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1) MICROFÍSICA DEL PODER MICHEL FOUCAULT INDICE 1. Nietzsche, la Genealogía, la Historia 2. Más allá del Bien y del Mal 3. Sobre la justicia popular. Debate con los manos 4. Los intelectuales y el poder. Entrevista Michel Foncault- Gilles Deleuze 5. Entrevista sobre la prisión: el libro y su método 6. Poder-Cuerpo 7. Preguntas a Michel Foucault sobre la Geografía 8. Curso del 7 de enero de 1976 9. Curso del 14 de enero de 1976

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1) MICROFÍSICA DEL PODERMICHEL FOUCAULT

INDICE

1. Nietzsche, la Genealogía, laHistoria

2. Más allá del Bien y del Mal

3. Sobre la justicia popular.Debate con los manos

4. Los intelectuales y el poder.Entrevista Michel Foncault-Gilles Deleuze

5. Entrevista sobre la prisión:el libro y su método

6. Poder-Cuerpo

7. Preguntas a Michel Foucaultsobre la Geografía

8. Curso del 7 de enero de 1976

9. Curso del 14 de enero de 1976

10.

Las relaciones de poderpenetran en los cuerpos

11.

Poderes y estrategias

12.

Verdad y poder

1. NIETZSCHE, LA GENEALOGIA, LA HISTORIAHacer la genealogía de los valores, de lamoral, del ascetismo, del conocimiento noserá por tanto partir a la búsqueda de su«origen», minusvalorando como inaccesiblestodos los episodios de la historia; será porel contrario ocuparse en las meticulosidadesy en los azares de los comienzos; prestar

una escrupulosa atención a su derrisoriamalevolencia; prestarse a verlas surgirquitadas las máscaras, con el rostro delotro; no tener pudor para ir a buscarlasallí donde están —«revolviendo los bajosfondos»—; dejarles el tiempo para remontarel laberinto en el que ninguna verdad nuncajamás las ha mantenido bajo su protección…. Es preciso saber reconocer los sucesos dela historia, sus sacudidas, sus sorpresas,las victorias afortunadas, las derrotas maldigeridas, que dan cuenta de los comienzos,de los atavismos y de las herencias; comohay que saber diagnosticar las enfermedadesdel cuerpo, los estados de debilidad y deenergía, sus trastornos y sus resistenciaspara juzgar lo que es un discursofilosófico…Herkunft: es la fuente, la procedencia; es lavieja pertenencia a un grupo —el de sangre,el de tradición, el que se establece entreaquellos de la misma altura o de la mismabajeza—. (5)La genealogía no pretende remontar el tiempopara restablecer una gran continuidad porencima de la dispersión del olvido. Suobjetivo no es mostrar que el pasado estátodavía ahí bien vivo en el presente,animándolo aún en secreto después de haber

impuesto en todas las etapas del recorridouna forma dibujada desde el comienzo. Nadaque se asemeje a la evolución de unaespecie, al destino de un pueblo. Seguir lafilial compleja de la procedencia, es alcontrario mantener lo que pasó en ladispersión que le es propia: es percibir losaccidentes, las desviaciones ínfimas —o alcontrario los retornos completos—, loserrores, los fallos de apreciación, losmalos cálculos que han producido aquello queexiste y es válido para nosotros; esdescubrir que en la raíz de lo que conocemosy de lo que somos no están en absoluto laverdad ni el ser, sino la exterioridad delaccidente1. Por esto sin duda todo origen dela moral, desde el momento en que no esvenerable —y la Herkunft no lo es nunca— seconvierte en critica2…esta herencia no es enabsoluto una adquisición, un saber que seacumula y se solidifica; es más bien unconjunto de pliegues, de fisuras, de capasheterogéneas que lo hacen inestable y, desdeel interior o por debajo, amenazan al frágilheredero: «la injusticia y la inestabilidaden el espíritu de ciertos hombres, sudesorden y su ausencia de medida son lasúltimas consecuencias de innumerables

1 Genealogía III, 17. Abkunft del sentimiento depresivo.2 Crepúsculo, Razones de la filosofía.

inexactitudes lógicas, de ausencia deprofundidad, de conclusiones prematuras, delas que los antecesores se hicieronculpables»3. La búsqueda de la procedenciano funda, al contrario: remueve aquello quese percibía inmóvil, fragmenta lo que sepensaba unido; muestra la heterogeneidad deaquello que se imaginaba conforme a símismo..(6)En fin la procedencia se enraíza en elcuerpo4. Se inscribe en el sistema nervioso,en el aparato digestivo. Mala respiración,mala alimentación, cuerpo débil y abatidorespecto al cual los progenitores hancometido errores; cuando los padres cambianlos efectos por la causa, creen en larealidad del más allá o plantean el valor delo eterno, es el cuerpo de los niños quien sufrirá lasconsecuencias…(7)seria un error dar cuenta de la emergenciapor el término final. Como si el ojo hubieseaparecido, desde el principio de lostiempos, para la contemplación, como si elcastigo hubiese tenido siempre por destinodar ejemplo…

3 Aurora, S 247.4 Ibíd.: «Der Mensch aus einern Auflösungszitalters... der die Erhschaft einer

vielfáltigere Herkunft im Leibe hat» (S 200).

1. el Ojo sirvió primero para la caza y laguerra; el castigo fue sometido poco a pocoa la necesidad de vengarse, de excluir alagresor, de liberarse en relación a lavíctima, de meter miedo a los otros.Situando el presente en el origen, lametafísica obliga a creer en el trabajooscuro de un destino que buscaríamanifestarse desde el primer momento. Lagenealogía, por su parte, restablece losdiversos sistemas de sumisión: no tanto elpoder anticipador de un sentido cuanto eljuego azaroso de las dominaciones.La emergencia se produce siempre en undeterminado estado de fuerzas. El análisisde la Entstehung debe mostrar el juego, lamanera como luchan unas contra otras, o elcombate que realizan contra lascircunstancias adversas, o aún más, latentativa que hacen —dividiéndose entreellas mismas— para escapar a ladegeneración y revigorizarse a partir de supropio debilitamiento (8)

tal es también el movimiento por el cual nacióla reforma, allí precisamente donde la iglesiaestaba menos corrompida5 en la Alemania delsiglo XVI el catolicismo tenía aún bastantefuerza para volverse contra sí mismo, castigar5 La Gaya Ciencia, S 148. Es también a una anemia de la voluntad, a quien hay que

atribuir la Entstehung del Budismo y del Cristianismo, S 347.

su propio cuerpo y su propia historia yespiritualizarse en una pura religión de laconciencia. (9)Lo que Nietzsche llama la Entstehungsherd6 delconcepto de bueno no es exactamente ni laenergía de los fuertes, ni la reacción de losdébiles; es más bien esta escena en la que sedistribuyen los unos frente a los otros, losunos por encima de los otros; es el espacioque los reparte y se abre entre ellos, elvació a través del cual intercambian susamenazas y sus palabras…la emergencia designaun lugar de enfrentamiento; pero una vez máshay que tener cuidado de no imaginarlo como uncampo cerrado en el que se desarrollaría unalucha, un plan en e1 que los adversariosestarían en igualdad de condiciones; es másbien —como lo prueba el ejemplo de los buenosy de los malos— un no lugar, una puradistancia, el hecho que los adversarios nopertenecen a un mismo espacio. Nadie es puesresponsable de una emergencia, nadie puedevanagloriarse; ésta se produce siempre en elintersticio… Que hombres dominen a otroshombres, y es así como nace la diferenciaciónde los valores7 que unas clases dominen aotras, y es así como nace la idea de libertad8

6 Genealogía I, 2.7 Más allá..., S 260. Cf. también Genealogía II. 12.8 El viajero y su sombra, S 9.

que hombres se apropien de las cosas quenecesitan para vivir, que les impongan unaduración que no tienen, o que las asimilen porla fuerza —y tiene lugar el nacimiento de lalógica9 (9).»10. La humanidad no progresa lentamente, decombate en combate, hasta una reciprocidaduniversal en la que las reglas sustituiránpara siempre a la guerra; instala cada una deestas violencias en un sistema de reglas y vaasí de dominación en dominación… En si mismaslas reglas están vacías, violentas, nofinalizadas; están hechas para servir a esto oaquello; pueden ser empleadas a voluntad deeste o de aquel. El gran juego de la historia,es quién se amparará de las reglas, quiénocupará la plaza de aquellos que las utilizan,quién se disfrazará para pervertirlas…Siinterpretar fuese adaptar lentamente unasignificación oculta en el origen, sólo lametafísica podría interpretar el devenir de lahumanidad. Pero si interpretar es ampararse,por violencia o subrepticiamente, de unsistema de reglas que no tiene en sí mismosignificación esencial, e imponerle unadirección, plegarlo a una nueva voluntad,hacerlo entrar en otro juego, y someterlo a

9 La Gaya Ciencia, S III.10 Genealogía II, 6.

reglas segundas, entonces el devenir de lahumanidad es una serie de interpretaciones¿Cuáles son las relaciones entre la genealogíadefinida como búsqueda de la Herkunft y de laEntstehung y lo que de ordinario se llama lahistoria? … En realidad lo que Nietzschenunca cesó de criticar después de la segundade las intempestivas, es esta forma de historiaque reintroduce (y supone siempre) el puntode vista supra-histórico: una historia quetendría por función recoger, en una totalidadbien cerrada sobre sí misma, la diversidad alfin reducida del tiempo; una historia que nospermitiría reconocernos en todas partes y dara todos los desplazamientos pasados la formade la reconciliación; una historia que lanzarásobre todo lo que está detrás de ella unamirada de fin del mundo.(10)Pensamos en todo caso que el cuerpo, por sulado, no tiene más leyes que las de sufisiología y que escapa a la historia. Denuevo error; el cuerpo esta aprisionado en unaserie de regímenes que lo atraviesan; estároto por los ritmos del trabajo, el reposo ylas fiestas; está intoxicado por venenos —alimentos o valores, hábitos alimentarios— yleyes morales todo junto; se proporcionaresistencias (12)

Y del mismo modo que el demagogo debe invocarla verdad, la ley de las esencias y lanecesidad eterna, el historiador debe invocarla objetividad, la exactitud de los hechos, elpasado inamovible…. La objetividad en elhistoriador es la inversión de las relacionesde querer en saber, y es, al mismo tiempo, lacreencia necesaria en la Providencia, en lascausas finales, y en la teleología… Tal es enefecto lo propio del Entstehung: no es la salidanecesaria de lo que, durante tanto tiempo,había sido preparado de antemano; es la escenaen la que las fuerzas se arriesgan y seenfrentan, en donde pueden triunfar, perotambién donde pueden ser confiscadas. El lugarde la emergencia de la metafísica fue lademagogia ateniense, el rencor populachero deSócrates, su creencia en la inmortalidad (15).La historia, genealógicamente dirigida, notiene como finalidad reconstruir las raíces denuestra identidad, sino por el contrarioencarnizarse en disiparlas; no buscareconstruir el centro único del queprovenimos, esa primera patria donde losmetafísicos nos prometen que volveremos;Intenta hacer aparecer todas lasdiscontinuidades que nos atraviesan… Si lagenealogía plantea por su parte la cuestióndel suelo que nos ha visto nacer, de la lengua

que hablamos o de las leyes que nos gobiernan,es para resaltar los sistemas heterogéneos,que, bajo la máscara de nuestro yo, nosprohíben toda identidad. (17)

MAS ALLA DEL BIEN Y DEL MAL11

Michel Foucault:¿Cuál es la forma de represiónmás insoportable para un estudiante debachiller de hoy: la autoridad familiar, lacuadriculación cotidiana que la policía ejercesobre la vida de todo hombre, la organizacióny la disciplina de los Institutos, o estapasividad que os impone la prensa, inclusoposiblemente un periódico como Actual?Serge: La represión en los Institutos: esevidente porque se ejerce sobre un grupo quese esfuerza por actuar. Es más violenta, y sesiente más vivamente.(19)Serge: Se debe distinguir: en primer lugar laactuación de los padres que te imponen elInstituto como una etapa hacia una situaciónprofesional determinada y que se esfuerzan porapartar de antemano aquello que pudiese

11 Au de lá du bien et du mal». Rev. Actuel, n° 14, 1971.

perjudicar esta situación; luego, laadministración que prohíbe toda acción libre ycolectiva, incluso anodina; en fin, laenseñanza misma —pero esto está más confuso…Michel Foucault: Ciertamente, el sabertransmitido adopta siempre una aparienciapositiva. En realidad, funciona según todo unjuego de represión y de exclusión —elmovimiento de mayo en Francia ha hecho tomarconciencia, con fuerza, de algunos de susaspectos—: exclusión de aquellos que no tienenderecho al saber, o que no tienen derecho másque a un determinado tipo de saber; imposiciónde una cierta norma, de un cierto filtro desaber que se oculta bajo el aspecto desintere-sado, universal, objetivo del conocimiento;existencia de lo que podría llamarse: «loscircuitos reservados del saber», aquellos quese forman en el interior de un aparato deadministración o de gobierno, de un aparato deproducción, y a los cuales no se tiene accesodesde fuera.Michel Foucault:Dos ejemplos. El saber oficialha representado siempre al poder político comoel centro de una lucha dentro de una clasesocial (querellas dinásticas en laaristocracia, conflictos parlamentarios en laburguesía); o incluso como el centro de unalucha entre la aristocracia y la burguesía. En

cuanto a los movimientos, populares, se les hapresentado como producidos por el hambre, losimpuestos, el paro; nunca como una lucha porel poder, como si las masas pudiesen sonar concomer bien pero no con ejercer el poder.(20)Michel Foucault:Por esto es preciso no hacerseilusiones sobre la modernización de laenseñanza, sobre su apertura al mundo actual:se trata de mantener el viejo sustratotradicional del «humanismo» además defavorecer el aprendizaje rápido y eficaz de uncierto número de técnicas modernas hasta ahorarelegadas. El humanismo garantiza elmantenimiento de la organización social, latécnica permite el desarrollo de esta sociedadpero en su propia perspectiva.(22)

Michel Foucault: Entiendo por humanismo elconjunto de discursos mediante los cuales sele dice al hombre occidental: «si bien tú noejerces el poder, puedes sin embargo sersoberano. Aún más: cuanto más renuncies aejercer el poder y cuanto mas sometido estés alo que se te impone, más serás soberano». Elhumanismo es lo que ha inventado paso a pasoestas soberanías sometidas que son: el alma(soberana sobre el cuerpo, sometida a Dios),la conciencia (soberana en el orden deljuicio, sometida al orden de la verdad), el

individuo (soberano titular de sus derechos,sometido a las leyes de la naturaleza o a lasreglas de la sociedad), la libertad fundamen-tal (interiormente soberana, exteriormenteconsentidora y «adaptada a su destino»). (22)Michel Foucault: Totalmente de acuerdo. Actuaren el interior o en el exterior de laUniversidad: es un dilema para un hombre comoyo que ha enseñado durante mucho tiempo. ¿Sedebe considerar que la Universidad se haderrumbado en mayo, que la cuestión estázanjada, y pasar a otra cosa como hacenactualmente grupos con los que trabajo: luchacontra la represión en el sistema deprisiones, hospitales psiquiátricos, justicia,policía? ¿O bien esto no es más que un modo deevitar una evidencia que todavía me molesta,que consiste en que la estructurauniversitaria continúa en pie y que esnecesario continuar luchando en este terreno?(23).Michel Foucault: La Universidad representabael aparato institucional a través del que lasociedad aseguraba su reproducción,tranquilamente y con el menor gasto. Eldesorden en la institución universitaria, sumuerte —aparente o real, poco importa— no hanherido la voluntad de conservación, de iden-tidad, de repetición de la sociedad.

Preguntáis que haría falta para romper elciclo de la reproducción social del sistema.No bastaría suprimir o transformar laUniversidad, es pues necesario atacar tambiénotras represiones.(24)Michel Foucault: Muerte de la Universidad: yoconsideraba este término en su sentido mássuperficial. Mayo del 68 ha destruido laenseñanza superior del siglo XIX, ese curiosoconjunto de instituciones que transformaba unapequeña fracción de la juventud en élitesocial. Continúan existiendo los grandesmecanismos secretos mediante los cuales unasociedad transmite su saber y se perpetúa a simisma bajo una apariencia de saber; estosmecanismos están todavía en pie: periódicos,televisión, escuelas técnicas, y losInstitutos todavía más que la Universidad... Michel Foucault: La lucha antidroga es unpretexto para reforzar la represión social:cuadriculaciones policiales, pero ademásexaltación del hombre normal, racional,consciente, adaptado. Se encuentra esta imagende marca en todos los niveles. Observad:France-Soir hoy dice que: 53 por l00 de francesesson favorables a la pena de muerte, cuandohace un mes no había más que 38 por 100.(25).

Michel Foucault: Pienso que las accionespuntuales y locales pueden llegar bastantelejos. Por ejemplo la acción del GIP (Grupo deInformación sobre las Prisiones) durante elaño pasado. Sus intervenciones no se proponíancomo objetivo último que las visitas a lasprisiones pudieran durar treinta minutos o quelas celdas estuviesen provistas de retretes,sino llegar a que se pusiese en cuestión ladivisión social y moral entre inocentes yculpables. Y para que esto no se quede en unaproposición filosófica o en un deseo humanistaes preciso que la puesta en cuestión alcancerealmente el nivel de los gestos, de lasprácticas, y esto respecto a situaciones muydeterminadas (26)Para simplificar, el humanismo consiste enquerer cambiar el sistema ideológico sin tocarla institución; el reformismo en cambiar lainstitución sin tocar el sistema ideológico.La acción revolucionaria se define por elcontrario como una conmoción simultánea de laconciencia y de la institución; lo que suponeque se ataca a las relaciones de poder allídonde son el instrumento, la armazón, laarmadura. ¿Usted cree que se podría enseñar lafilosofía de la misma forma, su código moral,si e1 sistema penal se desmorona?

El papel represivo del manicomio es conocido:en él se encierra a la gente y se la somete auna terapia —química o psicológica— sobre lacual no tienen ninguna opción, o a una no-terapia que es la camisa de fuerza. Pero lapsiquiatría se prolonga en ramificaciones quevan mucho más lejos, que se encuentran en losasistentes sociales, los orientadoresprofesionales, los psicólogos escolares, losmédicos que hacen psiquiatría de sector — todaesta psiquiatría de la vida cotidiana queconstituye una especie de tercer orden de larepresión y de la policía—. (27)al sistema no se lo combate en detalle:debemos estar presentes en todos los frentes,universidad, prisiones, psiquiatría, no almismo tiempo —nuestras fuerzas no sonsuficientes— sino sucesivamente. Se pega, segolpea contra los obstáculos más sólidos; elsistema se resquebraja en otra parte, (28) seinsiste, se cree haber ganado y la Instituciónse reconstruye más lejos, se comienza denuevo. Es una larga lucha, repetida,incoherente en apariencia: el sistemacuestionado le da su unidad, así como el poderque se ejerce a través de élMichel Foucault: Pienso que imaginar otrosistema, constituye todavía actualmente partedel sistema. Qué ha pasado en la Unión

Soviética: las instituciones en apariencianuevas han sido concebidas a partir deelementos tomados del sistema precedente.Reconstrucción de un ejército rojo calcadosobre el modelo zarista, vuelta al realismoartístico, a una moral familiar tradicional:la Unión Soviética ha recaído en las normasinspiradas por la sociedad burguesa del sigloXIX, por utopía posiblemente más que por laspreocupaciones de la realidad.

Frederic: No tiene usted razón totalmente. Elmarxismo se había, por el contrario, definidocomo un socialismo científico por oposición alsocialismo utópico. Había rechazado hablar deuna sociedad futura. El poder soviético hasido arrastrado por los problemas concretos,la guerra civil. Era preciso ganar la guerra,hacer funcionar las fábricas: se recurrió alos únicos modelos disponibles y eficaces deinmediato, la jerarquía militar, el sistemaTaylor. Si la Unión Soviética ha progresiva-mente asimilado las normas del mundo burguésha sido probablemente porque no tenía otras.La utopía no está en cuestión sino suausencia. La utopía tiene quizá un papel motorque jugar.(29)

Michel Foucault: Si, posiblemente. Yo opondríapor el contrario la experiencia a la utopía.La sociedad futura se perfila quizás a travésde experiencias como la droga, el sexo, lavida comunitaria, una conciencia diferente,otro tipo de individualidad. Si el socialismocientífico se ha desvinculado de las utopías enel siglo XIX, la socialización real sedesprenderá posiblemente de las experiencias enel siglo XX. Michel Foucault: Si usted quiere que en lugarde la institución oficial exista otrainstitución que pueda desempeñar las mismasfunciones, mejor y de otro modo, usted está yacogido en la estructura dominante. (30)Michel Foucault: Usted se pregunta si unasociedad global podría funcionar a partir deexperiencias tan divergentes y dispersas, sindiscurso general. Yo pienso por el contrarioque la idea misma de un «conjunto de lasociedad» proviene de la utopía. Esta idea hasurgido en el mundo occidental, en esta líneahistórica bien particular que ha conducido alcapitalismo. Hablar de un «conjunto de lasociedad» fuera de la única forma queconocemos, es soñar a partir de los elementosde la víspera. Se cree fácilmente que pedir alas experiencias, a las estrategias, a las

acciones, a los proyectos tener en cuenta el«conjunto de la sociedad» es pedirles lomínimo. El mínimo requerido para existir.Pienso por el contrario que es pedirles lomáximo; que es imponerles incluso unacondición imposible: puesto que «el conjuntode la sociedad» funciona precisamente demanera y para que no puedan ni tener lugar, nitriunfar, ni perpetuarse. «El conjunto de lasociedad» es aquello que no hay que tener encuenta (30) a no ser como objetivo a destruir.Después, es necesario confiar en que noexistirá nada que se parezca al conjunto de lasociedad.

LOS INTELECTUALES Y EL PODER12

Entrevista Michel Foucault-Gules Deleuze

M. F.: Me parece que la politización deun intelectual se hace tradicionalmente apartir de dos cosas: su posición deintelectual en la sociedad burguesa, en elsistema de la producción capitalista, enla ideología que ésta produce o impone(ser explotado, reducido a la miseria,rechazado, «maldito», acusado de

12 Les íntellectuels el le pouvoir. Rey. L’Arc, n° 49, 2° trimestre. 1972. Págs. 3-10.

subversión, de inmoralidad, etc.); supropio discurso en tanto que revelador deuna cierta verdad, descubridor derelaciones políticas allí donde éstas noeran percibidas…(57)Ahora bien, lo que los intelectuales handescubierto después de la avalanchareciente, es que las masas no tienennecesidad de ellos para saber; sabenclaramente, perfectamente, mucho mejor queellos; y lo afirman extremadamente bien.Pero existe un sistema de poder queobstaculiza, que prohíbe, que invalida esediscurso y ese saber. Poder que no estásolamente en las instancias superiores dela censura, sino que se hunde más profun-damente, más sutilmente en toda la mallade la sociedad. Ellos mismos,intelectuales, forman parte de ese sistemade poder, la idea de que son los agentesde la «conciencia» y del discursopertenece a este sistema. Es en esto en lo que la teoría no expresa,no traduce, no aplica una práctica; es unapráctica. Pero local y regional, comousted dice: no totalizadora. Lucha contrael poder, lucha para hacerlo aparecer ygolpearlo allí donde es más invisible ymás insidioso. Lucha no por una «toma de

conciencia» (hace tiempo que la concienciacomo saber ha sido adquirida por lasmasas, y que la conciencia como sujeto hasido tomada, ocupada por la burguesía),sino por la infiltración y la toma depoder, al lado, con todos aquellos queluchan por esto, y no retirado para darlesluz. Una «teoría» es el sistema regionalde esta lucha…(58)

G. D: Eso es, una teoría es exactamente comouna caja de herramientas. Ninguna sevuelve sobre una teoría, se hacen otras,hay otras a hacer. .. La teoría no setotaliza, se multiplica y multiplica. Esel poder quien por naturaleza operatotalizaciones, y usted, usted diceexacta-mente: la teoría por naturalezaestá contra el poder…la noción de reformaes tan estúpida como hipócrita. O bien lareforma es realizada por personas que sepretenden representativas y que hacenprofesión de hablar por los otros, en sunombre, y entonces es un remodelamientodel poder, una distribución del poder quéva acompañada de una represión acentuada;o bien es una reforma, reclamada, exigida,por aquellos a quienes concierne yentonces deja de ser una reforma, es unaacción revolucionaria que, desde el fondo

de su carácter relación con elsignificante... Es preciso que sirva, quefuncione. Y no para uno mismo. Si no haypersonas para utilizarla, comenzando porel teórico mismo, que deja entonces de serteórico, es que no vale nada, o que elmomento no llegó aún. No parcial estádeterminada a poner en entredicho latotalidad del poder y de su jerarquía(58)

M.F: Es esto lo que es fascinante en lasprisiones, que por una vez el poder no seoculta, no se enmascara, se muestra comotiranía llevada hasta los más ínfimosdetalles, poder cínico y al mismo tiempopuro, enteramente «justificado» ya quepuede formularse enteramente en elinterior de una moral que enmarca suejercicio: su tiranía salvaje apareceentonces como dominación serena del Biensobre el Mal, del orden sobre el desorden.(59)

CURSO DEL 7 DE ENERO DE 197613

Lo que querría deciros es que voy a intentarfinalizar, poner término, en cierta medida, auna serie de trabajos que habíamos comenzadohace cuatro o cinco años, prácticamente desde13 Cursos pronunciados por Michel Foucault en el College de France. Traducidos

directamente de la grabación en cinta magnetofónica.

que estoy aquí, y sobre los cuales se hanacumulado tanto para vosotros como para mialgunos inconvenientes. Se trataba deinvestigaciones que eran muy próximas las unasa las otras sin llegar a formar un conjuntocoherente ni una continuidad. Investigacionesfragmentarias, las cuales a fin de cuentas nohan sido realizadas, y que ni siquiera hemoscontinuado. Investigaciones dispersas yrepetitivas al mismo tiempo que retomo en losmismos esbozos, en los mismos términos, en losmismos conceptos...

Lo que habíamos hemos, os recuerdo, eranligeros indicios de la historia delprocedimiento penal, algún capitulo sobre eldesarrollo y la institucionalización de lapsiquiatría en el siglo XIX, consideracionessobre la sofística, sobre el dinero en Greciao sobre la Inquisición en la Edad Media; elesbozo de una historia de la sexualidad, o entodo caso una historia del saber sobre lasexualidad a través de la práctica de laconfesión en el siglo XVII o de las formas decontrol de la sexualidad infantil en lossiglos XVIII-XIX; una génesis, o mejor, laindividualización de la génesis de una teoríay de un saber sobre la anomalía con todas lastécnicas que de aquí nos han sido legadas.

Todo ello se arrastra, no avanza, se repite, yno está conexionado, en el fondo no cesa dedecir la misma cosa, tal vez no dice nada. Endos palabras, no concluye.

Podría deciros que, después de todo, setrataba de pistas a seguir, importaba poco adonde condujesen, incluso era importante queno condujesen a ninguna parte, que no tuviesende antemano una dirección determinada. Eranlíneas trazadas someramente, a vosotroscorresponde continuarlas o conducirlas a otropunto. A mí proseguirlas eventualmente odarles otra configuración. De hecho, vamos aver qué se puede hacer con estos fragmentos.Desde mi punto de vista los imagino como unpez que salta sobre la superficie del agua ydeja Un trazo provisional de espuma, y dejacreer, o hace creer, o quiere creer, o creeefectivamente que está debajo, donde no se loye, donde ya no es percibido ni controlado pornadie siguiendo una trayectoria más profunda,más coherente, más razonada.

En efecto, una vez realizado el trabajo que hepresentado, habla considerado que este procesofragmentario en su conjunto, repetitivo ydiscontinuo, correspondía a algo que podríallamarse una pereza febril que es propia

caracterialmente de los amantes de lasbibliotecas, de los documentos, de lasreferencias, de la escritura polvorienta, delos textos difícilmente localizables, de loslibros que apenas impresos se cierran yduermen a continuación en las estanterías delas bibliotecas, algunos de los cuales no seconsultan hasta siglos más tarde; todo estocontribuye sin duda a la inercia atareada deaquellos que profesamos un saber inútil, unaespecie de saber suntuoso, una riqueza de«nuevo rico» cuyos signos externos están a piede página. Pereza febril que es propia detodos aquellos que se sienten solidarios conuna de las más antiguas y de las máscaracterísticas sociedades secretas deoccidente, sociedad secreta extrañamenteindestructible, desconocida en la antigüedad,me parece, y formada al comienzo delcristianismo, en la época de los primerosconventos probablemente, al margen de lasinvasiones, de los incendios y de los bosques:me refiero a la gran, tierna y ardorosamasonería de la erudición inútil.

Sin embargo, no es simplemente el gusto poresta masonería el que me ha estimulado a hacerlo que he hecho. Creo que el trabajo quehicimos podría justificarse diciendo que es

adecuado al periodo concreto que habíamosestudiado, a estos diez, quince, al máximoveinte últimos años, periodo en el que seproducen dos fenómenos que si bien no sonrealmente importante, son al menos, según miparecer, bastante interesantes.

Por una parte, hay un periodo caracterizadopor lo que podernos llamar la eficacia de laofensiva dispersa y discontinua. Pienso enmuchas cosas, en la extraña eficacia, porejemplo, cuando se ha tratado de obstaculizarel funcionamiento de la instituciónpsiquiátrica, de los discursos localizados dela anti-psiquiatría, discursos que sabéis noestaba y todavía no están ahora fundamentadospor una sistematización de conjunto quehubiese podido servir y serviría todavía dereferencia: pienso en la referenciaoriginaria al análisis existencial, o enaquellas actuales insertadas, grosso modo, enel marxismo, tales como la teoría de Reich.Pienso también en la extraña eficacia de lasconexiones que se han rebelado contra la moraly la jerarquía tradicional, conexiones que sereferían solo de un modo vago y distante aReich o a Marcuse. Pienso en la eficacia delas conexiones contra el aparato judicial ypenal, alguna de las cuales conectaba desde

muy lejos con esta noción general y por otraparte bastante problemática de justicia declase; otras se referían de modo apenasprecisado a una temática anárquica. Piensoademás en la eficacia de un libro como el Anti-Edipo, que no se refería prácticamente a ningunaotra cosa más que a su misma prodigiosainventiva teórica; libro, o mejor, cosa,suceso que ha logrado enronquecer en supráctica más cotidiana el mismo ininterrumpidomurmullo que hace mucho ha pasado del diván ala poltrona.

Ahora bien, diré que desde hace diez o quinceaños emerge la proliferante critica de lascosas, las instituciones; las prácticas y losdiscursos: una especie de enfriamiento generalde los cimientos, especialmente los másfamiliares, los más sólidos y los más cercanosa nosotros, a nuestro cuerpo, a nuestrosgestos cotidianos. Pero junto a esteenfriamiento y a esta asombrosa eficacia de lacritica discontinua, concreta y local, sedescubre en realidad algo que no estabaprevisto al principio y que podría llamarse elefecto inhibitorio propio de las teoríastotalitarias, globales. No digo que estas teoríasglobales no hayan procurado ni procurentodavía, de manera bastante constante,

instrumentos utilizables localmente: elmarxismo y el psicoanálisis están ahí paraconfirmarlo. Pero pienso que no habríanprocurado tales instrumentos más que acondición de que la unidad teórica deldiscurso quedase como en suspenso, cercenada,hecha pedazos, trastocada, ridiculizada,teatralizada... En cualquier caso, todarenovación en términos de totalidad, hatenido, en la practica, un efecto de freno.

Así pues, primer punto, primera característicade estas cosas que han sucedido desde hace unaquincena de años: carácter local de la critica,que no quiere decir, pienso, empirismo obtuso,ingenuo o primitivo, ni eclecticismo equivoco,oportunismo, permeabilidad a cualquier empresateórica; ni tampoco quiere decir ascetismovoluntario que se reduciría a la mayor pobrezaposible. Creo que este carácter esencialmentelocal de la crítica indica, en realidad, algoque seria una especie de producción teóricaautónoma, no centralizada, que no necesita,para afirmar su propia validez, delbeneplácito de un sistema de normas comunes.

Segunda característica de esto que vienesucediendo desde hace algún tiempo: estacritica local se ha realizado, me parece, a

través de lo que podríamos llamar los«retornos del saber». Por retornos del saberquiero decir estos en este año apenastranscurrido se ha encontrado con frecuencia,al menos a un nivel superficial, toda unatemática del tipo: no el saber sino la vida,no el conocimiento sino la realidad, no loslibros sino el dinero, etc. Pero, me pareceque en elfondo de esta temática, a través deella, hemos visto producirse lo que podríallamarse la insurrección de los saberes sometidos.

Y por saberes sometidos entiendo dos cosas:por una parte, quiero designar los contenidoshistóricos que han estado sepultados,enmascarados en el interior de coherenciasfuncionales o en sistematizaciones formales.Concretamente, no es realmente una semiologíade la vida manicomio, ni tampoco unasociología de la delincuencia quienes hanpermitido hacer una critica efectiva delmanicomio y de la prisión, sino directamentela aparición de determinados contenidoshistóricos; y esto simplemente porque solo loscontenidos históricos permitieron encontrar denuevo la ruptura de los enfrentamientos y dela lucha que los amaños funcionales y lasorganizaciones sistemáticas tienen por objetoocultar. Ahora bien, los saberes sometidos son

estos bloques de saberes históricos queestaban presentes y soterrados en el interiorde los conjuntos funcionales y sistemáticos, yque la critica ha hecho reaparecer,evidentemente a través del instrumento de laerudición.

En segundo lugar, por saberes sometidos,pienso que debe entenderse también otra cosay, en cierto sentido, una cosa diferente: todauna serie de saberes calificados comoincompetentes, o, insuficientementeelaborados: saberes ingenuos, inferioresjerárquicamente al nivel del conocimiento o dela cientificidad exigida. Y a través de lareaparición de estos saberes bajos, de estossaberes no cualificados, sin rodeos,descalificados (del psiquiatrizado, delenfermo, del medico) —el saber paralelo ymarginal respecto al de la medicina—, saberesque llamaré de la gente, que no hanconstituido un saber común, un buen sentido,sino por el contrario un saber especifico,local, regional, un saber diferencial incapazde unanimidad, que debe su fuerza a la durezaque la opone a lo que le rodea; y es mediantela aparición de este saber, de estos sabereslocales de la gente, de estos saberesdescalificados como se ha operado la crítica.

Sin embargo, es una extraña paradoja quererponer juntos en la misma categoría de saberessometidos, por una parte los contenidos delconocimiento histórico meticuloso, erudito,exacto, y por otra esto saberes locales,singulares, estos saberes de la gente que sonsaberes sin sentido común y que fueronrelegados cuando no efectiva y explícitamentedados de lado. Pues bien, me parece que esteacoplamiento entre los saberes soterrados dela erudición y los descalificados por lajerarquía del conocimiento y de la ciencia seha verificado realmente y es Lo que ha dado sufuerza esencial a la critica efectuada en losdiscursos de estos últimos quince años.

En un caso como en otro, de hecho, tanto eneste saber de la erudición cómo en aquellosdescalificados, en estas dos formas de saberessometidos a soterrados, de qué se tratabarealmente? Se trataba del saber histórico de la lucha.Tanto en los sectores especializados de laerudición como en el saber descalificado de lagente se conservaba la memoria de losenfrentamientos memoria que desde entonceshasta hoy fue mantenida al margen.

Y se ha perfilado así lo que podría llamarseuna genealogía, a más bien investigacionesgenealógicas múltiples, redescubrimientoconjunto de la lucha y memoria directa de losenfrentamientos. Y esta genealogía, en tantoque acoplamiento del saber erudito y del saberde la gente, no solo ha sido posible, sino queademás pudo intentarse con una condición: quefuese eliminada la tiranía de los discursosglobalizantes con su jerarquía y con todos losprivilegios de la vanguardia teórica.

Llamamos genealogía al acoplamiento de losconocimientos eruditos y de las memoriaslocales que permite la constitución de unsaber histórico de la lucha y la utilizaciónde ese saber en las tácticas actuales. Detodas formas ésta será la definición provi-sional de la genealogía que he intentado hacercon vosotros en el curso de los últimos años.

En esta actividad, que puede llamarse puesgenealógica, veis que no se trata en realidadde oponer a la unidad abstracta de la teoríala multiplicidad concreta de los hechos.Tampoco se trata de descalificar ahora elelemento especulativo para oponerlo, bajo laforma de un cientismo banal, al rigor delconocimiento estabilizado. No es por

consiguiente un empirismo lo que atraviesa elproyecto genealógico, ni tampoco unpositivismo en el sentido vulgar del término.En realidad se trata de hacer entrar en juegolos saberes locales, discontinuos,descalificados, no legitimados, contra lainstancia teórica unitaria que pretende fil-trarlos, jerarquizarlos, ordenarlos en nombredel conocimiento verdadero y de los derechosde una ciencia que está detentada por unospocos. Las genealogías no son pues retornospositivistas a una forma de ciencia másmeticulosa o más exacta; las genealogías sonprecisamente anti-ciencias. No reivindico elderecho lírico a la ignorancia o al no-saber;no se trata de rechazar el saber y de poner enjuego y en ejercicio el prestigio de un cono-cimiento o de una experiencia inmediatatodavía no aprisionada en el saber. No setrata de esto, sino de la insurrección de lossaberes no tanto contra los contenidos, losmétodos y los conceptos, de una ciencia sino ysobre todo contra los efectos del sabercentralizador que ha sido legado a lasinstituciones y al funcionamiento de undiscurso científico organizado en el seno deuna sociedad como la nuestra. Y en el fondoimporta poco que esta institucionalización deldiscurso científico se incardine en una

Universidad o, de un modo más general, en unaparato pedagógico, o en una instituciónteórico-comercial como el psicoanálisis, o enun aparato político con todas sus referenciasdomo en el caso del marxismo; la genealogíadebe dirigir la lucha contra los efectos depoder de un discurso considerado científico.

De forma más precisa, diré que hace ahoramuchos años, probablemente más de un siglo,fueron muchos los que se preguntaron si elmarxismo era o no una ciencia. Se puede decirque igual pregunta fue hecha, y no deja deserlo, a propósito del psicoanálisis o,también, de la semiología de los textosliterarios. Pero a esta cuestión: ¿Es o nouna ciencia?, las genealogías, o losgenealogistas, responderían: Pues bien, loque aquí se rechaza es característico delmarxismo, del psicoanálisis, etc., es quetodos ellos son una ciencia. Más en detalle,diré que interesa más saber en qué medida algocomo el marxismo o ci psicoanálisis sonanálogos a una práctica científica en sufuncionamiento cotidiano, en sus reglas yconstrucción, en los conceptos utilizados; ytodavía antes de plantearse esta cuestión dela analogía formal y estructural del discursomarxista a psicoanalítico con un discurso

científico, ¿no seria preciso preguntarsesobre la ambición de poder que conlleva lapretensión de ser ciencia? ¿No seria lapregunta: ¿qué tipo de saberes queréis des-calificar en el momento en que decís: ¿estoes una ciencia? ¿Que sujetos hablantes,charlantes, qué sujetos de experiencia y desaber queréis «minorizar» cuando decís: «Hagoeste discurso, hago un discurso científico,soy un científico»? ¿Que vanguardia teórico-política queréis entronizar para demarcarla delas formas circundantes y discontinuas delsaber? Cuando os veo esforzaros enestablecer que el marxismo es una ciencia nopienso de hecho que estáis demostrando de unavez por todas que el marxismo tiene unaestructura racional y que, por consiguiente,sus proposiciones son el resultado de unproceso de verificación; para mí estáishacienda ante todo otra cosa, estáisatribuyendo, al discurso marxista y a todosaquellos que tienen estos discursos, losefectos de poder que el Occidente, al final dela Edad Media, ha asignado a la ciencia y hareservado a los que hacen un discursocientífico.

La genealogía seria, pues, oposición a losproyectos de una inscripción de los saberes en

la jerarquía del poder propia de la ciencia,una especie de tentativa para liberar a lossaberes históricos del sometimiento, esdecir, hacerlos capaces de oposición y delucha contra la coacción de un discursoteórico, unitario, formal y científico. Lareactivación de los saberes locales —menores,diría Deleuze— contra la jerarquizacióncientífica del conocimiento y sus efectosintrínsecos de poder: este es el proyecto deesta genealogía en desorden, fragmentaria.Para decirlo brevemente, la arqueología seriael método propio de los análisis de lasdiscursividades locales, y la genealogía latáctica que a partir de estas discursividadeslocales así descritas, pone en movimiento lossaberes que no emergían, liberados del someti-miento.

Esto para restituir el proyecto de conjunto.Todos estos fragmentos de investigaciones,todos estos discursos, superpuestos, y almismo tiempo en suspenso, se repiten conobstinación desde hace cuatro o cinco años, ypodrían ser considerados los elementos de estagenealogía, si bien no son los únicos que hancontribuido a hacerla en el transcurso de laúltima quincena de años.

Surge entonces un problema y una pregunta:¿Por qué no continuar con una teoría tanamable y verosímilmente tan poco verificablecomo la de la discontinuidad, por qué noapropiarse de algo en el campo de lapsiquiatría, de la teoría de la sexualidad,etc.? Ciertamente, se podría continuar, y encierta medida intentaría hacerlo si nohubiesen sucedido un determinado número decambios en la coyuntura. Quiero decir que,respecto a la situación que hemos conocidohace cinco, diez o incluso quince años, lascosas han cambiado mucho, la batalla ya nopresenta la misma fisonomía. ¿Continuamos enla misma relación de fuerzas que permitieronhacer valer, por así decirlo, en estado vivo yfuera de toda relación de sometimiento, estossaberes desenterrados? ¿Qué fuerza tienen ensi mismo? Y además, desde el momento en que seconstituyen los fragmentos de la genea1ogía, yse hacen valer o se ponen en circulación estaespecie de elementos del saber que hemosintentado desenterrar, ¿no corremos el riesgode ser re-codificados, colonizados nuevamente?De hecho, los discursos unitarios, después dehaber sido en un principio descalificados,luego ignorados cuando reaparecieron,estuvieron al fin dispuestos para seranexionados, para ser retomados en sus propios

discursos y en sus efectos de saber y poder.Si queremos proteger estos fragmentosliberados, no nos expongamos a construir lomismo con nuestras propias manos, un discursounitario al que nos invitan, justo paratendernos una trampa, aquellos que dicen:«Todo esto está bien pero en qué dirección va,hacia qué unidad se dirige». La tentación,llegado un determinado momento, está en decir:pues bien, continuamos, acumulamos; despuésde todo no ha llegado aún el momento en quecorramos el riesgo de ser colonizados; sepodría pues lanzar la provocación «Rodearos deco1onizadores». Se podría, por ejemplo,decir: ¿Desde que ha comenzado la anti-psiquiatría o la genealogía de la instituciónpsiquiátrica —hace una buena quincena de años— ¿ha habido un solo marxista, un solopsicoanalista, un solo psiquiatra pararehacerla en sus propios términos y mostrarque las genealogías que habían sido hechas,eran falsas, mal elaboradas, mal articuladas,mal fundamentadas? En realidad, las cosas hansucedido de tal forma que estos fragmentos degenealogía, que se han producido, hanpermanecido rodeados de un silencio prudente.Al máximo, se le opusieron proposiciones comola que hemos escuchado recientemente de boca,

creo, del señor Juquin14: ¿Todo esto estámuy bien, queda, sin embargo, que lapsiquiatría soviética es la primera delmundo... Yo contestaría: cierto, tiene ustedrazón, la psiquiatría soviética es la primeradel mundo, y es justamente esto lo que se lereprocha.

El silencio, o mejor dicho, la prudencia conla que las teorías unitarias eluden lagenealogía de los saberes, seria una de lasrazones para continuar. Se podría en todocaso multiplicar de este modo los fragmentosgenealógicos a modo de otras tantas trampas,demandas, desafíos; pero después de todo esquizás demasiado optimista tratándose como setrata de una batalla la de los saberes contralos efectos de poder del discurso científico—considerar el silencio del adversario cornouna prueba de que le damos miedo. El silenciodel adversario es por lo menos un principiometodológico o táctico que es útil, pienso,tener en cuenta, aunque luego resulte que seaseñal de que no le producimos ningún miedo.De hecho, es necesario hacer como si, pre-cisamente, no le diésemos miedo, no setrataría entonces de proporcionar un terrenoteórico continuo y sólido a todas las

14 Diputado del partido comunista francés.

genealogías dispersas, ni de imponerles unaespecie de coronamiento teórico que lasunificaría, sino de precisar o de poner derelieve la apuesta que está en juego en estaoposición, en esta lucha, en esta insurrecciónde los saberes contra la institucionalizacióny los efectos de saber y poder del discursocientífico.

La apuesta de todas estas genealogías es:¿Qué es este poder cuya irrupción, cuyafuerza, cuyo mordiente y absurdo han aparecidoen estos últimos cuarenta años siguiendo lalínea, contemporáneamente, de la sacudida delnazismo y del retroceso del estalinismo? ¿Quées el poder, o mejor —por qué poner a puntolo que no quiero, es decir, la demanda teóricaculminación del conjunto—? ¿Cuáles son, ensus mecanismos, en sus efectos, en susrelaciones, estos dispositivos de poder quefuncionan, a distintos niveles de la sociedad,en sectores y con extensiones tan distintos?Pienso que la apuesta de todo ello puede serformulada esquemáticamente así: Puede elanálisis del poder o de los poderes de un modoo de otro deducirse de la economía? Quieroaclarar por qué planteo esta pregunta y en quésentido lo hago. No pretendo de hecho cancelarinnumerables, gigantescas diferencias, sino

que a pesar y a través de estas diferencias,me parece que existe un cierto punto comúnentre la concepción, digamos, jurídica,liberal del poder político —que se encuentraen los filósofos del siglo XVIII y la concepciónmarxista, o en todo caso, una ciertaconcepción que corrientemente se consideramarxista. Este punto común seria lo quellamaré el economicismo en la teoría delpoder. Con esto quiero decir que, en el casode la teoría jurídica clásica, el poder esconsiderado como un derecho, del que se esposeedor como de un bien, que en consecuenciapuede transferirse o alienarse, total oparcialmente, mediante un acto jurídico o unacto fundador de derecho que seria del ordende la cesión o del contrato. El poder es elpoder concreto que todo individuo detenta yque cede, parcial o totalmente, paracontribuir a la constitución de un poderpolítico, de una soberanía. En el interior deeste conjunto teórico al que me refiero, laconstitución del poder político se hacesiguiendo el modelo de una operación jurídicaque seria dcl orden del cambio contractual(analogía con consecuencias evidentes y querecorre toda esta teoría situada entre elpoder y los bienes, el poder y la riqueza).En el otro caso —me refiero a la concepción

marxista general del poder— esto no es enabsoluto evidente; pero en ella hay algodistinto que podría denominarse lafuncionalidad económica del poder,funcionalidad económica en la medida en que elpoder tiene esencialmente el papel de manteneractualmente las relaciones de producción y unadominación de clase que favorece sudesarrollo, así como la modalidad especificade la apropiación de la fuerza productiva quelo hacen posible. El poder políticoencontraría, pues, que en la economía está surazón política, histórica de existencia. Engeneral, en el primer caso tendríamos un poderpolítico que encontraba en el proceso decambio, en la economía de la circulación debienes su modelo formal; en el segundo, elpoder político tendría en la economía su razónhistórica de ser y el principio de su formaconcreta y de su funcionamiento actual. Puesbien, el problema subyacente en lasinvestigaciones a las que me refiero puededescomponerse del modo siguiente: en primerlugar, ¿está siempre el poder en posiciónsecundaria respecto a la economía, estásiempre finalizado y funcionalizado por ella?¿Tiene esencialmente como razón de ser y comofin servir a la economía? ¿Está destinado ahacerla funcionar, a solidificar, mantener,

reproducir, las relaciones propias de dichaeconomía y esenciales para su funcionamiento?En segundo lugar: ¿Está el poder modeladosegún la mercancía, es alga que se posee, seadquiere, se cede por contrato o por fuerza,es algo que se aliena o se recupera, quecircula, que evita esta o aquella región? ¿Opor el contrario los instrumentos que senecesitan para analizarlo son distintos,aunque efectivamente las relaciones de poderestén profundamente imbricadas con y en lasrelaciones económicas y formen siempre unaespecie de haz con ellas? Y en este caso, laindisociabilidad de la economía y de lapolítica no seria del orden de lasubordinación funcional, ni del isomorfismoformal, sino de otro orden que tendría queindividualizarse convenientemente.

Para hacer un análisis del poder que no seaeconómico, ¿de qué disponemos actualmente?Creo que de muy poco. Disponemos en primerlugar de la afirmación de que la apropiación yel poder no se dan, no se cambian ni seretoman sino que se ejercitan, no existen másque en acto. Disponemos además de esta otraafirmación, que el poder no es principalmentemantenimiento ni reproducción de lasrelaciones económicas sino ante todo una

relación de fuerza. La pregunta consistiríapues ahora en saber: si el poder se ejerce,¿qué es este ejercicio?, ¿en qué consiste?,¿cuál es su funcionamiento? Hay una respuestainmediata que me parece proviene de muchosanálisis actuales: el poder es esencialmentela que reprime. El poder reprime lanaturaleza, los instintos, a una clase, a losindividuos. Aun cuando se encuentra en eldiscurso actual esta definición del poder, unay otra vez repetida, como el que reprime, noes el discurso contemporáneo quién la hainventado, ya la había dicho Hegel, y Freud, yMarcuse. En cualquier caso, ser órgano derepresión es en el vocabulario actual elcalificativo casi onírico del poder. ¿No debepues el análisis del poder ser en primer lugary esencialmente el análisis de los mecanismosde represión?

Antes, una segunda respuesta; si el poder esrealmente el despliegue de una relación defuerza, más que analizarlo en términos decesión, contrato, alienación, o, en términosfuncionales del mantenimiento de lasrelaciones de producción, ¿no debería seranalizado en términos de lucha, de enfrentamientos,de guerra? Se estaría así en oposición con laprimera hipótesis, según la cual la mecánica

del poder es esencialmente represión. Y podríaformularse una segunda hipótesis: el poder esla guerra, la guerra continuada con otrosmedios; se invertiría así la afirmación deClausewitz, diciendo que la política es laguerra continuada con otros medios. Estoquiere decir tres cosas: en primer lugar, quelas relaciones de poder tal como funcionan enuna sociedad como la nuestra se haninstaurado, en esencia, bajo una determinadarelación de fuerza establecida en un momentodeterminado, históricamente localizable de laguerra. Y si es cierto que el poder políticohace cesar la guerra, hace reinar o intentahacer reinar una paz en la sociedad civil, noes para suspender los efectos de la guerra opara neutralizar el desequilibrio puesto demanifiesto en la batalla final; el poderpolítico, según esta hipótesis, tendría elpapel de reinscribir, perpetuamente, estarelación de fuerza mediante una especie deguerra silenciosa, de inscribirla en lasinstituciones, en las desigualdadeseconómicas, en el lenguaje, en fin, en loscuerpos de unos y otros. La política comoguerra continuada con otros medios seria eneste primer sentido un dar la vuelta alaforismo de Clausewitz; es decir, la políticaseria la corroboración y el mantenimiento del

desequilibrio de las fuerzas que se manifies-tan en la guerra. Pero la inversión de estafrase quiere decir también otra cosa: en elinterior de esta «paz civil», la luchapolítica, los enfrentamientos por el poder,con el poder, del poder, las modificaciones delas relaciones de fuerza, las acentuaciones enun sentido, los refuerzos, etc., todo esto enun sistema político no debe ser interpretadomás que como la continuación de la guerra, esdecir, debe ser descifrado como episodios,fragmentos, desplazamientos de la guerramisma. No se escribe sino la historia de estaguerra aun cuando se escribe la historia de lapaz y de sus instituciones. La vuelta dada alaforismo de Clausewitz quiere decir en fin unatercera cosa, que la decisión final no puedeprovenir más que de la guerra, de una pruebade fuerza en la que, por fin, las armas seránlos jueces. La última batalla seria el fin dela política, solo la última batallasuspendería, pues, indefinidamente elejercicio del poder como guerra continua.

A partir del momento en que uno intentaliberarse de los esquemas economicistas paraanalizar el poder, se encuentra frente a doshipótesis compactas: por una parte, losmecanismos del poder serian la represión,

hipótesis que por comodidad llamaré hipótesisde Reich, y por otra, la base de lasrelaciones de poder seria el enfrentamientobelicoso de la fuerza, hipótesis que llamarétambién por comodidad hipótesis de Nietzsche.

Estas dos hipótesis no son inconciliables yaque parecen concatenarse de un modo bastanteverosímil. En efecto, la represión podría serla consecuencia política de la guerra, un pococomo en la teoría clásica del derecho políticola opresión era el abuso de la soberanía en elorden jurídico.

Se pueden así contraponer dos grandes sistemasde análisis del poder: uno seria el viejosistema que se encuentra en los filósofos delsiglo XVIII, que se articula en torno al podercomo derecho originario que se cede,constitutivo de la soberanía, y al contrato entanto que matriz del poder político; estepoder así constituido se arriesgaría autilizar la opresión cuando sé sobrepase a símismo, es decir, cuando fuese más allí de loslimites del contrato. Poder-contrato, con laopresión como limite, o mejor, como superacióndel límite. El otro sistema busca por el con-trario analizar el poder político no según elesquema contrato-opresión, sino según el de

guerra-represión, y en este momento larepresión no es Va lo que era la opresiónrespecto al contrato, un abuso, sino por elcontrario el simple efecto y la simplecontinuación de una relación de dominación. Larepresión no seria más que la puesta enpráctica, en el seno de esta pseudo-paz, deuna relación perpetua de fuerza.

Así pues, dos esquemas de análisis del poder.El esquema concreto-opresión, que es de tipojurídico, y el esquema dominación-represión oguerra-represión, en el que la oposiciónpertinente no es la de legitimo e ilegitimo,como en el esquema anterior, sino la de luchay sumisión. Este claro que la que he hecho enel curso del año pasado se inscribe en elesquema lucha-represión, que ahora me hesentido estimulado a reconsiderar va seaporque, respecto a una serie de puntos, estátodavía insuficientemente elaborado, ya seaporque creo que estas dos nociones derepresión y de guerra deben serreconsideradas, modificadas incluso, en últimotérmino abandonadas. En cualquier caso piensoque deben ser mejor analizadas.

Siempre he estado en desacuerdo, en concretoen lo que se refiere a esta noción de

represión. Respecto a las genealogías de lasque he hablado, la historia del derecho penal,del poder psiquiátrico, del control de lasexualidad infantil, etc., he intentadomostraros como Los mecanismos que se ponían enfuncionamiento en esta formación dcl podereran algo diferente, y de cualquier modomucho más que represión. La necesidad deanalizarla mejor nace de la impresión quetengo de que esta noción, tan usadaactualmente para caracterizar los mecanismos ylos efectos del poder, es totalmenteinsuficiente para su análisis.

2. Foucault, M (1999). Obras esencialesVolumen III. Estética, ética y hermenéutica (Trad:

Angel Gabilondo). Barcelona: Paidos.

Diálogo sobre el poder. Conversación y debateinformal con estudiantes de Los Angeles.Transcrita por Grant Kim a partir de unagrabación efectuada en Mayo de 1975 en laFounders room del Pomone College, enClaremont, y publicada en una revistadestinada al campus. Wade (S) (comp.) ChezFoucault, Los Angeles, Circabook, 1978, págs,4-22.

Foucault. No intento encontrar tras eldiscurso lo que constituiría su fuente, y quesería el poder, como haría una descripción detipo fenomenológico o cualquier otro métodointerpretativo…En una descripciónfenomenológica, se intenta deducir deldiscurso aquello que afecta al sujetohablante, se intenta encontrar a partir deldiscurso cuáles son las intencionalidades delsujeto hablante –un pensamiento que se estáhaciendo- el tipo de análisis que llevo a cabono trata del problema del sujeto hablante,sino que examina las diferentes maneras en lasque el discurso desempeña un papel dentro deun sistema estratégico en el que el poder estáimplicado y gracias al cual funciona…El poderno es ni fuente ni origen del discurso. Elpoder es algo que opera a través del discurso,puesto que el discurso mismo es un elemento enun dispositivo estratégico de relaciones depoder (59).