Upload
javier-garcia-mateo
View
169
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
LA CAPILLA DE LOS VÉLEZ.
1. Autor, localización y año de ejecución de la obra.
Torres Fontes escribe “Nuevas empresas políticas atraen el espíritu aventurero y
luchador de Castilla y con su expansión exterior, casi paralela, una renovación en el
interior. Una de ellas es en el arte, con el llamado gótico isabelino, y su muestra queda
patentizada en la ciudad de Murcia con la construcción de la capilla de los Vélez en la
iglesia catedral”. El espacio de la muerte es un espacio recurrente para las prácticas de
visualización y ostentación del poder y la Capilla de los Vélez es el último de los tres
grandes ejemplos de recintos funerarios del siglo XV en España. Su construcción se
comenzó en 1490 y se concluyó en 1507 como reza la inscripción con letras góticas que
recorre la parte alta de sus muros interiores:
“ESTA OBRA MANDO HAZER EL MUI MAGNIFICO SEÑOR DON JUAN
CHACON, ADELANTADO DE MURCIA, SEÑOR DE CARTAGENA. ACABOLA
SU HIJO DON PEDRO FAJARDO MARQUES DE VELEZ, ADELANTADO DE
MURCIA, AÑO DE MILL E QUINIENTOS SIETE A QUINZE DE OCTUBRE”
Su autor es desconocido, algunos autores atribuyeron la obra a Juán de León1, maestro
de obras de la Catedral desde 1502 a 1513, pero se ha concluido que no fue él ya que lo
obrado por él en la Catedral difiere totalmente del estilo gótico flamígero de la capilla.
En el archivo catedralicio no aparecen datos apenas acerca de esta obra, lo que parece
confirmar la hipótesis de que fue una obra hecha al margen del cabildo catedralicio,
costeada por los Adelantados murcianos.
Según Alfonso Rodríguez G. de Ceballos, teniendo en cuenta que Juan Chacón y Luisa
Fajardo vivían en la Corte de los Reyes Católicos, la traza tuvo que ser encargada a
algún maestro de la Corte. Se ignora todavía quien pudo ser concretamente, pero se
especula con alguien situado en la órbita de Juan Guas.
1 GONZALEZ SIMANCAS, M. “La Catedral de Murcia. Noticias referentes a su fábrica y obras artísticas”,
Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, XXIV, 1911, PP 510-538. En su artículo expone la hipótesis de la autoría de Juan de León, que ha sido rechazada por los demás estudiosos.
2. Propietarios conocidos y personas que motivaron su
ejecución.
Fue ordenada construir por Juán Chacón, Adelantado Mayor del Reino de Murcia y
capitán de guerra de sus fronteras, también formaba parte del Consejo Real. La capilla
fue erigida por los Adelantados de Murcia para conmemorar sus hazañas bélicas, tanto
en la guerra contra el Reino Nazarí de Granada como en la primera rebelión de los
moriscos en la Alpujarra en el año 1500. Las guerras contra los musulmanes en
territorio de la Península Ibérica tenían el rango de Cruzada desde que en 1123 cuando
el Papa Calixto II las equiparó a la guerra contra el infiel en Oriente. Por otro lado el
primer estímulo para que Juan Chacón se decidiese a levantar una fastuosa capilla
funeraria partió seguramente de su padre Gonzalo Chacón, paje primero, compañero de
armas y cronista entusiasta de don Álvaro de Luna. Al final de su crónica escribe “la
más notable, rica e suntuosa capilla e enterramiento suyo que en las Españas e aun en la
mayor parte se puede hallar” (Alfonso Rodríguez G. de Ceballos, Anuario del
Departamento de Historia y Teoría del Arte (U.A.M), Vol. XVI, 2004)
Es la última de los grandes recintos funerarios del siglo XV y se ve muy influenciada
estilísticamente por los dos que la precedieron, las Capilla de los condestables Don
Álvaro de Luna y Fernández de Velasco en Toledo y Burgos, respectivamente.
3. La Capilla de los Vélez, datos sobre la obra.
La capilla se encuentra en la Catedral de Murcia adosada a la girola. No tiene
precedentes en la arquitectura de la época, su planta centralizada y por su densa y
recargada ornamentación gótica tardía en la Región de Murcia y destaca dentro del
conjunto catedralicio por su novedosidad. Como ya hemos comentado su precedente
inmediato por el que se ve totalmente influenciada es la capilla del condestable Don
Álvaro de Luna en Toledo.
Pedro Fajardo el viejo había adquirido una de las capillas radiales de la girola de la
catedral, para enterramiento suyo y de sus descendientes, pero su yerno Juan Chacón
considerando su tamaño demasiado reducido en comparación con el poder que había
adquirido, el espacio se amplío aún más con su planta poligonal de cinco lados en el
muro perimetral del ábside. La posición en la girola, su diámetro de unos 13´50 metros,
son las analogías que presenta con la de Álvaro de Luna. El exterior se ha relacionado
con ambas capillas mencionadas antes, por la presencia de enormes escudos heráldicos.
En la capilla de los Vélez solo el escudo del paño central es el que representa las armas
de los Chacones, se trata de un escudo cuartelado con lobos y flores de lis, esta
sostenido por salvajes siguiendo el tópico del gótico final hispano de disfrazar a los
escuderos y portadores de armas como salvajes pilosos, otra explicación posible es que
pretendiera representar visualmente las diferencias entre el estado rudo y sin civilizar
del vulgo en contraposición con la educación cortesana del estamento nobiliario.
En la franja superior externa aparecen tres escudos en los que se entrelazan las armas de
Fajardos y Chacones, siendo estas tres últimas matas de ortigas naciendo de peñas
marinas. Este entrelazamiento representa la unión de Fajardos y Chacones tras el
matrimonio, propiciado, según las fuentes por la reina Isabel, entre Juan Chacón y Luisa
Fajardo, hija de Pedro Fajardo el viejo, con el objetivo de asegurar el Adelantamiento de
la frontera con personas totalmente fieles a la corona castellano-aragonesa.
El aspecto exterior de la capilla, austero y simple, muy en la órbita de las influencias
renacentistas que estaban llegando a la Península contrasta con el recargado interior
muestra inequívoca del gótico flamígero o isabelino de finales del XV. Su interior
impresiona por la tupida filigrana que recorre sus muros, lo cual hubo de requerir una
mano de obra muy especializada.
La entrada a la capilla esta rematada por una reja que cierra la triple arquería de la
entrada. Tiene planta poligonal centralizada, aunque algo irregular, y una cúpula
estrellada de diez puntas, que puede interpretarse como una representación de la rotonda
del Santo Sepulcro de Jerusalén, pero no tanto por su carácter funerario sino mas por la
idea de Cruzada que inspira esta capilla. Esta dedicada a San Lucas. En el ábside hay
cinco arcosolios decorados con motivos florales, bajo los mismos debían colocarse los
sarcófagos para sepultar a los fundadores y sus descendientes, pero nunca se llegaron a
colocar. El I Marques de los Vélez cambió de opinión y pretendió que el enterramiento
fuera en la capilla mayor, pretensión que fue cortada de raíz por el emperador Carlos V,
por ser aquella zona de dominio real al estar enterradas las entrañas. Luis Fajardo, II
Marques de los Vélez dispuso que fueran enterrados en una cripta subterránea en el
subsuelo de la capilla, sin embargo tampoco fue utilizada. Parece que finalmente fueron
enterrados en la parroquia de la Magdalena que Pedro Fajardo el joven mandó construir
en Vélez Blanco. Por tanto la capilla quedó así despojada de su carácter funerario-
religioso, para adquirir carácter conmemorativo de las hazañas bélicas de sus
fundadores.
Sobre los arcosolios, y separada de estos por un friso, hay una galería de pequeños arcos
que evoca los palacios y castillos de la época, la cual no tiene ninguna utilidad
funcional, es meramente decorativa. Si hay en la capilla una tribuna para cantores y
otros dos balcones por encima de la tribuna. Tribunas y balcones no se recuerdan en la
arquitectura funeraria lo que refuerza el carácter civil de la capilla. La capilla estuvo
decorada desde su inauguración con las banderas de los territorios conquistados a los
moros.
El programa decorativo religioso es difícil de atisbar en la capilla debido a que gran
parte de las esculturas y relieves proyectados no se llegaron a realizar. Los motivos
predominantes en la decoración son representaciones vegetales y figurativas.
En el interior sobre la puerta que conduce a las tribunas y balcones hay un Cristo de
Dolores entre la Magdalena y María de Santiago, parece ser un añadido posterior ya
que, por un lado, no encaja bien en la hornacina, y, por otro, porque lo lógico en una
capilla funeraria sería un Cristo Resucitado. Rodeando todo el perímetro hay doce
repisas en las que se supone irían los doce apóstoles, en otras cuatro repisas que caen a
la girola serían ocupadas por los cuatro evangelistas. En el lienzo del octógono y sobre
la puerta cegada que mira a poniente en el exterior de la catedral se halla la escultura de
Santiago Apóstol vestido de peregrino, lógico a razón de que su iniciador, Juan Chacón,
era caballero de la Orden de Santiago. Las fuentes hipotetizan con que la puerta cegada
representara la entrada a ultratumba siendo Santiago el guía, de los sepultados en la
capilla, hacía la eternidad.
La no finalización de la capilla se observa en la ausencia de retablo, en su lugar hay un
lienzo de San Lucas pintando a la Madona del Popolo firmado por Francisco de Gandía
en 1607 y encargado por el III Marqués de los Vélez, Pedro Fajardo Requesens.
Por encima del cuadro de San Lucas hay una gran talla en piedra del Cristo Crucificado,
visto desde abajo parece que esta tallado en relieve sobre un tapiz.
Por último la tupida decoración que cubre, sobre todo, los muros de los arcosolios
parece estar directamente inspirada en los Bestiarios medievales ya que los motivos
decorativos predominantes son fieras y animales fantásticos.
3.1. Datos curiosos.
Al disponerse Juan Chacón a ampliar la capilla heredada de su padre se encontró con las
quejas de los vecinos por el estrechamiento que suponía para la calle Oliver esta
ampliación. Los vecinos elevaron su queja al Concejo que la admitió y paralizó la obra.
Evidentemente esta paralización fue momentánea ya que en cuanto llegó a oídos del
Adelantado Juan Chacón, este usó su valía ante los Reyes Católicos para conseguir la
reiniciación de las obras, y así fue.
Otra de las curiosidades de la capilla es la cadena engarzada a sus muros rodeando su
perímetro exterior. La cadena no fue construida a la par que se erigía la capilla, es una
añadido posterior, fechado alrededor del año 1538, su construcción está motivada por
unas rencillas existentes entre el obispo, Juan Daza y el Marqués de los Vélez. El
Marqués afirmó que sus problemas eran de naturaleza humana, no espiritual, y concibió
la cadena como una forma de demostrar su sumisión y vinculación permanente con la
Iglesia.
Por otro lado y como último dato curioso en el lateral exterior de la capilla hay en una
hornacina una estatua del obispo con el que el Marqués tuvo sus rencillas, totalmente
ridiculizado, vestido de monje, como corriendo por los tejados de la Catedral sostenido
por el Diablo. Esta escultura hubo de ser colocada antes que la cadena, ya que la misma
se adapta de forma a la escultura y se superpone a ella.
4. Bibliografía.
- Alonso Ruíz, B. (2012). La nobleza en la ciudad: Arquitectura y
Magnificencia a finales de la Edad Media. Studia Historica. Historia
Moderna, nº 34, pp. 217-253.
- Torres Fontes, J. (1958). Estampas de la vida murciana en el reinado de
los Reyes Católicos. Revista Mvrgetana, nº 11, pp. 30-58.
- Tormo y Monzó, E. (1927). La Capilla de los Vélez en la Catedral de
Murcia. Boletín de la Real Academia de la Historia, nº 90, pp. 263-278.
- De los Reyes, A. (2014). La Catedral de Murcia. Los Fajardo y la cadena
de los Vélez. Revista Mvrgetana, nº 130, pp. 57-80.
- Rodríguez G. de Ceballos, A. (2004). La Capilla funeraria de los Vélez en
la Catedral de Murcia. Anuario del departamento de Historia y Teoría
del Arte, nº XVI, pp. 45-53.
5. Anexos