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La Santa Iglesia Catedral es el edificio religioso más importante de la diócesis de Zamora. Recibe el nombre de “catedral” por ser la iglesia del Obispo, donde se encuentra su cátedra o sede.
Fue construida en tiempos del obispo Esteban. Las obras se realizaron entre 1151 y 1174.
A pesar de las reformas, mutilaciones y añadidos la catedral románica zamorana sobresale por su impactante escalonamiento de volúmenes, especialmente, por la enorme torre campanario que se yergue junto al hastial del templo, en su parte norte y por su cimborrio.
Aunque todo el interior es digno de ser contemplado, seguramente la parte más destacable de la catedral es el cimborrio, que para muchos es de origen bizantino.
Este cimborrio muestra al exterior los vanos de iluminación rematados por frontones clasicistas y cuatro torrecillas en las esquinas. Tanto éstas como la cubierta gallonada se hallan cubiertas por "escamas" de piedra.
La torre del Salvador, de 45 m de altura, se construyó a lo largo del siglo XIII aunque el estilo es románico. En tiempos debió de estar almenada. Sirvió hasta el terremoto de Lisboa de 1755 como cárcel del Cabildo.
El retablo mayor, diseñado por Ventura Rodríguez, fue realizado con mármol, jaspes y bronce. El relieve central muestra la Transfiguración. A la izquierda la imagen de San Ildefonso y, a la derecha, San Atilano , patronos de la ciudad y de la diócesis, respectivamente.
Las rejas que cierran la capilla mayor y el coro forman uno de los conjuntos más extraordinarios de la rejería castellana.
La sillería del coro, situada en la nave central, fue realizada en madera de nogal
El claustro antiguo, de estilo románico, desapareció bajo un voraz incendio que tuvo lugar a las tres de la tarde de un domingo, víspera de San Juan Bautista del año de 1591. Para reponer el claustro antiguo se construyó el actual, cuyas obras terminaron a principios del siglo XVII.
El Museo tiene su acceso desde el claustro de la Catedral. Sin duda alguna el principal atractivo del Museo es la colección de tapices franco-flamencos de los siglos XV y XVI, compuesta por una veintena de piezas, tan importante como escasamente conocida.
La primera leyenda trata de que allí está representado un caudillo infiel que cercó la ciudad y que fue lapidado.
Otra versión dice que se trata del Apóstol Pedro, que tras las tres famosas negaciones de su maestro antes del canto del gallo, situado bajo la cabeza de piedra, pasó a formar parte del muro de la Catedral.
La primera leyenda trata de que allí está representado un caudillo infiel que cercó la ciudad y que fue lapidado.
Otra versión dice que se trata del Apóstol Pedro, que tras las tres famosas negaciones de su maestro antes del canto del gallo, situado bajo la cabeza de piedra, pasó a formar parte del muro de la Catedral.
La tercera versión apunta que podría tratarse del conquistador árabe Ben Alcama condenado por alguna de sus numerosas correrías.
Otra versión explica que esa cabeza es la del príncipe moro Ome-Ya-Ben-Moaviah, quien aprovechó la ausencia del rey Alfonso III para asediar Zamora en julio del año 901. Cuando el Rey se enteró, regresó inmediatamente para ocuparse de la defensa. Los musulmanes fueron derrotados, luego el rey mandó colgar sus cabezas en las almenas y fuertes de la ciudad, quedando la del príncipe en un espacio tan singular.
La tercera versión apunta que podría tratarse del conquistador árabe Ben Alcama condenado por alguna de sus numerosas correrías.
Otra versión explica que esa cabeza es la del príncipe moro Ome-Ya-Ben-Moaviah, quien aprovechó la ausencia del rey Alfonso III para asediar Zamora en julio del año 901. Cuando el Rey se enteró, regresó inmediatamente para ocuparse de la defensa. Los musulmanes fueron derrotados, luego el rey mandó colgar sus cabezas en las almenas y fuertes de la ciudad, quedando la del príncipe en un espacio tan singular.
Un ladrón entró a robar en la catedral y, cuando salía con los objetos sustraídos, el castigo divino cayó sobre él y su cabeza quedó convertida en piedra asomando por la ventana por la que iba a acceder al exterior, para escarmiento de otros posibles casos.
Veamos, con más detalle, esta leyenda protagonizada por D. Diego Alvarado.
Un ladrón entró a robar en la catedral y, cuando salía con los objetos sustraídos, el castigo divino cayó sobre él y su cabeza quedó convertida en piedra asomando por la ventana por la que iba a acceder al exterior, para escarmiento de otros posibles casos.
Veamos, con más detalle, esta leyenda protagonizada por D. Diego Alvarado.
No hay en toda Zamora mozo más galán, más apuesto y más bizarro que D. Diego de Alvarado. Es pobre como las ratas, jugador, galanteador y mujeriego. Su espada sale pronto de la vaina en las noches de ronda.
Los hombres le temen y las mujeres le aman.
Un día primaveral de mayo de 1173, paseaba D. Diego por el bosque de Valorio. Ve venir a dos mujeres ocultas por sus velos.
El mozo corre hacia ellas: una es joven, de quince o dieciséis años, doña Inés; la otra es doña Mencía.
La dueña se retira a un lado y deja a los enamorados que hablen.
Mucho habéis tardado, Doña Inés
Pero…¡ hay un obstáculo! Ya sabéis de la afición de mi padre al dinero: nunca me permitirá que me case con vos.
A medida que se iban adelantando las obras de la Catedral aumentaba la asiduidad de D. Diego en visitarlas. Como era hombre de atractiva simpatía, todos le recibían con muestras de amistad.Una tarde llegó a la obra un carro escoltado por la guardia episcopal. En su interior dos cajas: una mayor y otra más pequeña.
¿Qué traerá la carroza Real?
En la caja mayor, que era la del Rey Alfonso VII, se amontonaban las monedas de oro necesarias para terminar las obras.
En la caja más pequeña, las alhajas más ricas de Castilla . Eran un regalo de Doña Sancha para la nueva iglesia.
Don Diego, después de ver los tesoros, anduvo durante días por las orillas del río, solitario, maquinando planes para alzarse con el botín y así, conseguir a Doña Inés.
Doña Inés, al fin seremos felices; vuestro padre ya no me rechazará
Al fin se decidió, alquiló dos mulas negras y pidió un caballo tordo a un pariente con el pretexto de ir a un pueblo cercano.
No le fue difícil entenderse con dos escuderos rufianes que le dieron su ayuda.El amor le puso una venda en los ojos y no vio su honra perdida.
Aquella noche, en los alrededores de San Claudio de Olivares, medrosas se impacientaban las mulas. Los dos cómplices se escondían.
Ya es de noche. Tenemos que ir a la Catedral. Don Diego nos espera.
Don Diego se acercó sigilosamente al Claustro y logró violentar, con la destreza de un ladrón profesional, la puerta del tesoro.
Fue sacando uno por uno los saquitos de alhajas y doblones y dirigiéndose a la puerta los iba arrojando por aquel hueco que estaba abierto para dar luz a las obras
Cuando Don Diego dio la operación por terminada se asomó al hueco para saltar por él y… ¡entonces se obró el horrendo prodigio!
Las piedras se apretaron, se apretaron, hasta que le ciñeron el cuello. El cuerpo cayó a tierra y la cabeza quedó asomando en el hueco con un rictus horroroso de espanto.
El obispo Esteban dio orden de que se enterrara el cuerpo y la cabeza permaneciera allí unos días para lección y escarmiento.
La cabeza se fue endureciendo y petrificando hasta convertirse en un piedra más de la fachada.
Doña Inés se retiró a servir a Dios al Conventico pobre de las Clarisas.
¡ Mi vida rota para siempre! Tal vez aquí encuentre la paz que necesito.
“Si vienes a Zamora, cuéntale la triste historia de don Diego Alvarado a tus hijos; no dejes que se pierdan estas leyendas que engalanan la Historia.”
FUENTESMúsica y efectos de sonido:http://www.isladesentimientos.es/musica.htm
Imágeneshttp://es.wikipedia.org/wiki/Catedral_de_Zamorahttp://www.foro-ciudad.com/zamora/zamora/fotos/21997-cimborrio-catedral-de-zamora.htmlhttp://artechachi.blogspot.com.es/2010/08/sobre-la-catedral-de-zamora.htmlhttp://www.minube.com/fotos/rincon/61325/333770agrega.educacion.es http://practicarte.wordpress.com/2011/04/13/la-catedral-de-zamora/http://mariaspaces.bligoo.es/content/view/1330432/Zimborrio-de-la-Catedral-de-Zamora.htmlhttp://www.arteguias.com/romanico_zamora1.htmhttp://www.celtiberia.net/verlugar.asp?id=290
Bibliografía:Leyendas Zamoranas. Francisco Romero López. Zamora, 1964http://es.wikipedia.org/wiki/Catedral_de_Zamorahttp://catedraldezamora.wordpress.com/http://www.arteguias.com/romanico_zamora1.htmhttp://www.lafronteradelduero.com/Paginas/zamora_catedral.htmlhttp://www.zamoraweb.com/catedral.php
