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102695401 Kolakowski Leszec Las Principales Corrientes Del Marxismo III

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Alianza Universidad

1,I

Leszek Kolakowski

Las principales corrientes del marxismo ID.. La crisis

II

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v erSi6n espaola de Jorge Vigil Rubio

I

Alianza

Editorial

B1'I'iUiiiillifT0700281727

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---

Ttulo original:

Gloume Nurty Marksizmu JII

INDICE

Prefacio . . . ... ... ... . .. ... '" .. . ... Nota bibliogrfica ... ... .. , ... ... .. .

11 13 15

1. La primera etapa del marxismo sovitico. Los orgenes del estalinismo . .. ... ' " ... ... .. . . . . ... . . . ... '" .. .1. Qu fue el estalinismo>, 15.-2. Las etapas del esrnlinismo, 19.-3. Prim eros aos y ascenso al poder de Stalin, 23.4. Socialismo en un solo pas, 34.-5. Bujarin y la ideologa de la N .P .E. La controversia econmica de los aos veinte, 37.

2. Controversias tericas en el marxismo sovitico de los aos veinte . . . ... . . . .. . . . . ... ... .. . . . . ... .. . ... . . .l. El clima poltico e intelectual, 56.-2. Bujarin como filsofo, 67.-3. Controversias filosficas: Deborn versus los mecanclstas , 73 .

56

3. El marxismo como ideologa del estado sovitico .. . ...

86

Leszek Kolakowski, 1978 Ed. casr.: Alianza Ed itoral)

Calle M iln, 38 ; ~ 2000045'

S. A. Madrid 1983

ISBN: 84-2062361-X (Tomo rn: Depsito legal; M . 18.173-1983 Compuesto en Fern ndez Ciudad, S. L. Impreso en U1vCI. Los Llanos, nave 6. Humanes (Madrid) Pr inted in Spain

ISBN: 84206-2976~ (O . C.)

1. La significacin ideolgica de las grandes purgas, 86.-2. La codificacin del mar xismo de Stalin, 100.-3. El Comint ern y la transformacin ideol gica del comunismo internacional, 112.

4. La cristalizacin del marxismo-leninismo tras la Segun- , da Guerra Mundial .. . ... ... ... ... ... ... ... ... ... .. .1. El interludio de la guerra, 12.3.-2. La nueva ofensiva ideolgi ca, 127.-3. La controversia filosfica de 1947 , 130.-4. El debate econmico) 135.-5. El marxismo-leninismo en fsica y =0107

12.3

8ga, 136.--6. La gentica marxista-leninista, 141.-7. Efecto general sobre la ciencia sovitica , 143.--8. Stalin acerca de la filologa, 145.-9. Stalin acerca de la economa sovitica, 147.-10. Rasgos generales de la cultura sovitica durante los ltimos aos de Stalin, 148.-11. El sta tus cognitivo del materialismo dialctico, 155.-12. Las races y la significaci6n del estalinismo. La cuestin de una nueva clase, J60.-13. El marxismo europeo durante la ltima etapa del estalinismo, 169.

Indce

ndice

9

deidad existencial, .356.-5. Crtica de la ilustracin., 360.6. Erich Fromm, 367.-7. La teora crtica (continuacin). Jrgen Habermas, .373 .-8. Conclusin, 380.

11. Herbert Marcuse: El marxismo como la utopa totalitaria de la nueva izquierda .. . .. ..oo ... ... ... ... ... .. .

382

5. Trotski

oo

..

185

1. 108 aos de exilio, 185.-2. El anlisis de Trotski del sistema sovitico, la burocracia y el Terrndor, 191.-3. Bolchevismo y estalinismo. La idea de democracia sovitica, 195.-4. Cri tica de la economa y la poltica exterior soviticas, 202.-5. Fascismo, democracia 'l guerra, 206.--6. Conclusiones, 212.

1. Hegel y Marx versus el positivismo, 383.-2. Crtica de la civilizacin contempornea, 388.-3. El hombre unidimensional, 392.-4. La revolucin contra la. libertad, 396.-5. Comentario) 400.

12. Ernst Bloch : El marxismo como gnosis futurista

. oo

oo.

406

6. Antonio Gramsci : El revisionismo comunista

oo

.

218

1. Vida y obras , 219.-2. La autosuficiencia de la historia : el relativismo histrico, 226.-3. Critica del econoroicismo. Prevsi n y voluntad, 229.-4. Crtica del materialismo, 234.-5. Los intelectuales y la lucha de clases. El concepto de hegemona, 237.6. Organizaci n y movimiento de masas. La sociedad del futuro, 241.-7. Resumen , 245.

1. Vida 'f escritos, 407.-2. Ideas bsicas, 411.-3. Sueos diurnos mayores y menores, 412.--4. EL. marxismo como u tOpa concreta, 416.-5. La muerte como antiutopa. Dios no existe todava, pero existir, 420.--6. Materia y ma terialismo, 422.-7. El derecho natural, 42.5.-8. La orientacin poltica de Bloch, 426.9. Conclusin y comentarios, 429.

13. Desarrollos del marxismo desde la muerte de Stalin . ..1. La desestalinizacin, 434.-2. El revisionismo en Europa Oriental, 440.-3. El revisionismo yugoslavo, 456.-4. Revisionismo y ortodoxia en Francia , 460.-5. El marxismo y la Nueva Izquierda, 468.--6. El marxismo rural de Mao Tse-tung, 475.

434

7. Gy rgy Lukcs: La razn al servicio del dogma

oo .

oo.

249

1. Vida y desarrollo intelectual. Primeros escritos, 251.-2. El todo y la parte: crtica del empirismo) 259.-3. El sujeto y objeto de la historia. Teora 'l prctica. El ser y el deber ser. Crtica del neokantismo y el evolucionismo, 264.-4. Crtica de la dialctica de la naturaleza y de la teora del reflejo . El concepto de reificacin , 268.--5. Conciencia de clase y organizacin, 274.-6. Crtica del irracionalismo, 277.-7. El todo, mediacin y mmesis como categoras estticas, 281.-8. Realismo, realismo socialista y aoant -garde, 285.-9. La exposicin de la mitologa marxista. Comentario, 290.-10. Lukcs como estalinista y su critica del estalinismo, 293.

Eplogo Bibliografa ... . . ,

oo .

501

509518

Indice onomstico

8. Karl Korsch

oo .

300

1. Datos biogrficos, 301.-2. Teora y prctica. Movimiento e ideologa. Relativismo histrico 302.-3. Las tres etapas del marxismo, 308.-4. Crtica de Kauts\cy, .309.-5. Critica del leninismo, 312.---6. Una nueva definicin del marxismo, 313.

9. Lucien Goldmann .. . .. _ . .. . ..

oo.

...

...

...

...

315

1. Vida y escritos, 315.-2. Estructuralismo gentico, Weltrmscbauung. y conciencia de clase, 316.-3. La oosmovisi n trgica, >21.--4. Goldmann y Lukcs . Comentario sobre el estructuralismo gentico, 324.

10. La escuela de Frank.furt y la teora crtica ... ... ...l . Notas histricas y biogrficas, 33J.-2. Principios de ID. teora critica, 341.-3. Dialctica negativa, 346.-4. Critica de la auten-

3.31

PREFACIO

El presente volumen trata de la evolucin del marxismo durante el ltimo medio siglo. El escribirlo ha comportado dificultades especiales, W1a de las cuales es el elevado volumen de la literatura existente sobre el tema: ningn historiador puede dominarla por completo, por lo que es imposible hacer justicia a todos los autores. Otra dificultad es que no soy capaz de tratar el tema con el deseable distanciamiento.: He conocido personalmente a muchos de los autores mencionados en este volumen, algunos de los cuales son o fueron amigos mos. Adems, al describir las controversias y luchas polticas de la Europa del Este durante los aos cincuenta, escribo sobre unos hechos y cuestiones en las que yo mismo tom parte, por lo que aparezco en el odioso papel de juez de mi propia causa. Al mismo tiempo, no poda dejar en silencio estas cuestiones. El resultado es que el perodo ms reciente, que es el que conozco mejor por propia experienda, se trata con menor detalle que cualquier otro. El ltimo captulo, que trata de este perodo, poda haberse ampliado hasta convertirse en u.o nuevo volumen; pero, dejando a W1 lado las dificultades ya mencionadas, no estoy convencido de que el tema merezca intrnsecamente un tratamiento de tal longitud .

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NOTA BIBLIOGRAFICA

Fuentes de las citas utilizadas en el texto:

ADORNO, THEODOR W .: Negatioe Dialectics, The Seabury Press, New York, 1972 ; Routledge & Kegan Paul, London, 1973. GOLDMANN, L. , Tb e Hidden God, transo Thody (International Library of Philosophy), Routledge & Kegan Paul, London, 1974. HORKHEIMER, MAx, and THEODOR W. ADORNO, Dialectic 01 Eniigbtenment, transo John Cummings, The Seabury Press, New York, 1972; Allen Lane, The Penguin Press, London, 1973. KORSCH, KARL, Marxism and Pbilosopby, transo F . Halliday, New Left Books, London, 1970. LUKcs, GEORGE, The Meaning 01 Contemporary Real ism, The Merln Press, London, 1970. MAo TSETlJNG, Anthology 01 His Writings, ed. Anne Frernantle, Mentor Books, New American Library, New York, 1962 . - - Four Essays on Pbilosopby, Peking, 1966; Collet's, London, 1967. - - Qaotaions From Chairman Moo Tse-tung, ed, Stuart Schram, Pall Mall Press, London, 1968 . - - Mao Tse-tung Unrebearsed, ed . and trans o Stuart Schram, Pelican Books, London, 1974, and as Chairman Moo Talles to the People, Pantheon Books, New York, 1975.13

Captulo 1One-Dimensionel Man, Routledge & Kegan Paul, London, 1%4. ~ - Five Lecturas, Allen Lane, The Penguin Press, London 1970. 13 vols., Lawrence & Wishart, London, 1953-5. ' SNOW, EDGAR, Tbe Long Revolution, Hutcninson, London, 1973. STALIN, ]OSEPH, C~llected Works, vols. 7 and 8, English ed., 1.3 vols., Lawrence & Wlshart, London, 1953-5. TRo:sKY, LEON, Their Morals and Ours, ed. George Novack, Pathfmder Press, New York, 1969. - - In Dejense o/ Maxism, New Park Publicatons London 1971; Pathfinder Press, New York 1971. ' , - - Writings o/ Leon Trotsey, 1929-1940, 12 vols., Pathfinder Press , New York, 1971-7. WOLFF, RO~-7RT P., BARRINGTON MOORE, lR., and HERBERT MARCUSE, Critiqae of P~re Tolerance, jonathan Cape, London, 1969. ZHDAN.OV, A. A., On Literature, Music, and Philosophy, Lawrence & Wlshart, London, 1950.MARCUSE, BERBER'r,

LA PRIMERA ETAPA DEL MARXISMO SOVIETICO LOS COMIENZOS DEL ESTALINISMO

1.

Qu fue el estalinismo?

Na existe un acuerdo general acerca del significado del trmino estalinismo. Nunca ha sido utilizado por los idelogos oficiales del Estado sovitico, como al parecer implicara la existencia de un sistema social autocontenido. Desde la poca de jruschov, la frmula aceptada para lo que aconteci en el tiempo de Stalin ha sido la de culto a la personalidad, y esta expresin se asocia invariablemente a dos presupuestos. El primero es que a lo largo de toda la existencia de la Unin Sovitica la poltica del Partido era en principio correcta y saludable, pero que se cometan errores ocasionales, siendo el ms serio de ellos el olvido del liderazgo colectivo, por ejemplo, la concentracin de un poder ilimitado en manos de Stalin. El segundo supuesto es que la principal fuente de errores y distorsiones estaba en las faltas de carcter del propio Stalin, su sed de poder, sus inclinaciones despticas, etc. Tras la muerte de' Stalin estas desviaciones fueron curadas inmediatamente: el Partido se conform a los correctos principios democrticos, y ste fue el 6n de la cuestin. En cuanto a los errores de Stalin, el ms grave fue la liquidacin masiva de comunistas, y en especial de la alta burocracia del Partido. En resumen, el gobierno de Stalin fue un fenmeno monstruoso pero accidental: no hubo nunca nada semejante a estalinismo o sistema estalinista, y en cualquier caso las manifestaciones negativas del

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Principales corrientes del marxismo

1.

La primera etapa del marxismo sovitico

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culto a la personalidad se difuminan frente a los gloriosos logros del sistema sovitico. Aunque sin duda esta versin de los hechos no es tomada en serio por sus autores ni por nadie, existe an controversia acerca del significado y alcance dd trmino estalinismo, de uso corriente fuera de la Unin Sovitica, incluso entre los comunistas. Estos, sin embargo, ya sean de tendencia crtica u ortodoxa, restringen su significado al perodo de la tirana personal de Stalin desde principios de los aos treinta hasta su muerte en 1953, y atribuyen los errores de la poca de Stalin menos a la perversidad del propio Stalin que a unas circunstancias histricas lamentables pero inalterables: el atraso industrial y cultural de Rusia antes y despus de 1917, el fracaso de la anhelada revolucin europea, las amenazas exteriores al Estado sovitico y el agotamiento poltico tras la Guerra Civil. (Las mismas razones, incidentalmente, suelen ser aducidas por los trotskistas para explicar la degeneracin del gobierno en la Rusia postrevolucionaria.) Por otra parte, quienes no estn comprometidos en la defensa del sistema sovitico, el leninismo o cualquier otro esquema histrico marxista consideran generalmente al estalinismo como un sistema poltico, econmico e ideolgico ms o menos coherente, que tendi a la consecucin de sus lines y cometi pocos errores desde su propio punto de vista . Sin embargo, incluso desde esta base, puede discutirse en qu medida y en qu sentido el estalinismo fue histricamente inevi table: por ejemplo, estuvo .determinado el complejo poltico, econmico e ideolgico de la Rusia sovitica antes de la subida al poder de Stalin, de forma tal que el estalinismo no fue ms que el pleno desarrollo del leninismo? Igualmente cabe plantear el problema en estos trminos: en qu medida y en qu sentido han perdurado hasta la actualidad todos estos rasgos caractersticos del Estado sovitico? Desde el punto de vista terminolgico no tiene especial importancia que limitemos el significado del trmino estalinismo a los ltimos veinticinco aos de la vida del dictador o lo extendamos hasta cubrir el sistema poltico dominante en la actualidad . Pero es ms que una cuestin puramente verbal la de si los rasgos bsicos del sistema formado ba jo Stalin han cambiado en los. ltimos veinte aos y la de determinar cules fueron estos rasgos esenciales. Muchos observadores, incluido el autor, creen que el sistema sovitico desarrollado bajo Stalin fue una continuacin del leninismo, y que el Estado fundado sobre los principios ideolgicos y polticos de Lenin slo pudo mantenerse bajo la forma estalinista; estos crticos afirman, adems, que el trmino estalinismo, en sentido estricto -como el sistema que prevaleci hasta 1953-, no ha conocido

cambios esenciales en la poca postestalinista. El primero de estos puntos ha sido razonado en los captulos anteriores, en los que se presentaba a Lenin como el creador de la doctrina totalitaria y del Estado totalitario en embrin. Evidentemente, muchos de los acontecimientos de la poca de Stalin pueden atribuirse a las propias peculiaridades de Stalin: su ambicin, ansia de poder, su espritu de venganza, sus celos y su paranoica suspicacia. El asesinato masivo de comunistas entre 1936 y 1939 no puede considerarse una necesidad histrica, y podemos suponer que no hubiera tenido lugar bajo el gobierno de otro tirano distinto a Stalin. Pero si se conside.ra esta masacre, como hace la tpica interpretacin comunista, como la verdadera significacin negativa del estalinismo, de ello se sigue que todo el estalinismo fue un deplorable accidente -10 que irnplic que todo va bien en un gobierno comunista hasta que empiezan a ser asesinados destacados comunistas. Es difcil para el historiador aceptar esto, no slo porque se interesa por el destino de millones de personas que no eran lderes, ni siquiera miembros del Partido, sino tambin porque el terror sanguinario a escala masiva que tuvo lugar en la Unin Sovitica en determinadas etapas no es rasgo esencial o permanente del despotismo totalitario. El sistema desptico tiene vigencia independientemente de que, en un determinado ao, los asesinatos oficiales se cuenten en millones o slo en decenas de mil, se utilice la tortura de forma rutinaria o s lo ocasionalmente, y si las vctimas son slo trabajadores, campesinos e intelectuales o incluyen tambin a los burcratas del Partido. La historia del estalinismo, a pesar de las discusiones sobre puntos de detalle, se conoce bien en trminos generales y est bien descrita en muchos libros. Al igual que en los dos volmenes anteriores de esta obra, el pr incipal tema de ste es la historia de una doctrina: la historia poltica ser tratada slo incidentalmente, en la medida en que sea necesario hacer referencia al marco general en que se desarroll la vida ideolgica. Sin embargo, en la poca de Stalin, el vnculo entre la historia de la doctrina y los acontecimientos polticos es mucho ms estrecho que antes, pues el fenmeno que hemos de estudiar es la institucionalizacin absoluta del marxismo como instrumento de poder. Cierto es que este proceso empez muy pronto: su origen se retrotrae a la idea de Lenn de que el marxismo debe ser la cosmovisin del Partido, es decir, que su contenido debe estar gobernado por las necesidades de la lucha por el poder en un momento determinado. No obstante, el oportunismo poltico de Lenin estuvo limitado en cierto modo por consideracones doctrinales; por el contrario, en la poca de Stalin, a partir de los afias treinta, la doctrina estuvo absolutamente subordinada al objetivo de legitimar y glorificar el go

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bierno sovitico y todo lo que ste hada. El marxismo bajo Stalin no puede definirse por ningn conjunto de afirmaciones, ideas o conceptos: no fue una cuestin de proposiciones como tales, sino el hecho de que exista una autoridad omnmoda competente para declarar en cualquier momento lo que el marxismo era y no era. Marxismo no significaba nada ms que lo que decida que significara la autoridad en cuestin, es decir, el propio Stalin. Por ejemplo, hasta [unio de 1950 ser marxista significaba, entre otras cosas, aceptar las teoras filolgicas de N. Y. Marr, y despus de esta fecha rechazarlas enrgicamente *. Se era marxista no por aceptar como verdaderas determinadas ideas -de Marx, de Lenin o incluso de Staln-, sino porque se estaba dispuesto a aceptar lo que pudiera proclamar la suprema autoridad hoy, maana o dentro de un ao. Este grado de institucionalizacin y dogmatizacin no se haba conocido nunca antes y no alcanz su acm hasta los aos treinta, pero sus races pueden rastrearse ya en la doctrina de Lenin: como el marxismo es la cosmovisin y el instrumento del partido proletario, este ltimo ha de decidir lo que es y no es marxismo, independientemente de cualesquiera objeciones hechas desde fuera. Cuando el Partido es identificado con el Estado y con el aparato de poder, y cuando alcanza una perfecta unidad en la forma de la tirana de un solo hombre, la doctrina pasa a ser una cuestin de Estado y el tirano es proclamado infalible. De hecho, l es realmente infalible por cuanto atae al contenido del marxismo, pues no hay ms marxismo que el que establece el Partido en su condicin de orculo del proletariado, y el Partido, una vez que ha alcanzado la unidad, expresa su voluntad y su doctrina a travs del liderazgo ejercido por la persona del dictador. De esta forma, la doctrina de que el proletariado es histricamente la clase rectora y, en contraste con todas las dems clases, el posesor de la verdad objetiva, se transforma en el principio de que Stalin siempre tiene razn. De hecho, esto no es una distorsin demasiado grave de la epistemologa de Marx en unin con la idea de Lenin del Partido como vanguardia del movimiento obrero. La ecuacin: verdad = cosrnovisin proletaria = marxismo = cosmovisin del Partido = pronunciamientos del Partido los de su supremo lder, est totalmente de acuerdo con la versin leninista del marxismo. Nos proponemos trazar aqu el proceso por el que esta ecuacin hall su expresin final en la ideologa sovitica que Stalin denomin marxismo-leninismo. Es

significativo que escogiera este trmino en vez de hablar de marxismo y leninismo, lo que habrla supuesto la existencia de dos doctrinas distintas. La expresin compuesta significaba que el leninismo no era una tendencia distinta dentro del marxismo -como si pudiera haber otras formas de marxismo que- no fueran leninistas-, sino que era el marxismo par excellence, la nica doctrina en que el marxismo haba sido desarrollado y adaptado a la nueva era histrica. De hecho, el marxismo-leninismo consista en la doctrina de Stalin ms unas citas seleccionadas de las obras de Marx, Lenin y Engels. No hay que suponer que en la poca de Stalin cualquiera era libre de citar lo que quisiera de Marx, Lenin o incluso del propio Stalin: el marxismoleninismo comprenda slo las citas autorizadas en el momento por el dictador, de conformidad con la doctrina que estaba promulgando. Al afirmar que el estalinismo fue un verdadero desarrollo del leninismo no pretendo disminuir la importancia histrica de Stalin. Tras Lenin, y junto con Hitler, probablemente hizo ms para configurar el mundo actual que cualquier otro individuo despus de la Primera Guerra Mundial. No obstante, el hecho de que fuese Stalin y no otro lder bolchevique quien se convirti en el nico gobernante del Partido y del Estado puede explicarse por la misma naturaleza del sistema, sovitico. La idea de que sus cualidades personales, si bien tuvieron mucho que ver en su victoria sobre sus rivales, no determinaron en s las lineas principales de desarrollo de la sociedad sovitica est apoyada por el hecho de que a lo Iargo de los comienzos de' su carrera no perteneci al ala extremista del partido bolchevique. Por el contrario, fue ms bien un moderado, y en las disputas internas del Partido se puso generalmente del lado del sentido comn y la prudencia. En resumen, como dspota, Stalin fue mucho ms la creacin del Partido que su creador: fue la personificacin de un sistema que irresistiblemente quiso ser personificado.2.

Las etapas del estalinismo

=

* La discusin de las tesis de Marx y su relacin con el problema de la definicin institucional del marxismo puede hallarse en el artculo de Kolakowski titulado Concepto actual '1 no actual del marxismo, incluido en su libro El hombre sin alternativa, trad. de P. Snchez Pascual, Madrid, 1970, pginas 1 y ss., Alianza Ed. (LB nm. 251). (N. del T.)

Constituye una mana de los historiadores soviticos dividir todas las pocas en etapas, pero el procedimiento est justificado en algunos casos, especialmente cuando la limitacin descansa en unas bases ideolgicas. Como el estalinismo fue un fenmeno internacional y no meramente sovitico, sus variantes deben ser consideradas no slo desde el punto de vista de la poltica interna rusa y sus luchas faccionales, sino tambin desde el del Comintern y el bolchevismo internacional. Existen, sin embargo, dificultades para definir los respectivos pero-

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1. La primera etapa del marxismo sovitico

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dos y tambin para establecer la nomenclatura. Los trotskistas y ex comunistas tienen costumbre de distinguir entre etapas izquierdistas y derechistas en la historia sovitica. El perodo inmediatamente posterior a 1917, dominado por la Guerra Civil y por las esperanzas de la revolucin mundial, se conoce como un perodo izquierdista, seguido por el perodo derechista de la N. P. E., en que el Partido reconoci la estabilizacin temporal del capitalismo a escala mundial. A continuacin sigue un giro a la izquierda entre 1928 y 1929, en que el Partido declar que la estabilizacin estaba llegando a su fin; subi de nuevo la marea revolucionaria, se denunci y combati a la socialdemocracia como socialfascismo, y Rusia conoci el comienzo de la colectivizacin masiva y la industrializacin forzosa. Esta etapa se supone concluida en 1935, en que se adopt de nuevo una poltica derechista bajo el eslogan de un frente popular contra el fascismo. Estos cambios sucesivos de poltica se asocian a luchas faccionales y personales entre los lderes rusos. El Gobierno de Stalin, Zinoviev y Kamenev llev a la eliminacin poltica de Trotski; a continuacin, Zinoviev y Kamenev fueron excluidos en favor de Bujarin, Rykov y Tomski; por ltimo, en 1929, fue depuesto Bujarin y lleg6 a su fin la disidencia efectiva dentro del Partido. Sin embargo, esta cronologa est llena de dificultades, aparte del uso vago y arbitrario que hace de los trminos de izquierda y derecha. En cuanto a este ltimo punto, no est claro por qu el eslogan de socialfascismo era izquierdista, mientras que el intento por comprometerse con Chiang Kai-shek era derechista; o por qu era izquierdista perseguir masivamente a los campesinos, pero derechista utilizar mtodos econmicos para fines pol tices. Por supuesto, puede establecerse que cuanto ms terror implica una poltica ms izquierdista es -este principio es utilizado con frecuenda en la actualidad, y no slo en publicaciones comunistas, pero es difcil ver qu tiene que ver con la idea tradicional de izquierdismo. Aparte de esto, no existe una clara correlacin entre los cambios de la poltica del Comintern y las diversas etapas de la poltica e ideologa soviticas de carcter interno. La afirmacin supuestamente izquierdista de que la socialdemocracia europea era una rama del fascismo fue acuada por Zinoviev y fue corriente al menos hasta 1924; la lucha del Comintern contra la socialdemocracia se intensific en 1927, mucho antes de concebir la colectivizacin forzosa del campesinado ruso. En 1935, cuando haba cesado la campaa contra la socialdemocracia y se hacan esfuerzos por establecer una alianza, haba habido ya una ola de represin poltica masiva en la Unin Sovitica y estaba por comenzar otra ms terrible an.

En resumen, carece de sentido presentar la historia de la Unin Sovitica en trminos de los artificiales criterios de izquierda y derecha, que en algunos casos pueden conducir a resultados absurdos. Tampoco es correcto interpretar los cambios del Politbur como momentos histricos clave. Durante el perodo subsiguiente a la muerte de Lenin empezaron a destacar ciertos rasgos polticos e ideolgicos, mientras que otros fluctuaron segn las circunstancias. El carcter totalitario del rgimen -es decir, la destruccin progresiva de la sociedad civil y la absorcin de todas las formas de vida social por el Estado- creci casi sin intertupcin entre 1924 y 1953 y, de hecho, no disminuy con la N. P. E., a pesar de las concesiones a la propiedad privada y el comercio. Como vimos, la N. P. E. fue una retirada de la poltica de dirigir toda la economa' por medio del ejrcito y la polica, y estuvo prescrita por la inminente perspectiva de la ruina econmica. Pero el uso del terror contra los oponentes polticos, la creciente severidad e intimidacin dentro del Partido, la supresin de la independencia y el refuerzo del servilismo en :filosofa, literatura, arte y ciencia, todo esto sigui acentundose durante todo el perodo de la N. P. E. Desde este punto de vista, los afias treinta fueron slo una. intensificacin y consolidacin del proceso que empez en tiempo de Lenin y bajo su direccin. La colectivizacin de la agricultura, con sus innumerables vctimas, constituy de hecho un punto decisivo; pero esto no fue porque supuso un cambio de carcter del rgimen o un giro a la izquierda, sino porque reforz el principio poltico y econmico bsico del totalitarismo en un sector de importancia decisiva. Desposey por completo a la clase social ms numerosa de Rusia, estableci el control estatal de los cultivos de una vez por todas, aniquil la ltima seccin de la comunidad que era en cierto modo independiente del Estado, sent las bases del culto oriental del strapa con un poder ilimitado y, por medio del hambre, el terror y la muerte de millones de personas, destruy el espritu de la poblacin y aniquil los ltimos vestigios de resistencia. Este fue sin duda un momento decisivo de la historia de la Unin Sovitica, pero no fue ms que la continuacin o extensin de su principio bsico, a saber, el exterminio de todas las formas de vida poltica, econmica y cultural no impuestas y reguladas por el Estado. Mientras tanto, en pocos aos el Comintern se haba transformado en instrumento de la poltica exterior y espionaje soviticos. Su poltica giraba en torno a la valoracin de Mosc, correcta o incorrecta, de la situacin internacional; peto estos cambios no tenan nada que ver con la ideologa, doctrina o la diferencia entre izquerda y derecha. Igualmente sera ingenuo preguntarse si, por ejem-

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plo, el pacto de la Unin Sovitica con Chang Ka-shek o Hitler, la masacre de comunistas polacos por Stalin o la participacin sovitica en la Guerra Civil espaola estaban de acuerdo con el marxismo o eran resultado de una poltica izquierdista o derechista . Todas estas iniciativas pueden juzgarse en la medida en que servan pata fortalecer al Estado sovitico y aumentar su influencia, pero los argumentos ideolgicos aducidos para defenderlas se inventaron para este fin, y no tienen relacin alguna con la historia de la ideologa ms all de mostrar hasta qu punto se haba degradado sta para convertirse en instrumento de la raison d' tat sovitica. Una vez dicho esto, podemos dividir la historia de la Uni6n Sovitica desde la muerte de Lenin en tres perodos. El primero, de 1924 a 1929, es el de la N. P_ E. Durante esta poca haba una considerable libertad para el comercio privado; la vida poltica no exista fuera del Partido, pero habla genuinas disputas y controversias dentro de su direcci6n; la cultura estaba controlada oficialmente, pero se toleraban diferentes tendencias de opinin y discusin dentro de los limites del marxismo y de la obediencia poltica. An era posible discutir la naturaleza del verdadero marxismo; el despotismo de un solo hombre no era todava una institucin, y una gran parte de la sociedad --el campesinado, y los Hombres NPE de todo tipo- no dependa todava totalmente del Estado desde el punto de vista econmico. El segundo periodo, desde 1930 hasta la muerte de Stalin en 1953, se caracteriza por el despotismo personal, la casi completa liquidacin de la sociedad civil, la subordinacin de la cultura a las directrices oficiales del Partido y la regimentaci6n de la filosofa y la ideologa. El tercer perodo, desde 1953 hasta el presente, tiene rasgos propios que consideraremos en su momento. En cuanto a qu lder bolchevique en particular est en el poder, esto tiene una menor importancia. Los trotskistas, y por supuesto el propio Trotski, consideraban su separaci n del poder como un punto histricamente decisivo, pero no hay razn para estar de acuerdo con ellos y, como veremos, puede afirmarse que el trotskismo no existi nunca, sino que fue una ficcin inventada por Stalin. Las discrepancias entre Stalin y Trotski eran reales hasta cierto punto, pero estuvieron considerablemente infladas por la lucha por el poder personal y nunca llegaron a representar dos teoras independientes y coherentes. Esto es an ms cierto por cuanto respecta a Las disputas entre Zinoviev y Trotski, y el conflicto 6nal entre Zinoviev y Trotsk por una parte, y Stalin por la otra. El conflicto de Stalin con Bujarn y el desviacionismo derechista era ms sustancial, pero incluso ste no fue una disputa de principios, sino s610 de mtodo y programa para ponerlos en prctica, El debate sobre la industrializacin en los

aos veinte tuvo realmente una gran importancia por lo que respecta a las decisiones sobre la industria y la agricultura, y por consiguiente para la vida de millones de personas, pero sera una exageraci n considerarlo como una disputa doctrinal bsica o como un debate relativo a la correcta interpretacin del marxismo o el leninismo . Todos los lideres bolcheviques sin excepcin cambiaron tan radicalmente de actitud en la cuestin que es intil hablar de trotskismo, estalinismo o bujarinisrno como cuerpos tericos coherentes o variantes de la doctrina marxista . (En esta cuestin el historiador de las ideologas se interesa por aspectos que son, en s mismos, de secundaria importancia: los puntos de vista doctrinales tienen para l mayor significacin que el destino de millones de personas. Esta, sin embargo, no es una cuestin de objetiva importancia, sino meramente de inters profesional.)

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Los primeros aos de Stalin y su ascenso al poder

Al contrario que la gran mayora de los lderes bolcheviques, el futuro gobernante de todas las Rusias fue , si no W1 proletario, al menos un hombre del pueblo, Jos (Yosif) Dzhugashvli naci el 9 de diciembre de 1879 en la pequea ciudad georgiana de Gori . Su padre, Vissarion, era zapatero y alcohlico, y su madre analfabeta. Vissarion se traslad a Tiflis, donde entr a trabajar en una fbrica de zapatos, y muri el ao 1890. Su hijo estudi cinco aos en la escuela parroquial de Gori y en 1894 fue admitido en el Seminario de Teologa de Tiflis, la nica escuela del Cucaso en la que un joven capacitado de su condicin poda recibir, de hecho, la educacin superior. El seminario Ortodoxo era al mismo tiempo un rgano de la rusificaci n, pero, al igual que muchas escuelas rusas, era tambin un ncleo de inquietudes polticas, en el que floreci el patriotismo georgiano y muchos exiliados rusos difundieron las ideas socialistas. DzhugashviJi se uni a un grupo socialista, perdi todo el inters que pudiera haber tenido por la teoLoga y, en la primavera de 1899, fue expulsado por no asistir a un examen. Pueden hallarse restos de su formaci6n en el seminario en sus escritos posteriores, con sus resabios bblicos y su aficin al estilo catequstico, que se presta bien para la propaganda. En sus articulas y conferencias tena la costumbre de plantear preguntas que repeta literalmente en sus respuestas; igualmente, bada ms asimilables sus artculos numerando cada concepto y afirmacin independientes. A partir de sus aos de seminario, Stalin se asoci a diversos grupos socialistas rudimentarios de Georgia: el Partido Ruso Socialde -

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mcrata no exista an , si bien se tom la decisin formal de crearlo en la reunin de Minsk, celebrada en marzo de 1898. Entre 1899 y 1900 trabaj durante unos meses de oficinista en el observatorio geogrfico ~e Tiflis, tras lo cual se dedic por completo a las acrivdades polticas y de propaganda, tanto legales como ilegales. A partir de 1901 escribi artculos para el peridico socialista clandestino de Georgia Brdzola (La Lucha) e hizo propaganda entre los trabajadores . A finales de ese ao se convirti en miembro de un comit directivo del Parti.do en. Tiflis. En ~bril de 1902 fue detenido por organizar una manifestaci n de trabajadores en Batum. Fue condenado al exilio en Sibera, pero huy de su lugar de arresto (o bien en camino haca l) y volvi al C ucaso a principios de 1904, viviendo en le clandestinidad con documentos falsos. Mientras, el Partido Socialdem6crata haba celebrado su II Congreso y se haba dividido en las facciones bolch~iq~e .y menchevique. Stalin se uni pronto a los bolcheviques y escribi libros y artculos en apoyo de la idea leninista del Partido. Los socialdemcratas georgianos eran casi todos mencheviques: su lder era Noakh Zhordania, el ms destacado marxista georgiano . Durante y despus de la Revolucin de 1905, Stalin trabaj un tiempo en Baku como activista del Partido con un mbito de actuaci n que comprenda todo el rea del Cucaso . Sin embargo, faltaban todava unos aos para que pasara a tomar parte en las actividades bolcheviques en Rusia. Asisti a la Conferenda del Partido de Ternmerfors en diciembre de 1905, y en abril de 1906 fue el nico bolchevique en asistir al Congreso de unidad en Estoc?lmo (su~ credenciales para hacerlo fueron disputadas por los mencheviques), Sin embargo, hasta 1912 la escena real de sus actividades fue el Cucaso . En Tammerfors tuvo su primer contacto con Lenin, cuya doctrina y liderazgo no haba desafiado nunca seriamente. Sin emba rgo, en Estocolmo , aun unindose a Lenin en todo lo dems decidi que el Partido deba defender la div isin de la tierra entr~ los campesinos y no su nacionalizacin , como Lenin defenda. Los escritos de Stalin durante este perodo no contienen nada original o digno de mencin: constituyen artculos de propaganda popular que reproducen los eslganes y temas habituales de Lenin. Dedica mucho espacio a criticar a los mencheviques, y critica tambin a l?s Cadetes, ~os. recordadores [otzovistas), liquidadores , anarqurstas, etc. El uruco artculo de cierta extensin publicado en georgiano en 1906 (a partir de 1905 Stalin escribi tambin artculos en ruso) era una exposicin ms bien torpe de la cosmovisin socialdemcrata y de sus premisas filosficas. Entre 1906 y 1907 Stalin fue , al parecer, uno de los organizadores de las expropiaciones, esto es, de grupos armados que tenan

por finalidad llenar las arcas del Partido . Esta actividad, a pesar de la oposicin de Lenin, fue prohibida y condenada en el V Congreso del Partido, celebrado en Londres en 1907 , pero los bolcheviques siguieron practicndola hasta que dio lugar a un gran escndalo varios. meses despus. En los ltimos aos varios historiadores han examinado las acusaciones formuladas originalmente por Zhordania y, tras la muerte de Stalin, por Orlov, un antiguo alto oficial de la inteligencia sovitica, de qu e Sta lin estuvo al servicio de la Okbrana (la polica secr eta zarista) unos aos despus de 1905. Pero las pruebas de esta acusacin son escasas, y ha sido rechazada por la mayora de los historiadores, incluidos Adam Ulam y Roy Medvedyev . Entre 1908 y la Revolucin de Febrero, Stalin pas la mayor parte de sus das entre la prisin y el exilio, escapndose en todas las ocasiones excepto en la ltima (1913-1917). Adquiri la reputacin de un revolucionario hbil, tenaz e infatigable, e hizo lo que pudo por salvar la organizacin caucsica del Partido durante los calamitosos aos posteriores a 1907. Al igual que muchos otros lderes que vivan en Rusia, no tom un. excesivo inters por los debates tericos ni en las luchas intestinas existentes entre los migr s. Hay algn indicio de que mostr una actitud escptica tras la lectura de Materialismo y empiriocriticismo, de Lenin (que despus consider como el logro supremo del pensamiento filos6co), y de que en los oscuros das de 1910 hizo sinceros esfuerzos por restablecer la unidad con los rnencheviques . En enero de 1912 , en que Lenin prepar una conferencia bolchevique general en Praga para declarar la ruptura con los mencheviques, Stalin estaba en el exilio. en Vologda . La conferencia eligi un Comit Cen tral del Partido, en el que se int egr despus a Stalin, a instancia de Lenin , haciendo as su debut en la escena poltica a escala rusa . Tras escapar de Vologda , Stalin fue detenido y deportado nuevamente, volvindose a escapar. En noviembre de 1912 sali de Rusia por primera vez en su vida, pasando unos das en Cracovia, en la Polonia austraca, donde se encontr con Len in . Volvi a Rusia, pero en diciembre sali de nuevo al extranjero, esta vez a Viena y durante seis semanas, el perodo ms largo que pas fuera de su pas. En Viena escribi para Lenin un artculo sobre El marxismo y la cuestin nacional que apareci en 1913 en el peri6dico Prosoesbcbenie (Ilustracin) y que constituye la primera y una de sus principales obras como te rico, No aade nada a 10 que haba dicho Lenin sobre la cuestin, excepto la definicin de nacin como una comunidad que posee un mismo lenguaje, territorio, cultura y vida econmica, excluyendo as, por ejemplo, a Suiza y a los judos. El artculo fue escrito

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como ataque a los austrornarxistas, sobre todo a Springer (Ren ner ) y Bauer, y al Bund (la Unin General de Trabajadores Judos de Rusia). Ya que Stalin slo saba leer ruso y georgiano, probablemente fue ayudado por Bujarin, por entonces en Viena, a seleccionar las citas de escritores austromarxistas, En oposicin a las ideas de estos l timos sobre la autonoma cultural basada en la autodeterminacin por el individuo, Stalin airtn el derecho de la autodeterm inacin nacional y la separacin poltica de base territorial. Sin emba rgo, al igual que Len in, acentu que mientras que los socialdemcratas tecanadan el derecho de todo pueblo a formar su propio Estado, esto no significaba que defendiesen el separatismo en todos los casos; el factor decisivo era el inters de la clase trabajadora, y haba que recordar que el separatismo era utilizado a menudo como eslogan reaccionario por parte de la burguesa. Todo el debate se dirigi obviamente sobre el supuesto de una revolucin burguesa. Al igual que todos los dems socialistas de la poca, a excepcin de Trotski y Parvus, Stalin esperaba que Rusia conocera una revolucin democrtica seguida de muchos aos de gobierno republicano burgus, pero afirmaba que el proletariado deba tomar una parte decisiva en la revolucin y no secundar meramente a la burguesa o actuar como siervo de sus intereses. El artculo sobre la nacionalidad fue 10 ltimo que escribi Stalin antes de la Revolucin de Febrero. Poco despus de su regreso de Viena , en febrero de 1913, fue detenido de nuevo y condenado a cuatro aos de deportacin. Esta vez no intent escapar y permaneci en Siberia, reapareciendo en Petrogrado en marzo de 1917. Durante algunas semanas, hasta la llegada de Lenin , se encarg efectivamen te de la direccin del Partido en la capital. Junto con Kamenev asumi la editada de Praoda. Su actitud hacia el Gobierno Provisional y hacia los mencheviques fue bastante ms conciliatoria que la de Lenin, haciendo de censor de ste bajando el tono de los artculos que enviaba desde Suiza. Sin embargo, tras la vuelta de Lenin a Rusia y la presentacin de sus Tesis de Abril, Stalin, con algunas dudas, acept la poltica de trabajar por la revolucin socialista y el gobierno de los soviets . En contrapartida, durante las primeras semanas de su est ancia en Petrogrado, an escriba en trminos de una revolucin burguesa, la paz con las potencias centrales, la confiscacin de las grandes propiedades y una poltica de presin sobre el Gobierno Provisional, pero no para propiciar su cada. Slo despus de la crisis de julio, en la Conferencia de la organizacin del Partido en Petrogrado, habl Stalin claramente de transferir el poder al proletariado y a los campesinos pobres; en esta poca se abandon el eslogan de Todo el poder para los soviets, pues stos estaban do-

minados por los mencheviques y el S. R. Durante la Revolucin de Octubre, Stalin figuraba ya incue stionablernente entre los principales lde res del Partido, junto con Len in , T rotski (que se uni a los bolcheviques en junio de 191 7), Zinoviev, Karnenev, Sverdlov y Lunacharsk. Segn sabemos, no tom parte en la organizacin mili tar del alzamiento, pero en el primer Gobierno Soviet de Lenin fue nombrado comisario para las Nacionalidades. Durante la. crisis del Partido po r el Tratado de Brest-Litovsk, apoy a Lenin contra los bolcheviques izquierdista s, que presionaban en favor de una guerra revolucionaria con Alemania. Sin embargo, crea, al igual qu e Lenin, que la revolucin europea haba de estallar cualquier da, y que aceptar los trminos de la paz con Alemania no era ms que una retirada temporal de orden tctico. Como experto en cuestiones relativas a las nacionalidades, Stalin pronunci por esta poca diversas conferencias en las que afirmaba que la autodeterminacin deba entenderse d ial cticemente. (en otras palabras, utilizndola como eslogan cuando convena al Partido y nada ms). En el III Congreso de los Soviets, celebrado a comienzos de 1918 , explic que la autodeterminacin, hablando con propiedad, perteneca a las masas y no a la burguesa, y deba subordinarse a la lucha por el socialismo. En artculos publicados ese mismo ao subrayaba que la secesin de Polonia y de los Estados blticos era un movimiento contrarrevolucionario e iba en favor de los imperialistas , pues estos pases formaran una barrera entre la Rusia revoluciona ria y el Occidente revolucion ario ; por otra parte, la luch a de Egipto , Marruecos o India por la independencia era un fenmeno progresista, pues tenda a deb ilita r el imperialismo. Todo esto estaba plenamente de acuerdo con la doctrina de Lenin y con la ideologa del Partido. Los movimientos separatistas son progresistas cuando se dirigen contra gobiernos bu rgueses, pero una vez que el proletariado est en el poder el separatismo cambia automtica y dialcticamente de significacin, pues constituye una amenaza par a el Estado proletario , el socialismo y la revolucin mundial. El socialismo , por definicin, no puede practicar la op resin nacional, y as lo qu e parecan ser invasiones son de hecho actos de liberacin, como, po r ejemplo, cuando el Ej rcito Rojo, bajo las rdenes de Stalin, invad i Georgia, que por entonces (1921) tena un gobierno menchevique basado en la democracia re pres entativa. A pesar de esto, el eslogan de la autodeterminacin nacio nal, que nunca fue revocado , contribuy en gran medida a la victoria bolchevique en la Guerra Civil, ya que los oficiales blancos no ocultaban el hecho de que su objetivo era reunificar a Rusia, como Estado nico e indivisible , y sin prdida de su territorio anterior a la revolucin.

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Stalin jug un importante papel en la Guerra Civil, si bien sus xitos se vieron ensombrecidos por los de Trotski. Las races del conflicto entre ambos hombres se remiten sin duda a este perodo, en que se pusieron de manifiesto sus celos y recriminaciones personales ---quin hizo ms por la victoria en Tsaritsyn, de quin fue la culpa de la derrota de Varsovia, etc. En 1919 Stalin pas a ser com isario del Inspectorado de Trabajadores y Campesinos . Esta institucin, como hemos visto, constituy un desesperado y vano intento de Lenin para proteger al sistema sovitico de los efectos de la burocracia : el Inspectorado, compuesto por au tn ticos trabajadores y campesinos, tena ilimitados poderes de supervisin sobre todos los rganos de la Administracin del Estado. Lejos de remediar esta situacin empeor las cosas, pues a falta de instituciones democrticas e! Inspectorado se convirti simplemente en un ap ndice adicional del edificio burocrtico . Sin embargo, Stalin pudo hacer uso de l para fortalecer su control del aparato, y su direccin del Comisarado fue sin duda uno de los factores que le ayuda ron a alcanzar e! poder supremo. En este momento debe hacerse una observacin importante, si bien no original. En aos posteriores, cuando toda la historia de! Partido fue reescrita bajo rdenes de Stalin y para su autoglorificacin, Stalin fue presentado, o mejor se present a s mismo, como el segundo de a bordo de Lenin desde sus aos de juventud. En todos los mbitos de accin era el lfder, el principal organizador, la inspiracin de sus camaradas, etc. (En un cuestionario del Partido afirm haber sido expulsado del seminario a causa de sus actividades revolucionarias ; sin duda all discuti cuestiones prohibidas, pero de hecho fue expu lsado por deja r de asistir a un examen .) Segn esta fantasiosa versin, fue el ms p rximo confiden te y ayudante de Lenin desde el mismo momento en que se fund el Partido ; el incipiente movimiento socialista del Cucaso haba brotado bajo su brillante mandato; posteriormente, todo el Partido le consider sin objecin como el sucesor natural y legtimo de Lenin, etc . Haba sido el cerebro de la Revolucin, el arquitecto de la victoria en la Guerra Civil, el organizador del Estado sovitico. En la hagiografa escrita por Beria el ao 1912 es destacado como el punto decisivo de la historia del Partido ruso , y por tanto de la historia de la humanid ad , igual que se hizo una vez que Stalin pas a formar parte del Comit Central. Por otra parte, Trotski y muchos otros comunistas que tenan motivos para odiar a Stalin, tenan dificultades para disminuir su papel en la historia del bolchevismo y describirle como un apparatcbnik de segundo orden que, por una mezcla de astucia y buena suerte,

hizo lo necesario para subir a un pedestal del que iba a resultar imposible hacerlo caer . Ninguna de estas versiones puede aceptarse como verdadera. Ciertamente, antes de 1905 Stalin fue una figura local oscura y haba muchos otros en su misma rea ms estimados y que jugaron un papel ms importante que el suyo. No obstant e, hacia 1912 se convirti en uno de los seis o siete lderes bo lchev iques ms destacados, y en los ltimos aos de Lenin -aunque menos conocido que Trotski, Zinoviev o Karnenev, y realmente no considerado por nadie como el sucesor natural de Lenin- pas a ser miembro del pequeo grupo que gobernaba el Partido y Rusia; y en el momento de la muerte "de Lenin alcanz en la prctica, aunque no en la teora, mayor poder que nadie en el pas. A partir de los documentos de que disponemos actualmente, sabemos que incluso antes de la Revolucin los camaradas de Stalin apreciaron en l cualidades que posteriormente haban de convertirle en un dspota patolgico . Algunas de ellas fueron mencionadas en el Testamento de Lenin: se saba que era un personaje brutal, desleal, arbitrario, ambicioso, envidioso, intolerante con la oposicin y tirano con sus subordinados . Hasta que liquid a toda la vieja guardia bolchevique, nad ie en el Pa rtido le consider seriamente como filsofo o terico: desde este punto de vista fue descalificado no slo por Trotski y Bujarin, sino por una gran parte de los idelogos del Partido. Todos saban que los artculos , libros y conferencias de Stalin no contenan nada original y tampoco mostraban indicios de pretenderlo: no era una terico marxista, sino un propagandista del Partido igual que otros cientos. Posteriormente, con el delirio del cult o a la personalidad, cualquier borrador que hubiese escri to se conv irti en una contribuci6n inmortal al teso ro del marxismo-leninismo; pero est muy claro que toda su reputacin como terico no era ms que una parte del ordenado ritual y fue olvidada po co tiempo despus de su muerte. Si sus escritos ideolgicos hubiesen sido los de un hombre sin derecho pol tlco a la fama, apenas mereceran mencin en una historia del marxismo. Pero como, durante sus aos de mano dato, difcilmente hubo lugar para otra corriente marxista distinta de la suya, y como el marxismo de esos aos arduamente puede definirse excepto en relaci n a su autoridad, no es s610 cierto sino que constituye una tautologa decir que durante un cuarto de siglo fue e! terico marxista ms grande. En cualquier caso, Stalin tuvo muchas cualidades que fueron tiles para el Partido, y no slo por azar lleg hasta la cima y elimin a todos sus rivales. Era un trabajador incansable, astuto y eficiente. En las cuestiones prcticas saba cmo desatender las consideraciones

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tericas y discernir claramente la importancia relativa de los problemas. Nunca sin ti temor (excepto en los primeros das de la invasin de Hitler) ni los xitos le hicieron perder la cabeza. Sola distinguir entre el poder real y el poder aparente. Era mal orador y perezoso escritor, pero poda decir las cosas de forma llan a y que pudieran entenderlas los miembros ordinarios del Partido, y sus hbitos pedantes de repeticin y numeracin de las cuestiones dab an a sus conferencias una apariencia de fuerza y claridad . Intimidaba a sus subordinados, pero tambin saba utilizarlos . Supo cmo adaptar su estilo a diferentes interlocutores, ya fueran miembros del Partido, periodistas extranjeros o polticos occidentales, y supo juzgar a voluntad el papel de estratega, intrpido luchador por la causa proletaria o