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8 Diez objetos imprescindibles LUCIA MAGI A lgunos son obligatorios; otros, prácticos, y otros pueden sencillamente salvarnos la vida. Todos tienen que estar a nuestro alcance cuando arrancamos para no in- fringir el Código de Circulación, incurrir en faltas leves o poner en peligro a los demás. Éste es un rápido listado de los elemen- tos que no se pueden quedar en el garaje, según Pere Sauret, di- rector técnico del RACC, el club automovilístico más grande de España. 1. Chaleco reflectante. “El Código de Circulación establece que el conductor que salga del vehículo al arcén de una vía interurbana tiene que llevarlo puesto”, explica Sauret. La norma no recoge es- pecíficamente la obligatoriedad de llevar un chaleco en el vehícu- lo, solamente obliga a usarlo en el momento en que sea necesa- rio señalar nuestra presencia en la calzada. Eso quiere decir que nadie puede ser sancionado por no tener uno en el coche, pero se arriesga a una multa si sale sin él. No merece la pena, ya que un chaleco homologado vale unos 7 euros y la multa es de 90. Es recomendable guardarlo bajo el salpicadero o en el bolsillo de la puerta. No está mal tener uno de Conducir no es sólo apretar el acelerador, hay que llevar todo lo necesario para hacer frente a imprevistos CLARA MATA TU VEHÍCULO Y TÚ En junio de 2008 salía publicada en el suplemento de Motor de EL PAÍS una fotografía de un Bis- cúter en el que estaban monta- dos cuatro jóvenes, sin título de la misma foto ni los nombres de las personas. Era el mes de abril de 1956, en una de las habituales excur- siones a la montaña de San Lo- renzo, de mil y pico metros, cer- ca de Sabadell, y en el paraje de Las Arenas, donde teníamos el Cuatro amigos TU VEHÍCULO Y TÚ. LLÉVATE UN GPS GRATIS Envía tu historia y tus fotos a: [email protected] o a El País Motor. Miguel Yuste, 40. 28037 Madrid. Añade un teléfono de contacto. El autor de la mejor carta del mes recibi- rá un navegador Supratech Galatea 2106. campo base que nos montamos los cuatro amigos. Era un coche “pequeño, pero matón”. Y para conseguir la foto utilizamos un autodisparador. Aquel día entramos en el pue- blo vecino de San Lorenzo Savall dos de nosotros escoltando con sendas motos a los dos que iban en el Biscúter, conducido por su dueño, José, el del gorro militar. A su lado estaba el amigo Ramón, el de la gorra, de pie, asido al pa- rabrisas del coche y saludando como era costumbre en las altas esferas… La Guardia Civil del pueblo no supo qué hacer ni qué decir cuando nos vieron, pero celebra- más por si baja un pasajero para ayudar a cambiar una rueda pin- chada, por ejemplo. 2. Los triángulos. “Contrariamente a lo que pasa en muchos países de Europa, en España no sólo es pre- ciso llevar uno, sino dos”. Sauret explica que esta norma ha sido aprobada pensando en los casos en que el coche se estropea o ten- ga que parar en una carretera de doble sentido: en ese tipo de si- tuaciones es necesario señalar la presencia en ambos carriles. Los triángulos se colocan uno por de- lante y otro por detrás, a unos 50 metros del vehículo, de tal forma que sean visibles a 100 metros por los otros conductores. En las vías con un solo sentido será sufi- ciente un solo triángulo por don- de viene la circulación. La multa por no usarlos es de 90 euros. Un triángulo homologado, doblado en su caja, cuesta alrededor de seis euros. 3. Cargas de bombillas. La luz es fundamental para ver y ser vistos. Nunca se sabe cuándo acaban sus días y se funden. Viajar sin luces o con el alumbrado asimétrico es peligroso. Reduce la capacidad de calcular las distancias y de alum- brar la carretera; además, puede provocar una percepción distor- sionada y falsa de la dimensión del coche en otros conductores. Por ello no deben faltar bombillas nuevas y las herramientas para montarlas. El manual de uso de cada modelo detalla las adecua- das. “Llevar bombillas de repues- to es siempre obligatorio, aunque existan ciertos tipos de alumbra- dos que el usuario común no sue- le saber arreglar”, dice Sauret. En este caso, lo mejor es ir al taller. 4. Botiquín. Guardar en el coche un equipo de primeros auxilios no es obligatorio, al contrario que en Alemania, por ejemplo. De to- das formas, es “muy recomenda- ble”, según el director técnico del RACC. Unos guantes de látex, un líquido desinfectante, vendas, ti- jeras, goma de torniquete, cinta adhesiva… Se trata de pequeños objetos que abultan poco, pero que pueden salvar la vida en caso de accidente. Los primeros minu- tos pueden ser fundamentales. 5. ‘Kit’ de emergencia. Es como un pequeño taller portátil. Por si las moscas. Como nunca se sabe lo que puede pasar, lo mejor es estar preparados. El mínimo in- dispensable está formado por los siguientes elementos básicos: un par de guantes, un juego de fusi- bles nuevos, unos cables de arran- que, una pinza, un juego de llaves inglesas, destornilladores y la lla- ve adecuada para los neumáticos. Esta última puede costar unos 25 euros y se puede guardar junto con la rueda de repuesto –obli- gatoria–. Tampoco estaría mal llevar siempre una linterna, por si toca cambiar la rueda por la noche. La ley de Murphy. 6. Cadenas. “Nuestro país tiene muchas zonas de montaña o de cierta altitud. No olvidemos, ade- más, que este invierno pasado, por ejemplo, nevó hasta en ple- no Madrid”, constata Sauret. En consecuencia: mejor llevar en el coche cadenas. En invierno, por supuesto, y si se da un paseo por zonas montañosas, también. Para luchar contra el frío puede ser muy útil una rasqueta quitahie- los. Fundamental para despejar por completo los cristales antes de arrancar y garantizarse una visibilidad plena. Sin congelar- se los dedos. 7. Distintivos de aparcamiento. Dependiendo de las ciudades por las que nos movamos y de nuestra residencia, conviene colocar estos distintivos en el parabrisas del ve- hículo. En Madrid, por ejemplo, el Ayuntamiento sanciona a quie- nes no los hagan visibles duran- te las horas de estacionamiento regulado. En otras ciudades tam- bién existen los llamados discos horarios, que indican la hora de llegada y salida de las áreas de aparcamiento restringido. 8. Pieza de abrigo o botella de agua. “Pueden servir en muchas ocasiones una manta o un líqui- do hidratante. Sobre todo, en caso de congestión, si tenemos que pa- rar o estamos embotellados en un atasco colosal bajo el sol o con el frío punzante”, comenta Pere Sauret. Con más razón si entre los pasajeros se encuentran ni- ños o ancianos. 9. Parte amistoso. “Es convenien- te guardar una copia junto con los documentos del coche en el que se viaja”. En el caso de que las partes involucradas en un ac- cidente estén de acuerdo sobre las respectivas responsabilidades, se firma este documento. De esta manera se puede tramitar el par- te directamente con los seguros y acceder cuanto antes al reembol- so. O considerar cerrado el tema. No olviden un bolígrafo. 10. Un extintor. Otro objeto no obligatorio, pero “muy recomen- dable”, según Sauret. Hace años, los motores podían incendiarse fácilmente tras un impacto. Hoy día, este tipo de percances es bas- tante raro, pero puede ocurrir. La prudencia nunca es demasiada. Un extintor de polvo de un kilo, con manómetro, cuesta unos 30 euros. Ojo a la fecha de caduci- dad, porque si se supera, no sir- ve de nada. G UIA D E L A U T O M O V I L I S T A ron con nosotros la ocurrencia festiva de aquella mañana de primavera. De izquierda a derecha estábamos Francisco Esteve Soley, Javier Ven- drell Escriu, Ramón Pujol Pons y José Farriol Martí. Un recuerdo y homenaje a todos ellos y, especialmente sentido, a Ramón, que nos dejó hace unos años. Y al propio tiempo, un feliz rememorar de aquel Biscúter que tanto nos hizo disfrutar. FRANCIS- CO ESTEVE SOLEY. BARCELONA Sábado 1 de agosto de 2009 EL PAÍS • MOTOR 13

Diez objetos imprescindibles

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Ganadora VII Premio Periodistico de Seguridad Vial de Linea Directa Aseguradora, en la categoría de prensa (2010). La ganadora ha sido Elsa Granda de El País: "Diez objetos imprescindibles".

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Diez objetos imprescindibles� LUCIA MAGI

Algunos son obligatorios; otros, prácticos, y otros pueden sencillamente salvarnos la vida. Todos

tienen que estar a nuestro alcance cuando arrancamos para no in-fringir el Código de Circulación, incurrir en faltas leves o poner en peligro a los demás. Éste es un rápido listado de los elemen-tos que no se pueden quedar en el garaje, según Pere Sauret, di-rector técnico del RACC, el club automovilístico más grande de España. 1. Chaleco reflectante. “El Código de Circulación establece que el conductor que salga del vehículo al arcén de una vía interurbana tiene que llevarlo puesto”, explica Sauret. La norma no recoge es-pecíficamente la obligatoriedad de llevar un chaleco en el vehícu-lo, solamente obliga a usarlo en el momento en que sea necesa-rio señalar nuestra presencia en la calzada. Eso quiere decir que nadie puede ser sancionado por no tener uno en el coche, pero se arriesga a una multa si sale sin él. No merece la pena, ya que un chaleco homologado vale unos 7 euros y la multa es de 90. Es recomendable guardarlo bajo el salpicadero o en el bolsillo de la puerta. No está mal tener uno de

Conducir no es sólo apretar el acelerador, hay que llevar todo lo necesario para hacer frente a imprevistos

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TU VEHÍCULO Y TÚ

En junio de 2008 salía publicada en el suplemento de Motor de EL PAÍS una fotografía de un Bis-cúter en el que estaban monta-dos cuatro jóvenes, sin título de la misma foto ni los nombres de las personas.

Era el mes de abril de 1956, en una de las habituales excur-siones a la montaña de San Lo-renzo, de mil y pico metros, cer-ca de Sabadell, y en el paraje de Las Arenas, donde teníamos el

Cuatro amigos� TU VEHÍCULO Y TÚ.

LLÉVATE UN GPS GRATISEnvía tu historia y tus fotos a:[email protected] o a El País Motor. Miguel Yuste, 40. 28037 Madrid. Añade un teléfono de contacto.

El autor de la mejor carta del mes recibi-rá un navegador Supratech Galatea 2106.

campo base que nos montamos los cuatro amigos. Era un coche “pequeño, pero matón”. Y para conseguir la foto utilizamos un autodisparador.

Aquel día entramos en el pue-blo vecino de San Lorenzo Savall dos de nosotros escoltando con sendas motos a los dos que iban en el Biscúter, conducido por su dueño, José, el del gorro militar. A su lado estaba el amigo Ramón, el de la gorra, de pie, asido al pa-

rabrisas del coche y saludando como era costumbre en las altas esferas…

La Guardia Civil del pueblo no supo qué hacer ni qué decir cuando nos vieron, pero celebra-

más por si baja un pasajero para ayudar a cambiar una rueda pin-chada, por ejemplo.

2. Los triángulos. “Contrariamente a lo que pasa en muchos países de Europa, en España no sólo es pre-ciso llevar uno, sino dos”. Sauret explica que esta norma ha sido aprobada pensando en los casos en que el coche se estropea o ten-ga que parar en una carretera de doble sentido: en ese tipo de si-tuaciones es necesario señalar la presencia en ambos carriles. Los triángulos se colocan uno por de-lante y otro por detrás, a unos 50 metros del vehículo, de tal forma que sean visibles a 100 metros por los otros conductores. En las vías con un solo sentido será sufi-ciente un solo triángulo por don-de viene la circulación. La multa por no usarlos es de 90 euros. Un triángulo homologado, doblado en su caja, cuesta alrededor de seis euros.

3. Cargas de bombillas. La luz es fundamental para ver y ser vistos. Nunca se sabe cuándo acaban sus días y se funden. Viajar sin luces o con el alumbrado asimétrico es peligroso. Reduce la capacidad de calcular las distancias y de alum-brar la carretera; además, puede provocar una percepción distor-sionada y falsa de la dimensión del coche en otros conductores.

Por ello no deben faltar bombillas nuevas y las herramientas para montarlas. El manual de uso de cada modelo detalla las adecua-das. “Llevar bombillas de repues-to es siempre obligatorio, aunque existan ciertos tipos de alumbra-dos que el usuario común no sue-le saber arreglar”, dice Sauret. En este caso, lo mejor es ir al taller.

4. Botiquín. Guardar en el coche un equipo de primeros auxilios no es obligatorio, al contrario que en Alemania, por ejemplo. De to-das formas, es “muy recomenda-ble”, según el director técnico del RACC. Unos guantes de látex, un líquido desinfectante, vendas, ti-jeras, goma de torniquete, cinta adhesiva… Se trata de pequeños objetos que abultan poco, pero que pueden salvar la vida en caso de accidente. Los primeros minu-tos pueden ser fundamentales.

5. ‘Kit’ de emergencia. Es como un pequeño taller portátil. Por si las moscas. Como nunca se sabe lo que puede pasar, lo mejor es estar preparados. El mínimo in-dispensable está formado por los siguientes elementos básicos: un par de guantes, un juego de fusi-bles nuevos, unos cables de arran-que, una pinza, un juego de llaves inglesas, destornilladores y la lla-ve adecuada para los neumáticos. Esta última puede costar unos 25

euros y se puede guardar junto con la rueda de repuesto –obli-gatoria–. Tampoco estaría mal llevar siempre una linterna, por si toca cambiar la rueda por la noche. La ley de Murphy.

6. Cadenas. “Nuestro país tiene muchas zonas de montaña o de cierta altitud. No olvidemos, ade-más, que este invierno pasado, por ejemplo, nevó hasta en ple-no Madrid”, constata Sauret. En consecuencia: mejor llevar en el coche cadenas. En invierno, por supuesto, y si se da un paseo por zonas montañosas, también. Para luchar contra el frío puede ser muy útil una rasqueta quitahie-los. Fundamental para despejar por completo los cristales antes de arrancar y garantizarse una visibilidad plena. Sin congelar-se los dedos.

7. Distintivos de aparcamiento. Dependiendo de las ciudades por las que nos movamos y de nuestra residencia, conviene colocar estos distintivos en el parabrisas del ve-hículo. En Madrid, por ejemplo, el Ayuntamiento sanciona a quie-nes no los hagan visibles duran-te las horas de estacionamiento regulado. En otras ciudades tam-bién existen los llamados discos horarios, que indican la hora de llegada y salida de las áreas de aparcamiento restringido.

8. Pieza de abrigo o botella de agua. “Pueden servir en muchas ocasiones una manta o un líqui-do hidratante. Sobre todo, en caso de congestión, si tenemos que pa-rar o estamos embotellados en un atasco colosal bajo el sol o con el frío punzante”, comenta Pere Sauret. Con más razón si entre los pasajeros se encuentran ni-ños o ancianos.

9. Parte amistoso. “Es convenien-te guardar una copia junto con los documentos del coche en el que se viaja”. En el caso de que las partes involucradas en un ac-cidente estén de acuerdo sobre las respectivas responsabilidades, se firma este documento. De esta manera se puede tramitar el par-te directamente con los seguros y acceder cuanto antes al reembol-so. O considerar cerrado el tema. No olviden un bolígrafo.

10. Un extintor. Otro objeto no obligatorio, pero “muy recomen-dable”, según Sauret. Hace años, los motores podían incendiarse fácilmente tras un impacto. Hoy día, este tipo de percances es bas-tante raro, pero puede ocurrir. La prudencia nunca es demasiada. Un extintor de polvo de un kilo, con manómetro, cuesta unos 30 euros. Ojo a la fecha de caduci-dad, porque si se supera, no sir-ve de nada.

GUIAD E L A U T O M O V I L I S T A

ron con nosotros la ocurrencia festiva de aquella mañana de primavera.

De izquierda a derecha estábamos Francisco Esteve Soley, Javier Ven-drell Escriu, Ramón Pujol Pons y José Farriol Martí.

Un recuerdo y homenaje a todos

ellos y, especialmente sentido, a Ramón, que nos dejó hace unos años. Y al propio tiempo, un feliz rememorar de aquel Biscúter que tanto nos hizo disfrutar. FRANCIS-CO ESTEVE SOLEY. BARCELONA

Sábado 1 de agosto de 2009 EL PAÍS • MOTOR 13

AUTORPablo García Jiménez

TÍTULO“Prepara tu coche para el invierno”

MEDIOAutofácil

FECHA DE PUBLICACIÓN15 de diciembre de 2009