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NO ABRAS A NADIE FRANCESC SANGUINO
No abras a nadie
!
!!
!
!
"!
© de la bra, Francesc Sanguino, 2013, 2014.
© De la portada, Cedro (usuario en Flickr) , con una licencia Creative
Commons by-nc-sa 2.0, 2014.
© De la presente edición, El Club de la Serpiente, 2014.
No abras a nadie
!
!!
!
!
#!
Dramatis Personae
La Madre
Camila
Lourdes
Beatriz
No abras a nadie
!
!!
!
!
$!
UNO
Un salón-comedor de una vivienda de mediados de los años setenta. Tiene
aspecto de abandonada. Del mobiliario solo queda un tresillo, en el centro
de la habitación, y un mueble al fondo, algunas de sus puertas abiertas,
con objetos desordenados en los estantes. Una mujer, vestida de oscuro, de
cuarenta y tantos, parece que organiza las fotos en un álbum. Alrededor
de ella hay también cajas de cartón y toda clase de objetos diseminados.
Aparece otra mujer pocos años más joven (Beatriz).
BEATRIZ
Mamá…
La madre no contesta.
BEATRIZ
Mamá, tengo que contarte algo…
MADRE
¿Qué?
BEATRIZ
Mírame.
MADRE
Te estoy mirando.
No abras a nadie
!
!!
!
!
%!
BEATRIZ
No me estás mirando.
MADRE
Claro que te miro.
BEATRIZ
No me miras, deja ya las fotos.
Beatriz le cierra el álbum y la mira fijamente. Sonríe.
MADRE
¿Qué?
Beatriz se ajusta la bufanda que lleva puesta, separa los brazos del cuerpo
como en un aleteo.
MADRE
¿Qué?
BEATRIZ
La bufanda, ¿te gusta?
MADRE
No me va a gustar, si te la regalé yo en Reyes…
BEATRIZ
No me la regalaste tú, tú me regalaste un gorro, mamá.
MADRE
Pues no me acordaba. Es muy bonita. ¿De quién es?
No abras a nadie
!
!!
!
!
&!
BEATRIZ
Mía. Me la he encontrado en un bosque.
MADRE
¿En un bosque? ¿Cuándo has ido tú a un bosque?
BEATRIZ
El domingo fuimos con el tío Ricardo, tú no viniste porque
tenías angustia.
MADRE
Pues te va a juego con el gorro. ¿Es eso lo que me tenías que
contar?
BEATRIZ
No....
MADRE
¿Preguntaste si alguien la había perdido?
BEATRIZ
¿A quién?
MADRE
Pues a quien sea…
BEATRIZ
Claro, para que me la quiten.
La madre mira a los ojos a Beatriz, luego toca suavemente la bufanda,
como si temiera ser arañada.
No abras a nadie
!
!!
!
!
'!
BEATRIZ
Mamá…
MADRE
¿Qué?
BEATRIZ
Tengo que decirte una cosa.
MADRE
Pues dímela.
BEATRIZ
¿Ahora?
MADRE
Claro, cuéntame.
BEATRIZ
Bien: el tío Ricardo me ha dado un beso.
La madre sostiene la foto en la mano y mira a su hija con la cabeza
inclinada, para que las gafas de vista no le impidan perderse un solo
detalle de su rostro, el más mínimo movimiento del más pequeño músculo
de su cara.
BEATRIZ
Se supone que es un secreto, pero yo te lo cuento a ti.
Silencio. Algo por dentro hace que la madre no reaccione, que se quede
mirando a su hija, a la espera.
No abras a nadie
!
!!
!
!
(!
BEATRIZ
Supongo que sabes guardar un secreto…
La madre no contesta, solo la mira fijamente.
BEATRIZ
¿Mamá? Mamá, te he preguntado si sabes guardar un secreto…
Y de pronto, como si despertara, la madre:
MADRE
Claro.
BEATRIZ
¿Estás enfadada conmigo?
MADRE
Por supuesto que no.
BEATRIZ
Parece que estás enfadada.
MADRE
No lo estoy.
BEATRIZ
No te estoy mintiendo, estoy diciendo la verdad. No podemos
mentir, tú no nos dejas mentir nunca.
MADRE
Claro que no podemos. ¿Y por qué te ha dado un beso?
No abras a nadie
!
!!
!
!
)!
BEATRIZ
Porque nos quiere, supongo. ¿Tú lo sabes?
MADRE
No, no lo sé. ¿Te da muchos besos el tío Ricardo?
BEATRIZ
No.
MADRE
¿Es que no te acuerdas?
BEATRIZ
Claro que me acuerdo. El tío Ricardo es muy bueno, tú lo dices
siempre.
MADRE
Claro. ¿Te da besos como yo?
BEATRIZ
Claro que no.
MADRE
Entonces, ¿cómo son?
Beatriz se coloca despacio el índice en la frente, luego en una mejilla; en la
otra. Finalmente se acerca la yema del dedo al centro de sus labios y los
toca levemente, dejando posada allí su yema. Repite ese gesto varias veces
hasta que la madre le toma la mano y se la aparta con suavidad.
MADRE
¿Hace mucho de eso?
No abras a nadie
!
!!
!
!
*!
Beatriz se encoge de hombros.
MADRE
¿No te acuerdas?
BEATRIZ
Los secretos nunca se dicen, mamá.
La madre carraspea de modo automático, como si algo ahí dentro quisiera
salir a toda prisa de su interior, y apenas lo puede bloquear en la garganta.
MADRE
Beatriz, márchate a tu cuarto.
BEATRIZ
Me has dicho que no me ibas a castigar.
MADRE
No estás castigada.
Beatriz inicia la marcha, pero antes da un beso a su madre en la mejilla.
La madre trata de sonreir sin éxito alguno.
MADRE
No salgas hasta que vuelva.
BEATRIZ
Bien.
MADRE
Y no abras a nadie.
No abras a nadie
!
!!
!
!
"+!
BEATRIZ
Bien.
Beatriz sale. La madre se levanta, se coloca un abrigo, un pañuelo en la
cabeza y unas gafas de sol. Toma el bolso y sale.
No abras a nadie
!
!!
!
!
""!
DOS
La misma estancia. Otra mujer (Lourdes), de unos treinta y pocos está
tumbada de costado en un sofá, tapada solo con una chaqueta. Tiene las
palmas juntas bajo el rostro, atrapadas entre este y el sofá, está dormida.
El ruido de unas llaves y una puerta que se abre. Entra otra mujer de
aspecto algo mayor que la anterior y cierto parecido (Camila). Le falta el
aire. No se inmuta ante la presencia de la otra, sino por cómo se encuentra
el salón, todo revuelto, fuera de sitio. Hace un gesto claro de desagrado.
Antes de dejar lo que lleva en las manos, deambula por la sala observando
los objetos, casi inspeccionándolos. Coge una foto (el marco está roto) y la
cambia de lugar con cuidado. Luego hace lo mismo con otra, aunque el
cambio es solo apreciable para ella. Coge un par de libros que ha
encontrado sobre una mesita y los cambia de lugar con agilidad, como
quien está acostumbrada a ordenarlos. Deja la mochila sobre la mesa y
hace que Lourdes baje los pies que tenía descansando sobre el sofá, con un
golpe de mano poco delicado. Mientras Camila se dirige a la ventana,
Lourdes vuelve a colocar los pies en el mismo sitio.
CAMILA
Está lloviendo otra vez.
Camila se aleja de la ventana unos centímetros, vuelve sobre sus pies y se
queda mirando un rato la calle. Se pone de puntillas y dobla el cuello todo
lo que da de sí al tiempo que coloca las manos sobre el cristal. Y tras un
No abras a nadie
!
!!
!
!
"#!
instante de aguantar la respiración, de ladear la cabeza entre el desagrado
y el enfado, se sienta de golpe en un sillón, aflojando todo su cuerpo.
CAMILA
Hay alguien tirado en medio de la acera.
Lourdes no le presta la más mínima atención; al contrario, bosteza.
Camila se dirige al mueble y coge unos prismáticos con los que mira
después la calle, luego a Lourdes, inmutable. Quizá no la haya oído:
CAMILA
Es un chico joven.
Lourdes cambia de posición en el sofá: le da la espalda. Suena la sirena de
una ambulancia.
CAMILA
Ahora llega la ambulancia.
Suena la sirena ahora de la policía.
CAMILA
Y la policía también; ahora que no hay nada que hacer. Quizá
unos minutos antes y le habrían salvado. (Pausa.) Es uno de
esos repartidores de pizzas.
Lourdes se incorpora, se frota los ojos y mira bastante molesta a Camila.
CAMILA
(Con certeza y sin ninguna emoción) Está muerto.
No abras a nadie
!
!!
!
!
"$!
Lourdes tiene el cigarrillo en la boca y aspira; y no le interesa en absoluto
el atropello. Lanza el humo hacia el techo.
CAMILA
(Por el desorden en la habitación) ¿Has sido tú?
LOURDES
¿La que lo ha atropellado?
CAMILA
La que ha hecho todo esto.
LOURDES
¿El qué?
CAMILA
Todo este lío, Lourdes; está todo… Bueno, déjalo.
LOURDES
No es ningún lío. Estoy metiendo todo en cajas. Es lo que se
hace en estos casos, ¿no?
CAMILA
Podrías haber esperado a que se vayan. ¿Has arreglado la
cocina? ¿Está limpia?
LOURDES
Ayer. Está perfecta.
CAMILA
¿Te acuerdas de cuando murió la abuela? Ya no teníamos que ir
a la puñetera iglesia, ni a confesarnos… ¿Y el cuarto de baño?
No abras a nadie
!
!!
!
!
"%!
LOURDES
Impoluto.
CAMILA
Mamá no nos obligaba a hacer las camas, ni la cocina, ni el
cuarto de baño… ¿Quieres creer que no he vivido una época
mejor que esa? ¿También la bañera está limpia?
Pausa.
CAMILA
¿La has limpiado o no?
LOURDES
¿Vienen a comprar la casa o a darse un baño?
CAMILA
Estoy hablando en serio, Lourdes.
LOURDES
Se podría trasplantar un corazón allí dentro, Camila. (Pausa.) Ve
a hacer la inspección. Y luego me dices si estoy aprobada o
suspendida.
CAMILA
No hace falta.
LOURDES
Vamos, ve.
CAMILA
No abras a nadie
!
!!
!
!
"&!
A mí no me disgustaba ir a misa. Ahora estamos en pecado
mortal, nos condenamos de modo ineluctable.
LOURDES
Ineluctable… Luego la gente te tiene miedo, Camila; no me
extraña, diciendo esa clase de cosas.
CAMILA
No veo por qué.
LOURDES
La mitad de la gente que usa esas palabras debe de estar en un
psiquiátrico. Pobres alumnos tuyos, me gustaría saber qué mote
te han puesto.
CAMILA
(Por el chico.) Definitivamente, está muerto el pobre repartidor
de pizzas.
LOURDES
¿Y cómo sabes que es un pobre repartidor de pizzas?
CAMILA
Lourdes, lleva un mono rojo. Un taxista se ha saltado el
semáforo, ha embestido al chico que venía por el otro lado, y
ha salido despedido hasta caer sobre la acera.
LOURDES
¿Un taxi?
CAMILA
Un taxi.
No abras a nadie
!
!!
!
!
"'!
LOURDES
¿Y has visto todo eso nada más entrar?
CAMILA
Lourdes: un cruce, el chico de las pizzas está tirado en el
suelo… No tengo que haberlo visto, todo el mundo sabe lo
que pasa en esta ciudad repleta de taxistas que conducen toda
la noche, de repartidores que tratan de llegar a tiempo para
poder pagarse los estudios con las propinas… Al final terminan
todos muertos, con los sesos desperdigados por la acera.
LOURDES
Qué hambre.
CAMILA
¿Pedimos una pizza?
LOURDES
¿Vamos a cenar aquí?
CAMILA
Ya te he dicho que estaba lloviendo.
LOURDES
No creo que corramos ningún peligro por la lluvia, Camila.
CAMILA
…Dijo el repartidor de pizzas…
CAMILA
(Por el cuerpo en la calle) Venga, asómate antes de que se lo lleven.
No abras a nadie
!
!!
!
!
"(!
LOURDES
No, gracias: no tengo ganas de ver cadáveres.
CAMILA
Vamos, ¿es que tienes miedo?
LOURDES
No, es que tengo asco.
CAMILA
Pero si está tapado…
LOURDES
Me da lo mismo; no quiero verlo.
CAMILA
No se ve nada, te lo aseguro. Venga, acércate.
Lourdes se levanta con desgana y se acerca. Camila le ofrece los
prismáticos. Se los coloca y mira, y al momento se los quita.
LOURDES
(Con desagrado, tapándose la boca con una mano) Por favor… Si está
en esta misma acera… Y no es un hombre.
CAMILA
Claro que no es un hombre: es un chico joven.
Lourdes vuelve a mirar, esta vez rechazando los prismáticos que Camila
acaba de ofrecerle.
No abras a nadie
!
!!
!
!
")!
LOURDES
¿No decías que llevaba un mono rojo?
CAMILA
Debajo de la sábana se distingue perfectamente un mono
rojo… Es un chico.
LOURDES
Es una mujer. Se ve perfectamente que es una mujer.
CAMILA
Que no, Lourdes; que es un repartidor de pizzas.
LOURDES
¿Y la moto, Camila?
CAMILA
Se la habrán llevado.
LOURDES
¿Y el taxi?
CAMILA
¿Y yo qué sé dónde está el taxi?
LOURDES
Camila, no hay taxi.
CAMILA
Quizá se golpeó con otra moto, ¿qué sé yo?
LOURDES
No abras a nadie
!
!!
!
!
"*!
¿Con otra moto? No hay taxi, no hay coche, ni hay otra moto,
ni es un repartidor de pizzas. Está gordita, además.
CAMILA
No estaba gordita. Estará ahora gordita.
LOURDES
(Tomando el teléfono y marcando) Buenas noches. Quería hacer un
pedido… Espero, gracias…. Buenas noches, llamaba para
encargar una pizza y para saber si han atropellado a alguno de
sus empleados… Ajá… Tampoco se ha suicidado ninguno y
luego le ha pasado un taxi por encima, supongo… (Camila le
hace una peineta, sin dejar de mirar por la ventana.) Ajá… Sí, Avenida
Salamanca, 52, Séptimo B…Bueno, pues, ¿tienen de cuatro
quesos?... Pues una de cuatro quesos… No, no, no, solo eso…
Y la otra, enseguida le digo…
Lourdes tapa el tubo y le levanta las cejas a Camila, en un gesto
interrogatorio. Camila se coge el mentón con una mano, un gesto entre
pensativo y de dolor de muelas.
CAMILA
De carne… Con mucho tomate… Sin queso y con mucha
cebolla… Si no tienen, de chorizo; pero salami, no, que me
sientan mal… Masa fina. No me acuerdo de cómo se llama…
LOURDES
No te preocupes, yo me acuerdo. ¿Ya está?
CAMILA
Sí, ya está.
No abras a nadie
!
!!
!
!
#+!
LOURDES
(Al aparato) La otra de cuatro quesos también, gracias.
Lourdes cuelga y se sienta en el sofá. Coge y abre una revista al azar y la
ojea. Camila se queda atónita, pone sus brazos en jarras. La mira
incrédula. Pasan los segundos, y pasan…
LOURDES
A ti te gusta el queso…
CAMILA
(Conteniéndose lo que puede, a punto de estallar) ¡A mí no me ha
gustado el queso jamás!
LOURDES
(Muy segura) El miércoles pediste de queso.
CAMILA
Jamás.
LOURDES
El miércoles o el jueves pasado.
CAMILA
No nos vemos desde hace meses, Lourdes.
LOURDES
Camila, es que te complicas la vida hasta para pedir una pizza...
CAMILA
¡Vete a la mierda!
No abras a nadie
!
!!
!
!
#"!
Camila se pega aún más al cristal, tratando de ver algo con más nitidez.
LOURDES
No te enfades, Camila, pero a ti te gustaba el queso.
CAMILA
¡Que te vayas a la mierda!
LOURDES
Venga, no te enfades, yo te invito. Asunto terminado.
CAMILA
Le han quitado la sábana. (Pausa.) Le están poniendo los brazos
en su sitio.
LOURDES
Es lo que ella querría… ¿Qué hacemos contigo cuando te
mueras? ¿Te los cortamos? (Casi para sí misma) Qué angustia
das: siempre con tus enfermedades, tus accidentes y tus
muertos. Pareces mamá, siempre sufriendo por lo mismo,
como si no nos tuviéramos que morir de algo alguna vez.
Ahora que nos habíamos librado por fin de las angustias por
toda clase de accidentes de tráfico terrestre, aéreo o fluvial, ahí
estás tú con la misma herencia, la misma.
CAMILA
¿Es que me lo he inventado?
LOURDES
No, no te lo has inventado.
CAMILA
No abras a nadie
!
!!
!
!
##!
¿No está ahí fuera tirado en la acera? ¿O es que ha venido
expresamente a matarse aquí por mí? Los accidentes ocurren
cada día, ¿o es que tengo que recordártelo?
LOURDES
No, no tienes que recordármelo.
CAMILA
Pues entonces.
Camila vuelve a la calle, observa cómo levantan el cadáver. Lourdes se
levanta y mira también a través de la ventana.
CAMILA
(De vuelta a la ventana) No sé por qué le repugna tanto a la gente
la muerte.
LOURDES
(Con ironía) Es totalmente incomprensible.
Los operarios envuelven el cadáver con un envoltorio metalizado y lo
introducen en una caja gris, parecen más bien guardar un habano. El
furgón se marcha. El tráfico se reanuda y vuelve el bullicio de la goma
quemada y de los motores.
CAMILA
Tenías razón, era una mujer.
LOURDES
Pues claro.
CAMILA
No abras a nadie
!
!!
!
!
#$!
Por un momento, me ha parecido Beatriz.
LOURDES
Igual es Beatriz.
CAMILA
Beatriz tiene treinta y dos, no sesenta y dos.
Pausa.
CAMILA
¿Tú crees?
LOURDES
Puede ser ella, sí.
CAMILA
No, no es ella, seguro.
LOURDES
Lo mismo el golpe la ha desfigurado…
CAMILA
¿Y se le ha puesto el pelo blanco?
LOURDES
Ha habido casos.
Silencio.
CAMILA
Beatriz jamás llevaría un pantalón así.
No abras a nadie
!
!!
!
!
#%!
LOURDES
Eso es cierto.
Pausa.
CAMILA
No es Beatriz.
LOURDES
Entonces, no te preocupes.
CAMILA
No estoy preocupada.
Lourdes vuelve al sofá. Camila parece que sale.
LOURDES
¿Adónde vas?
CAMILA
Abajo.
LOURDES
No es Beatriz, Camila.
CAMILA
Ya sé que no es Beatriz, voy al parquímetro.
Camila sale. Mientras ellas conversaban pegadas al mirador, ha
entrado una mujer de más de cuarenta años, con el pelo desarreglado y con
No abras a nadie
!
!!
!
!
#&!
una bata. Lleva un pañuelo en la mano. Se sienta y deja la boca abierta,
como si le faltara el aire.
No abras a nadie
!
!!
!
!
#'!
TRES
MADRE
¿Cómo no voy a ponerme así? Son las tres y veinte.
LOURDES
No le ha pasado nada, mamá. Esto es normal.
MADRE
¿Cómo va a ser normal? Algo le ha pasado a tu padre.
LOURDES
Desde luego, le están pasando muchas cosas, muchas más que
a ti y a mí.
MADRE
Y no puedo llamar a nadie, no conozco a nadie aquí. Si no nos
hubiera traído a esta ciudad… Mira que se lo dije, allí no
conocemos a nadie, nos pasa cualquier cosa y nos encuentran
muertas. ¿Has apagado el gas?
LOURDES
Sí, he apagado el gas. ¿Y qué importa?
MADRE
¿Qué importa qué?
No abras a nadie
!
!!
!
!
#(!
LOURDES
Que nos encuentren muertas y momificadas. Nos morimos,
como todo el mundo. Es lo mejor.
MADRE
¿Tú estás idiota o qué te pasa? ¿Para qué están los cementerios?
Por eso no quise venir aquí. Ahora, ¿qué? Ahora me van a
enterrar en el cementerio de aquí. ¿Pinto yo algo en el
cementerio de aquí? Yo quiero que me entierren con mis
padres. Y no es tan fácil cambiar de cementerio, no se puede ir
cambiando de cementerios cuando a uno se le antoja. Antes
llamaba a sus compañeros hasta que alguien sabía algo de él,
pero ahora no conocemos a nadie en esta ciudad, no puedo
llamar a nadie.
LOURDES
Quizá por eso lo destinaron aquí.
MADRE
¿Por qué?
LOURDES
Por ti, por pesada, por insoportable, porque te pasas la vida
llamando a todo el mundo cuando llega diez minutos tarde. Y
papá siempre regresa, nunca le pasa nada, nunca le atracan ni le
asesinan; jamás ha tenido un solo accidente, simplemente llega
con retraso. La gente es muy hija de puta, mamá: se retrasa.
MADRE
¿Hago mal preocupándome por tu padre? ¿Tan mala soy?
Deberíais estar preocupadas vosotras también.
No abras a nadie
!
!!
!
!
#)!
LOURDES
Yo prefiero llorar directamente si se ha muerto.
MADRE
¿A que te cruzo la cara? Esperemos que no le haya pasado nada.
Las tres y veinticinco. No debí hacerle caso. Creo que voy a
llamar a la Guardia Civil. Llama a la Guardia Civil.
LOURDES
Yo no llamo a la Guardia Civil.
MADRE
¡Llama a la Guardia Civil!
LOURDES
¿Por qué siempre me toca llamar a la Guardia Civil?
Entra Beatriz.
MADRE
¿Qué?
BEATRIZ
Nada, no está en el bar, nadie sabe nada de él.
MADRE
(A Lourdes) Llama a la Guardia Civil.
LOURDES
(A Beatriz) Te toca llamar a la Guardia Civil.
No abras a nadie
!
!!
!
!
#*!
BEATRIZ
No me toca a mí; la última vez llamé yo.
LOURDES
No, la última vez llamé yo.
MADRE
Llamad a la Guardia Civil de una vez, no puedo respirar.
BEATRIZ
No es así. Acuérdate de lo que me dijo el Guardia Civil.
LOURDES
No sé qué te dijo.
BEATRIZ
Sí lo sabes, lo sabes perfectamente.
Beatriz se acerca a Lourdes y le dice algo al oído.
BEATRIZ
Te toca llamar.
LOURDES
A mí no me gusta llamar a la Guardia Civil.
MADRE
No tengo aire, creo que me voy a desmayar.
Beatriz se levanta y abanica a su madre con la revista que esta tenía en la
mano. Parece que ha perdido casi la consciencia, tiene la cabeza reposada
sobre el sillón, y se tapa con un pañuelo la boca.
No abras a nadie
!
!!
!
!
$+!
LOURDES
(A Beatriz) Solo tienes que llamar y decir: “Guardia, que mi
madre quiere saber si han encontrado muerto a un señor de
cuarenta y cinco, metro ochenta, moreno, gordo y…”
La madre sufre una arcada por culpa de sus malditos nervios.
LOURDES
Cálmate, mamá. (A Beatriz) Yo no pienso llamar a la Guardia
Civil, no pienso hacerlo. Diga lo que diga, siempre dicen lo
mismo. “Mire, que mi padre ha desaparecido”. “Mira, hija,
estará en el bar, tampoco es tan tarde. Si en dos días no ha
vuelto, vuelves a llamar, ¿de acuerdo?”.
MADRE
¿Qué dice la Guardia Civil?
LOURDES
De eso estábamos hablando.
MADRE
¿Saben algo de tu padre?
LOURDES
No saben nada, no ha habido ningún accidente aún, dicen que
volvamos a llamar más tarde, en hora punta, que así podremos
elegir.
MADRE
Llamad al hospital.
No abras a nadie
!
!!
!
!
$"!
Ambas protestan con un gesto ostentoso.
MADRE
¡Llamad al hospital!
Lourdes se levanta y toma el teléfono, marca un número de treinta cifras y
guiña el ojo a Beatriz.
LOURDES
Hola. Llamaba para informarme de si hoy han tenido algún
accidente… Gracias, espero… Muy bien, ¿e infartos?... Ajá…
¿Alguna víctima de un asesinato?... Ya… En términos
generales, ¿alguien ha fallecido hoy en su hospital?... Muy bien,
gracias, le estoy muy agradecida… Adiós.
MADRE
¿Qué ha dicho?
LOURDES
Que papá no ha llegado todavía al depósito de cadáveres, que
todavía lo están esperando.
MADRE
Eres idiota. ¿Dónde está Camila?
LOURDES
En su habitación, encerrada.
MADRE
¿Qué hace encerrada en su habitación?
BEATRIZ
No abras a nadie
!
!!
!
!
$#!
Está estudiando, mamá…
Lourdes le hace un gesto advirtiendo lo torpe que es: acaba de mencionar el
verbo estudiar.
MADRE
Es la única que estudia, no como vosotras, que no hacéis nada,
ni siquiera hacéis las camas cuando os lo pido.
LOURDES
Pero yo llamo a la Guardia Civil.
MADRE
Todo lo tengo que hacer yo, me tenéis esclavizada. ¿Habéis
hecho la comida?
BEATRIZ
No tenemos hambre.
MADRE
No me ayudáis en nada, voy a tener que hablar con vuestro
padre, os va a poner derechas.
BEATRIZ
Y llamo a los hospitales.
LOURDES
(Por Beatriz) Y yo cuido de esta, siempre estoy con ella.
MADRE
No abras a nadie
!
!!
!
!
$$!
(Abrazándolas a las dos, a cada una con un brazo) Tenéis razón, soy
una mala madre, hijas mías; vosotras hacéis mucho por mí.
¿Qué hora es?
LOURDES
Las tres y veinte.
MADRE
¿Las tres y veinte otra vez?
LOURDES
Pasadas.
MADRE
Si hace un momento eran las tres y veinticinco.
BEATRIZ
(Señalando el reloj) Ahora son y veinticinco, mamá.
MADRE
(Por el reloj que lleva Beatriz) Ese reloj, ¿quién te lo ha regalado?
BEATRIZ
Mi novio, mamá.
MADRE
Tiene buen gusto el chico, cuídalo. Mejor guárdalo y no te lo
pongas más, por si os peleáis. Así se lo devuelves nuevo, no
vaya a pensar…
BEATRIZ
¿No vaya a pensar qué?
No abras a nadie
!
!!
!
!
$%!
MADRE
Que te aprovechas.
BEATRIZ
¿De qué me aprovecho? ¿De mirar la hora?
LOURDES
¿Ya se te ha pasado?
MADRE
¿El qué?
LOURDES
La angustia.
MADRE
No, abanicadme.
Ambas la abanican.
MADRE
Mirad a ver si ha llegado.
LOURDES
No ha llegado.
MADRE
Dijo que llegaría a las tres.
BEATRIZ
Se le habrá hecho tarde.
No abras a nadie
!
!!
!
!
$&!
MADRE
¿Y por qué se le ha hecho tarde?
BEATRIZ
¿Cómo quieres que lo sepa?
MADRE
Eso es que le ha pasado algo.
LOURDES
No le ha pasado nada, mamá.
MADRE
Le ha pasado algo.
LOURDES
Pues le ha pasado algo.
MADRE
¿Y te quedas tan tranquila?
LOURDES
No le ha pasado nada.
MADRE
Entonces, ya estaría aquí.
LOURDES
Entonces, es que ha tenido un accidente.
MADRE
No abras a nadie
!
!!
!
!
$'!
¡Cállate, estúpida, que eres una estúpida!
BEATRIZ
Se ha caído al puerto con el coche y se ha ahogado.
MADRE
¿Quieres callarte?
LOURDES
¡No le ha pasado nada!
BEATRIZ
Le han atracado y lo han asesinado. Le han cortado la cabeza.
MADRE
¡Cállate! ¡Estás loca de verdad!
BEATRIZ
Lo han desfigurado con un soplete.
LOURDES
¡No le ha pasado nada a papá!
MADRE
¡¿Queréis callaros de una vez?!
LOURDES
¿Quieres estar tranquila?
MADRE
¡¿Cómo voy a estar tranquila pensando que le ha pasado algo?!
No abras a nadie
!
!!
!
!
$(!
LOURDES
¡Pues no lo pienses!
MADRE
¡Pues no me lo digas!
Pausa.
MADRE
Mira a ver si ha llegado. A ver si ha entrado y no le hemos visto.
LOURDES
No ha entrado.
MADRE
Date una vuelta por la casa, a ver si está en el baño o en la
galería.
LOURDES
¿Y qué va a estar haciendo en la galería?
MADRE
Arreglando el calentador, se ha estropeado otra vez.
LOURDES
Pero si papá nunca arregla nada…
MADRE
¡He dicho que vayas!
No abras a nadie
!
!!
!
!
$)!
Lourdes se levanta del sillón, da vueltas a su alrededor y se vuelve a sentar
en el suelo sin resuello mientras Beatriz abanica a su madre. Pasan los
segundos y Beatriz la mira esperando que diga algo.
LOURDES
No está en toda la casa.
BEATRIZ
Deja de preocuparte, mamá; ya conoces a papá: siempre llega
tarde, siempre.
LOURDES
Y nunca le pasa nada, es un impuntual. Dentro de un minuto
ya estará aquí y habrás perdido el tiempo sufriendo un infarto
para nada, mamá.
La madre echa la cabeza hacia atrás y vuelve a quedarse desvanecida.
Silencio. Ambas miran a su madre.
BEATRIZ
¿Se ha muerto?
LOURDES
No, nunca se muere.
BEATRIZ
Mira a ver si respira.
Lourdes acerca la oreja al pecho de su madre.
LOURDES
Está respirando.
No abras a nadie
!
!!
!
!
$*!
BEATRIZ
¿Qué hacemos?
Beatriz vuelve a abanicar rápido a su madre, Lourdes se suma, ambas la
abanican como si fuera una brasa encendida. La madre vuelve en sí y las
detiene.
MADRE
(Trata de incorporarse) Voy a levantarme
LOURDES
(La sienta en el sillón con la ayuda de Beatriz) Mamá, no te
levantes.
MADRE
(Trata de incorporarse) Voy a levantarme.
BEATRIZ
(La vuelve a sentar en el sillón con la ayuda de Lourdes) Mamá, no te
levantes.
MADRE
¡Dejadme, coño, que voy a hacer pis! Recoged la casa, y llevad
cuidado: no molestéis a Camila.
La madre se levanta y se marcha. Beatriz se va hacia la cocina, pero ve
que Lourdes se queda en el sofá. La madre se sienta en el sillón de al lado
y espera. Lourdes se tapa y se echa a dormir.
MADRE
Ya son las ocho.
No abras a nadie
!
!!
!
!
%+!
CUATRO
Camila y Beatriz observan a Lourdes. Beatriz mira su reloj y, de pronto,
le lanza un objeto. Lourdes despierta, retira el objeto y el abrigo con el que
se cubre y las mira fijamente.
BEATRIZ
Ya son las ocho.
LOURDES
¿Y?
CAMILA
Están a punto de llegar.
LOURDES
¿Y?
BEATRIZ
Nos has pedido que te despertáramos.
LOURDES
Ah, sí. (Frotándose los ojos, arreglándose el pelo) ¿Tenéis algo para el
dolor de cabeza?
CAMILA
No abras a nadie
!
!!
!
!
%"!
(Buscando en su mochila rápidamente) Yo tengo ibuprofeno.
BEATRIZ
(Buscando en su bolso) Yo tengo paracetamol.
CAMILA
El paracetamol no quita el dolor de cabeza.
BEATRIZ
Sí quita el dolor de cabeza.
CAMILA
Es mejor el ibuprofeno.
LOURDES
¡Joder, callaos de una vez!
Ambas le dan una pastilla. Lourdes se toma ambas con un poco de agua
de una botella que saca Camila de su mochila. Luego se pone dos dedos en
las sienes para tratar de calmar el dolor. Ve que Beatriz y Camila están
mirándola fijamente.
LOURDES
¿Qué pasa?
BEATRIZ
¿Qué piensas hacer?
LOURDES
¿Qué pienso hacer con respecto a qué?
BEATRIZ
No abras a nadie
!
!!
!
!
%#!
Pues esta noche… ¿Qué piensas hacer con el robo, con tu
casa…?
LOURDES
No lo sé.
BEATRIZ
¿No lo sabes todavía?
LOURDES
No, no lo sé. Lo pensaré más tarde.
BEATRIZ
¿Cuándo? Son las ocho.
LOURDES
Pues a las nueve.
CAMILA
(Ojeando una revista) ¿Cómo no haces una copia de tus cosas,
Lourdes?
LOURDES
¿Tú sí haces?
CAMILA
De todo: yo hago una copia de todo.
LOURDES
Pues yo no, no hago copia de nada, no soy una persona
previsora, qué le vamos a hacer.
No abras a nadie
!
!!
!
!
%$!
BEATRIZ
Deberías hacer copia de todo tu trabajo a partir de ahora.
LOURDES
¿Queréis animarme? ¿Se trata de eso? Me habéis despertado
para animarme y que no me tire por la ventana, claro.
BEATRIZ
Solo pretendemos ayudarte.
LOURDES
¿Sí? Pues a ver cuándo empezáis.
CAMILA
Habrás llamado a la policía…
LOURDES
Dos veces.
BEATRIZ
¿Qué han dicho?
LOURDES
Nada.
BEATRIZ
¿Nada?
LOURDES
Nada, porque no han ido. Deben de tener la mente muy
ocupada en cómo van a dar de hostias a los manifestantes.
Habrá que ensayar y esas cosas, supongo.
No abras a nadie
!
!!
!
!
%%!
BEATRIZ:
Camila y yo hemos nos hemos preguntado...
CAMILA
...Por qué no te quedas aquí.
LOURDES
Ni loca. Me voy a mi casa.
CAMILA:
Tienes la puerta reventada, puede entrar cualquiera.
LOURDES
Ya lo han hecho, y se supone que estaba blindada.
CAMILA:
No deberías estar sola en casa, por lo menos hasta que
soluciones lo de la puerta.
LOURDES
Te lo agradezco mucho, pero prefiero quedarme en mi casa.
CAMILA
¿Adónde vas?
LOURDES
(Casi desde fuera, de mal humor, después de echarle una mirada hostil a
Camila sin que esta lo perciba) A dar una vuelta, a ver si me da el
aire y se me quita este dolor de cabeza.
CAMILA
No abras a nadie
!
!!
!
!
%&!
No te puedes ir ahora, están a punto de llegar.
LOURDES
¿Y qué?
LOURDES
¿No lo podéis tratar vosotras?
CAMILA
Bueno, son conocidos tuyos.
LOURDES
No los conozco de nada.
CAMILA
Pero no son tus…
LOURDES
Los conocí en una fiesta.
CAMILA
Bueno, pero te necesitamos…
LOURDES
¿Y para qué me necesitáis?
Silencio.
LOURDES
Suerte con la venta.
No abras a nadie
!
!!
!
!
%'!
Lourdes se marcha. Beatriz mira a Camila con reproche. Camila toma
una caja y comienza a recoger libros de la estancia. Beatriz ladea la
cabeza de un lado a otro.
BEATRIZ
Deberías haberle dicho que fuera a tu casa a dormir.
CAMILA
(Después de tomar unas llaves del bolso) ¿Te importaría bajar al
coche?
BEATRIZ
(Extrañada) ¿Al coche? ¿Para qué?
CAMILA
Hay unas cajas de cartón ¿puedes subirlas?
BEATRIZ
(Después de pensar un momento) Claro que sí.
Beatriz se dirige a la puerta, y, antes de salir:
BEATRIZ
Mientras, haz café.
CAMILA
(En lo suyo) Es tarde para tomar café.
Beatriz la mira con cara de odio y se marcha. Mientras, Camila sigue
recogiendo libros como si nada hubiera pasado; toma una caja y se dirige al
extremo opuesto de la estancia.
No abras a nadie
!
!!
!
!
%(!
CINCO
Camila camina tranquila hasta su madre, de espaldas a ella, al otro lado
de la estancia. Apenas la luz deja ver con claridad la forma oscura de la
madre sentada frente a la ventana. Al fondo, el ruido de un coche, alguien
que grita no se entiende qué.
CAMILA
Mamá…
La madre la ha oído, sabe qué vendrá después, así que es mejor aparentar
que se está en otro mundo, un mundo del que se tarda mucho en regresar.
CAMILA
Mamá…
MADRE
¿Qué?
CAMILA
¿Sigues acostada, mamá? ¿Sabes la hora que es?
MADRE
Sí, es que estoy mejor en la cama.
CAMILA
No abras a nadie
!
!!
!
!
%)!
Deberías abrir un poco, aquí no hay luz, voy a tropezar con
algo y me voy a matar.
MADRE
Es que estoy mejor sin luz.
CAMILA
Voy a abrir la ventana.
MADRE
No la abras: estoy mejor así. ¿Y tus hermanas?
CAMILA
Durmiendo.
MADRE
¿Habéis cenado?
CAMILA
Sí.
MADRE
Recuérdame que les haga el almuerzo mañana.
CAMILA
No importa, se lo puedo hacer yo.
MADRE
Vete a dormir.
Silencio.
No abras a nadie
!
!!
!
!
%*!
CAMILA
Mamá…
Silencio.
MADRE
Sí, enseguida voy, no te pongas pesada. ¿Y tus hermanas?
CAMILA
Están dentro, jugando.
MADRE
¿Habéis hecho los deberes?
CAMILA
Yo sí. Mamá, ha venido el tío Ricardo, está esperando.
Silencio.
CAMILA
Nos vamos, mamá.
MADRE
¿Adónde?
CAMILA
Al campo, mamá. Hoy venía para llevarnos al campo. Pregunta
si vienes.
MADRE
No abras a nadie
!
!!
!
!
&+!
¡Al campo! Es un día estupendo para ir al campo. Siempre me
ha encantado el campo, yo soy feliz en el campo, a mí me das
el campo y no me hace falta nada más.
CAMILA
Mamá…
MADRE
¿Qué?
CAMILA
No tenemos bocadillos.
MADRE
¿Bocadillos? ¿Para qué quieres bocadillos?
CAMILA
Para el campo, mamá. Necesitamos bocadillos para ir al campo.
MADRE
¿Tenéis zapatillas?
CAMILA
Sí.
MADRE
Entonces poneos las zapatillas para el campo. Es mejor que los
bocadillos.
CAMILA
Pues venga, levanta; el tío Ricardo está en doble fila, dice que le
van a poner una multa si no bajamos ya.
No abras a nadie
!
!!
!
!
&"!
MADRE
Uf, qué va, no puedo ir, me quedo, id vosotras, pasadlo bien.
CAMILA
Sí.
MADRE
Que os divirtáis. Mucho. Divertíos todo el tiempo, por mí.
Silencio.
CAMILA
Sí, mamá.
Silencio.
CAMILA
Hasta luego, mamá.
Camila le da un beso desde el costado. La madre atenaza el rostro de ella
con las palmas de las manos mientras la besa repetidas veces. Camila se
separa, la madre da una calada profunda al cigarrillo.
CAMILA
Mamá…
Silencio.
CAMILA
Mamá, voy a abrir la ventana.
No abras a nadie
!
!!
!
!
&#!
MADRE
No la abras, estoy mejor con la luz apagada. ¿Y tus hermanas?
CAMILA
En clase.
MADRE
¿Qué hora es?
CAMILA
Las dos, casi. ¿Vas a comer?
MADRE
No, come tú, yo no tengo hambre.
Silencio.
CAMILA
Mamá…
MADRE
¿Qué?
CAMILA
Necesitamos comprar.
MADRE
Comprar, ¿qué? ¿Qué os queréis comprar?
CAMILA
Mamá, no hay nada en la nevera.
No abras a nadie
!
!!
!
!
&$!
MADRE
Ah…
Pausa.
CAMILA
¿Te importa que salgamos hoy?
MADRE
¿Vais a salir otra vez?
CAMILA
Hace mucho que no salimos a ninguna parte, mamá; nunca
quieres que salgamos.
MADRE
Eso no es cierto. A mí no me importa que salgáis, me gusta
que salgáis y que os divirtáis.
CAMILA
Entonces, ¿podemos salir?
MADRE
Mejor si os quedáis, no me encuentro bien; la semana que
viene, mejor.
Silencio.
CAMILA
No pasa nada, seguramente repetirán el cumpleaños varias
veces.
No abras a nadie
!
!!
!
!
&%!
Silencio.
CAMILA
Mamá…
MADRE
¿Qué?
CAMILA
Voy a encender la luz.
MADRE
No la enciendas, estoy mejor con la luz apagada.
CAMILA
¿No vas a levantarte?
MADRE
Claro que me levantaré, más tarde.
CAMILA
Tengo que irme ya…
MADRE
Sí, enseguida voy.
CAMILA
Te he comprado algo para comer. Deberías comer. También
he ido a la farmacia. Lo he dejado todo en la cocina.
Silencio.
No abras a nadie
!
!!
!
!
&&!
CAMILA
¿Mamá?
La madre la ha oído, sabe qué vendrá después, así que es mejor aparentar
que se está en otro mundo, un mundo del que se tarda tanto en regresar,
ese de cuando sus hijas eran niñas y se iban a dormir y ella se quedaba
mirando por la ventana, la calle vacía, él, que no regresaba.
CAMILA
¿Sigues acostada, mamá?
MADRE
Sí, es que estoy mejor en la cama.
CAMILA
Deberías abrir un poco, aquí no hay luz, voy a tropezar con
algo y me voy a matar.
MADRE
Es que estoy mejor sin luz.
CAMILA
Voy a abrir la ventana.
MADRE
No, no la abras, me duele la cabeza.
CAMILA
¿Te has tomado las pastillas? ¿Has comido?
MADRE
Es que estoy mejor si no como.
No abras a nadie
!
!!
!
!
&'!
CAMILA
Hasta que llega la madrugada y comes lo que no debes. ¿Por
qué no sales?
MADRE
Sí, voy a salir. La semana que viene salgo, cuando me encuentre
mejor. A mí me gusta mucho salir, no me gusta estar tanto
tiempo encerrada en casa, se me cae el techo encima.
CAMILA
Entonces levanta y date una vuelta. Quizá conozcas a algún
murciélago, quién sabe.
MADRE
¿Salir? No puedo, tengo mucho que hacer, mira cómo está la
casa.
CAMILA
La casa está como siempre, mamá. Venga, anímate.
MADRE
Debí imponerme, no debí dejarme convencer…
CAMILA
¿Cómo?
MADRE
Pero no sé decir que no, soy una cabrona, y cuanto más me
agacho más se me ve el culo.
CAMILA
No abras a nadie
!
!!
!
!
&(!
¿De qué estás hablando, mamá? ¿Qué estás diciendo?
MADRE
La culpa es mía, la culpa es mía, no debí decir que sí. Pero el
señor siempre se salía con la suya.
CAMILA
Ah, ya.
MADRE
No debimos dejar nuestra casa.
CAMILA
De acuerdo, sí; así fue, mamá, tienes razón. Pero de eso hace
casi treinta años. Y nadie tiene la culpa, y menos tú.
MADRE
Muchas gracias, hija. Yo solo lo hice por vosotras.
CAMILA
Nadie te culpa de nada.
MADRE
Odio esta casa.
CAMILA
Sí, mamá, lo sé perfectamente. Y ahora, mamá, en este
momento, ¿qué vas a hacer en este momento, y mañana, y
pasado mañana?
MADRE
¿Y tus hermanas?
No abras a nadie
!
!!
!
!
&)!
CAMILA
Trabajando.
MADRE
Siempre están trabajando.
CAMILA
Sí, menudo vicio más feo tienen.
MADRE
Nunca tienen tiempo para venir a verme.
CAMILA
Ellas se lo pierden, mamá; mejor nos tronchamos nosotras
solas.
MADRE
Al principio no me importaba venir a esta ciudad, yo siempre
estaba encerrada en casa, mi madre nunca me dejaba salir, así
que cambiar de destino era lo mejor que podía pasarme en la
vida. Cambiábamos de destino y yo era la persona más feliz del
mundo, aunque no tuviéramos luz ni agua, aunque hubiera
ratas en el patio. Porque a mí me gusta asomarme al balcón y
ver a la gente. Vosotras erais niñas, no os acordaréis.
Camila alza las cejas, ahora viene esa parte que soporta tan poco.
CAMILA
Me acuerdo de que eras muy feliz.
MADRE
No abras a nadie
!
!!
!
!
&*!
Sí, era muy feliz.
CAMILA
Es verdad. Cuando llegábamos del colegio estabas metida en la
cama y nos hablabas con esa voz de borracha.
MADRE
Yo nunca bebo, me sienta fatal.
CAMILA
Ya, pero hablabas con voz de borracha. Te gustaba hacerte la
borracha.
MADRE
Sí, porque nunca salía.
CAMILA
Es verdad, nunca querías salir.
MADRE
Tu padre faltaba, no iba a salir.
CAMILA
De todos modos, nunca querías salir.
MADRE
Pues claro que quería salir. Una vez estuvimos en Granada.
¿Dónde están las fotos de Granada?
CAMILA
Pegadas en el álbum, una al lado de la otra.
No abras a nadie
!
!!
!
!
'+!
MADRE
En Granada yo era rubia. No se te ocurra tirarlas.
CAMILA
Nunca las tiraré; las pasaremos de una generación a otra, como
el fuego. ¿Qué te parece si salimos?
MADRE
¿Adónde?
CAMILA
¿Al cine? A ti te gusta el cine. Vamos a llegar tarde como no te
des prisa.
MADRE
Yo nunca llego tarde, soy muy puntual. Me moriría si llegara
tarde.
CAMILA
Más bien nos matarías a nosotras si llegaras tarde. Si
hubiéramos llegado tarde un solo día, nos habrías ahogado en
la bañera a las tres y te habrías entregado a la Guardia Civil.
MADRE
A mí nunca me dijeron que llegaba tarde, ni a un entierro.
CAMILA
A veces llegábamos antes de que se murieran, sí.
MADRE
Perdona que te haya causado este terrible trauma con la
puntualidad, hija; lo lamento muchísimo.
No abras a nadie
!
!!
!
!
'"!
CAMILA
No me has causado ningún trauma.
Silencio.
CAMILA
Estás muy guapa.
MADRE
Tu padre sí era guapo. No te puedes imaginar la cabeza que
tenía tu padre, llamaba la atención. Una vez fui a verle jugar y,
cuando acabó, me regaló un banderín. ¿Habéis tirado el
banderín que me regaló tu padre?
CAMILA
Ni que estuviéramos locas. ¿Nos vamos?
La madre se levanta, se alisa la bata, se aprieta el cinturón y se dirige al
otro lado de la escena, donde las esperan las otras hermanas. Es el
cumpleaños de la madre.
No abras a nadie
!
!!
!
!
'#!
SEIS
Camila y Beatriz cantan Cumpleaños feliz. Empiezan despacio, pero
terminanmuy rápido, para acabar cuanto antes. La madre sopla la única
vela que hay en una tarta diminuta.
BEATRIZ
Felicidades, mamá
Camila saca su regalo. La madre lo abre: es un suéter.
MADRE
(Sin entusiasmo) Muy bonito, muchas gracias.
CAMILA
Si no te gusta, puedes cambiarlo, tienes el ticket en la bolsa.
MADRE
Cambiar los regalos es de mal gusto. Yo nunca he cambiado un
regalo.
CAMILA
Pues el reloj nunca te lo pones.
MADRE
Es que me viene grande.
No abras a nadie
!
!!
!
!
'$!
CAMILA
Te dije que se podría estrechar.
MADRE
No importa, si en realidad nunca salgo.
CAMILA
No es para salir, es para saber la hora.
MADRE
¿Y yo para qué quiero saber la hora?
CAMILA
Pues sí. En vistas de que Lourdes no llega, partamos la tarta.
Camila le entrega un cuchillo a su madre. La madre vuelve a dejarlo sobre
la mesa. Ninguna de las tres se sirve, solo fuman ansiosamente.
MADRE
(A Beatriz, partiendo la tarta) Me alegro mucho de que hayas
venido este año, qué sorpresa. Pensaba que no vendrías…
BEATRIZ
No podía, pero el padre de Carlos va a comprarse una casa y
hemos venido a ayudarle.
MADRE
Qué coincidencia.
CAMILA
¿Una casa? ¿Aquí, en el centro?
No abras a nadie
!
!!
!
!
'%!
BEATRIZ
No, en el campo.
MADRE
Como me gustaría vivir en el campo.
CAMILA
No te gustaría, estarías muy sola.
MADRE
Tienes razón, aquí estoy muy bien, qué se me habrá perdido a
mí en el campo.
CAMILA
¿Con terreno?
MADRE
Me pasa cualquier cosa y no os enteráis ninguna. Ya soy muy
mayor para vivir en el campo, dile que no la compre.
BEATRIZ
Sí, es una subasta.
MADRE
Pues dile que no puje.
CAMILA
Pues qué suerte.
MADRE
A cierta edad ya no podemos vivir solos.
No abras a nadie
!
!!
!
!
'&!
BEATRIZ
En realidad es un embargo de un tipo que vendía droga.
CAMILA
Uh, yo no sé si o compraría algo así.
MADRE
Te encuentran allí vete a saber cuándo.
BEATRIZ
¿Por qué no?
CAMILA
Seguro que da muy mala suerte.
MADRE
Un resfriado y puedes estar agonizando durante meses sin que
nadie se entere.
BEATRIZ
Qué tontería.
MADRE
No es ninguna tontaría. En la ciudad está todo a la mano y
tenemos puertas blindadas.
CAMILA
Yo estoy un poco cansada de tanto viaje.
MADRE
No abras a nadie
!
!!
!
!
''!
El campo es peligroso… Deberías quitáselo de la cabeza.
Además, tu suegra ya casi no puede caminar.
CAMILA
Me canso mucho de vivir tan lejos.
MADRE
Imagínate que tiene que salir corriendo porque alguien la
persigue.
BEATRIZ
Ya le hemos dicho que no pague más de medio millón.
MADRE
En el campo hay cada loco…
CAMILA
Siempre tengo que venir a por algo.
MADRE
Y a mí qué más me da, estoy pensando yo, si no pienso
comprarla…
BEATRIZ
Nosotros tenemos un vigilante en la urbanización.
CAMILA
Creo que voy a plantearme el traslado y venirme.
MADRE
Entiendo que no haya venido tu hermana, es una complicación.
No abras a nadie
!
!!
!
!
'(!
CAMILA
Así no tendría que coger más el coche.
MADRE
No quiero ni pensar qué te puede pasar. Imagínate que te
tienen que operar, como a vuestra hermana. ¿Qué hospital te
toca? Vete a saber. Más vale que no salga y que se recupere.
Aunque ahora no es como antes. Antes podías tirarte meses de
convalecencia. Si es que lograbas recuperarte. Mi prima Puri
entró en quirófano para operarse un tendón del codo y nunca
más volvió a andar erguida. Con lo altiva que era esa mujer y lo
bien plantada. Se le agrió el carácter una barbaridad… Claro,
iba todo el día plegada por la mitad. Yo, sin embargo, me
recuperé rápido de lo del mioma. Claro que yo era mucho más
fuerte que mi prima Puri. Aunque hay días que aún siento la
cicatriz. Lourdes se recuperará rápidamente, si ella quiere,
porque esa es otra cosa: hay que querer…
CAMILA
Recuperarse, ¿de qué, mamá?
MADRE
…Porque si no quieres, no te recuperas… Lo de antes sí eran
operaciones; todo era a vida o muerte… Antes no te abrían, la
serraban a una por la mitad por cualquier cosa y luego volvían
a juntar las partes, y así te quedabas de por vida.
BEATRIZ
¿De qué estás hablando, mamá?
MADRE
No abras a nadie
!
!!
!
!
')!
Y otra cosa: se dejaban cualquier cosa dentro en aquel entonces.
A tu tía le dejaron medio intrumental médico en el páncreas.
CAMILA
No sabes lo que estás diciendo, mamá.
MADRE
¿Cómo que no lo sé? Cómo se nota que no has parido…
Ahora meten una cámara por la boca y unos rayos que lo
desintegran todo por dentro y por la tarde estás en casa. Como
si fueras a un balneario, vaya. No tiene ni punto de
comparación.
BEATRIZ
No sé de qué hablas.
MADRE
Estoy hablando del mioma. ¿No sabéis qué es un mioma?
CAMILA
Pues claro que lo sé…
BEATRIZ
¿Qué mioma? ¿Te extirparon un mioma?
CAMILA
…Cállate un momento, Beatriz. (A su madre) ¿De qué mioma
estás hablando?
MADRE
De mi mioma, que nunca me prestáis atención. Estaba
hablando del mioma que se me hizo en la matriz…
No abras a nadie
!
!!
!
!
'*!
CAMILA
¿Y?
MADRE
Y hablaba del mioma de Lourdes.
CAMILA
Fuiste tú la que tuvo un mioma, mamá, no Lourdes.
MADRE
Y ahora lo tiene Lourdes.
CAMILA
¿Qué estás diciendo?
MADRE
¿Es que estáis sordas? Que Lourdes tiene un mioma. O lo tenía,
mejor dicho, porque se lo han extirpado. Cuatro kilos. Por eso
estaba tan gorda. Todo el mundo le preguntaba si estaba
embarazada. A ella, que no le gustan los niños nada… ¿Es que
no lo notabais?
BEATRIZ
Bueno, siempre ha estado gordita.
CAMILA
Hace mucho que no la veo, desde el accidente del coche.
MADRE
Pues por eso no ha venido a felicitarme, por el mioma.
No abras a nadie
!
!!
!
!
(+!
BEATRIZ
Claro, se tendrá que recuperar.
MADRE
Más bien le tendrán que dar el alta, ¿no?
Silencio. Camila y Beatriz intentan asimilar la información y disimular a
un tiempo que no saben nada del asunto.
MADRE
¿Es que no sabíais que la han operado esta mañana?
CAMILA
Sí, claro…
BEATRIZ
Claro que lo sabemos, esta mañana.
MADRE
Yo le he dicho que no me podía quedar, que no puedo dormir
en esos sillones por mis cervicales. Si me quedo, al día siguiente
me ingresan a mí también. Imposible.
CAMILA
Claro, mamá, tú ya no puedes hacer esas cosas.
Silencio.
BEATRIZ
¿Y Lourdes?
MADRE
No abras a nadie
!
!!
!
!
("!
Y Lourdes, ¿qué?
BEATRIZ
Está bien, ¿no?
MADRE
Claro, si hoy día una operación no es nada… No tiene
importancia. La han vaciado completamente, como a mí. Mira,
mejor para ella. Es lo mejor que le podía pasar si no le gustan
los niños. En el fondo, es mejor no tener hijos, es mucho
mejor… ¿No os parece? (Se levanta y se coloca el jersey por encima)
¿Es mi talla?
CAMILA
Sí.
MADRE
¿Y no había en otro color?
CAMILA
Sí, puedes cambiarlo, ya te lo he dicho.
MADRE
¿No queréis tarta?
CAMILA
No me gusta la tarta de moka.
MADRE
¿No te gusta la tarta de moka?
CAMILA
No abras a nadie
!
!!
!
!
(#!
Nunca me ha gustado.
La madre ofrece a Beatriz.
BEATRIZ
Yo tampoco quiero.
MADRE
No importa, la guardaré: creo que los vecinos tienen perro.
CAMILA
Los perros se quedan ciegos si toman azúcar, mamá.
MADRE
Mucho mejor.
La madre se marcha pasillo adentro.
No abras a nadie
!
!!
!
!
($!
SIETE
Camila toma los libros que tiene a su alrededor, lee los títulos, coloca
algunos de ellos en una caja con cierto descuido, mientras que otros, al
contrario, los reposa sobre la mesa con cuidado. Beatriz llega con las cajas
de cartón. Trata de dejarlo donde primero puede, pero…
CAMILA
No, ahí, no; dentro.
Beatriz la mira con mala cara y se dirige adentro. Lo deja todo, se sienta
en el sofá, y se abanica.
CAMILA
¿Qué te pasa?
BEATRIZ
Estoy mareada, siete pisos cargada con todo esto, ¿cómo
quieres qu esté?
CAMILA
¿Y por qué no has subido en ascensor?
BEATRIZ
No abras a nadie
!
!!
!
!
(%!
Se ha averiado. Voy a necesitar un transplante de pulmón por
culpa de la obsesión de esta gente por no poner un ascensor
nuevo. ¿Tienes un cigarro?
CAMILA
¿No te encuentras mal?
BEATRIZ
Me encuentro muy bien, gracias por preguntar. (Por los libros)
Esos libros eran de mamá, ¿no?
CAMILA
Algunos. Otros son míos.
Beatriz se acerca, lee el título de uno de los libros y sonríe. Es Mujercitas,
de Louisa May Alcott.
BEATRIZ
(Leyendo) “Mujercitas”…
Camila toma el libro y comienza a leer fragmentos de una página.
BEATRIZ
¿Crees que mamá me habría donado un órgano?
CAMILA
Creo que habría preferido que arreglaran el ascensor. ¿Y tú?
BEATRIZ
Y yo, ¿qué?
CAMILA
No abras a nadie
!
!!
!
!
(&!
Si donarías tú un órgano.
BEATRIZ
Depende.
CAMILA
¿De qué depende? ¿Depende del día, del precio…?
Silencio. Camila mira por un momento a Beatriz por encima de las gafas
de vista, alzando una ceja, pero Beatriz no dice nada. Sigue en sus libros.
CAMILA
¿Me donarías un órgano a mí, Beatriz?
Silencio.
CAMILA
Yo creo que no.
BEATRIZ
Pues si tú crees que no...
CAMILA
Solo quiero saber si estarías dispuesta a donarme un órgano o
si preferirías mirar por la ventana mientras me quedo vegetal el
resto de mi vida.
BEATRIZ
Y tú, ¿me lo donarías?
CAMILA
He preguntado yo antes. Pero sí, te lo donaría, desde luego.
No abras a nadie
!
!!
!
!
('!
BEATRIZ
Ya.
CAMILA
¿No me crees?
BEATRIZ
No me quieres tanto.
CAMILA
Esa no sería la razón, desde luego. Se llama…
BEATRIZ
Bueno, creo que sí, que acabarías dándomelo; otra cosa es que
me saliera gratis.
CAMILA
Se llama responsabilidad. Nada es gratis en la vida.
Camila la mira con cierto enojo; está a punto de decir algo, pero se lo
piensa mejor.
BEATRIZ
¿Dónde tienes el tabaco?
CAMILA
(Sin dejar de mirar los libros) En mi bolso, junto al órgano.
Beatriz se levanta, camina hasta donde está la mochila de Camila, la coge
y la coloca sobre la mesa. Rebusca en ella sacando un sinfín de objetos,
mientras Camila la observa molesta por el desorden que las dos le están
No abras a nadie
!
!!
!
!
((!
causando hoy en el bolso. Beatriz, por fin, encuentra el paquete de tabaco y
el encendedor. Enciende un cigarrillo.
BEATRIZ
Gracias.
Beatriz se acerca a la ventana, fuma. Pasan los segundos, ninguna de las
dos dice nada.
BEATRIZ
Qué silencio. Antes esta calle era muy animada.
Pausa. Beatriz observa la calle.
BEATRIZ
Y el barrio. Me acuerdo del policía que se pasaba las tardes en
el bar borracho porque había matado a alguien.
Accidentalmente.
CAMILA
No fue accidentalmente, fue en una manifestación y le abrió la
cabeza a un chico. (Con ironía) Pero igual fue sin querer, sí.
BEATRIZ
Era lo que mamá decía siempre.
CAMILA
Porque mamá era una facha. Yo me acuerdo de la mujer que
pedía en la calle. Cada día, en el mismo sitio.
BEATRIZ
No abras a nadie
!
!!
!
!
()!
Y de que nos clavábamos grapas en los dedos por el
aburrimiento. Y de que mamá no nos dejaba jugar con la
vecina, ¿qué coño le habíamos hecho nosotras a la vecina de
arriba?
CAMILA
Le afeitamos las cejas.
BEATRIZ
¿Por qué hicimos eso? ¿Fue idea tuya?
CAMILA
Al día siguiente hacía la comunión, se lo merecía. Mamá
siempre decía que esa niña merecía que le raparan la cabeza.
Pausa.
BEATRIZ
Deberías haberle dicho que se quedara en tu casa.
CAMILA
¿A quién?
BEATRIZ
A Lourdes.
CAMILA
Ya me lo has dicho.
BEATRIZ
Camila…
No abras a nadie
!
!!
!
!
(*!
CAMILA
No tengo sitio en casa.
BEATRIZ
En el sofá.
CAMILA
¿No te ibas a quedar tú?
BEATRIZ
A mí no me han desvalijado la casa. Estamos hablando de
Lourdes.
CAMILA
¿Ahora estamos hablando de Lourdes?
BEATRIZ
Le han reventado la puerta, Camila.
CAMILA
O se la dejó abierta, no sería la primera vez.
BEATRIZ
Camila…
CAMILA
Deberían haberla pillado dentro para que se asustara de verdad.
BEATRIZ
Cualquiera diría que no la soportas a tu hermana.
CAMILA
No abras a nadie
!
!!
!
!
)+!
Es que no la soporto.
BEATRIZ
Aquí no se puede quedar: no hay luz, no hay nada.
Camila para en seco su organización bíblica, lanza un libro sobre la mesa;
este resbala sobre otro y termina en el suelo. Beatriz recoge el libro que ha
caído al suelo y lo pone sobre la mesa.
CAMILA
Dejemos el tema, por favor. Ya la he ayudado bastante toda mi
vida. No fue tu coche el que acabó estampado en un muro.
BEATRIZ
No fue para tanto.
CAMILA
Para ti no lo fue, para ti nada ha sido para tanto, es verdad.
BEATRIZ
Camila…
CAMILA
Beatriz…
BEATRIZ
Por favor, Camila, no te robó el coche; se lo llevó y tuvo un
accidente. Eso es todo.
Silencio. Camila no contesta, sigue con el orden. Beatriz vuelve a atacar.
BEATRIZ
No abras a nadie
!
!!
!
!
)"!
No deberías criticarla tanto. A ti nadie te critica.
CAMILA
Mira, yo antes la ayudaba por mamá, pero es que resulta que
mamá no se entera de nada porque ya está muerta. Yo
soluciono mis problemas solita.
BEATRIZ
Tú arreglas tus problemas bebiendo.
CAMILA
Lo que yo beba no es asunto tuyo, Beatriz.
BEATRIZ
Claro, que no: por mí te puedes beber una destilería entera.
Pero no presumas tanto, hazme el favor. Yo os he dejado
siempre a las dos siempre tranquilas con vuestros problemas.
CAMILA
Pues sigue haciéndolo.
BEATRIZ
Lourdes tiene un problema.
CAMILA
No necesita un órgano.
BEATRIZ
Desde luego que no.
BEATRIZ
Pues deja de montar escenitas.
No abras a nadie
!
!!
!
!
)#!
No abras a nadie
!
!!
!
!
)$!
OCHO
Entra Lourdes y se queda mirándolas. Saca de un lugar escondido un
cigarrillo y un encendedor. Las tres se sientan en el sofá. Lourdes trata de
estirar el cigarrillo (doblado y chafado por las prisas) y lo enciende. Se lo
pasan entre ellas. Beatriz tose, la golpean en la espalda. Oyen un ruido y
rápidamente apagan el cigarrillo y baten las manos para que el humo se
disipe. La madre entra en el salón, va elegantemente vestida, deslumbrante
maquillada. Hace tintinear las llaves en su mano. En ese momento se
detiene y las mira, están demasiado tranquilas, puede que tramen algo.
MADRE
¿Pasa algo?
CAMILA
Nada.
LOURDES
Nada.
Silencio. Beatriz tose.
MADRE
¿Ya te has resfriado?
BEATRIZ
No abras a nadie
!
!!
!
!
)%!
Qué va.
MADRE
Bueno, me marcho…
Silencio.
MADRE
Me marcho…
CAMILA
Muy bien, mamá.
MADRE
¿Estáis seguras de que no queréis que me quede?
TODAS
Sí, claro…
MADRE
¿En serio no os importa que me vaya?
LOURDES
Mamá, estamos deseando que te vayas.
MADRE
¿Y tú, Beatriz?
Beatriz ladea la cabeza de un lado a otro.
CAMILA
Tú sí quieres que se vaya, Beatriz; ya lo hemos hablado.
No abras a nadie
!
!!
!
!
)&!
MADRE
No hay ningún problema: ahora mismo le llamo y le digo que
no puedo, que tengo que quedarme con vosotras, seguro que lo
comprende.
CAMILA
No es necesario, mamá; nosotras estamos muy bien.
LOURDES
Podemos apañarnos, no somos unas niñas.
MADRE
Ya, pero vuestra hermana es pequeña todavía, quizá me
necesite.
CAMILA
Le ponemos un vídeo.
LOURDES
Te esperan.
CAMILA
Diviértete.
MADRE
No debería haberle dicho que sí. Eso es lo que me pasa, que no
sé decir que no.
CAMILA
Vete, mamá. Has hecho muy bien con aceptar su invitación. Es
lo que tenías que hacer. Haz el favor de irte.
No abras a nadie
!
!!
!
!
)'!
MADRE
Oye, a mí no me des órdenes. Si Beatriz necesita que me
quede…
LOURDES
Nosotras nos ocupamos de Beatriz. Beatriz ya no es una niña
ni es imbécil.
CAMILA
¿Verdad, Beatriz?
BEATRIZ
Sí…
MADRE
¿Seguro?
BEATRIZ
Seguro…
Silencio. La madre mira a Lourdes y a Camila, que mantiene el gesto
severo. Beatriz tiene la cabeza baja, a sabiendas de lo que le vendrá
encima cuando su madre se vaya. La madre se da media vuelta para
marcharse, pero…
BEATRIZ
Mamá…
Camila y Lourdes se miran: matarían a Beatriz. Le hacen el gesto de la
guillotina.
No abras a nadie
!
!!
!
!
)(!
MADRE
¿Qué?
BEATRIZ
Podrías contarnos un cuento antes de irte.
Camila se muerde la mano con tal de no abofetearla.
MADRE
Claro: os cuento un cuento y me marcho; pero solo uno, ¿de
acuerdo?
La madre se sienta y carraspea.
MADRE
¿Qué queréis que os cuente?
BEATRIZ
No sé. Alguno que no nos hayas contado.
MADRE
Vaya, en este momento no se me ocurre ninguno...
BEATRIZ
Seguro que sí, seguro que aún te acuerdas de alguno.
MADRE
De acuerdo... A ver…
Silencio. La madre trata de recordar.
MADRE
No abras a nadie
!
!!
!
!
))!
Ya, creo que tengo uno.
BEATRIZ
¿Ves?
MADRE
Bueno, es algo que me pasó a mí, una historia que no os he
contado.
BEATRIZ
No importa.
MADRE
¿Recordáis cuando iba a esa especie de hospital?
CAMILA
Claro que me acuerdo, y era un psiquiátrico.
MADRE
¿Te acuerdas de que el director te regaló aquel piano de su hija,
Lourdes?
LOURDES
¡El piano!
Lourdes se levanta, se dirige a un pequeño teclado electrónico antiguo. Lo
pone en marcha, suena un ritmo ridículo, luego ella lo toca con dos dedos,
de un modo absolutamente desconcertante. Vuelve. Todas guardan un
silencio sepulcral. Lourdes las mira callada.
LOURDES
Luego toco más; ahora, sigue.
No abras a nadie
!
!!
!
!
)*!
MADRE
Un día ordenaron que fuera al cuarto donde bañábamos a
todos aquellos… Bueno, da igual, quienes fueran.
CAMILA
Bañabas a enfermos mentales.
MADRE
El caso es que había llegado un hombre; y había que asearlo,
efectivamente. Me encontré a un tipo al fondo del baño,
mirando por la ventana, fumando. Tenía el pelo y la barba tan
largos que le llegaban a la barriga. Se me quedó mirando muy
extrañado. Le dije que apagara su cigarrillo, que se desnudara y
que se metiera en la bañera. Aquel tipo no tenía cuerpo, solo
brazos y piernas. Le empecé a restregar y a restregar el jabón,
vete a saber desde cuándo no se bañaba. Al principio no hacía
más que quejarse de todo, pero se relajó cuando le lavé la
cabeza, cuando le corté todo aquel pelo y le afeité la barba.
Bajo ese montón de roña y greñas había un ser humano,
creedme. Tenía una piel de niño. Una piel blanca, blanquísima.
No he visto nunca más a un hombre con esa piel. Cuando
acabé, apoyó la cabeza en la bañera y cerró los ojos. Le puse
una toalla en la nuca y, de pronto, no os podéis imaginar lo que
pasó…
CAMILA
Soy capaz de imaginar muchas cosas.
MADRE
No abras a nadie
!
!!
!
!
*+!
Le empecé a pasar a fondo la esponja por el cuerpo: los
antebrazos, brazos, manos, dedos, uñas; luego, el pecho…
Cuando le estaba frotando más abajo…
LOURDES
¿En la barriga?
MADRE
Más abajo…
CAMILA
¿Más abajo?
MADRE
Sí, más abajo. Y entonces noté que algo sobresalía de su cuerpo.
LOURDES
¿Cómo que algo?
MADRE
Algo, no sabía qué, pero algo sobresalía, colgaba. Al principio
pensé que era algo que se le había pegado en el cuerpo, pero
después me di cuenta de que no era así.
LOURDES
Me estás asustando.
CAMILA
¿Qué hiciste?
LOURDES
¿Qué era?
No abras a nadie
!
!!
!
!
*"!
MADRE
¿Qué era? ¿En serio queréis saberlo?
CAMILA
No.
BEATRIZ
Sí.
MADRE
Entonces, dejé la esponja y metí la mano bajo el agua. De
pronto, toqué un cuerpo extraño, pero no podía distinguir qué
era. Me daba miedo tirar, pero tenía que saber qué era. Tiré una
vez, y el hombre no se inmutó, seguía con los ojos cerrados,
como si no sintiera nada, como dormido, no respiraba.
LOURDES
¿Se había muerto?
MADRE
No se había muerto, qué va. Estiré de nuevo y estiré, y seguía
sin enterarse. Entonces, aquello se soltó de su cuerpo.
CAMILA
Por Dios, qué asco. No me digas qué era, por favor.
MADRE
No os lo podéis imaginar.
CAMILA
Ni ganas. Fin, se acaba la historia. No quiero saberlo.
No abras a nadie
!
!!
!
!
*#!
BEATRIZ
Di lo que era, dilo.
MADRE
¿Lo digo?
TODAS:
¡No!
MADRE
Vale, no. (Pausa.) Era su cordón umbilical. El hombre tenía
pegado su cordón umbilical todavía al cuerpo, ¿lo podéis creer?
Un hombre que seguía llevando su cordón umbilical desde que
era un bebé…
LOURDES
No puede ser.
MADRE
Pues era.
CAMILA
No sería su cordón umbilical.
MADRE
Lo era, claro que lo era. Puedo distinguir un cordón umbilical
de lo que no lo es, no soy idiota.
CAMILA
No puede ser un cordón umbilical; es imposible, mamá.
No abras a nadie
!
!!
!
!
*$!
LOURDES
Da igual. ¿Y qué pasó?
MADRE
Lo vestí. Se miró al espejo. Le puse colonia. Estaba muy feliz.
Duró muy poco tiempo limpio. No se terminan de
acostumbrar a la higiene los hombres.
Pausa.
MADRE
La semana siguiente lo apuñalaron.
Silencio.
CAMILA
¿Quién sería?
MADRE
Cualquier príncipe. Creo que no debí quitarle aquel cordón,
creo que le di mala suerte.
Las cuatro se quedan en silencio unos segundos. Beatriz piensa un rato, se
encoge de hombros.
MADRE
No lo sé. (A Lourdes) Toca el piano.
Lourdes se levanta y se dirige al piano, comienza a tocar cualquier
composición simple con nulo talento. De pronto, se atasca y trata de
empezar, a pesar de que el ritmo grabado sigue su curso. Mira a sus
hermanas y ellas le devuelven una sonrisa forzada. Lo intenta de nuevo,
No abras a nadie
!
!!
!
!
*%!
pero sigue equivocándose en el mismo compás. Con toda tranquilidad deja
de tocar y para el ritmo grabado. Pone un tapete sobre el piano y se dirige
de nuevo al sofá. Las tres se quedan en silencio un buen rato.
MADRE
Cada vez te sale mejor.
La madre besa a sus hijas sonoramente y sale. Las hijas sacan de nuevo el
cigarrillo y comienzan a fumar.
No abras a nadie
!
!!
!
!
*&!
NUEVE
Camila se detiene con uno de los libros que está guardando, deja la tarea y
se sienta en el sofá a hojearlo. Entra Beatriz con un vestido de su madre,
se da una vuelta por la estancia como en un pase de modelos mientras
habla por teléfono.
BEATRIZ
Tranquilo, eh, tranquilito… Bueno, pues tampoco es para que
te pongas así; no te he podido llamar hasta ahora y punto… De
tu parte… No, no han venido... Ya, ya lo sé… Que sí… No, en
un hotel: aquí no hay luz... (Cuelga. A Camila, por el vestido) ¿Qué
te parece? Es muy bonito; no sé cómo no se ponía mamá este
vestido. Es elegante, y muy bueno.
Beatriz revisa objetos de cajas y maletas. Saca de una caja una foto
enmarcada del papa Wojtila. Luego saca unos discos y finalmente un bolso.
BEATRIZ
No recordaba este bolso… ¿Lo quieres?
CAMILA
(Después de mirarlo sin mucho interés) No, por mí te lo puedes
quedar.
No abras a nadie
!
!!
!
!
*'!
Beatriz saca ahora unos zapatos de una caja, parece de finales de los
setenta.
BEATRIZ
Este vestido… No me acuerdo de habérselo visto a mamá…
(Toca el tejido.) Es bueno…
En ese momento levanta la mirada y ve a Camila con una expresión
extraña.
BEATRIZ
¿Te gusta?
CAMILA
Sí, claro.
BEATRIZ
¿Por qué no te lo quedas?
CAMILA
No quiero tener cosas guardadas de mamá, es muy triste.
BEATRIZ
No es para que lo tengas guardado; esto te lo puedes poner
cuando quieras.
Beatriz se acerca a Camila. Camila se queda mirando a su hermana como
si fuera un oso disecado.
CAMILA
Yo no salgo mucho.
No abras a nadie
!
!!
!
!
*(!
BEATRIZ
Entonces, ¿no lo quieres?
CAMILA
No, llévatelo. Al final, no me lo pondría.
Beatriz toma los zapatos, encuentra otra prenda, sale disparada a
probarse más ropa. Aparece Lourdes con unas compras, las deja sobre la
mesa.
LOURDES
¿Qué tal ha ido? ¿Les ha gustado? Se me ha olvidado deciros
algo importante…
CAMILA
No importa, no han venido.
LOURDES
¿Cómo? ¿No han venido?
CAMILA
Pues no, no han aparecido.
LOURDES
Qué raro.
CAMILA
Pero, ¿te confirmaron la cita?
LOURDES
No abras a nadie
!
!!
!
!
*)!
Claro que sí. Es muy raro, es gente muy formal. Tiene que ser
por la manifestación. No era el mejor día para quedar, desde
luego…
CAMILA
Desde luego.
LOURDES
Pero no podían quedar otro día.
CAMILA
¿Durante el resto de sus vidas?
LOURDES
Oye, estaban muy interesados, fueron ellos los que
insistieron…
CAMILA
Ya se ve lo interesados que estaban.
LOURDES
No habrán podido.
CAMILA
Habrían llamado.
LOURDES
¿No han llamado?
CAMILA
¿Les diste mi número?
No abras a nadie
!
!!
!
!
**!
LOURDES
No.
CAMILA
¿Y no te han llamado a ti tampoco?
LOURDES
No.
CAMILA
¿Y por qué no les llamas tú? Que te digan si es que no están
interesados y nos podemos ir a casa todas, que mañana
trabajamos algunas.
Lourdes busca en el móvil el número y llama.
LOURDES
Hola, ¿eres Paula?... ¿No eres Paula Molina, la mujer de
Sergio?... Ah, ya… No, no… Perdona… (Cuelga, se queda
extrañada.)
CAMILA
¿Y?
LOURDES
(Sin dejar de mirar su agenda de teléfonos) No era ella. Quizá copié
mal el teléfono.
CAMILA
¿Y cómo quedaste con ellos?
LOURDES
No abras a nadie
!
!!
!
!
"++!
Con un mensaje.
CAMILA
¿Y te contestaron?
LOURDES
Sí.
CAMILA
¿Sí?
LOURDES
Yo diría que sí.
Pausa.
LOURDES
Sí, casi seguro.
Camila deja el libro sobre la mesa y mira su reloj. Se levanta.
LOURDES
Oye, siento si tenías cosas que hacer, pero yo juraría que me
confirmaron la cita.
CAMILA
No pasa nada, no pasa nada. Tampoco es que me extrañe que
pase esto.
Camila comienza a recoger sus cosas para marcharse.
LOURDES
No abras a nadie
!
!!
!
!
"+"!
No le digas nada a Beatriz, ¿vale? Ha venido desde Barcelona
solo por esto.
CAMILA
¿Nada de qué?
LOURDES
De esto, del plantón.
CAMILA
Claro.
LOURDES
Por cierto, ¿dónde está?
CAMILA
En el probador.
Tocan a la puerta.
LOURDES
¿Ves? Son ellos. Te lo dije, son ellos. Se notaba que eran
personas formales, no me iban a dejar tirada. (Va hacia la puerta,
pero vuelve.) Deberías confiar más en lo que digo, Camila,
porque a veces eres muy crítica, demasiado crítica y demasiado
pesimista. Luego te pasa lo que te pasa, claro.
CAMILA
¿Quieres abrirles, por favor?
LOURDES
Eres muy negativa, Camila, muy negativa, como madre…
No abras a nadie
!
!!
!
!
"+#!
Lourdes sale y Camila espera de pie. Lourdes vuelve sola, pero con dos
cajas de pizzas en la mano, que deja sobre la mesa.
LOURDES
No eran ellos.
CAMILA
Ya veo.
LOURDES
¿Tienes veinte euros?
Camila asiente y sale a pagar. Entra Beatriz con otro vestido de su madre,
se da una vuelta por la estancia como en un pase de modelos.
BEATRIZ
¿Qué te parece, Lourdes? ¿Te gusta?
LOURDES
¿Por qué llevas ese vestido?
Beatriz deja de dar vueltas de golpe y la mira.
BEATRIZ
¿Qué?
Silencio.
BEATRIZ
Lo siento, ¿pensabas quedártelo? Enseguida me lo quito.
No abras a nadie
!
!!
!
!
"+$!
LOURDES
No. ¿Por qué? Quédatelo, a mí no me está.
BEATRIZ
Se puede arreglar.
Lourdes recupera la sonrisa, un tanto forzada, y dice mientras se acerca a
la mesa. Camila regresa y termina de recoger sus cosas, visiblemente
molesta.
LOURDES
Eso sería estropearlo y a ti te queda muy bien.
BEATRIZ
Bueno, pues si no lo queréis ninguna…
Ambas al unísono, sin mirar a Beatriz.
LOURDES
No.
CAMILA
No.
CAMILA
Me marcho. Mañana estaré aquí metiendo todo esto en cajas,
por si queréis ayudarme.
BEATRIZ
¿Te vas?
No abras a nadie
!
!!
!
!
"+%!
CAMILA
Sí, estoy cansada y es un poco tarde.
BEATRIZ
¿Y la cita?
CAMILA
No hay cita.
BEATRIZ
¿Han llamado?
CAMILA
Sí, seguramente se han pasado la tarde llamando, pero no
sabemos a quién. Lourdes se equivocó dándoles el teléfono a
esas personas.
LOURDES
Yo juraría que no
CAMILA
Si es que esas personas existen, porque igual solo existen en la
cabeza de Lourdes.
LOURDES
Si han sido unos informales no es mi culpa.
CAMILA
Hace un rato decías lo contrario.
LOURDES
No abras a nadie
!
!!
!
!
"+&!
Pues no sé qué ha podido pasar. Siento haber hecho que
perdiera su tarde, señora ministra. Discúlpeme. No volverá a
pasar. Les obligaré que manden un buro-fax antes. O haré que
me lo confirmen en un pacto sangre para que te quedes
tranquila.
CAMILA
Lo que te dé la gana mientras no me hagas perder el tiempo a
los demás.
LOURDES
A sus órdenes, mi general.
Camila inicia la marcha, pero…
BEATRIZ
Espera un momento, Camila. No pasa nada, no va a hacer falta
que venga nadie.
CAMILA
Pues ya me contarás.
BEATRIZ
El caso es que no me ha dado tiempo a... Pensaba proponeros
que que…. Carles y yo....
LOURDES
No me lo digas…
CAMILA
Estás embarazada.
No abras a nadie
!
!!
!
!
"+'!
BEATRIZ
(Extrañada, casi con cara de asco) ¿Embarazada? No.
LOURDES
Ah.
CAMILA
¿Entonces?
BEATRIZ
He pensado que… Bueno, creo que yo os puedo solucionar
este problema.. Hemos pensado haceros una oferta por la casa.
Solucionado.
Pausa.
LOURDES
Ah.
CAMILA
Bien…
BEATRIZ
Como dice Lourdes, no hay manera de vender la puta casa y…
Bueno, pues quizá sea el momento de bajar el precio, ¿os
parece?
Silencio.
CAMILA
Claro, es tu casa.
No abras a nadie
!
!!
!
!
"+(!
Lourdes busca el sacacorchos en los cajones hasta que lo encuentra.
BEATRIZ
Nosotros habíamos pensado daros cincuenta mil; veinticinco
mil para cada una… Y nosotros corremos con los gastos.
CAMILA
¿Alguien ha visto el sacacorchos?
Lourdes se lo pasa. Camila agarra la botella de vino y la abre.
BEATRIZ
Creo que si dejamos pasar más tiempo no lo venderemos ni
por eso… Si no lo veis, me lo decís sin problemas: es solo una
oferta. Que conste que nosotros no tenemos ninguna prisa en
que se venda la casa, no lo necesitamos.
Camila se sirve la copa hasta arriba y la bebe de un trago, pero no dice
nada, como Lourdes.
BEATRIZ
Pero como la cosa siga así. No hemos tenido ni una oferta en
año y medio. No se vende una casa, la cosa está fatal. Y las
casas envejecen mucho cerradas. Igual cualquier día se nos
meten unos okupas. En Barcelona es cada día. Pero no tenéis
que contestarnos ahora, podemos dejarlo para mañana… O
para otro día.
LOURDES
Yo no tengo que pensarme nada. Por mí la casa es tuya.
BEATRIZ
No abras a nadie
!
!!
!
!
"+)!
¿Y tú, Camila? ¿Prefieres pensarlo?
CAMILA
En absoluto: es tu casa.
BEATRIZ
Pues trato hecho.
Levantan las copas.
LOURDES
Por la nueva dueña de la casa.
BEATRIZ
Bueno, bueno, que todavía no hemos firmado.
LOURDES
Dalo por hecho.
CAMILA
Desde luego.
Las tres se queda mirándose, no tienen la más remota idea de cómo
celebrar algo que no hay por qué celebrar. Beatriz trata de romper el
ambiente gélido y pone la radio, a ver si encuentra alguna canción que las
anime. Suena una marcha militar y se echa a reír. Cambia la emisora,
pero se trata de otra marcha militar, esta vez con más ritmo. Cada vez
que cambia de emisora, aparece una marcha militar, así que decide dar
unos pasos de baile medio en risa medio en serio, recordando aquella
coreografía que hacían las tres en casa cuando se aburrían, que era
diariamente. Las tres terminan bailando y al poco, Beatriz oye el ruido de
unas llaves llaves que abren la puerta. Las tres retiran a toda prisa las
No abras a nadie
!
!!
!
!
"+*!
copas y las botellas, que Beatriz se lleva rápidamente fuera. Entra la
madre.
No abras a nadie
!
!!
!
!
""+!
DIEZ
MADRE
Apagad esa radio. ¿Todavía estáis así? ¿Sabéis la hora que es?
CAMILA
¿No has dicho que no vamos al colegio mañana?
MADRE
Me da igual: acabad de cenar y recogedlo todo. Y no encendáis
las luces.
CAMILA
Es que no vemos nada.
MADRE
Pues cogéis unas velas y os las lleváis a la cocina.
La madre se asoma a la ventana de nuevo, parece que ha oído algo, un
frenazo, un golpe.
MADRE
¡No os mováis!
Camila y Lourdes se quedan inmóviles, las cajas de las pizzas sostenidas
entre las manos.
No abras a nadie
!
!!
!
!
"""!
MADRE
Quedaos.
Camila y Lourdes vuelven a sentarse.
MADRE
En lugar de estar en su casa hasta que el gobierno ponga
orden…
CAMILA
¿Bajo la basura?
MADRE
¿Te has vuelto loca? ¿Quieres que te pegue un bombazo un
tanque?
CAMILA
¿Por qué me iba a dar un bombazo a mí un tanque?
MADRE
¿Que por qué, insensata? ¿Tú te crees que si te ve un tanque
por la calle va a parar para que cruces?
CAMILA
Pero si no voy a cruzar; voy a tirar la basura.
LOURDES
Y yo la puedo acompañar.
MADRE
No abras a nadie
!
!!
!
!
""#!
Anda, quedaos ahí quietas, que no se os ocurre nada bueno.
No, mejor, Camila: coge ropa para todas y la metes en esa
maleta. Coge también ropa para Beatriz.
LOURDES
¿La acompaño?
MADRE
No, tú quédate aquí conmigo.
CAMILA
¿Adónde vamos?
MADRE
Al cuartel. En cuanto llame tu padre nos vamos para el cuartel.
LOURDES
¿Por qué?
MADRE
Vamos con papá, Lourdes, con papá.
CAMILA
¿Y por qué no puede venir él?
MADRE
Pues porque él está en el cuartel, y del cuartel no se puede salir.
LOURDES
A mí no me gusta ir al cuartel.
MADRE
No abras a nadie
!
!!
!
!
""$!
A ti sí te gusta mucho ir al cuartel, lo que pasa es que no te
acuerdas.
Camila se dirige a la habitación.
MADRE
¿Pero adónde vas?
CAMILA
¿No me has dicho que vaya a por ropa?
MADRE
Pero todavía no, Camila, cuando llame tu padre. Hasta que no
llame, no nos movemos. Nos ha dicho que no encendamos las
luces, que no salgamos de casa y sobre todo que no nos
pongamos nerviosas. Esto es cuestión de unas hora. Deberíais
estar contentas, deberíamos estar todas contentas y alegres.
Venga, vamos a reírnos.
CAMILA
¿De qué nos reímos?
MADRE
No lo sé. Pero vosotras no salgáis de casa.
CAMILA
Pero si nunca salimos.
MADRE
Pues hoy menos todavía. Y no abráis a nadie. ¿Me escucháis?
No abráis a nadie. Sea quien sea.
No abras a nadie
!
!!
!
!
""%!
CAMILA
¿Y si es papá?
MADRE
Papá no va a llamar.
CAMILA
¿Y si llama?
MADRE
Papá no va a llamar porque está en el cuartel.
CAMILA
¿Y si viene a por nosotras?
MADRE
No va a venir.
CAMILA
Pero…
MADRE
Si llama papá tampoco le abrís, ¿queda claro?
Camila y Lourdes no responden, no entienden muy bien.
MADRE
¿Queda claro?
Camila y Lourdes asienten más por miedo que por obediencia.
MADRE
No abras a nadie
!
!!
!
!
""&!
Tenemos mucha suerte, mucha.
LOURDES
¿Por qué, mamá?
MADRE
Porque sí, hija, porque sí. Porque a partir de ahora todo va a
cambiar. Todo. A partir de ahora nuestras vidas van a mejorar
mucho, muchísimo, ya lo veréis, estad seguras. ¿Sabéis qué
vamos a hacer? Vamos a cantar una canción, pero se la
cantamos flojito, para que no se despierte Beatriz, ¿de acuerdo?
CAMILA
Yo no quiero cantar ninguna canción.
MADRE
Tú cantas una canción porque yo te lo digo.
LOURDES
¿Qué canción?
MADRE
Pero flojito.
LOURDES
Pero, ¿qué canción?
MADRE
La que queráis. ¿Cuál te han enseñado en el colegio?
LOURDES
Ninguna.
No abras a nadie
!
!!
!
!
""'!
MADRE
¿Cómo que ninguna? ¿Es que no te enseñan en el colegio
canciones?
LOURDES
No.
MADRE
Eso seguro que también cambia en este país, ya verás.
MADRE
¿Tú sabes alguna, Camila?
CAMILA
A mí no me gusta cantar canciones.
MADRE
Chsssssst.
Silencio. A la madre le ha parecido que Beatriz se despertaba, pero no.
MADRE
Y dale. Bueno, pues yo os cantaré una canción. A ver…Ya está,
canto una de Engelber Humperdinck, que os gusta mucho.
CAMILA
A mí no me gusta nada Engelber Humperdinck.
MADRE
Pues el miércoles te gustaba Engelber Humperdinck.
No abras a nadie
!
!!
!
!
""(!
CAMILA
A mí no me ha gustado Engelber Humperdinck ningún día de
la semana.
MADRE
¿Y el disco que me pediste para tu santo no era de Engelber
Humperdinck?
CAMILA
El disco era de otro. Nunca te acuerdas de lo que me gusta.
MADRE
Bueno, pues otra… Ya está, esta seguro que os gusta.
La madre comienza a cantar, flojito, casi no se oye.
CAMILA
Esa no me gusta.
MADRE
Venga, pues otra.
La madre canta otra.
LOURDES
Esa tampoco me gusta.
MADRE
A ver esta otra.
La madre canta otra.
No abras a nadie
!
!!
!
!
"")!
LOURDES
(A Camila) ¿Tú la oyes?
CAMILA
Esa tampoco me gusta.
La madre canta otra.
LOURDES
No.
La madre canta otra.
CAMILA
No.
La madre canta más y más fuerte. Suena el teléfono.
MADRE
¿Sabéis lo que os digo? Que a la habitación las tres.
Todas:
Pero, mamá…
MADRE
Ya me habéis oído.
Todas:
Mamá…
MADRE
¿No os gusta que cante? Pues a la habitación y os cantáis lo que
os dé la gana.
No abras a nadie
!
!!
!
!
""*!
Todas:
Anda, mamá…
La madre se quita parsimoniosamente una zapatilla. Las tres se levantan
corriendo y se marchan. Beatriz despierta, camina muy despacio hasta la
ventana con lentitud y concentración, como quien va a saltar de un
trampolín de diez metros, pero antes de que llegue...
No abras a nadie
!
!!
!
!
"#+!
ONCE
MADRE
No te acerques a la ventana.
BEATRIZ
¿Y por qué no puedo acercarme?
MADRE
No es asunto tuyo. Te digo que no te acerques ni mires por la
ventana.
BEATRIZ
Ya me he enterado.
MADRE
¿De qué te has enterado?
BEATRIZ
Me lo ha dicho Lourdes.
MADRE
Lourdes tiene la lengua muy larga.
BEATRIZ
Todo el mundo lo sabe, mamá.
No abras a nadie
!
!!
!
!
"#"!
MADRE
Me da igual, no quiero que te asomes por la ventana.
Beatriz se incorpora.
BEATRIZ
Pero yo quiero verlo.
MADRE
No quieres verlo, quédate donde estás.
BEATRIZ
Sí que quiero.
MADRE
Te aseguro que me gustaría no haberlo visto.
BEATRIZ
Pues yo también tengo derecho.
MADRE
¿Quieres que te cuente yo lo que es?
BEATRIZ
No, quiero verlo yo, no quiero que me lo cuentes.
MADRE
Y yo no quiero que te asustes.
BEATRIZ
No abras a nadie
!
!!
!
!
"##!
Seguro que me asusto más si me lo cuentas tú. Venga, déjame,
la vecina lo ha visto.
MADRE
¿Lo sabe su madre?
BEATRIZ
Claro que lo sabe.
MADRE
No me lo creo.
BEATRIZ
Si quieres, le preguntamos...
MADRE
Que la madre de Reme le haya dejado no significa que tenga
que dejarte yo a ti.
BEATRIZ
Pero, ¿por qué no?
MADRE
Pues porque no, porque te puedes asustar, porque tendrás
pesadillas.
BEATRIZ
Pues a mí me ha dicho la vecina que no se nota nada, que al
principio creían que estaba durmiendo, como siempre estaba
bebiendo…
MADRE
No abras a nadie
!
!!
!
!
"#$!
¿Quién te ha dicho a ti eso?
BEATRIZ
Todo el mundo lo sabe, mamá, el tío Ricardo bebía mucho.
MADRE
No le llames tío.
BEATRIZ
Siempre le hemos llamado tío, mamá.
MADRE
Ya lo sé, pero ahora ya no es tío.
BEATRIZ
¿Por qué?
MADRE
Porque no lo es.
BEATRIZ
¿Porque se ha suicidado?
MADRE
No tiene nada que ver con el suicidio. Ya no es tío, no le
llaméis “tío” delante de nadie, la gente habla mucho, preguntan
lo que no les importa.
BEATRIZ
¿Qué pueden preguntar?
MADRE
No abras a nadie
!
!!
!
!
"#%!
No lo sé. Preguntan cosas. Cosas para ponerte nerviosa, cosas
para saber qué sabes.
BEATRIZ
Pero si yo no sé nada.
MADRE
Mucho peor entonces.
BEATRIZ
¿Por qué mucho peor?
MADRE
No me lleves la contraria.
BEATRIZ
No te estoy llevando la contraria, es que no te entiendo.
MADRE
Es que no hay nada que entender. Este asunto no tiene
importancia ninguna.
BEATRIZ
Pues si no tiene importancia, déjame que le vea…
MADRE
¡Ay, déjame tranquila ya!
Silencio.
BEATRIZ
¿Tú le conocías bien?
No abras a nadie
!
!!
!
!
"#&!
MADRE
No.
Silencio.
MADRE
Un poco.
BEATRIZ
Pero lo veías muy a menudo.
MADRE
Es que éramos vecinos.
BEATRIZ
Y le llamábamos tío.
MADRE
A tu tío Eleuterio lo has visto dos veces y es tu tío.
BEATRIZ
Mamá, ¿por qué la gente se suicida?
MADRE
No lo sé.
BEATRIZ
¿Por qué se suicidó aquel enano?
MADRE
¿Qué enano?
No abras a nadie
!
!!
!
!
"#'!
BEATRIZ
El enano, mamá. El enano que se suicidó en esta calle.
MADRE
Yo no me acuerdo de eso.
BEATRIZ
Yo me acuerdo de que estaba lloviendo y que un hombre le
puso una sábana encima.
MADRE
¿Y cómo te acuerdas tú de eso? Eras muy pequeña.
BEATRIZ
Porque lo vi, mamá.
MADRE
Imposible, estabas en el colegio. No es un recuerdo, es tu
imaginación.
BEATRIZ
¿Te acuerdas del hombre?
MADRE
¿Qué hombre?
BEATRIZ
El hombre que le colocó la sábana, era el de la frutería. Ese que
le faltaba un trozo de oreja; decían que se la había mordido su
mujer.
No abras a nadie
!
!!
!
!
"#(!
MADRE
Ah, sí, que estaba loca.
BEATRIZ
Era una sábana pequeña porque el hombre era enano.
MADRE
Las sábanas son todas iguales; no hay sábanas para enanos,
idiota.
BEATRIZ
¿Es verdad que le habían operado para estirarle las piernas?
MADRE
¿A quién?
BEATRIZ
Al enano, mamá.
MADRE
Pero si no era enano...
BEATRIZ
¿Y por qué se suicidaría?
MADRE
Ahora que recuerdo, alguien dijo que sufría de ataques y que
trabajaba en un hospital.
BEATRIZ
¿Quién? ¿El vecino?
No abras a nadie
!
!!
!
!
"#)!
MADRE
No, el enano.
BEATRIZ
¿Pero no dices que no era enano?
MADRE
Es que no lo era, fue un mote que le pusieron.
BEATRIZ
¿En qué edificio vivía?
MADRE
No vivía en esta calle, vino solo a suicidarse.
BEATRIZ
Preguntó por ti, mamá.
MADRE
¿Qué?
BEATRIZ
Que preguntó por ti. ¿Por qué?
MADRE
¿Qué estás diciendo?
BEATRIZ
¿No lo conocías?
MADRE
De nada.
No abras a nadie
!
!!
!
!
"#*!
BEATRIZ
Pues preguntó por ti, y como no estabas en casa, se suicidó.
MADRE
Eso lo has soñado tú.
BEATRIZ
No lo he soñado, eso pasó: preguntó por ti.
MADRE
Quizá no preguntó por mí, quizá preguntó por alguien que se
llamaba como yo.
BEATRIZ
Sí, puede ser.
Pausa.
BEATRIZ
¿Puedo verlo?
MADRE
No.
BEATRIZ
Déjame verlo, ya soy mayorcita para verlo. Lourdes lo ha visto.
MADRE
Ya hablaré yo con tu hermana.
BEATRIZ
No abras a nadie
!
!!
!
!
"$+!
Si ella ha visto al suicida…
MADRE
No lo llames así.
BEATRIZ
No puedo llamarle tío, no puedo llamarle suicida, ¿cómo
quieres que le llame?
MADRE
Vecino. Era el vecino. Solo eso, era un vecino, ¿entiendes?
BEATRIZ
Pues claro que entiendo, lo que no entiendo es por qué le
teníamos que llamar tío…
MADRE
No es asunto tuyo.
BEATRIZ
¿Era mi tío y no es asunto mío?
MADRE
No era tu tío.
BEATRIZ
Vale, pero le llamábamos tío. No entiendo por qué no puedo
verlo, por qué tengo que ser la única que se quede sin verlo, no
es justo y no tiene sentido.
MADRE
No abras a nadie
!
!!
!
!
"$"!
Está bien, de acuerdo, tú quieres ver al vecino tirado y con el
cuello roto, ¿es eso lo que quieres ver? ¿Quieres impresionarte
hasta quedarte sin respiración? ¿Quieres tener la imagen de una
persona muerta y ensangrentada en tu cabeza toda tu puñetera
vida? ¿Quieres tener pesadillas noche tras noche hasta que te
despiertes gritando, vieja y meada?
Pausa.
BEATRIZ
Sí.
MADRE
Pues ve a verlo de una puñetera vez y déjame tranquila.
La madre se retira de la ventana y se sienta en el sofá, junto a Beatriz,
pero Beatriz no se mueve, se queda pegada a su lado.
BEATRIZ
Vale.
MADRE
No digas que no te he avisado.
BEATRIZ
No lo pienso hacer.
Silencio. La madre agarra una revista y se da cuenta de que Beatriz no ha
hecho el mínimo gesto de acercarse a la ventana todavía.
MADRE
¿Qué haces?
No abras a nadie
!
!!
!
!
"$#!
BEATRIZ
Nada.
MADRE
¿No querías ir a verlo?
BEATRIZ
Sí.
MADRE
Entonces, ¿por qué no vas?
BEATRIZ
No he dicho ahora.
MADRE
¿Cuándo? ¿Te crees que va a estar ahí toda la vida? Si no vas a
verlo ahora, no lo vas a ver ya; así que o vas ahora mismo o no
hay cadáver que valga.
Silencio.
BEATRIZ
Cinco minutos.
MADRE
Tú no quieres verlo, solo quieres incordiarme.
BEATRIZ
Sí quiero verlo, todo el mundo lo ha visto.
No abras a nadie
!
!!
!
!
"$$!
MADRE
(Tomándola de la mano) Venga, yo te acompaño.
BEATRIZ
(Soltándose) Puedo ir solita, no hace falta que me acompañes.
MADRE
Así te dará menos miedo.
BEATRIZ
Si voy contigo me dará más miedo.
MADRE
¿Ves cómo te da miedo?
BEATRIZ
No me da miedo.
MADRE
Pues ve a verlo.
BEATRIZ
Lo voy a ver después.
MADRE
Pues se lo van a llevar y te lo vas a perder.
BEATRIZ
Ya iré cuando me parezca, qué pesada eres.
Eso no le ha hecho ni pizca de gracia a la madre, que la mira con muy
mala cara: una ceja arqueada y los labios apretados.
No abras a nadie
!
!!
!
!
"$%!
MADRE
Levántate y ve a verlo ahora mismo.
BEATRIZ
Ahora, no.
MADRE
Que te levantes y vayas a verlo ahora mismo te he dicho.
BEATRIZ
He sido yo quien quería verlo, así que voy cuando yo quiera.
A la madre no le ha gustado nada el tono que ha empleado Beatriz.
MADRE
Levántate ahora mismo a ver al tío Ricardo. Ya.
BEATRIZ
¿Ahora es el tío Ricardo otra vez? ¿No era el vecino del
noveno?
MADRE
Ve.
BEATRIZ
Después.
MADRE
Después, no: ahora.
BEATRIZ
No abras a nadie
!
!!
!
!
"$&!
Ya no quiero ir.
MADRE
Ahora vas porque te lo digo yo.
La madre se levanta y se pone al lado de la ventana con los brazos
cruzados, mirando fijamente a Beatriz. Beatriz se queda sentada en el
sofá.
MADRE
Andando.
Beatriz se levanta y se acerca a la ventana, pasa por delante, mirando de
perfil y sin parar. Se vuelve a sentar.
MADRE
(Girando la cabeza hacia la ventana) Vamos.
BEATRIZ
¿Qué?
MADRE
Que vengas.
BEATRIZ
¿Qué?
MADRE
Que vengas a mirar.
BEATRIZ
Ya he mirado.
No abras a nadie
!
!!
!
!
"$'!
MADRE
No has mirado.
BEATRIZ
Sí lo he hecho.
MADRE
No lo bastante. Así que ven ahora mismo.
BEATRIZ
¿En serio que vas a obligarme?
MADRE
Sí.
BEATRIZ
¿Vas a obligarme a verlo solo por tu capricho?
La madre arranca a andar hacia Beatriz, quien teme llevarse una buena
tunda por lo que está haciendo desde que llegó. Beatriz se dirige a toda
prisa a la ventana y mira. Baja la mirada, su madre está al lado.
MADRE
¿Ya estás contenta?
BEATRIZ
Sí.
MADRE
¿Te ha impresionado?
No abras a nadie
!
!!
!
!
"$(!
BEATRIZ
No.
MADRE
¿Cómo que no?
BEATRIZ
(Ladeando la cabeza lentamente) No.
Silencio.
MADRE
¿Eso es todo?
BEATRIZ
Sí.
Silencio.
BEATRIZ
Mamá…
MADRE
¿Qué?
BEATRIZ
¿Por qué vinimos aquí?
MADRE
¿Adónde?
BEATRIZ
No abras a nadie
!
!!
!
!
"$)!
¿Por qué vinimos a esta ciudad?
MADRE
Fue el destino de tu padre.
BEATRIZ
El destino no está escrito, lo ha dicho la maestra.
MADRE
El de tu padre sí.
BEATRIZ
Mamá, a veces imagino que un día llego del colegio y no hay
nadie en casa, y entonces llaman por teléfono y me dicen que
tú y Lourdes y Camila ibais en el coche y que habéis sufrido un
accidente y habéis muerto todas y entonces me quedo sola en
esta casa, completamente sola y no hay nada para cenar, ni
tengo dinero para pagar la luz y me la quitan, y luego cortan el
agua.
MADRE
No te preocupes, que eso no va a pasar, no vamos a morir en
un accidente, no pienses en eso. No debes amargarte pensando
esas cosas.
BEATRIZ
No, qué va, si a mí me gusta mucho imaginar todo eso.
Beatriz siente algo húmedo en la nariz. Se toca y descubre que un hilo de
sangre sale de ella. La madre la abraza con fuerza. En ese momento,
entra Camila cargada con unos libros y mira a ambas. La madre le da un
pañuelo, pero ella lo rechaza y se tapona con los dedos.
No abras a nadie
!
!!
!
!
"$*!
No abras a nadie
!
!!
!
!
"%+!
DOCE
Beatriz revisa y guarda objetos, lanza otros en una caja. Lourdes y
Camila entran. Camila lleva una maleta, la deja sobre la mesa, justo
delante de Beatriz, como una invitación, esperando que ella abandone todo
lo que está haciendo y se dedique solo a esa maleta. Beatriz capta el
mensaje, mira la maleta, es la maleta de su madre.
Beatriz pulsa dos botones en los extremos y se disparan los resortes de
apertura. Abre la maleta y encuentra en ella cartas, objetos, fotos… Es su
madre con el tío Ricardo en un jardín, tomando unos vinos, en compañía
de otra pareja. Es verano y su madre tiene el pelo teñido de caoba. Beatriz
las mira, pero no demuestra ningún tipo de sorpresa.
BEATRIZ
¿Creéis que estaban liados?
Nadie contesta, Beatriz sigue inspeccionando fotos y otros souvenirs.
BEATRIZ
¿Pero cómo podía aguantar ese hombre a mamá?
LOURDES
Sí, eso nos confunde mucho.
CAMILA
No abras a nadie
!
!!
!
!
"%"!
Supongo que el tío Ricardo pensó que era mejor suicidarse que
cargar con nosotras toda la vida. En fin.
LOURDES
Yo lo siento por mamá.
CAMILA
Vaya, él se murió, es peor.
LOURDES
No sé qué es peor.
CAMILA
Cuando estaba ya muy enferma me pidió que llamara al tío
Ricardo y que le dijera que se estaba muriendo… No sé por
qué no lo comentamos nunca, tampoco tiene tanta importancia,
la verdad.
LOURDES
Porque tú nunca has querido.
CAMILA
¿Cómo que yo no he querido?
LOURDES
Pero si te he tenido que convencer en la cocina ahora mismo,
¿cómo puedes ser tan cínica?
CAMILA
No es eso…
LOURDES
No abras a nadie
!
!!
!
!
"%#!
Pues entonces, no mientas.
CAMILA
¿Qué necesidad tenemos de sacar esas cosas a relucir? Mejor
para Beatriz si no lo sabe.
LOURDES
Pero, ¿tú quién eres para decidir quién tiene que saberlo o
quién no?
CAMILA
Lo que hiciera mamá con su vida no es asunto nuestro.
LOURDES
No, es asunto tuyo.
CAMILA
Era lo más sensato. Pero qué sabrás tú de sensatez.
LOURDES
Nada, yo no sé nada, tú lo sabes todo (Se sirve otra copa). Tú eres
la hermana lista y yo soy la hermana aturdida.
CAMILA
Yo decidí no deciros nada porque...
LOURDES
Tú lo que hiciste fue mangonear, mangonearlo todo porque
eres una neurótica. Pues deja ya de decidir tú por las demás de
una puta vez.
CAMILA
No abras a nadie
!
!!
!
!
"%$!
Se merece un respeto.
LOURDES
Pero, ¿qué respeto? Ni que estuviéramos profanando su
tumba…
CAMILA
Ya está bien: la mamá murió y el tío Ricardo se suicidó y punto.
BEATRIZ
El tío Ricardo no se suicidó.
CAMILA
¡La mamá murió y el tío Ricardo se suicidó…
BEATRIZ
El tío Ricardo no se suicidó.
CAMILA
…Y punto!
Ambas cortan la discusión y miran a Beatriz sorprendidas.
BEATRIZ
No se suicidó. Es lo que dijo mamá.
CAMILA
¿Y porqué iba a decir algo así?
BEATRIZ
Para que no preguntáramos más por él. Muerto el perro, se
acabó la rabia.
No abras a nadie
!
!!
!
!
"%%!
LOURDES
Pero, ¿qué perro?
CAMILA
¿Qué estás diciendo?
CAMILA
Yo vi el cadáver, Beatriz. Había un cadáver en el patio de luces.
BEATRIZ
Sí, pero no el del tío Ricardo. Era un yonki que se metió en el
bloque para chutarse.
CAMILA
¿Y el tío Ricardo se fue? ¿Sin más? ¿Dejó a mamá y se fue? Eso
no tiene ningún sentido.
BEATRIZ
Mamá lo amenazó con que iría a la Guardia Civil si él no se
marchaba. Y el tío Ricardo se fue a Vigo.
LOURDES
Pero si no tenía a nadie en Vigo…
BEATRIZ
El tío Ricardo era muy agradable conmigo, me llevaba al
parque, y un día me dijo que llevaba un vestido muy bonito... Y
yo le conté todo eso a mamá.
CAMILA
No abras a nadie
!
!!
!
!
"%&!
No entiendo por qué mamá habría de amenazar al tío Ricardo
por eso…
BEATRIZ
No fue por eso, fue porque el tío Ricardo me había dado un
beso.
CAMILA
¿Y qué?
BEATRIZ
La mamá me metió en la habitación, me encerró hasta que le
dijera cuántas veces me había besado y dónde… Me dijo que si
no le decía la verdad y lo descubría ella, me llevaría directa a un
reformatorio. Yo no solté prenda, y la mamá se puso hecha una
furia… Empezó a zarandearme y a golpearme como si yo fuera
una terrorista... Así que le dije: “Mamá, a ti también te da besos
y no veo que pase nada de particular”. La mamá empezó a
tirarse de los pelos, a romperlo todo, y luego a llorar porque lo
había roto todo… Ya sabéis cómo era mamá, veía violaciones,
crímenes y amputaciones por todas partes....
Silencio.
BEATRIZ
Eso es lo que pasó… La mamá fue a ver al tío Ricardo a su
papelería y... Supongo que el tío Ricardo sabía que papá había
tenido muy buenos amigos en el cuartel, así que echó la
persiana de la papelería y puso tierra de por medio. A mí
también me pidió que lo llamara cuando estaba enferma; me
dijo que el tío Ricardo no estaba muerto y que vivía en Vigo.
No abras a nadie
!
!!
!
!
"%'!
Silencio.
BEATRIZ
Era muy bueno el tío Ricardo. Una vez me regaló una
bufanda…
LOURDES
El tío Ricardo no te regaló una mierda.
BEATRIZ
Pero también era muy besucón, acordaos.
LOURDES
¿Cómo iba el tío Ricardo a abusar de ti? Qué idea más absurda.
BEATRIZ
Puede que no me regalara esa bufanda, no me acuerdo, pero la
guardo con cariño.
CAMILA
(A Beatriz) Pues yo estoy convencida de que sí abusó de ti. Y
estoy convencida de que un día no pudiste soportarlo más y se
lo contaste a mamá con pelos y señales. Y estoy convencida de
que mamá acusó al tío Ricardo, y el tío Ricardo se tiró por la
ventana, como no podía ser de otro modo. Y quién sabe qué
otros incontables crímenes cometió el tío Ricardo…
LOURDES
Estás borracha.
CAMILA
No abras a nadie
!
!!
!
!
"%(!
No quisiera pensar que me he convertido en una una
alcohólica y una neurótica sin un motivo justificado… Bien
está lo que bien acaba. ¿Qué hora es? (Mira su reloj) La once y
veinte… Creo que me voy a casa.
LOURDES
Entonces, ¿mañana nos vemos?
Ninguna de las dos contesta.
BEATRIZ
¿Qué tal por la tarde?
LOURDES
Yo no puedo por la tarde.
CAMILA
Nos llamamos y lo arreglamos todo por teléfono. Es lo que
hacemos siempre...
BEATRIZ
Ah, llevaos todo lo que queráis de la casa. Es vuestro.
CAMILA
Yo no quiero nada.
LOURDES
Yo tampoco.
BEATRIZ
¿Nada de nada?
No abras a nadie
!
!!
!
!
"%)!
CAMILA y LOURDES
Nada.
BEATRIZ
Muy bien. Entonces haré que lo tiren todo.
Camila se levanta para tomar sus cosas y marcharse.
BEATRIZ
Ha sido un día… (No sabe cómo calificarlo) Estupendo... Hacía
mucho que… ¿Cuánto tiempo hacía desde que…
CAMILA
¿Desde qué?
BEATRIZ
Desde que no lo pasábamos tan bien…
Las dos hermanas la miran extrañada, sin saber qué decir.
CAMILA
Sí…
LOURDES
Mucho…
CAMILA
Nunca lo hemos pasado tan bien.
LOURDES
Sí, estoy de acuerdo, ha sido un gran día.
No abras a nadie
!
!!
!
!
"%*!
Camila coge sus cosas y se dirige a la puerta.
CAMILA
Ya nos veremos.
BEATRIZ
Os aviso cuando esté por aquí…
CAMILA
Claro, llámanos.
LOURDES
Te acompaño, voy de camino.
Lourdes coge su mochila.
LOURDES
(A Beatriz.) ¿Te quedas?
BEATRIZ
Sí, me quedo una rato más.
LOURDES
Adiós.
CAMILA
Adiós.
Beatriz, de espaldas a ellas, recostada en un sillón, levanta su copa de vino
en señal de despedida. Luego se levanta, revisa los objetos, la estancia, se
sirve otra copa de vino, mira la vieja mecedora de su madre... Y sin poder
remediarlo y, aunque solo le escuche la ausencia más absoluta, dice:
No abras a nadie
!
!!
!
!
"&+!
BEATRIZ
No abras a nadie…
Fin.
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