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ORTEGA MAILA
Pintor y escultor ecuatoriano nacido en Quito,1965. Actualmente considerado uno de losartistas con más reconocimientos a nivelnacional e internacional. A expuesto sus obrasen Europa, EE.UU, Asia acaba de recibir lallave de la ciudad de los Ángeles California porparte del alcalde alcalde Antonio Villaraigosa yfue declarado visitante ilustre.
Galería de rostros pétreos
Cristóbal Ortega ha salido de su pintura de intensa humanidad -ojalá no
definitivamente- para hacer hablar la piedra. De bloques rústicos de la
piedra más humilde, esa que se usa para los cimientos de los edificios,
largamente acariciados con la lija hasta lograr calidades de obscuros
pulimentos, ha evocado rostros. Toda una larga galería de rostros
indoamericanos, de héroes milenarios de estas tierras nuestras. Y así ha
titulado esa galería de rostros pétreos: "Héroes milenarios". Junto a cada
cabeza, a cada rostro, ha inscrito el nombre de esos héroes que han
inspirado esta poderosa empresa de evocación y creación.
No es un conjunto de piezas convencionalmente bellas -salvo una: el fino
"Atlacatl", de El Salvador-; más bien, tienen algo de bárbaro. De obscuro.
De obscuro peso de historia soterrada. De ancestralidad recia.
A primera y superficial mirada pudiera parecer colección monótona de
rostros semejantes. A tal mirada se le habría escapado lo esencial, que es,
exactamente, lo contrario, la diferencia, la peculiaridad.
Por supuesto que hay una constante: de dolor. Dolor recio, recatado, grave.
Pero, en ese mundo tan silencioso y hermético como el de nuestras gentes
indias, ¡cuántas variaciones no por sutiles menos incitantes!
La expresión del "Rumiñahui" es de asombro, casi estupor. Con los ojos muy
abiertos y los labios fruncidos en duro rictus.
El "Abayuba", de Uruguay, tiene gravedad meditabunda.
El "Túpac Amaru", rostro de austero hieratismo, cierra los labios con
dureza, casi crueldad.
En el "Atahualpa" nada heroico. Es el héroe resignado a su suerte, acaso
rendido a la fatalidad de los hados.
"Quilago" es lo femenino en esta galería de reciedumbres.
Y lo es también "Dayuma", impresionante en su sugerencia de actitud
yacente, con los ojos cerrados.
Pero, con sus diferencias, más sugeridas que formuladas, es una galería de
expresiones de dolor. Un dolor asombrado, meditabundo ("Urraca", de
Panamá); un dolor que no ha hallado reposo en el sueño ("Tecun Umam", de
Guatemala); dolor colérico ("Carabito" de Costa Rica). Y el "Cuauhtémo" es
visión del estoicismo ante el supremo dolor.
Son héroes. No de una victoria. De una resistencia, vencida pero invencible.
Esa resistencia se ha hecho fuerte en inviolable reducto de sabidurías
intactas: "Duchicela", el "Abayuba" de Uruguay. ¡Tantos otros!
¿Y cómo se ha buscado trasmitir el espíritu de cada héroe con solo
rostros?
Y en lajas de piedra que no daban lugar a una expresión volumétrica. Apenas
en alguna pieza sale de lo plano la nariz.
Con los ojos -aun en los casos en que están cerrados- y con los labios.
¡Cuánto pueden decir de asombro, casi estupefacción; de meditaciones entre
sombrías y obscuramente iluminadas; de angustias domeñadas; de cólera
invicta, esos ojos de piedra! Y la expresión de los labios, nunca abiertos
para el grito, puede ser de ira, de voluntad resistente indomable, de cólera
apenas contenida, de dolor tan hondo e intenso como retenido bajo el gesto
de impasibilidad.
Fue sin duda empresa de pasión y audacia: llegar al espíritu de cada héroe
de la resistencia de nuestras nacionalidades indias. Nos confía el artista
que, viajando por América, buscó aproximarse a cada una de esas figuras
ancestrales, en las propias tierras patrias en que ellos protagonizaron sus
historias de resistencia.
Y nos confía también que le abrió caminos hacia esos recónditos interiores
la ayahuasca. Caminos ceremoniales en el trance de la bebida sagrada.
Con todo ello, esta galería de rostros pétreos nos abre las puertas de un
mundo.
Hernán Rodríguez Castelo
Miembro de número de la real academia de la lengua
Miembro de la asociación Internacional de críticos de arte.
Alangasí, 10 de agosto de 2012
Quito ecuador
Stony faces gallery
Christopher Ortega has left his painting of intense humanity, hopefully not
to speak definitively-stone. From rustic stone blocks humblest, that is used
for building foundations, long-cherished with grades of sandpaper until
dark polishes, faces evoked. Everyone faces a long gallery American
Indians, ancient heroes of this land ours. And so has titled the stony faces
gallery "ancient heroes." Next to each head, each face has entered the
names of these heroes who have inspired this powerful evocation and
creation company.
Not a whole pieces conventionally beautiful-except one: the fine "Atlacatl"
of El Salvador-but rather, have some barbarian. From dark. From dark
weight of history buried. From sturdy ancestry.
At first glance it might seem superficial and monotonous collection of
similar faces. A gaze that would have escaped the essential, which is
exactly the opposite, the difference, the peculiarity.
Of course there is a constant pain. Pain tough, modest, serious. But in that
world so silent and secretive like our Indian people, not by how many subtle
variations less enticing!
The expression "Rumiñahui" is amazement, almost stupor. With wide eyes
and pursed lips in hard rictus.
The "Abayubá", of Uruguay, has thoughtful gravity.
The "Tupac Amaru", hieratic austere face, lips closed hard, almost cruel.
In the "Atahualpa" anything heroic. The hero is resigned to his fate,
perhaps surrendered to the inevitability of fate.
"Quilago" is feminine in this gallery reciedumbres.
And it is also "Dayuma" breathtaking in its suggestion recumbent attitude,
with his eyes closed.
But, with their differences, they made more suggested, is a gallery of
expressions of pain. A sore amazed, brooding ("Magpie" from Panama), a
pain that has not found rest in sleep ("Tecun Uman", Guatemala); Pain
angrily ("Carabito" of Costa Rica). And "Cuauhtémo" vision of Stoicism is
before the supreme pain.
They are heroes. Not a victory. Of resistance, defeated but invincible.
This resistance has been strong in wisdom inviolable stronghold intact:
"Duchicela", the "Abayubá" of Uruguay. So many others!
And how has sought to convey the spirit of each hero with only faces?
And stone slabs that do not give rise to a volumetric expression. Just in one
piece out of the plane's nose.
With eye-even when they are closed, and his lips. How can say with wonder,
almost stupefied; meditations between dimly lit and dark, of anguish tamed;
cholera undefeated, those stone eyes! And the expression of the lips, ever
open to the cry, be angry, indomitable will-resistant, barely contained
anger, sorrow so deep and intense as held under the act of impassivity.
It was definitely passion and daring enterprise: to get the spirit of each
resistance hero of our Indian nationalities. We trust the artist, traveling
across America, sought to approach each of these ancestral figures in their
own homelands where they staged their stories of resistance.
And we are also confident that opened paths to those remote interior
ayahuasca. Ceremonial roads in the throes of the sacred drink.
All in all, this stony faces gallery opens the doors of a world.
Hernan Rodriguez Castelo
Member of the Royal Spanish Academy
Member of the International Association of Art Critics.
Alangasí, August 10, 2012
Quito Ecuador
Sus dedos crean oro y belleza
Cristóbal Ortega es considerado como el número uno de la dactilopintura.
A la edad de doce años, varios adolescentes del colegio Rafael Larrea
decidieron hacer una especie de broma, mientras paseaban por la plaza de la
iglesia de La Merced.
Uno de ellos dijo a Cristóbal Ortega que iba a posar como modelo y para que
él pinte su retrato. Eran cerca de las 12h00 y el reto fue aceptado.
Con lápiz en mano y una hoja en blanco, Cristóbal Ortega comenzó a pintar.
A los pocos minutos, unas 20 personas estaban muy atentas a su alrededor.
A una señora le gustó el trabajo que hizo y le dijo si podría retratar a su
hijo. "Me pagó 50 sucres y en total realicé cinco retratos. Con los 250
sucres que gané, nos fuimos a comer como ricos y también compramos
material para hacer más retratos", recuerda.
La siguiente semana, Ortega llegó muy temprano al mismo sitio donde tuvo
éxito. Era jueves y el día estaba precioso. Le fue muy bien pues pintó
alrededor de diez cuadros. Igual sucedió 24 horas más tarde.
Así, un niño de apenas 12 años ya se daba el lujo de ganar 500 sucres
semanales.
Diez años más tarde de esa experiencia, su fama ya era tal que la esposa del
entonces presidente de Francia, Francois Mitterrand, llegó a su taller,
ubicado en el volcán del Pululahua y preguntó por él.
La Primera Dama francesa había oído hablar mucho de Ortega,
especialmente en los círculos de la cultura francesa y, por eso, cuando visitó
el Ecuador, dijo
a la gente de protocolo que pusieran en su agenda una visita al taller de este
pintor.
Genes y vocación
Lo de artista lo tiene en la sangre, pues su abuelo y padre tuvieron que
relación con el dibujo y la cerámica. "Desde niño yo pintaba y en la escuela
gané varios premios", cuenta.
En su afán por conocer más sobre el arte, por tres años estudió en el Centro
de Extensión Cultural Universitaria y luego en talleres dictados en la Casa
de la Cultura.
Cuando cumplió 22 años, tomó la decisión de dar un rumbo diferente a su
creación. Ortega dice que esa decisión no fue una resolución apurada, sino la
respuesta al llamado de su cuerpo, mente y espíritu de crear con sus dedos
y manos, instrumentos que utiliza su cerebro, imágenes que van naciendo.
Fue así como se convirtió en el líder de la dactilopintura (pintura con los
dedos).
Confiesa que otro cambio que dio en su vida fue relacionado con el tiempo.
Ya no somete su trabajo a la rapidez, sino que sus obras nacen como
producto de una profunda reflexión y de su imaginación.
Exterior
Conocido también como un hombre de retos, Ortega decidió probar suerte
en el extranjero, a mediados de los años noventa. En varios países asombró
por el vigor y energía, por el manejo del color y trazos que realiza con sus
manos y dedos. Sobre su primer viaje, aseguró que el mismo se transformó
en la llave maestra para una serie de invitaciones. Estuvo en España,
Alemania, Japón, Estados Unidos, por nombrar a algunos países.
Ortega se califica como un investigador nato y un autodidacta. Los críticos
dicen que de su paleta fluyen colores fuertes, aquellos que se inspiran en la
madre naturaleza y que él los ha tomado en calidad de préstamo para dar
vida a sus gallos, la luna, entre otros elementos naturales.
‘Luchen por sus sueños’
Cristóbal Ortega vive en Collacoto, su sitio de inspiración, pero todos los
días acude a su lugar de trabajo, al Mirador del Pululahua, en donde está su
taller.
Asegura que la Mitad del Mundo tiene algo especial, pues aparte de ser un
sitio espiritual y energético, envuelve al ser humano en una especie de
armonía.
Pide a los jóvenes que luchen por sus sueños y que no se dejen vencer por las
adversidades y los comentarios de mala fe. Manifiesta que la crítica sana
siempre es satisfactoria en un artista y por eso hay que estar abierto a los
comentarios.
En una época de violencia, Ortega invita a los jóvenes a creer en un mundo
mejor, en un mundo que sea gobernado por niños, es decir, donde no haya
envidias, violencia y todo sea solidaridad y justicia.
Hace años, una simple broma lo llevó a la fama y no se arrepiente de ello.
Tiene fe en el Ecuador, porque a pesar de los problemas y sinsabores,
todavía hay espacio para soñar y eso es bueno, porque en los sueños radica
la belleza de la vida.
Artista
Éxitos
- Expuso en el Museo de Bellas Artes de Cuba.
- La desaparecida cantante Rocío Dúrcal compró varias obras suyas.
- Ha sido reconocido por más de diez ocasiones, tanto en el Ecuador como
en el extranjero.
- Ha realizado más de 40 exposiciones.
Periódico LA HORA-Ecuador
His fingers create gold and Beauty
Christopher Ortega is considered the number one dactilopintura.
At the age of twelve, several teenagers Rafael Larrea school decided to
make a joke, as they strolled through the street of the church of La
Merced.
One of them said to Christopher Ortega was going to pose as a model for
him and paint his portrait. It was about 12:00 and the challenge was
accepted.
With pencil in hand and a blank sheet, Christopher Ortega began painting.
Within minutes, about 20 people were very attentive to their surroundings.
A lady liked the work he did and said if he could portray his son. "I paid 50
total sucres and perform five portraits. Sucres With the 250 I won, we
went to eat as rich and buy material to make more portraits," he recalls.
The following week, Ortega arrived very early at the same spot where
succeeded. It was Thursday and the day was beautiful. He did well as
painted about ten tables. The same thing happened 24 hours later.
Thus, a boy of just 12 years and had the luxury of winning 500 sucres
weekly.
Ten years after that experience, and his fame was such that the wife of
the then French President Francois Mitterrand, entered his shop, located
on the volcano Pululahua and asked for him.
French first lady had heard much of Ortega, especially in circles of French
culture and, therefore, when visited Ecuador, told people to put protocol in
its agenda a visit to the workshop of the painter.
Genes and vocation
The artist has it in blood, as his grandfather and father had that
relationship with drawing and ceramics. "Since childhood I painted at school
and won several awards," he says. In their quest to learn more about art,
studied for three years at the University Cultural Centre Extension and
then workshops delivered in the House of Culture.
When he was 22, decided to take a different path to its creation. Ortega
said that the decision was not a decision in a hurry, but the response to the
call of your body, mind and spirit to create with your fingers and hands,
instruments using his brain, images are born. That was how he became the
leader of the dactilopintura (finger painting). Confess that another change
that occurred in his life was related to time. You do not submit your work
to the speed, but his works are born as a result of deep thought and
imagination.
Outside
Also known as a man of challenges, Ortega decided to try their luck abroad
in the mid-nineties. In several countries astonished by the force and
energy, by the use of color and strokes you make with your hands and
fingers.
On his first trip, said that it became the master key to a number of
invitations. He was in Spain, Germany, Japan, United States, to name a few
countries..Ortega is described as a born and self-taught researcher. Critics
say his palette of colors flowing strong, those who are inspired by Mother
Nature and that he has taken on loan to give life to their cocks, the moon,
among other elements.
'Fight for your dreams'
Christopher Ortega lives in Collacoto, place of inspiration, but every day go
to their place of work, Pululahua Mirador, where is your shop.
Ensures that the Equator is something special, because apart from being a
spiritual and energetic place, involving human in a kind of harmony.
Ask young people to fight for their dreams and not be overcome by
adversity and comments in bad faith. Is that healthy criticism is always
satisfactory and that an artist must be open to comments. In an era of
violence, Ortega invites young people to believe in a better world, a world
that is ruled by children, ie where there is no jealousy, violence and
everything is solidarity and justice.Years ago, a simple joke led to fame and
does not regret it. Have faith in Ecuador, because despite the problems
and troubles, there is still room to dream and that's good, because in
dreams is the beauty of life.
Artist -Successes
- Exhibited at the Museum of Fine Arts of Cuba.
- The late singer Rocio Durcal bought several of his works.
- It has been recognized for more than ten occasions, both in Ecuador andabroad.
- Has made more than 40 exhibitions.
TIME-Ecuador Newspaper
Cristóbal Ortega Maila vive en Collacoto, su sitio de inspiración, pero todos
los días acude a su lugar de trabajo, al Mirador del Pululahua, en donde está
su taller.
Asegura que la Mitad del Mundo tiene algo especial, pues aparte de ser un
sitio espiritual y energético, envuelve al ser humano en una especie de
armonía.