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Breve análisis de la brujería y de las
características de las prácticas mágicas en
Canarias
Antropología Cultural
1º Grado de Historia
2
INTRODUCCION 2
I. APUNTES GENERALES SOBRE LA BRUJERIA___________________________ 2
La evolución y estado actual de la brujería 2
Posicionamiento de los autores 4
II. LA BRUJERIA EN CANARIAS 7
Breve observación sobre el estado actual 7
Metodología de las prácticas mágicas 7
La Santiguadora Canaria 9
La Brujería en Canarias 10
Orígenes Históricos de las prácticas mágicas en Canarias 12
Conclusiones 13
III. REFERENCIAS 14
Bibliografía 14
Imágenes 15
Ayoze Nolasco Ferrer ([email protected])
3
Introducción
El objetivo de este trabajo ha sido realizar un breve recorrido por las costumbres mágicas
realizadas por el hombre a lo largo de la historia, así como el punto de vista de diversos autores
sobre el tema, haciendo especial hincapié en el ámbito regional del archipiélago. Las fuentes usadas
han sido lo más variadas posibles, poniendo especial atención a aquellas que tratan el asunto desde
un punto de vista antropológico, buscando un análisis lo más neutro posible, intentando así
alejarnos todo lo posible de posturas escépticas, negacionistas o prejuiciosas. La metodología a
seguir ha sido sencilla, ya que se ha basado en una amplia recopilación de información a través de
las fuentes bibliográficas, para su posterior selección, cotejación y redacción. En este proceso hay
que destacar las dificultades que ha supuesto la búsqueda de información sobre estas prácticas en el
archipiélago, ya que cuenta con una escasa creación bibliográfica. Sin embargo, esto no ha
impedido la articulación del trabajo tal y como deseaba, con una primera parte dedicada a la
evolución global de estas creencias, y las posturas de diversos autores, y una segunda que enfoca el
objetivo en el ámbito local de las Islas Canarias, en especial la de Tenerife.
I
APUNTES GENERALES SOBRE LA BRUJERIA
La evolución y estado actual de la brujería
Autores como Caro Baroja o Georges Dupret indican el comienzo de las prácticas de la
magia en el mundo clásico de Grecia y Roma. Sin embargo, a la luz de los últimos avances en los
estudios de las sociedades del Paleolítico Superior, considero que este sistema de creencias y de
rituales se lleva practicando desde mucho antes, en lo que se ha definido como Chamanismo o
practicas chamánicas. Jean Clothes y David Levis William han trabajado durante muchos años
sobre el esclarecimiento de estas prácticas por el hombre, como explicación a las imágenes del arte
rupestre. En su obra “El chamanismo en la prehistoria”, explica como a través de, el consumo de
sustancias alucinógenas, la sobreexcitación o anulación sensorial, o por trastornos mentales, ciertas
personas cargadas de un carisma especial, y podríamos decir que hasta de una personalidad
hipnótica y atrayente, alcanzaban estados alterados de consciencia, donde tenían visiones de
extraños seres, practicaban la teriantropia1, y en definitiva alcanzaban conocimientos que estaban
fuera del alcance del común de los mortales.
1 La teriantropía es la supuesta habilidad de cambiar de forma humana a animal y viceversa.
http://es.wikipedia.org/wiki/Teriantrop%C3%ADa
4
Todos estos elementos, se repitieron casi como un calco, en el periodo de prácticas de
brujería más marcado y conocido: la Edad Media. Muchas de las personas practicantes de estas
creencias, usaban ciertas sustancias, la más famosa entre ellas la belladona, y sin olvidarnos del
beleño y estramonio, para entrar en estados alterados de consciencia2. También se daba el caso que,
algunas de estas personas que practicaban estos ritos, estaban firmemente convencidos de la
realidad mágica que implicaba debido a trastornos mentales. En definitiva, chamanismo
prehistórico y brujería, son ambos expresiones del pensamiento mágico, que no es más que una
forma de pensar y concebir la realidad, basada en las creencias, la imaginación, los anhelos y
costumbres que escapan de toda lógica racional. Por lo tanto podemos afirmar que la brujería nos
lleva acompañando desde que el Homo Sapiens dio ese salto abismal e infinito al pensamiento
simbólico3, aproximadamente hace unos 35.000 años. (fig1)
Partiendo de estas premisas, podemos entender que magia y religión han estado íntimamente
unidas desde esos momentos, pasando por las culturas neolíticas y el mundo clásico, hasta que el
cristianismo sentó las bases para diferenciar lo mágico de lo religioso, ya que esas prácticas y ritos
estaban relacionados con las religiones anteriores, y por lo tanto a ojos de la iglesia eran paganas, y
había que perseguirlas. Sin embargo, como veremos más adelante, sí que se daban casos del uso de
símbolos y creencias religiosas en prácticas mágicas. Incluso las sociedades que hoy en día
permanecen en un ámbito protohistórico o neolítico, siguen sosteniendo una serie de creencias y
ritos mágicos, que tienen unos orígenes muy remotos. Hasta que la Iglesia encorsetó el amplio
abanico de creencias que existían, el hombre tuvo siempre una concepción dramática de la
naturaleza, donde lo sagrado y lo demoníaco, el bien y el mal, el orden y el caos, estaban en un
conflicto permanente y todos estos factores estaban unidos a la vida de ese hombre4.
En Grecia y Roma hay multitud de ejemplos de estas prácticas donde la creencia en la magia
estaba aceptada. Sin embargo ya diferenciaban entre una magia benigna, que estaba representada
por las dadivas y ofrendas para fines positivos tales como la lluvia, buenas cosechas, etc., y otra de
carácter negativo, representadas por las malas acciones contra otros llevadas a cabo por las
hechiceras (en latín maleficae), y de las que Platón5 entre otros autores clásicos, citaron en sus obras.
Además, en el mundo greco-romano hay documentos que atestiguan la permanencia de las
creencias en la teriantropía, así como el surgimiento en el mundo romano de un elemento que a
partir de entonces va a ser algo común y presente en el mundo de la brujería: la acusación, como
2 La belladona tiene alcaloides como la antropina y escopolamina, esta última también llamada burundanga,
muy usada por violadores, ya que anulan la voluntad del que la toma. De ahí una explicación a esos relatos de sentirse
“poseídos”, por el diablo. http://www.elmundo.es/elmundosalud/2012/05/22/noticias/1337683796.html
3 AGUILAR, F. (2010), “La quimera de los dioses, Ojos que no ven, corazón que no quiebra”, Madrid, Vision
Net, 1ª Edición. p. 57
4 BAROJA, J. (1968) “Las brujas y su mundo”, Madrid, Alianza Editorial, 2ª Edición, pp. 20-21
5 PLATON, “De la poesía”, p. 185
5
forma de ataque contra otro individuo con el fin de buscar un beneficio propio y egoísta, más que
como verdadera creencia en lo que se acusa6.
Durante la Edad Media, y con el dominio total en Europa del Cristianismo, las acusaciones
de unos a otros se multiplicaron. El cristianismo prohibió rápidamente cualquier forma de ritual
pagano existente, y por ende, a la hechicería o brujería, castigando con el tormento y la hoguera, a
cualquiera que se le considerara culpable de tales prácticas.
Desde el primer caso de quema por brujería en 1275, en Touluse (epicentro del fenómeno
cátaro), hasta Cayetano Ripoll, maestro de escuela valenciano, (cuya su hoguera fue simbólica,
pero la horca donde murió no) en 1834, decenas de miles de personas fueron ejecutadas por ejercer
un conjunto de prácticas y creencias diferentes al dogma establecido. Ya que no es el objeto de este
trabajo el hablar sobre la Inquisición, y sus métodos, sino sobre el conjunto de creencias,
obviaremos esta parte, aunque me gustaría citar una frase de Cayetano Ripoll, que es reflejo de la
tremenda injusticia a la que se sometió a estas personas: “No hagas para otros lo que no quieres
que te hagan a ti.7.
Posicionamiento de los autores
Buscando el enfoque más antropológico de este asunto, nos centraremos en el trabajo de los
dos últimos siglos. Desde el siglo XIX hasta el siglo XX y principios del XXI, multitud de autores
han realizado trabajos intentando aportar su visión a estos conceptos del pensamiento mágico, ya
fuera buscando en antiguos documentos y actas de juicios, como Margaret Murray o a través de
trabajos de campo como Malinowski.
Margaret Murray, en su libro “The Witch-Cult in Western Europe” construye la teoría de
que la brujería era o es un resto del culto a Diana, y que los sabbat verdaderamente se realizaban, en
una reminiscencia a un antiguo culto a un dios cornudo de orígenes prehistóricos8, teorías que
fueron muy criticadas, entre otros por Julio Caro Baroja. Este, comenta que hay que separar entre
aquellas personas que se creen o creyeron con capacidad de realizar actos mágicos, a través de la
protección de númenes como Diana, Hécate, Holda, etc. (Creencia Activa), y como entienden las
demás personas que son las brujas, es decir personas que realizan actos maléficos de adoración al
Diablo.9
6 DOUGLAS, M, [1970], “Brujería: el estado actual de la cuestión”, en el volumen Ciencia y brujería, Ed.
Anagrama, Barcelona, 1976, p. 50
7 CARCEL, R. (1992), “La leyenda negra, historia y opinión”, Madrid: Alianza Editorial, 1º Edición, 1992 ,p.
14
8 BAROJA, J. (1968) “Las brujas y su mundo”, Madrid, Alianza Editorial, 2ª Edición p. 300
9 Ibídem, p. 302
6
Aleister Crowley, en su enfoque ocultista, llego a crear una filosofía religiosa, llamada el
Thelema, que promulgaba una libertad absoluta, resumida en dos frases famosas: “Haz lo que tú
quieras será toda Ley", y "Amor es la ley, amor bajo voluntad". La brujería en este caso es tomada
como una filosofía de vida, donde la permisividad es total en ámbitos como las drogas y el sexo,
trasgrediendo los códigos morales de la época. Coetáneo y admirador de Aleister Crowley fue
Montague Summers, para el cual el hecho de ser sacerdote no era óbice para estudiar profusamente
lo oculto, la demonología y la brujería. En una de sus obras más famosas “The History of
Witchcraft and Demonology” en 1926, el hecho de defender y tener por necesarios los procesos
medievales en contra de la brujería, hace que defienda a ultranza la creencia en unos ritos mágicos
con resultados sobrenaturales. Es por ello por lo que sus teorías chocaban diametralmente a las de
Margaret Murray.
Desde la psiquiatría, autores como Luis-Florentein-Calmeil han dado también su punto de
vista. Para él, bajo su óptica científica, los fenómenos mágicos que perciben un sujeto, ya sea visto
como una tercera persona o sufriéndolo el mismo son solamente achacables a los trastornos
mentales que pueda sufrir esa persona.
Bronisław Malinowski, antropólogo, fue otro que estudio la importancia de la magia en
diferentes sociedades. En la obra “Magic, Science and Religion” (1948) empieza avisando “There
are no peoples howaver primitive without religion and magic”10
, dando a entender que si hay un
elemento que comparte cualquier pueblo del lugar que sea, es la pertenencia de una seria de
creencias enfrentadas pero cogidas de la mano, con carácter sagrado y profano. Segun Malinowski
la magia es una reacción al desasosiego y desesperanza que comparten tanto hombres como mujeres,
en un mundo que no pueden controlar. Max Gluckman, antropólogo, en la obra “La lógica de la ciencia y de la brujería africanas”
(1944), analiza las raíces que tiene la Brujería moderna en este continente. Explica que “El africano
han nacido en una sociedad que cree en la brujería y por ello la estructura misma de su pensamiento
desde la infancia se compre de ideas mágicas”11
. A pesar de que son obvias estas relaciones entre
África y la brujería, entiendo que esta se da más que por una cuestión geográfica, sino por el hecho
de que muchas de sus costumbres y creencias han permanecido, en gran medida, inalterables desde
hace milenios.
Mary Douglas, también antropóloga, en su “Brujería, el estado actual de la cuestión” (1970)
10 MALINOWSKI, B. (1948), “Magic, Science and Religion”, p. 1 [En línea] [Fecha de consulta 26.04.13] Disponible en internet: http://books.google.es/books?id=KdT4f0T49XwC&pg=PA50&lpg=PA50&dq=the+art+of+magic+malinowski&source=bl&ots=PseB9n7VRu&sig=Sit9MNMuREC6g21N99mry30O_to&hl=es&sa=X&ei=P7gfUZtZxZaFB9rhgfgE&ved=0CDAQ6AEwAA 11 GLUCKMAN, M. [1944], “La lógica de la ciencia y de la brujería africanas en el volumen Ciencia y brujería”, Ed Anagrama Barcelona, 1976, p. 13
7
establece la curiosa comparación de que, mientras las prácticas mágicas en África eran inofensivas
y aceptables, en Europa eran consideradas peligrosas y punibles hasta sus últimas consecuencias12
.
Para ella la Brujería esta enlazada con una sociología de la percepción, o lo que es lo mismo,
las impresiones sensoriales que alcanzan a todo un conjunto de individuos y les afecta de igual
manera (sugestión colectiva) .Esta autora, incide en algo en lo que prácticamente todos los autores
remarcan y es como la brujería actuaba muchas veces como instrumento de inculpación y acusación
a otras personas con el objetivo de quitar de en medio a posibles rivales.
Robín Horton, antropólogo y filósofo en “el pensamiento tradicional africano y la ciencia
occidental” (1967), hace la curiosa comparación entre los átomos, moléculas u ondas, y los dioses,
ya que ambos sirven para un mismo fin: el de dar unidad a lo diverso13
.
Por ultimo Julio Caro Baroja, antropólogo, historiador y lingüista, en su obra “Las brujas y
su mundo” (1968), nos ofrece una visión muy amplia de este tema. El autor resalta la dualidad entre
ciencia y magia, que hace que unos mismos elementos (sol, luna, día, noche) tengan connotaciones
distintas14
. En la magia la noche se asocia con el mal y el miedo, mientras la luna se relaciona a su
vez con la mujer. Vemos como este trinomio noche-luna-mujer es un elemento muy repetido en
prácticamente todas las manifestaciones sobre brujería en Occidente15
. Además hace alusión a un
arquetipo sobre el cual hablaremos más adelante: la bruja rural la cual es [...] “vieja más veces que
joven, […] mujer que tiene en su haber unos conocimientos limitados de curandera, emplastera,
saludadora y que practica la adivinación16
. Es este el modelo que parece encajar con el arquetipo de
bruja o curandera que practicaba (y practica aún) sus artes en las Islas Canarias, lo que nos sirve de
entrada al segundo bloque de este trabajo: prácticas mágicas en Canarias.
II
LA BRUJERIA EN CANARIAS
Breve observación sobre el estado actual
En esta segunda parte del trabajo, vamos a centrarnos en las prácticas mágicas que se daban
en las islas Canarias y en especial en Tenerife, sus peculiaridades, así como citar algunos lugares de
"poder".
12 DOUGLAS, M, [1970], “Brujería: el estado actual de la cuestión”, en el volumen Ciencia y brujería, Ed.
Anagrama B Anagrama, Barcelona, 1976, p. 32
13 HORTON, R. (1967) “Robin Horton el pensamiento tradicional africano y la ciencia occidental” (versión
abreviada), p. 77
14 BAROJA, J. (1968) “Las brujas y su mundo”, Madrid, Alianza Editorial, 2ª Edición, p. 19
15 Ibídem pp. 20-25
16 Ibídem p. 314
8
Yo mismo, echando la vista atrás, he recordado como fui objeto de algunas de estas
prácticas a través de mi abuela, Mº Concepción González García, (1921-2001) natural de Ravelo,
en el municipio del Sauzal, Tenerife. Ella me realizó en multitud de ocasiones, rezados y masajes de
estómago para el empacho iguales a los que cita D. Barbuzano en su obra “Prácticas y creencias de
una santiguadora Canaria”, además de realizar también en multitud de ocasiones, diversas
infusiones con plantas, las cuales les proporcionaban sus hermanas que seguían viviendo en ese
ámbito rural donde ella nació y se crío.
Imagino que en menor o mayor medida, muchas de nuestras abuelas (o abuelos) que se
criaron en un ámbito rural en torno a principios del S.XX, conocían muchas de estas prácticas,
aunque no se dedicaran a ello de forma continuada o especializada. Constituía por lo tanto, una serie
de conocimientos, que se iban transmitiendo de forma oral, los cuales aprenderían seguramente
siendo testigo de ellos cuando eran niños.
Tristemente y debido quizás, a este mundo excesivamente tecnificado y de visión científica
y analítica en el que nos encontramos actualmente, este tipo de prácticas y creencias se han ido
perdiendo con cada vez más rapidez, con la consecuente pérdida de un bagaje cultural tan rico,
interesante y tan propio, como son estas prácticas y ritos. Trataremos pues este tema del
curanderismo en epígrafes posteriores, viendo primero una muestra de las distintas dimensiones y
connotaciones de estas prácticas mágicas.
Metodología de las prácticas mágicas
Siguiendo los viejos principios mágicos de Frazer, los cuales cita Fajardo Spínola en su obra
“Hechicería y Brujería en Canarias en la Edad Moderna”, en las prácticas mágicas del
archipiélago se establece un nexo de unión simpática entre las personas y otros elementos, entre
estos últimos aquellos que formaron parte biológica de esas personas, tales como cabellos, semen,
sangre, sudor, orina, excrementos, etc., los cuales serán posteriormente manipulados para la
obtención de un fin. Llega hasta tal punto esta creencia en el nexo simpático, que hasta la ropa que
lleva esa persona o la huella de una pisada en la tierra pueden ser utilizadas17
. Esas sustancias una
vez adulteradas, eran introducidas de nuevo al interior del cuerpo, siendo ingeridas como parte del
ritual mágico.
Otro método era el uso de representaciones físicas de aquella persona a la que se quería
maleficiar. En canarias el más frecuente era un pequeño muñeco que representaba al desdichado
que iba a ser víctima de ese hechizo. Eran fabricados con tela o cera, materiales blandos que
17 FAJARDO, F. (1993), “Hechicería y Brujería en Canarias en la Edad Moderna”, Las Palmas, Cabildo
Insular de Gran Canaria, 1º Edición, p. 83
9
posibilitaban la perforación de los mismos con alfileres, buscando así, a través de ese vínculo
simpático del que ya hablamos, causar ese mismo dolor al ser de carne y hueso. En otras ocasiones
se enterraban o se tomaban directamente pequeños animales como lagartijas, los cuales serían
objetos de estos males18
.
Las palabras eran empleados también como complementación de estos rituales. De todos es
sabido las antiguas creencias de que la palabra es poder, o que el hecho de conocer el nombre de
alguien te otorga poder sobre esta persona. Un ejemplo de los diferentes usos del lenguaje según las
diferentes situaciones seria la siguiente:
Para unir o crear: atar, hilar, tejer
Para cambiar: derretir, quemar, hervir
Para romper o deshacer: quebrar, derramar, barrer, lavar19
Además de palabras, también era cotidiano el uso de toda una serie de objetos, sustancias y
elementos a los que se les atribuía carácter mágico si se manipulaban de una manera concreta.
Desde elementos relacionados con la producción textil (telas, alfileres, agujas) hasta diferentes
animales o alimentos, pasando por velas, ollas, ganigos, hornos, escobas, fuego, sal, zapatos,
piedras o tijeras. Es esta última un elemento interesante, debido a su uso por la similitud con una
cruz que supone una tijera con sus hojas abiertas. Todos estos objetos tienen un factor en común, y
es que son objetos pertenecientes al mundo de la mujer desde el punto de vista tradicional,
recalcando así el papel principal que tiene la mujer en este tipo de creencias y prácticas20
.(fig. 2)
Igualmente la propia vivienda se convierte en ocasiones, en un elemento activo en ciertas
prácticas, debido a la simbología que poseen partes de la casa (la puerta como entrada, las ventanas
como barreras, el techo como el exterior, etc.)21
Ya que hemos destacado el papel principal de la mujer, pasemos a continuación a una figura
clave en el imaginario colectivo canario: La Santiguadora o Curandera.
La Santiguadora Canaria
Muchas mujeres se han dedicado en las Islas Canarias a curar con medios heterodoxos,
supliendo a una Medicina que hasta bien entrada la ilustración estaba basada en meras suposiciones,
18 Ibídem pp. 91-94
19 Ibídem pp. 95-105
20 Ibídem pp. 106-113
21 Ibídem p. 130
10
y la cual, debido a las características geográficas y sociales de este archipiélago, era de difícil
acceso a la totalidad de la población. Por ello, antes de continuar quisiera recalcar el mal reconocido
trabajo que realizaron estas mujeres, que creencias apartes, con sus conocimientos de plantas y
seguramente contando con su fe y el tan poderoso poder de la sugestión, traían calma y reposo a las
dolencias de muchos canarios. (fig. 3)
Lo primero que hay que destacar es la diferencia entre santiguadora y curandera, ya que la
primera no receta medicamentos ni hierbas ni pócimas, y solo proporciona el rezado22
. Los males y
enfermedades que trataban estas mujeres eran muchos y muy variados:
Mal de ojo: causado por personas que tengan fuerza de vistas y por envidia o sin querer
causen daño.
Mal aire: producido cuando el cuerpo se expone a cambios bruscos de temperaturas.
Ingua: una especie de tumor que se forma en los tendones y en los músculos.
Culebrilla: afección cutánea.
Fuego salvaje: granos con pus que aparecen en las piernas.
Sol: enfermedad debida a la exposición prolongada al mismo.
Erisipela: infección que se muestra como una mancha rojiza en las piernas.
llagas y heridas.
Empachos.
Sustos.
Carne abierta: separación que sufren los músculos por motivo de un gran esfuerzo23
Aunque a priori muchos puedan contemplar esta lista con ciertas reservas, estamos hablando
de conceptos muy arraigados en las islas. Es de uso muy común decir que "se te ha abierto una
mano" cuando sientes un dolor debido a forzarla, o que te ha dado "un airón", cuando
repentinamente empezamos a sufrir síntomas de resfriado debido a no haberse secado bien el sudor
o haberse mojado por la lluvia. En definitiva, las santiguadoras y curanderas han dado nombres
diferentes a los catalogados por la medicina, seguramente buscando la mejor adecuación a los
conocimientos sobre esas enfermedades, los cuales eran en su mayoría deficitarios, por encontrarse
en un entorno rural tan alejado del saber académico.
Tal y como habíamos dicho, las santiguadoras curaban mediante un rezado, lo que implica
por lo tanto una alianza con un poder sobrenatural del cual se hace uso, ya sea obligándole o
22 BARBUZANO, D. (1982), “Practicas y creencias de una santiguadora Canaria”, La Laguna, centro de la
cultura popular canaria, p. 25
23 Ibídem, pp. 33-67
11
rogándole, para eliminar el mal del enfermo. Sin embargo esos poderes sobrenaturales no eran ni
duendes ni otros seres mágicos, sino que se acudía generalmente a figuras religiosas, ya fueran
vírgenes, santos o el propio Jesús. No deja de parecer curioso cuanto menos, esta dualidad entre
magia y religión, donde se extrapolaba lo sagrado aplicándose a los principios y métodos de la
magia24
.
Es de uso común diversos objetos litúrgicos en las prácticas mágicas, tales como las hostias,
el agua bendita, las imágenes de santos o vírgenes. Incluso llega al punto de usar las propias
reliquias de los santos, o el más usado de ellos, la piedra de ara25
. Sin embargo, donde está el bien
debe estar el mal. Y es ahí donde entran las brujas y la brujería, donde los que intercedían eran los
demonios o las almas de los difuntos.
La Brujería en Canarias
Si la santiguadora es la que hace la señal de la cruz y la curandera la que administra brebajes
y pócimas, la bruja es la que usa las artes maléficas, poseída por los espíritus malignos y
caracterizada por un comportamiento social totalmente anormal o monstruoso26
. Sin embargo hay
que indicar que no se tratan de roles totalmente estancos y separados, ya que algunas de las
prácticas son compartidas, tales como las pócimas, o el uso de muñecos de cera.
Barbuzano en su obra “La Brujería en Canarias” explica que la brujería en este ámbito
regional se puede contemplar desde tres puntos de vista:
1. Sociológico. Debido al reducido tamaño de las poblaciones en Tenerife, unido a su
aislamiento, se promovían las relaciones sociales duraderas, imponiéndose un sistema de creencias
rígido. Esto alentaba las creencias mágicas, culpabilizando a las brujas de aquellos sucesos
negativos y convirtiéndolas así en los chivos expiatorios. Además funciona como una forma de
control social, ya que la posibilidad de ser acusado de brujería o atacado por estas, hace que las
personas sean más discretas y reservas en sus costumbres.27
2. Psicológico. El rígido sistema moral católico creaba sentimientos acuciantes de represión
entre los habitantes. La brujería funcionaba como una válvula de escape, dando respuesta a esas
emociones reprimidas, que al ser exteriorizadas y depositadas en el ámbito mágico de la brujería,
tenían posibilidades de solucionarse de una manera excepcional, ya que de una manera mundana
24 FAJARDO, F. (1993), “Hechicería y Brujería en Canarias en la Edad Moderna”, Las Palmas, Cabildo
Insular de Gran Canaria, 1º Edición, pp. 144-145
25 Ibídem pp.144-145
26 BARBUZANO, D (1987) “La Brujería en Canarias” La Laguna, centro de la cultura popular canaria,
pp. 15-17
27 Ibídem p. 19
12
podía ser muy difícil o imposible 28
3. Histórico Los orígenes de la brujería en Canarias son muy diversos, de los cuales
hablaremos luego en el siguiente epígrafe.
Si hay un aspecto característico de la brujería son los aquelarres. Las islas Canarias y
Tenerife en particular cuentan con mucha fenomenología archivada sobre estas prácticas, y lugares
que su nombre nos evoca tales prácticas (bailadero de Anaga). (fig.4)
Estos aquelarres, se realizaban sobre todo en las partes más adentradas, altas y ocultas de los
montes, donde bailaban y narraban en aras del diablo. No siembre eran mujeres, (aunque si en su
mayoría) ya que a veces asistían invitados varones a estos bailes.29
La población presenciaba estas prácticas con miedo, ya que aunque se celebraran en lugares
alejados y escondidos, a veces se veían las evidencias de tales prácticas, ya fuera un resplandor
lejano del fuego usado, los estridentes sonidos de las brujas, etc. Por lo tanto, este miedo promovía
el hecho de que las practicas mágicas se expandiesen entre la población, con el fin de defenderse de
las brujas y sus hechizos. Vemos así algo que apuntamos con anterioridad: el hecho de enfrentarse a
ciertos eventos sobre los que no existe explicación, tiende a que se busque las propias prácticas
mágicas como elemento de protección y tranquilidad.
Entre estas prácticas deriva una totalmente extendida y practicada en las islas y fuera de
estas: Las hogueras de San Juan (fig.5). El mensaje que quería dar las hogueras encendidas en los
centros de los pueblos era para expulsar a las brujas de estos, o simplemente no permitirles la
entrada. Esto es debido a que la noche de San Juan es quizás la más fuerte para la práctica de estas
artes. Por otro lado el hecho de saltar por encima de las llamas, es simple y llanamente un ritual de
purificación, intentando expulsar el mal de nosotros30
.
No solo la dimensión temporal es importante para las prácticas mágicas, sino también la
espacial. En Tenerife existen varios lugares, cargados de especial significado donde antaño se
reunían las brujas. Lugares como el ya citado bailadero de Anaga, donde las brujas después de
realizar sus aquelarres, bajaban hasta la costa de San Andrés, y a la luz de la luna llena hasta que
llegaba el alba se bañaban y realizaban sus rituales; o el monte de San Diego, (fig. 6) en la laguna,
cuyos oscuros senderos y la cercanía de la ermita del mismo nombre, cargan de significado el
lugar.31
Orígenes Históricos de las prácticas mágicas en Canarias
28 Ibídem p. 21
29 Ibídem pp. 38-39
30 Ibídem pp. 102-105 31 Ibídem pp. 107-115
13
Es evidente que debido a la conquista y posterior colonización, Castilla, Andalucía y
Portugal aportase gran cantidad de este bagaje de conocimientos a las Islas Canarias, encontrándose
gran número de paralelismos de objetos y prácticas32
.
Otro elemento a destacar serían las incursiones de Berbería, cuyos esclavos trajeron consigo
elementos de prácticas mágicas. Siempre se ha visto al mundo morisco, debido a su lenguaje y sus
costumbres, cargado de misticidad y magia33
. Sin embargo, sobre otro elemento que siempre se ha
comentado, como son las posibles reminiscencias del mundo aborigen, parecen haber posturas
enfrentadas. Por un lado Barbuzano destaca el papel de las Harimaguadas34
y no tiene duda de que
las practicas supersticiosas de los guanches en Tenerife sobrevivieron y tuvieron continuidad.35
Mientras, Fajardo Spinola ve bastante dudoso y poco comprobables estas influencias, ya que los
aborígenes sufrieron una rápida adaptación al mundo cristiano, perdiéndose casi en su totalidad
cualquier vestigio en las practicas realizadas en los siglos posteriores. Igualmente este último autor
considera como muy poco significativo aquellas prácticas que se pudieran atribuir a poblaciones
judías, gitanas o negras.36
Conclusiones
Resumiendo lo expuesto anteriormente, hay que entender que estas prácticas mágicas han
sido realizadas por el ser humano desde épocas muy tempranas, y que siempre nos ha acompañado,
ya sea en modo de los más puros rituales mágicos, o las más sencillas supersticiones actuales. Cada
autor ha dado su punto de vista sobre estos aspectos según su rama de conocimiento o la corriente
del mismo imperante en esa época.
En Canarias hemos visto como durante siglos hubo una fuerte creencia en tales prácticas, en
parte por la impunidad y discreción que otorgan los espacios rurales de las islas, en parte por las
fuertes influencias que recibió la población que allí se asentó. Hoy en día, algunas de estas prácticas
se siguen realizando aunque de forma minoritaria y aislada. Estas costumbres se están perdiendo
debido al agitado, convulso y acelerado mundo en el que vivimos.
Solo desasociándose del rígido sistema de creencias religioso occidental en el que vivimos
actualmente, podemos entender que en el fondo, son solo otro tipo de creencias que, comparadas
32 FAJARDO, F. (1993), “Hechicería y Brujería en Canarias en la Edad Moderna”, Las Palmas, Cabildo
Insular de Gran Canaria, 1º Edición, p. 189
33 Ibídem p. 196
34 Mujeres encargada de la educación de las maguadas y participar en algunos rituales, siendo una figura muy
respetada en el seno de la sociedad prehispánica de Gran Canaria
35 BARBUZANO, D (1987) “La Brujería En canarias” La Laguna, centro de la cultura popular canaria, pp. 24-
25
36 FAJARDO, F. (1993), “Hechicería y Brujería en Canarias en la Edad Moderna”, Las Palmas, Cabildo
Insular de Gran Canaria, 1º Edición p. 210
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con las nuestras, pueden ser igualmente válidas. Sin embargo por el hecho de no ser las nuestras,
nos parecen exóticas, inentendibles o disparatadas.
Igualmente la ciencia, con su frio prisma de ver todo cuantificado y clasificado, es enemiga
de la posible existencia de aquellas cosas que no se pueden contar ni clasificar. Es curioso como la
ciencia se ha convertido en el paradigma de la sociedad, donde todos depositamos
inconscientemente nuestra fe y esperanzas, como salvadora de la humanidad y proveedora de todos
los remedios a todos los males. Esto es aún más curioso si cabe, cuando la propia ciencia lleva ya
décadas manipulando sustancias que desafían toda regla o explicación, y dando pie a la posible
existencia de dimensiones más allá de nuestra percepción.
Es por todo ello, que entiendo que debemos respetar todas esas prácticas, ya no solo por el
importante hecho de que suponen un conocimiento cargado de riqueza cultural, étnica e histórica,
sino porque quizás mucho de lo que se descubra en los siglos venideros dará respuestas a lo que a
nosotros, solo nos parece “magia”.
«Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia»
Arthur C. Clarke
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III
REFERENCIAS
Bibliografía
libros
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Recursos online
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Disponible en internet:
http://books.google.es/books?id=KdT4f0T49XwC&pg=PA50&lpg=PA50&dq=the+art+of+magic+
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X&ei=P7gfUZtZxZaFB9rhgfgE&ved=0CDAQ6AEwAA