Libro digital autobiografico

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LIBRO DIGITAL AUTOBIOGRAFICOPRESENTADO POR: LUZ ADRIANA

MORALES GARZONID: 478187

Nací un sábado 13 de abril de 1985 a las 3:30 am en Neiva, Huila; rodeada de tías, primos y hermanos porque mi madre dio a luz en su humilde vivienda, fue atendida por una partera famosa del barrio Alberto Galindo, y al día siguiente fuimos atendidas por los médicos del Hospital General Hernando Moncaliano.

Mi querida madre María Alicia Morales Garzón, nativa de la jagua-Huila, mujer humilde, trabajadora, emprendedora, luchadora de la vida, llevó sola la carga de un hogar conformado por tres hombres William, Francisco, Faiver, y una linda mujer “yo” Luz Adriana, que por cosas del destino le toco seguir el camino sola.

Fueron muchos años de continuos trabajos, grandes sacrificios y abundantes lágrimas de esta mujer, que luchaba incansablemente para sacar adelante sus cuatro hijitos; que como una tigresa los defendía de tantas humillaciones.

Trabajo en casas de familias

Vivienda autoconstrucción

Mis dos hermanos mayores se apersonaron del trabajo del hogar, y del permanente cuidado de mi hermanito y yo, los más pequeños, mientras mi madre se rebuscaba lo del alimento y los gastos diarios.

Mis hermanos se crecieron y fueron colaborando con las necesidades de la casa, sin perder los principios que habían adquirido por nuestra madre.

Sin saber la situación económica, mi hermanito y yo disfrutábamos sin locura nuestra hermosa infancia, llena ingenuidad, humildad y honestidad.

Ellos encontraron el amor y se organizaron con unas buenas mujeres, decidieron traer a este mundo hijos, y fue así como la familia se fue creciendo.

Mi hermanito, el que ocupa el tercer lugar de todos, le toco tomar la responsabilidad mientras mi madre continuaba trabajando.

Mi abuela materna nos acompañó un largo tiempo hasta que Dios decidió mandar por ella; fue muy duro para nosotros, porque se iba nuestro único apoyo y grata compañía.

Mi madre nos dio el bachiller, pero no podíamos contar con estudios universitarios porque no podía, lo que sí hizo con tanto esfuerzo fue comprarnos una vivienda digna en el sur de la ciudad.

Obtuvimos el bachiller académico, y nos pusimos a trabajar, mi hermano mayor es ingeniero en obras civiles, el tercero está terminando salud ocupacional y tiene otros estudios técnicos, y yo tengo dos técnicos: en preescolar, enfermería y estoy empezando psicología. El segundo de mis hermanos no le gusto el estudio pero aprendió un arte el cual se desempeña en él.

Ahora somos una familia muy feliz, muy unida, compartimos muchas reuniones, paseos, conversaciones, nos reímos, nos peleamos, pero ahí estamos; amándonos y apoyándonos el uno al otro.

A mi vida llego el amor, un hombre con muchas cualidades y defectos, pero lo amo con toda mi alma, decidí darle el sí en la iglesia, nos casamos y conformamos un lindo hogar, con el tiempo llego nuestro primogénito juan José el fruto de nuestro amor.

Me propuse a estudiar y a superarme, trabajamos fuertemente con mi esposo para adquirir bienes y comodidades.

Llegaron más hijos a nuestro hogar, y por supuesto más unión, amor, comprensión.

La etapa más dura de mi vida, fue cuando Dios decidió mandar por mi madre para que lo acompañara en el reino de los cielos, sentí que mi vida se destruía, porque mi madre era todo para mí

Fuero muchos años de llanto y sufrimiento.

Con un cerrar de ojos nuestros hijos se crecieron, se casaron, cada uno conformo su hogar y nos trajeron unos hermosos nietos, el cual disfrutábamos con mucho amor.

Ahora solo nos la pasamos viajando por los diferentes países, viviendo de las pensiones y de los arriendos de las cuatro casas que habíamos comprado con tanta lucha y sacrificios.

Aquí felices celebrando nuestras bodas de oro, 50 años de un verdadero matrimonio, al lado de bellas personas, que día a día valoraron nuestra continua luchas. Gracias familia por existir. Te amamos.

Nuestros hijos se encuentran administrando el negocio que su papa les dejo, una famosa ferretería en el centro de la ciudad de Neiva.

Ya tengo 67 años de edad, vivimos muy felices, mis hermanos nos vistan todos los fines de semana con sus nietos; o de vez en cuando nos reunimos

en nuestra finca familiar en rivera – Huila, allí compartimos, nos reímos, lloramos acordándonos de nuestra infancia.

FIN…