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EL BUSCADOR ES LO BUSCADO
Puntos clave de la enseanza de Nisargadatta Maharaj
Ramesh Balsekar
www.bibliotecaespiritual.com
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Prlogo
No era mi intencin escribir un libro sobre la enseanza de Sri Nisargadatta Maharaj. El
material que en este libro aparece brot de modo espontneo, como si fuese dictado, en un
frenes que sobrecarg mi ser con una fuerza compulsiva a la que no era posible ms que asentir.
No haba alternativa, tena que escribir, reducir al nivel verbal la comprensin abstracta de las
palabras del Maestro. Fue, en realidad, ms una tarea de escuchar que de escribir palabras y
frases en apariencia formadas sobre el papel ante m.
Una vez escrito el primer pasaje, ahora captulo de este libro, me di cuenta de que mis
pensamientos volaban aventajando la escritura. Y lo que escrib qued en una carpeta, guardado,
sin volver siquiera a ser ledo. No supuse entonces que hubiese ms que escribir al respecto, y
mucho menos cincuenta y tantos pasajes. A cada momento apareca esta sensacin de
compulsin a escribir sobre un tema particular del que pudo haberse ocupado Maharaj, y en
todos los casos el artculo fue guardado en la carpeta sin ms revisin o, cuando menos, relectura.
Cuando haba reunido cerca de quince artculos, un amigo mo, Keki Bunshah, de Hong Kong,
ferviente compaero devoto, llam casualmente a mi casa. Mientras discutamos acerca de cierto
asunto, se me ocurri mencionar que justo el da anterior haba escrito algunas notas sobre el
mismo tema. A Keki, siempre tan perspicaz, naturalmente no poda escaprsele lo que ya haba
dicho e insisti en que le permitiera leer el artculo. Y despus, desde luego, tuvo que leer
tambin los otros. Fue as como decidi mecanografiarlos, con una copia para l, claro est.
En ese momento me vi en un verdadero apuro, pues no haba mencionado nada a Maharaj
acerca de estos escritos intuitivos. En realidad no haba dicho nada a nadie sobre el asunto, ni
siquiera a mi amigo y colega Saumitra Mullarpattan, quien haba estado traduciendo las charlas de
Maharaj mucho antes de que el Maestro me pidiera a m tambin que fuera su intrprete. Cuando
le habl a Mullarpattan sobre los escritos intuitivos y de mi conflicto, el nmero de artculos haba
crecido a cerca de 25. La inspiracin para escribir pareca venir a intervalos irregulares, sola
escribir de prisa y en forma compulsiva cinco o seis pasajes cada vez y, luego, nada durante unos
das.
Una maana, despus de la sesin habitual, Mullarpattan y yo llevbamos a Maharaj a dar un
paseo en el automvil cuando, sin previo aviso, Mullarpattan sac a colacin los artculos. l
estaba, al igual que yo, consciente de que Maharaj recomendaba en general a sus devotos no
escribir ni dar plticas acerca de sus enseanzas, presumiblemente por dos razones:
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a) el que escriba puede no haber entendido el tema con la profundidad requerida, haberlo
entendido slo de modo superficial, o puede en verdad no haberlo entendido en lo ms mnimo, y
b) puede sentirse tentado a erigirse en seudogur y provocar un gran dao a todos.
As pues, Mullarpattan se refiri a ello con mucho tacto, exponiendo de manera muy clara el
hecho de que todo lo escrito era esencialmente espontneo y no resultado de haberme sentado
deliberadamente a escribir sobre cuestiones especficas, y que la velocidad misma con la que las
palabras haban ido saliendo a raudales sobre el papel, demostraba que el escrito no haba sido
planeado. Yo me hallaba sentado en el asiento delantero del auto y Maharaj y Mullarpattan iban
en la parte de atrs. Mientras Mullarpattan deca todo esto, no hubo ninguna clase de reaccin
oral por parte de Maharaj, ni un solo sonido!, de modo que, con gran inquietud, me volv para
mirar y pude ver a Maharaj por completo relajado, reclinado en el asiento con los ojos cerrados y
la ms beatfica sonrisa en los labios. El mensaje era claro; l ya saba de estos artculos; tena que
saberlo. Lo que es ms, se senta complacido.
Cuando Mullarpattan concluy, Maharaj se incorpor y dijo: "Deja que los artculos continen,
tantos como puedan surgir por s mismos. La espontaneidad es lo esencial. No insistas ni te
resistas". En ese momento Mullarpattan sugiri que se publicaran los artculos, y yo intervine
diciendo que podran publicarse bajo un seudnimo, pues era consciente de que yo no era ms
que un instrumento para su escritura.
Maharaj estuvo de acuerdo enseguida en que deban publicarse, pero insisti en que se
mencionara claramente el nombre del autor, "pese a que -aadi- s que ambos estn
conscientes de que todo escrito se origina en la conciencia, de que hay escritos mas no autores".
Fue un enorme alivio para miel que, a partir de entonces, Maharaj no slo supiera todo acerca
de los escritos, sino que se sintiera complacido con ellos y los hubiera bendecido.
Contenido del libro
1. Las exposiciones de la enseanza de Maharaj que componen este libro no son reproduccin
de las grabaciones de las charlas.
2. Se trata, en lo fundamental, de temas discutidos en las sesiones, ya sea cuando
Mullarpattan realiz la traduccin estando yo presente, o bien cuando fui yo mismo quien la hizo.
3. El tema de cada captulo ha sido tratado con mucha ms profundidad de lo que hubiera sido
posible si tan slo se ofreciera la traduccin literal al ingls de las palabras en marati de Maharaj
en alguna sesin. Y aunque la parte sustancial de un captulo proviene de lo discutido en una
sesin particular, tuvo que tomarse material adicional de otras reuniones en las que se haba
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tratado el mismo tema con el fin de hacer cada punto ms claro y acabado. Sin esta libertad, el
tema habra carecido de la profundidad que intento contenga de esta forma.
4. Ninguna traduccin a otro idioma podra dar el sentido exacto ni proporcionar el efecto que
tienen las palabras en marati de Maharaj en el momento de expresarlas. La traduccin de las
palabras del Maestro contenida en este
libro no es una hiera versin literal; entraa necesariamente una interpretacin de lo que en
forma clara pareca implicar el uso de Maharaj del idioma marati, uso que es a la vez imaginativo,
enrgico y en ocasiones parco aunque contundente.
5. Tal vez el lector considere que podra haberse evitado la repeticin de muchas de las
palabras de Maharaj, la cual se da una y otra vez en varios captulos. Pero tales repeticiones no
podran haberse evitado porque
a) las repeticiones son lo que Maharaj llama martillazos en el colosal condicionamiento que
sufren los individuos y que hace que se identifiquen como entidades separadas, impidiendo que
contemplen la Verdad; y
b) Maharaj desea recordarnos siempre que no debemos dejarnos enredar en las ramas
olvidando la raz; sta es la razn por la que nos conduce una y otra vez, de manera reiterada, a la
raz y a la fuente: Qu eras antes de "nacer"?; y, adems, porque
c) no se espera que estos pasajes se lean de corrido como una obra de ficcin, sino se
pretende que en s mismo cada artculo sea completo.
Puedo mencionar aqu tambin la declaracin frecuente de Maharaj en el sentido de que la
comprensin cabal, incluso de una sola de sus aseveraciones, puede llevar a la apercepcin de la
Verdad ntegra. Debe recordarse adems su advertencia, tambin frecuente, en cuanto a que slo
es vlida aquella apercepcin de la Verdad en la que desaparece la apercepcin misma, es decir,
slo cuando el que busca la Verdad desaparece como entidad. Slo en la conciencia, dice Maharaj,
puede adquirirse conocimiento, y la conciencia misma debe ser comprendida como un mero
concepto. En otras palabras, un concepto es la base de todo "conocimiento"!
En un principio pareci necesario incluir en esta obra una nota biogrfica breve acerca de
Maharaj; ms tarde, empero, descart la idea, no slo porque los sucesos de la vida honesta y
sencilla de Maharaj son muy pocos, sino sobre todo porque l es enemigo de estas cosas: "Esto es
materia muerta; tan muerta como las cenizas de un fuego consumido. No estoy interesado en eso.
Por qu habras de estarlo t?" As era como rechazaba toda pregunta sobre su pasado.
"Es que existe el pasado? -sola preguntar-. En lugar de ocupar tu tiempo en bsquedas
infructuosas, por qu no vas a la raz de la cuestin e indagas sobre la naturaleza misma del
tiempo? Si lo haces descubrirs que el tiempo no tiene sustancia como tal; no es ms que un
concepto".
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Antes de poner fin a esta nota a modo de prlogo, deseo expresar mi agradecimiento a mi
amigo Keki Bunshah, quien despus de haber ledo los primeros pasajes, casi me persigui con la
demanda afectuosa de copias de los otros escritos, y a otro compaero devoto, P.D. Kasbekar,
antiguo Secretario en Jefe del gobierno de Maharashtra, por sus sugerencias, las cuales fueron de
gran ayuda. De manera particular estoy agradecido a mi estimado amigo Saumitra Mullarpattan,
quien, adems de haber expuesto a Maharaj el asunto y asegurarme la gracia de su bendicin del
libro, me alent constantemente con sus comentarios constructivos a medida que avanzaba el
manuscrito.
Agradezco tambin de manera especial a Sudhakar S. Dikshit, cuya lectura crtica del
manuscrito en su etapa final condujo a bastantes mejoras. Dikshit, ferviente seguidor de la
enseanza de Maharaj, dirige la casa editora Chetana, que public I am That. En cuanto tuvo
conocimiento de que haba escrito algo sobre Maharaj, se puso en contacto conmigo y, despus
de una mera hojeada al manuscrito, ofreci publicarlo. Me siento contento de que mi manuscrito
est en buenas manos, pues la experiencia editorial y la habilidad de Dikshit como editor, sobre
todo en el campo especfico de la filosofa, es en verdad vasta e internacionalmente reconocida.
Ramesh S. Balsekar.
Bombay febrero de 1982.
Nota del editor
Descubrir un nuevo autor de autntica vala es como descubrir un planeta o una estrella
nuevos en la ilimitada extensin del firmamento. Mientras escribo estas lneas puedo imaginar lo
que debi de haber sentido William Herschel al descubrir Urano.
Ramesh S. Balsekar, el autor de este libro, es una nueva y centelleante luminaria que ha
adornado el firmamento misterioso de la literatura esotrica de calidad, si bien l es bastante
indiferente con respecto a su propio brillo. Cuando, despus de una rpida mirada a algunos de
los captulos de su manuscrito, el cual me haba hecho llegar un amigo mutuo, me entrevist con
l y le dije cuan gratamente impresionado me senta, l fij en m una mirada vaca. No soy
escritor, dijo; no escrib esto para publicarlo, sino a fin de lograr una clara comprensin de la
enseanza de mi Maestro, como una gua para m mismo y para deleite propio. No fue fcil
convencerlo de que lo que escribi para su gozo podra deleitar a miles ms si se publicaba como
libro. Me escuch sin responder, con una sonrisa enigmtica en los labios y una actitud afable,
aunque del todo reservada.
De sesenta aos en apariencia, muy bien conservado para su edad, Balsekar es de tez blanca,
bastante apuesto y amable, pero de naturaleza ms bien taciturna. Cuando decide hablar, lo hace
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con la circunspeccin y lejana propias de un presidente de banco que conversa con un solicitante
de crdito. Ms tarde me sent muy intrigado al saber que, efectivamente, en verdad haba sido
banquero, y se haba retirado siendo el ejecutivo ms alto de uno de los principales bancos de la
India.
Por supuesto, como solicitante de crdito result ser una persona bastante tenaz, pues logr
que Balsekar me confiara su manuscrito por unos cuantos das para mi iluminacin personal,
como persona interesada en la enseanza de Maharaj. Y conforme fui leyendo el libro, descubr
que sobrepasaba mis mejores expectativas. De modo que no perd tiempo en llamarlo y le ofrec
publicar la obra. Despus de un breve silencio, y de manera ms bien despreocupada, expres su
consentimiento.
Le nuevamente todo el manuscrito, con gran cuidado, como un lector profundamente
interesado, tratando de mantener al margen mis inclinaciones editoriales. Mientras continuaba
leyendo, experiment por un instante mi verdadera identidad como algo distinto de lo que pienso
que soy o parezco ser. Nunca antes haba tenido una experiencia semejante. Hace algunos aos,
cuando tuve la buena fortuna de editar y publicar una serie de conversaciones de Sri Nisargadatta
Maharaj tituladas I am That, sent el impacto de su originalidad creativa y de su razonamiento
socrtico, pero entonces no tuve siquiera un breve atisbo de la Verdad, de la Realidad, o de mi
verdadera identidad, como ahora. La razn es que Balsekar no se limita en su escrito a repetir
simplemente las palabras de Maharaj, sino que las interpreta con gran penetracin, lucidez y una
profunda comprensin. Escribe con una fuerza y autoridad intrnsecas cuya fuente es Maharaj
mismo, por as decirlo. No argumenta; anuncia. Sus aseveraciones tienen la naturaleza de
revelaciones en nombre del Maestro.
Nunca visit con regularidad a Maharaj, pero s asist a sus plticas con bastante frecuencia,
siempre que mis ocupaciones me permitan un tiempo libre. Un asiduo devoto de Maharaj, de
nombre Saumitra Mullarpattan, quien es igualmente versado en marati e ingls, sola actuar como
intrprete. En un par de ocasiones, sin embargo, encontr llevando a cabo esta tarea a una
persona desconocida para m que me impresion por el tono de autoridad con que comunicaba
las respuestas de Maharaj a los consultantes. Se sentaba con los ojos cerrados y transmita las
sabias palabras de Maharaj con la determinacin caracterstica del Maestro. Fue como si Maharaj
mismo, para variar, estuviese hablando en ingls.
Cuando pregunt, me dijeron que el intrprete era un devoto nuevo de Maharaj, de nombre
Balsekar. Al final de la sesin, mientras la gente se retiraba, me present con l y elogi su
excelente traduccin de las palabras de Maharaj. Pero l se mostr impasible, como si no hubiese
odo nada de lo que le dije. Sorprendido por su actitud intratable me alej y nunca volv a pensar
en l hasta que me reun con l recientemente con motivo de este libro. Ahora me doy cuenta de
cuan deplorablemente equivocado estuve al formar mi opinin acerca de l. Debi habrseme
ocurrido entonces que viva en un nivel diferente de existencia, fuera del alcance del elogio y la
crtica. Deb entender que se encontraba en unin con el Maestro y nada ms le importaba. Y este
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libro es prueba de ello, pues pgina tras pgina encontramos la presencia de Maharaj: su
extraordinaria agilidad mental, la lgica rigurosa de sus conclusiones, su pensamiento ntegro, su
total identidad con la unidad que se muestra como diversidad.
Es interesante hacer notar que en su prlogo, Balsekar casi niega su paternidad respecto a la
obra. Dice que el material que aqu aparece brot espontneamente, como si fuese dictado, en un
frenes que sobrecarg su ser con una fuerza compulsiva a la cual no poda resistirse. Estoy
convencido de la verdad de esto y me inclino a pensar que el lector estar de acuerdo conmigo
conforme avance en su lectura, pues no hay nada en el libro que pueda tomarse como una
proyeccin del propio autor, ninguna improvisacin, ninguna cita aprendida de textos sagrados;
no hay, en absoluto, una pluma prestada. Los pensamientos que expone Balsekar llevan la
invisible firma del Maestro. Parecen provenir de un conocimiento luminoso, de una exaltacin de
la gloria de la Verdad que colma su interior. Esta obra, titulada Pointers from Nisargadatta
Maharaj, es Maharaj mismo, de modo total. De hecho, es una especie de curso de postgrado para
aquellos que se han empapado ya de lo que ofrece Yo soy Eso. Comprende la enseanza ltima y
ms sublime del maestro y va ms lejos que su enseanza de aos anteriores. Me atrevo a decir
que en verdad no puede haber un conocimiento ms elevado que el que contiene este libro. Me
atrevo tambin a afirmar que nadie sino Balsekar podra haber expuesto este conocimiento, pues
ninguna persona de las que han estado cerca de Maharaj ha comprendido su enseanza con tanta
profundidad como l.
Algunos de los devotos de Maharaj que conozco, han asistido a sus plticas durante veinte
aos o ms y, sin embargo, su mente no ha cambiado y siguen siendo las mismas entidades que
eran dos dcadas atrs. Por otra parte, la relacin personal de Balsekar con Maharaj abarca
escasamente un periodo de tres aos. Mas tales vinculaciones no deben medirse en trminos
cronolgicos, si es que pueden medirse en forma alguna. Y ms importante que la duracin de ese
vnculo es la clase especial de receptividad que caracteriza a Balsekar. No dudo que el manto de
Maharaj haya cado sobre sus hombros. A falta de una mejor expresin puedo incluso decir que
Balsekar es el alter ego viviente de Maharaj, aun cuando l no tiene ningn inters en
desempear el papel de maestro. A partir de esta obra es del todo claro que Balsekar est
impregnado del jana impartido por Maharaj. Empero, quiero atraer la atencin del lector de
manera particular a un artculo especfico, titulado "La esencia de la enseanza", en donde expone
la singular filosofa de Maharaj en todas sus facetas (Apndice Uno), as como a su nota sobre el
difcil y oscuro tema de la Conciencia (Apndice Dos). Son pasajes que el lector no debe dejar de
leer.
Antes de poner fin a esta nota, me permitir relatar un gracioso incidente en el que hubo un
choque entre Balsekar y yo como autor y editor. Siempre me molest su distancia y su
indiferencia. l es graduado de la London University y tiene un buen dominio del ingls.
Difcilmente podra haber encontrado fallas en su lenguaje. Con todo, intent mejorar aqu y all
su estilo y expresin, cmo debe hacer un editor! Se percat de las "mejoras" no pedidas y
guard silencio con su desapego habitual. Entonces fue claro que haba hecho de su
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ensimismamiento una virtud, as como yo haba hecho una virtud de mi verborrea. Yo senta que
ramos antpodas. Buscando con ansia acercarme a l, quise sacarlo de algn modo de su
ostracismo y encontr una forma. Ataqu su exposicin de un aspecto de la enseanza de
Maharaj (aunque en realidad estaba de acuerdo al respecto) y estall de manera repentina. Su
contraataque fue devastador, y yo me alegr de ver roto por fin el caparazn. No obstante,
rpidamente se tranquiliz en cuanto, sin ms, estuve de acuerdo con l. Sus ojos irradiaban
entonces compasin. Desaparecieron la circunspeccin y lejana habituales, dando paso a una
unin naciente entre nosotros. Despus de que trabajamos juntos en el libro, me dio de hecho
completa libertad en cuanto al manuscrito y slo ley la versin final hasta que estuvo lista para
mandarse a la imprenta.
El Editor Sudhakar S. Dikshit.
Bombay marzo de 1982.
La primera edicin en pasta dura de esta obra, publicada en octubre de 1982, casi se ha
agotado en un ao y la demanda es continua. En vista del creciente, pblico interesado, esta
segunda edicin se publica en rstica. El autor ha ledo una vez ms todo el texto y se han
corregido los errores que se haban pasado por alto en la edicin anterior.
La crtica ha sido en general favorable. No obstante, algunas opiniones de lectores, que me
han hecho llegar por medio de cartas, han sido severamente reprobatorias, en particular con
respecto a mi desempeo como editor. Se me ha acusado, por ejemplo, de euforia en mi alabanza
al autor. Mi respuesta es que creo sinceramente lo que dije. Siento que incluso merece mayores
elogios. Curiosamente, me han cuestionado por qu y cmo consider adecuado
"revisar" el trabajo de un autor al que alab tanto. Fue presuncin de parte ma hacerlo? Esto
precisa una aclaracin. La palabra "revisar" no implica nada despectivo. Significa slo releer y
reconsiderar. Y yo le y rele el manuscrito en su totalidad tres veces, con gran cuidado.
Mientras revisaba en esta forma, se me ocurri que en determinadas partes ciertos
pensamientos difciles, expresados de manera concisa, necesitaban aclararse o desarrollarse en
beneficio del lector comn. As pues, yendo un poco ms lejos de la funcin editorial ordinaria,
hice las adiciones y modificaciones requeridas. Slo el autor podra ofenderse conmigo por lo que
hice, no un lector. Sin embargo, salvo unas cuantas excepciones, el autor estuvo de acuerdo con
mi versin revisada del texto. En una de las notas que me escribi, Balsekar dice: "La edicin se ha
realizado magnficamente; en definitiva, mejora...". Estas palabras son replica suficiente a mis
crticos que parecen pensar, con severidad, que en cierto modo trat de eclipsar al autor.
El Editor.
Bombay diciembre de 1983
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NDICE Prlogo ................................................................................................................................................. 2 Contenido del libro .............................................................................................................................. 3 Nota del editor ..................................................................................................................................... 5 1. El orgullo del xito ......................................................................................................................... 10 2. La conciencia, el nico "capital". ................................................................................................... 12 3. Frente a la muerte. ........................................................................................................................ 14 4. Lo manifestado y lo inmanifestado son uno. ................................................................................ 16 5. Conciencia en s y conciencia. ........................................................................................................ 18 6. La esclavitud del espacio y el tiempo. ........................................................................................... 19 7. Cmo ve el mundo un jnani? ....................................................................................................... 22 8. La prueba de la verdad. ................................................................................................................. 23 9. T eres Rama, yo soy Rama. .......................................................................................................... 24 10. Imgenes en la imaginacin. ....................................................................................................... 26 11. Contina la funcin. ..................................................................................................................... 28 12. La manifestacin es un sueo...................................................................................................... 29 13. Amor y Dios .................................................................................................................................. 31 14. Punto de vista para leer el Gita. .................................................................................................. 33 15. Un ciego con visin ...................................................................................................................... 35 16. Vino a burlarse y... ....................................................................................................................... 37 17. Nomeno y fenmeno ................................................................................................................. 41 18. Comprendamos los hechos bsicos ............................................................................................. 44 19. El conocimiento de uno mismo y los problemas de la vida ........................................................ 46 20. La gracia del gur es todo lo que necesito .................................................................................. 49 21. La semilla de la conciencia ........................................................................................................... 51 22. La autorrealizacin no requiere de esfuerzo ............................................................................... 56 23. El hijo de una mujer estril .......................................................................................................... 58 24. Una revisin de los fundamentos ................................................................................................ 60 25. Qu somos realmente? .............................................................................................................. 62 26. La vida, una comedia ................................................................................................................... 64 27: La falsa identificacin es "esclavitud" ......................................................................................... 66 28: T eres eterno .............................................................................................................................. 68 29: No hay tal "iluminacin" .............................................................................................................. 69 30: Qu eras antes de "nacer"? ....................................................................................................... 71 31: Maharaj habla de s mismo.......................................................................................................... 73 32: Una experiencia personal ............................................................................................................ 74 33: No hay perceptor, slo percepcin ............................................................................................. 77 34: La identidad inmaculada .............................................................................................................. 79 35: Ausencia total de hacedor ........................................................................................................... 80 36: Nadie nace; nadie muere ............................................................................................................. 82 37: Analizando el pensamiento ......................................................................................................... 84 38: Ser es Dios .................................................................................................................................... 85 39: T eres la presencia consciente ................................................................................................... 87 40: Maharaj habla otra vez de s mismo ............................................................................................ 90 41: No puede haber renacimiento .................................................................................................... 91 42. El intelecto puede ser una adiccin ............................................................................................. 93 43: La Verdad es ver lo falso como falso ........................................................................................... 94
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44: Jugar a la meditacin ................................................................................................................... 96 45: No existe nada ms que Yo .......................................................................................................... 97 46: Negacin de la condicin de "entidad" .....................................................................................100 48: La naturaleza del sueo profundo .............................................................................................102 49: Aniquilacin del "t" ..................................................................................................................103 50: Una revelacin irreverente ........................................................................................................104 51: Quin sufre? .............................................................................................................................105 52: Progreso en la bsqueda espiritual ...........................................................................................107 53: El sufrimiento de la experiencia ................................................................................................109 54: Las palabras y su realizacin ......................................................................................................110 55: Confusin sobre la vida y la muerte ..........................................................................................111 56: Los ltimos das: enseanza final ..............................................................................................113 APNDICE 1 ......................................................................................................................................125 El fin bsico de Paramarta ...............................................................................................................128 Acerca del renacimiento ..................................................................................................................128 La seudoentidad ..............................................................................................................................129 La vida, un sueo viviente ...............................................................................................................130 Prcticas espirituales: la voluntad ...................................................................................................131 El mayor fraude ...............................................................................................................................133 APNDICE 2 ......................................................................................................................................135 Conciencia en s, conciencia e "individuo" ......................................................................................136 La naturaleza de la conciencia y la manifestacin...........................................................................137 La identidad esencial .......................................................................................................................138 El juego de la unicidad en la dualidad .............................................................................................139 APNDICE 3 ......................................................................................................................................141 Bhakti, Jana y el individuo .............................................................................................................141 APNDICE 4 ......................................................................................................................................147 APNDICE 5 ......................................................................................................................................149 Glosario ............................................................................................................................................149
1. El orgullo del xito
"He trabajado duro y considero que soy en este momento un hombre exitoso. Mentira si no
admitiera que me siento muy satisfecho y, s, muy orgulloso de lo que he logrado. Hago mal?"
Cierta tarde, un visitante extranjero se dirigi a Sri Nisargadatta con estas palabras. Era un
hombre de cuarenta y tantos aos, soberbio, seguro de s y un poco agresivo. La conversacin se
desarroll entonces sobre las siguientes lneas:
Maharaj: Antes de que consideremos qu "est bien" y qu "est mal", dime por favor quin
hace esta pregunta.
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Visitante (un poco sorprendido): Cmo? "Yo", desde luego.
Y quin es se?
Yo. Este "yo", quien est sentado frente a ti.
Y t crees que eso eres?
Me ves. Yo me veo. En qu puede haber duda?
Te refieres a este objeto que tengo frente a m? Retrocede en tu memoria tanto como te sea
posible; cul es el recuerdo ms antiguo que guardas de lo que crees ser?
(Despus de un par de minutos): ...Quiz el primer recuerdo que tengo sea el de verme
cuidado y abrazado por mi madre.
Como un nio muy pequeo, quieres decir. T diras que el hombre triunfador de la
actualidad es ese mismo nio desvalido, o alguien distinto?
Sin duda es el mismo.
Bien. Ahora, si vuelves la vista ms atrs, estars de acuerdo en que ese nio, al cual
recuerdas, es el mismo al que dio a luz tu madre, el cual alguna vez fue tan desvalido que no se
daba cuenta siquiera de lo que suceda cuando su cuerpo realizaba las funciones fsicas naturales,
y slo poda llorar al sentir dolor o hambre.
S, yo era ese nio.
Y antes de que ese beb adquiriera un cuerpo y nacieras, qu eras?
No entiendo.
S entiendes. Piensa. Qu sucedi en el vientre de tu madre?, qu fue lo que se desarroll
hasta convertirse en un cuerpo con huesos, sangre, mdula, msculos, durante un periodo de
nueve meses?, no fue un espermatozoide combinado con un vulo en el vientre femenino donde
se inici una nueva vida, pasando adems durante el proceso por numerosas contingencias? Es
acaso ese espermatozoide infinitesimalmente pequeo el que se enorgullece ahora de sus logros?
Quin te esperaba particularmente a ti? Tu madre, tu padre?, ellos te queran en especial a ti
como hijo? Tiene algo que ver contigo el hecho de haber nacido de estos padres en particular?
Estoy asombrado, en realidad nunca haba pensado en ello.
Precisamente. Reflexiona a este respecto. Luego tal vez puedas hacerte una idea de tu
verdadera identidad. Medita ms tarde sobre si puedes enorgullecerte de lo que has "logrado".
Creo que empiezo a entender lo que quieres decir.
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Si ahondas ms en esto, te dars cuenta de que el origen del cuerpo -el espermatozoide y el
vulo- es, en s, la esencia del alimento que consumieron los padres; que la forma fsica est
compuesta, y se alimenta, de los cinco elementos que constituyen el alimento; te dars cuenta
tambin de que, con mucha frecuencia, el cuerpo de una criatura se convierte en el alimento de
otra.
Pero seguramente yo, como tal, debo de ser una cosa distinta de este cuerpo-alimento.
En realidad lo eres, pero no una "cosa". Indaga qu es lo que da sensibilidad a un ser sensible,
aquello sin lo cual no sabras siquiera de tu existencia, y mucho menos de la del mundo exterior.
Y, por ltimo, ve ms a fondo an y analiza si esta cualidad de ser, esta conciencia, no est sujeta
al tiempo.
Por supuesto profundizar en las diversas cuestiones que me has planteado, aunque confieso
que nunca antes haba explorado estos terrenos y me siento un poco aturdido a causa de mi
ignorancia en estos nuevos campos a los que me has abierto. Vendr a verte en otra ocasin,
maestro.
Sers siempre bienvenido.
2. La conciencia, el nico "capital".
Maharaj expresa a menudo la idea de que la conciencia es el nico "capital" con que nace un
ser sensible. Esto, dice, es as slo en apariencia. La situacin real, empero, es que lo que nace es
la conciencia, la cual necesita de un organismo para manifestarse, y ese organismo es el cuerpo
fsico.
Qu es lo que da sensibilidad a un ser sensible, es decir, lo que le permite tener sensaciones,
responder a estmulos? Qu es lo que distingue a una persona viva de una muerta? Es, claro est,
el sentido de ser, el conocimiento de estar presente, la conciencia, el espritu vitalizador que
anima la estructura fsica que es el cuerpo.
En verdad es la conciencia lo que se manifiesta en formas particulares y da a stas una
existencia aparente. De dicha manifestacin surge en los seres humanos la idea de un "yo"
separado. En cada individuo el Absoluto se halla reflejado como conciencia y, por lo tanto, la
Conciencia en s pura se convierte en autoconciencia, o conciencia.
El universo objetivo est en continuo flujo, constantemente se crean y se disuelven un
sinnmero de formas. Siempre que se crea una forma y se infunde vida (Prana) en ella, aparece la
conciencia (Chetana) de manera simultnea y automtica, como reflejo del Absoluto en la
superficie de la materia, lo cual produce un sentido de dualidad. En tanto algo distinto de la
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materia, la Conciencia en s pura, el estado Absoluto, no tiene principio ni fin, no necesita ningn
soporte a no ser ella misma. La Conciencia en s se vuelve conciencia nicamente cuando tiene un
objeto en el cual reflejarse. Entre la Conciencia en s pura y la Conciencia en s reflejada como
conciencia, dice Maharaj, hay un abismo que la mente no puede traspasar. El reflejo del sol en la
gota de roco no es el sol!
La conciencia manifestada est atada al tiempo, ya que desaparece tan pronto como llega a su
fin la estructura fsica que habita. No obstante segn Maharaj, es el nico "capital" con que nace
un ser sensible. Y dado que la conciencia manifestada es su nico vnculo con el Absoluto, se
convierte en el nico medio por el cual el ser sensible puede esperar conseguir una liberacin
ilusoria del "individuo" que cree ser.
Siendo uno con su conciencia y tomndola como su Atma, su Dios, el ser sensible puede
confiar en alcanzar lo que considera inalcanzable.
Cul es la sustancia real de esta conciencia animante? Debe ser, claro est, un material fsico,
pues no puede sobrevivir en ausencia de una forma de este tipo. La conciencia manifestada puede
existir slo mientras su morada, el cuerpo, se conserve sana y habitable. Aunque la conciencia es
un reflejo del Absoluto, est atada al tiempo y requiere para su sostn del alimento material,
compuesto por los cinco elementos, que forman el cuerpo fsico. La conciencia reside en un
cuerpo saludable y lo abandona cuando ste va a morir y se deteriora. El reflejo del sol
nicamente puede ser visto en una gota de agua clara, nunca en una de agua turbia.
Maharaj dice a menudo que podemos observar la naturaleza y funcin de la conciencia en
nuestros estados cotidianos de sueo profundo, sueo y vigilia. En el sueo profundo, la
conciencia se recoge, por as decirlo, en un estado de reposo. Cuando se encuentra ausente la
conciencia, no hay sentido de la existencia o presencia de uno mismo, mucho menos de la
existencia del mundo y sus habitantes, ni idea alguna de liberacin y esclavitud. Esto sucede
porque el concepto mismo de "yo" se halla ausente. En el estado de sueo, comienza a moverse
una chispa de conciencia -uno no est del todo despierto an- y entonces, en una fraccin de
segundo, se crea en esa chispa de conciencia un mundo entero de montaas, valles, ros, lagos,
ciudades y pueblos con construcciones y gente de edades diversas, Un mundo en que aparece la
persona misma que suea. Y, lo que es ms importante, el que suea no tiene control sobre lo
que hacen las imgenes que ve en su sueo! En otras palabras, en una fraccin de segundo se
crea un nuevo mundo viviente producto tan slo de la memoria y la imaginacin con un solo
movimiento de esa chispa de conciencia. Imagnense, dice Maharaj, por lo tanto, el extraordinario
poder que tiene esta conciencia, una sola chispa de la cual puede contener y proyectar un
universo entero. Cuando despierta el que suea, desaparecen el mundo y los personajes soados.
Qu sucede cuando terminan tanto el estado de sueo como el de sueo profundo y
reaparece la conciencia? La sensacin inmediata es entonces la de existencia y presencia, pero no
de "mi" presencia sino de la presencia como tal. Empero, en seguida se hace cargo la mente y crea
el "yo", concepto que da lugar a la conciencia del cuerpo.
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Maharaj dice con frecuencia que estamos tan acostumbrados a concebirnos como cuerpos con
conciencia que nos resulta muy difcil aceptar, o al menos entender, la condicin real. En realidad,
es la conciencia la que se manifiesta en un sinfn de cuerpos. Por consiguiente, es esencial
percatarse de que nacimiento y muerte no son sino el principio y el fin de una serie de
movimientos de la conciencia, los cuales se interpretan como sucesos en el tiempo y el espacio. Si
podemos darnos cuenta de esto, podremos darnos cuenta tambin de que somos Ser, Conciencia
y Bienaventuranza puros en nuestro estado original, y cuando estamos en contacto con la
conciencia, slo somos testigos, completamente separados, de los diversos cambios que en ella se
operan. Este es un hecho indiscutible, pues es obvio que no podemos ser lo que percibimos; el
que percibe tiene que ser distinto de lo que percibe.
3. Frente a la muerte.
Visitante: Mi nico hijo muri hace unos das en un accidente automovilstico, y me resulta
casi imposible aceptar su muerte con entereza filosfica. S que no soy la primera persona que
sufre una prdida semejante. Tambin s que todos tenemos que morir algn da. He buscado
alivio en mi mente recurriendo a todas las tcticas usuales mediante las cuales nos consolamos y
confortamos unos a otros en conflictos como ste. Y sin embargo, vuelvo al hecho trgico de que
un destino cruel ha privado de todo a mi hijo en la flor de su vida. Por qu? Por qu?, me
pregunto todo el tiempo. Maestro, no puedo superar mi dolor.
Maharaj (despus de permanecer con los ojos cerrados durante un minuto o ms): Es intil y
vano decir que estoy afligido, pues en ausencia de "yo" (de "m" como individuo) no hay "otros",
uno se ve a s mismo reflejado en todos los dems. Obviamente, t no has venido a m buscando
slo compasin, la cual con seguridad has recibido en abundancia de tus familiares y amigos.
Recuerda, uno va por la vida, ao tras ao, disfrutando los placeres habituales y sufriendo las
penas normales, pero sin apreciar jams la vida en su justo valor. Y cul es su justo valor? Es ste:
No existe "m" ni "t "; no pueden existir tales entidades. Todo hombre debe entender esto y
tener valor para vivir la vida con esta comprensin.
Tienes ese valor, amigo mo, o tendrs que sumirte en lo que llamas tu pena?
Disclpame, Maharaj, no entiendo del todo lo que me has dicho, me encuentro sorprendido y
desconcertado. Me has expuesto la esencia de mi ser, y lo que has dicho en forma tan sucinta
parece ser la regla de oro para vivir. Podras, por favor, explicar con ms detalle lo que acabas de
decir? Qu es exactamente lo que debo hacer?
Hacer? Nada, absolutamente nada: slo ve lo transitorio como transitorio, lo irreal como
irreal y lo falso como falso, y te dars cuenta de cul es tu verdadera naturaleza. Has hablado de
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tu pena, pero alguna vez has mirado de frente el "dolor" y has intentado comprender lo que es
en realidad?
La prdida de alguien o algo que has amado mucho inevitablemente causar dolor. Y puesto
que la muerte es aniquilacin total, con irrevocabilidad absoluta, el dolor que causa es profundo.
Con todo, ni siquiera este dolor agobiante puede durar demasiado si lo analizas
intelectualmente. Qu es exactamente lo que te aflige? Volvamos al principio: t y tu esposa
acordaron con alguien que tendran un hijo -un cuerpo particular- y que tendra un destino
determinado? Que el feto haya sobrevivido a muchos peligros en el vientre fue otra casualidad.
Que ese beb fuera un nio tambin fue azaroso. En otras palabras, lo que llamas tu "hijo" no fue
ms que un acontecimiento fortuito, un suceso sobre el cual no tuviste control en ningn
momento, y ese suceso ha llegado ahora a su fin.
Qu es exactamente lo que lamentas? Lamentas acaso las pocas experiencias placenteras y
las muchas dolorosas que se ha perdido tu hijo en los aos venideros? O en realidad te afligen los
placeres y ventajas que no podrs recibir ya ms de l?
Ten cuidado, todo esto parte desde el punto de vista de lo falso! Pero, me sigues hasta aqu?
Estoy asustado y me sigo sintiendo aturdido. S te sigo en lo que acabas de decir, slo que no
alcanzo a comprender qu queras decir cuando hablaste de que todo esto se encuentra en el
nivel de lo falso.
Ah! Pasaremos ahora a lo verdadero. Entiende por favor como verdadero el hecho de que no
eres un individuo, una "persona". La persona, lo que uno cree ser, es tan slo un producto de la
imaginacin y el yo es vctima de esta ilusin. La "persona" en sentido estricto no existe. Es el yo,
la conciencia, el que errneamente cree que existe una persona y es consciente de ser sta.
Cambia tu punto de vista. No mires el mundo como algo externo a ti. Ve a la persona que
imaginas ser como parte del mundo -un mundo soado en realidad- al cual percibes como una
apariencia en tu conciencia y mira todo el espectculo desde fuera. Recuerda, no eres la mente, la
cual no es sino el contenido de la conciencia. En tanto te identifiques con el complejo, cuerpo-
mente, sers vulnerable al dolor y al sufrimiento. Ms all de la mente est slo el ser, no el ser
padre o hijo, esto o aquello.
T te encuentras ms all del espacio y el tiempo, slo ests en contacto con ellos en el aqu y
ahora, pero por lo dems eres atemporal, ilimitado e invulnerable a cualquier experiencia.
Comprende esto y no te aflijas ms. Una vez que te des cuenta de que no hay nada en este mundo
que puedas o necesites llamar tuyo, mirars ste desde fuera, como ves un juego en el estadio o
una pelcula en la pantalla, admirando y disfrutando, quiz tambin sufriendo, pero, en el fondo,
impasible por completo.
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4. Lo manifestado y lo inmanifestado son uno.
Es el "yo" una entidad sempiterna que aparece en niveles diferentes: manifestado y no
manifestado? Esta pregunta se la plantean a menudo a Maharaj en formas diversas, con distintas
palabras, diferentes personas, pero la esencia de la interrogante es siempre la misma. En
ocasiones un visitante audaz puede haber llegado a formular la pregunta justo al principio de una
sesin, al mencionar Maharaj, cosa que hace a menudo, que sus oyentes deben siempre tener
presente que no est hablando como un individuo a otro, sino como la conciencia a la conciencia
con respecto a la naturaleza de ella misma.
Segn Maharaj, en el nivel mental el "yo" puede ser considerado bajo tres aspectos: 1) el
impersonal, Avyakta (no manifestado), el Yo absoluto, ms all de toda percepcin o experiencia
sensorial e inconsciente de s mismo. 2) El suprapersonal, Vyakta (manifestado), el cual es el
reflejo del Absoluto en la conciencia como "yo soy"; y 3) el personal, Vyakti, el cual es un complejo
de procesos fsicos y vitales, el aparato sicosomtico en el que la conciencia se manifiesta.
No obstante, Maharaj hace esta observacin para recordar reiteradamente que tal distincin
es tan slo terica y no puede existir en la realidad. En esencia, no hay distincin entre lo
manifestado (Vyakta) y lo no manifestado (Avyakta), as como no hay ninguna diferencia esencial
entre la luz y la luz de da. El universo est lleno de luz pero esa luz slo puede ser vista hasta que
se refleja sobre una superficie como luz de da; y lo que revela la luz de da es la persona individual
(Vyakti). El individuo en la forma de un cuerpo humano es siempre el objeto; la conciencia (en
tanto testigo) es el sujeto y su relacin de dependencia mutua (la conciencia no puede aparecer
sin el aparato de un cuerpo y el cuerpo no puede tener sensibilidad sin la conciencia) es la prueba
de su identidad bsica con el Absoluto. Ambos son la misma conciencia; una en reposo y la otra en
movimiento, cada una consciente de la otra.
El universo entero, explica Maharaj, existe slo en la conciencia. La conceptualizacin de este
proceso sera como sigue: la conciencia se origina en el Ser puro, por ninguna causa o razn
particular que no sea el hecho de que es su naturaleza hacerlo as, al igual que las olas en la
superficie del mar. El mundo aparece y desaparece en la conciencia; y cada uno de nosotros tiene
derecho a decir: todo lo que existe forma parte de m, todo lo que existe es mo, antes de todo
principio, despus de todo fin, estoy ah para atestiguar todo lo que sucede. "Yo", "t "y "l" son
slo apariencias en la conciencia; todo es bsicamente Yo.
No es que el mundo no exista. En tanto apariencia en la conciencia, el mundo es la totalidad d
lo conocido en el potencial de lo desconocido. Puede decirse que el mundo aparece, pero no es.
La duracin de la apariencia, por supuesto, diferir de acuerdo con las diferentes escalas de
tiempo. Aparte del hecho de que el mundo desaparece en el sueo profundo y reaparece en el
estado de vigilia, la duracin de su aparicin suele variar con el periodo del tiempo que dura
nuestra vida; unas cuantas horas en el caso de un insecto y eones en el de la trinidad de Brahma,
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Vishn y Maheshwara. Finalmente, sin embargo, todo lo que es apariencia en la conciencia debe
tener un fin y no puede tener realidad alguna.
La forma en que expone Maharaj este conocimiento sublime es, en verdad, asombrosa por la
diversidad de aspectos que presenta, mientras el tema central permanece anclado con firmeza.
Dice que la conciencia en s procede del Absoluto (Avyakta) y permea el yo interno (Vyakta). El yo
externo (Vyakti) es la parte de nuestro ser de la que no nos damos cuenta, ya que, si bien
podemos ser conscientes (pues todo ser sensible tiene conciencia), es posible que no nos
percatemos de ello. En otras palabras, el yo externo (Vyakti) est delineado por el cuerpo fsico; el
yo interno (Vyakta) por la conciencia y slo puede tenerse contacto con lo Supremo (Avyakta) en
la Conciencia Pura.
No puede haber ninguna "experiencia" como tal del Absoluto, por la simple razn de que no
puede haber nada objetivo en el Absoluto, que es en esencia subjetividad pura. La conciencia del
yo interno es el vehculo de toda experiencia. El Absoluto proporciona la potencialidad de la
experiencia; el yo, la factibilidad.
El contacto de la persona individual con la conciencia del Absoluto slo puede producirse
cuando la mente se encuentra en "ayuno", por as decirlo, pues en ese momento cesa el proceso
de conceptualizacin. Cuando la mente est en calma, refleja la Realidad; cuando la mente est en
reposo absoluto se disuelve y no queda ms que la Realidad. Esta es la razn, nos dice Maharaj
continuamente, por la que es necesario ser uno con la conciencia. Cuando la mente se deleita,
desaparece la Realidad; cuando la mente ayuna, aparece la Realidad.
La conciencia en s, seala Maharaj de otra manera ms, cuando est en contacto con un
objeto, una forma fsica, se vuelve testigo. Si al mismo tiempo se autoidentifica con el objeto, tal
estado se convierte en "la persona". En la Realidad no hay ms que un estado; cuando se
corrompe y contamina a causa de la identificacin con el "yo", puede denominarse persona
(Vyakti); cuando se tie con un sentido de ser, la conciencia resultante se convierte en "el
testigo"; cuando permanece en su pureza original, sin contaminacin ni matiz alguno, es lo
Supremo, el Absoluto.
Es necesario tener clara la diferencia, si bien terica, entre la conciencia en s del Absoluto y la
conciencia en la que aparece el universo, nos advierte siempre Maharaj. Una es slo reflejo de la
otra. Pero el reflejo del sol en la gota de roco no es el sol. En ausencia de la objetivacin, como en
el sueo profundo, no est el universo aparente, pero estamos nosotros. Es as porque lo que
somos es lo que el universo aparente es, y viceversa -dual en la presencia, y no dual si est
ausente; irreconciliablemente alejados en concepto, inviolablemente unidos en ausencia de toda
concepcin.
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5. Conciencia en s y conciencia.
La caracterstica sobresaliente de las plticas de Maharaj con sus visitantes es la sensacin de
total espontaneidad por parte de Maharaj. Nunca se eligen los temas con anterioridad; no
obstante, las palabras de Maharaj tienen una flexibilidad nica que les da en cada ocasin una
frescura estimulante. Uno se maravilla an ms cuanto piensa que ha estado hablando de
cuestiones anlogas sin ninguna preparacin previa en dos sesiones diarias, todos los das de la
semana, incluyendo domingos, durante los ltimos aos. Adems, por si fuera poco, Maharaj dice,
con Una risa divertida: Acerca de qu hablo? De un solo tema, sobre la misma cuestin: ustedes
y yo, el mundo externo y Dios.
En general, Maharaj no se molesta por tener que esperar a su audiencia antes de exponer
algn tema que ronda su mente. En ocasiones su pequeo piso se llena por completo en quince
minutos. Otras veces, cuando empieza a hablar -uno podra decir a pensar en voz alta hay apenas
tres o cuatro personas presentes. Pero esto no hace ninguna diferencia para l. Puede hablar
incluso a un solo interesado, si as lo decide, y exponerle con entusiasmo los elementos bsicos de
su enseanza, relacionndolos y dando a cada uno su lugar justos La suya es una mente total que
va ms all del pragmatismo. Su pensamiento es reflexin total.
Una maana, despus de presentar mis respetos a Maharaj y sentarme, me di cuenta de que
slo haba otras dos personas. Maharaj dijo de pronto: Qu diferencia hay entre la "conciencia
en s" y la "conciencia", si es que existe alguna? Cuando esto sucede, uno no sabe si en realidad l
espera una respuesta, o si slo piensa en voz alta, y vacila en responder por temor a romper el
hilo de sus pensamientos. Pero entonces puede acontecer que pregunte: Por qu no responden?
Acaso me han hecho perder el tiempo escuchando mis plticas todos estos das? Esa maana, sin
embargo, continu, sin esperar respuesta.
Seal que la conciencia en s es conciencia del Absoluto, y, en consecuencia, se encuentra
ms all de los tres gunas (Gunatita), mientras que la conciencia es algo nutrido y limitado por el
cuerpo fsico. Cuando este cuerpo-alimento se destruye, desaparece tambin la conciencia. La
verdad es que nadie muere -el cuerpo, compuesto de los cinco elementos, se mezcla con ellos
cuando se encuentra sin vida, y la conciencia, la cual est sujeta a los tres gunas, se libera de
stos-. La conciencia en s es el estado original primordial, anterior al concepto de espacio-tiempo,
y no necesita de ninguna causa o sustento. Simplemente es. Sin embargo, en el momento en que
surge el concepto de conciencia en este estado original de unicidad, aparece el sentido de "yo
soy", provocando una condicin de dualidad. La conciencia, en tanto que posee una forma, es un
reflejo de la conciencia en s sobre la superficie de la materia. No podemos concebir la conciencia
de manera separada de la conciencia en s; no puede haber un reflejo del sol sin el sol. Pero s
puede haber conciencia en s sin conciencia.
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En el sueo profundo, por ejemplo, no hay conciencia (sta se encuentra en reposo) pero
ciertamente s hay conciencia en s, pues en la vigilia uno es consciente de haber dormido; pero
slo en el estado de vigilia.
Maharaj no nos permite olvidar nunca que la conciencia es nuestro nico compaero
constante y que es la atencin continua en el flujo de nuestra conciencia lo que nos lleva a la
conciencia en s; la existencia bsica, aquello que es vida-amor-gozo. De acuerdo con Maharaj, la
conciencia misma de ser consciente es ya un paso hacia la conciencia en s. La mente, por su
misma naturaleza, es extrovertida, siempre tendiendo a buscar el origen de las cosas en las cosas
mismas. Cuando se dirige hacia el origen interno, es como el inicio de una vida nueva. La
conciencia en s remplaza a la conciencia. El "yo soy", que es un pensamiento de la conciencia,
desaparece. En la conciencia en s no hay pensamiento. La conciencia en s es la fuente, el origen
de la conciencia. Maharaj sugiere que un excelente ejercicio espiritual es sentarse quietamente y
observar lo que llega a la superficie de la mente. Lo que llamamos pensamientos son como ondas
en la superficie del agua. Los pensamientos conducen siempre a la identificacin o al rechazo; son
producto de ideas preconcebidas y constituyen un obstculo para la comprensin real. As como
el agua est tranquila cuando no hay ondas, as la mente est serena cuando se encuentra libre de
pensamientos, cuando es pasiva y por completo receptiva.
En el espejo de tu mente, dice Maharaj, aparecern toda clase de imgenes, permanecern
por un momento y desaparecern. Obsrvalas ir y venir en silencio. Debes estar alerta, pero no
permitir que te atraigan, ni rechazarlas. Es importante no involucrarse. Esta actitud de
contemplacin silenciosa tendr el efecto, de manera gradual, de alejar todo pensamiento intil,
como invitados no deseados a los que se ignora. Permaneciendo as en tu interior, es decir, en la
condicin de "yo soy", observando el flujo de la mente sin interferir ni juzgar, como un testigo
desapasionado, se puede propiciar que el "interior" desconocido salga a la superficie de la
conciencia y se manifiesten sus inusitadas energas que te permitirn comprender el misterio del
origen de la vida.
6. La esclavitud del espacio y el tiempo.
Visitante: Recuerdo haber ledo en alguna parte que la combinacin de espacio y tiempo es la
causa de nuestra esclavitud. Desde entonces, me pregunto cmo pueden el espacio y el tiempo
hacernos esclavos.
Maharaj: Aclaremos de qu estamos hablando. Qu quieres decir con "esclavitud"?,
esclavitud para quin? Si te sientes satisfecho con este mundo que consideras real y con la forma
en que has sido tratado, en qu radica para ti la esclavitud?
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Debo reconocer que a m el mundo me parece bastante real, pero no es cierto que me sienta
satisfecho con el papel que tengo en l. Estoy profundamente convencido de que la vida debe
consistir en mucho ms que slo pasarla, como la mayora de nosotros hace, sin ningn objetivo
especfico, tan slo de manera rutinaria. Desde este punto de vista, creo que la vida misma es
esclavitud.
Exactamente qu imagen tienes de ti mismo cuando empleas la palabra "yo"? Cuando eras
pequeo te considerabas slo un nio y el solo hecho de jugar te haca feliz. Con el tiempo, te
convertiras en un joven, con fuerza suficiente en los brazos para arrear una pareja de elefantes, y
la idea de que podas enfrentarte a cualquier cosa o persona de este mundo. Ahora te encuentras
en la mitad de tu vida, un poco ms maduro pero disfrutando, con todo, de la vida y sus placeres;
y crees que eres un hombre feliz y con xito, bendecido con una hermosa familia. En este
momento tienes una imagen de ti mismo bastante distinta de la que tuviste en tiempos pasados.
Imagnate de aqu a diez aos, y an ms lejos, veinte aos despus. La imagen que tendrs de ti
mismo ser distinta de todas las anteriores. Cul de estas imgenes es el "t" real? Alguna vez
lo has pensado? Hay alguna identidad particular que puedas llamar la tuya propia y que haya
permanecido contigo desde el principio, siempre presente y sin sufrir cambios?
Ahora que lo mencionas, reconozco que al usar la palabra "yo" no tengo ninguna idea
particular sobre m mismo y estoy de acuerdo en que todas las ideas que he tenido sobre m han
cambiado con los aos.
Pues bien, hay algo que ha permanecido inmutable todos estos aos, en tanto todo lo dems
ha ido cambiando. Y es el sentido constante de presencia, el sentido de que existes. Este sentido o
sensacin de "yo soy", no ha cambiado nunca. Esa es tu imagen constante. T ests sentado
frente a m. Lo sabes con certeza, sin necesidad de confirmacin por parte de alguien ms. Sabes,
de igual modo, que eres, que existes. Ahora dime, en ausencia de qu te sera imposible sentir tu
existencia?
Si estuviera dormido o inconsciente no sabra que existo.
Precisamente. Vayamos ahora ms all. En la maana, en el momento mismo en que
despiertas y entra en accin tu conciencia, no sientes tu presencia consciente, tu existencia, el
"yo soy", como presencia sin ms y no como la de una persona individual?
S, as es. Yo dira que mi personalidad individual aparece en cuanto miro mi cuerpo y los
objetos que me rodean.
Cuando dices que ves un objeto, lo que en realidad sucede es que tus sentidos reaccionan a un
estmulo cuyo origen es externo con respecto al aparato corporal. Y lo que tus sentidos han
percibido y tu mente ha interpretado no es ms que algo que aparece en tu conciencia. Esta
apariencia presente en la conciencia se interpreta como un suceso que se manifiesta en el espacio
y el tiempo. Toda manifestacin depende de la combinacin de dos medios estrechamente
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ligados a los que se denomina espacio y tiempo. En otras palabras, en ausencia de la combinacin
espacio-tiempo no podra surgir en la conciencia ninguna manifestacin. Me sigues?
S, entiendo lo que dices. Pero, dnde entro yo como individuo en este proceso?
Precisamente ah reside la dificultad. Toda "existencia" es un proceso continuo de
objetivacin. Slo existimos como uno de tantos objetos y, como tales, slo en la conciencia que
nos conoce. Cuando cesa la objetivacin, como sucede en el sueo profundo, desaparece el
universo objetivo.
Siempre que uno se concibe como una entidad aparte, como persona, no puede percibir el
paisaje total de la realidad impersonal. Y la idea de una personalidad independiente se debe a la
ilusin del espacio y el tiempo, los cuales no tienen existencia por s mismos, pues slo son
instrumentos, simples medios para hacer cognoscible la manifestacin.
En la conciencia slo puede reflejarse un pensamiento, sentimiento o percepcin en cada
momento, pero los pensamientos, sentimientos y percepciones se presentan uno tras otro,
creando la ilusin de durabilidad. La personalidad aparece entonces como resultado simplemente
de la memoria, al identificar el presente con el pasado y proyectarlo al futuro.
Pinsate efmero, sin pasado ni futuro, dnde se halla entonces la personalidad? Intntalo e
indaga t mismo. En la memoria y en la anticipacin, que pertenecen una al pasado y la otra al
futuro, hay una clara sensacin de que existe un estado mental al cual se observa, mientras que
en el ahora la sensacin es bsicamente la de tener conciencia y estar presente aqu y en este
momento.
Creo entender. Debo sentarme en calma y tratar de captar esta forma completamente nueva
de pensar.
Entiendes ahora en qu sentido el espacio y el tiempo, cuya disposicin en la conciencia hace
perceptible la manifestacin, son culpables? Lo nico que puedes decir con verdad es: "Yo soy"
(queriendo decir con ello que lo que es, es). En el momento en que hay un pensamiento sobre
"m" como personalidad independiente, aparece lo que se denomina "esclavitud". Comprender
esto es el fin de toda bsqueda. Cuando te das cuenta de que todo lo que crees ser slo se funda
en la memoria y la anticipacin, termina tu bsqueda y te mantienes alejado, con conciencia cabal
de la falsedad de lo falso.
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7. Cmo ve el mundo un jnani?
Una mujer que visit a Maharaj le pidi su consentimiento para hacer lo que ella llam una
pregunta "tonta", aprovechando que aqul era su ltimo da de visita en Bombay.
Maharaj: Todos los pensamientos, los deseos, santos o profanos, provienen del "yo". Todos
ellos dependen del anhelo de felicidad y su fundamento es, por lo tanto, el sentido de "yo soy". Su
ndole depende de nuestra psique (Antahkarana) y del grado en el que prevalezca cada uno de los
gimas. Tamas produce limitacin y perversiones; rajas, energa y pasiones, y Sattva origina
armona y el impulso de hacer felices a otros.
Cul es tu pregunta?
Visitante: Todos estos das, que desafortunadamente se han ido demasiado rpido, mientras
hablabas e iban surgiendo tus palabras como si brotasen solas, sin ninguna preparacin, me he
estado preguntando cmo miras los objetos que ven tus ojos, incluyendo a las personas que estn
sentadas frente a ti. Puesto que hoy es el ltimo da de mi visita, pens atreverme a hacer esta
pregunta un poco tonta.
Qu te hace pensar que los veo a ustedes como objetos nada ms? Supones que veo las cosas
con un cierto significado especial que se te escapa. Pero no es sta en realidad tu pregunta. Tu
curiosidad parece consistir esencialmente en saber cmo percibe las cosas un jani, alguien que
mira como debe verse.
Te pido recuerdes que los objetos son en realidad la percepcin que de ellos se tiene. A la
inversa, la percepcin que tenemos de ellos es lo que son los objetos. Trata de entenderlo.
Cuando un objeto es visto como un objeto, tiene que haber un sujeto distinto del objeto.
Empero, en el modo en que percibe un jani no hay ni un sujeto que ve ni un objeto visto; tan slo
"visin". Es decir, la percepcin del jani es anterior a cualquier interpretacin producto de las
facultades sensoriales. Incluso si el proceso normal de objetivacin ha tenido ya lugar, el jani,
conforme su visin de las cosas, toma nota de este hecho y ve lo falso como falso. En su visin
total, no dividida, el jani percibe que, en trminos fsicos, tanto el que ve como lo que ve son
objetos, y entiende que el funcionamiento de la propia conciencia slo produce efectos en la
conciencia. Tanto esta produccin como la percepcin misma son actos de la conciencia, en la
conciencia. Intenta comprenderlo.
En suma, la visin del jani es omnmoda, una visin hacia el interior, o visin intuitiva; una
visin, pues, sin ninguna cualidad objetiva, que se encuentra libre de toda esclavitud. A esto me
refiero cuando digo: "Veo, pero no veo".
Y sta es una respuesta tonta a tu pregunta tonta.
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8. La prueba de la verdad.
Puede haber alguna prueba de la verdad? En ocasiones, Maharaj hace esta pregunta, como si
se la plantease a s mismo. Puede haber una comprensin intelectual de la verdad?
Adems de un intelecto agudo, dice Maharaj, el que busca la verdad debe tener fe para poder
comprender sus fundamentos. Y esta fe debe ser tal que por ella se acepten las palabras del gur
como si fuesen la verdad de Dios mismo. La fe es el primer paso y no es posible progreso alguno si
no se da antes el primer paso.
Existe gente sencilla que, a pesar de no estar dotada de un agudo intelecto, tiene una gran fe.
Maharaj da a estas personas un Mantra y les pide que lo canten y que mediten hasta que su
mente se purifique lo suficiente para recibir el conocimiento.
Con los intelectuales, empero, Maharaj tiene que comportarse en forma distinta. El intelectual
entiende lo que las diversas religiones pregonan, el cdigo tico y moral que prescriben, al igual
que los conceptos metafsicos que bosquejan, pero no recibe la iluminacin. Lo que l busca en
realidad es la verdad, el factor constante que no est sujeto a cambio alguno. Lo que es ms,
desea una prueba, aunque no es capaz de decir qu tipo de prueba lo satisfara. Toda prueba,
como tal, estara a su vez sujeta al espacio y tiempo, y el intelectual es bastante inteligente para
darse cuenta de ello. La verdad, para serlo, debe ser atemporal e ilimitada. Maharaj dice que
cualquier persona inteligente debe admitir que "yo soy", el sentido de la presencia consciente, de
"ser", es la nica verdad de la que todo ser sensible tiene conocimiento y que, adems, es la nica
"prueba" posible. Y, no obstante, la sola existencia no puede equipararse con la verdad por la
simple razn de que la existencia misma no es atemporal e ilimitada, como lo es la Realidad.
Maharaj aclara suficientemente en sus conversaciones este estancamiento. Un ciego, por
ejemplo, podra decir: "Prubame que existen los colores, slo entonces creer toda tu hermosa
descripcin del arco iris". Siempre que le plantean a Maharaj este tipo de preguntas, responde
diciendo: "Prubame que existe algo llamado Bombay, Londres o Nueva York!" Cualquier sitio,
dice, tiene la misma tierra, aire, agua, fuego y cielo. Uno no puede, para decirlo de otra manera,
buscar la verdad como si fuese un objeto, ni puede describirla tampoco; slo puede sugerirse o
mostrarse, pero no es posible expresarla en palabras, pues la verdad no puede concebirse.
Cualquier cosa concebida ser por ello un objeto, y la verdad no es un objeto. Como lo expresa
Maharaj: "No se puede comprar la verdad como si fuese algo certificado con un sello que diga
"Verdad". Todo intento de hallar la prueba de la verdad supondra una divisin de la mente en
sujeto y objeto y, por lo tanto, la respuesta no podra ser la verdad, pues no hay nada objetivo en
la verdad, que en esencia es subjetividad pura".
El proceso completo, dice Maharaj, es como un perro que se muerde la cola. Cuando se busca
una solucin a este enigma debe analizarse el problema mismo. Quin es el que busca la prueba
de la Verdad o de la Realidad? Entendemos con claridad lo que somos? Toda existencia es
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objetiva. Todos "existimos" nicamente como objetos, como meras apariencias en la conciencia
que nos percibe. Hay alguna prueba de que "nosotros" mismos (quienes buscamos una prueba
de la Realidad) existimos de otra forma que no sea como objetos de conocimiento en la mente de
otra persona?
Al buscar una prueba de la verdad, lo que tratamos de hacer es equivalente a la pretensin de
una sombra que busca una prueba de la sustancia. En consecuencia, Maharaj nos exhorta a que
veamos lo falso como falso y de este modo no habr ms bsqueda de la verdad. "Has entendido
lo que quiero decir?", pregunta entonces.
Te das cuenta de manera intuitiva de cul es el punto? Aquello que se busca es el buscador
mismo! Puede un ojo verse a s mismo? Trata de entender, dice: intemporalidad e infinitud, no
cognoscibles de manera sensorial, eso es lo que somos; temporalidad, finitud y posibilidad de ser
conocidos de modo sensorial es lo que parecemos ser en tanto objetos separados. Reflexiona
sobre lo que eras antes de asumir la forma fsica. Necesitabas entonces alguna prueba de algo?
El problema de una prueba tal slo se plantea en la existencia relativa y toda prueba ofrecida
dentro de los parmetros de la existencia relativa no puede ser ms que una mentira.
9. T eres Rama, yo soy Rama.
A Maharaj acuden diferentes tipos de personas con diferentes motivos. Normalmente, le pide
a cada nuevo visitante que platique un poco sobre s mismo: sus antecedentes familiares, su
ocupacin o profesin, el tiempo que ha estado interesado en la bsqueda espiritual, el tipo de
sadhana que ha realizado y las razones especficas de su visita. La intencin de Maharaj,
obviamente, es averiguar de qu modo y mediante qu enfoque podra ayudar a cada visitante en
forma personal y, al mismo tiempo, asegurarse de que el dilogo ilumine tambin a los otros
visitantes.
La mayora de los visitantes exponen en forma breve las cuestiones que se les preguntan sobre
s mismos y muchos declaran haber ledo su libro Yo soy Eso y deseado desde entonces sentarse a
sus pies a escuchar sus conversaciones. En tales casos, Maharaj suele sonrer asintiendo con la
cabeza. Si alguien desea hacer alguna pregunta especfica, Maharaj le pide que se siente cerca de
modo que la conversacin pueda sostenerse con facilidad. Se acostumbra que quienes no tienen
alguna pregunta se sienten ms atrs.
En cierta ocasin en que la pltica estaba por comenzar, entraron dos caballeros de mediana
edad, presentaron sus respetos a Maharaj y se sentaron. Uno de ellos le dijo a Maharaj que era un
alto funcionario del Gobierno y que no tena ningn inters particular en las cuestiones
espirituales. Que haba ido nicamente con el afn de llevar a su hermano, quien se encontraba
muy interesado. Despus de que present a su compaero como su hermano, se march.
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El hermano tom la palabra entonces y le dijo a Maharaj que l haba tenido un gur durante
muchos aos pero que ste haba muerto, y que le haba dado un Nama Mantra cuya repeticin,
tan frecuente como fuese posible, le asegur el gur, era el mejor sadhana, y que desde entonces
haba seguido esas instrucciones. Mencion tambin que en la actualidad haba llegado a una
etapa en la que crea que todo era Rama y que Rama se encontraba en todo, y que haba logrado
por medio de este sadhana una paz y una alegra inefables. Todo esto lo expuso como si al decirlo
estuviese haciendo una gran revelacin en beneficio de la audiencia que tena ante l, incluyendo
al propio Maharaj. Despus de su relato, mir a su alrededor para observar el efecto que haban
tenido sus palabras en quienes lo escuchaban. Entonces se sent con actitud de suficiencia
complacida, cerr los ojos y sonri para s.
Maharaj, silencioso y aparentemente sereno, pero con un destello vivaz en sus ojos que los
visitantes regulares conocan bien, le pregunt si poda ayudarlo de algn modo. En respuesta, el
caballero, moviendo un brazo con gesto de resignacin, dijo que no necesitaba nada de nadie y
que si haba ido a verlo, fue slo porque varias personas le haban insistido en que asistiera al
menos a una de sus sesiones, y ah estaba!
Maharaj le pregunt entonces si su sadhana tena algn propsito especfico y qu esperaba
lograr con l, en caso de tener algn objetivo.
Visitante: Cuando me siento en meditacin, consigo algunas veces tener hermosas visiones de
mi amado Seor Rama y me sumerjo en la dicha.
Maharaj: Y cundo no ests meditando?
Pienso en el Seor y lo veo en todos y en todo. (Maharaj escuch la respuesta con expresin
divertida y, una vez ms, apareci en sus ojos ese destello familiar. Los que ramos visitantes
asiduos sabamos lo que sucedera entonces, pues este destello en sus ojos a menudo precede a
un arranque verbal de Maharaj, del que suele echar mano para disipar vanas presunciones y
destruir el engao. Sus labios pronunciaron entonces una pregunta).
Y a qu te refieres con "Rama"?
No entiendo la pregunta. Rama es Rama.
Cuando ves a Rama en m, cuando lo ves en un perro y en una flor, qu quieres decir
exactamente con Rama? Y cmo es con exactitud que ves a Rama? En su actitud tradicional con
un arco en el hombro y flechas en su aljaba?
(Un poco turbado): S, creo que s.
Y la paz y la dicha que sientes al sentarte en meditacin y tener visiones de Rama, son
parecidas a la paz y la dicha que sentira alguien cuando, despus de un largo y arduo camino bajo
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el sol abrasador, puede descansar a la sombra de un rbol acogedor, disfrutar la brisa que sopla y
beber un poco de agua fra?
No pueden en verdad compararse, pues en un caso se trata de algo fsico y en el otro, dira yo,
de algo mental o psquico.
Sea cual sea el caso, te ha permitido tu sadhana tener un entendimiento claro de tu
verdadera naturaleza?
Para qu esta discusin? Rama es Dios y yo no soy ms que un pobre hombre que se ha
entregado a l.
La entrega es un sadhana muy conveniente y eficaz por s mismo, pero debemos comprender
de modo muy claro qu significa en realidad "entregarse", aunque ste es en s un tema aparte.
Ests consciente de que Rama, si bien era prncipe de nacimiento, no fue ms que un ser
humano ordinario como t, que no se convirti en un dios sino hasta que lo instruy e inici en el
conocimiento el sabio Vasishta? Y cul fue la enseanza que Vasishta le dio al joven Rama? No
fue el Atma-jana, el conocimiento del yo, el conocimiento de nuestra naturaleza verdadera?
Te sugerira que desecharas todos los conceptos ilusorios que has atesorado durante todos
estos aos y comenzaras con tu propio yo. Reflexiona en torno a lo siguiente: Cul es mi
verdadera naturaleza? Cul es el "capital" con el que nac y ha permanecido fiel e inmutable
conmigo desde el momento en que tuve conciencia de que existo? Cmo adquir esta forma
corprea junto con el Prana (fuerza vital) y la conciencia que me da el sentido de estar presente?
Cunto durar todo esto? Qu era "yo" antes de empezar a existir este cuerpo, y qu ser "yo"
una vez que mi cuerpo se desintegre? Quin fue el que realmente "naci" y "morir"? Qu soy
"yo"? Fue este conocimiento el que transform a Rama de ser humano en un dios.
Para entonces, el visitante se dio cuenta de que al sadhana le haca falta algo importante, pues
lo haba practicado sin dar nunca importancia al propsito ltimo de su bsqueda espiritual.
Abandon su pretenciosa pose de ser un iluminado y humildemente solicit a Maharaj le
permitiera visitarlo de nueva cuenta durante los pocos das que permanecera en Bombay.
Amorosamente, Maharaj le dijo que la intensidad y sinceridad de su deseo de visitarlo era el nico
permiso que necesitaba.
10. Imgenes en la imaginacin.
Sea cual sea el tema que se discuta en una sesin, Maharaj parece procurar que el anlisis siga
la lnea de argumentacin correcta. Y siempre que alguien plantea una pregunta que no viene al
caso, Maharaj la desecha de manera firme pero amable y lleva la discusin al tema original. En
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ocasiones, sin embargo, ha tenido que dejar la habitacin por un momento a causa de algn
recado, y durante uno de estos breves intervalos, alguien comenz en cierta ocasin a hablar
sobre un poltico cuya aparicin en la prensa de esa maana haba sido muy destacada.
Dijo conocer personalmente a este individuo y que era vanidoso en sumo grado. Alguien ms
contradijo de inmediato al que as hablaba, diciendo que el hombre en cuestin era un perfecto
caballero y que era calumnioso hablar mal de l. Otro argumento, que mediaba entre los
anteriores, estaba a punto de ser expuesto cuando regres Maharaj, y todos guardaron silencio.
Con todo, Maharaj se dio cuenta del silencio repentino que se haba hecho y pregunt qu
estaba pasando. Cuando se le refirieron las opiniones contradictorias, se mostr muy divertido.
Se sent en silencio durante unos cuantos minutos y dio comienzo entonces a su pltica. "Por
qu esta discrepancia de opiniones?", pregunt. Porque la opinin se form a partir de un punto
de vista individual y no con base en una percepcin integral.
Ambas imgenes de una misma persona surgieron de la imaginacin de los participantes, y no
son ms que sus propias creaciones mentales, las cuales nada tienen que ver con el objeto, es
decir, con la persona de la que se supone son imgenes. La creacin de imgenes de este tipo, dijo
entonces Maharaj, es producto del funcionamiento de una discriminacin dualista, el "yo" y el
"otro".
Esto es de hecho lo que puede denominarse el pecado original, esta dualidad "yo" y el "otro"
es esclavitud. Y si en verdad existe una liberacin (en esencia no hay ningn individuo que est
esclavizado), sta no puede ser sino la liberacin del concepto de "yo" y del concepto de "otro".
Es necesario, dijo Maharaj, dejar de hacer juicios conceptuales apresurados con respecto a las
cosas consideradas como objetos y volver nuestra atencin hacia la fuente subjetiva. Y nos pidi
que "revirtiramos" nuestra atencin volviendo al estado de la infancia y reflexionando en lo que
ramos antes de que naciera este complejo cuerpo-mente, para as dejar de conceptualizar todo
el tiempo sobre otros y de enredarnos en simples imgenes mentales.
Al llegar a este punto, un visitante dijo: "S, Maharaj, puedo ver con claridad lo que quieres
decir. Pero, cmo puede uno escapar de esta conceptualizacin continua que parece ser la trama
misma de nuestra vida consciente?" Maharaj fij su mirada en el consultante y, antes de que
fuese terminada la traduccin al marati de su pregunta, Maharaj coment: "Tonteras! No
puedes haber comprendido lo que dije; si lo hubieras entendido, no habras hecho esta pregunta".
Y pas entonces a explicar el proceso de objetivacin. "Siempre que tus sentidos perciben algo
y tu mente lo interpreta, se trata de una apariencia en la conciencia, la cual se manifiesta en el
tiempo y el espacio y se objetiva en un mundo que el objeto cognoscente (es decir, t) considera
como algo independiente de s mismo. Y es aqu donde radica todo el error: en este proceso la
percepcin no es total; es necesario verde manera total, mirar no con la mente individual, que es
una mente dividida, sino ver desde dentro, mirar a partir del origen; ver, no a partir de la
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manifestacin en tanto fenmeno, sino desde la fuente misma de toda visin. Entonces, y slo
entonces, puede haber una percepcin total y una visin y aprehensin correctas.
Maharaj concluy diciendo que lo que haba expuesto era de vital importancia y era necesario
reflexionar y meditar al respecto (Maana), no slo discutir sobre ello.
11. Contina la funcin.
Aunque parezca sorprendente, Maharaj es un magnfico actor. Sus facciones son verstiles y
tiene ojos grandes y expresivos.
Cuando est narrando un incidente o discutiendo algn tema, sus rasgos responden de modo
inmediato a sus palabras y acciones. Su hablar es fluido, claro y coherente, y al hablar emplea
gestos con gran naturalidad. Por consiguiente, una cosa es escuchar una grabacin de sus plticas
y otra muy distinta or su voz vibrante acompaada de los ademanes adecuados. Es, en verdad, un
gran actor.
Una maana, se encontraba entre la audiencia un actor europeo famoso. Maharaj estaba
explicando que la imagen que uno tiene de s mismo es variable; que cambia de un momento a
otro conforme varan las circunstancias. Pas por toda la gama de etapas normales de la vida,
describiendo la imagen que de nosotros mismos tenemos cuando nios, en la que nos
alimentamos de nuestra madre sin necesitar nada ms; despus, como adolescentes, rebosando
de salud y fuerza y con ambiciones de conquistar el mundo; despus viene la etapa de
enamoramiento a la que sigue un cansancio por ser el sostn de una familia y tener
responsabilidades y, finalmente, la de vejez y enfermedad, con dificultad para abrir la boca e
incluso para controlar las funciones corporales. "Cul es el t real? Cul de estas distintas
imgenes?", pregunt Maharaj.
La narracin de Maharaj estuvo llena de actitudes y efectos de sonido adecuados a las diversas
etapas de la vida que iba describiendo. Fue una verdadera dramatizacin! Nosotros lo
escuchbamos con muda admiracin, mientras el actor profesional se hallaba pasmado. "Nunca
antes haba visto una actuacin tan brillante", dijo, aunque no entendi una palabra del tan
elocuente lenguaje de Maharaj, estaba simplemente fascinado. En tanto el actor no caba en su
asombro, Maharaj, con un destello malicioso en los ojos, le dijo: "Soy un buen actor, no?", y
aadi: "De verdad entiendes lo que pretendo decir? S que has apreciado esta breve actuacin
que he realizado, pero lo que has visto en este momento no es siquiera una parte infinitesimal de
lo que soy capaz de hacer. Todo el universo es mi escenario. No slo acto, sino que creo el
escenario y los accesorios; escribo el guin y dirijo a los actores. S, soy un solo actor que
representa los papeles de millones de personas; y, lo que es ms, esta funcin nunca termina! El
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guin se est escribiendo todo el tiempo, nuevos papeles se van concibiendo y nuevos escenarios
se colocan para muy diversas situaciones. No soy un actor, director y productor maravilloso?
"La verdad -aadi- es que cada uno de ustedes puede decir lo mismo sobre s mismo. Pero lo
verdaderamente irnico es que, una vez que sean capaces de sentir con profunda conviccin que
as es, el espectculo terminar para ustedes. Pueden percibir que cada uno de ustedes es quien
representa el papel de todos los personajes de este mundo, o se limitarn al restringido papel
individual que se han asignado, viviendo y muriendo en ese papel insignificante?"
12. La manifestacin es un sueo.
Un gran nmero de visitantes casuales acuden a Maharaj slo en busca de un darshan, quiz
porque alguien de su grupo les habl muy bien de l y, no teniendo nada mejor que hacer,
pensaron que sera buena idea venir y ver de qu se trataba.
Con todo, hay muchos que estn sumamente interesados en el nico tema del que habla
Maharaj y, aun cuando pocos de ellos han acudido a varias sesiones, creen con sinceridad que
tienen una firme comprensin acerca de lo que dice Maharaj de modo tan profundo. Tal vez en
respuesta a una pregunta de Maharaj, si es que han entendido lo que l ha estado tratando de
transmitir, alguno de ellos puede decir: "Oh s, Maharaj, lo entend claramente, pero tengo slo
una ltima pregunta...".
Esta ltima pregunta a menudo tiene que ver con la manifestacin