1971-31-121

Embed Size (px)

Citation preview

  • 8/17/2019 1971-31-121

    1/2

    Libros

    Editions Ruedo ibérico

    CiaudeLefort 6 Qué es la burocracia?

    y otros ensayos

    1. 1. La contradiccion de Trotski. ll. El marxismo y Sartre. III. Sobre una respuesta.

    IV. Proletariado y dirección revolucionaria. II. V. El testimonio de Antón Ciliga. VI. El

    totalitarismo sin Stajin. VII. La insurrección htingara. VIII. El método de los intelectuales

    llama dos a progresistas =. IX. ¿ Qué es la burocracia ? HI. X.- Sobre la democracia. XI. Los

    intelectuales en la sociedad moderna. XII. El desorden nuevo.

    316 páginas

    2 1 F

    Libros

    Juan Martínez Alier

    Charles W Anderson : The Política1

    Economy of Modern Spain

    Este libro * tiene un titulo tan prometedor que con-

    viene advertir al públic o que parece tratarse del

    producto de una excursión de verano durante la

    cual se recogió informac ión que fue redactada

    durante las vacaciones de Navidad. 0 al revés.

    El librito trata del periodo 1957-1967. La tesis central

    es que existe una paradoja en la naturaleza auto-

    ritaria del régimen politice español y la elaboración

    de la politic a económica durante ese period o (sus-

    tancialmente, el plan de estabilización y el primer

    plan de desarrollo). La paradoja reside en que la

    serie de opciones reales de política económica y el

    deba te sobre ellas fue tan vigoroso en España -o

    tan poco vigoroso- como en el resto de Europ a

    occidental ; así, en Francia, cuyo eje mpl o de estabi-

    lización en 1958 y cuya planifica ción indicativa

    fueron seguidos a la letra en España. La serie de

    opciones reales es, para el profesor Anderson, la

    siguiente, a partir de 1957 : 1) las defendidas por

    jo que él llama Establishment Falangism represen-

    tado por París Eguilaz ; 2) las defend idas por los

    que él llam a a estructuralistas n, que podría llamarse

    disestablished Falangists, y que son Fuentes

    Quintana, Velarde Fuertes, Samped ro, Tamames ;

    3) y por fin, las de los * neolibe rales n del Opus Dei,

    amparados tal vez por Carrero Blanco , one of the

    more persistently liber al members of the cabinet

    (sic, p. 112 : el primer liberal antijudlo y antimasón

    que produce el país). Como sabemos, ganaron los

    neolib erales tras vigoroso debate . Los estructuralis-

    tas han propuesto políticas económicas bien dis-

    tintas : la nacionaliz ación de la banca, la destrucción

    de los monopolios, la reforma agraria, etc. El

    profesor Anderson tiene toda la razón al decir que

    eso era muy distinto. Pero se equivoca al conside-

    rar las opciones reales : L quién ganó la guerra, al

    fin y al cabo ? Por ejemplo, la nacionalización de

    la banca da toda la impresión de que por ahora

    está fuera del proble m context real. Pero, sin para-

    doja, el libro se acababa en seguida, a pesar de los

    esfuerzos por alargar lo med iante el uso, en muchos

    trozos, de una jerga pretenciosa ; en la p. 89, por

    ejemplo, nos dice que one should recognite this

    ongoingn ess of the policy process.

    Charles W. Anderson : The Pollt lca l Economy of Modern

    Spa in . Po l lcy-Mak ing in an Au tho r i ta r ian Reg ime . The Un i -

    versity of Wisconsin Press, 197 0.

    121

  • 8/17/2019 1971-31-121

    2/2

    © faximil edicions digitals 2002

    Libros

    El profesor Anderson renuncia explicita mente a hacer

    la historia económica de este periodo. Lo que le

    interesa es estudiar cómo se decide e implame nta

    la politic a económ ica. Con razón excluye de entre

    las opciones relevantes an la elaboración del plan

    de estabilización y del plan de desarrollo lo que

    podrían haber sido las tesis del movimiento obrero,

    que no aparece por ningún íado. Pero, significativo

    paralelo, tampoco la CGT participa en Francia en la

    elaboración del plan. Con menos razón incluye las

    loables ideas de Tamames y colegas como opciones

    relevantes. Y sin ning una razón excluye, de entre la

    serie de opciones reales. las presentadas por los

    organismos internacion ales y por los Estados Un idos.

    Sin

    embargo, como

    él mismo hace notar, aunque en

    otro contexto, ya el Pacto de Madrid de 1953

    exhortaba al gobierno español a una politica econó-

    mica de liberalización y lo mismo hicieron los

    embajadores norteamericanos en Madrid en años

    sucssivos (p. 91). Lo mismo estaba ocurriendo en

    otros lugares del mundo puesto que Estados Unidos

    necesitaba otra vez en la década de 1950 exportar

    capital. Por tanto u no tropieza con los money doctors

    recetando planes de estabilización en, por ejemplo ,

    Chile (1956), Bo livia (1956) y Argentina (1958)

    (p. 119). Tres rotundos fracasos: los problema s

    monetar ios fueron resueltos en alguno s casos (en

    Bolivia, por ejemplo), pero la economia fue para

    abajo, aunque Andersen no lo diga. Pocos turistas,

    por allá. En la Argentina, el fuerte movimiento

    sindical no se mostró dispuesto a sufrir en silencio,

    ni cabía tampoco la solución española de exportar

    obreros. Por tanto, parece que el hecho que el

    régimen español sea = autoritario B -as decir, que

    prohiba el sindicalismo

    obrero

    independiente- tuvo

    algo que ver con el éxito de la estabilización. Había

    menos opciones reales, en el sentido de Andersen.

    en España que en la Argentina: la paradoja no lo

    es tanto. Es absurdo, dicho sea de paso, comparar

    a la Argentina bajo Perón con el periodo nacional-

    sindicalista en Espalia (p. 58). Perón dejó un sindi-

    calismo obrero fuerte.

    Como e l profesor Andersen no hace historia econó-

    mica, uno se qued a sin saber cuáles cree é l que

    sean las causas del crecimiento económico de la

    década de 1960. Del turismo -que sorprendió a los

    planificadores- habla poco, de los emigrantes

    menos (sus cifras termin an en 1962), y no hab la

    apenas de la acumulación de capital de la época

    anterior. Cree que la inflación -con el ahorro

    forzado a costa de la clase obrera que representó-

    se produjo sin querer, por la utilización abusiva del

    crédito público y porque el Estado no podía equili-

    brar su presupuesto debido a la I< renuencia

    espario la a pagar impuestos = (p. 97): impuestos

    directos, claro. Ah i seguram ente el profesor Andersen

    deja de lado una verdadera opción real y conscien-

    temente elegida. Dice que no hay cifras sobre los

    salarios reales de las décadas de 1940 y de 1950 .

    No da tampoco cifras

    sobre inversión extranjera

    durante el periodo 1957-1967. Su explicación del

    crecimiento económico parece ser que, a partir de

    1957, los nuevos economistas politices neolib erales

    lo r generaron . (p. 6). Esos neolib erale s del Opus

    Dei llenaron un vacio que los sindicatos no podian

    llenar (p. 96) ; pero falta un análisis de si los

    empresarios habían conseguido o no dominar los

    sindicatos, o si preferían y podía n actuar a través

    de las Cámaras de Industria, etc. (no hay menc ión

    de ellas). Si las = secciones económicas x de los

    sindicatos corporativos eran ya en 1957 una estruc-

    tura muerta que se mantenia en pie porque nadie la

    empu jaba , y si los contactos entre el mund o empre-

    sarial y el gobie rno se man tenia n ya por otros

    canales, los triunfos de los neolib erales no parecen

    tan notables tampoco en este campo.

    El libro. por fin, está lleno de pequeños errores.

    Que el profesor Andersen no sepa cómo escribir

    Cortes, pase; pero que le ponga siempre mal los

    acentos a López Rodó, es más grave. Uno deberia

    cuidar l a ortografía de las instituciones importantes.

    En la p. ‘213 hay una confusión entre el Nordeste.

    el Noroeste y Galicia que parece producir final-

    mente la adjudicación de dos polos de desarrollo

    a Galicia; dos página s más tarde, se asegura que

    el polo de desarrollo de Burgos beneficiará a Extre-

    madura. Ojal

    La descripción de cómo trabajan las comisiones del

    plan d e desarrollo (en el capitulo 6) es aprove-

    chable.

    122