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1 TRASAPAL: LA CONSIGNA DE LA HUELGA EN PUERTOLLANO 1 . Manuel Ortiz Heras (UCLM). “De la Dirección General de Policía, en Madrid, ha llegado a Puertollano esta orden de busca y captura del que escribió esa palabra “absurda, sospechosa, y razón para indagar”: que oculta a saboteadores del orden y la paz ciudadana. La palabra “Trasapal” es una consigna, entre los hombres del trabajo, para incitar y sublevar. Es necesario averiguar qué es lo que dice esa palabra, quién la escribió, cuándo apareció en Mina Asdrúbal y quiénes pueden estar implicados en ella. Averígüese con todo celo sin escatimar medios de averiguación” 2 . Parecen suficientemente demostradas las dos afirmaciones siguientes: primero, que las huelgas de 1962 marcaron el final de los sindicatos verticales falangistas y el nacimiento de un nuevo movimiento obrero antifranquista 3 . Segundo, que pocos hasta ahora han hecho 1 Publicado en Rubén Vega García (coordinador), El camino que marcaba Asturias. Las huelgas de 1962 en España y su repercusión internacional, Gijón, TREA, 2002, Págs. 337-349. 2 Pedro Muñoz y Fernández, Joel con la huelga, Ciudad Real, Autor-Editor, 1980. P. 124. Se trata de una curiosa “historia novelada” de dicha huelga a cargo del que fue cura párroco de El Poblado, barriada de los obreros de ENCASO. “Trasapal” significa: trabajadores, Sociedad Anónima, Partido Anarquista libertario. La novela ofrece una visión aproximada a la realidad aunque destaca el protagonismo ejercido en el conflicto por la postura social de la iglesia representada por miembros de la HOAC. “Ya se empiezan a resquebrajar los palos del andamiaje “nacionalcatolicismo”... Numerosos obreros empiezan a formarse en la HOAC. Hay las primeras huelgas en Cataluña y el país vasco; Franco las llamó “delito y crimen””. P. 130. 3 La bibliografía sobre el sindicato vertical y la oposición es cada vez más extensa. Véase, en todo caso, el estupendo trabajo coordinado por D. Ruiz, Historia de Comisiones Obreras (1958-1988), Madrid, Siglo XXI, 1993. Más concretamente, R. Sánchez y Mª.E. Nicolás Marín, “Sindicalismo vertical franquista: la institucionalización de una antinomia (1939-1977)”, pp. 1-46. Para el caso de las huelgas ver A. Soto Carmona, Huelgas en el franquismo: causas laborales-consecuencias políticas”, en Historia Social, núm. 30 (1998), pp. 39-62. Rubén Vega García (coord..), Las huelgas de 1962 en Asturias, Gijón, Ediciones Trea, 2002. Preston afirma que la importancia de las huelgas viene dada por el hecho de que fueron paralizadas no por la fuerza de la represión sino por el aumento salarial que se reivindicaba. “Las huelgas tuvieron una motivación más económica que política. En el contexto de expansión económica que siguió a la dura austeridad del plan de estabilización impuesto entre 1959 y 1961, los trabajadores estaban decididos a conseguir mejoras salariales. La victoria demostró que las empresas del Estado y los industriales del sector privado estaban dispuestos a pagar un precio si ello evitaba la interrupción de la valiosa producción. Franco no veía las cosas de esa forma, sino que sencillamente atribuía la inquietud laboral a los agitadores del exterior. Se enfureció a causa de las muchas declaraciones de solidaridad que los huelguistas recibieron de Francia, Italia, Alemania y Gran Bretaña,

TRASAPAL, Las huelgas de 1962 en Puertollano

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TRASAPAL: LA CONSIGNA DE LA HUELGA EN PUERTOLLANO1.

Manuel Ortiz Heras (UCLM).

“De la Dirección General de Policía, en Madrid, ha llegado a Puertollano esta orden de busca y captura del que escribió esa palabra “absurda, sospechosa, y razón para indagar”: que oculta a saboteadores del orden y la paz ciudadana. La palabra “Trasapal” es una consigna, entre los hombres del trabajo, para incitar y sublevar. Es necesario averiguar qué es lo que dice esa palabra, quién la escribió, cuándo apareció en Mina Asdrúbal y quiénes pueden estar implicados en ella. Averígüese con todo celo sin escatimar medios de averiguación”2.

Parecen suficientemente demostradas las dos afirmaciones

siguientes: primero, que las huelgas de 1962 marcaron el final de los

sindicatos verticales falangistas y el nacimiento de un nuevo movimiento

obrero antifranquista3. Segundo, que pocos hasta ahora han hecho

1 Publicado en Rubén Vega García (coordinador), El camino que marcaba Asturias. Las huelgas de 1962 en España y su repercusión internacional, Gijón, TREA, 2002, Págs. 337-349. 2 Pedro Muñoz y Fernández, Joel con la huelga, Ciudad Real, Autor-Editor, 1980. P. 124. Se trata de una curiosa “historia novelada” de dicha huelga a cargo del que fue cura párroco de El Poblado, barriada de los obreros de ENCASO. “Trasapal” significa: trabajadores, Sociedad Anónima, Partido Anarquista libertario. La novela ofrece una visión aproximada a la realidad aunque destaca el protagonismo ejercido en el conflicto por la postura social de la iglesia representada por miembros de la HOAC. “Ya se empiezan a resquebrajar los palos del andamiaje “nacionalcatolicismo”... Numerosos obreros empiezan a formarse en la HOAC. Hay las primeras huelgas en Cataluña y el país vasco; Franco las llamó “delito y crimen””. P. 130. 3 La bibliografía sobre el sindicato vertical y la oposición es cada vez más extensa. Véase, en todo caso, el estupendo trabajo coordinado por D. Ruiz, Historia de Comisiones Obreras (1958-1988), Madrid, Siglo XXI, 1993. Más concretamente, R. Sánchez y Mª.E. Nicolás Marín, “Sindicalismo vertical franquista: la institucionalización de una antinomia (1939-1977)”, pp. 1-46. Para el caso de las huelgas ver A. Soto Carmona, Huelgas en el franquismo: causas laborales-consecuencias políticas”, en Historia Social, núm. 30 (1998), pp. 39-62. Rubén Vega García (coord..), Las huelgas de 1962 en Asturias, Gijón, Ediciones Trea, 2002. Preston afirma que la importancia de las huelgas viene dada por el hecho de que fueron paralizadas no por la fuerza de la represión sino por el aumento salarial que se reivindicaba. “Las huelgas tuvieron una motivación más económica que política. En el contexto de expansión económica que siguió a la dura austeridad del plan de estabilización impuesto entre 1959 y 1961, los trabajadores estaban decididos a conseguir mejoras salariales. La victoria demostró que las empresas del Estado y los industriales del sector privado estaban dispuestos a pagar un precio si ello evitaba la interrupción de la valiosa producción. Franco no veía las cosas de esa forma, sino que sencillamente atribuía la inquietud laboral a los agitadores del exterior. Se enfureció a causa de las muchas declaraciones de solidaridad que los huelguistas recibieron de Francia, Italia, Alemania y Gran Bretaña,

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mención al seguimiento que dicho movimiento tuvo en Puertollano hasta

el punto de que todavía hoy parece querer negársele su trascendencia4.

Ciertamente, como se recoge en la inmensa mayoría de publicaciones

sobre el tema, las más importantes movilizaciones empezaron en

Asturias y País Vasco para propagarse luego a Cataluña y Madrid, pero

no se nos puede escapar la magnitud de los incidentes en el pueblo

manchego que venía arrastrando desde la inmediata posguerra un largo

proceso de deterioro5. Contrasta lógicamente la euforia conmemorativa

del presente con las dificultades endémicas de la larga posguerra. Las

y se sintió perplejo porque muchos sacerdotes habían expresado su apoyo a los trabajadores, especialmente en el País Vasco... Tanto a nivel privado como público, volvió a las explicaciones en las categorías de la Guerra Civil del “enemigo” y los agitadores extranjeros comunistas y masones”. P. Preston, Franco, Barcelona, Grijalbo, 1996. P. 870. No parece, sin embargo, que tengamos que pensar sólo en las subidas salariales como móvil de la paralización del conflicto. Por ejemplo, García Piñero dice que la huelga encalló por “la menor receptividad de la población, la manipulación informativa, la indiferencia de otros colectivos laborales, la indecisión de las organizaciones clandestinas, el escaso eco nacional e internacional y las propias vacilaciones de los mineros, acentuadas por el extremado rigor represivo”. Ramón García Piñero, “La huelga del silencio. Hojas del calendario”, pp. 63-91, en Rubén Vega, Ob. cit., p. 91. 4 Véanse los especiales que la prensa de Ciudad Real (Lanza y La Tribuna) ha dedicado a los cincuenta años de existencia de la empresa Nacional Calvo Sotelo (ENCASO) en Puertollano. Apenas se menciona la situación de los mineros y los problemas sociales. En todo caso, parece indudable el tono laudatorio que rodea a lo que fue la creación del Complejo Industrial de Puertollano. La única referencia que recoge La Tribuna a propósito del tema que nos ocupa dice así: “Los despidos que este cierre originó tuvieron una repercusión social importante... Los trabajadores participaron en una huelga general en 1962 que fue convocada para presionar a la empresa con el fin de conseguir mejoras salariales que se lograron a partir de 1963”. 5 El jefe local de FET de Puertollano se dirigía a la Delegación Nacional de provincias y a la comisaría General de Abastecimientos en mayo de 1941 en estos términos: “lleva esta cuenca minera seis días sin pan –suministro economato insuficiente abastecer necesidades obreras- baja producción 30% consecuencia alimentación sacanse (sic) minas obreros accidentados por agotamiento energías –imposible trabajar más de cuatro horas diarias por este motivo suponiendo grave quebranto economía nacional correspondiente suministro harina –faltan artículos primera necesidad al alcance obrero con arreglo salarios existentes sobre todo pan –situación grave dándose bastantes casos de robos pillaje etc.” AGA/PRES/SGM/DNP, caja 52. Referencia de Damián Alberto González Madrid, La Falange manchega se nos hunde. Política y sociedad en Ciudad Real durante la etapa “azul” del primer franquismo (1939-1945), trabajo de investigación leído en la Facultad de Letras de Ciudad Real en julio de 2001 (en prensa en Biblioteca de Autores Manchegos). Para las huelgas de 1962 ver AGA (Fondo Gobernación) 21.00, 22.02 y 1.04.

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propias fuentes oficiales hacían mención al desequilibrio notable entre

los esfuerzos del régimen a favor de sus proyectos industriales y la

escasa o nula atención con las necesidades sociales de una población

castigada por la derrota. En 1968 el Consejo Económico Sindical

Provincial se preguntaba, después de reconocer la generosidad y el

esfuerzo de Franco a favor de la puesta en marcha de ENCASO, “¿Qué le

ha ocurrido a la Ciudad como núcleo urbano y albergue de toda esa

masa humana de trabajadores que como factor de la producción

integran esa colosal empresa? Comparando una y otra se observa a

simple vista la total discordancia existente y la poca atención, salvo en

contadísimos casos, de que ha sido objeto el aspecto humano...”6.

A partir de marzo de 1939 la violencia física se cebó en el

municipio manifestándose de muy diferentes maneras: “mediante

ejecuciones masivas (más de un centenar es el balance de hombres y

mujeres asesinados hasta noviembre de 1944) y el encarcelamiento

(fueron detenidas más de seiscientas personas, entre las que se

encontraban prácticamente todos los dirigentes de los partidos y

sindicatos obreros). A los que sobrevivieron a esta terrible represión

sólo les quedaba la oposición de la guerrilla (hasta enero de 1947) y el

exilio”7. De calamitosa podríamos describir una situación en la que la

desnutrición fue muy frecuente y en la que el Ayuntamiento tuvo que

habilitar un “comedor de caridad” al que complementarían los de Auxilio

Social. Tampoco faltaron los presidiarios que formaban parte de los

batallones de trabajadores que redimían pena en las minas. A ello

habría que añadir, lógicamente, el desmantelamiento de todas las

organizaciones obreras y la imposición del sindicalismo vertical sobre

unos trabajadores “paralizados por el terror”.

6 Consejo Económico Sindical Provincial. Ciudad Real, 1968. P. 120. 7 Luis Fernando Ramírez Madrid, Historia de la minería en Puertollano, Ediciones Puertollano, 1994. P. 113.

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Un ejemplo de las dificultades del pueblo en la posguerra será el

abastecimiento de agua potable. El problema no entraría en vías de

solución hasta que el Estado concedió aguas del embalse de Montoro a

la Empresa Nacional Calvo Sotelo por Orden de 23 de febrero de 19468.

Se empezaban a ver con claridad las prioridades económicas del Estado

frente a las necesidades sociales de una población “hostil”. A pesar de

todo, las estadísticas recogen un aumento demográfico importante. Más

de la mitad de los habitantes nuevos habían nacido en pueblos de la

provincia, Córdoba, Jaén y Badajoz. Por otra parte, los emigrantes

poseían un nivel cultural muy bajo9.

En plena guerra mundial y en coherencia con los nuevos planes

económicos autárquicos se constituyó en Puertollano la Empresa

Nacional Calvo Sotelo (toda una premonición el nombre) en noviembre

de 1942, con la intención de producir combustibles líquidos y

lubricantes. Así lo recogía el Plan para la fabricación Nacional de

Combustibles Líquidos y Lubricantes e Industrias Conexas aprobado por

las cortes franquistas. Se trataba de un plan muy ambicioso diseñado

por Juan Antonio Suanzes, al frente del Ministerio de Industria y del INI,

que pretendía alcanzar una producción de 100.000 toneladas al año de

carburantes, lubricantes y parafinas, a través de la destilación de un

millón de toneladas de pizarra y 200.000 toneladas de carbón. A pesar

de la pésima calidad del carbón de esta cuenca, difícil de colocar en el

mercado como reconocía el propio presidente de la empresa, la

8 Consejo Económico Sindical Provincial (1968). P. 163. “...del abastecimiento domiciliario de agua potable y de instalaciones adecuadas para la evacuación de aguas residuales, es donde el problema de la vivienda presenta caracteres más agobiantes”. 9 María del Carmen Cañizares Ruiz, El proceso de urbanización de la ciudad de Puertollano, Ciudad Real, Biblioteca de Temas y Autores Manchegos, 2001. El Censo Oficial de Población de 1940 recoge para Puertollano 5.382 analfabetos para 24.676 habitantes, es decir, el 21,8%. Parece, en cualquier caso, un cifra baja si tenemos en cuenta que en el censo de 1950 se habla sólo de un 58% de población alfabeta, saben leer y escribir, (11.412 hombres y 9.069 mujeres, para 34.884 habitantes de hecho) y en el de 1960 de un 63%.

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existencia de piedra caliza en la zona y ciertos intereses militares

aconsejaban dicho proyecto10. ENCASO se distribuiría en cuatro

complejos: Puertollano, Puentes García Rodríguez, Levante y Ebro.

Hasta la inauguración de las obras, la explotación de las pizarras corrió

a cargo de la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya (SMMP) que,

a pesar de las dificultades de la Segunda Guerra Mundial, siguió

obteniendo beneficios y ocupando a unos trescientos trabajadores, como

se observa en el siguiente cuadro.

Cuadro 1. Indicadores Económicos de las Pizarras bituminosas en la cuenca minera de Puertollano (1941-1966)

Años PRODUCCIÓN (TM) VALOR (PTAS.) Números de obreros PRECIO (pts./Tm) 1941 73.399 1.158.348 112 16 1942 86.939 1.391.024 139 16 1943 96.083 1.537.328 193 16 1944 100.829 1.613.264 217 16 1945 101.170 1.618.720 392 16 1946 107.834 3.137.969 274 29.1 1947 68.831 3.335.550 183 48.4 1948 75.659 3.934.268 208 52 1949 74.498 3.873.896 213 52 1950 50.753 2.639.156 258 52 1951 53.126 2.762.552 373 52 1952 158.615 8.247.980 644 52 1953 192.154 11.529.240 531 60 1954 237.827 30.917.510 524 130 1955 494.479 74.171.850 696 150 1956 597.778 89.666.700 880 150 1957 739.917 110.988.000 977 150 1958 773.118 117.564.000 1.049 152 1959 844.825 146.555.000 1.132 173.4 1960 832.509 183.421.000 1.095 220,3 1961 856.434 169.207.000 1.056 197,5 1962 730.624 145.133.000 1.026 198,6 1963 811.423 195.554.000 1.056 241 1964 712.390 172.087.000 903 241,5 1965 630.238 182.985.000 825 290,3 1966 224.060 72.040.000 699 -

Fuente: María del Carmen Cañizares, Ob.Cit., p. 165.

10 “Las pizarras de Puertollano, a parte de poseer un porcentaje de aceites primarios sensiblemente elevado en comparación con otras cuencas medidas en plena actividad y beneficio, han puesto en evidencia una calidad de materia prima también excepcionalmente satisfactoria, apta, por consiguiente, para la obtención de toda la gama de productos hasta de las más altas características, como son los lubricantes de calidad y la gasolina de aviación” (Memoria del INI, 1944, p. 8.) Citado por María del Carmen Cañizares Ruiz, Ob.Cit. P. 163.

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También siguió creciendo la actividad minera de la huya tanto en

producción como en beneficios (en 1950 alcanzó el punto más alto con

168,6 pts./Tm.) así como en trabajadores. Según la Estadística Minera

de ese año había 4.639 obreros empleados. La mayoría de las

explotaciones, el 70%, dependían del capital extranjero de la SMMP.

Las instalaciones requerían también la puesta en marcha de un

poblado debido a la escasez de viviendas en la ciudad a comienzos de

los años cuarenta que se agudizó hasta las proximidades del año 1960

como se asegura en las ponencias y conclusiones del pleno del Consejo

Económico Sindical de Puertollano de 196811. De todas formas, la

construcción del poblado acarreó también algunos problemas. Mientras

que el desaforado aumento de la población activa en la década de los

cincuenta ocasionó que los inmigrantes tuvieran que construir sus

hogares por sus propios medios12 dando lugar a una verdadera

desordenación urbana del municipio13 y a problemas de salubridad que

11 Consejo Económico Sindical Provincial (1968). P. 161. “En 1955 el Ministerio establecía que la vivienda familiar tipo consta de 3 dormitorios, cocina, comedor y aseo (con la previsión de un 10% más en casos de familias numerosas)”. Este es un problema que tardó bastante tiempo en resolverse como se refleja en dichas ponencias. Es considerable la atención que se presta al tema con afirmaciones que van desde que la “ciudad es eminentemente industrial por su destino, pero sin embargo, rural por su edificación”, hasta que “nada menos que 2.350 viviendas de un total de 5.188 (45,29%) no reúnen las condiciones mínimas de habitabilidad exigibles (humedad y escasa ventilación son los problemas principales). El 24,39% se encuentran en estado ruinoso o son muy deficientes, siendo la abundancia de goteras por las malas techumbres, el principal factor determinante de la deficiencia”. Todavía más lacerantes son las afirmaciones que se vierten a propósito del alcantarillado: “donde el problema presenta cariz casi infrahumano, es el aspecto del alcantarillado, ya que sólo la mitad muy escasa de las viviendas visitadas dentro del casco urbano tienen servicio de alcantarillado para evacuación de aguas residuales... convirtiéndolas así (las calles) en auténticos arroyos de inmundicias y foco de constantes infecciones”. Ver el trabajo de investigación inédito de Felipe Arriaga Carmona, Teoría y práctica del urbanismo y la vivienda promovida por las empresas públicas en la España de la autarquía. El poblado de Puertollano, leído en la Facultad de Letras de Ciudad Real en noviembre de 2000. 12 Consejo Económico Sindical Provincial (1968), p. 120. 13 Ramírez Madrid, p. 131. En este punto señala que se ignoró la Ley del Suelo y se aprobó el Plan de Ordenación cuando ya no era necesario con lo que se dio pie a la comisión de verdaderos “desmanes urbanísticos” y “negocios fáciles”. Concretamente el Plan General se aprobó el día 5 de julio de 1969, después de la expansión de la

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se perpetuarán mucho tiempo después, en el mismo poblado se aplicó

un sistema jerárquico, el mismo de la propia empresa, “con viviendas

diferenciadas según la escala laboral de las personas que la habitaban.

Estas desigualdades tienen lugar, no sólo en el aspecto externo de los

edificios, sino también en la superficie útil que a cada categoría laboral

correspondía: las viviendas para obreros tenían menos de 60 metros

cuadrados; las de empleados, con antejardín, que podían llegar hasta

los 100 metros cuadrados; y las de ingenieros, que siendo

sensiblemente más espaciosas, estaban construidas en edificios aislados

y contaban con dependencias para el servicio”14. Pero además, “la

autonomía del poblado que cuenta con todos los servicios necesarios fue

la causante principal de la penuria de servicios de Puertollano, así como

del corte de relaciones sociales al quedar éstas condicionadas por el

emplazamiento de las viviendas y lugares de recreo y deportivas”15.

Aunque el trabajo del plomo en la zona arranca de fechas muy

lejanas, no es hasta 1873 cuando se descubren los primeros

yacimientos de carbón. Su extracción muy pronto pasaría a ser

controlada también por la SMMP. No sin abundantes conflictos

huelguísticos desde 189116 la producción de hulla creció, como ya

hemos descrito en otro trabajo17, hasta el año 1958 disminuyendo

después hasta el cierre definitivo en 1975. Asimismo, lo que propició el

incremento de la explotación de pizarra fue la política económica

ciudad. Además, las Ordenanzas de Edificación para el desarrollo de las normas del Plan fueron aprobadas el 29 de enero de 1970. 14 Memorias de ENCASO. Años 1943 a 1945. 15 Ramírez Madrid, Ob.Cit. p. 118. 16 José María Barreda Fontes, “Apuntes para la historia del movimiento obrero en Puertollano (1873-1936)” en Almud, núm., 2, Ciudad Real, 1980. 17 Manuel Ortiz Heras e Isidro Sánchez Sánchez, “Comisiones obreras en Castilla-La Mancha: Puertollano como un tolmo (1962-1978)”, en David Ruiz (dir.), Ob.cit. pp. 363-389. Manuel Ortiz Heras, “De los productores de la dictadura a los trabajadores conscientes de la democracia en Castilla-La Mancha”, en M. Ortiz, D. Ruiz e I. Sánchez (coord..), Movimientos Sociales y Estado en la España contemporánea, Cuenca, UCLM, 2001. P. 588.

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franquista al igual que fue el giro económico de la planificación y el

consiguiente desarrollo lo que aceleró el cierre definitivo de las minas en

1966 con el despido de 680 mineros materializados en 196818.

Cuadro 2. Indicadores económicos de la Hulla en la cuenca minera de Puertollano (1941-1973).

Años Prod. Tm. % Valor (ptas.) Obreros % Precio (Ptas./Tm.)

1941 663.785 8,71 28.051.639 3.921 8,3 42,46 1942 749.322 9,34 42.036.740 4.214 8,2 55,36 1943 777.251 9,21 43.919.469 3.952 7,4 56,51 1944 844.010 9,41 56.019.611 4.299 7,7 66,37 1945 836.438 9,08 60.959.042 4.290 7,1 72,88 1946 834.428 8,97 81.254.731 3.852 6,2 93,33 1947 816.899 8,88 81.284.676 4.287 7,1 99,5 1948 888.862 9,69 116.651.509 4.428 6,7 131,2 1949 896.728 9,54 128.378.041 4.593 6,7 143,16 1950 960.466 9,42 152.823.026 4.639 6,6 168,6 1951 921.044 9,25 162.426.109 4.513 6,4 176,35 1952 980.166 9,39 177.410.046 4.797 6,7 181 1953 1.000.803 9,58 181.145.343 4.859 6,7 181 1954 1.012.537 9,51 200.482.326 4.943 7,2 198 1955 1.020.995 9,75 214.408.950 5.058 7,3 210 1956 1.027.979 9,71 236435.170 4.839 6,7 230 1957 1.085.759 9,78 - 5.435 7,8 - 1958 1.136.946 10,04 - 5.470 7,8 - 1959 1.060.400 9,71 319.180.000 5.208 8,1 301,11 1960 1.062.110 9,42 355.077.000 4.900 7,9 334,34 1961 1.016.455 9,07 336.781.000 4.676 7,8 331,47 1962 787.269 7,83 268.711.000 4.191 7,2 341,43 1963 875.030 8,63 291.787.000 4.460 8 349,44 1964 824.725 8,66 293.280.000 4.030 7,6 355,92 1965 767.253 7,57 425.078.000 3.547 6,4 554,2 1966 709.678 7 413.628.000 3.301 7,1 538,39 1967 759.543 7,91 566.862.000 2.956 7 - 1968 668.836 7 500.289.000 2.789 7,1 - 1969 615.321 6,94 349.437.000 2.508 6,9 - 1970 514.387 6,47 245.753.000 2.279 6,7 - 1971 443.806 5,68 226.764.000 1.436 4,4 - 1972 379.006 4,7 205.973.000 1.087 3,7 - 1973 353.879 5,07 210.725.000 781 2,3 -

Fuente: Mª. Carmen Canizares, Ob.Cit., p. 178. (%= porcentaje sobre total nacional).

Afortunadamente para la zona, sobre esta infraestructura se

implantaría la refinería de petróleo y otras empresas auxiliares. ENCASO

18 Luis Fernando Ramírez Madrid, 1942-1992. 50 años de historia de la industria, Ayuntamiento de Puertollano, Puertollano, 1992. “cuando el desbloqueo internacional llegó a su fin y se liberalizó la economía, la factoría de la Empresa Nacional Calvo Sotelo de Puertollano dejó de tener el interés que había suscitado cuando se proyectó. Los resultados antieconómicos demostraron fehacientemente la inutilidad de mantener en funcionamiento la destilería, aunque su cierre no se estimó conveniente por cuestiones sociales y para evitar resquebrajar el prestigio del Régimen”. P. 55.

9

se completó con otras instalaciones formadas por una central térmica,

talleres generales y laboratorios además de las instalaciones eléctricas,

red viaria y canalización para el abastecimiento de aguas.

Los problemas laborales no se hicieron esperar a la finalización de

la construcción de ENCASO que coincidió con una grave crisis del carbón

a comienzos de la década de los años cincuenta. Los efectos se dejaron

notar primero en las pequeñas explotaciones. Según Ramírez Madrid19 la

primera de todas ellas en plantear la quiebra y quedar bajo

administración judicial fue la mina “San Francisco” que venía siendo

explotada por Explotaciones Mineras de León, S.A. De poco sirvió su

arriendo a otra empresa y la formación de una cooperativa de obreros

porque finalmente se paralizó en marzo de 1961. Efectivamente, con

respecto a la cuenca hullera de Puertollano la Organización Sindical

decía que “se encuentra en la actualidad afectada por una difícil

situación económica y que afecta (sic) a casi la totalidad de las

empresas que trabajan en la cuenca”, señalaba también que la vida de

las explotaciones era corta ya que las reservas apenas daban para

treinta y cinco millones de toneladas. Como veremos más tarde, el

argumento del agotamiento de las reservas fue fundamental para

empezar a plantear el cierre de las explotaciones pero no se basaba en

certezas sino más bien en engaños que el tiempo se ha encargado de

demostrar ya que todavía hoy se sigue extrayendo carbón en mayor

cantidad aunque con mucha menos mano de obra empleada. De las

once empresas en funcionamiento, continuaba la OS., apenas ocho

podían perdurar hasta ocho años. Además, ocho empresas tenían

deudas importantes (diez y siete millones de pesetas a principios del

mes de septiembre de 1961). En dos años se había producido la quiebra

19 Ramírez Madrid, Historia de la minería... Ob.Cit., p. 123.

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de cuatro empresas mineras. Como causas de la escasa rentabilidad

señalaban estas cuatro:

1. “explotación irracional por las condiciones del mercado, 2. sistema de explotación de escaso rendimiento, 3. excesivo número de obreros en el exterior, motivados por la

deficiencia de las instalaciones de superficie y por la obligación de mantener “silicosos de grado no indemnizable”.

4. los precios a que se venden los carbones de esta cuenca”20.

Antes, en julio de 1959 había sido la Sociedad Hullera San Esteban,

con 160 hombres en plantilla la que entró en quiebra y en enero del año

siguiente lo haría “La Pepita”, aunque la decisión aquí fue que los 170

obreros mantuvieran en funcionamiento la mina. Esta misma fórmula se

dio en “Batosa” y Comercial e Industrial “María Isabel” (78 y 86

trabajadores, respectivamente). En todos estos casos la cesión a los

mineros implicaba la subrogación en las obligaciones que la empresa

tuviera contraídas, lo cual representaba un tremendo obstáculo para el

futuro desenvolvimiento de la explotación al cargo de los obreros.

De poco servirían también las ayudas aportadas por el Ministerio de

Trabajo (600.000 pesetas para “San Esteban”), el mismo Ayuntamiento

(200.000 pesetas para “San Francisco”) o la Delegación Nacional de

Sindicatos (cuatro millones para afrontar los atrasos, subsidios y primas

que tenían pendiente de cobro los trabajadores), así como la Comisión

20 Consejo Económico Sindical de la Provincia de Ciudad Real. Perspectivas de desarrollo económico de la provincia de Ciudad Real (en los próximos cinco años). Marzo 1962. p. 85-86. p. 86 “trabajan en la cuenca unos 4.600 productores de los que han de quedar sin trabajo bastantes al disminuir los empleos por agotamiento de los campos de explotación y de las posibles mejoras que se hagan en la explotación tanto en el interior como en el exterior. En consecuencia se puede afirmar que en el año 1967 el número de puestos de trabajo en las minas de carbón de que se trata será aproximadamente de unos 3.000 lo que quiere decir que habrá 1.600 puestos de trabajo menos que en 31 de diciembre de 1961. Por lo tanto se considera que es conveniente el buscar soluciones para dar trabajo a los obreros que necesariamente han de quedar parados”. Antes ya habían señalado que “por agotamiento de filones, se cree que entre 1966-1967 habrá unos 1.600 puestos de trabajo menos que en la actualidad y que, aunque el número de parados no sea este por jubilación, fallecimiento, etc., lo cierto es que hay que contar con 1.600 puestos de trabajo menos que es posible que den unos 900 parados a partir de 1966”. P. 26.

11

General del Paro, el Ministerio de la Gobernación o la Comisión

Provincial de Servicios Técnicos de la Diputación Provincial que había

venido invirtiendo alrededor de tres millones de pesetas para aliviar el

problema del paro21.

A propósito de la posible modernización y expansión industrial

fuentes de la OS. aseguraban que “la posibilidad de mejorar la

rentabilidad de estas explotaciones, son muy escasas ya que en cuanto

a la explotación irracional que se realiza de las mismas poco se puede

hacer en este aspecto dadas sus condiciones actuales”. En todo caso,

“no se ven posibilidades racionales de mecanización en las minas de

Puertollano exceptuando naturalmente las de Peñarroya. No obstante y

dadas las reservas de las mismas dos o tres empresas podrían acaso

mecanizarse en pequeña escala”22. Todo ello a pesar de que a

comienzos de la década el aumento de la demanda había elevado el

precio del carbón generando una recuperación momentánea de algunas

compañías. Por otra parte, estos buenos indicios coincidieron con las

inundaciones de los años 61 y 62 que tan grave secuela dejarían en la

zona23.

La crisis de la minería finalmente se produjo en estos momentos,

además, por el desplazamiento progresivo del carbón por productos

derivados del petróleo que trajo consigo la disminución de la producción

aunque todavía no de los ingresos brutos de las empresas debido al

equiparamiento del precio del carbón de esta cuenca con los del resto 21 Manuel Ortiz Heras, “Dictadura franquista y Diputación (1939-1975)”, en Historia de la Diputación Provincial de Ciudad Real, Ciudad Real, BAM, 1999, pp. 247-296. 22 Organización Sindical, Pp. 90-91. 23 Ramírez Madrid señala que las minas “María Isabel”, “Aurora”, “Perseverancia”, “La Extranjera”, “Pepita” y “Calvo Sotelo” se vieron seriamente afectadas hasta el punto de impedir el incremento de la producción. Lanza se hace eco los días 24 y 28 de abril de las inundaciones: “Unas cuarenta y cinco casas se han visto afectadas, aunque con daños de poca importancia. En cambio, los perjuicios en las minas son muy grandes, ya que los trabajos de desagüe realizados en las minas después de la inundación del 30 de diciembre último han resultado estériles y nuevamente se encuentran anegadas”.

12

del país. No menos importante fue la decisión del Estado de excluir a

Puertollano del Plan de Protección del Sector del Carbón Nacional por

considerar que la empresa propietaria y explotadora era extranjera

(SMMP)24. Así, el gobierno aprobó en 1961 la instalación de la refinería

de petróleo aunque la adaptación del complejo tendría que esperar

hasta los años 1964 y 1965. Entraría en funcionamiento al año siguiente

junto a otras plantas petroquímicas como fueron Paular, Calatrava,

Alcudia y Montoro. En 1967 sólo quedaban siete pozos en producción y,

por primera vez en Puertollano, se producía la superación de empleados

en la industria con respecto a la minería.

En este difícil contexto se produjeron las huelgas del año 1962 que,

como hemos podido comprobar, tenían en Puertollano un semillero

particular de razones. Cuenta Pedro Ruiz que la huelga empezó el día 9

de mayo en la minería, tres días en el fondo de los pozos y luego en

bocamina, para ser seguida a continuación por ENCASO y más tarde por

los pequeños talleres del metal, fundición, carpintería, construcción y

comercio25. En marzo de 1962 la OSE decía que el complejo industrial

de Puertollano ocupa un total de 4.913 trabajadores (1.083 en minas y

el resto en fábrica). “Esta cifra ha venido disminuyendo en los últimos

años dado que la empresa viene realizando una política de reducción del

personal.” Por estas fechas en las minas de mercurio, Almadén, la

plantilla se componía de 2.424 empleados de los que 1.063 son obreros

del interior estando repartidos los restantes entre los demás servicios. 24 La empresa francesa transfirió a Peñarroya Española en 1968 las minas. A pesar de todo, y debido a que el Estado no subvencionaba en igual proporción que a la asturiana, creo HUCESA (Hullera del Centro S.A.) en 1969 para desvincular el patrimonio industrial del carbón. Esta nueva empresa presentó expediente de crisis en 1970 con la que se cerraron las minas escalonadamente hasta 1975. En 1972 se creo otra empresa nacional (ENCASUR) para explotar la cuenca a cielo abierto con el objetivo de alimentar de carbón la central térmica dirigida por Sevillana de Electricidad que había surgido también ese año. 25 Pedro Ruiz, “Bastiones de resistencia en Castilla-La Mancha (II): Puertollano y su comarca”, en M. Ortiz, D. Ruiz e I. Sánchez, España franquista. Causa General y actitudes sociales ante la dictadura, Albacete, UCLM, 1993.

13

Sin embargo, en esta otra cuenca no se han encontrado conflictos

significativos en estos años.

Antes de mayo del 62 los obreros habían protagonizado

actuaciones que nos hacen pensar en un nuevo clima en las relaciones

laborales de la dictadura franquista. Fundamentalmente se había tratado

de buscar indemnizaciones e incorporar al mayor número posible al

Subsidio de Paro. Desde los primeros 160 mineros de “San Francisco”

hasta los 126 que lo hicieron en 1967 se habían perdido unos 1.600

puestos de trabajo. Concretamente la OS. señalaba que en 1962 habían

estado acogidos al Seguro de Desempleo 2.535 productores de

Puertollano con motivo de las inundaciones sufridas durante el año

anterior26. Como conclusión, las minas de pizarra bituminosa se cerraron

en junio de 1966 dejando sin trabajo a 700 trabajadores27. No obstante,

aunque no vamos a seguir describiendo el proceso de reconversión

llevado a cabo en Puertollano, sí conviene recordar el dato de que

después de varios años y gestiones, el gobierno socialista, ya en

democracia lógicamente, en 1984 declaró a su favor como zona de

reserva definitiva la cuenca minera de Puertollano “dando la razón a

quienes habían rechazado las opiniones “interesadas” de aquellos que

afirmaron que los yacimientos estaban prácticamente agotados”28.

En cuanto al desarrollo de la huelga de mayo de 1962, parece ser

que ya el día 6 habían aparecido unas inscripciones de gran tamaño en

las que rezaba por título “Viva la huelga de Asturias”. Era toda una

declaración de intenciones para los cerca de doce mil obreros de la

26 Organización Sindical. Memoria del Gobierno Civil de Ciudad Real, 1962. 27 Concretamente la OS. Decía en su informe de 1967 que el empleo de personal continúa decreciendo y así frente a 4.460 puestos de trabajo en 1960, se ha pasado a 2.768 en 1967, es decir, una disminución absoluta de 1.692 puestos de trabajo, que representa un 38%. 28 Ramírez Madrid, Ob.Cit. p. 128. “Su mina “Emma”, explotada a cielo abierto, tiene una capacidad productiva superior al millón de toneladas al año y da empleo directo a unas 400 personas”.

14

cuenca manchega29. Todo comenzó en el pozo “Enrique” de la sociedad

Minero y Metalúrgica Calvo Sotelo. Luego se pasó a las minas de Solana

del Pino, ramo de la construcción de Puertollano y a todos los talleres de

la población, así como a la Factoría Calvo Sotelo y Central Térmica de

Peñarroya. En su día la OS. no pareció sentirse muy afectada por los

sucesos calificando el conflicto de origen laboral. En su informe anual

hablan de “anormalidades” producidas en el momento de aprobarse por

el Ministerio de Trabajo un convenio colectivo para la Empresa Nacional

Calvo Sotelo cuyo retraso de tramitación “perjudicó de un modo

evidente las relaciones entre la Empresa y los trabajadores”. A ello

habría que añadir el impacto de las inundaciones comentadas que

crearon un “sector de productores afectados, propicio a cualquier clase

de alteraciones”30.

La huelga se prolongó por espacio de diez días, con doce mil

huelguistas31, con seguimiento por parte de empleados municipales y

ferroviarios, además del comercio, lo que provocó un paro casi completo

de los servicios de un municipio de 55.911 habitantes más una

importante zona de influencia en los pueblos de alrededor que

dependían en buena parte del trabajo en las minas32. Las propias

29 España hoy, Ruedo Ibérico, París. P. 88. 30 OS. Memoria Gobierno Civil, 1962. No obstante, en el capítulo titulado “Alteraciones de orden social y público” de dicha memoria se llega a afirmar en una “referencia sucinta” que se puede calificar lo ocurrido “prácticamente como una huelga general”. Sobre esta fuente no podemos dar demasiado detalle. En realidad, en las dependencias de la actual Subdelegación del Gobierno todo ha sido difícil. Apenas nos han fotocopiado unos folios, sin numerar, de lo que parece ser parte de la memoria. Además, sólo hemos podido conseguirlo gracias a que teníamos referencias, a través de la organización provincial de CCOO de Ciudad Real, de su existencia. A pesar de nuestros ruegos para que se nos facilitara el preceptivo informe del propio gobernador no hemos tenido suerte. Parece mentira que todavía hoy dependamos del libérrimo criterio de nuestros “celosos funcionarios”. 31 REI, 21-5-1962. Según el Censo de población de 1960 la población activa ascendía a 15.606 trabajadores distribuidos así: 4,67% sector primario, 21,86% terciario y 73,38% secundario –minas, canteras, industrias fabriles, construcción...-.). 32 La población pasó de 27.055 habitantes en 1941 a 57.964 en 1964 en un proceso de crecimiento continuado. A partir de ese año se inicia una “hemorragia” demográfica que tiende a estancarse en 1973 con 53.510 habitantes.

15

fuentes oficiales hablan del “matiz político” que fueron adquirieron los

conflictos “por influencia de la situación laboral del resto de España en

aquellos momentos”. En el fondo de la mina se llegó a retener a

ingenieros y facultativos. En el exterior, los trabajadores de la Calvo

Sotelo hicieron lo propio frente a un “alarde de fuerza pública” que llegó

a congregar a 2.500 hombres entre guardia civil y policía armada33. Las

asambleas se sucedían y las detenciones de los miembros más

significativos de las comisiones negociadoras. Nadie recordaba una

huelga de estas características en la que destacaron desde el primer

momento las mujeres apoyando a los mineros y acusando de esquiroles

en los piquetes a aquellos que no seguían el paro. A pesar de la

oposición de la Guardia Civil consiguieron bajar comida al fondo del pozo

a los trabajadores, llegando incluso a conversar con mujeres de

guardias explicándoles que no había motivos personales en el

enfrentamiento. Las reivindicaciones eran muy parecidas a las del resto

de mineros del país. Se habla de 160 pesetas de salario mínimo y un

mes de vacaciones pagadas34. Luego se trataría la liberación de los

presos y la ampliación de los derechos sindicales, destacando la

posibilidad de elegir a sus verdaderos representantes y no a aquellos

impuestos desde el vertical (Calero, Calatrava y Joaquín Lozano,

delegado provincial de sindicatos, delegado comarcal y abogado de la

empresa, respectivamente). La OS. asegura que el día 12 entró en vigor

el convenio colectivo de la ENCASO y calcula las repercusiones 33 En la memoria del Gobierno Civil se utiliza la expresión “alarde de fuerza pública” después de mencionar los 60 guardias de distintos puntos de la comandancia que se utilizaron por primera vez en “sucesivas concentraciones de fuerzas” al mando del Teniente Coronel Primer Jefe, a las que siguieron luego cien guardias y una compañía de Policía Armada. 34 La empresa incumplía la propia legislación del régimen. Dos explosiones de gas habían costado la vida a 23 mineros y los riesgos eran grandes al trabajar a 300 metros bajo tierra. (AHPCE. Nacionalidades y regiones, Jacquet 239). En octubre de 1953 otra explosión había costado la vida a 11 mineros y otros 26 habían sufrido heridas de diversa consideración. Ese mismo mes pero de 1958 en el pozo Calvo Sotelo habían perecido 12 trabajadores. Ver Lanza 13-10-1953 y 20-10-1958.

16

económicas del “Conflicto laboral” entre quince y veinte millones de

pesetas de pérdidas. Parece ser que la empresa se negó a pagar el

sueldo a los mineros que se quedaron en el fondo de los pozos y

después a los detenidos, al menos, treinta y seis en un primer

momento. Los mineros de la Peñarroya pedían treinta y cinco pesetas

diarias de aumento de salario, además de lo que les correspondía por la

elevación del precio del carbón. La dirección de la empresa había

ofrecido treinta y dos pesetas. Se pretendía dividir a los trabajadores y

revalorizar los verticales porque según el propio Ministerio de

Información la huelga de Puertollano es “la más desagradable de

todas”35.

La prensa del momento, únicamente el falangista Lanza se

publicaba en Ciudad Real, apenas recoge la trascendencia de los sucesos

de tal manera que da la impresión que nada ha ocurrido. Tan sólo

podemos mencionar un editorial del día 14 de mayo en el que se

arremetía contra el derecho de huelga por ser un “procedimiento

anacrónico” y dos artículos del día 21 de mayo que hablan de

“Puertollano y su responsabilidad” a cargo de J. Gutiérrez Ortega y otro

de Cecilio López Pastor rememorando los diez años de la inauguración

por “el Caudillo” de las primeras instalaciones de “La Calvo Sotelo”. En

ambos casos se trataba de deslegitimar la huelga y toda la campaña

reivindicativa de los trabajadores. En el primero se afirmaba que la

“anormalidad laboral” (nunca se habla de huelga) de al menos la mitad

de los huelguistas no se hubiera podido producir sólo unos años antes

“por la sencilla razón de que las industrias en que hoy trabajan, no

existían”. Es decir, los trabajadores debían estar agradecidos al régimen

por sus esfuerzos industrializadores en el más caduco lenguaje

paternalista. Además, el columnista entendía la pérdida de poder

35 REI, 21-5-1962.

17

adquisitivo de los obreros y sus reivindicaciones salariales pero sólo por

los conductos legales, encarnada en este caso en los vetustos sindicatos

verticales controlados por las autoridades franquistas, ya que “la

normalidad laboral es principio básico para cualquier mejora”. Era, por

tanto, un tremendo error dejarse llevar por los “agitadores comunistas”,

por los “profesionales de la agitación y del desorden” que sólo querían

impedir que España siguiera siendo “un remanso de paz”. Parecen

comentarios sacados del manual franquista contra la oposición que

mejoran incluso las intervenciones del propio Franco. Además, los

obreros debían ser conscientes del poder del régimen, de su capacidad

represiva sólo atemperada voluntariamente y nunca fruto de una

hipotética debilidad. El recurso al miedo, otra vez, con expresiones como

“al Gobierno le sobran medios para evitarlo” ya que dispone de los

suficientes “elementos coactivos necesarios para acabar en una hora con

cualquier actuación subversiva”, se compaginaba con el permanente

recuerdo de la guerra civil ya que los españoles (los fieles al régimen se

entiende) “no estaban dispuestos, sino por el contrario a defender con

uñas y dientes, la paz y la tranquilidad ganada a costa de tanta

sangre”36.

En esta poco original batería de argumentos contra los huelguistas

que ocultaba la magnitud de los acontecimientos y, sobre todo, el

número de detenidos y despedidos, así como los esfuerzos gubernativos

por controlar la situación, no podía faltar el discurso triunfalista de los

logros llevados a cabo durante la dictadura a favor de los trabajadores

“a los que se guardan toda clase de atenciones de tipo social”.

Quedaban pues descalificadas las actuaciones de los huelguistas por no

reconocer la “preocupación por su bienestar”. En este capítulo habla el

periodista de la construcción de comedores, iglesias, teatros, cines, 36 Lanza, 14 de mayo de 1962. El título era “Nunca la lanza embotó la pluma”. Lanza, 21 de mayo de 1962, p. 3.

18

grupo escolar, campo de deportes, tres piscinas, campo de tenis, tres

residencias para empleados solteros, economato laboral y una clínica

dotada “con el más moderno material quirúrgico”. Datos contradictorios

con los manejados por la OS. que indica una mortalidad muy alta debido

al elevado número de enfermedades infecciosas siendo Puertollano el

único pueblo de la provincia de Ciudad Real donde se seguía dando la

poliomielitis, y donde el problema de la contaminación atmosférica había

crecido de manera notable. También hablan de la insuficiente capacidad

para el alumnado porque para un aforo de 674 plazas escolares había

847 niños37.

Nada más se dijo en el periódico de lo ocurrido en Puertollano.

Tampoco resulta muy sorprendente si tenemos en cuenta que, por

ejemplo, la Diputación Provincial, a pesar de la trascendencia del

conflicto y de la importancia económica del enclave industrial de

Puertollano, no adoptó una sola medida en relación con el tema. En todo

caso, cabe destacar el acuerdo adoptado en sesión celebrada el día 26

de mayo de 1962 por el que se concedió la Medalla de Oro de la 37 Además de lo ya expuesto más arriba, la propia OS. En el informe que venimos utilizando de 1967, señalaba: 1. Que en Puertollano, importante núcleo de población y primerísimo centro industrial, de 11.989 viviendas que lo componen, nada menos que 10.103 son de una sola planta. 2. Que 8.146 casas están construidas utilizando como material básico de construcción la tapia de tierra o de carbonilla, sistema constructivo ya en desuso desde hace muchos años fuera de los ambientes rurales y que demuestra la antigüedad de estas casas. 3. Que un total de 1.690 casas carecen de abastecimiento domiciliario de agua potable y que 6.062 de estas casas, carecen de servicio de evacuación de aguas residuales, equivalente a 50.56 % del total de las existentes en la población. 4. Que existen 1.791 viviendas con un solo dormitorio y que el límite mínimo exigido por la Ordenanza 14 de las Ordenanzas Técnicas y Normas constructivas para viviendas de renta limitada, a efectos de calificar una vivienda como capaz sólo lo alcanzan 1.142 del total de viviendas. 5. Que el 82,80 por 100 de las viviendas son insalubres por su abundante humedad y escasa ventilación. 6. Que el 24,29 por 100 o se encuentran en un estado ruinoso o son muy deficientes, por la abundancia de goteras, mal estado de construcción en general, deficiente revoco de fachadas, etc. CONSECUENCIAS: que el problema es muy grave y como consecuencia exige un estudio debidamente planificado que tienda a solucionar el problema de una forma total y definitiva; de lo contrario, Puertollano nunca podrá tener aspecto de ciudad pulcra, decorosa y digna”. No parece pues que después de cinco lustros de régimen dictatorial se pudiera seguir creyendo sin más que la máxima del régimen fuera “el bienestar de los productores”.

19

Provincia a Camilo Alonso Vega, Ministro de Gobernación en ese

momento, “en consideración a los relevantes servicios prestados a la

Patria y como reconocimiento a su extraordinaria colaboración en

beneficio de los intereses provinciales”. Suponemos que se trata de la

extraordinaria represión de que fueron objeto los huelguistas38. Sí se

fueron recogiendo con cuentagotas noticias de lo ocurrido en otras

cuencas, fundamentalmente en Asturias, hasta que en agosto y

septiembre aparecieron sendas columnas a cargo de Manuel Alonso

García, “un obrero minero de Puertollano”, contra el derecho de huelga.

En el primero, el móvil es la justicia social franquista que no necesita y

deja fuera de la ley aquel viejo recurso “en nombre de la verdadera

justicia y bajo el noble imperativo de la mejor razón cristiana”. Después

de descalificar a países como Inglaterra por ser el país del mundo que

más huelgas sostenía y a su estado liberal por ser incapaz de acabar con

“ese estúpido derroche inútil de energías y riquezas”, defiende las leyes

españolas ya que garantizan en todo momento “el derecho del

trabajador” y su “protección social”. Llega incluso a negar el pasado al

preguntarse qué derecho tenían los huelguistas a “darnos lecciones de

justicia social” porque ¿de qué justicia social gozaban los trabajadores

españoles antes del Movimiento?39. Por último, en otra columna titulada

“Los conflictos laborales son una maniobra política del enemigo”, insistía

en que con la “violenta” reclamación de mejoras sociales y económicas

“se comete una grave falta moral, jurídica, económica y social” detrás

de la cual sólo pueden estar “contumaces del contubernio enemigo de

España”40. Eran las mismas consignas de siempre en boca,

supuestamente, de un trabajador “minero y en paro” que atacaba 38 El 19 de octubre del mismo año también se acordó felicitar al ciudarrealeño José Antonio García-Noblejas, “por su gallarda y patriótica actitud en el acto antiespañol celebrado recientemente en Ginebra”. Manuel Ortiz, Dictadura franquista y Diputación.. Ob.cit. 39 Lanza, 30 de agosto de 1962. 40 Lanza, 10 de septiembre de 1962.

20

furibundamente las actuaciones laborales emprendidas en toda España,

especialmente las de Asturias, que, aunque sin demasiado detalle y con

continuas tergiversaciones, había ido recogiendo este “libelo” a lo largo

de todas las movilizaciones.

La represión de los huelguistas corrió a cargo sobre todo de

efectivos de la Guardia Civil que desalojaron de los tajos a los obreros

así como de una especie de campamentos que habían improvisado a su

alrededor. Al cabo de unos días de tiras y aflojas entre guardias y

mineros, se dio la orden gubernativa de conducir a todos hasta el

pueblo, lo que originó una larga marcha con algunas detenciones y no

pocos despidos41. A pesar de las negativas públicas del régimen,

obsesionado por mantener “el principio de autoridad sin ninguna

claudicación”, se consiguieron subidas salariales y la readmisión de los

mineros42. Se hicieron colectas entre los compañeros y se recogieron

50.000 pesetas en concepto de ayuda de los sindicatos europeos. Las

repercusiones no se dejaron esperar. Mundo Obrero recoge noticias

destacando la participación de las mujeres y también se habla de paros

en las pasadas semanas con agitación muy intensa pese a las medidas

represivas. También se hizo eco de los sucesos la prensa europea43.

En el resto de la actual comunidad de Castilla-La Mancha poco

dieron de sí los conflictos de aquel año. No es de extrañar dado el 41 En agosto todavía había tres trabajadores de la Calvo Sotelo que seguían sin ser admitidos “alegando que han faltado durante un mes al trabajo sin causas justificadas”. (AHPCE. Nacionalidades y regiones. Jacquet 239). 42 En la Memoria del Gobierno Civil de 1962, curiosamente, se concluye el informe de lo sucedido quitando importancia y minusvalorando unos sucesos que a punto estuvieron de cambiar radicalmente el panorama social y político. “En todo el transcurso de la cuestión planteada, no se produjo el menor incidente y se mantuvo en su justa medida el principio de Autoridad, sin ninguna claudicación”. El Boletín Oficial del Estado de 23 y 24 de mayo de 1962 (núm. 1095/62) publicaba un acuerdo del Ministerio de Industria que en su artículo número seis decía: “Las empresas hulleras destinarán para mejora de las retribuciones de sus productores las siguientes cantidades por tonelada de hulla vendida, cualquiera que sea su clase, calidad y destino: Asturias, León, Palencia, Peñarroya, Belmez y Espiel 75 pesetas; Puertollano 60 pesetas”. 43 Mundo Obrero, núm. 10, de mayo de 1962 y núm. 14 de septiembre de 1963. Le Socialiste, núm. 22 de 17 de mayo y posteriores.

21

carácter eminentemente agrario de la zona. A pesar de todo, Villa de

Don Fadrique y Quintanar de la Orden en Toledo protagonizaron algunos

incidentes44. En el primer caso, pueblo de notable tradición conflictiva,

los patronos se reunieron para estudiar las reivindicaciones salariales

planteadas de 150 pesetas diarias. En Quintanar, además de octavillas

con llamadas a la huelga a los trabajadores agrícolas, se hablaba de

solidaridad con los mineros asturianos45.

La conflictividad de Puertollano no se agotó en estas huelgas a

pesar de los éxitos por las subidas de salarios y las constantes medidas

represivas gubernativas46. Junto al despido de mineros y la feroz

reconversión de las empresas fue creciendo la organización de los

obreros tanto a nivel sindical como político girando siempre alrededor

del Partido Comunista. El 25 de julio del 62 se crea el Comité Comarcal

del PCE y dos meses después, el 15 de septiembre, se creo el Comité

Comarcal de la Unión de Juventudes Comunistas de España. También se

iniciaron los contactos con la Coordinadora estatal de CC.OO hasta

fundar después la Dirección Comarcal de Puertollano. El año 1964 volvió

a ser conflictivo con especial atención a los pozos de ENCASO “La

Rampa” o “Calvo Sotelo” así como en la Peñarrolla con “Argüelles”,

“Norte” o “Elorza” llegándose a una huelga de una semana de duración

en abril. Más tarde, en los años setenta, con motivo del cierre de la

planta de Paular también se provocaron gran número de movilizaciones

en la ciudad. Era ya otro contexto inmerso fundamentalmente en la

crisis energética del año 197347.

44 Manuel Ortiz Heras e Isidro Sánchez Sánchez, “Aproximación a las Comisiones campesinas en Castilla-La Mancha (1939-1988)”, en Manuel Ortiz y Ángel Luis López, Entre surcos y arados, Cuenca, UCLM, 2001, Pp. 211-235. 45 España hoy, Ruedo Ibérico, pp. 214-215. 46 El Boletín Oficial de la Provincia de Ciudad Real se hacía eco el viernes 22 de junio de 1962 del Decreto Ley 17/1962 de 8 de junio, por el que se suspendía, en todo el territorio nacional y por el plazo de dos años, el artículo 14 del Fuero de los Españoles. 47 Modesto Arias Fernández, La vida en Puertollano durante la transición democrática (1973-1983), Cuenca, Tesis doctoral UCLM,1997.