Upload
frayjulian
View
1.580
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
EL PROCESO ESTATUTARIO
Y
LA GUERRA CIVIL
EN EL PAÍS VASCO
PROCESO ESTATUTARIO
1.-La etapa de la II República.-
Los nacionalistas catalanes, firmantes del Pacto de San Sebastián, lograron la inclusión de esta demanda como uno de sus principales objetivos republicanos, el PNV, se negó a participar en dicho pacto, y quedó descolgado del proceso autonomista, una vez que se implantó la República.
El hecho de que el PNV fuera un partido muy de derechas y muy confesional no facilitaba las cosas a la hora del diálogo y la negociación con el gobierno presidido por Azaña.
1931.- La Sociedad de Estudios Vascos redactó un primer proyecto de Estatuto, (Estatuto de Estella). Promovido por CARLISTAS + PNV.
Rechazado por las Cortes españolas por inconstitucional (no había sido refrendado por los electores y además pretendía tener relaciones exclusivas con el Vaticano, demandando un Concordato propio).
PRIMER PROYECTO
En el debate constitucional los diputados carlistas y del PNV intentaron, sin éxito, salvaguardar el Estatuto de Estella. Pese a ello, continuaron en las Cortes, de las que se retiraron al regularse las medidas laicas y anticlericales, demostrando así que les importaba más la cuestión religiosa que la autonómica.
Junio de 1932.- (GESTORAS) Estatuto Vasco-Navarro: sometido a votación por la Asamblea de Municipios Vascos en Pamplona, fue rechazado por el 60% de los ayuntamientos navarros, desligándose Navarra del Estatuto Vasco, el cual, finalmente, fue plebiscitado en noviembre de 1933, tras la caída de Azaña.
SEGUNDO PROYECTO
Al estar fuera del Parlamento, los diputados del PNV no votaron la Constitución de 1931, pero en seguida aceptaron el cauce autonómico abierto por ella y colaboraron en la redacción de un nuevo Estatuto.
Asamblea General (Pamplona, 19 de junio de 1932)
ProvinciaAyuntamient
oshabitante
s %
A favor
Navarra 109 135.58238,7
2
Álava 51 89.95688,9
7
Guipúzcoa 84 281.82795,1
3
Vizcaya 110 435.34594,1
9
Total 354 942.71079,2
5
109 municipios navarros (135.585 habs) de los 267 votaron a favor del Estatuto Vasco-Navarro; 123 (186.666 habs) en contra; y 35 (28.859 habs) se abstuvieron
DESVINCULACIÓN
DE NAVARRA
Resultados del referéndum a favor del Estatuto Vasco:
•Guipúzcoa 89%
•Vizcaya 88%
•Álava 46%.
Lo que planteó si se ajustaban a la legalidad o no, pues la ley exigía que debería ser aprobado por los 2/3 del electorado, cosa que si se cumplía en la totalidad del territorio, pero no si se consideraba por provincias.
Noviembre 1933
Mujeres votando en las elecciones al Estatuto Vasco. 5 noviembre 1933
Las elecciones generales de 1933 dieron el triunfo a las derechas (Lerroux-CEDA), y estas no veían con buenos ojos la causa nacionalista y su demanda autonomista y descentralizadora del Estado. Por lo que la pronta consecución de un Estatuto para el País Vasco se diluía.
Y mucho más aún tras el conflicto entre el gobierno central y el autonómico catalán, que condujo a la suspensión del estatuto catalán (1934). Así se explica la paralización del proceso estatutario vasco.
Companys y el gobierno de la Generalitat presos tras la insurrección de 1934
Tras el triunfo del Frente Popular (Febrero 1936), el PNV buscó el apoyo de los socialistas en sus demandas autonomistas. El comienzo de la guerra en el verano de ese año aceleró las cosas. Al gobierno republicano le interesaba que los nacionalistas vascos se posicionaran del lado de la República y a cambio ofreció el Estatuto (aprobado por las Cortes en Octubre de 1936) y la cartera de Justicia (Manuel de Irujo) en el gobierno republicano.
MANUEL DE IRUJO
-Septiembre 1936-mayo de 1937 ministro sin cartera en el Gobierno de Largo Caballero.
-Ministro de Justicia en el gobierno de Negrín hasta diciembre de 1937.
-Ministro sin cartera hasta agosto de 1938
José Antonio Aguirre, lehendakari, formó el primer gobierno autonómico vasco con representantes de todos los partidos leales a la República (PNV, PSOE, ANV, IR, UR, PCE), gobernando hasta la conquista y ocupación del País Vasco por parte del ejército rebelde (1937).
El Gobierno Vasco de 1936 La jura de AguirreJosé Antonio Aguirre
LA GUERRA CIVIL EN EL PAÍS VASCO
Zona sublevada
Julio- 13 de septiembre
Finales septiembre
El golpe triunfó, sin apenas resistencia, en Navarra y Álava. El País Vasco quedó inicialmente dividido también en dos zonas, una bajo control de los rebeldes y otra de los republicanos, esta última (Vizcaya, parte de Guipúzcoa y norte de Álava), conectada con Cantabria y Asturias.
Línea FrenteZona
republicana
Hasta final de mes, en una tercera fase, ocupan la casi totalidad de la provincia de Gipúzcoa apenas sin lucha.
Las primeras operaciones rebeldes
Julio: Oyarzun, Beasain,
Agosto: Tolosa, y las peñas de Aya.
En una segunda fase rebasan Andoain en el valle del Oria y fuerzan las defensas de Irún, cerrando el paso entre Francia y San Sebastián, el 13 de septiembre.
Falangistas en Donosti
7, octubre, 1936 se aprueba el Estatuto vasco Gobierno autónomo presidido por Aguirre
Gobierno: Partido Nacionalista Vasco + Frente Popular (PSOE, Izquierda Republicana, PCE y ANV)
organizar la defensa
El Gobierno Vasco de 1936
Milicianos del Batallón UGT nº 8 del Ejército Vasco. 1937.
creación ejército vasco
Poderes no previstos constitucional ni estatutariamente: dirección de la guerra en el territorio vasco, emitir moneda y pasaportes y relaciones exteriores.
La importancia estratégica de la zona ( yacimientos minerales e industria pesada) y la necesidad de acabar con esa franja costera republicana era objetivo prioritario para los rebeldes.
La campaña del Norte fue una de las más importantes y decisivas, no sólo por sus resultados sino también por su desarrollo y por los medios y estrategias militares que en ella se emplearon.
Campaña del Norte (abril-octubre 1937)
Campaña del Norte (abril-octubre 1937)Guipúzcoa, Vizcaya (bombardeo de Guernica, Durango), Cantabria, Asturias
Toma de Vizcaya: Toda la fuerza artillera y aérea incluyendo la Legión Cóndor alemana y un gran número de fuerzas de infantería con una brigada italiana fueron destinadas a esa operación. En total, entre 40.000 y 60.000 hombres, unas doscientas piezas de artillería y unos cien aviones.
Contra ellos el ejército vasco pudo oponer unos 40.000 hombres (contando las ayudas que llegaron de Asturias y Cantabria), algo menos de cien piezas de artillería y apenas dos escuadrillas de aviación de escasa operatividad.
Mola en Eibar
En esa inferioridad aérea republicana se explica la relativa rapidez de la derrota.
Los franquistas pusieron en práctica, por primera vez, una nueva forma de hacer la guerra, con especial protagonismo de artillería y aviación, encargadas de batir durante horas o días las posiciones enemigas antes de la penetración de la infantería.
También se puso en práctica, durante esa campaña, otra nueva técnica de la guerra moderna: el bombardeo masivo de poblaciones civiles con el fin de aterrorizar a la población y desmoralizar al ejército enemigo para minar su resistencia: Durango y Guernica.
Durango, 31 de marzo de 1937.
Guernica fue pasto de las llamas por los bombardeos de los Junkers, Heinkels y Dorniers alemanes, cargados de toneladas de bombas, quedando destruídos el 71% de los edificios. Centenares de personas perdieron la vida (250-300 muertos)
El 17 de junio, el Gobierno vasco acordó la evacuación de Bilbao, que dos días después, era conquistada por el ejército franquista.
La orden del Gobierno republicano de destrucción de instalaciones industriales y otros edificios estratégicos antes de su ocupación por el enemigo no fue atendida a instancias del PNV, que prefirió dejar intacta toda la infraestructura civil de Bilbao y su comarca.
Brigada Navarra entrando en Bilbao (Gran Vía)
Los franquistas entran en Bilbao el día 19, después de superar sin apenas problemas el «Cinturón de Hierro» construido por el Ejecutivo de Agirre. Y lo hacen sin disparar, tras negociar la rendición de los batallones de Euzko Gudarostea que custodian la capital.
En agosto de 1937 los gudaris, bajo el mando del PNV, se rindieron al ejército italiano.
Socios de conveniencia del gobierno republicano, los nacionalistas vascos habían mantenido negociaciones con el enemigo, primero directamente con los franquistas y más tarde con los italianos.
SANTOÑA ¿Traición a la República o rendición necesaria?
Perdido Bilbao y prácticamente el territorio vasco, excepto una porción de la zona occidental de Vizcaya, los nacionalistas vascos decidieron que la guerra había acabado para ellos. El único motivo de la lucha, Euskadi y su autonomía, había desaparecido del mapa literalmente.
TRAICIÓN: Violación de la fidelidad o lealtad que se debe
El Pacto de Santoña fue la consecuencia lógica de la posición del PNV en la guerra civil española. Las dudas y la división interna ante el Alzamiento caracterizaron su posición ante el golpe de Estado. Si acabó enrolado en el bando republicano fue más por obligación, al ver invadido su territorio por los golpistas, que por convicción democrática.
El Euzko Gudarostea, el ejército nacionalista vasco, se presentó en el santuario de Loyola cuando se iniciaba el mes de agosto de 1937, pero, con excepción de algunos episodios aislados, no entró abiertamente en combate hasta octubre, cuando unas menguadas cortes republicanas aprobaron el ansiado estatuto de autonomía.
En Irún, donde se desarrolló la primera gran batalla de la guerra en el Norte, los nacionalistas no combatieron y la defensa de esta estratégica ciudad fronteriza, frente a los rebeldes llegados de Navarra, corrió a cargo de milicianos republicanos, sobre todo comunistas y anarquistas.
EL PAPEL DEL PNV EN LA GUERRA CIVIL
Mientras no hubo autonomía los nacionalistas no se enfrentaron a los franquistas, cuya sublevación había triunfado en Álava y Navarra.
Su tarea fundamental consistió en garantizar el orden público, controlar y evitar matanzas y excesos de izquierdistas y anarquistas y vigilar las iglesias.
Su combatividad llegó cuando tuvieron una causa por la que luchar, Euzkadi. Y lo hicieron con valentía y con heroísmo en ocasiones hasta la pérdida de su territorio.
Cuando cayó Vizcaya la lucha dejó de tener sentido para los gudaris.
Como había predicho Manuel Azaña, tomada su tierra por el enemigo y expulsados de su patria, los nacionalistas fueron fieles a la tradición del árbol de Malato, que marca el límite de Euzkadi hasta el que el gudari tiene la obligación de luchar.
"Madrid no se defendió en el campo, y empezó a defenderse cuando el enemigo entró en los arrabales. En Bilbao será al revés. Cuando esté vencida la defensa en el campo, la villa no resistirá. Y temo aún otra cosa: caído Bilbao es verosímil que los nacionalistas arrojen las armas, cuando no se pasen al enemigo.
Los nacionalistas no se baten por la causa de la República ni por la causa de España, a la que aborrecen, sino por su autonomía y semiindependencia. Con esta moral es de pensar que, al caer Bilbao, perdido el territorio y desvanecido el gobierno autónomo, los combatientes crean o digan que su misión y sus motivos de guerra han terminado. Conclusión a la que la desmoralización de la derrota prestará un poder de contagio muy temible. Y los trabajos que no dejará de hacer el enemigo. Y la resistencia, cuando no sea oposición, a que el caserío, las fábricas y otros bienes de Bilbao y su zona padezcan o sean destruidos".
Azaña, marzo de 1937