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Informe técnico DISTRIBUCIÓN DE LA MASTOFAUNA MARINA DE LA BOCA DEL GOLFO DE CALIFORNIA Y EL ARCHIPIÉLAGO REVILLAGIGEDO Y SUS IMPLICACIONES PARA LA CONSERVACIÓN I. Biología de la ballena jorobada en el Pacífico mexicano Luis Medrano González 1,2 , Eduardo Peters Recagno 3 , María de Jesús Vázquez Cuevas 1 , Rigel A. Zaragoza Álvarez 3 , Juan Manuel Sánchez Parra 1 , Lorena Miranda Ramírez 3 , Carolina del Villar Flores 1 , Iván Canek Díaz Gamboa 1 , Ernesto Vicente Vega Peña 3 , Ricardo A. Juárez Salas 1 , Elia del Carmen Salazar Bernal 1 , Sergio Martínez Aguilar 1 Lorena Viloria Gómora 1 e Hiram Rosales Nanduca 1 1. Departamento de Biología Evolutiva, Facultad de Ciencias UNAM 2. Instituto de Ciencias del Mar y Limnología UNAM 3. Instituto Nacional de Ecología Julio de 2006

Distribución de la mastofauna marina de la Boca del Golfo de California y el Archipiélago Revillagigedo y sus implicaciones para la conservación. I. Biología de la ballena jorobada

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Informe técnico

DISTRIBUCIÓN DE LA MASTOFAUNA MARINA DE LA BOCA DEL GOLFO DE CALIFORNIA Y EL ARCHIPIÉLAGO REVILLAGIGEDO Y SUS

IMPLICACIONES PARA LA CONSERVACIÓN

I. Biología de la ballena jorobada en el Pacífico mexicano

Luis Medrano González1,2, Eduardo Peters Recagno3, María de Jesús Vázquez Cuevas1, Rigel A. Zaragoza Álvarez3, Juan Manuel Sánchez Parra1, Lorena Miranda Ramírez3, Carolina del Villar Flores1, Iván Canek Díaz Gamboa1, Ernesto Vicente Vega Peña3,

Ricardo A. Juárez Salas1, Elia del Carmen Salazar Bernal1, Sergio Martínez Aguilar1 Lorena Viloria Gómora1 e Hiram Rosales Nanduca1

1. Departamento de Biología Evolutiva, Facultad de Ciencias UNAM 2. Instituto de Ciencias del Mar y Limnología UNAM

3. Instituto Nacional de Ecología

Julio de 2006

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RESUMEN Este informe presenta 1) El trabajo de mar desarrollado durante 2006, 2) Los avances en la creación de una base de datos y un sistema de información geográfica con las observaciones de mamíferos marinos hechas por el Grupo de Mastozoología Marina de la Facultad de Ciencias UNAM en el Pacífico mexicano desde 1982, 3) Un ejemplo del uso de estas bases en el estudio de las zonas de crianza de la ballena jorobada en la Bahía de Banderas y aguas aledañas tomado de Salazar Bernal (2005), 4) Un análisis resumido, tomado de Díaz Gamboa (2005), sobre la violación en la Bahía de Banderas de la Norma Oficial Mexicana 131-ECOL-1998 que regula la observación turística de ballenas, 5) Avances en la modelación de la abundancia absoluta de las ballenas jorobadas en el Pacífico mexicano tomados de Juárez Salas (en elaboración) y Martínez Aguilar (en elaboración) así como 6) Una mención breve a la propuesta de reclasificación de la ballena jorobada en la Norma Oficial Mexicana 059-ECOL-2001 y plan de investigación y conservación de esta especie en nuestro país.

Entre enero y abril de 2006 se navegó en la Bahía Banderas y alrededores de la Isla Socorro así como en la región comprendida entre el Istmo de Tehuantepec, la Isla Socorro y las grandes islas del Golfo de California cubriendo un total de ca. 100 días de navegación. Se avanzó en la captura de datos de observación de mamíferos marinos logrando un conjunto de ca. 3400 avistamientos de 1982 a 2006 para la Bahía de Banderas que está casi completo para los años de 2002 a 2005. Se compiló asimismo una base de 224 avistamientos de ballenas jorobadas hembras con cría en la Bahía de Banderas con 1940 horas de navegación del año 1983 al 2004. Esta base se utilizó para examinar cambios en las zonas de crianza de estos animales en los que se observa dispersión y abandono de zonas preferidas producidos por el desarrollo humano en general y de la observación turística de ballenas en particular. Datos del año 2000 revelaron violaciones considerables a la NOM-131-ECOL-1998. Un modelo cinético del comportamiento de las embarcaciones predice que pequeños incrementos en la actividad de observación registrada en el año 2000 podrían llevar a incrementos exponenciales en las violaciones a la NOM-131-ECOL-1998 y esto parece haber ocurrido ya en los últimos años. Un análisis de estimación y modelación de abundancia absoluta de 3062 fotoidentificaciones de 2329 ballenas jorobadas de la Bahía de Banderas e Islas Revillagigedo del año 1982 al 2005 indicó que la población de ballenas que se reproduce en el Archipiélago Revillagigedo tiene ca. 4000 individuos y que ha crecido en las últimas décadas con una tasa anual de 7% en concordancia con otras fuentes. Los datos de las ballenas jorobadas en la costa pacífica mexicana sugieren un tamaño absoluto superior a 7000 individuos e indican que modelar la abundancia de la población costera de ballenas jorobadas requiere de consideraciones adicionales al solo crecimiento poblacional. Este resultado era esperado en virtud de que la población costera es un mosaico dinámico de ballenas provenientes de diferentes regiones de alimentación. Todo lo anterior muestra que la Bahía de Banderas es una región crítica para la reproducción de la ballena jorobada pero su hábitat ahí está amenazado por la forma en que se desarrollan diversas actividades humanas. En la forma en que se han practicado hasta ahora, la observación turística de ballenas y el desarrollo humano en general en la Bahía de Banderas no son sustentables.

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INTRODUCCIÓN

Varios mamíferos marinos (45 – 49 spp) forman parte de la gran biodiversidad con la que cuenta México. Después de los roedores y los quirópteros, los cetáceos son el orden de mamíferos más diverso en nuestro país con ca. 40 especies lo cual representa 50% de las especies del orden en todo el mundo y el 8% de las 496 especies de mamíferos de México. En aguas mexicanas ocurre uno de los poquísimos casos de endemismo de un cetáceo, la vaquita, Phocoena sinus, en el alto Golfo de California. Esta considerable riqueza deriva de que en los mares de nuestro país confluyen corrientes frías y cálidas así como diferentes masas de agua y de que existe una topografía del fondo marino compleja. Todo esto favorece una alta productividad en algunas zonas así como la ocurrencia simpátrica de especies tropicales, de aguas templadas y frías. Diversos análisis sobre la variación genética, la diversidad y distribución de los mamíferos marinos de México sugieren que algunos aspectos de la historia poblacional los comparten varias especies de estos animales y que la mastofauna marina mexicana actual se ha conformado con una fuerte influencia de cambios en su distribución y fragmentación asociados al cambio climático durante las últimas dos glaciaciones (Bérubé et al. 1998, Ceballos et al., 2005, García-Rodríguez et al. 1998, Medrano González, 2006, Medrano González et al. 2001, Urbán Ramírez 1996).

En adición al cambio ambiental natural, en el Pacífico mexicano ocurren diversas actividades humanas entre las que destacan diferentes tipos de pesca industrial y artesanal así como el turismo que conllevan un intenso tránsito marítimo cerca de las costas. Particularmente en la boca del Golfo de California se desarrollan muchas actividades humanas que afectan a los mamíferos marinos y que representan problemas importantes de conservación en México. Tal es el caso de la interacción entre los mamíferos marinos y las pesquerías las cuales representan una parte considerable de la economía regional y nacional. Otro caso de importancia biológica y social es el turismo sobre mamíferos marinos. El turismo sobre los mamíferos marinos se ha vuelto un foco importante de empleo y desarrollo social en México durante las últimas dos décadas pero la observación turística de mamíferos marinos representa una alteración importante de su hábitat por el ruido y el acoso de las embarcaciones y la alteración que eso significa en los hábitos de los animales, particularmente los relacionados con la reproducción. Muchos estudios sobre esta interacción en México se han enfocado a los cambios de conducta a corto plazo (horas) que se producen por el acercamiento de las embarcaciones a los animales pero efectos más sutiles a largo plazo y de relevancia ecológica tales como cambios en patrones de abundancia y distribución y parámetros de reproducción, no se han atendido mínimamente. Asimismo, las interacciones de los mamíferos marinos con el turismo y la pesca constituyen sólo aspectos parciales de alteración del hábitat por el desarrollo humano. El turismo, por ejemplo, está asociado al desarrollo urbano en las costas que tiene un fuerte impacto ambiental por la contaminación con residuos domésticos, por la alteración del flujo de materiales entre los ecosistemas terrestres y el océano y por el tránsito marítimo de tipo diverso. Actividades humanas tierra adentro, como la agricultura, asimismo afectan la zona de nuestro interés por el arrastre de sedimentos y la contaminación química.

Por sus hábitos migratorios regulares y su asociación a las costas, la ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) se ha convertido en el foco principal del turismo de

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observación de ballenas en todo el mundo incluyendo el Pacífico mexicano. Especialmente en la Bahía de Banderas, la intensa observación turística de las ballenas jorobadas desarrollada desde los 1990 junto con todo el desarrollo urbano asociado al desarrollo turístico, ha degradado considerablemente los ecosistemas marinos de la región y los hábitats de crianza de estos animales. El Grupo de Mastozoología Marina de la Facultad de Ciencias UNAM ha estudiado la mastofauna marina, con énfasis en la ballena jorobada, en el Pacífico mexicano desde inicios de los 1980 y aquí se presenta un reporte de actividades de investigación sobre la ballena jorobada en el Pacífico mexicano lo que incluye el resumen de algunos avances sobre cambios en las zonas de crianza, situación de la observación turística de ballenas en relación con la NOM-131-ECOL-1998 y modelación de la abundancia absoluta de las ballenas jorobadas en el Pacífico mexicano.

PROPÓSITO La DGIOECE, tiene como parte sustantiva de sus funciones, la de realizar y promover estudios que apoyen la toma de decisiones en materia de manejo sustentable de los recursos naturales. Este proyecto se encuentra vinculado con el programa estratégico 3 del Programa Nacional de Medio Ambiente y Recursos Naturales, relativo a conservar los ecosistemas y la biodiversidad y el cual incluye entre sus objetivos, el de asegurar formas de uso y aprovechamiento de los recursos naturales y los servicios ambientales que garanticen la sobrevivencia de las especies, su diversidad genética y la conservación de los ecosistemas y sus procesos ecológicos inherentes.

Este proyecto se conforma por varias investigaciones interrelacionadas que incluyen 1) El análisis de la distribución y la diversidad de la mastofauna marina en el Pacífico mexicano, 2) El estudio multidisciplinario de la ballena jorobada y 3) El estudio de la ecología de la tonina (Tursiops truncatus) y otros pequeños cetáceos. El proyecto tiene el propósito de generar información útil para el desarrollo de ordenamientos ecológicos marinos, la elaboración de planes de manejo de algunas especies de mamíferos marinos y para realizar manifestaciones de impacto ambiental en la región. Los datos de este proyecto servirán además para implementar un sistema de monitoreo de largo plazo para estas especies y los ambientes en los que se desarrollan. Finalmente, con los productos de este trabajo se preparará material de difusión y capacitación para personal de gobierno en los niveles federal, estatal y local.

MÉTODOS Y ACTIVIDADES Trabajo de mar: De enero a abril de 2006 se visitó la Bahía de Banderas realizando 18 días de navegación en la bahía y zonas aledañas en un radio de ca. 20 millas náuticas (mn). Se realizaron particularmente observaciones de interacción de ballenas y embarcaciones como las descritas más abajo con lo que se completan datos de este tipo para los años 2000, 2002 y 2006. Se visitó también la Isla Socorro de febrero a abril de

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2006 navegando sus alrededores por ca. 50 días. Se hicieron observaciones en los traslados de Manzanillo a las Islas Revillagigedo en buques de la Armada de México sumando un total de ca. 8 días de navegación. En el B/O El Puma se navegó durante un total de 26 días entre el Istmo de Tehuantepec y la región de las grandes islas del Golfo de California incluyendo aguas costeras y hasta ca. 300 Km mar adentro (Cuadro 1). Se hicieron los registros posibles de temperatura superficial del mar y salinidad. En estaciones predeterminadas en la Bahía de Banderas se hicieron colectas de zooplancton para hacer una medición de la productividad marina. Se procuró que toda la información estuviese georreferida mediante el uso de instrumentos GPS. Cuadro 1. Resumen de esfuerzo y observaciones de ballenas jorobadas en la Bahía de

Banderas a bordo de embarcaciones menores así como en el Pacífico tropical mexicano (PTM) y Golfo de California (GC) realizadas a bordo de el B/O El Puma de enero a abril de 2006.

Bahía de Banderas PTM y GC

Esfuerzo y observaciones Días navegados 18 26 Horas de búsqueda 200 233 Horas de obs. de mamíferos 64.6 22.8 Fracción de observación (%) 32.2 9.79 Especies observadas 5 12 Avistamientos 236 94 Individuos 1228 1577 Ballena jorobada

Avistamientos 196 20 Individuos 373 27 Densidad (ind/h nav) 1.86 0.12 Agregación (ind/av) 1.95 1.35 Crías (%) 11.0 7.41 Base de datos y sistema de información geográfica: Se avanzó en organizar una base de datos asociada a un sistema de información geográfica con el que se hacen mapas de navegaciones, avistamientos y densidad de distintas especies de mamíferos marinos. Se capturaron ca. 3400 datos de avistamientos de 17 especies de mamíferos marinos de la Bahía de Banderas de 1982 a 2006 (aún no completo). Una base de datos de la Bahía de Banderas de 2002 a 2005 casi completa y verificada contiene información de 262 días y 12,149 millas náuticas (mn) de navegación y 1818 avistamientos con ca. 12,600 individuos de 11 especies. Estos datos se están ingresando a un sistema de información geográfica. Como ejemplo, en el apéndice se muestran los mapas de las ballenas jorobadas observadas en la Bahía de Banderas del año 2000 al 2003 y las navegaciones en la Bahía de Banderas y aguas adyacentes de 2002 a 2005. Se compilaron asimismo los avistamientos de ballenas jorobadas hembras con cría en la

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Bahía de Banderas hechos desde 1983 georrefiriéndolos en la medida de lo posible. Con esta base se examinó el cambio en las zonas de crianza que se describe abajo. Interacción de las ballenas jorobadas con el turismo en la Bahía de Banderas: Este fenómeno se examinó en el año 2000 haciendo registros desde una embarcación dedicada a la observación turística de ballenas (Díaz Gamboa 2005). Se registró el tiempo de inicio y término de la observación cercana de ballenas de embarcaciones individuales y a partir de eso se determinó la distribución del número de embarcaciones por avistamiento en términos del tiempo de observación con n embarcaciones (tobs n). La fracción del tiempo de violación a la NOM-131-ECOL-1998 en número de embarcaciones (tvn) se determinó entonces como:

=

==nmáx

1nn obs

nmáx

3nn obs

vn

t

tt

donde nmáx es el número de embarcaciones máximo registrado observando a un grupo de ballenas (nmáx=6). Asimismo, se determinó el promedio y la desviación estándar del tiempo de observación de ballenas. Considerando los casos en que el tiempo de observación superó los 30 minutos establecidos en la NOM-131-ECOL-1998 (tobs>30 min), se determinó la fracción del tiempo de violación en tiempo (tvt) como:

∑=

−=

obsmáx

obsmínobs

obsmáx

30obsobs

vt

t

30tt

donde obsmín y obsmáx son respectivamente el tiempo de observación mínimo y máximo registrado de todas las embarcaciones. Se comparó la densidad de avistamientos de ballenas (que es la que interesa para la NOM-131-ECOL-1998) ([B]) con la densidad de avistamientos de ballenas con n embarcaciones ([EnB]) donde n se partió en las clases (1-2 ó no violación a la NOM) y (3-6 ó violación a la NOM). Si se considera un proceso simple aleatorio de encuentro entre n embarcaciones y ballenas esquematizado como:

B + nE ↔ EnB se predice la relación 1/m = [E]n[B] / [EnB]. El parámetro n entonces indica la conducta de facilitación entre embarcaciones para encontrar ballenas y m la tasa de ocurrencia de esta conducta. Con los datos de ocurrencia de todos los conjuntos EnB y mediante el método de mínimos cuadrados para ambos casos (n=1-2 y n=3-6) se obtuvieron los parámetros [E], n y m de la ecuación:

[EnB] = m[E]n[B]

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donde [E] es la densidad de embarcaciones que observan ballenas, n es el orden de reacción y m es la tasa de encuentro entre n embarcaciones y ballenas. La densidad [E] se comparó luego con el global registrado en los datos. Con los parámetros n y m determinados, se hizo entonces una proyección de la densidad [EnB] para distintas combinaciones de [E] y [B]. Fotoidentificación y modelación de abundancia absoluta: De todos los mamíferos marinos potencialmente identificables individualmente se tomaron fotografías con telefotos de 300 mm. Estas especies son la ballena jorobada (Megaptera novaeangliae), la tonina (Tursiops truncatus), el delfín de dientes rugosos (Steno bredanensis) y el cachalote enano (Kogia sima). Las fotografías asimismo se utilizaron como documentación de la identidad de las especies avistadas. La fotoidentificación se usa en general para determinar desplazamientos de los animales así como para describir historias de actividades, asociaciones, historias reproductivas y para hacer estimaciones de tamaño poblacional absoluto. Por ahora se han hecho estimaciones y modelaciones de abundancia poblacional de la ballena jorobada en el Pacífico mexicano así como de la tonina, el delfín de dientes rugosos y el cachalote enano en la Bahía de Banderas. Este trabajo deriva fundamentalmente de la tesis de licenciatura de Martínez Aguilar (en elaboración) y de las tesis de maestría de Juárez Salas (en elaboración), Viloria Gómora (en elaboración) y Pompa Mansilla (en elaboración). En el caso de la ballena jorobada se examinó en la Bahía de Banderas un conjunto de 1068 identificaciones de 906 ballenas realizadas entre los años 1983 y 2005 (22 años) y en las Islas Revillagigedo un total de 1994 identificaciones de 1423 ballenas hechas entre los años 1986 y 2004 (19 años).

Se usó el programa FidFid3c (Medrano González, en elaboración) que examina los siguientes estimadores: 1) La modificación de Bailey al estimador fundamental de Petersen (Hammond 1986), 2) La tasa de aparición de nuevos individuos y 3) La distribución del número de capturas (Darling y Morowitz, 1986). FidFid3c calcula los tres estimadores de manera tradicional y los calcula después en simulaciones del esfuerzo real de captura en poblaciones a las que se definen marcabilidades de acuerdo a diferentes modelos. El programa simula el esfuerzo real de las capturas y examina hipótesis explícitas de la estructura y/o cambio poblacional para generar estimadores congruentes entre sí y con menor grado de error. Para cada valor propuesto de tamaño poblacional en el cálculo de los estimadores de Darling y Morowitz (1986), se hacen 100 simulaciones. Modelos de interés particular en el caso de la ballena jorobada son: Modelo 0) Población de tamaño constante y marcabilidad uniforme. Modelo 1) Población en crecimiento exponencial con tasa r. Modelo 2) Población de tamaño constante y marcabilidad (m) heterogénea distribuida como fm = 1/mα donde α = 0.0 – 2.0. Una interpretación de este modelo es la de observar sólo una fracción de la población la cual tiene un grado de filopatria al sitio. Alfa indica qué tan pequeña es la fracción de animales que se observan.

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Para todos los modelos se calculó el nivel de congruencia entre los dos estimadores de Darling y Morowitz (1986). Con esta congruencia y el grado de error de ambos estimadores, se calculó un valor de optimización para elegir los parámetros de marcabilidad y partición que mejor reproducen los patrones de recaptura observados. Propuesta de un plan nacional de investigación y conservación de la ballena jorobada: Se labora en mejorar las propuestas de este plan y la propuesta de reclasificación de la ballena jorobada en la NOM-059-ECOL-2001 (Medrano González y Urbán Ramírez 2002). Se ha reproducido un análisis realizado por el Dr. Carlos Alvarez que muestra que la mortalidad antropogénica de las ballenas jorobadas en el Pacífico mexicano no es suficiente para causar una declinación poblacional. Se trabaja en un análisis de riesgo utilizando un modelo poblacional con estructura de edades de la ballena jorobada que evalúa los efectos de las amenazas identificadas en la propuesta original en términos de la definición de especie vulnerable de la IUCN que es la referencia formal más cercana a la NOM-059-ECOL-2001.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN Zonas de crianza de la ballena jorobada en la Bahía de Banderas: Como ejemplo de los avances en la compilación de datos de avistamientos, de 1983 a 2004, se registraron 224 avistamientos de ballenas jorobadas hembras con cría (Salazar Bernal 2005, Cuadro 2). La georreferenciación lograda de estas agrupaciones muestra claramente un cambio en la distribución durante el periodo (Figura 1). Ladrón de Guevara Porras (1995) menciona que las hembras con cría de ballena jorobada tienen una preferencia para ubicarse en la parte norte de la Bahía Banderas, particularmente el área comprendida entre Punta Mita e Islas Marietas (Figura 1). A finales de la década de los 1990 se observa un desplazamiento marcado hacia el noreste de la bahía. La distribución de las hembras con cría dentro de la Bahía Banderas para el año 2004 es completamente distinta a la que presentaban en los años 1980 habiéndose extendido la distribución hasta el sur de la bahía (Figura 1). El cambio en la distribución en sentido longitudinal es mayor que el cambio en sentido latitudinal lo que nos indica una tendencia general de las hembras con cría a concentrarse más cerca de la costa nororiental de la bahía. Las navegaciones realizadas en los años 1997 a 1999 se comenzaban desde La Cruz de Huanacaxtle y la mayoría de los avistamientos de hembras con cría se localizaban hacia el poniente de la bahía. En los años 2001 a 2004, las navegaciones comenzaban y terminaban en Punta Mita y la mayoría de las hembras con cría se concentraban hacia el este (Figura 1). Esto indica que el cambio en la distribución de las hembras con cría no es producto de variaciones en el esfuerzo de navegación.

Después de que el turismo sobre ballenas ha estado en auge por más de una década, la distribución de las hembras con cría de ballena jorobada parece haberse modificado. Se observa dispersión de las hembras con cría hacia el oriente y sur de la bahía y un incremento en la frecuencia con que se observan en aguas de profundidad mayor a 100 m o menor a 30 m. Las hembras con cría son la agrupación más

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susceptible a la perturbación ocasionada por las actividades humanas por su poca movilidad, por su preferencia por aguas someras y protegidas cercanas a la costa y también porque su estancia invernal es la más tardía lo que las somete a un mayor acoso por las embarcaciones que hacen observación de ballenas. En el caso de la Bahía Banderas, debe sumarse además que las zonas de crianza de ballenas jorobadas frente a la costa norte, son las más transitadas por las embarcaciones dedicadas al turismo y alrededor de las cuales hay una rápida urbanización (Díaz Gamboa 2005). El cambio en la distribución de las ballenas jorobadas hembra con cría muestra una tendencia sostenida en todos sus descriptores y la dispersión se incrementa al acumularse datos sugiriendo que no es un artefacto. Este cambio es muy marcado en la segunda mitad de los 1990 en coincidencia con el establecimiento intensivo de la observación turística de ballenas. La tendencia en el cambio de la distribución asimismo se aleja de la zona de mayor actividad de observación turística de ballenas que es entre Punta de Mita y las Islas Marietas. Nuestros datos indican pues un cambio en la distribución de las ballenas jorobadas hembra con cría provocado por la perturbación de su hábitat en la costa norte de la bahía. Cuadro 2. Avistamientos de hembras con cría de ballena jorobada en la Bahía

Banderas. Tomado de Salazar Bernal (2005).

Años Avistamientos Horas de navegación 1983 27 85 1984-1988 37 287 1989-1990 41 288 1997-1999 49 362 2001-2003 39 588 2004 31 330 Total 224 1940

De continuar la observación turística de ballenas y en general actividades humanas intensivas en la Bahía Banderas, se plantea ¿qué pasará con el hábitat de crianza de las ballenas jorobadas? y ¿qué efectos tendrá esto en su reproducción? Juárez Salas (2001) ha encontrado evidencia de que los intervalos de reproducción de las hembras de ballenas jorobadas se han incrementado a partir de la segunda mitad de los 1990 y esto plantea la posibilidad de que el cambio en los intervalos de reproducción no sea un signo de recuperación sino un efecto negativo de las actividades humanas. Las observaciones de 2006 asimismo indican que las ballenas jorobadas en la Bahía de Banderas ocurren con una densidad 15 veces mayor al Pacífico tropical y la Boca del Golfo de California en conjunto (1.86 ind/h vs 0.13 ind/h) habiendo crías en una proporción poco mayor al doble (11% vs 5%). Esto sugiere que la Bahía de Banderas es una región importante para la reproducción de las ballenas jorobadas y que su pérdida como zona de crianza para esta especie puede tener efectos poblacionales severos. Este efecto es el que se busca examinar mediante el análisis de riesgo poblacional con estructura de edades indicado en la sección anterior.

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Figura 1. Distribución de las hembras con cría de ballena jorobada en la Bahía

Banderas del año 1983 al 2004. Tomado de Salazar Bernal (2005).

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Interacción de las ballenas jorobadas con el turismo en la Bahía de Banderas: En el año 2000, la NOM-131-ECOL-1998 se violó el 17.49 % del tiempo en términos del tiempo permitido de observación de las ballenas y el 10.45 % en términos del número de embarcaciones por agrupación. Los mayores tiempos de violación fueron los de los grupos de competencia. En las agrupaciones con cría y en las parejas se obtuvieron los mayores promedios de carga en minutos lancha y de carga en minutos lancha por agrupación. Una violación considerable en tiempo y número de embarcaciones ocurrió para las hembras con cría. En estos casos, la actividad en superficie es mayor que la registrada para el resto de las agrupaciones, en particular por las crías que presentan frecuentemente despliegues vistosos como los saltos. Los solos y los cantores (que son los que tienen menor actividad en superficie) son los grupos menos observados y en los que menos se viola la NOM (Cuadro 3). El modelo cinético de la observación turística de ballenas descrito arriba predice que pequeños incrementos en la actividad de observación registrada en el año 2000 podrían llevar a incrementos exponenciales en las violaciones a la NOM-131-ECOL-1998 y esto parece haber ocurrido ya en los últimos años (Figura 2). En el año 2000 se observó una considerable violación a la NOM-ECOL-131-1998 habiendo 75 embarcaciones con permiso de observación de ballenas. En años recientes ha aumentado el número de embarcaciones con registro oficial para ofrecer el servicio de observación de ballenas, siendo para la temporada 2004-2005 de 93 naves de distinta capacidad que se dedican exclusivamente a estos recorridos y a cerca de 200 embarcaciones que realizan otro tipo de actividades turísticas pero que cuentan con el permiso para realizar esta actividad de manera ocasional. Debe sumarse también un crecimiento aparente de embarcaciones de observación de ballenas sin ninguna autorización. La observación turística de ballenas en la Bahía de Banderas por tanto, no parece una actividad sustentable. Los resultados de este trabajo muestran que en el año 2000 la actividad de observación de ballenas saturaba los términos de la NOM-131-ECOL-1998. Esta saturación de embarcaciones por agrupación de ballenas es alguna combinación en la cantidad excesiva de embarcaciones dedicadas a la observación de esta especie, con y sin permiso y en una incorrecta conducta de búsqueda por parte de los capitanes de las embarcaciones. Cuadro 3. Promedios de actividad turística (Ac) y de tiempo de estancia (Prom t emb

(min)) de embarcaciones de observación turística para cada tipo de agrupación y porcentajes en tiempo de número de embarcaciones (tviol en Ne (%)) y en tiempo de estancia (tviol en t (%)) durante los cuales se violó la NOM-131-ECOL-1998 en el año 2000. Tomado de Díaz Gamboa (2005).

Agrupación Densidad (Av/h)

Abundancia (Ind/h)

Ac (emb/av)

Prom t emb (min)

tviol en Ne (%)

tviol en t (%)

Cantor 0.076 0.010 1.163 15.18 4.082 0.000 GC 0.163 0.631 1.587 17.55 13.47 13.64 Hc o Hce 0.230 0.545 1.620 21.53 11.51 16.97 Par 0.144 0.287 1.549 23.94 12.95 25.57 Solo 0.220 0.220 1.299 16.30 5.128 17.08 Total 0.832 1.693 1.505 19.64 10.45 17.49

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Figura 2. Modelo cinético de la actividad turística de observación de ballenas en Bahía

de Banderas. A la izquierda se muestran los gráficos de ocurrencia de los conjuntos EnB (n embarcaciones acompañando a un grupo de ballenas) elaborados a partir del parámetro n obtenido y a la derecha los gráficos con los parámetros teóricos n=1.5 y n=4.5. Los gráficos superiores corresponden a los avistamientos con 1-2 embarcaciones y los inferiores a los avistamientos con más de dos embarcaciones (violación de la NOM). Las líneas en gris y el punto en negro muestran la densidad de ballenas (B) y embarcaciones (E) observadas en el año 2000. Tomado de Díaz Gamboa (2005).

Modelación de la abundancia absoluta de las ballenas jorobadas en el Pacífico mexicano: Se entiende por modelación de la abundancia absoluta la determinación de procesos que cambian o alejan a las poblaciones del modelo ideal estático y homogéneo en el que la mayoría de los métodos de estimación se basan. Para las ballenas jorobadas, dos procesos parecen afectar la marcabilidad de los individuos en el espacio y el tiempo: 1) Recuperación poblacional durante los últimos 40 años. Si se asumen ca. 1000 individuos en todo el Pacífico norte en 1966 (Rice 1974) y ca. 8000 individuos en 1996 (Calambokidis et al. 1997), puede calcularse gruesamente una tasa de crecimiento de 7% anual; 2) Fidelidad a áreas particulares relacionada con una subdivisión cambiante en diferentes escalas de tiempo (Medrano-González et al. 1995, 2001). En la costa pacífica mexicana, la fidelidad puede ser la base de heterogeneidades

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considerables de marcabilidad, no en las Islas Revillagigedo (Urbán et al. 2000). Tres estimadores tradicionales de abundancia absoluta dan como resultado valores incongruentes y uno de ellos con un error muy alto (Cuadro 4). Para los datos descritos del perfil de acumulación de nuevos individuos y distribución de capturas (Figura 3), se probó la hipótesis de crecimiento exponencial en poblaciones simuladas. Para las ballenas de las Islas Revillagigedo, las estimaciones de las simulaciones por los dos métodos de Darling y Morowitz (1986) son congruentes a una tasa de crecimiento poblacional r=7% con 3970 individuos y un valor ΣDifsq/dato no muy elevado y similar entre diferentes estimadores (Figura 4). Para la Bahía de Banderas, ambos estimadores simulados son más disímiles y no manifiestan alguna tendencia de convergir ante el cambio del parámetro r. Sin embargo los mejores valores de ajuste ΣDifsq/dato también se encuentran en r=7%. Este resultado sugiere que modelar la abundancia de la población costera de ballenas jorobadas requiere de consideraciones adicionales al solo crecimiento poblacional. Este resultado era esperado en virtud de que la población costera es un mosaico dinámico de ballenas provenientes de diferentes regiones de alimentación de acuerdo con estudios genéticos y de fotoidentificación (Medrano-González et al. 1995; Urbán et al. 2000). La distribución de capturas en la Bahía de Banderas da la estimación mayor y esto indica que el número de animales capturados una o dos veces es mayor a lo esperado por el perfil de acumulación de nuevos individuos. Se tiene entonces que hay animales vistos raramente y animales que se observan con mucha frecuencia como corresponde a una población con un cierto grado de fidelidad. Se necesitará combinar el modelo de crecimiento poblacional con uno de fidelidad para explicar los patrones de captura de ballenas jorobadas en la Bahía de Banderas. Cuadro 4. Estimadores tradicionales de abundancia absoluta de las ballenas jorobadas

de la Bahía de Banderas y la Isla Socorro. La estimación por el perfil de acumulación de nuevos individuos y la distribución de capturas (Darling y Morowitz 1986) se hizo escogiendo el mejor valor de acuerdo a la suma por dato de las diferencias al cuadrado de los datos y un valor esperado por formulaciones (ΣDifsq/dato).

Bahía de Banderas Isla Socorro Petersen-Bailey (ultimo muestreo) 7377 2499 Error 1605 131 Distribución de capturas

7035

4420

ΣDifsq/dato 68.2 1530 Acumulación de nuevos individuos

1980

2580

ΣDifsq/dato 1114 1772

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Figura 3. Perfil de acumulación de nuevos individuos (superior) y distribución del

número de capturas (inferior) de las ballenas jorobadas de la Bahía de Banderas (azul) y las Islas Revillagigedo (rojo). La línea punteada en la gráfica superior indica la diagonal, esto es, un perfil de identificaciones sin recapturas.

COMENTARIOS FINALES Los avances de este proyecto identifican un delicado problema de conservación del hábitat de reproducción de la ballena jorobada en la Bahía de Banderas el cual además parece de importancia global para la recuperación de esta especie sujeta a protección especial en la NOM-059-ECOL-2001. Datos genéticos (Vázquez Cuevas, en elaboración; Robles Saavedra, en elaboración) y de fotoidentificación asimismo muestran que las ballenas jorobadas de la costa pacífica mexicana presentan una estructura poblacional espacio-temporal no trivial que podría sinergizar los efectos negativos de cambios en la distribución e incrementos de la mortalidad de las crías producidos por la perturbación antropogénica en la Bahía de Banderas y aguas adyacentes. Otros estudios (Pompa Mansilla, en elaboración; Viloria Gómora, en elaboración) igualmente muestran a la Bahía de Banderas como una región crítica para la alimentación y la reproducción de otros mamíferos marinos que parecen tener más alternativas de sobrevivencia ante las actividades humanas.

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Figura 4. Mejores estimadores de abundancia absoluta (izquierda) y errores asociados

(derecha) por el perfil de acumulación de nuevos individuos (Idi) y distribución del número de capturas (Dc) de ballenas jorobadas de la Bahía de Banderas (BB) y la Isla Socorro (IS) en función del parámetro de crecimiento exponencial que modela la distribución de marcabilidades. Las líneas discontínuas indican los estimadores tradicionales calculados mediante las formulaciones de Darling y Morowitz (1986) y las líneas contínuas indican los resultados de las simulaciones en el programa FidFid3c.

AGRADECIMIENTOS Son muchas las personas e instituciones que de muchas formas han permitido realizar este trabajo. En nuestro grupo agradecemos a Sandra E. Smith, J. Ángel Muñoz, Janet Nolasco, Talina Ruíz, Karla Villavicencio, Sandra Pompa, Carlos A. López y Ma. José Villanueva. Agradecemos también a Jorge Urbán y su equipo en la Universidad Autónoma de Baja California Sur. Por su labor en la Isla Socorro agradecemos a Jeff K. Jacobsen, Danielle Cholewiak, Salvatore Cerchio y sus asistentes. En la Bahía de Banderas y zonas aledañas agradecemos a Sherman Hernández, Astrid Frisch, Isabel Cárdenas y Hugo Brodziak. Debemos muchos favores a los prestadores de servicios turísticos de Bahía de Banderas, Los Cabos y La Paz así como en general a la comunidad de Punta de Mita, especialmente a Justino Niebla y su familia. Agradecemos el trabajo de los alumnos de la Facultad de Ciencias UNAM, el Colegio de Geografía de la Facultad de Filosofía y Letras UNAM y de la Universidad Autónoma de Baja California Sur. Agradecemos todos los apoyos y/o permisos de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, la Secretaría de Gobernación, la Secretaría de Marina, el Centro Regional de Investigación Pesquera de La Cruz de Huanacaxtle, el Centro de Estudios Tecnológicos del Mar 6. Agradecemos también a la tripulación del B/O El Puma y los jefes de crucero que nos apoyaron. Este trabajo ha sido apoyado económicamente por el CONACyT, el proyecto SPLASH, la UNAM, el Instituto Nacional de Ecología, las empresas Cielo Abierto y Ecotours y el Hotel Peñamar.

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Urbán J.R., A. Jaramillo L., A. Aguayo L., P. Ladrón de Guevara P., M. Salinas Z., C. Alvarez F., L. Medrano G., J.K. Jacobsen, K.C. Balcomb, D.E. Claridge, J. Calambokidis, G.H. Steiger, J.M. Straley, O.v. Ziegesar, J.M. Waite, S. Mizroch, M.E. Dahlheim, J.D. Darling y C.S. Baker. 2000. Migratory destination of humpback whales wintering in the Mexican Pacific. The Journal of Cetacean Research and Management 2(2): 101-110.

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APÉNDICE

2000

2001

2002

2003

Figura A.1. Ballenas jorobadas observadas en la Bahía de Banderas durante los años

2000, 2001, 2002 y 2003.

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Figura A.2. Navegación en la Bahía de Banderas y aguas adyacentes de 2002 a 2005

durante la estación de secas (rojo, enero a junio) y de lluvias (azul, julio a diciembre).