17 Medicos&Mercado

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  • 7/25/2019 17 Medicos&Mercado

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    115C aleidoscopio de la salud

    Introduccin

    Las instituciones de educacin superior (IES), pbli-

    cas y privadas, definen de manera poco coordinada

    y sin mayor planificacin sus polticas referidas a

    la formacin de mdicos, incluyendo los contenidos

    y prcticas de formacin y, por ende, el perfil de los

    egresados. El mercado de trabajo en salud, por su

    parte, cuenta con una lgica propia que no necesa-

    riamente coincide con las polticas de las IES, auncuando el mayor empleador de mdicos es el sector

    pblico. En teora, esto ltimo debera facilitar el

    acuerdo entre las instituciones formadoras de recur-

    sos humanos y las prestadoras de servicios de salud.

    Los resultados de este distanciamiento son la per-

    sistencia o agravamiento de viejos problemas de dis-

    ponibilidad, estructura y composicin de la fuerza

    de trabajo mdica, a los que de manera previsible se

    sumarn otras dificultades en caso de que no haya

    una intervencin que venga a regular y planificarderivadas de la situacin sanitaria actual (transfor-

    macin del perfil epidemiolgico y demogrfico de

    la poblacin, enfermedades emergentes y reemer-

    gentes, etctera), de los cambios en curso del sistema

    de salud mexicano (nuevos modelos de atencin y

    de aseguramiento, programas de mejora de la cali-

    dad, gestin ms autnoma, entre otros) o de las mo-

    dificaciones en la regulacin laboral, accin que es

    de orden superior para el sector salud.

    En relacin con la distribucin, para el 2001 laSSA y el IMSStenan contratados 117 496 mdicos, ci-

    Mdicos y mercado de trabajo en Mxico

    Jos Arturo Ruiz,Joaqun Molina,Gustavo Nigenda

    fra que corresponda a 82.3% del total de mdicos

    que laboraban en el sector pblico, lo que refleja una

    elevada concentracin del empleo en estas dos insti -

    tuciones. Sin embargo, las variaciones en el nmero

    de mdicos contratados manifiestan un comporta-

    miento un tanto errtico; algunos analistas juzgan

    que en lo que respecta a las instituciones pblicas y

    de seguridad social, las nuevas contrataciones han

    estado restringidas durante los ltimos aos. En tan-

    to, ms estudiantes de medicina concluyen sus estu-dios: durante el periodo de 1995 a 2000 egresaron

    de las escuelas del pas 50 885 nuevos mdicos (da-

    tos de la ANUIES, 1996 a 2000).

    Diversas preguntas surgen alrededor de lo ex-

    puesto: Quines deben ser los actores fundamenta-

    les en la definicin del nmero de mdicos a for-

    mar?, quines deben regular la prctica de las

    escuelas y facultades de medicina?, es posible con-

    ciliar el comportamiento del mercado caracterizado

    en la actualidad por la demanda de mdicos especia-listas, el desempleo de mdicos generales y el dete-

    rioro de la calidad del empleo1 frente a las necesi-

    dades del sistema de salud?

    De ninguna manera se pretende en este captulo

    dar respuestas acabadas a las interrogantes antes ex-

    puestas. El propsito es aportar un conjunto de ele-

    mentos y reflexiones para la discusin, y proponer

    varias recomendaciones de polticas, algunas de ellas

    planteadas hace ms de 10 aos por estudiosos del

    tema y que, a pesar del tiempo transcurrido, mantie-nen una paradjica vigencia.

    Sin el apoyo de la representacin en Mxico de la Organiza-cin Panamericana de la Salud, este trabajo no hubiera sido posi-ble. El acceso y uso de la informacin contenida en Datos bsicosde recursos humanos en el sector salud (Core Data) Mxico fue degran utilidad para sustentar la parte cuantitativa de este captulo.

    Tambin se agradece la participacin de Yetzi Rosales en la actua-lizacin estadstica.

    1 Se refiere a la falta de beneficios sociales ligados a la contra-tacin (pensin, seguros, etctera), nuevas modalidades de con-tratacin (por ejemplo, por hora o a travs de agencias) e incenti-vos laborales.

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    Matrcula de licenciatura en medicina

    A escala nacional, la matrcula en la carrera de medi-

    cina aument 13 163 alumnos en el periodo de 1990

    a 2001, es decir, un promedio de 1 197 estudiantes

    al ao. La tasa de crecimiento anual muestra un

    comportamiento irregular, con variaciones marca-

    das: en 1992 aument 1.49%, luego de varios aos

    de disminucin; en 1993 volvi a decrecer en

    3.01%, seguido por un periodo de tres aos de cre-

    cimiento continuo; nueva vuelta a la disminucin en

    1997 y a continuacin otros tres aos de incremen-

    to anual de la matrcula, hasta el ao 2000, cuando

    alcanz 4.0% (cuadro 1).

    Resulta difcil encontrar una lgica en el compor-tamiento de la matrcula o un rastro que revele que

    sus variaciones han respondido a un proceso de pla-

    nificacin de las diversas instituciones involucradas

    directa o indirectamente en esta rea, a saber: las se-

    cretaras de Educacin Pblica y de Salud, las insti-

    tuciones de educacin superior, los colegios y las

    academias nacionales de medicina y de ciruga, entre

    las ms relevantes.

    Si se incorporan al anlisis algunos otros factores

    relacionados, como son los socioeconmicos, endonde lo relevante son las crisis econmicas recu-

    rrentes y el crecimiento de la poblacin en situacin

    de pobreza, la transicin demogrfica hacia una po-

    blacin cada vez con mayor edad promedio e incre-

    mento del nmero de personas de edad avanzada, la

    transicin epidemiolgica experimentada en el perfil

    de salud dominante, los procesos de reforma del sec-

    tor salud, la ampliacin de los espacios de participa-

    cin social en salud, el subempleo y el desempleo

    entre los mdicos, la eficiencia terminal de la licen-ciatura en medicina o las polticas oficiales en el sec-

    tor salud, se puede sostener la hiptesis de que tam-

    poco estos otros elementos de contexto fueron

    determinantes del comportamiento de la matrcula.

    Pareciera que han sido otros los factores predo-

    minantes, sobre todo criterios de poltica adoptados

    por cada una de las IESy por las instituciones del sec-

    II.Sistemas de salud

    4Mdicos y mercado de trabajo en Mxico

    C aleidoscopio de la salud

    116

    C u a d ro 1. Tasa de crecim iento anual de la m atrcula nacionalen m edicina,1990-2001

    Ao Matrcula nacional Tasa de crecimiento anual

    1990 57 667 -4.72

    1991 56 472 -2.07

    1992 57 315 1.49

    1993 55 591 -3.01

    1994 56 946 2.44

    1995 58 122 2.02

    1996 59 645 2.55

    1997 57 767 -3.25

    1998 62 063 6.92

    1999 64 594 3.91

    2000 69 464 4.0

    FUENTE: AN U IES.An u a r io s e s ta d s t i co s ,1990 a 2000

    Cuadro 2. Participacin del sector pblico en la m atrcula nacionalen m edicina

    Ao Matrcula Matrcula % Matrcula %nacional pblica privada

    1990 57 667 53 667 93.0 4 230 7.0

    1991 56 472 52 312 92.6 4 160 7.4

    1992 57 315 52 943 92.3 4 372 7.7

    1993 55 591 50 760 91.3 4 831 8.7

    1994 56 946 51 611 90.6 5 335 9.4

    1995 58 122 52 779 90.8 5 343 9.2

    1996 59 645 53 545 89.7 6 100 10.3

    1997 57 767 50 545 87.4 6 847 12.6

    1998 62 063 53 488 86.1 8 572 13.9

    1999 64 594 55 547 85.9 9 047 14.12000 69 464 57 404 82.6 12 060 17.4

    FUENTE: AN U IES.A n u a r i o s e s t a d st i c o s , 1990 a 2000.

    F I G U RA 1 . Pa rticipacin pblica y privada en la m atricula nacional

    de m edicina,1990-2000

    100

    80

    60

    40

    20

    01990 1992 1994 1996 1998 2000

    aos

    Pblica Privada

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    II.Sistemas de salud

    Jos Arturo Ruiz,Joaqun Molina,Gustavo Nigenda3

    tor salud. Tambin se observan incongruencias entre

    las polticas educativas oficiales con respecto a las

    necesidades de salud de la poblacin, evidenciadas

    en las limitaciones del gasto pblico para el sector

    educativo superior, la inexistencia de coordinacin

    entre las escuelas, la carencia de un plan estratgico

    para el desarrollo de la enseanza, el poco impulso a

    los procesos de acreditacin de las escuelas formado-

    ras, adems de eventuales predominios de intereses

    individuales y de grupos acadmicos en lo que a in-

    versin se refiere.

    Los factores mencionados son vlidos para la ma-

    trcula y su distribucin entre los mbitos pblico y

    privado, aunque con matices diferentes, pues en es-

    te ltimo el crecimiento de la matrcula se sostuvo alo largo de la dcada pasada, con lo que prctica-

    mente se triplic de 1990 a 2000 (cuadro 2 y figura

    1). Entonces, no resulta desatinado pensar que para

    2012 alrededor de 30% de los estudiantes de medi-

    cina ser formado por las instituciones privadas.

    Desde un enfoque pragmtico, esa posibilidad no

    debe ser vista a priori de modo negativo, pero un

    problema para la formacin y la prctica mdica se

    puede presentar si la oferta educativa del sector pri-

    vado en salud no avanza mejor acoplada de como loha hecho hasta el momento, con los criterios de re-

    gulacin, supervisin y certificacin que tomen en

    cuenta los intereses y las necesidades especficas del

    sector.

    Escuelas de medicina y algo ms sobre la

    matrcula

    El nmero de escuelas de medicina existentes en el

    pas difiere segn la fuente que proporcione el datoy encierra enigmas sobre las consideraciones hechas

    para contabilizarlas como tal. La Asociacin Mexica-

    na de Facultades y Escuelas de Medicina report en

    1990 que existan 58 escuelas, para 1998 la cifra da-

    da fue de 63, y para 1999 se contabilizaron 72. De

    esta manera, en los primeros ocho aos del periodo

    sealado hubo slo cinco nuevas escuelas, mientras

    que en slo un ao posterior se crearon nueve. En el

    segundo semestre del 2001 no se reportaba con cla-

    ridad cuntas escuelas haban cerrado y cuntas ms

    haban abierto, pero para el mes de octubre se con-

    tabilizaron 80 escuelas. Segn informacin propor-

    cionada por la Asociacin Nacional de Universida-

    des e Instituciones de Educacin Superior (ANUIES),

    las escuelas y facultades de medicina pasaron de 58

    en 1990 a 74 en 2000; 33.8% de ellas de tipo priva-

    do (ANUIES, 2000).

    El nmero de estudiantes por centro docente va-

    ra en un rango amplio: desde una matrcula de

    3 930 en la Universidad Veracruzana, a una de 55

    alumnos en la Universidad Valle de Bravo (Tamauli-

    pas) en 1991; en una comparacin, la UniversidadAutnoma de Campeche contaba con 310 alumnos

    en 2000, mientras que la Universidad Autnoma de

    Guadalajara tena 3 943 estudiantes en ese mismo

    ao (ANUIES, 1991 y 2000).

    Las asimetras entre las escuelas de medicina se

    encuentran en casi todos los componentes funda-

    mentales: planta docente, perfil de los alumnos, in-

    fraestructura, prestigio social, costos, experiencia, in-

    vestigacin, bibliotecas, aulas, laboratorios, equipos,

    etctera. Las diferencias tambin son notables si secomparan las instituciones privadas con las pblicas.

    Las escuelas privadas se pueden establecer sin ma-

    yor trmite y con escaso control de las instancias nor-

    mativas en la materia. Dado que abrir una escuela de

    medicina con el equipamiento mnimo necesario y

    una planta docente competente requiere de conside-

    rables inversiones econmicas, se podra pensar que

    no es un proyecto atractivo para el sector privado. Sin

    embargo, en contra de esta lgica los datos indican

    que el nmero de escuelas privadas va en aumento,situacin que se acompaa en algunos casos de du-

    das y crticas con respecto a la calidad de la ensean-

    za, las condiciones laborales de la planta docente, la

    manifiesta austeridad de la infraestructura y la falta

    de actualizacin de los programas de estudio.

    Con respecto al nmero y matrcula de las escue-

    las de medicina, cabe analizar lo acontecido en algu-

    117C aleidoscopio de la salud

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    nas regiones del pas en los ltimos aos. En el esta-

    do de Puebla la matrcula pas de 8 747 alumnos en

    1992 a 3 987 en 2000, lo que signific una disminu-

    cin de 4 760 estudiantes, aunque de forma parad-

    jica el nmero de centros escolares de esta licencia-

    tura se duplic durante ese periodo. En Veracruz

    tambin descendi la matrcula y aument el nme-

    ro de escuelas, mientras que en Sonora, Quintana

    Roo y Baja California Sur no existan planteles de en-

    seanza de medicina, y en Tlaxcala se abri en 1999

    el primero de este tipo (cuadro 3).

    Una explicacin para el caso de Puebla se en-

    cuentra en los procesos internos y externos de la Be-

    nemrita Universidad Autnoma de Puebla (BUAP),

    institucin de prestigio por su calidad acadmica ylas aportaciones hechas a la investigacin en ciencias

    de la salud, la cual form a un gran nmero de m-

    dicos originarios de esa entidad y de otras vecinas,

    como Veracruz y Tlaxcala, principalmente. Sus con-

    flictos polticos fueron una constante durante las d-

    cadas de los setenta y los ochenta, por lo que devino

    en un espacio de concentracin y de poder para gru-

    pos polticos con variadas ideologas. La matrcula

    de medicina sufri efectos directos cuando las auto-

    ridades educativas, del nivel federal y estatal, intervi-nieron abiertamente en la BUAP y, entre otras medi-

    das, limitaron las plazas para los estudiantes

    poblanos y de otras entidades federativas bajo el ar-

    gumento de que convena terminar con la masifica-

    cin, vista sta como causa de muchos de los males

    que padecan las IES. El presupuesto federal tcnica-

    mente se suspendi y fue restituido con la condicin

    de que se cumplieran los dictados oficiales; esta ac-

    cin fue juzgada por algunos sectores universitarios

    como consecuencia de que la universidad estaba fue-ra de control y radicalizada polticamente.

    Nmero de egresados y crecimiento de las

    plazas laborales en el sector salud

    Llama la atencin el nmero de egresados de medi-

    cina en las ltimas dcada y la cantidad de los que se

    II.Sistemas de salud

    4Mdicos y mercado de trabajo en Mxico

    C aleidoscopio de la salud

    118

    Cuadro 3.C antidad y m atrcula de las escuelas de m edicina en M xico en1992 y 2000

    Estados 1992 2000

    Nm.de Matrcula Nm.de Matrculaescuelas escuelas

    Baja C alifornia Sur 0 0 0 0

    Jalisco 2 9 036 3 7 395

    M orelos 1 378 1 450

    Puebla 2 8 747 4 3 987

    Q uintana Roo 0 0 0 0

    Sonora 0 0 0 0

    Tlaxcala 0 0 1 371

    Veracruz 5 3 531 6 2 701

    FUENTE: AN U IES.A n u a r i o s e s t a d st i c o s , 1992 y 2000.

    Cuadro 4.N m ero de egresados y de titulados de la carrera de m edicinaen M xico,1990-2001

    Ao Total nacional de egresados Total nacional de titulados

    1990 6 990 3 638

    1991 6 926 6 898

    1992 7 126 6 054

    1993 7 241 5 858

    1994 5 686 5 756

    1995 7 293 6 048

    1996 8 609 6 626

    1997 7 702 5 187

    1998 8 273 5 968

    1999 9 244 7 645

    2000 9 764 7 992

    2001 9 081 6 299Total 93 935 73 969

    FUENTE: AN U IES.An u a r io s e s ta d s t i co s , 1990 a 2001.

    Resul ta difcil encontrar una

    lgica en el comportamiento de

    la matrcula de la carrera de

    medicina o un rastro que reveleque sus variaciones han

    respondido a un proceso de

    planificacin

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    II.Sistemas de salud

    Jos Arturo Ruiz,Joaqun Molina,Gustavo Nigenda3

    titularon; diferencia que alcanza a ser de 17 184 pa-

    ra el periodo de 1990 a 2000. Estos estudiantes con-

    cluyeron sus estudios pero no obtuvieron su ttulo ni

    su cdula profesional, pese a que este ltimo es un

    requisito para ejercer la prctica mdica, por lo que

    difcilmente pueden desempearse en las institucio-

    nes pblicas; slo les quedara la opcin de buscar

    espacios en otros mercados o la prctica ilegal, qui-

    z, en el mbito privado, por existir controles menos

    rigurosos para el ejercicio profesional.

    Surgen entonces las interrogantes sobre la ocupa-

    cin actual de esos egresados, los motivos por los

    cuales no se titularon y los factores explicativos del

    por qu en ciertos aos el ndice de titulacin es ma-

    yor que en otros. El cuadro 4 muestra estas variacio-nes y revela que, por ejemplo, en 1990 y 1995 se ti-

    tul 52% y 83% del total de los egre s a d o s ,

    respectivamente, mientras que en 2001 el porcenta-

    je fue de 69.4%. En la literatura sistematizada sobre

    el tema no se encuentran explicaciones acerca de es-

    te asunto particular, que por lo dems suele pasar

    inadvertido para muchos.

    En relacin con la contratacin de mdicos en las

    distintas instituciones pblicas y de seguridad social,

    encontramos que para el periodo de 1990 a 2001 elmayor crecimiento se registr en laSSA, dependencia

    que duplic la cifra para alcanzar la cantidad de

    56 113 en 2001. En ese ao, super por segunda

    ocasin en la historia al IMSS (rgimen ordinario) en

    el nmero de mdicos contratados; hasta antes del

    2000 aquella institucin haba mantenido el lideraz-

    go en ese rubro. Por su parte, Petrleos Mexicanos

    (Pemex) manifest un decremento de poco ms de

    800 mdicos en nmina; los restantes organismos

    aumentaron en esos 12 aos la cantidad de mdicoscontratados en los siguientes porcentajes: IMSS, 29%;

    IMSS Solidaridad, 33.2%; ISSSTE, 16.6 % (cuadro 5).

    En la segunda mitad de la dcada de los noventa

    llaman la atencin los notables crecimientos en el

    nmero de mdicos contratados por la SSA en 1997

    y 2000, que fueron de 21% y 7.3%, con respecto al

    ao anterior, en contraste con los restantes aos

    cuando ni siquiera se alcanz 3% de aumento en la

    nmina mdica. En ambos casos, la explicacin se

    encuentra en el programa de ampliacin de la cober-

    tura, que se inici justamente en 1997 y en que en el

    2000 se llev a cabo un importante plan de basi fica -

    cin, trmino usado para denominar la contratacin

    permanente de personal que laboraba en condicio-

    nes de temporalidad

    En un anlisis simplista, se pudiera colegir que

    las plazas generadas entre 1990 y 2001 resultaron

    insuficientes, luego de compararlas con el nmero

    de titulados en ese periodo. En total se contrataron

    54 247 mdicos frente a 73 969 estudiantes titula-

    dos, lo que signific una diferencia de 19 722, sin

    que se pueda afirmar que estos ltimos se sumarona las filas de los desempleados o subempleados, o

    que todos ellos laboren en el sector privado corpora-

    tivo o de la prctica individual. Si se parte del su-

    puesto de que no existe un solo mdico desemplea-

    do y que la diferencia anotada fue absorbida por el

    sector privado, implicara un crecimiento promedio

    anual de 1 643 mdicos en dicho mbito, lo cual no

    corresponde con las tendencias histricas dominan-

    tes ni con los reportes oficiales.

    De acuerdo con la informacin publicada por laSSA, el nmero de mdicos en el sector privado ha

    fluctuado enormemente: en 1991 se reportaron

    10 868 y para 1993 la cifra fue de 46 163; dos aos

    despus llegaban a 58 724, en 1998 eran 17 604 y

    para el 2001 la cantidad se increment de nuevo, a

    39170. Es difcil interpretar la cada que hubo en

    1998 y, sin considerarla, se observa una tendencia

    ascendente en el nmero de mdicos contratados

    durante esa dcada. Uno de los datos que cuestiona

    por s solo las fuentes o los criterios adoptados, esque para 1999 se contabilizaron 62 951 mdicos, es

    decir, un aumento de 45 347 de un ao a otro (SSA,

    1991 a 2001).

    Todo lo anterior permite afirmar que no se

    cuenta con un re g is t ro confiable sobre el nmero

    de mdicos que ejercen de manera privada en M-

    xico y que ms complejo an resulta saber con

    119C aleidoscopio de la salud

  • 7/25/2019 17 Medicos&Mercado

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    exactitud dnde se encuentran. Otro problema es el

    multiempleo entre los mdicos, el cual no es fcil

    de estimar a travs de las cifras disponibles, pero

    que se acepta como una realidad del sistema de sa-

    lud mexicano.

    La certificacin de mdicos especialistas

    frente a los mdicos generales

    Un aspecto relativamente reciente en el pas en cuan-

    to a las caractersticas de la fuerza de trabajo mdica,

    es el requisito de certificacin y recertificacin para

    acceder a puestos de trabajo; esta condicin es ms

    empleada en el sector privado, mientras que en las

    instituciones pblicas y de seguridad social an noes indispensable para obtener un empleo. En gene-

    ral, se considera que la certificacin garantiza mayo-

    res competencias de los mdicos y, por ende, mejo-

    res perspectivas de calidad en la atencin. Otra

    vertiente de la certificacin va en el sentido de con-

    siderarla como un mecanismo idneo para que los

    mdicos especialistas actualicen sus conocimientos

    profesionales de manera peridica.

    La certificacin se realiza a travs de los consejos

    de cada especialidad mdica, los cuales tienen entresus principales objetivos establecer los requisitos m-

    nimos para la formacin de especialistas y certificar

    a los especialistas que lo soliciten. En trminos gene-

    rales, son organizaciones profesionales con personali-

    dad jurdica propia (asociaciones civiles) pero que

    formalmente slo pueden existir con la indispensable

    aprobacin del Comit Normativo Nacional de Con-

    sejos de Especialidades Mdicas (CNNCEM) y de la

    Academia Nacional de Medicina (rganos no guber-

    namentales). El CNNCEM es responsable de otorgar laidoneidad a un solo consejo por especialidad, por lo

    cual no puede existir ms de uno; asimismo, esta cua-

    lidad debe ser refrendada cada cinco aos por la Aca-

    demia Nacional de Medicina.

    De acuerdo con la informacin de este Comit

    Normativo, el primer consejo de especialistas fue

    creado en 1963; para el 2000 exista un total de 47

    II.Sistemas de salud

    4Mdicos y mercado de trabajo en Mxico

    C aleidoscopio de la salud

    120

    Cuadro 5. M dicos incorporados a las instituciones del sector,1990-2001

    Ao Institucin

    SSA IMSS IMSS ISSSTE Pemex Otras* TotalSolidaridad

    1990 25 940 3 703 39 646 12 975 3 204 3 862 89 330

    1991 27 715 4 253 43 130 13 646 3 511 + 5 716 97 971

    1992 29 529 4 615 43 754 14 002 3 051 8 403 103 354

    1993 31 065 4 825 44 111 14 226 2 894 10 374 107 495

    1994 32 889 5 179 46 151 15 311 2 510 12 289 114 329

    1995 36 213 5 385 47 296 15 775 2 364 12 401 119 434

    1996 37 620 5 434 47 813 15 945 2 393 13 909 123 114

    1997 47 609 5 419 48 658 16 487 2 405 8 453 129 031

    1998 49 453 5 500 50 017 16 948 2 403 8 510 132 831

    1999 50 309 5 541 50 764 17 309 2 355 8 881 135 159

    2000 54 293 5 541 53 473 17 886 2 386 7 050 140 629

    2001 56 113 5 541 55 842 15 574 2 392 7 303 142 765

    *Pblicas y de seguridad social.

    FUENTE: SSA.Bo le t n d e in fo r m a c i n e s ta d s t i ca .Re cu r so s y se r v ic io s , 1990 a 2001

    C u a d ro 6. M dicos especialistas cert i ficados y no cert i fi c a d o s ,1996,1998,2000

    Ao %de mdicos %de mdicos Total deespecialistas especialistas mdicoscertificados no certificadas especialistas

    1996 60.6 39.4 70 000

    1998 64.0 36.0 80 000

    2000 70.0 30.0 85 000

    FUENTE: C N N C EM .R e l a c i n d e c o n s e j o s d e e s p e c i a l i st a s c o n r e c o n o c i m i e n t o d e i d o n e i d a d y m d i c o s c e rt i f ic a d o s . M xico,1996,1998,2000.

    Se carece de un r egistro

    confiable sobre el nmero de

    mdicos que ejercen de manera

    pr ivada en Mxico, y ms

    complejo an resul ta saber conexacti tud dnde se encuentran

  • 7/25/2019 17 Medicos&Mercado

    7/10

    II.Sistemas de salud

    Jos Arturo Ruiz,Joaqun Molina,Gustavo Nigenda3

    consejos. La cantidad de mdicos especialistas certi-

    ficados registr un incremento considerable en los

    ltimos aos: en 1990 fueron 22 399; en 1996 la ci-

    fra lleg a 48 424, y para el 2000 se tenan contabi-

    lizados 59 064 mdicos certificados (CNNCEM, 1990

    a 2000). En consecuencia, el nmero de mdicos es-

    pecialistas sin certificar manifiesta una tendencia

    sostenida a disminuir (cuadro 6).

    Se observan diferencias notables cuando se com-

    paran los datos del CNNCEM con los de la SSA; ello se

    debe posiblemente a la gran proporcin de especia-

    listas que labora en el sector privado. Por ejemplo,

    en 1996 la SSA registraba en las instituciones pbli-

    cas y de seguridad social a 38 850 especialistas en

    contacto con pacientes (31 150 menos que los re-portados por el Comit), y en 1998, a 41 915

    (38 085 menos que el Comit). Aun sumando a to-

    do el personal mdico que la SSA agrupa en la cate-

    gora de en otras labores y suponiendo que fueran

    especialistas, la diferencia entre las cifras sigue sien-

    do muy marcada.

    Independientemente de su ubicacin laboral, el

    nmero de mdicos especialistas tiene una tendencia

    ascendente en el pas. Resta dilucidar la parte cuali-

    tativa de la formacin y la certificacin de los espe-cialistas, lo que se hace a partir de la evidencia em-

    prica, sin que existan estudios detallados al

    respecto. Cabe afirmar que la metodologa y conte-

    nidos de la certificacin y de la recertificacin son

    procesos que requieren de la actualizacin perma-

    nente, y en esa medida puede considerrseles perfec-

    tibles; adems, se deben aplicar de manera rigurosa

    los criterios adoptados para que realmente contribu-

    yan al propsito de garantizar la calidad en la prc-

    tica mdica.Al margen de las cifras diferentes dadas a conocer

    por las distintas fuentes, se observa un aumento en

    la proporcin de especialistas frente a la de los mdi-

    cos generales, sin que haya evidencias de que esto

    responda a las demandas en los servicios de salud.

    En 1990, los mdicos especialistas en contacto con

    pacientes en las instituciones pblicas y de seguri-

    dad social sumaron 24 883, mientras que los gene-

    rales eran 26 311; para 1993 los mdicos generales

    eran superados en 1 195 por los especialistas; en

    1999 la diferencia alcanzaba a ser de 7 373: mdicos

    generales, 35 782, frente a 43 155 especialistas. Esta

    relacin debe ser un punto a revisar, si la administra-

    cin actual de laSSA busca efectivamente darle al pri-

    mer nivel de atencin una prioridad en la conforma-

    cin del modelo de atencin integral que plantea en

    su programa de trabajo 2001-2006.

    La poltica de la SSA sobre la formacin de

    recursos humanos para el sector salud

    Como institucin rectora del sector salud, la SSA hadefinido en diversas ocasiones las polticas a seguir en

    materia de desarrollo y gestin de los recursos huma-

    nos en salud. Rebasa el marco de este documento ha-

    cer un repaso del devenir histrico, por lo que nos li-

    mitaremos a resaltar los aspectos que juzgamos como

    ejes centrales de la poltica oficial en esta rea.

    En los ltimos siete aos, las propuestas de desa-

    rrollo sectorial de la salud se han hecho pblicas a

    travs de dos grandes programas: el primero fue el

    Programa de Reforma del Sector Salud (RSS) 1995-2000, elaborado por un gobierno proveniente del

    Partido Revolucionario Institucional; el segundo co-

    rresponde al Programa Nacional de Salud (PNS)

    2001-2006, anunciado por el gobierno emanado del

    Partido Accin Nacional, que maneja la administra-

    cin pblica desde diciembre de 2000. Esta diver-

    gencia se apunta nicamente como un factor a tener

    presente en la reflexin, en particular si se buscan di-

    ferencias de fondo entre ellos.

    Los contenidos y las propuestas de ambos pro-gramas pueden juzgarse como vlidos y convenien-

    tes, en lo que se refiere al rea de los recursos huma-

    nos en salud, si aceptamos que los objetivos y

    estrategias enunciados se encaminan a resolver los

    problemas existentes; el PNS 2001-2006 cuenta con

    el beneficio de que su etapa de puesta en prctica

    an no concluye (cuadro 7).

    121C aleidoscopio de la salud

  • 7/25/2019 17 Medicos&Mercado

    8/10

    El PNS2001-2006 se centra de manera enftica en

    los problemas de cantidad y distribucin de los re-

    cursos humanos, vinculndolos con una insuficiente

    coordinacin entre las instituciones relevantes invo-

    lucradas (ver en el cuadro 7 la seccinpr oblem as/jus -

    tificaciones), lo cual resulta un diagnstico amplia-

    mente compartido entre los diversos actores del

    sector salud. Tambin hay que considerar que no es

    la primera vez que esta caracterstica se menciona,

    pues en la literatura publicada hace 10 aos hay

    diagnsticos muy similares. Lo mismo sucede con

    algunas de las estrategias sealadas, como las adjudi-

    cadas a la Comisin Interinstitucional para la Forma-

    cin de Recursos Humanos para la Salud y, algo ms

    reciente, para el caso de la Asociacin Mexicana deFacultades y Escuelas de Medicina.

    En un foro sobre educacin mdica realizado en

    junio de 1989, uno de los participantes propuso: El

    sistema de planeacin en el rea de la salud da par-

    ticipacin a las instituciones formadoras de recursos

    humanos. En la Comisin Interinstitucional para la

    Formacin de Recursos Humanos en el rea de la sa-

    lud (sic) existe ya un programa diseado conjunta-

    mente que, partiendo de la deteccin de los proble-

    mas operativos existentes, permite la solucin destos con la participacin de las instituciones de sa-

    lud y de las educativas. Esta comisin tendr que

    considerar sus logros en los prximos aos (Cano,

    1990).

    Si se evaluara el cumplimiento de los objetivos

    establecidos en el Programa de RSS 1995-2000, los

    resultados seguramente seran negativos para algu-

    nos de ellos. ste sera el caso de los siguientes: Pla-

    near la formacin de recursos humanos de nivel tc-

    nico, de licenciatura y posgrado, y Regular laapertura de escuelas del rea de la salud, as como las

    polticas de matrcula en funcin del mercado de tra-

    bajo (SSA, 1995).

    Respecto del primer objetivo anotado, cabe decir

    que si la planeacin incluye previsin, coordinacin,

    acuerdos, metas cuantitativas y cualitativas y estrate-

    gias coordinadas entre los principales actores involu-

    II.Sistemas de salud

    4Mdicos y mercado de trabajo en Mxico

    C aleidoscopio de la salud

    122

    Cu adro 7. O bjet i vos con respecto a los recursos hum anosdel sector salud en los dos ltim os program as nacionales des a lud

    Programa de Reformadel Sector Salud 1995-2000

    Instrumento

    Program a de D esarrollo de Re-

    cursos H um anos en Salud.

    Problemas / justificaciones

    Para la consecucin de los objeti-

    vos es necesario que toda accin

    se acom pae de la preparacin y

    capacitacin adecuada y perm a-

    nente del personal.

    Polticas

    O bjetivos:

    Planear la form acin de recursos

    hum anos de nivel tcnico,licen-

    ciatura y posgrado .

    Regular la apertura de escuelas

    del rea de la salud,as com o las

    polticas de m atrcula en funcin

    del m ercado de trabajo.

    C oordinar las acciones y estrate-

    gias para la instrum entacin de

    los program as de aplicacin na-

    cional a travs de la actualizacin

    de la norm atividad.

    Estrategias declaradas:

    Prom over el establecim iento de

    convenios de desarrollo de la

    enseanza de pregrado,el servi-

    cio social y el posgrado en carre-

    ras del rea de salud.

    C onsolidar los sistem as de infor-

    m acin com o recurso indispen-

    sable para la planeacin de re-

    cursos hum anos en form acin.

    Programa Nacionalde Salud 2001-2006

    Estrategia 10.Fortalecim iento de

    inversin en recursos hum anos,in-

    vestigacin e infraestructura en sa-

    lud.

    En M xico hay insuficiencia de

    ciertos recursos y un problem a

    grave de distribucin en la m ayora

    de ellos.M ientras que en las ciuda-

    des hay un exceso de personal

    m dico y param dico,que se tra-

    duce en desem pleo y subem pleo,

    en las reas rurales hay escasez.

    Existe una falta de planeacin y decoordinacin entre las instancias

    generadoras de recursos,por un

    lado,y los tom adores de decisio-

    nes y prestadores de serv i ci o s ,p o r

    otro.

    O bjetivos:

    C on el fin de elevar la calidad de

    los recursos hum anos para la sa-

    lud se llevarn a cabo las siguien-

    tes actividades:

    G eneracin de un diagnstico

    exhaustivo sobre la calidad de la

    educacin de los profesionales

    de la salud.

    Por m edio de la Com isin Inter-

    institucional para la Form acin

    de Recursos H um anos para la

    Salud y en colaboracin con el

    sector educativo,la instrum enta-

    cin (sic) de una estrategia para

    elevar la calidad de la educacin

    de los profesionales de la salud.

    Identificacin de prioridades en

    la form acin de profesionales de

    la salud.

    A travs de la A sociacin M exi-

    cana de Facultades y Escuelas de

    M edicina, la prom ocin de la

    certificacin y recertificacin de

    todas las escuelas y facultades de

    m edicina del pas.

    FUENTES:SSA.Program a de Reform a del Sector Salud 1995-2000.SSA.Program a N acional de Salud 2001-2006.

  • 7/25/2019 17 Medicos&Mercado

    9/10

    II.Sistemas de salud

    Jos Arturo Ruiz,Joaqun Molina,Gustavo Nigenda3

    crados, se puede asegurar, a la luz de los datos ex-

    puestos en apartados anteriores, que poco o nada se

    avanz.

    En lo que se refiere a la regulacin para la apertu-

    ra de escuelas y de las polticas relacionadas, la eva-

    luacin de lo realizado tambin sera negativa. Los

    datos evidencian porfiadamente que la variacin en

    el nmero de escuelas de medicina y en las matrcu-

    las no puede ser encuadrada en razn lgica alguna,

    menos an en un comportamiento planificado.

    Otros elementos para un anlisis cabal del

    contexto y el desarrollo prospectivo de la

    formacin y el mercado mdico

    Las siguientes interrogantes son formuladas para

    generar una discusin ms all de los argumentos

    sostenidos a lo largo del presente trabajo:

    Cules son los principios de planeacin de los

    recursos humanos que se deben usar?, dnde se

    han encontrado los principales obstculos vincula-

    dos con los fracasos en las polticas de recursos

    humanos del sector salud?, por qu se repiten de

    una administracin a otra prcticamente los mismos

    objetivos y las mismas estrategias, en vista de la pocaefectividad demostrada?, quines son los princi-

    pales actores en contra del cumplimiento de tan sen-

    satos objetivos?

    Las pretensiones del actual gobierno de la

    Repblica incluyen la suficiente voluntad poltica

    para llegar a la raz de los problemas relacionados

    con los recursos humanos?, se regular y negociar

    con oportunidad y tino con los grupos e institu-

    ciones (pblicas y privadas) que han resultado un

    obstculo para el cumplimiento de las objetivos ofi-ciales?, se tomarn en cuenta los estudios bien fun-

    damentados y las recomendaciones de poltica

    planteadas desde hace varios aos por distintos gru-

    pos de expertos?, son realmente innovadoras y pru-

    dentes las nuevas polticas oficiales respecto a los

    recursos humanos?

    Recomendaciones de polticas

    a) No esperar la existencia de una coordinacin in-

    terinstitucional total y ampliada para que las ins-

    tancias rectoras (SSA, SEP, universidades) avancen

    en acciones concretas encaminadas a conciliar las

    tendencias centrfugas de mayor impacto negativo

    en la formacin de mdicos en Mxico, tanto en

    el aspecto cuantitativo como en el cualitativo.

    b) En la actualidad la profesin mdica vive uno de

    sus momentos ms difciles. Las condiciones por

    las que atraviesa el pas imponen la necesidad de

    buscar la constitucin de un sistema de atencin

    equitativo, cuya calidad garantice la satisfaccin

    de la poblacin. Esta bsqueda no debe dejar delado la importancia que tiene la formacin de m-

    dicos que respondan a las necesidades de la po-

    blacin, lo cual debe implicar una regulacin tan-

    to de su nmero como de su tipo, con el fin de

    integrarlos no slo a las labores asistenciales, sino

    tambin de planeacin, de investigacin y otras

    (Nigenda et. al., 1990).

    c) La situacin actual del trabajo mdico debe ser

    analizada a profundidad. Es necesario responder a

    interrogantes an presentes, pues la informacinderivada de estas investigaciones permitir cono-

    cer a fondo la constitucin de la profesin, de tal

    forma que sea posible regular en el menor tiempo

    posible la relacin entre la oferta de trabajo mdi-

    co y las necesidades poblacionales, as como su

    distribucin geogrfica, a fin de buscar el equili-

    brio en la reparticin del gasto social en salud

    (Nigenda et. al., 1990).

    d) Prever los impactos en el mercado de trabajo que

    provocar la operacin plena de las Institucionesde Servicios Especializados en Salud (ISES) y las

    medidas regulatorias necesarias para evitar anar-

    qua en la contratacin y pauperizacin en las

    condiciones de trabajo.

    e) Concluir la intil discusin sobre si el rezago se

    encuentra en las instituciones de salud o en las es-

    cuelas de medicina. Se deben establecer estrate-

    123C aleidoscopio de la salud

  • 7/25/2019 17 Medicos&Mercado

    10/10

    gias concretas entre ambas instancias y, conjunta-

    mente, con otros sectores. En este sentido, las IES

    pueden brindar capacitacin para resolver pro-

    blemas especficos identificados por los servicios

    de salud, lo cual contribuira a ver a esa casa de

    estudios como entidad de respaldo (OPS, 1994).

    f) Reforzar los aspectos humanistas, ticos, bioticos

    y sociales en todas los niveles de la formacin de

    los mdicos.

    g) Agregar a la formacin de los mdicos elementos

    generales sobre la gestin, las finanzas, los mode-

    los organizacionales y la participacin de la co-

    munidad. Las escuelas y facultades de medicina

    debern articular iniciativas de trabajo conjunto

    con otras disciplinas.h) Garantizar, a travs de una regulacin acordada

    entre los actores interesados, un nivel mnimo en

    los estndares de educacin.

    i) Apoyar tcnicamente a los estados descentraliza-

    dos en la gestin, la administracin y capacitacin

    de recursos humanos de acuerdo con los progra-

    mas definidos a nivel central.

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