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Pueblo Rrom-Gitano de la ciudad de Bogotá: identidad y
adaptación de un grupo étnico minoritario insertado en un
espacio urbano
SAMANTA CALDERÓN CADENA
MONOGRAFÍA DE GRADO PARA OPTAR AL TÍTULO DE ANTROPÓLOGA
DIRECTOR: JUAN CARLOS RUBIANO CARVAJAL
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGIA
BOGOTÁ D.C.
2014
1
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………..…………5
CAPÍTULO I
Origen y migración………………………………………………………………………...10
1.1 Origen…………………………………………………………………………..10
1.2 Europa………………………………………………………………………….12
1.3 América………………………………………………………………………...14
1.3.1 Colombia……………………………………………………………..15
CAPÍTULO II
2.1 Zakono………………………………………………………………………….19
2.2 Organización social…………………………………………………………….20
2.2.1 Matrimonio ………………………………………………………......21
2.2.2. Casos de Exogamia: uniones con gadzhé……………………………29
2.2.3 Patrilocalidad…………………………………………………………31
2.2.4 Divorcio………………………………………………………………32
2.2.5 Conformación familiar……………………………………………….33
2.2.6 Kriss Rromaní………………………………………………………...34
2.3 Shib Rromaní…………………………………………………………………...37
2.4 Sistema educativo gadzhé……………………………………………………...37
CAPÍTULO III
Economía…………………………………………………………………………………...42
3.1 Labores masculinas…………………………………………………………….42
3.2 Labores femeninas……………………………………………………………...44
3.2.1 Lectura de la suerte…………………………………………………...45
3.3 Vortechía……………………………………………………………………….47
3.4 Dinero o lové…………………………………………………………………...48
3.5 Nomadismo…………………………………………………………………….50
CAPÍTULO IV
4.1 De carpas a casas……………………………………………………………….53
2
4.2 Cambios………………………………………………………………………...54
4.3 Relaciones con los gadzhé……………………………………………………...58
4.3.1 Dependencia………………………………………………………….58
4.3.2 Exclusión……………………………………………………………..60
CONCLUSIONES…………………………………………………………………………66
BILBIOGRAFÍA…………………………………………………………………………...70
3
Agradecimientos
Escribir es siempre un reto. No es sencillo plasmar ideas en un texto de manera clara y
coherente, es un proceso que requiere de tiempo para organizar pensamientos, escribir y
reescribir. En ocasiones la labor se torna tediosa pero con el apoyo de las personas
adecuadas los resultados pueden ser gratificantes. Esta monografía de grado la dedico a
todos aquellos que de alguna manera u otra se vieron involucrados en esta investigación.
Primero que todo a mi familia, a mis padres Guillermo y Carlota por darme la posibilidad
de estudiar lo que me apasiona, por sus valiosos consejos, apoyo y amor incondicional. A
mis hermanos Camila y Juan David que me alegran la vida y me motivan a seguir adelante.
A mis hermanos de cuatro patas Bethoveen y Caramelo que me acompañaron durante toda
mi carrera universitaria, cada trasnochada estuvieron presentes y disponibles para aliviar las
cargas de estrés y que hoy lo siguen haciendo pero de manera espiritual. A mis abuelitos,
tíos y tías, primos y primas por interesarse y estar pendientes de mi proceso desde siempre.
Agradezco especialmente a mi director de monografía Juan Carlos Rubiano por sus
consejos ante las situaciones que se presentaron, su inmensa paciencia, conocimientos y
guía que hicieron posible que esta investigación se materializara y no desfalleciera en el
intento.
Agradezco al Proceso Organizativo del Pueblo Rrom-Gitano de Colombia (PRORROM)
por haber acogido este proyecto y permitirme entrar a su mundo por un tiempo. Gracias a
Ana Dalila Gómez por las conversaciones y aclaraciones brindadas, a Lucero por ayudarme
a conseguir contactos, a Juan Carlos Gamboa por la información académica suministrada, a
Kolia por sus apreciaciones. A la familia Cristo Gómez, a Toza, Nubia, Marcela y Verónica
por compartir un poco de su vida conmigo, por las tomas de té y café que nutrieron
significativamente este escrito.
Gracias a las personas que me escucharon y soportaron estos últimos meses y que al mismo
tiempo alentaron a continuar. A Natalia Lozada, Angélica Jiménez, Natalia Hincapié,
Vanessa Sánchez, Mateo Villamizar, Natalia Morales, Margarita Sarmiento, Felipe
Gonzáles, Joseph Martínez, Ginna Santisteban, Lina Rodríguez, Sergio Rodríguez y Cindy
Bermúdez.
4
Dragostoso sam ay asas, ay pale amaró o´ilo dukado,
nekesime sar chi dikename, ay ande yeck siame dragostia
ay suralimoss, ay trais amaré yiliantsa tumengue, amengue le rrom.
Nos alegramos y reímos, y también nuestro corazón sufre desolación,
tristeza con la indiferencia y a la vez alegría y pasión,
y seguimos con nuestro canto para ustedes, para nosotros los rrom.
Fragmento de Amé le Rrom, Nosotros los gitanos1.
1 Letra de la canción del grupo artístico Amé le Rrom que lleva el mismo nombre. Letra de Ana Dalila Gómez,
composición de Juan José Bernal y arreglo de Magdalena Gamboa y Juan José Bernal. Proyecto musical del Proceso
Organizativo del Pueblo Rrom-Gitano de Colombia (PRORROM).
5
INTRODUCCIÓN
Gitanos. Esta comunidad2 es el eje central de la presente investigación. ¿Hay gitanos en
Bogotá? –Sí, los hay. La duda sobre la existencia de esta comunidad fue una constante en
las conversaciones que sostuve con aquellas personas interesadas en saber cuál era el tema
de mi monografía de grado. Ese mismo interrogante lo tuve cuando en el curso de
Etnología de Colombia el profesor Daniel Aguirre incluyó en el programa del semestre a
este particular grupo. El objetivo del curso era acercarse a la diversidad étnica del país y era
de esperarse que exploráramos los grupos que han sido de mayor interés para los
antropólogos como lo son las distintas comunidades indígenas, negras y raizales. Fue una
grata sorpresa encontrarse con la presencia de gitanos en el panorama nacional y sobretodo
en Bogotá pero ¿por qué no son tan conocidos? ¿Estarán sólo de paso? ¿Todavía viven en
carpas? ¿Cómo hacen para subsistir? ¿Leen la mano? ¿Hablan español? Estas inquietudes
llevaron a que sintiera curiosidad por saber más de ellos y que los eligiera para desarrollar
esta investigación.
El objetivo es analizar cómo los gitanos como grupo étnico minoritario se mantienen
cultualmente en una ciudad como Bogotá, qué los caracteriza, cómo se adaptan y negocian
continuamente la interacción con ese otro gadzhé3 para mantener sus límites étnicos (Barth,
1976). Para realizar este trabajo se emplearon herramientas propias de la antropología como
la observación participante y entrevistas semi-estructuradas y abiertas durante un periodo
de cinco meses, entre septiembre de 2013 y enero de 2014, que dan como resultado la
presente etnografía.
En esta investigación no se entiende la comunidad gitana como un grupo étnico aislado con
unas características culturales inmutables, por el contrario, se enfoca en entender cómo
puede persistir culturalmente a pesar del contacto interétnico que sostiene con la sociedad
mayoritaria desde que pasaron de vivir de carpas a casas. Las distinciones étnicas no
dependen de una ausencia de interacción social, de hecho, generalmente son el fundamento
2 Comunidad entendida en términos de “localidad, etnicidad, religión, ocupación, recreación, interés especial, incluso
humanidad, personas que mantienen la idea que es este medio que es más esencialmente "de ellos", y que están dispuestos
a hacer valer su propiedad y membresía, vocal y agresivamente, a cara de ideas y grupos opuestos” (Rapport, 1996: 116)
Traducción propia. 3 Gadzhé es la palabra en lengua rromaní con la que los gitanos se refieren a los que no pertenecen a su grupo étnico.
Durante las conversaciones también se encontró se refieren a ellos como particulares en español por lo cual ambos
términos serán empleados a lo largo de texto para referirse a los no gitanos.
6
mismo sobre el cual están constituidos los sistemas sociales que contienen (Barth, 1976). El
mantenimiento de una dicotomía entre gitanos y gadzhé, a partir de una interacción
mediada por permisiones y prohibiciones, permite analizar la forma y contenido cultural de
cada uno así como su modificación o continuidad. La conservación de la identidad gitana
depende entonces de la conservación del límite que mantiene esa dicotomía y que ofrece
una serie de normas para determinar la afiliación o exclusión de sus miembros.
Son estos límites étnicos los que canalizan la vida social gitana. A pesar de que la relación
entre gitanos y sus vecinos sea buena, se establecen criterios para emitir juicios de valor y
de conducta que restringen una interacción posible con ellos para evitar ser asimilados. Los
gitanos crean imaginarios sobre la sociedad mayoritaria que representa todo lo que ellos no
son y se considera como un potencial peligro ya que al mismo tiempo resulta atractiva para
la comunidad (Taussig, 1984) y puede llevar a erosionar su identidad. Por ello, a pesar de
depender de los particulares para su subsistencia económica, los gitanos crean dinámicas
para mantenerlos excluidos de sus prácticas culturales implementando sanciones para
aquellos que se aventuren a interactuar con ellos más allá de lo permitido. Se evita
participar en las mismas actividades, a pesar de compartir el mismo espacio (Losonczy,
2006) no se mezclan gitanos con gadzhé, porque existe un temor a contaminarse –en el
sentido de Douglas (1973)- y quedar fuera de la comunidad gitana.
A pesar de los intentos por mantener una identidad gitana se encuentra que la relación con
la sociedad mayoritaria ha llevado a que los límites se hayan traspasado y varias
costumbres de la comunidad se han ido perdiendo. Esto corresponde a que “cuando hay una
continua interacción entre personas de distintas culturas se espera que sus diferencias se
reduzcan ya que la interacción requiere y genera una congruencia de códigos y valores; una
similitud o comunidad de cultura” (Barth, 1976). Al cambiar de un estilo de vida nómada a
uno más sedentario, los gitanos se han expuesto a una mayor interacción con la sociedad
mayoritaria siendo influenciados a adoptar algunas características de los gadzhé pero
siempre tratando de equilibrarlas con las propias.
Es necesario aclarar que, como se ha notado, se empleará el término gitano para referirse al
grupo étnico aquí presentado; sin embargo, el término políticamente correcto es Rrom. Con
7
el surgimiento de su proceso organizativo4, se estableció dicho término en el Primer
Congreso Mundial Gitano celebrado en Londres en 1971 con el fin de crear una conciencia
de pertenencia a una Nación trasnacional (Gómez, 2010). Además se buscaba cambiar los
significados peyorativos adjudicados al término en distintos contextos (gitano, gypsy,
ziguener entre otros) que se asocia con la idea de que son ladrones, mentirosos, estafadores.
Sin embargo, durante la experiencia de trabajo de campo fue claro que gitano es el término
de auto-referencia empleado en las conversaciones y es con el cual son reconocidos por los
gadzhé en Bogotá. Cuando la comunidad se apropia de ese término éste pierde su
connotación despectiva, por ejemplo esto se puede observar también en el caso de los
Emberá del Chocó que se autodenominan cholos, término de connotación siempre
despectiva, para hablar de sí mismos con extraños (Losonczy, 2006). Por ello en este
trabajo se empleará la palabra gitano para referirse a este grupo étnico.
En Colombia la investigación pionera sobre los gitanos es la monografía de grado escrita
por Luz Stella Soto y Marcela Jaramillo para optar al título de antropólogas de la
Universidad de Antioquia. La investigación se enfoca en los Rrom que habitaban el barrio
Santa María en Itagüí (Antioquia) en la década de 1980. Los Gitanos de Santa María es una
etnografía en la que se realiza una descripción detallada de la vida de los gitanos que
recientemente pasaban de vivir en carpas para habitar casas en un barrio donde se asentaron
cerca de 60 familias. Aspectos rituales tanto de la vida cotidiana personal y colectiva hacen
parte de este acercamiento académico que sirvió de punto de referencia para las
investigaciones siguientes.
La mayoría de escritos sobre gitanos se empiezan a dar a partir de 1999. Esto coincide con
el reconocimiento de PRORROM5 (Proceso Organizativo del Pueblo Rrom de Colombia)
como el organismo encargado de representar al pueblo gitano en el país. Cabe resaltar que
4 Los gitanos se han mantenido en un bajo perfil y hasta han pasado desapercibidos como grupo cultural. Pero en la
década de 1960 empezó el surgimiento de organizaciones gitanas que buscaban ser reconocidas culturalmente y defendían
los derechos humanos. Gracias a esto surgieron los primeros elementos para consolidarse como una comunidad a pesar de
estar dispersos por el mundo. Establecieron un día del Pueblo Rrom el 8 de Abril, crearon una bandera (franjas
horizontales, azul (cielo) en la parte superior y verde (suelo) en la inferior, con una rueda roja en el centro (libertad)) e
himno (Gelem Gelem) que los identifica a nivel mundial. 5 En Colombia nace PRORROM (Protcezo Organizaciasko Le poble rom de Kolombia) específicamente en 1998 durante
el Primer Seminario Taller: Pasado, Presente y Futuro del Pueblo Rrom de Colombia que tuvo lugar en la kumpania de
Girón en Santander. Hasta el momento ha desempeñado un papel importante más que todo en la parte jurídica y legislativa
con el fin de ser reconocidos como grupo étnico. Este reconocimiento lo obtuvieron en la resolución 022 de septiembre de
1999 del Ministerio del Interior. A partir de ese momento entraron al Plan Nacional de Desarrollo del que ya hacían parte
las comunidades indígenas, afrocolombianas y raizal.
8
los autores de los textos tienden a ser los mismos miembros de PRORROM, quienes
proporcionan información de primera mano siendo ellos parte de la comunidad y se les
facilita el acceso a la información con los demás gitanos. En el año 2000 se compilan una
serie de artículos en el texto Los Rrom de Colombia: itinerario de un pueblo invisible que
buscaba ayudar a llenar el vacío bibliográfico que existía de este pueblo hasta ese
momento. Se presentan aspectos relevantes de su historia, orígenes, tradición oral, políticas
y avances en el reconocimiento por parte del Estado.
En 2005, PRORROM publica el libro Tras el rastro de Melquiades: memoria y resistencia
de los Rom de Colombia que abarca diversos temas sobre las costumbres gitanas en general
y sus conocimientos tradicionales con el fin de entregar una aproximación a su patrimonio
cultural a un ámbito académico e institucional que sirviera como marco de referencia para
abordar la relación con la comunidad. Se tratan temas como las concepciones de tiempo y
nomadismo, historia, sistema jurídico propio en relación con el nacional y la situación de
discriminación por la que pasaban.
A partir de 2004 PRORROM avala y apoya los trabajos de grado de estudiantes que estén
interesados en trabajar con la comunidad gitana. Algunos de estos trabajos se enfocan en
diversos temas como la lingüística (Deman, 2005), interrelaciones y configuración de
alianzas entre grupos gitanos (Gómez, 2006), estereotipos (Acuña, 2008), el rol de
PRORROM (Lozano, 2005), relaciones interétnicas (Peeters, 2004) y la relación de los
Rrom con la educación oficial (Bereményi, 2007), entre otros.
Esta investigación pretende continuar alimentando el conocimiento sobre los gitanos
específicamente de la ciudad de Bogotá dentro del marco de la antropología. Se busca
analizar el estado de su identidad, cambios, estrategias de resistencia a la asimilación y su
relación con la sociedad mayoritaria.
En el primer capítulo de este texto se presenta una revisión histórica de las propuestas sobre
el origen del pueblo gitano y sus diversas migraciones desde la India pasando por el
continente europeo hasta su llegada al continente americano haciendo especial énfasis en su
llegada a Colombia. En el segundo capítulo se señalan aspectos relativos a su organización
social, matrimonio, conformación familiar, sistema jurídico propio, lengua y relación con la
educación formal. El tercer capítulo trata las formas de subsistencia de la comunidad
9
explicando la división de labores por género, alianzas, el significado del dinero y la
influencia del nomadismo en la flexibilidad para adaptarse a diferentes entornos laborales
siempre y cuando no se afecte el espíritu independiente gitano. Finalmente en el cuarto
capítulo se analizan los cambios en las costumbres gitanas influenciados por el paso de
vivienda de carpas a casas que ha llevado a un sedentarismo cada vez más evidente y que
amenaza con acabar algunas tradiciones por la interacción continua con los gadzhé.
Entonces se hace necesario explicar cómo entienden los gitanos a ese “otro” y cómo se
regula la interacción entre ambos grupos a partir de permisiones y prohibiciones en ciertos
espacios.
Para la realización de esta investigación se acudió a PRORROM para contar con su
aprobación y ayuda para lograr un acercamiento con la comunidad gitana. Fue posible
establecer continuas conversaciones con la familia Cristo Gómez quienes amablemente me
permitieron entrar por un tiempo en sus vidas y compartir gratos momentos acompañados
siempre de café y té mientras aprendía sobre su estilo de vida y sus preocupaciones ante los
cambios que están experimentando. Los encuentros tuvieron lugar en su vivienda en el
barrio Trinidad Galán ubicado en la localidad de Puente Aranda y es a partir de su
experiencia que se documenta la mayor parte de la información de este texto. Además, las
conversaciones sostenidas con Ana Dalila Gómez, coordinadora de la organización,
enriquecieron el escrito a partir de su particular experiencia personal al ser una gitana con
estudios universitarios que desafió las arraigadas costumbres de su comunidad que sólo
permite que las niñas accedan a la educación de los gadzhé hasta que estén en edad de
casarse. Su conocimiento sobre la comunidad tanto a nivel personal como político permitió
comprender mejor las costumbres gitanas y los retos que implica mantenerse como un
grupo étnico inmerso en una sociedad gadzhé que desconoce su cultura.
10
CAPÍTULO I
Origen y migración
Las fuentes de información del origen e historia del pueblo Rrom-Gitano son escasas y es
relevante advertir el sesgo que se tiene sobre su documentación. Ésta no será abundante
hasta entrada la Edad Moderna (San Román, 1997). Por lo tanto la información presentada
de este pueblo antes del siglo XV se apoya en trabajos de lingüistas e historiadores. A pesar
de las dificultades encontradas para reconstruir la historia de los gitanos, se debe resaltar el
esfuerzo de las organizaciones gitanas tanto a nivel internacional como nacional por
investigar su historia. Estas se han convertido en la fuente principal de consulta.
1.1 Origen
La historia de los gitanos se caracteriza por constantes migraciones y desplazamientos. En
cuanto a su origen, aunque aún no es del todo claro, existe consenso en que su procedencia
se ubica en la India. Específicamente, a partir de estudios lingüísticos, se sitúa a la lengua
gitana Rromaní en un conjunto de lenguas neoarias habladas en el noreste de la India (San
Román, 1997). Es relevante aclarar que los pobladores de esta parte de la India no pueden
ser reconocidos aún como Rrom-Gitanos ya que, como se explicará más adelante, estos son
el resultado de una combinación de varios grupos étnicos. Algunos autores establecen la
salida de los primeros gitanos de este lugar antes del siglo X pero estudios realizados por
Ian Hancock (1987) en su libro The Pariah Syndrome: an account of Gypsy slavery &
persecution (Como se cita en Carmona, s.f.) muestran que el Rromaní comparte con otros
idiomas indios algunas características fundamentales que aparecieron al final del primer
milenio por lo cual el éxodo gitano no pudo darse antes del siglo X.
Además de los estudios lingüísticos, el análisis de documentos históricos ha permitido
situar con mayor precisión el punto de origen gitano. Marcel Courthiade (2001), basándose
principalmente en el trabajo de Eric Meyer (1999) y el descubrimiento del libro Kitab al
Yamini (Libro del Yamín) del cronista árabe Abu Naser Al Utbi (961-1040 d.C.), sitúa el
lugar de origen del éxodo del pueblo gitano en la ciudad de Kannauj. Esta información se
11
encuentra en un pasaje del libro de Al Utbi que relaciona el éxodo con las incursiones
perpetuadas por el Sultán Mahmud de Ghazni (Courthiade, 2001: 1).
A principios del siglo XI Kannauj es la capital intelectual de la India del Norte. Es una
ciudad con unos niveles elevados en términos de lo que hoy llamamos democracia,
tolerancia, derechos humanos y pacifismo (Courthiade, 2001: 2). Pero todo cambia cuando
un invasor venido de Ghazni (hoy en Afganistán) hace una incursión en la ciudad durante el
invierno de 1018-1019. La población, aproximadamente conformada por unos 53.000
habitantes, es capturada y “ricos y pobres, blancos y morenos” son vendidos “por familias
enteras” en Ghazni” (Courthiade, 2001). Al parecer se trataba de una población sedentaria
que debe su itinerancia a la esclavitud a la que fue sometida aunque no se descarta la
posibilidad de presencia de grupos itinerantes en su conformación.
En caso de que se tratara de una población heterogénea y sedentaria se podría referir a una
organización social del tipo hindú de la época compuesta por sub-castas étnicas o jatis de
tradición endogámica, con una ideología de polución y pureza rígidas y especialización y
división del trabajo (Peeters Grietens, 2004). Por otra parte, si se tratara de un grupo con
características itinerantes se hablaría de un modelo social común en Asia y Oriente Medio
hacia el año 2500-600 a.C. En el Rig Veda (1000-700 a.C.), el libro sagrado y más antiguo
de los hindúes, se encuentra referencia a un número de comerciantes, artesanos, acróbatas
profesionales, adivinadores, músicos, bailarines, jugares y encantadores de serpientes
especializados e itinerantes (Peeters Grietens, 2004).
En este punto aún no se puede hablar de una comunidad gitana como tal. Los gitanos no
eran un solo pueblo de la India sino que eran una combinación de varios grupos étnicos
(Hancock, 2005) mantenidos como guerreros cautivos. Una vez en manos ghaznavíes, los
hindúes se vieron “reconstituidos” en un nuevo grupo militarizado, también heterogéneo
pero esclavo. Según la historiadora y activista Rromaní Sarah Carmona “esta población
hindú en territorio ghaznaví pudo desarrollar, y es lo que pienso, una nueva koiné
lingüística y cultural en respuesta al enorme cambio que tenían que afrontar” (Carmona,
s.f., sección de Origen Militar, párr. 3). Así se fueron conformando poco a poco las
características propias de los gitanos.
12
Luego, en la batalla de Danquan en 1040, los Ghaznavides son derrotados por los
Selyúcidas. Éstos pertenecían a un clan principesco descendiente de la confederación de
tribus nómadas de las estepas del Asia Central llamada Oghuz Turk (Carmona, s.f.). En este
momento los esclavos del lado perdedor son liberados y pasan a integrar las fuerzas de los
Selyúcidas. De allí se desplazaron hacia el norte donde se tomaron Armenia en 1070, “en
ese lugar establecieron el Sultanato de Rum y permitieron a varios grupos étnicos,
incluyendo a los Hindúes, que se establecieran en regiones semi autónomas llamadas
Beylikes” (Hancock, 2005: 2).
El Sultanado se encontraba en el este de Anatolia (Turquía) y era vecino del Imperio
Bizantino. Los Hindúes habitaron esta zona por más de 200 años y durante este tiempo se
efectuaron inter-casamientos que dieron lugar al pueblo étnico Roma (Hancock, 2005: 2) o
Rrom. Así mismo, la mezcla de varios idiomas Hindis junto con la lengua militar persa,
tanto de los Ghaznavides como de los Selyúcidas, y la lengua griega medieval bizantina dio
origen a la lengua Romaní (Hancock, 2005).
Dentro del Imperio Bizantino, no sólo nace el Romaní, también se crea la primera imagen
estereotipada del gitano llamado “Egipcio” siendo asociado con la magia y brujería
(Carmona, s.f.). La asignación de este nombre tendrá un papel relevante en el
desplazamiento de los gitanos por el continente Europeo que será explicado más adelante.
Retomando la historia, hacia 1453 d.C., los Turcos Otomanos desplazan al Sultanado de
Rum y al Imperio Bizantino. La mayor migración de gitanos hacia Europa se da en este
momento ya que son incluidos en las fuerzas de ocupación otomanas; “de hecho cuando
estos Roma llegaron en Europa, fueron confundidos por turcos, y la palabra “Turco” sigue
siendo un nombre común para nuestro pueblo en ciertas regiones” (Hancock, 2005: 2).
1.2 Europa
El investigador Yoska Bimbay (2007) argumenta que la primera gran diáspora6 se da hacia
el siglo XV teniendo como detonante las guerras continuas entre bizantinos y turcos en las
zonas de Irán, Siria, Armenia y Oriente Próximo, lugares en los que se habían asentado los
gitanos luego de su salida de la India. Esto llevó a una migración a gran escala de gitanos
6 Se puede considerar como diáspora ya que se habla de una migración en grandes proporciones de un grupo étnico que
deja su lugar de origen y se encuentra viviendo repartido por el mundo insertados en sociedades de condiciones diferentes.
13
hacia Europa. En un principio fueron recibidos sin hostilidad ya que, durante el siglo XV,
todavía no se habían arraigado estereotipos racistas y etnocentristas. Esta época es
considerada como la “Edad de Oro” de los gitanos en Europa (Bimbay, 2007: 3).
Pero de estos primeros tiempos de los gitanos en Europa se sabe poco. Lo que se resalta es
su lengua propia, que dicen ser peregrinos y que cada grupo está conducido por un jefe que
adopta el título de Conde o Duque o Voivoda. Se identifican como egipcios procedentes de
Egipto Menor, como se conocía ciertas áreas de Grecia y Asia Menor, y cristianos (San
Román, 1997: 4). Es posible que los gitanos encontraran ventajoso pasar por egipcios
cristianos que cumplían la penitencia del peregrinaje por haber renegado su fe cristiana ante
la amenaza y sometimiento de los musulmanes (San Román, 1997: 4). Esto les favorecía en
la obtención de salvoconductos y cartas de recomendación de los príncipes y del Papa
(Courthiade, 2001: 9) que se les daba paso libre por diferentes países con el fin de
ayudarlos a cumplir su penitencia.
“Su extranjería, su itinerancia a cargo de un hombre con título de autoridad y su
vinculación a los objetivos de la Iglesia, que ellos proclaman, son los beneficiosos
andamios por los que caminan gran parte de ellos en estos primeros tiempos” (San Román,
1997: 4-5). Pero esta “Edad de Oro” duró poco. Hacia finales del siglo XV la situación
cambió y los gitanos comenzaron a ser estigmatizados, perseguidos y exterminados. A
finales del siglo XVI se empiezan a producir decretos y leyes en contra del modo de vida
gitana (Bimbay, 2007). La Pragmática de los Reyes Católicos de 1499 y la Dieta de
Augsburgo en 1500 acabarían con su buena racha ordenando su expulsión. Según la
antropóloga española Teresa San Román:
(…) el motivo de esta decisión es prioritariamente político. Político por el
sustento ideológico de unificación y homogeneización que inspira a los
estados en su nacimiento de aquel momento. Político por el reto y la
insolencia que suponía para el poder la existencia de un pequeño pueblo que
de gentes independientes de ellos, con condes o duques o vovoidas, y así
independencia y poder paralelo, en la medida que se comienza a tener la
evidencia de que su situación no es transitoria: se quedan. Y si es así se
tenían que quedar como todos: sedentarios, sometidos, productivos,
14
“sirviendo al señor”, se dice, que garantice su control. (San Román, 1997:
5).
Con el fin de controlar a los gitanos se los empieza a acusar de robos, hechicería (asociado
con herejía) y de practicar costumbres que resultaban extrañas y que “dañan el
inquebrantable etnocentrismo propio del momento y que perturban las enseñanzas de la
Iglesia” (San Román, 1997: 5).
La situación se complejiza con la Real Pragmática de 1499, promulgada por los Reyes
Católicos, que inicia un periodo de acoso a los gitanos. Esta ley exigía que, en pocas
palabras, dejaran de ser gitanos. Ordenaba que dejaran su vida errante, que sirvieran a un
señor, que trabajaran, que abandonaran su lengua, sus costumbres y sus relaciones. De no
cumplirse en un lapso de dos meses, la ley preveía la expulsión de todos los gitanos. “Si
desobedecieran negándose a dejar de existir (exilio o asimilación) se preveían penas que
iban creciendo por cada reincidencia hasta la esclavitud sin remisión. Y entre ellas estaban
las deportaciones y galeras: así llegan los gitanos a América y a África” (San Román, 1997:
14).
1.3 América
La totalidad de monarquías europeas de la época tomaron medidas represivas ya fuera para
asimilar o expulsar a los gitanos de sus territorios. En Rusia, Catalina La Grande promulgó
leyes para convertir a los gitanos en esclavos de la Corona (PRORROM, 1999). El Papa Pío
V intentaba expulsar a todos los gitanos de los dominios de la Iglesia Católica. Se puede
resaltar que “principalmente tres fueron los focos de migración y dispersión de los gitanos
hacia América: Gran Bretaña, Portugal y España, que eran los imperios más importantes de
la época” (PRORROM, 1999: 3). Durante este contexto, la migración al continente
americano se caracterizó por dos facetas: una voluntaria y otra involuntaria forzada.
Muchos gitanos llegaron por voluntad propia al continente buscando refugio frente a las
persecuciones de las que eran víctimas en Europa. Llegaron como pasajeros clandestinos y
permanecieron en el Nuevo Continente de manera irregular (Bimbay, 2007). Por el
contrario, otros gitanos fueron traídos a América de manera forzada como parte de penas
impuestas o deportados.
15
En Gran Bretaña, las medidas represivas y de expulsión dirigidas a los gitanos inician en
1528 y hacia 1661 se dan las grandes deportaciones trasatlánticas. Los gitanos fueron
enviados a las plantaciones británicas en Virginia, Jamaica y Barbados en dónde eran
sometidos a la servidumbre (MacRitchie, 1894). Por otro lado, en Portugal se sabe de
varios grupos familiares gitanos fueron enviados en los siglos XVII y XVIII a las colonias
que tenía en África y Brasil (Moraes Filho, 1886). Se tiene registro del primer gitano que
llegó a Brasil en 1574, su nombre era Joao Torres y había sido condenado a cinco años de
galeras y fue enviado a este país con su mujer e hijos (De Vaux de Foletier, 1974).
En el caso de España, se tiene registro de la migración forzada de 4 gitanos que Cristóbal
Colón trajo como parte de su tripulación en su tercer viaje en 1498. Venían bajo el nombre
ya conocido de Egiptianos o Egipcianos a quienes se les permutó la cárcel por el trabajo
forzado en galeras. Sus nombres eran Antón de Egipto, Macías de Egipto, Catalina de
Egipto y María de Egipto (Bimbay, 2007). No se tiene conocimiento de la relación de
parentesco entre estos gitanos.
Luego de un periodo de migración forzada al continente americano, entre 1498 y 1570, la
corona española expidió permisos para que los gitanos pudieran ingresar a las colonias en
América. Pero esta legislación cambió nuevamente en 1570 cuando “Felipe II dicta una
orden a la Audiencia de Lima en la cual exigía el desalojo de los gitanos en las colonias y
también ordena que los que se encontraban ya en el continente fueran devueltos a España”
(San Román, 1997: 14). A pesar de estas reformas, los gitanos que lograron quedarse en
América hallaron formas de vivir y construir sociedades que vivían al margen de la
sociedad colonial (Bimbay, 2007).
La mayoría de los gitanos pisaron suelo americano en Centroamérica y de ahí emigraron
progresivamente al sur poblando, así fuere en mínima cantidad, la mayoría de los países
latinoamericanos.
1.3.1 Colombia
En lo que hoy es Colombia no se ha encontrado documentos que confirmen fechas y
lugares de ingreso de los gitanos a este territorio. Sin embargo, se tiene registro de éstos en
la conformación de “rochelas” como resultado de la ordenanza promulgada por Felipe II
16
que dictaba la deportación de todos los gitanos que estaban en el continente americano de
vuelta a España. Los gitanos junto con indígenas, negros cimarrones, mestizos descastados,
europeos perseguidos, españoles empobrecidos y musulmanes invisibilizados construyeron
rochelas como escenarios de resistencia “aestatales para poder sobrevivir y recrear y
reinventar sus tradiciones culturales” (PRORROM, 1999: 12).
A pesar de que las rochelas pudieron convertirse en una estrategia de resistencia de los
gitanos, no se encuentran referencias explicitas en documentos oficiales de su presencia en
estos escenarios. En su lugar, se encuentra referencia a “llovidos”, “vagabundos”,
“nómades”, “arrochelados” entre otros. Estos nombres pueden haber sido empleados como
reemplazo al término gitano debido a la existencia de una legislación que prohibía la
mención de su nombre (PRORROM, 1999).
Pese a las referencias de presencia gitana en América desde el siglo XV, el investigador y
lingüista Ábel Bereményi (2007) argumenta que las oleadas significativas de migración del
pueblo gitano al nuevo continente solamente se dieron hasta el siglo XIX en búsqueda de
nuevas oportunidades para ejercer sus oficios tradicionales ya que en el continente europeo
ya no era posible. De hecho, a través de la historia oral se ha podido determinar que la
presencia de los gitanos en Colombia se remonta al siglo XIX. Esto coincide con el hecho
de que hacia 1850-1853 termina la esclavitud de los gitanos que se daba en ciertas regiones
europeas en países como Rusia, Hungría y otros países del este.
Adicionalmente, durante la época de la República en Colombia los controles de la
legislación colonial eran menos efectivos. Es justamente esto lo que posiblemente permitió
el paso por el país a los gitanos que venían de Europa. Durante esta época se documentan
rutas seguidas por gitanos que pasaban por el país hasta llegar a América del sur sin
ninguna restricción (Gamboa, Gómez & Paternina, 2000). La flexibilización de los
controles permitió el ingreso de numerosos gitanos al continente que venían en búsqueda de
lugares más tolerantes y adecuados para vivir (PRORROM, 2005).
Gamboa, Gómez y Paternina (2000) respaldan la presencia de los gitanos en Colombia
hacia mediados del siglo XIX y XX con la referencia que hace Gabriel García Márquez de
17
ellos en su obra Cien Años de Soledad7. Otra fuente que testimonia la presencia de gitanos
en Colombia, específicamente en Bogotá, es un artículo de un periódico capitalino que
habla de un campamento gitano encontrado en un sitio llamado Cuatro Esquinas. Éste data
de 1913 y describe el campamento junto con las personas que lo habitaban:
“(…) No hay material para el sábado. Se acabaron las elecciones. Esto está
muerto. No sucede maldita la cosa. Nadie se suicida. Ni un drama. Ni un lamento.
Ni un bostezo. Ni un triquitraque. Y a falta de pan, buenos son los Gitanos (…).
Estamos al pie de las toldas, que son algo así como diez. Allí bajo esas tiendas
raídas por la intemperie y curtidas por todos los soles, se aloja la caravana
sórdida. Hay un grupo de hombres que en cuclillas rodean una bandeja en donde
humean pocillos de metal con café tinto. Parlan una jeringonza más ininteligible
(…) La mayoría usa patillas. Son rostros demacrados, verdosos, más bien tistes que
alegres. El fotógrafo les pide la venia para tomarles un grupo. Ellos se niegan. No
dan la razón. No cultivan relación con los lentes fotográficos. Pasamos luego a una
tolda en donde están las mujeres. Estas se muestran menos esquivas para aquello
del fotógrafo. Hay una gitana parlanchina, inquieta y alegre, que tiene en los ojos
ligeras picardías. Habla y dice y dice más. Juega y ríe y así mata las horas de su
eterna ambulancia (…)” (Villafañe, 1913: 2-3 Citado en Gamboa, Gómez y
Paternina, 2000: 268).
Luego de la oleada migratoria del siglo XIX, se encuentra que durante la Primera y
Segunda Guerra Mundial se presenta un crecimiento de la presencia gitana en Colombia
como resultado de la persecución nazi-fascista. Después de estos acontecimientos, el flujo
de gitanos al país no volvió a tomar fuerza sino hasta 1989 con la caída del Muro de Berlín
y el desmantelamiento de los Estados autoritarios de Europa Central y del Este junto con la
subsiguiente crisis política y económica de los Balcanes que derivó en la implosión de la ex
Yugoslavia por causa de la guerra (Bimbay, 2007). La migración ocurre de este a oeste; los
gitanos que entraron a Europa Occidental se encontraron con discriminación, prácticas
7 En el libro se menciona el paso de gitanos por el pueblo de Macondo en el caribe colombiano. El autor los describe de la
siguiente manera:
“Eran Gitanos nuevos. Hombres y mujeres jóvenes que sólo conocían su propia lengua,
ejemplares hermosos de piel aceitada y manos inteligentes, cuyos bailes y músicas sembraron en
las calles un pánico de alborotada alegría (…) En un instante transformaron la aldea. Los
habitantes (…) se encontraron de pronto perdidos en sus propias calles, aturdidos por la feria
multitudinaria (García Márquez 1982: 21-22).
18
xenofóbicas y racistas. Muchos grupos pasan por Europa y logran llegar a países como
Argentina, Brasil, México, Chile, Colombia, Ecuador, Canadá y Estados Unidos (Bimbay,
2007).
En Colombia, es posible afirmar que la mayoría de los gitanos pertenecen a familias que
llevan más de tres o cuatro generaciones en el país. Su arribo se ubica hacia el final del
siglo XIX entre 1880 y 1920 aproximadamente (Martínez, 2008). Los clanes bolochoc y los
mihais que existen en Colombia llegaron alrededor de 1920, los primeros desde Francia y
los segundos de Rusia. Los primeros en llegar fueron los grekos que vinieron directamente
desde Serbia en 1880 (Martínez, 2008).
19
CAPÍTULO II
Los gitanos que viven en Bogotá han adoptado distintas estrategias para mantener su
existencia como grupo étnico dentro de la sociedad mayoritaria y así evitar su asimilación.
Han logrado canalizar su vida social de manera tal que la organización de sus relaciones
sociales y conducta está orientada a mantener un límite social étnico8 haciendo del “otro”,
los gadzhé (no gitanos), un extraño (Barth, 1976). Se ve en este “otro” una serie de
características negativas que se alejan del modo de vida gitano, razón por la cual debe
evitarse el contacto con ellos ya que podrían afectar las costumbres culturales al interior de
la comunidad. Entonces se establecen unas pautas de regulación de interacción con los
gadzhé en ciertos espacios y situaciones así como sanciones que prohíben la interacción en
otros (Barth, 1976). En la actualidad se encuentra que, a pesar de su resistencia a la
asimilación, los gitanos se enfrentan a diversos cambios culturales debido a la influencia de
la sociedad mayoritaria. Mientras algunas costumbres han logrado mantenerse, hay otras
como la lengua y la vestimenta, entre otras, que se están deteriorando rápidamente. A
continuación se presenta cómo la comunidad gitana de Bogotá despliega estrategias para
mantener su cohesión como grupo étnico dentro de una sociedad que tiende a homogenizar
a todos sus habitantes.
2.1 Zakono
La identidad étnica y cultural de los gitanos o zakono parte de los factores que los mismos
gitanos consideran significativos dentro de su comunidad para ser considerados como tal.
Entre estos se encuentra que se es gitano por nacimiento, se tiene tradición nómade, una
idea de origen común, lengua propia llamada shib rromaní, a partir de la edad y el sexo se
organiza el estatus y se divide el trabajo, se tiene un fuerte etnocentrismo para garantizar la
cohesión del grupo, una organización social basada en grupos de parentesco patrilineales o
vitsi, autoridades propias o Seré Rromenegue y sistema jurídico o Kriss Rromaní, sentido
de estética física y artística que conlleva a un apego a la libertad individual y colectiva
(PRORROM, 2005). Todos estos factores se articulan en los valores y normas que son
8 Fredrik Barth señala que lo importante no es lo que encierra la cultura sino los límites, cómo estos se establecen y qué
factores son dotados de mayor o menor importancia por los actores de una determinada comunidad (Barth, 1976).
20
trasmitidos dentro de la comunidad y a partir de los cuales se puede determinar la afiliación
de un individuo a esta comunidad o su exclusión.
2.2 Organización social
La comunidad gitana en Colombia está en proceso de hacerse visible como una de las
etnias que hacen parte de la diversidad cultural del país. El desconocimiento de esta
comunidad todavía es alto y gran parte de la población nacional ignora su existencia. En
una de las conversaciones que tuve con Hernando Cristo, Tosa su nombre en gitano,
comentaba que le entristecía que cuando él se presentaba como gitano las personas no
supieran qué era un gitano.
“Aquí nos decían gitanos y era un orgullo. Hoy en día estamos invisibles. Yo voy a
cualquier parte y digo “soy gitano” y me dicen “¿qué es eso?”. Digo “señor,
gitano” para mi antiguamente era una persona inteligente pero ya veo que el
estudio de ustedes no sirve porque nunca les han enseñado.”
Tosa es un gitano orgulloso de su identidad y lamenta y cuestiona la educación9 de los
gadzhé ante la falta de conocimiento de su cultura. Tosa es patriarca de la comunidad gitana
y miembro de la organización PRORROM; pertenece al grupo de los Ghusos (Rusos), su
papá era de la Unión Soviética y su mamá de Grecia. Llegaron a Colombia durante la época
de la Segunda Guerra Mundial huyendo de la persecución nazi. Tosa y sus seis hermanos
nacieron en Colombia; actualmente vive en arriendo en un apartamento junto con su esposa
Nubia Gómez quien se dedica a las labores del hogar y su hija Marcela de 15 años que
permanece en la casa y aprende las labores domésticas. Viven en el barrio Trinidad Galán y
los tres junto con su otra hija, Verónica Cristo, fueron de gran ayuda para esta
investigación. En su casa sostuvimos varias charlas acompañados de café y té gitano10
. Son
una familia amable y conversadora siempre dispuesta a aclarar inquietudes.
Tosa es un hombre mayor de cabello y bigote blanco que viste en ocasiones cotidianas
pantalón con tirantas. Le gusta fumar y mirar a la gente pasar a través de la ventana. Su
esposa es una mujer morena de cabello largo oscuro de nariz aguileña que siempre viste
9 Los gitanos no están de acuerdo con la educación impartida por la sociedad mayoritaria ya que no es inclusiva y no tiene
en cuenta sus valores culturales. Más adelante se profundizará la posición de los gitanos frente al sistema educativo. 10 La bebida es un té caliente en agua que contiene trozos pequeños de manzana, limón y banano. Es dulce y según Tosa
es bueno para limpiar el sistema digestivo.
21
falda larga y blusas esqueleto. Las conversaciones tuvieron lugar en una mesa de cuatro
puestos contigua a la cocina. Esta es pequeña y acogedora. Al lado donde se encuentra la
mesa en la que nos sentamos hay una división con la cocina. Es una repisa en donde hay
adornos, entre ellos pequeñas ollas en cobre hechas por Tosa. Con orgullo indicó que podía
tomarles foto si deseaba. Por otra parte, justo en la pared cerca a la mesa de la entrevista
hay una foto enmarcada en blanco y negro de la familia. Aparecen ambos esposos y una
niña, posiblemente una de sus hijas. Visten trajes tradicionales gitanos que Tosa describe
durante la charla. A continuación se van a explicar características del zakono a partir de lo
compartido y observado en la familia Cristo Gómez.
2.2.1 Matrimonio
El sistema social gitano se articula en clanes patrilineales o vitsi. Es decir que la pertenencia
étnica gitana se hereda a la descendencia por parte del padre. Por lo tanto sé es gitano por
nacimiento y porque su padre lo es. Esto influye en que los gitanos sean monógamos y
endogámicos. Sólo se casan entre miembros de su misma comunidad y existe recelo frente
a uniones entre gitanos con gadzhé. Se encuentra una endogamia canalizada por
prohibiciones que garantizan la continuidad del linaje. Entre los gitanos se da lo que Lévi-
Strauss (1969) llama “verdadera endogamia”, es decir que la endogamia se da al tiempo
que la exogamia en una comunidad. Se observará en el caso de los gitanos que son
exóganios en cuanto al clan o vitsi pero endógamos a nivel étnico.
Pedida de mano o manglimos
Cuando Tosa se conoció con Nubia ambos tenían 30 años. Ella pertenece a la vitsi
Bolochoc11
y solían acampar mucho en carpa y trabajaban comprando y vendiendo ganado
y caballos mientras que la vitsi de Tosa, los Ghusos (rusos), trabajaba los metales. Se
conocieron en un matrimonio donde se reunieron entre 8 y 15 familias. La tradición dicta
que si un gitano está interesado en casarse con una gitana debe ser la familia de él la que
debe ir a “pedir” a la muchacha a su familia. En ese entonces la “pedida” de la muchacha
gitana era diferente a cómo se hace hoy día.
11 El pueblo gitano está clasificado en tres grupos: los cíngaros kalderash, los Manuches y los Gitanos. En Colombia los
gitanos son Kalderash pertenecientes a diferentes vitsi o clanes patrilineales entre los que se pueden mencionar: Bolochoc,
Mijháis, Jhánes, Churón, Bimbay, Langos, Bobokón, Charapano, Cháiko y Lovari). En Bogotá se asientan principalmente
3 vitsi: Ghusa, Bolochoc y Mijháis (Gómez, 2010: 22).
22
“Entre nosotros los gitanos uno cuando está soltero y le gusta una muchacha
gitana no se lo puede comentar a nadie porque es un delito. Pueden hacerle a uno
hasta un juicio. Tiene que contarle a un primo muy de confianza. Mi primo le
comenta a la mamá, la mamá a la tía, la tía habla con la mamá mía y le dice
“hombre, él está enamorado, le gusta está muchacha y le gustaría casarse con
ella”. Porque entre nosotros es muy delicado y eso sería faltar a las costumbres y
al respeto decirle a la mamá “mamá ella me gusta, yo me quiero casar con ella”.
No. Entre nosotros tiene que empezar hasta que llegue a los oídos de la mamá y del
papá para que ahí sí ellos vengan y hablen con uno. Dicen “bueno, ¿cuál es la
muchacha, cuál es la chica qué le gusta y de qué tribu es?”. Entonces ahí uno habla
pero con el tío, no directamente con la mamá, entonces yo le comunico al tío y él
habla con el papá de uno “bueno el muchacho me contó quiénes son, vamos donde
ellos, les hacemos un atendimiento, les damos un desayuno, un almuerzo” y ahí
empezamos las relaciones, a trabajar con ellos.”
En ese entonces la muchacha aceptaba la voluntad de sus padres y se casaba con el gitano
que hubieran aprobado para ella. En la actualidad se tiene en cuenta el consentimiento de la
muchacha gitana que está en edad de casarse, entre los 15 y 18 años. Verónica comenta su
experiencia personal:
“Yo estaba en un evento en el que se reúnen muchos gitanos que vienen de muchas
ciudades para lo de los gobiernos. Estábamos ahí y allá estaba mi esposo. Él me vio
y al otro día vino y pidió mi mano y a los 15 días nos casamos. Sin noviazgo,
nosotros nunca fuimos novios. Él me pidió, me preguntaron si estaba de acuerdo,
yo dije que sí y nos casamos. Tampoco nos obligan. Nos reúne el papá, la mamá a
la hija y le pregunta si, “este gitano quiere pedir su mano, ¿usted dice que sí o que
no?”. Y ya la niña dice sí o dice no. No es una obligación. Como se ha escuchado
también que a las gitanas las venden y las obligan, no. Y no es venderlas, es una
dote que dan como porque diga bueno la hija para un papá ¿qué precio tiene un
hijo? No tiene precio porque para un papá su hijo vale todos los millones del
mundo. Entonces el papá pide “bueno, mi hija no tiene precio pero voy a pedir
tanto” y ese precio no es para venderla sino para que cuando se la lleven valoren
que es una persona que vale la pena. Yo lo veo de ese modo.”
En el manglimos se establece el valor de una dote. Esta es un acto simbólico que indica el
valor de la gitana que se está entregando pero se materializa en dinero que debe ser pagado
23
a la familia de la novia. El precio de la dote está aproximadamente en $1.500.000 pesos. El
valor de la dote es estándar para todos y entre la comunidad se decide si éste sube o baja.
Tanto el pago de la dote como la fiesta del matrimonio son considerados como una
retribución de la familia del novio a la de la novia porque mientras ellos pierden una hija la
del novio gana una. Posteriormente la familia de la novia invertirá el pago de la dote en la
celebración de la pureza, celebración que será explicada más adelante.
Se puede dar el caso en que los padres no acepten la “pedida” de la familia del novio y
puede ocurrir que los jóvenes se puedan “volar” o fugarse. Tosa se voló con Nubia porque
sus padres no estaban de acuerdo en que se casaran.
“Todos sabían que a mí me gustaba esta muchacha y todos estaban de acuerdo que
no. Entonces yo le gusté a ella, ella me gustó a mí y dijimos los dos “volémonos”.
Nos volamos y los padres de nosotros pagaron un dote, ahí dan un dote por el
irrespeto, por lo groseros que fuimos. Entonces se paga esa multa como pueden ser
50 monedas de oro, como pueden ser 25. Unos 100 dólares, 2000 dólares, 5000
dólares. Ese es el dote cuando se cobra una cosa de esas. Así me conocí con mi
esposa porque su familia no estaba de acuerdo y mi familia tampoco estaba de
acuerdo. Entonces por eso nos volamos.”
Que una pareja de jóvenes se “vuele” es motivo para que se reúna la Kriss Rromaní que es
el consejo de mayores que interviene para solucionar conflictos. En estas reuniones se llega
a acuerdos y se imponen multas según sea la falta cometida. Más adelante se explicará
mejor el funcionamiento de este consejo y su importancia en la autonomía y consolidación
de los gitanos como grupo étnico.
Los motivos que pueden llevar a los padres a rechazar a un pretendiente incluyen que la
familia tenga problemas, que no sean buenos trabajadores y que “hagan las cosas mal”.
Tosa les dice a sus hijos “hágame el favor y no se junten con esa familia, deles el saludo, el
trato pero no quiero que tengan esa clase de mezcla con ellos”. Pero en el caso de Tosa y
Nubia el impedimento para que se casaran se encontraba en que él era considerado un
extranjero entonces no gustaba que se involucrara con una muchacha de allí. Según Mary
Douglas (1973), el extranjero, en el caso que nos atañe un Ghuso, es indeseable ya que no
se encuentra clasificado dentro de la organización social, en este caso de los Bolochoc, y
por ello se prohíbe su interacción. Al final, al observar que no se iban a separar, se
24
reunieron gitanos de distintas ciudades del país para tratar de solucionar el problema y le
pusieron una dote que el hermano mayor iba a pagar.
“Al pagar el dote, como un juicio y vino mi hermano mayor a preguntar “bueno,
¿cuánto piden ustedes? Yo no soy el papá de él pero soy el hermano y por las
costumbres de nosotros pues, como soy el mayor, voy a pagar por mí hermano pero
no les voy a dar esa cantidad o si no búsquenlo a él y arreglen con él. Pero si
ustedes le pegan él también tiene dos manos, dos pies y se arreglan a los totazos
pero yo creo que lo mejor es que se arreglen conmigo”. Entonces llegó el papá de
la muchacha y dijo “No me dé esa plata. Basta que se voló con un gitano y sé que
está bien. Pero para que se dé cuenta que mi hija no era nadie no le voy a quitar
toda esa plata” Cogió como 500.000 pesos “Con esto me es suficiente para que se
dé cuenta que mi hija no era cualquier cosa en la casa. Para que se dé cuenta que
mi hija vale más de lo que yo tomo de esa mesa” Basta con una moneda si hubieran
sido 10 pesos. No le importaba el dinero sino la hija. Después de que se pagó yo me
escondí dos o tres meses, no por miedo sino por respeto de las otras tribus. Ya
después me invitaban a la casa a almorzar, a salir a negociar, a trabajar. Entonces
mis suegros se dieron cuenta que yo era un muchacho trabajador y muy de la casa.
Me invitaron ellos también que ya podía ir a la casa, me dieron atendimientos,
empezaron a charlar y ahí estamos.”
Los gitanos trabajadores y responsables son vistos con buenos ojos y se consideran buenos
partidos. Tosa considera que lo importante es que el muchacho sea buena persona, “no
importa que sea pobre o que sea rico”. Por su parte Nubia prefiere que “tenga su casa para
que la muchacha no sufra y que no pague arriendo.” Como pretendientes no gustan los
borrachos y apostadores. Se sabe cómo es el muchacho por lo que dice la comunidad en
general de él.
La reputación de una persona es de gran importancia dentro de la comunidad gitana. El
prestigio y estatus se gana al cumplir las obligaciones y el rol que se esperan de una
persona según sea su edad y género. Según Pierre Bourdieu (1997) los agentes
continuamente llevan a cabo estrategias orientadas a acumular capital simbólico, es decir,
honor en el sentido de reconocimiento, de prestigio12
. La acumulación de este tipo de
12 Pierre Bourdieu (1997) ejemplifica el capital simbólico con la idea de honor de las sociedades mediterráneas que existe
únicamente a través de la reputación en la medida en que esas sociedades comparten un conjunto de creencias que les
hacen percibir y valorar ciertos comportamientos como honorables o deshonrosos (Bourdieu, 1997: 108).
25
capital se da por medio del conocimiento y el reconocimiento (Bourdieu, 1997: 108). Por lo
tanto es necesario que dentro de la comunidad gitana se tenga conocimiento de quién es la
persona (distinguirla) y que se reconozca así mismo que cumple a cabalidad las
expectativas de su papel dentro del grupo (otorgarle valor). Un ejemplo es la protección de
la reputación de las jóvenes gitanas que es altamente valorada ya que al permanecer en el
ámbito doméstico y bajo la supervisión de la comunidad en general se garantiza su
virginidad y pureza lo cual las hace más deseables en cuanto a matrimonio se refiere. Esto
también justifica en cierta medida el pago de la dote a la familia de la novia por haber
cuidado y criado a la joven dentro de los parámetros que exige la comunidad gitana. Se
distingue a la joven como gitana y se valora y reconoce su estatus como tal en el grupo.
La precaución de no permitir el noviazgo entre los gitanos ayuda a mantener la reputación
de las gitanas. No se quiere correr el riesgo de que un muchacho deje a una muchacha por
otra y entonces ya nadie quiera “pedirla” en matrimonio porque estuvo con otro. Verónica
explica que:
“Nosotras no podemos tener novio. Nos da como miedo porque si tenemos un
novio, entre las gitanas no se puede tener novio, entonces si al muchacho le gustó la
niña él simplemente va a donde los papás de él y les dice “mamá a mí me gustó esa
niña y yo no quiero ser el novio, me quiero casar con ella”. Pero si entonces ella es
la novia de él, el muchacho puede que el día de mañana llegue una más bonita y él
puede enamorarse de la otra puede decir “ya no quiero nada como usted”.
Entonces van y piden a la otra esta niña ya quedó que era la novia de él y a ella ya
no la va a mirar nadie porque los otros van a decir “yo no la quiero porque ella fue
novia de aquel”. Entonces los gitanos son muy celosos con sus esposas y con sus
hijas. Entonces el noviazgo no existe. Marcela: Nos cuidan mucho.”
Los gitanos cuidan celosamente de sus hijas y esposas. Por ejemplo, en el caso de Marcela,
quien está soltera, no puede salir a la calle sola o con sus primas a no ser que las acompañe
su mamá o una mujer casada para que las cuide de los “peligros”. Verónica explica que los
peligros pueden ser que
“las molesten los hombres o que de pronto viene algún muchacho y les dice algo y
un gitano va pasando por ahí y no va a decir que el muchacho la está molestando
26
sino que tiene un novio particular y ya se dañó ella. En cambio si la ven con las
mamás saben “a no, están con las mamás entonces no hay peligro de nada”.”
Como medios de control social aparecen el rumor y el chisme empleados por los gitanos
para mantener los comportamientos de sus miembros dentro de lo establecido. Michael
Taussig (1984) afirma que es por medio de estas narrativas que las ideas e ideologías se
vuelven poderosas y entran en una circulación social activa y significativa. Al circular un
rumor13
lo que se está esparciendo, regulando y ratificando son las pautas culturales de una
sociedad. Se pone en escrutinio las conductas que se considera van en contra de los valores
culturales y se busca ejercer control sobre el comportamiento de los miembros una
comunidad, en este caso la gitana de Bogotá, provocando temor14
al “qué dirán” que puede
afectar significativamente el capital simbólico de quien se rumora. Es por ello que las
jóvenes gitanas no se arriesgarían a salir sin la supervisión de sus madres para evitar los
“peligros” que pueden llevar a su reputación quede cuestionada y se ponga en riesgo la
posibilidad de ser “pedida” en matrimonio. Esos “peligros” no los representan los gadzhé
en sí, sino la negativa dentro de la comunidad gitana ante la posible unión entre una del
grupo y un no gitano, esto será explicado más adelante. El rumor entonces se aprecia como
una forma de dominación por medio del temor, no únicamente del comportamiento de
otros, sino el de uno mismo. Al sentir la vigilancia15
y el temor al cuestionamiento de los
actos propios llevan a que los gitanos se mantengan dentro de los márgenes de lo permitido
y eviten situaciones que lleven a pensar lo contrario.
Redes sociales
La incursión en redes sociales no es ajena a los gitanos. Su uso permite un mayor contacto
con gitanos de otros lugares. Se escriben tanto en rromaní como en español y, por medio de
redes como Facebook, se enteran de matrimonios, fiestas y viajes, además pueden ver y
13 Según Glen A. Perice (1997) “los rumores no son el resultado de confusión entre realidad y verdad, sino de creencias
sobre dichas cosas. Los rumores se convierten en información cuando se cree que son ciertos” (Perice, 1997: 3). 14 Michael Taussig explora “la mediación de la cultura del terror a través de la narración” a partir de los relatos de la
explotación de las poblaciones indígenas en la frontera entre Colombia y Perú desde el siglo XIX. Establece que desde los
inicios del colonialismo se emplearon conjuntamente terror y seducción para someter a los pueblos nativos. Ambas
difundidas desde narrativas tan finas como el misterio, fantasía, rumor. Existe una necesidad por parte del victimario de
controlar poblaciones masivas a través de la elaboración cultural del miedo (Taussig, 1984). 15 Michel Foucault señala los procesos de control y vigilancia que se han empleado socialmente desde la edad media hasta
la contemporánea. Entre esos procesos se encuentran los físicos, como torturas, y los que no son tangibles, como
esquemas de inspección. En este último se puede ubicar al rumor como instrumento se saber-poder empleado para
mantener a los sujetos de una sociedad dentro de lo “normal” (Foucault, 1976).
27
subir fotos y videos. De hecho, gitanos que ven estas fotos pueden interesarse en alguna
muchacha y proceder a pedirla en matrimonio.
“Hoy en día se conocen ya así los muchachos. Van a una fiesta, nos tomamos fotos
todas, las subimos. Entonces un muchacho de otro país vio esa foto y dice “ay, ¿esa
niña de dónde es?”, le pregunta y si le gusta viene y ya la pide por internet. La vio,
le gustó y vino. Todo eso es así ahora. Más moderno. (…) Así vemos cuando se casó
alguien. Una amiga de nosotros de Venezuela ya sabemos que subieron las fotos
“¡ay se casó!”, vimos el vestido, vimos todo. Tengo fotos, videos, fiestas,
matrimonios.”
Pero en estos casos de pedida el papá y la mamá de la gitana se fijan cuidadosamente de la
procedencia e intenciones del muchacho ya que no se puede correr el riesgo de dejar a su
hija con cualquier sujeto. Además es poco probable que se acepte la pedida si el muchacho
vive lejos ya que los padres no quieren tener a sus hijos demasiado apartados de ellos. Se
favorece una endogamia de localidad. Ana Dalila explica que “no las dan porque es muy
peligroso y el papá nunca la va a poder ir a ver. Y quién sabe qué vida está recibiendo allá.
En cambio si está cerca, él puede estar pendiente de las condiciones de vida en la que se
encuentra su hija.”
Matrimonio o abiav
Luego de la pedida de mano se celebra el matrimonio. Se realiza una fiesta en la que se
invita a una gran cantidad de familias gitanas. Todo lo organiza la familia del novio porque
“le dieron el sí, entonces esa familia en agradecimiento hace la fiesta.” Hace parte de la
compensación que hace la familia del novio a la de la novia por la “perdida” de su hija. Por
ejemplo el muchacho organiza una parrillada que puede durar hasta dos días. Tosa dice que
antes duraban hasta 10 o 15 días esas celebraciones pero que por la situación económica
ahora son más cortas. Antes se celebraba el matrimonio en espacios en las afueras de las
poblaciones pero hoy, por el paso de vivienda de carpas a casas, se hace necesario tomar en
alquiler un sitio grande que cubra la demanda de asistentes a la ceremonia. Esto hace que
los costos del matrimonio sean altos y por ello la celebración más corta pero igualmente
significativa. Cabe dejar abierta la pregunta sobre qué motivos han llevado a que la
compensación por parte de la familia del novio a la de la novia por su pérdida haya
28
disminuido y si el valor de la mujer ha cambiado. También explica que antes las
celebraciones eran “mundanas” porque no conocían el evangelio pero como ya conocen la
palabra de Dios entonces ya la fiesta se hace al estilo evangélico. Antes “Uy, eso traían
licores, música mundana, traían orquestas, traían grupos mexicanos, vallenatos, de todo.
Hoy en día ya no más. Danzan y los casa un pastor.”
Las muchachas se casan de vestido blanco pero cuando se llega al lugar de la celebración
puede cambiarse hasta 10 veces. Se pone vestidos de distintos colores pero el principal
sigue siendo el blanco. Tosa dice que eso es una moda traída de Londres porque antes eso
no sucedía. El novio permanece con su traje y corbata toda la noche. Los padrinos y
madrinas de boda pueden ser numerosos. No hay criterio para elegirlos, sólo se busca que
haya de varias familias para que “no se vaya a sentir mal alguna tribu”. De hecho una
persona se puede incluir como padrino o madrina por sí mismo, nadie le va a decir que no.
El establecimiento de estos vínculos puede resultar beneficioso a la hora de establecer
grupos de trabajo o vortechía16
.
La importancia del matrimonio radica en que es un ideal en la vida de los gitanos. El padre
querrá ofrecer una gran celebración, el hijo espera tenerla y la mujer espera recibirla en su
honor. Además se espera que la fiesta sea memorable dentro del grupo ya que marca el
cambio de estado y estatus de los novios (Gamboa, Gómez & Paternina, 2000). Para la
mujer es importante que la ceremonia sea ostentosa ya que con ello logra visibilidad dentro
de la comunidad y reconocimiento como una gitana que cumplió con las expectativas que
socialmente se tiene de ella, de casarse y formar una familia.
La celebración de la pureza o Epachiv
Esta es la última etapa de la celebración del matrimonio. Esta es la única fiesta que va por
cuenta de la familia de la novia. En esta celebración resalta la importancia de la virginidad
de la mujer en la comunidad gitana. Su pureza debe ser comprobada por medio del acto de
mostrar “la mancha en la falda”. Antes de la consumación del matrimonio, las hermanas
mayores y las tías de la novia le colocan una falda blanca amplia y son ellas mismas las que
al día siguiente revisan que esté manchada con sangre como prueba de virginidad. La falda
es entregada a la madre de la novia quien la mostrará como prueba de honor de su familia
16 Este tema será tratado en el capítulo de economía.
29
(Gamboa, Gómez & Paternina, 2000). La consumación también se celebra con otra fiesta.
A partir de ese momento la gitana ya está en condiciones de procrear y se convierte en una
mujer prohibida para otros hombres. Antes se marcaba el estatus de casada con el uso de
una pañoleta en la cabeza de algún color. Esta costumbre se ha perdido y ya no es
visiblemente claro si la mujer es soltera o casada. Se vigila su adecuado comportamiento ya
que debe fidelidad a su marido. No puede conversar con otros hombres a no ser de que esté
acompañada por otra persona de lo contrario se podría sospechar de infidelidad.
A parte de las tres etapas que se presentan también se realizan despedidas de soltero y
soltera. El matrimonio representa el reconocimiento del nuevo estatus social de la pareja
como adultos. Así mismo se crean alianzas entre familias y se reafirma la cultura gitana al
haberse casado dos personas identificadas como gitanos que posiblemente producirán
descendencia que garantizara la continuidad de la comunidad. Por otra parte, no se han
dado uniones entre personas del mismo sexo y posiblemente no sería aceptado ya que,
como explica Ana Dalila, hay una concepción de que Dios hizo a la hembra y al macho
entonces no habría cabida para otro tipo de uniones y si hay homosexuales gitanos están
invisibilizados por la comunidad.
2.2.2 Casos de Exogamia: uniones con gadzhé
Los matrimonios con gadzhé no son bien vistos pero son más permisivos en el caso de un
gitano interesado en una muchacha particular que en el caso contrario. Tosa dice que
anteriormente era difícil que se dieran esas uniones con los gadzhé ya que no gustaba que
ellos entraran a ver y a conocer aspectos de la cultura gitana.
“No se podía porque entre ustedes hay muchas leyes que nosotros no acatamos.
Porque ustedes dicen, “no, yo ya soy mayor de edad, tengo 18 años.” Entre
nosotros puede tener 25-30 años y todavía no es mayor de edad. Mayor de edad es
cuando trabaje, tenga plata, tenga casa y viva bien. Por eso es que el gitano desde
muy pequeño es buen negociante, buen trabajador. Ahora hoy en día ya los
muchachos les gusta una muchacha, por familia se pueden casar con una
particular. Pero primero a ella se le habla y se le dice que entre los gitanos no hay
celos, no hay despedidas, no hay besito de mejilla porque eso está mal visto entre
nosotros. Entonces la muchacha se casa con el muchacho o se va a vivir con él y a
los 2 meses lo abandona porque no la cela, porque le da de todo.”
30
La unión entre un gitano y una particular no es aceptable pero se permite ya que la
identidad gitana se da por lado patrilineal y no se estaría perdiendo el legado cultural. Pero
la muchacha con la que decidan casarse deberá acceder a someterse al zakono gitano ya que
dentro de la comunidad no se permite la imposición de normas gadzhé que se considera que
van en contra de su estilo de vida. Hay un temor porque la particular lleve costumbres que
puedan afectar las gitanas. Además no se espera que la muchacha persista dentro de la
comunidad ya que se cree que se presentaría un choque por la manera en que los gitanos
manejan el dinero y por su libertad.
Verónica piensa que cuando a una particular le gusta lo gitano ella se va a someter y se va a
creer más gitana que una gitana de verdad. Pero en el caso en el que una particular no
quiera someterse se presentan problemas:
“Ella no se va a creer particular, ella va a querer ser más que una gitana. Porque
como ella no es gitana, ve todas las costumbres y las va a coger más que una gitana
verdadera. Pero cuando la persona particular no le gusta y no se somete, ella va a
decir “no, -le dice al esposo- yo no quiero. Su papá y su mamá me obligan a
ponerme faldas” Entonces ahí es donde se daña. Yo he visto los dos casos. Mi
suegra no es gitana pero ella ahora, usted la ve, ella lo habla, se viste con pañoleta,
tiene todas las costumbres. Ella sacó adelante su hogar y sus hijos lo hablan, lo
practica. Son más gitanos que otros. Entonces hay personas particulares que se
someten. Usted la ve y nunca va a pensar que ella no era gitana.”
En el caso de una gitana que se quiera casar con un particular la situación es de mayor
complejidad. A ella le toca marcharse de la comunidad porque la comunidad le cierra las
puertas. Este tipo de unión lleva a la gitana a una especie de muerte social. Los gitanos “no
quieren mezclar la sangre con los particulares. Ellos quieren ser lo que son. Eso es dañar la
raza, dañar todo.” Tosa explica que la gitana “se va y no la volvemos a ver. Ella se quiso
casar con un particular, se va y no vuelve nunca más. De pronto a donde los papás de visita
pero a fiestas y compromisos no puede ir con su esposo porque su esposo no es gitano.”
Tosa afirma que los ancianos hicieron un juicio y dijeron que “por cada familia tenemos
derecho a una nuera particular y a un yerno particular.”
31
“Porque nosotros picamos allá y ¿ellos que no piquen acá? Pongamos mi hijo
viene y me dice que tengo 5 nueras gitanas y que él se va a quedar con una
particular que es su novia. Así sea fea, así sea bonita o le falte una pata, “¿a usted
le gusta mi hijo?” ¿Él le explicó las condiciones? Porque entre nosotros no nos
gusta ser celosos ni que sean celosas, uno sabe con quién se casa. Y esto tiene que
ir así todo en orden, no queremos que nos ponga usted su ley.”
Los gitanos creen que con este tipo de uniones se deteriora el zakono. En especial en el caso
de uniones entre gitanas y particulares ya que sus hijos no son considerados gitanos
mientras que los de un gitano y una particular sí son considerados gitanos. Los hijos del
primer caso se encuentran en una situación indefinible17
ya que quedan fuera de la
configuración cultural gitana. Mientras que los segundos son considerados gitanos porque
su padre les transmite el linaje, los primeros son dotados de un carácter ambiguo -su madre
gitana no les puede transmitir su linaje pero no por ello pueden ser considerados del todo
gadzhé- que puede ser definido dependiendo de la pareja que elijan para casarse. Es por
medio del matrimonio con un gitano o gitana que una persona indefinida ratifica su
pertenencia al grupo, pero si por el contrario eligiera a un o una particular ratificaría su
pertenencia a los gadzhé.
La elección de pareja es relevante para la conformación de una familia18
ya que esta cumple
el papel de mantener y reproducir, no sólo lo biológico, sino lo social. Es un lugar de
acumulación de capital y de su trasmisión generacional. Esto se evidencia en la transmisión
del apellido que es el elemento principal de hereditario de capital simbólico (Bourdieu,
1997: 133). Al efectuarse uniones entre gitanos y gadzhé se interrumpe la transmisión de
capital simbólico gitano. Se evidencia lo anterior especialmente en la unión de gitanas con
gadzhé ya que no se está transmitiendo la cultura gitana sino la particular.
2.2.3 Patrilocalidad
17 Mary Douglas explica que lo inclasificable es aquello que no se ajusta dentro de la configuración del cosmos. Lo
inclasificable se considera peligroso ya que altera el orden y desafía los presupuestos culturales establecidos. Mientras la
persona que se encuentra en estado indefinido se decide por un estado u otro se la mantendrá segregada y sólo podrá
ingresar al círculo cultural cuando se ajuste nuevamente su orden. Esto se da por medio de un rito que puede asegurar su
asimilación o exclusión (Douglas, 1973: 130-133). 18 La familia es un privilegio que se instituye de norma universal. Este privilegio implica uno simbólico: el de ser como se
debe, dentro de la norma, obtener por tanto un beneficio simbólico de normalidad. Quienes tienen el privilegio de tener
una familia están en disposición de exigírselo a todos (Bourdieu, 1997: 133).
32
Entre los gitanos la muchacha recién casada pertenece a la casa del muchacho. Se va a vivir
con la mamá y con el papá de él ya que han ganado una hija. Después de un tiempo, cuando
se llegue a casar otro hijo, ellos deciden si se van a vivir a parte o si se quedan con la
familia. Si deciden irse se van a vivir a un apartamento o a una casa. Tosa dice que eso
siempre ha sido así, que con el tiempo se independizan porque tienen hijos y ya molestan a
los viejos entonces “mijo cójase una casa para que viva con sus hijos.”
A los gitanos les gusta tener muchos hijos. Existe preferencia por tener hijos que hijas ya
que un hijo hombre puede agrandar la familia al casarse y traer una nuera a la casa.
Verónica explica que esa nuera va a tener hijos y va a agrandar la familia. Si tienen hijas
ellas se casan y, en vez de agrandar la familia, la hacen más pequeña y agrandan la familia
de otra persona.
Se utilizan métodos anticonceptivos y se respeta la decisión de no querer tener más hijos
siempre y cuando ya se haya tenido al menos uno. Antiguamente planificar significaba
faltar al respeto a la familia pero hoy en día se entiende. Sin embargo Tosa afirma que
“al gitano y a la gitana lo que les gusta es tener hijos. Así sean pobres, millonarios,
uno quiere agrandar su familia porque hay unos que han dicho “mamá pero usted
no tuvo sino 2, sólo somos dos hermanitos, mi hermano se creció, se casó y me
quedé yo solo con ustedes. Yo quiero casarme y tener familia grande” Por eso
todos los varones, todos los hombres queremos tener nuestros hijos.”
Las familias extensas y fuertemente cohesionadas conforman una de las propiedades que
caracteriza una dominación masculina en una comunidad. Estas familias están unidas tanto
por afinidad de habitus como por la solidaridad de intereses, de capital económico y
simbólico (Bourdieu, 1997: 135). Una descendencia numerosa lleva a que las mujeres se
dediquen en gran medida a la maternidad y por ello dependan económicamente de sus
esposos (Tort, 2007), lo cual perpetua el papel tradicional de la mujer gitana en el ámbito
doméstico y cimenta las bases para la dominación de la sociedad gitana por los hombres.
2.2.4 Divorcio
Es muy difícil que se dé un divorcio entre gitanos. Verónica dice que “tiene que ser un
delito muy grande para que eso pase”. La comunidad busca mediar en la relación que está
33
en problemas y se busca convencer a ambas partes para que no se separen. Las mujeres se
reúnen para hablar con la gitana mientras que los hombres lo hacen con el gitano y le dicen
cosas como “cómo va a dejar a su mujer, aunque usted no la quiera usted viva ahí, trabaje
pa’ sus hijos y vea por ella y ella que vea por usted aunque se odien”. Se reúnen todos los
gitanos y si no se puede lograr una conciliación y si es aceptado por todos se da por hecha
la separación y es válida. La mujer queda libre para volverse a casar con quien ella quiera al
igual que el hombre. En ambos casos, si se quieren volver a casar, se vuelve a hacer el
mismo procedimiento de pedida como si no hubiera pasado nada.
Uno de los motivos para que se produzca un divorcio sería que encontraran a una gitana
siendo infiel. Nubia dice que “el más grande entre nosotras es que la encontraran a ella con
otro hombre. A la mujer. A él no”. Las normas son flexibles con los hombres. Verónica
afirma que en caso de que el hombre hubiese sido infiel la mujer no lo dejaría porque los
gitanos no lo hacen “pero si la ven a ella con otro inmediatamente se rompe todo.” Si un
gitano se involucra con una mujer casada éste tendrá que pagar una multa alta a la familia
de ella. “Se pagan los daños prejuicios y tiene que pagar todo el matrimonio que él dañó.”
Nuevamente se convoca a la Kriss Rromaní para resolver el problema y establecer el
castigo junto con el valor de la multa a pagar.
2.2.5 Conformación familiar
Los gitanos se organizan en grupos de correspondencia llamados kumpeñy19
que son la
unión de varias vitsi (clanes patrilineales). Estas se nombran según el lugar en la que se
encuentren. En Colombia se reconocen nueve kumpeñy; dentro de éstas los gitanos son
reconocidos como miembros de la comunidad y allí desarrollan su particularidad cultural.
No existe un gitano individualmente sino como parte del grupo.
19 Las kumpeñy son “el conjunto de patrigrupos familiares pertenecientes ya sea a una misma vitsa (o linaje) o a vitsi
diferentes que han establecido alianzas entre sí, principalmente a través de intercambios matrimoniales, y cuya interacción
y relaciones endógenas generan, de hecho, una apropiación espacial sobre las cuales se construye la jurisdicción de los
Sere Romegue” u hombres cabeza de familia (PRORROM, 2005: 23).
34
(Tomado de: Gómez, 2010, p. 35).
La unidad de organización básica gitana es la familia nuclear extensa que está compuesta
por padre, madre, hijos y miembros de la familia tanto del padre como de la madre. Dentro
de estas familias los derechos y deberes, según las pautas culturales gitanas, se organizan a
partir de la edad y el género. Su adecuado acatamiento garantiza un rol y un estatus a cada
integrante dentro comunidad además de otorgar prestigio al individuo y a sus relaciones
sociales. De lo contrario se puede generar malestar dentro del grupo. La pauta cultural de la
edad incide en el comportamiento y las expectativas que los miembros crean de ella.
En los gitanos se identifican las siguientes categorías de edad: infancia (desde el nacimiento
hasta la pubertad), juventud (desde la pubertad hasta el matrimonio), adultez (personas
casadas) y madurez. La mayoría de edad se reconoce cuando el gitano pueda sostenerse
económicamente por sí mismo, el establecimiento de la sociedad mayoritaria sobre la
mayoría de edad a los 18 años no se reconoce como tal dentro de la comunidad. La vejez es
prematura y acentuada en las mujeres. Una mujer soltera de 20 años se considera “vieja”
para el matrimonio y es casi imposible que consiga pretendiente. Por su parte, los ancianos,
entre más edad y prestigio ganado, tienen el estatus más alto y gozan de gran respeto.
2.2.6 Kriss Rromaní
El control social gitano se da en la autoridad que se ejerce desde el más viejo hacia el más
joven. Así mismo, en cuanto al género, la autoridad se dirige desde el hombre a la mujer.
35
Cada grupo de parentesco reconoce la autoridad de un hombre cabeza de familia o Sero
Rrom (singular). No existe una jerarquía entre los Sere Rromengue (plural) y las relaciones
que se establecen entre ellos son de igualdad sin importar su situación económica. Cuando
se convoca la Kriss Rromaní, sistema jurídico propio del pueblo gitano, los Sere
Rromengue la componen y hacen papel de jueces o krisnitoria. Para poder ser jueces los
hombres cabeza de familia son elegidos por su conocimiento del zakono, por el respeto y
prestigio ganados por experiencia dentro de la comunidad, y por su habilidad para resolver
conflictos por consenso. Además, este hombre debe ser casado y mayor de cuarenta años.
No todo Sero Rrom puede participar en la Kriss a menos que cumpla los requisitos
mencionados.
Entre los Wayuu20
, aparece el palabrero o pütchipü’ü como intermediario en la solución de
disputas entre miembros de la misma comunidad por medio de recursos teóricos. Estos
personajes tienen formación en el manejo de genealogías, técnicas de argumentación,
retórica y lenguaje jurídico. Son elegidos por prestigio y al obtener el reconocimiento como
palabrero siempre desempeñaran su labor como intermediador (Guerra, 2002: 80). Por el
contrario, el trabajo de los krinitori gitanos es temporal ya que dentro de la comunidad
gitana no existen instituciones permanentes entonces su papel como jueces sólo se emplea
cuando se presenta una situación en la que se hace necesaria convocar a la Kriss.
Los gitanos prefieren solucionar sus conflictos a su manera ya que se teme a la ley de los
gadzhé considerada como “vengativa e injusta”. Los Wayuu también comparten el mismo
sentimiento frente al sistema judicial colombiano y venezolano, en su caso, el cual ven con
desconfianza debido a su forma de proceder y a los castigos con los que no se garantiza un
acuerdo pacífico entre las partes involucradas, ni se restablece la dignidad de la parte
ofendida (Guerra, 2002: 203). En el sistema occidental las partes afectadas tienen que
acatar la decisión impuesta por un juez21
y se supone la existencia de un ganador y un
perdedor. En contraposición, la forma de solucionar disputas de los Wayuu se enfoca en
20 Los indígenas Wayuu tienen un sistema jurídico propio en el cual se solucionan los conflictos por medio de la
compensación (Guerra, 2002). 21 El sistema jurídico occidental se entiende como una entidad coercitiva en las partes enfrentadas tienen que acatar la
decisión de una tercera parte en un juicio en el que no se tiene en cuenta el trasfondo social y cotidiano en que se
desarrolla el conflicto (Roberts, 1979: 21).
36
lograr consenso entre las partes involucradas, posiblemente incluya una compensación
económica, pero ambas son ganadoras.
Así mismo, el sistema gitano de la Kriss busca mantener el equilibrio y equidad que
garanticen el orden al interior de la comunidad. Tosa explica al respecto que
“Cuando hay entre ustedes digamos que se hace un juicio nosotros también usamos
esos juicios pero se llama Kriss Rromaní. Que es un juicio. Eso es cuando comenten
una falta grave. Entonces se reúnen todos los ancianos y los viejos. Eso se demora
5, 6, 8 días. Eso es cuando es grave. Pero cuando es sencillo se hace un juicio
pequeño y se arreglan las cosas. Eso lo hacemos interno entre nosotros. Se juzgan
casos por ejemplo cuando hay un muchacho joven y una muchacha, y la familia de
él no concuerda con la familia de ella y no quiere que ellos se casen. Entonces el
muchacho y la muchacha se vuelan. Entonces para que no haya conflicto se reúnen
los patriarcas que son los ancianos. Pueden venir de Perú, Chile, Ecuador de
Argentina, de Venezuela para arreglar ese conflicto para que no haya violencia.
Más que todo los ancianos arreglan eso es hablando.”
El objetivo de la Kriss es lograr una conciliación entre las personas involucradas en un
conflicto. Adicionalmente se impone un castigo en forma de una multa económica y
expulsión de la comunidad que puede tener distintas duraciones. Verónica explica que “no
solamente paga la multa y queda como si nada. Tiene que pagar y se tiene que ir y no
volver nunca más. Queda mal delante de los gitanos.”
Los niveles de sanción van desde la “llamada de atención” o divano hasta la más severa
llamada rigate. Esta última es una sanción moral de exclusión y de destierro contra un
gitano que haya cometido una falta grave. La medida puede considerarse como un
mecanismo de defensa que despliega la kumpania para protegerse de un miembro que pone
en riesgo la estabilidad social y cultural gitana. El condenado se ve obligado vivir dentro de
la sociedad mayoritaria, entre los gadzhé.
Al tener un sistema jurídico propio22
se puede decir que tanto los Wayuu como los gitanos
cuentan con cierta autonomía en relación con la sociedad mayoritaria pero, teniendo en
22 En la Constitución de 1991, articulo 246, se reconoce la autonomía cultural y con ello las jurisdicciones especiales.
“Las autoridades de los pueblos indígenas podrán ejercer funciones jurisdiccionales dentro de su ámbito territorial
, de conformidad con sus propias normas y procedimientos, siempre que no sean contrarios a la Constitución y le
37
cuenta que se encuentran inmersos en ella, es limitada. En su texto Law as Process, Moore
(como se cita en Guerra, 2002: 196) habla entonces de un campo semiautónomo, es decir,
que puede generar sus propias reglas y su cumplimiento pero al mismo tiempo es
vulnerable a las reglas de un mundo más amplio que puede invadirlo y afectarlo. La
sociedad occidental puede interferir a nivel jurídico, económico y público especialmente en
casos en los que dentro de las comunidades semiautónomas se encuentran involucradas
personas particulares. Ese sería el caso, por ejemplo, de un conflicto entre gitanos y gadzhé
en los que la Kriss no cobije ni satisfaga las demandas del gadzhé que demandaría la
intervención de la justicia occidental. En ese caso intervendría el campo estatal ya que no se
trata de un conflicto entre miembros del mismo grupo étnico sino que involucra a uno de
fuera y se pasa a tratar el caso con los implicados en condición de ciudadanos colombianos.
2.3 Shib Rromaní
Dentro de la comunidad gitana se habla tanto rromaní como español, se aprenden ambos al
tiempo23
. Antes sólo se hablaba en español para interactuar con los gadzhé en negocios
pero en la actualidad es cada vez más frecuente su uso entre los mismos gitanos. Al interior
de las familias son los jóvenes quienes casi no hablan en rromaní. Esto se debe al contacto
e influencia del mundo gadzhé en los gitanos. No únicamente se debe a la interacción diaria
con particulares sino también a los medios de comunicación y la inexistencia de un
proyecto educativo que fortalezca el uso del rromaní.
No existe un proyecto de etno-educación impartido por los mismos gitanos que garantice la
protección y enseñanza de las costumbres gitanas. Posiblemente con la implementación de
este tipo de proyectos la desconfianza de los gitanos hacia la educación cambie.
2.4 Sistema educativo gadzhé
Como mecanismo de supervivencia, se permite la asistencia de niños y niñas a escuelas que
hacen parte del sistema educativo de los gadzhé. Los gitanos buscan que los niños aprendan
lo básico para poder desenvolverse en la sociedad mayoritaria. Se espera que aprendan a
leer, a escribir y lo básico de matemáticas para que se puedan desempeñar, más que todo,
yes de la República. La ley establecerá las formas de coordinación de esta jurisdicción especial con el sistema judicial n
acional.” 23 Para profundizar en estudios de la lengua rromaní de la kumpania de Bogotá ver Untersuchung zur Grammatik der
Romani-Varietät der Kumpanja in Bogotá/Kolumbien de Katharina Deman (2005).
38
laboralmente. Por ello la estancia de niños gitanos en las escuelas se limita a los primeros
niveles de educación primaria y no se los presiona para que continúen estudiando.
Dentro del sistema educativo gadzhé se espera que los estudiantes cumplan con unos
horarios de asistencia y regularidad durante el año escolar. Este requisito no se cumple por
parte de los gitanos ya que, en ocasiones, los continuos viajes y falta de interés por parte
tanto de padres como de niños llevan a que el proceso de aprendizaje sea esporádico e
interrumpido. El sistema educativo no se ajusta al estilo de vida gitano y los contenidos
académicos generan un choque cultural en los niños ya que no concuerda con lo que se
aprende dentro del entorno familiar. Ana Dalila explica que la educación los beneficia por
un lado pero los atropella por el otro. Es perjudicial en la medida en la que no cuenta con
un enfoque intercultural que tenga en cuenta las necesidades y estilos de vida de otros
grupos culturales.
Como se había mencionado anteriormente, a cada gitano se le otorgan unos derechos y
deberes según edad y género que lo ubican en una determinada posición dentro de la
comunidad y que condicionan lo que puede y no hacer. En el caso de las niñas, su rol se
vincula con el hogar y las labores domésticas. Por su parte, los niños se enrolan en las
actividades laborales del padre. Estos tienen un poco más de libertad de decidir si quieren
continuar con los estudios académicos únicamente si es viable económicamente. En el caso
de las niñas se observa que desertan de la escuela a menor edad y con mayor frecuencia que
los niños. Nubia comenta que entre ellos las mujeres no estudian tanto mientras que los
hombres sí. Cuando las niñas “tienen 12, 13 ya las sacamos ya no queremos que estudien.
Porque se comunican mucho con los muchachos así. Tienen muchas relaciones y se acaba
otra vez todo.” Se teme que las niñas gitanas establezcan relaciones afectivas con los
gadzhé y terminen casándose con ellos, lo cual no es aceptado dentro de la comunidad.
Además se espera que no descuiden su lugar en el hogar por querer continuar estudiando.
Hay gitanas a las que no les interesa continuar estudiando porque no se sienten cómodas en
el ambiente escolar y no tienen ningún problema con que sus padres la retiren de la
institución. Este fue el caso de Marcela a quien sacaron a los 8 años de la escuela porque no
le gustaba. A su hermana Verónica la retiraron cuando estaba en quinto de primaria porque
39
ya tenía la edad suficiente para salir (10 años) pero, a diferencia de Marcela, a ella sí le
gustaba estudiar y le gustaría continuar.
“A mí me gustaría seguir. Algo que me gusta de las personas particulares es el
estudio. Porque eso es algo que le abre la puerta donde quiera. En cambio una
persona gitana “¿usted qué estudio tiene? No, yo hice quinto de primaria” De una
vez con la mirada le dicen que usted no sirve para nada. Yo admiro de los
particulares el estudio. Me encanta. Yo digo que la gente que puede que lo haga.
Nosotras aprendimos en la casa más que todo. Mis amigas me enseñaron un
poquito de lo que aprendían, yo le enseñaba a ella (Marcela). Así mis otras primas
también y aprendimos a leer más que todo entre nosotras. Y nos defendemos. No
somos lo más que sabemos pero sí nos defendemos. Nos ponemos en frente de un
computador y lo sabemos manejar. Entonces eso es importante.”
Verónica reconoce que para trabajar la sociedad exige unas pautas de conocimiento de las
cuales ellos no pueden escapar y se hacen necesarias para poder subsistir como grupo
étnico. Se observa el contraste de valor que la sociedad de los gadzhé otorga a un tipo de
conocimiento positivista considerado válido frente a uno proveniente de la tradición oral
cultural que por no estar fundamentado en bases científicas es descartado.
Retomando el tema del acceso a la educación de las niñas gitanas, éstas no pueden decidir
por sí mismas si quieren continuar estudiando. La decisión la toma el padre24
con la
aprobación o no de la madre. Parece que en la casa les recuerdan que el estudio es temporal
para que se vayan haciendo a la idea que no pueden quedarse ahí. Verónica comenta que
ante la situación no puede oponerse
“No, eso sería ya revelarme contra ellos y yo no lo haría por temor porque tú
creces en una casa en la que te dicen que vas al colegio solamente a aprender a
escribir y se sale. Pero si a uno le dicen vaya y estudie no, a nosotras nos advierten
como para que no le quede gustando.”
24 Françoise Héritier cuestiona el principio jerárquico de la división sexual masculino/femenino. No encuentra una
explicación que justifique la valorización de lo masculino en contraposición a la desvalorización de lo femenino. La
autora plantea que esta jerarquía es producto de dos hechos: primero, de la percepción de la diferencia sexual como algo
sobre lo que el pensamiento humano no tiene control y, segundo, de una dependencia de los hombres en las mujeres para
tener hijos varones ya que no tienen la capacidad fisiológica para reproducirse en forma idéntica. Para salir de esa
situación de desventaja, los hombres buscarían controlar el poder reproductivo de las mujeres para producir al mismo
tiempo lo idéntico (niñas) y lo diferente (niños) (Héritier, 1996).
40
Así como hay quienes no están de acuerdo con la continuación de la educación formal de
los niños gitanos, varios padres son conscientes de que las oportunidades laborales son cada
vez más escasas y encuentran que el estudio se hace necesario para poder insertarse en ese
mundo laboral. Tosa hace parte de los gitanos que aprueban que sus hijos estudien.
“Pero yo con mis hijos sí me ha tocado durito. Me ha tocado alzarles hasta la voz
pero por un bien de ellos. Les digo aprovechen que desde que tengan papá
aprovechen y estudien porque antiguamente nosotros contábamos con los dedos y
con un lapicito. Y es un estudio que a ellos de aquí adelante les conviene. De que yo
no puedo retroceder el tiempo atrás para serlos como era yo antiguamente. Yo sí
mucho y ahora muchos gitanos estamos luchando para darles estudio a nuestros
hijos porque nos reunimos y decimos “hombre, ya estamos viejos nosotros y los
hijos de nosotros lo necesitan.”
Pero las oportunidades de continuar estudiando están más abiertas a los niños gitanos que a
las niñas. La escuela como espacio de los gadzhé implica una amenaza para el papel que la
niña debe cumplir dentro de la comunidad. Si en el caso de hombres gitanos la culminación
de estudios profesionales es poca, en el caso de las mujeres es casi nula. De hecho la única
mujer gitana en sobresalir en este aspecto es Ana Dalila Gómez, coordinadora de
PRORROM, quien tuvo que lidiar tanto con la discriminación de los gadzhé como con la
oposición de su familia.
“Había presión por la comunidad para no estudiar y de la sociedad que se burlaba
de uno entonces uno quedaba como un sándwich. Yo me impuse y me daban muchas
cosas feas, me daba tristeza porque no me querían dejar estudiar. Y hasta que al fin
se acostumbraron y me aguantaron. Mi papá no me pagaba nada. Me tocaba tejer,
vender dulces, hacer muchas cosas para poder tener un poco de dinero para salir
adelante. Con la universidad fue lo mismo. Fue de hecho más difícil porque
pensaron que sólo era el colegio pero no les gustó que quisiera entrar a la
universidad.”
La preferencia de Ana Dalila por continuar sus estudios y no por el matrimonio es
comentado en las charlas con Verónica y Nubia. Se enfatiza en el desafío a las costumbres
gitanas en las que el fin último de la mujer es casarse y tener hijos.
41
“Verónica: Dalila es la única persona que yo conozco que decidió eso (no seguir
con la tradición del matrimonio sino hacer una carrera). Yo la verdad es la única
que conozco. Nubia: Y está solera, prefirió estudiar y no casarse. Verónica: Porque
para ella ya no había de pronto una oportunidad que vengan “ay vamos a pedir a
esa muchacha” porque ella desde jovencita estudió. “No porque está estudiando,
ella se está mezclando, ella debe tener novios allá” No piensan que ella sólo fue a
estudiar, así ella sólo haya ido a estudiar, nunca van a pensar eso. Van a decir
“No, ella va a estudiar porque tiene un novio”. Marcela: Por eso es que a uno lo
sacan tan joven.”
Se hace referencia a que si se permanece mucho tiempo en contacto con los gadzhé se entra
a tener relaciones demasiado cercanas con ellos y eso no está “bien visto”. Esto afecta en la
medida en que la reputación de la gitana se ve cuestionada ya que no cumple con el papel
que de ella se espera.
Anteriormente, por la práctica de un nomadismo recurrente, los gitanos no tenían que
preocuparse por que sus niños sostuvieran relaciones cercanas con los gadzhé. Debido al
continuo desplazamiento la estadía en las instituciones educativas era corta. Nubia comenta
que por su estilo de vida sólo pudo estudiar parte de la primaria.
“Yo hice sólo la primaria. Es que cuando yo estudiaba andábamos en toldos. Y no
la pasábamos 8 días en un pueblo. Como nos echaban nos tocaba irnos así de
pueblo en pueblo. No estudiábamos nada porque nos salíamos de las escuelas. No
nos dejaban estudiar. Íbamos a un colegio y nos dejaban estudiar. Yo hice primero
de primaria ¿cómo le parece?”
En comparación con la experiencia escolar de los padres y madres gitanos, las presentes
generaciones de niños y niñas gitanas que crecen en un contexto más sedentario tienen
mayor continuidad escolar al menos hasta quinto de primaria (PRORROM, 2007). Aun así,
para las familias gitanas la escuela sigue representando un peligro para sus niños porque es
un espacio de los gadzhé en el que ellos pueden adquirir las costumbres de ese otro y
erosionar las propias. A pesar de esa prevención la relación de los padres con los profesores
parece ser cordial lo cual esperaría que les diera confianza en la escuela pero aun así no es
suficiente para que se los incentive a participar por mayor tiempo en esta institución.
42
“Nubia: Los niños se portan bien con los de nosotros y los profesores son muy
queridos con los gitanos. Tosa: Somos gitanos y nos conocen como etnia. Vienen
donde uno y le preguntan “hombre, ¿qué pasó con el niño?” Se preocupan. Nubia:
Es que a mi hija no le gustaba estudiar. Me tocaba cambiarla de colegio cada 15
días y los profesores me encontraban y me regañaban, “usted ¿por qué hace eso
con la niña? Déjela estudiar”. Decía que yo era la culpable. Entonces el profesor
dijo “yo necesito que la niña venga a estudiar”. Entonces se portan muy bien con
nosotros.”
Las particularidades entre las familias gitanas parecen condicionar los estudios de los niños
ya que una familia tiene más niños y jóvenes que otra. También parece influir que la madre
de un niño gitano sea una particular y esto se ve por algunos gitanos como una imposición
obligatoria que no tiene nada que ver con sus costumbres.
“Nubia: Pues hay unas que sí están estudiando porque su mamá es particular. Ellas
sí la obligan. Pero los gitanos legítimos no. Tosa: Los niños nos dicen “ya no
queremos estudiar más, nos están discriminando en el colegio, que nos dicen
gitanos” Bueno, de todo. Entonces uno para evitarse problemas los saca.”
43
CAPÍTULO III
Economía
Los oficios se dividen por edad y género. Los hombres son los encargados de buscar el
sustento mientras que las mujeres se encargan las labores domésticas y la lectura de mano.
3.1 Labores masculinas
Anteriormente los hombres se dedicaban a los oficios tradicionales de subsistencia que
consistían en la forja de metales y los relacionados con actividades como la música, la
acrobacia y el amaestramiento de animales. En la actualidad, oficios como el de cuidador y
comerciante de caballos se han mantenido un poco más pero otros oficios como la
mecánica automotriz y compra y venta de autos y partes usadas han cobrado fuerza. Hay un
incremento de los gitanos que se dedican a actividades comerciales informales y también es
frecuente que se dediquen, en pequeña escala, a la compra y venta de muebles usados.
La forja de metales está vigente y se elaboran artesanías, en especial pailas de cobre, que
son exhibidas en ferias y comercializadas. En cuanto a la compra de animales Tosa explica
que dueños de fincas les encargan distintos animales, en especial caballos y ganado. Su
labor es conseguirlos y trasladarlos.
“Ahí llega uno y va y habla a las fincas y entonces viene un dueño, un mayordomo y
le dice a uno “vea gitano, necesito 5 caballos percherones, necesito 3 mulas,
necesito 2 vacas”, bueno en fin, entonces va haciendo uno la lista. Y ya uno al otro
mes se va a viajar y se va comprándolos y los va trayendo y los va guardando ahí
digamos en Ubaté o en Zipaquirá. Donde los dejan tener. Cuando los trae uno
también de la costa ya los llama uno por teléfono, ellos vienen y recogen y uno va
cobrando. Eso no tiene problema, es lo más facilito.”
El proceso de aprendizaje de estas labores se da desde pequeños observando e imitando a
los padres. Tosa cuenta que su papá compraba caballos y también hacia pailas cobre.
“entonces nosotros veíamos qué hacia mi papá y aprendemos de él. Pero hoy en día
ya nosotros no hacemos esos trabajos. Hoy en día trabajamos con la hidráulica,
con el acero, también vendemos carros. Hacemos varios negocios.”
44
Durante una conversación con Arturo Gómez, Kolya en gitano, el papá de Ana Dalia,
comentó que lleva trabajando más de 30 años haciendo artesanías. Lleva aproximadamente
15 años trabajando con Artesanías de Colombia y vende sus obras en Corferias. Por su
parte, su hijo se dedica a la elaboración de estufas y mesas en el garaje de la casa. Los
jóvenes gitanos pueden estudiar tanto como ellos quieran pero tienden a salirse de la
escuela para ayudar el trabajo a sus padres. Kolya explica que
“En lo que el papá trabaja, trabaja el hijo con él. Y siguen trabajando hasta que
tienen su propio dinero. Se compran sus carros los mismos muchachos solteros.
Ahorran y cuando se van a casar ya tienen su propio dinero porque trabajan desde
pequeños. Los hombres trabajan mucho el acero. Ellos hacen cocinas gigantes y
ninguno fue a la universidad, ninguno estudió más de quinto y ellos lo hacen.”
Los conocimientos laborales son transmitidos de padres a hijos sin que éstos busquen
aprender de medios académicos. Así mismo, los trabajos son de tipo independiente, no se
busca ser empleado de alguien más, “no les gusta vivir de empleados. Uno trabaja para
uno.”
Los gitanos tienen una concepción diferente del tiempo y del espacio al de la sociedad
mayoritaria. Se relacionan “con el tiempo en el aquí y el ahora y con el espacio amplio en
el aquí, sin barreras ni límites” (PRORROM, 2005: 25). Es por esto que trabajos que exigen
un horario determinado o que se realizan en espacios cerrados como oficinas donde hay una
autoridad al mando no van acorde con la concepción de tiempo y espacio que tienen. Un
gitano no está dispuesto a cambiar su libertad e independencia por dinero. Los horarios de
trabajo se los asigna cada persona según las responsabilidades que tenga que asumir. “El
trabajo debe estar en función de la vida y no la vida en función del trabajo.”
“Los gitanos son muy independientes, los hombres. Ellos no les gusta trabajar en
empresas y que tampoco tengan horarios. Ellos son independientes, ponen sus
propios negocios. Vendedores ambulantes de zapatos, de cosas así. Artesanos que
hacen sus propias pailas de cobre, todas esas artesanías. Ellos mismos hacen todo y
salen a la calle y los venden. Tienen sus partes donde les compran.”
45
Se hace un contraste entre el estilo de vida gitano de vivir siempre en el hoy y en la
incertidumbre con el esquema “cuadriculado” de vida de los gadzhé. Ana Dalila explica
que las personas de la sociedad mayoritaria quieren planear todo, tanto así que
“el día que a una persona la echan del trabajo va y se corta las venas, se tira de un
puente, bueno pongámosle que no sea tan exagerado, pero entre nosotros no. Si me
botan de acá pues miro en otro lado y ya, no somos tan rígidos. Entonces ese
sentido de la incertidumbre y del caos hace parte de nuestra vida porque nosotros
siempre estamos en el resurgir y en el nacimiento de cosas.”
Para los gitanos, los gadzhé tienen una mente planificada y estandarizada en su gran
mayoría. Siempre están pendientes del futuro, quieren controlar las cosas y “siempre
quieren ser dueños del poder”.
3.2 Labores femeninas
Las mujeres gitanas se encargan de los oficios domésticos. Desde pequeñas aprenden todo
lo necesario de sus madres para que cuando se casen se puedan desempeñar sin ningún
problema.
“Las mujeres gitanas crecen para casarse. Entonces nosotras tenemos que
aprender las labores del hogar que serían: lavar, planchar, cocinar para el día de
mañana se case una niña y cuando llegue a la casa de otros gitanos no vaya a
sufrir. Porque allá es mejor que le enseñe la mamá y no la suegra. Entonces ya se
casa y sabe todas las cosas entonces no va a sufrir. Es por eso.”
Además de las labores domésticas algunas gitanas ocupan su tiempo en elaboración de
vestidos, la danza y la lectura de la suerte. Nubia disfruta coser en su tiempo libre, hace
faldas, vestidos y blusas. No busca vender lo que produce sino lo hace para ella misma o
para sus hijas. Este conocimiento lo aprendió de su mamá, primero observando cómo lo
hacía y después creando vestidos pequeños guiada por las instrucciones de su madre. Sus
hijas Verónica y Marcela hacen parte de un grupo de muchachas que practican la danza. Se
trata de un proyecto para dar a conocer a los particulares prácticas propias de los gitanos.
Se reúnen seguido y hacen presentaciones ocasionales en teatros de la ciudad como el
46
Teatro Jorge Eliecer Gaitán o en exposiciones como la realizada en el Archivo de Bogotá25
recientemente donde se dictaron talleres de danza gitana a los asistentes. Verónica comenta
“Las muchachas solteras y las jovencitas, como nosotras no trabajamos ni
estudiamos, bailamos. Ahora damos proyectos para que la gente conozca el ser
gitano. Nosotras bailamos y nos presentamos. Nosotras, para hacer los bailes,
hacemos unos grandes en teatros, y entre nosotras mismas sacamos “ay no,
hagamos este paso y este paso” y sacamos una coreografía bien sin necesidad de
profesores. Todos son pasos gitanos, no son sacados de internet ni nada. Las
gitanas antiguas tenían un paso y van pasando los años y entonces una opina “no,
hagámoslo más renovado como con este y con este” y salen muchísimos, no tiene
nada que ver con salsas ni nada. Eso es un baile gitano.”
Además, los jóvenes gitanos también participan en estos proyectos en la parte musical. Los
instrumentos que interpretan son la flauta, teclados, bajo, guitarra, batería y los que se
consideran tradicionales como el violín y la armónica o acordeón. Ana Dalila explica que el
grupo artístico Amé le Rrom26
(Nosotros los gitanos) empezó en el 2005 con niños de 7 y 8
años de edad. Se quería mostrar una puesta musical tradicional propia y demostrar que los
gitanos tienen una lengua, elementos que los diferencian de la sociedad mayoritaria.
“La música gitana que interpretamos se asemeja a los Balcanes. Es una mezcla
entre acordeón, violín, guitarras y también tambores que son más africanos. Es una
música de mezcla hindú, árabe, africana, incluso colombiana. Las letras vienen de
la tradición oral, otras las escribí yo. Las canciones tratan del mundo, de la
cultura, del amor.”
3.2.1 Lectura de la suerte
Dentro de las artes adivinatorias27
practicadas por los gitanos en Bogotá resalta en la
actualidad la quiromancia. Este oficio lo ejercen únicamente las mujeres ya que se tiene la
“creencia que sobre ellas recaen cualidades muy especiales para pronosticar el porvenir”
(Gómez, 2010: 17) y es decisión de cada una el aprenderlo o no. El conocimiento es
heredado por las abuelas o madres a sus nietas e hijas cuando estas muestran interés en
25 Exposición Amaro thém kai zhas ande e kumpania la bogotanake (Con la nación a cuestas). Diciembre 2013-Febrero
2014. Archivo de Bogotá. 26 Las canciones se encuentra en el trabajo discográfico Amé le Rrom apoyado por el Instituto Distrital de Patrimonio
Cultural. 27 Entendidas como sistemas de conocimiento e interpretación del mundo empleados para indagar acerca del porvenir.
47
aprender. Las gitanas leen la buenaventura a las personas interesadas en recibir un consejo,
que necesiten una palabra amiga o que tengan curiosidad. Por lo general cobran entre
$10.000 y $20.000 pesos pero están dispuestas a negociar el precio y en ocasiones reciben
lo que les quiera pagar el cliente. Ese dinero se usa para ayudar con los gastos de la casa.
Siempre salen a trabajar en grupo y se establece una suerte de jerarquía justificada en la
experiencia y el estatus que tienen las gitanas de mayor edad en este oficio; sin embargo
esto se limita a la esfera femenina sin tener en cuenta a la masculina.
La quiromancia o el arte de decir la buenaventura a través de la lectura de la mano es uno
de los procedimientos que los gitanos emplean para interpretar los aspectos de la vida de
una persona. En esta arte se identifican principalmente aspectos relacionados con el
porvenir económico, salud y relaciones afectivas. Para ello, las mujeres gitanas tienen en
cuenta los siguientes aspectos: la manera como la persona muestra la palma de la mano, las
formas de las manos, el dorso de la mano, nudillos y uñas, los dedos, las huellas de la
palma de la mano, las líneas de la mano y los montones y sus marcas (PRORROM, 2005,
sección de Quiromancia, párr. 3). Generalmente se leen las dos manos aunque las gitanas se
suelen concentrar en la mano izquierda por estar del mismo lado que el corazón.
“Antiguamente uno salía y la gente llamaba “gitano ¿ella lee la suerte? Me permite
que me la lea” Por educación “Sí, claro para eso está ella, para que lea la suerte”.
Ese es el trabajo de ella. Ellas respetan nuestro trabajo así como nosotros
respetamos el de ellas.”
Actualmente la interpretación se enfoca más en aconsejar al cliente en vez de adivinar
sucesos futuros. Este cambio se debe a que una gran cantidad de gitanos ahora son parte de
la iglesia evangélica y ello lleva a que los elementos adivinatorios, que no van acorde con
las enseñanzas de la biblia, se modifiquen hacia una suerte de consejería espiritual. En
relación con este tema Tosa dice que la lectura de mano
“es pura psicología. Digamos usted le dice (a la gitana) que tiene dos novias,
entonces usted ya le dio la entrada. Entonces ella le dice aquí hay una trigueña o
una morena. Usted solito va soltando la lengua y ella le va diciendo cual le
conviene y cual no. Ya lo empieza a trabajar, es como ir uno al psicólogo. Una
ayuda emocional. Más que todo es la fe que la gente le pone. Eso ya no porque ella
ahora es evangélica, uno por quitárselos de encima les daba consejos.”
48
Por su parte Verónica dice que a ella la llaman sus clientes para ir a leer la mano, “uno se
convierte más que todo en amigo de esas personas.” Logra así una mayor cercanía al cliente
y un mejor entendimiento de su situación al momento de aconsejarlo. Esta relación entre
gitanas y clientes gadzhé se puede equiparar a la establecida entre chamanes y pacientes
colonizadores28
en la cual se produce un discurso conformado por impresiones sensoriales,
estados de ánimo y sentimientos de certeza y duda que desestabiliza la filosofía occidental
de conocimiento (Taussig, 1984). Es en estas relaciones que se logra subvertir las
relaciones de poder entre gitanos/indígenas como oprimidos y los gadzhé/colonizadores
como opresores ya que los portadores del saber29
son los primeros y tienen dominio sobre
el destino de los segundos.
En Bogotá las gitanas salen a ofrecer su servicio a centros comerciales, el centro de la
ciudad, el Parque Nacional, la Plaza de Lourdes en Chapinero, ferias artesanales y servicios
en casa de los clientes o en sus propias casas. Se sabe de casos de exclusión de las gitanas
de centros comerciales y de la Plaza de Lourdes ya que se tiene el estereotipo de que son
ladronas, por ello prefieren realizar su labor en casas por seguridad. Tosa explica que
“ellas se reunían a leer la suerte, la quiromancia. Pero la seguridad las corre ya no
las dejan. También las echan de esos almacenes grandes, del Éxito, bueno, bastante
porque ellos creen que nosotros los gitanos somos ladrones, que robamos.
Antiguamente les decían que los gitanos nos robábamos a los niños. Ahora nosotros
tenemos que cuidarnos que sí nos roban a nuestros niños. Ese era el cuento que les
decían para que se tomaran la sopita “No salgan los niños que si no los gitanos
pasan y se los roban”. Pero nunca fue eso.”
3.3 Vortechía
La vortechía se define como el establecimiento de una sociedad comercial entre gitanos.
Consiste en la unión de dos o más personas en un negocio en el que desde el principio se
establecen el porcentaje de participación y de ganancias que obtendrá cada uno. Es una
alianza que permite agilizar una determinada labor en la que las ganancias son equitativas
entre los participantes. Un ejemplo se da en la lectura de mano en la que varias mujeres
28 Michael Taussig expone que la interpretación mutua entre dominadores y dominados se da tanto en términos negativos
como positivos como mecanismo de dominación pero también de resistencia (Taussig, 1984). 29 Michel Foucault analiza el papel de los expertos como poseedores de conocimiento que les permite ejercer control y
poder sobre eso que conocen. Es lo que el autor llama un sistema de saber-poder (Foucault, 1976).
49
participan y se reparten al final del día por igual lo producido ya que así lo habían pactado
desde un principio.
Dentro de la vortechía se tiene gran respeto al valor de la palabra y por eso no se dan
acuerdos por escrito. Esta alianza demuestra la coherencia de un gitano entre lo que dice,
hace y piensa. Si no se cumple lo pactado la vortechía se rompe y se puede entrar en
conflicto. El afectado puede acudir a la Kriss Rromaní para que solucione el
incumplimiento. Generalmente siempre se cumple la palabra de lo pactado en la vortechía.
Este pacto puede compararse con la minga ya que ambas tratan del trabajo colectivo para el
bien común. Al trabajar en conjunto se trabaja más rápido y mejor. Es una manera de
desafiar al individualismo al que lleva el estilo de vida occidental fortaleciendo lazos entre
los participantes que valoran altamente el valor de la palabra y su compromiso.
3.4 Dinero o lové
El manejo del dinero de los gitanos está relacionado con el concepto que tienen de vivir el
aquí y el ahora junto con el principio de no acumulación. Para los gitanos sólo existe el
presente. No se planifica ya que el futuro se cree que siempre será incierto y que el pasado
es imposible de transformar. Por lo tanto, lo verdaderamente importante es lo inmediato
sobre lo cual se puede ejercer cierto control. La vida es lo que sucede en el aquí y el ahora.
Por eso se gasta lo que se tiene sin importar que después ya no se tenga nada. Para un
gitano lo más importante es quedar satisfecho y compartir con su familia y la kumpania.
“Uno trabaja es para la mujer. Uno llega y tome. Gástelo (el dinero), bótelo, haga
lo que quiera porque “hoy tenemos, mañana no sabemos”. Por eso nosotros
trabajamos el día a día y vivimos nuestra libertad, gracias a Dios, muy bonita.
Nosotros cogemos nuestra carreta y nos vamos a vender nuestros artículos,
sabemos que nos vamos pero no sabemos cuándo regresamos. Y cuando tenemos
ese dinero no lo gastamos por el camino y lo que trae uno a la casa se lo da a la
familia para que compren o hagan lo que quieran. Uno trabaja para ellos.”
No todos los días se tiene recursos económicos por ello cuando se tiene se gasta e invierte
sin pensar que va a suceder después. El prestigio y reputación de un gitano aumenta en la
medida en que pueda realizar diferentes rituales y ceremonias en las que participan todos
los miembros de la kumpania como por ejemplo en matrimonios o abiav y en la pachiu o
50
pachivas (plural). Las pachivas son fiestas o reuniones que se hacen para homenajear a
alguna persona que viene de visita. Consiste en hacer sentir bien al visitante ofreciéndole
una reunión en la que se prepara comida tradicional, danzan las mujeres y se toca música
gitana. Durante estas celebraciones también se aprovecha para tratar de establecer alianzas
de tipo matrimonial con los visitantes. Tosa explica que
“Cuando una familia viene a la casa de uno entonces uno le dice a la familia
“bueno hijas, aquí vino mucha gente. Van a querer casar a sus hijos entonces yo no
quiero que ustedes sean bobas y sean tímidas y se escondan. Vístanse y pongan una
danza” Entonces mientras ahí estamos comiendo, mirando, charlando ya se calma
la gente y salen las chicas a bailar la danza.”
Estas fiestas se celebran para los gitanos que vienen desde otras tierras buscando
reciprocidad. Es decir que se espera que cuando el anfitrión de la fiesta o sus familiares
visiten otras casas gitanas sean tratados de la misma manera. La hospitalidad no sólo se
limita a la pachiu sino a tener otra serie de atenciones como ofrecer hospedaje y ayudas
para que los visitantes puedan mantenerse durante su estadía. Tosa comenta que no pagan
ni hotel ni alimentación cuando llega a donde otro gitano, no importa el país.
“Al yo llegar a cualquier país donde haya gitanos, porque ellos están regados por
todo el planeta. Por todo el planeta, óigase bien. Y los localizamos y hablamos, esa
persona me brinda la casa. Esa persona me dice: mire yo le ayudo en todo lo que
usted quiera, tiene casa, le pongo el carro a disposición, trabaja con nosotros, le
ayudamos a sacar un permiso para que también trabaje y se gane un peso o dos. Él
nos brindó ese favor porque el día de mañana él llega a mi país, o si no llega él
llegan los nietos, los hijos o los hermanos o los tíos y se les brinda la misma
atención que él nos dio.”
¿Imagen de un bien limitado?
La noción de tener únicamente lo necesario y de no acumulación para crear riqueza se
puede relacionar con el concepto de la “Imagen del bien limitado” –Image of Limited
Good- trabajado por George Foster (1965) en su obra Peasant Society and the Image of the
Limited Good. El autor plantea que los campesinos mejicanos de Tzintzuntzan tienen la
creencia de que existe una cantidad limitada de bienes (suerte, salud, dinero, amor, amistad,
respeto, estatus) por lo cual todas las personas deben compartir equitativamente lo que hay
51
dentro de la comunidad. Siguiendo este planteamiento, específicamente en el caso del
dinero como un bien limitado, los gitanos sostienen que se trabaja para la familia y se gasta
el dinero tan pronto se obtiene. En casos en los que se consigue una acumulación de riqueza
se procede a compartirlo con los demás. Al igual que los campesinos de Tzintzuntzan, los
gitanos realizan eventos suntuosos en los cuales se invierte una cantidad considerable de
dinero en lo que se invita a su comunidad a participar. Esto con el fin de redistribuir la
riqueza que puede tener acumulada una familia y reestablecer la equidad. Entre los gitanos
las manifestaciones de solidaridad, reciprocidad, ayuda mutua y redistribución son parte
fundamental de la cultura. Este tipo de control sobre el manejo del dinero funciona como un
dispositivo cultural que permite que los niveles de vida se mantengan equitativos evitando
así la dominación de un grupo sobre otro en una sociedad idealmente equitativa.
Para los gitanos el dinero se emplea para mantener la unión de la comunidad al compartirlo
y contrastan su uso al que hacen los gadzhé ya que consideran que entre ellos el dinero
lleva al individualismo, egoísmo e insolidaridad. A pesar de ello, los gitanos también
entienden al dinero como medio para relacionarse económica y comercialmente con la
sociedad mayoritaria. La elección de dinero para intercambio comercial se puede entender
nuevamente desde el principio de no acumulación y la necesidad de vivir únicamente con lo
necesario. Esto se mantiene desde la época en la que el nomadismo era más recurrente en
esta población. En ese entonces se vivía sólo con lo necesario y la acumulación de bienes
era un obstáculo para la movilidad.
3.5 Nomadismo
El nomadismo implica más que todo una manera de ver el mundo y desempeña funciones
relevantes en el ámbito social, económico y cultural que garantiza la permanencia gitana
como un pueblo diferenciado. A nivel social el nomadismo posibilita el encuentro e
intercambio entre patrigrupos. Esto es importante para la construcción de alianzas entre
vitsi y para el alejamiento de los conflictos que se pueden presentar dentro de los
patrigrupos adversarios. A nivel económico se refiere a los oficios autónomos que no crean
dependencia de terceros, el nomadismo contribuye a la supervivencia de su economía ya
que permite una mayor adaptación y flexibilidad a las demandas del mercado.
52
Para los gitanos, la posibilidad de itinerar es sinónimo de buena calidad de vida. Mientras
se tenga libertad de desplazamiento el sentimiento de bienestar es mayor en contraposición
a la enfermedad30
que causa el sedentarismo. Entre los malestares que se producen por una
prolongada quietud se encuentra el estrés, presión alta y depresión. La cura para estos
malestares es distraer la mente, especialmente con trabajo que les permita moverse. Aunque
algunos gadzhé tengan empleos que involucren un movimiento constante para los gitanos
siguen siendo sedentarios. El nomadismo es una esencia. Los gitanos de Bogotá siguen
siendo nómades aunque no se estén movilizando constantemente. El acto físico de viajar es
importante pero lo es aún más el sentimiento nómade. Tosa explica que
“Al gitano nunca le gusta estarse quieto. Se enferma en una parte. Uno se está en la
casa con la familia máximo 15-20 días, al mes ya se desespera y se enferma uno y
tiene que irse. Recoge uno su mercancía y se va para donde sea. Para algún pueblo,
para alguna ciudad, para algún país. Uno viaja mucho con la familia. Uno le dice a
la esposa “bueno, aliste las maletas que nos vamos” Alistamos 2 o 3 camionetas y
nos vamos a vender nuestros artículos. Las pailas de cobre, todo lo que es en cobre
y ahí mismo a las ciudades que vamos llegando vamos mirando para comprar las
bestias, vender las bestias, vendemos también sillas de montar, bueno de todo
hacemos en el camino. Pero no nos gusta estarnos en un solo lugar quietos.”
Cuando un gitano no viaja o ha permanecido mucho tiempo en un lugar este siente que su
nivel de vida empeora y que pierde estatus frente a los demás gitanos. Entonces la
posibilidad de itinerar se convierte en un indicador de bienestar. Si un gitano no se mueve
con frecuencia es un gitano que está muriendo poco a poco. Al perder estatus por no
itinerar la reputación de ese gitano se pone en cuestionamiento ya que queda en un estado
ambiguo e indefinible en el sentido de Douglas (1973) porque se acerca al estilo de vida
sedentario gadzhé y por ello debe buscar la manera de ratificar su posición para ser
reconocido nuevamente como gitano.
Territorio
30 Entre los gitanos la salud y la enfermedad están asociadas al equilibrio entre la vida material y espiritual. Es una mezcla
entre bienestar y bienser. La enfermedad asociada a la precariedad económica por falta de trabajo que lleva a afectar la
parte espiritual ya que no se puede viajar para laborar, además no se tiene para pagar una dote de matrimonio, no se puede
hacer fiestas. Entre las enfermedades físicas se encuentran las cardiovasculares por consumo elevado de carne de cerdo,
uso del tabaco, consumo de alcohol. No existe el concepto de prevención, sólo se acude al médico en caso de urgencia y
es común la automedicación (Gómez, 2010: 54).
53
Los gitanos son calificados como un pueblo aespacial, es decir, que no requiere de
territorios propios (Gómez, 2010: 96). Cuando los gitanos se trasladan llevan consigo su
cultura y tradiciones ancestrales junto con sus formas y contenidos territoriales a cuestas.
Como indica Maurice Godelier (1989) en su texto Lo ideal y lo material: pensamiento,
economías, sociedades, el territorio es un espacio socialmente construido. Son los actores
sociales los que intervienen en determinados espacios definiéndolos y delimitándolos. Los
gitanos se encargan de recrear territorios en cada lugar al que llegan sin que la apropiación
sea definitiva. No tienen un territorio fijo a pesar del evidente proceso de sedentarización
por el que atraviesan en Bogotá. Sin embargo no crean un apego al lugar de vivienda ya que
están preparados para dejarlo en cualquier momento. Una evidencia de ello es que una gran
mayoría de ellos vive en arriendo lo cual no los ata a una vivienda propia y pueden cambiar
de residencia cuando las circunstancias lo permitan31
. Ellos despliegan su itinerancia en
territorios que consideran que no les pertenecen sino a las comunidades que los ocupan.
Siempre se encuentran inmersos en un territorio de “otros” con los cuales las relaciones
históricas han sido hostiles porque su modo de vida no se ajusta a los sistemas propios de
organización sedentaria.
Debido a su compleja relación con los gadzhé, los gitanos han optado por habitar espacios
marginales y de menor interés para los particulares. Por ejemplo, en Bogotá se estima que
los barrios32
habitados por gitanos pertenecen al estrato dos33
. La elección de estos lugares
obedece a una lógica de querer mantener un bajo perfil al no generar competencia
económica ni política para la sociedad mayoritaria y así continuar un estilo de vida casi
secreto. Es por ello que existen territorios gitanos dentro de territorios gadzhé. En esos
espacios de interrelación se manejan una serie de exclusividades negativas y positivas que
permite interacción con los particulares en algunos contextos mientras que la prohíbe en
otros. Esto permite mantener unas fronteras étnicas que permitan la supervivencia de los
31 Tanto los gitanos del barrio de Santa María de Itagüí (Antioquía) como los de La Pradera de Dosquebradas (Risaralda)
que se encontraban desde hace varios años viviendo en casas decidieron migrar un día después de vender sus casas
(Gamboa, Gómez & Peternina, 2000: 39). 32 Los gitanos se encuentran mayormente localizados en los barrios Galán, San Rafael, La Igualdad, Primavera, Nueva
Marsella, La Pradera, Bosque Popular y San Fernando (Gómez, 2010). 33 Según el Departamento Nacional de Estadística -DANE- ¨La estratificación socioeconómica es el mecanismo que
permite clasificar la población en distintos estratos o grupos de personas que tienen características sociales y económicas
similares, a través del examen de las características físicas de sus viviendas, el entorno inmediato y el contexto urbanístico
o rural de las mismas". Los municipios y distritos pueden tener entre uno y seis estratos, dependiendo de la
heterogeneidad económica y social de sus viviendas. Bogotá se clasifica en seis (6) estratos.
54
gitanos dentro de ciudades que tienen fuerte tendencia a buscar la homogenizar a sus
habitantes. Los gitanos para sobrevivir han tenido que encerrarse en sí mismos con sus
leyes y tradiciones para crear una barrera de protección.
55
CAPÍTULO IV
El mantenimiento del zakono se complicó en el momento en que los gitanos abandonaron la
vida en toldos o carpas, tzera, para pasar a habitar casas hacía la década de 1970. Este
cambio llevó a que se fragmentara el estilo de vida gitano al que estaban acostumbrados.
Desde ese momento se evidencia la pérdida de costumbres influenciada por la interacción
con los gadzhé que se hacía cada vez más frecuente.
4.1 De carpas a casas
De niña Nubia vivió en carpas cuando los gitanos practicaban un nomadismo recurrente en
el territorio nacional. Cuando llegaban a los pueblos buscaban espacios baldíos para armar
el campamento. A pesar de que la relación con los habitantes de los pueblos era
complicada, Nubia recuerda esos momentos con alegría y nostalgia.
“Yo alcancé a vivir en las toldas. Sí. La vida era buena. Pues estábamos un poco
complicados con todo porque nos tocaba cargar agua en los baldes para cocinar. A
veces íbamos a pedir agua y no nos daban. Llegábamos con los toldos a los pueblos
y venían y nos echaban, la policía. No nos dejaban acampar. Cuando
acampábamos pedíamos luz, agua y no nos daban. Y cocinábamos con una forja de
esas que hacen viento. Pues no era tan bueno porque era como complicado todo.
Pero vivíamos muy sabroso. Muy sanos todos.”
Nubia recuerda que solía andar descalza y sucia. No se podían bañar porque no tenían agua
para asearse y la que conseguían la empleaban para cocinar. Cree que ello alimentó el
imaginario que son sucios por el hecho de ser gitanos sin que se tengan en cuenta las
situaciones en las que se les dificultaba el acceso a recursos como el agua.
“No nos bañábamos nunca porque no había agua. Por eso es que la gente nos dice
que los gitanos somos sucios. Porque en ese tiempo no se bañaba ninguno ¿dónde
nos bañábamos? Que no había donde. La gente no nos daba agua. Íbamos a pedir
agua y no nos daban. Nos decían: “Gitanos, cochinos, sucios váyanse de aquí”. En
todas partes que íbamos. Entonces andábamos descalzas, corríamos por todas
partes, sin bañarnos sin peinarnos, todas sucias. Esa era la infancia de nosotras.
56
Jugábamos, solamente jugábamos. Cogíamos los animales, agarrábamos las
gallinas, todo eso así.”
El cambio de vivienda de carpas a casas lo vino a tener en el barrio Galán en el que reside
actualmente. Cuando llegaron alcanzaron a vivir un tiempo en carpas pero luego se pasaron
a casas porque les ofrecía mayor seguridad y comodidad34
. Nubia explica que se pasaron a
casas “porque una carpa como esas ya no se puede poner, le quitan a uno todo”. Tanto en
Bogotá como en otras ciudades del país se dieron cambios que llevaron a que los gitanos se
vieran obligados a vivir en casas. El primero fue el proceso de urbanización durante la
década de 1970, que redujo los espacios para acampar, y la creciente violencia
(narcotraficantes, guerrillas y paramilitares) que azotaba al país (Martínez, 2008: 37-38) y
de la cual los gitanos no lograron escapar35
.
Se considera que el paso a vivir en casas impactó profundamente las costumbres gitanas.
Las familias extensas que antes compartían un espacio común amplio y abierto se
dividieron y distanciaron en espacios limitados como, lo son para los gitanos, las casas.
Según Nubia el cambio los dispersó por distintos barrios
“Buscamos casa y queremos estar juntos otra vez pero es muy difícil. Nosotros
vivíamos en la Igualdad y nos tocó venirnos para acá porque allá no
encontramos. Difícil encontrar casa. Y le piden a uno muchas cosas: tres
fiadores, tienen que pagar adelantado dos meses. Por eso, entonces por eso nos
retiramos unos de los otros. Pero solamente nos ajuntamos cuando hay una
fiesta. Celebramos los 15, el matrimonio, diciembre, el nacimiento de un niño.”
Se rompieron espacios de socialización en lo cotidiano. La relación entre los mayores y los
jóvenes es cada vez menor, lo cual lleva a que no se transmitan satisfactoriamente los
conocimientos de una generación a otra. El distanciamiento de las costumbres tradicionales
también se debe a que los jóvenes gitanos se sienten atraídos por la cultura de los gadzhé.
En consecuencia se hizo necesario regular la relación que se establece con ese “otro” y que
es considerada como un contaminante cultural (este aspecto será tratado más adelante).
34 La kumpania de Medellín en 1970 decidió que los que querían vivir allí debían hacerlo en casas por su seguridad ya que
habían sido víctimas de continuos robos. Compraron lotes en la Urbanizadora Nacional, se construyeron unas 40 casas y
ese barrio, Santa María de Itagüí (Antioquia), fue bautizado como el barrio de los gitanos (Martínez, 2008: 147). 35 Los gitanos han sufrido la violencia directamente, esto incluye extorsión, desapariciones, asesinatos y desplazamiento
forzado (Gómez, 2010: 103).
57
4.2 Cambios
Los principales cambios que pueden observarse en la cultura gitana se encuentran en la
forma de vestir y en ciertas creencias que han sido reemplazadas por las que predica la
iglesia Evangélica36
de la que una gran cantidad de gitanos hace parte.
Religión Evangélica
Antes los gitanos pertenecían a la iglesia católica pero ahora una gran cantidad de gitanos
de Bogotá hacen parte de la iglesia evangélica. Verónica explica que
“Antiguamente todos éramos católicos lo que pasa es que uno va viendo las cosas.
Le van hablando a usted del evangelio y uno mismo es el que decide. Si usted es
católica y de pronto va a una iglesia y ve que su salvación está ahí. Eso está en la
conciencia de cada persona. Dios nos llama por aparte a cada uno, entonces yo
digo que Dios a cada uno le muestra lo que él quiere.”
Esta participación ha producido cambios como, por ejemplo, el ya mencionado en la
quiromancia -despojada de magia y entendida ahora como consejería- y en la forma de
celebrar matrimonios en los cuales la ceremonia es realizada por un pastor. Existen pastores
gitanos que tienen sus propias iglesias. Tosa comenta que
“Hay una tribu que está aquí que son los bolochoc. Ellos hicieron una iglesia y van
solamente gitanos, ahí vamos todos. Pero hay unos que van a los particulares, que
son los gadzhé. Entonces los que quieran ir a donde los gitanos van. Aquí tengo al
frente tengo la iglesia pentecostal. Va todo el mundo, yo voy ahí porque me queda
cerquita. Celebran bodas, paseos, bautizos, también van a campamentos que los
llevan fuera de Bogotá pero hablan es puro de Dios. Cantan, oran.”
Con este paso a la iglesia evangélica se ha perdido la creencia en la influencia de los
espíritus de los muertos en los vivos, la lectura de la suerte, en general de lo que se no va
acorde con lo que dice la Biblia. Por ejemplo, antes se guardaba respeto a los muertos
guardando luto por un año o dos, Tosa explica
36 Los gitanos practican libertad de culto y así como hay católicos, hay mormones, hay evangélicos. Particularmente la
iglesia evangélica se caracteriza por la creencia en la trinidad, la salvación por medio de la fe en Cristo y la certeza en las
consignas de la biblia.
58
“A veces ni se bañaba uno, permanecía degenerado sin peinarse. Dos, tres días sin
bañarse. Pero hoy en día se muere alguien y lo primero es “espere un momento me
voy a bañar”. Hoy en día se murió, lo enterraron y hasta luego. Cuando se moría
un hijo era un año o dos años que le guardaba luto la mamá y el papá y vestía de
negro. Eso era antiguamente, hoy en día no. Se murió y a los 10 minutos los chinos
prendieron el televisor, el radio y dicen para que le vamos a guardar luto si él está
con Dios si era evangélico.”
Así mismo se tenía un ritual sagrado relacionado con la muerte llamado pomana que se ha
perdido casi en todo en el país por interferencia de la iglesia evangélica. Este ritual
consistía en una cena compuesta de frutas, carne, velas, y otros elementos para honrar a la
persona que murió. Para esta ocasión se escogía a la persona más querida del fallecido y se
le compraba una muda de ropa para que la estrenara y acompañara el ritual (Gómez, 2010).
Antiguamente se consideraba que los muertos influenciaban la vida de los vivos porque
hacia parte activa de la comunidad, en la actualidad cuando la persona muere deja de hacer
parte de la colectividad y de intervenir en los designios de vivos.
Vestimenta
En cuanto al vestuario se mantiene el uso de faldas largas por parte de las mujeres. Esto ha
perdurado en cierta medida a la participación en la iglesia ya que hay preferencia por el uso
de faldas, ya no de colores fuertes, pero al menos se perpetúa su uso. Pero otras prendas
como el uso de la pañoleta en la cabeza que se empleaba para distinguir a una mujer casada
de una soltera ya no se aplica. Tosa dice que a las mujeres ya no les gusta vestir las faldas
de gitana porque las discriminan si las ven así.
“Costumbres sí se perdieron varias. Digamos la gitana se conocía cuando era
casada usaba la pañoleta y entre ustedes es la argolla. Cuando ustedes se van a
casar les dan el anillo de compromiso. Nosotros le poníamos una cintica en la
cabeza que eso quería decir comprometida y cuando ya usaba la pañoleta, son
casadas. Se ha perdido mucho.”
Para Nubia es una pena que ya no se utilice la pañoleta en la cotidianidad ya que así se
podía distinguir las casadas de las solteras. Ahora “para saber se riega el comentario de cuál
es cuál”. Los trajes tradicionales se usan únicamente en festividades en las que se reúnen
solamente familias gitanas, por ejemplo, los hombres usan blue jean, botas, el sombrero
59
texano, chaleco y una correa con una chapa grande. Sobre todo es en los matrimonios,
celebración de 15 años y presentaciones de danza que se observa el vestuario tradicional
gitano en todo su esplendor. El traje de las mujeres se compone de faldas de colores
llamativos (rojo, verde, azul, amarillo), blusa con manga larga, zapatos de tacón puntilla
(siempre altos), pañoleta en la cabeza de ser el caso y también se usan adornos como
collares, pulseras y aretes. En la cotidianidad se teme y se siente vergüenza de usar esa
vestimenta ya que se sienten discriminados por los gadzhé quienes tienen el imaginario que
los gitanos son ladrones y, si estos salen con la vestimenta tradicional, se vuelven blancos
de las miradas, especialmente, de los entes de seguridad
“Si entramos a un centro comercial se nos viene la seguridad o el wachiman y yo
varías veces he peleado con ellos, no peleado de puños, sino de “un momentico
señor, si nos va a echar tiene que empezar a echar a los que son, no a los que no
son. Nosotros venimos es a comprar.””
Además, a las jóvenes ya no les resulta atractivo vestirse de esa manera. La sociedad de
consumo las ha llevado a interesarse en vestirse como una mujer particular en su
cotidianidad. Lo mismo sucede con los hombres gitanos. Al respecto Tosa dice que cuando
les hacen poner un vestido gitano algunas se “sienten mal”, “cree que está disfrazada y ahí
mismo se lo quita. Ya se ponen pantalones. A nosotros no nos gusta eso porque queremos
ser como éramos primero pero se perdió eso”.
A parte de la vestimenta, el idioma es otra de las tradiciones que, como ya se había
mencionado, está perdiendo fuerza. Los hijos ya no hablan en rromaní con sus padres sino
en español. Tosa explica que en el pasado hablar en español entre gitanos era un irrespeto
pero hoy día se pasa por alto. El idioma español empleado como medio de comunicación
necesario únicamente para hacer negocios comerciales con los gadzhé ahora se adentra en
la cotidianidad gitana a través de sus hablantes que debilitan el rromaní al no practicarlo en
casa. Esto pone en tela de juicio la pertenencia al grupo gitano de aquellos que no lo hablan
correctamente o que no lo emplean en la cotidianidad.
Frente a esta situación de cambio en las costumbres lo único que se puede hacer, según
Tosa, es luchar para mantener las pocas que todavía se mantienen. Se trata de buscar un
equilibrio entre lo propio y lo que se toma de la cultura de los gadzhé, buscar conservar lo
60
que les conviene a los gitanos para poder seguir manteniéndose como grupo diferenciado.
Los gitanos experimentan una situación dialéctica de terror y seducción que, según Taussig
(1984), empleó el colonialismo para subyugar a los pueblos indígenas. Los gitanos se
encuentran ante esa misma ambigüedad en la que se teme a ese “otro” dominante por el
peligro que representa para su cohesión como grupo pero que al mismo tiempo resulta
atractivo de seguir por lo cual se puede de hablar de un juego de “tire y afloje” en el que se
adoptan algunas medidas para no dejarse asimilar.
4.3 Relaciones con los gadzhé
Debido a que los gitanos viven y comparten el mismo espacio con los gadzhé se da la
necesidad por parte de los primeros de mantener sus límites étnicos por medio de la
regulación de la vida social a partir de permisiones y prohibiciones de interacción entre
ambos grupos. De la conservación de este límite dependerá la continuación de este grupo
como unidad étnica (Barth, 1976). A pesar de permitirse compartir en ciertas circunstancias
con los gadzhé, los gitanos mantienen distancia y los excluyen de sus prácticas. Por ello en
caso de que algún miembro se vincule con ese “otro” de una manera que no es debida, por
ejemplo en matrimonio, este gitano también será excluido de la comunidad.
4.3.1 Dependencia
Los gitanos dependen de su relación con los gadzhé para poder comerciar y sostenerse
económicamente. En estas negociaciones se establecen lazos de amistad entre ambas partes
pero limitadas a esa esfera y a la cordialidad de convivencia en los barrios.
“Tosa: Nosotros opinamos bueno porque nosotros vivimos de ellos. Porque nos dan
trabajo. Ellos son los que compran nuestros animales, las bestias. Seres muy buena
gente, personas muy queridos. Nubia: Pues hay unos buenos y hay unos malos.
Tosa: Pero para mí todos son muy queridos.”
Verónica mantiene amistad tanto con particulares con las que estudió como con clientes a
los que les ha leído la mano.
“Yo sí tengo amigas particulares. Nosotros vivimos en un lugar donde hay gente
particular entonces uno no puede hacerle mala cara al vecino a la vecina porque
no se puede. Yo no soy súper amiga de una persona particular que vaya y le cuente
61
mis problemas pero tampoco soy enemiga. Yo brindo mi amistad a quien la quiere y
si se puede pues sí. Pero yo tengo mis amigas particulares y las quiero mucho.”
Este tipo de interacciones se asemeja a las relaciones establecidas entre los grupos negros y
emberá del Chocó. Según Anne Marie Losonczy (2006) se definen espacios de intercambio
económico interétnico entre ambos grupos pero siempre marcados por unos límites
materiales y simbólicos. A pesar de las sociabilidades construidas entre ambos grupos, se
manejarán unas pautas culturales para cerrar o abrir las fronteras entre ellos. El comercio
con los gadzhé permite una interacción con los gitanos pero esto no significa la entrada de
los unos al círculo cultural del otro. En el caso de los gitanos, por ser una minoría, corren el
riesgo de que sus miembros se vean seducidos por la cultura mayoritaria y decidan adoptar
sus costumbres y olvidar las propias. Es por ello que estas relaciones de dependencia
económica que acerca a ambos grupos no siempre son convenientes. Este es el caso de los
jóvenes gitanos que empiezan a laborar desde temprana edad y las amistades que mantienen
con los gadzhé que los influencia fácilmente a adoptar el comportamiento de los
particulares. Esto no es aprobado por los padres de los jóvenes que tratan de convencerlos
de que hacer lo que hacen esos “otros” está mal. Al respecto Tosa comenta que
“Hoy en día ellos también tienen muchos amigos particulares y ven lo que hacen
los amigos. Ellos vienen nos comentan y nosotros les decimos que no, que eso no se
hace. Antenoche mi hijo me cuenta que él tiene un amigo que tiene tres, cuatro
novias. Entonces yo le dije “y ¿usted cree que eso es ser hombre?” Uno si tiene una
novia es para respetarla y casarse. Porque esa niña en esa casa es una reina, así
sea pobre, pero es reina. Pero si la van a sacar para casarse y darle una mala vida,
no lo haga. No se guie por ese amigo, hombre. Guíese más bien por sus amigos que
son de la comunidad. Porque nosotros a la mujer la valoramos bastante. Conocen a
los amigos en el barrio, en cualquier parte tienen amigos, en cualquier ciudad.
Como negocian, que amigos no tiene uno. Vendiendo carros uno tiene hartos
amigos, vendiendo caballos también.”
Se considera que los jóvenes deberían tener amigos gitanos que por ser de la comunidad no
los van a inducir a hacer las “cosas malas” que al parecer hacen los particulares. Además,
parece que la sociedad quisiera asimilar las diferencias al homogenizar a las personas que
viven dentro de ella al llevarlas a actuar de la misma manera. Aunque los gitanos han
tratado fuertemente de mantenerse al margen de la sociedad gadzhé, su misma situación ha
62
hecho necesario que conozcan cómo funcionan las sociedades en las que se establecen. Es
por medio de este conocimiento que pueden crear estrategias para poder adaptarse a las
situaciones que se les vaya presentando. Por medio de la creatividad se puede llegar a
mantener la cohesión cultural concibiendo nuevas formas con elementos y principios
culturales de diferentes fuentes (Losonczy, 2006). Tosa explica que tratan de seguir lo que
les enseñan en la escuela a sus hijos y aprenden con ellos porque consideran necesario que
aprendan tanto de su cultura como de la del mundo de los gadzhé. No considera que sea
dañino porque es una ayuda para que puedan defenderse en el contexto en el que viven
“Cuándo están con los particulares ya saben cómo portarse y cuando están con los
gitanos ya saben cómo portarse. Entonces se la están jugando y eso es ser un gitano
vivo. Pero si vamos a aprender a hacer un solo vaso y ya no nos compran entonces
¿ya qué hacemos? Hasta ahí llegamos. Pero si usted hace esto, esto y esto siempre
y cuando no faltar al respeto. Eso es lo más sagrado, lo más importante.”
Al contrario del cocimiento que tienen los gitanos sobre el mundo de los gadzhé, éstos
saben poco de ellos a pesar de llevar compartiendo el mismo espacio por varias décadas. Al
parecer a los gadzhé les basta el conocimiento que adquieren a través de los estereotipos.
En este aspecto los gitanos también dependen de la relación de amistad para eliminar esos
imaginarios negativos que de ellos se tiene con el fin de alcanzar reconocimiento y eliminar
la discriminación que hacia ellos se da.
4.3.2 Exclusión
En Bogotá se tejen buenas relaciones entre gitanos y gadzhé. Se tiene una opinión positiva
sobre ellos pero así mismo se piensa que como hay buenos particulares también hay malos.
Un gitano nunca le compartirá la totalidad de su cultura a un particular.
“Nosotros a ellos no le vamos a enseñar todo. Aquí yo le estoy dando una entrevista
porque ya viene usted recomendada. Hablaste con mi sobrino Sandro y Lucero que
son los representantes legales de la organización. Pero así a mis amigos yo no les
cuento nada de mi comunidad. Yo no les digo ni blanco ni negro. Los vecinos son
lindos, todos nos quieren en todos los barrios y ciudades tan pronto saben que
somos gitanos.”
63
A pesar de las buenas relaciones que se puedan tener, en general los gitanos ven en los
gadzhé todo lo que ellos no son. Se puede empezar analizando la denominación propia y la
otorgada a ese “otro”. Los gitanos en su lengua son Rrom que significa “persona
inteligente” y llaman gadzhé a aquellos que no son gitanos. Levi-Strauss (1969) explica que
sólo se trata de saber hasta dónde se extiende la connotación lógica de la idea de
comunidad. Al igual que los esquimales de Norton Sound se definen como “pueblo
excelente, completo” y llaman “huevo de piojo” a las poblaciones vecinas (Levi-Strauss,
1969), los gitanos no consideran a los gadzhé dentro del mismo concepto de persona sino
como un ser diferente fuera de la comunidad. Cuando gitano se sale de los límites del grupo
pierde esa característica de “persona inteligente” que tenía por el hecho de pertenecer a la
comunidad. Lo que buscan los gitanos es mantener alejados a los suyos de los gadzhé y
para ello buscan hacer parecer poco atractiva la cultura particular para que sus miembros no
se interesen en hacer parte de ella. Los gitanos han creado sus propios imaginarios sobre la
sociedad mayoritaria. Según ellos, los gadzhé tienen muchos vicios y no valoran la vida lo
cual se evidencia en el alto índice de crímenes que perpetúan en contraste con los
conocidos por gitanos. Nubia y Tosa explican
“Pregúntele a su mamá, a su papá “mamá antes de que usted distinga un gitano
¿en qué periódico hay un gitano marihuanero, cocainero, traficante, asesino?”
Nubia: Nunca. Tosa: En cambio tienen ustedes a Pablo Escobar, no más con eso.
Nubia: Si hay problemas nos salimos de ahí. No queremos problemas con la gente
particular. Si debemos plata pagamos porque nos da miedo que nos hagan algo.”
Se teme desencadenar situaciones negativas con los gadzhé por lo cual se trata de evitar el
contacto con ellos. Según Sartre (1983) el miedo es una emoción37
, una conciencia que
pretende negar un objeto que aparece como un peligro o una amenaza. Los gitanos al huir
del encuentro con ese “otro” peligroso lo que están haciendo es negar y suprimir la
existencia de los gadzhé. Se niegan a percibirlos con lo cual suprimen simbólicamente su
eficacia (Sartre, 1983) y poder sobre ellos.
37 La emoción es una manera de aprehender el mundo y de transformarlo. Por medio de la percepción emocional se dota
de un significado propio y subjetivo a los fenómenos, la realidad, y experiencias. Se recurre a la emoción para disminuir,
sustituir o rechazar una conducta que no se quiere o puede realizar (Sartre, 1983).
64
Otra manera que empelan los gitanos para alejarse de los gadzhé es considerarlos marimé38
,
es decir, impuros, contaminados, intocables. No es lo mismo estar sucio o melalo que estar
en marimé. Este se refiere más a un nivel moral39
y de valores. Sus conceptos de limpieza e
impureza van más allá de higiene y estética y debido a que los gadzhé no pueden entender
este código siempre serán considerados marimé. Al ser impuros están contaminados, “una
persona contaminadora siempre está equivocada” (Douglas, 1973: 154), y representa un
peligro potencial de contagio para alguien. Tosa comenta que el marimé
“Es una palabra muy fuerte y delicada. Por ejemplo cuando la esposa mía va a dar
luz en la casa. Dio a luz, ella ya quedó sucia, puerca ya no puede verla nadie. Sólo
los de la casa podemos quedarnos. Aquí no viene ni una visita hasta que no lleven
al niño a la iglesia y le echen agua bendita o hasta que lo bauticen vuelve y queda
limpio. El marimé es una palabra que dejaron nuestros ancestros que era violento.
Pongamos se cayó la cuchara al piso, quedó marimé, a la basura. Hoy en día se cae
y se guarda. Ya también quedó fuera de base. Esa tradición se perdió40
.”
El marimé es uno de los procedimientos más arraigados que tienen los gitanos para
diferenciarse y separarse de los gadzhé (PRORROM, 2005) ya que al entrar en marimé
dejan de ser gitanos. Se usa como herramienta de control social y está permanentemente
arraigado como símbolo de reacción en diversas circunstancias de cotidianidad de la vida
gitana. Este código lleva a que los gitanos sean cuidadosos41
con sus actos para no caer en
estado de marimé. Mary Douglas (1973) explica que la suciedad, en el sentido de marimé,
ofende el orden ideal de una sociedad, la cual es custodiada por peligros que amenazan a
los trasgresores. Son precisamente esos “peligros” de contaminación los que trazan los
límites del grupo, es una suerte de superioridad gitana sobre los gadzhé. Al ser impuros y
sucios no pueden incluirse en el orden gitano.
38 Esta palabra es difícil de traducir con una sola palabra al español ya que dependiendo del contexto en el que se la
ubique puede significar distintas cosas. Se puede decir que marimé es algo así como lo impuro, lo contaminado, lo turbio,
lo intocable. 39 No todas las creencias de contaminación se ajustan a las reglas morales de una sociedad. Se relacionan indirectamente
“en la medida en la que llaman la atención sobre el valor del comportamiento que de algún modo interesa a la estructura
de la sociedad” (Douglas, 1973: 179). 40 En algunos hogares gitanos se ha perdido la creencia en el marimé en el sentido de las prácticas cotidianas, como en el
caso de la familia de Toza, pero se mantiene en el caso de creencia de “peligro” o “daño” que genera la interacción con la
sociedad mayoritaria a las costumbres gitanas. 41 Se tienen hábitos higiénicos que hacen que ciertos objetos y utensilios sean de estricto uso personal. Ello hace que ni
siquiera al interior de la una familia se compartan elementos como el jabón o las toallas, que la ropa de los hombres se
lave en un momento diferente a la de las mujeres, que la limpieza del baño sea extrema.
65
Tomado de: Gómez, 2010: 56.
Al interior de la comunidad gitana son las mujeres casadas, por su conexión natural con la
menstruación y el parto (Hess, s.f.), quienes tienen la facultad de poner en marimé a los
demás y así ejercer control sobre los demás miembros para garantizar orden. La persona a
la que una mujer pone en estado de marimé queda marcada y asilada porque los demás no
querrán acercársele por temor a contagiarse. Por ello, una de las condiciones para que el
marimé tenga efecto real y deseado es que éste se haga público. El control de la mujer sobre
la mayor sanción moral de la kumpania la empodera dentro de una sociedad en la que
pareciera jugar un papel pasivo, se observa un juego de contrapoder en una sociedad
centrada en el hombre, en donde la mujer llega a tener el poder de controlar el destino de
los hombres. La mujer puede usar el marimé para castigar a su marido por alguna
inconveniencia en el hogar, como ausencia prolongada injustificada, de no responder con el
sustento de la familia (Gómez, 2010). Para que un gitano vuelva a un estado de limpieza es
necesario llamar a la Kriss Rromaní y buscar los mecanismos a través de esta para el
restablecimiento a la comunidad.
“Nubia: Entre nosotros no hay marihuaneros, no hay muchachos de esos que
matan, que roban. Tosa: Mire, pongamos que ustedes son una tribu de gitanos.
Pero si nuestros hijos andan con los de ustedes y nosotros vemos a los hijos de
ustedes comprando vicio y borrachos. Nubia: No los dejamos los apartamos.
Nubia: Y cuando vemos a una muchacha bien jodida, de esas que es picaras, y anda
la hija de nosotros con ella, la apartamos de ella. Verónica: y se acabó la amistad.
66
Nubia: Porque habla de ella y la que está con ella también. Y cuando hablan mal de
una muchacha ya no la pide nadie. Tiene que estar bien para que la pidan.”
De la misma manera que los gitanos crean imaginarios negativos de los gadzhé
(considerados como egoístas, “cuadriculados” e individualistas), para mantenerse alejados
de ellos, en la sociedad mayoritaria todavía se los discrimina teniendo en cuenta el
imaginario negativo, racista y despectivo de los gitanos que fue producido durante la Edad
Media europea que los califica como flojos, sucios, ladrones, vagabundos, mitómanos. Así
como se dispersó el imaginario caníbal de los indígenas del Cauca42
durante la conquista,
ambos imaginarios se asumen como verdaderos en la medida en que lo crea una proporción
elevada de personas (Pineda, 1987: 96).
“Tosa: Antiguamente nos decían que los gitanos éramos ladrones, que nos
robábamos a los niños. Les decían a los niños que no salieran a la calle que se los
roban los gitanos. Era el cuentico del costal que viene y se roba al niño. O se toma
la sopa o viene el del costal. Qué son ladrones, que son embusteros, que son
hechiceros. No, hoy en día no sabe la gente si son gitanos o no son gitanos.
Verónica: Porque es que lo que usted escucha cuando le dicen gitano lo primero
que se le viene a la cabeza es que roban niños y son ladrones. Usted pregunta
¿para usted qué es un gitano? Hay gente que dice ¿yo no sé qué es eso? Nunca he
escuchado. Pero hay unos que dicen “esos son los que roban niños, esos son los
que roban a la gente, cuando entran a un almacén esos son los que se roban todo”.
Pero eso es de antigüedad. Nubia: Eso viene de antes. Verónica: Eso es un mito.”
Debido al desconocimiento cultural que persiste sobre los gitanos se evidencia que todavía
se cree en esos estereotipos que llevan a que sean tratados con discriminación. Esta es una
manera en la que la sociedad de los gadzhé también busca mantenerlos al margen. Al
apropiarse del cuerpo de los gitanos por medio de representaciones, ya sean imaginarias y/o
gráficas (Taussig, 1984), los gadzhé le otorgan un carácter de realidad de la que se sirven
para justificar el trato que les dan. Esto es lo que Taussig (1984) llama fetichizar el relato,
es decir, dotar de un carácter de realidad a la representación que se hace del “otro” y que el
42 Pineda explora cómo, durante la época de la conquista, los indígenas del Ato y Medio Cauca propagaron temor y terror
a los españoles mostrándose como caníbales. Por medio de relatos y rumores se difundieron historias sobre los actos de
los que eran capaces los nativos de tal manera que los españoles empezaron a creer en ello y a usarlo como justificación
de su empresa esclavista y exterminadora. La eficacia de la propagación de esa imagen de los nativos fue tal hasta hoy día
todavía se piensa a la región del Valle del Cauca ligada al canibalismo (Pineda, 1987).
67
dominador utiliza para apoderarse del inconsciente colectivo y así justificar su proceder
frente a esas personas. Ana Dalila comenta que si los gadzhé ven una fortaleza la quieren
volver debilidad, “lo que tenemos de fortaleza lo vuelven estereotipo”. Estos imaginarios
llevan a que las personas particulares reaccionen frente a los gitanos de una cierta manera
precavida. Nubia explica que cuando usan sus faldas y van a centros comerciales los
guardias de seguridad “se les van detrás” porque creen que van a robar.
“Nubia: Entonces esos que nos hacen eso no los queremos. Tosa: Es el trabajo de
él mija. Nubia: A veces nos agarramos con la gente porque nos dicen que somos
ladrones. Tosa: Yo he ido a los centros comerciales y me ha tocado intervenir.
Nubia: Persigan a los ladrones de verdad, a los que roban, a los que matan. No a
nosotros que nosotros no robamos. O dónde escucho usted que un gitano está
preso, que robó, que mato. Nunca.”
Todo lo anterior también lleva a que los gitanos limiten su contacto con los gadzhé, como
por ejemplo en eventos. A las fiestas gitanas está prohibida la entrada a los particulares para
evitar malentendidos por diferencias culturales. Tosa comenta que no hay problema con
que vayan particulares a reuniones si es por cuestiones académicas pero sus hijos saben que
no pueden llevar amigos gadzhé.
“Así como lo hago yo lo hacen los demás. Porque el particular va y se tira la fiesta,
va allá y baila amacizado con una gitana. Entre nosotros no bailamos así, bailamos
sueltos. Esa gente va y hace algo y el problema es pa’ uno. Cuando hacen los
particulares fiestas nosotros no vamos. De pronto los jóvenes, uno o dos. Pero van
y se exponen a peligros. Los pueden matar, uno no sabe.”
Así mismo, los gitanos tampoco participan de eventos realizados por los gadzhé. Los
invitan pero no van por temor a que los particulares se involucren con las gitanas o
viceversa. Son situaciones que prefieren evitar. Tosa dice que “por educación decimos que
vamos más nunca llegamos.” Los momentos que comparten en la iglesia con los gadzhé
evangélicos se limitan a la oración. Comparten el mismo espacio y participan sin mezclarse
(Losonczy, 2006). Aun así, los gitanos prefieren no asistir a otros eventos que la comunidad
evangélica prepara.
“Tosa: Ahí si en la iglesia vamos a la que sea. Se mezcla todo el mundo. Uno está
es con Dios en ese momentico. Uno no está mirándola ni a usted, ni a usted ni a
68
usted. Uno va es a arreglar cuentas con Dios. Nubia: Es que uno va directo a orar y
a escuchar la palabra de Dios. Nos ajuntamos con ellos mientras pasa el culto,
cuando se acaba salimos y nos venimos.”
69
CONCLUSIONES
Los gitanos de Bogotá dependen en gran medida de la regulación de su interacción con la
sociedad mayoritaria para mantener sus límites y, al hacerlo, proteger y perpetuar su
contenido étnico. Es en esa interacción y relación de alteridad que se puede observar la
forma y contenido cultural gitano así como los aspectos tradicionales que se mantienen y
los que han cambiado. Es alrededor de los límites étnicos que se canaliza la vida social
gitana y donde se despliegan distintas formas para resistir a la asimilación cultural.
Los gitanos de la ciudad emplean la endogamia a nivel étnico como medio para reproducir
su cultura y evitar el acceso de los gadzhé que podrían erosionar con sus costumbres el
estilo de vida gitano. La endogamia permite que se mantengan costumbres como la pedida
de mano de la novia y el pago de una dote por parte de la familia del novio a la de la novia.
El rumor y el chisme son empleados como control social para mantener a los gitanos en
orden y para que estos eviten caer en ellos para que su capital simbólico no se vea
perjudicado. Se valora el mantener una buena reputación que se garantiza al cumplir el
papel que se espera de cada gitano dependiendo de su edad y género. No se quiere afectar
su lugar dentro de la comunidad, especialmente las jóvenes gitanas quienes dependen de su
reputación para ser pedidas en matrimonio.
A pesar de tratar de mantener una distancia con los particulares se dan casos de exogamia.
Las uniones entre gitanos y gadzhé son parcialmente aceptados en el caso de un gitano con
una particular debido a que es el hombre quien puede transmitir el linaje pero en el caso
contrario la aceptación es menor ya que no se transmite el legado gitano sino el del
particular. En este último caso las mujeres son excluidas de la comunidad y sus hijos no son
considerados del todo gitanos porque se encuentran en un estado ambiguo entre gitano-
gadzhé que debe ser definido con la elección de pareja; una unión con un gitano lleva a que
ratifique su pertenencia al grupo pero si elige a un particular se acerca al lado particular.
Importa la pareja que se elija para conformar una familia ya que de esa manera se
reproduce tanto lo biológico como lo social, se considera que las uniones con gadzhé
interrumpen la transmisión de lo gitano.
Se observa que un gitano no existe individualmente sino siempre en relación con la familia
nuclear extensa organizada en kumpeñy. Allí dentro se organizan los derechos y deberes a
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partir de edad y género. Su cumplimiento otorga estatus y un lugar dentro de la comunidad.
Al interior los gitanos tienen un sistema jurídico propio que les otorga cierta autonomía
para solucionar sus conflictos sin tener que depender de la justicia de los gadzhé que
consideran injusta y vengativa. En contraste, la Kriss Rromaní busca resolver problemas
por medio del dialogo para llegar a una conciliación entre las partes involucradas y, aunque
se imponen multas y castigos, no hay ganadores ni perdedores porque la parte afectada es
compensada y la otra reestablece su reputación al compensar. Sin embargo los gitanos
también deben acatar las leyes colombianas en condición de ciudadanos.
Por otro lado, el acceso al sistema educativo de la sociedad gadzhé se hace necesario para
la supervivencia de los gitanos que necesitan los conocimientos básicos de lectura, escritura
y matemáticas para poder relacionarse con los particulares en el ámbito laboral
principalmente. Por ello se permite que los niños y niñas completen la primaria pero no se
presiona para continuar otros niveles y es más viable que los niños puedan continuar
estudiando que las niñas. Las niñas tienen mayores obstáculos si deciden continuar
estudiando y les tocaría valerse por sí mismas para lograrlo porque entre los gitanos no se
quiere que ellas mantengan un contacto tan cercano con los gadzhé ni que descuiden su
lugar en el hogar. Son los padres los que toman la decisión de retirar a los niños y niñas de
la escuela. Los hombres tienen la autoridad en la toma de decisiones. Algunos gitanos
refieren no continuar estudiando porque el ambiente escolar exige unos horarios,
comportamientos y contenidos que no van acorde con el estilo de vida gitano. La educación
de los particulares no tiene un enfoque intercultural, no incluye conocimientos de otras
culturas que no sean considerados académicos. Por ello se teme que los niños adopten las
costumbres de los particulares y olviden las propias. Sin embargo la opinión está divida y
algunos gitanos creen que la educación es necesaria para que los jóvenes tengan mejores
opciones laborales mientras otros prefieren mantener las cosas como están.
Los gitanos son trabajadores independientes que valoran ser sus propios jefes y manejar su
tiempo sin necesidad de cumplir horarios. A diferencia de los gadzhé, los gitanos viven en
un continuo presente por lo que les gusta tener libertad en contraste con lo que ellos
consideran un estilo de vida “cuadrado”, planificador y controlador de los particulares. Esa
libertad gitana es lo que les ha dado la flexibilidad para adaptarse a los cambios que se han
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dado en los distintos contextos que habitan. La solidaridad entre gitanos a nivel comercial
es una forma de desafiar el individualismo occidental, las sociedades que establecen se
basan en valor de la palabra, facilitación del trabajo y repartición de ganancias. El dinero se
gasta en la medida en que se consigue ya que los gitanos no acumulan riqueza porque viven
en el aquí y el ahora por lo cual es mejor gastar hoy porque mañana no se sabe si se pueda.
La redistribución de la riqueza permite que se mantengan niveles ideales de equidad. Se
aprecia la hospitalidad y reciprocidad en contraste con el individualismo, egoísmo e
insolidaridad que piensan los gitanos que produce el dinero en los particulares.
El nomadismo en la actualidad tiene un valor como esencia, es un sentimiento que llevan
los gitanos, una manera de ver el mundo que les permite ser flexibles de pensamiento para
adaptarse. El poder desplazarse continuamente se asocia con la buena salud y calidad de
vida mientras el sedentarismo se asocia con enfermedad. Un gitano que deja de itinerar
empieza a perder su estatus como tal y queda en un estado ambiguo. Debe buscar la manera
de volver a moverse, ya sea por trabajo, para poder afirmarse nuevamente como gitano. Los
gitanos llevan consigo su cultura y territorio a los lugares a los que se desplazan y
establecen. Crean territorios en el lugar al que llegan sin apropiación definitiva.
Actualmente se aprecia un creciente sedentarismo que lleva a que existan territorios gitanos
en territorios gadzhé. Buscan ocupar espacios en los que no representen una competencia
económica ni política ya que se prefiere mantener un perfil bajo para que los particulares no
intervengan en su estilo de vida. Debido a que lo gitanos siempre están inmersos en
territorio de “otros” es inevitable el contacto entre ambos grupos lo que lleva a que se
regule esa interrelación es permitida en ciertos contextos pero no en otros.
Esa regulación de contacto toma mayor importancia desde que el contacto con los
particulares se ha hecho más frecuente debido a que ahora los gitanos viven en casas o
apartamentos y no en carpas como lo hacían cuando practicaban un nomadismo recurrente.
Esto llevó a que se fragmentara el estilo de vida al que estaban acostumbrados, se
rompieron lazos de socialización en lo cotidiano y la relación entre jóvenes y mayores es
menor y la transmisión de saberes no se logra satisfactoriamente. Además se observa que el
mundo de los gadzhé resulta atractivo para los gitanos y se corre el peligro que dejen de
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lado sus costumbres. Las amistades con particulares son controladas debido a que son
inevitables ya que son resultado de las relaciones comerciales con la sociedad mayoritaria.
La dependencia económica de los gitanos de la sociedad particular abre espacios de
interrelación pero marcados por límites. Como minoría étnica, los gitanos corren el riesgo
de ser asimilados al ser seducidos por el estilo de vida de los gadzhé. Se hace necesario
conocer a este “otro”, el funcionamiento de su sociedad y así crear estrategias de
adaptación. Se necesita conocer los dos mundos para sobrevivir. Por su parte, los
particulares conocen poco o nada sobre los gitanos de Bogotá. Muchos creen en los
estereotipos que se han construido alrededor de su estilo de vida y esto lleva a que sean
tratados con discriminación. En este caso los lazos de amistad toman relevancia para
cambiar esos imaginarios negativos y mejorar el trato hacia los gitanos.
Las relaciones entre gitanos y gadzhé que se conocen son buenas. Sin embargo los gitanos
no se abren completamente. Existe precaución ya que han creado una serie de imaginarios
negativos sobre los particulares y por ello se prefiere evitarlos. Se los considera marimé o
impuros y pueden contagiar a los gitanos dejándolos fuera de la comunidad. Esta es una
manera de delinear límites de contacto entre los dos grupos. Así mismo, los gitanos limitan
su contacto con los particulares para evitar malentendidos por diferencias culturales y
tampoco se quiere compartir el mismo espacio para evitar que miembros de ambos grupos
se involucren afectivamente con fines matrimoniales. Se comparte el mismo espacio pero
no se mezclan.
Sería interesante explorar en futuras investigaciones la relación que se teje entre familias
compuestas únicamente por gitanos y las que tienen tanto gitanos como particulares para
ver cómo se maneja el tema de la identidad y cómo se negocian las costumbres. Teniendo
en cuenta el contexto de lucha de la comunidad LGBTI sería interesante profundizar sobre
la situación de estas personas dentro del contexto gitano ya que al parecer están
invisibilizadas. Otro aspecto que valdría la pena profundizar es el papel de la mujer dentro
de una comunidad dominada en su mayoría por los hombres. También un estudio sobre la
música y la danza gitana sería pertinente para comprender qué elementos consideran
propios y cómo son mezclados con otros elementos culturales como, por ejemplo, los
tambores africanos.
73
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ANEXOS
Anexo 1. Artesanías en cobre de la comunidad ROM - Imagen: Artesanías de Colombia
Anexo 2. Muestra de baile y música tradicional – Imagen: Secretaría de Cultura, Recreación y
Deporte.
79
Anexo 3. Programación exposición Archivo de Bogotá.
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