estado. Hoy, los problemas persisten,
21 Declaraciones de Fernando Vallejo ante la posible solución al problema de la juventud actual en Colombia y la comparación de su obra con la de Swift.
manteniéndose un malestar muy generalizado entre los distintos
sectores sociales.
Pareciera que la política, en todas sus longitudes, ha
hecho que los pueblos más desprotegidos, tomen la iniciativa
de hacerse escuchar ante la disconformidad de las decisiones
de sus gobernantes. Recientemente, el departamento de
Arequipa, al sur de Perú, se levantó contra las medidas de
privatización del presidente Alejandro Toledo22. ¿El pueblo es el
que realmente elige que camino seguir en Colombia?... ¡qué
difícil es vivir! si esta duda persiste en un occidente en el que
supuestamente la democracia gobierna.
El largometraje abre sobre la figura del escritor y termina
con él, en el momento de correr una cortina que es una
metáfora sobre su mismo fin. En el recorrido de los meses que
cubre la historia, Fernando se encontró con una idea de la
muerte muy diferente de la que le dictaba su propio cansancio,
una muerte que depende de la vida...
BibliografíaBibliografía22 Periódico La Nación, 18 de junio del 2002. Pág. 20 A.
Vallejo, Fernando. La virgen de los sicarios . Madrid: Alfaguara, 1994.
Sitios en Internet consultados:
http://www.banrep.gov.co/blaavirtual/letra-m/melo/vallejo1.htmhttp://www.cineismo.com/criticas/virgen-de-los-sicarios-la.htmhttp://www.elamante.com/nota/1/1090.shtmlhttp://www.elcolombiano.com/proyectos/virgendelossicarioshttp://www.fotograma.com/notas/reviews/1583.shtmlhttp://www.montrealconsabor.com/prensa/articles/virgenSicarios/index.shtmlhttp://www.octaedro.org.ec/sicarios.htmhttp://www.revistanumero.com/26virgen.htm http://www.terra.com/especiales/miamifilmfestival/lavirgendelossicarios.htmlhttp://www.zinema.com/pelicula/2000/lavirgen.htm
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