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Portones, paredones y rutas de diferentes fábricas, se entrelazan desde pequeños
detalles, descubriendo una fisonomía común que, gradualmente, va dando lugar al
reconocimiento de Fiat, Astilleros Astarsa, autopartistas Del Carlo, Acindar y Metcon. Las
imágenes se suceden en blanco y negro, con algunos detalles en color que aparecen por
breves instantes, son acompañadas por un constante sonido industrial, suave y latente.
Dos hombres de unos 60 años viajan en un auto en silencio. Por el parabrisas se ve
gente en bicicleta, calles suburbanas, una ruta poco transitada, un parque industrial.
El auto se detiene frente al portón metálico de una gran fábrica. Baja del auto el
petiso Páez, morrudo, de movimientos ágiles, junto al negro Flores, más alto y delgado.
Ambos se acercan al portón, lo tocan. El petiso le señala unas marcas, unas abolladuras
en las rejas. El paso del tiempo no logró borrar las huellas de una historia en la que Páez y
Flores fueron protagonistas. Sobre las rejas se escucha un sonido rítmico y metálico de
decenas de hierros que golpean el hierro.
Las imágenes de un antiguo documental institucional muestran una línea de
ensamble de automóviles en los años 70´: tareas repetitivas y ordenadas, veloces, una
línea de montaje que avanza, el auto que se va armando.
Páez y Flores trabajaron en la automotriz FIAT, una de las grandes empresas de
Córdoba, que contaba con más de 5000 operarios.
Las primeras rebeliones obreras en la planta nacieron en protesta por el aumento
de los ritmos trabajo. El descontento se consolidó en la sección de la forja, donde un
martillo descomunal caía sobre el hierro al rojo vivo y formaba casi instantáneamente una
pieza de automóvil. Los obreros de la forja trabajaban con fuego por delante y ventiladores
de enfriamiento por detrás, lo que producía graves problemas de salud.
Frente a la fábrica el petiso y el negro recuerdan cómo desde la forja se organizaron
sindicalmente y desplazaron a los dirigentes cómplices de la patronal extranjera durante
una dictadura militar.
Las calles que rodean la fábrica están casi desiertas. A pesar del vacío, poco a
poco, comienzan a oírse motores, escapes de motonetas, bocinas. La calle actual funde a
la misma en el año 69. Un inusual desfile de obreros en motos confluye con una columna
de manifestantes. Se ve la imagen del centro de la ciudad de Córdoba donde se arma una
barricada.
Páez narra cómo la rebelión obrera estudiantil de mayo del 69 -el cordobazo- fue el
principio del fin de la dictadura de Onganía y el preámbulo de una forma democrática,
independiente y combativa de organización obrera que se expresó con toda su fuerza en
los sindicatos SiTraC-SiTraM de los cuales el negro y el petiso fueron piezas
fundamentales.
Un guardia de seguridad revisa el portón del cual hablaban Páez y Flores. Se oye
un fuerte timbre. Poco a poco una multitud de obreros van saliendo del trabajo, pasan por
los molinetes, salen en grupos.
En una foto blanco y negro se repite ese mismo acto, la salida de los obreros de la
fábrica. Susana Fiorito, una mujer de sesenta y ocho años, de cuerpo muy pequeño y
cabello blanco, guarda la foto en una caja y retira de una biblioteca un bibliorato en donde
se hallan ordenadas publicaciones y volantes del Sindicato de Trabajadores de Fiat
Concord. Consignas por mejoras salariales se confunden con el texto ¡abajo la dictadura!
En otra octavilla se lee un llamado a asamblea con fecha de enero de 1971. Los ojos de
Susana brillan al revisar su propia historia.
Resuena en su mirada el sonido de una máquina de escribir. Luego sus manos de
mujer joven teclean sobre una olivetti, un mimeógrafo manual escupe volantes, los mismos
llueven en un barrio arrojados por un ciclista, o se retiran secretamente dobladitos debajo
del mingitorio de un baño.
Susana relata cómo en forma clandestina los trabajadores de la fábrica se comunicaban y
lograban una comunión de ideas para la lucha. Por eso cuando se armaban las asambleas
multitudinarias era demasiado tarde para la patronal que nada podía hacer.
Decenas de manos levantadas se ven recortadas contra el cielo. Algunas con los
dedos en V, otras con el puño cerrado. Una voz lejana y reverberante cuenta los votos a los
gritos: 125, 126, 127… La asamblea era la democracia. Y a la vez la profunda convicción
colectiva de que las medidas que se decidieran iban a ser cumplidas.
Se ve el frente de una antigua casa con un cartel que indica: Biblioteca Bella Vista.
En su interior, Susana guarda el bibliorato, se dirige a una sala donde unos niños sentados
en mesitas dibujan con crayones: una casa colorida; un sol y un monigote; un auto con una
familia adentro; una bandera argentina. Esa misma bandera, que en imagen de archivo,
flamea sostenida por los obreros que ocupaban las fábricas en los años 70.
Páez y Flores señalan distintas partes del predio de la FIAT, y rememoran cómo
fueron reincorporados luego de que intentaran despedirlos. La ocupación de la fábrica fue
la clave, con la solidaridad de todo el pueblo.
Páez y Flores se quedan en silencio. Comienza a escucharse un punteo de
guitarra. Una voz grave canta un curioso tango dedicado a los obreros de un astillero.
Las ondulaciones del agua que se forman tras el paso de una embarcación brillan
con el sol. En una lancha va Carlos Morelli de 63 años, recorre el Río Luján rodeado de
islas de frondosa vegetación. Nos cuenta que, inspirado por la lucha cordobesa, fue
delegado de Astilleros Astarsa. De su campera saca un pequeño papel, lee un viejo
volante, narra cómo se gestó el inicio de una corriente obrera joven a fines del 71´, que
tendría un dramático protagonismo a pocos días de asumir el gobierno de Héctor
Cámpora. Su lancha aminora el paso y se detiene frente a una costa con pastos crecidos,
arbustos y árboles. Es el astillero Astarsa abandonado. Morelli describe desde una orilla la
botadura de los navíos que ellos fabricaban.
Un fuerte destello de luz marca puntos de soldadura autógena en una gran plancha
de hierro. Una pesada grúa levanta unos perfiles mientras que una máquina aplasta
rítmicamente una barra de hierro al rojo vivo.
Morelli narra cómo después que las luchas en Córdoba jaquearan a los presidentes
de facto Onganía y Levingston, asumió el Gral. Lanusse que aisló a los obreros
cordobeses y creó fuertes expectativas a partir de la convocatoria a elecciones sin la
proscripción del peronismo.
La grúa se detiene, oscila en silencio una gran cadena.
La imagen de una antigua fotografía muestra a un grupo de obreros que portan
carteles: Basta de muertes. Queremos seguridad. Morelli explica la muerte de un
compañero de trabajo que cayó accidentalmente de una grúa. El hecho provocó la huelga,
y meses después, luego de otro accidente fatal, la toma del astillero.
Detalles comunes de la fisonomía del portón de Fiat y la entrada de Astarsa se
entrelazan en blanco y negro, con detalles en color que surgen por breves instantes
La metodología de los obreros cordobeses hacía eco en los astilleros de San
Fernando, esta vez enfrentando no sin contradicciones a una patronal argentina, a un
gobierno democrático que apenas asumía.
Un yate blanco surca majestuoso el río, dos chicas en bikini escoltan a un
personaje vestido de blanco que maneja el barco. Morelli amarra con esfuerzo su lancha y
hace tierra. Descubre tras los matorrales los restos de una gran explanada, vías, postes de
amarre. Su mirada queda detenida en el tiempo. Morelli cuenta cómo dejaban salir de a
uno a los directivos que retenían; hasta la llegada del ministro de trabajo de Cámpora que
puso término a la huelga obligando a la empresa a cumplir con las reivindicaciones de los
obreros: se reincorporaron trabajadores despedidos, se ponía en funciones el control
obrero de la salubridad y la seguridad…
Vuelve a escucharse el tango del astillero que se combina con ruidos fabriles.
Fotografías de caras sonrientes, de camionetas y autos desfilando por las calles, un
funcionario de anteojos leyendo un papel, rodeado de obreros con carteles y bombos.
Oscar Bonatto, de casi setenta años y rasgos bien marcados, camina frente a la ex
autopartista Del Carlo y recuerda como sus primeras luchas como delegado en esta planta
fueron inspiradas por los obreros de Astarsa.
Imágenes en blanco y negro de movilizaciones por la ruta Panamericana se funden
con imágenes actuales de esta ruta, se ven grandes y modernas fábricas, por la
madrugada, los obreros entran a trabajar. El playón de la ex Del Carlo se funde con el largo
camino hacia la entrada de Acindar, las imágenes blanco y negro sólo dejan lugar al color
amarillo del cartel de la gran acería. El tango llega a su fin.
Una mano sostiene una foto con operarios entrando a la fábrica Acindar, luego otra
que muestra una plaza de pueblo atestada de gente. Juan Actis, 58 años, camina por la
plaza central de Villa Constitución, se detiene a mirar la iglesia, los bancos y compara la
foto con los locales de enfrente a la plaza. Vive allí desde siempre, y trabajó en la
siderúrgica Acindar, en donde fue delegado e integrante de la Lista Marrón en el gremio
metalúrgico. Nos cuenta cómo la plaza y el pueblo estaban atestados de gente festejando
cuando esa lista recuperó el gremio en 1974. Juan recorre las calles de Villa Constitución.
Se lo ve desde lo alto como un pequeño punto rodeado de gente que camina por el pueblo.
Desde ese mismo ángulo se funden las imágenes de aquel festejo llamado villazo, cuando
el pueblo desfiló feliz en Ramblers, Citroëns, camionetas.
Tres principales empresas nucleaban a unos 6000 obreros de la localidad. La lucha
por la democracia sindical no fue fácil y el resto de la población la hizo suya a partir de
huelgas en otros sectores de la producción, comités solidarios y ocupaciones de fábrica
tras la muerte de Juan Domingo Perón.
En un viejo club en la ribera del río Paraná resuenan aplausos y cánticos. Actis
recorre el club. Cuenta cómo se intentó coordinar las organizaciones y comisiones internas
de todo el país en un Encuentro Nacional. Cómo el sindicato metalúrgico de Villa se
convirtió en un referente que demostraba que era posible continuar con la lucha a pesar del
accionar de la triple A que ya daba sus primeros pasos elaborando listas negras y
asesinando a activistas obreros y estudiantiles.
Las fotos del Encuentro muestran cientos de caras sonrientes. En una foto aparece
el Petiso Páez hablando por un megáfono. Los diarios de la época dan cuenta de la
participación de obreros del SiTraC Cordobés.
Actis recorre el gran galpón que fue el escenario del encuentro. Cuando sale apaga
las luces, la oscuridad gana de repente al gran espacio.
En la noche por la ruta de acceso a Villa Constitución se ven los frentes iluminados
de las fábricas Acindar, Metcon y Marathón. Un Falcon irrumpe en la ruta. Luego otro y otro.
El cuarto auto deja ver fusiles que asoman por las ventanillas. Un auto se detiene. Al ras del
suelo se ven las ruedas, la puerta que se abre y cinco o seis personas que apoyan sus pies
sobre el asfalto. La voz de Actis describe lo que fue el laboratorio del accionar de la
dictadura: más de 100 vehículos sin chapas patente, helicópteros y vehículos blindados
invadieron la villa para poner fin a un proceso que había comenzado cuatro meses antes.
El 20 de marzo del 75´ se detuvo a toda la conducción del gremio, hubo 300 apresados y 20
desaparecidos. La siniestra puesta en funcionamiento de los campos de concentración se
inició esa noche en casas de la empresa Acindar.
El entonces presidente de esa empresa, José Alfredo Martínez de Hoz, sería uno
de los principales responsables financieros de la represión en Villa Constitución. Pese a la
resistencia y a los 59 días de huelga, la represión fue más fuerte y Villa Constitución fue
controlada. El gobierno de Isabel congeló los salarios pero no los precios. Para que no sea
resistido había que neutralizar al movimiento obrero y al mismo tiempo desplazar a los
gobernadores peronistas que se opusieran al plan de la presidente.
La ruta ahora está desolada. Las luces de las grandes fábricas titilan en la
oscuridad. La oscuridad de la ruta de Villa Constitución se entrelaza con la ruta Cordobesa
que lleva la fábrica Fiat.
Frente a FIAT los dos viejos amigos, Páez y Flores se ríen, están contentos, se ven
llenos de vitalidad. En silencio caminan alejándose de la puerta de la planta hacia el
costado de la ruta. Ahí hay una placa sobre un pilar clavado en la tierra, ellos giran para
ponerse de frente a ella y eso los deja de frente a la planta industrial. El plano se cierra en la
placa donde están grabados los nombres de los desaparecidos de FIAT.
Morelli rodea las ruinas del astillero. Señala una puerta y cuenta la manera en que
los sindicalistas cómplices y la patronal aportaron fotos de los compañeros más
combativos. Los mismos que a partir del 24 de marzo del 76´ fueron secuestrados por la
dictadura. Esa fue la terrible estrategia que cobró la vida de miles de obreros argentinos.
Se ve al petiso y al negro de frente, ambos miran en silencio la placa. Se escucha el
sonido del viento y se oyen gritos y aplausos.
Detalles de rutas, portones, paredes y rejas de Fiat, Astillero Astarsa, Del Carlo,
Acindar y Metcon se entrelazan como si fueran una misma fábrica. Las imágenes se
suceden en color acompañadas por un constante sonido industrial, suave y latente.
Se superponen distintas imágenes del presente: centenares de obreros que
avanzan por la ruta Panamericana para cortar el paso; una asamblea de trabajadores
Zanón culmina con aplausos; la planta Mafissa que en la noche cerrada es rodeada por
centenares de efectivos de la gendarmería; obreros de Astilleros Río Santiago de
Ensenada inaugurado un monumento a sus compañeros desaparecidos; trabajadores con
cofia y guardapolvo vitorean desde arriba de los techos de una planta.
El viento revuelve una miríada de papeles, nuevos volantes frente a la fabrica FIAT.
Un nuevo tango está sonando, ya su letra es la memoria que sigue en pie, por la dignidad,
por el futuro, por el trabajo.
Hay momentos en que conocer ciertos personajes motivan a uno a contar las
historias más heroicas, más ocultas, más sencillas o más pintorescas. En el 2005 conocí a
Gregorio Flores y a Francisco “el petiso” Páez, dos obreros de casi 70 años que fueron
parte de los sindicatos del SiTraC-SiTraM. Compartí con ellos dos días y registré su
testimonio en la puerta de la fábrica Fiat. Desde que escuché las experiencias de sus
vidas, sus anécdotas y sus conclusiones, comencé a imaginar cuántos más como ellos
permanecían en el anonimato.
Entonces leí hasta el cansancio y encontré a Oscar Bonatto de la autopartista Del
Carlo, a Carlos Morelli y Juan Sosa del Astilleros Astarsa, a Coco Luna del SiTraC y Luz
Fuerza de Córdoba, a Juan Actis, y Pepe Kalauz que vivieron el villazo, a Susana Fiorito
que junto a Andrés Rivera se mudaron a Córdoba para colaborar con el SiTraC, a
Larguirucho de Astilleros -que todavía sigue fabricando barcos- y varios más. Todas sus
historias estaban entrecruzadas y cada aporte personal era una pieza para armar el
rompecabezas de una década de intensa lucha obrera.
A fines del 2005 fallece el petiso Páez. Un mes después, su compañera me pide
una copia de la entrevista para un acto-homenaje. Armé entonces un pequeño corto y lo
llevé a Córdoba. Viejos compañeros y amigos vieron al petiso contando sus anécdotas,
todos pedían su copia. Desde ese momento mi imaginación siguió su curso, esta historia
debía ser contada.
En marzo de 2006 tuve otra experiencia motivadora, y las historias confluyeron. Fui
al Astillero Río Santiago en la ciudad de Ensenada, a un acto de inauguración de un
monumento a los obreros desaparecidos en el 30 aniversario del golpe de estado. Allí
escuché hablar a viejos obreros que trabajaban en los años 70´ y a un joven trabajador hijo
de desaparecidos. Fue una imagen, quedó en mi recuerdo para seguir reflexionando.
Comencé entonces a cerrar una idea. Pasaron más de treinta años y se difundieron
muchos relatos sobre el pasado reciente, y sobre el por qué del golpe genocida, pero muy
pocos se centraron en las experiencias de las luchas obreras y en ese sujeto colectivo
sobre el que pesó gran parte de la represión.
Una “guerra justa” contra la “subversión marxista” dijeron los militares. Una guerra
entre dos bandos o “dos demonios” se decía por 1983. Más tarde surgieron algunas
historias sobre organizaciones armadas, y la reivindicación de algunas experiencias
militantes en particular.
Pero muy pocas apuntaron a un nudo central: que los sectores dirigentes en la
Argentina tuvieron que recurrir a un golpe sangriento, para sujetar a una clase trabajadora
que ganaba en combatividad y fuerza, que ponía en tela de juicio y desbordaba a las
burocracias sindicales, y que ganaba en autonomía para su emancipación y la del pueblo
en su conjunto. Esta historia no ha sido contada aún, ni sus voces han sido escuchadas ni
sus imágenes han sido vistas.
“Memorias para reincidentes” se propone narrar las experiencias de organización y
lucha por su autonomía que se dio un importante sector del movimiento obrero argentino
en el período 1969 / 1976. Planteando un nuevo punto de vista: la intervención central de la
clase trabajadora en su conjunto. No como reconocimiento de actores olvidados, no para
que sus protagonistas “vuelvan” al pasado para contar su parte, sino para que vuelvan
para debatir con él. El documental se plantea entonces tender un puente entre el pasado y
el presente, una herramienta para dar visibilidad a sus protagonistas, para abrir los
archivos de imágenes y rescatar sus acciones del olvido.
Los personajes del film recorren los escenarios en donde se sucedieron los hechos
relatados y transcurrieron momentos decisivos de sus vidas. Algunos escenarios
conservan las huellas de la historia y permanecen, si bien con cambios, cumpliendo su
función productiva. Tal es el caso de la fábrica FIAT Córdoba, con sus rejas, portón y torres
que remiten al relato de los protagonistas. O el parque industrial de Villa Constitución que
sigue en pie a la vera de la vieja ruta 9 que une esa ciudad con San Nicolás. Otros espacios
marcan el destino de la desindustrialización de los años venideros, como los astilleros
Astarsa, desmantelados a partir de su quiebra en el año 1994.
Protagonistas y espacios discurren entonces bajo la técnica del registro directo del
recorrido y la entrevista en acción. En relación a ésta última la voz del entrevistador será
suprimida en el montaje, rescatando momentos descriptivos y reflexivos de los
personajes. A su vez se busca descontracturar el relato a partir del recorrido, el re-
descubrimiento, la evocación. Para ello los objetos de lo escenográfico (grúas, tanques de
agua, salones, portones, garitas, muelles, etc.) cobran protagonismo, así como también
los archivos gráficos y fotográficos (biblioratos, volantes, fotos) que interactúan con los
personajes y disparan cruces entre pasado – presente.
Los espacios adquieren autonomía y se retrotraen a los 70´ a través de lo sonoro.
En este sentido se propone realizar un armado de bandas que prevea la utilización y la
mezcla de fragmentos sonoros de archivo con foley.
La música será compuesta e interpretada por Juan Sosa, artista compañero de
Morelli, que supo integrar la lista marrón de Astarsa y que tuvo que partir al exilio con el
advenimiento de la última dictadura. La guitarra, los acordes de tangos graves y rústicos
compondrán así el espíritu de las guitarreadas que organizaba Sosa con sus compañeros
de trabajo.
Voces, ruidos y música se proponen como articuladores en el montaje, anticipando
secuencias, solapándose en las imágenes de espacios y protagonistas. En muchos casos
será la bisagra entre registro y archivo, sea éste último gráfico, fotográfico o audiovisual.
En otras circunstancias la imagen del presente compondrá el montaje con el archivo
fílmico buscando la comparación o la relación simbólica. Vale como ejemplo las calles
vacías de la Córdoba actual que se montan con las calles donde desfilaron los
manifestantes del cordobazo, o para el segundo caso la enorme grúa oxidada que se
relaciona con el archivo de la pancarta Basta de muertes, queremos seguridad, haciendo
referencia al accidente en donde cayó un obrero desde esa altura.
La fotografía será de tipo naturalista para los exteriores, en horas de la mañana
para el registro en la FIAT , priorizando el clima frío de la jornada laboral que se inicia, en
horas de la tarde en Astarsa, en la búsqueda de lograr climas más cálidos en el entrono río
– vegetación – ruinas, éstas últimas con un gran componente ocre. Para Villa Constitución
el registro en la ciudad se elegirá durante la tarde temprana, ya que tiene cierta relación
con la hora en que fue realizado el archivo fotográfico del villazo. Y la tarde – noche para las
imágenes del cordón industrial.
El archivo constará desde fotos suministradas por los personajes, imágenes de en
16mm de los canales de TV de distintos conflictos en fábricas, hitos de la historia como el
cordobazo, material gráfico de la época (volantes, publicaciones sindicales, diarios,
revistas, publicidades) y documentales institucionales.
Se incluirán reconstrucciones a lo largo de la estructura, como por ejemplo:
”Decenas de manos levantadas se ven recortadas contra el cielo. Algunas con los dedos
en V, otras con el puño cerrado. Una voz lejana y reverberante cuenta los votos a los gritos:
125, 126, 127… La asamblea era la democracia.”, o “En la noche por la ruta de acceso a
Villa Constitución se ven los frentes iluminados de las fábricas Acindar, Metcon y
Marathón. Un Falcon irrumpe en la ruta. Luego otro y otro. El cuarto auto deja ver fusiles
que asoman por las ventanillas. Un auto se detiene”, entre otras. Las mismas apelarán al
plano detalle, a la interacción con objetos, espacios escenográficos y utilería propios de las
locaciones y personajes. Se utilizarán teleobjetivos para favorecer la diferenciación focal y
la baja crominancia para distinguir dichas secuencias reconstruidas.
Se utilizará al comienzo el recurso de fundidos encadenados desde planos detalles
de paredones, portones, rutas, avanzando en la gradación escalar de los mismos hasta
arribar a la fisonomía frontal de cada una de las fábricas, buscando crear analogías
compositivas. Desde aquí se construye un “leit motif” visual que enlaza distintos momentos
de la historia. Progresivamente lo que al comienzo aparecen como “destellos” de color en
imagen blanco y negro, al final dará lugar a las imágenes del presente.
Los personajes que protagonizan conflictos obreros en el presente se incorporarán
hacia el final del relato a través de archivo de registro directo propio y realizado por otros
documentalistas durante el transcurso de los últimos dos años.
Los personajes elegidos para relatar esta historia se basan en la
importancia y protagonismo que cada uno de ellos tuvo en los hechos que se
abordan, como también en sus aportes a la construcción del relato histórico a
los largo de estos años.
Diversas investigaciones, libros y publicaciones dan cuenta de la
importancia destacada de estos testimoniantes desde variados puntos de
vista, pero en su mayoría no existe registro audiovisual sobre ellos.
“Memorias para reincidentes” es el primer film que los tomará como
protagonistas.
Es importante también destacar que nos encontramos en un “período
crítico”, donde gran parte de la generación de los 70´ -que tuvo rol protagónico
y no sufrió la muerte- se encuentra al final de sus años biológicos. Esto
amenaza la pérdida de sus vivencias para nuestro presente y para la
posteridad. “Memorias…” intenta ser un grano de arena para que no se
pierdan esas historias que aún siguen latentes.
Cada uno de ellos ha sido un importante eslabón en la historia de la
clase trabajadora de la época. Por otra parte, las características personales de
cada uno, con diferentes estilos, carácter y aspecto físico, dan cuenta de
pequeños detalles que ofrecen especiales matices.
Se eligieron cinco personajes centrales y otros cuatro que también
tuvieron importantes roles en los acontecimientos, pero que aparecerán en
segundo plano, ampliando la historia guiada por los protagonistas.
Gregorio Flores:
Dirigente y fundador del
SiTraC-SiTraM, primer sindicato
clasista de los trabajadores de Fiat
surgido luego del cordobazo. Estuvo
preso en Trelew junto a Agustín Tosco. Escribió los libros: “Sitrac Sitram, del cordobazo al
clasismo” (editado en 1985 y 2004) y “Lecciones de Batalla, una historia personal de los `70”,
Ediciones R y R (2006). Recientemente acaba de editar el libro de cuentos “Las brujas existen, y
usted tiene una en su casa”.
Gregorio cumplió setenta años hace pocos meses, y lo “celebró” dando algunas charlas
con motivo del 40º aniversario del cordobazo. Este hombre flaco, canoso y con la piel curtida no
se cansa de andar y relatar historias. Mientras recuerda las luchas de la década del 70, descubre
chistes y cuentos, y saca sus propias conclusiones de forma desacartonada.
Francisco “Petiso” Páez:
Fue dirigente y fundador del
SiTraC-SiTraM. Su testimonio ya fue
grabado, es un archivo personal de
una entrevista en 2005, meses antes
de fallecer.
El “Petiso” Páez contaba la
historia como una gran película de aventuras; en sus relatos se involucraba hasta recrear el
clima de los años setenta. Describía con atención cada detalle, y de repente interrumpía con un
chiste, para distender y volver a retomar la historia. Sus manos y sus gestos acompañaban sus
palabras. El personaje de ayer, capaz de organizar la protesta de los trabajadores de Fiat, siguió
presente y vital hasta sus últimos días.
Páez se encuentra presente regularmente en los materiales de archivo de los años
setenta como vocero de los trabajadores del SiTraC. Sus testimonios se encuentran en varios
libros editados por el historiador Ernesto González. A su vez Francisco Páez fue candidato a
vicepresidente en 1973 por el Partido Socialista de los Trabajadores. Se realizaron vastos
homenajes en la ciudad de Córdoba luego de su muerte.
Susana Fiorito:
En los años setenta se mudó
a Córdoba, junto a su marido el
escritor Andrés Rivera, para trabajar
como secretaria de prensa del SiTraC-SiTraM. Hasta hoy conserva el archivo completo, más de
50 cajas con volantes, actas, afiches, periódicos y notas tomadas a mano del sindicato; material
de consulta para historiadores, periodistas e investigadores. Escribió el libro “Los sindicatos
clasistas: Sitrac (1970-1971)” con el seudónimo de Natalia Duval, editado por la Fundación
Pedro Milesi. Fundó y trabaja hasta hoy en la “Biblioteca Popular de Bella Vista” en Córdoba,
reconocida institución de apoyo a los jóvenes y niños en situación de calle.
Susana es una mujer de sesenta y ocho años, de pequeña contextura, pelo blanco y
memoria ejemplar. Recuerda cada detalle de su experiencia en SiTraC, como también la
ubicación de cada papel que guarda en sus archivos. Especialmente recuerda las polémicas y
los errores, se interesa en una crítica profunda de los actores de la época. Una mujer que aportó
su trabajo profesional a un grupo de hombres empeñado en luchar por sus derechos, se ganó su
respeto y aprecio, y hasta hoy son sus amigos.
Carlos Morelli:
Fue delegado de Astilleros
Astarsa, sobreviviente de una fábrica
que cuenta con casi 30 trabajadores
desaparecidos. Su testimonio es la base del reciente libro “Los zapatos de Carlito, una historia de
los trabajadores navales de Tigre en la década del ́ 70” del autor Federico Lorenz, editado por la
editorial Norma. Es un referente en la lucha por los Derechos Humanos en la zona norte, San
Fernando y Tigre
Morelli es uno de los más jóvenes de los “setentistas”, aún trabaja, y es delegado gremial
de ATE. Vive en San Fernando, en el mismo barrio donde nació y pasó toda su juventud. Sus
recuerdos se centran en cada compañero, especialmente en cada compañero desaparecido.
Rescata sus anécdotas, sus aventuras, y se emociona con cada detalle.
Juan Actis:
Fue parte integrante de la Lista Marrón que ganó las elecciones de la seccional
UOM en 1974 contra la lista de Lorenzo Miguel. Hoy es Secretario Adjunto de la UOM Villa
Constitución afiliada a la CTA. Estuvo preso en 1975, sus testimonios son parte de una
gran variedad de libros y folletos que abordan este tema.
Juan es un hombre muy flaco, petiso, y que se encuentra siempre con un cigarrillo
en la mano. Su cara es seria y hasta triste, recuerda sus vivencias con respeto y dolor.
Juan Sosa:
Fue organizador de la agrupación de los trabajadores del Astillero Astarsa. Se exilió en
España y aún vive allí, pero viaja anualmente a la Argentina. Es músico, y entró a trabajar a
Astarsa como parte de su militancia. Es autor del tango “Los muchachos del astillero”
dedicado a los obreros desaparecidos de Astarsa y cedido especialmente para este
documental.
Su testimonio también es parte de la investigación de historia oral del libro editado
“Los zapatos de Carlito, una historia de los trabajadores navales de Tigre en la década del 70”
Juan Sosa es delgado, alto y elegante. En sus relatos todo se conoce de a poco, por
indicios y fragmentos.
Coco Luna:
Fue delegado del SiTraC-SiTraM. Estuvo detenido en la cárcel de Trelew, donde
forjó una amistad con Agustín Tosco, de quien fuera luego su secretario personal en el
gremio de Luz y Fuerza.
Coco Luna es un hombre con casi setenta años, de contextura grande, con piel
curtida y ojos negros muy saltones. Es un hombre serio, preocupado por algunos
problemas de salud. Cuando le preguntan sobre su historia en la década del setenta
siempre sonríe. Sus recuerdos son alegres y con esperanza, transmite la historia con
orgullo, como un tesoro que ha tenido la suerte de contarlo como protagonista.
Oscar Bonatto:
Fue delegado de la autopartista Del Carlo, su testimonio aparece en el film “La
República Perdida” y fueron base de los libros “Los Setentistas, izquierda y clase obrera
1969-1976” de Pablo Pozzi, editorial Eudeba (Universidad de Buenos Aires UBA) y “La
Guerrilla fabril” de Héctor Lobbe, Editorial R y R.
Bonatto desconfía antes de hablar. En la entrevista primero pregunta él, hasta que
siente confianza. Es un hombre de setenta años, que sigue haciendo changas y anda en
bicicleta por la zona norte. Vive en la misma casa, con la misma mujer, hace décadas. Bonatto
no sonríe casi nunca, es un hombre serio, y su rostro marcado refuerza esa actitud.
Roberto “Pepe” Kalauz:
Fue uno de los delegados en el Comité de Lucha que mantuvo la huelga de 59 días
en Villa Constitución, compuesto por delegados votados en asamblea, dos por cada
fábrica Acindar, Marathon y Metcon. Era estudiante en La Plata y entró a trabajar en
Metcon como parte de su militancia.
Recientemente editó el libro “Sentencia para un Complot, 1975 Villa Constitución”
ediciones Lumiere, en donde cuenta los hechos históricos y su agitada historia de vida
personal.
Pepe es un hombre alto, casi pelado, en sus relatos se combinan análisis y
vivencias, reflexiones históricas y sentimientos personales.
Introducción
El documental se estructura a través de la historia de cinco protagonistas que
tuvieron un rol destacado en las luchas de los años setenta. Son cuatro obreros que fueron
delegados y dirigentes de sus fábricas y una historiadora y periodista solidaria con sus
luchas.
Estos protagonistas abordan tres momentos históricos fundamentales de esos
años. El surgimiento del SiTraC SiTraM de Córdoba, la influencia inmediata posterior de
este proceso en otros lugares, como la zona norte del gran Buenos Aires con el surgimiento
de agrupaciones y nuevas comisiones internas, y el proceso de luchas de las fábricas
metalúrgicas de Villa Constitución, en 1974 y 1975, identificadas también con la
experiencia cordobesa. Los relatos históricos serán apoyados a su vez por testimonios de
otros entrevistados, obreros protagonistas de estos hechos.
A lo largo de la historia se destacarán los elementos de continuidad y relación entre
los distintos momentos y lugares entre sí. Los entrevistados darán cuenta de los múltiples
lazos que existieron entre las distintas experiencias, especialmente tomarán nota de la
influencia que tuvo la lucha cordobesa como puntapié inicial de estas experiencias en el
movimiento obrero. Se buscará resaltar las características comunes como el valor de las
asambleas, la toma de fábrica, el apoyo popular. Esta interrelación se desarrollará tanto a
través de la edición de entrevistas en acción y testimonios, como también a través de
material de archivo de época. Los distintos relatos irán aportando fragmentos de una
historia que identifica e involucra al conjunto.
En distintos momentos los escenarios del pasado tendrán una proyección hacia el
presente. Por medio de imágenes, buscando en algunas ocasiones realizar en el presente
los mismos planos encontrados en el material de archivo, se buscará una relación de
similitudes y diferencias entre los dos espacios temporales. Por un lado se buscará
mostrar que las huellas de los hechos históricos siguen de alguna manera en el presente,
transmitir la idea que las generaciones actuales que caminan por esas mismas calles o
trabajan en las mismas fábricas necesitan conocer y apropiarse de su historia.
Por medio de un “leit motif” que se presenta al comienzo del documental, se
buscará transmitir el sentido de unidad e identidad común de los trabajadores y sus
reivindicaciones. En el final del documental, se continuará esta identificación común a lo
largo de distintas temporalidades a través de imágenes de registro directo de luchas
actuales de trabajadores, algunas de ellas en los mismos escenarios históricos. El registro
documental del presente dará cuenta de un tiempo distinto, con otras características, pero
con huellas de la historia que emergen y unen los tiempos despertando interrogantes y
esperanzas.
Esquema narrativo
La historia de las movilizaciones sobreras de Córdoba está centrada en tres
protagonistas principales, Francisco Petiso Páez, Gregorio Flores y Susana Fiorito, y será
completada por el testimonio de Coco Luna.
El petiso Páez y su amigo Flores son entrevistados mientras recorren los
alrededores de la planta Fiat de Córdoba. Es allí donde recuerdan los detalles de la lucha,
las anécdotas y hasta los sobrenombres de los compañeros.
El Petiso marca el ritmo, se adelanta e interroga a su amigo. “Acá está la FIAT. La
puerta no estaba ahí, te acordás?”, comenta Páez. Se acercan juntos caminando a la
fábrica. “Ahí los negros golpeaban el portón con fierros, era ensordecedor…” comenta
mientras con una mano señala las abolladuras del portón. Son los mismos edificios, las
mismas rejas que aún mantienen los mismos abollones, el playón de las asambleas y al
costado la ruta 9, donde confluían las movilizaciones. Los hombres caminan y recuerdan.
“Nuestro Sitrac fue el sindicato más democrático que hubo, asambleas por cada cosa, y
sobre todo la participación de las bases” comenta Flores mientras Páez asiente con la
cabeza. Los hombres siguen caminando rodeando la planta, “Y esto era Forja, la maldita
Forja”, señalando Páez un galpón enorme en donde funcionaba la peor sección de la
fábrica. Allí el trabajo se basaba en el descomunal esfuerzo físico de los obreros.
Imágenes de archivo se entremezclan con el registro actual y lo confirman. Fiat es
Fiat, con diferentes modelos de auto estacionados en su puerta, con trabajadores que
lucen otros zapatos y otros pantalones. Imágenes actuales de las calles de Córdoba se
funden con archivo histórico que va mostrando esas mismas calles como escenarios de las
movilizaciones del cordobazo y del viborazo.
Páez relata las anécdotas de las movilizaciones y enfrentamientos callejeros, su
cuerpo y su gestos acompañan el ritmo de los hechos. “Para una barricada es
simple…pam pam (Páez mueve los brazos como empujando algo) se da vuelta un auto y
listo”
En el barrio Bella Vista de Córdoba se encuentra la biblioteca popular, una gran
casa con murales en las paredes y una canchita de fútbol, llena de niños y jóvenes que
realizan talleres y actividades recreativas. Susana Fiorito es la fundadora de esta
institución, recorre los pasillos y mientras muestra las distintas salas recuerda. “Nos
mudamos a Córdoba hace casi cuarenta años, nos invitaron unos amigos para que nos
sumemos a colaborar con los nuevos sindicatos cordobeses” , “Yo fui como una secretaria
de prensa, me encargaba de redactar los comunicados, los volantes y hasta el periódico
que se llegó a sacar desde el Sitrac, siempre en consulta con los obreros, nada hacía sin
preguntarles” . Susana que es muy petisa, se sube a una pequeña escalera y baja cajas y
biblioratos de los estantes más altos. “Acá está todo, los comunicados, volantes, los
boletines, cada material que salía yo lo guardaba, tenía siempre esa obsesión”. Mientras
saca papeles de una caja se pueden ver hasta las hojas de una libreta de notas, escritas
con birome azul, que dan cuenta de los delegados presentes en el Plenario de
Trabajadores convocado por el Sitrac. Mientras Susana relata sus recuerdos, imágenes
reconstruyen pequeños momentos y acciones de la época.
Un hombre grande y cabezón camina por las calles de Córdoba, es un Coco Luna,
de casi setenta años. “Es entonces cuando veo en la asamblea que hablan Bizzi, Páez,
Flores, que ponen la cara contra los burócratas y plantean la toma de la fábrica, y yo me
prendo…” “Toda esa experiencia fue siempre amenazada por la represión…” ”Nosotros
decíamos, por cada obrero que caiga van a caer cuatro gringos de arriba, de cabeza”, con
estas palabras Coco recuerda su participación en el Sitrac.
Páez y Flores siguen recorriendo los alrededores de Fiat. “Desde aquella esquina
hasta donde está el semáforo estaban los policías, tuvieron que sacarnos con los tanques,
porque nadie salía, en esos momentos se ve de que están hechos los hombres”. Páez
recuerda el último desalojo, orgulloso de la historia vivida en esos años. Suena un tango,
su letra nos cuenta “los muchachos del astillero vuelven a armar barquitos con sus
recuerdos, sus corazones laten contra los fierros…”
La experiencia de Astilleros Astarsa y la zona norte del Gran Buenos Aires será
relatada especialmente por Carlos Morelli y ampliada en algunos aspectos por Oscar
Bonatto. También estará presente Juan Sosa, ex delegado de Astarsa, con sus canciones
y su música inspirada en sus compañeros.
Morelli maneja una pequeña lancha por el Río Luján, “empezamos con algunas
reuniones donde charlábamos los problemas de todos los días, el motor era la inseguridad
laboral, cada barco se llevaba dos compañeros”. “A comienzos del 73´ nos visitan de
Córdoba, vamos a una reunión y estaba la gente del Sitrac que explicaba cómo era el tema
de las tomas de fábrica”. Morelli continúa navegando por el río y recuerda “entonces
tomamos el ejemplo y vino la toma justo la noche anterior a la asunción de Cámpora”.
Mientras pasan barcos y lanchas de paseo, Carlos Morelli se dirige a un punto fijo
“allá por donde se ven esos árboles al lado de esa estructura de cemento medio
derrumbada, por allá estaban los barcos que nosotros hacíamos y hasta unos doscientos
metros para adentro, todo era del Astillero.” La embarcación se detiene. Frente a la orilla,
Morelli queda en silencio observando todo el predio.
Imágenes actuales de trabajo con grúas y soldadoras se funden con las fotos y el
archivo de los obreros navales de Astarsa. Morelli narra la historia de las primeras huelgas
y tomas en los comienzos de 1973. Las manos de Carlos Morelli amarran la lancha y ahora
sale a caminar entre pastos crecidos y escombros. Camina entre hierros oxidados, restos
de barcos que quedaron en el tiempo arrumbados para morir en la tierra. “Por una
ventanita así tenía que entrar un soldador, estaba sólo en un espacio de un metro por un
metro, y ahí se producían los accidentes”. Sigue caminando y recorre viejas ruinas de
cemento, cada lugar trae un recuerdo, pasa por una pequeña garita “acá trajimos a los
rehenes en la toma”, “todos nos apoyaron y por eso ganamos”. Breves escenas
reconstruyen ese momento de la historia.
La cámara sigue recorriendo el predio, se aleja de la orilla y sale a una calle.
Oscar Bonatto recorre la puerta de la ex autopartista Del Carlo, en Beccar a pocos
minutos del ex Astillero. “nosotros empezamos todo con la solidaridad hacia Astarsa, y
después seguimos haciendo la experiencia nosotros mismos, pocos meses después
tuvimos nuestra propia toma de fábrica”.
Imágenes de archivo muestran banderas de Astilleros Astarsa junto a pancartas de
la fábrica Del Carlo. Cientos de obreros avanzan a la madrugada por la ruta Panamericana
que recorre y une todas las localidades de la zona norte. Las imágenes se entremezclan
con imágenes actuales, a color, en la misma ruta un día cualquiera. Por la mañana
temprano un enorme movimiento de trabajadores baja de los colectivos, autos y bicicletas
para entrar a trabajar en modernas fábricas.
Juan Sosa va terminando su tango, su guitarra sube y su voz transmite fuerza
“alzan la vista ojos brillantes, bajo la noche histórica del Delta muerto, que supo del dolor,
pero también de euforia…”
Los hechos de Villa Constitución serán desarrollados en profundidad por Juan Actis
y completados en un segundo plano por Pepe Kalauz.
Juan Actis narra la historia del Villazo caminando por las mismas calles en donde
sucedieron los hechos. Este pequeño pueblo de la provincia de Santa Fe ha cambiado
poco. Las fotos de las movilizaciones del año 1974 dejan reconocer fácilmente las
esquinas, la plaza, la iglesia. Las tres grandes fábricas protagonistas de la historia están en
el mismo lugar de entonces, una de ellas, Metcon, tiene hasta los mismos carteles
oxidados, aunque hoy se llame Paraná Metal.
“Esta plaza estaba llena de gente festejando cuando recuperamos el gremio en
1974, luego un año después, los Falcon verde patrullaban las calles para poner fin al
proceso. Pero les costó mucho, durante sesenta días todo el pueblo se organizó para
enfrentar la represión”, Actis relata esta historia mientras recorre la Plaza de Villa y
reconoce los espacios. “Acá estaba el escenario, había quedado de un acto municipal, y
después lo usábamos siempre nosotros, toda la gente venía a los actos nuestros”.
En las puertas de Metcon se encuentra Pepe Kalauz, un hombre alto y pelado, “yo
me vine de San Nicolás y salí delegado luego del primer Villazo”. “Con mis compañeros de
militancia nos pusimos a trabajar para que se concrete el Encuentro, queríamos que la
experiencia de Villa trascienda, que se logre algo a nivel nacional”
Las fotos de archivo se funden con los mismos encuadres en el presente. Metcon
es la misma fábrica, en blanco y negro o en color. Una foto muestra una gran concentración
de gente en el Club Riberas del Paraná. La foto se transforma en una imagen actual que
recorre el enorme galpón. Juan Actis camina observando las viejas gradas. “Acá nos
reunimos en abril de 1974, éramos miles, vinieron de todos lados, estaban Tosco,
Salamanca, la gente del Sitrac, y todos los que venían luchando”. Las fotos del archivo
muestran caras de dirigentes hablando desde un escenario, entre ellas la foto del Petiso
Páez. Mientras sigue el recorrido Actis recuerda, “Páez propuso lo de la coordinadora, pero
en ese momento no la veíamos…”. Apaga las luces del gran salón.
Una reconstrucción en el lugar de los hechos muestra los frentes de las fábricas
iluminados en medio de una noche oscura. De pronto una fila de autos Falcon pasan
rápidamente. Los autos aparecen en planos cerrados, acentuando detalles. Las voces de
Actis y Kalauz relatan la represión. “A mi me detienen, después nos llevan a Coronda, y eso
ya es otra historia, nos enterábamos de la lucha del pueblo y eso nos daba fuerza” cuenta
Actis. “Yo paso una situación increíble, el mismo día que empezaba el enorme operativo
represivo en Villa Constitución nace mi hija Laura. Yo estaba en el hospital y me voy
enterando de la situación”, Pepe recuerda estos hechos. “Me quedé para coordinar el
Comité de Lucha, no podía borrarme en ese momento…”
El archivo da cuenta de 59 días de lucha de todo un pueblo contra la represión.
Pequeñas anécdotas muestran las originales iniciativas de los trabajadores y los vecinos,
pero la represión aumenta hasta desgastar la lucha. Un volante reclama por los presos.
Una imagen de la ruta desolada, en una noche oscura y con niebla. En un plano
general aparecen las luces de las grandes fábricas que titilan en la oscuridad. El silencio
acompaña estas imágenes.
En un día claro de invierno, Páez y Flores siguen recorriendo los alrededores de la
fábrica Fiat. Caminan en silencio y se acercan a la placa en homenaje a sus compañeros
desaparecidos. Continúan en silencio, miran, recuerdan. La cámara los sigue lentamente
en sus movimientos hasta quedar detrás de ellos, observando el momento con respeto.
Los dos hombres parados de espaldas, frente a una placa y de fondo, a varios metros, el
enorme paredón y portones de la FIAT.
Carlos Morelli se acerca a lo que fuera la entrada por tierra al Astillero Astarsa “El 24
de marzo estaban acá esperándonos, los milicos tenían las fotos de cada uno de los que
venían a buscar, tenían una foto carnet”. “Yo no sé, él único lugar en donde habíamos
dejado foto carnet había sido el sindicato…”
En Fiat ahora la cámara toma a Páez y Flores de frente, siguen en silencio
observando la placa. Se escucha el sonido del viento y se oyen gritos y aplausos.
Se suceden imágenes de archivo del presente. Distintas movilizaciones y luchas
de trabajadores registradas por documentalistas. Distintas características se destacan en
los breves fragmentos, movilizaciones, asambleas, represión, actos.
En el frente de FIAT se vuelan algunos volantes, en uno de ellos se lee “No a los
despidos en Iveco”, la nueva planta que adquirió Fiat para fabricar los modernos camiones.
La música vuelve, es un nuevo tango, su letra es la memoria que sigue en pie, por la
dignidad, por el futuro, por el trabajo.
El período histórico que abarca “Memorias para reincidentes” es el comprendido
entre el año 1969 y 1976 en Argentina. Entre la rebelión social mítica del “Cordobazo” –que
despierta el imaginario y provoca un salto en la movilización social- y el golpe de Estado
encabezado por la junta militar que instaura la dictadura más sangrienta del país y corta
definitivamente gran parte de la experiencia social que ya era patrimonio colectivo.
Los acontecimientos políticos y sociales de enorme significación histórica que se
desarrollaron durante ese período parecen ser el clímax de una confrontación histórica de
fuerzas sociales que hunde sus raíces incluso en los comienzos del siglo XX, y había dado
un salto con el surgimiento del peronismo y la entrada de “la clase obrera” a la vida política
nacional por esta vía. Esta clase social se ubica en el centro del imaginario de “los 70” en
Argentina, en el discurso de todas las fuerzas políticas actuantes. “La clase trabajadora”
puede encontrarse como el motivo de la lucha, el agente para la transformación, el objetivo
de las conquistas, la columna vertebral del movimiento; con diversas acepciones y
combinaciones. “Los trabajadores” como colectivo son depositarios del afecto o el odio, la
voluntad o el temor, de acuerdo a la pertenencia política y social, pero aparecen como
factor ineludible en la construcción del discurso y, lo que es aún más importante, como
factor ineludible en la construcción real, militante, de las distintas fuerzas políticas, las
cuales se reclaman en su mayoría revolucionarias.
Por esta razón sorprende el tardío desarrollo de una historiografía que tome a la
clase obrera en el centro del estudio sobre el periodo 69/76., e incluso en la abundante
mirada de cine documental sobre “los 70”. Los acontecimientos que la tuvieron como
protagonista se encuentran “como fondo”, pero no están en “primer plano” sus
organizaciones, sus dirigentes. Los hechos protagonizados por “la clase obrera” son por lo
general de índole distinta a “los hechos armados”, o planificados por las organizaciones
políticas; muchas veces se tratan de explosiones obreras, acompañadas por las fuerzas
estudiantiles y sectores del pueblo sin una clara dirección, pero que al ser “de masas” sólo
podían canalizarse o tomar cuerpo por las organizaciones amplias de la clase obrera: los
sindicatos. Al mismo tiempo las necesidades comunes del conjunto de los trabajadores,
por ejemplo en las luchas de las grandes fabricas, implicaba mantener la unidad de las
fuerzas políticas actuantes, lo que hace a una singular experiencia unitaria poco estudiada
en un momento de grandes disputas políticas. Como afirmación dolorosa de este “rol
protagónico” de la clase obrera puede tomarse el dato de que el 60% de los desaparecidos
eran trabajadores (con un significativo 30 % de obreros industriales), como señala el
informe “Nunca mas” de la CONADEP.
Esta debilidad en la historiografía puede tener una explicación en la necesidad de
las fuerzas que dieron el golpe militar del 76 por cortar la memoria histórica y en cierta
medida son una lamentable afirmación de un triunfo ideológico.
"Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no
tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires. Cada lucha debe
empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde,
las lecciones se olvidan. La historia aparece así como propiedad privada, cuyos dueños
son los dueños de todas las otras cosas.” Esto decía Rodolfo Walsh en un reportaje
realizado por Ricardo Piglia en Marzo de 1970, en una reflexión que nos interpela aún en
nuestros días. Cerraba la idea con la afirmación de que “Esta vez es posible que se quiebre
ese circulo.” Y si bien quizás tenía razón en esa posibilidad histórica, seis años después el
golpe del 76 volvió a cerrar el círculo de hierro de la historia escrita por vencedores.
Al mismo tiempo la clase trabajadora sufrió cambios estructurales enormes
durante las tres últimas décadas en nuestro país y en el mundo, que cambian
rotundamente el rostro y el cuerpo de aquella clase. Esto nos obliga a un ejercicio de
reconstrucción para comprender su fuerza social y por lo tanto su poder en el imaginario de
la época. La caída en la sindicalización, la desocupación estructural, la restructuración de
los grandes conglomerados industriales, la fragmentación en sus filas e incluso la
aparición del trabajo precario; el surgimiento de nuevos movimientos sociales, la mayor
significación del territorio en detrimento de la organización fabril, son algunos de estos
cambios del presente.
Aún así se evidencia en los últimos años un retorno de los sindicatos en la vida
política de nuestro país y en el mundo ante las consecuencias de la crisis económica
global; lo que permite plantear que esta fuerza social persiste, aunque no esté dotada de
su viejo poder y por lo tanto de la fuerza para imprimir su impronta en el imaginario social.
Ante este panorama Walter Benjamin plantea un método de abordaje en sus “Tesis
sobre la filosofía de la Historia”, dice: “Al historiador que quiera revivir una época Fustel de
Coulanges le recomienda que se quite de la cabeza todo lo que sabe del curso sucesivo de
la historia. (...) Es un proceso de compenetración”. Y es justamente ese ejercicio de
compenetración el que tomé como desafío en el desarrollo de “Memorias para
reincidentes”, pero no sólo en cuanto a reconocer el peso estructural y político que la clase
trabajadora tenía en los 70´, sino también para acercarme sin prejuicios a la diversas
opciones políticas que los militantes obreros tomaron.
Nosotros sabemos del golpe, la dictadura, los campos de concentración (muchos
de ellos en predios fabriles), los desaparecidos. Conocemos el Cordobazo, la vuelta de
Perón, las luchas intestinas de los movimientos políticos, los preparativos conspirativos, la
triple A, las grandes huelgas y su desenlace. Nuestro conocimiento sobre los hechos
desde nuestro presente puede llevarnos a considerarlos como una cadena de
acontecimientos inevitables, a descubrirlos desde hoy como una cadena irremediable de
“causas y efectos”. ¿Pero cómo se presentaban estos acontecimientos a los ojos de los
protagonistas, cuando eran su presente? Si la oportunidad de que la historia tomara tal o
cual camino se pierde, no quiere decir que las opciones latentes no fueran una verdadera
posibilidad. Como cineastas no podemos limar en el pasado todo lo que había de
presente… Así todo el curso sucesivo de la historia no sería un resultado de múltiples
factores, sino un “destino escrito”.
Para los protagonistas militantes de “los 70” no había una cadena causal, sino un
abanico de posibilidades y esperanzas, de apuestas políticas tan reales a sus ojos, como
los acontecimientos que finalmente ocurrieron. Plantearse una compenetración así con el
pasado produce vértigo, pero no significa jugar a la historia contra fáctica, sino lograr con
esa generación un acercamiento pleno que nos permita tender un verdadero puente. Pues
“Sólo tiene derecho a encender en el pasado la chispa de la esperanza aquel historiador
traspasado por la idea de que ni siquiera los muertos estarán a salvo del enemigo, si éste
vence. Y este enemigo no ha dejado de vencer.” El verdadero historiador decía Benjamin
“Considera que su misión es la de pasar por la historia el cepillo a contrapelo.”
…………………………..
“Memoria para reincidentes” centra su mirada en las experiencias que como
presente tuvieron varios protagonistas de la clase trabajadora en los 70´, dirigentes
obreros de sindicatos o dirigentes “de base”. En particular sobre el sector de la clase
trabajadora que por sus métodos y organización buscaba su autonomía, y que en rigor
expresaban un amplio abanico de opciones políticas.
La experiencia cordobesa, impactó en los años siguientes, en todas las grandes
concentraciones industriales de la época. En el norte argentino, en Rosario, llegando a
tener mucha influencia en la Zona Norte del Gran Buenos Aires y en Villa Constitución;
extendiendo su accionar hasta las huelgas del Rodrigazo en Buenos Aires y el mismo
golpe. Un dato: el 24 de marzo de 1976, doscientas fábricas pararon contra el golpe militar,
un gesto “heroico” pero insuficiente de la avanzada de la clase obrera. Con todo, un gesto
que correspondería incluir en el registro histórico, que hasta ahora sigue mostrándose
renuente a albergar las noticias de la resistencia obrera al golpe militar.
Aún así no es el enfrentamiento al golpe lo que mueve “Memoria...” sino el espacio
comprendido entre el 29 de Mayo de 1969 y el 24 de marzo de 1976, tan solo 7 años con
una riqueza enorme de historias.
En ese espacio “el Cordobazo” es claramente la rebelión paradigmática que “abre”
este período de grandes transformaciones sociales. También Walter Benjamin, en una
reflexión plena de inspiración cinematográfica, afirma que “la verdadera imagen del
pasado pasa súbitamente” y que “solo en la imagen, que relampaguea una vez y para
siempre (…) se deja fijar el pasado”. El relámpago en el pasado es para Benjamin también
“un instante de peligro”, se trata de “fijar la imagen del pasado tal como ésta se presenta de
improviso al sujeto en el momento de peligro”. Esos momentos de peligro son los
acontecimientos históricos que ponen a los protagonistas frente a un abanico de opciones
que nunca antes habían imaginado. En el 69, el cordobazo es ese instante de peligro que
trastoca las individualidades, libera la imaginación y apura las voluntades. El
levantamiento es leído por todas la organizaciones políticas de la época como la apertura
de un proceso revolucionario en la Argentina.
La lucha de clases, plantea Benjamin, “es una lucha por las cosas burdas y
materiales, sin las cuales no existen las mas finas y espirituales. Pero estas últimas están
presentes en la lucha de clases, y no como la simple imagen de una presa destinada al
vencedor. En tal lucha esas cosas se manifiestan como confianza, valentía, humor,
astucia, impasibilidad y actúan retroactivamente en la lejanía de los tiempos. Ellas pondrán
en cuestión toda victoria lograda en el tiempo por los dominadores.”
Las luchas que narramos, contadas por sus protagonistas, son la mayoría de las
veces por “cosas burdas y materiales”, aunque fueran grandes luchas políticas, con bases
ideológicas y de convicciones profundas, se expresaban como la pelea por lo inmediato
(No a los despidos, aumentos salariales, condiciones seguras de trabajo, menor ritmo de
producción…). El golpe logró barrer todas esas conquistas materiales, pero junto a ellas,
indisolublemente unidas para que existan como la sangre al cuerpo, estaban la “confianza,
la valentía, el humor, la astucia…” expresada de mil maneras. Eso es lo que intento
recuperar en estas memorias de los ́ 70. Benjamin plantea algo muy fuerte, estas cosas no
pueden ser “presa del vencedor”, al contrario actúan “a futuro”, sobre “la lejanía de los
tiempos” y son las que “pondrán en cuestión toda victoria lograda en el tiempo por los
dominadores”. Ese cuestionamiento es el de este film.
Periodización 1969 / 1976
Podemos distinguir un primer período entre los años 1969 y 1972. Desde el
Cordobazo, con la irrupción en escena de grandes masas populares y la caída de
Onganía, hasta el fin de la dictadura del Gral Lanusse y la convocatoria a elecciones
nacionales. Estos años están signados por la unidad y movilización forjada por los
sectores populares que expresan su repudio a las políticas de la dictadura y su intento de
moldear el país en función de los capitales extranjeros. Los trabajadores, que venían de
protagonizar la “resistencia peronista”, se unen a los estudiantes que pasan de conjunto a
la oposición al régimen. Por otro lado este período se caracteriza por las políticas
represivas de la dictadura en retirada, que mantenía persecuciones y presos políticos, y
que en 1972 realizó la Masacre de Trelew. La presión popular y la deslegitimación del
gobierno militar llevaron a la convocatoria a elecciones.
Un segundo período se puede distinguir desde la asunción del presidente Héctor
Cámpora, el 25 de mayo de 1973, hasta el regreso al país del general Perón y su posterior
asunción a la Presidencia de la Nación. La asunción de Cámpora fue acompañada por
decenas de miles de trabajadores y jóvenes, que llenaron las calles y apresuraron la
liberación de los presos políticos. El entusiasmo comenzó a expresarse en nuevas
organizaciones gremiales que retomaban la lucha por reivindicaciones largamente
postergadas. Las ilusiones y expectativas en el gobierno daban impulso a nuevos
movimientos de base. Se dio así una oleada de luchas por recuperar el terreno perdido en
los años previos con huelgas y ocupaciones de lugares de trabajo y universidades.
En junio se firma el acuerdo conocido como “Pacto Social” con la CGT y la CGE,
éste fue cuestionado en múltiples oportunidades. En septiembre de 1973 Perón asume la
presidencia. Luego de años de proscripción y exilio las masas populares expresan
entusiasmo e impaciencia por concretar los cambios deseados. En este período, a su vez,
comienzan a manifestarse diferencias dentro del movimiento peronista, expresándose en
una división cada vez mayor entre sectores la juventud y de la tradicional dirigencia
sindical. En julio de 1974 muere el presidente Perón, y este hecho dará inicio a una nueva
etapa.
El tercer período que cruzará las historias de nuestros protagonistas es el que
abarca la presidencia de Isabel Martínez de Perón hasta su derrocamiento por la dictadura
militar. Representa un momento en donde se agudizan las contradicciones existentes
entre los distintos actores sociales y políticos. Surgen movimientos sociales que
cuestionan políticas del gobierno. Surgen sectores ligados al gobierno afines a
metodologías represivas con el impulso de la Triple A. Los sectores económicos
dominantes junto con las FFAA comienzan progresivamente a planear un plan
desestabilizador para desembocar en el golpe de Estado. La crisis económica mundial
repercute en el escenario nacional agudizando el conjunto de las contradicciones. En este
marco amplios sectores de trabajadores protagonizan movimientos de lucha por sus
derechos y enfrentan cada vez más agudamente los intereses de los grandes grupos de
poder económico.
A continuación desarrollamos un detallado itinerario que
permite sustentar y justificar la periodización implementada en el
presente proyecto.
Las acciones de masas
Cordobazo y Viborazo son dos de los grandes ejemplos de las acciones de masas
protagonizadas por la clase obrera. Otros dos ejemplos paradigmáticos serán “El villazo” y
“el Rodrigazo”, mientras entre cada uno de ellos se desarrollará una gimnasia de huelgas
en grandes concentraciones fabriles de una intensidad nunca vista.
El rasgo distintivo de estas acciones es que implica en su desenvolvimiento la
entrada en escena de decenas de miles de individuos, “las masas”, en cada caso con alta
composición obrera, y provocaron en su tiempo enormes cambios políticos. Por su misma
característica estos acontecimientos no pueden ser reivindicados como propios por
ninguna organización política actuante ya que interviene en el mismo un alto grado de
espontaneidad, al mismo tiempo que las grandes acciones deliberadas que se desarrollan
durante los levantamientos solo pueden venir de organizaciones de masas, sindicales o
intersindicales, donde se empuja a la unidad de las distintas tendencias. En la dirección de
esas organizaciones de masas se encontraban los individuos que protagonizan “Memoria
para reincidentes”, marcados en toda su vida por esos relámpagos de los cuales formaron
parte y en los cuales tuvieron incidencia.
El Cordobazo
El cordobazo fue un levantamiento obrero y popular que se desencadenó a partir
del reclamo del gremio mecánico cordobés, que a mediados de mayo de 1969 se moviliza
por la derogación por decreto del Poder Ejecutivo del descanso del sábado inglés (y otras
medidas como el congelamiento de los convenios y los salarios que los afectaba
particularmente). Ya el 15 de mayo de 1969 los trabajadores metalúrgicos y los del
transporte comienzan una huelga de 48 horas y las movilizaciones se repiten en
Corrientes, La Plata, Resistencia, San Juan, Salta y Rosario. Como parte de estos
reclamos las dos CGT a nivel nacional convocan un paro para el 30 de mayo, pero en
Córdoba el paro se adelanta para el 29 de mayo con concentraciones públicas de protesta
y con los estudiantes que adhieren a la decisión. Cuando comienza el paro activo los
obreros marchan hacia el centro de la ciudad y desde las 11 a las 14 horas se producen
violentos enfrentamientos en diversos puntos. Es tomado el Barrio Clínicas, se construyen
barricadas, se atacan sedes de empresas extranjeras emblemáticas como el edificio
Xerox y la concesionaria Citroën. Las fuerzas de seguridad son desbordadas y quedan
tomadas por los manifestantes unas 150 manzanas, obligando a la policía a desaparecer
de las calles. Por la tarde el Ejército debe ser enviado para retomar el control en el centro y
el día 30 se cumple el paro nacional en todo el país. El levantamiento impacta
nacionalmente y terminará por derribar a la dictadura de Onganía.
Fue una gran acción de masas que tuvo a la clase obrera como eje y caracterizada
por profundas tendencias a la alianza obrero-popular y en él se manifiestan elementos de
una nueva subjetividad particularmente en los métodos: huelga política, barricadas,
sabotajes, elementos de autodefensa armada.
El Cordobazo fue el más agudo de los levantamientos en las provincias pero no fue
una erupción aislada sino parte de una oleada en varias provincias que no logró
coordinarse ni extenderse a Buenos Aires. Estas rebeliones cubrieron el país hasta el año
72: Rosario, Tucumán, La Plata, San Luis, Mendoza, Bahía Blanca, Corrientes, Río Negro.
Mas allá de sus objetivos inmediatos lo que verdaderamente mostraba el
cordobazo era un profundo odio a la dictadura de Onganía, a sus ataques sociales y su
represión política, en particular la proscripción del peronismo.
La experiencia cordobesa Sitrac-Sitram y Viborazo
Por un lado el cordobazo marcó el fracaso del gobierno de Onganía. Por el otro, la
acción “de las masas” mostraba que la dirigencia sindical estaba profundamente
cuestionada abriéndose el camino para el surgimiento de un nuevo grupo de dirigentes
sindicales independientes. Aunque tuvo variadas expresiones a nivel nacional, su centro
fueron los sindicatos de FIAT Concord y Materfer en Córdoba, SiTraC y SiTraM.
Paradójicamente los obreros de la FIAT no participaron en el cordobazo, sus sindicatos
son posteriores, como el hijo rebelde de aquel día de climax social.
Estos nuevos sindicatos tuvieron en común el enfrentamiento con las viejas
direcciones sindicales y plantearon formas de organización basadas en la democracia
sindical, con un programa de enfrentamiento contra la patronal, el Estado y con una
perspectiva antiimperialista. Tomando como referencia la experiencia de los sindicatos
cordobeses, estos expresaron una manera particular de subjetividad en estos primeros
años del ascenso. Así por ejemplo en el “plan de lucha” aprobado por el plenario de
“sindicatos combativos y agrupaciones clasistas, reconocidos por la lucha antipatronal,
antiburocrática, antidictatorial y antiimperialista”, en agosto de 1971, se planteaba: “La
lucha por una dirección independiente para la clase obrera (...) A la clase obrera le cabe...
la tarea de la liberación de la sociedad toda (...) Por la destrucción definitiva del
capitalismo... y del imperialismo, y por la construcción del socialismo”.
Los sindicatos clasistas tendrán un gran protagonismo en el llamado “segundo
cordobazo”. En marzo de 1971 el gobierno reemplaza al gobernador de Córdoba por el
interventor conservador Camilo Uriburu. La CGT provincial llama a un paro activo contra la
intervención y se realiza una concentración. Como respuesta a la movilización social que
se había hecho constante en Córdoba, Uriburu declara que en la provincia “anida una
venenosa serpiente cuya cabeza pido a Dios me depare el honor histórico de cortar de un
solo tajo”. La comisión de lucha de la CGT vuelve a llamar a un paro para el 12 de marzo.
SiTraC-SiTraM convocan a un acto en la localidad de Ferreyra. El Plenario de Gremios
Confederados de la regional resuelve la realización de dos paros activos de 14 horas.
Unas 13.000 personas se concentran en un acto dirigido por SiTraC-SiTraM, cuyos
dirigentes son oradores.
“Grupos de manifestantes comienzan a anudar alambres de construcción entre los
semáforos, arrancan vallas de madera de las obras en construcción y barrican el cruce de
las avenidas que confluyen en la Plaza (...) el segundo Cordobazo está lanzado. [las]
zonas tomadas abarcan unas 550 manzanas, en su mayoría vinculadas entre sí (...) Las
fuerzas represivas permanecen controlando la zona céntrica, a espaldas de los
manifestantes, que avanzan hacia los barrios (...) De esta manera planteadas, las
acciones de las fuerzas populares se prolongaron durante unas doce horas.” (Balve en
Lucha de calles, lucha de clases).
Al día siguiente el Plenario de Gremios Confederados resuelve un paro activo. El
gobernador Uriburu renuncia. Irónicamente el diario cordobés “La voz del Interior” publica
una caricatura que muestra a una serpiente que se ha devorado al gobernador Uriburu...
Como experiencia de un sector de la clase obrera, existieron niveles de
coordinación y agrupamiento de sectores combativos; pero la continuidad que tuvo se
debía más a experiencias similares que se referenciaban entre sí, que a estos intentos
organizativos.
Por otro lado, la situación abierta con el cordobazo, potenció la acción de las
organizaciones revolucionarias en el movimiento obrero. La radicalización de sectores de
clases medias y la juventud y la influencia de los movimientos guerrilleros en
Latinoamérica impulsó el desarrollo de las corrientes guerrilleras, fundamentalmente de
origen peronista, Montoneros, y de origen marxista, el PRT-ERP. Por otro lado, el ascenso
favoreció también la influencia de corrientes de la izquierda trotskista, como el PRT- La
Verdad, después PST. Se abrió entonces una “lucha de tendencias” en la izquierda y los
sectores “combativos” de la clase trabajadora, enfrentándose las estrategias
guerrilleristas y las que apostaban a “transformar el ascenso obrero y popular en un
levantamiento a nivel nacional dirigido por el proletariado”.
Los Villazos
Al inicio de los 70´, influenciado por el cordobazo "desde las bases fue surgiendo un
pequeño grupo de compañeros, que en forma clandestina redactaban y difundían volantes
denunciando entre los trabajadores la actitud frenadora de la Comisión Interna (CI) que
junto a los interventores beneficiaban a la empresa". Eran del Grupo de Obreros
Combativos de Acindar, el GOCA. Se definían como antipatronales y por la "democracia
sindical". Después se extienden a varias secciones y otras fábricas en forma
semiclandestina. En el año 73 ganan las comisiones internas de las 3 grandes: Acindar,
Marathon y Metcon, y de ahí en forma más amplia y legal van a organizar la Lista Marrón.
En el '74 hubo elecciones en toda la UOM, menos en Villa, ya que la dirigencia de Lorenzo
Miguel se negaba a establecerlas, separarondo del gremio a muchos delegados. Por la
restitución de los mismos y por la normalización de la seccional, comenzó en Acindar una
huelga general con toma de fábrica. Los portones estaban controlados por piquetes y las
barricadas con tanques de gasoil evitaban la acción de la policía, mientras se formaban
comisiones, como la de mujeres, para organizar la solidaridad y recorrer otras fábricas.
Incluso tomaron como rehenes al personal jerárquico. Pararon Metcon y Marathon y se
plegaron al paro los textiles, ferroviarios, portuarios, bancarios. El comercio abría 2 horas
para abastecer a la población. Se paralizó todo Villa y aledaños. El sábado 16 de marzo
ganaron: en un mes y medio habría elecciones de delegados e internas y en 4 meses de
sindicato. Mientras tanto, se eligieron dos delegados normalizadores por fábrica. Este
hecho fue conocido como “El primer Villazo”.
Por la trascendencia del triunfo recibieron invitaciones y propuestas de todo el
país. La más importante fue realizar un plenario para formar una coordinadora nacional. En
una reunión de activistas decidieron que aceptaban el plenario pero que no era posible la
coordinadora. Igualmente la concurrencia al plenario fue importante, participaron unas
5.000 personas. "...fue el 20 de abril, en el Club Riberas del Paraná. Fue un Plenario
histórico donde se juntó lo mejor de la vanguardia obrera del país, estuvieron Tosco (Luz y
Fuerza) y Salamanca (Smata) ambos de Córdoba, decenas de internas combativas, la
mayoría de las agrupaciones y partidos de izquierda”, pero la idea de la coordinadora no
prosperó.
La ocupación de Villa
El Dr. José Alfredo Martínez de Hoz -de Acindar- se reunió con sectores
reaccionarios del gobierno nacional y emitieron un comunicado acusando la existencia de
"un complot subversivo" contra el gobierno nacional con epicentro en Villa Constitución. El
20 de marzo de 1975 a la madrugada llegaron a Villa una caravana de al menos dos
kilómetros de Ford Falcon, patrulleros, carros de asalto; cerca de 4.000 efectivos de las
policías provincial y federal, la Gendarmería y la Triple A, y el grupo Los Pumas creado
especialmente contra la "subversión" en Santa Fe. Toda la Comisión Directiva de UOM fue
detenida (sólo un integrante logró huir) e inclusive las dos abogadas de la lista, Dal Dosso y
Mireya Rojo, fueron parte de los más de 300 presos.
La primera respuesta fue la ocupación de las fábricas y la realización de
asambleas. Se nombró un Comité de Huelga formado por delegados de todas las fábricas.
Fueron 59 dramáticos días. De la consigna de Acindar "Nada se hace sin acero" se pasó a
"Nada se hace sin obreros". Se llegó al desabastecimiento de acero en el país y las
automotrices quedaron sin materia prima. En todo ese tiempo los parapoliciales
ostentaron sus armas y montados en los Ford Falcon amedrentaban a la gente por las
calles. La ocupación de fábrica fue decretada ilegal. El Comité de Huelga comenzó a editar
un Boletín y la resistencia pasó a los barrios. Hubo un incipiente armamento para enfrentar
la represión. Se votaron responsables por barrios para distribuir el boletín y centralizar la
información y la ayuda a los más necesitados. El 22 de abril en la plaza principal se realizó
una marcha de diez mil personas que fue reprimida. La solidaridad recibida abarcaba todo
el país, obreros de distintas fábricas donaron jornales para el fondo de huelga. Mientras los
industriales se quejaban por la falta de materias primas para la industria de automóviles,
los trabajadores de las automotrices de Córdoba pararon en solidaridad.
Los golpes más duros eran los asesinatos de delegados y activistas y la continua
detención de dirigentes que fue minando la resistencia. El 18 de mayo las asambleas
barriales y el Comité de Lucha deciden levantar la huelga. Pero la fuerza que había
desatado la clase trabajadora sorprendió y puso en alerta a todas las fuerzas reaccionarias
del país. Alrededor de 20 trabajadores fueron asesinados y desaparecidos durante este
período.
El Rodrigazo
El 4 de Junio de 1975 Celestino Rodrigo, Ministro de Economía, anuncia un
paquete de medidas que trascendería bajo el célebre apodo de “Rodrigazo”. Se termina
así con el “Pacto Social” que desde 1973 regía la relación entre los empresarios, el Estado
y los trabajadores. Entre las medidas del “Rodrigazo” se encuentra una devaluación del
peso con relación al dólar que oscila entre el 80 y el 160% y un aumento sideral de los
precios que en algunos casos llega al 180% como en las naftas o el 75% en las tarifas de
colectivos. Otra medida que exacerbará el ánimo obrero fue el anuncio del congelamiento
de las paritarias y el establecimiento de los topes salariales, lo que predispuso incluso a al
dirigencia sindical tradicional a oponerse al plan.
La respuesta de los trabajadores no se hizo esperar y comenzó un movimiento
espontáneo de la “base obrera y el activismo” que impuso a los sindicatos una huelga
general que obligará a López Rega a huir del país y a Rodrigo a renunciar sin pena ni gloria.
La punta del conflicto fue la IKA Renault de Córdoba donde el 2 de junio los obreros
en asamblea deciden contestar a los todavía rumores sobre el plan económico con un
abandono de tareas. El ejemplo ganará a las fábricas del interior del país –esencialmente
Córdoba y Santa Fe- y del Gran Buenos Aires. Pese a las derrotas previas sufridas por las
luchas que venían del cordobazo, del SiTraC-SiTraM, de Luz y Fuerza Córdoba (Agustín
Tosco), del SMATA Córdoba (René Salamanca) y de la combativa UOM Villa Constitución
(Alberto Piccinini), la clase obrera de Córdoba, Santa Fe y Mendoza jugará un papel de
primer orden en los acontecimientos.
Las medidas de lucha se multiplican y se imponen paros por gremios a escala
provincial que en algunos casos toman el carácter de paros regionales. El movimiento se
va extendiendo a nivel nacional. En la zona norte del Gran Buenos Aires –donde se
distinguen por su combatividad los obreros de las automotrices y de los Astilleros de Tigre y
San Fernando- se inicia en dos oportunidades la marcha hacia la Capital, intentando llegar
a las sedes del SMATA y de la UOM para demandar directamente a los dirigentes. En el
primer caso, el intento es liderado por los obreros de la Ford y de astilleros Astarsa, en el
segundo por los trabajadores de General Motors. Se producen además ocupaciones de
fábrica en la misma Astarsa, y -en Córdoba- Grandes Motores Diesel. La CGT convoca
para el 27 de junio a una jornada contra el plan Rodrigo, en apoyo a la Presidente y por la
rápida homologación. Sin embargo la jornada se convierte en un virtual paro general y más
de 100.000 personas se reúnen en Plaza de Mayo reclamando la renuncia de Rodrigo y
López Rega.
Las movilizaciones obreras espontáneas se extienden en todo el país y tiene lugar
una huelga general de hecho. Surgen las coordinadoras interfabriles del Gran Buenos
Aires que organizarán la mayoría de las movilizaciones, las asambleas y los paros en este
corazón del proletariado industrial. En el interior se pliegan, en Rosario, Santa Fe,
Córdoba, La Plata, Capital Federal. La CGT llama a un paro de 48 hs. para el 7 y 8 de julio.
El paro es completo y antes de que la medida finalice, el gobierno cede y da la
homologación. Así lo sintetiza un protagonista: “…el 7 y 8 de julio, en mi vida vi una cosa
así. Las radios no tenían programa, cada tanto un locutor que decía: la sociedad argentina
de locutores se adhiere a la huelga general. No había nada. No te enterabas de nada.
Sabías que había huelga nada más.”
A lo largo de la bibliografía utilizada para la investigación de este
proyecto se han encontrado vastas referencias a cada uno de los personajes
que integran este proyecto documental. A su vez, varios de los personajes son
autores de algunos de estos libros que reflexionan sobre los años ́ 70.
-ANGUITA, E. y CAPARROS, M., (1997), “La Voluntad”, Buenos Aires,
Editorial NORMA.
-BONAVENA, P. Y OTROS (1998), “Orígenes y desarrollo de la guerra civil
en Argentina 1966-1976”, Buenos Aires, Editorial Eudeba
-DUVAL, N., “Los sindicatos clasistas: Sitrac (1970-1971)”, Córdoba,
Fundación Pedro Milesi.
-FLORES, G. (1985 reedición 2004) “Sitrac Sitram, del cordobazo al
clasismo”, Córdoba, ediciones Espartaco.
-FLORES G. (2006) “Lecciones de Batalla” Gregorio Flores, una historia
personal de los `70, Buenos Aires, Ediciones R y R.
-GONZALEZ, E., (1988), “Un siglo de luchas, historia del movimiento obrero
argentino”, Buenos Aires, Editorial Antídoto
-KALAUZ, R., (2008), “Sentencia para un Complot, 1975 Villa Constitución”,
Buenos Aires, Ediciones Lumiere
-LORENZ, F. (2007), “Los zapatos de Carlito”, una historia de los
trabajadores navales de Tigre en la década del 70”, Buenos Aires, Editorial
NORMA.
-LOBBE, H.(2006), “La Guerrilla fabril”, Buenos Aires, Editorial R y R.
-MIRANDA, C. Y OTROS (2006), “Rastros en silencio”, Buenos Aires,
Ediciones Alternativa
-MORENO, N. (reedición 1997), “Después del Cordobazo”, Buenos Aires,
Editorial Antídoto.
-POZZI, P. (2000), “Los Setentistas, izquierda y clase obrera 1969-1976”,
Editorial Eudeba
- WERNER, R. y AGUIRRE F. (2007), Insurgencia obrera en la Argentina
1969-1976, Buenos Aires, Ediciones IPS.
Nombre y Apellido:
Violeta Bruck
Edad:
34 años
Estudios cursados:
Profesora en Comunicación Audiovisual.
Egresada Facultad de Bellas Artes UNLP.
Trabajos realizados:
-Construcción. 1999. (Co-dirección)
Un trabajo en animación sobre el tema de Chico Buarque “Construcao”, que se
comenzó a difundir en Argentina en momentos en que las cifras estadísticas
revelaron el aumento de las muertes diarias por accidentes de trabajo.
Duración: 6 minutos.
-Berisso, un sueño congelado. 2002. (Dirección)
Duración: 1h: 30 minutos.
Un trabajo documental sobre la ciudad de Berisso, centrado en la historia de su
industria. En las ruinas de los viejos frigoríficos Swift y Armour hoy funciona un
polo Industrial de pequeñas pymes que sobreviven gracias a las condiciones
de explotación. La historia de los trabajadores de la carne a través de
testimonios actuales y el presente de los jóvenes trabajadores de esta ciudad.
-Ars, triunfo de delegados por seccion. 2004. (Producción)
Año 2004, en Astillero Rio Santiago se forma la Lista Negra “Delegados por
Sección”, en homenaje a los trabajadores fallecidos en Río Turbio, y gana las
elecciones recuperando el cuerpo de delegados por sección disuelto tiempo
atrás por dirigentes burocráticos. Este trabajo registra el día de las elecciones
dentro de la fábrica y la alegría final de los trabajadores.
Realización conjunta con el colectivo Contraimagen
Duración: 35 minutos.
-Sirenas de pie. 2005. (Cámara)
En noviembre de 2005 poco antes de la llegada de Bush a Mar del Plata, se
realizó en esa ciudad el XX Encuentro nacional de Mujeres. La presencia de
diferentes sectores de tabajadores en lucha como las enfermeras del hospital
Garraham, entre otras, tuvo su correlato en el acto inicial en el cual se teatralizó
sobre diferentes situaciones de explotación y opresión que viven las obreras
del pescado.
Duración: 20 minutos.
-Revolución y Guerra Civil en España. 2006. (Investigación y guión)
A 70 años del inicio de la Guerra Civil en España editamos este importante
trabajo documental.
Con el tiempo quedó el recuerdo de dos bandos militares enfrentados, pero
había una revolución social en marcha que fue traicionada por sus direcciones
reformistas. Este documental tiene el objetivo de ofrecer una visión marxista
de los acontecimientos y cuenta esta historia a través de archivos, testimonios,
animaciones y otros recursos audiovisuales.
Realización conjunta con el colectivo Contraimagen
Duración: 1h 20 minutos.
-Ni olvido, ni perdón. Por qué desapareció Julio Lopez?. 2006.
(Investigación, producción)
Este video registra los momentos más importantes del juicio que condenó al
comisario Etchecolatz a cadena perpetua por genocidio y las movilizaciones
que se desarrollan por la Aparición con Vida de Julio López, el testigo
desaparecido. Cuenta con entrevistas a Hijos de desaparecidos,
representantes de organismos de Derechos Humanos y fragmentos del
testimonio de Julio López en el juicio.
Duración: 30 minutos.
-Todos con Mafissa. 2007. (Investigación, co-dirección, producción)
Un trabajo sobre la lucha de los trabajadores de Mafissa, Olmos, La Plata. En
el último año una nueva generación de trabajadores de esta importante fábrica
comenzó a retomar los pasos de su combativa historia. En los años 70
Petroquímica Sudamericana, hoy Mafissa, era una de los principales
protagonistas en las luchas obreras de la zona e impulsora de la Coordinadora
de La Plata, Berisso y Ensenada. Hoy, una nueva comisión interna recuperada
de manos de los burócratas de la AOT, comienza a organizarse y retomar el
camino de lucha. Los patrones, la familia Curi, son los mismos de aquel
entonces y hoy como ayer buscan derrotar a los obreros. En toda la zona surge
el apoyo a los trabajadores en lucha.
Realización conjunta con el colectivo Contraimagen
Duración: 25 minutos.
-Ellos se atrevieron. La Revolución Rusa de 1917 (2007) (Investigación,
co-dirección)
Un documental con relatos en off de Eduardo “Tato” Pavlovsky que recorre la
historia de la primer revolución obrera triunfante del siglo XX. Con tratamiento
especial del archivo a través del montaje.
Realización conjunta con el colectivo Contraimagen
Duración: 120 minutos.
Dirección de Fotografía y Cámara:
Gabriela Jaime, cursó estudios en la Escuela de Cine de Avellaneda.
Filmografía y participación en films:
No crucen el portón (1992)
Después de la siesta (1994)
Fantasmas en la Patagonia (1996)
Jorge Gianoni, NN ese soy yo (2000)
Agua de Fuego (2001)
Brukman: La Triología (2002-2003)
Cuatro estaciones (2004)
Nosotras (2008)
Jefe de producción:
Claudio Remedi, cursó estudios en la Escuela de Cine de Avellaneda.
Filmografía y participación en films:
No crucen el portón (1992)
Después de la siesta (1994)
Fantasmas en la Patagonia (1996)
Agua de Fuego (2001)
Brukman: La Triología (2002-2003)
Cuatro estaciones (2004)
Ayudante de Producción:
Gerardo Ordoñez, cursó estudios en la carrera de Comunicación
Audiovisual de la UNLP.
Filmografía y participación en films:
Autorretrato (2003)
Ni olvido, ni perdón”. Por qué desapareció Julio Lopez? 2006.
Todos con Mafissa. 2007.
Sonidista:
Jerónimo Perín, cursó estudios en la carrera de Comunicación
Audiovisual de la UNLP.
Filmografía y participación en films:
El Caso Cañete
ARS, triunfo de delegados por sección (2004)
Ni olvido, ni perdón”. Por qué desapareció Julio Lopez? (2006)
Montajista:
Javier Ríos, cursó estudios en el ENERC, especialización Montaje, y
en la carrera de Comunicación Audiovisual de la UNLP.
Filmografía y participación en films:
Ars, triunfo de delegados por sección. (2004)
Revolución y Guerra Civil en España (2006)
Ni olvido, ni perdón. Por qué desapareció Julio Lopez? (2006)
Todos con Mafissa. (2007).
Ellos se atrevieron. La Revolución Rusa de 1917 (2007)
El plan de rodaje se organizará a lo largo de treinta (30) días hábiles y se organizará
de la siguiente manera:
- Dos viajes a la ciudad de Córdoba (8 días). Entrevistas a Coco Luna y Susana
Fiorito. Registro directo en los escenarios: Biblioteca de Bella Vista, calles de Córdoba,
puerta de la fábrica Fiat aún en funcionamiento.
- Cuatro viajes a Villa Constitución (12 días)
Entrevistas a Juan Actis, Pepe Kalauz. Registro directo en las calles de Villa
Constitución, la plaza central, el viejo sindicato de la UOM, las puertas de Acindar y
Metcon, el club Riberas del Paraná. Reconstrucciones.
- Tres viajes a Zona Norte del Gran Buenos Aires (8 días)
Entrevistas a Carlos Morelli y Oscar Bonatto. Registro directo en la puerta de los ex
Astilleros Astarsa, paseo en lancha por el Delta del Paraná con Morelli reconociendo las
costas de los Astilleros, registro en la ex Del Carlo, en la Plaza de San Fernando, en la
Panamericana.
- Cinco (2) días de rodaje para reconstrucciones.
Se comenzará el rodaje a partir de recibir la segunda cuota del Incaa.
El orden elegido para realizar el rodaje es el mismo detallado más arriba. Se seguirá una
progresión geográfica, desde las distancias más lejanas hasta la zona más cercana a la
residencia del equipo técnico.
Sobre el material de archivo:
Se utilizará material de archivo de noticieros del Museo del Cine, con firma de acuerdo para
su incorporación al documental.
Se utilizará a su vez material de archivo del Archivo General de la Nación (documentales
institucionales de fábricas).
El material de archivo documental contemporáneo será de registro propio o por compra y
cesión de derechos a colegas documentalistas.
Música:
Se compondrá música original.
Se utilizará a su vez la canción “Los muchachos del Astillero”, cedida por su autor Juan
Sosa para este trabajo.
PLAN ECONOMICO
PELICULA -ficción ó documental-: MEMORIAS PARA REINCIDENTES
PRODUCTOR: VIOLETA BRUCK
CUENTA DENOMINACION PESOS
INGRESOS
1 CAJA2 CREDITO INCAA $ 107.926,003 APORTES TERCEROS EN EFECTIVO
4 APORTES TERCEROS EN ESPECIE5 APORTES TERCEROS EN CONTRATO DE OBRA $ 46.254,00
6 OTROS APORTES
TOTAL $ 154.180,00
PRESUPUESTO ECONOMICO
PELICULA -documental-: MEMORIAS PARA REINCIDENTES
PRODUCTOR: VIOLETA BRUCK
Nº RUBRO DENOMINACION DEL COSTO
RUBRO PRESUPUESTADO
1 DESARROLLO DE PROYECTO $ 4.000,002 MATERIAL DE ARCHIVO $ 6.000,00
3 REALIZACIÓN / PRODUCCIÓN $ 32.208,004 EQUIPO TECNICO $ 48.072,005 ELENCO $ 1.000,00
6 VESTUARIO
7 MAQUILLAJE
8 UTILERIA $ 1.300,009 ESCENOGRAFIA
10 MOVILIDAD $ 10.000,0011 COMIDAS Y ALOJAMIENTO $ 5.000,00
12 MUSICA $ 5.000,0013 SOPORTE DE REGISTRO $ 3.200,0014 PROCESO DE POST-PRODUCCION DE IMAGEN $ 9.440,00
15 CREACION DE ANIMACIONES $ 0,0016 PROCESO DE POST-PRODUCCION DE SONIDO $ 3.200,00
17 FUERZA MOTRIZ $ 900,0018 EQUIPOS DE CAMARAS / LUCES / SONIDO $ 11.660,00
19 ADMINISTRACION $ 2.000,0020 SEGUROS $ 1.600,00
21 SEGURIDAD
22 CARGAS SOCIALES $ 9.600,00
TOTAL $ 154.180,00
PLAN FINANCIERO
PELICULA -documental-: MEMORIAS PARA REINCIDENTES
PRODUCTOR: VIOLETA BRUCK
Nº RUBRO DENOMINACION DEL ETAPAS COSTO
RUBRO PREPRODUCCION RODAJE POSTPRODUCCIONPRESUPUESTADO
1 DESARROLLO DE PROYECTO $ 4.000,00 $ 4.000,00
2 MATERIAL DE ARCHIVO $ 3.000,00 $ 3.000,00 $ 6.000,00
3 REALIZACIÓN / PRODUCCIÓN $ 11.000,00 $ 10.208,00 $ 11.000,00 $ 32.208,00
4 EQUIPO TECNICO $ 27.812,00 $ 20.260,00 $ 48.072,00
5 ELENCO $ 1.000,00 $ 1.000,00
6 VESTUARIO
7 MAQUILLAJE
8 UTILERIA $ 1.300,00 $ 1.300,00
9 ESCENOGRAFIA
10 MOVILIDAD $ 2.000,00 $ 7.500,00 $ 500,00 $ 10.000,00
11 COMIDAS Y ALOJAMIENTO $ 500,00 $ 4.500,00 $ 5.000,00
12 MUSICA $ 5.000,00 $ 5.000,00
13 SOPORTE DE REGISTRO $ 2.000,00 $ 1.200,00 $ 3.200,00
14 PROCESO DE POST-PROD. D E IMAGEN $ 9.440,00 $ 9.440,00
15 CREACION DE ANIMACIONES $ 0,00 $ 0,00
16 PROCESO DE POST-PROD. D E SONIDO $ 3.200,00 $ 3.200,00
17 FUERZA MOTRIZ $ 900,00 $ 900,00
18 EQUIPOS DE CAMARAS / LUCES / SONIDO $ 11.660,00 $ 11.660,00
19 ADMINISTRACION $ 1.000,00 $ 500,00 $ 500,00 $ 2.000,00
20 SEGUROS $ 1.600,00 $ 1.600,00
21 SEGURIDAD
22 CARGAS SOCIALES $ 4.800,00 $ 4.800,00 $ 9.600,00
TOTAL $ 154.180,00
PRESUPUESTO RUBRO POR RUBRO
PELICULA -documental-: MEMORIAS PARA REINCIDENTESPRODUCTOR: VIOLETA BRUCK
Nº RUBRO DENOMINACION DEL COSTO TOTAL EN $RUBRO
1 DESARROLLO DE PROYECTO
1.1. PROYECTO $ 3.000,00
1.2. GUION Y7O STORYBOARD
1.3. EQUIPO DE INVESTIGACIÓN
1.4. BIBLIOGRAFÍA
1.5. HONORARIOS TRADUCTOR $ 1.000,001.6. ARCHIVOS PARA EL PROCESO DE INVESTIGACIÓN
TOTAL $ 4.000,00
2 MATERIAL DE ARCHIVO
2.1. MATERIAL DE ARCHIVO AUDIOVISUAL $ 4.500,002.2. MATERIAL DE ARCHIVO FOTOGRÁFICO $ 1.000,002.3. MATERIAL GRÁFICO $ 500,00
TOTAL $ 6.000,00
3 REALIZACIÓN / PRODUCCIÓN
3.1. REALIZADOR INTEGRAL $ 18.000,003.2. DIRECTOR DE PRODUCCIÓN $ 14.208,00
3.3. PRODUCTOR EJECUTIVO
TOTAL $ 32.208,00
4 EQUIPO TECNICO
4.1. S.I.C.A.
4.2. COOPERATIVA DE TRABAJO
4.3. MERITORIO
4.4. OTROS (*) $ 48.072,00TOTAL $ 48.072,00
(*) Director de Fotografía y Cámara : $ 13.010
Ayudante de Producción : $ 6.880
Sonidista : $ 11.722
Compaginador: $ 16.460
5 ELENCO
5.1. ELENCO PRINCIPAL
5.2. ELENCO SECUNDARIO
5.3. BOLO MAYORES
5.4. BOLO MENORES
5.5. EXTRAS $ 1.000,00
5.6. OTROS
TOTAL $ 1.000,00
6 VESTUARIO
6.1. COMPRA DE MATERIALES
6.2. REALIZACIONES
6.3. ACCESORIOS
6.4. ALQUILERES
6.5. MANTENIMIENTO Y LIMPIEZA
TOTAL $ 0,00
7 MAQUILLAJE
7.1. COMPRA DE MATERIALES
7.2. ALQUILERES
7.3. REALIZACIÓN Y EFECTOS
TOTAL $ 0,00
8 UTILERIA8.1. ALQUILERES
8.2. COMPRAS
8.3. REALIZACIONES $ 1.300,00TOTAL $ 1.300,00
9 ESCENOGRAFIA9.1. LOCACIONES
9.2. COMPRA DE MATERIALES
9.3. REALIZACIONES
TOTAL $ 0,00
10 MOVILIDAD
10.1. VEHICULOS DE PRODUCCIÓN $ 2.500,0010.2. VEHICULOS DE UTILERIA Y ESCENOGRAFIA $ 1.000,0010.3. TAXIS $ 500,00
10.4. REMISES
10.5. OMNIBUS, TRENES LOCALES, SUBTERRANEOS $ 300,00
10.6. MOTHOR HOME, TRAILERS, CAMIONES DE CARGA
10.7. VIAJES DE RECONOCIMIENTO DE FILMACIÓN $ 600,00
10.8. PASAJES AL INTERIOR DEL PAIS $ 3.500,0010.9. PASAJES AL EXTERIOR DEL PAIS
10.10. FLETES DE EQUIPOS Y UTILERIAS $ 1.600,00TOTAL $ 10.000,00
11 COMIDAS Y ALOJAMIENTO
11.1. SERVICIO DE CATERING EN FILMACIÓN
11.2. COMIDAS EN COMISIONES DIVERSAS $ 1.500,0011.3. ALOJAMIENTO EN HOTELES O ALQUILERES ESTADIA EN RODAJE $ 3.500,00
TOTAL $ 5.000,00
12 MUSICA
12.1. COMPOSITOR $ 3.000,00
12.2. MUSICOS $ 1.000,00
12.3. SALA DE GRABACIÓN $ 1.000,0012.4. DERECHOS
TOTAL $ 5.000,00
13 SOPORTE DE REGISTRO13.1. SOPORTE VIDEO IMAGEN / SONIDO
13.2. SOPORTE DIGITAL IMAGEN / SONIDO $ 2.000,0013.3. PELÍCULA NEGATIVO
13.4. PELÍCULA POSITIVO
13.5. INTERNEGATIVO
13.6. FOTO FIJA
13.7. SOPORTE DE ALMACENAMIENTO - COPIAS DE SEGURIDAD $ 1.200,00TOTAL $ 3.200,00
14 PROCESO DE POST-PRODUCCIÓN DE IMAGEN14.1. DOSIFICADO DE IMAGEN $ 2.220,00
14.2. ALQUILER ESTUDIO POST-PRODUCCIÓN $ 5.400,0014.3. TRANSFER $ 1.820,00
14.4. REVELADO DE NEGATIVO
14.5. REVELADO DE SONIDO
14.6. FOTO FIJA
TOTAL $ 9.440,00
15 CREACIONES DE ANIMACIONES $ 0,00
15.1. HONORARIOS DEL ANIMADOR $ 0,0015.2. MATERIALES PARA LA REALIZACIÓN DE LA ANIMACIÓN $ 0,00
TOTAL $ 0,00
16 PROCESO DE POST-PRODUCCIÓN DE SONIDO
16.1. MASTERIZACIÓN
16.2. SALA
16.3. REGRABACIÓN
16.4. DOBLAJE
16.5. SONORIZACIÓN $ 2.000,0016.6. EDICIÓN EFECTOS $ 1.200,00
16.7. REGALÍAS16.8. OTROS
TOTAL $ 3.200,00
17 FUERZA MOTRIZ
17.1. ALQUILER DE GENERADOR $ 200,0017.3. COMBUSTIBLE GENERADOR $ 100,0017.4. COMBUSTIBLE PARA VEHÍCULOS $ 600,00
TOTAL $ 900,00
18 EQUIPOS DE CAMARA / LUCES / SONIDO
18.1. COMPRA O ALQUILER EQUIPOS DE CAMARA $ 7.000,0018.2. COMPRA O ALQUILER EQUIPOS DE LUCES $ 1.500,00
18.3. COMPRA O ALQUILER EQUIPOS DE SONIDO $ 3.160,0018.4. REPOSICIÓN DE LÁMPARAS
18.5. EQUIPOS DE COMUNICACIÓN
TOTAL $ 11.660,00
19 ADMINISTRACIÓN
19.1. ALQUILER DE OFICINA
19.2. ADMINISTRACIÓN
19.3. CADETERIA - MENSAJERÍA $ 600,0019.4. TELEFONIA $ 565,00
19.5. TELEFONIA MOVIL $ 535,0019.6. UTILES DE OFICINA, PAPELERÍA, ETC. $ 300,0019.7. HONORARIOS LEGALES
19.8. HONORARIOS PROFESIONAL CONTABLETOTAL $ 2.000,00
20 SEGUROS
20.1. SEGUROS EQUIPO $ 800,00
20.2. SEGUROS PERSONAL $ 800,00TOTAL $ 1.600,00
21 SEGURIDAD
21.1. SEGURIDAD ESTUDIOS Y BIENES
TOTAL $ 0,00
22 CARGAS SOCIALES
22.1. A.A.A.
22.2. S.I.C.A.
22.3. S.U.S.S.
22.4. OTRAS CARGAS SOCIALES $ 9.600,00
TOTAL $ 9.600,00
TOTAL $ 154.180,00
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