10
Oralidad y cultura La comunicación y la historia como cosmovisiones y prácticas divergentes Dr. Jesús Galindo Cáceres Universidad de Colima (México) Red de comunicación compleja RESUMEN Este estudio analiza las formas de oralidad que se configuran en el mundo moderno y premoderno, y las que lo hacen en el mundo contemporáneo o posmoderno. Para ello el autor se adentra en historia social en la que surgen y se desarrollan cada una de las forma de oralidad, a la vez que nos caracteriza y describe a cada una de ellas. ABSTRACT This article analyses the different kinds of orality that exist in modern an premodern age, as well as others that appear in contemporary or posmodern time. In this way, it is important the social way of life where those different kind of orality were born. At the same time, the article includes their descriptions and characteristics. Palabras claves: Oralidad/Cultura/Comunicación/Historia. Key Words: Orality/Culture/Communication/History. ÁMBITOS. Nº 5. 2º Semestre de 2000 (pp. 51-60) I.- La comunicación y la historia como dos perspectivas de configuración del tiempo divergentes. Cosmovisión y práctica. l lenguaje sigue siendo un misterio para la mirada contemporánea, así lo fue en el pasado y aún con el conocimiento de superficie que de él tenemos no conocemos todavía su secreto más íntimo, el origen de su emergencia, el núcleo que lo configura en su aparición revolucionaria su forma práctica e inmediata ha sido registrada en múltiples materiales, y es hoy, con el mundo puesto a girar a una velocidad nunca antes concebida, que algunos de sus componentes internos aparecen con mayor claridad, y entonces parecería que estamos más cerca del centro de su incógnita fundamental, porqué existe el lenguaje, porqué va unido tan básicamente a lo que entendemos como forma humana. Sabemos que todo empezó en algún momento en que la figura de lo humano tuvo una transformación el lenguaje aparece a tiempo que la conciencia, que la religión, todo aquello que entendemos como humanidad. Y desde un principio tuvo E

Galindo caceres, jesus

Embed Size (px)

Citation preview

Oralidad y culturaLa comunicación y la historia como

cosmovisiones y prácticas divergentes

Dr. Jesús Galindo CáceresUniversidad de Colima (México)Red de comunicación compleja

RESUMENEste estudio analiza las formas de oralidad que se configuran en el mundo moderno y

premoderno, y las que lo hacen en el mundo contemporáneo o posmoderno. Para ello el autorse adentra en historia social en la que surgen y se desarrollan cada una de las forma de oralidad,a la vez que nos caracteriza y describe a cada una de ellas.

ABSTRACT This article analyses the different kinds of orality that exist in modern an premodern

age, as well as others that appear in contemporary or posmodern time. In this way, it is importantthe social way of life where those different kind of orality were born. At the same time, the articleincludes their descriptions and characteristics.

Palabras claves: Oralidad/Cultura/Comunicación/Historia.

Key Words: Orality/Culture/Communication/History.

ÁMBITOS. Nº 5. 2º Semestre de 2000 (pp. 51-60)

I.- La comunicación y la historia como dos perspectivas de configuración deltiempo divergentes. Cosmovisión y práctica.

l lenguaje sigue siendo un misterio para la mirada contemporánea, asílo fue en el pasado y aún con el conocimiento de superficie que de éltenemos no conocemos todavía su secreto más íntimo, el origen de suemergencia, el núcleo que lo configura en su aparición revolucionaria

su forma práctica e inmediata ha sido registrada en múltiples materiales, y es hoy,con el mundo puesto a girar a una velocidad nunca antes concebida, que algunosde sus componentes internos aparecen con mayor claridad, y entonces pareceríaque estamos más cerca del centro de su incógnita fundamental, porqué existe ellenguaje, porqué va unido tan básicamente a lo que entendemos como formahumana.

Sabemos que todo empezó en algún momento en que la figura de lo humanotuvo una transformación el lenguaje aparece a tiempo que la conciencia, que lareligión, todo aquello que entendemos como humanidad. Y desde un principio tuvo

E

52 Oralidad y Cultura

la expresión como vehículo primigenio. El cuerpo y los objetos a su alcance fueronportadores de sentido, pero el signo maduró y alcanzó a la voz, a la palabraarticulada, y entonces emergió al mundo virtual de la representación en toda suplenitud. Todo fue nombrado, inventado, hecho presente en su ausencia, creado,construido por la genealogía de la palabra, y lo humano empató su evolución a sucompetencia oral, a la magia del lenguaje vivo de la voz y sus órdenes de lo posible.

Siendo una forma humana la oralidad también tiene diversas formas. Aquívamos a privilegiar dos, la que se configura en el mundo moderno y premoderno,y la que se configura en el mundo contemporáneo, llamado posmoderno. La guíapara comparar a las tres puede ser la modulación del tiempo social, en cada unase concibe y se construye el tiempo en distinto modo.

La forma premoderna privilegia un mundo cerrado que se caracteriza por sugran estabilidad. Los seres humanos premodernos se enfrentan a lo obscuro delcosmos y resuelve esta ansiedad con respuestas universales al movimiento y alcambio, ordenando al mundo social en formas fijas y estables. De esta manerahacen frente a lo inefable y al peligro. La religión tiene su apogeo como el textoque incluye todas las respuestas a lo incuestionable. La vida social se reduce aciertas fórmulas de comportamiento y percepción que deben garantizar un ordencasi estático frente a un universo amenazante y cambiante. Todo cambio se explicapor lo que no cambia, una suerte de garante divino del orden en la aparentemultiplicidad caótica de la naturaleza y sus mundos contextuales.

La oralidad de la premodernidad es una configuración de la repetición, unaforma que se reitera ritualmente para reproducir una textualidad construida por losconformadores del mundo, con la religión como aval, con el control ferreo de locontrolable ante lo desconocido en movimiento. De ahí provienen formas de laoración, de la canción, del proverbio, del libro sagrado, del conjuro. De lo que setrata es de mantener en cierto orden al cosmos mediante una oralidad ritualizaday bajo el control de ciertos textos y sus administradores y promotores.

El mundo premoderno es un mundo sin historia en movimiento, contiene algúntexto del origen, y después promueve la inmovilidad bajo la promesa de alguna formade salvación. El mundo moderno introduce al cambio en la vida social y en la oralidad,inventa a la historia como una figura del proceso, y controla al tiempo a la vez quelo gestiona. El mundo moderno inaugura a la oralidad como lectura del mundo, comointerpretación, como posibilidad de variantes construidas a partir de ciertas reglas. Lamodernidad expande la idea de gramática, ciertos principios finitos que constribuyena lo infinito. El tiempo se abre y a la vez esta bajo control.

La gramática es la forma de la modernidad, el punto clave ahora no es elcontrol a través de textos y de su lectura única, sino de las reglas que constribuyenlo posible. Quien configura las reglas y las administra, tiene el control, la capa-cidad de dominación. Sobre todo si hace públicas ciertas reglas y otras lasmantiene bajo supervisión exclusiva de lo privado.

53Jesús Galindo Cáceres

El mundo moderno se mueve e invita al movimiento. Hay truco, algunosson los encargados de definir el orden del movimiento y otros sólo serán capaci-tados para desarrollar ese movimiento así sintetizado. Pero la vida social setransforma, y la oralidad con ella. La charla, la tematización, aparecen comoformas emergentes de la interacción. De hecho la interacción emerge como formade construcción de lo social, siempre bajo ciertas reglas y bajo ciertos dominiosvigilados y controlados. Pero el mundo se mueve.

El aroma de la democracia bajo la forma del diálogo negociador y concer-tador, se difunde por todo el planeta a través de la dominación europea del llamadosistema mundo. Los textos sagrados, las formas fijas de la ritualización sonsistituidas por nuevas formas rituales de la discusión y la configuración de sentidopor consenso dialógico, no por dogma autoritario. La oralidad pone en marcha lasformas de la comunicación bajo normatividad prescrita y controlada. Pero la cajade pandora se había destapado.

Unos pocos siglos después, en comparación a los ciertos o miles de años dela premodernidad, el esquema moderno tiene sus primeras crisis, las que lollevarán a la situación de transformación que vive en la actualidad. El que todofuera posible a partir de unas reglas fijas no aguanta la presión del ímpetu perversoque llega desde la revolución estética en el arte. La noticia es que las reglaspueden cambiar, que la creación puede mutar en formas casi infinitas, por tanto noes necesario ni deseable el mantenerse bajo el rigor de normas fijas o más o menosestables. El arte dispara la noticia hacia todo el cosmos, poco a poco la novedadllega a diversos ámbitos de la vida cultural y política. El mundo del orden fijo yeterno está estallado, pero también el orden del mundo normado y guiado por unoscuantos. La posmodernidad aparece como un demonio que todo lo destruye a supaso. Todo principio de orden es puesto a juicio, los criterios de verdad sondesmantelados, al igual que lo fueron los de belleza y sentido. El universo pareceque se colapsa, las formas emergentes hace unos cien o ciento cincuenta años, queparecían la promesa de nueva vida, están en ruinas, bajo la corrosión de la críticay la creatividad sin límites.

La oralidad llega de esta manera a una situación que no le es desconocida,pero para la cual no está del todo capacitada, la comunicación. No hay reglas quetodos conozcan del todo para todo el tiempo de la creación y de la invención.Ahora hay que ponerse de acuerdo sobre todo, todo el tiempo. El mundo sedesplaza de la seguridad sobre todo, todo el tiempo. El mundo se desplaza de laseguridad del texto y el ritual fijos, a la incertidumbre vivienda como formacomún incluso deseable. Al tiempo que una parte del mundo se mueve en lasnormas y en los dogmas, otra parte del mundo se mueve en todas direcciones ylo disfruta, la comunicación gana espacio al tiempo que el silencio del poder seagita en gritos que lo aislan.

54 Oralidad y Cultura

II.- La historia y el programa posible de la modernidad. La oralidad textualy sus variantes gramaticales.

La primera imagen de la oralidad es la vida cotidiana. Los seres humanosintercambian valores semióticos para ocupr al mundo en distintos ámbitos, parapreparar la acción, para evaluarla, para recrearla, para disfrutarla. Hablar configuraal mundo de la acción humana. Al observar la vida social de hoy en cualquierespacio urbano permite confirmar la importancia de la oralidad. La forma oralconstruye a la vida social, le da fondo y temática, asunto, perspectiva, horizonte,sentido. Pero hace falta ir más al detalle para observar lo que la oralidad es unnuestros días, y para intentar un catálogo de todas las diversas formas de suacción.

Los lugares sociales más constructivos tienen enormes competencias orales,tematizar la vida y sus situaciones permite representarlas e intervenirlas en formavirtual, como ensayo, antes del experimento de la ejecución de lo posible. Elpotencial creador de la oralidad en este sentido es enorme. Pero hay más. Loslugares sociales más cercanos a lo que llamamos felicidad también están cargadosde oralidad, en ellas se verifica la afectividad y sus juegos de representación y deafirmación emotiva. Y todavía más, la oralidad es el momento de la destensión dela presión cotidiana en la risa, en el humor, en la visión desnuda en la seriedadhecha una comedia. La oralidad nos acompaña todo el tiempo en nuestro contactoy nuestra composición de lo humano día a día.

Pero también la oralidad es el momento de la desesperación, de la agresión,del conflicto, de la mentira, de la ofensa, del malentendido, de la desinformación.En la oralidad se escenifica lo mejor y lo peor de nuestro deseo y nuestro miedo.Es un escenario total, punto de partida y de llegada de la vida social.

Aquí el punto es rastrear por unos párrafos lo que está presente en nuestrocomportamiento oral diario del proyecto del la modernidad. El propósito es visua-lizar hasta donde nuestra vida automática está regida por un programa que se havenido construyendo y desarrollando por dos siglos por lo menos. No es tareafácil, pero la meta vale el intento. Y será un placer develar partes de lo sucedidoen algunos vistazos a nuestro mundo alrededor.

Por una parte supongamos por un instante que el corazón del proyecto oralde la modernidad es el debate y la escritura. El debate se configura en unaactividad central en el tránsito de sociedades dogmáticas autoritarias verticales,a sociedades democráticas tolerantes horizontales. El cambio es radical, en laforma prehistórica sólo algunos podrían reflexionar sobre la vida social paratener efecto público en ella, en la vida moderna existe la convocatoria a quetodos los ciudadanos participen en la discusión sobre la agenda general de lavida social política, y ese libre intercambio de ideas se supone será la base dela construcción colectiva del mundo. La diferencia entre uno y otro modelo deoralidad es enorme.

55Jesús Galindo Cáceres

Hoy día, en nuestro medio existen las dos formas conviviendo en diversosescenarios y situaciones, incluyendo los lugares oficiales de la gestión. En México,en particular, existen áreas de vida oral con gran presencia de formas premoder-nas, sobre todo con el contexto de la religión católica y sus oponentes. Pero nosólo en situaciones con esquemas de interpretación o lectura evidente de loreligioso sucede así, también en situaciones políticas laicas en apariencia lodogmático y lo intolerante son la costumbre y la práctica cotidiana. Esto incluyeescenarios de la vida familiar y amical tanto como los escenarios de lo eclesiásticoy lo republicano. Las formas modernas no son mayoría, pero están presentes.

La tematización es un comportamiento verbal que tiene presencia en nuestropaís, pero no con la extensión que sería deseable. Y por otra parte aparece condistorsiones, la queja, la crítica descalificadora, el chisme, el rumor. Parecería quela cultura moderna se ha desarrollado en México con una configuración paradó-jica. La libertad de opinar y de intercambiar ideas no ha llegado a los lugares dela gestión y de la creación social, se queda en las orillas. Y los lugares de la acciónse han tornado de simulación, lo que rige es la dogma y lo vertical. Sucedía quelo público no se impregnaba de la forma democrática porque no había comporta-mientos democráticos en los escenarios de la gestión, y los escenarios de la gestiónno se democratizaban porque la vida social general no era democrática. Estaimagen sigue vigente, pero ha aparecido la experiencia del cambio, la confirma-ción de que actitudes y prácticas dialógicas si son más efectivas y deseables quelas tradicionales dogmáticas. La cultura gramatical empieza a tener prestigio nosólo retórico sino práctico.

El punto clave de estos fenómenos es la percepción del tiempo social, y lascondiciones de configuración de propuestas de vida a partir de nuevas percepcio-nes, propuestas que se convierten en guías de acción y en hábitos. Pero la situaciónsigue siendo de cierta lejanía del programa de la modernidad por parte de lacultura mexicana, sobre todo en ámbitos populares, que son los mayoritarios.

El segundo elemento central en el programa de la modernidad sobre laoralidad es la escritura. Nuestro medio está aún inmerso en marcos poblacionalesde alfabetismo de base o funcional. Y el mundo de arriba, de las élites, de loslugares de la dominación, está poblado de textos, lo cual reproduce las condicionesde la premodrnidad, el dogma textual. El texto tiene un peso muy grande, estácargado de una sobremitificación, el que escribe y es leído adquiere rasgos dedeidad, y las leyes y los dogmas tienen prestigio porque están escritos. Pocos leeny menos escriben, de ahí que el marco general siga siendo el premoderno. Y ladistancia entre los que escriben y los que no escriben es gigantesca.

Y este asunto de la escritura es clave a la modernidad, en el escenario dondese prueba que no hay alguien superior a alguien dado que cualquier alfabetizadopuede escribir y mostrar su visión del mundo a los demás como los textossagrados. Pero la cultura moderna de la escritura no progresa, sigue manteniendo

56 Oralidad y Cultura

la distancia entre las clases dominantes y escritoras y las dominadas y orales, ocuando mucho lectoras.

Y aquí la dimensión de la oralidad adquiere otro aspecto. La vida oral estápor debajo de la vida literaria en el mundo moderno. Y ahí si que somos moder-nos. Pero el punto interesante es que el espacio de la reflexividad y la expresióndel debate reflexivo, tiene su base en la oralidad, y la escritura es un elemento paraalimentar la oralidad, no un status superior de configuración social. Pero en lapráctica no sucede así, la escritura está por delante de la oralidad y le determinasu camino, como en el pasado.

Una paradoja de esta situación es que el pueblo no lee a sus escritores, perolas dirigentes si leen a algunos y sobre todo a escritores extranjeros, con lo cualla dependencia del exterior en un sentido premoderno se refuerza. El proyecto dela modernidad vuelve a estar lejos de nuestros ámbitos cotidianos. Y las imágenesreiteran que tenemos modernidades paradójicas o distorsionadas.

III.- La comunicación y el programa posible de la posmodernidad. La orali-dad hipertextual y sus emergencias enactivas.

El programa de la modernidad aún no es episteme común, se ha venidodesarrollando poco a poco durante cien años. En nuestro medio convive conconfiguraciones previas aún muy potentes. Lo moderno no es el centro del ordensocial general, tiene un lugar importante en ciertas formas discursivas y ciertasinstrucciones políticas, así como en ciertos ámbitos sociales ilustrados, pero eso estodo, lo popular sigue siendo lo premoderno lo mismo el movimiento generalsocial. Pero la vida contemporánea no es luz y sombra más bien es una gamaamplia de claro-obscuro, algunos tonos grises muy característicos. Eso sería objetode una investigación sobre la cultura mexicana actual.

El asunto es que ante el escenario ya complejo de la vida contemporáneo,con espacios ocupados por la temporalidad pre y moderna, se agraga una nuevared de construcción que viene de Europa y Estados Unidos, y conmueve confuerza a muchas zonas socio-culturales, el oleaje de la posmodernidad.

Sus antecedentes son múltiples, sus focos de concentración energética pue-den identificarse en el arte y la ciencia. Pero es la misma ecología de la moder-nidad la que le ha abierto el paso. Todo ha sido muy rápido, los nodos de lomoderno han enseyado la nueva vida al tiempo que la demografía, la economía,los movimientos sociales, y los medios de comunicación, jugaban interaccionesinéditas de formas emergentes incomprensibles y muy agresivas. Su nicho está enlas ciudades, en la paradoja del libre mercado y el desempleo, del consumo y laviolencia, del desarraigo y las nuevas identidades. Lo moderno mutó, y todo fuedistinto.

Así que la posmodernidad ya es parte de nuestro paisaje cultural, perocarece de protagonistas claros, institucionalidad, referentes comunes. Lo que se

57Jesús Galindo Cáceres

presenta es una gama de expresiones que no son fáciles de identificar, de definir,de clasificar. Y una de sus cualidades principales es la movilidad, cambian, notoman formas estables, se tranforman, son efímeras y gastan energía y migran.Parecería que lo que va sucediendo es un contra flujo de la tradición, de lainstitucionalidad, de la fijo, de lo reconocible, de lo prestigioso, de esta manerapodrían identificarse dos formas antoagónicas, o por lo menos divergentes, unacargada hacia lo sólido, otra inclinada hacia lo enérgico, emergente, fluído. No esun panorama evidente, pero existe y tiende a generalizarse.

Los jovénes, los artistas, las mujeres, los marginales, son actores socialesportadores del mensaje posmodernos, todos ellos piden cambios, se oponen a lasformas tradicionales, se resisten a ellas, actuán para modificarlas o romperlas.Estamos ante una coincidencia que es estallido, pero es acción contestataria,contracultural. No toma forma en un frente, en una asociación, pero tiene uncomportamiento y actitudes similares. Y lo más llamativo, se vuelve ejemplar,tiene un vector moral, crece en participantes en lugar de secarse en una secta ungrupo aislado. Y tiene la participación voluntaria e involuntaria de los medios dedifusión masiva, que los hacen visibles que los iluminan con sus atencionesoportunistas y noticiosas. La nueva ola tiene dos puntas, una es la información,más abundante y accesible que nunca antes, la otra es la comunicación emergente,necesaria, para poder asimilar todo el complejo contexto y su mutabilidad. De estasituación surge una nueva forma de la oralidad.

El programa de la posmodernidad no es claro aún, quizás el de la moder-nidad tampoco, pero su fuerza puede describirse en su afán de lo diverso, de locomplejo, de lo creativo. Las formas que produce son inestables, pone énfasis enel creador, todos pueden ser creadores, se promueve que así sea. El efecto es demultiplicación de formas, diversificación, auge de la novedad. La velocidad en lacreación se acelera, todo el metabolismo social aumenta, por tanto la energíanecesaria para la producción y la recepción simbólica también se incrementa. Enapariencia el costo es alto y el resultado casi efímero. De eso se trata, el conoci-miento es el valor central, la estética su guía, la creación su oficio, y la comuni-cación su necesidad.

No hay progreso del posible programa posmoderno sin comunicación. Nosería posible que toda esa expansión de lo disfrutable, de lo consumible, de loconocible, continuara su movimiento sin momentos de mutuo reconocimiento, deencuentro, de seducción, de enamoramiento, de crecimiento común. Los protago-nistas posmodernos son creativos, estallan al lenguaje y sus formas, están monta-dos en la variación por la variación, en el desapego relativista, pero también tienennecesidad del otro, de su consentimiento, de su compañía, de su aceptación, deafecto, de su crítica. Y si bien los lenguajes son explorados en todas sus posibi-lidades, por separado y en montajes experimentales, la oralidad sigue siendo elvehículo de contacto por excelencia. Pero ojo, no es la misma de la modernidad

58 Oralidad y Cultura

o la premodernidad. Y este es el punto interesante por entender y ensayar, el nuevolugar de la oralidad en la nueva temporalidad de la posmodernidad. Y no hay queolvidar que todas las formas previas son parte del camino, del juego, del viaje, delensueño posmoderno. Un mundo nuevo se abre ante nosotros y ya no somos losmismos para entenderlos.

En la posmodernidad el texto se transforma en hipertexto y el debate enexploración estética. La connotación política de la interacción no desaparece, seimplica en el disfrute de la palabra y sus referentes, en el goce del otro y supercepción alterna. La política se convierte en una actividad artística, y el debateen una charla por la belleza, por la inteligencia, por el espíritu. El caso de laescritura también queda transformado, la revolución tecnológica de la interaccióny la participación en la composición textual, estalla al autor solitario y mueve laforma discursiva hacia la acción discursiva, coincide el mundo de los referentessimbólicos con la acción que los explícita y construye en una forma objetiva, lacreación colectiva y el texto móvil de la navegación en internet despegan laescritura del texto y la llevan a lo efímero de una charla, el chat transfigura laposibilidad de creación simultánea y de relación on line de diversos fragmentosmontados por diversos autores, en una textualidad que se borra a si misma en elcontinuo del hacer y reflexionar discursivo, tal como en una charla el primer temaqueda implícito y borrado por lo que sucede tiempo después, originado por el, perotambién evolucionado desde el.

La oralidad de la posmodernidad une al habla y a la escritura, condensa enla misma intención a la reflexividad y a la creación, a la interacción y al contexto.Todos hablan, todos crean, todos construyen, pero no hay autor individual, sóloimpulsos creativos particulares en la comunidad en movimiento de la comunica-ción. El peso de la historia desaparece, el pasado es un elemento más por montar,por editar, un input de información para crear, para construir. El mundo nunca fuemás complejo ni más bello, ni más extraño ni más huidizo. Será desde ahí dedonde emerga el futuro, ya no hay coartada. Pero ojo, los mundos previos aúnexisten.

Bibliografía:

- ABELLAN, José Luis: Ideas para el siglo XXI. Libertarias-Prodhufi, Madrid,1994 .

- ACHEBE, Chinua at al: Predicciones. Taurus, Madrid, 2000.- ADAMS, Richard N: La red de la expansión humana. Ediciones de la casa

chata, México, 1978.- ADAMS, James: La próxima guerra mundial. Granica, Buenos aires, 1999.- ANDERSON, Ralph E. E Irl Carter: La conducta humana en el medio social.

Enfoque sistémico de la sociedad. Editorial Gedisa, Barcelona, 1994.

59Jesús Galindo Cáceres

- ARGUETA, Jermán y Ernesto Licona (coordinadores): Oralidad y cultura. Laidentidad, la memoria, lo estético y lo maravilloso. Colectivo memoria y vidacotidiana, México, 1994.

- BELL, Daniel: El advenimiento de la sociedad post-industrial. Alianza univer-sidad, Madrid, 1994.

- BERGER, Peter y Thomas Luckman: La construcción social de la realidad.Amorrurtu editores, Buenos Aires, 1979.

- BODEN, Margaret A: La mente creativa. Editorial Gedisa, Barcelona, 1994.- BRUNER, Jerome: Realidad mental y mundos posibles. Editorial Gedisa, Bar-

celona, 1988.- CAPRA, Fritjof: El punto crucial. Ciencia, sociedad y cultura naciente. Edito-

rial estaciones, Beunos aires, 1992.- COSIO VILLEGAS, Daniel (coordinador): Historia general de México. (dos

tomos), el Colegio de México, México, 1981.- DESHIMARU, Taisen: Preguntas a un maestro Zen. Editorial Kairós, Barce-

lona, 1985.- DE KERCKHOVE, Derrick: Inteligencias en conexión. Gedisa, Barcelona,

1999.- GALINDO CACERES, Jesús: Política, Cultura y comunicación. Universidad

Iberoamericana, León, León, 1995.- GIDDENS, Anthony: La constitución de la sociedad. Bases para la teoría de

la estructuración. Amorrortu Editores, Buenos Aires, 1955.- HALLIDAY, M. A. K: El lenguaje como semiótica social. Fondo de Cultura

Económica, México, 1982.- HOBSBAUM, Eric: Historia del siglo XX. Editorial crítica, Barcelona, 1995.- IBAÑEZ, Jesús: Por una sociología de la vida cotidiana. Siglo Veintiuno, de

España, Madrid, 1994.- JAQUES, E: La forma del tiempo. Editorial Pairós, Buenos Aires, 1984.- JAYNES, Julián: El origen de la conciencia en la ruptura de la mente bica-

meral. Fondo de cultura económica, 1987.- KOSELLECK, Reihart: Futuro pasado. Para una semántica de los tiempos

históricos. Paidós, Barcelona, 1993.- LASH, Scott: Sociología del posmodernismo. Amorrortu, Buenos Aires, 1997.- LASZLO, Ervin: La gran bifurcación. Editorial Gedisa, Barcelona, 1990.- LOTMANN, Juri ed., al: Semiótica de la cultura. Editorial cátedra, Madrid,

1979.- LUHMANN, Niklas: Sistemas sociales. Universidd Iberoamericana-Alianza,

Editorial México, 1991.- LYOTARD, Jean-Francois: La condición postmoderna. Cátedra, Madrid, 1987.- MACDAN, Cecilia (compiladora): La conversación. La marca editórea, Bue-

nos Aires, 1994.

60 Oralidad y Cultura

- Ms CARHY, Thomas: La teoría crítica de Jürgen Habermas. Editorial Tecnos,Madrid, 1987.

- MEAD, George Herber: Espíritu, persona y sociedad. Editorial Paidós, BuenosAires, 1968.

- MORRIS, Charles: Signos, lenguaje y conducta. Editorial Losada, BuenosAires, 1962.

- NICOLIS, Gregoire Ilya Progogine: La estructura de lo complejo. AlianzaUniversidad, Madrid, 1994.

- ODUM, Hoguard T: Ambiente, energía y sociedad. Editorial Blome, Barcelona,1980.

- ORTOLI, S. Y. Pharabot: El cántico de la cuántica. Editorial Gedisa, Barce-lona, 1985.

- O´SULLIVAN, Tim ed., al: Conceptos clave en comunicación y estudiosculturales. Amorrortu. Editores, Buenos Aires, 1997.

- PICO, Josep (compilador): Modernidad y postmodernidad. Alianza Editorial,Madrid, 1980.

- POTTER, Jonathan: ¿Tan solo una ilusión? Una exploración del caos al orden.Tusquets editores, Barcelona, 1993.

- SAMETBAND, Moisés José: Entre el orden y el caos: la complejidad. Fondode Cultura Económica, México, 1994 .

- THOMSON, John B: Ideología y cultura moderna. UAM-X, México, 1993.- VARELA, Francisco et al: De cuerpo presente. Las ciencias cognitivas y la

experiencia humana. Editorial Gedisa, Barcelona, 1992.- VIRILIO, Paul: El arte del motor. Ediciones Manantial, Buenos aires, 1996.- VONBEYME, Klaus: Teoría política del siglo XX. De la modernidad a la

postmodernidad. Alianza Universitaria, Madrid, 1994.- VON FOURSTER, Heinz: Sistémica elemental. Desde un punto vista superior.

Universidad EAFIT, Medellín, 1998.- WAGENSBERG, Jorge: 1994 Ideas sobre la complejidad del mundo. Tusquets

editores, Barcelona.- WALLESTEIN, Immanual: El moderno sistema mundial. Dos tomos. Siglo

veintiuno editores, México, 1987.- WATZLAWICK, Paul et al: Teoría de la comunicación humana. Editorial

tiempo contemporáneo, Buenos Aires, 1971.- WHITE, Hayden: El contenido de la forma. Narrativa, discurso y representa-

ción histórica. Paidós, Barcelona, 1992.- WHITROW, G.J: El tiempo en la historia. Editorial Crítica, Barcelona, 1990.

(Recibido el 6-6-2000, aceptado el 20-6-2000)