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“VI CONGRESO DE RELACIONES INTERNACIONALESUNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA LA PLATA 21, 22 Y 23 DE NOVIEMBRE DE 2012 TÍTULO : EL ROL DE IBSA EN UN MARCO DE COOPERACIÓN SUR- SUR, Y SU RELACIÓN CON ARGENTINAAUTORES : - Lic. Barbagelata, Electra (Lic. en Ciencias Políticas UCA sede Paraná) - Lic. da Silva, Carlos Alfredo (Lic. en Ciencia Política y Relaciones Internacionales UNR docente investigador Facultad de Ciencia Política y Relaciones Interancionales UCA-Paraná) - Lic. Fochesatto Brunini, María Fabiola (Lic. en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales UCA-Paraná, Maestranda en Gobierno Local UNQ) - Lic. Gabás, Facundo Juan Manuel (Lic. en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales UCA Paraná, Maestrando en Desarrollo Local UNSAM)

El Rol de IBSA en un marco de Cooperación Su-Sur, y su vinculación con Argentina

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“VI CONGRESO DE RELACIONES

INTERNACIONALES”

UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA

LA PLATA 21, 22 Y 23 DE NOVIEMBRE DE 2012

TÍTULO:

“EL ROL DE IBSA EN UN MARCO DE COOPERACIÓN SUR-

SUR, Y SU RELACIÓN CON ARGENTINA”

AUTORES:

- Lic. Barbagelata, Electra (Lic. en Ciencias Políticas – UCA sede Paraná)

- Lic. da Silva, Carlos Alfredo (Lic. en Ciencia Política y Relaciones Internacionales

– UNR – docente investigador Facultad de Ciencia Política y Relaciones

Interancionales UCA-Paraná)

- Lic. Fochesatto Brunini, María Fabiola (Lic. en Ciencias Políticas y Relaciones

Internacionales UCA-Paraná, Maestranda en Gobierno Local –UNQ)

- Lic. Gabás, Facundo Juan Manuel (Lic. en Ciencias Políticas y Relaciones

Internacionales UCA –Paraná, Maestrando en Desarrollo Local – UNSAM)

EL ROL DE IBSA EN UN MARCO DE COOPERACIÓN SUR-SUR

Y SU RELACIÓN CON ARGENTINA.

Resumen: El presente documento pretende abordar, desde un análisis comparado,

las relaciones existentes en el foro de diálogo trilateral compuesto por India, Brasil y

Sudáfrica (en adelante IBSA), y la vinculación de Argentina con dicho foro, en un marco

de cooperación Sur Sur, desde el 2003 hasta el 2010.

Para el abordaje del presente ensayo se tendrán en cuenta aspectos diplomáticos,

comerciales y de políticas externas a fin de indagar la relevancia de éste grupo en un

escenario internacional cambiante y heterogéneo, que permite la convergencia de nuevos

poderes emergentes.

Se considera pertinente utilizar, estos mismos ejes de análisis, para evaluar la

posible inserción de Argentina en estos mecanismos de cooperación sur- sur.

Por último, vale destacar, la potencialidad que adquiere IBSA a partir de significar

una experiencia innovadora de inserción internacional de los países en vías de desarrollo,

promoviendo la concertación política de intereses estratégicos de los Estados miembros.

Palabras Claves: IBSA, Cooperación Sur-Sur y Poderes Emergentes.

Introducción

Si bien siempre han existido diferentes vínculos entre los países ubicados en el

hemisferio sur, las relaciones entre los mismos han adquirido mayor relevancia desde la

Conferencia de Bandung del año 1955. En este contexto, surge la necesidad de dichos

países de establecer reglas y principios propios de acción frente al comportamiento de las

superpotencias en la guerra fría: los Estados Unidos de América y la ex Unión de

Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Tras la independencia de algunos Estados africanos y asiáticos, sus líderes

convocaron a la Conferencia que se llevó a cabo en Bandung (Indonesia), cuyo objetivo

principal fue el fortalecimiento de las relaciones entre estos países, a la vez que procuraban

favorecer la cooperación en diversos ámbitos. Paralelamente se acordaron una serie de

principios que regirían sus relaciones exteriores, vinculados con el anticolonialismo, el no

alineamiento y la afirmación de la independencia (Zorgbibe, 1997). Pensemos que la

conferencia de Bandung se define contra la guerra fría en la división del mundo.

Las relaciones internacionales entre estos países descolonizados han sido definidas

dentro del marco institucional de la mencionada Conferencia de Bandung, viéndose

reflejadas en la constitución del movimiento de países no alineados (MPNOAL).

A pesar del impulso inicial de estos países por lograr un acercamiento y una

posición compartida en las relaciones internacionales, hay que tener en cuenta que es recién

en la posguerra fría cuando estos intentos vuelven a recobrar importancia, buscando

profundizar las relaciones Sur-Sur.

En la actualidad, los cambios en el sistema internacional transforman las funciones

de los Estados nacionales y del poder. La globalización y la relación directa entre lo local y

lo global llevan a enfrentar a los Estado con nuevas problemáticas y amenazas como el

cambio climático, el terrorismo, la escasez de recursos energéticos, entre otros. Por tal

motivo, observamos que la interdependencia que resulta de las relaciones entre los actores

estatales y la complejidad del sistema internacional, requiere de una mayor integración y

cooperación con respuestas y responsabilidades conjuntas.

En este contexto, es necesario fomentar el multilateralismo para poder negociar con

los países más poderosos, y por que los flujos transnacionales requieren más cooperación e

integración entre los gobiernos involucrados. (Sousa, 2008)

Fundamentación

La pertinencia de este trabajo está dada por los nuevos escenarios del sistema

internacional de posguerra fría, donde la bipolaridad del mundo ha dado paso a un sistema

unimultipolar, como lo definió Huntington, y desde comienzos del siglo XXI ha dado lugar

a una incipiente multipolaridad.

Tratar de entender el desenvolvimiento de los nuevos actores relevantes en la escena

global, constituye un desafío para la Relaciones Internacionales contemporáneas, para

comprender los nuevos ejes de negociación, y cómo insertarse en ellos.

IBSA constituye un nuevo emergente global, que es importante considerar dado la

asociación estratégica de Argentina con uno de sus miembros. ¿Qué rol jugarán estos países

en el escenario internacional? ¿Cómo se desarrollarán los marcos regionales de estos

países? ¿En que ámbito priorizan su accionar –comercio, seguridad internacional,

desarrollo-?

Trataremos de indagar sobre estos y otros puntos, teniendo en cuenta como

mencionamos en la introducción, que los procesos de concertación del Sur no son nuevos,

tienen una larga historia de décadas, pero han cobrado un renovado impulso finalizada la

Guerra Fría, y en especial frente a los desafíos comunes de varios de estos países.

Algunos autores se plantean si estas estrategias de asociación constituyen

alternativas al Norte, o si pretenden constituirse en una especie de Norte del Sur, y

concentrar espacios de influencia dentro de sus regiones.

Sin duda, el debate recién comienza y es muy rico. Pero es importante no perder de

vista que el escenario internacional cambia permanentemente y debemos adecuarnos a los

cambios que vayan surgiendo para ver cómo posicionarnos frente a ellos.

¿IBSA: Potencia, Poder o Mercado Emergente?

En el presente apartado se pretende analizar ¿Qué son las potencias Emergentes?

¿Qué es un mercado emergente? y ¿Cuáles son las similitudes y/o diferencia entre potencia

y mercado emergente? para con posterioridad abordar la categoría de poder regional, y

poder en ese marco reflexionar en cuál de estás categorías en el cual se encuadrarían el

Grupo IBSA, y la Argentina en ese contexto. A su vez, se pretende poner de relieve, cuál ha

sido su influencia en el entorno económico global desde diferentes puntos de vista, el

impacto generado en la economía regional de sus respectivos continentes y lo local, como

así también en la economía mundial, a modo de observar, cuáles han sido los instrumentos

que le han permitido desarrollarse y alcanzar el poderío actual del que gozan.

En este contexto, una potencia emergente1 puede ser considerada como “País que

siendo una economía en vías de desarrollo, comienza a crecer con su propio nivel de

producción industrial y sus ventas al exterior. De esta manera, aparece como competidor

de otras economías más desarrolladas” (Nicolás Rombiola; 2010). Es decir que éste país

que podríamos caracterizar como “emergente” tiende a pasar de una economía de

subsistencia a una industrial, caracterizado por un mercado interno en constante

crecimiento, una industrialización incipiente, producción de materias primas, presencia

media en el mercado mundial, incorporación de tecnologías, y una dependencia económica

y financiera de rango medio, con respecto a los capitales externos, es decir, que éstos país

tendrían ciertos márgenes de maniobrabilidad propia, es decir una cierta autonomía en sus

decisiones, que le permitiría tomar de manera individual o en conjunto con otros países en

1La negrita es nuestra

igualdad de condiciones medidas tendientes a generar cierta influencia en el sistema

internacional. Esté podría ser el caso particular, de países como India, Brasil y Sudáfrica,

que decidieron conformarse en el Grupo IBSA para generar ciertas discusiones al interior

de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en temas afines a sus economías y

poblaciones.

El termino de “potencia emergente” se relaciona de manera intrínseca con un país o

una nación, que posee influencia en el plano: militar, político y económico, pero que

también, tiene capacidad para ejercer poder a través de las relaciones diplomáticas que

establezca con otros sujetos internacionales. En ese marco es indispensable abordar la

categoría de “poder”. Según la especialista Sarah-Lea John de Sousa, “el poder en las

relaciones internacionales se caracteriza por la capacidad de un Estado o actor de influir

en otros actores, controlar los resultados globales y modificar las políticas de otros para el

propio beneficio” (2008: 165). Comprender en este sentido el termino de poder nos va a

permitir reflexionar acerca de ¿qué condiciones internas y/o externas pueden ser valoradas

como pre-requisito para que un país se constituya en una potencia y/o poder emergente?

Según Tokatlián (2007) para el caso particular de IBSA, a lo que asistimos es a una

nueva forma de “poder emergente”2, que no implica la utilización de categorías como

estados intemedios o poderes medios para caracterizar a India, Brasil y Sudáfrica, esto es

producto de que se los considera como “poderes emergentes”, significado que “se

comprende mejor a través de la triangulación de los conceptos de gran poder y poder

medio (…) los grandes poderes (…) son los Estados con capacidades e intenciones para la

configuración sistémica” (2007:98) Es decir que el énfasis está puesto tanto en las

capacidades como en las intenciones que posee un Estado para jugar un rol importante en el

sistema internacional.

Por otro lado tenemos como “oposición al concepto de gran poder, el concepto de

poder medio (…) Los poderes medios pueden ser definidos sobre la base de su poder

relativo, de los roles sistémicos y/o regionales específicos, de su potencial para emerger

como futuro gran poder, o meramente de una vaga sensación de ser poder medio

(geográfica, económica, cultural o diplomáticamente)” (Tokatlián, J. Gabriel: 2007: 98).

Es decir que los poderes medios, pueden ser considerados como una categoría donde los

Estados carecen de ciertas capacidades para ejercer una influencia preponderante en el

sistema internacional, que sí lo poseen los grandes poderes, pero que a su vez, el tamaño,

los recursos y el rol impiden que estos países sean ignorados. En este marco los “poderes

emergentes” según Tokatlián serían “poderes medios en ascenso; éstos son estados con la

capacidad y la intención de maniobrar su trayecto para lograr el estatus de gran poder”

(2007:99). En estos términos India, Brasil y Sudáfrica se constituirían en más que Estados

Intermedios, dado que, tienen el potencial de cumplir un rol preponderante en la

configuración del sistema internacional a futuro, y han manifestado su intención de lograrlo

a través de diversas maneras.

Por su parte para la investigadora Clarisa Giaccaglia el Grupo IBSA se constituye

como una nueva forma de distribución de poder político y económico, va a sostener que

“una importante vertiente académica argumenta que la inclusión de países tales como los

miembros de IBSA en la categoría de poder emergente resulta incorrecta dada las

vulnerables condiciones domésticas de estos estados, especialmente en lo referido a las

cuestiones socioeconómicas de sus respectivas poblaciones”(2010:3). Es decir, que las

2La negrita es nuestra

problemáticas domésticas que enfrentarían estos países los inhabilitaría para ascender a los

grandes clubes de los poderes internacionales, si se parte de la premisa, que primero, deben

estar fortalecidos política, institucional, económica y socialmente para con posterioridad se

partes del proceso de toma de decisiones mundiales; lo cual puede llevarnos a reflexionar

acerca de si esto realmente es así, o bien puede representar el puntapié inicial para empezar

a proyectarse como poderes emergentes del sistema internacional.

Ahora bien en este marco ¿qué significaría que un país fuera un mercado

emergente? En principio todas estas categorías que venimos abordando se encuentran

intrínsecamente conectadas, pero por otro lado, a medida que se avanza en su

conceptualización podemos encontrarnos con ciertas divergencias, en ese punto un

“mercado emergente” se vincularía a un proceso que iniciado varios países de un tiempo a

la fecha, organizando el mercado, y que se caracterizan por tener un nivel de producto

bruto interno pér capita relativamente bajo, cierta estabilidad política y económica, ciertas

facilidades para el ingreso de capitales extranjeros con seguridad institucional, y un tipo de

cambio competitivo, pero lo más importante, es que el país cuente con valores disponibles

para la inversión de extranjeros; esto ha generado que las inversiones en acciones en los

mercados emergentes se han convertido en puntos atractivos para inversionistas de todo el

mundo, producto de que muchos de éstos mercados emergentes han experimentado un

crecimiento económico exponencial en las últimas décadas, caso que podría aplicarse a los

miembros del Grupo IBSA, ahora bien en éste contexto, cabría preguntarse ¿Por qué

Argentina no forma parte de este grupo de países?, cuestión que será analizada en líneas

posteriores.

Para cerrar este apartado consideramos fundamental destacar que estos países se

caracterizan por ser un poder emergente con potencialidades futuras, pese a las dificultades

internas que cada uno de ellos de manera particular o articulada con otros países enfrenta,

tratando de constituir a través de estos Foros de Diálogo un proceso de concertación

política tendiente a superar dichos obstáculos en un marco de cooperación Sur-Sur.

Un poder regional, en palabras de Brantly Womack, es aquel cuyas capacidades

son iguales o mayores que sus vecinos. Para que un poder sea estrictamente regional tiene

que existir un nivel de relaciones internacionales en el que sus capacidades y posibilidades

sean significativamente menores que aquellas de otro poder o poderes, sino se convertiría

automáticamente en un poder global (Womack, 2007). Esto hace que el poder regional se

encuentre en una posición contradictoria o compleja, ya que es más poderoso que algunos

(que sus vecinos), pero menos que otros. Desde aquí puede entenderse la importancia de la

cooperación entre poderes regionales que le permite mejorar su posicionamiento en las

negociaciones dentro de los Organismos Internacionales y frente a poderes superiores.

Durante el periodo de distensión de la Guerra Fría, algunos países medios

comenzaron a consolidar áreas de influencia en su región. Esto permite una diferenciación

entre las potencias medias tradicionales o de primera generación y las denominadas

potencias medias regionales en desarrollo o de segunda generación tales como Brasil, India,

Sudáfrica, México, Nigeria, Argentina y Yugoslavia. (Da Silva, Cabrol y Curvale, 2012)

Así es como surge la categoría de cooperación sur-sur, una modalidad de alianzas

que adoptaron los países del sur con el objetivo de reforzar la capacidad de negociación de

los países en vías de desarrollo frente a un Norte industrializado y poderoso, y a partir de

ello, poder defender intereses específicos con los que, la mayoría de las veces, se

identificaban muchos países en vías de desarrollo. Una de las alianzas que marcó este

camino fue el Movimiento de Países No Alineados (Giaccaglia, 2011).

En el caso específico de IBSA, han surgido iniciativas en el ámbito específico de la

cooperación Sur-Sur, como por ejemplo el “Fondo IBSA para aliviar la pobreza y el

hambre”, cuyo objetivo es el financiamiento de proyectos de desarrollo en otros países del

hemisferio sur. Además de ofrecer trasferencias líquidas de recursos a países de similar

nivel de desarrollo, los países del Foro ofrecen sus conocimientos técnicos y científicos en

diversas áreas.

Concertación, Cooperación, Integración y Unión: como formas de interacción.

Cada una de estas formas de interacción difiere en cuanto a los actores que

intervienen, los objetivos que se buscan y la función que cumplen. Se entiende por

concertación "un proceso mediante el cual dos o más gobiernos actúan conjuntamente en el

terreno estatal, por lo general a nivel diplomático y con fines de preferencia políticos,

frente a otros actores individuales o colectivos" (Tokatlián, 1994: 54). En sus relaciones

internacionales, los Estados concertan constantemente entre sí para afrontar una variedad de

necesidades comunes.

Respecto de lo que se entiende por cooperación, está puede ser vista en dos

sentidos: amplio y estricto. En un sentido amplio la cooperación consistiría en un sistema

de interacción entre distintos actores y organizaciones cuyo objetivo es lograr unos niveles

de conformidad recíproca mediante un proceso de negociación al cual se le denomina

"coordinación de políticas" (Keohane; 1988). Mientras que en un sentido estricto

representa un “esquema que, desde el Estado y con el concurso activo de actores no

estatales, (…) segmentos de la sociedad civil (…), el sector empresarial; se produzcan (…)

proyectos y acuerdos selectivos, puntuales y realizables de tipo económico y comercial

particularmente y con un trasfondo político, entre dos o más partes entre sí y eventualmente

entre aquellos países y otras contrapartes próximas" (Tokatlián, 1994: 54).

Por otro lado, se debe entender, por integración a "un proceso más amplio,

complejo y profundo entre dos o más naciones que implica una vinculación e

interpretación social, política, económica, cultural, científica, diplomática e incluso militar

de enormes proporciones, y con un papel dinámico y protagónico de variados agentes de

las sociedades involucradas" (Tokatlián, 1994: 54). En este caso la dimensión de

integración es lo suficientemente compleja como para afectar a la sociedad civil y

comprometer la viabilidad política y económica de una nación.

Finalmente ha de entenderse por unión a “la estructura institucional y territorial

que, a modo de confederación o federación, constituye una entidad política organizada y

reconocida internacionalmente” (Tokatlián, 1994: 54).

Tokatlián (1984) concluye que, la concertación en América Latina se ha expresado

lánguidamente en el Grupo de Río3 y que existen algunos esquemas de cooperación, pero

que la integración y la unión son inexistentes.

3 Ver en anexo, intercambios regionales entre los miembros del Foro IBSA, y entre ellos con Argentina. Tener

en cuenta que los principales socios comerciales de los países IBSA no son países regionales, en el caso de

Sudáfrica son Estados Unidos, Japón y la Unión Europea en cuanto a volumen en el caso de India, la Unión

A pesar de ello, se puede sostener que el Mercosur, aún siendo un intento de unión

aduanera imperfecta, representa una oportunidad de integración, así como otros esquemas

regionales ene el continente. Lógicamente no son comparables a los procesos de

integración y unión europeos, pero ese caso resulta prácticamente único en el mundo

contemporáneo.

De lo antes expuesto, se pone de manifiesto que los mecanismos más apropiados

para lograr ciertos márgenes autonómicos al interior de los Estados son la concertación y la

cooperación. En este marco podríamos sostener que el Grupo IBSA se desarrolla en un

marco de Concertación Política que tiende a la Cooperación Sur-Sur.

El surgimiento de IBSA

Los primeros pasos de India, Brasil y Sudáfrica. Su lugar en las alianzas del

sur.

A partir del contexto de Guerra Fría y descolonización del siglo XX (que deja lugar

al futuro neocolonialismo), los países del sur fueron tomando plena conciencia del dominio

del norte y de su rol periférico en el capitalismo internacionalizado. Es por esto que desde

la década del ’60 en adelante se comenzó a observar en el escenario internacional diversas

modalidades de cooperación entre los países del sur. El objetivo principal de estas

estrategias es buscar una alternativa eficaz al actual régimen de comercio e inversiones

(Keet, 2006: 7). A partir de la alianza entre ellos, fuera o dentro de la Organización

Mundial de Comercio –OMC-, logran tener una mayor capacidad de acción en los ámbitos

internacionales y posicionarse mejor en las negociaciones con las grandes potencias, como

los Estados Unidos y la Unión Europea.

No sólo se ha intensificado ampliamente este proceder, que logró poner en tela de

juicio el sistema de comercio, sino también logra que se ponga en discusión el reparto del

poder mundial.

Este contexto de incipiente multipolaridad, de búsqueda de emancipación de los

países en desarrollo, es el momento propicio para el desenvolvimiento de aquellos países

que se catalogan como potencias emergentes. Es el caso de los poderes regionales de India,

Brasil y Sudáfrica, como hemos expuesto en líneas precedentes.

Estas tres naciones que se han convertido en potencias regionales, por sus riquezas

naturales, sus grandes poblaciones, su creciente industrialización, y la velocidad de su

crecimiento económico, no siempre han seguido el mismo camino en la esfera

internacional; India ha tenido siempre un lugar destacado en el seno del GATT y de la

OMC, siendo cabecera de muchas iniciativas de los países en desarrollo, a diferencia de

Brasil y Sudáfrica que tardaron en participar en los grupos integrados por los países del sur

(Keet, 2006: 14).

Una de las primeras alianzas tácticas del sur dentro de la OMC se conoció como el

Grupo de Países Afines (LMG), donde participó India como una de las naciones más

importantes. Fue una agrupación flexible y con los años se vio suplantada por otros grupos

más formales.

Europea, los países del golfo Pérsico, Japón y Estados Unidos. La excepción podría ser Brasil, que tiene un

mayor intercambio con los países del entorno regional sudamericano, fundamentalmente con Argentina.

Sudáfrica y Brasil por su parte, se unieron sólo desde el principio al grupo CAIRNS,

formado en 1986 por los países agrícolas exportadores más desarrollados, que defendían los

intereses agrícolas comerciales y el cual es liderado por Australia (Giaccaglia, 2011).

Las nuevas modalidades de cooperación

La Tercera Conferencia Ministerial de Seattle, realizada en el año 1999, estuvo

caracterizada por el activismo de los movimientos sociales internacionales y de las alianzas

estratégicas de los países del sur que se opusieron a los procedimientos desleales o de Sala

Verde4 tanto como a la normativa de la OMC.

Esta experiencia llevó a que se intensificaran los contactos y la cooperación entre

los países del sur.

En la ciudad de Pretoria, a principios del 2000, Sudáfrica y Brasil alentaron una

serie de relaciones bilaterales5, entre las cuales surgió el Acuerdo Básico de Cooperación

Técnica, en aras de avanzar con la negociación del acuerdo MERCOSUR-SADC –

Comunidad de desarrollo de África Austral- (Lechini, 2010: 203).

Esta serie de relaciones bilaterales tomó un nuevo enfoque en 2002, con la elección

del dirigente del Partido dos Trabalhadores, Inacio “Lula” da Silva. Sudáfrica y Brasil se

esforzaron por incluir a India en sus negociaciones, a pesar de las diferencias ideológicas,

ya que en ese momento India estaba gobernada por el Partido Bharatiya Janata, considerado

de derecha.

Finalmente, se formalizó esta alianza tripartita con el nombre de IBSA en Junio de

2003, tras la Declaración de Brasilia, que los unió como un Foro de Diálogo Trilateral.

Casi al mismo tiempo los países IBSA comienzan a formar parte de un nuevo grupo

que surge en el seno de la OMC, el Grupo de los 22 (G22). Esta alianza fue una de las

protagonistas de la Quinta Conferencia Ministerial, centrada en cuestiones agrarias claves,

como son la apertura de los mercados del Norte y los detalles de ejecución del Acuerdo

sobre la Agricultura.

El grupo IBSA se presenta como un mecanismo de coordinación que tiene como

objetivo favorecer la construcción de una nueva arquitectura internacional, uniendo sus

voluntades en cuestiones globales, y en diversas áreas específicas. Estos tres países

emergentes se unieron también para aumentar su capacidad de acción en la escala global.

Por otra parte, sus respectivos gobiernos confían en que IBSA pueda ser el instrumento

para conectar India, Brasil y Sudáfrica en todos los niveles, incrementando no sólo la

proyección de estos países en el escenario internacional sino también fortaleciendo la

relación entre ellos.

Los primeros grupos del tercer mundo, como fue el Movimiento de Países no

Alineados o el Grupo de los 77 surgidos en el contexto de luchas anticoloniales y de toma

de conciencia de la estructura económica mundial, eran grupos muy numerosos y de un

mayor alcance en lo que refiere a sus objetivos; esto volvía su accionar más complejo y en

4 La Sala Verde, más que a un lugar concreto, se refiere a un proceso en el marco del cual los jefes de

delegación procuran llegar a un consenso de manera informal bajo la presidencia del Director General. Este

proceder ha sido cuestionado por algunos países del sur, por no conocerse los criterios de selección de

miembros que utilizan para las invitaciones a dicha reunión. 5 Se debe tener en cuenta que la vuelta de la democracia en Sudáfrica en 1994, supuso un reflorecimiento de

los contactos diplomáticos y las intenciones de vínculos bilaterales, apoyando políticas externas tendientes a

desarrollar mayores flujos comerciales.

algunos casos inviable, por la dificultad que supone el consenso entre tanta cantidad de

países. A diferencia de esto, los grupos más recientes del sur, del cual IBSA es un fiel

ejemplo, demuestran tener un modo de operar más eficaz, al ser más pequeños,

políticamente más afines y al visualizar cuales son los puntos que comparten y para los

cuales trabajarán en equipo, de esta forma la identidad del grupo es muy clara sin volverse

difusa y manipulable para bien de algunos miembros.

Se han identificado los ámbitos de cooperación de la alianza trilateral, donde se

destacan la educación, la agricultura, ciencia tecnología e innovación, energía y defensa.

Se están desarrollando también otras relaciones económicas más tradicionales; el

comercio entre los países IBSA ha ido aumentando en los últimos años y se espera que esta

tendencia continúe (Keet, 2006: 36). Esas relaciones comerciales se verán fortificadas a

través de los acuerdos entre los tres países; esto se vuelve significativo no sólo para las

potencias emergentes en cuestión sino para cada uno de las regiones a las cuales

pertenecen, ya que muchos de los acuerdos pueden llevarse a cabo en el marco de los

bloques regionales que integran.6

Desde este lugar, vale la pena preguntarse por el rol de Argentina ante estos

adelantos de su vecino más importante del MERCOSUR en materia de cooperación; cuales

son los desafíos y dilemas que se le presentan frente a esta nueva alianza estratégica del sur,

de la cual no forma parte, o al menos no directamente.

El asunto de las patentes de medicamentos como disparador de la concertación

Uno de los elementos disparadores de la concertación de los tres países, fue sin duda

la posición en torno al tema de las patentes de medicamentos en el marco del TRIPS de la

OMC7.

Ante la crisis desatada por el SIDA, el gobierno sudafricano decide en 1998

distribuir masivamente medicamentos a la población, violando las normas de propiedad

intelectual de que resguardaban a los laboratorios productores de los medicamentos y

poseedores de sus patentes. Sudáfrica fomentó así la importación de medicamentos

genéricos más baratos producidos en India fundamentalmente, ya que ese país, desde 1970

eliminó las patentes para la producción de medicamentos y es considerada la “farmacia” del

mundo en desarrollo, según la organización Médicos sin Fronteras.

Con esta medida, Sudáfrica incumplió el acuerdo TRIPS que había suscripto dentro

de la OMC y 39 empresas multinacionales demandaron al gobierno sudafricano por

incumplir el derecho de patentes.

De allí se abrió un fuerte debate mundial acerca de la soberanía de los Estados para

garantizar el derecho a la salud de la población en situaciones de catástrofe o emergencia,

así como otros elementos de la gobernanza global.

Brasil se veía afectado por una situación similar en su lucha por genéricos para

combatir el SIDA, pero no a la escala masiva de Sudáfrica, por lo que apoyó a ese país

junto con India en el marco de la OMC.

6 Mercado común del sur –MERCOSUR- en el caso de Brasil; Unión Aduanera del África Meridional –

SACU- en el caso de Sudáfrica. 7 Tratado sobre Propiedad intelectual de la Organización Mundial de Comercio.

La disputa se zanjó con la retirada de la demanda por la presión que ejercieron los

países del sur, contra las multinacionales farmacéuticas, que accedieron a suministrar

medicamentos más baratos si se respetaban los marcos generales del acuerdo TRIPS.

Marcó un hito en la concertación de los tres países mencionados, que contó con el

apoyo de varios países, pero fundamentalmente marcó el terreno de acción donde se

moverían estos países y los acercó políticamente dentro del espacio multilateral de la OMC:

Sudáfrica e India suscribieron un acuerdo sobre acceso a medicamentos esenciales,

ya que India suministra el 80% de los medicamentos genéricos del mundo, a pesar que

desde 2004 posee una ley de patentes para adecuarse a las exigencias de la OMC, donde

estas empresas actúan ejerciendo presión para que se respete su derecho de patentes dentro

de los países.

Argentina por su parte, ha sido pionera en el tema de medicamentos genéricos,

recordando la célebre Ley de Medicamentos del gobierno de Illia de 1964, y donde ya se

observaban los fuertes intereses de los laboratorios para evitar que se avance en este

sentido.

En el punto 5 de la Declaración de Brasilia se hace referencia a las amenazadas a la

salud pública, considerando especialmente el tema del VIH/SIDA y lo asocian a una

amenaza a la seguridad de los Estados.

La India y sus relaciones comerciales con América Latina.

La República de la India es el segundo país en términos de población del mundo, el

séptimo en cuanto a superficie con una extensión total de 3.287.590 kilómetros cuadrados y

- sobre la base de la paridad de poder de compra - es la tercera economía más grande del

mundo8, siendo Brasil la séptima y Sudáfrica la vigésimo quinta economía mundial, y la

más grande de África. Como bien sostiene Sarah Lea-John de Sousa (2008) al referirse a la

India: “por población y economía, el peso de India es mayor que el de Brasil y Sudáfrica.

Después de China, India es la segunda potencia asiática. Su papel internacional es central

por su posición en el sur del continente, con fronteras con países como Pakistán y China.

Desde su independencia, en 1947, India es la democracia más grande de Asia” (2008:175).

En este punto es de destacar que, la economía de la India ha venido creciendo de

forma muy significativa en los últimos tiempos, expendiéndose su producto interno (PIB)

entre los años 2004 – 2008, en promedio, a una tasa de 8,5 % de incremento interanual, y

que si bien se ha retraído levemente a partir de la crisis financiera internacional, aún

continúa siendo elevado en comparativa con los países occidentales.

India no solo ha aumentado su participación en el comercio mundial, también ha

visto ampliar su participación en los flujos de capital y de forma particular en los flujos de

inversión extranjera directa (IED). También se ha convertido en un país líder mundial en

empresas de externalización de servicios

Las exportaciones globales de la India han crecido en términos nominales en los

últimos 5 años en aproximadamente un 25 %. Del total de esas exportaciones sólo el 3,2 %

tiene como destino a América Latina y el Caribe. Pero como la tasa de crecimiento del

8 En base a datos del Report for Selected Countries and Subjets, Gross domestic product based on purchasing-

power-parity (PPP) valuation of country GDP. International Monetary Found.

comercio de la India con la región ha sido superior al crecimiento del comercio general de

la economía india, el peso relativo de las exportaciones de la India hacia América Latina y

el Caribe ha aumentado en los últimos años.

Finalmente, se puede observar que el comercio de éste país con América Latina y el

Caribe (en adelante ALyC), está altamente concentrado en algunos países de la región, y el

intercambio comercial recíproco es fundamentalmente un intercambio de productos

primarios y de manufacturas basadas en los recursos naturales. Estos dos rubros representan

el aproximadamente el 74% de las importaciones de la India según datos de la CEPAL,

procedente en su gran mayoría de los principales socios comerciales que posee en la región;

y más del 50% de las exportaciones que realiza a la naciones de ALyC.

Es de destacar, sin embargo, que las ventas externas de la India a la región están

menos concentradas en los productos primarios que lo registrado por las ventas de los

países de ALC hacia el mercado indio.

Entre los principales socios comerciales de Suramérica se destacan: por un lado

Chile, con la firma de Tratados de Libre Comercio, y las inversiones realizadas en dicho

país en materia de minerales e hidrocarburos, con Argentina y Brasil las relaciones

bilaterales-comerciales se han enfocado principalmente en el rubro de la producción

farmacéutica de medicamentos genéricos y de transferencia de tecnología, y como

contrapartida éstos países le venden materias primas.

Las relaciones bilaterales de India y Argentina.

Analizando el caso particular de cuál ha sido la vinculación de éste poder

emergente, con la Argentina en la región, observamos que las relaciones entre ambas

naciones datan del año 1943, en el que la India abrió una Comisión de Intercambio, que

luego se transformó en Embajada en 1949.

Por su parte nuestro país, abrió su Embajada en Delhi en 1950 y en los últimos años,

ha manifestado su interés por aumentar y diversificar el contenido de las relaciones con el

gigante asiático.

Las últimas visitas oficiales realizadas a la India, fueron en el 2009 y el 2010; por su

parte éste último país también se ha encargado de estrechar los lazos con Argentina, y

visitarlo en reiteradas ocasiones, no obstante las relaciones diplomáticas bilaterales entre

ambos parece avanzar a pasos lentos. Sin embargo, sí hubo avances en la firma de acuerdos

de cooperación, en materia de “usos pacíficos del espacio exterior y la energía nuclear”,

transferencia de conocimiento técnico y científico entre ambos países, principalmente en

áreas vinculadas a la educación, la cultura, el deporte, etc. También se han establecido

acuerdos vinculados a la agricultura, los aranceles aduaneros, y a cuestiones referidas a

visados y pasaportes.

Respecto a las relaciones comerciales entre ambos países si observamos el Cuadro I

que se detalla a continuación, vamos a ver que las principales exportaciones de la India

hacia Argentina, son productos químicos, colorante, maquinaria, hierro, acero, tractores y

autopartes, sonido e imagen, textiles, artesanía y software (productos industrializados).

Mientras que las principales importaciones que realiza la Indica desde Argentina son aceite

de soja, cobre, aceite de girasol, trigo, cuero, hierro y acero, GNC equipos, carbón, lana y

vino (principalmente materias primas)

CUADRO I: Comercio (En millones de U$D)

Año 2

011

2

010

2

009

2

008

2

007

2

006

2

005

2

004

2

003

2

002

Exportac

iones de India

5

60

4

96

3

42

4

92

3

28

2

90

2

69

1

54

1

31

85

Importac

iones de India

1

214

2

032

8

76

8

36

1

002

9

49

7

46

5

63

5

71

4

04

Fuente: Datos extraídos de la Embajada de India en la Argentina.

Si analizamos el cuadro claramente podemos destacar que la India representa para

países como el nuestro, un mercado emergente con un consumo interno exponencial de

productos primarios, por cuanto se constituye en un potencial comprador de amplios

volúmenes de materia prima, mientras que si lo analizamos desde el punto de vista de la

Argentina, lo que le compra en materia de bienes de capital o tecnología, se evidencia que

éste último país si bien posee un fuerte desarrollo de su mercado interno y en los últimos

años ha tenido un crecimiento continuo de su economía, no se constituye en un mercado

capaz de comercializar los volúmenes que intercambian países emergentes como India,

Brasil o Sudáfrica.

Ahora bien si analizamos, la cantidad de empresas que posee Argentina en el

territorio indio y viceversa, podemos ver qué ocurre algo similar a lo acontecido con los

intercambios comerciales, vamos a encontrar que India posee 14 empresas que han

realizado y establecido operaciones en Argentina. Siete de ellas están en abocadas al área

de la tecnología informática, dos en agroquímicos y una en productos farmacéuticos;

también capitales privados de India han adquirido empresas locales como Acindar

Argentina, tierras con producción de olivo; muchos indios se están diversificando cultivos

con plantaciones de maní, trigo y soja; abocándose también a la producción textil.

Argentina por su parte sólo posee dos empresas que se han radicado en la India, una

vinculada a la ingeniería hidroeléctrica y otra es una compañía farmacéutica, y se han

emprendido también algunos proyectos vinculados a la producción de alimentos y

medicamentos, como así también la firma de algunos convenios con Bagó en dicho país,

pero no a la escala de las inversiones realizadas por India en la Argentina.

En éste contexto creo que cabría preguntarse ¿porqué son tan dispares las relaciones

comerciales entre ambos países y no hay cierto contrapeso entre ambos?, y ese es un punto

que tal vez abriría el debate para plantear si realmente Argentina en este marco, ¿podría ser

considerado un mercado emergente?, particularmente parece que si nos remitimos a la

evidencias expuestas, y si bien el país ha crecido económicamente en la última décadas,

pareciera que aún no logra constituirse en un país industrializado, aún no logra

convertirse en competidor potencial de otras economías desarrolladas, pues el principal

desafío que enfrenta la Argentina es lograr cambiar su matriz productiva de bienes

primarios, por una matriz de industria pesada y de servicios, potenciado por los recursos

humanos con los que cuenta.

Tal vez, también, la explicación del por qué las disparidades en el intercambio,

principalmente entre India con América Latina en general y Argentina en particular, se

deba principalmente a que “si bien para Brasil, India y Sudáfrica sus respectivas regiones

son de gran importancia en su política exterior, el foro de diálogo IBSA no prevé una

cooperación interregional a mediano plazo. Al contrario (…), cada uno persigue su propia

política regional y un acuerdo “no escrito” prohíbe la intervención en la zona de los otros

miembros. Sin embargo, es posible que a largo plazo se introduzcan más elementos

interregionales, ya que cada país está estrechamente vinculado a la región y no será

posible avanzar en la cooperación trilateral sin incluir a las respectivas regiones” (Sousa,

2007). Explicación que contemplaría porqué cada una de éstas potencias emergentes en

términos nominales realizan los mayores intercambios comerciales, y mantienen relaciones

bilaterales y diplomáticas más fluidas en sus respectivas zonas de influencia, donde han

logrado convertirse en potencias regionales emergentes, impulsados principalmente por el

comercio al interior de la región, en relación con otras áreas fueras de su continente que no

estén dentro del Foro Trilateral que han conformado.

Brasil: Política Exterior y Alianzas Regionales.

Con el objetivo de analizar los desafíos que se le presentan a Brasil y Sudáfrica

como países emergentes en las relaciones Sur-Sur, se torna relevante considerar la creciente

importancia que han ido adquiriendo algunos países del Sur, caracterizados por los analistas

como los principales motores del crecimiento y desarrollo en las décadas venideras.

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, indicó durante la rueda de prensa que los

países del BRICS reforzarán aún más la coordinación y aumentarán el diálogo. Rousseff

destacó que los 5 países han dado muestras de un gran potencial en su lucha contra la crisis

financiera y afirmó que el bloque está desempeñando un papel cada vez más importante en

el ámbito de la economía y la política9. Marcó el punto central al expresar "estamos

encargados de crear un mundo institucional multipolar sin hegemonías".

Los temas de la agenda del grupo BRICS que se destacan son: la crisis económica

mundial, la reforma de la Organización de Naciones Unidas (ONU), nuevo enfoque del

comercio global con reglas más transparentes y cambios en las instituciones financieras

internacionales con el fin de dar mayor participación a los países emergentes.

A los fines de este trabajo se tendrá en cuenta principalmente las relaciones entre

Brasil y Sudáfrica en el marco del grupo BRICS, considerándolos como los países con

mayor proyección internacional de América Latina y África respectivamente.

Brasil tiene un potencial para sembrar más 100 millones de hectáreas en la zona del

"cerrado" que cada vez es más abierta a las producciones. Su sector agroindustrial genera

exportaciones por encima del 43% de lo que su economía produce: 26% son exportaciones

de soja, 19% de carne (Brasil es el primer exportador de carne de mundo), 16% de Etanol

(es el cuarto, productor mundial de biocombustibles).

9 (http://sp.chinabroadcast.cn/741/2011/04/14/1s215011.htm, última visita, 24 de mayo de 2011).

Por otra parte, para la Fundación Getúlio Vargas, Brasil alcanzó su nivel más bajo

de desigualdad social en lo últimos veinte años y, a la par, se consolida una emergente clase

media. La noción de Bel-India, acuñada por Edmar Bacha, para referirse a la estructura

desigual que dejaba el milagro económico, donde socioeconómicamente en los años setenta

una pequeña minoría vivía como en Bélgica y una gran mayoría con niveles de pobreza de

la India, cuarenta años después deja de representar a Brasil. La tendencia da como resultado

la formación de una incipiente clase media como en Argentina.

Ahora bien, tal como hemos afirmado anteriormente, Brasil ha logrado en veinte

años lo que otros países latinoamericanos no han podido, lo cual lo condujo a formular una

política dirigida a obtener no sólo el rol de potencia regional en América del Sur, sino

también que aspira a convertirse en un actor global relevante del sistema internacional.

En este marco, tanto Cardoso como Lula da Silva han mantenido una continuidad en

los cuatro ejes centrales de la política exterior brasileña:

El reconocimiento como par, en un orden multipolar, por parte de las

otras potencias establecidas: China, EEUU, India, Rusia, Sudáfrica y

la Unión Europea.

La aceptación de su liderazgo regional en América del Sur, liderazgo

en constante construcción sustentado en la UNASUR y los esquemas

de integración y cooperación regional.

Su participación en la toma de decisiones en los organismos

internacionales de mayor relevancia, tal como se ha manifestado en la

Organización Mundial de Comercio (OMC), en Naciones Unidas, el

Foro de Davos, y otros similares.

Alcanzar la condición de miembro permanente en el Consejo de

Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas10

.

La política exterior del gobierno de Lula se distinguió, en relación con el período

anterior en términos económicos, su gestión fue introduciendo progresivamente elementos

del desarrollismo, como las iniciativas para el esfuerzo de la infraestructura y un proyecto

de fortalecimiento de la industrialización, con perspectivas de avances tecnológicos en

algunas áreas. Externamente, emprendió una intensa política de búsqueda de mercados para

las exportaciones del país, dando prioridad a aliados emergentes y a la exportación de

bienes completos, así como a acuerdos de cooperación tecnológica de diferentes matices. El

ascenso de la corriente autonomista disminuyó la adhesión a los regímenes internacionales,

que fue sustituida por un comportamiento activo con vistas a modificarlos a favor de los

países del Sur o en beneficio propio. La idea de atraer a otros países del Sur, emergentes o

de menos recursos, sirvió de base para la actuación internacional del país. El liderazgo

regional en América del Sur se convirtió en un objetivo y, aún más, en un deseo político de

la presidencia. La construcción de este liderazgo regional se apoyó en una articulación entre

los autonomistas de Itamaraty y el grupo vinculado con el PT. La aproximación con los

países vecinos es percibida por los autonomistas como un instrumento para una mejor

inserción internacional, que posibilita la realización del potencial brasileño y la formación

de un bloque capaz de ejercer mayor influencia internacional. Sería importante que Brasil

10 GRABENDORFF, Wolf, Brasil: de coloso regional a potencia global, Revista Nueva Sociedad, Nº 226, marzo-abril de 2010, pp. 161.

asumiera el papel de paymaster del proceso de integración en la región y frente a países

vecinos con gobiernos antiliberales. El resultado fue un aumento progresivo del rol de

paymaster de la diplomacia brasileña, junto con una búsqueda de construcción de

consensos políticos entre sus pares frente a temas que afectan a la región. Se di un nuevo

peso a la construcción de un liderazgo brasileño en la región con patrones basados en el

refuerzo del multilateralismo (con énfasis en UNASUR). Actualizó con principios de la no

intervención en la forma de la “no indiferencia” y vinculó iniciativas de cooperación e

integración regional con incentivos al desarrollo brasileño. El Mercosur dejó de tener un

papel importante en la estrategia brasileña global y pudo ser visto dentro de la perspectiva

sudamericana.

El gobierno de Dilma Russeff parece representar el mantenimiento de las estrategias

de política externa del gobierno anterior: la trayectoria revisionista frente a las instituciones

internacionales, la actuación como representante de los países del Sur y el liderazgo

regional. Los autonomistas mantuvieron su predominio dentro de Itamaraty, aunque dando

lugar a generaciones más jóvenes, con una visión del mundo más globalizada. Ya comenzó

a mostrar inflexiones en relación con el proceso de formulación de la política exterior y los

ajustes en su aplicación.

Intereses brasileños en Sudáfrica

Históricamente las relaciones entre América Latina y África han sido de una

intensidad relativamente baja, pero en las últimas décadas de la mano de la intensificación

de las relaciones Sur-Sur (y dentro de éstas, particularmente las relaciones comerciales Sur-

Sur) se puede observar una creciente interrelación entre América Latina y África11

. Pero

más allá de las relaciones comerciales que se dan entre los países de estos continentes, “hoy

en día las relaciones interregionales no se pueden resumir a un aspecto meramente

económico” (Brun, 2008:5). Las vinculaciones entre América Latina y África se dan en los

aspectos económicos y políticos, y en el campo de la cooperación Sur-Sur, pero en

diferentes niveles entre los países.

El país latinoamericano que más estrechos vínculos tiene con el continente africano

es Brasil en los aspectos culturales, económicos, políticos y de cooperación: es el país que

posee la mayor comunidad afrodescendiente; el comercio exterior con África es uno de los

mayores de América Latina; es el país con mayores vinculaciones diplomáticas debido a

que es el Estado que posee la mayor cantidad de embajadas en el continente africano; y el

que más cantidad de proyectos y programas de cooperación está desarrollando en África,

principalmente en el ámbito de la salud pública, en el campo energético y en el sector

agroalimentario.

Es necesario subrayar que en los últimos años se observa la presencia de un

fenómeno nuevo que consiste en la expansión del comercio entre países en desarrollo, por

lo que la relación de los socios comerciales en este tipo de vinculaciones se enmarca dentro

de las relaciones Sur-Sur. En este contexto, la fortaleza, el liderazgo, la riqueza y la

influencia de Sudáfrica y Brasil en sus respectivos continentes, son los factores que han

desarrollado el fortalecimiento de los vínculos de comercio e inversión entre ellos.

Paralelamente, observamos que las ventajas comparativas de los productos de estas 11 Se estima que en los últimos años el comercio exterior entre los países del hemisferio Sur ha explicado cerca del 40 %

del crecimiento económico mundial.

economías permiten la expansión, el incremento del comercio y la inversión a nivel

regional. Actualmente, del continente latinoamericano, Brasil el mayor socio comercial de

Sudáfrica, como resultado de este crecimiento del comercio detallado anteriormente.

Así mismo, con el objetivo de profundizar las relaciones económicas se ha creado el

“foro empresarial Brasil-Sudáfrica” que refuerza los lazos comerciales y la inversión, entre

Brasil y empresas sudafricanas de tecnología de la información, minería, finanzas,

infraestructura y el sector farmacéutico. Por otra parte, la Corporación de Desarrollo

Industrial de Sudáfrica y el Banco Brasileño de Desarrollo firmaron un acuerdo de

cooperación financiera a través de variados proyectos en el sector automotriz, farmacéutico

y alimenticio.

Política exterior sudafricana, intereses en Mercosur-UNASUR

Existen variados factores que incentivan el crecimiento del comercio Sur-Sur, tales

como las políticas que favorecen el comercio y la infraestructura del transporte, la rapidez

de determinados países en desarrollo en avanzar en esta área, el fortalecimiento de las redes

y transacciones empresariales, interempresariales y sectoriales; el desarrollo de la

integración regional, entre otros.

Económicamente, observamos que se han incrementado los flujos comerciales

internacionales debido a la liberalización y desregulación en los países en vías de desarrollo

como factor primordial. En este contexto el comercio mundial llegó a cuadruplicarse de

2.300 millones de dólares a más de 10.000 millones, entre 1985 y 2005. Así mismo, en

estos treinta años, la participación del comercio Sur-Sur en el comercio mundial aumentó

del 4,1% al 11%. (Sousa, 2007)

A pasar de que el volumen comercial ha aumentado en el marco del IBSA, los

acuerdos de libre comercio que se pueden gestar en su seno tendrán que atravesar un lento

camino, ya que tanto Brasil como Sudáfrica presentan diferentes niveles de integración en

la economía mundial e integran diferentes mercados regionales. Por un lado, encontramos a

Brasil como miembro pleno del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), y por el otro,

encontramos a Sudáfrica formando parte del Southern African Customs Union (SACU)12

,

lo cual dificulta el proceso. En la actualidad existe un estancamiento de las relaciones entre

el SACU y el MERCOSUR.

El 16 de diciembre de 2004, y tras varios años de negociaciones, el MERCOSUR

firmó con la SACU un “Acuerdo de Preferencias Arancelarias Fijas” para un conjunto de

productos, sobretodo del sector agrícola. Las negociaciones entre ambos bloques tienen

como objetivo el establecimiento de una Zona de Libre Comercio. "El problema es la

asimetría de las diferentes economías. Pese a que Sudáfrica es un país importante y tiene

indicadores comparables a los de Brasil y Argentina, nuestras economías no pueden ser

comparadas con las de los otros países africanos y con las de Paraguay y Uruguay", agregó

el canciller brasileño Celso Amorim.

12 La Unión Aduanera del África Meridional surgió el 11 de diciembre de 1969 por un acuerdo entre

Sudáfrica, Botswana, Lesotho, Namibia y Swazilandia. La misma entró en vigencia el 1º de marzo de 1970.

Reemplazó al Acuerdo de la Unión Aduanera de 1910

Reflexiones Finales

Durante el periodo de distensión de la Guerra Fría, algunos países medios

comenzaron a consolidar áreas de influencia en su región. Esto permite una diferenciación

entre las potencias medias tradicionales o de primera generación y las denominadas

potencias medias regionales en desarrollo o de segunda generación tales como Brasil, India,

Sudáfrica, México, Nigeria, Argentina y Yugoslavia.

“Pese a las diferencias, la alianza consigue actuar de forma coherente a nivel

internacional debido a sus valores y objetivos globales compartidos. Se trata de grandes

democracias del Sur, caracterizadas por un pluralismo de culturas, religiones, razas y

lenguas. En este sentido, si el Movimiento de Países No Alineados se definía por el

antiimperialismo y la exigencia de un nuevo orden internacional, IBSA se define por la

democracia y la búsqueda de una mejor posición en el orden existente.” (Sousa, 2008:6)

El ritmo de la estrategia del bloque ha logrado sostenerse en el tiempo, y en

convertirse en una caja de resonancia en otros organismos como la OMC, propiciando

diferentes niveles de negociación, priorizando intereses compartidos, que revalidan los

esfuerzos del grupo en conjunto.

Tanto Brasil, India como Sudáfrica, se caracterizaron por combinar políticas de

estado ya existentes, las cuales fueron canalizadas a través de la conformación de IBSA, lo

cual les permitió adquirir relevancia en diferentes organismos multilaterales y mayor

visibilidad internacional, y por consiguiente una mayor participación en los ámbitos de

decisión mundial, principalmente en materia de: patentes farmacéuticas, biocombustibles y

las negociaciones agrícolas en el marco de la reunión de Doha.

La cooperación sur - sur en el marco del diálogo trilateral establecido por estos

países, es una herramienta que les permite reforzar su capacidad de negociación,

convirtiendose un rasgo novedoso que cuestiona al actual orden mundial, y permite el

surgimiento de estructuras amplias que trabajan sobre puntos focales de desarrollo. De este

modo IBSA a alcanzado en los últimos años un importante desarrollo, por cuanto, como

sostiene De Moura: “o êxito em uma área gera impacto positivo em outras e lança luz

sobre novas fronteiras de entendimento possíveis” (De Moura, 2009: 18). En el escenario

político internacional, éstos espacios de diálogo, están llamados a ser protagonistas de los

cambios.

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