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COMENTARIO BBLICO
DE
WILLIAM MacDONALD
Editorial CLIE
2 CORINTIOS
William MacDonald
Ttulo original en ingls: Believers Bible Commentary
Algunos de los materiales de esta obra fueron editados previamente por Harold Shaw
Publishers y Walterick Publishers, y han sido empleados con su permiso. No obstante, han
sido revisados, expandidos y editados considerablemente.
Publicado originalmente en dos tomos, Antiguo y Nuevo Testamento.
Traductores de la versin espaola del Antiguo Testamento:
Neria Dez, Donald Harris, Carlos Toms Knott, Jos Antonio Septin.
Editor y revisor de traducciones: Carlos Toms Knott.
Traductor de la versin espaola del Nuevo Testamento:
Santiago Escuain.
Copyright 2004 por CLIE para esta edicin completa en espaol.
Este comentario se basa en la traduccin Reina Valera, revisin de 1960.
Copyright 1960 Sociedades Bblicas Unidas.
Todas las citas bblicas, a menos que se indique lo contrario, estn tomadas de esta versin.
BAS indica que la cita es de la versin Biblia de las Amricas,
Copyright 1986 The Lockman Foundation.
Los esquemas y otros grficos son propiedad de William MacDonald.
Depsito Legal:
ISBN: 978-84-8267-410-0
Clasifquese:
98 HERMENUTICA:
Comentarios completos de toda la Biblia
C.T.C. 01-02-0098-04
Referencia: 22.45.73
Prefacio del autor
El propsito del Comentario Bblico de William MacDonald es darle al lector cristiano
medio un conocimiento bsico del mensaje de la Sagrada Biblia. Tambin tiene como
propsito estimular un amor y apetito por la Biblia de modo que el creyente desear
profundizar ms en sus tesoros inagotables. Confo en que los eruditos encuentren alimento
para sus almas, pero debern tener en consideracin y comprender que el libro no fue
escrito primariamente para ellos.
Todos los libros han sido complementados con introducciones, notas y bibliografas.
A excepcin de Salmos, Proverbios y Eclesiasts, la exposicin del Antiguo
Testamento se presenta principalmente de prrafo en prrafo en lugar de versculo por
versculo. Los comentarios sobre el texto son aumentados por aplicaciones prcticas de las
verdades espirituales, y por un estudio sobre tipos y figuras cuando es apropiado.
Los pasajes que sealan al Redentor venidero reciben trato especial y se comentan con
ms detalle. El trato de los libros de Salmos, Proverbios y Eclesiasts es versculo por
versculo, porque no se prestan a condensacin, o bien porque la mayora de los creyentes
desea estudiarlos con ms detalle.
Hemos intentado enfrentar los textos problemticos y cuando es posible dar
explicaciones alternativas. Muchos de estos pasajes ocasionan desesperacin en los
comentaristas, y debemos confesar que en tales textos todava vemos por espejo,
oscuramente.
Pero la misma Palabra de Dios, iluminada por el Espritu Santo de Dios, es ms
importante que cualquier comentario sobre ella. Sin ella no hay vida, crecimiento, santidad
ni servicio aceptable. Debemos leerla, estudiarla, memorizarla, meditar sobre ella y sobre
todo obedecerla. Como alguien bien ha dicho: La obediencia es el rgano del
conocimiento espiritual.
Willian McDonald
Introduccin del editor
No menospreciis los comentarios. ste fue el consejo de un profesor de la Biblia a
sus alumnos en Emmaus Bible School (Escuela Bblica Emas) en la dcada de los 50. Al
menos un alumno se ha acordado de estas palabras a lo largo de los aos posteriores. El
profesor era William MacDonald, autor del Comentario Bblico. El alumno era el editor de
la versin original del Comentario en ingls, Arthur Farstad, quien en aquel entonces estaba
en su primer ao de estudios. Slo haba ledo un comentario en su vida: En los Lugares
Celestiales (Efesios) por H. A. Ironside. Cuando era joven lea ese comentario cada noche
durante un verano, y as Farstad descubri qu es un comentario.
Qu es un comentario?
Qu es exactamente un comentario y por qu no debemos menospreciarlo? Un editor
cristiano hizo una lista de quince tipos de libros relacionados con la Biblia. No debera
extraar, entonces, si algunas personas no saben describir la diferencia entre un comentario,
una Biblia de estudio, una concordancia, un atlas, un interlineal y un diccionario bblico,
nombrando slo cinco categoras.
Aunque sea una perogrullada, un comentario comenta, es decir, hace un comentario que
ayuda a entender el texto, versculo por versculo o de prrafo en prrafo. Algunos
cristianos desprecian los comentarios y dicen: slo quiero leer la Biblia misma y escuchar
una predicacin. Suena a piadoso, pero no lo es. Un comentario meramente pone por
impreso la mejor (y ms difcil) clase de exposicin bblica: la enseanza y predicacin de
la Palabra de Dios versculo por versculo. Algunos comentarios (por ejemplo, los de
Ironside) son literalmente sermones impresos. Adems, las ms grandes exposiciones de la
Biblia de todas las edades y lenguas estn disponibles en forma de libro en ingls (tarea que
todava nos incumbe en castellano). Desafortunadamente, muchos son tan largos, tan
antiguos y difciles que el lector cristiano corriente se desanima y no saca mucho provecho.
Y sta es una de las razones de ser del Comentario Bblico de William MacDonald.
Tipos de comentarios
Tericamente, cualquier persona interesada en la Biblia podra escribir un comentario.
Por esta razn, hay toda una gama de comentarios desde lo muy liberal hasta lo muy
conservador, con todos los matices de pensamientos en el intermedio. El Comentario
Bblico de William MacDonald es un comentario muy conservador, que acepta la Biblia
como la Palabra de Dios inspirada e inerrante, y totalmente suficiente para la fe y la
prctica.
Un comentario podra ser muy tcnico (con detalles menudos de la sintaxis del griego y
hebreo), o tan sencillo como una resea. Este comentario est entre estos dos extremos.
Cuando hacen falta comentarios tcnicos, se hallan en las notas al final de cada libro. El
escritor comenta seriamente los detalles del texto sin evadir las partes difciles y las
aplicaciones convincentes. El hermano MacDonald escribe con una riqueza de exposicin.
La meta no es producir una clase de cristianos nominales con comprensin mnima y sin
mucho compromiso, sino ms bien discpulos.
Los comentarios tambin suelen distinguirse segn su escuela teolgica:
conservadora o liberal, protestante o catlico romano, premilenial o amilenial. Este
comentario es conservador, protestante y premilenial.
Cmo emplear este libro
Hay varias formas de acercarse al Comentario Bblico de William MacDonald.
Sugerimos el siguiente orden como provechoso:
Hojear: Si le gusta la Biblia o la ama, le gustar hojear este libro, leyendo un poco en
diferentes lugares y disfrutndolo as de forma rpida, apreciando el sentido general de la
obra.
Un Pasaje especfico: Puede que tengas una duda o pregunta acerca de un versculo o
prrafo, y que necesites ayuda sobre este punto. Bscalo en el lugar apropiado en el
contexto y seguramente hallars material bueno.
Una doctrina: Si estudia la creacin, el da de reposo, los pactos, las dispensaciones, o
el ngel de JEHOV, busque los pasajes que tratan estos temas. El ndice indica los ensayos
que hay sobre esta clase de tema. En el caso de algo que no aparezca en el ndice, use una
concordancia para localizar las palabras claves que le guiarn a los pasajes centrales que
tratan el punto en cuestin.
Un libro de la Biblia: Quiz en su congregacin estudian un libro del Antiguo
Testamento. Ser grandemente enriquecido en sus estudios (y tendr algo que contribuir si
hay oportunidad) si durante la semana antes de cada estudio lee la porcin correspondiente
en el comentario.
Toda la Biblia: Tarde o temprano cada cristiano debe leer toda la Biblia, comenzando
en el principio y continuando hasta el final, sin saltar pasajes. A lo largo de la lectura se
encontrarn textos difciles. Un comentario cuidadoso y conservador como ste puede ser
de mucha ayuda.
El estudio de la Biblia puede parecerle al principio como trigo molido, es decir:
nutritivo pero seco, pero si persevera y progresa, vendr a ser como tarta de chocolate!
El consejo del hermano MacDonald, dado hace tantos aos: no menospreciis los
comentarios, todava es vlido. Habiendo estudiado cuidadosamente sus comentarios
sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento, puedo decir lo siguiente: disfrtelo!.
Abreviaturas
Abreviaturas de libros de la Biblia
Libros del Antiguo Testamento
Gn. Gnesis
x. xodo
Lv. Levtico
Nm. Nmeros
Dt. Deuteronomio
Jos. Josu
Jue. Jueces
Rt. Rut
1 S. 1 Samuel
2 S. 2 Samuel
1 R. 1 Reyes
2 R. 2 Reyes
1 Cr. 1 Crnicas
2 Cr. 2 Crnicas
Esd. Esdras
Neh. Nehemas
Est. Ester
Job Job
Sal. Salmos
Pr. Proverbios
Ec. Eclesiasts
Cnt. Cantares
Is. Isaas
Jer. Jeremas
Lm. Lamentaciones
Ez. Ezequiel
Dn. Daniel
Os. Oseas
Jl. Joel
Am. Ams
Abd. Abdas
Jon. Jons
Mi. Miqueas
Nah. Nahm
Hab. Habacuc
Sof. Sofonas
Hag. Hageo
Zac. Zacaras
Mal. Malaquas
Libros del Nuevo Testamento
Mt. Mateo
Mr. Marcos
Lc. Lucas
Jn. Juan
Hch. Hechos
Ro. Romanos
1 Co. 1 Corintios
2 Co. 2 Corintios
G. Glatas
Ef. Efesios
Fil. Filipenses
Col. Colosenses
1 Ts. 1 Tesalonicenses
2 Ts. 2 Tesalonicenses
1 Ti. 1 Timoteo
2 Ti. 2 Timoteo
Tit. Tito
Flm. Filemn
He. Hebreos
Stg. Santiago
1 P. 1 Pedro
2 P. 2 Pedro
1 Jn. 1 Juan
2 Jn. 2 Juan
3 Jn. 3 Juan
Jud. Judas
Ap. Apocalipsis
Abreviaturas de versiones de la Biblia, traducciones y parfrasis
ASV American Standard Version
BAS Biblia de las Amricas
FWG Biblia Numrica de F. W. Grant
JBP Parfrasis de J. B. Phillips
JND New Translation de John Nelson Darby
KJV King James Version
KSW An Expanded Translation de Kenneth S. Wuest
LB Living Bible (parfrasis de la Biblia, que existe en castellano como
La Biblia al Da)
NASB New American Standard Bible
NEB New English Bible
NIV New International Version
NKJV New King James Version
R.V. Revised Version (Inglaterra)
RSV Revised Standard Version
RV Reina-Valera, revisin de 1909
RVR Reina-Valera, revisin de 1960
RVR77 Reina-Valera, revisin de 1977
V.M. Versin Moderna de H. B. Pratt
Otras abreviaturas
a.C. Antes de Cristo
Aram. Arameo
AT Antiguo Testamento
c. circa, alrededor
cap. captulo
caps. captulos
CBC Comentario Bblico
cf. confer, comparar
d.C. despus de Cristo
e.g. exempli gratia, por ejemplo
ed. editado, edicin, editor
eds. editores
et al. et allii, ali, alia, y otros
fem. femenino
Gr. griego
i.e. id. est, esto es
ibid. ibidem, en el mismo lugar
ICC International Critical Commentary
lit. literalmente
LXX Septuaginta (antigua versin gr. del AT)
M Texto Mayoritario
marg. margen, lectura marginal
masc. masculino
ms., mss., manuscrito(s)
MT Texto Masortico
NCI Nuevo Comentario Internacional
NT Nuevo Testamento
NU NT griego de Nestle-Aland/S. Bblicas Unidas
p.ej. por ejemplo
pg., pgs. pgina(s)
s.e. sin editorial, sin lugar de publicacin
s.f. sin fecha
TBC Tyndale Bible Commentary
Trad. Traducido, traductor
v., vv. versculo(s)
vol(s). volumen, volmenes
vs. versus, frente a
Transliteracin de palabras hebreas
El Comentario al Antiguo Testamento, habiendo sido hecho para el cristiano medio que
no ha estudiado el hebreo, emplea slo unas pocas palabras hebreas en el texto y unas
cuantas ms en las notas finales.
El Alfabeto Hebreo
Letra hebrea Nombre Equivalente en ingls
lef
Bet b (v)
Gumel g
Dlet d
He h
Vau w
Zain z
Chet h
Tet t
Yod y
Caf k (kh con la h aspirada)
Lmed l
Mem m
Nun n
Smec s
Ayn
Pe p (ph)
Tsade ts
Cof q
Resh r
Sin s
Shin sh (con la h aspirada)
Tau t (th)
El hebreo del Antiguo Testamento tiene veintids letras, todas consonantes; los rollos
bblicos ms viejos no tenan vocales. Estos puntos vocales, como se les llama, fueron
inventados y colocados durante el siglo VII d.C. El hebreo se escribe de derecha a
izquierda, lo opuesto a idiomas occidentales tales como espaol e ingls.
Hemos empleado un sistema simplificado de transliteracin (similar al que usan en el
estado de Israel en tiempos modernos y las transliteraciones populares). Por ejemplo,
cuando bet es pronunciado como la v en ingls, ponemos una v en la transliteracin.
Transliteracin de palabras griegas
Nombre griego Letra griega Equivalente en ingls
alfa a
beta b
gamma g, ng
delta d
psilon e (corta)
tseta ts
eta e (larga)
zeta z
iota i
kappa k
lambda l
mu m
nu n
xi x
micron o
pi p
rho r
sigma s
tau t
psilon u, y
fi f
ji j
psi ps
omega o (larga)
LA SEGUNDA EPSTOLA A LOS CORINTIOS
Introduccin
Para m, la transparencia de la revelacin de Pablo [en 2 Corintios] es sin par en
toda la literatura sagrada.
Sadler
I. Su singular puesto en el Canon
Si 1 Corintios es muy ampliamente estudiada y tomada como base de predicacin, 2
Corintios es muy descuidada por los predicadores. Y sin embargo se trata de una epstola de
gran importancia. Es indudable que su estilo de difcil traduccin e irnico han ayudado a
su descuido. El gran nmero de palabras en itlica en las versiones cuidadosas muestra
cunto se ha de suplir para hacer que esta carta tan emotiva sea comprensible en la lengua
traducida.
Esta epstola es difcil. El significado de muchos versculos es oscuro, por decir poco.
Hay varias explicaciones: (1) Pablo emplea mucha stira, pero es a veces difcil saber
cundo lo hace. (2) Para entender del todo algunas secciones, necesitaramos alguna
informacin adicional sobre los viajes de Pablo, los de sus compaeros y las cartas que
escribi. (3) Es una epstola intensamente personal, y las palabras brotan con frecuencia del
corazn. Y stas no son siempre las ms fciles de entender.
Pero estas dificultades no deberan desalentarnos. Afortunadamente, no afectan a las
verdades bsicas de la Epstola, sino slo a los detalles.
Finalmente, 2 Corintios es una epstola muy amada y muy citada. Despus de haberla
estudiado, el lector entender la razn.
II. Paternidad
Que Pablo escribi 2 Corintios no lo niega prcticamente nadie, aunque algunos tienen
teoras de interpolaciones aqu y all. Sin embargo, la unidad de la Carta (con las tpicas
digresiones paulinas!) es evidente.
La evidencia externa de 2 Corintios es fuerte, pero algo ms tarda que la que se posee
para 1 Corintios. Cosa sorprendente, Clemente de Roma no cita de ella, pero s lo hacen
Policarpo, Ireneo, Clemente de Alejandra, Tertuliano y Cipriano. Marcin la relaciona
como la tercera de las diez Epstolas Paulinas que l acepta. Tambin aparece en el Canon
de Muratori. La evidencia de 2 Corintios es abundante desde el 175 d.C. en adelante.
La evidencia interna de su paternidad paulina es abrumadora. Aparte de Filemn, es la
carta ms personal y menos doctrinal de Pablo. Las detalladas referencias personales, los
rasgos peculiares del apstol, y los lazos evidentemente estrechos con 1 Corintios, Glatas,
Romanos y Hechos, todo ello sustenta la postura tradicional de que Pablo escribi esta
Carta. Estn en clara evidencia el mismo escritor y la misma congregacin universalmente
reconocidos en la Primera Epstola.
III. Fecha
2 Corintios fue probablemente escrita poco menos de un ao despus de 1 Corintios,
desde Macedonia (algunas notas al pie en traducciones tempranas especifican Filipos). Una
fecha comnmente aceptada es la del 57 d.C., pero muchos escogen el 55 o el 56. Harnack
opt por el 53.
IV. Trasfondo y Tema
Una razn por la que estamos tan enamorados de 2 Corintios es que es tan personal.
Parece que nos aproximamos ms al corazn de Pablo aqu que en ninguno de sus otros
escritos. Sentimos algo del tremendo entusiasmo que tena por la obra del Seor.
Percibimos un sentido de la dignidad del ms grande llamamiento de la vida. Leemos con
callado asombro el catlogo de padecimientos que soport. Experimentamos el ardiente
rubor de indignacin con el que respondi a sus desfachatados detractores. En suma, Pablo
parece introducirnos en todos los secretos de su alma.
La primera visita de Pablo a Corinto se registra en Hechos 18. Tuvo lugar en su
Segundo Viaje Misionero, poco despus de haber pronunciado su memorable discurso en
Atenas, en la Colina de Marte.
En Corinto, Pablo trabaj como fabricante de tiendas junto con Aquila y Priscila, y
predic el evangelio en la sinagoga. Silas y Timoteo llegaron de Macedonia para unirse a l
en esta obra evangelstica, que dur al menos dieciocho meses (Hch. 18:11).
Cuando la mayora de judos rechazaron su predicacin, Pablo se volvi a los gentiles.
Al irse salvando almas tanto judos como gentiles, los lderes judos llevaron al apstol
ante el procnsul, Galin. Pero ste desech juzgar aquel asunto, negando tener jurisdiccin
alguna sobre aquellas cuestiones.
Despus del juicio, Pablo se qued mucho tiempo en Corinto, y luego parti para
Cencrea, feso y el largo viaje de regreso a Cesarea y Antioqua.
En su Tercer Viaje Misionero, volvi a feso y se qued all durante dos aos. Durante
esta estancia, le visit una delegacin de Corinto, pidiendo consejo a Pablo acerca de
muchas cuestiones. Fue en respuesta a estas cuestiones que escribi 1 Corintios.
Ms tarde, el apstol se sinti muy ansioso por saber cmo los corintios haban
reaccionado ante su Carta, especialmente ante la seccin tratando de la disciplina sobre un
miembro cado en pecado. De modo que parti de feso hacia Trade, donde esperaba
encontrar a Tito. Pero al no hallarlo, pas a Macedonia. Fue all que lleg Tito con las
nuevas, buenas y malas. Los santos haban disciplinado al creyente cado en pecado y la
disciplina haba tenido como resultado su restauracin espiritual. stas eran las buenas
noticias. Pero los cristianos no haban mandado el dinero para los santos necesitados en
Jerusaln, como se haban propuesto. Esto no era tan bueno. Finalmente, Tito inform que
los falsos maestros estaban activos en Corinto, minando la obra del apstol y poniendo en
duda su autoridad como siervo de Cristo. stas eran las malas noticias!
stas son, pues, las circunstancias que suscitaron la Segunda Epstola a los Corintios,
escrita desde Macedonia.
En la Primera Epstola, vemos a Pablo primariamente como un maestro, pero en la
Segunda Epstola acta como pastor. Si el lector presta atencin, oir el plpito del corazn
de quien realmente amaba al pueblo de Dios y se daba por el bien de ellos.
De modo que embarqumonos en esta gran aventura, y al estudiar estos pensamientos
que respiran y palabras que arden, hagmoslo con una oracin pidiendo la iluminacin del
Espritu Santo de Dios.
BOSQUEJO
I. EXPOSICIN DEL MINISTERIO POR PARTE DE PABLO (Caps. 17)
A. Salutacin (1:12)
B. El ministerio de consolacin en el padecimiento (1:311)
C. Explicacin del cambio de planes de Pablo (1:122:17)
D. Las credenciales de Pablo para el ministerio (3:15)
E. Contraste del Antiguo y Nuevo Pacto (3:618)
F. Obligacin de predicar un evangelio claro (4:16)
G. Un vaso de barro con un destino celestial (4:718)
H. Viviendo a la luz del Tribunal de Cristo (5:110)
I. La buena conciencia de Pablo en el ministerio (5:1121).
J. La conducta de Pablo en el ministerio (6:310)
K. El llamamiento de Pablo a la franqueza y al afecto (6:1113)
L. El llamamiento de Pablo a la separacin escrituraria (6:147:1)
M. El gozo de Pablo ante las buenas noticias de Corinto (7:216)
II. LA EXHORTACIN DE PABLO A FINALIZAR LA COLECTA PARA LOS
SANTOS DE JERUSALN (Caps. 8, 9)
A. Buenos ejemplos de ddivas generosas (8:19)
B. Buen consejo para finalizar la colecta (8:1011)
C. Tres buenos principios de donacin generosa (8:1215)
D. Tres buenos hermanos para preparar la colecta (8:1624)
E. Llamamiento a los corintios para que hagan justicia a la jactancia de Pablo de
ellos (9:15)
F. Las buenas recompensas de la donacin generosa (9:615)
III. LA VINDICACIN DE PABLO DE SU APOSTOLADO (Caps. 1013)
A. Rplica de Pablo a sus acusadores (10:112)
B. El principio de Pablo: Abrir nuevos territorios para Cristo (10:1316)
C. La suprema meta de Pablo: La alabanza de parte del Seor (10:1718)
D. La declaracin de Pablo de su apostolado (11:115)
E. Los padecimientos de Pablo por Cristo sustentan su apostolado (11:1633)
F. Las revelaciones a Pablo sustentan su apostolado (12:110)
G. Las seales de Pablo sustentan su apostolado (12:1113)
H. La visita pendiente de Pablo a Corinto (12:1413:1)
I. El apostolado de Pablo apoyado por los mismos corintios (13:26)
J. El deseo de Pablo de hacer bien a los corintios (13:710)
K. La gentil despedida trinitaria de Pablo (13:1114)
Comentario
I. EXPOSICIN DEL MINISTERIO POR PARTE DE
PABLO (Caps. 17)
A. Salutacin (1:12)
1:1 Pablo se presenta al principio de su carta como apstol de Jesucristo por la
voluntad de Dios. Es importante que toque esta nota al principio mismo, porque los haba
en Corinto que suscitaban la cuestin de si Pablo haba sido jams verdaderamente
comisionado por el Seor. Su respuesta es que ni haba escogido el ministerio por su propia
voluntad, ni haba sido ordenado por los hombres, sino que haba sido enviado a la obra por
Cristo Jess por la voluntad de Dios. Su llamamiento al apostolado tuvo lugar en el
llamamiento de Damasco. Fue una experiencia inolvidable en su vida, y fue la conciencia
de este llamamiento divino que sostuvo al apstol durante muchas horas amargas. A
menudo, cuando se senta apremiado desmesuradamente en el servicio de Cristo, podra
haber abandonado y vuelto a casa, si no hubiese tenido la certidumbre del llamamiento
divino.
El hecho de que Timoteo es mencionado en el versculo 1 no significa que l ayudase a
redactar la Carta. Slo significa que estaba con Pablo cuando fue escrita. Aparte de esto,
hay una gran incertidumbre acerca de los movimientos de Timoteo durante este perodo.
La carta se dirige a la iglesia de Dios que est en Corinto, con todos los santos que
estn en toda Acaya. La expresin iglesia de Dios significa que era una asamblea de
creyentes que perteneca a Dios. No era una asamblea pagana, ni una congregacin no
religiosa de personas, sino una agrupacin de cristianos nacidos de nuevo, llamados afuera
del mundo para pertenecer al Seor. Es indudable que Pablo, al escribir estas palabras,
record cmo haba ido al principio a Corinto a predicar all el evangelio. Hombres y
mujeres hundidos en la idolatra y sensualidad haban confiado en Jesucristo como Seor, y
haban sido salvados por Su gracia maravillosa. A pesar de todas las dificultades que haban
luego sobrevenido en la asamblea en Corinto, indudablemente el corazn del apstol se
regocijaba al pensar en el inmenso cambio que haba venido a las vidas de estas amadas
personas. La carta se dirige no solo a Corinto, sino a todos los santos que estn en toda
Acaya. Acaya constitua la parte meridional de Grecia, mientras que Macedonia, que
tambin encontraremos mencionada en esta Epstola, era la seccin septentrional de aquel
mismo pas.
1:2 Gracia y paz constituyen un hermoso saludo que hemos llegado a asociar con el
amado Apstol Pablo. Cuando desea describir su mayor deseo para el pueblo de Dios, no
desea para ellos cosas materiales como oro o plata. Sabe demasiado bien que estas cosas
pueden desvanecerse en un instante. Ms bien desea para ellos bendiciones espirituales
como gracia y paz, que incluyen todo bien de que pueda gozar un pecador a este lado del
cielo. Denney dice: La gracia es la primera y la ltima palabra del evangelio; y la paz
una perfecta integridad espiritual es la obra acabada de Cristo en el alma. Estas
bendiciones provienen de Dios nuestro Padre y del Seor Jesucristo. Dios nuestro
Padre es la fuente, y el Seor Jesucristo es el canal. Pablo no vacila en poner al Seor
Jesucristo al lado de Dios nuestro Padre, porque, como miembro de la Trinidad, Cristo es
igual al Padre.
B. El ministerio de consolacin en el padecimiento (1:311)
1:3 Desde el versculo 3 hasta el 11, el apstol estalla en accin de gracias por la
consolacin que le ha venido en medio de su angustia y afliccin. Indudablemente, la
consolacin era las buenas noticias que Tito le haba trado a Macedonia. El apstol pasa
luego a mostrar que tanto si est afligido como consolado, todo se vuelve para el final bien
de los creyentes a los que ministra. La accin de gracias se dirige al Dios y Padre de
nuestro Seor Jesucristo. Este es el pleno ttulo de Dios en el NT. Ya no se trata ms de
el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Ahora es el Dios y Padre de
nuestro Seor Jesucristo. Este nombre, de pasada, implica la gran verdad de que el Seor
Jess es a la vez Dios y Hombre. Dios es el Dios de nuestro Seor Jesucristo: esto se refiere
a Su relacin con Jess, el Hijo del Hombre. Pero Dios es tambin el Padre de nuestro
Seor Jesucristo: esto se refiere a Su relacin con Cristo el Hijo de Dios. Adems, Dios es
descrito como Padre de misericordias y Dios de toda consolacin. Es de l que
provienen todas las misericordias y consolaciones.
1:4 En todas sus aflicciones, Pablo era consciente de la presencia consoladora de Dios.
Aqu da una de las muchas razones por las que Dios le consolaba. Era para que a su vez l
pudiese consolar a otros por medio de la consolacin con que l era consolado por Dios.
Para nosotros, el trmino consolacin significa generalmente consuelo en tiempo de
dolor. Pero tal como se emplea en el NT, tiene un sentido ms amplio. Se refiere al aliento
y a la exhortacin que proceden de uno que est a nuestro lado en tiempo de necesidad. En
este versculo tenemos una leccin prctica para todos nosotros. Tendramos que recordar
cuando somos consolados que deberamos pasar esta consolacin a otros. No deberamos
evitar el lecho del dolor de nadie, ni la casa de luto, sino acudir al lado de cualquiera que
necesite nuestro aliento. No somos consolados para nuestra comodidad, sino para que
seamos consoladores.
1:5 La razn por la que Pablo puede consolar a otros es que la consolacin de Cristo es
idntica a los padecimientos que se soportan por l. Los padecimientos de Cristo no
puede significar aqu los padecimientos expiatorios del Salvador, que fueron singulares y
que nadie puede compartir. Pero los cristianos pueden sufrir y sufren debido a su asociacin
con el Seor Jess. Sufren vituperios, rechazos, hostilidad, odio, negaciones, traiciones, etc.
Estos son designados como los padecimientos de Cristo porque l los sufri cuando
estaba en la tierra y porque sigue soportndolos cuando los miembros de Su Cuerpo los
padecen. l es afligido en todas nuestras aflicciones (vase Is. 63:9). Pero lo que Pablo
argumenta aqu es que hay una rica compensacin por todos estos sufrimientos, esto es, hay
una participacin correspondiente en la consolacin de Cristo y esta consolacin es
abundante y suficiente.
1:6 El apstol poda ver el bien surgiendo tanto de sus aflicciones como de su
consolacin. Ambas quedaban santificadas por la cruz. Si l estaba atribulado, tena como
resultado la consolacin y salvacin de los santos no la salvacin de sus almas, sino la
fuerza que los ayudara a pasar a travs de sus pruebas. Seran alentados y retados por la
paciencia de Pablo, y razonaran que si Dios le haba dado gracia para sus padecimientos,
tambin a ellos les dara gracia. Cuando Samuel Rutherford se encontraba en la cava de la
adversidad, como tantas veces le sucedi, comenzaba a buscar los mejores vinos del
Seor. Quiz aprendi esto por el ejemplo de Pablo, que siempre pareca poder ver el arco
iris a travs de sus lgrimas.
La consolacin que el apstol recibi llenara a los corintios de consolacin y los
inspirara a soportar con paciencia la misma clase de persecucin que l. Solamente los que
han pasado una profunda prueba saben cmo poder hablar una palabra adecuada a otros que
son llamados a pasar por la misma. Una madre que ha perdido un hijo nico puede mejor
consolar a otra madre que acaba de sufrir esta desgarradora prdida. O, mejor an, un Padre
que ha perdido un Hijo nico es quien mejor puede consolar a los que han perdido a seres
queridos.
1:7 El apstol expresa ahora su confianza de que as como los corintios haban
conocido lo que era sufrir por Cristo, as ellos experimentaran la ayuda consoladora de
Cristo. Los sufrimientos nunca vienen solos sobre el cristiano. Siempre son seguidos por la
consolacin de Cristo. Como Pablo, tambin nosotros podemos estar confiados de esto.
La Biblia al Da parafrasea los versculos 37 de la siguiente manera:
Qu maravilloso es nuestro Dios! l es Padre de nuestro Seor Jesucristo, Padre de las
misericordias y Dios de las consolaciones que tan maravillosamente se nos ofrecen en
nuestras dificultades y pruebas. Y por qu se nos consuela? Para que cuando nos
encontremos a alguien en problemas, falto de consuelo y aliento, podamos impartirle la
misma ayuda y el mismo consuelo que Dios nos prodig. En medio de nuestras
tribulaciones Dios nos ha consolado para vuestro bien; para que podamos, basados en la
experiencia, ensearos la ternura con que Dios puede consolaros cuando tengis que pasar
por los mismos sufrimientos. A su debido tiempo os dar fortaleza para resistir.
1:8 Habiendo hablado en trminos generales de la afliccin y de la consolacin, Pablo
menciona ahora de manera ms especfica una severa prueba por la que haba pasado
recientemente. No quiere que los hermanos corintios ignoren la tribulacin que le
sobrevino en Asia. (Asia no significa aqu el continente, sino una provincia en la parte
occidental de lo que ahora es Asia Menor.) Cul era la tribulacin a la que se refiere el
apstol aqu? Quiz se refiere al peligroso motn que tuvo lugar en feso (Hch. 19:2341).
Algunos sugieren que debi ser una enfermedad mortfera, y otros piensan que podra
referirse a desalentadoras noticias de Corinto. Afortunadamente, el valor y disfrute de un
pasaje as no depende de conocer los detalles exactos.
Pero el problema era de tal magnitud que Pablo se sinti sumamente agobiado, y tan
por encima de la ordinaria capacidad natural de aguante que incluso perdi la esperanza
de conservar la vida.
La parfrasis de Phillips de este versculo sirve de ayuda: En aquel tiempo estuvimos
del todo abrumados; la carga era mayor de lo que podamos sobrellevar; de hecho, nos
decamos que ste era el fin.
1:9 La perspectiva del apstol era tan negra que tena los sentimientos de un hombre
sentenciado a muerte. Si alguien le hubiese preguntado: Va a ser vida o muerte?, habra
tenido que contestar: Muerte. Dios dej que Su siervo fuese llevado a este punto extremo
para que no estuviese confiado en s mismo, sino en Dios que resucita a los muertos. La
designacin el Dios que resucita a los muertos se emplea aqu indudablemente como
sinnimo del Dios Todopoderoso. Aquel que puede resucitar a los muertos es la nica
esperanza para alguien que est condenado a morir, como el apstol consideraba que lo
estaba.
1:10 En la tradicin de la mayora de los manuscritos, Pablo habla de liberacin en sus
tres tiempos: pretrito (libr), presente (nos libra), y futuro (nos librar). Si lo que est a
la vista es el motn de feso, entonces Pablo se refiere a la forma en que se detuvo de
repente y l sali bien librado (Hch. 20:1). El apstol sabe que el mismo Dios que le libr
en el pasado puede tambin librarlo da por da, y que le librar una y otra vez hasta el
gran momento final en que ser totalmente liberado de las tribulaciones y persecuciones de
este mundo.
1:11 Aqu Pablo supone generosamente que los corintios haban estado orando por l
mientras que l pasaba por este tiempo de profundas pruebas. En realidad, muchos de los
creyentes se haban convertido en detractores del gran apstol, y poda haber graves dudas
acerca de si le estaban recordando en absoluto ante el trono de la gracia. Sin embargo, est
dispuesto a otorgarles el beneficio de la duda. La expresin el don concedido a nosotros
por medio de muchos se refiere al don de la liberacin de Pablo que fue conseguida por
las oraciones de muchas personas. Ve su escape como un resultado directo de la
intercesin de los santos. Dice que debido a que muchos haban orado, que muchas
personas pueden ahora dar gracias por haber recibido esta respuesta a sus oraciones.
C. Explicacin del cambio de planes de Pablo (1:122:17)
1:12 La razn por la que Pablo cree que puede apoyarse en las oraciones de los
creyentes es que siempre ha sido sincero en sus tratos con ellos. Puede jactarse de su
integridad para con ellos, y su conciencia da testimonio del hecho de que su conducta
estaba caracterizada por sencillez y sinceridad, es decir, la genuinidad transparente que
proviene de Dios. No se rebajaba a los mtodos de la sabidura carnal de los hombres del
mundo, sino que actuaba abiertamente delante de todos con la fuerza inmerecida (la gracia)
que Dios supla. Esto hubiese debido ser sobre todo evidente para los corintios.
1:13 La integridad que haba caracterizado a sus tratos pasados con los corintios es
tambin cierta de esta carta. Les est escribiendo justo lo que les quiere decir. No tienen
necesidad de leer entre lneas. El sentido est sobre la superficie, es sencillo y evidente. Es
exactamente lo que leen o entienden, y espera que seguirn reconocindolo hasta el fin, es
decir, mientras vivan.
1:14 La asamblea en Corinto haba reconocido en parte a Pablo, es decir, algunos de
los creyentes le haban reconocido, pero no todos. Los leales comprendan estas dos
realidades: que se gloriaran en l y que l se gloriara de ellos en el da del Seor Jess.
El da del Seor Jess mira adelante de manera particular al Tribunal de Cristo, cuando el
servicio de los redimidos ser evaluado y recompensado. Cuando Pablo miraba adelante a
aquel tribunal, vea invariablemente los rostros de aquellos que haban sido salvados por
medio de su ministerio. Ellos seran su gozo y corona de gozo, y ellos, a su vez, se
regocijaran de que l hubiese sido el instrumento de Dios para llevarlos a Cristo.
1:15 La expresin con esta confianza significa con la confianza de que se regocijaban
en l como verdadero apstol de Jesucristo, y como uno cuya sinceridad estaba ms all de
toda cuestin. Quera acudir a ellos con la certidumbre de su confianza, estima y afecto.
Quera ir primero a ellos antes de ir a Macedonia, y luego de nuevo al regresar de all. As
tendran una segunda gracia en el sentido de dos visitas en lugar de una.
1:16 Este segundo beneficio se explica adicionalmente en el versculo 16. Como se
menciona, el plan era que cuando Pablo dejase feso pasara por all dirigindose a Acaya,
donde estaba Corinto, y luego viajara al norte a Macedonia. Despus de haber predicado
all, volvera sobre sus pasos hacia Corinto. Esperaba que los creyentes corintios le
ayudaran luego para su regreso a Judea es probable que mediante su hospitalidad y
oraciones, pero no con su dinero, pues ms adelante expresa su decisin de no aceptar
dinero de parte de ellos (11:710).
1:17 El plan original nunca se cumpli. Viaj de feso a Trade, y no encontrando a
Tito, pas directamente a Macedonia, omitiendo Corinto de su intinerario. As que aqu
pregunta: As que, al proponerme esto, us quiz de ligereza?. Esto es posiblemente
lo que con toda exactitud estaban diciendo sus detractores. Veleidoso y cambiante Pablo!
Cmo podra un hombre as ser un verdadero apstol?. El apstol reta a los corintios
acerca de si no es fiable. Cuando planea, acaso lo hace segn la carne, para que haya en
l S en un momento y No en el siguiente? Est conducido sencillamente por
consideraciones de comodidad y conveniencia? Phillip recoge este espritu con la
parfrasis: Por el hecho de que debisemos cambiar de plan, significa que somos
veleidosos? Creis que planeo con falsedad, diciendo S pero con la intencin de
No?.
1:18 Pablo parece pasar de su palabra acerca de sus planes de viaje a su predicacin.
Quiz sus detractores decan que si no era de fiar en su conversacin, que su predicacin
tampoco podra ser de fiar.
1:19 Pablo argumenta que sus acciones no eran insinceras, porque el Salvador que l
predicaba era el Divino e Inmutable en quien no hay vacilacin ni mudanza. Cuando visit
por primera vez Corinto con Silvano y Timoteo (Hch. 18:5), predicaron al fiable Hijo de
Dios. El mensaje no era vacilante porque tena que ver con el Hijo de Dios que no era
mudable. El argumento es que nadie que predique al Seor Jess en el Espritu podra
actuar como sus detractores le haban acusado. Denney dice: La argumentacin de Pablo
aqu podra ser usada por un hipcrita, pero ningn detractor podra jams haberla
inventado. Cmo podra l predicar a un Dios fiel y ser l mismo infiel a su propia
palabra?
1:20 Todas las promesas de Dios, no importa cuntas sean, tienen su cumplimiento en
Cristo. Todos los que encuentran en l el cumplimiento de las promesas de Dios aaden su
Amn:
Abrimos nuestras Biblias en una promesa, miramos a Dios, y Dios nos dice: Podis
tener todo esto por medio de Cristo. Confiamos en Cristo, decimos Amn a Dios. Dios
nos habla por medio de Cristo, y creemos en Cristo; Cristo se extiende hacia nosotros y la
fe se proyecta hacia l, y cada promesa de Dios se cumple en Jesucristo. En y por medio de
l nos apropiamos de ellas y las tomamos para nosotros, y decimos: S, Seor; confo en
ti. ste es el s creyente.
Todo esto es para la gloria de Dios. Denney escribe: l es glorificado cuando las
almas humanas se hacen conscientes de que ha hablado el bien acerca de ellos ms all de
sus ms desbocadas imaginaciones, y cuando aquel bien es visto como indubitablemente
seguro y firme en Su Hijo.
Las cuatro palabras, por medio de nosotros, recuerdan a los corintios que era por
medio de la predicacin de hombres como Silvano, Timoteo y Pablo que haban podido
llegar a aferrarse a las promesas de Dios en Cristo. Si el apstol era falso, como le acusaban
sus enemigos, poda ser entonces que Dios hubiese empleado a un hombre falso y
mentiroso para llevar a cabo unos resultados tan maravillosos? La respuesta, naturalmente,
es que no.
1:21 Luego Pablo muestra que los corintios y l estaban unidos en el mismo manojo de
vida. Dios los haba establecido en la fe, confirmndolos en Cristo por el ministerio de la
palabra de Dios. Igualmente los haba ungido con el Espritu, capacitndolos,
fortalecindolos y ensendoles.
1:22 l tambin los haba sellado y les haba dado las arras del Espritu en sus
corazones. Aqu tenemos dos ministerios adicionales del Espritu Santo. El sello es la
marca de propiedad y la seguridad. El Espritu que mora en el creyente es la marca de que
el creyente pertenece ahora a Dios, y est eternamente a seguro. El sello, naturalmente, es
invisible. Las personas no saben que somos cristianos porque llevemos alguna marca
externa, sino slo por las evidencias de una vida llena del Espritu. Dios tambin les ha
dado las arras del Espritu en sus corazones, como prenda de que toda la herencia ha de
seguir. Cuando Dios salva a alguien, le da el Espritu Santo para morar en l. Con tanta
certidumbre como que alguien recibe el Espritu con la misma certidumbre entrar en la
plena herencia de Dios. La misma clase de bendiciones que el Espritu Santo hace reales en
nuestras vidas en la actualidad sern nuestras en una plena medida en un da todava futuro.
1:23 Desde el versculo 23 hasta el versculo 4 del captulo 2, Pablo regresa a la
acusacin de vacilacin que se haba hecho contra l y da una explicacin directa de por
qu no haba visitado Corinto tal como se haba planeado. Ya que nadie poda discernir los
verdaderos motivos interiores de la accin de Pablo, toma a Dios por testigo de este hecho.
Si el apstol hubiese visitado Corinto cuando lo haba planeado, habra tenido que tratar de
manera muy firme con la situacin all. Habra tenido que reprender personalmente a los
santos por su negligencia y tolerancia del pecado en la asamblea. Haba sido por ser
indulgente con ellos, y ahorrarles dolor y tristeza, que Pablo haba retrasado su viaje a
Corinto.
1:24 Pero, habiendo dicho esto, el Apstol Pablo no quera que nadie pensase que
actuaba como dictador sobre los corintios. De modo que aade aqu: No es que
pretendamos dominar sobre vuestra fe, sino que estamos contribuyendo a vuestro
gozo; porque por la fe estis firmes. No se trataba de que el apstol quisiera dominar
sobre la fe cristiana de ellos. No quera que pensasen en l como un tirano. Ms bien, l y
sus colaboradores eran meramente ayudadores de su gozo, es decir, slo quera hacer lo que
pudiese serles de ayuda en su caminar cristiano y as aadir a la dicha de ellos.
La ltima parte del versculo 24 puede tambin traducirse porque en fe estis firmes.
Es decir, no tenan necesidad de ser corregidos en cuanto a su fe, porque en esta esfera
estaban bien firmes. Las cuestiones que buscaba corregir no eran de doctrina tanto como de
conducta prctica en la iglesia.
2:1 Este versculo prosigue el pensamiento de los dos ltimos versculos del captulo 1.
Pablo explica luego que la razn por la que no fue a Corinto como haba planeado era que
no quera causarles la tristeza que seguira inevitablemente a una reprensin de su parte.
Las palabras decid no ir otra vez a vosotros con tristeza parecen indicar que ya haba
hecho una visita dolorosa o penosa despus de la primera visita registrada en Hechos 18:1
17. Esta visita intermedia puede tambin estar indicada en 2 Corintios 12:14; 13:1.
2:2 Si el apstol viniese a Corinto con una reprensin personal a los cristianos,
naturalmente que los entristecera. En este caso, tambin l sera entristecido, porque ellos
eran precisamente aquellos a los que buscaba para gozo. Tal como lo expresa Ryrie: Si os
hago dao, quin me quedar para alegrarme sino personas tristes? Esto no dara
consolacin alguna.
2:3 En vez de causar esta mutua tristeza con una visita personal, el Apstol Pablo haba
decidido escribir una carta. Su esperanza era que la carta lograse los resultados apetecidos,
que los corintios ejercitasen disciplina en relacin con el hermano culpable, y que la
siguiente visita de Pablo no estuviese nublada por relaciones tensas entre l y aquellas
personas a las que quera tan entraablemente.
Se refiere la carta mencionada en la ltima parte del versculo 3 a la Primera Epstola
de Pablo a los Corintios, o a alguna otra carta que ya no existe en la actualidad? Muchos
piensan que no podra tratarse de 1 Corintios por la descripcin en el versculo 4, de que
haba sido escrita con mucha afliccin y angustia de corazn, y con muchas lgrimas. Otros
expertos piensan que la descripcin concuerda muy bien con la Primera Epstola. Es posible
que Pablo escribiese una carta dura a Corinto, carta que ya no existe. Se podra conjeturar
que la escribi despus de la penosa visita (2 Co. 2:1) y que design a Tito para que la
entregase. Esta carta puede ser la mencionada en 2:4, 9; 7:8, 12.
Sea cual sea la postura correcta, el pensamiento en el versculo 3 es que Pablo les
escribi como lo hizo de modo que cuando les visitase, no debiera tener tristeza por el
dolor de aquellos que ms bien debiesen darle gozo. Tena confianza de que las mismas
cosas que le daban gozo a l les daran gozo tambin a todos ellos. En el contexto, esto
significa que la piadosa administracin del problema de disciplina resultara en un mutuo
regocijo.
2:4 En este versculo tenemos un buen atisbo del corazn de un gran pastor. Pablo se
senta profundamente apenado por el hecho de que se haba tolerado pecado en la asamblea
en Corinto. Le causaba mucha tribulacin y angustia del corazn, y ardientes lgrimas
de dolor cayeron por sus mejillas. Es evidente que el apstol se senta ms afectado por el
pecado en Corinto que los mismos corintios. Ellos no deban interpretar esta carta como un
intento de herir los sentimientos de ellos, sino como una prueba de su amor para con ellos.
Esperaba que, por su escrito, tendran tiempo suficiente para remediar la situacin, de modo
que su posterior visita a ellos sera gozosa. Fieles son las heridas del que ama. No
deberamos resentirnos si somos aconsejados o advertidos de una manera piadosa. Ms
bien, deberamos darnos cuenta de que cualquier persona que haga esto tiene realmente un
inters en nosotros. Deberamos tomar las reprensiones justas como de parte del Seor, y
deberamos sentirnos agradecidos por ellas.
2:5 Desde el versculo 5 hasta el 11, el apstol se refiere de manera ms directa al
incidente que haba causado la dificultad. Observemos la gracia extrema y la consideracin
cristiana que muestra. Ni una vez nombra la ofensa ni al culpable. La expresin si alguno
me ha causado tristeza puede referirse al incestuoso de 1 Corintios 5:1 o a algn otro que
haba causado problemas en la asamblea. Supondremos que se refiere al primero. Pablo no
lo consideraba como una ofensa personal contra s mismo. Haba causado tristeza a todos
los creyentes en cierto modo.
2:6 Los creyentes en Corinto haban acordado la accin disciplinaria para el culpable.
Aparentemente, lo haban excomulgado de la iglesia. Como resultado de esta accin se
haba verdaderamente arrepentido y haba sido restaurado al Seor. Ahora Pablo les dice a
los corintios que este castigo (V.M.) haba sido suficiente. No deban prolongar la accin
innecesariamente. En la ltima parte del versculo encontramos la expresin hecho por los
ms (lit., vase V.M., de muchos, y RV y RVR, por muchos). Algunos creen que los
muchos significa la mayora (vase RVR77). Otros insisten en que se refiere a todos los
miembros excepto el que recibe la disciplina. Estos ltimos niegan que una decisin de la
mayora sea suficiente para las cosas de la iglesia. Dicen que cuando se permite que dirija
el Espritu Santo, debera haber una accin unnime.
2:78 Ahora que el hombre se ha arrepentido de manera genuina, los corintios deberan
perdonarle y tratar de fortalecerle, recibindole otra vez a su comunin. Si no hacan esto,
haba peligro de que fuese consumido de demasiada tristeza, esto es, que pudiera
desesperar de la realidad de su perdn y que se hundiese bajo una depresin y desaliento.
Los corintios podan reafirmar su amor hacia l abriendo sus brazos de par en par y
recibindole de nuevo con gozo y ternura.
2:9 Al escribir la Primera Epstola a los Corintios, Pablo haba puesto a prueba a los
santos. Aqu tenan una oportunidad para que ellos mostrasen si eran obedientes a la
palabra del Seor, tal como el Apstol Pablo se la haba ministrado. l haba sugerido en
aquel tiempo que deban poner al hombre fuera de la comunin de la iglesia. Esto era
exactamente lo que ellos haban hecho, demostrando as ser verdaderamente obedientes.
Ahora Pablo quera que diesen otro paso, es decir, que recibiesen de nuevo a aquel hombre.
2:10 Phillips parafrasea el versculo 10: Si perdonis a alguien, tened la certeza que yo
tambin lo perdono. Hasta all donde yo tuviese algo de que perdonar personalmente, le
perdono, como delante de Cristo. Pablo quiere que los santos sepan que est del todo en
comunin con ellos al perdonar ellos al culpable arrepentido. Si l tena algo que perdonar,
lo hace por causa de los corintios, y como en presencia de Cristo.
El nfasis en esta carta sobre disciplina de la iglesia es un ndice de su importancia.
Pero es un tema muy descuidado, en la actualidad, en muchas iglesias evanglicas. Es otro
caso donde se puede dar una profesin de creer en la inspiracin de las Escrituras, pero
rechazar obedecerlas cuando nos conviene.
2:11 As como hay peligro para una asamblea si no adopta medidas disciplinarias
cuando son precisas, tambin hay peligro en no ejercer el perdn cuando ha tenido lugar un
verdadero arrepentimiento. Satans est siempre listo a meterse en una situacin como sta
con su astucia. En el primer caso, arruinar el testimonio de una asamblea por medio de la
tolerancia hacia el pecado. En el segundo, abrumar a la persona arrepentida con excesivo
dolor, si la asamblea no le restaura. Si Satans no puede destruir por inmoralidad, lo
intentar por el dolor abrumador que sigue al arrepentimiento.
Comentando acerca de la expresin pues no ignoramos sus maquinaciones, J. Sidlow
Baxter dice:
Satans emplea toda forma de estratagemas para apartar a las almas de la verdad: un
cedazo para sacudirlos (Lc. 22:31); maquinaciones para entramparlos (como en
nuestro texto); malas hierbas para ahogar (Mt. 13:22); estratagemas para intrigar
(Ef. 6:11); rugidos de len para aterrorizar (1 P. 5:8); el disfraz de un ngel para engaar (2
Co. 11:14) y lazos para atraparlos (2 Ti. 2:26).
2:12 Pablo reanuda ahora el tema de su cambio de planes que haba dejado en el
versculo 4. No haba ido a Corinto, al contrario de lo que haba dicho primero. Los
anteriores versculos explicaban que si no haba visitado Corinto haba sido para evitar
hacerlo en un duro espritu de reprensin. En los versculos 12 al 17, Pablo dice
exactamente qu le sucedi en este importante momento en su ministerio. Como se ha
mencionado antes, Pablo haba dejado feso dirigindose a Trade con la esperanza de
hallar all a Tito y de saber noticias de Corinto. Cuando lleg a Trade, se le abri alguna
maravillosa puerta de oportunidad de parte del Seor para predicar el evangelio de Cristo.
2:13 A pesar de esta oportunidad dorada, el espritu de Pablo estaba agobiado. Tito no
estaba all para recibirle. La carga de la iglesia de Corinto gravitaba pesadamente sobre el
corazn del apstol. Debera quedarse en Trade para predicar el evangelio de Cristo?
Debera proseguir su camino hacia Macedonia? Haba tomado su decisin; pasara a
Macedonia. Uno se pregunta cul deba ser la reaccin de los corintios al leer estas
palabras. Se dieron cuenta, quiz algo avergonzados, de que la conducta de ellos haba
causado tanto agobio en la vida del apstol, lo que tuvo como resultado que rehusase una
maravillosa oportunidad evangelstica para poder enterarse de su condicin espiritual?
2:14 Pablo no estaba derrotado. All donde fuese en el servicio de Cristo, haba victoria.
Y as prorrumpe en accin de gracias: Pero gracias a Dios, quien siempre nos lleva en
triunfo en Cristo Jess. A. T. Robertson dice:
Sin una palabra de explicacin, Pablo salta del Pantano del Desaliento y emprende el
vuelo, como ave, a las alturas del gozo. Asciende como guila, con un orgulloso escarnio
del valle debajo de l.
Pablo toma aqu su figura de los desfiles triunfales de los conquistadores romanos. Al
volver a la patria tras gloriosas victorias, arrastraban a sus cautivos por las calles de la
capital. A los lados iban portadores de incienso, y el olor del incienso impregnaba la
escena. De modo que Pablo dibuja al Seor marchando como vencedor de Trade a
Macedonia, y llevando al apstol en Su desfile. All donde el Seor vaya, por medio de Sus
siervos hay victoria.
El olor del conocimiento de Cristo es difundido en todo lugar por el apstol.
F. B. Meyer escribe:
All donde fuesen, los hombres conocan mejor a Jess; el encanto del carcter del
Maestro se haca ms aparente. Los hombres se hacan conscientes de un sutil aroma que
impregnaba el aire, y que los atraa al Hombre de Nazaret.
As, Pablo no piensa que haya sufrido una derrota en su guerra contra Satans, sino que
el Seor ha conseguido una victoria y que Pablo la comparte.
2:15 En las procesiones triunfales a las que se refiere Pablo, la fragancia del incienso
significaba una gloriosa victoria para los que haban conquistado, pero tambin tragedia
para los cautivos. As, el apstol observa que la predicacin del evangelio tiene un doble
efecto. Significa una cosa entre los que se salvan, y otra muy diferente entre los que se
pierden. Para los que lo aceptan, es una prenda de un glorioso futuro; para otros es un
presagio de condenacin. Pero en ambos casos Dios es glorificado, porque para l es olor
de la gracia en un caso, y de la justicia en el otro.
F. B. Meyer lo expresa bien:
As, cuando se nos dice que podemos ser para Dios aroma de Cristo, ha de significar
que podemos vivir de tal manera que recordemos a Dios lo que Jess era en Su vida en la
carne. Era como si, al contemplarnos Dios de da en da, viese a Jess en nosotros, y
recordar (hablando a la manera de los hombres) aquella bendita vida que fue dada como
ofrenda y sacrificio a Dios como aroma grato.
2:16 Para los salvos, los cristianos son olor de vida para vida, pero para los que
perecen, olor de muerte para muerte. Somos lo que Phillips llama la refrescante
fragancia de la vida misma, llevando vida a los que creen, pero el mortfero olor de la
condenacin a los que rehsan creer. Este doble efecto queda hermosamente ilustrado en
un incidente en el AT. Cuando el arca de Dios fue tomada por los filisteos, caus muerte y
destruccin mientras estuvo entre ellos (1 S. 5). Pero cuando fue devuelta a la casa de
Obed-Edom, le trajo bendicin y prosperidad para l y para su casa (2 S. 6:11). Al
contemplar Pablo la inmensa responsabilidad de predicar el mensaje que tiene unas
consecuencias tan enormes, clama: Y para estas cosas, quin est capacitado?
2:17 La relacin entre el versculo 17 y el 16 se ve mejor si suplimos las palabras
Nosotros lo estamos. Para estas cosas, quin est capacitado? Nosotros lo estamos,
porque no somos como la mayora que trafican con la palabra de Dios, etc. (Pero esto
debe seguir siendo comprendido en conexin con 3:5, donde Pablo afirma que su
competencia proviene de Dios.) El trmino la mayora se refiere a los maestros judaizantes
que trataban de apartar a los corintios del apstol. Cmo eran estos hombres? Dice Pablo
que traficaban, mercadeaban o comerciaban con la palabra de Dios. Tenan motivos
mercenarios. Trataban de convertir el ministerio en una profesin lucrativa. Esta misma
palabra traducida traficar se empleaba tambin de los que adulteraban el vino, a menudo
aadindole otras cosas. Y as estos falsos maestros trataban de adulterar la palabra de Dios
aadindole sus propias doctrinas. Intentaban, por ejemplo, mezclar la ley y la gracia.
Pablo no era de los que adulteraban la palabra de Dios o traficaban con ella. Ms bien,
poda describir su ministerio con cuatro significativas expresiones. La primera es con
sinceridad. Esto significa con transparencia. Su ministerio era sincero y franco. No
haba trucos ni subterfugios en relacin con ello. Todo estaba abierto de par en par.
Robertson explica de manera llena de humor el sentido de esta expresin: Las fresas de
Pablo eran tan buenas en el fondo de la caja como encima.
Segundo, describe su servicio como de parte de Dios. En otras palabras, todo lo que
deca era de parte de Dios. Dios era la fuente de su mensaje, y era de Dios que derivaba la
fuerza para proseguir. Luego aade delante de Dios. Esto significa que el apstol serva al
Seor, consciente de que Dios estaba siempre contemplndole. Tena un alto sentido de
responsabilidad para con Dios, y se daba cuenta de que nada se poda ocultar a la mirada de
Dios. Finalmente, aade: hablamos en Cristo. Esto significa que hablaba en el nombre de
Cristo, con la autoridad de Cristo, y como portavoz de Cristo.
D. Las credenciales de Pablo para el ministerio (3:15)
3:1 En la ltima parte de 2:17, el apstol ha empleado cuatro expresiones distintas para
describir su ministerio. Se da cuenta de que esto podra parecer a algunos, especialmente a
sus detractores, como si estuviese alabndose a s mismo. Y por esta razn comienza este
captulo con esta pregunta: Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros
mismos? El otra vez no implica que se hubiese alabado antes. Ms bien, sencillamente
significa que haba sido acusado de hacerlo, y ahora anticipa la repeticin de tal acusacin
contra l.
O tenemos necesidad, como algunos, de cartas de recomendacin para vosotros, o
de parte de vosotros? El algunos a los que se est refiriendo aqu Pablo son los falsos
maestros de 2:17. Haban llegado a Corinto con cartas de recomendacin, quiz
procedentes de Jerusaln. Y es posible que cuando salieron de Corinto llevasen consigo
cartas de recomendacin de la asamblea all. Las cartas de recomendacin eran desde
luego usadas en la iglesia primitiva por parte de los cristianos que iban de un lugar a otro.
El apstol no trata en absoluto de desalentar esta prctica en este versculo. Ms bien est
diciendo con una cierta sutileza que lo nico que tenan los falsos maestros que los
recomendase eran las cartas que llevaban! Aparte de esto no tenan otras credenciales.
3:2 Los judaizantes que haban llegado a Corinto suscitaban cuestiones acerca de la
autoridad apostlica. Negaban que fuese un verdadero siervo de Cristo. Quiz suscitaron
tales dudas en las mentes de los corintios a fin de que pidiesen una carta de recomendacin
al Apstol Pablo la prxima vez que los visitase. l ya les ha preguntado si acaso l
necesitaba tal carta. Acaso no haba ido a Corinto cuando ellos eran idlatras paganos?
Acaso no los haba conducido l a Cristo? No haba puesto el Seor Su sello sobre el
ministerio del apstol dndole preciosas almas en Corinto? Esta es la respuesta. Los
corintios mismos eran carta del apstol, escrita en su corazn, pero conocida y leda por
todos los hombres. En su caso no haba necesidad de una carta escrita con pluma y tinta.
Ellos eran el fruto de su ministerio, y eran objeto entraable de su afecto. No slo esto, sino
que la carta que ellos eran era conocida y leda por todos los hombres en el sentido de que
su conversin era un hecho bien sabido en toda la regin. La gente se haba dado cuenta del
cambio que haba sobrevenido a estas personas, y que se haban vuelto de los dolos a Dios
y que ahora estaban viviendo vidas separadas. Ellos eran la evidencia del ministerio divino
de Pablo.
3:3 A primera vista, el versculo 3 parece contradecir el versculo 2. Pablo haba dicho
que los corintios eran su carta. Ahora dice que son carta de Cristo. En el versculo 2 dice
que la carta est escrita en su corazn; en la ltima parte del 3 parece claro que Cristo ha
escrito la carta en los corazones de los corintios mismos. Cmo pueden conciliarse estas
diferencias? La respuesta es que en el versculo 2 Pablo est diciendo que los corintios eran
su carta de recomendacin. El versculo 3 nos da la explicacin. Quiz podramos ver la
conexin uniendo estos dos versculos de la siguiente manera: Vosotros sois nuestra carta
porque es manifiesto que sois carta de Cristo. En otras palabras, los corintios eran la
carta de recomendacin de Pablo porque era evidente para todos que el Seor haba hecho
una obra de gracia en sus vidas. Eran evidentemente cristianos. Por cuanto Pablo haba sido
el instrumento humano para traerlos al Seor, ellos eran sus credenciales. ste es el
pensamiento en la expresin expedida por nosotros. Es el Seor Jess quien haba hecho
la obra en sus vidas, pero lo haba hecho por medio del ministerio de Pablo.
Las cartas de recomendacin empleadas por los enemigos de Pablo estaban escritas con
tinta; la Pablo estaba escrita con el Espritu del Dios vivo, y era por ello divina.
Naturalmente, la tinta est sujeta a desvanecimiento, borrado y destruccin, pero cuando el
Espritu de Dios escribe en los corazones humanos, es para siempre. Pablo aade que la
epstola de Cristo ha sido escrita no en tablas de piedra, sino en tablas que son corazones
de carne. Las personas que visitaban Corinto no vean la epstola de Cristo grabada sobre
un gran monumento en medio de la plaza del mercado, sino que la carta estaba escrita en
los corazones y vidas de los cristianos all.
Al contrastar Pablo las tablas de piedra y las tablas que son corazones de carne, hay
poca duda que tena tambin en mente la diferencia entre la ley y el evangelio. La ley,
naturalmente, haba sido inscrita en tablas de piedra en el Monte Sina, pero bajo el
evangelio Dios logra la obediencia por el mensaje de la gracia y del amor que escribe en los
corazones humanos. Pablo pronto tratar acerca de esta cuestin, y por ello slo alude a la
misma aqu.
3:4 Habiendo escuchado a Pablo hablar con tal confianza acerca de su apostolado y el
ministerio que el Seor le haba encomendado, bien podramos preguntar: Cmo te
atreves a hablar con tanta certidumbre acerca de esto, Pablo?. La respuesta se da aqu en el
versculo 4. La defensa de su apostolado podra parecer una autoalabanza, pero aqu niega
tal cosa. Dice que su confianza es para con Dios, es decir, una confianza que puede resistir
al escrutinio de Dios. No tiene ninguna confianza en s mismo, ni en sus propias
capacidades, pero mediante Cristo, y en la obra que Cristo ha obrado en las vidas de los
corintios, l encuentra prueba de la realidad de su ministerio. El destacable cambio en las
vidas de los corintios era lo que recomendaba al apstol.
3:5 Aqu, una vez ms, Pablo niega cualquier competencia en o de s mismo que lo
pudiera capacitar para considerarse como apstol de Jesucristo. El poder de su ministerio
no proceda de dentro, sino de lo alto. El apstol no se senta impelido a buscar crdito para
s mismo. Se daba cuenta de que si Dios no le haba hecho suficiente para el ministerio,
entonces no se lograra nada.
E. Contraste del Antiguo y Nuevo Pacto (3:618)
3:6 Habiendo tratado acerca de sus propias credenciales y su capacitacin para el
ministerio, Pablo emprende ahora una explicacin extensa del ministerio mismo. En los
versculos que siguen, contrasta el Viejo Pacto (la ley) con el nuevo pacto (el evangelio).
Hay buenas razones por las que debera hacerlo en este punto. Los que le criticaban tan
duramente en Corinto eran los judaizantes. Eran los que trataban de mezclar la ley y la
gracia. Enseaban a los cristianos que haban de observar unas ciertas porciones de la Ley
de Moiss para poder ser plenamente aceptados por Dios. Y as el apstol pasa a demostrar
la superioridad del Nuevo Pacto sobre el Viejo. Introduce sus observaciones diciendo que
Dios le ha hecho competente como ministro de un nuevo pacto. Un pacto, naturalmente, es
una promesa, un acuerdo, o un testamento. El Viejo Pacto era el sistema legal entregado por
Dios a Moiss. Bajo el mismo, la bendicin quedaba condicionada a la obediencia. Era un
pacto de obras. Era un acuerdo entre Dios y el hombre, en el sentido de que si el hombre
cumpla con su parte, Dios cumplira tambin la suya. Pero debido a que dependa del
hombre, no poda producir justicia. El nuevo pacto es el evangelio. Bajo el mismo, Dios se
compromete a bendecir libremente al hombre por Su gracia por medio de la redencin que
es en Cristo Jess. Todo lo que est bajo el Nuevo Pacto depende de Dios y no del hombre.
Por ello, el Nuevo Pacto puede conseguir aquello que el Viejo jams podra conseguir.
Pablo presenta varios y notables contrastes entre la ley y el evangelio. Comienza aqu
en el versculo 6 con el primero, diciendo: No de la letra, sino del Espritu; porque la
letra mata, pero el espritu vivifica. Esto se interpreta en amplios sectores como
significando que si slo se toman las palabras externas y literales de la Escritura y se quiere
ser obediente a la letra sin desear ser obediente al pleno espritu del pasaje, que entonces
hace ms dao que beneficio. Los fariseos eran una ilustracin de ello. Eran escrupulosos
en su prctica del diezmo hasta lo ms mnimo, pero no mostraban misericordia y amor a
los otros (Mt. 23:23). Aunque sta es una aplicacin vlida del pasaje, no es su
interpretacin. En el versculo 6, la letra se refiere a la Ley de Moiss, y el espritu se
refiere al evangelio de la gracia de Dios. Cuando Pablo dice que la letra mata, se est
refiriendo al ministerio de la ley. sta condena a todos los que dejan de mantener sus santos
preceptos. Por medio de la ley es el conocimiento del pecado (Ro. 3:20). Maldito todo
aquel que no permanezca en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas
(G. 3:10). Dios nunca dispuso la ley como medio de dar vida; su propsito era llevar al
conocimiento del pecado y redargir de pecado. El Nuevo Pacto es aqu llamado espritu.
Representa el cumplimiento espiritual de los tipos y de las sombras del Viejo Pacto. Lo que
la ley exiga pero jams poda producir lo lleva ahora a cabo el evangelio.
J. M. Davies sumariza:
Este ministerio de la letra que mata queda ilustrado en los tres mil muertos en el
Sina, cuando la inauguracin del Viejo Pacto, y el ministerio del Espritu, vivificador,
queda ilustrado con los tres mil salvos en el da de Pentecosts.
3:7 Los versculos 7 y 8 prosiguen el contraste entre los dos pactos. Aqu el apstol
contrasta en particular la gloria que acompa a la promulgacin de la ley con la gloria
relacionada con el evangelio. Las palabras gloria y glorioso se encuentran en los captulos
3 y 4 en diecisiete ocasiones. El Viejo Pacto es llamado el ministerio de muerte grabado
con letras en piedras. Esto slo puede referirse a los Diez Mandamientos. Amenazaban
con la muerte a todos los que no los guardasen (x. 19:13). Pablo no dice que no hubo
gloria relacionada con la promulgacin de la ley. Desde luego la hubo. Cuando Dios dio los
Diez Mandamientos a Moiss en el Monte Sina, hubo grandes manifestaciones de la
presencia y poder de Dios (x. 19). De hecho, cuando Moiss estuvo en la presencia de
Dios, su propio rostro comenz a resplandecer, dando un reflejo del esplendor de Dios. As,
los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moiss a causa de la gloria
de su rostro. Era demasiado resplandeciente para que pudiesen mirarlo fijamente. Pero
luego Pablo aade las significativas palabras, la cual [gloria] haba de perecer. Esto
significa que el brillante resplandor que apareca en el rostro de Moiss no era permanente.
Era una gloria pasajera, temporal. El sentido espiritual de ello es que la gloria del Viejo
Pacto era temporal. La ley tuvo una funcin muy concreta. Fue dada para revelar el pecado.
Fue una exhibicin de las santas demandas de Dios, y en este sentido fue gloriosa. Pero fue
dada hasta la venida de Cristo, que es el fin de la ley para justicia a todo aquel que cree (Ro.
10:4). La ley era una sombra; l es la sustancia. La ley era una imagen de cosas mejores
que haban de venir, y estas cosas encuentran su realidad en el Salvador del mundo.
3:8 Ahora, si la ley tuvo este carcter glorioso, cunto ms glorioso es el ministerio
del Espritu? La expresin el ministerio del Espritu se refiere al evangelio. El Espritu de
Dios obra por medio de la predicacin del evangelio, y a su vez el Espritu de Dios es
ministrado a quienes reciben las buenas nuevas de salvacin. La forma verbal aqu, en ser
con gloria, no expresa tiempo futuro sino la consecuencia inevitable. Si existe un hecho o
condicin, lo otro seguir indefectiblemente.
3:9 Aqu, el Viejo Pacto recibe el nombre de el ministerio de condenacin. Este era el
resultado: trajo condenacin a todos los hombres, porque nadie poda guardar la ley a la
perfeccin. Pero haba una cierta gloria relacionada con l. Tena un verdadero propsito y
una verdadera utilidad para aquel tiempo. Pero el ministerio de justificacin abunda
mucho ms en gloria. Dice Hodge: La ministracin de justicia es aquella ministracin
que revela una justicia por la que los hombres son justificados, y con ello liberados de la
condenacin pronunciada contra ellos por la ley. Las glorias del evangelio no son la clase
que atraen a la mirada fsica, sino aquellas profundas y permanentes excelencias que atraen
al espritu. Las glorias del Calvario eclipsan de lejos a las glorias del Sina.
3:10 Aunque en un sentido la ley fue gloriosa, cuando se compara con la gloria ms
eminente del Nuevo Pacto, no fue en realidad gloriosa. Este versculo nos da una
contrastada comparacin y dice que cuando ambos pactos son puestos uno al lado del otro,
uno de ellos eclipsa totalmente al otro; es decir, el Nuevo Pacto sobrepasa al Viejo. Dice A.
T. Robertson: La mayor gloria empaa a la menor. En un punto, al menos, el viejo no
parece haber tenido gloria en absoluto, debido a la superabundante gloria del nuevo pacto.
Y Denney: Cuando el sol resplandece con toda su fuerza, no hay otra gloria en el cielo.
3:11 Porque si lo que es pasajero tuvo [lit., fue con] gloria, mucho ms aquello que
permanece en gloria (lit.). Deberamos observar las dos preposiciones, con y en. El
pensamiento es que la gloria acompa a la promulgacin de la ley, pero que es el elemento
mismo del Nuevo Pacto. La gloria asisti cuando se promulg el Viejo Pacto, pero el
evangelio de la gracia de Dios es glorioso por s mismo.
Contrasta tambin el carcter transitorio y fugaz de la ley con el carcter permanente
del evangelio. Lo que es pasajero solamente puede referirse a los Diez Mandamientos
el ministerio de muerte grabado con letras en piedras (v. 7) . As, este versculo refuta
las pretensiones de los Adventistas del Sptimo Da, que dicen que lo que ha quedado
invalidado es la ley ceremonial, pero no los Diez Mandamientos.
3:12 La esperanza a la que se refiere Pablo aqu es la aguzada conviccin de que la
gloria del evangelio nunca se desvanecer ni se empaar. Debido a esta intensa
certidumbre, habla la palabra con mucha franqueza. Nada tena que ocultar. No hay razn
para usar velo alguno. En muchas religiones del mundo actual hay supuestos misterios. Los
nuevos convertidos han de ser iniciados en estos profundos secretos. Pasan de un orden al
siguiente. Pero con el evangelio no es as. Todo es claro y todo est abierto. El evangelio
habla con llaneza y plena seguridad acerca de cuestiones como la salvacin, la Trinidad, el
cielo y el infierno.
3:13 Y no como Moiss, que pona un velo sobre su propio rostro, para que los
hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de aquello que era pasajero. El trasfondo del
versculo 13 se encuentra en xodo 34:2935. All aprendemos que cuando Moiss
descendi del Monte Sina, despus de haber estado en presencia del Seor, no saba que su
rostro resplandeca. Los hijos de Israel tuvieron miedo de acercarse a l debido a la gloria
de su rostro. Pero l les invit a que se acercasen, y as lo hicieron. Luego les dio como
mandamientos todo lo que el Seor le haba mandado. En xodo 34:33 leemos: Cuando
Moiss acab de hablar con ellos, puso un velo sobre su rostro. En 2 Corintios 3:13, el
apstol explica por qu Moiss hizo esto: para que los hijos de Israel no fijaran la vista
en el fin de aquello que era pasajero. Estaba ya entonces desvanecindose, y Moiss no
quera que viesen el fin de aquello. No es que Moiss quisiera velar la gloria misma, sino el
desvanecimiento de la gloria. F. W. Grant lo ha dicho de forma muy hermosa: La gloria
sobre el rostro de Moiss ha de dejar paso a la gloria de otro Rostro. Esto ha tenido lugar
con la venida del Seor Jesucristo. El resultado es que el ministro del Nuevo Pacto no ha de
ocultar su rostro. La gloria del evangelio nunca se desvanecer ni se empaar.
3:14 Pero sus pensamientos se embotaron. Los hijos de Israel no se dieron cuenta del
verdadero sentido de lo que estaba haciendo Moiss. Y a lo largo de los siglos as ha
sucedido con el pueblo judo. Incluso en tiempos de Pablo se aferraban a la ley como medio
de salvacin, y no estaban dispuestos a aceptar al Seor Jesucristo.
Porque hasta el da de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo
no descubierto. En otras palabras, en el tiempo en que estaba escribiendo el apstol,
cuando los judos lean el antiguo pacto, el Antiguo Testamento, no descubran el secreto
que Moiss haba escondido a sus antecesores debajo del velo. No se dieron cuenta de que
la gloria de la ley era pasajera, y que la ley haba encontrado su fin en el Seor Jesucristo.
El cual desaparece en Cristo. Algunos sugieren que el antecedente aqu, el cual, no es
el velo, sino el viejo pacto que queda abolido en Cristo. Un significado an ms probable es
que es la dificultad para comprender el viejo pacto lo que desaparece cuando alguien
acude a Cristo. Hodge lo dice bien:
Las Escrituras del Antiguo Testamento son inteligibles nicamente cuando se
comprenden como prediciendo y prefigurando a Cristo. El conocimiento de Cristo quita
el velo del Antiguo Testamento.
3:15 Aqu la figura cambia ligeramente. En la ilustracin del Antiguo Testamento, el
velo estaba sobre el rostro de Moiss, pero ahora hay un velo puesto sobre el corazn del
pueblo judo. Ellos an estn tratando de obtener la justicia sobre el principio de hacer,
nunca dndose cuenta de que la obra ha sido ya acabada por el Salvador en la cruz del
Calvario. Estn tratando de conseguir la salvacin por sus propios mritos, sin darse cuenta
de que la ley los condena totalmente y que deberan huir a los brazos del Seor en busca de
misericordia y gracia.
3:16 El alguno en el versculo 16 puede referirse al corazn de un judo individual, o
puede referirse a Israel nacionalmente. Cuando uno u otro se vuelvan al Seor, aceptando a
Jess como el Mesas, entonces el velo se quita, la oscuridad se va. Entonces amanece la
verdad de que todos los tipos y sombras de la ley encuentran su cumplimiento en el amado
Hijo de Dios, el Mesas de Israel. Si lo que est a la vista es la nacin de Israel, entonces el
versculo seala a un da an futuro en el que un remanente creyente se volver al Seor,
como est profetizado en Romanos 11:25, 26, 32.
3:17 Pablo ha estado enfatizando que Cristo es la clave del AT. Aqu vuelve a enfatizar
esta verdad diciendo: Ahora bien, el Seor es el Espritu. La mayora de las versiones
ponen aqu Espritu en maysculas, interpretndolo como el Espritu Santo. Pero el
contexto sugiere que el Seor es el espritu del AT, as como el testimonio de Jess es el
espritu de la profeca (Ap. 19:10). Todos los tipos y sombras del AT encuentran su
cumplimiento en Cristo. Donde est el Espritu del Seor, all hay libertad significa que
all donde Jesucristo es reconocido como Seor o Jehov, all hay libertad, es decir,
libertad frente a la esclavitud de la ley, libertad para la comprensin de las Escrituras, y
libertad para contemplar Su rostro sin velo interpuesto.
3:18 En el Viejo Pacto, slo a Moiss le fue permitido ver la gloria del Seor. Bajo el
Nuevo Pacto, todos nosotros tenemos el privilegio de mirar la gloria del Seor. El
rostro de Moiss tuvo que ser velado despus de terminar de hablar con el pueblo, pero
nosotros podemos tener cara descubierta. Podemos mantener nuestra cara descubierta
confesando y abandonando el pecado, siendo totalmente francos con Dios y con nosotros
mismos. Como dijo una vez un veterano misionero a la India, hemos de dejar caer los
velos del pecado, del fingimiento, de toda hipocresa, de falsas apariencias, de todo intento
de contemporizacin, de toda medida a medias, de todo S pero No.
El siguiente paso es mirar como en un espejo la gloria del Seor. El espejo es la
palabra de Dios. Al acudir a la Biblia, vemos al Seor Jess revelado en todo Su esplendor.
Todava no lo vemos cara a cara, sino slo tal como se presenta en la palabra como espejo.
Y observemos que es la gloria del Seor la que contemplamos. Aqu Pablo no est
pensando tanto en la hermosura moral de Jess como Hombre en la tierra, sino en Su gloria
presente, exaltado a la diestra de Dios.
La gloria de Cristo, como observa Denney, es:
Que l comparte el trono del Padre, que l es el Cabeza de la Iglesia, poseedor y dador
de toda la plenitud de la gracia divina, el Juez venidero del mundo, vencedor sobre todo
poder hostil, intercesor en favor de los Suyos, y, en resumen, portador de toda la majestad
que pertenece a Su regio oficio.
Al ocuparnos con la gloria del resucitado, ascendido y exaltado Seor Jesucristo, vamos
siendo transformados a la misma imagen. Aqu tenemos en una palabra el secreto de
la santidad cristiana ocuparnos con Cristo. No por ocuparnos con el yo: esto slo trae
derrota. No por ocuparnos con otros: esto trae desaliento. Sino por ocuparnos con la gloria
del Seor; as es como vamos asemejndonos ms a l.
Este maravilloso proceso de transformacin tiene lugar de gloria en gloria, es decir, de
un grado de gloria a otro. No es cosa de un cambio instantneo. No hay experiencia en la
vida cristiana que nos haga reproducir Su imagen en un momento. Es un proceso, no una
crisis. No es como la gloria en desvanecimiento de la ley, sino una gloria siempre creciente.
El poder para este maravilloso proceso es el Santo Espritu de Dios como por el
Espritu del Seor (RVR) . Al contemplar al Seor de la gloria, detenindonos en l,
mirndolo atentamente, observndolo con adoracin, el Espritu del Seor obra en nuestra
vida el maravilloso milagro de una conformidad creciente a Cristo.
Darby hace la observacin de cmo Esteban fue cambiado con su contemplacin:
Lo vemos en Esteban cuando es apedreado, y mira arriba y ve la gloria de Dios y Jess.
Cristo haba dicho: Padre, perdnalos, porque no saben lo que hacen; y la contemplacin
de Jess en la gloria de Dios saca de Esteban esta oracin: Seor, no les tomes en cuenta
este pecado. Y de nuevo en la cruz, Cristo dice: Padre, en mis manos encomiendo mi
espritu; y Esteban dice: Seor Jess, recibe mi espritu. Es transformado a imagen de
Cristo.
Consideremos entonces la trascendente gloria del Nuevo Pacto. Mientras que slo un
hombre tuvo la gloria en su rostro en el Antiguo Pacto, en la actualidad es el privilegio,
adquirido por la sangre de Cristo, de cada hijo de Dios. Asimismo, en lugar de meramente
reflejar la gloria de Dios en nuestros rostros, todos nosotros en el Nuevo Pacto vamos
siendo realmente transformados (lit., metamorfoseados) a la misma imagen, como por el
Espritu del Seor. En tanto que el rostro de Moiss reflejaba la gloria, los nuestros irradian
gloria desde el interior.
As Pablo lleva a su fin su exposicin tan mstica y profundamente espiritual del Nuevo
Pacto en contraste con el Viejo.
F. Obligacin de predicar un evangelio claro (4:16)
4:1 En los primeros seis versculos del captulo 4, Pablo destaca la solemne
responsabilidad de cada siervo de Cristo de presentar llanamente el mensaje del evangelio.
No puede haber velo alguno. Nada debe ser oculto ni misterioso. Todo ha de ser claro,
sincero y franco.
Pablo se haba referido a la maravillosa manera con la que Dios le haba capacitado
para ser un siervo idneo del Nuevo Pacto. Ahora reanuda el hilo del pensamiento desde
este punto. La conciencia de la gran dignidad del ministerio cristiano impide desmayar a
un hombre como Pablo. Claro, hay mucho para desalentar y deprimir en el servicio
cristiano, pero el Seor da misericordia y gracia para ayudar en tiempo de necesidad. As,
sea cual sea el desaliento, los alientos son siempre mayores.
Pablo no desmayaba. No actuaba con cobarda, sino de manera valerosa, haciendo
frente a barreras aparentemente insuperables.
4:2 Phillips da una parfrasis pintoresca del versculo 2:
No empleamos malabarismos ni trucos ingeniosos, ni manipulamos insinceramente la
Palabra de Dios. Hablamos la llana verdad y as nos recomendamos a nosotros mismos a
toda conciencia humana en presencia de Dios.
Es indudable que una vez ms aqu el apstol est pensando en los falsos maestros que
haban entrado en la iglesia de Corinto. Sus mtodos eran los mismos que siempre emplean
las fuerzas del mal, es decir, vergonzosas seducciones a pecar, habilidosas manipulaciones
de la verdad, empleo de sofismas y adulteracin de la palabra de Dios. Con respecto a la
ltima expresin, ni adulterando la palabra de Dios, Pablo indudablemente est
refirindose al favorito pasatiempo de estos hombres: tratar de mezclar la ley y la gracia.
El mtodo del apstol era muy diferente. No se expresaba con las palabras sino por la
manifestacin de la verdad recomendndonos a nosotros mismos ante toda conciencia
humana en la presencia de Dios. La manifestacin de la verdad puede adoptar dos
formas. Manifestamos la verdad cuando la expresamos de una manera llana y
comprensible. Pero tambin la manifestamos cuando la vivimos en nuestras vidas delante
de otros de modo que puedan verla por nuestro ejemplo. Pablo empleaba ambos mtodos.
Predicaba el evangelio, y obedeca el evangelio en su propia vida. Al hacerlo as, trataba de
recomendarse a s mismo ante toda conciencia humana en la presencia de Dios.
4:3 El apstol ha estado hablando del gran cuidado que ha manifestado al tratar de
poner en claro la verdad de Dios a los hombres, tanto por precepto como por prctica. Si el
evangelio est an encubierto o escondido para algunos, desde luego no es por culpa de
Dios, y Pablo no quiere que sea tampoco por culpa suya. Y sin embargo, al escribir estas
palabras, es consciente de que hay aquellos que sencillamente no parecen comprenderlo.
Quines son? Son los que se pierden. Por qu estn cegados as? La respuesta la da el
siguiente versculo.
4:4 Satans es el culpable. Aqu es llamado el dios de este mundo. Ha conseguido
poner un velo sobre las mentes de los incrdulos. Querra mantenerlos en perpetuas
tinieblas, para que no les resplandezca la iluminacin del evangelio de la gloria de
Cristo y sean salvos.
En nuestro universo fsico, el sol est siempre resplandeciendo. No siempre lo vemos,
pero la razn de ello es que algo se interpone entre el sol y nosotros. As es con el
evangelio. La luz del evangelio est siempre resplandeciendo. Dios est siempre tratando
de resplandecer en los corazones de los hombres. Pero Satans pone varias barreras entre
los incrdulos y Dios. Puede que sea la nube de la soberbia, de la rebelin o de la propia
justicia, o cualquiera de otro centenar de cosas. Pero todas estas sirven de manera eficaz
para obstaculizar la luz del evangelio e impedir que resplandezca. Sencillamente, Satans
no quiere que los hombres sean salvos.
El evangelio tiene que ver con Cristo en la gloria. No es