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Presentacion Libro de Zacarías Historia Literatura y Teologia, Luis Emiro Silva Perez
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Luis Emiro Silva Prez Ciencias Bblicas Uniminuto
Profetas II, 2014.
Zacaras: El libro solo indica que l era un profeta, hijo de Berequias, hijo de
Ido (Zac 1,1) y no menciona ms detalles del profeta. A partir de su
llamado vibrante de huir de Babilonia (Zac 2,10s), su anuncio de retorno a
Jerusaln (Zac 1,16; 2,14) y las curiosas analogas entre las imgenes de las
visiones con la iconografa religiosa de Babilonia, se considera que Zacaras
sera un repatriado del destierro.
Segn Nehemas 12,4-16, Zacaras naci probablemente en el seno de una
familia sacerdotal dado que Ido es el nombre de un sacerdote vuelto del
exilio, aunque esto es debatible dado que all no se hace mencin a
Berequias; Zacaras es contemporneo del profeta Ageo y segn Esdras 5,1-
6,14 Ageo y Zacaras se apoyaron mutuamente en la predicacin que exiga
reconstruir el templo durante un mes. Pero ni en el libro de Ageo ni el de
Zacaras se hace mencin uno del otro.
ngeles: Estos acompaan y explican a Zacaras las diversas visiones que tiene en los captulos
uno al seis.
Zorobabel: Fue el encargado de colocar los cimientos del templo de Jerusaln tras el destierro.
Josu: Es el Sumo sacerdote del periodo narrado. Se menciona dos veces en el libro, seguido de
una referencia al renuevo de Dios. En la primera, es quitado su pecado y vestido de ropas de
gala (Zac 3,1-10); en la segunda, es coronado por parte de Zacaras (Zac 6, 9-12).
Israel, Jud y Jerusaln: Representan al pueblo judo, tanto a los que permanecieron en
Palestina, como a los que estuvieron en el exilio. A estos se insta a obedecer a YHWH y se les
entrega promesas de restauracin tras la desobediencia de sus predecesores.
El rey venidero o renuevo: Los captulos finales presentan a un rey que traer paz al pueblo
judo, siendo este el salvador esperado para restaurar la gloria de Jud, Israel y Jerusaln.
Zac 1,1: En el octavo mes del ao segundo de Daro, vino palabra de Jehov al
profeta Zacaras.
Zac 1,7: A los veinticuatro das del mes undcimo, que es el mes de Sebat, en el
ao segundo de Daro, vino palabra de Jehov al profeta Zacaras hijo de
Berequas, hijo de Iddo.
Zac 7,1: Aconteci que en el ao cuarto del rey Daro vino palabra de Jehov a
Zacaras, a los cuatro das del mes noveno, que es Quisleu.
Periodo del ministerio proftico: Octubre Noviembre de 520 a.C hasta
Noviembre de 518 a.C. Primeros aos del Postexilio, el cual termino en 537 a.C.
El postexilio comienza
con el Decreto de Ciro
(538/37 a.C).
Se esperaba una crisis
poltica en el imperio
persa, que
desencadenara la
liberacin definitiva de los
pueblos, pero Daro
reestablece el orden
imperial permitiendo a los
pueblos volver a su tierra.
Varios judos se habran
quedado en Persia, dado
que all haban
prosperado. Por lo cual
Zacaras hace un llamado
a volver a Jerusaln.
Ni el templo, ni Jerusaln
cuentan con murallas que
los protejan. El templo se
termino de reconstruir en
el 516 a.C y las murallas
comenzaron a construirse
con la llegada de
Nehemas (455 a.C).
Existencia de
confrontaciones entre los
residentes de Palestina y
los que haban regresado
del destierro.
Zorobabel es nombrado
gobernador en Jerusaln y
Josu es el sumo
sacerdote, aunque
Zorobabel muere en
circunstancias oscuras.
Jerusaln: Siendo este el lugar en el cual Zacaras realizara su ministerio proftico.
Bet-el: Cuidad cerca de Jerusaln, desde la cual se enva a unos representantes a
Jerusaln para preguntar en torno al ayuno.
Tierra de Sinar: Es mencionado en Zac 5,5-11. En hebreo Sinar significa dos ros,
por lo cual la tierra de Sinar representa a Babilonia.
Naciones vecinas a Jerusaln: Tierra de Hadrac, Damasco, Hamat, Tiro, Sidn. Hoy
Lbano y Siria. Recuerda la campaa victoriosa de Alejandro Magno en el 332 a.C.
Ciudades Filisteas: Ascalon, Gaza, Ecrn, Asdod. Hoy Franja de Gaza.
Catorce (14) captulos, doscientos once (211) versiculos.
Protozacarias 1-8 Deuterozacarias9-14 Claras alusiones histricas.
Fechas exactas.
Preocupacin por la reconstruccin
del templo por Josu y Zorobabel.
Prosaico, redundante, confuso.
Influido indirectamente por el
pensamiento de Ezequiel.
Mesianismo centrado en Jerusaln
y resurgimiento de la dinasta
davdica.
Alusiones oscuras o no histricas.
Falta de fechas.
No se menciona la reconstruccin
del templo ni a Josu ni Zorobabel.
Potico, directo, sencillo.
Citas o alusiones directas a Os, Is,
Dt, Jr, Ez, Joel, Job.
Mesianismo centrado en Jud, con
alusiones secundarias a Jerusaln y
a la dinasta davdica.
Brown, Raymond, Joseph Fitzmyer, y Ronald Murphy. Comentario bblico San Jernimo Tomo II Antiguo testamento II. (Madrid: Ediciones cristiandad), 1971. 146
Algunos rasgos de la mencionada compatibilidad son:
proteccin especial del Seor sobre Jerusaln (tanto en Zac
2,5 como en 9,8 y 14,11); la fertilidad paradisaca (8,12) es
comparable a la abundancia de agua (14,6) o a la luz eterna
(14,6) de Jerusaln; la frmula de la Alianza como promesa
se encuentra en 8,8 y en 13,9. Se podran indicar ms
detalles, pero son suficientes para comprender que la unin
de ambas secciones en un solo libro se ha debido a razones
que quedan por investigar, pero que no se limitan al azar.
Abrego, De Lacy. Los libros profticos. (Estella: Editorial
Verbo Divino), 1993. 241.
Se admite que el Protozacarias (1-8) haya sido
escrito por Zacaras, dado que se emplea
frecuentemente la primera persona en especial el
relato de las visiones a las cuales un redactor
final habra incluido otros recuerdos.
En el Deuterozacarias (9-14) se atribuye a otro
fuente distinta y mas tarda. Este puede ser
atribuido a uno o mas autores, dado que los
captulos 9 al 11 presenta una actitud favorable a
los extranjeros y los captulos 12 al 14 se
observa un antagonismo a la cultura no juda.
En Deuterozacarias podra datarse desde el siglo VIII al siglo II a.C.
Zac 9, 1-8 habla de una amenaza que se extiende a Tiro, Sidn y Filistea. Esta regin ha
sido invadida varias ocasiones tanto por el imperio Asirio, Persa y del griego por lo cual
se puede llegar a diversas conclusiones.
Zac 9,13 hace mencin a los jonios. palabra que es frecuente referirla a los griegos
posteriores a Alejandro Magno, por lo cual favorece una datacin a finales del siglo IV o
durante el III; sin embargo, los jonios aparecen mencionados en documentos
cuneiformes del siglo VIII a. C y Otzen los identifica con las tropas mercenarias griegas
que constituan el ncleo del ejrcito egipcio durante los siglos VII-VI a. C.
Zac 10,10-11 que menciona conjuntamente a Egipto y Siria, algunos consideran que la
mencin se hace cuando estos eran potencias (siglos VIII y VII), pero otros creen que se
tratan de nombres claves para referirse a los Tolomeos (Egipto) y Seleusidas (Asiria) tras
la muerte de Alejandro Magno.
A pesar de esto los autores actuales optan situar estos captulos a finales del siglo VI e
inicios del III al tomar como punto de partida las campaas de Alejandro Magno. Aunque,
a partir de un anlisis literario y sociolgico de Hanson, estos captulos reflejan las
disensiones crecientes dentro de la comunidad exlica y postexlica. Schokel, Alonso, y
Jos Sicre. Profetas II. Ezequiel, Doce profetas menores, Daniel, Baruc, Carta de Jeremas.
(Madrid: Ediciones cristiandad), 1980. 1177.
El gnero literario empleado en el libro de Zacaras es en buena
parte la apocalptica, la cual se refleja de formas diversas:
Cap. 1-8: se observa una apocalptica cargada de muchos smbolos, los
cuales en su mayora son explicados en el texto (aunque dichas explicaciones
pueden ser aadidos posteriores). Cada visin emplea smbolos diferentes,
los cuales se pueden interpretar de manera independiente de todo el
conjunto
Cap. 9-14 la apocalptica emplea un lenguaje ms directo y menos pesado
que la presente en los captulos 1 al 8, con un nfasis en la llegada de la
poca mesinica.
Otros gneros: una accin proftica (Zac. 6, 9-15 Coronacin de
Josu); la narracin de los habitantes de Bet-el y el ayuno (Zac 7,1-
7), y varios orculos intercalados al interior de todo el libro.
Wenham, Motyer, Carson y otros (1999) Brown, Fitmyer, Murphy (1971)
Zacaras 1:1-6 El prlogo a los captulos 18 Zacaras 1:76:15 Serie de visiones nocturnas con orculos adheridos 1:7-17 La primera visin: los caballos que patrullan la tierra 1:18-21 La segunda visin: cuatro cuernos y cuatro artesanos 2:1-13 La tercera visin: Jerusaln habitada sin murallas 3:1-10 La cuarta visin: Josu el sumo sacerdote 4:1-14 La quinta visin: dos ungidos 5:1-4 La sexta visin 5:5-11 La sptima visin 6:1-8 La octava y ltima visin 6:9-15 Un orculo Zacaras 7:18:23 Una pregunta sobre el ayuno 7:1-3 Una delegacin 7:4-14 Un reto para el presente 8:1-8 La promesa a la Jerusaln renovada 8:9-13 Una promesa renovada 8:14-17 Un reto proveniente del pasado 8:18-23 Ayunando y festejando
I. La misin proftica (1,1-8,23) A) Introduccin: Llamada a la conversin (1,1-6) B) Visiones (1,7-6,8) a) Primera visin: los cuatro jinetes (1,7-17) b) Segunda visin: los cuatro cuernos y los cuatro herreros (2,1-4) (LXX y Vg. 1,18-21) c) Tercera visin: la nueva Jerusaln y amplificaciones (2,5-17) (LXX y Vg. 2,1-13) d) Cuarta visin: Josu, el sumo sacerdote (3,1-10; 4,4-10) e) Quinta visin: el candelabro y los dos olivos (4,1-3.11-14) f) Sexta visin: el rollo volador (5,1-4) g) Sptima visin: la medida voladora (5,5-11) h) Octava visin: los cuatro carros (6,1-8) C) La coronacin (6,9-15) D) Cuestiones referentes al ayuno (7,1-14) E) Los tiempos mesinicos (8,1-23)
Wenham, Motyer, Carson y otros (1999) Brown, Fitmyer, Murphy (1971)
Zacaras 9:114:21 Batallas, lderes y la meta de la historia 9:1-8 El Seor acta 9:9, 10 El rey humilde llega 9:1111:3 Profecas de juicio y esperanza 11:4-17 Pastores y ovejas 12:113:9 Batalla, victoria y purificacin 14:1-21 El juicio y la salvacin de las naciones
II. Panorama mesinico del Dutero-Zacaras (9,1-14,21) A) Primera carga (9,1-11,17) a) El Seor como invasor (9,1-8) b) El rey mesinico (9,9-10) c) La restauracin (9,11-17) d) Un orden nuevo (10,1-11,3) e) Alegora de los pastores (11,4-17) B) Segunda carga (12,1-14,21) a) Jerusaln, instrumento de Dios (12,1-9) b) La gran lamentacin (12,10-14) c) El trmino de la falsedad (13,1-6) d) Cntico de la espada (13,7-9) e) La batalla de Jerusaln (14,1-21)
Manuscritos o
testigos en malas
condiciones.
Muchas variables o
corrupciones: Zac
2,10. 12-13; 3,7;
6,10-15; 7,2; 8,12;
9,1; 11,15 y 14,4-5.
Glosas o notas
explicativas: Zac 1,1;
2,2.4; 3,8-10; 4,6b-
10a; 6,3; 7,1.8; 8,13;
11,17; 12,2-3; 14,7).
Brown, Raymond, Joseph Fitzmyer, y Ronald Murphy. Comentario bblico San Jernimo Tomo II Antiguo testamento II. (Madrid: Ediciones cristiandad), 1971. 145.
Inclusin del relato de Josu con un adversario
en las visiones. Rompe la simetra. El Seor da
la visin y el profeta la identifica sin que medie
el ngel.
La coronacin de Josu (Zac 6,9-15), se
considera que el relato original indicaba que
Zorobabel haba sido el coronado, siendo este
descendiente de la dinasta davdica, ms no
Josu. En Zac13a se indica que Josu tendr por
misin construir el templo, cuando esta misin
se le ha atribuido a Zorobabel en los versiculos
4,8s. Dicha cambio se habr realizado a causa
de la prematura muerte de Zorobabel.
Amsler, Samuel. Los ltimos profetas. (Estella: Editorial Verbo Divino), 1996. 25
Volver a YHWH y buscarlo (Zac 1,1-6)
: As ha dicho YHWH de los ejrcitos: volveos
a m, dice YHWH de los ejrcitos, y yo me
volver a vosotros, ha dicho YHWH de los
ejrcitos (Zac 1,3; RVR60).
Por causa de la desobediencia del pueblo fue
este enviado al destierro (Zac 1,4-6).
La misericordia de YHWH tras su Celo en Babilonia (Zac
1,7-17)
Visin de los caballos: As dice Jehov de los ejrcitos: Aun
rebosaran mis ciudades con la abundancia del bien, y aun consolara
Jehov a Sion, y escoger todava a Jerusaln (Zac 1,17; RVR60).
Castigo a los pueblos opresores del pueblo Judo (Zac
1,18-21)
Visin de los cuernos y carpinteros: Los cuernos son los pueblos
que dispersaron a Jud y que los carpinteros son los que han venido
a derribar los cuernos (Zac 1,20; RVR60).
La presencia de YHWH y la bendicin de su pueblo (Zac 2)
Visin del cordel en la mano: a causa de la multitud de hombres y de
ganado en medio de ella y como Jehov les ser muro de fuego en derredor
trayendo gloria a este pueblo (Zac 2, 5-5). Canta y algrate, hija de Sion;
porque he aqu yo vengo, y morare en medio de ti, ha dicho Jehov (Zac
2,10ss; RVR60).
Restauracin del Sacerdocio y esperanza del Renuevo (Zac 3)
Visin del Sumo Sacerdote: el Sacerdote Josu le es quitado las vestiduras
viles (pecado) para ser vestido de gala (andar en los caminos de YHWH y
guardar su ordenanza); adems presenta una esperanza en el renuevo el cual
proviene de la lnea de Josu el cual quitara el pecado de la tierra en un da
(Zac 3,9; RVR60).
Restauracin del poder poltico y religioso (Zac 4)
Visin del candelabro de oro y los olivos: la restauracin
requiere del poder poltico y religioso, pero, este ha de
depender de YHWH, dado que no es con ejrcito, ni con
fuerza, sino con mi Espritu (Zac 4,6; RVR60).
Castigo a los trasgresores de la ley (Zac 5,1-4):
En torno a quien recae el castigo, Brown (1971) considera
que es a los judos y paganos, mientras Amsler (1996) sobre
los judos. Por ende, lo importante es resaltar que en la
restauracin los malvados reciben su castigo.
Destruccin futura y definitiva de los opresores del
pueblo (Zac 5,5-6,8)
Visin de la efa (maldad, Babilonia) y la mujer (Zac 5,5-11): La
maldad se har volver a Babilonia desde Jerusaln, y al estar all
cuando sea el tiempo se pondr sobre su base. En torno a la mujer
esta puede ser Jerusaln, el pecado, los cultos extranjeros.
Visin de los cuatro carros (Zac 6,1-8): Compleja de interpretar por
los caballos, se tiene certeza de los caballos negros que salieron al
norte (Mesopotamia) hicieron reposar al Espritu de Dios. Al tener en
cuenta todo el contexto de las visiones se piensa que el descanso
seria dado por la destruccin de Babilonia.
Esquema de las visiones: Las dos primeras y las
dos ltimas tienen por objeto los pases
extranjeros que maltrataron a Jud. Las tres
centrales se preocupan de la restauracin juda.
Y todo confluye en la visin cuarta, que habla de
los dos grandes dirigentes, poltico y religioso,
del nuevo pueblo de Dios. Todas las ilusiones
alentadas por los judos que marcharon desde el
destierro se encuentran aqu plasmadas: Dios se
vuelve benigno a su pueblo, castiga a sus
adversarios, llena de gloria a Jerusaln, suprime
a los malhechores y le concede unos
gobernantes dignos de la nueva situacin.
Sicre, Jos. Introduccin al antiguo testamento. (Navarra: Editorial Verbo Divino), 2000. 249.
Reedificacin del templo y la esperanza en el
Renuevo (Zac 6,9-15):
El renuevo edificara del templo, llevara gloria, gobernara,
har volver a los que estn lejos para edificar el templo,
habr consejo de paz y tendr un sacerdote a su lado. Se
puede concluir que el renuevo ser un descendiente de
Zorobabel, dado que si fuera descendiente de Josu, no
necesitara sacerdote a su lado. Por ende, la restauracin
abarca ms del periodo del postexilio y se proyecta hacia
el futuro.
Llamado a la obediencia a YHWH (Zac 7)
Cuando ayunasteis y llorasteis en el quinto y en el sptimo mes estos setenta
aos, habis ayunado para m? Y cuando comis y bebis, no comis y bebis
para vosotros mismos? (Zac 7,5-6, RVR60). Segundo el propsito del ayuno es
Juzgad conforme a la verdad, y haced misericordia y piedad cada cual con su
hermano (Zac 7,9, RVR60).
La presencia de YHWH y la bendicin de su pueblo (Zac 8,1-15)
Al ser el pueblo obediente, la presencia de YHWH traer al pueblo los siguientes
beneficios: La multiplicacin del pueblo a travs de las ancianos y jvenes (Zac
8,4-5); habitar en Jerusaln y me sern por pueblo, y yo ser a ellos por Dios en
verdad y en justicia. (Zac 8,8, RVR60); habr simiente de paz; la vid dar su fruto,
y dar su producto la tierra, y los cielos darn su roco; y har que el remanente de
este pueblo posea todo esto. (Zac 8,12, RVR60).
Llamado a la obediencia a YHWH y la bsqueda
de YHWH por otros pueblos (Zac 8,16- 23)
Para lograr ser bendicin el pueblo debe ser obediente a
la palabra. Hablar verdad cada cual con su prjimo;
juzgar segn la verdad y lo conducente a la paz en
vuestras puertas, dejar de pensar mal en su corazn
contra su prjimo, ni amar el juramento falso (Zac, 8 16-
17). La consecuencia de esta obediencia ser que otros
pueblos se acerquen a buscar el favor de YHWH (Zac
8,21).
Castigo a los pueblos opresores del pueblo Judo (Zac 9,1-8)
A pesar de la sabidura, fortaleza, riquezas y podero de las naciones
opresoras, estas recibirn su castigo, porque no han mirado a YHWH. Pero a
pesar de esto, de estos pueblos quedara un remanente para YHWH (Zac 9,7).
La esperanza de restauracin futura en el renuevo (Zac 9,9-
17)
Del futuro rey del pueblo que traer una restauracin doble al pueblo, el cual
hablara paz y su fuerza no ser la guerra y su seoro ser sobre toda la
tierra, y levantara a Jud y a Efrain por encima de Grecia (Zac 9,13).
Renovacin de los pastores o jefes del pueblo y
la redencin de todo su pueblo (Zac 10,1-11,3)
La restauracin conlleva un cambio de lderes del pueblo,
dado que algunos de ellos han hecho que el pueblo parezca
como ovejas sin pastor. Y en ese cambio YHWH visitara al
pueblo y har que estos sean valientes, ya que el fortalecer
la casa de Jud y la casa de Jos. Este cambio har que
vuelva el pueblo, como si YHWH nunca los hubiera
desechado, y vendr de todos los lugares donde fueron
esparcidos reunindolos a todos porque los redimi, los
fortalecer YHWH y se multiplicaran.
Juicio a los pueblos enemigos y a los jefes del pueblo
y a los que los siguen (Zac 11,4-17)
Esta seccin es una de las ms oscuros del Antiguo Testamento.
Se hace un llamado a los pueblos opresores y a los jefes del
pueblo y a los que los siguen, los cuales han sacado provecho
de los judos y no han tenido piedad de estos. Por esta razn
YHWH no tendr piedad de todos estos, como si lo ha tenido
con los pobres del rebao (Vr 7).
Y a causa de la desobediencia del pueblo, se levantara un pastor
insensato, el cual tendr su castigo por no cuidar a las ovejas
perdidas.
Restauracin futura de Jerusaln y Jud y la esperanza en el
renuevo (Zac 12,1- 13,9)
Los pueblos se junta contra Jud: Y en aquel da yo pondr a Jerusaln por
piedra pesada a todos los pueblos; todos los que se la cargaren sern
despedazados, bien que todas las naciones de la tierra se juntarn contra
ella. (RVR60, Zac 12,3).
Y tras esta destruccin YHWH derramara sobre la casa de David y sobre los
moradores de Jerusaln, espritu de gracia y de oracin; y mirarn a m, a
quien traspasaron, y llorarn como se llora por hijo unignito, afligindose
por l como quien se aflige por el primognito (RVR60, Zac 12,10).
En estos das habr un manantial abierto para la purificacin del pecado y la
inmundicia, y se quitara los nombres de las imgenes y sern quitada los
profetas mentirosos.
La restauracin y el da de YHWH (Zac 14)
Jehov ser rey sobre toda la tierra. En aquel da Jehov ser
uno, y uno su nombre. (RVR60, Zac 14,9). Y en Jerusaln nunca
ms habr maldicin y ser habitada confiadamente, dado que
sobre los pueblos que pelearon contra Jerusaln YHWH los herir
con plagas, de tal forma que todos los que sobrevivan subirn
ao tras ao para adorar a YHWH en la fiesta de los tabernculos
(fiesta que da inicio a un nuevo ao de agricultura), y sobre
aquellos que no suban no vendr la lluvia.
Ese da se har memoria de la siguiente frase: Santidad a YHWH.
Abrego, De Lacy. Los libros profticos. Estella: Editorial Verbo Divino, 1993.
Amsler, Samuel. Los ltimos profetas. Estella: Editorial Verbo Divino, 1996.
Asurmendi, Jess. El profetismo. Desde sus orgenes a la poca moderna. Bilbao: Editorial Desclee de Brouwer S.A, 1987.
Brown, Raymond, Joseph Fitzmyer, y Ronald Murphy. Comentario bblico San Jernimo Tomo II Antiguo testamento II. Madrid: Ediciones cristiandad, 1971.
Levoratti, Armando. Comentario bblico latinoamericano. Antiguo testamento Vol. II. Estella: Editorial Verbo Divino, 2007.
Ramis, Francesc. Qu se sabe de... Los profetas. Estella: Editorial Verbo Divino, 2010.
Schokel, Alonso, y Jos Sicre. Profetas II. Ezequiel, Doce profetas menores, Daniel, Baruc, Carta de Jeremas. Madrid: Ediciones cristiandad, 1980.
Sicre, Jos. Introduccin al antiguo testamento. Navarra: Editorial Verbo Divino, 2000.
Sicre, Jos. Profetismo en Israel. Estella: Editorial Verbo Divino, 1998.
Wenham, G, J Motyer, D Carson, y R France. Nuevo comentario bblico Siglo Veintiuno. Antiguo testamento. Colombia: Editorial mundo hispano, 1999.
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