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Ricardo Carpani La montonera* (Homenaje a Felipe Varela) * RICARDO CARPANI,. La montonera - Homenaje a Felipe Varela. Editorial Programa. Buenos Aires, 1966. Edición limitada.

1966-09-49

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Ricardo Carpani

La montonera* (Homenaje a Felipe Varela)

* RICARDO CARPANI,. La montonera - Homenaje a Felipe Varela. Editorial Programa. Buenos Aires, 1966. Edición limitada.

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El motivo histórico que he abordado en esta serie de dibujos es el de la monto- nera, y su elección ha respondido preci- samente a una vocación nacional que, por ser tal, es también vocación política revolucionaria-socialista.

En efecto, la imagen de la montonera constituye, dentro del pasado histórico argentino el símbolo más adecuado y completo de lo nacional así entendido. Ella encierra las premisas fundamentales en que debe basarse un auténtico naciona- lismo. En ella lo nacional y lo social, la resistencia y la lucha contra la penetra- ción expoliadora del imperialismo extran- jero y contra las clases dirigentes a él asociadas, se identifican e integran en un modo orgánico y coherente de defensa de los intereses nacionales en su expresión concreta : los intereses de las mayorías populares, por las cuales la existencia de la nación adquiere realidad.

La montonera, en tanto alzamiento arma- do espontáneo de aquéllos a quienes ya nada les queda por perder, en tanto resistencia activa a la política de los comerciantes y hacendados de la provin- cia metrópoli, intermediarios del capital imperialista, los unos, y sus capataces en la explotación del país, los otros, consti- tuye el antecedente histórico de las próxi- mas acciones de nuestro joven proleta- riado contra los viejos y los nuevos sectores de las clases dominantes nativas y el imperialismo, acciones que coronarán triunfalmente aquella lucha aún incon- clusa. La montonera constituye, pues, el más puro símbolo revolucionario de nuestro pasado histórico, siendo revolu-

cionario por ser auténticamente nacional, es decir, latinoamericano, y viceversa. Ya que la montonera expresó, asimismo, la defensa de nuestra unidad nacional frente al separatismo de la oligarquía porteña, como así también la solidaridad activa con los pueblos hermanos de América latina frente a las agresiones promovidas por el imperialismo, tal como lo explicitó el levantamiento de Felipe Varela ante la cobarde e injusta guerra del Para- guay.

Por esa razón he querido darle a esta serie de dibujos el carácter de un home- naje a la figura de ese gran caudillo montonero, que constituye, por su vida, su conducta y su lucidez política y con- ciencia latinoamericanista, una de las más acabadas y limpias expresiones del nacionalismo revolucionario en el pasado siglo.

Felipe Varela y sus gauchos montoneros fueron arrollados por el ascenso triun- fante del capitalismo imperialista y los remington ingleses. Su nombre fue silen- ciado o calumniado por la historiografía liberal-oligárquica, y a la montonera, expresión revolucionaria del derecho de los oprimidos a una vida más humana, se intentó presentarla como una mera mani- festación de bandidaje más o menos generalizado. Sin embargo, su derrota no fue definitiva, constituyó tan sólo un capítulo trágico de esa lucha que aún continúa. El último y, este sí, definitivo capítulo, comienza ya a escribirse, y el heredero histórico del gauchaje monto- nero de ayer, el proletariado de hoy, será su principal protagonista.

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