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Nikola Kadlecová es la autora de este escrito, donde se da un pantallazo histórico sobre el tema de una manera amena y entradora.
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Masarykova univerzita
Filozofická fakulta
Ústav románských jazyků a literatur
Bakalářská diplomová práce
2012 Nikola Kadlecová
MASARYKOVA UNIVERZITA
Filozofická fakulta
Ústav románských jazyků a literatur
Španělský jazyk a literatura
Nikola Kadlecová
Los cuentos de hadas españoles en comparación con los
checos
Bakalářská diplomová práce
Vedoucí práce: Mgr. Athena Alchazidu, Ph.D.
Brno 2012
Prohlašuji, že jsem bakalářskou diplomovou práci vypracovala samostatně s využitím uvedených pramenů a literatury.
Potvrzuji také, že tištěná verze se shoduje s verzí v ISu.
………………………………
Také bych chtěla poděkovat své vedoucí bakalářské diplomové práce, Mgr. Atheně Alchazidu, Ph.D., za podnětné rady, trpělivost a ochotu, se kterou se mi věnovala.
ÍNDICE
1.Introducción...........................................................................................................................6
2. Qué es un cuento de hadas? .................................................................................................7
2.1. Tipos de los cuentos de hadas...................................................................................8
2.1.1. Los cuentos de hadas según su tema y orientación.....................................11
3.Historia...................................................................................................................................13
3.1. Historia de los cuentos checos.................................................................................18
3.2. Historia de los cuentos españoles.............................................................................22
4. Comparación de los cuentos de hadas..................................................................................28
4.1. La Cenicienta...........................................................................................................28
4.1.1. La Cenicienta en la literatura española.......................................................30
4.1.2. La Cenicienta en la literarua checa.............................................................35
4.2. La Blancanieves.......................................................................................................38
4.2.1. La Blancanieves en la literatura española....................................................38
4.2.2. La Blancanieves en la literatura checa.........................................................41
4.3. La Bellaflor.............................................................................................................43
5. Conclusión............................................................................................................................46
6.Bibliografía............................................................................................................................48
1. INTRODUCCIÓN
En el presente trabajo vamos a ocuparnos del cuento de hadas. En concreto, nos va a
interesar la definición del tema estudiado y su posición en la historia literaria. Elegiremos
tres cuentos, los describiremos y los compararemos. También explicaremos las diferencias
entre ellos.
La tesina consta de tres partes. La primera parte se dedica a la teoría de los cuentos de
hadas. Vamos a caracterizar este género literario y a indicar sus rasgos típicos. En el
siguiente subcapítulo dividiremos los cuentos en tipos según su estructura, tema y
orientación. Siguiendo dos concepciones folklóricas diferentes, expondremos su origen y
cómo se expandieron por todo el mundo.
En la segunda parte vamos a referirnos a la historia. El cuento de hadas es el primer
género literario con que nos encontramos en la infancia y nos acompaña durante toda la
vida. Intentaremos averiguar cómo se desarrolló con el paso del tiempo, qué cuentos son
considerados los primeros, cuándo pasó a considerarse el cuento de hadas un género
literario y qué tradición tiene en los países estudiados. Primero nos dedicaremos a la
historia mundial y, a continuación, a la historia de los cuentos españoles y checos.
La última parte de nuestro trabajo está orientada a la comparación de algunos cuentos
de hadas. Nos centramos en dos cuentos conocidos y muy populares en todo el mundo -
La Cenicienta y Blancanieves. Indicaremos cuáles son las primeras versiones de los
cuentos mencionados y descubriremos los rasgos comunes con las transcripciones
conocidas hoy en día. Nos basaremos para realizar esta comparación en las versiones de
Charles Perrault y los hermanos Grimm, porque se trata de las más conocidas. A partir de
estas versiones vamos a buscar las diferencias existentes en las adaptaciones españolas y
checas, y también en las traducciones de dichos cuentos. A continuación compararemos el
cuento popular español Bella-flor, de la colección de Fernán Caballero, con el cuento
popular checo Zlatovláska, de Karel Jaromír Erben, para poder averiguar si existen
similitudes entre los cuentos de países diferentes.
5
2. ¿QUÉ ES UN CUENTO DE HADAS?
A modo de introducción, es preciso exponer que nos encontramos ante una
considerable variedad terminológica a la hora de entrar a analizar el mundo de los cuentos.
Así como en algunas lenguas hay un término aceptado que, con mayor o menor claridad,
refiere al tipo de cuento del que queremos hablar, en español podemos hablar tanto de cuento
de hadas como de cuento popular, cuento folklórico o cuento maravilloso, denominaciones
todas ellas que tienen diferencias muy sutiles y que entroncan con los términos utilizados
generalmente en las diferentes lenguas europeas.
Aunque ninguna de dichas denominaciones nos convence por completo, vamos a usar
cuento de hadas como etiqueta genérica, centrándonos especialmente en los cuentos
populares de tradición oral y con componentes maravillosos.
Un cuento de hadas es generalmente una historia corta e irreal con un argumento
inverosímil, en la que aparecen fuerzas y personajes sobrenaturales (hadas, duendes, brujas,
gigantes, animales hablantes y otros). Este mundo sobrenatural está conectado lógicamente
con el mundo real, con la vida de los personajes, sobre todo con el personaje principal. El
cuento de hadas es un subgénero dentro del género popular, predominantemente en prosa,
aunque, al formar parte de la tradición oral, se narraba más de lo que se escribía.
Todos los cuentos tienen una construcción similar. La descripción del lugar es a
menudo insuficiente, la acción no tiene lugar en un tiempo concreto, la duración debe tenerse
muy presente, el narrador se sitúa fuera del tiempo y actúa de forma objetiva.1 Los personajes
muestran cualidades simples y muy marcadas. Cada personaje representa un rol - son muy
buenos o muy malos, muy bellas o muy feas, muy listos o muy tontos, muy pobres o muy
ricos, etc. El héroe de un cuento de hadas siempre comienza con un problema, pasa por una
serie de dificultades, encuentra amenazas y tentaciones así como seres mágicos que lo ayudan
y protegen, y, al final, vence los obstáculos y recibe un premio. Lo bueno triunfa siempre, lo
malo es castigado.2
1 CERVERA, Juan, Teoría de la literatura infantil, Bilbao, Ediciones Mensajero, 1991, pág. 113.
2 TAMÉS, Román Lopéz, Introducción a la literatura infantil, Murcia, Universidad de Murcia, 1990, págs. 35-36.
6
Los cuentos de hadas empiezan con los indicadores de tiempo y lugar (‹‹Érase una
vez un rey››. ‹‹Érase una vez un viejo castillo en medio de un enorme y frondoso bosque››…).
El tema principal suele ser la lucha de los buenos contra los malos, con lección moral
incluida. La narración, transmitida de generación en generación, recurre frecuentemente a la
fantasía humana, a la sabiduría, a las relaciones personales, al humor. Su final es cerrado, feliz
y terminado casi siempre por fórmulas típicas (‹‹Vivieron felices hasta el fin de sus
días››…‹‹Se acabó mi cuento con pan y pimiento y todos contentos››…).
El origen de la palabra ‹‹hada›› está en el término latino ‹‹fatum››, que significa hado
o destino. El término ‹‹cuento de hadas›› procede de la expresión francesa3 ‹‹contes de fée››,
que fue usada por primera vez en la colección de Madame d´Aulnoy en el año 1697. Al
contrario de lo que la expresión ‹‹cuento de hadas›› parece indicar, en la mayoría de cuentos
no aparecen hadas, los populares seres fantásticos bajo apariencia de mujer con poderes
mágicos. El término checo ‹‹pohádka›› significó en la antigua lengua checa conflicto,
adivinanza o misterio. Según Josef Jungmann, la palabra ‹‹pohádka›› procede de la palabra
polaca ‹‹gadać››, que significa hablar. Con el sentido de narración irreal, ‹‹pohádka›› tiene
probablamente origen checo.4
2.1. Tipos de cuentos de hadas
Podemos dividir los cuentos de hadas, entendidos en sentido amplio, en dos grupos
principales. El cuento popular y el cuento literario.5
El cuento popular es una narración tradicional de transmisión oral. Las historias se
narraban de boca en boca pasando por muchas generaciones, por lo que la versión original se
iba cambiando a lo largo de los tiempos. De ahí que podamos encontrar múltiples versiones
de cada cuento con la misma estructura, pero con detalles diferentes. Se trata de cuentos
anónimos, recogidos por autores costumbristas, muchas veces varios siglos después de su
creación. El lenguaje es de carácter impersonal y contiene cierta visión maravillosa.
Originalmente no eran para niños, fueron los niños los que se apropiaron de las historias o los
3 PEÑA, Guzmán Urrero, Historia de las hadas, disponible en:
http://www.guzmanurrero.es/index.php/Literatura/Historia-de-los-cuentos-de-hadas.html [Consulta: 4. 2. 2010].
4 ČEŇKOVÁ, Jana [et al.], “Teorie vzniku pohádky a adaptace lidové pohádky,” in Vývoj literatury pro děti a její žánrové struktury, Praha, Portál, 2006, pág. 107.
5 BORTOLUSSI, Marisa, Análisis del cuento infantil, Madrid, Alhambra, 1985, pág. 11.7
adultos quienes se las adjudicaron con el paso del tiempo. Los incluimos en la llamada
literatura infantil ganada6. Los cuentos de hadas con motivos parecidos están extendidos por
todo el mundo, también en lugares que no tienen aparentemente nada en común. La
semejanza de los cuentos europeos con los asiáticos existe debido a los comerciantes y
soldados, pero ¿cómo podemos explicar la semejanza entre los cuentos europeos y los indios?
El folklore comparativo ofrece dos concepciones.7
La primera concepción está basada en la teoría migratoria. Los cuentos migran de
lugar a lugar, de una nación a otra, de una época a otra. Cada ambiente los cambia y los hace
suyos. Ya los hermanos Grimm explicaron así algunas semejanzas entre los cuentos en la
tradición internacional, pero no le daban mucha importancia. Theodor Benfey, el
representante de la escuela migratoria, presentó la teoría sobre la expansión de los cuentos
europeos del Este, sobre todo de la India. Benfey evidenciaba que los cuentos indios se
comenzaron a extender hacia el oeste desde el siglo X. Por medio de los persas y los árabes
estos cuentos irrumpieron en la cultura bizantina, italiana y española, y desde allí hacia las
otras culturas europeas. Los mongoles propagaron estos cuentos, los adaptaron de la India y
los extendieron por todo el territorio que dominaron. La mejor concepción de esta teoría
evoluciona de los estudios de la escuela ‹‹finlandesa››. Según esta escuela, formada a finales
del siglo XIX, es necesario buscar la originalidad fabulosa en varias nacionalidades y además
hace falta buscar el origen y la dirección de la expansión de cada cuento de hadas.
La segunda concepción está basada en la teoría de la interpretación poligenética. Esta
interpretación explica que la gente se comporta de misma manera y, por lo tanto, inventa las
mismas historias. Los hermanos Grimm describieron también estas ideas, pero es la escuela
antropológica la que se adentra con más profundidad en ese planteamiento. En sus estudios
usa las teorías etnológicas, sobre todo los estudios de las naciones primitivas. Según dicha
escuela, los cuentos tienen su origen en los ritos religiosos, en los cultos animistas, en la
magia y en la idolatría de los antecesores muertos. Estas primarias ideas religiosas se
originaron en el bajo grado evolutivo en todas las naciones, se trata de las ideas elementales,
humanas, típicas para todas las nacionalidades y razas. Las idénticas situaciones, personajes y
6 CERVERA, Juan, op. cit., pág. 18.
7THOMPSON, Stitt, El cuento folklórico, Caracas, Ediciones de Biblioteca Caracas, 1972, págs. 472-490.
8
tramas fabulosas se crearon de forma idiopática, de la universalidad del psiquismo humano y
las relaciones del hombre con mundo.
Los cuentos populares se dividen en tres tipos.8 En el primer tipo el narrador conserva
los motivos y las tramas de las narraciones previas, elige de las variantes existentes la más
conveniente y la pone en forma literaria. La narración es muy fiel a la forma primitiva, por lo
que hablamos de cuentos folklóricos primitivos. Un ejemplo es la recopilación de cuentos
populares rusos de Aleksandr Afanasiev.
El segundo tipo incluye cuentos de hadas escritos según los motivos folklóricos en los
que el autor no es fiel a la trama original, usa libremente los motivos, añade los detalles,
describe el ambiente, explica los hechos del héroe, pero mantiene la composición del cuento
de hadas. Estos cuentos de hadas los escribieron Ch. Perrault, los hermanos Grimm,
K.J.Erben, B.Němcová y otros.
Los últimos son los cuentos inventados, que no radican en el foklore, como los que
escribió, por ejemplo, Hans Christian Andersen.
El cuento literario tiene las leyes básicas del género, pero no conserva la tradición
popular. Hay un único texto, sin diferentes variantes. El lenguaje es de carácter individual y
personal, y la acción es más importante que los personajes. Hay un autor conocido que aporta
su personalidad a la obra y, si bien se inspira en elementos tradicionales, quiere desarrollar un
tema original y explicarlo bajo su visión personal, esforzándose en citar un momento insólito
mediante una actitud realista. A esta categoría pertenece, por ejemplo, El conde Lucanor de
Don Juan Manuel o el Decameron de G. Boccaccio.
Un tipo particular de cuento literario en el que merece la pena incidir es el cuento non-
sense9.
El cuento disparatado (non-sense) es un cuento literario que rompe las normas, se aleja
de la realidad y en sus escenas fantásticas aplica sistemáticamente cierta falta de lógica; su
fondo racional se opone al mundo real. Juega y experimenta con el lenguaje. La relación del
tiempo y del lugar es libre, con la intención de cambiar las dimensiones reales. No puede
faltar el humor que resulta de los hechos irreales.
8 BORTOLUSSI, Marisa, op. cit. , pág. 45.
9 Disponible en, http://educac.tripod.com/documentos/angloger/desarrollo.html, [Consulta: 15. 4. 2010]9
El mejor ejemplo de este género es la obra Alicia en el País de las Maravillas, del
escritor inglés Lewis Carroll, que en su obra famosa entró en la mente infantil, profundizó en
sus imágenes y descubrió el mundo de las fantasías infantiles. Su obra tiene una continuidad
muy particular a través de una narración en la que aparecen escenas situadas entre el mundo
real e irreal y en las que el tiempo es relativo. Alicia en el País de las Maravillas presenta la
pura forma de non-sense.
2.1.1. Los cuentos de hadas según su tema y orientación
Al dividir los cuentos de hadas según su tema y orientación, nos apoyamos en el
trabajo del folklorista finlandés Anti Aarne, quien dividió los cuentos en tres grupos
principales: cuentos de animales, cuentos folklóricos comunes y cuentos humorísticos.10
Los cuentos de animales son considerados como los cuentos más antiguos. Suelen
otorgar cualidades humanas a los animales, demuestran la viveza de un animal y la estupidez
de otro, y el interés descansa por lo general en la índole de los engaños a los que conduce la
estupidez del animal. El héroe puede tener forma animal, aunque puede actuar o pensar como
una persona. A diferencia de las fábulas, los cuentos de animales no contienen moraleja.
Los cuentos folklóricos comunes constituyen el grupo más grande, que incluye a su
vez cuentos de magia o maravillosos, religiosos, románticos y de ogro estúpido.
Los cuentos maravillosos son los típicos cuentos de hadas o de magia. El cuento
maravilloso es propio de todas las culturas. Los rasgos identificadores son su carácter
fantástico y la polaridad de los personajes que facilita tanto la presentación de las cualidades
buenas y malas en una forma pura como la simplicidad de las relaciones humanas. La trama
dinámica se encamina hacia el premio o la revancha y hacia la victoria obligatoria del bien, la
justicia y los deseos cumplidos. Un rasgo muy importante es el objeto mágico. Se trata de un
objeto entregado al protagonista que se acaba convirtiendo en héroe tras pasar una serie de
pruebas. Vamos a nombrar los tres objetos mágicos más conocidos: la espada del Príncipe en
la Bella durmiente, la zapatilla de la Cenicienta y la manzana de Blancanieves.
Los cuentos románticos son cuentos de hadas en que aparecen hechos improbables,
pero no maravillosos, y que se mueven dentro de los límites de la posibilidad. Los héroes no
tienen capacidades sobrenaturales, pero aún así vencen a sus antagonistas y gana el bien.
10 THOMPSON, Stitt, op. cit. , págs. 530-532.10
Los cuentos religiosos son poco abundantes. Se encuentran algunos entre los cuentos
populares de Fernán Caballero, como los del libro Cuentos infantiles religiosos, oraciones y
adivinas.11 Fueron frecuentes en España en el período de la posguerra.
Es difícil caracterizar los cuentos de ogro estúpido. Con su carácter y naturaleza se
acercan a los cuentos humorísticos, aunque son en realidad cuentos maravillosos. Por estas
razones Aarne los colocó como el último grupo de los cuentos folklóricos comunes.
Los cuentos humorísticos están formados por escenas divertidas, se burlan de la
tontería e insensatez humana. Tratan de los actos absurdos de personas tontas, así como de sus
peripecias y engaños. El mismo héroe puede ser celebrado por sus hábiles astucias y por su
total estupidez. Se recuerdan sin dificultad y gustan universalmente, por lo que se expanden
con gran facilidad. No contienen elementos maravillosos ni fantásticos, los protagonistas son
personas normales. Algunos de los cuentos cómicos que se oyen hoy en día han vivido por
tres o cuatro mil años y han recorrido todo el mundo.
3. HISTORIA DE LOS CUENTOS DE HADAS
Aunque no tenemos datos exactos sobre el origen de los primeros cuentos, probablemente
tenemos que remontarnos al antiguo Oriente y sus desarrolladas culturas y civilizaciones. Al
menos, esa es la procedencia de las primeras colecciones escritas de las que tenemos
constancia.
[…] Existen varias teorías acerca del origen de los cuentos, pero se sabe que muchos de ellos tienen su
origen en el lejano Oriente. Los primeros cuentos árabes se hallan impresos en rollos de papiro desde hace más
de 4000 años. Aquí se menciona por primera vez a las hadas que, según cuenta la tradición, aparecían en el
11 BRAVO-VILLASANTE, Carmen, Ensayos de literatura infantil, Murcia, Universidad de Murcia, 1989, pág. 239.
11
nacimiento de un niño para ofrecerle regalos y señalarle el camino de la dicha o la desgracia, como en el príncipe
condenado a muerte, que data de 1500 años antes de J. C.12 […]
Los motivos fabulosos orientales se fueron extendiendo a todo el mundo, pasando por
Babilonia, Egipto y la India. Las recopilaciones más importantes y conocidas de esa primera
época son Las mil y una noches y Calila e Dimma. Dichos cuentos llegaron a Europa en el
siglo X por medio de los esclavos, piratas y mercaderes.
Las mil y una noches es una de las más famosas colecciones de cuentos. Son cuentos del
mundo árabe, escritos desde el siglo VII hasta el siglo XVI. La parte más antigua está
formada por cuentos de la India y de Persia que, desgraciadamente, no fueron conservados.
Fue traducida al árabe a finales del siglo VII, cuando Persia fue sometida por los árabes. El
título original persa, ‹‹Hazar Afsaná››, significa ‹‹mil mitos››, aunque la primera versión
encontrada constaba solamente de doscientos cuentos. Los árabes añadieron otros cuentos,
historias amorosas, libros de viaje y anécdotas. En la colección podemos encontrar también
referencias a la astrología, la astronomía y otras ciencias. También aparecen mencionados el
Corán, Alá, Mahoma y la enemistad entre musulmanes y cristianos. Todos los cuentos tienen
en común el personaje de Sherezade y el soberano cruel, a quien ella narra varias historias
durante mil y una noches. Las historias más famosas incluidas en esta colección son Aladino y
la lámpara maravillosa, Simbad el marino y Alí Babá y los cuarenta ladrones.
Aunque la versión árabe fue publicada en el año 1297 solo fue introducida por primera
vez en Europa en los años 1704-1717 por el francés Antoine Galand, en doce volúmenes.13 La
primera traducción directa del árabe al español la llevó a cabo Rafael Cansinos Assens en
195414 y la primera versión completa en checo la efectuó el orientalista Felix Tauer15, en los
años 1928-1934.
12 MONTOYA, Victor, El origen de los cuentos, disponible en, http://www.ciudadseva.com/textos/teoria/hist/montoya1.html, [Consulta: 6. 2. 2010].
13 MONTOYA, Victor, El origen de los cuentos, disponible en, http://www.ciudadseva.com/textos/teoria/hist/montoya1.html, [Consulta: 6. 2. 2010].
14 Disponible en, http://www.cansinos.org/cronologia/cronologia.php?pag=8, [Consulta: 13. 4. 2010].
15 FILIPSKÝ, Jan [et al.], Kdo byl kdo. Čeští a slovenští orientalisté, afrikanisté a iberoamerikanisté, Praha, Libri, 1999, págs. 485-486.
12
Los cuentos no se desarrollaron en Europa hasta la Edad Media. Las cruzadas tuvieron
una gran influencia en ello, al entrar en contacto los caballeros cruzados en Asia Menor y en
Siria los temas orientales, que también llegaron a la Península Ibérica con la invasión árabe.
El tiempo histórico tiene influencia en la formación de los cuentos, por lo que es
importante tener en cuenta las creencias y costumbres de cada época. Los primeros cuentos de
hadas aparecieron en un tiempo en que la sociedad se basaba en el animismo. El animismo
implica la creencia en que todos los seres, objetos o fenómenos de la naturaleza están dotados
de espíritu o alma.16 La creencia popular más arraigada suponía que el mundo natural entendía
la lengua humana y alcanzaba los destinos humanos. Además del animismo, también hay
rasgos propios del manismo, que creía en la presencia de los difuntos en el mundo de los
vivos. Era común la adoración a los espíritus de los antepasados, porque se creía que ello
ayudaba y protegía a los vivos. También los espíritus malvados y las brujas jugaban su papel,
los primeros haciendo daño y apareciendo en forma de seres con fuerza sobrenatural y las
segundas ejerciendo malas artes, como transformar a las personas en animales, árboles o
piedras. Incluso las palabras y las fórmulas tenían fuerza mágica.
La creencia en la naturaleza viva, en los difuntos y en la fuerza mágica de la palabra
son tres elementos muy importantes en la creación de las tramas fabulosas. Aunque se trata de
ideas de origen pagano, se acabaron mezclando con ideas religiosas, lo que se nota sobre todo
en los numerosos cuentos maravillosos en que los diablos o demonios tienen un papel
determinante. La lucha contra el diablo, que representa el mal, otorga a las personas la fuerza
sobrenatural y se adueña de sus almas, es el tema de muchos cuentos.
La realidad social de la época se refleja asimismo en los cuentos de hadas. La Edad
Media es en Europa un tiempo de hidalguía y por eso el tema aparece recurrentemente en los
cuentos. Los tradicionistas describieron las cortes, la vida intensa de la sociedad noble, las
aventuras de los caballeros, sus combates y contiendas, y narraron la victoria de personajes
como el héroe desconocido y muy pobre, que después de su victoria obtenía un premio
importante y se acababa casando con la princesa.
La colección Pentamerón (1634-1637) de Giambattista Basile es considerada la
primera colección de cuentos populares. Consta de cincuenta y un cuentos, escritos en
16 CUADRADO, Juan Guitiérrez [et al.] , Diccionario Salamanca, Salamanca, Editorial Santillana, 2006, pág. 95.
13
dialecto napolitano y siguiendo el mismo modelo narrativo del Decameron de Boccaccio.
Algunos de sus cuentos fueron posteriormente adaptados por Charles Perrault o por los
hermanos Grimm.
En la historia de los cuentos tiene gran importancia la obra de Charles Perrault.
Escritor francés, fue el primer fabulista y fundador del nuevo estilo literario: los cuentos de
hadas. Perrault se inspiró en las fuentes francesas y norteeuropeas y en los cuentos de Basile.
Pero mientras el italiano buscaba en sus cuentos sus aspectos licenciosos, En sus cuentos
aparecen los motivos clásicos fabulosos – las princesas, las hadas, los enanos, los objetos
mágicos, los animales hablantes, etc. Los personajes y las situaciones se describen fielmente.
Su obra más importante es Cuentos de mi madre la Oca, publicado en el año 1697, donde se
encuentran muchos de los cuentos más famosos, p. e. La bella durmiente del bosque, La
Cenicienta, La Caperucita Roja, El gato con botas, entre otros.17
El cuento de hadas como género literario empezó a destacar en Francia durante el
clasicismo. A excepción del ya mencionado Charles Perrault, son también importantes las
recopilaciones de dos mujeres – Madame d´Aulnoy y Madame de Beaumont. Marie Catherine
Le Jumel de Berneville, baronesa de Aulnoy, conocida como Madame d’Aulnoy, fue la
primera que utilizó, como ya hemos mencionado, la expresión ‹‹cuentos de hadas›› (‹‹contes
de fées››). Con ese título fueron publicados ocho volúmenes de sus cuentos, entre 1697-1699.
Su cuento más conocido es El pájaro azul. La otra autora mencionada, Jeanne Marie Leprince
de Beaumont es la autora del famoso cuento La Bella y la Bestia, que fue publicado en 1757
en el libro El almacén de los niños. También creó una revista para jóvenes. 18
En el siglo XIX vivieron en Alemania los hermanos Grimm. Dos hermanos, Jacob
Ludwig Karl y Wilhelm Karl, dedicaron toda su vida al estudio de la filología y de los cuentos
populares. Viajaron por todo el país, hablaron con los campesinos, oyeron sus historias para
aprender su folklore y lo recopilaron todo. Jacob Ludwig se encargó de las historias y su
hermano Wilhelm investigó su lenguaje. Su primera colección, ‹‹Kinder-und Hausmärchen››
(Cuentos para la infancia y el hogar), sienta las bases de la nueva disciplina: el folklore. Esta
recopilación fue publicada en dos volúmenes, en los años 1812-1815. La colección incluye
más de 200 cuentos populares, que fueron escritos según la tradición oral, en 10 dialectos
17 GARRALÓN, Ana, Historia portátil de la literatura infantil, Madrid, Anaya, 2001, págs. 22-23.
18Disponible en, http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/literaturainfantil/cuentosclasicos/madamebeaumond.asp [Consulta: 12. 2. 2010].
14
alemanes. Los Grimm transcribieron las historias exactamente como las habían oído, aunque
tuvieron que adaptar algunas, ya que su final era muy cruel. En el año 1857 la colección fue
aumentada y publicada como Cuentos de hadas de los hermanos Grimm. A esta recopilación
pertenecen cuentos tan célebres como son La Cenicienta, Hänsel y Gretel, Blancanieves, Juan
sin miedo o Caperucita Roja.19
Los hermanos Grimm no fueron los únicos fabulistas importantes en el siglo XIX. El
otro, que no podemos olvidar, fue el danés Hans Christian Andersen. Andersen se diferencia
de los otros fabulistas en que no fue tanto un escritor de cuentos populares, como un
interpretador del cuento literario. No escribió los cuentos según la tradición popular, sino
según sus ideas, y se inspiró en la literatura universal. Escribió sus cuentos para los niños,
entendiendo profundamente el alma infantil. Le daba vida a cualquier objeto: flores o
animales son capaces de hablar, actuar y sentir en sus cuentos. Es habitual que sus
protagonistas hablantes sean seres tales como lirios, campanillas, tulipanes, rosas o
margaritas. Su mundo animado es muy rico: hablan los fósforos, el puchero de hierro, los
platos, la escoba, le tetera, el samovar, etc. Andersen no empleaba las formas estilísticas
típicas para los cuentos populares (en relación, por ejemplo, al uso clásico de la repetición o
del final feliz), sino que se centraba en los detalles y dotaba a los personajes y a los objetos
atípicos de un poder maravilloso. En sus cuentos aparecen personas y elementos de la vida
cotidiana, el tiempo y el lugar es concreto, y la naturaleza juega un papel importante para el
argumento (como en La reina de las nieves). Muchos de sus cuentos terminan trágicamente
(La sirenita o El soldadito del plomo). Al igual que ocurría en el cuento popular, en su
narración aparecen los símbolos, la polisemia, la alegoría, la fantasía, la polaridad de los
personajes, la exageración; la realidad se mezcla con la fantasía. Durante su vida escribió 156
cuentos de hadas. Aunque consideraba que el cuento era un género literario de nivel inferior y
quería ser famoso por sus poemas y dramas, sus cuentos le dieron la inmortalidad. Publicó el
primer volumen de los cuentos en 1835. Entre sus cuentos más conocidos se encuentran El
patito feo, El traje nuevo del emperador, La princesa y el guisante y los tres mencionados
anteriormente.20
19 BRAVO-VILLASANTE, Carmen, Historia y antología de la literatura infantil universal, Valladolid, Miñón, 1988, págs. 24-31.
20 BRAVO-VILLASANTE, Carmen, (1989), op. cit. , pág.204.15
Andersen tuvo muchos continuadores. Uno de los más conocidos fue el escritor, poeta
y dramaturgo irlandés Oscar Wilde. Además de poemas y obras de teatro, escribió también
cuentos de hadas, que publicó en el libro El Príncipe feliz y otros cuentos. El cuento más
conocido de esta publicación es El ruiseñor y la rosa. Otro cuento que podemos incluir en
esta categoría es el cuento de Carlo Collodi Las aventuras de Pinocho. Las peripecias del
muñeco de madera se acercan a la ciencia-ficción.21
La edad de oro de la literatura infantil es el siglo XX, tras ser considerada durante
mucho tiempo como un género inferior. El cuento literario del siglo XX perdió el aspecto
moral, mezcló los hechos reales con los motivos fabulosos, subrayó la necesidad de la
fantasía. La obra cumbre de este género es El principito del escritor francés Antoine de Saint-
Exupéry. El principito es un cuento muy alegórico y poético que celebra la niñez y critica el
mundo de los adultos. El principito no necesita cosas para vivir, conoce los valores correctos
de la vida. Muere para no ser adulto.
La literatura infantil alcanzó más importancia en los países escandinavos. La
representante más conocida es la escritora sueca Astrid Lindgren, que obtuvo toda su
popularidad por su obra Pippi Calzaslargas. De Suecia procede también un nuevo género, la
novela fabulosa.22 Su primera autora fue la escritora (y primera mujer que recibió el Premio
Nobel) Selma Lagerlof, que creó la novela fabulosa El maravilloso viaje de Nils Holgersson a
través de Suecia. En esta categoría podemos incluir también la obra de J. R. R. Tolkien o a
una de las autoras más famosas de la actualidad, Joanne Rowling y su obra Harry Potter.
3.1. Historia de los cuentos checos23
En nuestro país los cuentos de hadas tienen una larga tradición. En los monumentos
escritos aparecieron desde el siglo XIV, aunque las menciones a los cuentos no abundaban.
Podemos encontrar algunas en la obra ‹‹Rukopis hradecký›› de la mitad de dicho siglo y
principalmente en los manuscritos de Claretus de Solentia. Aunque muchos de los
21 CERVERA, Juan, op. cit., pág. 74.
22 ČEŇKOVÁ, Jana [et al.], “Vývoj autorské pohádky, ” in Vývoj literatury pro děti a mládež a její žánrové struktury, Portál, Praha, 2006, pág. 135.
23 HORÁK, Jiří, “Česká pohádka v lidové a sběratelské tradici,” in O pohádkách: sborník statí a článků, ČERVENKA, Jan, SNDK, Praha 1960, págs. 38-53.
16
manuscritos tratan de temas científicos, el Astronomiarius, del año 1366, se refiere sobre todo
al contenido del cuento ‹‹O dvanácti měsíčkách››, que conocemos gracias a Božena Němcová.
En el siglo siguiente se tradujo al checo la colección de cuentos fabulosos Gesta Romanorum,
de origen inglés. Algunos cuentos que proceden de esta colección se pueden encontrar
después en las obras de Karel Jarolím Erben.
En el siglo XVIII se fueron traduciendo al checo los cuentos de Perrault y de M. C. d
´Aulnoy. En Francia tuvo gran éxito la traducción de Las mil y una noches, por lo que Václav
Matěj Kramerius publicó ‹‹Arabské pohádky aneb historie››. Este libro apareció en la época
del renacimiento nacional, tiempo de publicación de los ‹‹libros de lectura popular››. En estos
libros se incluyeron las viejas historias fabulosas, ya conocidas por la tradición oral. Los
libros debían aumentar el interés por la literatura en lengua checa entre la población. Los
representantes del renacimiento nacional no tuvieron ningún interés científico por el cuento de
hadas. El primero que empezó a reunir los cuentos fue Václav Krolmus. Después de muchos
años de investigación publicó en tres volúmenes sus cuentos ‹‹Staročeské pověsti, zpěvy, hry,
obyčeje, slavnosti a nápěvy, ohledem na bájesloví česko-slovanské››. Sin embargo esta obra,
publicada bajo el seudónimo V. S. Sumlork, no tiene buen nivel literario y además es de poca
confianza, dado que Kromlus creía en todas las historias, posibles e imposibles. Otra
colección de cuentos que no tuvo éxito fue “Národní české pohádky a pověsti” de Jakub
Malý. Su obra, publicada en 1838, carece de cierta capacidad para dirigirse a un público
popular.
La calidad de los cuentos empezó a mejorar en los años cuarenta del siglo XIX, tiempo de
revoluciones y lucha por la independencia de los súbditos en el que aumentó el interés por la
cultura popular. Los cuentos de hadas, tanto traducidos como originales checos, comenzaron a
aparecer en las revistas.
Los cuentos checos empezaron a ser investigados por Karel Jarolím Erben. Tras dedicarse
a las canciones populares y al estudio exhaustivo de la vida y costumbres del pueblo checo,
publicó su colección de canciones y se dedicó también a los cuentos populares y a los mitos.
Sus cuentos más célebres los publicó en los años 1855-1860. ‹‹Dlouhý, Široký a
Bystrozraký››, ‹‹Pták Ohnivák a liška Ryška››, ‹‹Zlatovláska›› y ‹‹Tři zlaté vlasy Děda
Vševěda›› se encuentran entre los cuentos checos más conocidos. Le interesaron no sólo los
cuentos checos, sino también todos los cuentos eslavos. En 1864 editó la colección ‹‹Sto
17
prostonárodních pohádek a pověstí slovanských v nářečích původních. Čítanka slovanská
s vysvětlením slov››. Quiso que la juventud checa conociera las lenguas eslavas. Los cuentos
de Erben son ejemplos típicos de prosa narrativa. Fue el representante principal de la
etnografía romántica checa. Erben apoyaba la teoría de los hermanos Grimm según la cual los
cuentos tenían un origen mítico. Pensaba que los cuentos eslavos se relacionaban con el
solsticio hiemal, por lo que en sus argumentos se presenta una lucha simbólica entre el sol y la
oscuridad del invierno. Erben mostró que el cuento de hadas no es sólo una narración
divertida, sino que se trata de un género literario con una larga tradición y con la huella de la
evolución humana.
Otro personaje muy importante que se dedicó al folklore checo fue la fundadora de la
prosa checa Božena Němcová, que editó sus cuentos en la colección ‹‹Národní báchorky a
pověsti››. Esta colección, que incluye 76 cuentos, fue en su tiempo la más extensa de la prosa
popular checa. Němcová incluyó en su colección cuentos sobre animales, humorísticos,
fantásticos y también leyendas. Sus cuentos son obras muy estilizadas en las que se mezcla la
realidad con lo fabuloso y lo lírico. Todo esto impone un sello personal a sus cuentos. Sus
cuentos son muy importantes para el folklore checo porque en su obra aparecen algunas
tramas fabulosas que no fueron ampliamente conocidas hasta entonces. Se interesó tanto por
el contenido como por el lenguaje de los cuentos y gracias a ella el pueblo checo conoció los
cuentos eslovacos. Reunió 62 textos y los editó en ‹‹Slovenské pohádky a pověsti›› Su cuento
más destacable es ‹‹O dvanácti měsíčkách››. Otros cuentos célebres son ‹‹O Popelce››,
‹‹Princ Bajaja››, ‹‹Chytrá horákyně››, ‹‹Princezna se zlatou hvězdou››, ‹‹Sůl nad zlato››, etc.
Podemos decir que sus refinados textos, junto con los de Erben, están en lo más alto de la
prosa popular checa.
Los años cuarenta del siglo XIX significaron, como hemos mencionado, el gran
‹‹boom›› de la literatura popular y el folklore en el país checo. Se publicaron colecciones de
cuentos procedentes de todo el país. Se inició la investigación científica y comparativa del
cuento popular checo. Este período, que llamamos el período de Erben, duró hasta los años
setenta del mismo siglo. En esa década cambió la perspectiva de la investigación de los
cuentos. El desarrollo de los trabajos comparativos y los métodos literario-históricos pusieron
en duda la teoría de los hermanos Grimm sobre el origen mítico de los cuentos y la
importancia de la mitología pagana. Se empezó a percibir el influjo del cristianismo y de
Oriente. Los cuentos orientales causaron interés gracias a Theodor Benfey, un orientalista
18
alemán, representante de la ‹‹escuela migratoria››, de la que ya hemos hablado anteriormente.
Josef Černý en su obra ‹‹O národních pohádkách a pověstech›› describió detalladamente las
opiniones de Benfey. Interesado tanto por la teoría de los Grimm como por la de Benfey,
dividió los cuentos en simbólicos y éticos, de los cuales dice que tienen un origen único, que
según Benfey sería indio. A la teoría migratoria se sumaron también otros dos folkloristas
importantes: Jiří Polívka y Václav Tille fueron alumnos de Jan Gebauer, quien fundó la
escuela filológica y se dedicó a la interpretación de la literatura de tradición oral. Polívka y
Tille coleccionaron, comentaron y publicaron un gran número de temas fabulosos. Tille editó
‹‹Soupis českých pohádek›› y ‹‹Povídky sebrané na Valašsku››, que contiene por primera vez
referencias a los narradores y comentarios comparativos.
En la primera mitad del siglo XX se desarrolló el cuento de hadas literario. La primera
obra de este tipo proviene todavía del fin del siglo XIX. Se considera a Jan Karafiát el primer
autor de este género por su libro ‹‹Broučci››. Este libro describe de forma alegórica el mundo
infantil. Una de sus características es que suele dirigirse directamente a los niños. Su
formación religiosa se deja ver en la gran influencia del cristianismo en su obra. Otro
representante importante de este género fue el escritor y dramaturgo Karel Čapek, que
escribió un nuevo tipo de cuento específico de la literatura checa: el llamado ‹‹anticuento››. El
anticuento contraviene las leyes tradicionales del cuento de hadas popular. Čapek suponía que
el lector conocía los cuentos populares y utilizaba su magia, pero esperaba también que el
lector no creyera realmente en ella. Rompió con las estructuras estilísticas habituales: en sus
cuentos no existe ni el principio ni el final tradicional y el narrador introduce la historia in
medias res. El argumento está abierto, la trama parece real y contemporánea, y las fechas y los
lugares son concretos. Muestra las relaciones personales y cambia los personajes que tienen
poder mágico: en sus cuentos, los magos u ondinos son personas normales sin poderes
mágicos y con problemas humanos, al contrario que la gente normal, que sí tiene poderes
mágicos. El lenguaje es coloquial y a menudo el narrador habla con los lectores. Los cuentos
de Čapek se dirigían aparentemente a lectores infantiles, pero, de hecho, estaban destinados a
los adultos, ya que los niños no llegaban a comprender todos los símbolos. Sus libros de
cuentos son ‹‹Devatero pohádek›› y ‹‹Dášenka čili život štěněte››. Su hermano Josef también
escribió cuentos. Todos los niños checos conocen su libro ‹‹Povídání o pejskovi a kočičce››,
compuesto por cuentos muy divertidos y poco didácticos.
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El anticuento de Čapek tuvo muchos seguidores, que, al contrario de Čapek,
escribieron sus anticuentos directamente para los niños. Vale la pena destacar especialmente
los anticuentos de Josef Lada. El estilo narrativo de Lada es muy divertido: los espectros
juegan con los niños, van a la escuela, necesitan permiso para poder asustar y no practican
muy bien sus poderes mágicos. De algún modo, se trata de la destrucción total del mito del
poder sobrenatural. También aparecen en sus obras algunos elementos propios de nuestra
época: la princesa, por ejemplo, juega al tenis y conduce su coche. Los libros más conocidos
de Lada son ‹‹Pohádky naruby››, ‹‹Bubáci a hastrmani›› y ‹‹Mikeš››. Este último libro
incluye elementos fabulosos, pero se basa principalmente en el entorno campesino en que
Lada pasó la niñez. No podemos olvidar otros anticuentos como ‹‹Fimfárum›› de Jan Werich,
‹‹České pohádky›› de Jan Drda, ‹‹Kubula a Kuba Kubikula›› de Vladislav Vančura o
‹‹Rumcajs›› de Václav Čtvrtek.
Otra obra fabulosa que debemos mencionar es ‹‹Anička skřítek a Slaměný Hubert›› de
Vítězslav Nezval. Se trata de un tipo de cuento nonsense, inspirado por Alicia en el País de
las Maravillas. En esta obra se nota la influencia del surrealismo, del que Nezval fue
exponente
3.2. Historia de los cuentos españoles
Los cuentos españoles están, como toda la cultura española, muy influenciados por los
moros, que llegaron a la Península Ibérica a principios del siglo VIII y se quedaron hasta
finales del siglo XV. Durante todo este tiempo la cultura musulmana se mezcló con la
española. Muchos de los cuentos moros eran adaptaciones de cuentos persas e indios, lo que
se reflejó posteriormente en los cuentos populares españoles. Aunque las compilaciones de
cuentos populares rescataron poco a poco un género al que no se había prestado excesivo
interés, especialmente en comparación otros países europeos, el cuento popular seguía sin
estar muy valorado en la cultura española.24
Antes del siglo XIV surgieron algunas traducciones de colecciones de cuentos
orientales. La primera, fue la Disciplina clericalis, escrita en latín por Pedro Alfonso a finales
del siglo XII. Este trabajo es una colección de relatos moralizantes, diseñados para entretener,
instruir y dar orientaciones sobre la vida. Incluye proverbios, versos, fábulas y anécdotas 24 GUELBENZU, José María, Cuentos populares españoles vol. I, Madrid, Edición Siruela, 1996, pág. 11.
20
tomadas de las tradiciones judías, árabes y de los clásicos griegos.25 Ya en el siglo siguiente
aparecieron traducciones castellanas del Panchatantra, el Mahabharata, Las mil y una noches
y Calila e Dimma, que fue traducida por el propio rey Alfonso X el Sabio. 26 Del siglo XIV
nos interesa la persona de Don Juan Manuel, infante de Castilla, y su obra El conde Lucanor,
escrita en 1335, pero publicada por primera vez en Sevilla en 1575. En la primera parte de la
obra se recogen cincuenta y un cuentos que, inscritos en la tradición medieval, incluyen
referencias desde a la conocida colección de cuentos de origen sánscrito Calila e Dimma hasta
a las también famosas fábulas del legendario escritor griego Esopo. Todos los personajes se
desenvuelven en la obra en unos escenarios dibujados con una certera técnica descriptiva que
consigue crear en el lector la visión del mundo real, del mundo vivo.27 Especial interés merece
el cuento titulado De lo que contesçió a un rey con los burladores que fizieron el paño. Es
muy probable que Andersen se inspirara en este cuento para escribir su conocido cuento El
traje nuevo del emperador. La semejanza la podemos ver en el siguiente fragmento:
[…] Et desque las gentes lo vieron assí venir et sabían que el que non veýa aquel paño que non era fijo
daquel padre que cuydava, cuydava cada uno que los otros lo veýan et que pues él non los veýa, que si lo dixiese,
que sería perdido et desonrado. Et por esto fincó aquella poridat guardada, que non se atrevié ninguno a lo
descubrir, fasta que un negro, que guardava el cavallo del rey et que non avía que pudiesse perder, llegó al rey et
díxol:
- Señor, a mí non me enpeçe que me tengades por fijo de aquel padre que yo digo, nin de otro,
et por ende, dígovos que yo só ciego, o vos desnuyo ydes.28
Un siglo más tarde apareció el Libro de los gatos. Pese a ser de autor desconocido, los
estudios indican, por los evidentes paralelismos, que se trata básicamente de una traducción
de las Fábulas de Odo de Cheriton. El Libro de los gatos contiene desde fábulas al estilo de
Esopo hasta anécdotas personales, con ejemplos que se asemejan tanto al bestiario medieval
como al milagro o a la alegoría.29 En la misma época se conocieron en España también los
cuentos de Boccaccio. En el siglo XVI aparecieron dos cuentistas destacables, Juan de
25 LACARRA, Maria Jesús, Cuentos de la Edad Media, Madrid, Editorial Castalia, 1989, pág. 12.
26 BRAVO-VILLASANTE, Carmen, Historia de literatura infantil española, Madrid, Doncel, 1969, pág. 26.
27 ALONSO MARTÍN, Eugenio J., apud. MANUEL, Don Juan, El conde Lucanor, Madrid, El país, 2005, pág. 8
28 MANUEL, Don Juan, Libro del Conde Lucanor, Madrid, Editorial Castalia, 1989, pág. 156.
29 LACARRA, Maria Jesús, op. cit., pág. 36.21
Timoneda y Melchor de Santa Cruz. En la obra de Juan de Timoneda encontramos tres
colecciones de los cuentos. Una de ellas, Sobremesa y alivio de caminantes, recogía cuentos
de tradición oral y fue uno de los más leídos en el siglo XVI, ya que por sus breves y chistosas
narraciones se hizo muy popular y los niños lo leyeron con gusto.30 Para Patrañuela, otra de
sus obras, se inspira en obra de Boccaccio y en Gesta Romanum.31 Melchor de Santa Cruz
publicó Cien Tratados, colección de cuentos dedicada a Felipe II.
Durante los siglos XVIII y XIX aumentó considerablemente el interés por el cuento
popular. Aunque las colecciones seguían siendo escasas, muchos escritores empezaron a
interesarse por la tradición. Distinguimos tres períodos en los trabajos sobre los cuentos
populares españoles.32 La primera etapa, llamada folklórico-costumbrista, se desarrolló a
mediados del siglo XIX y su figura preeminente es Fernán Caballero, cuyo verdadero nombre
era Cecilia Böhl de Faber. Fue representante de la corriente literaria llamada
‹‹Costumbrismo››, de ahí el nombre de la etapa. Se puede decir que ella fue una de las
primeras personas que se dedicaron a la literatura infantil en España.33 Sus cuentos
aparecieron primero en el quinto tomo de la Biblioteca de Autores Españoles, bajo los títulos
Cuentos y poesías populares andaluces y Cuentos de encantamiento. Más tarde se publicaron
bajo el nombre general Cuentos, oraciones, adivinas y refranes populares e infantiles. Todos
sus cuentos contienen un fuerte tratamiento literario, incluidos los que podrían parecer más
‹‹infantiles›› y los de encantamiento. Entre ellos destaca Los caballeros del Pez, basado en La
serpiente de siete cabezas, que mantiene bastante bien la estructura narrativa, aunque el
arreglo literario del final es cuestionable. Otro cuento donde se mantienen los motivos con
bastante pureza es Bella-Flor. Caballero recogió historias ya existentes y las reescribió con un
estilo coloquial, dándole a los cuentos un cierto aire ingenuo. Por su gran interés en el mundo
de los niños puso mucho empeño en recopilar el folklore infantil en todas sus
manifestaciones.34 Otro autor a quien debemos mencionar es Juan Eugenio Hartzenbusch.
30 BRAVO-VILLASANTE, Carmen, Antología de literatura infantil en literatura española Tomo I, Madrid, Doncel, 1973, pág. 119.
31Disponible en, www.biografiasyvidas.com/biografia/t/timoneda.htm, [Consulta: 17. 2. 2010]
32 ALMODÓVAR, Antonio Rodríguez, Los cuentos populares o la tentativa de un texto infinito, Murcia, Universidad de Murcia, 1989, págs. 29-53.
33 BRAVO-VILLASANTE, Carmen, Historia de literatura española, Madrid, Doncel, 1969, pág. 101.
34BRAVO-VILLASANTE, Carmen, (1989), op. cit. , pág. 189.22
Aunque Hartzenbusch es conocido sobre todo como exponente del drama romántico, creó
también obras para niños y hoy en día sus cuentos forman parte de la lectura escolar clásica.35
La segunda etapa, llamada folklórico-positivista, se inició en los años ochenta del
mismo siglo y su mayor representante es Antonio Machado y Álvarez. Padre de los poetas
Antonio y Manuel Machado, Machado y Álvarez es el autor de la Biblioteca de Tradiciones
Populares. Esta extensa obra contiene cuarenta y cuatro cuentos populares, pertenecientes a
diversas regiones de España, compilados por diversos autores que recogieron cuentos y otros
elementos folklóricos por todo el país. Antonio Machado y Álvarez, que actuó principalmente
como director y orientador de esta obra, dedicó toda su vida a la búsqueda del material
folklórico y contribuyó de manera importante al desarrollo de sociedades e investigaciones en
la materia, yendo un paso más allá en la línea de trabajo de Fernán Caballero.36 Algunos de
los cuentos de la Biblioteca procedían también del folklorista Sergio Hernández de Soto, que
recopilaba sobre todo cuentos extremeños. Publicó Juegos infantiles de Extremadura y
Cuentos populares de Extremadura, en que podemos encontrar cuentos como Hierro, Plomo
y Acero, El mágico Palermo, Los dos hermanos o Don Juan jugador.
El trabajo de Machado y Álvarez marcó un punto de inflexión en el estudio del folklore
en España:
[…] Su preocupación abre camino a otras recopilaciones, aparecen algunas revistas como el Bolletín
folklórico español que, aunque de corta vida, sirven de enlace entre diversos coleccionistas de temas
populares. Y de aquí va derivándose un interés religionista por recuperar sus tradiciones folklóricas que
sienta bases para lo que acometerán más tarde otros compiladores como Aurelio de Llano y Constantino
Cabal en Asturias o Manuel Llano en Cantabria, todos ellos en el primer cuarto del siglo XX.37 […]
La tercera etapa, desarrollada en los años veinte y treinta del siglo XX, es la llamada
folklórico-filológica y sigue la línea de la escuela finlandesa, ya mencionada anteriormente.
Su principal representante es Aurelio M. Espinosa, el más importante coleccionista del cuento
popular español. Su extenso trabajo está dividido en tres volúmenes. En el primer tomo
plantea problemas generales relativos al cuento popular y en él se incluyen cuentos de
adivinanza, cuentos humanos, cuentos morales, cuentos de encantamiento, cuentos picarescos
35 BRAVO-VILLASANTE, Carmen, (1973a), op. cit. , pág. 261.
36 BRAVO-VILLASANTE, Carmen, Antología de literatura infantil en literatura española Tomo II, Madrid, Doncel, 1973, pág. 114.
37 GUELBENZU, José María, op. cit. , pág. 12.23
y cuentos de animales. En los otros dos volúmenes estudia y compara los cuentos. Su trabajo
pretendió conseguir una sistematización de corte filológico y se aproximó con ello a un tipo
de trabajo que podemos considerar ya como científico en el conocimiento y recuperación de
los cuentos tradicionales.
Su hijo, también llamado Aurelio, continuó su obra, centrándose principalmente en los
cuentos populares de Castilla. Su colección, publicada en el año 1946, consta de setenta y dos
cuentos, clasificados en cuatro grupos: cuentos humanos varios, cuentos ejemplares y
religiosos, cuentos de encantamiento y cuentos de animales. La colección incluye, por
ejemplo, cuentos como Juan el Oso, Blancaflor o La princesa encantada.
De entre otras colecciones debemos mencionar las de Constantino Cabal. En sus obras
Del folklore de Asturias, Cuentos, leyendas y tradiciones y Cuentos tradicionales asturianos
incluyó cuentos de brujas, conjuras y supersticiones de todas clases, como el cuento
maravilloso Blancaflor, que compara con el mito de Medea. El folklorista Aurelio de Llano
también reunió sus Cuentos asturianos recogidos de la tradición oral. Marciano Curiel
Merchán publicó sus Cuentos extremeños, que incluyen ciento cuarenta y cuatro relatos que
había ido recogiendo por los diferentes pueblos, aunque la mayoría procedía de Madroñera y
de Trujillo. Algunos de sus cuentos son La olla de manteca, La fea y la guapa y Las mentiras
más gordas. También conocemos cuentos de Cantabria gracias a Manuel Llano y su
Brañaflor, en que recopila cuentos, mitos y relatos cántabros. Entre otros recopiladores,
Arcadio de Larrea Palacín editó Cuentos gaditanos, Julio Camarena Laucirica hizo lo propio
con Cuentos tradicionales recopilados en la provincia de Ciudad Real y Cuentos
tradicionales de León, y Luis Cortés Vázquez publicó Cuentos populares salmantinos.
Apartándonos de las recopilaciones de cuentos populares, vale la pena mencionar algunas
de las obras de la literatura infantil española del siglo XX. Elena Fortún creó el personaje de
Celia, una muchacha madrileña cuyas aventuras y desventuras tuvieron gran popularidad en
los años treinta. Algunos de los títulos son Celia, lo que dice, Celia en el colegio, Celia y sus
amigos o Celia madrecita, historias preciosas que fueron leídas por miles de niños.38
38 GAITE, Carmen María, “Pesquisa tardía sobre Elena Fortún” in FORTÚN, Elena, Celia, lo que dice, Madrid,
Alianza Editorial, 2004, págs. 6-10.24
En la literatura infantil española existe otra serie de libros basada en las aventuras de una
niña: Borita Casas escribió sobre Antoñita la Fantástica, una chica madrileña que comenta con
gracia todo lo que sucede a su alrededor.39
Otra obra muy importante en la literatura infantil española es Marcelino, Pan y Vino, de
José M. Sánchez-Silva, el único autor español galardonado con el Premio Andersen.40 Con
este relato quiso devolver a los cuentos su tradición oral, en la que los padres contaban los
cuentos a sus hijos. Él mismo dijo haber recibido la historia de Marcelino en su infancia de
labios de su madre.41 Las aventuras de Marcelino, niño abandonado a las puertas de un
convento, se inspiran en un milagro de las Cantigas de Alfonso X el Sabio.42 En el relato se
dejan ver características marcadamente cristianas; por ejemplo, Silva deja morir a Marcelino para que
pueda encontrarse con sus padres en el cielo.
La literatura española tiene también su propio Pinocho. Salvador Bartolozzi recreó este
famoso personaje y publicó una serie titulada Pinocho contra Capete, en la que las aventuras
y comportamiento de su héroe recuerdan a las de Don Quijote.43
Por último, podemos mencionar algunos autores que escribieron cuentos infantiles
nuevos, pero con clara influencia de Andersen. Elisabeth Mulder publicó Los cuentos del
viejo reloj, conjunto de relatos en que las cosas cobran vida.44 Antonio Cerezo modernizó los
cuentos que había escuchado durante su niñez en Extremadura en la colección de relatos El
sueño del piconero. 45
39 BRAVO-VILLASANTE, Carmen, (1973b), op. cit. , pág. 351.
40 Disponible en, http://www.epdlp.com/premios.php?premio=Hans%20Christian%20Andersen, [Consulta: 20.2 2010]
41 CERVERA, Juan, op. cit. , pág. 123.
42BRAVO-VILLASANTE, Carmen, Antología de literatura infantil en literatura española Tomo II, Madrid, Doncel, 1973, pág. 305.
43 BRAVO-VILLASANTE, Carmen, (1973b), Ibid., pág. 209.
44 BRAVO-VILLASANTE, Carmen, (1973b), Ibid., pág. 259.
45 BRAVO-VILLASANTE, Carmen, (1973b), Ibid., pág. 495.
25
4. COMPARACIÓN DE LOS CUENTOS DE HADAS
En la última parte nos dedicaremos a la comparación de los cuentos. Compararemos las
versiones de los cuentos Cenicienta y Blancanieves. Nos va a interesar cómo se diferencian de
las versiones mundialmente conocidas y, por supuesto, cómo se diferencia la versión española
de la checa. También vamos a referirnos al cuento popular español Bella-flor, recopilado por
Fernán Caballero y lo compararemos con el cuento popular checo ‹‹Zlatovláska››, recopilado
por K. J. Erben.
4.1. La Cenicienta
La Cenicienta está entre los cuentos maravillosos más populares en todo el mundo. Es
uno de los cuentos más antiguos, su primera versión procede probablemente de la antigua
China, donde fue registrada en el siglo IX por Taun Cheng-shih.46 La cenicienta china se
llama Yeh-hsien y su historia es similar a la que conocemos hoy en día. La joven es
46 DÍEZ R., Miguel, DÍEZ-TABOADA, Paz, La memoria de los cuentos: un viaje por los cuentos populares del
mundo, Madrid, Editorial Espasa, 1998, pág. 118.26
maltratada por su madrastra y sus hermanastras; las espinas del pez mágico, al que madrastra
había matado, le hacen por arte de magia el traje magnífico para la fiesta; en la fiesta pierde su
zapatilla de oro, que el mercader más rico encuentra; gracias a esta zapatilla encuentra a Yeh-
hsien y se casa con ella.
Hasta hoy se han recopilado más de trescientas versiones sobre el tema de la Cenicienta.
Todas las versiones tienen rasgos similares, se diferencian solamente en detalles. Cenicienta
se llama así porque está sucia y polvorienta por causa de la ceniza. La elección de la ceniza no
es casual: ‹‹tener que vivir en la ceniza›› implica una posición servil entre los hermanos.47 En
todas las versiones encontramos a la madrastra con sus hijas, al padre que no puede ayudar a
su hija, la zapatilla preciosa, la fiesta donde la joven la pierde y, finalmente, el príncipe que
busca a la dueña de la pequeña zapatilla. ¿Por qué una zapatilla tan pequeña? Se ofrece la
explicación de que el motivo está relacionado con el origen chino de este cuento. El pie
pequeño representaba en China el ideal de la belleza; el tamaño ideal del pie era de entre siete
y diez centímetros, y un pie tan pequeño era condición para que la boda fuera favorable.48 Por
eso, para que se pueda casar Cenicienta es condición sine qua non que tenga un pie pequeño.
Las versiones más conocidas son las de Ch.Perrault y los hermanos Grimm. En estas dos
versiones encontramos bastantes detalles muy diferentes. La Cenicienta de Perrault es una
joven muy obediente: hace lo que le dicen, en casa se sienta sobre la ceniza porque quiere, no
porque debe; ayuda a sus hermanastras con las preparaciones para el baile y no pregunta si
puede ir también. No hace nada para cambiar su vida. Va al baile gracias a su madrina, que es
un hada. Ella le confecciona mediante magia el traje y los zapatitos de cristal (el zapatito de
cristal lo encontramos solamente en la versión de Perrault o en versiones derivadas de su
cuento; además, el zapatito también da nombre al cuento que originalmente se llama La
Cenicienta o la zapatilla de cristal. En otras versiones el zapatito suele estar hecho de oro). El
hada madrina toca con su varita mágica la calabaza, que después se convierte en un carruaje.
Toda la magia desaparece a medianoche, por eso Cenicienta se va del baile, porque sin el
efecto de magia la descubrirían. Esto se repite tres veces hasta que, con las prisas, acaba
perdiendo el zapatito. El príncipe no se esfuerza mucho para alcanzarla. Envía a sus criados a
buscar a la dueña del zapatito. Durante la prueba del zapatito, la Cenicienta por primera vez
47 BETTELHEIM, Bruno, Za tajemstvím pohádek, Praha, Lidové noviny, 2000, pág. 232.
48 ŠKOPKOVÁ, Jana, Lotosové květy Číny, disponible en, http://sik.vse.cz/klubovyzivot_kultura.php?da=2009_6, [Consulta: 26.2 2010].
27
muestra algún valor, cuando pregunta si también puede probárselo. Se casa con el príncipe,
perdona a sus hermanastras y hasta les encuentra novios. Perrault demuestra que el bien tiene
que ganar, pero no se castiga el mal, solamente se pide perdón y después el perdón es también
retribuido. A su cuento añade la moraleja en que dice que la belleza es importante pero no lo
es todo.
La Cenicienta de los Grimm se comporta de manera más valiente y enérgica. Se encuentra
en ese hogar porque debe estar ahí, no ayuda a sus hermanastras voluntariamente y cumple los
deberes absurdos que le da la madrastra para poder ir al baile. Cuida la tumba de su madre,
planta allí la rama de avellana que le trajo su padre y, por sus lágrimas y oraciones, crece de la
rama el árbol que, junto con las palomas, le cumple todos sus deseos, incluido el traje para el
baile. El árbol presenta el alma de la madre muerta, que ayuda a su hija. Acude al baile
también tres veces y se marcha para estar en casa antes que su familia. El príncipe la persigue,
pero ella se esconde en el árbol. La tercera vez el príncipe manda poner pez en la escalera y
ella pierde su zapatito de oro. El príncipe mismo busca a su dueña. Para que pase el zapatito a
su hermanastras, la madrastra a una le corta los dedos y a la otra, el talón. El príncipe no se da
cuenta y se va con una de las hijas, pero las palomas advierten al príncipe sobre la sangre; el
príncipe vuelve a casa y la Cenicienta se prueba el zapatito. El príncipe la ve como la joven
ordinaria que es y la acepta. Durante la boda las palomas les pican los ojos a las hermanastras.
Los Grimm castigan el mal y para ello utilizan la crueldad. El castigo es permanente.
4.1.1. La Cenicienta en la literatura española
Vamos a ver cómo se refleja el cuento de Cenicienta en la literatura española y en la
checa. En España tiene siempre otros nombres. Aurelio M. Espinosa, el famoso recopilador,
encontró cuarenta y ochos versiones hispánicas de dicho cuento.49 Nosotros hemos encontrado
tres versiones, una bajo el nombre Blanquita, y dos llamadas Estrellita del Oro.
Blanquita es el texto reproducido por J.Camarena, en sus Cuentos tradicionales
recopilados en la provincia de Ciudad Real.50 Al leer esta versión de Cenicienta, da la
impresión de encontrarse ante la Cenicienta de los Grimm. La historia y algunos diálogos son
iguales; no obstante, hemos encontrado algunas diferencias. Una muy clara está en el nombre:
49 ESPINOSA, Aurelio M., Cuentos populares de España, Madrid, Colección Austral, 1993, pág. 44.
50 CAMARENA, Julio, Catálogo tipológico del cuento folklórico español, Madrid, Editorial Gredos, 1995, pág. 408.
28
se llama Blanquita, no encontramos ninguna referencia al nombre Cenicienta o a la ceniza,
pero ocupa el mismo rol en el hogar que Cenicienta. Eso se refleja en frases como: ‹‹Y ya
Blanquita barría, y fregaba, y encendía la lumbre: en el puesto de una criada [...] anda,
márchate a fregar, que estás llenita de harapos, la deshonra nuestra››. No aparecen los deberes
y trabajos encargados por la madrastra, que simplemente dice: ‹‹Tú no puedes ir bajo ningún
concepto››. No se mencionan las preparaciones para el baile y enseguida se escribe, que
diferencia de Blanquita, las hermanastras eran tan feas que no podían atraer la atención del
príncipe. El árbol que plantó junto a la tumba de su madre le regala el traje, que aparece
mágicamente bajo sus ramas. Tan pronto como el príncipe la vio, dijo: ‹‹Tú eres la escogida
de mi corazón››. Después de la llegada de Blanquita al baile, la historia continúa igual que la
de Cenicienta: pierde el zapatito y la madrastra le corta los dedos a una de sus hijas y el talón
a la otra. A diferencia del príncipe de Cenicienta, el príncipe de este cuento reconoce que no
se trata de la joven de sus sueños, pero sabe que debe cumplir su promesa. Lo vemos en esta
oración : ‹‹¡Santísima Virgen, pero qué calabazona y qué fea! Si ésta no la quiero yo. Pero en
fin, he dicho que tengo que casarme con la que venga el zapato››. Las golondrinas (palomas
en la versión de Cenicienta) al ver la sangre advierten al príncipe de que era un engaño. Por
segunda vez, se da cuenta de que la joven que se calzó el zapatito no es su novia y se lamenta:
‹‹¡Señor, una calabazona he vuelto patrás y otra viene! Yo, no me gusta ni aquélla ni ésta, no
quiero ninguna. Pero, en fin, tengo que llevármela. ¡Bendito sea Dios, qué mala suerte voy a
hacer!›› Cuando regresa y pide ver la prueba del zapatito con sus propios ojos, Blanquita
viene vestida con uno de sus magníficos trajes y él enseguida sabe que ésta es la escogida de
su corazón. A diferencia de otras versiones, en ésta el príncipe la reconoce sin el zapatito.
Además vemos un paralelo a la versión de Perrault, porque el príncipe ve solamente a
Blanquita vestida con sus bonitos trajes. La última prueba del zapatito, que el padre de
Blanquita pide al final del cuento, tampoco se encuentra en otra versión. En el final no hay
ninguna mención sobre el castigo o el destino futuro de la madrastra o las hermanastras: el
cuento termina con el canto de las golondrinas.
Se ofrece la idea de que ‹‹el autor›› omite el castigo intencionadamente, al juzgar que la
envidia de la madrastra y las hermanastras fue suficientemente castigada por la boda de
Blanquita y que la victoria del bien ya significa el castigo para el mal. El hecho de que el
padre pida que su hija se pruebe el zapatito puede significar que no quiere, como ningún
padre, que la hija salga de casa; no le gusta la idea de que su niña ya es adulta y vivirá con un
29
hombre, más aún cuando es su única hija, y se esfuerza por ello en alejar este momento. Pero,
pese a todo, dice que el cumplir la condición dará el permiso a la boda. La conducta del
príncipe muestra por un lado su honradez, cuando quiere cumplir su promesa aunque no le
guste, y, por otro lado, cierta ingenuidad y ninguna fortaleza cada vez que cree
verdaderamente que la joven a la que le entra el zapatito es la joven de su corazón, más aún
cuando presiente que no es ella. El príncipe solamente ve a Blanquita bien vestida, lo que da
la impresión de que el príncipe no pueda casarse con una joven ordinaria, reflejo de la
realidad social de la época: los de sangre azul se podían casar sólo con las personas nobles. La
joven no es noble, pero por lo menos en traje de princesa lo aparenta. Para la gente ordinaria
el mundo aristocrático se encontraba muy lejano, la vida de nobleza parecía fabulosa, una
vida en la riqueza, un poco irreal y sin problemas cotidianos. Esto se deja ver en el
comportamiento de la madre, que, tal y como en versión de los Grimm, dice a sus hijas
durante de la probación del zapatito: ‹‹Cortátele, cuando seas reina nunca irás a pie››. Como
hemos mencionado anteriormente, la decisión de cortar el pie proviene probablemente de la
versión china, puesto que las madres deformaban los pies de sus hijas para que fueran
pequeños y pudieran casarse con un hombre rico.
Nos puede sorprender el estilo en que el cuento está escrito. Los cuentos maravillosos
suelen estar escritos con una lengua rica y las situaciones están descritas detalladamente, para
que los niños obtengan el fondo léxico y enriquezcan su fantasía. En este cuento no vemos
nada similar. Las oraciones son cortas, muchas de ellas empiezan con la preposición ‘y’ o las
partículas ‘pues’ o ‘bueno’, lo que acelera la historia, ya que se escribe solamente lo más
fundamental e interesante. Por ejemplo, cuando Blanquita quiere marcharse del baile: ‹‹Y dice
que se tiene marchar. Y dice que él quiere acompañarla. Y le dice que no puede bajo ningún
concepto. Y le dice que le pone la servidumbre de palacio pa que vean dónde entra. Y le dije
que no››. El uso de las expresiones religiosas es interesante. No cumplen una función de
oración o rezo, sino que el protagonista llama a Dios, o a la Virgen, en las situaciones en que
no lo pasa bien, o que le parecen injustas e imposibles. Incluso puede parecer que echa la
culpa a Dios, como si renegara un poco. Lo vemos claramente en la situación en que el
príncipe ve a sus novias falsas. ‹‹¡Santísima Virgen, pero qué calabazona y qué fea! ¡Bendito
sea Dios, qué mala suerte voy a hacer!››.
Todo lo que hemos mencionado demuestra que se trata realmente del cuento popular y
que el folklorista lo escribió exactamente como lo oía y como lo narraba la gente. Como ya
30
sabemos, los cuentos no fueron destinados para los niños, se los contaban unos a otros, no
necesitaban una lengua muy rica y lo importante era el contenido, de ahí que las oraciones
sean tan rígidas. También el uso de la llamada a Dios, en sentido negativo, es una reacción
común en situaciones difíciles o sorprendentes.
Estrellita de Oro es la versión que publicó Aurelio M. Espinosa en Cuentos populares de
España51 y en la que se ve influencia tanto de Perrault como de Grimms.
A diferencia de otras versiones, en las que la protagonista es una muchacha sencilla,
Estrellita de Oro es la hija del rey. ‹‹Éstos eran un rey y una reina que tenían una sola hija››.
Después de la muerte de la reina, el rey se casó otra vez. Su nueva mujer empezó a maltratar a
su hijastra tras del nacimiento de su propia hija. La obligó a hacer todo tipo de trabajos y hasta
a lavar ropa en la fuente. Un día le dio ropa llena de ceniza, un jabón y un puchero de sopa, y
le dijo que trajera la ropa muy blanca, dos libras de jabón y el puchero lleno de sopa. La
Virgen, bajo la apariencia de una abuelita, la ayudó a conseguir cumplir sus tareas, tras seguir
sus indicaciones. Cuando Estrellita de Oro hizo lo que le había dicho la Virgen, miró al cielo
y le cayó una estrellita de oro en la frente. De ahí le viene su nombre. Cuando Estrellita de
Oro volvió a casa y su madrastra supo lo que había sucedido, mandó a su hija a la fuente. Ella
también encontró a la abuelita e hizo lo mismo que su hermanastra. Pero fue castigada por su
envidia y le cayó un rabo de burro en la frente. Desde este momento todos la llaman Rabo de
Burro y la madrastra maltrata a Estrellita más y más.
Después la historia continúa tal como la conocemos. La madrastra fue con la hermanastra
al baile mientras que Estrellita de Oro tuvo que sacar lentejas de entre las cenizas. Obtuvo la
ayuda de los pajarillos y de su varita mágica, que era una varillita de árbol que le trajo su
padre de su viaje. Y consiguió ir al baile. El príncipe se enamoró de ella, y al perder ella el
zapato la tercera noche, emprendió su búsqueda. Todas las mujeres se probaron el pequeño
zapato, algunas incluso se cortaron algunos de sus dedos, pero no le calzó a ninguna. Cuando
el zapato no le entró a Rabo de Burro, Estrellita apareció ante el príncipe en su traje del baile.
Él la reconoció inmediatamente y pidió su mano. Se casaron y perdonaron a la madrastra con
su hija.
De esta corta descripción de la historia, podemos extraer que mezcla las dos versiones
famosas del cuento. La Virgen, que ayudó a Estrellita con el deber, nos puede recordar al hada
51 ESPINOSA, Aurelio M., op. cit. , págs. 154-159.31
de Perrault. Si la varita mágica puede remitir tanto a la varita del hada madrina de la versión
de Perrault como al árbol mágico de los Grimm, no hay ninguna duda de que los pájaros que
ayudan a Estrellita y el corte de los dedos remiten a los Grimm, mientras que el final es el
mismo que tiene la versión francesa.
También hemos encontrado el cuento Estrellita de Oro en el libro Cuentos maravillosos
españoles de Antonio Rodríguez Almodóvar.52 La línea principal es la misma que en el cuento
anterior. Tanto el principio como buena parte del desarrollo final son diferentes y se
distinguen no sólo de la Estrellita de Oro de Espinosa, sino también de las otras variantes de
Cenicienta. La historia no acaba con la prueba del zapato, sino que ofrece una continuación
sorprendente.
Estrellita de Oro insistió en que su padre se casara con una vecina viuda, que tenía
convencida a Estrellita con promesas de lo bien que se comportaría con ella. El padre la
rechazaba, presintiendo que la viuda no era buena persona, lo que se ve en su frase: ‹‹Que
primero te dará sopita de miel y después sopita de hiel››. Tras la boda, se quejó del
comportamiento de la madrastra, pero el padre repitió esta frase y no hizo nada. Cuando
Estrellita tuvo que lavar la ropa y conseguir un puchero lleno de sopa, encontró a una viejecita
que la ayudó a cumplir sus deberes y dijo: ‹‹Entonces te concederé tres gracias: que cuando te
peines, caigan perlas; que cuando te rías, caigan rosas y que cuando te metas la mano en el
bolsillo halles siempre dinero››. Estas tres gracias van a jugar un rol importante en el
desarrollo de la trama.
La historia continua igual que en la anterior Estrellita de Oro hasta después de la prueba
del zapato. Cuando el príncipe quiso llevarse a Estrellita de Oro a su castillo, la madrastra y su
hija decidieron matarla. La golpearon duramente y, cuando creyeron que estaba muerta, le
sacaron los ojos y la lengua. La salvó un pastor de ovejas que poco después pasó por allí. La
cuidó con su mujer y Estrellita se puso mejor. Un día se echó a reír y al momento cayeron
rosas, que el pastor fue a vender en el mercado. Se las vendió a Rabo de Burro, pero no por
dinero, sino a cambio de la lengua de Estrellita. Con un toque de varita de virtud, ella se puso
la lengua y empezó a hablar. Otro día la mujer del pastor peinó a Estrellita y al momento
cayeron perlas. El pastor se las vendió, nuevamente, a Rabo de Burro, esta vez a cambio de
los ojos de Estrellita de Oro. Después se los entregó a Estrellita de Oro y ella volvió a ver.
52 ALMODÓVAR, Antonio Rodríguez, Los cuentos maravillosos españoles, Barcelona, Editorial Crítica, 1982, págs. 161-168.
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Inmediatamente le escribió una carta al príncipe contándole todo lo que le había pasado. El
príncipe fue a su encuentro y finalmente celebraron la boda. El príncipe quiso castigar a la
madrastra y la hermanastra, pero Estrellita dijo que las perdonaba.
Este giro final de la trama lo encontramos también en una obra de la literatura checa. La
balada ‹‹Zlatý kolovrat››53 de Karel Jaromír Erben narra la historia de Dora, una joven de la
que se enamoró un rey. Cuando lo llegó a saber su madrastra, intentó matarla. Le sacó los
ojos, le cortó los brazos y las piernas y la dejó en el bosque. Sin saberlo, el rey se casó con su
hermanastra, que se parecía a Dora. El hijo del viejo que salvó a Dora le vendió a la
hermanastra el torno de hilar y otros elementos de costura a cambio de piernas, brazos y ojos.
Cuando el rey le pidió a su esposa que cosiera, el torno de hilar empezó a hablar y le contó al
rey toda la historia. El rey encontró a Dora y mandó matar a la madrastra y la hermanastra.
4.1.2. La Cenicienta en la literatura checa
Vamos a ver cómo aparece la Cenicienta en la literatura checa. A esta heroína la
encontramos en nuestra literatura sobre todo en la obra de Božena Němcová. Existen dos
versiones, pero una probablemente proviene, como indica su nombre ‹‹O Popelušce››, de
Eslovaquia. La versión que nos interesa principalmente es la checa, que es totalmente
diferente de las otras versiones conocidas. De la Cenicienta de los Grimm o de Perrault
encontramos en nuestra versión solamente las hermanas mimadas, el baile, la pérdida de la
zapatilla y la boda con el príncipe. El cuento es diferente ya desde el principio. Cenicienta no
tiene hermanastras ni madrastra, sino dos hermanas de quienes se dice que son guapas, y vive
con sus padres, muy pobres. Lo único que es igual en esta parte con otras versiones es que
todos los quehaceres los hace Cenicienta, que está sucia de la ceniza, por eso la llaman así, y
que sus hermanas son muy perezosas. Por causa de su pereza y de la gran pobreza de toda la
familia, el padre decide dejarlas a las tres en el bosque para obligarlas así a buscar trabajo.
Pero Cenicienta oyó el plan de su padre y fue a casa de su tía, que le aconsejó que tomara
consigo ceniza y una bola de lana para saber cómo volver a casa, pero que dejara en el bosque
a sus hermanas. Las dos primeras veces encontró el camino a casa, con la ayuda de la bola y
la ceniza, pero la tercera vez echó en el camino guisantes, que comieron las palomas, y ya no
sabía como regresar. Al día siguiente trepó a un árbol para observar si veía alguna casa y
encontró el castillo. Pero en el castillo vivían los caníbales que no se los comieron tan sólo
porque les prometieron que harían los trabajos domésticos, incluso las hermanas. Se portaron
53 ERBEN, Karel Jarolím, Kytice, Praha, Albatros, 1976, págs. 49-62.33
bien y colaboraron con ellos, pero en realidad planeaban cómo matarlos y salvarse. Al fin
echaron al caníbal al horno y a la bruja le cortaron la cabeza. A partir de este momento la
historia se empieza a parecer a la que ya conocemos. Cenicienta hace de criada a sus
hermanas, que se preparan para ir al baile. Cenicienta no va porque no tiene traje. Tras salir
las hermanas, ella encontró durante la limpieza la llave de oro que abría la puerta de una sala
llena de tesoros. Eligió el traje y se fue al baile, que, nuevamente, tuvo lugar en tres
ocasiones. Y, también por tercera vez, perdió su zapatito de oro en la escalera pegada con pez.
El príncipe quería encontrar a la dueña del zapatito, pero no fue a buscarla, ni él, ni su
servidumbre, sólo ordenó que todas las mujeres del reinado fueran a su palacio a probarlo. Las
hermanas apretaron con dolor sus pies, pero el zapatito no les entró. A Cenicienta sí. Apareció
vestida en un traje normal y le dijo al príncipe que tenía que aceptarla como una joven normal
y sencilla. Después de su boda se llevaron parte del tesoro, que compartieron también a las
hermanas. Pero cuando ellas quisieron llevarse el resto del tesoro, éste se convirtió en piedras
y unas gatas las arañaron y las afearon para siempre. Cenicienta invitó a sus padres para que
vivieran todos juntos en el palacio. La puerta del tesoro desapareció para siempre.
Es evidente que el cuento de Němcová junta rasgos de varios cuentos. Todo el mundo
reconoce en la primera parte similitudes con el cuento Juanito y Margarita, en checo ‹‹O
perníkové chaloupce››: el abandono de las hijas en el bosque, el árbol al que trepan, la bruja
que se las quiere comer y la escena del horno son situaciones prácticamente idénticas en los
dos cuentos. También el motivo de la casa llena de tesoros lo encontramos en Juanito y
Margarita, pero solamente en la versión de los Grimm, no en la de Němcová. Božena
Němcová fue más escritora que folklorista. Se sabe que no escribía los cuentos exactamente
como los oía, los arreglaba un poco, quería darles valor literario y su personalidad. Puesto que
vivió casi en el mismo tiempo de los Grimm, podía conocer sus cuentos y ‹‹tomar prestados››
algunos motivos suyos, además de recopilar los cuentos de una región de gran alemana. Su
versión es más real que maravillosa; de hecho, la única maravilla es la desaparición del tesoro
y su transformación en piedras. El descubrimiento de los trajes y del tesoro tras la puerta
secreta es claramente más real que el hada madrina o el árbol que da el traje. Por primera vez
se quiere demostrar que las hermanas son capaces de trabajar y ayudar a su hermana cuando
se encuentran en una situación difícil. Su pereza puede tener origen en una mala educación, ya
que los padres dejaron hacer todo el trabajo a su hija menor, y así formaron su carácter. Por
todo esto, el cuento no enseña solamente un tema, sino que se enfoca hacia problemas
34
diferentes. Menciona la pobreza, el comportamiento humano en la miseria, la capacidad de
matar para poder sobrevivir y, por supuesto, también que el buen comportamiento tiene que
ser premiado y el malo, castigado. Němcová opta por un final fuerte, la buena Cenicienta es
premiada no solamente con el amor, sino también con la riqueza. Y las malas hermanas son
castigadas para la eternidad, lo que cambia un poco su carácter, dado que al final las hermanas
aceptaron que habían sido castigadas por causa de su codicia.
Su Cenicienta eslovaca se diferencia mucho de la checa y se parece más a la de los
Grimm. La diferencia más evidente es el cambio del ambiente. La Cenicienta encuentra al
príncipe en la iglesia. Němcová no arreglaba los cuentos eslovacos tanto como los checos, los
cuentos mantienen más o menos su forma originaria. La iglesia era el lugar al que la gente iba
cada domingo, era de algún modo un evento social y en la iglesia, ante los ojos de Dios, todas
las personas eran iguales, por lo que podían encontrarse personas de todas las clases sociales.
Parece más probable el encuentro de la joven ordinaria con el príncipe en la iglesia que en el
baile en el palacio. En esta versión el príncipe tampoco llega a ver a su novia con su
vestimenta habitual.
También encontramos diferencias cuando comparamos la versión de los Grimm traducida
al español y al checo. La checa no se diferencia en casi nada con el original, solamente en
algunas versiones carece de de cualquier mención sobre la oración. Por ejemplo, la versión
del año 196954 omite las últimas palabras de la madre, cuando ésta le dice a su hija que se
comporte bien y que rece a Dios. Esto se puede explicar porque en esa época la religión era
indeseable; el gobierno se esforzó en reprimir la fe, la única fe correcta era la fe en el
socialismo. En la traducción española, por supuesto, la fe no podía faltar. La diferencia la
encontramos en el pasaje en el que la Cenicienta desaparece en las ramas del árbol. En la
versión original, el padre corta el árbol, pero en la versión española leemos esto: ‹‹Y yendo a
buscar una linterna, miró cuidadosamente todas las ramas del árbol, pero no había nadie en
él55››. Se ofrece la idea de que el traductor eligió esta manera de contar la situación porque, si
Cenicienta estuviera en las ramas, la caída del árbol la podría matar, por eso no quiso que
pareciera que el padre arriesgaba la vida de su hija.
54 GRIMM Jakob, GRIMM Wilhelm, Pohádky bratří Grimmů, Praha, Albatros, 1969, págs. 246-252.
55 GRIMM Jakob, GRIMM Wilhelm, Cuentos de Grimm, Barcelona, Editorial Juventud, 1971, págs. 53-64.35
Aunque las circunstancias o el ambiente se diferencian en cada una de las versiones
mencionadas, la trama es siempre la misma y es evidente que se trata del mismo cuento. El
tema principal es la rivalidad entre las hermanas, la envidia cuando ven que una de ellas es
mejor a todas luces, todo ello sumado a la preferencia de la madre por las que son sus propias
hijas. Las mujeres presentan el rol principal, los hombres están al margen del interés. En
segundo lugar se trata de la lucha entre mujeres, la lucha por el hombre, que es un tema que
era, es y será siempre de actualidad.
4.2. Blancanieves
El cuento de Blancanieves, también conocido como Blancanieves y los siete enanitos, es,
tal como La Cenicienta, uno de los cuentos más conocidos en el mundo. Los primeros que
publicaron el cuento de Blancanieves en la versión que conocemos hoy en día fueron los
hermanos Grimm, aunque ya en la obra de Basile encontramos un cuento con motivos que
aparecen también en la Blancanieves de los Grimm. En su cuento La esclava joven56, Basile
narra la historia de una niña de siete años que muere temporalmente tras clavarse un peine y
después es enterrada en un ataúd del cristal, como le sucede a Blancanieves, que se llama así
por su piel alabastrada.
Blancanieves está también basado en el odio de una madrastra por su hijastra. La reina,
orgullosa y obsesionada por su belleza, se pregunta frente al espejo si es la más guapa en todo
el mundo. Cuando el espejo le dice que la más guapa es su hijastra, decide llevarla al bosque y
matarla. Pero su sirviente no obedece su orden y deja vivir a Blancanieves. Ella encuentra la
casa de los enanitos y empieza a vivir con ellos. La madrastra, pensando que Blancanieves
está muerta, acude otra vez al espejo; cuando averigua que su hijastra vive, decide ir a matarla
personalmente. Transforma su apariencia y, bajo la forma de una anciana le ofrece primero el
peine envenenado y después las manzanas, que finalmente matan a Blancanieves. Los
enanitos la meten en el ataúd de cristal. El príncipe encuentra el ataúd con Blancanieves en su
interior y quiere llevársela a su reinado. Cuando mueve el ataúd, un trocito de manzana salta
de la boca de Blancanieves y ella se despierta. Poco tiempo después celebrarán su boda.
56 BETTELHEIM, Bruno, op. cit. , pág. 196.36
4.2.1. Blancanieves en la literatura española
Entre los cuentos populares españoles encontramos algunos cuentos basados en motivos
de Blancanieves. Al igual que ocurre con Cenicienta, en la literatura española dichos cuentos
son conocidos bajo varios títulos. Una de las versiones es el cuento ciudadrealeño Cuento de
los ladrones, recopilado por J.Camarena.57 Hemos encontrado otras tres versiones en el libro
Cuentos maravillosos españoles de Antonio Rodríguez Almodóvar: La peña de los
enamorados, La madre envidiosa y Mariquita y sus siete hermanitos.
Primero vamos a tratar el primer cuento, cuyo nombre no indica que se trata de una
versión de Blancanieves, pero es así. El cuento se llama Cuento de los ladrones, título que de
hecho difiere mucho del original. El cuento tiene un comienzo sorprendente. La madre
prohibió a su marido ver a su propia hija, porque era muy guapa. No le preguntaba al espejo si
era la más guapa en el mundo, sino que le preguntaba a su marido si era más guapa que su
hija. Un día el marido dijo que su hija era más guapa; por eso ella hizo que tres hombres se
llevaran a su hija a las montañas para matarla. Por supuesto, no la mataron, sino que mataron
a un perro y llevaron su corazón a la mujer. A los enanitos los sustituyen en esta versión doce
ladrones. La madre se enteró de que su hija vivía, así que intentó matarla con un peine y lo
logró. Los ladrones hicieron lo mismo que los enanitos, la pusieron en el ataúd del cristal. Así
la vio el príncipe y la llevó a su palacio. La dejó en su habitación sin nadie saberlo, hasta que
un día la encontraron la criada y la madre del príncipe y la revivieron, extrayéndole la aguja
del peine. Al final se casó con el príncipe, en un desenlace feliz, sin ninguna mención a su
madre.
El cuento nos enseña una forma muy fuerte de envidia, la que siente una madre por su
propia hija. La madre tiene miedo de perder la atención de su marido, teme que la hija será
más importante para su marido que ella y no quiere luchar por él. La belleza de su hija
significa para ella el peligro, el peligro de no ser guapa eternamente. Se da cuenta de que
envejece cuando ve crecer a su hija. Para ella lo más importante en su vida es la belleza
propia, se trata de una persona superficial, inmadura, egoísta y sin espíritu maternal. Los
ladrones representan un papel interesante. Al contrario de lo que sucede en otros cuentos, aquí
representan personajes buenos; cuando cuidan a la joven, hasta la consideran su hermana, con
el calor de una familia. La salvación de su futura suegra es también un motivo extraordinario,
como si se tratara de un signo de aceptación de la boda de su hijo: sabe que ya es adulto y 57 CAMARENA, Julio, op. cit. , págs. 716-721.
37
quiere que viva su propia vida. Tal vez el príncipe no tuviera muy claro qué hacer; está claro
que tuvo dudas, ya que ni siquiera se esforzó para despertar a la joven, solamente la guardó en
su habitación sin decírselo a sus padres. El otro hecho interesante es que la heroína no tiene
nombre y son los ladrones los que le dan nombre al cuento, como si la heroína no fuera
importante aunque la historia evolucione en torno de ella. Conocemos un único nombre, el del
padre, la persona menos importante en la historia. Se trata de otra muestra más de que este
cuento está lleno de contrastes y de paradojas, y de que cambia las características que
deberían ser intangibles, que en otros cuentos presentan siempre el mismo rol. Cuento de los
ladrones demuestra que es posible cambiar lo tradicional y, con todo, conservar los atributos
de los cuentos.
El cuento Mariquita y sus siete hermanitos58 tiene casi la misma trama que Cuento de los
ladrones. El cuento empieza con la salida de casa de los siete hermanos de Mariquita, a los
que su padre trató muy mal después del nacimiento de Mariquita. El padre la quería tanto que
la madre empezó a sentir mucha envidia. Después la historia continúa tal como la conocemos.
En vez de con enanitos, Mariquita vive con siete ladrones, que, en este caso, son sus
hermanos. En esta versión Mariquita muere después de vestir una camisa que le dio una bruja
a órdenes de su madre. A partir de ahí la historia está en consonancia con El cuento de los
ladrones. Mariquita fue salvada por una criada que le quitó la camisa. A diferencia del cuento
anterior, en esta versión no falta un castigo para madre: tanto ella como la bruja fueron
quemadas.
La madre envidiosa59 cuenta casi la misma historia que las dos anteriores. La gran
diferencia la encontramos en la última parte del cuento, cuando la protagonista fue asesinada
después de la boda con el príncipe. Una criada negra que la envidiaba por su belleza le clavó
un alfiler mientras la peinaba y la convirtió así en paloma. La negra se hizo pasar por la reina
e intentó explicarle al rey que se había quemado con el sol. El rey no la creyó y se puso muy
triste. La paloma voló cada día al palacio hasta que el rey se dio cuenta de que tenía un alfiler
clavado en la cabeza. Se lo quitó y así la paloma recobró su apariencia. La negra fue
castigada: la mataron.
58 ALMODÓVAR, Antonio Rodríguez, Los cuentos maravillosos españoles, Barcelona, Editorial Crítica, 1982, págs. 199-203.
59ALMODÓVAR, Antonio Rodríguez, Ibid, págs. 150-156. 38
La peña de los enamorados60, el último cuento que vamos a ver, se desarrolla en la isla
que da nombre al cuento. A diferencia de otras versiones, en esta historia no aparece la figura
del príncipe. Se basa solamente en la envidia que siente la madre por su propia hija. La madre
no tenía ningún espejo mágico, sino que fueron los habitantes de la isla los que provocaron su
envidia cuando decían que su hija era más guapa que ella. Por esta razón, como ya sabemos,
ordenó su asesinato, pero los criados la dejaron vivir. La joven vivió en la peña con siete
bandidos. Un día llegó a los oídos de la madre que todavía vivía una mujer más guapa que
ella. Mandó a una gitana para que la matara. La gitana la encontró y le puso un anillo que le
causó la muerte. Los bandidos, cuando la encontraron, la llevaron hasta la puerta del palacio
de su padre y la dejaron allí. Cuando el padre quiso enterrarla, le quitó el anillo y la hija se
despertó. El cuento acaba con el castigo para la madre y la gitana: ambas fueron encerradas en
un subterráneo.
Vemos que todas versiones se parecen mucho entre sí. Para todas ellas son comunes los
ladrones, que sustituyen a los enanitos que conocemos de la versión de Grimm. En ningún
cuento aparece el nombre de la protagonista principal, ni siquiera en Mariquita y sus siete
hermanitos, ya que el nombre está sólo en título. Los personajes son denominados por su
posición en la sociedad, en la familia o por su trabajo. Se habla del rey, del conde, de los
ladrones, de la hija, del príncipe o de la criada. Aunque todas las versiones se parezcan
mucho, cada una de ellas añade a la historia algunos detalles que le dan a cada cuento su
propio rostro.
4.2.2. Blancanieves en la literatura checa
En nuestra literatura no existe ninguna versión genuinamente checa de Blancanieves,
conocemos solamente la versión de los Grimm, por lo que en las traducciones no se pueden
encontrar muchas diferenciar mucho ni entre sí ni en comparación con las versiones
españolas. Las diferencias las encontramos principalmente en el final, en lo que dice el espejo
y también en la traducción del nombre de la protagonista.
Aunque en el libro del año 1969 el cuento se llama ‹‹Sněženka a sedm trpaslíků››, la
mayoría de versiones tienen el nombre ‹‹Sněhurka››, que es como traducimos y conocemos el
cuento hoy en día. El espejo le dice a la reina que es guapa, pero su hijastra lo es más. Así,
empieza con piropos antes de decir la verdad, como si quisiera suavizar sus palabras. En
60ALMODÓVAR, Antonio Rodríguez, Ibid, págs. 220-224.39
cambio, en la versión publicada en 1995, el espejo omite los piropos, y en su lugar dice que
no sabe mentir, como si quisiera excusarse por tener que decir la verdad cruel.
En el cuento de los Grimm, la reina al final tenía que bailar en los zapatos de oro y hierro
hasta caer muerta. En la versión traducida al español este castigo no aparece, solamente se
escribe que cuando la reina ve que la novia del príncipe es Blancanieves se enfada mucho y se
escapa para siempre. En nuestras traducciones sí aparecen los zapatos de oro y hierro, pero se
añade que fueron los enanitos los que forjan los zapatos para la reina, están alrededor de ella,
la obligan bailar y la expulsan al bosque, donde escapa y probablemente muere. Se puede
interpretar que el traductor quiso añadir el motivo de la venganza, y por eso los propios
enanitos, que cuidaron a Blancanieves, también la quieren vengar. Por otro lado, los enanitos,
de hecho, juegan el rol de padres, y, de algún modo, este final parece indicar a los niños que
sus padres castigarán a las personas que les quieran hacer daño.
También hay variaciones en la narración del pasaje en que el sirviente deja a
Blancanieves en el bosque. La Blancanieves española pide que no la mate, que la deje
escapar. El cazador no quiere tener mala conciencia, por lo que mata a la cervatilla y la reina
se come su corazón. La Blancanieves checa es menos valiente, más bien es ingenua y muy
confiada; no presiente en absoluto que el cazador la va a matar, así que es el propio cazador el
que le dice que corra y que le llevará a la reina el corazón de un jabalí, que la reina no come
sino que echa al fuego. El traductor español sustituyó el jabalí por la cervatilla. Puede ser que
quisiera que el animal expresara cierta semejanza con Blancanieves, que busca al animal que
la pudiera ‹‹representar››: un animal bello, noble y que se distingue del resto; el animal del
bosque que cumple estas condiciones es sin duda la cervatilla. Los Grimm habían elegido
justamente un animal con las cualidades opuestas y quisieron que la reina comiera algo feo.
La importancia de esto radica en que, según la imagen primitiva y según las costumbres,
cuando el hombre come las entrañas o las vísceras del muerto, obtiene sus cualidades y
capacidades.61
En todas las versiones vemos que este cuento es una y otra vez un cuento sobre la
rivalidad y la envidia femenina. La reina representa la persona egoísta, obsesionada por su
aspecto. Su personaje muestra cierto paralelismo con la historia clásica de Narciso. Narciso
quiere comprobar en el agua que es el más guapo; la reina lo hace frente al espejo. A los dos
los mata su obsesión. Al contrario de ella, el personaje de Blancanieves representa la belleza 61 BETTELHEIM, Bruno, op. cit. , pág. 202.
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pura e inocente. De hecho, su inocencia se muestra ya en su nombre, que deriva del color
blanco, que simboliza todas estas cualidades. Los enanitos representan la necesidad del
trabajo: también Blancanieves tiene que trabajar, lo que enseña que todas las personas
deberían trabajar, no depende de su nobleza y belleza. Y la elección de la manzana, que
asesina a Blancanieves, no es azarosa. La manzana representa la tentación y la incapacidad de
resistir implica un castigo, como ocurre en la Biblia con Adán y Eva.
4.3. La Bella-flor
La Bella-flor62 es un cuento popular de Fernán Caballero. Es una historia sobre dos
hermanos, la envidia, las buenas acciones y, por supuesto, sobre el amor. El héroe es José, un
soldado que regresó de América. Al llegar descubrió que su padre había muerto, su hermano
al principio no lo reconocía y no le dejó casi nada de la herencia de su padre. Sin embargo,
José consiguió mucho dinero, pero pagó las deudas de una mujer y no le quedó nada.
Entonces, empezó a servir en el palacio del rey, que le hizo gentilhombre. Entre tanto, su
hermano había perdido su riqueza y también empezó a trabajar en el palacio. Pero envidiaba a
su hermano y, por eso, cuando se enteró de que el rey estaba enamorado de la princesa Bella-
flor, de quien nadie sabía donde vivía, le dijo al rey que su hermano la conocía. Entonces el
rey le envió a buscar a la princesa, debía volver con ella en una semana. Si no, le mataría. El
caballo que montó sabía hablar y le ayudó a encontrar a la princesa. En una semana estaba de
regreso en el reino y con la princesa. La princesa rechazó casarse con el rey hasta que le
llevara las cosas que había perdido durante su viaje. El rey envió nuevamente a José a buscar
las cosas. Con la ayuda de quienes le habían ayudado durante de su primer viaje, las encontró.
Pero Bella-flor quiso que frieran a José en aceite hirviendo, por haberla sacado de su palacio.
José salió sano y salvo del aceite, con la ayuda del caballo. El rey murió cuando intentó hacer
lo mismo que José. Después de su muerte, José se casa con Bella-flor y llegó a ser el rey.
Los cuentos checos tienen mucho en común con los cuentos españoles, por lo que no es
extraño que encontremos casi el mismo cuento como en la literatura checa. Se trata del cuento
‹‹Zlatovláska››63 de Karel Jaromír Erben. En este caso, el héroe es Jiřík, el criado del rey. Pese
62 GUELBENZU, José María, op. cit. , Madrid, Edición Siruela, 1996, págs. 180 – 184.
63 LUŽÍK, Rudolf, Čarovnou lučinou, pohádky českých národních klasiků, Hr. Králové St. Kuchař, 1947, págs. 187-194.
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a la prohibición de éste, probó la serpiente mágica y aprendió la lengua de los animales. El rey
le ordenó ir a buscar a la princesa Zlatovláska en castigo por su desobediencia. Jiřík durante
de su viaje salvó a los animales, que estaban en peligro. Encontró a la princesa y, con la ayuda
de los animales, cumplió todos los deberes necesarios para poder llevarla a su reino. El rey lo
mandó ejecutar, pero la princesa le salvó con el agua de vida y de muerte. El rey, al ver que
Jiřík revivió y era más joven y guapo, se hizo también ejecutar. Pero sus criados utilizaron
mal el agua y el rey murió. Y como no tenía ningún heredero, Jiřík llegó a ser el rey y se casó
con Zlatovláska.
El motivo básico de ambos cuentos es la importancia de hacer beneficencia. Mientras que
Jiřík la hizo voluntariamente, a José le molestó, le pareció que estaba perdiendo el tiempo,
que era inútil ayudar a los animales, y su caballo tuvo que obligarle. José entendió el lenguaje
de animales sin ninguna explicación, mientras que el héroe checo lo hizo gracias a la serpiente
mágica. Jiřík cumplió los deberes porque se los ordenó el padre de Zlatovláska como
condición para llevársela. Los deberes en Bella-flor los inventó la misma Bella-flor, porque
no quería casarse; se esforzó para retrasar la boda con deberes imposibles y hasta intentó
hacer matar al héroe. Su papel en el cuento fue activo, sus decisiones se movían con el
argumento, al revés de Zlatovláska, que presentó un papel pasivo, aceptando casarse con el
rey desconocido. Solamente intervino activamente en al argumento al final, cuando revivió a
Jiřík. Al contrario de ella, Bella-flor presenta en el momento análogo una actitud pasiva: José
sobrevivió gracias al caballo y ella se enamoró de él por su animosidad. Podríamos decir que
en la versión española ganó la animosidad y en la checa, el amor. En ambas versiones el mal
fue castigado con la muerte.
Ya sabemos que Caballero no inventa nada, escucha y escribe lo que oye. Cuando
miramos la estructura y el estilo del cuento escrito, comprobamos que el lenguaje es bastante
rígido; narra solamente el argumento básico, sin añadir otros detalles; conserva la línea del
argumento y no describe prácticamente lo que ocurre. En el cuento es notable el principio y el
fin. El principio emplea la usual fórmula ‹‹Había una vez...››. El fin refleja la influencia del
catolicismo, porque interviene la ayuda de Dios. Lo vemos en la respuesta del caballo: ‹‹No
me agradezcas nada, pues has de saber que yo soy el alma de aquel desgraciado en quien te
gastaste lo que tenías por salvarle y a quien luego enterraste; y al verte tan apurado, pedí a
Dios permiso para acudir en tu ayuda y devolverte tus beneficios››. Se nota la creencia en la
vida futura y en la inmortalidad de las almas que después de la muerte pasan a otro cuerpo. El
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héroe gana porque le vigila y le ayuda Dios. Dios, y de algún modo el alma, sustituye al
héroe, porque en toda la historia al héroe se le dice lo que hacer, el héroe no actúa de voluntad
propia.
En la versión checa no encontramos ninguna referencia a la religión, el héroe actúa sin la
ayuda divina. El cuento está basado solamente en el comportamiento del héroe, en su virtud y
en su inclinación a hacer la beneficencia, que es recompensada con la ayuda ante los deberes
difíciles. El fin acude a lo sobrenatural, cuando le salva el agua de vida y muerte. Pero el agua
se la da la princesa, por lo que podemos decir que ganó el amor. El cuento se caracteriza por
un lenguaje muy rico. Erben le da a sus cuentos una forma completa, no quiso que se tratara
solamente de la colección de los motivos folklóricos. Describe detalladamente todas las
situaciones, se dedica no sólo a la línea argumental principal, sino también a las líneas
secundarias, o, mejor dicho, a las situaciones que acompañan la historia.
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5. CONCLUSIÓN
El objeto de nuestro trabajo ha sido el cuento de hadas. En la primera parte nos dedicamos
a las características del cuento de hadas y su clasificación según su tipo, orientación y
contenido. Sobre la base de dos concepciones folklorísticas explicamos por qué podíamos
encontrar cuentos similares en países o continentes diferentes.
La segunda parte fue dedicada a la historia. Llegamos a saber que los cuentos de hadas
estuvieron mucho tiempo al margen del interés literario. Los niños no eran considerados como
seres con entidad propia, sino solamente como futuros hombres y por esta razón no se escribió
ninguna literatura destinada a los niños. La literatura infantil empezó a surgir en el siglo
XVIII gracias al francés Charles Perrault y los cuentos de hadas como género literario
nacieron en a principios del siglo XIX con los hermanos Grimm. Como impulso de su
actividad folklórica creció el interés por los cuentos populares también en España y en el país
checo. La madre del folklore español fue la famosa novelista Fernán Caballero y las mayores
figuras del folklore checo fueron K. J. Erben y Božena Němcová. Aunque las recopilaciones
de los cuentos populares empezaron en la misma época en ambos países, en la tradición checa
fue más profundo el interés por los cuentos populares y su eco, debido a la influencia del
Renacimiento nacional checo.
En la última parte comparamos tres cuentos de hadas: Cenicienta, Blancanieves y Bella-
flor. Elegimos Cenicienta y Blancanieves, por su gran popularidad en todo el mundo.
Primero, mencionamos las diferencias existentes en las versiones de Perrault y de los Grimm
y a continuación averiguamos en qué se diferenciaban a su vez las versiones españolas y
checas, tanto en comparación con los textos originales como entre ellas. Destacamos también
las diferencias entre las diversas traducciones de dichos cuentos. Para la última comparación
escogimos el cuento popular de Fernán Caballero Bella-flor y lo contrastamos con
Zlatovláska, de K. J. Erben. Nos interesó si existían semejanzas entre los cuentos populares
españoles y checos. Descubrimos que sí existían: el cuento Bella-flor está basado en la misma
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historia que el cuento Zlatovláska de K. J. Erben; aunque con claras diferencias, quedó claro
que se trataba de la misma trama fabulosa.
Llegamos a la conclusión de que en el caso de cada uno de los cuentos estudiados, todas
sus variantes estaban basadas en la misma historia y sólo se diferenciaban en algunas de las
circunstancias. Las adaptaciones españoles se caracterizaban por su realismo y no se
diferenciaban mucho de la versión original. Las adaptaciones checas, por el contrario,
contaban con el importante toque personal de sus recopiladores, que les dieron una forma
inequívoca, completa y rica en lenguaje. De nuestro estudio también resultó que los cuentos
de hadas con rasgos semejantes, basados en las mismas historias, se encontraban en países
que no tenían el mismo desarrollo histórico.
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