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DESAFÍOS ECONÓMICOS DE LAS EMPRESAS SOCIALES
ECONOMIC CHALLENGES OF SOCIAL ENTERPRISES
Heidi Castro López
FCE
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Nº 18Junio 2016
Econografos
Econografos Escuela de Administración de Empresas y Contaduría Pública Nº 18
Junio 2016
Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotá - Facultad de Ciencias Económicas
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DESAFÍOS ECONÓMICOS DE LAS EMPRESAS SOCIALES
Heidi Castro López1
Resumen
Las empresas sociales han existido desde siempre como apuesta por una economía
regenerativa; sin embargo, impedimentos como las limitaciones en el acceso al
financiamiento y dificultades económicas en su sostenimiento, son mayores para estas que
para las compañías tradicionales, es por ello que en el presente documento se hace una
reflexión sobre las razones por las cuales estas corporaciones tardan más en vencer estos
obstáculos, encontrando que sus fallas no suelen ser sus ideas, productos, servicios o
precios, sino aspectos tan simples como las escasas habilidades comunicativas de sus
gestores o la inexistencia de un departamento de marketing al interior de las mismas. Por lo
anterior se extiende la invitación a usar las fortalezas de la empresa tradicional en favor de
la empresa social para generar un mayor dinamismo económico, ya que no se trata de darle
un caótico revés al sistema sino de hacerlo evolucionar.
Palabras clave: Empresas B, emprendimientos sociales, Responsabilidad Social
Empresarial.
Clasificación JEL: M13, M14, M32
El presente documento va dirigido con especial gratitud al Laboratorio de Emprendimiento e Innovación Social de la Pontificia Universidad Católica de Chile y a la Universidad Nacional de Colombia, instituciones
que me han brindado las herramientas para abordar la Administración de Empresas desde una perspectiva más
humana y entender el importante papel que juega en la solución de problemas sociales. 1 Estudiante de Administración de Empresas de la Universidad Nacional de Colombia. Correo electrónico:
Heidi Castro López
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ECONOMIC CHALLENGES OF SOCIAL ENTERPRISES
Heidi Castro López
Abstract
Social enterprises have always existed as a bet for a regenerative economy; nevertheless,
limitations as financing access and economic sustenance are higher for these than
traditional companies. Thus, this document pretends to do a reflection about the reasons
why these organizations take longer in overcome these obstacles, finding that the ideas,
products, services and prices are not the problem, but it is the limited managerial
communication skills and the nonexistence of a marketing department. Due to the above,
the invitation is to use the traditional business strengths in favor of social organizations to
generate greater economic dynamism. The aim is not to give a chaotic way around the
system, is to make it evolve.
Keywords: B corporations, social entrepreneurship, Corporate Social Responsibility.
JEL Classification: M13, M14, M32
La Colección Econografos considera para publicación manuscritos originales
de estudiantes de pregrado de la Facultad de Ciencias Económicas de la
Universidad Nacional de Colombia, que hayan sido propuestos, programados,
producidos y evaluados en una asignatura, en un grupo de estudio o en otra
instancia académica.
Econografos Escuela de EconomíaISSN 2011-6292
Econografos FCE puede ser consultada en el portal virtual:
http://www.fce.unal.edu.co/publicaciones/
Director Centro Editorial-FCE
Álvaro Zerda Sarmiento
Equipo Centro Editorial-FCE
Nadeyda Suárez Morales
Pilar Ducuara López
Yuly Rocío Orjuela Rozo
Contacto: Centro Editorial FCE-CID
Correo electrónico: [email protected]
Este documento puede ser reproducido citando la fuente. El contenido y la forma del presente
material es responsabilidad exclusiva de sus autores y no compromete de ninguna manera a la
Escuela de Economía, ni a la Facultad de Ciencias Económicas, ni a la
Universidad Nacional de Colombia.
Escuela de Administracióny Contaduría Pública
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS
CENTRO DE INVESTIGACIONES PARA EL DESARROLLO - CID
Vicerector GeneralJorge Iván Bula Escobar
RectorIgnacio Mantilla Prada
Facultad de Ciencias Económicas
DecanoJosé Guillermo García Isaza
VicedecanoRafael Suárez
Centro de Investigaciones paraEl Desarrollo CID
DirectorManuel Muñoz Conde
SubdirectoraVilma Narváez
FCE Econografos
Escuela de Administración de Empresasy Contaduría Pública
DirectorMauricio Gómez Villegas
Coordinador Programa Curricular de Administración de EmpresasDaimer Higuita López
Coordinadora Programa Curricular de Contaduría Pública
Nelson Díaz Muñoz
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Contenido
Introducción ....................................................................................................................... 6
1. La empresa tradicional y la empresa B ........................................................................ 6
2. Equilibrios entre los intereses sociales y económicos de una empresa B ...................... 8
3. Entonces, ¿cómo lograr el gran desafío?.................................................................... 10
Conclusiones .................................................................................................................... 12
Bibliografía ...................................................................................................................... 13
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Introducción
En la actualidad, el emprendimiento social en América Latina ha tomado un gran auge, y
no es para menos cuando la mayoría de los países de esta región son víctimas del abandono
gubernamental que se refleja en las débiles políticas sociales existentes para aquellos
grupos sociales históricamente desamparados. Es entonces cuando la creatividad, la
tecnología y el trabajo se han fusionado —impulsados más por la necesidad que por la
oportunidad— para dar soluciones sustentables2 a muchos de los problemas que enfrentan a
diario estas poblaciones.
Sin embargo, esto presenta un gran reto para los arriesgados emprendedores que deciden
materializar estas ideas, puesto que se enfrentan a factores como las limitaciones para el
acceso al financiamiento, la falta de formación y apoyo continuo para sus proyectos, y la
dificultad para que sus empresas logren obtener ganancias y ser sostenibles en el tiempo
(Castellani, 2015) lo cual, además de frenar su impulso, se convierte en una barrera mental
para que las demás personas decidan iniciar un proyecto de emprendimiento social.
Es por ello que el presente escrito pretende hacer una reflexión sobre por qué las empresas
sociales latinoamericanas suelen presentar más problemas de crecimiento y dinamismo
económico que las empresas tradicionales, lo que se constituye en una gran piedra en el
camino si se tiene en cuenta que, como consecuencia, suele verse seriamente afectada la
confianza de los actores externos, como el Gobierno, proveedores, clientes, inversores,
comunidad en general y, al mismo tiempo, la de sus actores internos como sus empleados.
1. La empresa tradicional y la empresa B
Para empezar, es necesario aclarar que las empresas tradicionales tienen como objetivo
principal la obtención de utilidades para sus accionistas, lo cual logran por medio de su
misión, es decir, a lo que se dedican; sin embargo, desde hace varios años se ha venido
cuestionando el rol de las empresas en la sociedad, pues ha pasado de vérseles como
simples células económicas a reconocer su complejidad e influencia en el entorno que las
2 Se asume que una actividad es sustentable cuando el aprovechamiento de las propiedades del capital natural
no rebasa su capacidad y además garantiza su restitución en periodos posteriores. (Calva, 2010)
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rodea y ha surgido la necesidad de reivindicar su papel. Es por ello que la mayoría de
corporaciones tradicionales han optado por establecer al interior de sus estructuras un
departamento de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), siendo este una unidad
encargada de impulsar cambios positivos en la sociedad, lo cual se evidencia en acciones
como las donaciones a fundaciones, la inversión social que se realiza por medio de algunos
programas para mejorar situaciones laborales, ecológicas o de salud para aquellas
comunidades que las rodean, entre otras análogas.
No obstante, muchos pensaron y piensan que esto no es suficiente, puesto que se ha
demostrado que algunas empresas simulan tener RSE para generar una buena imagen pero
no porque de verdad estén impulsadas y tengan el objetivo de promover un cambio real, lo
cual ha generado críticas como la que se realizó en días recientes en la primera conferencia
TEDx realizada en la Pontificia Universidad Católica de Chile, “ya no basta con pintar una
escuela. No basta una RSE desde el departamento de marketing con buenas fotos, se
necesita que se aporte un valor real a la sociedad”. (Traverso, 2015)3
Y está allí la razón del fortalecimiento y auge de las empresas sociales, que han existido
desde siempre como apuesta por una economía regenerativa, cuyo objetivo principal es
recuperar y dar mayor valor al tejido social y urbano que les rodea; es decir, son empresas
que decidieron abordar la solución a los problemas sociales por medio de sus productos,
servicios o cadena productiva, generando de esa manera un valor compartido para sí y para
la sociedad, gracias a que su modelo de negocio se diseña alrededor de una misión social,
impactando no solo desde una unidad de su organización sino incorporándola en todos y
cada uno de sus niveles, procesos y decisiones, aspecto que le permite apropiarse del poder
de la empresa privada para crear beneficios públicos.
Pero su crecimiento se ha visto fuertemente impulsado no solo porque muchos están
convencidos de que de verdad se les necesita, sino porque en el año 2007, en los Estados
Unidos, se fundó B-Lab, una organización resultado de la necesidad de un verdadero
movimiento, que creó una comunidad para estas empresas y las impulsa y fortalece por
3 Gerente General de Late, empresa chilena dedicada a la venta de agua y leche que dona el 100% de sus
utilidades a fundaciones y también reconocida por ser la segunda empresa en el país en obtener la
certificación B
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medio de una certificación que les otorga como empresas B o empresas beneficiosas. El
certificado se obtiene demostrando sus transparentes prácticas en cuanto a políticas
internas, relación con el medio ambiente y su inserción en la comunidad, de manera que a
las empresas se les clasifica y orienta cada día para que puedan ser mejores, lo cual renovó
la imagen de estas compañías sociales y aunque no ofrece ventajas laborales o fiscales, es
claro que mientras más crece esta comunidad, mayor es la preferencia por parte de los
consumidores y algunos fondos de inversión interesados en estas organizaciones.
2. Equilibrios entre los intereses sociales y económicos de una empresa
B
Como se mencionó, el objetivo fundamental del sistema B es generar un impacto positivo
en su entorno, sin dejar de lado el lucro, aspecto que las diferencia de las organizaciones sin
ánimo de lucro —como las fundaciones—, pues se tiene que “La Empresa B combina el
lucro con la solución a problemas sociales y ambientales aspirando a ser la mejor empresa
PARA el mundo y no solo del mundo” (Sistema B, s.f.)
Sin embargo, aunque ese es el ideal, frecuentemente se evidencia una dificultad en estas
empresas para alcanzar un equilibrio entre los intereses sociales y los económicos, siendo
un factor de continua tensión para sus integrantes y grupos de interés. Esto debido a que
estas compañías además de su misión social, deben generar la capacidad financiera para
que el nivel de vida de sus miembros sea bueno y su crecimiento propio sea aceptable. Sin
embargo, aunque un reciente informe de Nielsen encontró que el 50% de los compradores
de todo el mundo están dispuestos a gastar más en productos que retribuyan a la sociedad,
las ventas siguen siendo una gran batalla para estas entidades (Overfelt, 2014), a lo cual se
suman sus dificultades al momento de encontrar inversores debido a la incertidumbre en
sus retornos. Lo que lleva a preguntarse ¿en qué fallan sus benévolos emprendedores?
Aunque la misión benéfica es fundamental e indiscutiblemente debe estar en primer lugar,
es necesario que en el ámbito de lo social se interpele por el reconocimiento de la
importancia de la obtención de ganancias para, de esa manera, lograr cada día un mayor
alcance y a su vez, un mayor impacto en la sociedad, pues no se debe omitir que esa
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revolución positiva deseada se logra gracias a la solidez y crecimiento de la empresa, que
puede alcanzarse mucho más rápido si desde un inicio se le da una gran fuerza al desarrollo
e impulso de la venta del producto o servicio en lugar de dejarlo en un segundo plano, ya
que se debe tener en cuenta que si bien es cierto que la razón de ser de estas empresas es
generar un impacto positivo, también se desea que cada día ese impacto tenga un mayor
alcance y escalabilidad.
Es por ello que, aunque la certificación en Empresas B fortalece el valor de las empresas
para los inversores interesados en la responsabilidad ambiental4 y expone no solo lo que la
corporación quiere comunicar, sino sus verdaderas prácticas, esto no es suficiente, puesto
que no solo los socios, sino la sociedad quieren una empresa que esté hecha para durar,
aspecto que aunque muchos no lo crean, sí es posible,
Es cierto que a veces deben realizarse sacrificios en cuanto a la escala de los
retornos financieros cuando una empresa tiene prioridades sociales y ambientales,
pero una verdad que nuestras experiencias del pasado han demostrado es que es
posible no solo ejecutar una misión social exitosa, sino también que el negocio
escale y sea sostenible y duradero. (The Investor's Circle, 2014)
Danza Aptitude, una academia de danza que enseña a niños y jóvenes con discapacidad; la
repostería Damor, donde sus empleados tienen síndrome de down, y Prospera, que
comercializa productos comestibles y del cuidado personal, que además de estar elaborados
por medio de procesos responsables con el medio ambiente son fabricados por mujeres que
viven en barrios marginados, son entidades sociales que además tienen en común el
objetivo de ser rentables con el propósito de convertir esa rentabilidad en un medio para
mejorar en cierta medida su entorno, y aunque su afán de lucro no es desmesurado, saben
que este sigue siendo necesario para que crezcan; por ejemplo Saldaña, la dueña de Danza
Aptitude, afirma: “sabemos que los emprendedores sociales estamos jugando en un
escenario de mucha competitividad: se siguen persiguiendo objetivos de rentabilidad que
no quitan para nada los principios”. (Orihuela, 2014)
4 Entiéndase la palabra ambiental como entorno que encierra factores ecológicos, sociales, culturales,
laborales, y todos aquellos que puedan afectar a la sociedad.
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Dejando en claro que si en la sociedad y el sistema actual se busca una evolución de
verdad, es necesario usar sus reglas a favor de la población mundial y entender que la
rentabilidad es indispensable para hacer llegar esos beneficios sociales a cada rincón del
planeta.
3. Entonces, ¿cómo lograr el gran desafío?
En este punto, es claro que las empresas sociales crean productos y servicios que
promueven el cambio responsable del entorno por medio del comercio justo, la eficiencia
energética, las iniciativas verdes, entre otras; y que a su vez buscan generar y promover una
voz colectiva que les permita darse a conocer, crecer y avanzar hacia una sociedad que
considere los intereses de sus actores internos y externos, tanto en sus procesos como en su
toma de decisiones, haciendo una diferencia clave con la empresa tradicional con la cual
co-existe, y seguido de ello, y también muy importante, necesitan capital y utilidades para
ser escalables. Sin embargo, pese a lo anterior, se evidencian a menudo muchas fallas
comunes en estas organizaciones, que de ser superadas, pueden ayudarles a dar pasos
firmes y sólidos para cada día aumentar su éxito tanto social como económico.
En el caso de Danza Aptitude, gracias a algunos reportajes internacionales y en
consecuencia de ello, invitaciones a participar en algunos Festivales Europeos, se logró un
mayor reconocimiento y apoyo por parte de la población en general lo que ha ocasionado
que la organización se encuentre hoy mucho más sólida económicamente, aspecto que deja
en evidencia el papel crucial que desempeñan el marketing y la cobertura mediática en la
concepción de los consumidores e inversores, quienes se ven fuertemente influenciados por
los medios, y más aún cuando lo que escuchan o leen tiene un sentido social y ambiental.
(Peattle, Belz, & Galí, 2013)
Por otro lado, Late, compañía chilena dedicada a la venta de agua y leche, que dona el
100% de sus utilidades a fundaciones, y también reconocida por ser la segunda empresa en
el país en obtener la certificación B, enfrentó, al igual que la mayoría de corporaciones B,
grandes dificultades financieras ya que en el año 2010, luego de dos años de ejercicio,
estuvo cerca de ser cerrada debido a que el punto de equilibrio esperado por sus socios
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jamás fue alcanzado. A pesar de ello, en febrero de ese mismo año, el fuerte terremoto que
sacudió a Chile y en el que esta compañía fue la primera en estar presente gracias a que
tenía montones en su bodega de lo que necesitaban sus habitantes: agua, su reconocimiento
y crecimiento fue tan grande que pasó de donar un poco más de $2´500.000 CLP en 2009 a
donar $148´000.000 CLP aproximadamente en el año 2014, y Traverso, su Gerente
General, reconoce que su mayor falla fue no haber tenido antes la comunicación masiva
que debieron tener.
Adicionalmente, Bonny Moellenbrock, directora de Investor´s Circle, una entidad
norteamericana con 23 años de experiencia que mediante una gran red financia empresas
sociales con fines de lucro, resalta la importancia y la necesidad de aumentar la disposición
y preparación de sus gestores para conectarse con distintos públicos e inversionistas, que
pueden ser desde los capitalistas de riesgo tradicionales hasta filántropos. De la misma
manera, Moellenbrock recomienda usar un lenguaje apropiado para cada uno de ellos y
afirma que aunque los retornos en las empresas sociales tarden más tiempo que en las
empresas tradicionales —lo cual se justifica con la filosofía de comercio justo— se logran
con habilidades que van más allá de tener un buen producto.
Como se ha expuesto, estas empresas sociales no suelen fallar por haber tenido una mala
idea, un mal producto o un precio inadecuado, han fallado por razones tan simples como las
escazas habilidades comunicativas de sus gestores, inexistencia o poca gestión de sus
departamentos de marketing o incluso su mal impulso de ventas. Aspectos que por supuesto
se pueden ir mejorando con el paso del tiempo, pero qué mejor que abordarlos a la par que
desarrollan sus productos, dado que si estos constituyentes se ejecutan de manera paralela y
no secuencial, el crecimiento de la empresa va a tardar menos y tiene la posibilidad de
atrapar oportunidades que muchas veces desaparecen en un parpadeo.
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Conclusiones
Por todo lo anterior, se hace necesario que los emprendedores capaces de darle vida a estas
grandes ideas que van de la mano con el progreso social, estimulen sus fortalezas,
habilidades y conocimientos para que sus empresas cada día sean más conocidas. No se
trata crear negocios que busquen cambiar y darle un caótico revés al sistema, sino que lo
hagan evolucionar; por lo cual se abre la invitación a que utilicen aquellas fortalezas de las
empresas tradicionales a su favor. Qué oportuno y acertado que sean estas empresas
sociales quienes sigan liderando e impulsando este gran movimiento que aboga por la ética
y las prácticas responsables en todos los aspectos.
Además, es clave reivindicar y entender la influencia que tienen los consumidores en el
mercado, no es suficiente con que las empresas tomen la iniciativa de impactar cuando el
usuario de aquellos productos se resiste a las nuevas ideas; es necesario y urgente que se
haga uso de esa gran arma tan poderosa que es la preferencia de compra y se demuestre que
antes que consumidores pasivos, somos ciudadanos que pueden tomar decisiones que cada
día contribuyan con el anhelado cambio, ¿qué pasaría si todos preferimos comprar
productos que le hacen bien al mundo?
Finalmente, se abre la invitación para que todos hagamos parte de este gran movimiento, ya
sea desde el lado del emprendimiento o desde el lado del consumo. He decidido hacer uso
de la primera persona del plural justo en este punto, porque no hay excusas para mirar hacia
los lados cuando se habla de responsabilidades: nos encontramos en un momento crucial en
el que todos y cada uno de nosotros desde nuestras primeras etapas de entendimiento y
comunicación podemos hacer que el mundo avance hacia el cuidado y el bienestar,
utilizando a nuestro favor estas prácticas que le han resultado bien al capitalismo salvaje,
pero que no tenían un foco apropiado. Produzcamos, comercialicemos y compremos
responsablemente. Como lo dijo Traverso: “Esto no se trata de una revolución anti-sistema,
se trata de una revolución pro-sistema”. (TEDx PUC de Chile, 2015)
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Bibliografía
Calva, J. L. (2010). Sustentabilidad y desarrollo ambiental. Mexico: Miguel Ángel Porrúa
Ediciones.
Castellani, F. (15 de enero de 2015). Una desventaja comparativa para los emprendedores
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http://blogs.iadb.org/Ideasquecuentan/2015/01/16/una-desventaja-comparativa-para-
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Orihuela, G. (06 de diciembre de 2014). Empresas sociales: ganancias para todos.
Obtenido de Magis: http://www.magis.iteso.mx/content/empresas-sociales-
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Overfelt, M. (17 de enero de 2014). Empresa social, ¿peleada con ganancias? Obtenido de
CNN EXPANSIÓN:
http://www.cnnexpansion.com/emprendedores/2014/01/15/como-hacer-el-bien-y-
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Peattle, K., Belz, F., & Galí, J. (2013). Marketing de Sostenibiliad. Profit Editorial.
Obtenido de https://goo.gl/Ns6yGF
Sistema B. (s.f.). La empresa B | B Corp. Obtenido de La empresa B | B Corp:
http://www.sistemab.org/espanol/la-empresa-b/por-que-son-importantes
The Investor's Circle. (09 de julio de 2014). Transparency in Action: An Interview with B
Lab and a Look at GIIRS. Obtenido de The Investor's Circle:
http://www.investorscircle.net/
Traverso, P. (23 de octubre de 2015). TEDx PUC de Chile. Desafiando límites. Santiago de
Chile, Región Metropolitana, Chile: Universidad Católica de Chile.