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REPÚBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY

MINISTERIO DE AGRICULTURA Y PESCA

MINISTRO Sr. Carlos Mattos Moglia

SUB SECRETARIO Ing. Agr. Juan C. Jorge

DIRECTOR GENERAL Cnel. Hilario García Pertierra

SUB DIRECTORA GENERAL Sra. Mirta Vanni de Barbot

CENTRO DE INVESTIGACIONES AGRICOLAS "ALBERTO BOERGER"

DIRECTOR GENERAL Ing. Agr. Juan A. Curotto

SUB DIRECTOR Ing. Agr. John Grierson

ESTACIÓN EXPERIMENTAL AGROPECUARIA LA ESTANZUELA - (EEALE) Director, Ing. Agr. Mario A!legri

ESTACIÓN EXPERIMENTAL GRANJERA LAS BRUJAS - (EEGLB) Director, ing. Agr. Joaquín Carbonell

ESTACIÓN EXPERIMENTAL AGROPECUARIA DEL ESTE - (EEAE) Director, Ing. Agr. Carlos Mas

ESTACIÓN EXPERIMENTAL AGROPECUARIA DEL NORTE - (EEAN) Director, lng. Agr. José Silva

ESTACIÓN EXPERIMENTAL DE CITRICULTURA - (EEC) Director, Ing. Agr. Ismael Müller

ESTACIÓN EXPERIMENTAL ANIMALES DE GRANJA - (EEAG) Encargado, Ing. Agr. Joaquín Carbonell

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.A V

REPÚBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY

MINISTERIO DE AGRICULTURA Y PESCA

DIRECCIÓN GENERAL DE INVESTIGACIÓN AGROPECUARIA

CENTRO DE INVESTIGACIONES AGRICOLAS "ALBERTO BOERGER"

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS

Nº 5

AÑO 5 No.1

1984

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RESPUESTA A NITROGENO DE VARIEDADES DE ARROZ DE DIFERENTE TIPO DE PLANTA,

INFLUIDA POR FACTORES CLIMATICOS

Nicolás Chebataroff* Pedro Blanco Enrique Deambrosi

RESUMEN

La respuesta del arroz a la fertilización nitrogenada es afectada por factores climáticos. En determinadas condiciones, es­pecialmente baja radiación solar, puede provocar excesivo desarrollo foliar, esterilidad, vuelco y ataque de enfermedades. La5 características varietales interaccionan con los factores climáticos influyendo la respuesta a la fertilización.

Para este análisis se consideraron tres cultivares de distinto tipo de planta, íncluidos en ensayos de respuesta a nitróge­no, en dos años sucesivos de características climáticas contrastantes. Los ensayos se realizaron en el campo ex'perimental Paso de la Laguna, de la EEAE, en Treinta y Tres. Se determinó el rendimiento, los componentes y el área foliar, dispo­niéndose asimismo de datos de temperatura y radiación efectiva. Se estudió la influencia de estos Últimos en un período crí­tico definido por Stansel de± 21 días del inicio de la floración.

En 1981-82 se registró mayor radiación que en 1982-83, obteniéndose para el primer año mayores rendimientos con menores valores de área foliar El IAF aumentó con la fertilización nitrogenada, en cada zafra.

A pesar de llegar a los más altos valores de IAF en 1982-83, el cultivar semi!mano, de tipo moderno BR (EEE) 409, mos­tró menor tendencia depresiva.

Comparando ambas zafras, el cultivar testigo, Bluebelle, fue el que menor reducción de rendimiento experimentó en 1982-83, siendo máxima en BR (EEE) 409. Este Último disminuyó 1,46"/o su rendimiento por cada l"io de reducción en las horas de sol en el período crítico, mientras que para Selección 976 y Bluebelle, el descenso porcentual de rendimiento fue de 1,28 y 0,62"/o, respectivamente.

En 1981-82 no existió respuesta al nitrógeno y en 1982-83, BR (EEE) y Selección 976, mostraron una significativa reduc­ción en rendimiento en los niveles más altos de fertilización.

INTRODUCCION

En Uruguay se siembran actualmente alrededor de 70.000 ha de arroz bajo riego. Los rendimientos osci­lan en 4,5 t/ha en el promedio general, llegando a un máximo, en la zafra 1981-82, de 6,0 t/ha. La variedad sembrada en más del 90"1o del área es Bluebelle, selec­cionada en Texas, E.U.A.

El área fertilizada alcanzó un crecimiento impor­tante desde 1978 en adelante, pasando de 30 a un 82"1o del área en 1981. El uso de nitrógeno en ese tér­mino pasó de un promedio de 26,7 U.N./ha a alrede­dor de 40 U.N./ha para toda el área. Su aplicación va­ría de. acuerdo con el tipo de suelo y el uso anterior. Es así que investigaciones desarrolladas en la EEAE (1981/82-1983/83) en ensayos regionales, determi­nan que la respuesta varía de acuerdo con esos fac­tores además de observarse un importante efecto año. En general, en suelos de mayor respuesta se reco­miendan entre 60 y 80 U.N,/ha, divididas en 2 aplica­ciones, 1/3 basal y 2/3 en el alargamiento de entre­nudos.

En general, la eficiencia obtenida oscila entre 15 y 20 kg de arroz/U .N. aplicados en donde la respuesta existe, y puede llegar, en buenas condiciones, a 25 kg de arroz/U .N.

La fertilización nitrogenada en algunas zafras pro­voca gran desarrollo foliar, vuelco y ataques de enfer­medades. De acuerdo con la variabilidad de las condi­ciones ambientales, las respuestas al nitrógeno pueden ser diferentes y hasta contrastantes. También las va­riedades pueden influir en la respuesta al nitrógeno, por lo que en la EEAE se comenzó a evaluar cultiva­res de distintos tipos de planta para asociar sus carac­terísticas a dicha respuesta en años sucesivos y obte­ner información para la selección de variedades en el programa de mejoramiento genético.

REVISION BIBLIOGRAFICA

Numerosos autores han aportado conocimientos en el sentido de determinar las características de la planta de arroz adecuadas para lograr altos rendimien­tos. Por otro lado, también se ha profundizado en de-

• Jefe de Proyecto (Ing. Agr.), Técnico (Ing. Agr.) y Técni­co Adjunto (Ing. Agr.), Proyecto Cultivos, respectivamen­te. Estación Experimental Agropecuaria del Este.

1984

terminar los factores ambientales de mayor incidencia en la fisiología de las plantas y las posibilidades de atenuar sus efectos negativos, por adaptación de culti­vares a las diferentes zonas climáticas.

Según P. Jennings y H. Beachell (1964), las varie­dades comunes en los trópicos, de tipo de planta con desarrollo vigoroso y ciclo largo, han persistido duran­te siglos por su haeilidad de producir en bajas condi­ciones de fertilidad, competir con malezas y resistir inundaciones. No ofrecen posibilidades para incre­mentar los rendimientos con el uso de fertilizantes, por problemas de vuelco. Una variedad de alto rendi­miento para los trópicos debería tener, desde el punto de vista del tipo de planta, baja altura, tallos fuertes, macollaje y desarrollo moderados y hojas erectas.

A. Tanaka (1964) expresa que las variedades deba­ja respuesta absorben más activamente nitrógeno que las de alta respuesta. Este hecho determina incremen­tos de materia seca, macollaje, altura y área foliar, que promueven mayor sombreado mutuo, con desba­lance entre fotosíntesis y respiración, provocando trastornos fisiológicos en la planta con disminución de la relación l!l'ano/paja, tallos débiles y vuelco.

Según S. Yoshida y J. H. Cock (1971), la altura de la planta determina la susceptibilidad al vuelco, estan­do la relación grano/paja correlacionada con la res­puesta al nitrógeno. Las plantas altas de gran capaci­dad de macollaje necesitan amplio espaciamiento para evitar el vuelco. Expresan los autores que la propuesta de macollaje medio para variedades de alto rendimien­to, deriva del hecho de que se relacionaba el gran des­arrollo del área foliar, en las últimas etapas, con el macollaje. En el caso de plantas enanas (tipo IR 8), no se observa un índice de área foliar (IAF) óptimo, por lo que el desarrollo foliar no es depresivo para el cultivo si éste no vuelca. En variedades altas tropica­les, en algunos casos, se determinaron IAF óptimos, principalmente por incremento de sombreado mutuo en condiciones de menor radiación.

Para C. Bollich et al. (1978 ), la baja estatura en va­riedades de alto rendimiento es importante, pero exis­te un límite definido por las prácticas culturales. Por otro lado, no solo la altura es importante sino tam­bién la fortaleza de los tallos, ya que en las condicio­nes del sur de Texas, variedades enanas como IR 8 vuelcan en mayor grado que otras tan altas como Na­to. En cuanto a la capacidad de macollaje, expresan que no todos los cultivares de alto macollaje ofrecen

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los mayores rendimientos en las condiciones antedi­chas. Proponen una evaluación rápida del área foliar por el muestreo de 3 hojas superiores como indicador del IAF de la variedad. Con este método, sobre 12 cultivares evaluados, los rendimientos crecieron hasta 115 cm2 de área foliar, para luego decrecer en valores superiores.

N. Gopalaswamy y K. Rajagopalan (1978) realiza­ron una evaluación de la relación del IAF y el rendi­miento, en respuesta a niveles de nitrógeno, bajo dis­tintas condiciones de luminosidad y temperatura. Concluyen que existe una influencia de factores cli­máticos en el IAF, especialmente Ja radiación solar. Aún las variedades del tipo mejorado muestran IAF óptimo cuando el período reproductivo coincide con tiempo nublado y temperaturas medias. La variedad de tipo tradicional evaluada muestra IAF óptimo en todas las condiciones estudiadas, aunque con mejor radiación este óptimo se dio con valores más bajos y mayor rendimiento. La variedad de tipo de planta me­jorado tendió a no mostrar IAF óptimo en las mejores condiciones de radiación, con valores de área foliar menores y superiores rendimientos. De hecho, Ja va­riación de IAF óptimo aparece influida principalmen­te por la radiación solar.

J. W. Stansel (1975) expresa que luego de llegar a solucionar los problemas tecnológicos del cultivo, la utilización de la energía solar se torna en el factor li­mitativo dominante en la producción de arroz.

Los rendimientos en una larga serie de años en E.U.A., tienden a ofrecer variaciones erráticas, dismi­nuyendo cuando la lluvia es más abundante que la normal durante la estación de crecimiento. En este ti­po de condiciones las plantas crecen más altas, vuel­can, hay mayor esterilidad, y la respuesta al nitrógeno es menor. Contrariamente, ocurren altos rendimientos en años con escasas lluvias, las plantas son más bajas, vuelcan menos, existe poca esterilidad y hay alta res­puesta al nitrógeno. Tomando como base que la radia­ción solar en los años lluviosos, es la causa de bajos rendimientos, la investigación trató de determinar épocas críticas del desarrollo donde ella tiene mayor incidencia en los rendimientos.

Este período se estableció en 21 días previos y 21 días posteriores al comienzo de la floración y en di­cho período se registraron las mayores influencias en los rendimientos al variar la intensidad de la luz solar.

En distintos trabajos a nivel experimental, se ob­tuvieron reducciones de 3,0 a 6,0'lo en los rendimien-

Temperatura diaria media

·c

Horas 10

de sol 9 diarias 8

7

5 X por 4 década

26

20

15

10

5 /

1982·83

1981-82

Promedio 10 años

tos por cada 1,0°1. de disminución de la radiación. La mayor respuesta al nitrógeno existía en los niveles máximos de radiación, correspondiendo los rendi­mientos mayores. Por otro lado, con baja radiación, aparecía depresión de los rendimientos por aplicación de este elemento.

Analizando 5 años de ensayos de fechas de siem­bra, el autor encontró una correlación de 0,79 con la energía acumulada en el período crítico y una reduc­ción de 2,2o¡,, de rendimientos por cada 1,00Jo de reduc­ción de aquélla. Dentro de determinados límites, la temperatura en ese período influye en los rendimien­tos, los más altos se dan con medias relativamente ba­jas (21 •C).

Las temperaturas medias muy bajas (15,7-18,3 •C) pueden actuar en la antesis provocando esterilidad.

Este tipo de estudio, trasladado a amplias áreas co­merciales durante 9 años, brindó como resultado una regresión en la cual lOJo de descenso en la radiación, sobre un año base, provocaba un descenso de la pro­ducción de 1,40Jo, con una correlación de 0,91.

Por otro lado, S. K. De Datta (1970) encontró una buena correlación entre los rendimientos y la radia­ción recibida a los 30 y los 45 días previos a la madu­rez, en clima tropical.

MATERIALES Y METODOS

En este estudio que abarca 2 zafras en que el rendi­miento promedio nacional bajó de 1981-82 a 1982-83 en un 220Jo, se trató de asociar esta variación con fac­tores climáticos que pudieron incidir en forma düe­rencial en ambos años, principalmente la radiación solar.

Estos factores deprimieron también los rendimien­tos a nivel experimental, tomándose como base los datos de ensayos de evaluación de variedades en dis­tintos niveles de nitrógeno. De ellos se consideraron 3 cultivares de tipo de planta diferente, presentes en los dos ciclos, para analizar su comportamiento desde el punto de vista productivo Y. relacionarlo con las va­riables climáticas. El manejo general, fechas de siem­bra y suelo, son similares anualmente en estos traba­jos experimentales. Este tipo de análisis ayuda a expli­car las causas por las que cultivos con similar nivel de tecnología pueden producir cosechas contrastantes en años sucesivos. Desde que se refiere a información de dos años solamente, se debe tomar como primera aproximación al problema.

..... ""'C ·-·~ ,,- ...... __ .....

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1a. 2a. Ja. 1a. 2a. 3a. 1a. 2a. 3a. 1a. 2a. 3a. 1a. 2a. 3a. 1a. 2a. 3a. 1a. 2a. 3a. 1a. 2a. 3a.

SETIEMBRE OCTUBRE NOVIEMBRE OICIEMBRE ENERO FEBRERO MARZO ABRIL

Figura l. Temperatura media diaria. Promedio década setiembre-abril. Horas de sol diarias. Promedio década octubre marzo. Datos de la Estación Climática de la EEAE.

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. S

5 RESULTADOS YDISCUSION

El cultivar BR (EEE) 409 fue seleccionado de la línea P - 790 - B 4 - 4 - 1 T originaria de un cruzamien­to de material tropical y seleccionada en el Instituto Riograndense de Arroz en el sur de Brasil. Esta línea es el origen de la variedad BR (IRGA) 409 que se cul­tiva en Brasil.

Los resultados respecto de rendimiento, área foliar Y datos d_e componentes de los cultivares en estudio, en los 2 ciclos, se ofrecen en el cuadro 1 . En la figura 2 se presentan curvas· de respuesta

BJustadas _de acuerdo con los niveles de nitrógeno para lo~ 3. cultivares, en los 2 años. En la zafra 1981-82 no ex1st1eron diferencias significativas por efecto nitróge­no, pero sí entre variedades. Con un promedio de más de 10 t/ha, el cultivar BR (EEE) 409 fue superior a los otros 2; Selección 976 rindió 9,338 t/ha y Blue­~elle 8,~29 t/h:i. En esas condiciones fue más produc­tivo. el tipo me¡orado de planta, partiendo en el nivel test1_go (No) con más de 10 t/ha de rendimiento.

Tiene macollaje medio, altura de alrededor de O 80 m y hojas erectas. Es susceptible a fríos, aunque ~ás tolerante que el material introducido directamente de zonas tropicales. El ciclo oscila entre 10 ~ 15 días más que el testigo Bluebelle. En buenas condiciones climáticas es de alto rendimiento. La calidad de su grano largo no se adecua al mercado del país.

La variedad Bluebelle, de origen norteamericano d_e grano largo, fue seleccionada en la Estación Expe: rimental de Beaumont, Texas. Sus características resal­tantes son=. tall<;>s fuertes, espigas pesadas, capacidad de macollBJe ba¡a. Generalmente mantiene hojas erec­tas en niveles de nitrógeno y densidad adecuados con buena capacidad de rendimientos. La altura de ~!an­tas es de 0,90 - 1, 10 m, con ciclo que oscila alrededor de 135 días. Muestra tolerancia a bajas temperaturas.

El cultivar Selección 976, seleccionado en la Esta­ción Experimental del Este, tiene grano medio ame­ricano típico. Su tipo de planta es intermedio con se­mejanza al "Japónica", aunque con hojas más erectas tallos más fuertes. Su capacidad de macollaje es inter: media, con gran vigor inicial. Tiene capacidad de ren­dimiento alta, y su ciclo es unos 10 días mayor que Bluebelle.

Rend.

•lh• 10

BR IEEE) 409 {81-82)

-- ...... -- -- ----- ---- 976181-82) ------- ·--·--·-·- ........... .,,,- • -- BLUEBELLE (81-82) ,... --------,---- ... , .. ._ .... ,_....--·-·-·-"!"~ '.......: BR(EEE)4091B2·831

_,,. 1 -- • -- ,, BLUEBELLE (82-83)

\, ' 976 (82-BJI

50 100 150

Unidadei de N/ha

Los niveles de nitrógeno empleados en ambos en­sayos fueron de O, 50, 100 y 150 U.N./Ha. La fertili­zación fosfatada fue de 60 U P20 5/ha. La densidad de siembra fue de 200 kg/ha a voleo para todas las varie­dades. La fecha de siembra fue 12/XI en 1981-82 y 16/XI en 1982-83. El suelo es un solod melánico fran­co limoso con 2,6'1o de MO y pH 5 6. El diseño esta­d.ístico ~sado fue ~e parcelas divid

1

idas con 3 repeti­ciones, siendo los mveles de nitrógeno las subparcelas. Se realizaron muestreos de componentes de rendi­miento con cuadros de 0,30 X 0,30 m, dispuestos al azar. El área foliar se determinó por muestreos de las medidas de 2 hojas superiores, con 6 repeticiones por parcela. Para calcular una estimación del IAF se mul­tiplicó ese valor por el número de tallos por metro cuadrado. Básicamente se utilizó la técnica recomen­dada por C. N. Bollich (1978) realizando el producto de largo X ancho de las hojas por el coeficiente O 802 en las 2 hojas medidas. ' '

Figura 2. Respuesta al nitrógeno de los cultivares en 1981 82 y 1982-83. -

En la figura 1 se presentan los datos climáticos de heliofanía efectiva y temperaturas medias, cada 10 días, de las zafras 1981-82 y 1982-83. Estos datos se comparan con la media de 10 años.

En la zafra 1982-83, el nivel de producción de es­tos 3 cultivares decreció un 23,40Jo para BR (EEE) 409, 15,40Jo para Selección 976 y 12,lOJo para Bluebe­lle, debido a condiciones ambientales negativas (ver cu~dro 1 ). En este caso, no hubo diferencias signifi­ca_tivas entre vari~ades pero existió respuesta al ni­t~og_e?º· _En Selección 976 y en BR (EEE) 409 fue s1gmf1cativo el descenso de rendimiento ocurrido con l~s. dosis. mayores de fertilizante. El orden de produc­tividad tiende a ser el mismo del año anterior.

Es de hacer notar que no existió vuelco en Jos 2 años estudiados. El muestreo de componentes indica

Cuadro l. Rendimiento, algunos componentes Y estimación del índice de área foliar de los cultivares evaluados en distintos niveles de fertilidad, en ambas zafras. '

Cultivares Peso por panoja Panojas¿m 2 lAF Rendimiento kgl!!a U.N.fha 81/82 82/83 81 /82 82/83 81 /82 82/83 81/82 82/83

976 o 2,61 2,24 730 640 3,80 3,86 8.927 8.214 so 2,22 2,34 6S6 648 4,16 4,67 9.S37 8.393

100 1,96 2,09 688 S76 4,S6 S,S3 9.291 8.396 lSO 2,23 2,63 63S 608 4,61 S,9S 9.S97 7.340 x 2,26 2,33 696 618 4,28 S,00 9.338 8.086

Bluebelle o 2,07 2,28 811 S68 2,82 3,39 8.293 7.492 so 1,93 2,S 1 683 7S2 3,80 4,16 8.793 7.792

100 1,98 l ,7S 739 680 4,42 4,SS 9.231 8.030 x 2,01 2,19 738 662 4,03 4,29 8.729 7,78S BR (EEE) 409 o 1,84 2,16 88S 672 3,SO 3,68 10.090 8.247 so 1,87 2,00 84S 688 4,S8 4,60 IO.S67 8.S79

100 2,00 1,97 707 664 4,97 6,20 10.27S 8.466 ISO l ,7S 2,03 869 664 S,49 6,01 9.972 7.8S3 x 1,97 2,04 827 672 4,64 S,12 10.226 8.286

1984

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Cuadro 2. Variación de rendimiento y heliofanía en el período crítico para los tres cultivares en las dos zafras.

1981-1982 Cultivares Horas CF*

de sol

Bluebelle 359,3 9/2 BR (EEE) 409 349,3 14/2 Selección 976 344,3 14/2

Fecha de comienzo de floración.

1982-1983 Horas CF* de sol

289,6 293,2 302,1

9/2 19/2

16/2

Reducción 'lo reduc- Reducción % reduc-horas de ción ho- rendi- ción ren-

sol ras de miento dimiento

69,7 56,1 42,6

sol(!) (kgfha) (kgfha) (2)

19,4 16,0 12,0

944 1.940 1.252

12,1 23,4 15,4

2/1 ••

0,62 1,46 1,28

** Disminución porcentual de rendimiento por cada!% de reducción en Ja radiación.

que existió mayor número de panojas en 1981-82 y éstas fueron algo más pesadas en la zafra siguiente en todos los cultivares. El número de panojas/m2 de los cultivares, en ambas zafras, parece ser superior a lo usual. Los máximos valores en número de panojas los muestra BR ( EEE) 409, aunque éstas son algo más li­vianas.

La radiación recibida en el período crítico, siguien­do el procedimiento de J. W. Stansel (1975 ), se esti­mó a través de horas de sol efectivas. Según Moomaw, citado por De Datta (1970), estos valores están alta­mente correlacionados con la energía recibida por las plantas.

En el cuadro 2 se presenta la variación porcentual de insolación en ambos períodos y la reducción de rendimientos observada en cada cultivar. La mayor depresión de rendimiento se observa, en 1982-83, en el cultivar BR (EEE) 409, que coincide con una reduc­ción de radiación de 16,0°1, sobre el año anterior. Los rendimientos cayeron en 1,46•1, por cada 1.,, de reduc­ción en horas de sol.

En Bluebelle la reducción en los rendimientos lle­gó a 12% y paralelamente sufrió la máxima disminu­ción de radiación (19,4%), por lo que el rendimiento descendió 0,62°1, por cada unidad porcentual de re­ducción de la radiación. El cultivar Selección 976 tie­ne comportamiento intermedio, con 1,28% de reduc­ción relativa.

Las temperaturas no habrían incidido en el com­portamiento de los cultivares dentro del período esta­blecido. En general, las temperaturas medias para cada lapso de 21 días, oscilan entre 20,9 y 23,2 •C. La excepción ocurre en Bluebelle, donde previo a la floración, la media llega a 24,1 •C para ese lapso, en 1982-83.

Estos niveles de temperatura registrados se acercan a los valores que, según J. W. Stansel (1975), favore­cen los altos rendimientos. Las temperaturas bajas posteriores a este período pudieron afectar en algo a BR (EEE) 409, aunque aparecen luego del final de la floración de este cultivar, del 10/III en adelante.

Las diferencias mayores en ambas zafras ocurren en el período de macollaje-primordio, parte de di­ciembre y enero, donde las temperaturas medias fue­ron excepcionalmente altas en 1982-83.

En el cuadro 1 se presentan datos en cuanto a índi­ce de área foliar (IAF) para cada cultivar, de acuerdo con los niveles de nitrógeno, para los años en estudio.

Los mayores valores promedio los muestra el tipo semienano BR (EEE) 409 y los menores Bluebelle. En general, el IAF crece con el agregado de nitrógeno. En 1982-83 tiende a ser mayor que el año anterior, sien­do el incremento más notable en Selección 976 y me­nor en Bluebelle.

Un IAF óptimo se determinó para los 3 cultivares en todas las condiciones, siendo éste el máximo de las ecuaciones que relacionan rendimientos e IAF en la figura 3.

En 1982-83 el IAF fue más depresivo en Selección 976 que es el cultivar que promueve mayor sombrea­do mutuo. En el cultivar de tipo mejorado BR (EEE) 409 la tendencia depresiva es menor, aunque llega a altos niveles de IAF.

Los valores de IAF tienden a ser inferiores en

Rend.

•lh• 11

'º ~ BA1EEEl409 (Ü) (81-82)

/>·--J,.b. 976 (6) (81-821

¿_,_. __ _ ,,,,.............. . .... 88(.) (8Hl21

... ~·~º • ', BR (EEEI 409

....... -.-· ·-.. ',, o (82-831

...-/ •• <•> 't. 976 (6) (82-831

(Ü)

~82-83)

} L¡¡~--'-~-'----'-~-'---1.~-'---"-~

3,0 3,5 4.0 4,5 5,0 5,5 6,0 IAF

1 X No panojas )11 área 2 ho1at sup.I

Figura 3. lAF Óptimo para los tres cultivares en los dos años.

1981-82 con mayores rendimientos, coincidiendo con lo encontrado por Gopalaswamy y Rajabopalan (1978), que indican que con niveles superiores de ra­diación, IAF bajos se asocian a altos rendimientos.

No se descarta la influencia de las más altas tempe­raturas en 1982-83, antes del período crítico fijado, en el mes de enero, que pudieron favorecer al desarro­llo de las hojas en dicha zafra, lo cual es anotado por estos autores.

Actualmente se está procesando información del mismo experimento, de 1983-84, que puede aportar nuevos elementos a la discusión del problema.

CONCLUSIONES

En 1981-82, BR (EEE) 409 fue significativamente superior en rendimiento, mientras que en la zafra si­guiente, los cultivares no difirieron entre sí, a pesar de mantener el mismo orden de producción.

En 1981-82 no existió respuesta al nitrógeno, mien­tras que en 1982-83, BR (EEE) 409 y Selección 976 mostraron una significativa reducción en el rendi­miento en los niveles más altos de fertilización.

Los cultivares redujeron sus rendimientos en 1982-83, siendo la disminución registrada en BR (EEE) 409 la mayor y en Bluebelle la menor.

En 1981-82 el número de panojas/m2 fue mayor en todos los cultivares, mientras que en 1982-83, las panojas fueron más pesadas.

La radiación recibida en el período crítico fue me­nor en 1982-83. BR (EEE) 409 fue el cultivar que más redujo el rendimiento por cada 1% de disminu­ción de la radiación en el período crítico, 1,46.,,, mientras que Bluebelle fue el menos sensible, 0,62"1 •.

Durante el período macollaje-primordio de 1982-83, las temperaturas medias fueron sensiblemente ma­yores, no existiendo diferencias en el período crítico.

El IAF aumentó con la fertilización nitrogenada, en cada zafra, siendo mayor en 1982-83. El mayor au-

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. 5

mento se registró en Selección 976 y el menor en Bluebelle.

7 4. ---- ---. 1983: Resultados de la experimentación re­

gional en cultivos. Arroz - Soja. 1982-83. C.I.A. A B.-M.A.P. El cultivar BR (EEE) 409, de tipo mejorado mos­

tró menor tendencia depresiva a pesar de llega; a Jos más altos valores de IAF.

5. GOPOLASWAMY, N. y RAJAGOLOPAN, K. 1978. Effect of temperature and sunshine on leaf area in­~;x and grain yeld in rice. II Riso, XXVII, (2): 89-Se determinó un IAF óptimo para los cultivares en

todas las circunstancias. En el año con mayor radia­c10n, 1981-82, se obtuvieron los mayores rendimien­tos con menores valores de área foliar.

6. JENNJNGS, P. R. y BEACHELL, H. M. 1965. Bree­ding rice for nitrogen responsiveness. In The mine­ral nutr_ition of the rice plant: Proceedings of a Symposmm at the International Rice Research Ins­titute, 1964. Baltimore, Maryland, The Johns· Hopkins Press, p. 449-460.

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AGALACTIA EN CERDAS ASOCIADA AL HONGO Claviceps purpurea (Fr.) Tul. (ERGOTISMO)

Hugo Coitihno• Alicia Feippe Fernando Riet

RESUMEN

El presente trabajo es la descripción de un caso d~ a J t' h · 1 · · cientes a la Estación Experimental Animales de Granja (E~~~) 1~~ 1~0~ª a_ctrn,l'oc~rrtdo en 15 cerdas Duroc Jersey pertene-

Como causa del síndrome se com robó la r . ' ran e JUnlO-JU 10 e 1983. utilizada en una concentración promeÍio de 0,6~•1~.senc1a del hongo cornezuelo del centeno (Claviceps purpurea) en la ración

~parcntemente no fueron afectad.os el tamaño de la camada ni el peso promedio al nacimiento de los lechones e un total de 1O5 lechones nacidos, murió el 63, 5 'lo, siendo Ja mayor mortandad (5 5%) antes de los 21 d fa;; de lactancia.

SUMMARY

The present paper is the description of an agal t' d h' 1 · to FLAG, during the period June-July 1983 _ ac 13 an ipoga actra case presented in 15 Duroc Jersey sows that belong

A~ ca~sal agcnt of the syndrome it was proved the presence of the fun i "er ot f " (C · . . supphed. man average concentration of 0 .67 %. g g 0 rye lav1ceps purpurea) m the d1et

Apparently the litter size and the average bo · · ht f h · pigkts born .. werc died, most of them (55%) beforer~tln~a~=~f la~tattio~.p1glets were not affected. The 63.5% of the total 105

INTRODUCCION

. Existen en general distintas causas que puPden oca­s10nar agalactia e hipogalactia en cerdas, como ser es­tados dolorosos de la ubre y las tetillas Loxemia a cons_ecuencia de metritis. mastitis y dieta_' cambios de am~nente, distocias, desequilibrios hormonales y er­gotismo_

En nuestro país se han dado casos de ergotismo, principalmente en bovinos. como el descrito por Qui-ñones et al. ( 4 ). ·

En este trabajo se presenta un caso clínico colecti­vo de agalactia en cerdas Duroc JP•'.'.PY, asociado a Ja presenci? ~n el alimento del hongo ( p11rpurea, en su estado toxico de escleroto (ergotismo).

. I:as cer~as fueron alimentadas con dos raciones de d1stmto origen d~rant~ la gesta~ión. Al presentar pro­blemas .d~ agalact1a e h1pogalact1a se analizó el alimen­to summ1strado como posible causa del problema, pa·

* Técni~o Adjunto (Med. Vet.), Técnico (Ing. Agr.) Proyec-to Sumos, E~AG, y Jefe de ~pto. (Med. Vet.), CIVFT/ MAP, r~spechvamente. Estacion Experimental Animales de Grania.

1984

ra lo _cu~l se aplicó la prueba de esclereritrina (2) co­mo tecmca para la identificación química del esclero­to (cornezuelo) de C. puruurea.

Se encontró un por<>r·nL'\je de 0,6790 de escleroto (cornezuelo) en una de las raciones administradas an­tes y después del parto (ración infectada).

RESULTADOS Y DISCUSION

En el cuadro 1 se presenta el comportamiento de las descendencias (lechones) de las cerdas entre el nacimiento y los 56 días de vida. '

De los partos afectados nacieron 105 lechones vi­vos, de los cuales murieron 58 antes de los 21 días (55%) Y 9 después de los 21 días (8,5•1,). La mortan­dad de lechones ocurrida antes de los 21 días es un hecho lógico, pues es en esta etapa donde Ja cría de­pende casi enteramente de la leche materna.

No todas las cerdas fueron afectadas en Ja misma proporción, ya que la contaminación de la ración por el escleroto del hongo no presentaba una distribución homogénea, teniendo en cuenta además la difereritc

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8

Cuadro l. Evaluación del efecto de la intoxicación

Cerda Parición Peso Sobrevi- Peso número lechones medio' vencia medio 2

vivos 21 días

3 1,60 3 5,36

2 8 1,47 8 3,50

3 6 1,05 6 3,55

4 2 1,95 2 4,00

5 8 1,41 6 3,90

6 9 1,55 3 2,90

7 11 1,04

8 9 1,33 5 2,48

9 2 1,75 1 4,50

10 10 1, 11 6 2,42

11 10 1,23

12 9 0,88

13 8 1,42 7 4,10

14 8 1,02 8 3,20

15 9 1,37 9 4,60

16 12 1,34

17 7 1,41

Peso medio de los lechones al nacimiento (kilos). Peso medio de los lechones a los 21 días (kilos). Peso medio de los lechones a los 56 días (kilos).

susceptibilidad de cada animal a las micotoxinas pre­sentes en dicho escleroto.

Las cerdas 1, 2, 3 y 5 comieron ración infectada durante toda la lactancia y si bien no murieron los le­chones, se constató una baja producción de leche (hi­pogalactia) dando pesos bajos a los 21 y 56 días de lactancia. La cerda 4 parió un bajo número de lecho­nes (no tuvo casos de mortinatos) y presentó un cua­dro de hipogalactia. Las cerdas 6, 7 y 8 presentaron cuadros de agalactia y los . lechones murieron prácti­camente todos antes de los 21 días, y los que sobre­vivieron a ese período no pudieron recuperarse. La cerda 9 parió 6 lechones muertos y 2 vivos, muriendo uno antes de 21 días. La cerda 10 presentó hipogalac­tia, muriendo la mayoría de su camada antes de 21 días, y sus pesos promedios a los 21 y 56 días fueron de 2,42 y 6,4 kg, respectivamente. La cerda 11 pre­sentó agalactia, muriendo los lechones antes de las 72 horas posparto. La cerda 12 adelantó el parto 6 días, naciendo todos los lechones muertos y a término, con un peso promedio de 0,88 kg. El adelanto del parto pudo haber sido producto de la acción ocitócica del hongo, o también por la incidencia de otros factores. La cerda 13 prácticamente no fue afectada a pesar de haber consumido alimento con cornezuelo. Las cerdas 14 y 15 comieron ración libre de cornezuelo y, por lo tanto, su producción de leche fue normal. Las cer­das 16 y 17 presentaron agalactia y sus camadas mu­rieron dentro de las 24 horas posparto.

Con respecto a la distribución del escleroto en la ración tóxica (administrada antes y después del parto), el promedio fue de 0,67'fo, variando la concentración del mismo de 0,14 a l,4•t., según distintas muestras analizadas. Estos porcentajes de esclerotos encontra­dos en la ración problema coinciden con los observa­dos por otros autores (1, 3, 5), como causa de agalac­tia en las cerdas (ergotismo).

De acuerdo con algunos autores (6), el mecanismo por el cual el hongo C. purpurea ocasiona agalactia, es debido a una depresión que produce dicho hongo en la liberación de prolactina de la hipófisis por interme­dio de una estimulación hipotalámica.

En nuestro caso, la mortandad fue de 63,5'1o en los lechones, ocurriendo en su mayor parte antes de 21 días de lactancia, lo que se asocia a agalactia por cor­nezuelo, de acuerdo con lo descrito por otros auto­res (1, 3, 6 ).

Sobrevi- Peso Mortandad vencla medio 3

antes de después de TOTAL 56 días 21 días 21 días

3 12,16

6 8,0 2 2

6 6,8

2 12,0

6 11,1 2 2

3 9,6 6 6

11 11

4 5 9 12,0 1

4 6,4 4 2 6

10 10

7 10,5

7 12,4

9 14,2

12 12

7 7

Una vez retirado el alimento problema, en las pari­ciones posteriores de las cerdas afectadas se constató producción normal de leche y de lechones, coinci­diendo con lo observado por otros autores (1, 3, 5 ).

A. W. Nordskog y R. J. Clark (3) estudiaron las causas de una alta mortandad en lechones de 1 a 10 días, siendo la causa de ello la presencia de cornezue­lo de C. purpurea en la cebada del alimento. Conclu­yeron. que el efecto del hongo es producido en los úl­timos estadios de la preñez. Shone et al. (5) frente a un problema similar causado por cornezuelo en mijo, llegaron a las mismas conclusiones.

CONCLUSIONES

Las cerdas alimentadas antes y después del parto con ración infestada por el hongo Claviceps purpurea (cornezuelo del centeno) en su mayoría presentaron cuadros de agalactia o hipogalactia.

La mortandad fue de un 63,5.,,,, ocurriendo en su mayor parte (55'1o) antes de 21 días de lactancia.

El escleroto del hongo se presentó en la ración su­ministrada, en una concentración promedio del 0,67.,,,, siendo identificado como el agente responsa­ble de este síndrome.

La toxicidad no afectó el número de lechones na­cidos, ni el peso promedio al nacimiento.

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INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. 5

9 FENOLOG IA COMPARADA DE POBLACIONES DE

HOM:DIASPIDIDAE DE IMPORTANCIA ECONOMICA: Quadraspidiotus perniciosus (Comst.), Aonidiella aurantii

(Mask.) y Unaspis citri (Comst.)

RESUMEN

Joaquín Carbonen Bruhn• Jorge Briozzo Beltrame t

Aon~diella aurantii (cochinilla roja australiana), Unaspis citri (cochinilla blanc ) Q d · · · · .. San Jose) son plagas de importancia primaria en cítricos las dos primeras Y en fru:'°a1: d u~ ~asp1~w~uf permcwsus (PIOJO _de se planearon sobre la base de investigar aproximadamente cada 15 días du t

24 s e OJ~ ca uca ª. t?ycera. Los estud10s

de la población de esos insectos teniendo en cuenta los distintos estad~s Yra~remas emveoslest'· a cbo"ml~o~1c10n de un,a muestra rizados. u 1vas 10 og1camente mas caracte-

La información lograda ha permitido conocer el comportamiento diferen "al d ¡ · · · , · al estado de primeras ninfas en su forma de cubierta negra· las hembras en ci d" ~ as e~pecies. !I P'?Jº de San Jose mverna en un· período de prirriavera máximo de 60 días Y con u~a dominan . ~on iciones. e repro ucc10n son preponderantes

d( e mar)zo o p~incipios de abrí_!; las hembras parturientas caracterizan tre~':e~í~sd~s i::::~~i~~!:~~p~:~~e~!c(i~movb1·reemhbarset)a finales enero y otono (marzo a abril). · , verano

La e oc hin illa roja se caracteriza por tener tres ciclos reproductivos seme ·a t ¡ · · · · do evolutivo invernante, aunque las formas fijas de las primeras ninfas Y seiu ndes ª .a;sp:c1e anter10r pero sin defmrr un esta­en invierno,_ ~ostrando las hembras una importante depresión. n as nm as 1enen una clara tendencia a dominar

La cochinilla blanca, otro importante insecto pi t les de !emperatura, l_o cual define una variabilidad :::~c'::i~:~ ~:Yn e~~:~.º~~r::;:~t~o n;:~ ~~¡~r:t~:c8ii~~:ariacl~.ne1~ e~taciona-es sensible a tener mas de tres generaciones anuales. que 10 og1camente

Algunas relaciones con la variable temperatura parecen deducirse de tas presentes · t · · mves 1gac1ones.

SUMMARY

are ~~~:~i~~ap~~':::;~~;~~{~~~~ ~~~:tr~!:>ih~n~:s:st~~;a~CJt~~sdse~~~~~:efr~~dt~~=d;::~~~~~fe;~iciosus (S1an Jodsé scale)

bas1s of researchmg the composition of 1 f . . · u 1es were p anne on the months, considering different stages and ~i~~~~c:n~º:o:e~~~~~~~~~~z~J !~~:~/nse;ts, approximately every 15 days during 24

lnformation obtained has permitted t kn th d"ff . 1 . ive orms. , first nymphs in the black-caps form. the ~ema~:S unede: r:~:~~~ ~-ehavmr d~:.the species. San Jose scale winters in the stage of mum 60 days and with a more or l~ss intensive dom. e mn con ' ions are preponderan! in a spring period of maxi-

~:~'(~~~:~ga:~~~:~l)~gravid and parturating) charac:e1~~~Yt:~~;11a~~~~~~:rri~ºd!~:p:~:g %~::~hb~rr),b:i:~~i~;CJ~~~~~~; :~~ California red scale characterizes for hav·n th d t" · · ·

wintering evolutive stage, although the fixed'r~rm~e:rr:~:ofir~~ ;~:/:rio~s,simil~r_tothei{rior specie but without defining a in wi~ter, showing the females and important depression. ª an secon mstar ave a clear tendency of dominating

C1trus snow scale, other important pest shows a very tolerant b h · t · · fin~ng a ver y scarce seasonal variability' influencing al so the fact th:t ::~i~l:g~ealslonal v?brl1at10fnhof !emperature, which is de­rahons annually. tea Y sens1 e o avmg more than three gene-

Some relations with the variable temperature seem to be deduced from the present researchs.

INTRODUCCION

. Entre 1969 y 1970 se organizaron una. serie de tra­bajos para conocer los comportamientos estacionales de V8;_rias especies plaga de la fruticultura. Dentro de e~ h_n~a se prestó at~nción a insectos homópteros· d1asp1d1dos, conocidos comúnmente como cochini­llas. Tres especies se estudiaron: Aonidiella aurantii (Mask. ), cochi.ni.na roja australiana; Unaspis citri (~omst. ), coch1mlla blanca y Quadraspidiotus perni­c1osus (Comst.), piojo de San José.

La cochinilla roja australiana es un importante in­secto plaga para la citricultura del mundo. En Uru­g~ay es u!1o de. los que causa más graves pérdidas y es· ta .m.uy d1fund1do en todas las áreas de cultivo. La co­chmdla blanca, de amplia distribución, tiene local­men~e. una importante incidencia (1, 4, 5, 6, 7, 8, 9). , P1010 di: S8:n J~~é es una ~specie cosmopolita y po­

llfaga de d1stnbuc10n mundial, constituyéndose gene­ralmente en una plaga primaria en frutales de hoja ca­duca como manzanos, perales, durazneros ciruelos ~~ezo~, almendros, nectarinos y membrille'ros. Tam~ bien ;nve sobre numerosas especies ornamentales. En ~l pa1s, en los frutales mencionados, causa graves da­nos, fundamentalmente en manzanos perales duraz-neros y membrilleros (2, 3, 7, 8). ' '

• o· rrector (Ing:, Agr.) EEGLB, y Jefe de Proyecto (Ing. Agr.) Protecc~on Vegetal hasta, su fallecimiento en junio 1982, r~spect1Vamente. Estacion Experimental Granjera Las Bru¡as.

1984

Una primera intención de los objetivos inicialmen­t~ señalados fue lograda al disponer para la región fru­ti cola del sur, una información fenológica del com­portamiento de las citadas especies considerando sus distintos instara y estados evolutivos a través de las es­taciones de actividad y de receso.

La información fue reiteradamente divulgada a ni­vel de la producción como ordenadora de los progra­mas de control aplicado y manejada para asistir técni· camente a los servicios de alarmas y alertas contra pla­gas que se desarrollan en la región.

Los datos reunidos a través de sistemáticos estu­dio~ de C8:'11Pº conducidos por 24 meses para cada es­pecie, seran presentados con un criterio comparativo dada la similitud de métodos usados aún cuando los trabajos fueron ejecutados simultán¿amente a partir ~i: ~969 para las especies que perjudican cítricos e m1c1ados en 1972 para piojo de San José.

MATERIALES Y METODOS

Las tomas de muestras se efectuaron para las co­chinillas de los cítricos sobre un monte comercial cu~tivar Valencia, con cerca de _10 años de plantado y u~1cado en las cercanías de Colon, Montevideo. Apro­ximadamente cada 15 días, de un grupo de cinco ár­boles no pulverizados con productos insecticidas se tomaban de pequeñas ramillas 10 hojas basales aire­dedor de la copa de cada uno de ellos y· a una ~ltura media de 1,60 m. Del material conservado en refrige-

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10

rador se tomaban al azar las hojas para hacer el re­cuento bajo microscopio estereoscópico de los dis­tintos estados evolutivos hasta totalizar 10 hembras adultas por árbol.

Para piojo de San José el recuento de los distintos estados evolutivos se hizo siguiendo el método des­crito pero sobre trozos de ramas del año anterior o del año tomadas al azar de dentro de la copa. Cinco árboles de manzanos de un borde de un monte co­mercial en plena producción, cultivar Delicious, sin aplicaciones insecticidas, de la zona de Progreso, Ca­nelones, proveyeron del material aludido. Esta zona dista de Colón en cerca de 25 km, ambas agroclimá­ticamente similares. Los recuentos correspondientes a marzo y abril de 197 4 se realizaron sobre ramas to­madas de membrilleros atacados de la misma granja. Ello se debió a que desde fines de la primavera de 1973 se hizo muy crítico disponer de un volumen adecuado de material vivo, ya que la población fue finalmente aniquilada por los enemigos naturales.

Siguiendo a Quayle (5 ), Griffiths y Thompson ( 4) y Gentile y Summers (2), se establecieron las pautas morfológicas para determinar a través de la estructura de la escama los distintos estados evolutivos de las es­pecies A. aurantii y U. citri.

El comportamiento fenológico de A. aurantii se investigó a través de: larva móvil (contabilizadas en forma libre y bajo escama materna), cubierta blanca y estado de pezón (equivalente a cubierta negra en Quadraspidiotus), formas que constituyen las fases del primer estado ninfa l. Después de la primera muda corresponde el segundo estado ninfa! constituido por las formas tempranas (pequeñas, circulares y oscuras) y las formas definidas circundadas por un margen gris, ambas fueron contabilizadas. Luego de la segunda muda se está en presencia de los adultos, definiéndose y contabilizándose las siguientes formas: hembras jó­venes, hembras grávidas y hembras parturientas. En relación a los machos, se contabilizaron las escamas típicas que corresponden a pupas y prepupas (inclui­das en un solo grupo) y los machos adultos no emer­gidos bajo escama Con U. citri se siguió el mismo cri­terio.

Q. perniciosus tiene un comportamiento evolutivo muy semejante. Sus diferencias se sitúan en: la forma final de la escama de las primeras ninfas (antes de la primera muda) son de color negro y de ahí el nombre de "cubierta o escama negra". Las segundas ninfas se contabilizaron a través de una sola forma muy típica, de tamaño semejante a cubierta negra con centro os­curo, circundado por una banda anaranjada deniro de un área gris que se extiende hasta el borde. La.•, hembras adultas se agruparon en jóvenes (la escama de la forma anterior se rodea de un margen gris que va aumentando de tamaño), adultas o grávidas y par­turientas.

Bajo las escamas, los cuerpos de las cochinillas evo· Jucionan y adquieren formas que permiten confirmar la evolución que genéricamente se mide por las varia ciones de las escamas. Queda evidente el énfasis ana­lítico que se puso sobre las formas femeninas, englo­bando en un solo valor el total del material en evo lución bajo escama más conspicuo correspondiente a machos.

Los resultados de los recuentos se transformaron a porcentajes para poder hacer los estudios compara­tivos, los cuales, graficados, se expresan en las corres­pondientes ~iguras.

RESULTADOS Y DISCUSION

En las tres especies, a través de las expresivas grá­ficas dadas en las respectivas figuras, se detecta una armonía fenológica entre los dos años sucesivos en que se recabaron los datos correspondientes para cada una de ellas.

El comportamiento que se obsen•a entre las cochi­nillas roja australiana y blanca es bien diferenciado del comportamiento del piojo de San José. Se estima que hay una influencia de las especies vegetales en cuanto al carácter caducifolio y perenne que influye notable­mente en las especies de insectos en cuestión. Tam­bién parece destacarse que la cochinilla blanca tiene una reducida variabilidad anual, ló cual demostraría la escasa incidencia de la variable climática dependien­te de los cambios estacionales y una manifiesta tole­rancia a las temperaturas bajas del invierno, las cuales no parecen incidir notablemente en el proceso evolu­tivo de la población.

Primeras ninfas, formas móviles

Los recuentos de larvas móviles incluyó las que deambulaban o en proceso de fijación y las bajo es­cama materna. En general predominaron las formas bajo escama. Las larvas de piojo de San José, concor­dando con González ( 3) en relación a Chile, tipifican tres generaciones bien caracterizadas en el primer año de estudio y no tanto en el segundo año. Las larvas de la cochinilla roja tienen definición clara en el primer año, distinguiéndose tres generaciones, lo cual corres­ponde a lo que señala Ebeling (1). Ambas especies presentan una relación entre los anticipos sobresalien­tes de actividad de larvas y la correspondiente previa evolución de machos.

La población de larvas de Unospis, si bien tiene una variabilidad, la misma es de niveles menores pero con una oscilación importante. Esta es una clara dife­rencia con las otras dos cochinillas, las cuales tienen tendencias precisas. Este comportamiento quedaría explicado por Hayward (9), quien señala que pueden ocurrir hasta cinco generaciones anuales.

Con estas investigaciones parecen quedar en evi­denci.a cuatro generaciones.

Primeras ninfas, formas fijas

Son proporcionalmente significativas en Unaspis (fig 3 ), con una relativa variabilidad y teniendo una tendencia a incrementarse en invierno. En Aonidie-1/a (fig. 2), comparativamente menores desde el co­mienzo de la primavera hasta comienzos del otoño, • ienen cierta dominancia frente a las segundas ninfas o a hembras durante el invierno. En piojo de San José · fig. 1 ), el invierno está marcadamente caracterizado por una dominancia de las primeras ninfas en su se­gundo :nstar (escama negra). González (3) y Gentile

Summers (2) describen un fenómeno semejante y que está de acuerdo con una serie importante de in­' f'S' 1gaciones, que desarrolladas en otras regiones, elios hacen referencia. En el cuadro 1 se observa clara­mente este comportamiento y la diferencia con las es­pecies que viven sobre cítricos. Si bien en el referido cuadro se exponen los d&tos de un año, los del invier­no previo tienen la misma tendencia.

El piojo de San José a fines de invierno evoluciona rápidamente, desapareciendo casi las primeras ninfas y dando lugar a un incremento significativo de las se­gundas ninfas. En plena primavera, sobre la floración del peral y el manzano, se define un dominio de las hembras, con una depresión bien identificada de las segundas ninfas. Estos estados evolutivos claramente determinan las tres generaciones anuales con que tras­curre esta especie.

La forma cubierta blanca en el piojo de San José muestra una escasa prevalencia salvo en otoño y pa­recería un estado evolutivo por el cual la población va pasando con gran rapidez. No así a nivel de las otras dos especies, las cuales reflejan una mayor equi­valencia entre los dos instars que. definen las formas fijas de las primeras ninfas.

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. 5

¡

l. ¡ 1

1

j

11 Cuadro l. Expresión numérica (porcentaje) de las primeras ninfas en sus instars cubierta blanca (cb) y e t d d '

( ) 1 t · · d 1 s a o e pezon o escama ?egra en re.ª. 1v1za os a os restantes estados evolutivos y que muestra la prevalencia de escam e ~ mvernal de PIOJO de San José. a n gra como iorma

Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Seti"em. ___ Octubre Noviem. Diciem. Sp. • cb. en cb en cb en cb en cb en ~ cb en cb en cb en ~ ~ cb en

18,0 16,I 19,6 19,9 18,6 18,4 10,8 20,7 19,6 27,6 21,5 20,6 20,2 30,5 14,5 28,8 14,7 28,9 14,9 22,4 14,6 22,6 14,8 2l 9

2 7,6 13,9 16,3 13,8 9,2 10,5 7,4 10,7 6,7 7,3 15,0 25,8 19,4 13,7 8,2 17,6 4,0 16,1 4,2 5,0 10,9 9,8 15,0 5'7

3 1,5 l,I 29,5 13,0 4,7 10,2 18,2 13,7 7,2 52,0 3,4 62,3 2,3 68,4 0,5 44,4 0,0 0,3 3,4 3,8 11,4 25,1 4,? l?:l

Especie 1 : U11aspis ci tri Especie 2: Ao11idiel/a aura11tii Especie 3: Quadraspidiotus perniciosus

Segundas ninfas

En el segundo estado ninfa! comienza a estable­cerse la diferenciación entre las escamas de hembras y machos.

En las figuras correspondientes se observa que las seg~_ndas ?infas propor~i<;>nalmente tienen una figu­rac1on variable. En Aonid1ella, conjuntamente con las formas fijas de las primeras ninfas caracterizarían un dominio como formas invernantes.' En esta especie las

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Figura l. Evolución anual de la población de Q. perniciosus expresada en porcentaje, referida a 24 meses de observaciones (1972;73 Y 1973-74) Y desglosada según los estados evoluti­vos mas conspicuos.

1984

segund~s ninfas aportan otra evidencia en cuanto a definir tres generaciones anuales.

En relación a su comportamiento primaveral (des­de octubre) tienen una tendencia a disminuir en Aoni­diella, pero más significativamente en Quadraspi­diotus.

En Unaspis el proceso evolutivo de las segundas ninfas presenta cambios muy suaves que evidenciarían que esta especie evoluciona a través del año teniendo más de tres generaciones.

La observación conjunta de los distintos estados evoh~tivos que componen la población, dejaría la evi­dencia de que las segundas ninfas es un estado por el cual aquélla transita con cierta rapidez. En Unaspis el proceso es claro y no más del 15•1. de la población to­tal está en este estado; en Aonidiella el fenómeno con picos que no sobrepasan el 30%, está muy relacio'. nado con el transcurrir de las generaciones. Quadras­pidiotus refleja con relevancia el transcurrir de las ge­neraciones, con picos definidos y estrechos (máximo 60% de la población) siendo la especie en que las se­gundas ninfas tienen más ocurrencia.

Hembras

En las tres especies las hembras tienen una clara tendencia a deprimirse en invierno.

De un 7 a 23°1, de la población de piojo de San Jo­sé (fig. 1) llega al invierno al estado de hembra, que en su gran rr.ayoría lo transcurren, según los estudios realizados, bajo formas juveniles y evolucionando en primavera hacia formas grávidas y parturientas (fig. 4), cuya expresión máxima a través del proceso anual se manifiesta en octubre-noviembre. Gradualmente se deprimen, pero detectándose picos de dominancia a los que corresponden un comportamiento semejante de larvas móviles. Queda caracterizada una variabili­dad entre los dos años de observaciones: en el co- · mienzo del invierno de 1972 se manifiestan las hem­bras grávidas y parturientas de acuerdo con tempera­turas mayores que 197 3 y relacionada con una peque­ña actividad de larvas; en julio comienzan a deprimir­se, dominando las formas jóvenes y adultas no fecun­dadas, existiendo correspondencia entre los dos años en el comienzo de la primavera, Jo cual combina con una expectativa importante en la evolución de Jos ma­chos.

Este proceso evolutivo se comprende estudiando las figuras 1 y 4. En muchos de los aspectos señalados de la evolución de las hembras de piojo de San José hay concordancia con las observaciones de Gentile y Summers (2) en relación a la variación de hembras grávidas y parturientas, pero con una diferencia a ni­vel global de hembras (fig. 1) y en que en esta región quedan evidentes las tres generaciones.

Las hembras parturientas del piojo de San José co­mienzan su período de pariciones (medido en estas in­vestigaciones por larvas bajo escama materna) cuando las temperaturas mínimas medias y medias superan los 10-11 y 15 •C, respectivamente, lo cual quedaría evidente ál observar la magnitud de aquélla en octu­bre de 197 4 sobre 197 3. Influencia semejante de las

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Figura 2. Evolución de la población de A. aurantii expresada en porcentaje, a través de 24 meses (1969-.70 Y 1970-71) con referencia a cada uno de sus estados evolutJVos.

temperaturas mínimas se observa entre mayo-j~nio de 1973 y 1974 (11,4, 10,3 y 9,4, 9,3 •C, respectiv~~en­te). En mayo de 1972 la temperatura media y mmima fue de 11,4 y 15,7 •C, respectivamente, que como se observa estimuló la actividad de las hembras partu­rientas que se minimiza de mayo o junio a setiem~re u octubre, período en el cual las. temperaturas medias mínimas se mantienen por deba10 de 10-11 o de 15 •C de temperatura media.

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Figura 3. Comportamiento de la población de U. citrl expre­sado en porcentaje, a través de 24 m~ses (1969:70 Y 1970-71} y referido a sus estados evolutivos mas caract~r!~ados ..

González (3) en Chile, con más prec!sio~ d~fl~e es­tas relaciones: "con temperaturas medias diarias igua­les 0 superiores a 14-15 •C l~_s he~bras son capaces de iniciar la primera generac1on primaveral, en 40-45 días después de la fertilización". . . .

Las hembras de Aonidiella no identifica!1 tan clara­mente como Quadraspidiotu~ _los tres pen.odos gene­racionales. A través del anáhs1s pormenorizado de. la figura 4, se ven, más en el primer año ~e observaci~­nes que en el segundo, los períodos prm~ayeral, esti­val y otoñal de dominancia de hembras _gravi?as Y ~ar­turientas. Se destaca una predominancia e.stival mien­tras que en Q. pemiciosus es primaveral, siendo seme-jante la depresión invernal. . .

También se detecta una influencia menos rigurosa de las temperaturas sobre la actividad de las hembras parturientas, observándose solamente dos a tres meses

Cuadro 2. Registros de temperaturas (•C) al abrigo (Prado, Montevideo).

AÑOS

1969 1970 1971 1972 1973 1974

1969 1970 1971 1972 1973 1974

1969 1970 1971 1972 1973 1974

Enero Febrero

Media mensual

22,7 24,4 22,3 20,5

22,3 22,3

22,5 21,1

Marzo

21,3 19,9

21,7 20,5

Mínima media mensual

17,9 19,2 17,0 15,6

17,1 17,3

18,0 17,2

Máxima media mensual

28,1 30,2 27,9 25,5

27,5 17,6 28,2 25,8

16,l 14,9

17,0 15,8

16,9 25,2

26,8 25,6

Abril

lS,9 15,3

17,5 18,0

13,9 10,6

13,7 13,0

24,4 20,3

21,6 23,7

Mayo

13,9 12,3 15,7 13,5

9,4 7,5

11,4 9,4

18,7 17,4 20,l 17,9

MESES Junio Julio

11,0 9,0

13,4 12,4

7,2 5,5

10,3 9,3

14,4 13,0 16,5 16,0

10,7 11,7 10,4 10,5

5,9 7,4

' 6,4 7,4

16,0 16,7 14,5 13,7

Agosto

10,4 12,0

11,2 10,9

5,9 7,3

8,1 7,6

l 5,1 16,9

14,9 16,3

Setlem. Octubre Novlem. Diciem.

13,8 14,6

14,7 13,4

9,6 9,4

9,9 7,9

18,8 20,4

19,5 18,7

14,7 15,3

15,3 16,1

9,2 10,4

10,4 11,9

20,5 20,l

20,6 20,8

18,8 17,4

17,3 16,3

13,7 12,9

13,3 18,3

24,2 22,4

22,6 22,4

22,6 21,1

21,3 20,7

16,9 l 5,1

16,6 16,2

18,8 27,0

26,4 26,3

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. 5

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--1969.70 .. ------ 1970-71

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--1972-73

------ 1973-74 .. .. 40

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Figura 4. Evolución de la población de hembras en condicio­nes de reproducción (grávidas y parturientas) expresada en porcentaje. La diferencia a 100 lo constituyen las hembras en sus estados juveniles.

de receso y que abarca desde junio a principios de se­tiembre. En este lapso las temperaturas medias míni­mas no superan los 7 ,4 •C y con medias mensuales de 10,7 a 12 •C. La actividad diferencial que entre los dos años se observa en setiembre, permitiría deducir que las medias de 14,5 •C y superiores estimularán claramente el proceso.

Unaspis exhibe un comportamiento aparentemente más homogéneo. Según la figura 4, la variación anual de las hembras grávidas y parturientas no tiene desta­ques significativos en comparación con las otras espe­cies. En el período 1969-70 varía entre 23,9 (abril) y 50% (julio). siendo el valor mínimo precedentemente expresado la única depresión destacada. En 1970-71, con oscilaciones enmarcadas entre 30,9 y 47 ,5.,., se observan cuatro picos, el menor con 55,2 y el mayor con 67 ,3%. Las oscilaciones analizadas tienen general­mente una correspondencia con la propia actividad de las hembras parturientas. En relación a la influencia invernal se observa que si bien no limita la actividad, ésta decrece desde julio hasta setiembre, pero sin de­tectarse temperaturas que limiten significativamente el fenómeno.

Machos

Como fue expre8ado, la información recopilada so­bre los machos corresponde fundamentalmente a las formas inmaduras bajo escama.

Es con piojo de San José donde figura, con los mé­todos empleados, una mayor influencia de las varia­ciones estacionales sobre este estado evolutivo. En las figuras correspondientes se observa claramente la in­fluencia invernal y estival, como así también la corres­pondencia algo anticipada con respecto a los momen­tos en que las hembras constituyen el grupo evolutivo dominante de la población. Se deducen lapsos seme­jantes entre el pico de primavera y el de verano (3 meses) y entre éste y el suave pico de otoño ( 4 me­ses), destacándose el enorme potencial de la actividad de machos en primavera sobre las dos situaciones se­mejantes de verano y otoño.

Entre el comportamiento antes reseñado y el co-

1984

13 rrespondiente a la cochinilla roja australiana son des­tacables algunas semejanzas, como son los tres mo­mentos en los cuales la población de machos se desta­ca (primavera, verano y otoño). En el primer ciclo (1969-70) el pico correspondiente al otoño es amplio, notándose una tendencia invernal creciente que cul­mina en la primavera (octubre). En este período 1970-71 se observa con claridad el referido compor­tamiento de primavera, existiendo una pausa impor­tante hasta lo que se estima el comienzo del pico de otoño (febrero), el cual es comprimido y dando lugar desde mediados de marzo a un fenómeno recesivo na­da semejante al otoño precedente.

Con respecto a la cochinilla blanca de los cítricos, los estados evolutivos de machos bajo escama figuran con una ·proporcionalidad y variabilidad mayores que en las dos especies antes discutidas. Ello sugiere que su causa estaría en que esta especie tiene 1 ó 2 gene­raciones más que las restantes que componen este es­tudio, lo cual también quedaría en evidencia a nivel de las formas juveniles móviles. Hayward (9) señala que las hembras completan su ciclo comenzando a dar a luz en siete semanas (50 días) y que por seis sema­nas más se mantienen en condición de parturientas; las larvas que dan origen a machos necesitan, como mínimo, de cinco semanas y días para completar su evolución.

CONCLUSIONES

Del análisis y discusión de resultados surge una se­rie de aspectos que para la región de cultivos de fruta­les del sur del país llena huecos importantes. Si bien se ha tomado como marco de referencia comparativa los estudios realizados con respecto a piojo de San Jo­sé, se destacan aspectos diferenciales en el comporta­miento de las tres poblaciones a lo que hacen sus pro­pias-individualidades y a lo que hace su relación con el sustrato alimenticio. Quedaría evidente, de acuerdo con estas investigaciones, un claro y preponderante estado invernal de receso en piojo de San José (esca­ma negra) que es suavemente definido en cochinilla roja australiana a niveles de formas fijas de primeras ninfas y de segundas ninfas y que pasa inadvertido en cochinilla blanca.

Asimismo, otro aspécto que se destacaría, es que piojo de San José y cochinilla roja evolucionan a tra­vés del año pasando pol" tres generaciones, no así la cochinilla blanca, la cual evolucionaría a través de cuatro generaciones. Las larvas móviles de la primera generación de Q. perniciosus son producidas en no­viembre, pudiendo abarcar desde octubre hasta di­ciembre, las de la segunda generación en enero y las de la tercera generación (generación que transcurrirá el invierno) en marzo-abril. A. aurantii tiene un com­portamiento semejante con una tendencia a desplazar­se o atrasarse alrededor de 30 días. U. citri presenta­ría cuatro generaciones de larvas móviles: la primera corresponde a agosto-setiembre, la segunda a noviem­bre-diciembre, la tercera a febrero-marzo y la cuarta a mayo-junio.

Las cuatro estaciones, definitorias de la evolución climática local, influirían muy claramente con rela­ción a piojo de San José, el cual resultaría altamente sensible. Los propios registros señalan caracterizacio­nes que no quedan tan claras en cochinilla roja y aún menos en la cochinilla blanca. Esta última estaría de­mostrando una importante plasticidad o adaptabili­dad a condiciones más o menos rigurosas, como po­drían ser consideradas en el área las condiciones ex­tremas de invierno y verano. Indudablemente, el ni­cho ecológico que brindan los cítricos está influyendo en el comportamiento de las dos especies. De éstas, la cochinilla roja australiana queda caracterizada por un comportamiento intermedio en comparación con la polarización que en el otro extremo marca piojo de San José.

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14

AGRADECIMIENTOS

En la planificación y parte de la ejecución de estas investigaciones colaboró con dedicación entomológi­ca el Ing. Agr. Carlos Crisci Pisano.

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-------

EFECTOS DE CURASEMILLAS EN LA IMPLANTACION DE ESPECIES FORRAJERAS

Francisco Formoso•

RESUMEN

· • m tia historia previa de uso con prad¿ras, se sembraron en tres mo-En suelos tipo pradera P,arda del lltor~I agricola, ~on a ~- d en el país con el objetivo de cuantificar primariamente el

mentos las principales gram i~eas y leg.~mtnosas fo~raieras ~t1 t~a ~s de planta~ obtenidos variaron con los momentos de siem­efecto de curasemillas en la 1mplantacton de las mismas. os s an s

bra, las especies y los fungicidas. . 90¡ de los mismos se registraron incrementos significativos _en lo~ porcentajes De un tola} de 47 casos estudrn~os, en un 7 • . ada con fungicidas. Los incrementos promedto vanaron con las

de implantacion, como consecuencia ~e sembrar sem81I~~ trat 1 tus y alfalfa respectivamente. Estos resultados muestran cla-especies, obteniéndose los mayores reg1str~s de 60 Y i. para 0

ramente ta necesidad de realizar estudios mas detallados sobre el tema.

SUMMARY

· b n rairie soils with a long history of cultivated pastures, aiming Different species of grasse~ ~nd legumes were sown ~~ ~~~ee~lin establishment. Plant stands were affected by fungicid~s

to evaluate thc effect of fung1c1des seed treatments up s·t "f" t _g rements in establishment percentage were detected 111 in different ways according to species and sowing d)atad ;¡11¡'f ic(a;0.,')nc The need of more studics on the subject is emphasized. 79% of the cases, being the higesth for Lotus (60% an a a a • ·

INTRODUCCION

En el Uruguay se carece de información cuai:itita­tiva referente a la incidencia que tiene el complejo. de hongos del suelo causante de damping-?ff en la 1r;n­plantación de I?asturas. ~in_ embargo, existen aI_>recia­ciones cualitativas que indican que en d~t~rmmadas situaciones dicho problema puede producir importan­tes disminuciones del stand de plantas. Al respecto, la bibliografía internacional sobre el P1:1nto, reporta. nu­merosas evidencias donde los tratam1en~os de sem~llas forrajeras con determinados curasem1llas permiten obtener incrementos en el stand de plantas mayores del 200%, cuando se los compara con lotes sin tratar (Falloon, 1980). . ,

Obviamente, los resultados qu~ se obt.1enen v~n,an en función de varios factores que mtera~c10nan, i:1t~n­dose como los más importantes: potenc1~l I?atog~~1co del suelo (Harper et al., 1955 ), caractenst~c~s f1s1co­químicas dd suelo (Harper, 1955 ), cond1c10nes de temperatura y humedad (Harper, 1955, Menee, 1964; Kleinig, 1965 ), época de emer~encia (Kreitl~w et al., 1950), susceptibilidad diferencial entre es~ec1es Y cu~­tivares (Andrew, 1963; Falloon, 1980), nivel patoge­nico de los lotes de semilla (Maude et.al., .~969 ), ~te.

Por otra parte, los análisis de germmac10n realIZa-

• Técnico Asistente (Ing. Agr.) Proyecto Forrajeras. Esta­ción Experimental Agropecuaria La Estanzuela.

dos en La Estanzuela a lotes de semillas forrajer~~ de categorías correspondientes al esquema de cert1f1ca­ción, revelan un alto porcentaje de lotes rechazados por baja germinación, los cuales generalmente se aso­cian a una elevada contaminación por hongos. Esto coincide con años de cosecha desfavorables, normal­mente por exceso de precipitaciones (Rostán, C .. com. pers. ). . · f ·

En muchos países, la venta de semilla~ o_rrajeras tratadas con curasemillas constituye una tecmca nor­mal ampliamente difundida.

En Uruguay, la aplicación de l~s prod_u~tos, ni;ir­malmente utilizados como curasem1llas ?ngmar1a .~n­crementos marginales en el costo de 1mplantac1on prácticamente insignificantes, por l? que se pu~de _de­ducir que si se demuestran las ventajas de esta te~m~~· su adopción por los productores no presentara d1f1-

oo~~ 1 En 1982 y 1983 en La Estanzuela se semb~a~on a -

gunos experimentos exploratorios, con el objetivo de cuantificar Ja importancia del problen:ia, a l?s e~;ctos de planificar racionalmente líneas de mvestigac1on en el tema.

MATERIALES Y METODOS

Los experimentos se instalaron en la Estación Ex­perimental La Estanzuela del CIAAB, sobre un suelo

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. S

15

cuadro 1. Efecto de curasemillas en la población de plántulas a los 75 días de la siembra.

FECHAS DE SIEMBRA 29 de junio de 1982 11 de agosto de 1982 12 de mayo de 1983

Testigo (Base Captan Thi- C+T Testigo (Base Captan Thi- C+T Testigo (Base C+T 100) (C) ram (T) 100) (C) ram (T) 100)

Phalaris aquatica 100 (32) 131 .. 100 137•• 100 (37) 132•• cv. Estanzuela Urunday

Festuca arundinacea cv. Estanzuela Tacuabé 100 (31) 110 116• 135 .. 100 (36) ¡42••

Festulo/ium cvs. (Felopa + Teophano) 100 (37) 132•• 122•• 132•• 100 (44) 129••

Bromusauleticus cv. 100 (34) 120• Estanzuela Campero

Ho/cus tanatus Comercial 100 (35) 123• Lolium multiflornm

100 (5!.) 116* cv. Estanzuela 284 Lolium multiflornm cv.

Estanzuela Matador 100 (37) 105 105 135 .. 100 (54) ¡ 13• Trifo/ium repens cv.

109* 100 105 100 (58) 110• 107 114* 100 (29) 141•• Estanzuela Zapicán 100 (72) Trifolium pratense

(71) cv. Kenland 100 106 106 103 100 (61) 116 .. 121•• 124 .. 100 (31) 113• Lo tus cornicu/atus cv.

Estanzuela Ganador 100 (48) 110• 110• 11'1• 100 (42) 148 .. 152•• 186°• 100 (34) 176°· Medicago sativa cv.

Estanzuela Chaná 100 (42) 128• 126• 148"" 100 (46) 122• 137 .. 1s2•• 100 (18) 239••

• Indica diferencias significativas P < 0,05 con el testigo . ••Indica diferencias significativas P < 0,01 con el testigo. Los números entre paréntesis corresponden al número de plantas por metro tomado como base 100.

con amplia historia previa de uso con especies forraje­ras y que corresponde a un Brunosol Eutrico a Sub­éutrico típico con textura franco-arcillosa (28% de arena, 38•1. de limo, 34.,. de arcilla), pH de 5,6 en agua y 3,8.,. de M.O.

Se preparó en forma convencional, fertilizándose al voleo con 100 kg de P 20 5/ha soluble en agua. Las especies y cultivares fueron sembrados en líneas dis­tanciadas a 30 cm, con una densidad de siembra uni­forme para todos los tratamientos de 100 semillas viables por metro.

Los experimentos fueron dispuestos en el campo en un diseño de bloques al azar con 8 repeticiones.

Las fechas de siembra fueron: 29 de junio y 11 de agosto de 1982 y 12 de mayo de 1983.

En el cuadro 1 se detallan los tratamientos de los diferentes experimentos. Los curasemillas aplicados correspondían a formulación en polvo, los cuales fue­ron mezclados con la semilla previamente peleteada en el momento de la siembra. Las dosis utilizadas fue­ron: Captan 80%, 2 g ia/kg de semilla, Thiram 80%, 2 g ia/kg de semilla, y la mezcla de Captan 80% a 2 g ia/kg + Thiram so.,. a 2 g ia/kg. En 1983 solamente se comparó la mezcla de 2 g ia/kg de Captan 80% + 2 g ia/kg de Captan 80% + 2 g ia/kg de Thiram so.,. con el testigo sin tratar.

Se determinó el número de plantas por metro li­neal a los 75 días de la siembra, y se realizaron obser­vaciones para diagnosticar eventuales problemas de nodulación.

RESULTADOS Y DISCUSION

Las respuestas obtenidas fueron variables con las especies, épocas de siembra y curasemillas (cuadro 1 ). Esto es coincidente con Kreitlow et al. (1950 ), quie­nes trabajando con varias especies forrajeras y con dis­tintos curasemillas en numerosas localidades, resalta que es normal registrar resultados muy variables.

En ningún caso los curasemillas causaron un des­censo en la población de plantas y el máximo incre­mento (139%) respecto del testigo fue obtenido con alfalfa en 1983.

En términos generales, considerando los incre­mentos promedios en la población de plántulas, como resultado de la acción de los curasemillas, se observa que en las gramíneas son del orden de 16 a 37%, valo­res similares a los registrados para trebol blanco y rojo (20 a 30%). En lotus, en cambio, los mismos son del

1984

orden de 60% y en alfalfa los máximos son de un re­gistro promedio de incremento del 80%.

En este sentido, numerosos autores reportan resul­tados que indican claras diferencias entre especies de gramíneas y leguminosas, a la susceptibilidad al dam­ping-off (Kreitlow et al., 1950, Andrew, 1963, Men­ee, 1964). Fulkerson (1953) señaia que las legumino­sas son más susceptibles que las gramíneas, mientras que otros autores indican además diferencias entre cultivares (Falloon, 1980 ).

Sin embargo, es necesario resaltar que los lotes de semilla utilizados en estos experimentos no fueron es­tudiados desde el punto de vista fitopatológico, por lo cual los efectos observados en el campo pueden estar "confundidos" por niveles diferenciales de infección de la semilla. Este aspecto no permitiría comparar es­trictamente las especies estudiadas, así como también relativiza los resultados obtenidos dentro de cada es­pecie, en función de un grado diferencial de infección de la semilla.

Debe destacarse que entre las leguminosas evalua­das, lotus y alfalfa se caracterizan, además de presen­tar los mayores incrementes promedios en el stand de plantas frente a la aplicación de curasemillas, de res­ponder significativamente a la aplicación de dichos productos en todas las situaciones estudiadas.

La ya reconocida lenta velocidad de implantación de lotus, y las fechas de siembra poco propicias en términos de temperatura y humedad para una buena implantación de alfalfa, originarían períodos más pro­longados para establecerse, por lo que implicaría ma­yores probabilidades de ataques de damping-off.

En el cuadro 2 se presentan los datos climáticos de mayor influencia en el desarrollo de damping-off. En este sentido, Harper (1955) y Menee (1964) resal­tan la importancia de la temperatura y humedad.

Kreitlow et al. (1950) reportan que en alfalfa y trébol rojo los ataques de damping-off son más seve­ros cuando el contenido de humedad del suelo au­menta.

Kleinig (1965) resalta que cuando las condiciones de temperatura y humedad son favorables para una rápida implantación, los ataques de damping-off son menores.

En la figura 1 se observa la variación de los incre­mentos en el stand de plantas comparados con el tes­tigo (base 100) al aplicar una mezcla de captan+ thi­ram a razón de 2 g ia/kg de semilla en cada una de las tres fechas de siembra. El ordenamiento entre las es-

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Cuadro 2. Evolución mensual de humedad relativa temperatura medie Y precipitaciones.

Mayo Junio

AÑO 1982

~ e .•

Humedad relativa media, O/o

Temperatura media, -C Lluvia, mm

AÑO 1983 Humedad relativa media, O/o

Temperatura media, -C Lluvia, mm

Promedio a11os 1974· 1983

Humedad relativa media, O/o

Temperatura media, •C Lluvia, mm

100

90

80

d 139

·~. \ \ \

82 10,8

114,6

86 85 13,4 9,0

49,7 33,9

80 80 14,l 10,3

67,9 67,4

d Lotus

g, 70

\ \ " "i

60 ;; \

o

i 50

b

~ 4-0 Q..,

ª ''·, . 30 " o z 20

10

''·,·,,, ,,,,/) b T. rojo

,,,"" ., "' ·, b .,,,,.,. .-·_,oaT.blanco

o.. ............ _ ·, ......... -:....-·--- .... ___ ·~.!. ........ -

L............J.-------Y....!!.. ______ _._Epoca1de siembra

Mayo Junio Agosto

Para cada época de siembra, los puntos con la misma letra no difieren significativamente al nivel P < 0,05.

Figura l. Incrementos en el stand de plántulas de leguminosas tratadas con captan + thiram referidos al testigo (base 100).

pecies cambia en las distin.tas épocas, deno~nd? in­teracciones entre el comple¡o de factores que mc1den.

Considerando los tratamientos evaluados en las tres fechas de siembra, se observan incrementos pro­medio a los curasemillas de 67, 18 y 440/o en el stand de plántulas para las siembras de mayo, junio y agos­to respectivamente.

'Los resultados obtenidos con la aplicación de cura­semillas permiten realizar ciertas consideracio~es. De las 47 situaciones (especies X épocas X tratamientos) estudiadas, las poblaciones de plántulas obtenid~s al tratar la semilla, fueron significativamente superiores al testigo en el 790/o de los casos, lo cual revela clara­mente la existencia y dimensión que puede tener el problema.

Considerando los productos aplicados, se observa como tendencia promedio que en general los resulta­dos obtenidos con la aplicación de un solo producto, captan o thiram, los stands de plantas obtenidos son similares, sin surgir una tendencia concreta a favor de uno u otro. Sin embargo, en condiciones de respuesta a Ja aplicación de curasemillas, los mejores resultados se obtienen cuando se aplican conjuntamente ambos productos, probablemente explicado por un mayor espectro de control de hongos.

Importa destacar que en determinadas condicio­nes de campo, según las características del potencial patogénico de los suelos, distintos productos emplea­dos como curasemillas pueden variar la eficiencia. En este sentido, Jacks (1956) resalta la importancia de diagnosticar si las disminuciones en el stand de plan­tas obedecen a infecciones preemergentes o postemer­gentes o a ambas, ya que la eficiencia de los produc-

Julio Agosto Setiembre Octubre

82 77 78 66

10,5 11,8 14,6 15,7

87,9 29,8 92,9 68,9

86 8,6 8,1

81 78 74 74

10,5 11,3 13,2 16,1

85,9 112,2 81,2 72,7

tos para controlar en una fase u otra puede. ~aria~. Trabajando con alfalfa, cuantificó símil~ efic1enc1a de control de infecciones en preemergenc1a ~on ca~­tan y thiram, mientras que en posteme.rgencia el pri­mero presentaba comportamiento superior.

Las observaciones realizadas a los nódulos de las leguminosas no revelaron diferencias en cuanto a nú­mero y color de los mismos. Sin embargo, numerosos autores (Fisher, 1976, Heinonen-Tanski et al., 19~_2) reportan la existencia d~ problemas de . nodulac10n originados por los tratamientos de la semilla de legu­minosas con fungicidas. Debe destacarse que los luga­res donde se instalaron los experimentos tuvieron du­rante muchos años presencia de las leguminosas bajo estudio, por lo que se puede suponer una a~ta concen­tración de Rhizobium específicos de las mismas. Esta característica pudo enmascarar eventuales probl~mas de inoculación que podrían surgir a consecuencia de efectos bactericidas de los fungicidas en suelos con bajos o nulos niveles de Rhizobium específicos de las mismas.

CONCLUSIONES

1. La respuesta a la aplicación de curasemmas varió con las especies, momento de siembra y productc;is.

2. En el 790/o de los casos estudiados se registraron in­

crementos significativos en los porcentajes de im­plantación a consecuencia de la aplicación de cura­semillas. .

3. En condiciones de respuesta significativa a la apli­cación de fungicidas, los incrementos variaron d_e 13 a 420/o para las gramíneas, de 9 a 410/o para tre­boles blanco y rojo y de 10 a 1390/o para lotus Y al­falfa. ,

4. La mezcla de fungicidas captan + thiram mostro cierta ventaja frente a la aplicación separada de los mismos.

5. En las condiciones que se instalaron los experimen­tos no se detectaron problemas de nodulación.

6. La frecuencia y magnitud de las respuestas obser­vadas indica que se deben encarar estudios en pro­fundidad sobre el tema.

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INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. 5

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EV ALUACION DE MOMENTOS E INTENSIDADES DE DEFOLIACION EN TRIGO

María S. Zerbino•

RESUMEN

La "la~arta de los cereal.es", Mythi11111a ad11/t~ra Sc~aus, es una de las plagas más importantes del trigo debido a que tas larvas se alimentan de las hojas provocando reducciones 1mporantes en el rendimiento.

En La Estanzuela, en 1981 Y 1983 se evaluó el efecto sobre el rendimiento de cuatro intensidades de defoliación en cuatro momentos del ciclo del cultivo . . Los resul~~dos indican que es necesario mantener intacta la hoja bandera durante el período que va desde el hinchado hasta

fm de flora~1on Y que el control de la plaga en grano acuoso va a depender fundamentalmente de la presencia 0 no de enfer­medades foliares.

SUMMARY

Mythimna adultera Schaus, wheat armyworm, is one of the most importan! wheat pest since their larvae feed on the leaves causing great yield losses.

The effect of 4. intensities of defoliation in 4 different crop stages was tested in La Estanzuela during 1981 and 1983. The result.s pomt out that it is ~ecessary t? maintain the flag leaf unaffected through the period from the boot stage to the

end of tlowering and that at the gram watery ripe stage pest control depends mainly of the presence of foliar diseases.

INTRODUCCION

.La "lagarta de los cereales", Mythimna (= Pseuda­letia) adultera Schaus, es una de las plagas más impor­tantes del trigo; las larvas se alimentan de las hojas lle­gando a provocar considerables mermas en el rendi­miento.

En muchos casos, por no disponer de información nacional, las aplicaciones no se realizan en el momen­to y con el grado de infestación adecuado.

Para efectuar un control correcto, es necesario co­nocer los niveles de daño, que implican el estudio de la plaga, el cultivo, el ambiente y sus interacciones.

Evaluar el efecto sobre el rendimiento de diferen­tes intensidades de defoliación en distintos momentos del ciclo del cultivo, fue el objetivo de este trabajo y permitirá establecer desde el punto de vista del culti­vo los casos que justifican el control de la plaga.

Para estudiar el efecto de Ja defoliación debemos tener en cuenta dos factores que interactúan entre sí: el momento y el tipo y grado de defoliación.

Todos los autores consideran que el momento o período crítico en que el rendimiento es afectado por reducción del área foliar, se encuentra dentro de la etapa reproductiva del ciclo del cultivo, considerando que ella se inicia con el hinchado y termina cuando finaliza la floración (estados 10 hasta 1 O .5 .3 de la es­cala de Feekes) (1, 2, 3, 8, 9, 10).

Estas reducciones considerables del rendimiento se producen debido a que la planta tiene poco tiempo

• Técnico (Ing. Agr.) Proyecto Protección Vegetal. Esta­ción Experimental Agropecuaria La Estanzuela.

1984

para restituir grandes cantidades de tejido foliar rico en carbohidratos (5 ).

Por otra parte, es necesario considerar cuáles son las estructuras fotosintéticas que tienen mayor inci­dencia en la formación del grano, la bibliografía coin­cide en que el mayor aporte de carbohidratos es reali­zado por la hoja bandera, no existiendo contribución al rendimiento por parte de la tercera hoja y de las in­feriores (2, 4, 6, 7).

MATERIALES Y METODOS

Los ensayos fueron instalados en 1981 y 1983 en la Estación Experimental La Estanzuela (Depto. de Colonia).

Para evitar toda interferencia en las variables a es­tudiar, se fertilizó con 60 unidades de P 20 5 por hectá­rea, aplicado en forma fraccionada el N, 500/o en la emergencia y el resto al macollaje; se realizó un efi­ciente control de malezas y de enfermedades y de insectos.

La unidad experimental estuvo constituida por seis surcos de 0,15mde1,5 m de largo. El área de cosecha~ donde se evaluó el rendimiento, se redujo a 0,6 m (cuatro surcos de 1 m de largo).

El diseño utilizado fue de bloques al azar, con arre­glo factorial compuesto por cuatro momentos y cua­tro intensidades de defoliación, más un testigo sin de­foliar, totalizando 17 tratamientos, en 4 repeticiones.

Las intensidades de defoliación fueron:

l. Dejando sólo las dos hojas superiores. 2. Dejando sólo la hoja bandera.

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.. ,

18

3. Dejando sólo el 50% de la hoja bandera. 4. Defoliación total.

Los momentos en que se realizó la defoliación en

1981 fueron:

l. 10'1o de espigas emergidas (10.1) (20/10). (10.5.2) (27 /10). (10.5 .4) (11/11 ).

2. Plena floración 3. Grano acuoso 4. Grano lechoso-pasta (11.1/11.2) (19/11).

En 1983, los momentos fueron:

l. Hinchado 2. Fin de floración 3. Grano acuoso 4. Grano lechoso

(10) ( 5/10). (10.5.3) (l 7 /10), (10.5.4) (25/10). (11.1) ( 8/11).

RESULTADOS Y DISCUSION

El análisis de varianza para rendimiento, en 1981 indica un efecto altamente significativo (P < O ,~1) de Jos momentos y de la interacción momento por inten­sidad, así como un efecto significativo (P < 0,05) de las intensidades. . .

Los tratamientos que afectaron el rend1m1e.nto (cuadro 1) fueron: en .~l estado de 10·~· de espigas emergidas cuando se de¡o el 50% de la ho¡a bandera Y defoliación total y en plena floración cuando la p~an­ta fue defoliada totalmente. Las mermas obt~md~s por estos tres tratamientos con resp~cto al testigo sm defoliar fueron 20, 25 y 24%, respectivamente.

Cuadro l. Rendimiento, expresado en kilos/hectárea, para los distintos tratamientos de defoliación. Año 1981.

Momentos

INTENSIDADES Dejando Dejando

sólo las 2 sólo la hojas su- hoja ban-periores dera

Dejando sólo 500/o de la ho· ja ban­

dera

Defolia· ción total

lO'loespiga emergida 4894a 4549ab 3853bd 4549d

Plena floración 4572ab 4732a 4422ac 3706cd

Grano acuoso 4828a 4688a 4561ab 4253ad

Grano lechoso /pasta 4679a 4782a 4841a 487la

Testigo 4817ºa

• Medias seguidas por la misma letra no difieren entre sí pa­ra la prueba de Duncan (P,.;;;o,05).

Estos resultados resaltan la importancia de la hoja bandera en la espigazón, la que va disminuyendo pau­latinamente a medida que nos acercamos a la madu­rez; a partir de grano acuo8? i:liminar la totalidad del área foliar no afectó el rend1m1ento. .

Por otra parte, en ninguno de los momi:ntos cons~­derados, eliminar las hojas inferiores redu¡o el rendi-miento.

Cuadro 2. Rendimiento, expresado en kilosf1;tectái:_ea, para los distintos tratamientos de defoliacion. Ano 1983.

Momentos

Hinchado Fin de floración Acuoso Lechoso Testigo

INTENSIDADES Dejando Dejando sólo las 2 sólo la hojas su- hoja ban-periores dera

Dejando sólo 50 'lo de la ho-ja ban·

dera

Defolia­ción total

5025abc 4250bcde3750ef 2979f 5079ab 4779abcd 4146cde 4 l 12de 4975abcd 4933abcd 4750abcd 4208bcde 4942abcd 5337a 4875abcd 5233a 5450•

• Medias seguidas por la misma letra no difieren entre sí pa­ra la prueba de Duncan (P,.;;;o,05).

En 1983 el análisis de varianza para el rendimiento determinó un efectoaltamentesignificativ.o ~~ :,¡;;; 0,?1) de los momentos e intensidades de defoliac1on, mien­tras que existió un efecto si~nific~tivo (P < 0,05) de la interacción momento por mtensidad. . .

En el cuadro 2 se presentan las me~ias de rendi­miento de los distintos tratamientos (ano 1983) .. En hinchado se diferenciaron del testigq tres. tratamien­tos que fueron: cuando se dejó sólo la ho¡a bande~a, cu~ndo se dejó el 50% de la hoja bandera Y defoha­ción total, produciendo fllermas de 22, 32 Y 45%, res-pectivamente. .

En fin de floración fueron 2 tratamie~to~; al de¡ar sólo el 50% de la hoja bandera '¡! defohac10n toi;a.1, con reducciones de 20 y 25%, y e~ gr~~o a~uoso solo defoliación total produjo mermas s1gmf1cat1vas (24'/o).

De estos resultados se desprende que la acumula­ción de carbohidratosen las hojas que lue~o se transl~­can al grano se inicia en estadios previos a la esp1-

gazón. h"d t t La segunda hoja translocó los carb.o .1 ra os an es

de finalizar la floración, dado que ebmmarla en este estadio no produjo mermas significativas con respecto

al testigo. d 1. . El hecho de que en estado acuoso, cuan o se e 1m1-

na el 50% de la hoja bandera, no se producen mermas y con defoliación t~tal. sí, ind~caría q:i-ie el 50'/o de la hoja compensa las perdidas de area follar. _ .

Al comparar los resultados de ambos anos (figura 1) se destaca que: existieron tratamientos q~e no afec­taron el rendimiento en 1981 y en 1983 s1:. ta!es co­mo eliminar la segunda hoja en embuch~) ehmmar.el 50% de la hoja bandera en fin de floracion Y defoh~­ción total en grano acuoso, y que las mermas obtem­das fueron menores en 1981 que en ~98.3.

Estas diferencias pueden ser, atribmdas a _que en 1981 la época de siembra tard1a y una ~eqma en el mes de octubre (floración) acortaron el c1~lo del C1;1l­tivo, lo que dio como resultado que las ho¡as estuvi~­ran menos tiempo verdes, acumulando menor canti-dad de carbohidratos. _ .

Por otra parte, vemos que e~ a_mbos anos las ho¡a.s inferiores no aportaron al rendimiento. Y que a n:ied1-da que nos acercamos a la madurez la importancia de reducir el área foliar disminuye.

100

80

60

40

20

100

80

60

40

20

AÑO 1981

10"1o Esp. Emerg. Plena floración Acuoso

- -- -....- __

T 1 2 3 4 T 1 2 3 4 T 1 2 3 4

AÑO 1983

Hinchado Fin floración

--

T 1 2 3 4 T 1 2 3 4

T - Testigo 1 . Dejando sólo las 2 hojas superiores 2 . Dejando sólo la hoja bandera 3 - Dejando sólo 50% de la hoja bandera 4 . Defoliación total

Acuoso

--..._

T 1 2 3 4

Lechoso-pasta

T 1 2 3 4

Lechoso - - -- -

T 1 2 3 4

Figura l. Rendimiento expresado como porcentaje del testigo sin defoliar, años 1981 Y 1983.

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. 5

CONCLUSIONES

l. Es necesario mantener intactas la estructura foto­tintética de la hoja bandera durante el período que va desde el hinchado hasta fin de floración.

2. El control de lagartas en grano acuoso dependerá fundamentalmente de la presencia o no de enfer­medades foliares.

3. Eliminar las hojas inferiores cualquiera sea el estado vegetativo y defoliaciones de la hoja bandera en es­tadios tardíos del desarrollo del grano no produce mermas en el rendimiento.

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CONSUMO Y GANANCIA DE PESO DE V AQUILLONAS ROLANDO ALIMENTADAS CON HENOS DE AVENA, ALFALFA Y LOTUS*

RESUMEN

H. Durán•• J. C. Millot S. Fernández A. Viola

Se compararon cuatro henos y un suplemento energético proteico (bloques), mediante análisis de laboratorio y determi­naciones de consumo de materia seca, materia orgánica digestible, proteína cruda, suplemento, ganancia de peso y eficiencia de conversión de heno a peso vivo.

Se utilizaron 36 vaquillonas raza Holando que ocuparon un rango de peso vivo de 155 a 247 kg al comienzo del ensayo y fueron estabuladas al descubierto durante los meses de junio y julio de 1979.

Los seis tratamientos comparados fueron: 1) heno de alfalfa; 2) heno de lotus; 3) heno de avena AX-6 (7,8'1ode proteína cruda); 4) heno de avena AX-6 con suplemento energético-proteico; 5) heno de avena G·l (6,70/o de proteína cruda), y 6) heno de avena G-1 con suplemento energético-proteico.

Los tratamientos 1, 2, 3 y 5 fueron suplementados con sales minerales "ad libitum". El consumo de henos de leguminosas (7,8 kg de MS/día) fue mayor que el de gramíneas (5,8 kg de MS/dÍa) (P,.;;; O 01), no

existiendo diferencias entre los henos de lotus y alfalfa. Existieron diferencias (P ,.;;; 0,10) entre el consumo de los henos de avena con distinta calidad (6,14 vs. 5,35 kg de MS/día).

El consumo promedio de suplemento energético-proteico fue de 74 g/dÍa cada 100 kg de peso vivo animal, no existiendo diferencias significativas entre los tratamientos. La suplementación aumentó (P ,.;;; 0,10) en 0,725 g de MS/día el consumo en el heno de avena con menor contenido proteico (aumento de 13,6%).

El consumo diario de materia orgánica digestible de los henos de leguminosas (4,145 kg) fue significativamente superior (P ,¡;; 0,01) al de gram Íneas (3,05 kg). Los consumos de heno de avena difirieron significativamente (P,.;;; 0,01) correspondien­do los mayores valores a la avena AX-6 (3,25 kg de MOD/dÍa).

Las ganancias de peso obtenidas con los henos de leguminosas (0,693 kg/día) fueron mayores (P,.;;; 0,05) que las obteni­das con los henos de avena, no existiendo diferencias entre alfalfa y lotus, ni entre los tratamientos de gramíneas (0,453 kg/día).

SUMMARY

Four hays and one all-concentrate supplement (blocks) were compared through determinations of: drymatter intake, di­gestible organic matter, crude protein, supplement, daily gain.

F'risian hcifers (36) with a live-weight range from 155 to 247 kg at the beginning of the experiment were placed in yards from June to July in 1979.

The evaluated treatments were: 1) alfalfa hay; 2) birdsfoot trefoil hay; 3) hay of AX-6 oat (7.8'1oofcrudeprotein);4) hay of AX-6 oat with energetic-proteic supplement; 5) hay of G-1 oat (6.70/o of crude protein), and 6) hay of G-1 oat with all-con­centrate supplement. The treatments 1, 2, 3, and 5 were supplemented "ad libitum" with minerals.

The intake of legume hays (7 .8 kg of DM/day) was greater than the intake of grass hay (5.8 kg of DM/day) and there were no differences between birdsfoot trefoil and alfalfa hay s.

The different quality of both oat hays determined intake differences (6.14 vs. 5.35 kg of DM/day). The average intake of all-concentrate supplement was 74 g/day 100 kg of live-weight without significative differences

among treatments. The all-concentrate supplement increase (13.6%) 0.725 g DM/day the oat hay intake of less protein con­centration.

• Forma parte del trabajo de Tesis de Graduación (Fac. Agronomía) de los dos Últimos autores. •• Jefe de Proyecto (M. Se.) Lechería, Técnico Adjunto (M. Se.) Proyecto Forrajeras hasta diciembre 1979 y Bachilleres en

Tesis, respectivamente. Estación Experimental Agropecuaria La Estanzuela .

1984

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Legume hays have greater daily intake ofdigestible organic matter (4.145) than grass hays (3.05 kg). The oat-hay intake were singnificantly different, being AX-6 oat (3.25 kg of DOM/day) the highest. Legume hays produced rates of gain (0.693 kg/day) greater than oat hays. There were no differences either between alfal

fa and birdsfoot trefoil, or between grass treatment (0.453 kg/day).

INTRODUCCION

La henificación es una técnica recomendada desde hace muchos años, como forma de trasladar los exce­dentes forrajeros de primavera para los períodos de escasez, fundamentalmente el invierno (Boerger, 1935). Actualmente es una práctica corriente en las zonas lecheras, constituyendo la principal fuente de voluminosos en la cuenca lechera de Montevideo (DIEA, 1981; DIEA, 1979).

El cultivo clásicamente recomendado para heno es la alfalfa y existe abundante información al respecto y también de trabajos nacionales referidos a los facto­res que afectan su valor nutritivo incluyendo tanto el estado de madurez como las formas de elaboración dei heno, variedades, etc. (Borrajo, 1865; Chiara, 1972).

Sin embargo, en la cuenca lechera de Montevideo, la alfalfa no es el cultivo más usado para heno, consti­tuyendo el 23% del total de forrajes henificados. Esto es probablemente debido a las dificultades de instala­ción y persistencia del cultivo que ha determinado que la participación del mismo sea de sólo 2% del área lechera total encuestada por DIEA (1981).

El heno de pradera y el de avena representan el 49 y 15,9% sobre el total, lo que pone de manifiesto Ja importancia de iniciar estudios de evaluación de los mismos. La avena es utilizada en algunos países para heno. Fernández y Viola (1980) han presentado una revisión de la información obtenida, tanto respecto del valor nutritivo y adecuación para crecimiento, co­mo de información nacional referida a manejo del avena! para heno y rendimientos obtenidos. Corres­ponde mencionar que no es difícil superar las cifras de 150 fardos/ha aplicando un manejo racional de pastoreos, siendo además un cultivo simple de heni­ficar.

Con respecto al heno de praderas, la variabilidad de rendimientos y calidad puede ser obviamente muy alta, dependiendo de las especies y manejos involucra­dos, aunque es muy claro que en la medida que se ob­tenga un predominio de leguminosas el valor nutriti­vo será más alto. En este sentido, el lotus es una espe­cie que ha tenido una difusión creciente y que nor­malmente hace una contribución importante a Ja dis­ponibilidad de forraje en las fechas en que frecuente­mente se hace heno, y del cual se dispone de muy po­ca información, tanto nacional como extranjera, en cuanto a su valor alimenticio.

Por estas razones se planteó el presente experimen­to, con el objetivo de evaluar y comparar parámetros de valor nutritivo y comportamiento animal de dos henos de avena con y sin suplemento proteico, de he­no de lotus y un testigo constituido por heno de al­falfa.

MATERIALES Y METODOS

El presente experimento se diseñó con el propósi­to de evaluar estimadores de valor nutritivo y ganan­cia de peso de henos de avena y lotus comparados con el heno de alfalfa en carácter de testigo.

Este ensayo se llevó a cabo en la Unidad Experi­mental de Bovinos de Carne del Centro de Investiga­ciones Agrícolas "Alberto Boerger", La Estanzuela (Colonia, Uruguay), durante los meses de junio y julio de 1979.

Se evaluaron cuatro henos diferentes: dos de legu­minosas y dos de gramíneas. Estos fueron: heno de al­falfa, de lotus, de avena (porcentaje proteico medio) identificado como AX-6 y otro heno de avena (por-

centaje proteico bajo) identificado como G-1. Todos los henos fueron cosechados en potreros de la UEDP de Lechería.

Además, en Jos henos de avena se estudió el efecto de la suplementación energético-proteica para lo que se utilizaron bloques de suplementación Shell (30% de proteína, 2°1. de fósforo, 2% de fibra, 1,5% de calcio, 15°1. de sal, 5% de grasa y 52% de ENN).

Los tratamientos estudiados se detallan a conti­nuación:

-··Tratamiento 1: heno de alfalfa (testigo). - Tratamiento 2: heno de lotus. - Tratamiento 3: heno de avena AX-6 cosechado

al estado de grano pastoso blando. - Tratamiento 4: heno de avena AX-6 cosechado

al estado de grano pastoso blando y suple­mentado.

-- Tratamiento 5: heno de avena G-1 cosechado al estado de grano pastoso duro.

-· Tratamiento 6: heno de avena G-1 cosechado al estado de grano pastoso duro y suplemento.

Se emplearon 36 vaquillonas de raza Rolando naci­das entre el 26/8/77 y el 28/9/78. Al comienzo del ensayo tenían entre 8 y 20 meses de edad y sus pesos variaban entre 155 y 247 kg.

Previo al ensayo los animales recibieron un trata­miento antiparasitario a base de Banminth 11 y un complejo vitamínico A, D y E. Durante el ensayo tu­vieron acceso a sales minerales (Gropper) suministra­das en bloques, con excepción de aquellos animales que consumían suplemento energético-proteico.

Para la realización del ensayo se utilizaron 18 co­rrales ( 4 X 4 m), alambrados y con piso de hormigón, ubicándose 2 vaquillonas por corral. Los comederos eran jaulas de madera y como bebederos se utilizaron piletas de material.

Siete días antes de comenzar el período experi­mental, las vaquillonas fueron ubicadas en sus respec­tivos corrales, asignados por sorteo, suministrándoles el alimento que le correspondía a cada una para obte­ner un acostumbramiento adecuado.

Los seis tratamientos se asignaron a las 36 vaquillo­nas mediante un diseño de bloques al azar con 6 repe­ticiones. Las ganancias de peso se estimaron por el coeficiente de la regresión lineal ({3), entre los pesos sucesivos y los intervalos de tiempo correspondientes.

Durante los dos meses que duró el ensayo y antes de cada prueba de consumo, se realizaron pesadas de Jos animales con el objeto de determinar la ganancia diaria de peso de cada uno. Las determinaciones de peso se realizaron temprano en la mañana (7 a.m.) de forma de obtener la máxima uniformidad en el conte­nido de alimento del tracto digestivo de los animales.

El alimento se ofreció dos veces al día "ad libi­tum ",Ja primera vez de mañana (11 a.m.) y la segun­da de tarde (5 p.m.). Siempre se calculó un exceso aproximado de 10% sobre el consumo estimado.

El alimento rechazado se retiró diariamente antes de efectuar el suministro de la mañana.

El abastecimiento de agua fue continuo y diaria­mente se controló la limpieza de los bebederos.

Cada diez días y durante dos días consecutivos el alimento ofrecido fue pesado al igual que el rechazo obtenido. De esta forma, durante el período experi­mental se realizaron seis pruebas de consumo. Estas pruebas permitieron, mediante los distintos registros (alimento ofrecido, rechazo y pérdidas por manipu­leo), estimar el consumo real promedio por cada par de animales en kilos de materia seca (MS).

Para la comparación de los resultados referentes al consumo de alimentos se empleó un diseño estadísti-

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. 5

co de parcelas divididas en bloques al azar, con tres repeticiones, siendo la parcela principal el par de va­quillonas y las subparcelas, las pruebas de consumo sucesivas.

También se efectuaron determinaciones de suple­mento energético-proteico (bloques) en los tratamien­tos que Jo incluían.

Se tomaron muestras del material ofrecido y recha­zado de ca?a tratamier1:to durante las 6 pruebas de consumo, siendo sometidas a evaluación de materia orgánica (MO), nitrógeno total (N), por Ja técnica de Kjeldahl, calculándose la proteína cruda (PC) como N X _6,25, y d~ digestibilidad "in vitro" de Ja MO por el metodo de T11ley Y Terry (1963). Del material ofre­cido también se realizó análisis botánico.

RESULTADOS Y DISCUSION

Entre las distintas estimaciones realizadas para de­~erminar el valor nu~r!t~vo de los henos, un aspecto importante fue el anahs1s de calidad de los cuatro fo­rrajes empleados.

1. Análisis de calidad

Los valores resultantes del análisis botánico de Jos cuatro henos se presentan en el cuadro l.

Cuadro l. Porcentaje de materia seca, materia orgánica y pureza de los cuatro henos.

Heno ofrecido ('lo) de MS 'lode MO en Pureza

en la MS ('lo)

Alfalfa 84 90 76 Lotus 85 90 61 Avena AX-6 86 91 90 Avena G-1 86 91 84 Promedio (x) 85,25 90,5 77,75

En. la columna correspondiente al porcentaje de ~atena seca, se observa que no existieron diferencias importantes entre los cuatro henos. Estos ocuparon un rango de 84 a 86%, con un porcentaje promedio de MS para los cuatro henos de 85,25.

Tampoco resultaron importantes las diferencias en porcentaje de materia orgánica, que promediaron 90,5 entre los cuatro henos.

Al observarse los resultados del análisis de pureza aparec~n ~as diferencia~ más importantes. La purez~ alcanzo mv_eles promed10s de 68,5•1, en las legumino­sas Y ~esulto menor que el promedio alcanzado por las ~ammeas, que fue de 87%. Esta diferencia se explica­na por e.l hecho de que la alfalfa y el lotus provenían de un primer corte de limpieza de los cultivos donde la proporción de malezas era superior a la de los he­nos de cultivos anuales.

Los resultados obtenidos del análisis de laboratorio referente a proteína cruda y materia orgánica digesti­ble "in vitro" de los cuatro henos y de las fracciones puras de cada uno de ellos, se presentan en el cua­dro 2.

En este cuadro se observa claramente cómo los ni­v~l~s ~e proteína cruda del heno de alfalfa fueron sig­mf1cativamente superiores (P ,,,;; 0,01) que los niveles del heno de lotus y de los henos de avena. El heno de lotus difirió significativamente (P ,,,;; 0,01) de los he­nos de avena en el porcentaje de proteína cruda. En-

Cuadro 3. Análisis de calidad de los henos de avena.

Fracción grano 'lo %MOD 'lo PC 'lo

21 Cuadro 2. Proteína cruda y materia orgánica digestible de los

cuatro henos y sus fracciones puras.

Proteína cruda ('lo) MO digestible ('lo) Heno

Alfalfa Lo tus Avena (AX-6) Avena (G-1)

Heno ofrecido

16,90 a•• 10,00 b

7,80 c 6,70 c

Heno Heno Heno puro ofrecido puro

19,80 a•• 61,90 a•• 64,00 a•• 14,20 b 57,00 b 60,00 b 8,70 c 56,20 b 61,00 b 7,60 c 53,40 b 57,00 b

• Datos calculados sobre la base de materia seca. •• Los datos con diferentes letras difieren significativamente

(P,,;;0,01 ).

t~e li;is henos de avena no existieron diferencias signi­f1cat1vas. Los valores coinciden con los reportados por Corral et al. (1977) para porcentaje de proteína cruda en heno de avena.

Al comparar el nivel de proteína en el heno "ofre­cido" se ve que el heno de alfalfa supera en un 69% al heno de lotus, mientras que en los materiales puros esta diferencia fue menor alcanzando un 39%. Esto no se da cuando se compara el heno de alfalfa con Jos he­nos de avena; las diferencias en proteína cruda entre estos henos prácticamente se mantienen en heno "ofrecido" y "puro".

Al analizar los datos referentes a materia orgánica digestible "in vitro" de los cuatro henos se observa cómo el heno de alfalfa difirió signifi~ativamente (P ,,,;; 0,01) de los demás henos, tanto en el ofrecido como en el heno puro. La alfalfa resultó un 11 5% superior en MOD que los demás henos en Ja fracclón "heno ofrecido" y un 7 ,9% superior en la fracción "heno puro". Entre el heno de lotus y las avenas no hubo ?ifer.e~~ias significativas (P,,,;; 0,01), alcanzando una d1gest1b1hdad promedio de 55,5 y 59 33,,, en las fracciones "heno ofrecido" y "puro", resp°ectivamen­te. En los henos de avena hubo una tendencia a pre­sentar mayores niveles de MOD y PC en el AX-6 cose­chado a estados más tempranos. Los niveles de MOD de los henos de avena coinciden con Corral et al (1977). .

Es importante destacar cómo las impurezas no afectaron los distintos valores ya que tanto en el ma­ter~l ofrecido como en el puro, las diÍ'erencias signifi­cativas establecidas entre las distintas especies se man­tienen. Esta estabilidad se observa tanto en los niveles de PC como en los de MOD. A pesar de las diferentes distribuciones que podemos apreciar entre los henos ofrecido y puro, las impurezas no alcanzan a enmasca­rar los distintos resultados.

Los resultados del análisis botánico de los henos de avena y los diferentes niveles de proteína y digestibili­dad de las fracciones resultantes de este análisis se pueden observar en el cuadro 3.

Básicamente las dos fracciones separadas y analiza­das fueron grano y hoja + tallo. Cada una de las frac­ciones fue cuantificada porcentualmente dentro del total de heno ofrecido y se determinaron los niveles respectivos de proteína y digestibilidad "in vitro".

La diferencia importante entre los henos de avena aparece en el porcentaje de grano. Esta fracción de capital importancia, fue un 17% superior en el h~no de avena AX-6. En relación a las digestibilidades de la fracción grano de cada heno, no se encontraron dife­rencias importantes y el promedio fue de 68 6% de MOD. La estimación de la digestibilidad de la ~atería orgánica de la fracción grano por metodologías "in vi-

Fracción hoja y tallo Total %MOD 'loPC 'loMOD 'loPC

Avena AX-6 40,00 68,70 11,16 50,10 54,50 6,67 54,80 7, 1 Avena G-1 34,13 68,48 10,42 49,60 50,33 5,74 48,30 5,5

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Cuadro 4. Análisis de calidad de los henos de leguminosas.

Especie Fracción Porcentaje en el heno ofrecido

Alfalfa Hoja 45,0 Tallo 30,6 Total 75,6

Lotus Total 61,0

tro" puede ser cuestionada por no llegar a valores exactos, pero aparece como una aproximación intere­sante y son muchos los autores que han utilizado esos valores en diferentes estudios (Corran et al., 1977 ).

La proteína cruda de las fracciones grano no mues­tra variaciones importantes entre los dos henos ana­lizados.

En lo referente a los porcentajes de hoja + tallo, podemos observar que hubo una gran similitud entre los dos henos de avena y que el promedio fue de 49,80°1 •. Las diferencias importantes aparecen en la calidad de esta fracción. La digestibilidad de hoja + ta­llo en la avena AX-6 fue un 8,3% superior que en la avena G-1. Las diferencias en proteína cruda favore­cieron también a la AX-6, que mostró un 16 2% de su­perioridad que la G-1 en el análisis de esta fr~cción.

Los valores totales de materia orgánica digestible y proteína cruda para los dos henos de avena fueron calculados sobre la base de los porcentajes de grano y hoja + tallo de cada uno de los henos y sus respectivos porcentajes de materia orgánica digestible y proteína cruda. Es de destacar la importancia de la fracción grano, ya que dado su alto valor nutritivo realiza un aporte importante en la digestibilidad y proteína cru­da total del heno.

Del análisis del cuadro 3 se desprende la superiori­da? en materia orgánica digestible (13,5%) y en pro­te1na cruda (29,lo!.) del heno de avena AX-6 material henificado en estados más tempranos de' madurez (grano pastoso blando). Se deduce entonces que el he­no resultante de esta avena aparece con mayores atri­butos para manifestarse como un material de superior valor nutritivo dentro de las avenas.

Cuando se realizó el análisis de calidad de los he­nos de leguminosas, en alfalfa se determinaron dos fracciones: hoja y tallo. Estas fracciones se cuantifica­ron en forma porcentual y se les determinó la digesti­bilidad "in vitro", la proteína cruda y el porcentaje de cenizas. En el heno de Iotus, ante la imposibilidad práctica de separar la fracción hoja, se analizó la hoja y el tallo en forma conjunta (cuadro 4 ).

Es de destacar la diferencia en proteína cruda total entre los dos henos. Los niveles de PC en alfalfa fue­ron un 40% superiores que en lotus (19,9 vs. 14,2%). La diferencia en materia orgánica digestible no fue tan importante como la registrada en proteína.

La relación hoja/tallo en el heno de alfalfa fue de 60/40. Esta relación se asemeja bastante a la reporta­da por Meyer et al. (1956 ), quienes establecieron va­lores de 63/37 para el estado de emergencia floral.

La relación establecida entre proteína de la hoja y proteína del tallo fue de 2 :l. Estos resultados coinci­den plenamente con los reportados por Dent y Zales­ky. (1954) quienes establecieron que la proteína de la hoja de alfalfa duplicaba a la de los tallos. No coinci­den con los resultados reportados por Labarthe (1940) y Watson y Nash (1960), quienes determina­ron que la proteína de las hojas triplicaba los valores de la de los tallos.

El análisis de calidad de los cuatro henos emplea­dos permite establecer un rango de valor nutritivo. El heno de alfalfa aparece como el alimento de mayor je­rarquía dentro del rango. El heno de lotus ocupa una posición intermedia aunque se ubica más cerca de la alfalfa. Los henos de avena ocuparían el último esca­lafón en este rango de calidad y aunque no aparecen

Porcentaje en MOD PC Cenizas la alfalfa (º/o) ('lo) ('lo)

60 70,0 25,1 12,4 40 55,6 12,3 7,4

100 64,2 19,9 8,9

60,3 14,2 9,5

como significativamente diferentes entre ellos, la ave­na AX-6 muestra niveles mayores de proteína y diges­tibilidad.

2. Estimaciones de consumo

Los consumos diarios promedio de materia seca por animal y referido en forma porcentual al peso vi­vo para cada tratamiento, corresponden a promedios sobre la base de 36 determinaciones de 6 animales evaluados durante las seis pruebas de consumo reali­zadas en los dos meses que duró el experimento (cua­dro 5 ).

Cuadro S Consumo diario promedio de los distintos tratamientos.

Alfalfa Lo tus Avena AX-6 Avena G-1 Avena AX-6 e/suplemento Avena G-1 e/suplemento Promedio (x)

LSD (O,l)

Consumo diario promedio Kilos de MS Porcentaje

por día del peso vivo

7,89 a• 3,43 a• 7,81 a 3,46 a 6,14 b 2,71 be 5,35 e 2,53 b 5,61 be 2,56 b 6,07 b 2,78 e 6,46 2,91 1,47 0,20

• Los datos con diferentes letras difieren significati­vamente (P<;; 0,1 'lo ).

Es de destacar que no hubo diferencias importan­tes entre las determinaciones promedio de cada par de animales entre las seis pruebas de consumo realizadas. Cuando se estudió la interacción tratamiento por pe­ríodo, ésta no resultó significativa en los seis trata­mientos evaluados para los distintos períodos.

Del análisis del cuadro 5 se desprende que el con­sumo promedio de henos de leguminosas (7 ,8 kg de MS/día) fue significativamente superior (P .;; 0,01) que el de henos de gramíneas (5,8 kg de MS/día), no existiendo diferencias entre los henos de lotus y alfal­fa. Los consumos de henos de avena de distinta cali­dad aparecen como significativamente diferentes (P .;; 0,01). El consumo mayor correspondió al heno de avena AX-6 (14,8% superior) que aparecía previa­mente con mayores niveles de PC y MOD que el heno de avena G-1. Si bien entre las avenas no existieron di­ferencias importantes en calidad, sí aparecen tenden­cias bien claras que muestran valores mayores de pro­teína y materia orgánica digestible en la avena AX-6 cortada en estados más inmaduros. Cuando se midió el efecto de la suplementación en el consumo volunta­rio de estos dos henos, vemos que fue significativa­mente superior (P.;; 0,01) en el heno de más baja cali­dad. En estas circunstancias en que la proteína sería supuestamente limitativa, la suplementación adecua­da de este elemento aumentaría la digestibilidad del forraje, incrementándose la tasa de pasaje y, por con­siguiente, el consumo. En la avena G-1 la suplementa­ción energético-proteica aumentó (P.;; 0,01) en 0,720 kg de materia seca/día (aumento relativo de 13,5°1,) el consumo de este heno, superando los valores de la avena AX-6. En esta avena no se registraron incremen-

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. 5

23 Cuadro 6. Consumo de suplemento energético-proteico para las dos. avenas.

CONSUMO

Especie Kilos/día Kilos de peso Kilos cada Kilos prome-

Bloque (dos ani- vivo (dos 100 kg de dio por día males) animales) peso vivo

diarios

0,240 a 330 0,073 a Avena AX-6 11 0,303 a 446 0,068 a 0,067

III 0,314 a 525 0,060 a

0,290 a 320 0,091 a Avena G-1 II 0,459 a 460 0,099 a 0,080

IIl O 275 a 538 0,05l"a

Promedio (x) 0,313 436 0,074 0,074

Cuadro 7. Estimaciones de ganancia de peso mediante análisis de regresión.

Ecuaciones de Coeficientes Ganancia Ganancia to· regresión de determi- diaria de pe· tal del perío-

Y=a +{3X nación (r2) so vivo ((3) do (kg)

Alfalfa Y= 200,83 + 0,690 X 0,993 0,690 a* 43,660 Lo tus Y = 200,50 + 0,693 x 0,952 0,693 a 43,700 Avena AX-6 y = 209,92 + 0,489 X 0,900 0,489 b 30,800 Avena G-1 e/suplemento y= 204,56 + 0,465 X 0,990 0,465 b 29,300 Avena AX-6 e/suplemento Y = 203,99 + 0,461 X 0,940 0,461 b 29,000 Avena G-1 y = 200,74 + 0,397 X 0,953 0,397 b 25,000 Promedio (x) 0,533 33,600

Los datos con diferente letra difieren significativamente (P<;;0,05}.

tos significativos en el consumo voluntario de materia seca como consecuencia de la suplementación (6 14 contra 5,61 kg). '

La segunda columna del cuadro 5 muestra los con­Sl;lmos r~feridos ª! P.eso vivo en forma porcentual. Las d1~erenc1as estad1st1cas establecidas entre los trata­mientos .para consumo de materia seca prácticamente se mant.1enen. Las leguminosas registraron consumos P.romed10s de 3,4% y las gramíneas de 2,6% del peso vivo: El consumo promedio de heno para los seis tra­tamientos fue de 2,91 'lo y se ajusta a los valores regis­trados por Verma, Mukherjee y Rekib (1971) y Butt­chman Y Nemken (1964) para esta categoría de ani­males.

Otra determinación que se estudió a lo largo del ensay?. fue el ~onsumo de bloques de suplemento energetico-prote1co. En el cuadro 6 aparecen los resul­tados de estas estimaciones.

El ~onsumo diario promedio de suplemento, cada dos animales, a lo largo de los 63 días del experimen­to fu~ d.e 313 g para los dos henos de avena. Aunque no existieron diferencias significativas en el consumo de suplemento, hay una tendencia que se puede ob­servar en el cuadro 6 a mostrar un mayor consumo en el. hen? G-~ de más bajo nivel proteico y materia orgá­nica digestible.

El _consumo promedio cada 100 kg de peso vivo P.or d1a fue de 74 g no existiendo diferencias significa­tivas (P .;; 0 .• 01) entre I.~s dos materiales comparados, pero apareciendo tamb1en una tendencia (cuadro 6) a ~ostrar mayor consumo en el heno de más baja ca­hdad.

3. Estimaciones de ganancia de peso

. Las ganancias de peso diarias registradas por los animales que consumieron los seis henos analizadas por regresión y las ganancias totales del ~eríodo se presentan en los cuadros 7 y 8. '

Las ganancias de peso diarias obtenidas con Jos he­nos de leguminosas (0,693 kg) fueron significativa­mente mayores (P .;; 0,05) que las obtenidas con he-

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Cuadro 8. Efecto de la suplementación sobre la ganancia de peso.

Ganancia diaria Sin Con

suplemento suplemento

Avena AX-6 Avena G-1

0,489 0,397

0,461 0,465

Aumento relativo

6, 10 ( 94,4%) + 16,94(116,90/o)

nos de avena. Entre los henos de lotus y alfalfa no existieron diferencias y los aumentos logrados en el período experimental ( 63 días) fueron similares ( cua­dro 7).

Entre los henos de gramíneas tampoco hubo dife­rencias significativas (P .;; 0,05) aunque es importante desta~ar la diferencia de 0,091 kg de peso vivo (23,3% superior) entre los dos henos de avena evaluados sin suplemento (0,489 vs. O, 397 kg para AX-6 y G-1 res-pectivamente) (cuadro 7 ). '

Al estudiar el efecto de la suplementación en la ga­nancia de peso de los henos de avena (cuadro 7) se ~bserva que si bien no existieron diferencias significa­tivas (P < 0,10), hay una clara tendencia al registro de mayore.s_ ganancias como consecuencia de la suple­mentac1~n en el heno de avena G-1, con más bajo ni­vel proteico. Las diferencias a favor de ese heno suple­mentado fueron de 0,068 kg de peso vivo.

Es importante destacar las ganancias registradas con los henos de avena (0,443 kg/día) en esta catego­ría de vacunos durante los meses de invierno, lo que muestra a las claras la factibilidad del empleo de este heno para el mantenimiento de ganado de reposición en tambos. De esta forma se estaría aumentando la disponibilidad de pasturas mejoradas para el ganado en producción.

CONCLUSIONES

El consumo de heno de avena, si bien fue inferior al de las leguminosas, puede considerarse aceptable tomando en cuenta los valores de digestibilidad y pro­teína presentados por el forraje.

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No se presentaron problemas de bajo consumo que pudieran estar relacionados a la palatabilidad del fo­rraje de avena.

Los resultados obtenidos indican que el heno de avena constituye un forraje adecuado para la suple­mentación invernal de terneras y vaquillonas de tam­bo, puesto que las ganancias de peso obtenidas (0,453 kg/día) son plenamente satisfactorias aún tomando en cuenta esquemas intensivos de crianza con entore a los 15 meses de edad.

La suplementación energético-proteica no tuvo el efecto esperado sobre la base de otras experiencias realizadas anteriormente. De los resultados obtenidos no puede recomendarse su utilización en las condicio­nes de este experimento, aunque se observó una ten­dencia a mejorar el consumo de materia seca en el he­no de inferior calidad, pero sin reflejarse en aumentos significativos de peso.

La información obtenida sobre heno de avena de­bería complementarse con estudios que permitan aclarar las relaciones entre época de siembra y época de corte para henificación con rendimiento en forraje, valor nutritivo y ganancias de peso. También debería considerarse la posibilidad de mejorar la calidad del heno con siembras consociadas con leguminosas.

Los resultados obtenidos sugieren que el heno de lotus puede reemplazar al de alfalfa sin que se afecte el comportamiento animal en consumo voluntario como en ganancia de peso. La escasa información ex­perimental sobre el valor alimenticio de este cultivo henificado y la creciente difusión del mismo en el país, junto con su gran capacidad de adaptación fren­te a diferentes suelos, indican la necesidad de profun­dizar el estudio de este cultivo como forrajera henifi­cable.

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10. LABARTHE, C. A. 1940. El heno de alfalfa en la ali­mentación del ganado. La Plata, Argentina, Direc­ción de Agricultura, Ganadería e Industria, 30 p.

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CONTROL QUIMICO DE ENFERMEDADES DE CEBOLLA EN ALMACIGO Y EN EL CULTIVO

RESUMEN

Roberto Bernal • Carlos Piñe iro

Se probaron difere~tes fungicidas para el .control de enfe~medades (Botrytis sp. y Peronospora destructor) de cebolla (Al/ium cepa L.) en almacigo en 1983 y en cultivo durante los anos 1982 Y .t 9~3. . . . .

Ensayo en almácigo en 1983. Los mejores fungicidas fueron Dyre~e (anilazma), Sum1scle~ (procym.1done), Rovral,(1prod!o­ne) Ronilan (vinclozolin) y Tricarbamix (zineb, maneb, ferban) mas azufre. Estos tratamientos aplicados cada 7 o 1 S drns no ~ostraron diferencias significativas entre sí. El Daconil 2787 (clorotalonil) y el Benlate (benomyl) presentaron buen com portamiento en tratamientos cada 7 días, al igual que el Tecto (tiaben~azole) a_su dosis más alta., .

Ensayo en el cultivo en t 982. Se destacaron los siguientes fungicidas (aplicados cada 10 d1as) _en su efecto sobre :1 r~nd1-miento, peso medio de bulbo y control de enfermedades: Rovral (iprodione}, Sumisclex (pr?cym1d~ne), Dyr_ene (an1lazma), Tricarbamix (zineb maneb ferban) más azufre, y Difolatan 4 F (captafol). El control de tnps (Thnps. tabac1) cuando se ob­servó alta infestacibn (may~r a 1 s trips/planta) resultó en un aumento significativo del rendimiento Y calidad del ~ulbo.

Ensayo en el cultivo en 1983. Los tratamientos con Difi;ilatan 4 ~ (captafol} '. Di~hane M 45 (~ancozeb}_(apll~ados cada. 7 días), Sumisclex (procymidone) (aplicado cuando aparecio Botryt1s}, y las apllcac10nes de Sum1scl:x ? R1~omtl (me~alaxil} (llevadas a cabo en el momento que aparecía Botrytis o peronospora}, diero? result?dos altamente,sig?1ficat1~os. pe~1do ~la especifidad del Ridomil en el control de ficomicetos, tuvo resultados no sall~factono.s Y no mostro ~1~erenc1~s s1gmficat~vas con el testigo cuando fue aplicado cada 15 días. El comportamiento de Ridom~ ~ Ronilan (en las cond1c1?n:s citadas antenor­mente) fue una excepción, porque en los ensayos en el cultivo todos los fung1c1das aumentaron el rendlffi1ento Y el peso de

bulbo en referencia al testigo.

SUMMARY

Different fungicides were tested to control onion (Allium cepa L.) diseases (Botrytis sp. and Peronospora destructor) in seedbed during 1983 and field during 1982 and 1983. . . . .

Seedbed trial 1983. The best fungicides were: Dyrene (anilazina}, Sumisclex (procym1don?), Rovral (1prod10ne), Ronilan (vinclozolin} and Tricarbamix (zineb, maneb, ferban) plus sulfur. These treatments were apphed once every 7 or 1 S days and

• Técnico (lng. Agr.) y Auxiliar Técnico Proyecto Protección Vegetal, respectivamente. Estación Experimental de Citricul­

tura. INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. S

25 did not show significative differences between them. Daconil 2787 (chlorothalonil), Benlate (benomyl}, and Tecto (tiabenda­zole) the latter al high rate (each one at 7 days intervals) had good performances.

Field trial 1982. Rovral (iprodione), Sumisclex (procymidone}, Dyrene (anilazina), Tricarbarnix (zineb maneb ferban) plus sulfur, Difolatan 4 _F (captafol} were outstanding in high yield, bulb weight average and disease contro'i when ~ach one was applied at 10 days mtervals during 1982. When high infectation of thrips (Thrips tabaci) occured (more' than 15 thrips/ plant), its control resulted in significative increasing yield and bulb qua lit y.

Fie~d .tria! ~ 983. Difolatan 4 F (ca~tafol) and. Dit~ane M 45 _(mancozeb) (applied once a week), Sumisclex (applied when Botryhs mfect10n appeared), and Sum1sclex or R1domd (metalaxli} treatments (carried out when Botrytis and Peronospora in­fections we~e present) ~av: ver~ goo.d results. R~domil, due to it~ specificity for control of Phycomycetes, had a bad perfor­mance and 1t h_ad not s1gmficative d1fference~ w1th c~ntrol: Ronilan, did not show significative differences compared to con­trol when apphed once every 1 S da y s. That 1s why Rtdomli and Ronilan were the exception because in field trials all fungici-des increased yield and bulb weight. '

INTRODUCCION

El cultivo de cebolla en los alrededores de la ciu­dad de Salto abarca unas 600 ha, las que son maneja­das en dos etapas: la primera en almácigo y la segunda en cultivo. La cebolla junto a la frutilla, morrón y to­mate se ubican en Uruguay como los rubros más im­portantes de primicia hortícola. Hasta 1981 los pro­ductores cultivaban casi exclusivamente cebollas "ca­seras" (cultivares introducidos a la zona hace más de 15 años) que presentan alta resistencia a enfermeda­des de hoja y ciclo medio de maduración. Esto último condujo a la Estación Experimental de Citricultura a estudiar variedades de ciclo más corto a los efectos de obtener una mayor amplitud del período de cosecha y, por consiguiente, mejores posibilidades de lograr precios altos. En estos estudios se destacaron las varie­dades Texas Early Grano 502 y Valencianita INTA con muy baja resistencia a enfermedades de hoja. Unido a este problema de susceptibilidad a enfermedades, las mayores poblaciones de plantas por hectárea y el uso intensivo de otros aspectos de manejo determinaron que se produjera un microclima más húmedo y favo­rable para el desarrollo de enfermedades.

Muchos de los patógenos que atacan las hojas han sido determinados en Uruguay (3), pero los que real­mente crean serias pérdidas del área foliar son las cau­sadas por Botrytis sp. y Peronospora destructor. Al­ternaria porri, bajo ciertas condiciones favorables de clima, puede producir daños de magnitud.

Existen diferentes especies de Botrytis que son pa­togénicas. En un estudio realizado por Hancock y Lorbeer (2) en Nueva York, las especies de Botrytis que prevalecieron asociadas en el follaje de cebolla fueron B. squamosa, B. cinerea y B. a/li. Esta última fue aislada muy pocas veces. Las lesiones de hojas ino­culadas con B. squamosa fueron primeramente elípti­cas seguidas a los 5 a 12 días de un marchitamiento y muerte de las puntas de las hojas. En contraste con Ja anterior, B. cinerea sólo produjo manchas superficia­les sobre la parte exterior de la hoja.

Chupp y Sherf (1) informaron que este patógeno no puede infectar tejido sano en activo crecimiento. Concluyeron que las primeras esporas que se estable­cen Y germinan sobre la superficie de las hojas de ce­bolla producen una sustancia tóxica que daña las cé­lulas en áreas localizadas, muriendo posteriormente. Nuevas esporas se establecen y germinan si las condi­ciones ambientales son favorables para su desarrollo ~o~~e las manchas blancas que quedaron del ataque m1c1al. En esta segunda fase se produce la penetración a la planta a través del tejido muerto. El ataque de trips, peronospora u otros patógenos, como así tam­bién los daños mecánicos de carpidas o del viento, pueden favorecer la entrada de esta enfermedad.

De acuerdo con Messiaen y Lafon ( 5 ), para que ocurra infección por Botrytis la temperatura media diaria debe ser superior a los 8 •C, y la humedad debe mantenerse por encima de 80% durante 8 a 10 días con presencia de agua sobre las hojas (condensaciones debidas a las nieblas y rocíos fuertes). Las temperatu­ras bajas persistentes detienen la infección ya que a ··-4 •C la esporulación cesa. Por otro lado, las altas temperaturas también son desfavorables.

De un año para otro el hongo se conserva en el sue-

1984

lo en forma de esclerocios y a partir de éstos se inicia la reinfección.

En Uruguay, específicamente. en Salto, esta enfer­medad aparece primeramente como manchas blanque­cinas alargadas de 1 a 5 mm de longitud sobre las ho­jas de cebollas. Después los centros de las manchas tienden a volverse hundidos y de color marrón claro. En general, la mayoría de ellas tienen halos verdosos y la superficie de los tejidos cercana a las mismas es comúnmente plateada. En una segunda fase, el ataque produce la muerte de la punta de las hojas y en ata­ques más severos el total vuelco de las mismas. La dis­tribución de la enfermedad dentro del cultivo puede aparecer en forma de pequeños focos aislados al prin­cipio y después diseminarse totalmente. La presencia de agua estancada y altas poblaciones de plantas crean condiciones muy favorables para el ataque de Botrytis.

El mildiú de la cebolla, producido por Peronospora destructor fue observado y descripto por primera vez en 1841 en Inglaterra de acuerdo a Chupp y Sherf. Estos investigadores afirman que generalmente las ho­jas exteriores, o sea las más viejas, son las que prime­ramente resultan afectadas y cuando la enfermedad ha progresado hacia abajo, las hojas se vuelcan y mue­ren. Las láminas foliares son atacadas sucesivamente hasta que sólo subsisten las más jóvenes, las que en al­gunos casos quedan retorcidas. Este patógeno pasa el invierno como micelio en los bulbos de cebolla y co­mo esporas en el follaje viejo. La trasmisión por semi­lla, de acuerdo con estos autores, no ha sido probada todavía. Si los conidios de la peronospora se estable­cen sobre tejido susceptible, germinan en 1,5 a 7 ho­ras, dependiendo de la temperatura. La existencia de fuertes rocíos o alta humedad relativa son condicio­nes más predisponentes que el mojado de la lluvia.

El tiempo nuboso favorece la enfermedad ya que la exposición a 8 horas de luz solar, según Chupp y Sherf ( 1 ), elimina la mayoría de los conidios.

De acuerdo con Messiaen y Lafon (5 ), la esporula­ción se produce por la tarde o por la noche, necesaria­mente en una gota de agua (gotas de rocío) y dentro del rango de temperaturas entre 3 y 27 •C, siendo la óptima de 11 •C. La penetración se efectúa por el es­toma. Este proceso tarda unas 10 horas aproximada­mente. Puede considerarse como períodos favorables una noche con 11 horas consecutivas de humedad am­biental del 100% y una mañana con 6 horas de hume­dad superior al 80%.

De acuerdo con Sonoda et al. (9), los carbamatos se han usado efectivamente para controlar Botrytis. Los datos que se observan en el cuadro 1 correspon­den a parcelas tratadas con mancozeb (principio ac­tivo).

Sin embargo en Florida, según estos autores, han existido problemas para controlar esta enfermedad con el uso de mancozeb. En este mismo Estado, a su vez, el mancozeb aplicado semanalmente produce ma­yor cosecha que las parcelas no tratadas y, a su vez, el tratamiento con Benlate (benomyl) fue el que produ­jo menos hojas dañadas con Botrytis. En cambio, el Daconil 2787 (chlorothalonil), mostró menos hojas con manchas producidas por este patógeno, que el mancozeb. Sin embargo, el rendimiento de la cosecha y el tamaño de bulbo fueron reducidos. En datos no publicados por Stofella (citados por Sonoda et al.),

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26

Cuadro l. Rendimiento de las variedades Texas Early Grano 502 y Granex 33 (kgfha) en parcelas atacadas con Botrytis sq11a111osa con Y sin fungicidas (adaptado de 9).

Tratamiento

Período del Cultivar Sin fun- Con fun-

cultivo gicida gicida

1976-77 TEG 502 46.207 57.327

G. 33 56.833 62.763

1977-78 TEG 502 46.678 69.929

G. 33 47.443 69.682

Las medias son significativamente diferentes al nivel del 5% entre fungicidas (mancozeb) Y sin fungicidas.

muestran una reducción significativa en la cosecha Y tamaño de bulbo debido al uso del Daconil 2787 so­bre las variedades Texas Early Grano 502 y Granex 33.

En otro ensayo realizado por Segall y New Hall (7) encontraron que el ferban y el captan redujeron el nú­mero de manchas de Botrytis en referencia al testigo.

En un estudio realizado por Shoemaker y Lorbeer (8) utilizando tres volúmenes de a_spersi~n p~a .c~m­trolar Botrytis, no se observaron d1ferencrns s1g;i1f1ca­tivas. El fungicida utilizado fue maneb cada 7 drns.

Matsuo ( 4), en una prueba de diferentes p~oductos químicos para controlar este hongo, reporto que el mejor fungicida fue Dithane M 45.

Rahman (6), ensayando diferentes fungicidas para controlar A/ternaria porri, Botrytis squamosa y Pero­nospora destructor, concluyó que Jos mejores result_a­dos fueron obtenidos con Bravo 500 (chlorothaloml) y Ronilan (vinclozolin). El Difol~tan 4 F. (captafol) produjo buen control de A/ternaria y Romlan de Bo­trytis. El Rovral (iprodione) también mostró efectos sobre Peronospora.

El objetivo del trabajo fue de completar diferente_s prácticas de manejo realizada~ por el Proy~ct_o Horti­cultura de la Estación Experimental de C1tncultura, por lo que el Proyecto Pro~e~ción Ve~etal s~ abocó al estudio de diferentes fung1c1das, dosis y numero de aplicaciones con el fin de medir los grados de control de enfermedades y su efecto sobre el rendimiento Y calidad de bulbo.

MATERIALES Y METODOS

Durante Jos años 1982 y 1983 fueron evaluados di­ferentes fungicidas para el control ~e enfermedad~s en cebolla. Los experimentos se reahzaron el el alma­cigo y en el cultivo (postrasplante). · .

En el año 1982 en el cultivo se ensayaron los si­guientes productos: Rovral_ (iprodion~), Su~iscle~ (procymidone), Dyren~ (amlazma_), Tricarbam1x (z1-neb maneb ferban) mas azufre, D1folatan 4 F (capta­fol): Trimiltox forte (sales de cobre más m~nc~zeb), Cuprosan ( oxicloruro de cobre más maneb ~as zmeb ), Ronilan (vinclozolin), Brema (maneb, fentmacetato), Merpan (captan), Zineb ( etilen-bis-ditio-carbamato de cinc), Topsin (metiltiofan~to ), Benlate (benomyl), Daconil 2787 (chlorothaloml). .

En el año 1983 en el almácigo se ensayaron los si­guientes productos: Daconil 2787, Sumisclex, R;ovra~, Ronilan, Benlate, Tricarbamix má~ azufre, R1dom1l combi (metalaxil), Topsin, Texto (tiabendazole). .

En el año 1983 en el cultivo se ensayaron los si­guientes productos: Difolatan _4 F, Su?1iscl~x, Zineb, Ridomil, Rovral, Dyrene, Tncarbamix mas azufre, Cuprosan, Brema, Ronilan, Mikal (tris-etil-pho~phona­te de aluminio, folpet), Trimiltox forte, Daco~1l 2787 ·

Los experimentos se realizaron en una qumta par­ticular en Ja zona de Corralito, situada a unos 7 km de la ciudad de Salto. El lugar se seleccionó debido a la alta infestación existente en el predio de las enferme-

darles contra las cuales se testó los diferentes fungi­cidas.

El diseño experimental utilizado para las aplicacio· nes de productos en el cultivo fue de bloques comple­tos al azar con tres repeticiones. La unidad experi­mental consistió de 5 surcos de 5 m de largo distan­ciados entre sí a 0,65 m. Se dejaron 2 surcos de borde entre los tratamientos. Las evaluaciones se realizaron en tres surcos de 4 m de largo (total 7 ,8 m 1

). Los tra­tamientos fueron aplicados sobre toda la parcela. El gasto de agua cuando las plantas estaban en estado jo­ven fue de 200 cm 3 /m' y en estado adulto 400 cm3

/

m 2 • Los datos tomados' por parcela fueron: escala vi­sual, número de bulbos, peso y número de plantas de cebolla volcadas al momento de la cosecha.

El diseño experimental para las aplicaciones de productos en almácigos fue de bloques completos al azar con 4 repeticiones. La unidad experimental fue de 2 m de largo por 1 m de ancho. La evaluación de los fungicidas se realizó eligiendo al azar 20 plantines en el momento del trasplante, donde se evaluó: 1) nú­mero de hojas perdidas; 2) a las hojas parcialmente atacadas se les efectuó una escala de daño de 1 a 10, siendo 1 control total de la enfermedad y 10 sin con­trol; 3) se contaron las hojas sanas. El gasto de agua al aplicar los tratamientos fue de 250 cm3 /m'.

Cuadro 2. Escala utilizada para evaluar la eficacia de los diferentes fungicidas.

Escala Porcentaje de control de la enfermedad

l. 100

2. 99-95

3. 95-85

4. 85-75

5. 75-65

6. 65-55

7. 55-40

8. 40-20

9. 20- 5

10. o

La escala del cuadro 2 está basada en la o?sei:"'.a­ción visual de Jos efectos de respuesta a la aphcac1on de fungicidas sobre el co?t~ol de enfer~e~ades. L~ aplicación al follaje se reahzo con una ma_quma pulve rizadora a mochila. A todos los tratamientos se !es agregó Lorsban ( clorpirifos) para co?trolar tr~ps (Thrips tabaci), salvo el tratamiento test1g_o. Tamb1en se incluyó adherente (Chevron Spray Sticker) a los distintos tratamientos.

RESULTADOS Y DISCUSION

Cultivo año 1982

Este año hubo un ataque intenso de Botrytis sp. Y Peronospora destructor, como así también una alta población de trips. . ..

Todos Jos tratamientos tuvieron un efecto pos~t1vo en referencia al testigo. Observando la escala v1s_ual del tratamiento testigo en el cuadro ~ p~ede ªJ?rec1a~­se que el ataque de Peronospora fue sm:11Iar en mtens1-dad que el de Botrytis en la f~c~a considerada, lo ~ual

dujo notablemente el rend1m1ento en los_tratam1en­~~s con fungicidas específi~os para ~otryt1s, cas? del Topsin y Benlate (que no tienen acc10n secundaria so­bre Peronospora). Sumisclex y Rovral mostraron efec­to sobre Peronospora. Esto coincide con las obs~rva­ciones realizadas por Rahman ( 6) en r~ferenc1a al R 1 Es de destacar que aunque Dacoml 2787 con­tr~~a ~tisfactoriamente Botrytis sp. y Peronospor~ destructor, no produjo rendimiento bueno. Esto esta

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. 5

27 Cuadro 3. Año 1982. Cultivo. Efecto de fungicidas ~obre el rendimient\), peso medio de bulbo, control de Botrytis sp., Pe­

ronospora destructor y cebollas volcadas al momento de la cosecha.

Tratamientos Formu- Dosis (g o Rendimiento Peso medio Plantas Escala visual de ataque de las enfermedades, 6/10/82

Botrytis Peronospora lación cm' /100 1) (kgfha) de bulbo (g) de cebolla

volcadas

Rovral (iprodione) PM SO 100 g 29.153a•• 213ab•• 37ab•• 2,3 s Sumisclex (procymidone) PM 53,6 100 g 27.674ab 228a 23b 3,3 4 Dyrene (anilazina) PM 75 200 g 26.700abc 203abc 37ab 3,7 4

Tricarbam ix PM 250 g (zineb, 42 maneb, 14 ferban) 14 más azufre 1 so g 26.S89abc 199bcd 39a 3,3 6,6

Difolatan 4 F (captafol) CE 39 SOO cm3 2S.S89abcd 199bcd 30ab 5,3 S,6 Trimiltox forte PM

(sales de cobre, 4S mancozeb) 20 2SO g 24.896bcd 186cdef 32 ab S,7 7

Cuprosan PM (oxicloruro de cobre, 30 maneb, 10 zineb) 10 2SO g 24.S38bcde 203abc 29ab S,7 7

Ronilan (vinclozolin) PM SO 100 g 24.140bced l 87cdef 40a 3,3 8 Brema PM

(maneb, 72,8 fentinacetato) S,2 ISO g 23.S46cde 176defg 32ab 4 6,3

Merpan (captan) PM 83 180 g 23.460cde 188bcdef 36ab S,3 7,3 Zineb (etilen bis-ditio- PM 83

carbamato de cinc) 2SO g 22.704def l 93bcde 28ab 6 7 Topsin (metiltiofanato) PM 70 100 g 22.S84def l 73efg 44a 3,3 8,3 Benlate (benomyl) PM SO 80 g 22.093def 162g 3Sab 4,6 8,3 Testigo con

Lorsban (clorpirifos) CE 40,8 100 cm3 21.02Sef 16Sfg 30ab 5,7 9 Daconil 2787 (chlorotha-

lonil) PM 7S 200 g t 9.679f 156g 33ab 2,3 6 Testigo 13.401g 109h 6,7c 9,3 9,7

DMS: (P<O,OS) 3.S87 24,87 lS,7 DMS: (P<o,o 1) 4.830 30 18,89 Coeficiente de variación (%) 10 8 29

Los valores seguidos por la misma letra minúscula dentro de columnas no difieren significativamente al nivel del SO/o de pro­babilidad. ~os fungicidas fueron aplicados cada 10 días a partir del 30/7/1982 hasta el 13/10/1982, constituyendo un total de 9 tratamientos. • • Significativo al 1 O/o.

de acuerdo con lo encontrado por Stofella (citado por Sonoda et al.) utilizando la misma variedad. Los pro­ductos cúpricos tales como Trirniltox forte y Cupro­san produjeron mejor control de Botrytis sp. que Pe­ronospora destructor, alcanzando rendimientos inter­medios respecto de los restantes productos.

Los tratamientos que mostraron mejores rendi­m!entos y peso medio de bulbo fueron: Rovral, Su­m1sclex, Dyrene, Tricarbamix más azufre y Difola­tan 4 F.

E! segundo grupo de tratamientos lo integraron Rondan, Cuprosan y Trimiltox forte.

Topsin, Benlate, Merpan y Zineb fue el conjunto d_e. fungicidas que experimentaron resultados más de· f1c1entes. El Zineb no efectuó control efectivo contra Peron_ospora. Es menester destacar el intenso ataque de tnps por lo que el testigo con insecticida rindió 7.62_4 kg/ha más que el testigo sin tratar. Esto puede explicarse ya que los insectos producen daños y heri­das favoreciendo la penetración de Botrytis de acuer­do con lo expresado por Chupp y Sherf (1).

Hay que destacar también que el testigo mostró mucho menos cebollas volcadas al momento de la co­secha que el resto de los tratamientos lo cual retarda la maduración de los bulbos a cosecha;.

Almácigo año 1983

Todos los tratamientos presentaron efectos positi­vos en comparación al testigo (cuadro 4). El ataque principal encontrado fue de Botrytis sp. Los mejores

1984

fungicidas fueron Dyrene, Daconil 2787, Sumisclex, Rovral, Ronilan, Tricarbamix más azufre y Tecto.

No existieron diferencias significativas en el con­trol de la enfermedad a distintos intervalos de aplica­ción (7 ó 15 días) con los tratamientos Dyrene, Rov­ral, Ronilan y Tricarbamix más azufre, que presenta­ron mayor número de hojas sanas.

Esto es muy importante desde el punto de vista económico pues con dos aplicaciones en lugar de cua­tro se controlaría muy bien la enfermedad. El Daconil 2787 no se comportó de la misma manera ya que apli­cado cada 7 días fue más efectivo que aplicado cada 15. El Benlate mostró un comportamiento levemente superior al Topsin y no presentó casi diferencias cuan­do fue aplicado a 7 ó 15 días; en cambio, el Top~m aplicado cada 15 días no presentó diferencias signifi­cativas con el testigo.

El Tecto a 150 cm3 no efectuó un buen control de la enfermedad aunque el comportamiento fue mejor a la dosis más alta. El Ridomil como es lógico suponer de acuerdo con su especificidad contra ficomicetos tuvo un comportamiento no satisfactorio en el con­trol de Botrytis.

Cultivo año 1983

Este año se observó únicamente ataque de Botry­tis. Sólo se encontraron ataques aislados y leves de Pe­ronospora al final del ensayo. De la misma manera que el año anterior, todos los tratamientos presenta­ron diferencias altamente significativas; excepto con

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28 Cuadro 4. Año 1983. Almácigo. Efecto de fungicidas y dosis sobre control de Botrytis sp, en plantines de cebolla.

Tratamientos

Oyrene (anilazina)

Daconil 2787 (chlorothalonil)

Formu­lación

PM 7S

PM 7S

Sumisclex (procymidone) PM S3,6

Rovral (iprodione)

Ronilan (vinclozolin)

Benlate (benomyl)

Tricarbamix (zineb maneb ferban) más azufre

PM SO

PM SO

PM SO

PM 42 14 14

Ridomil combi (metalaxil) PM SO

Topsin (metiltiofanato) PM 70

Tecto 4 F (tiabendazole) CE 4S

Testigo

DMS: (P<O,OS)

DMS: (P<0,01) Coeficiente de variación (%)

Dosis (g o cm 3 /100 1)

200 g

200 g

200 g

200 g

100 g

100 g

100 g

100 g

100 g

100 g

80 g

80 g

2SO g

1 so g

lSO g

80 g

100 g

100 g

1 SO cm3

300 cm3

Intervalo de aplica· ciones(días)

7

1 s 7

lS

7

lS

7

lS

7

IS

7

15

7

1 s 7

7

IS

7

7

Número de aplicaciones

4

2

4

2

4

2

4

2

4

2

4

2

4

2

4

4

2

4

4

Número de hojas perdidas sanas

3S,7Sab••

33,2Sa

40,7Sbcd

39,2Sabcd

36,00abc

3S,Sab

4 l ,7Sbcd

33,7Sa

40,Sbcd

3S,2Sab

44,2Sd

4S,7Sd

36,7S abe

36,Sabc

42,Scd

41,2Sbcd

45,00d

44,Sd

41,00bcd

4S,7Sd

6,67

8,87

12

0,66a••

0,64a

0,63a

0,S6b

0,62a

0,64a

0,64a

0,67a

0,62a

0,64a

0,49bc

0,4cd

0,61.a

0,6la

0,48bc

0,46cd

0,37d

0,42cd

0,48bc

0,37d

0,10

0,14

13

Hojas parcial· mente ataca· das por s•

1,94abcd••

1,90abcd

1,86abc

2,42bdc

l,Sla 2,2sabi:d

1,6 lab

1,7ab

1,87abc

1,8Sabc

2,2labcd

2,S9cde

2,1 Sabed

2,00abcd

3,0le

2,73de

3,4le

2,4lbcd

l,93abcd

3,27e

0,84

1,11

27

Los valores seguidos por la misma letra minúscula dentro de columnas no difieren significativamente al nivel del SO/ode pro­babilidad. La aplicación de fungicidas comenzó el 26/4/1983 y finalizó el l 8/S/1983. El cebollín se cosechó el 24/S/1983.

Hojas parcialmente atacadas por Botrytis sp. según escala visual (24/S/1983).

•• Significativo al l 'lo.

Ridomil y Ronilan, aplicado este último cada 15 días (ver cuadro 5 ).

Los fungicidas que produjeron los mejores resulta· dos en control de enfermedades, rendimiento y peso medio de bulbo fueron: Difolatan 4 F; Dithane M 45; Sumisclex (aplicado cuando apareció Botrytis); la al· ternancia Zineb-Sumisclex; Sumisclex-Ridomil, Rov· ral-Ridomil; Sumisclex (aplicado· cada 7 días) y Rov· ral (aplicado cada 7 días). El caso de Dithane M 45 concuerda con lo encontrado por Matsuo ( 4) en Ja· pón. El Tricarbamix con azufre, el Cuprosan, el Tri· miltox forte, Brema, Mikal, Ronilan y Dyrene experi· mentaron un buen comportamiento aunque Ronilan fue mejor aplicado cada 7 días que cada 15, al contra· rio de lo observado con Dyrene.

La alternancia de Dyrene-Sumisclex no mostró di· ferencias significativas con respecto a los mejores fun· gicidas, aunque se comportó en un grado inferior. Pul· verizar con Sumisclex cuando apareció Botrytis pro· dujo muy buenos resultados, reduciendo de esta ma· nera 5 aplicaciones. Aplicar Sumisclex o Ridomil cuando se observó infección de Botrytis o Peronospo· ra fue también excelente. En este último caso, el Su· misclex disminuyó en 7 aplicaciones y el Ridomil se aplicó sólo una vez ya que casi no existió ataque de Peronospora.

El testigo que fue pulverizado sólo con insecticidas para eliminar trips no presentó diferencias significati· vas en comparación al testigo. Esto se explica ya que en el año 1983 el ataque de este insecto fue casi ine· xistente.

El Ridomil aplicado a intervalos de 7 días nomos· tró efecto alguno ya que produjo rendimientos no sig·

nificativos en referencia a los dos testigos, debido a las razones explicadas en el ensayo de almácigo y a que no hubo ataque de Botrytis.

CONCLUSIONES

l. El cultivo de cebolla presenta respuesta positiva y altamente significativa a la aplicación de fungicidas independientemente de la constitución química de los productos, a excepción del Ridomil combi (me· talaxil) y Ronilan (vinclozolin) (aplicado cada 15 días) en el año 1983 en el cultivo.

2. En almácigo en 1983, los mejores fungicidas fue· ron: Dyrene (anilazina), Sumisclex (procymidone), Rovral (iprodione), Ronilan (vinclozolin), Tricar· bamix (zineb, maneb, ferban) más azufre, que apli· cados cada 7 ó 15 días no mostraron diferencias significativas entre sí. El Daconil 2787 ( chlorotha· lonil) y el Benlate (benomyl) présentaron buen comportamiento aplicados cada 7 días, al igual que el Tecto (tiabendazole) a su dosis más alta.

3. En el año 1982 en el cultivo, todos los fungicidas fueron aplicados cada 10 días y los que produjeron mejor rendimiento, peso medio de bulbo y control de enfermedades fueron: Rovral (iprodione), Su· misclex (procymidone), Dyrene (anilazina), Tricar· bamix (zineb, maneb, ferban) con azufre, y Difola· tan 4 F ( captafol ). Controlar trips cuando existe alta infestación (po· blación mayor a 15 trips por planta) resultó en un aumento significativo del rendimiento (7 .624 kg/ ha más que el testigo) y calidad de bulbo (peso me· dio: 165 g).

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. S

cuadro 5. Año 1983. Cultivo. Efecto de fungicidas sobre rendimiento control de Botrytis sp y plant de b u 'd ¡ la cosecha. ' · as ce o a ca1 as a momento de

Tratamiento Formu­lación

Difolatan 4F (captafol) CE 39 Dithane M4S (mancozeb) PM 80 Sumisclex (procymidone) PM S3,6

Zineb (etilen bis-ditiocar- PM 83 bamato de cinc) -Sumisclex (procymidone) PM S3,6

Sumisclex (procymidone)

Ridomil combi (metalaxll) PM SO

Rovral (iprodione) - PM SO

Ridomil combi (metalaxil) PM SO

Sumisclex (procymidone) PM SO

Rovral (iprodione)

Dyrene (anilazina)­

Rovral (iprodione)

Dyrene (anilazina)

Dyrene (anilazina) -

PM SO

PM 7S

PM SO

PM 7S

PM 7S

Sumlsclex (procymidone) PM S3,6

Trlcarbamlx PM (zineb, 42 maneb, 14 ferban) 14 más azufre

Dyrene (anilazina) PM 7 S

Cuprosan PM (oxicloruro de cobre 30 zineb 10 maneb) 10

Rovral (iprodione) PM SO

Brema (maneb PM 72,8 fentinacetato) S,2

Ronilan (vinclozolin) PM SO

Mikal (phosethyl Al PM SO folpet) 25

Trimiltox forte PM (sales de cobre, 4S mancozeb) 20

Daconil 2787 PM 7S ( chlorothalonil)

Sumisclex (procymidone) PM SO

Testigo

Ronilan (vinclozolln) PM SO

Testigo con Lorsban CE 40,8 (clorpirifos)

Rldomil combi (metalaxil) PM SO

Ridomil combi (metalaxil) PM SO

DMS: (P<O,OS)

DMS: (P<0,01)

Coeficiente de variación ('Vo)

Dosis (g o cm'/100 1)

600 cm 3

2SO g

100 g

2SO g

100 g

100 g

80 g

100 g

80 g

100 g

100 g

200 g

100 g

200 g

200 g

100 g

2SO g

lSO g 200 g

250 g

100 g

1SO g 100 g

300 g

2SO g

200 g

100 g

100 g

100 g

80 g

80 g

Intervalo Número de Rendimiento Peso medio Plantas de de aplica- aplicaciones (kgfha) de bulbo (g) cebolla ~~~~ ~~

7

7

Cuando apa­reció Botrytis

Uno u otro

cada 7 días

Cuando apare­ció Botrytis o

Peronospora

Uno u otro

cada 7 dÍas

7

7

Uno u otro

cada 7 dÍas

1S

Uno u otro

cada 7 dÍas

13

13

8

6

7 .

6

7

6

13

13

7

6

6

7

6

7 13

7 13

7 13

lS 6

7 13 7 13

7 12

7 13 7 13

lS 6

lS 6 2

Cuando apa-reció Peronospora

7 13

32.2SSa.. 238a**

32.1S6a 20lbcde

31.836ab 229ab

31.Sl6abc 206bcd

30.661abcd 2llabc

29.700abcde 194cdef

29.S93a·f 20lbcde

29.486a-f l 98cde

29.272a-g l 93cdefg

28.3 lOa-g l 9Scdef

27 .990a-i l 93cdefg

2 7 .669b-i l 98cde

27.S63b-i l 96cde

27.4S6c-i 187cdefgh

26.922d-j l 8Scdefgh

26.922d-j l 97cde

26.708d-j 186cdefgh

2S.746f-j l 87cdefgh

2S.319f-k 193cdefg

2S.106g-I 177defgh

24.46Shijkl l 87cdefgh

23.930ijkl l 7Sefgh

23.076jkl 16Sfgh

22.862jkl 163gh

21.2601 1 S7h

20.9391 l 60h

4.376

S.836

10

30,8S

38

10

63a

S7ab 30cdefgh

40abcde

3Sbcdefgh

44abcd

40abcde

39bcdef

46abc

30cdefgh

33cdefgh

22defgh 37bcdefg

2Scdefgh

22defgh

l 7fgh 2Scdefgh

38bcdefg

2Scdefgh

38bcdefg

19efgh

14h

16gh

21defgh

20efgh

l 7fhg

23,04 N.S.

4S

Escala visual de ataque de Botrytis sp. S/9/1983

3,3

2,6

3,3

3,6

3,3

2,6

3,3

S,3

3,3

4,6

S,3

6,3

4 6,6

S,6

4,6

4

7,6

9,6

9,3

9

9,3

9

Los valores seguidos por la misma letra m 'n' 1 d t d 1 aplicación de fungicidas comenzó el lS/61119 :;c~ :lna~~Jºel ;0c/~/~1;~;s ~ºs ~lfiere!' s!gflnifi~ativamente al nivel del S'Vode probabilidad. La • • Significativo al l 'lo. • • .. no sigm estivo.

29

4. Se. destacaron en el año 1983 en el cultivo los si­gmentes fungiciC:as: Difolatan 4 F (captafol), Di· than~ M 45 (manc?zeb), aplicados cada 7 días y Sum1sclex (procym1done) aplicado cuando apare· ció Botrytis.

ne (anilazina) · Sumisclex (procymidone) también produjeron buenos resultados. '

1:ª alternancia cada 7 días de Zineb ( etilen·bis-di· tmcarbamatodo de cinc) · Sumisclex (procymido· n~), Rovr?l (iprodione) · Ridomil combi (metala· x1l), Sumtsclex (procymidone) · Rovral (iprodio­ne), Dyrene (anilazina) · Rovral (iprodione), Dyre·

1984

5. J!'.~ muy imp?rtante puntualizar que la pulveriza· c1on d~ Sumtscl~x (~~ocymidone) cuando apareció Botryt1s y la aphcac1on de Sumisclex (procymido· ne) o Ridomil combi (metalaxil) cuando se presen· taron ataques de Botrytis o peronospora mostra· ron resultados muy satisfactorios en el c~ntrol de enf~rmedades y en el ahorro del número de apli· cac1ones.

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30

LITERATURA CITADA

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RENDIMIENTOS DE GRANO DE MAIZ, SORGO Y GIRASOL. CAUSAS DE SU V ARIACION EN DIFERENTES NIVELES

TECNOLOGICOS DE PRODUCCION

INTRODUCCION

En Uruguay existe suficiente información experi­mental en maíz, sorgo y girasol como para sacar con­clusiones valederas acerca de su manejo más adecua­do. El uso de prácticas mejoradas de manejo a nivel de gran cultivo ha corroborado esa informaci~'>n! mos­trando su efecto en el incremento de los rend1m1entos de grano. Es necesario medir esos incrementos Y,.ª la vez su estabilidad a través de los años. Estas medidas podrán servir en el futuro para c31lcular la. renta~ilidad y riesgo de la nueva tecnologia. Al mismo ~1emp? servirán de base para encarar nuevas líneas de 1_nv~st~­gación destinadas a atenuar los factores q.u~ mas hm1-tan y alteran esos incrementos de productividad.

MATERIALES Y METODOS

El presente trabajo se basa en información de cul-tivos lograda en dos fuentes:

a) ensayos realizados en la Estación Experimental La Estanzuela (EELE), (1). Como dato de rendi­miento para cada año, se promediaron los 1? mate­riales de más alto rendimiento del ensayo fmal co­rrespondiente a cada cultivo. A par~ir de 1970/7~, se tomaron los 15 materiales superiores para ma1z y sorgo. Estos valores se consideran com~ el rendi­miento máximo alcanzable por cada cultivo en ca­da año, utilizando la mejor tecnología disponible hasta el momento, b) estadísticas nacionales para el Depto. de_ Cc;ilo­nia de la Dirección de Investigaciones Econom1cas Ag;opecuarias (DIEA) (8 ). Comprende la ~otalidad del área sembrada de cada uno de los cultivos con­siderados. Se tomó el Depto. de Colonia como muestra del país por las siguientes razones:

1) se asegura una comparación más valed~ra de los datos de estadísticas de DIEA en Colonia con los datos de ensayos y registros climáticos toma­dos en la EELE.

• Jefe de Proyecto (M. Se.) y Técnico (lng. Agr.) Proyecto Cultivos hasta julio 1979, respectivamente. Estación Ex­perimental Agropecuaria La Estanzuela.

José. L. de León•

Milton R. Gonnet

2) Colonia posee una i:nuy ex ten~ área ocupada por los principales cultivo~ d.el pa1s. . 3) Las medias de los rend1m1ent?s .de cultivos del Depto. de Colonia son muy s1m1l~res a las del área nacional para los último~ 1.1 anos~ La corre­lación entre ambos para los d1stmto~ anos es ~de­más significativa para todos los cultivos conside­rados (ver cuadro 1 ).

Cuadro l. Rendimiento de grano (kg/ha) Y co~ficiente de correlación de los cultivos de ma1z, s~rgo Y girasol en el Depto. de Colonia y en el area nacional (65/66 a 75/76).

cultivos Rendimiento Coeficiente

(kgfha) correlación r

Colonia 933 0,94•• MAIZ Area nacional 950

Colonia 1.394 0,88** SORGO

Area nacional 1.359

Colonia 572 0,61 * GIRASOL

Area nacional 549

* Significativo al nivel 5%. •• Significativo al nivel l 'io.

RESULTADOS Y DISCUSION

En el cuadro 2 se presentan los promedios de re~­dimiento y su variación en.tre años, par~ l?s tres culti­vos considerados y dos niveles tecnolog1cos de pro­ducción. De acuerdo con la información que se pudo obtener, se dispuso de períodos desde 6 hasta de 24

años. 1 • En ensayos, el sorgo rinde algo má~ que e ma1z ':!

ambos superan ampliamente el rend1m1ento del gi-

rasol. • • t En chacras, el sorgo se destaca sobre el ma1z Y es e

supera levemente al gira_:iol. . . La variación entre anos es s1m1lar para los tres cul­

tivos cuando se utiliza la mejor tecnología disponible.

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. 5

31

Cuadro 2. Parámetros estadísticos de maíz, sorgo Y girasol en ensayos (EELE) y en chacras (DIEA) del Departamento de Colonia.

MAIZ SORGO GIRASOL Ensayos Chacras Ensayos Chacras Ensayos Chacras

Período considerado 66/67-76/77 53/54-75/76 66/67-76/77 66/67-75/76 71/72-76/77 54-55/75-76

Número de años 10 24

Rendimiento promedio (kgfha) 4.468 802

coeficientes de variación de rendimien-

tos (CV) entre años ('lo) 30,8 46,6

En condiciones de menor utilización de tecnología, el maíz incrementa marcadamente su variabilidad, el sorgo permanece igual y el girasol la disminuye, pero esto es debido muy probablemente al escaso número de años considerados para esta situación.

Si tomamos los rendimientos de ensayos como los resultados potenciales que cada cultivo puede alcan­zar con un buen nivel tecnológico de producción, ve­mos que existen diferencias marcadas entre estos va­lores y los rendimientos obtenidos a escala nacional.

En base a ensayos realizados en la EELE y los rendimientos alcanzados en el Depto. de Colonia según estadísticas de DIEA, se ha elaborado un índice tecnológico (IT). Este índice, expresado como por­centaje, es el cociente del rendimiento del Depto. de Colonia sobre el rendimiento de ensayo para el mis­mo año. El valor promedio de ese cociente para varios años es el IT del cultivo. Dicho índice nos da una idea del grado de tecnificación promedio con que se explo­ta cada cultivo o, en otras palabras, nos dice qué por­centaje del potencial del cultivo es aprovechado por los agricultores del país. En el cuadro 3 se aprecian los IT de los tres cultivos de verano considerados.

Cuadro 3, Indice tecnológico de maíz, sorgo y girasol en chacras del Departamento de Colonia.

Cultivo IT (ºlo) Rango ( 0io) Número de años

Maíz 24 10-41 9 Sorgo 30 10-41 9 Girasol 31 21-44 5

Según este IT, los cultivos más tecnificados serían el girasol y el sorgo, y el menos tecnificado el maíz. A su vez, el girasol muestra un rango más estrecho que el sorgo, aunque considerado en un menor número de años. El maíz y el sorgo tienen idéntico rango.

En condiciones de utilización intermedia de tecno­logía, se pueden conside~ar a los cultivos de los pro­ductores de semilla de CALPROSE (Depto. de Colo­nia). En este caso, se tiene información para maíz y girasol. Efectuando el cociente de los rendimientos alcanzados en estas condiciones y los logrados en en­sayos, se obtuvo el cuadro 4.

Cuadro 4. Indice tecnológico promedio de maíz y gira­sol en el área de certificación de semillas (CALPROSE).

Cultivo IT ('lo) Rango ('lo) Número de años

Maíz 48 25-70 10 Girasol 42 34-63 5

El maíz mostró un incremento importante en su IT al pasar del área nacional a la de certificación de semillas. En estas últimas condiciones, como el índice lo expresa, el maíz aprovecha casi la mitad de su po­tencial de producción, mientras en el área nacional só­lo usaba un 24% de éste. El girasol también incremen­tó su IT al pasar del área nacional a la de certificación

1984

10 10 6 17

5.249 1.478 2.209 606

27,1 26,5 26,1 19,l

de semillas, aunque ese incremento fue sustancialmen­te menor que el e:x:perimentado por el ma1z.

Balance h ídrico de los suelos

De los elementos del ambiente que más pueden afectar los rendimientos en forma diferente de un año a otro, sin duda que el clima ocupa un lugar muy des­tacado. Dentro de los componentes climáticos existen ya evidencias empíricas y experimentales abundantes que muestran que las precipitaciones, a través del ba­lance hídrico de los suelos, son las que más alteran los rendimientos de los cultivos de verano, especialmente durante el ciclo reproductivo y primeras etapas del llenado de grano (1, 9, 4, 11, 2, 5).

Puede observarse (cuadro 5 y figuras 1, 2 y 3) a través de los coeficientes de regresión y correlación, la alta dependencia de los rendimientos en ensayos y en chacras de los tres cultivos respecto de Ja deficiencia hídrica estival.

7000

6000

~ 5000 ~

g ¡;, ~

~ 4000

-~

~ 3000 a: o

2000 o

y (chacras) = 780 - 1,84 x

1000

"' r = -0,79••

• • • 15 45 75 105 135 165 195

Deficiencia hfdrica estival, mm

Figura l. Diagrama de dispersión de puntos y recta de regre­sión para el cultivo de girasol en ensayos (La Estanzuela) Y en chacras del Departamento de Colonia.

En ensayos la relación no alcanza al nivel de signi­ficancia para eÍ girasol, aunque sin duda el número de años considerados es muy pequeño como para detec­tarla.

Puede observarse también que las pendientes ( coe­ficientes) de regresión, aumentan sustancialmente al pasar de chacras a ensayos, lo que indica que al elevar el nivel tecnológico de producción se incrementan no­toriamente los rendimientos máximos (ver intercep­tos). Como se verá seguidamente, los rendi~.ii:nto~ d~ ensayos son igualmente afectados por el ?ef1c1t .h1dn­co estival que los de chacras con la sola diferencia que por cada unidad de deficiencia hídrica el descenso ab-

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32 '.. ·' l" 1 de la deficiencia hídrica estival' sobre los rendimientos de maíz, sorgo Y girasol en en-Cuadro S Anahs1s de regres1on mea .

·sayos (EELE) y en chacras del Departamento de Colonia.

MAIZ SORGO

Ensayos ChacrQS

10 24

5.847 1.200 Número de años (n)

Intercepto, kg/ha (a) 19 29• -4,34° 0

Coeficiente de regresión lineal (13) - •

Ensayos Chacras

10 10

7.073 1.995

-2s,s1•• -s,82••

Límites de confianza (95%) para los ±1.833(35) ±114(8) Y para x = x (kg/ha Y porcentaje) ±2.608(58) ±666(83) -0,86 ..

-0,79••

0,62 coeficiente de correlación lineal (r) -0,67° -o,s1••

' ( ') o 45 o 32 0,74

GIRASOL

Ensayos Chacras

6 17

2.689 780

-7,72 -1,84° 0

±535(24) ± 162(27)

-0,64 -0,79••

0,41 0,62

' Calculado por el balance hídrico de Thornthwaite Y r.:tather (12), para una lámina de agua de 200 mm en la EELE, duran­

te los meses de diciembre, enero y feb~~ro (Proyecto Clima). Significativo al nivel SO/o de probab~~dad.

•• Significativo al nivel 1 % de probab11tdad.

coeficiente de determinacion R 1 • •

7000 ºo o

6000 o o

~ o

5000 o g ~ y ¡ensayos) = 7073 - 25,21 x ~ /r "'-0.86 ..

~ 4000 o

-~ o i a: 3000

105 135 165 195 15 45 75

Deficiencia hldrica estival, mm

Figura 2. Diagrama de dispersión de puntos Y recta de rtre­sión para el cultivo de sorgo en ensa~os (La Estanzue a Y en chacras del Departamento de Colonia.

soluto de los rendimientos de ensayos es siempre ma-

yor que en chacras. · · d El coeficiente de regresión del sorgo tecmf1~~ od es

sustancialmente mayor que el del maíz t~~n1f1~a ~: Por cada 10 mm de incremento en la def1c1en~ia. h1 drica estival, el sorgo reduce 255 kg/ha su rend1m1en­to mientras que el maíz lo hace en 193 kg/ha. d d

'En términos de porcentaje, por cada 10 mm . e. e­ficiencia hídrica estival, el sorgo ~e~uce su tren~1~me~¡ to en un 3,6.,, respecto de su max1mo P? e~cia y maíz lo hace en 3,3%. Es decir, que en.term1.nosrel:~ tivos, ambos culti~os so~ afectados casi por igual p la deficiencia hídnca estival. d

13 Para el caso del girasol, en ensayos el valor e no es significativo' no obstante, rr;iuestra que por cada 10 mm de deficiencia hídrica estival reduce 77_ ~g/ha ~u rendimiento, lo que en porcentaje a su max1mo p -tencial significa un 2,5%. . . · h'd ·

Si consideramos el efecto de la def1c1encia 1 nea estival sobre los rendimientos de chacras, ve~os dq~~ en girasol reduce 18 kg/ha por cada 10 ~~3 ~g/~~. ciencia en sorgo reduce 58 kg/ha Y en maiz . . . En tér~inos porcentuales, estas reducciones s1gmf1can por cada 10 mm de deficiencia mermas del ~,4% para girasol, 2,9.,, para sorgo. y 3,6% p~a ma1z respec­to de su rendimiento máximo potencia~. n

Como conclusión parcial puede afirmarse q1;1e. e términos porcentuales, la incidencia de las de~1c~en­cias hídricas estivales sobre la depresión de rend1m1en-

7000

o

6000 o

o o 5000

~ g o o y !ensayos) ~ 5847 - 19,28 ic

~ 4000 / f=-0,67'

¡¡

~ 3000 o

~ o

2000

• • • • • •• e /~ ~c~r5a;).; 1200- 4,34 1t

1000 • • ¡ .

• \• • 75 105 135 165 195

15 45 OeHciencia hidrica estival, mm

. . ' d ntos y recta de regre-Figura 3. Diagra!'1a de d1s~ers1on s::o~ (La Estanzuela) y en sión para el cultivo de m a1z en en . chacras del Departamento de Colonia. .

, mayormente entre girasol, sorgo y tos no vana maíz a nivel de chacra Y ensayos. . , ( )

1 de coeficientes de correlac10~ r .. Par~ Los va ores lt nte sigmf1cati-

los tres culltivsoosnesnu~~:cspr~~t::s :o!f¡1c~entes de regre­vos como o sión. · 1 J mente con la A nivel de chacras comercia es, so a deficiencia hídrica estival, se explic? e(lR~2_:0 ~~~a) :::

., 1 d ndimiento de ma1z 1 - • riac10n tota e re (R • - o 62) y el 62% tre años, el 62% de la de sorgo i - '

d · l(R'-062) de la e gira~ . 1 - d ' b · na tecnología esa asocia-

Para cond1c1ones e 1 ~=so de sorgo aumentando ción permanece Pª1'.1 \· tiva al nivel 5.,,). El girasol para maíz (au°:qu~- s1gn1 ~c~e como ya se mencionó carece de aso~~ac1on au q s '1os años que se conside-

gres1on son poco para su re 1 ' . , n En estas condiciones de pro-raro~ ~n su evad~~~~fe~cia hídrica estival explica ~I duct1v1dad, la. ., total de rendimiento de ma1z 45.,, de la var1ac1on • - O 7 4) (R • = O ,45) y el 7 4.,, de sorgo (R1 l' '•t . de confian-

'Tanto Jos valores de r como los ~m1 es , d • ara x· = x de sorgo y ma1z,

za para los valores. e: de las bbservaciones en sorgo muestrtandqusue ~~:~~~e regresión es mejor que el ajus-respec o e , te observado en maiz. . decir que el gi-

Como conclusión parcial podemos r coeficiente de 1 rgo que muestran meno

ras<;>l r e so ' dimientos que el maíz (cuadro 4 ), var1ac1ón en sus ~en . t de sus rendimientos a los muestran un me1or a¡us e

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. S

33

Cuadro 6. Análisis de regresión múltiple de la deficiencia hídrica estival y los excesos hídricos de primavera 1 sobre los ren­dimientos de maíz, sorgo y girasol.

MAIZ SORGO GIRASOL Ensayos Chacras Ensayos Chacras Ensayos Chacras

Número de años (n) 10 24 10 10 6 17

Intercepto, kg/ha (a) 6.498 1.242 7.540 1.995 2.662 783

Coeficiente de regresión parcial para la deficiencia h ídrica estival (131) -23,62 -3,30 -28,69 -5,15 -7,51 -1,78

Coeficiente de regresión parcial para el exceso de agua en primavera (13,) -8,11 -1,70 -5,95 -1,08 0,39 -0,11

Coeficiente de correlación múltiple (R.) 0,75** o,68•• 0,89•• o,83°• 0,64N.S. 0,79••

Coeficiente de determinación múltiple (R~) 0,56 0,46 0,79 0,69 0,41 0,62

R~ _ R~ __..... Incremento de la variabilidad explicada, porcentaje:

O,H 0,14 0,05 0,07 0,00 0,00

1 Calculado por balance hÍdrico de Thornthwaite Y Mather (12), para una lámina de agua de 200 mm en la EELE (Proyec­to Clima). • Significativo. •• Altamente significativo. N.S.: No significativo.

valores esperados según el déficit hídrico estival ( cua­dro 5 ).

Esto lleva a que los rendimientos de maíz depen­den proporcionalmente más que los de girasol y sorgo de otros factores o de factores que interaccionen con la deficiencía estival.

En un intento por detectar otros factores o in­teración de factores que afectan los rendimientos, se estudió el efecto del exceso de lluvias en primavera. Estos excesos, en general, retardan la época de siem­bra con el consiguiente desfasamiento del período de floración a un momento del verano con mayor proba­bilidad de deficiencia hídrica. Por otra parte, existen evidencias señaladas en otros países (3, 6) de la sus­ceptibilidad del maíz a estos excesos en el período in­mediato a la emergencia .

En el cuadro 6 se presentan los resultados obteni­dos al realizar la correlación múltiple entre rendimien­to y la deficiencia hídrica estival conjuntamente con el exceso hídrico de primavera en los meses de octu­bre y noviembre.

Comparando con los R: del cuadro 5, se observa que los R~ (correlacié-n múltiple) del cuadro 6, que incluyen los efectos del déficit hídrico estival y del exceso de agua en primavera sobre los rendimientos, aumenta para el caso del maíz, aumenta levemente

para sorgo y no se altera para girasol. Esto muestra que el déficit hídrico estival y el retardo en la época de siembra explican mejor, que sólo el déficit hídrico estival, las variaciones de rendimiento del maíz. En menor medida sucede lo mismo en sorgo y no varía para el caso de girasol. Q sea, que el exceso de agua en primavera incide más en los rendimientos de maíz.

Seguidamente se expone otro ejemplo en el que también surge el maíz como más vulnerable al efecto de un factor tecnológico de manejo. Se trata del con­trol de las malezas y su interacción con el déficit hí­drico estival sobre los rendimientos de los tres culti­vos considerados (cuadro 7 ).

Los datos muestran una perfecta interacción entre los tres factores: control de malezas, déficit hídrico estival y especie. Como se observa, el maíz es la espe­cie más afectada por el control de malezas y por el ti­po de año. El girasol, por el contrario, es el menos afectado por ambos factores. El sorgo figura en una posición intermedia. Se observa, además, que dentro de cada tipo de año la diferencia entre control y no control de malezas es máxima 1m maíz, mínima en gi­rasol y media en sorgo. En otras palabras, maíz es más sensible al factor control de malezas que sorgo y, a su vez, el sorgo es más sensible que girasol.

En el cuadro 8 se observan los rendimientos en en-

Cuadro 7. Rendimientos promedio de ensayos de control de malezas en la EELE, en años con diferente deficiencia hídrica estival 1 (Proyecto Protección Vegetal).

MAIZ 2 SORG03 GIRASOL 4

Testigo con Mejor Testigo con Mejor Testigo con Mejor malezas tratamiento malezas tratamiento malezas tratamiento

Veranos l1úmedos

Rendimiento promedio, kg/ha 2.226 4.412 3.385 5.626 1.809 2.337

Relación respecto al mejor tratamiento en años humedos = 100% so 100 60 100 77 100

Veranos secos

Rendimiento promedio, kg/ha 607 2.131 2.395 4.044 1.312 1.559

Relación respecto al mejor tratamiento en años húmedos= 100% 14 48 42 72 56 67

1 Calculado por balance hÍdrico de Thornthwaite y Mather (12), para una lámina de agua de 200 mm en La Estanzuela Proyecto Clima).

2 Promedio de 10 ensayos en 2 años húmedos. Promedio de 6 ensayos en 2 años secos.

3 Promedio de 6 ensayos en 3 años húmedos. Promedio de S ensayos en 3 años secos.

4 Promedio de 5 ensayos en 2 años húmedos. Promedio de 2 ensayos en 2 años secos.

1984

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34 Cuadro 8 Rendimiento en grano de sorgo Y maíz ~~

. ensayos de riego en la EELE (Proyecto C •-

ma).

Sorgo Maíz

Margan 103 Estanzuela Queguay

(kg/ha) (kg/ha)

1973 /74 8.989 10.533

1974/75 6.257 8.143

Promedio 7.623 9.338

Sorgo 100 100 122

sayos obtenidos por sorgo y maíz bajo riego durante

dos años. t ¡ gía Estos rendimientos se lograron con una ~cno o

de producción que no es exactamente la misma qu~ para condiciones de cultivo en secano. Fundam~nt~} mente varía la densidad óptima de plantas ~or ~c ~­rea la que aproximadamente duplica la densidad optJÍ ma'para cultivo en secano. Se observa entonces que e maíz posee un potencial de rendimient? 22% mayor que el sorgo en esas conciciones. Sii;nultaneame~~~J~ elimina totalmente la depe~denc1a de esos mientos del deficit hídrico estival. . ,, ( uadro

Considerando el coeficiente de variac1on le f' 4) de maíz de ensayo en secano ~e 30,8%, e co~ 1: ciente de variación de maíz en 7 anos ~e ensay~s ~ jo riego se redujo a sólo 11,3%. Es decir, que e:~~~ bajo riego con tecnología ade~u~da a esta~ c;n 9 l~~O nes eleva su promedio de rend1m1ento a mas e .. kg/ha, a Ja vez q~e reduce en forma brusca su varia-

ción a través de anos.. f t ¡ disponibilidad Factores de manejo que a ec an a .

de agua en forma directa como es el caso del ru;go, o indirect~mente como el control de malezas y la epo~a de siembra producen su mayor efecto sobre el ma1z. Esto no se;ía diferente de lo que puede acontecer.co?

1 efecto de otros factores que de alguna manera mc1-~en sobre la disponibilidad del agua en ~l. sue~<;>, tales

t . y profundidad del suelo y fert1hzac10n. como 1po

CONCLUSIONES

En resumen los tres cultivos estudiad.os ~ncremen­tan sustancialm'ente sus rendimiento.~ umtanos al me-. orar el nivel tecnológico de producc1on: . j Entre estos cultivos, los de sorgo Y, giras?! ~~v::r~:

IT similar y mayor que los de ma1z a mve

mayor en sorgo y girasol que en maíz: Esto se debe a la participación de fact_ores de manejo, que afecta~ también el agua dispomble en el suelo y que ~re~e~ tan variaciones anuales, fundament~lmen~e a m':'e e chacras, resultando el maíz el cultivo m~s sensible a los mismos, seguido del sorgo y lue~o el ~1rasol.

Considerando la escasa tecnologia aphcada a la m:­or parte del área agrícola nacional y desd.e un pun o

~e vista estrictamente agronómico, los cult~~os de J~-o girasol demuestran una mejor adaptac1on ~~ 1 a

g Y IT de producción y menor coef1c1ente por su mayor , de variación entre años con respect?.ªl maiz. l-

Al pasar a una producción tecmf1cada, los tr~s ~u t'vos demuestran un potencial elevado de rend1m1en­t~. Entre los mismos e! maíz aparece con ~ftt~ªYdºá respuesta relativa, seguido ~el sorgto y '¡por ~ deb~ ser girasol Por lo tanto, relativamen e e J?ª1z 1 ex lot~do con mayor precisión tecnológ1c~ que e ~~­gopy el girasol, para lograr un alto potencial de ren ¡-

miento.

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ucrnas Asimismo estos dos cultivos presentaro~ un co~-. ' d' · t tre anos sens1-ficiente de variación de ren 1m1en os en al

10. STEEL, R. D. y TfORRt' r' s. McGraw-Híll Book Com­procedures o sta is ic .

pan y• !ne., l";·U·t969. Physiological significance or blemente menor que el maíz a nivel ~e cha.cr~s J ;;:_ inferior al de éste cuando se estudio a mve e

sayos. d d' iento para los Estas variaciones anuales e ren 1m . . x-

tres cultivos en Jos dos niveles de produc~1v1?ad fue ~ . d fundamentalmente por las variaciones en re

~~= :el agua disponible en el suelo durant~ lo~ ,me;e: de diciembre, enero y febrero. Dicha exphcac10n u

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-----

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. 5

35

UTILIZACION DE PASTURAS EN LA ALIMENTACION DE CERDAS EN GESTACION

Alicia Feippe* Mario Mondelli Isabel Ruiz de Farcílli

RESUMEN

Con el objetivo de evaluar en qué medida las pasturas pueden sustituir -en la época primaveral- a los alimentos concentra­dos en las cerdas gestantes, fue realizado un experimento en la Estación Experimental Animales de Granja, desde ·agosto de 1981 hasta abril de !982.

Veintiún cerdas Duroc se distribuyeron en tres tratamientos: 1) pastoreo durante toda la gestación, recibiendo 2 kg de ra-ción en el último tercio; 2) pastoreo durante toda la gestación recibiendo ·1 kg de ración en los dos primeros tercios y 2 kg en el último tercio, y 3) similar al anterior pero sin pastoreo.

Se encontraron diferencias significativas en el aumento de peso de las cerdas en el primer período de gestación (1,0, 19,4 Y

10 ,6 kg) y en el período total de gestación (26, 7, 42,6 y 31,2 kg), no _siendo signific?tivas l?s d~fer.e~cia.s de peso en el Último tercio de Ja preñez (25,7, 23,2 y 20,6 kg). Los resultados de la progenie mostraron diferencias s1gmf1cat1vas en el peso prome­dio individual al nacimiento (1,47, 1 ,39 y 1,16 kg) del tratamiento 3 con respecto a los otros, no así en el número y peso total de la camada al nacer y pesos individuales Y de la camada a los 21 días y al destete.

Se concluye que la restricción impuesta con la pastura a las cerdas gestantes no provocaron trastornos fisiológicos que pudieran conducir a inferiores performances reproductivas. El análisis económico determinó un ahorro de 77 kg de ración Y NS 469,S de alimento total en el período de gestación, lo cual supone casi un 520/ode ahorro en ración y 450/oen nuevos pesos.

SUMMARY

The aim of the experiment made at the Experimental Station of Farming Animal in August 1981 to April 1982, was to evaluate the substitution of the balanced ration by springs pastures on pregnant sows.

Twenty one Duroc sows distributed in three treatments: 1) pasture during ali gestation with 2 kg of ration supplement in the last tliird; 2) pasture during ali gestation with 1 kg of ration supplement in the first two third and 2 kg in the last third, and 3) evento treatment two but without pasture.

There were consistent effects on the live-weight changes of the sows over gestation first two third (1.0, 19.4 and 10.6 kg) and in ali pregnancy (26. 7, 42.6 and 31.2 kg). There were no significant differences in litter performance, except in the indi­vidual weight al birth (1.47, 1.39 and 1.16 kg) where the sowwithout pasture produced significantly lessweights at birth.

The feed restriction with pasture to pregnant sows did not raise physiological dissorders that could lead to a worst repro­ductive performance. The economic analysis was determined a economy of 520/o of ration and 45% of money on gestation feed.

INTRODUCCION

La producción porcina a nivel mundial se desarro­lla fundamentalmente sobre la base del confinamiento total en todos sus ciclos productivos. No obstante, las condiciones económicas en que se desenvuelve esta producción en nuestro país, han exigido y exigen la utilización de sistemas de alimentación que incluyan alimentos de bajo costo a fin de disminuir la inciden­cia del alto precio de los granos en el costo de alimen­tación. Es así que las pasturas naturales y artificiales, asf como otros voluminosos, participan en forma per­manente en la mayoría de los sistemas de producción de cerdos vigentes en el país y muy especialmente, en los sistemas de cría.

El primer experimento nacional con pasturas arti­ficiales de primavera con cerdas en gestación (8) de­mostró que se pueden bajar Jos costos de alimenta­ción y que la reducción de la ingesta de energía en los dos primeros tercios de la preñez parecería no afectar la inmediata posterior performance reproductiva.

Brinkley (1) sostiene que la pastura puede reem­plazar la mitad de la ración (siendo la ingesta diaria de 2,72 kg) en el caso de cerdas adultas no afectando la performance reproductiva.

Otros autores (2) sostienen que las cerdas gestantes pueden obtener del pastoreo la mayor parte de su ali­mentación hasta la sexta u octava semana antes del parto, aunque consideran que deben suministrarse ali­mentos complementarios.

En 1981, Pollmann, Danielson y Crenshaw (13) observaron que la adición de voluminosos en la prime­ra etapa de gestación no afecta significativamente el número de lechones al nacer, aunque el peso prome­dio al nacimiento presentó diferencias con respecto a los tratamientos en que no se incluyó.

• Técnico (Jng. Agr.). Director EEAG (Ing. Agr.) hasta mar­zo 1983, Proyecto Suinos, y Técnico (Ing. Agr.) de CHPG/MAP, respectivamente. Estación Experimental Animales de Granja.

1984

Esta segunda experiencia se realizó con la finalidad de confirmar los resultados del primer ensayo sobre el tema y lograr definiciones más ajustadas de hasta dón­de los alimentos concentrados para cerdas gestantes pueden ser sustituidos en la época primaveral por pas­turas artificiales y el efecto económico del ahorro de ración que implica lo anterior.

MATERIALES Y METODOS

Los trabajos de campo comenzaron el 15 de agosto de 1981 y finalizaron el 3 de abril de 1982. Se llevó a cabo en las instalaciones de la Estación Experimental en Animales de Granja. Se utilizaron 21 cerdas de la raza Duroc Jersey (7 por tratamiento) en un diseño de parcelas al azar, pertenecientes al plantel existente en dicha Estación.

Se compararon tres tratamientos alimenticios du­rante la gestación, que consistieron en: 1) alimenta­ción a base de pastoreo durante toda la gestación, re­cibiendo un suplemento de 2 kg de ración en el últi­mo tercio de la gestación; 2) alimentación a base de pastoreo durante toda la gestación, recibiendo 1 kg de ración en los dos primeros tercios y 2 kg en el último tercio de gestación; 3) régimen alimentario a base de ración: 1 kg de ración durante los dos primeros ter­cios y 2 kg en el último tercio de la gestación.

La distribución de las 21 cerdas en los 3 tratamien­tos se realizó teniendo en cuenta el número de partos y el peso de cada una, de modo de eliminar sus posi­bles efectos sobre el comportamiento reproductivo. De este modo los pesos medios iniciales y la propor­ción de primerizas y adultas fueron similares en los tres tratamientos.

Las cerdas fueron servidas por cuatro verracos Du­roc, de modo que los mismos participaron en la mis­ma proporción en los tres tratamientos. En cada ser­vicio se usó el sistema controlado de doble monta, usándose el mismo verraco y con una diferencia de 12-15 horas entre ambos saltos.

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36

La rac10n de las cerdas se suministró individual­mente tanto durante la gestación como en la lactan­cia. E~ la gestación todas las cerdas recibieron el con­centrado de una sola vez: por la mañana las del trata­miento 3 y por la tarde las cerdas de los. ~ratamien~o~ 1 y 2. En lactancia el suministro de rac1on se reahz? dos veces al día, la mitad por la mañana y la otra mi­tad por la tarde, en cantidades dependientes del tama­ño de la camada.

Los lechones se alimentaron "ad libitum" en co­mederos automáticos, no controlándose el consumo de ración. Las raciones de gestación, lactancia Y de l~­chones fueron formuladas de acuerdo a los requeri­mientos nutritivos establecidos por el National Rese­arch Council (NRC). Los análisis realizados posterior­mente en el Laboratorio de Análisis del MAP se pre­sentan en el cuadro l.

Cuadro l. Análisis químico de las raciones óe gestación Y lac­tancia.

Nutrientes Porcentaje de la Porcentaje de la ración de gestación ración de lactancia

Proteína 14,20 15,70

Fibra 3,80 3,60

Calcio 0,80 0,65

Fósforo 0,62 0,55

La dotación de cerdas por hectárea de pradera fue igual para los tratamientos 1 y 2. Dicha pra_d~~a fue sembrada en abril de 1981, con una compos1c1~m,bo­tánica a base de trébol blanco, trébol rojo, ra1gras Y falaris. . ..

Se realizó rotación en las praderas artificiales me-diante la subdivisión de las mismas en seis bretes. Cuando las condiciones climáticas impidieron el pas­toreo el mismo se suplantó por la misma pastura cor­tada 'suministrando igual cantidad a cada cerda.

A partir del servicio las cer~as se pesaron se~anal­mente hasta el parto, inmediatamente despues del parto y a los 21 y 56 días de lactancia. Los lechones se pesaron individualmente al nacer, a los 21 Y a los 56 días. fº

La lactancia se realizó bajo régimen de con ma-miento en condiciones similares de manejo, nutrición e instalaciones para los tres tratamientos. ,

Para la interpretación de los resulta~os se empleo el análisis de varianza por parcela perdida, ya que. el tratamiento 1 quedó con 6 repeticiones po~ pérdida de una cerda. La comparación entre las medias se rea­lizó por la prueba de Duncan.

RESULTADOS Y DISCUSION

Cerdas

Los incrementos de peso de las cerdas gestantes (cuadro 2) se analizaron en dos períodos: A) desde el servicio hasta los 77 días de gestación y, b) desde el día 78 de gestación hasta el parto.

En el período A, las diferencias de au~en~~ de pe­so de las cerdas fueron estadísticamente s1gmf1cativas al nivel 0,01 para Jos tres tratamientos (1,0, 19,4 Y

10,6). . t 2 Las diferencias registradas entre los tratam1en. os

y 3 (19,4 y 10,6) indican que la pastura (tra~am1ento 2) significó un aporte tal que las cerdas duplicaron el aumento de peso de las del tratamiento 3, el c~al con­sumía la misma cantidad de ración. Esto co~frrma los resultados ya obtenidos (8) donde el tratamiento con 1 kg más pastura alcanzó los niveles de_ aumento de peso del tratamiento testig_o que consumia 2 kg de ra-

Cuadro 2. Evolución del peso vivo (kilos) de las cerdas du· rante la gestación y la lactancia.

Tratamientos 2 3

Número de cerdas 6 7 7

Peso promedio de las cerdas 127 126 al servicio 120

Peso a los 77 días de gestación 121 146 137

Peso antes del parto 146 170 158

Peso después del parto (día 1) 130 151 139

Peso a los 21 días 130 152 138

Peso a los 56 días 146 166 159

Variación de peso Aumento de peso del servicio

hasta los 77 d Ías1 1,0a 19,4b 10,6c

Aumento de peso del día 78 23,24 20,64 del parto 25,7

Aumento de peso del servicio 42,64b 31,2la al parto' 26,7a

Disminución en el parto 16,45 18,21 18,64

Variación a los 21 días 0,66 0,28 -0,92

Variación a los 56 días 19,25 14,71 19,71

Los tratamientos señalados con la misma letra no difieren significativamente según la prueba de Duncan al 0,01 %.

similares condiciones (8 ), lo que corr?boró las ~ife­rencias de calidad y cantidad de forra¡e de un ano a otro, constatados visualmente. . .

En el período B, no se encontraron d1ferenc1as es· tadísticas entre los tratamientos 1, 2 y 3 (25,7, 23,24 y 20,64). La restricción alimenticia impl_:lesta en el i¡ie­ríodo A en el tratamiento 1, no afecto su poster.1or ganancia' de peso en las últimas cincc;i semanas? smo todo lo contrario, puesto que obtuv1~ron un mcre­mento del 10,6 y 24,60/o de peso superior a los trata-mientos 2 y 3, respectivamente. ., . .

En el período total de gestac1on, las d1feren~1as fueron significativas al 0,01 entre ~?s tres tratamien­tos (26,7, 42,64 y 31,21), mantemendose las encon­tradas en el primer período entre los tres trata-

mientos. dº 1 1 Las cerdas del tratamiento 1, no p~ 1eron ograr e

aumento de peso de los otros tratam1e?tos, lo. q~e. es­taría indicando que la ingesta de energ1a fue s1gmf1ca­tivamente menor, ya que se ha demostrado (4, 5, 6 Y

Cuadro 3 Influencia de la alimentación con pastura durante ·la gestación sobre el número y peso (kilos) de los

lechones.

Tratamientos 2 3

Número de cerdas 6 7 7

Número promedio de lechones 8,15 10,29 12,28

nacidos Número promedio de lechones

8,0 9,6 10,8 nacidos vivos

Porcentaje de mortalidad al 1,96 6,6 12

nacer Peso promedio individual al

1,470b 1,387b 1,162a nacer'

Peso promedio de la camada 11,8 13,3 12,5

al nacer Peso promedio individual a

4,10 3,98 3,64 los 21 días

Peso promedio individual a 12,99 13,62 11,30

los 56 días Número promedio de lechones

7,16 8,28 10 destetados

Peso de la camada al destete 93,00 112,8 113,0 ción por día. .

Se debe recalcar que las cerdas que consumieron solo pastura (tratamiento 1) no alcanzaron los. aumen­tos de peso -en el período- de las que estuvieron en

Los tratamientos señalados con la misma letra no difieren significativamente según la prueba de Duncan al 0,01 %.

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. 5

12) que existe una relación lineal entre la ingest~ _de energía y el incremento de peso durante la gestac1on. Asimismo otros autores (15) demostraron que el au­mento deÍ porcentaje de fibra (baja energía) en el ali­mento durante la gestación, lleva a inferiores ganan­cias de peso. Las disminuciones de peso en el parto (15 45 18 21 y 18,64) no mostraron diferencias sig­nifi~ativas. 'Del mismo modo, la variación de peso de las cerdas a los 21 y 56 días de lactancia, tampoco mostraron significación estadística.

Durante Ja lactancia las cerdas tuvieron incremen­tos de peso más altos ~~ lo normal. Esto puede ser consecuencia de la reumon de dos factores: por un la­do el hecho de que la mitad de las cerdas eran prime­riZas y, por lo tanto, se encontraban en una etapa de desarrollo corporal; por el otro, numerosos autores (6) reportan que niveles restringidos de alimentación durante la gestación provocan menores pérdidas de peso durante la lactancia subsig~iente (siempre que el nivel nutritivo durante la lactancia sea alto).

Lechones

Los resultados obtenidos se muestran en el cua­dro 3.

Peso al nacimiento

Pese a que las cerdas del tratamiento 1 -que con­sumieron solo pastura en los dos primeros tercios de Ja preñez- tuvieron camadas menos numerosas que las de los otros tratamientos.

Hubo una tendencia a un número menor de lecho­nes al parto en las cerdas del tratamiento 1, o sea las que se mantuvieron solamente a pastoreo durante los dos primeros tercios de la gestación; sin embargo, esa diferencia de dos lechones --como promedio- no fue estadísticamente significativa. Tampoco se encontra­ron diferencias en el peso total de la camada al naci­miento cuyos pesos fueron 11,8, 13,3 y 12,5 kg para los tratamientos 1, 2 y 3, respectivamente.

Se encontraron diferencias estadísticamente signi­ficativas al nivel 0,01 en el peso promedio individual al nacimiento. De la comparación de los resultados mediante la prueba de Duncan, esa diferencia corres­ponde al tratamiento 3 (1,162 kg) con respecto a los tratamientos 1 y 2 (1,470 y 1,387 kg, respectivamen­te). Las cerdas que recibieron solo 1 kg de ración en el período A (tratamiento 3) de la gestación dieron pesos individuales de lechones más bajos; sin embar­go, en un trabajo anterior (8) los autores observaron que las que recibieron solo pastura obtuvieron inferio­res pesos al nacimiento que las que consumieron 1 kg de ración más pasturas y 2 kg de ración en el mismo período. Esto se puede deber a las diferencias en los tratamientos testigos de ambos ensayos, pero asimis­mo se entiende -y esto sirve al analizar todos los pa­rámetros que incluyen el comportamiento reproduc­tivo- que el mismo es un proceso cíclico, por lo cual se debe considerar que muchas veces aquél pudo verse afectado por un factor que ocurrió en algún ciclo pre­cedente.

La mayoría de la bibliografía consultada ( 3, 4, 5,

37

6, 7, 10, 12, 13) coincid!=! en que bajos niveles de ali­mento durante la gestación conducen a una reducción de la productividad de la cerda medida por el peso in­dividual y total de la camada al nacer. Pero aún no existe certeza absoluta en cuanto a si esa reducción en la performance con bajas ingestas es debida a la defi­ciencia de un nutriente particular o a la reducción general de ingesta de un grupo de nutrientes.

Algunos autores (3, 12) sostienen que es la energía el factor que más influye en el comportamiento re­productivo de las cerdas, pero Pond (12) demuestra que solamente una restricción muy severa de energía en la etapa prenatal es capaz de afectar el peso indi­vidual y de la camada total al nacimiento.

Con respecto a las restricciones de proteína, otros autores (6, 7) demostraron que buenos niveles de pro­teína en el último tercio de la preñez (230 g diarios) son suficientes para obtener una retención de nitróge­no tal que elimina el efecto de restricciones preceden­tes. Por otra parte, Pond sostiene que niveles de 90 g en el último tercio durante tres ciclos reproductivos provocaron variaciones en los pesos individuales y de la camada al nacimiento, siempre que se suministrara durante las lactancias subsiguientes los niveles protei­cos requeridos.

En 1970, Zivkovic y Bowland (15) demostraron que la progenie está protegida igualmente cuando las cerdas están disminuyendo de peso. Los mismos auto­res indican, a la vez, que en lii formulación de dietas para cerdas adultas, se usan valores de energía de ali­mentos fibrosos basados sobre estudios de digestibili­dad en cerdas jóvenes, subestimando la energía apro­vechable en cerdas adultas.

De acuerdo con lo discutido precedentemente y pese a que se desconoce la ingesta de energía que sig­nificó la pastura, se puede asumir que el tratamiento con solo pastoreo no implicó una gran restricción de este nutriente, ya que no hubo diferencias en el com­portamiento reproductivo.

Peso a los 21 días y a los 56 días (destete)

Los resultados mostrados en el cuadro 3 indican que no resultaron significativas las diferencias de peso individual a los 21 y 56 días de edad, ni en el número de lechones destetados ni en el peso total de la cama­da al destete.

A este respecto, la bibliografía coincide en que el peso de los lechones durante la lactancia difícilmente pueda ser afectado por desnutriciones de la cerda du­rante la gestación.

Análisis económico

En el cuadro 4 se detalla la ración consumida por cada cerda en gestación en cada uno de los tratamien­tos, así como el costo total de alimentación. Se obser­va que el tratamiento 1 significó un ahorro de 77 kg de ración y N$ 469,50 por cerda con respecto al tra­tamiento 3.

En el cuadro 5 se observa el costo de alimentación (ración más pradera para 1 y 2; ración para 3) en ges-

Cuadro 4. Consumo, costo de la ración y total de alimentación por cerda durante la gesta­ción para los distintos tratamientos.

1984

Trata· Consumo de Costo de la ración Costo total' de la Diferencias respec-mientos ración (kg) (NS) alimentación to al tratamiento 3

(NS) NS O/o

1 72 504,80 573,50 -469,50 -45,0

2 149 1.043,00 1.112,50 +69,50 +6,6

3 149 1.043,00 1.043,00

El costo total de la alimentación incluye el costo de la pradera por cerda sobre la base de NS 6,90/kilo la ración de gestación (precios al 30/4/1984).

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38

Cuadro S. Costo (N$) de la alimentación en gestación por ki­lo de lechón al nacer y al destete.

Tratamiento

2

3

Por kilo de lechón al nacer

48,60 83,64 83,44

Por kilo de lechón al destete

6,17 9,86 9,23

tación por kilo de lechón al nacer y por kilo de le­chón al destete. El tratamiento 1 tuvo el menor costo con respecto a los tratamientos 2 y 3, siendo por lo tanto el más recomendable económicamente.

CONCLUSIONES

Los resultados obtenidos indicarían que no existen inconvenientes en alimentar a las cerdas adultas única­mente con pasturas de buena calidad en los dos pri­meros tercios de la preñez siempre que: a) en las últi­mas cinco semanas de gestación se complemente la pastura con 2 kg de ración diaria, y b) se suministre suficiente alimento durante la lactancia subsiguiente.

De todas formas, se considera que antes de ceñirse a un esquema de nutrición determinado, el productor debe evaluar las posibilidades de su establecimiento y observar el estado de las madres tanto en gestación como en lactancia pues de ello pueden surgir elemen­tos que determinen la necesidad de modificar el es­quema nutritivo utilizado.

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NUEVA ENFERMEDAD DE LA CEBOLLA CAUSADA PORPseudomonas syringae Van Hall:

OCURRENCIA, IDENTIFICACION Y PATOGENIA

Diego C. Maesa*

RESUMEN

Ante la aparición de la sintomatología de una nueva enfermedad para el cultivo de la cebolla en Uruguay, la cual se descri­be aquí, se realizó la determinación del agente causal de esa enfermedad y pruebas de patogenia en diferentes condiciones y metodología.

Los resultados de las pruebas de laboratorio permitieron establecer que el patógeno pertenecería al grupo de P. syringae. El estudio de su patogenicidad confirmó datos prácticos de campo en cuanto a factores ambientales y de cultivo predispo­nentes para la enfermedad.

SUMMARY

Due to the appearance of a new symptomatology for the onion crop in Uruguay, which is described here, it was determi ned causal agent and it were performed pathogenecity tests in different ways and methodology.

Laboratory tests results let us know that the pathogen belongs to the P. syri11gae group. Pathogenecity tests confirm field observations on environmental conditions and facts that increase crop susceptibility.

INTRODUCCION

El cultivo de cebollas para bulbo seco en Uruguay ocupa 2.977 ha, con un rendimiento promedio de 6.022 kg/ha, encontrándose entre las principales hor-

* Técnico (Ing. Agr.) Proyecto Protección Vegetal. Esta-ción Experimental Granjera Las Brujas.

talizas por su área sembrada y número de predios que la cultivan (12).

Recientemente en cultivos de la zona sur del país ya sea tanto para la producción de semilla como de bulbo, se han observado pérdidas que, de acuerdo con su sintomatología, podrían atribuirse a enfermedades producidas por bacterias (1). El mismo problema ha

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. 5

sido detectado también en la zona cebollera cercana a la ciudad de Salto*.

Las plantas hacia el final de su ciclo se presentan marchitas, con sus hojas decoloradas (principalmente 1118 internas) que se desprenden fácilmente del bulbo, tomando su base una consistencia algo gelatinosa. Los bulbos de este tipo de plantas poseen una podredum­bre oscura no fermentativa de tipo vascular en el "fal­so cuello" y parte media. Esa podredumbre puede ob­servarse en almacenamiento, pero se da fundamental­mente en los días inmediatos a la cosecha, siendo lue­go otros los causantes de podredumbres en almacena­miento. En ningún momento los bulbos afectados presentan el olor característico de la podredumbre blanda causada por Erwinia spp.

A partir de muestras colectadas de ensayos en la Eatación Experimental Granjera "Las Brujas", del cul­tivar Valenciana sintética 14, en 1982, se pudo esta­blecer en primera instancia que no se trataban de Jos daños causados por Erwinia spp., sino que el organis­mo causal correponderfa al género Pseudomonas.

Koch et al. (10) reportan la existencia de varias especies de ese género en el Uruguay atacando diver­ios cultivos.

!naba, García y Lasa (6) en un relevamiento de las §reas productoras de cebollas del sur de Uruguay se­ñalan la ocurrencia de P. syringae Van Hall.

En Brasil, Luzziardi (7, 11) reporta, para el estado de Río Grande del Sur, a P. margina/is (Brown) Ste­vens como agente causal de una enfermedad de sínto­mas .muy ~im!Iares a los observados en Uruguay, que ocas10na perdidas cercanas al 30% de la producción de cebollas en cada zafra.

A nivel mundial se citan también a: P. alliicola (Burk) Starr & Burk (2, 16, 19, 20, 21), P. cepacia Burk (2, 15, 19, 20, 21), P. margina/is (Brown) Ste­vens (3, 15, 17), P. cichorii (Swin.) Stapp (15) P. fluorescens (Flügge) Migula (15) y P. polycolor Cia­ra (15) como causantes de daños en el cultivo de Ja cebolla.

Los objetivos de este trabajo fueron:

1) determinar el organismo causal de esta enfermedad que produjo pérdidas de gravedad en la temporada de 1982;

2) lograr cierto conocimiento de la relación entre el organismo c~usal y los factores de predisposición tanto del huesped como ambientales mediante ob­servaciones de campo y en pruebas d'e inoculación.

MATERIALES Y METODOS

l. Determinación del organismo causal

. Luego de aplicar los postulados de Koch a los aisla­mientos. logrados a partir de las muestras procesadas, se estudiaron los aspectos más importantes tendientes a la det~~minación del género y especie de Ja bacteria en cuest1on.

a) Crec!~iento en medios de cultivo semisintéticos. Se cultivo a la bacteria en agar nutriente y agar papa dextrosa observándose: elevación forma tipo de bor­de, co!or Y consistencia de las coionias desarrolladas. A~emas, se registró el tipo y la velocidad de creci­miento en esos medios.

b) l_leacción de Gram y observación al microscopio óptico. La reacción de Gram se llevó a cabo siguiendo :: m~todo rápido de tinción citado por French ( 4) y f metodo de Ryu (13). Además se tomaron datos de orma Y dimensiones al microscopio óptico con 1.500

aumentos, usando un micrómetro ocular.

c). Número Y posición de los flagelos. Fueron deter­mmados por observación al microscopio electrónico

* Berna!, R. 1983. Comunicación personal.

1984

39 de colonias jóvenes, usando los métodos de tinción negativa y de sombreado.

d) Producción de ácido y/o gas a partir de glucosa. Para esta prueba se empleó el medio de Hugh - Leif­son (13), creándose anaerobiosis en los tubos median­te una capa de parafina líquida estéril y también se utilizaron los Oxi/Ferm Tubes Roche®.

e) Crecimiento a 40 •C. Se cultivó en medio Nishiya­ma s!n la, adicción de agar (papa-peptona-glucosa) (12) mcubandose por tres días en un baño con tem­peratura controlada, al cabo de los cuales se evaluó la existencia o no de crecimiento bacteriano.

f) Actividad de la oxidasa. Para ponerla en evidencia se P.1:1~º en contacto .(en condiciones de asepsia) una porc10n de la coloma bacteriana problema, con un trozo de papel de filtro estéril mojado con una solu­ción al lot. de dihidrocloruro de tetrametil-p-fenilen­diamina.

g) Actividad de la hidrolasa de la arginina.

h) Producción de ácido sulfhídrico e indol. i) Ureasa.

j) Producción de sales a partir de ácido cítrico. k) Producción de N

2•

1) Xilosa.

Estas reacciones fueron realizadas usando Ja serie de medios apropiados provistos por los "Oxi/Ferm Tubes Roche®'', incubando a 37 •C durante cuatro días.

11. Pruebas de patogenicidad

Se llevaron a cabo con tres tipos de estado del huésped: plantín, planta nacida de bulbo y bulbo. En todos los casos se usó el cultivar "Valenciana sintética 14".

La inoculación se realizó de tres formas:

1) haciendo un orificio con una aguja estéril a través de una gota de suspensión en la zona del "falso cuello" de la planta o bulbo (zona superior del bul­bo;

2) sujetando un algodón impregnado en suspensión bacteriana sin realizar heridas en las capas externas del huésped;

3) riegos con suspensiones de la bacteria a los planti­nes y plantas nacidas de bulbo, sin herir las plantas.

Cada prueba constaba de 10 repeticiones. Las sus­pensiones bacterianas utilizadas tenían una concentra­ción entre 106 y 10• células/mililitro medida por di-lución en placas. '

Las plantas y los bulbos luego de inocularlos se mantuvieron a 100°1. de humedad cubriéndolos con b?lsas d: nylon y agregando agua periódicamente, por cmco d1as. Se colocaron en un invernáculo calefaccio­nado a 20-25 •C (temperaturas extremas: 12-30 •C). A la semana de la inoculación se evaluó la presencia o no de la enfermedad en los diferentes tratamientos.

RESULTADOS

En el cuadro 1 se presenta un resumen de los resul­tados de las pruebas de laboratorio.

Las colonias desarrolladas en agar nutriente y en agar papa dextrosa eran de forma circular, con bordes enteros, color blanco perlado, con el centro más ele­vado que el resto, lisas y de consistencia mucoide. Crecían abundantemente en estos medios.

Observado al microscopio óptico, el organismo causal era un bacilo gramnegativo (según ambas meto­dologías empleadas) variando sus dimensiones entre 0,5-1 X 1-3 µ,siendo esta última medición de relativa

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40

Cuadro l. Resumen de los resultados de las pruebas efectua­das con la bacteria problema comparados con algu­nas de las especies citadas para cebolla.

Prueba Bacteria P. sy-problema rinKae (3,

5, 8, 13)

Número de flagelos 4 Dextrosa en condiciones aeróbicas +/-en condiciones anaeróbicas

Crecimiento a 40 •c Oxidasa Arginina H 1S Indo! Ureasa + Citrato Producción de N 1

Xilosa +

+: reacción positiva en el 90% de los casos. +/-:reacción positiva en el 50% de los casos. -: reacción negativa en el 90% de los casos. SI: sin información.

>1.

+

SI +

+

P. margi-na/is (3, 5, 8, 13)

1-3

+

+ +

SI

SI

+

exactitud al no seguirse todas las normas usuales para su determinación.

La ubicación de los flagelos era polar y en número de cuatro, ubicándose dos en cada extremo.

No se produjo fermentación de la glucosa en me­dio anaeróbico en los dos métodos empleados.

No hubo crecimiento alguno luego de tres días de incubación a 40 ·C.

La colonia bacteriana no cambió !iU color luego de 30 segundos de exposición al dihidrocloruro de tetra­metil-p-fenilendiamina, indicando la no actividad de la oxidasa.

No se produjo la conversión anaeróbica de la argi­nina. Tampoco hubo producción de ácido sulfhídrico e indol, indicando que el organii;mo en cuestión es in­capaz de degradar aminoácidos sulfurados y triptófa­no, o sea que no podría descomponer proteínas por un proceso de putrefacción.

El medio de cultivo usado para determinar ureasa tomó una coloración rosada-brillante, indicando la presencia de esta enzima.

No se produjo cambio alguno en los medios utiliza­dos para citrato y N 2 luego de cuatro días de incuba­ción a 37 •C.

El color del medio con xilosa varió al amarillo, po­niendo de manifiesto la producción de ácido a partir de ese azúcar.

Los resultados de las pruebas de patogenicidad aparecen en el cuadro 2; allí se observa que los valo­res mayores de infecciones se obtienen inoculando con heridas y que los bulbos y las plantas nacidas de bulbo son más susceptibles que los plantines.

Cuadro 2. Porcentaje de plantas y bulbos afectados en prue­bas de patogenicidad con la bacteria problema.

Estado del huésped

l. Plan tines 2. Plantas crecidas de bulbo 3. Bulbos

DISCUSION

Método de inoculación (1)

con he­rida

10 60 70

(2) sin he­

rida

o o o

(3) riego con suspensión bacteriana

o o

Los resultados obtenidos en las pruebas fisiológi­cas coincidirían fundamentalmente, salvo algunas ex-

cepciones con los descriptos para P. syringae (3, 5, 8, 13, 14, ver cuadro 1 ). En ese sentido son de impor­tancia las reacciones negativas a la presencia de argini­na-dehidrolasa y oxidasa. En cambio, la apariencia de la colonia y la formación de álcalis a partir de ácido cítrico se asemeja al comportamiento de P. marginalis.

Es importante destacar la posición existente en cuanto a la taxonomía de las Pseudomonas fitopató­genas, considerando que muchas de las especies cita­das en la bibliografía serían abarcadas como P. syrin­gae de acuerdo con su comportamiento similar en el laboratorio, y diferenciándose sólo por su rango de huéspedes (5), creándose incluso el grupo syringae con un comportamiento homogéneo, el cual reuniría a las Pseudom onas fluorescentes fitopatógenas (8 ).

Por lo anterior se desprende que con los resulta­dos obtenidos se puede decir que el organismo ana­lizado correspondería a la especie P. syringae en su sentido global, existiendo un alto grado de similitud en los resultados de las pruebas de laboratorio que permite sostener que también corresponde a esa deno­minación según el otro criterio taxonómico.

En cuanto al estudio de la patogenia, es claro el efecto favorable de las heridas en el desarrollo de esta enfermedad, lo cual coincide con lo citado por Ka­wamoto y Lorbeer (9 ).

Este aspecto explicaría su aparición en un cultivo luego de haber sufrido éste los efectos del granizo.

Otro punto a destacar es la posible susceptibilidad del bulbo ya sea como parte de la planta o luego de ser cosechado, ya que los valores más altos de infec­ción en la inoculación se obtuvieron cuando ésta se hizo a bulbos o en la zona del falso cuello en plantas que los poseían. En cambio, esos porcentajes de in­fección no se lograron con plantines. Esto estaría re­lacionado con observaciones prácticas de campo que indican que la incidencia de esta enfermedad es pró­xima a la cosecha en cultivos para la producción de bulbos y durante todo el ciclo en cultivos para la pro­ducción de semillas. Según Kawamoto y Lorbeer (9), esto se debería en parte a que el patógeno para des­arrollarse necesita de zonas embebidas en agua, lo cual ocurriría en la zona del vegetal que se encuentra a nivel del suelo en plantas adultas con hojas bien des­arrolladas, que reciben el agua que escurre del follaje, provocando un mayor porcentaje de humedad en esa zona.

La ocurrencia de esta enfermedad en la temporada de producción estudiada confirma los efectos favora­bles de la alta humedad atmosférica y las frecuentes precipitaciones citadas por la bibliografía para enfer­medades muy similares (9).

La fertilización con altas cantidades de nitrógeno también estaría favoreciendo esta enfermedad ya que varias de las muestras colectadas provenían de un cul­tivo fertilizado con 225 unidades de nitrógeno por hectárea, lo cual coincidiría con las observaciones de Luzziardi* (11 ).

CONCLUSIONES

Según los resultados de las pruebas de laboratorio y comparándolos con la bibliografía, la especie en cuestión pertenecería al grupo de P. syringae coinci­diendo con el diagnóstico preliminar de lnaba, Gar­cía y Lasa (6).

La enfermedad causada por este patógeno hasta el momento ha sido del tipo esporádico y condicionada a factores predisponentes como ser ambientales (alta humedad relativa, lluvias), de estado del cultivo (no ataca plantines ni plantas jóvenes), fertilizaciones ele­vadas con nitrógeno y heridas producidas por grani­zo, maquinaria, etci!tera.

Sin embargo, no debe subestimarse su incidencia

• Luzziardi, G. C. 1982. Comunicación personal.

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. 5

ya que se desconocen datos de permanencia en el te­rreno, pudiéndose además producir cambios en su agresividad. Por ello, en vista de los datos aquí ex­puestos se deberían evitar aquellos factores que au­mentan la susceptibilidad del cultivo a esta enfer­medad.

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RENDIMIENTO DE GRANO DE TRIGO y ALGUNAS CAUSAS DE SU V ARIACION EN DIFERENTES NIVELES TECNOLOGICOS DE PRODUCCION

INTRODUCCION

f ~ pre~ente t~abajo trata de detectar los principales ~~ dres et~rmmantes de la variación de rendimien-

. 1

el cultiv? _de trigo en el Uruguay, en diferentes ruve es te~nolog1cos de producción. cra!'ºs mve~es de producción considerados son: cha­l! . ~e cultivos comerciales, chacras de cultivos semi-

é eris as y ensayos varietales sembrados en diferentes pocas.

ma:i~a ca~at nivel de producción se recopiló la infor­r" ., n exis ente sobre: rendimiento medio y su va-1ac1on grado de utT . , d

siemb ' . 1 1zac10n e tecnología época de cos y ~a, t regisdtro de los principales factor~s climáti-

p ec ur~s e las principales enfermedades asoc~r .~edm. del análisis de correlación se e~tudió la mátici~on e~1stente entre rendimientos, factores cli­tivas de y ren er~~dades para cada una de las alterna­informacF· odducc10n en que se dispuso de suficiente ____ 0_n urante el período 1964-1976.

• Técnico (Ing A ) hasta julio 19 gr. Y Jere de Proyecto <r:'!· Se.) Cultivos, Agrope . 79 , respectivamente. Estacion Experimental

cuana La Estanzueta.

1984

Milton Gonnet• José Luis de León

MATERIALES Y METODOS

La información se logró de tres fuentes:

a) ensayos varietales realizados en la Estación Experi­mental 1:'.3 Estanzuela (EELE), Proyecto Cultivos, en tres epocas de siembra (6). El diseño experi­mental es de parcelas en bloques al azar con cuatro repeticiones y un tamaño de parcela de 4,8 m2 • Es­tos ensayos son manejados correctamente en cuan­to a época y densidad de siembra laboreo previo f~rtilización, control de malezas y plagas. Las va~ nedades evaluadas en cada ensayo son alrededor de 25, incluyendo todas las variedades en certifica­ción y líneas promisorias en evaluación final. Co­mo dato de rendimiento se tomó el promedio de los 10 cultivares de máximo rendimiento en cada e?sayo. Este valor se considera el rendimiento má­ximo alcanzado por el trigo para cada año y cada época de siembra, utilizando la mejor tecnología disponible hasta el momento;

b) datos de rendimiento en el área de certificación de semillas, correspondientes a CALPROSE, situada en su mayor parte en el Depto. de Colonia. Se tra-

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42

ta de cultivos que en su mayoría utilizan la tecno­logía disponible en un grado elevado;

c) estadísticas oficiales de la Dirección de Investiga­ciones Económicas Agropecuarias (DIEA), para el área de siembra comercial del Depto. de Colonia (7). Comprende la totalidad del área sembrada con trigo en dicho Departamento.

Se tomó el Departamento de Colonia como mues-tra del país por las siguientes razones:

se asegura una comparación más valedera de los da­tos del área certificada y el área comercial de Colo­nia con los datos de ensayos y registros climáticos tomados en La Estanzuela; Colonia posee una extensa área de trigo; las medias de rendimiento de trigo para el Depto. de Colonia son muy similares a las del área nacio­nal, siendo la correlación entre ambas altamente significativa y positiva, como se observa en el cua­dro l.

Cuadro l. Rendimiento promedio de trigo a nivel nacional Y en el Departamento de Colonia y su grado de aso­ciación para cada año en el período 1964-1976.

Colonia

Area nacional

Rendimiento pro­medio (kgfha)

1.037

990

• Altamente significativo (P = 0,01).

RESULTADOS

Parámetros estadísticos

Coeficiente de co­rrelación (r)

0,90•

En el cuadro 2 se presentan las medias de rendi­mientos con sus respectivos coeficientes de variación entre años para el período considerado.

Se observa un mayor rendimiento medio a medida que se incrementa el uso de tecnología. La mayor dis­persión de rendimiento en relación a su media se pre­sentan en los ensayos de la EELE en las épocas de siembra temprana y tardía. La época de siembra nor­mal es la más apropiada respecto del rendimiento me­dio. La variabilidad entre años es similar a la obtenida en chacras comerciales y semilleristas.

Indice tecnológico de producción

Si tomamos los rendimientos de ensayos como los rendimientos potenciales que el trigo puede alcanzar con un buen nivel tecnológico de producción, vemos que existen diferencias marcadas entre estos valores y los rendimientos obtenidos a nivel nacional, situándo­se en un punto intermedio Jos rendimientos logrados por los productores semilleristas. En base a esto se ha elaborado un "índice tecnológico" (IT), que resulta del cociente entre el rendimiento promedio del Depto. de Colonia o del rendimiento promedio de CALPROSE, sobre el rendimiento del ensayo en épo­ca de siembra normal, para el mismo año. El valor promedio de cada uno de estos cocientes para varios

Cuadro 3. Indice tecnológico del trigo en el Departamento de Colonia y en el área de producción de semilla de CALPROSE, 1964-1976.

Depto. de Colonia

CALPROSE

Indice tecnológico promedio ('lo)

34

57

Rango ('lo)

29-45

42-87

años es el IT del cultivo en la situación considerada (cuadro 3).

Según este índice, el grado de tecnificación con que se trabaja a nivel de chacras permite aprovechar en promedio un 34% del potencial del cultivo. En condiciones de productores semilleristas, con mayor utilización de tecnología, dicho índice se incrementa considerablemente, alcanzando al 57% del potencial.

Epoca de siembra en el Depto. de Colonia y en CALPROSE

Los productores del área comercial y los del área de certificación de semilla no siembran temprano. En ambos casos más del 90% del área se siembra en las épocas normal y tardía. A su vez, dentro de éstas se observa una mayor proporción en la época tardía (cuadro 4).

Cuadro 4. Distribución porcentual del área sembrada de trigo en chacras comerciales y de certificación de semi­llas, según la época de siembra.

Epoca temprana: l º mayo-15 junio

Epoca normal: 16 junio-15 julio

Epoca tardía:

Chacras comercia­les de Colonia (4)

(1)

6,1

22,9

16 julio-30 setiembre 71,0

TOTALES 100,0

Chacras semllleris­tas de CALPROSE

(8) (2)

6,0

35,0

59,0

100,0

La información del área de certificación. de semilla es el promedio de 6 años, 20.610 ha y 397 produc-tores. .

La información del área comercial proviene de l~ encuesta efectuada durante el año agrícola 75/76. S1 bien son datos de solo un año, se considera que esta situación de retraso en las siembras, es representativa de lo que ocurre en la mayoría de los años.

Efecto de los factores climáticos

Con el fin de establecer cuáles son algunas de las causas determinantes de las variaciones observadas, para las distintas alternativas de producción conside­radas se estudió la asociación que existe entre los ren­dimi~ntos y algunos factores climáticos que presentan oscilaciones a través de los años. Tavella, Gonnet e Ibáñez (9) encontraron que en chacras comerciales de trigo d~l Depto. de Colonia, los excesos hídric,os de octubre y noviembre conjuntamente con los d1as

Cuadro 2. Parámetro~ estadísticos del trigo, en tres épocas de siembra en ensayos, en el área de certificación y en chacras, 1964-1976.

* Número de años (n) 13

Rendimiento promedio, kgfha) (x) 2.651

Coeficiente de variación, 'lo 29

• Epoca temprana, siembra a mediados de mayo. •• Epoca normal, siembra de principios de julio. •• • Epoca tardía, siembra de mediados de agosto.

EELE

** 13

3.060 20

CAL- Colonia

*** PRO SE

13 13 13

2.292 1.680 1.037

33 18 17

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. 5

ap~s para el laboreo en junio, explicaban el 40,5% (R = 0,405 ), de la variación total observada. En con­diciones de cultivos tecnificados, Couto ( 1) explicó el 36% de la variación total observada incluyendo trata­mientos de fertilización (N-P), antecedentes cultura­les precipitaciones de agosto y setiembre y precipi­tadiones de octubre y noviembre. Dicho autor encon­tró que un aumento de 100 mm en las precipitaciones ocurridas durante agosto y setiembre se tradujo en un aumento de 309 kg/ha de trigo, mientras que el mis­mo incremento en las precipitaciones en octubre y noviembre produjo un aumento de 70 kg/ha.

En este trabajo se estudió el grado de asociación existente entre los rendimientos de las cinco situacio­nes consideradas y las precipitaciones, excesos y defi­ciencias hídricas en los meses de agosto, setiembre, octubre, noviembre y diciembre y en períodos forma­dos por diferentes combinaciones de estos meses, co­mo asimismo la posibilidad de laboreo en el mes de junio. Se seleccionaron Jos factores climáticos que prHentaron una mayor relación. Dichos factores fue­ron los siguientes:

exceso hídrico en octubre y noviembre, calcula­do por el balance hídrico del suelo, según Thor­nthwaite y Mather (10), para una lámina de agua de 50 mm; deficiencia hídrica en setiembre, octubre y no­viembre, calculado igual que en X 1; días aptos para el laboreo en el mes de junio, se­gún el procedimiento descrito por Gonnet (5).

·Se incluyeron términos lineales y cuadráticos para las variables X1 y X 2 . Como además estas dos varia­bles actúan en un período muy similar, se introdujo una variable que mida el efecto de la interacción de las mismas (X1 X 2 ). Para el número de días aptos para el laboreo se incluyó solamente el término lineal y no se estudió para los niveles de producción obtenidos en ensayos, pues en este caso la época de siembra correc­ta se logra to'dos los años casi independientemente de la posibilidad de laboreo, debido al pequeño tamaño de las parcelas.

Las regresiones y correlaciones múltiples fueron calculadas por medio del programa de Step Wise. Este programa selecciona las variables de acuerdo al grado en que mejoren el coeficiente de determina-

Cuadro 5. Matriz de correlaciones.

X1 X2

Epoca temprana -0,52 -0,01 Epoca normal -0,11 -0,41 Epoca tardía 0,37 -0,64• CALPROSE 0,06 -0,54 Colonia -0,46 -0,12

• Significativo (P = 0,05).

43 cmn múltiple. (R 2 ). De esta forma, el orden será en primer término la variable que esté más asociada y luego Ja que explique en mayor proporción las varia­ciones entre años y así sucesivamente con las demás variables, siempre que éstas mejoren en forma signifi­cativa y agreguen al Modelo por Jo menos 1 'lo en el R 2•

En el cuadro 5 se presentan las correlaciones sim­ples entre las distintas alternativas de producción con las variables mencionadas.

El cuadro 6 muestra el análisis de regresión para cada situación con respecto a la variable que presentó una relación más estrecha.

Se observa que existen dos factores climáticos que afectan fundamentalmente la variación de Jos rendi­mientos en las cinco situaciones consideradas. Estos factores son el exceso y la deficiencia del balance hí­drico, en el período que va desde la encañazón hasta las primeras etapas del llenado de grano del cultivo de trigo.

En la primera época del ensayo final de evaluación de variedades de la EELE y en las chacras comerciales del Departamento de Colonia, el factor ambiental que presentó su mayor efecto fue el exceso hídrico de pri­mavera mientras que en las épocas normal y tardía de la EELE y en las chacras del área de certificación, el factor más importante fue la deficiencia hídrica de primavera.

En los cuadros 7 y 8 se .aprecia el resultado del análisis de regresión múltiple entre cada una de las si­tuaciones y las variables ambientales.

Efecto de las principales enfermedades

Una vez definidos los factores ambientales que condicionan una gran proporción de las variaciones de rendimientos observadas en cada alternativa de pro­ducción, se relacionaron estos factores y los rendi­mientbs con las principales enfermedades del cultivo de trigo en el país. Dicho análisis se realizó para el período en que se dispuso de información de lecturas de enfermedades (1969-1976). No se contó con sufi­ciente información de cultivos del área de certifica­ción de semillas.

La severidad promedio de infección se presenta en el cuadro 9.

Considerando el promedio de infección de Jos 10

Variables x2

X 1

-0,55• -0,07 -0,29 -0,36

0,27 -0,51 -0,16 -0,55• -0,68• -0,14

X1 X2

-0,52 -0,25

0,26 0,10

-0,49 0,23

-0,56•

Cuadro 6. Análisis de regresión simple entre los rendimientos del trigo y el principal factor ambiental 1964-1976. '

LA ESTANZUELA CALPROSE COLONIA Epoca Epoca Epoca

temprana normal tardía

Número de años (n) 13 13 13 13 13 Factor ambiente! más asociado Exceso Deficiencia Deficiencia Deficiencia Exceso

hídrico hídrica hídrica hídrlca hídrico Tipo de relación curvilínea Lineal Lineal Curvilínea Curvilínea Intercepto (A), kgfha 2869 3565 3266 1852 1089 Coeficien,te de regresión simple (B) -0,019 -19,024 36,727 -0,199 -0,004 Error estandar de estimación kg/ha 636 583 606 266 152 Coefic~ente de correlación simple (r) -0,58• -0,41 -0,64• +-0,55• -0,55• Coeficiente de determiriación simple (r 2

) 0,34 0,17 0,41 0,30 0,34

•Significativo (P = 0,05).

1984

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44 Cuadro 7. Análisis de regresión múltiple entre ros rendimientos del trigo con las limitantes climáticas más im­

portantes, 1964-1976.

LA ESTANZUELA CALPROSE COLONIA

Epoca Epoca Epoca temprana normal tardía

13 13 13 13 13 Número de años

3205 4916 2208 1054 Intercepto 3133 Coeficiente de regresión parcial para X, 16,55c

Coeficiente -166,176ª -33,39ª

para X2 - 9,872ª

para x: -0,022ª -0,046b -0,024b -0,004ª

para X~ -0,264b o,207b 0,313ª -0,066b

x,x2 -0,363C 0,299c 5,778C

X3 489 467 187 145

Error estándar de estimación, kg/ha 626

Coeficiente de correlación múltiple (R) 0,648º 0,758"" 0,826"" 0,866 •• 0,714"

Coeficiente de determinación múltiple (R 2) 0,420 0,575 0,682 0,750 0,510

X,= Exceso en octubre y noviembre; x2

=Deficiencia en setiembre, octubre y noviembre; X 3 - Días aptos

para laboreo, en junio. . d d i nte de los •Significativo (P= 0,05); ••Altamente significativo (P= 0,01); a, b, c, d: Indican el or en ecrec e

pasos, de acuerdo a su participación.

Cuadro 8. Evolución del coeficiente de correlación múltiple según el Programa de Step Wise.

LA ESTANZUELA

Epoca temprana Epoca normal

Variable ~ Variable R2

a. variable más x2 x, 0,41 asociada 0,58 1

b. dada a, variable que explique en mayor propor-ción y mejore significativa-mente en !'lo x• x2 0,62 el R 2 0,65 1 2

c. dadas a y b x, 0,70

d. dadas a, b y e x,x, 0,76

e. dadas a, b, e y d

X1

; X2

; X3 : ídem que en el cuadro 7.

Cuadro 9. Severidad de infección de las principales enferme­dades del trigo, 1969-1976 (3).

* ** ***

Epoca temprana, EELE 28,4 6,8 1,5

Epoca normal, EELE 25,2 12,2 4,6

Epoca tardía, EELE 12,1 16,3 15,6

Colonia 15,9 11,9 6,0

• Mancha de hoja incitada por Septoria tritici, porcentaje de área foliar infectada.

• • Roya de hoja incitada por Puccinia recondita, porcentaje de área foliar infectada.

• • • Roya del tallo incitada por Puccinia graminis, porcentaje de área foliar infectada.

mejores materiales del ensayo final, en cada año Y cada época, durante el período 1969-1976! se obse~a que a medida que se retrasó la época d~ siembra, di~­minuyó la infección de mancha de ho¡a y aumento la infección de las royas de hoja y del tallo.

En el cuadro 10 se observa la incidencia de estas tres enfermedades sobre los rendimientos de trigo en las situaciones consideradas.

En el cuadro 11 se presentan los casos en que se dio una asociación significativa o una tendencia entre enfermedades y las condiciones ambientales.

Hubo una correlación muy significativa y positiva entre la infección de manch-a de la hoja en la época normal de siembras de ensayos (EELE) y en los culti-

Epoca tardía CALPROSE COLONIA

RT R2 Variable R2 Variable Variable

x, 0,64 x• 2 0,55 x• 2

0,58

x• 2 0,83 x• 1 0,66 x• 2 0,68

x,x, 0,81 x, 0,71

x, 0,87

vos comerciales de Colonia con los excesos hídricos de octubre y noviembre. . . ,

Si bien no hubo significación para la asociacio~ po-sitiva entre los excesos hídricos de octu~re Y noyiem­bre con Ja infección de mancha de la ho¡a en la epoca de siembras taría (EELE) ni con la roya del ta~o en la época normal (EELE), hubo fuerte tendencia en ese sentido y Ja falta de significación podría deberse al bajo número de años procesados.

DISCUSION Y CONCLUSIONES

Primera época EELE. Siembras tempranas (15 de mayo), cultivos con utilización de toda la tecnología.

El principal factor ambiental determinante ?e .las variaciones de los rendimient~s fue el i:_x~eso hidnco de octubre y noviembre (término cuadratico~, aunque una proporción de estas variaciones f~e e~phcada ~º! la deficiencia hídrica de prim;:i~era (tern.nno cuadrati­co ~· Estas dos variables climaticas explicaron el 42% (R =O 42) de la variación total observada.

En e~ta época de siembras las royas no presenta_n gran severidad de infección siendo la enfermedad mas importante la mancha .~e hoja_ la que. alcanza sus ma­yores valores de infeccion del ar~a ~?ha~. . . .

No se encontró ninguna asociacio':1 si~mfic.ativa en­tre rendimientos y ambiente con la mcidencra de en-~m~~~ .

Primaveras excesivamente húmedas o excesivamen-

INVESTIG ACIONES AGRONOMICAS No. 5

45

Cuadro 10. Grado de asociación entre la infección de enfermedades en ensayos varietales en tres áreas de siembra y en cho­caras de Colonia con sus respectivos rendimientos (3).

Mancha hoja Roya hoja Roya tallo Mancha hoja, roya hoja y roya tallo

Rendimiento E. tem E. N. E. T. Col. E. tem E. N. E. T. Col. E. tem E. N. E. T. Col. E. tem E. N. E. T. Col.

E. temprana E. normal E. tardía COLONIA

-0~9 0~8 0,69°

0,90•• -0,21

0,39 0,16

0,13

0,39 0,75º

0,08 -0,12

0,24 0,80••

0,09 -0,11

E. temprana: No existe ninguna.relación significativa entre rendimientos y enfermedades. (EELE) E. normal: (EELE)

Existe una asociación significativa y positiva entre rendimiento y severidad de infección a mancha de hoja y roja del tallo. · Esiste una asociación altamente significativa entre rendimiento y severidad de infección a mancha de hoja. E. tardía:

(EELE) Cultivos: No existe ninguna asociación significativa. COLONIA

Cuadro 11. Grado de asociación entre los excesos hídricos de primavera y la severidad de infección de las princi­pales enfermedades del trigo.

Exceso h ídrico en octubre y noviem­bre (variable X1 )

Mancha de la hoja Roya del

E. nor- E. tar- Colonia tallo mal día E. normal

0,81 •• 0,57 N.S. 0,88.. 0,62 N.S.

• • Altamente significativo (P = 0,0 l ). N.S.: No significativo.

te secas no son convenientes para la obtención de al­tos rendimientos.

Segunda época EELE. Siembras normales (1• de ju­lio), cultivos con utilización de toda la tecnología.

El término lineal de la deficiencia hídrica de pri­mavera fue el principal factor en este caso. Luego le siguen los dos términos (lineal y cuadrático) del exce­so hídrico de octubre y noviembre y también contri­buye el efecto de la interacción exceso-deficiencia. Estas variables climáticas explicaron el 57 ,5% (R 2 = 0,575) de la variación total observada.

En esta época se equilibra la incidencia de las tres enfermedades. Se encontró una asociación significati­va y positiva entre el rendimiento y la severidad de in­fección por mancha de la hoja y roya del tallo y una asociación altamente significativa y positiva con el ín­dice ponderado de las tres enfermedades.

Se encontró también una asociación altamente sig­nificativa y positiva entre los excesos hídricos de pri­mavera y la severidad del ataque de mancha de la hoja.

Esto explica por qué las condiciones ambientales que favorecen la infección de enfermedades en los materiales superiores favorecen relativamente más al rendimiento en grano de trigo que la merma provoca­da por las enfermedades en esa época. Ensayos reali­zados por Díaz y Perea en La Estanzuela (2) demos­traron que porcentajes de infección por mancha de la hoja inferiores a 50% no tuvieron efecto depresivo so­bre los rendimientos.

Primaveras secas o excesivamente húmedas limita­ron los rendimientos en estas condiciones de produc­ción.

Tercera época EELE. Siembras tardías (15 de agos­to), cultivos con utilización de toda la tecnología.

Los dos términos (lineal y cuadrático) de la defi­ciercia hídrica en primavera explicaron el 68,2% (R = 0,682) de la variación total observada.

La incidencia de mancha de la hoja continúa dis­minuyendo y aumenta Ja severidad de infección de las dos royas. Se encontró una relación altamente signifi­cativa y positiva entre la incidencia de mancha de la

1984

hoja y los rendimientos. No se obtuvieron correlacio­nes significativas entre rendimiento y severidad de in­fección a royas, ni entre Jos factores climáticos y la presencia de enfermedades, aunque en este caso hubo una fuerte tendencia a estar asociados los excesos hí­dricos de octubre y noviembre con la incidencia de mancha de la hoja. La falta de significación podría de­berse al bajo número de años procesados.

El hecho de que los mejores rendimientos se logran en años con las lecturas más altas para esta época de mancha de la hoja, se explica en forma análoga a lo que acontece en la segunda época.

Siembras tardías con utilización de toda la tecno­logía como principal limitante para lograr elevados rendimientos, el agua disponible en el suelo durante los meses de setiembre, octubre y noviembre.

CALPROSE. Siembras normales a tardías, cultivos con alta utilización de tecnología.

La deficiencia hídrica de primavera (término cua­drático) fue el factor climático más asociado con los rendimientos. El término cuadrático del exceso hídri­co de octubre y noviembre, presenta también un efec­to negativo y contribuye un segundo término. Final­mente la variable que representa la interacción ex­ceso-deficiencia y el término lineal de la deficiencia mejoran la explicación final. Todas estas variables cli­máticas explican el 75,0% (R 2 = 0,750) de la varia­ción total observada.

No se contó con suficiente información de lectura de enfermedades para esta situación, por lo que no se pudieron estudiar las asociaciones entre éstas con los rendimientos y con los factores climáticos. Por el gra­do de utilización de tecnología y la época de siembra, los cultivos en estas condiciones estarán en una situa­ción intermedia de los ensayos de la EELE de segunda y tercera época de siembra, respecto de las principales limitantes ambientales.

Cultivos comerciales del Departamento de Colonia. Siembras normales a tardías, cultivos con utilización parcial de tecnología.

El término cuadrático del exceso hídrico de octu­bre y noviembre y el término cuadrático de la defi­ciencia hídrica en primavera son los principales facto­res asociados en forma negativa con los rendimientos. Los días aptos para el laboreo en el mes de junio con­tribuyen también en forma significativa. Estas tres variables climáticas explicaron el 51,0% (R ¿ = 0,510) de la variación total observada.

La incidencia de las tres principales enfermedades es intermedia de la que ocurre en las épocas normal y tardía de la EELE, con tendencia a los valores de es­ta última. La época de siembra también se encuentra en esta situación.

No se encontró asociación significativa entre ren­dimientos con enfermedades. Se obtuvo una asocia-

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44 Cuadro 7. Análisis de regresión múltiple entre ros rendimientos del trigo con las limitantes climáticas más im­

portantes, 1964-1976.

LA ESTANZUELA CALPROSE COLONIA

Epoca temprana

Epoca normal

Epoca tardía

Número de años Intercepto Coeficiente de regresión parcial para X 1

Coeficiente

13 3133

13 3205

16,55c

13 4916

13 2208

13 1054

para X 1

para X~ para X~

x1 x, x,

626 Error estándar de estimación, kg/ha Coeficiente de correlación múltiple (R) Coeficiente de determinación múltiple (R

1)

0,648• 0,420

- 9,872ª -0,046b

-0,363C

489 0,758º. 0,575

-166,176ª

467 0,826 •• 0,682

-33,39ª -0,024b

0,313ª o,299c

187 0,866ºº 0,750

5,778C

145 0,714º 0,510

X = Exceso en octubre y noviembre; x, = Deficiencia en setiembre, octubre y noviembre; X3 Días aptos 1

para laboreo, en junio. . . . _ )· b d. 1 d' n el orden decreciente de los • Significativo (P = 0,05); ••Altamente s1gmficattvo (P - 0,01 •a, •e, · n tea

pasos, de acuerdo a su participación.

Cuadro 8. Evolución del coeficiente de correlación múltiple según el Programa de Step Wise.

LA EST ANZUELA

Epoca temprana Epoca normal

Variable ~ Variable R

a. variable más x, 0,41 asociada x' 0,58 1

b. dada a, variable que explique en mayor propor-ción y mejore signi tic at iva-mente en 1 D/o x' 0,62 el R1 xi 0,65 1 l

c. dadas a y b X1 0,70

d. dadas a, b y e X1X1 0,76

e. dadas a, b, e y d

x,; X2

; X3

: ídem que en el cuadro 7.

Cuadro 9. Severidad de infección de las principales enferme­dades del trigo, 1969-1976 (3).

.. .... ...... Epoca temprana, EELE 28,4 6,8 1,5

Epoca normal, EELE 25,2 12,2 4,6

Epoca tardía, EELE 12,1 16,3 15,6

Colonia 15,9 11,9 6,0

• Mancha de hoja incitada por Septoria tritici, porcentaje de área foliar infectada. . .

•• Roya de hoja incitada por Pucci11ia reco11d1ta, porcenta¡e de área foliar infectada. .

••• Roya del tallo incitada por P11cci11ia grami11is, porcenta¡e de área foliar infectada.

mejores materiales del ensayo final, en cada año Y cada época, durante el período 1969-1976! se obse~a que a medida que se retrasó la época d~ siembra, d1~­minuyó la infección de man~ha de hoja y aumento la infección de las royas de hoja y d.el ~allo ..

En el cuadro 10 se observa la 1i;ic1denc1a d~ estas tres enfermedades sobre los rendimientos de trigo en las situaciones consideradas.

En el cuadro 11 se presentan los casos en. que se dio una asociación significativa o una tendencia entre enfermedades y las condiciones ~m~i~nt~les. . .

Hubo una correlación muy s1gmf1cativa y positiva entre la infección de mancha de la hoja en la époc:i normal de siembras de ensayos (EELE) y en los cult1-

COLONIA Epoca tardía CALPROSE R-r Variable R' Variable R2

Variable

x, 0,64 x' 2 0,55 x' l

0,58

x, x, 0,83 xi 0,66 0,68 1 l

2 0,71 X1X1 0,81 x, x, 0,87

vos comerciales de Colonia con los excesos hídricos de octubre y noviembre. . . , s· bien no hubo signüicación para la asoc1ac1011: po-sitiv~ entre los excesos hídricos de octuJ;>re y noyiem­bre con la infección de mancha de la hoja en la epoca de siembras taría (EELE) ni con la roya del ta~o en 1 é oca normal (EELE), hubo fuerte ten?enc1a en e~e ~entido y la falta de signüicación podna deberse al bajo número de años procesados.

DISCUSION Y CONCLUSIONES

Primera época EEI,E. Siembras tempranas (15 de mayo), cultivos con utilización de toda la tecnología.

El principal factor ambiental determinante ?e .las · · nes de los rendimientos fue el exceso h1dr1co

var1ac10 , . d 't' ) e d octubre y noviembre (termmo cua ra 1co .' aunqu u~a proporción de estas v~iaciones f1;1e e~phcada !?º~ l deficiencia hfdrica de primavera (tern_imo cuadrat1 c°o \, Estas dos variable~, climáticas explicaron el 42% (R ~ = O 4 2) de la variac1on total observada.

En e~ta época de siembras las royas no presenta_n gran severidad de infección siendo la enfermedad mas importante la mancha de hoja la que. alcanza sus ma-

ores valores de infección del área foliar. . y No se encontró ninguna asociaciói;t si~nific.at1va en­tre rendimientos y ambiente con la mc1dencia de en-fermedades. , . _

Primaveras excesivamente humedas o exces1vamen

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. 5

45

Cuadro 10. Grado de asociación entre la inf~cción de. e~fermedades en ensayos variet~les en tres áreas de siembra y en cha­caras de Colonia con sus respectivos rend1m1entos (3).

Mancha hoja Roya hoja

Rendimiento E. tem E. N. E. T. Col. E. tem E. N. E. T.

E. temprana -0,29 0,38

E. normal 0,69· 0,39

E. tardía 0,90•• 0,16

·COLONIA -0,21

Col. E. tem

0,39

0,13

Roya tallo Mancha hoja, roya hoja

E. N. E. T.

0,75* 0,08

y roya ta!lo Col. E. tem E. N. E. T. Col.

0,24

-0,12

0,80•• 0,09

-0,11

,.j¡, temprana: No existe ninguna relación significativa entre rendimientos y enfermedades.

(EELE) ,Ji.-1101m al : fi¡Elt.E) &tardía: (J&E,J;.E) Cultivos:

Existe una asociación significativa y positiva entre rendimiento y severidad de infección a mancha de hoja y roja del tallo. . Esiste una asociación altamente significativa entre rendimiento y severidad de infección a mancha de hoja.

No existe ninguna asociación significativa. -OWNIA

.tb.t--

OtildrO 11. Grado de asociación entre los excesos hÍdricos de primavera y la severidad de infección de las princi­

'.i.<'J H. pales enfermedades del trigo.

~}/~

..~,,· -wuo ';

~~cfhÍdrlco en oc ' o.,v noviem-

Mancha de la hoja

E. nor­mal

E. tar- Colonia día

Roya del tallo

E. normal

br .arJable x1 ) 0,81 •• 0,57 N.S. 0,88* • 0,62 N.S.

~Íhmente significativo (P = 0,01). Nl;.SNn significativo.

'lle' tecas no son convenientes para la obtención de al­ltlm'l Nndimientos.

,iagunda época EELE. Siembras normales (1• de ju­!Jti>~ cultivos con utilización de toda la tecnología.

El término lineal de la deficiencia hídrica de pri­mavera fue el principal factor en este caso. Luego le aigu.en los dos términos (lineal y cuadrático) del exce-80 htdrico de octubre y noviembre y también contri­buye el efecto de la interacción exceso-deficiencia. E.i;as variables climáticas explicaron el 57 ,50/o (R 2 = 0,5'15) de la variación total observada.

En esta época se equilibra la incidencia de las tres enfermedades. Se encontró una asociación significati­va y positiva entre el rendimiento y la severidad de in­fadclt>n por mancha de la hoja y roya del tallo y una asoelación altamente significativa y positiva con el ín­dice ponderado de las tres enfermedades.

.. Se encontró también una asociación altamente sig­nH;ieativa y positiva entre los excesos hídricos de pri­mavera y la severidad del ataque de mancha de la hoja.

Esto explica por qué las condiciones ambientales que favorecen la infección de enfermedades en los ma:l:eriales superiores favorecen relativamente más al rendimiento en grano de trigo que la merma provoca­da por las enfermedades en esa época. Ensayos reali­zados por Díaz y Perea en La Estanzuela (2) demos­traron que porcentajes de infección por mancha de la hoja inferiores a 50% no tuvieron efecto depresivo so­bre los rendimientos.

Primaveras secas o excesivamente húmedas limita­r?!1 los rendimientos en estas condiciones de produc­c1on.

Terce~a época EELE. Siembras tardías (15 de agos­to), cultivos con utilización de toda la tecnología.

. Los dos términos (lineal y cuadrático) de la defi­ciepcia hídrica en primavera explicaron el 68,2% (R = 0,682) de la variación total observada.

. La incidencia de mancha de la hoja continúa dis­mmuyendo y aumenta la severidad de infección de las do~ royas. Se encontró una relación altamente signifi­cativa Y positiva entre la incidencia de mancha de la

1984

hoja y los rendimientos. No se obtuvieron correlacio· nes significativas entre rendimiento y severidad de in­fección a royas, ni entre los factores climáticos y la presencia de enfermedades, aunque en este caso hubo una fuerte tendencia a estar asociados los excesos hf­dricos de octubre y noviembre con la incidencia de mancha de la hoja. La falta de significación podría de­berse al bajo número de años procesados.

El hecho de que los mejores rendimientos se logran en años con las lecturas más altas para esta época de mancha de la hoja, se explica en forma análoga a lo que acontece en la segunda época.

Siembras tardías con utilización de toda la tecno­logía como principal limitante para lograr elevados rendimientos, el agua disponible en el suelo durante los meses de setiembre, octubre y noviembre.

CALPROSE. Siembras normales a tardías, cultivos con alta utilización de tecnología.

La deficiencia hídrica de primavera (término cua­drático) fue el factor climático más asociado con los rendimientos. El término cuadrático del exceso hídri­co de octubre y noviembre, presenta también un efec­to negativo y contribuye un segundo término. Final­mente la variable que representa la interacción ex­ceso-deficiencia y el término lineal de la deficiencia mejoran la explicación final. Todas estas variables cli­máticas explican el 75,00/o (R2 = 0,750) de la varia­ción total observada.

No se contó con suficiente información de lectura de enfermedades para esta situación, por lo que no se pudieron estudiar las asociaciones entre éstas con los rendimientos y con los factores climáticos. Por el gra­do de utilización de tecnología y la época de siembra, los cultivos en estas condiciones estarán en una situa· ción intermedia de los ensayos de la EELE de segunda y tercera época de siembra, respecto de las principales limitantes ambientales.

Cultivos comerciales del Departamento de Colonia. Siembras normales a tardías, cultivos con utilización parcial de tecnología.

El término cuadrático del exceso hídrico de octu­bre y noviembre y el término cuadrático de la defi­ciencia hídrica en primavera son los principales facto­res asociados en forma negativa con los rendimientos. Los días aptos para el laboreo en el mes de junio con­tribuyen también en forma significativa. Estas tres variables climáticas explicaron el 51,0% (R ~ = O ,510) de la variación total observada.

La incidencia de las tres principales enfermedades es intermedia de la que ocurre en las épocas normal y tardía de la EELE, con tendencia a los valores de es­ta última. La época de siembra también se encuentra en esta situación.

No se encontró asociación significativa entre ren­dimientos con enfermedades. Se obtuvo una asocia-

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46

c1on altamente significativa y positiva entre la ocu­rrencia de mancha de hoja y los excesos hídricos de octubre y noviembre.

Con utilización parcial de tecnología, los rendi­mientos de trigo estuvieron más afectados por los ex­cesos hídricos de primavera que en el caso de cultivos más tecnificados con similares períodos de siembra y presencia de las tres principales enfermedades (época normal y tardía de ensayos y CALPROSE), en los cuales la limitante principal fue la deficiencia hídrica de primavera. Esto se explica por las diferencias exis­tentes en otros factores de producción, principalmen­te aplicación de fertilizantes, tipo de suelo, antece­dentes culturales y control de malezas. La utilización parcial de estos recursos tecnológicos en las chacras comerciales determina que el cultivo de trigo sea más vulnerable a los efectos negativos de la ocurrencia de precipitaciones excesivas de primavera.

En chacras comerciales, primaveras excesiva· mente húmedas o excesivamente secas, además de la escasa oportunidad de laboreo en la época de siem· bras, determinarán mermas en los rendimientos.

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UTILIZACION DE SUERO DE QUESO EN LA ALIMENTACION DE CERDOS EN CRECIMIENTO

RESUMEN

Alicia Feippe • Mario Mondelli Isabel Ruiz de Farcilli

El objetivo de este trabajo fue evaluar el efecto productivo y económico de la inclusión de suero de queso en la dieta de cerdos en crecimiento. Se realizaron dos experimentos utilizando 20 cachorros Duroc Jersey por ensayo con cuatro trata­mientos cada uno.

El período de engorde fue de 50-90 kg de peso vivo en el ensayo 1981 Y de 64-100 kg en el ensayo 1982. . . Se probó Ja administración de suero "ad-Iibitum" en tres tratamientos por ensayo complementan~o con d1~erentes ni­

veles de ración: 1 s, 28 y 43% en el ensayo 1981 y 28, 43 y 57% en el ensayo 1982, con respecto al tratamiento testigo que fue alimentado solo a ración según normas del NRC.

Las ganancias diarias mejores correspondieron a las menores restricciones de concentrados: ~n el ensay~ 1981 los trata­mientos con suero lograron ganancias de 0,705 kg (43%), 0,654 kg (28%) Y 0,536 kg (15%) obteniendo el t~st1go 0,770 kg ~or día; en el ensayo 1982 las ganancias diarias fueron de 0,710 kg (57%), 0,624 kg (43%) Y 0,586 kg (28%) siendo la del testigo 0,905 kg por día. , ,

Dentro de cada ensayo el consumo de suero fue bastante similar, no as1 entre ambos ensayos donde se constato que los cerdos del ensayo 1981 consumieron entre un 32 y 400/o más suero por día.

Las ventajas económicas de la inclusión de suero en la dieta fueron más importantes a medida que disminuyó el comple­mento de concentrado y cuando se inició en animales más jóvenes.

SUMMARY

The objective of this experimentation was to evaluate the productive and economic effects of the inclusion of milk serum in the diet of young pigs. Two trials were made with 20 Duroc Jersey animals per tria! with 4 treatments.

The Iength of fattening was from SO to 90 kg Iive-weight in trial 1981 and f~om ~4 to 100 kg ~n tria! 1982. . . The treatments were: 1 s, 28 and 430/o in tria) 1981, and 28, 43 and 57% m tnal 1982 of milk serum complemented with

normal ·ration. In both trials a check was included with only ration, following NRC norms. The best increase of weight per day corresponded to the lesser restrictions of ration. In tria) 1981 the increases ofweight

were respectively: 0.705 (43%), o.654 (28%) and 0.536 (15%), 0.770 (check). In tria) 1982 they were 0.710 (57%), 0.624 (43%) and 0.586 (28%), 0.905 (check). . . . . .

Within each tria! the consumption of serum was nearly similar, but comparmg both tnals the ammals m tnal 1981, consu-med 32-400/o more per day than trial 1982. . . .

The economic advantage of serum inclusion in the diet was more important w1th the decrease of ration and when it was done in more younger animals.

• Técnico (Ing. Agr.), Director EEAG (Ing. Agr.) hasta marzo 1983, Proyecto Suinos, Y Técnico (lng. Agr.) de CHPG/MAP, respectivamente. Estación Experimental Animales de Granja.

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. 5

INTRODUCCION

Es de amplio conocimiento la incidencia de los gra­nos en el costo de alimentación en la producción de cerdos. Las relaciones de precio entre el cerdo en pie y la ración no han alcanzado en los últimos ocho años niveles de rentabilidad, lo que ha provocado desde cambios en el manejo alimenticio hasta el abandono de la producción de los productores que trabajaban solamente a base de ración.

En la búsqueda de disminuir los costos de alimen­tación muchos productores están utilizando suero de queso o de manteca, subproductos que se ofrecen ac­tualmente en cantidades estables y abundantes por parte de la industria lechera.

En este momento el costo del flete influye signifi­cativamente en el acarreo del suero, pero no deja de ser válido para aquellos productores aledaños a las plantas industriales o que cuentan con depósitos co­mo para mantener el producto durante varios días.

El suero de queso puede usarse en cualquiera de las etapa• de terminación de los cerdos ( 5 ), significando un ahorro importante de concentrado (50°1.) y ganan­cia:a de peso más económicas.

Si bien contiene bajos niveles de proteína (entre 0,6 y 0,9%), ésta es de alto valor biológico (17). Ma­m.wll (citado por Thivend) encontró que los aminoáci­~'tiíál! importantes en el suero de queso son el trip­t~, la lisina y los azufrados metionina y cistina. ~~pesar del alto valor biológico de la proteína, el

aúeio debe ser complementado con otro alimento pro­te~·.a fin de obtener mejores resultados de ganancia dm,la y calidad de la carne (13, 14, 15, 16). Estos au­tO:naa aostienen, además, que el suero es una buena fuente de energía por su alto contenido en lactosa.

Su consumo provoca trastornos digestivos cuando se"lbministra en grandes cantidades sin previa adapta­c~ de los animales (17). Asimismo, Alfredson (1) .Olfiene que la propiedad laxativa se debe a la sal y la.c;j;plll que contiene.

,:'Este trabajo se realizó con la finalidad de evaluar e~afecto productivo y económico de la inclusión de suero de queso en la dieta de cerdos en crecimiento.

~¡r¡

MN.r'ERIALES Y METODOS

"'tóa tra~ajos se condujeron en la Estación Experi­meptal Animales de Granja en junio de 1981 y junio d't;1982. Se utilizaron 20 cachorros castrados Duroc Jersey en ce.da uno de los ensayos, los cuales se distri­b1!1'.yeron en cu?tro tratamientos por ensayo (5 anima­les por tratamiento). Los mismos consistieron en la e.d'.lnihiatración de suero "ad-libitum" en tres trata­~entos complementado con diferentes niveles de ra-

Cuadro l. R""ultados del ensayo 1981.

TRATAMIENTOS

2 4

N6mero de cachorros 5 Peoo promedio Inicial (kg) 49,6 49,4 50,0 49,6 Peoo promedio final (kg) 89,8 90,0 90,2 90,4 A~manto de peso (PF _ Pi) (kg) 40,2 40,6 40,2 40,8 D1a1 desde el Pi al PF 75 62 57 53 Ganancia diaria (kg) 0,536 0,654 0,705 0,770 Conaumo de ahinento (promedlo/anlmaJ/día)

Suero (litros) Ración (kg)

Con'!"mo de alimento en el periodo total de/ ensayo

Suero (litros) Ración (kg)

25,5 24,5 0,500 1,0

1.912 1.519 35,5 62,0

:~: :""º Inicial promedio al comenzar el ensayo eso final promedio al finalizar el ensayo, '

1984

22,5

1,500

1.257

85,5

2,500

169,5

Cuadro 2. Resultados del ensayo 1982.

TRATAMIENTOS 2

Número de cachorros Peso promedio inical (kg) 64,2 64,2 Peso promedio final (kg) 100,0 100,4 Aumento de peso (PF - PI) (kg) 35,8 36,2 Días desde el PI al PF 61 58 Ganancia diaria (kg) 0,586 0,624

Consumo de alimento (promedio /animal/día)

Suero (litros) 17,53 16,69 Ración (kg) 1,0 1,5

Consumo de alimento en el período total del ensayo

Suero (litros) 1.069 968 Ración (kg) 61,0 87,0

PI: Peso inicial promedio al comenzar el ensayo. PF: Peso final promedio al finalizar el ensayo,

3

64,4

100,6

36,2 51

0,710

12,00 2,0

612

102,0

47

4

64,4

100,6 36,2

40

0,905

3,5

140,0

ción -que se detallan en los cuadros 1 y 2 correspon­dientes a cada ensayo- y comparándolos con un tra­tamiento testigo a base solamente de ración según las normas del NRC.

Se realizó un período de acostumbramiento de 15 días con los animales de los tratamientos con suero, el cual consistió en aumentarles paulatinamente la do­sis de éste. Los animales fueron pesados semanalmen­te en ayunas. Tanto el pesaje como el suministro de alimento (suero y ración) se hizo por lote, trabajando sobre los datos promedios.

Se tomó el consumo diario de suero, midiéndose el rechazo semanal del mismo. Dicho suero provino de la Planta Industrial de la Cooperativa Nacional de Pro­ductores de Leche (Canelones), el cual fue analizado semanalmente en los laboratorios de la cooperativa, obteniéndose la siguiente composición promedio: ma­teria grasa, 0,195%; proteína, 0,80%; extracto seco, 5,6%; calcio (como CaO), 0,4%, y fósforo (como P 20,), 0,71%.

Si bien la muestra no fue suficiente como para ana­lizar estadísticamente los resultados, éstos coinciden con ensayos realizados en otros países (5, 6, 10).

RESULTADOS Y DISCUSION

En el ensayo 1981(cuadro1) el consumo diario de suero fue bastante homogéneo (25,5, 24,5 y 22,5 li­tros) notándose leves tendencias a un consumo ma­yor de suero en aquellos tratamientos que tenían una limitación mayor de concentrado.

Igual situación se presentó en el ensayo 1982 (cua­dro 2 ), aunque es de destacar la escasa diferencia re­gistrada en el consumo de suero (diario y total) entre los tratamientos 1 y 2, comparables respectivamente al 2 y 3 del ensayo 1981. Estas diferencias entre am­bos ensayos se pueden atribuir a un período de engor­de más corto y diferente (50-90 kg en el ensayo 1981 y 64-100 kg en el ensayo 1982).

Esto también podría explicar las diferencias de consumo de suero entre ambos, ya que se realizaron en la misma época (invierno).

Los cerdos del ensayo 1981 consumieron entre un 32 y un 40% más de suero por día. Este aspecto po­dría deberse a que la restricción de concentrado a me­nor edad obliga a un consumo mayor de suero para compensar las necesidades nutricionales y/o cuando los cerdos en crecimiento consumen suero en las eta­pas más tempranas de su desarrollo existe una adapta­ción mejor al mismo, por mayor facilidad de cambio de flora y por posibilitar un aumento mayor de la ca­pacidad del tracto digestivo (6, 7).

Tal como se esperaba, los períodos de engorde en los dos ensayos estuvieron directamente relacionados

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48

Cuadro J, Consumo y costo de alimentación por animal de acuerdo con los resul­tados del ensayo 1981.

Trata- Consumo Costo (N$) Diferencias respecto del testigo

miento Suero Racion Suero Ración Total (litros) (kilos) N$ O/o

1 1.912 37,5 650 342,75 992,75 -556,48 36

2 1.519 62,0 516,46 566,68 1.083,14 -466,09 30

3 1.257 85,5 427,33 781,47 1.208,80 -340,43 22

4 169,5 1.549,23 1.549,23

Cuadro 4. Consumo y costo de alimentación por animal de acuerdo con los resul­tados del ensayo 1982.

Trata- Consumo Costo (N$}º Diferencias respecto

miento Suero Ración Suero•• Raci6n Total del testigo

(litros) (kilos) N$ 0/o

1 1.069 61,0 363,46 557,54 921,00 -358,50 28

2 968 87,0 329,12 795,28 1.124,30 -155,30 12

3 612 102,0 208,08 932,28 1.140,36 -139,24 11

4 140,0 1.279,60 1.279,60

• Costos calculados sobre la base de N$ 9,14/kg de ración; NS 0,10/1 de suero. • • Incluye el costo del flete.

a la restricción de concentrado, siendo mayor el pe­ríodo a mayor limitación de ración. En consecuen· cía, en ninguno de los tratamientos el suero logró sus· tituir la restricción impuesta de ración (de 15•1, trata­miento 1 del ensayo 1981 a 57% tratamient~ 3 d~l ~n­sayo 1982). Asimismo, las menores ~a~nc1as diarias correspondieron a las mayores restncc10nes de con­centrado, lo que coincide con diversos autores (5, 6, 9, 10, 13, 14, 15, 16).

Los cerdos alimentados con suero presentaron de­yecciones semilíquidas durante los e?sayos, pero eso no afectó el estado de salud de los mismos. Al respec­to, Alfredson (1) sostiene que las dietas lácticas gene­ran condiciones no apropiadas para el desarrollo de los áscaris.

Finalmente en los cuadros 3 y 4 se resume el cos· to de alimen~ción por animal en los distintos trata­mientos, basado en precios de productos al 30/4/8~ (N$ 9,14 el kilo de ración de e?g~rde Y. N$ 0,10 el h· tro de suero). En virtud de la mc1dencia del flete en en el suero de queso, se calculó el mismo sobre la ba­se de una distancia promedio de 30 km de la planta proveedora. . .

En Jos mismos puede apreciarse las ventajas eco-nómicas que representa la inclusión del ~uero en .la dieta, siendo éstas más importantes a medida que dis· minuye el complemento de concentrado y que el con· sumo se inicie con animales más jóvenes dados los me­jores resultados económicos en el ensayo 1981. Se de­be señalar que los porcentajes de ahorro en el costo de alimentación serían menores en el costo total por insumir, los tratamientos con suero, mayores ga~os de mano de obra y un retorno más lento de capital al alargarse el período de engorde.

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INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. 5

49 EFECTO DE LA FECHA DE PLANTACION SOBRE

EL RENDIMIENTO Y LA CALIDAD DEL AJO COLORADO

José M. Ubilla • Masasuke Itoh

RESUMEN

Durante 1980, 1981 y 1983 se estudió en la Estación Experimental Granjera "Las Brujas" el efecto de la fecha de planta­ción sobre el rendimiento y la calidad del ajo colorado en el sur del país.

Las fechas utilizadas fueron: 14 de mayo, 17 de junio y 25 de julio en 1980; 9 de junio, 9 de julio y 1 O de agosto en 1981 y 20 de abril, 10 de junio y 29 de julio en 1983.

Las plantaciones tempranas se destacaron en los tres años por: un. mayor rendimiento, tamaño de bulbo y un mayor núme­ro y peso de dientes por bulbo.

La fecha de plantación influyó sobre el desarrollo vegetativo d1JI v·itivo y el porcentaje de bulbos afectados por podredum­bre blanca Sclerotium cepivorum Berk.

Por otro lado no se observó una influencia preponderante sobre el porcentaje de rebrotado y de bulbos dobles. Se encontró una correlación altamente significativa entre el área foliar, al comenzar la diferenciación, y el tamaño de bulbo

cosechado.

SUMMARY

Effects of planting date on yield and quality of red garlic in the South of Uruguay were studied at Las Brujas Experiment Station, during 1980, 1981 and 1983.

Planting dates were: May 14, June 17 and July 25 in 1980; une 9, July 9 and August 10 in 1981, and April 20, June 10 and July 29 in 1983.

Early plantations performed best, during the three years cause of: higher yields, bulb size and num ber and weight of cloves per bulbs.

Plan! growth, and percentaje of bulbs afected by the fungus Sel mtium cepivorum Berk., were influenced by planting dates.

In the other hand, "rebrotado" and roughness were rol heavilv influenced. A highly significan! correlation was observed between size f harvc· bulb and J-oliage area, at clove diferentiation stage.

INTRODUCCION

El ajo (Allium sativum L.) es uno de los cutivos que adquirió importancia en Uruguay, en el aspecto económico por ser una hortaliza con grandes posibili­dades de exportación y, en el orden social, por absor­ber gran cantidad de mano de obra.

Se registró una evolución creciente de las exporta­ciones desde 197 2 hasta 1977, donde se registró el mayor volumen exportado que se situó en 1.164 to­neladas. En ese año la exportación de ajos representa­ba el 10% de las exportaciones totales de la granja. En 1979 tan sólo se registraron 395 toneladas expor­tadas (11 ). Actualmente no existe una corriente ex­portadora de ajos en Uruguay.

Como consecuencia, el cultivo perdió interés entre los productores y fue abandonado por una gran ma­yoría.

Actualmente la superficie cultivada es reducida; existe un estancamiento en los rendimientos y la pro· ducción se vuelca totalmente al mercado interno.

Las causas de la actual situación las podemos resu­mir en: una inadecuada política exportadora para el cultivo, una política proteccionista de nuestro prin­cipal comprador, Brasil, y problemas nacionales de ca· lidad y producción.

Los rendimientos nacionales son bajos (1.996 kg/ ha) (4), inferiores al promedio mundial (6.130 kg/ha) (7 ), lo que nos resta competitividad en el mercado in· ternacional. El rendimiento depende de varios facto­res, destacándose en diversos trabajos la fecha de plantación (1, 2, 8).

En las principales zonas de cultivo de ajo, se ha destacado un deterioro en la calidad de bulbo, siendo el rebrotado una de sus causas principales. Los facto­res que influyen sobre este desorden son varios, sien­do creencia entre agricultores que las plantaciones tempranas son más propensas a ser afectadas por el re· brotado.

No existe información nacional que establezca la época de plantación más adecuada para el sur del país • Técnico Asisten te (Ing. Agr .) Proyecto Hortalizas, EEG LB,

Y Experto en Genética y Cultivos Hortícolas, JICA, res­pectivamente. Estación Experimental Granjera Las Brujas.

1984

ni su influencia sobre el rendimiento y la calidad del bulbo de ajo.

F.n este trabajo se presentan los resultados obteni· dos en los estudios sobre los efectos de las fechas d(' plantación en el rendimiento y calidad ciel ajo colo­rado.

MATERIALES Y METODOS

Durante las temporadas 1980, 1981 y 1983 se ins­talaron en al Estación Experimental Graníera "Las Brujas", tres ensayos en ajo colorado para estudiar el período d .. , plantación más adecuado en el sur del país

Se utilizo un diseño experimental en bloques al azar con tres repeticiones en 1980 y cuatro en 1981 y 1983.

Los tratamientos fueron los siguientes:

Fechas de plantación

1980 1981 1983

14 de mayo 9 de junio 20 de abril 17 de junio 9 de julio 10 de junio

25 de julio 10 de agosto 29 de julio

La distancia entre filas fue de 60 cm los dos prime· ros años y de 50 cm en 1983, dejándose los tres años 10 .,- ' entre plantas.

'-· da parcela consistió en cuatro filas de 25 plantas cad.; una, en 1981 y 1982, cosechándose las dos filas centrales para su evaluación.

En 1983 cada parcela consistió en tres filas de 32 plantas cada una, cosechándose la fila c''ntral para su evaluación.

Lr fertilización con nitrógeno, fósforo y potasio fue la siguiente:

Año Kilos/hectárea

N P2 0, K,0

1980 107 157 107

1981 100 160 100

1983 100 120 100

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50

Los tratamientos sanitarios para el control de roya (Puccinia allii) fueron a base de mancozeb y triadime­fon, agregándose en todas las aplicaciones un adhe­rente.

En 1980 y 1981 se utilizó como "semilla" lapo­blación local conocida como "guarnieri" y en 1983 el clon 1 A-12 de la Estación Experimental Granjera "Las Brujas''.

En 1980 y 1981 los dientes-semilla fueron selec­cionados por tamaño, descartándose los muy grandes Y los pequeños y de igual modo se procedió con Jos bulbos dobles y rebrotados.

En 1983, previo a la plantación, los bulbos se tra­taron en un baño de agua caliente a 43,5 ± 0,5 •C du­rante tres horas para el control del ácaro del enrula­miento del ajo, Eriophyes tulipae Keifer.

Luego de secados, se separaron los dientes a utili­zar como semilla y se clasificaron por tamaño emple­ándose los comprendidos entre 1,7 y 3,0 gram~s.

La cosecha se realizó el 16 de diciembre en 1980 el 9 de diciembre en 1981 y el 2 de diciembre e~ 1983.

Una vez cosechados los bulbos se dejaban medio día en el campo, completando su curado colgando los atados en galpón.

Las evaluaciones se realizaron sobre todos los bul­bos cosechados, luego que éstos estuvieran bien secos.

En los tres años se evaluó: el rendimiento comer­cial expresado en kilos/hectárea, el peso por bulbo, el número de dientes externos, internos y totales por bulbo, el porcentaje de cabezas rebrotadas y el por­centaje de dientes externos, internos y totales rebro­tados.

En 1981 y 1983 se evaluó el diámetro máximo del bulbo y el porcentaje de bulbos afectados por Ja po­dredumbre blanca Sclerotium cepivorum Berk., en 1980 y 1981 el peso promedio de los dientes exter­nos, internos y totales y en 1980 y 1983 el porcentaje de bulbos dobles.

RESULTADOS Y DISCUSION

a) Rendimientos

Los rendimientos comerciales, expresados en kilos por hectárea y el peso promedio de bulbo en gramos, se presentan en los cuadros 1, 2 y 3 para los años 1980, 1981 y 1983, respectivamente, incluyéndose

Cuadro 1. Efecto de la fecha de plantación sobre el rendi-miento y el peso promedio del bulbo en 1980.

Fecha de plantación Rendimiento (kg/ha)

Peso promedio del del bulbo (g)

14 de mayo 17 de junio 25 de julio

c. v.(%)

8.661 a 6.648 a 6.636 a

10,8

65,7 a 53,7 a 51,7 a

8,8

En cada columna los números seguidos con la misma letra no difieren significativamente entre sí, por la prueba de Duncan al 0,05.

Cuadro 2. Efecto de la fecha de plantación sobre el rendí-miento, peso promedio y diámetro máximo del bulbo en 1981.

Fecha de plantación Rendimien- Peso/bulbo Diámetro to (kg/ha) (g) (mm)

9 de junio 5.3 59 a 51,8 a 52,9 a 9 de julio 5.309 a 50,7 a 52,9 a

10 de agosto 4.056 a 36,9 b 46,9 b c. v.(%) 21,2 5,6 1,9

En cada columna los números seguidos con la misma letra no difieren significativamente entre sí, por la prueba de Duncan al 0,05.

Cuadro 3. Efect<J de la fecha de plantación sobre el rendi­miento, peso promedio y diámetro máximo del bulbo en 1983.

Fecha de plantación Rendimien- Peso{bulbo Diámetro to (kg{ha) (g) (mm)

20 de abril 3.997 a 25,1 a 40,7 a 10 de junio 3.117 a 19,5 b 37,3 b 29 de julio 1.10 8 b 14,7 c 30,3 c c. v.(%) 15,0 5,0 3,0

En cada columna, los números seguidos con la misma letra no difieren significativamente entre sí, por la prueba de Duncan al 0,01.

además, para los años 1981 y 1983, el diámetro má­ximo promedio.

En los tres años se observa una disminución en los rendimientos al atrasarse la fecha de plantación; pero el análisis de varianza para este parámetro no detecta diferencias significativas al 5% en 1980 y 1981, mien­tras que en 1983 se observó un efecto altamente signi­ficativo (P .;;; 0,01) sobre el rendimiento.

El tamaño de los bulbos tiene relación directa con el precio a obtener en el mercado y con las posibili­dades de exportación, existiendo normas de los países compradores en cuanto a tamaño mínimo exigido (1 ). A su vez, los tamaños mayores son considerados de mejor calidad y reciben un precio mayor.

En 1980 no se observaron diferencias con signifi­cación estadística para el peso por bulbo, mientras que en los dos últimos años hubo un efecto altamen­te significativo (P .;;; 0,01) de las fechas de plantación sobre el peso y diámetro del bulbo. En 1981 la fecha del 10 de agosto fue la que tuvo un menor peso y diá­metro de bulbo, mientras que las dos primeras no se diferenciaron estadísticamente entre sí.

En 1983 la plantación del 29 de julio registró el menor peso y diámetro, diferenciándose estadística­mente de las otras dos. Las dos primeras fechas se di­ferenciaron significativamente entre sí, siendo la plan­tación del 20 de abril la de mayor peso y diámetro de bulbo.

Es de destacar que en 1983 tanto los rendimientos como el tamaño de los bulbos fueron inferiores a los dos años anteriores, como consecuencia de un severo ataque de roya (Puccinia allii) durante el período de crecimiento de los dientes, que determinó una impor­tante reducción en el área foliar y Ja "entrega" antici­pada del cultivo.

Cuadro 4. Número y peso promedio de los dientes por bulbo para 1980, 1981 y 1983.

AÑO

1980

1981

1983

Fecha de . plantación

14 mayo 17 junio 25 julio

C.V.(%)

9 junio 9 julio

10 agosto

c. v.(%)

20 abril 10 junio 29 julio

c. v.(%)

Número de dientes por bulbo

Exter- Inter- Tola-nos nos les

8,4 8,8 17,la 7,0 7,7 14,6b 7,1 8,2 15,3b

2,4

8,6 9,2 17,8a 8,5 9,4 17,9a 7,9 8,5 16,4a

..;.. 6,2

7,3 6,8 14,2a 6,5 6,1 12,6b 5,9 5,9 11,8c

3,0

Peso de dientes (g/diente)

Exter- Inter- Tola-nos nos les

5 ,1 2,6 3,8a 4,9 2,8 3,8a 4,6 2,4 3,4a

7,8

3,5 2,0 2,7a 3,3 2,1 2,7a 2,6 1,7 2,lb

4,4

----En cada columna los números seguidos con la misma letra no difieren significativamente entre sí por la prueba de Duncan al 0,05.

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. 5

Cuadro.S. Largo total, largo del falso tallo número de ho' ' ·metro máximo Y mínimo Y nú~ero de yemas 1ª~ verdes, numero de raíces; peso total Y del follaje diá­la fecha de plantación en 1980, 1981 Y 1983 _ x ares, al comienzo de la diferenciación en relación' con

51

Largo {cm}

AÑO Total Falso Fecha de Fecha de tallo observación plantación

1980 1° de octubre 1 73,3 15,6 2 57,9 12,3 3 52,1 10,9

1981 1" de octubre 67,4 16,8 2 62,0 15,4 3 43,3 10,4

1983 3 de octubre 61,7 19,S 2 s 1,1 16,3 3 38,1 12,3

b) Estructura del bulbo

. En el cuadro 4 se presenta el número y peso de' los dientes externos! internos y totales por bulbo. . , En los tres anos se observó una mayor diferencia­

c1on de yemas axilares (dientes) en las fechas más tempr~nas, Y una disminución en el número de éstas a medida q~e se a~ra~ba la fecha de plantación. Los p;sos por diente s1gmeron la misma tendencia, es de­cir que fueron mayores en las plantaciones tempranas

Estos d~s componentes del tamaño de bulbo (nú: mero de ~~entes Y peso por diente) determinan el pe­so. Y el diametro del bulbo y, por lo tanto el rendi-miento. '

. Ji!sto explic? el aumento o disminución de los ren­d1m1_entos seg~n sean las plantaciones tempranas 0 tardias respectivamente.

Efo1 el cu~dro 4 se puede observar que el número de los dientes mternos es promedialmente mayor que los externos y, por el contrario, el peso de éstos es mayor.

c) Crecimiento y diferenciación

~ed!~iones efectuadas en el comienzo de la dife­renciac1on de ~as yemas axilares, mostraron que las plantas provementes de plantaciones tempranas pre­sentaban un mayor desarrollo foliar y radicular (cua­dro 5 ).

~i.endo el ta~~'? de los bulbos dependiente de la activ1d!1d fotosmtetica de las hojas, se obtienen bul­b~s i:nas_pandes en plantas que presentan una mayor as1mdac1on clorofiliana. Por lo tanto las plantas con mayor superficie foliar total ( evaluad

0

a en los ensayos como: nú~ero de hojas verdes, altura de planta y pe­so ~el follaje~ ~endrán mayor asimilación y estarán en mejores cond1c10nes de producir bulbos mayores ( 10)

Al realizar plantaciones tempranas las plantas des: arrollan ma~or área foliar, obteniéndose bulbos de ~ªY:ºr tamano, hecho que se reflejará en mayores ren­d1m1entos.

En el cuadro 5 también se observa que la fecha de

Cuadro 6. Correlación entre el peso promedio del bulb h d d ·~ , o cose-

c a o Y 11erentes parametros de crecimiento.

VARIABLE X

Peso del follaje ..... Número de hojas verdes Peso total de planta. . . . . . . .. Diámetro máximo de bulbo .... Altura total de planta. . . . . . . . Número de raíces . . . . , . . . . . .

Coeficiente de correlación

0,94•• 0,95•• 0,93•• 0,94** 0,87• 0,85*

.. Correlac!~n significativa (P<;;0,05). Correlacton altamente significativa (P.;;0,01).

1984

N•de N•de Peso ~g~ Número de yemas hojas raíces verdes

Total olla- Diámetro axilares je Y Máxi- Míni- diferenciadas

bulbo mo mo

8,0 94,5 71,3 65,7 22,4 15,9 0,3 7,0 74,4 37,7 34,1 18,1 13,l o 6,4 57,2 23,9 22,0 14,7 ló,4 o 6,5 86,7 44,2 39,6 18,7 12,4 6,1 78,3 11,3

29,9 27,0 16,0 10,1 7,4 5,0 42,8 9,6 8,4 11,0 ~.7 o 7,1 88,8 47,S 43,5 2oi·t,4.2 13,3 5,6 58,0 18,1 17,1 14,s 9,t 4,9 28,2 8,4

8,8 8,2 12,2 7,0 o

plantaeión afecta el cornieni6 de la formación de las yemas axil~es. En las _plantacfones más tempranas, las Y~mas comienzan a diferenciarse antes que en las tar­d1as .

Los estudios de correlación entre el peso promedio de ~ul~o cosechado (v~blé Y) y los parámetros de crec1m1ento evaluados al é'ófttténzo de la formación de las yemas axilares se pr~sétiü.n. en el cuadro 6.

Estos resultados rtos indicart la importancia de ob­te!1er plantas con un adecuado desarrollo foliar al co­mienzo de la diferenciación, lo cual se logra, entre otras cosas, con una fecha dé plantación temprana.

d) Rebrotado

El rebrotado es un desorden fisiológico y las causas que lo provocan no están claramente determinadas Es muy variable la intensidad con que ocurre, pudién: dose encontrar desde u~ ~brotado severo, que defor­ma el bulbo y lo déacAr& para su comercialización hasta. un rebrotado casi imperceptible, que no alter~ l~ cahdad del pro?~cto, sólo detectable bajo un minu­e1oso examen md1v1dual de los dientes.

En el cuadro 7 se prel\!énta.n los resultados del efec­to de la fecha de plartfacilln sobre el rebrotado

El análisis de variahza no detectó diferenci~s al 5% para el porcentaje de cabezas y dientes rebrotados· es­to nos induce a afirmar que las fechas de plantadión no tendrían una influencia preponderante en el rebro­tado, el cual se debería a otros factores ..

En 1983 se utilizó una fecha de plantación extre­mad11;m~i_ite temprana (20 de abril), para buscar una amphac1on en el período de plantación ya que du­r~nte el invierno se hace dificultoso el t;abajo de las tierras, por su alto contenido de humedad.

El porcentaje de rebtbtado fue mayor en esta fe­cha (cuadro 7 ), pero su manifestación fue muy leve, no llegando a deformar el bulbo ni a disminuir su ca­lidad.

e) Podredumbre blanca (Sclerotium cepivorum Berk.)

Este hongo del suelo afecta en tal grado la calidad del bulbo, que impide su comercialización y utiliza­ción como "semilla".

En el histograma 1 se presentan los resultados de los dos años en que se evaluó esta enfermedad.

En las fechas más tardías los bulbos fueron menos afectados por este hongo en los dos años.

En 1981, la fecha del 10 de agosto y en 1983 la del 29 de julio registraron. el menor porcentaje de bul­b_os afectados por el hongo, con diferencias significa­tivas (P .;;; 0,05) y muy significativas (P .;;; O 01) en 1981 y 1983, respectivamente, de acuerdo 'con la prueba de Duncan.

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52

Cuadro 7. Efecto de la fecha de plantación sobre el porcentaje de bulbos y dientes rebrotados en 1980, 1981 y 1983.

Bulbos rebrotados (%) Dientes rebrotados {%} Fecha de plantación Reales Corregido Externo Interno Total Total corregido

AÑO arcoseno Vx real arcoseno Tx 1980 14 de mayo 26,7 30,5 a 3,9 1,9 2,8 9,9 a

17 de junio 51,7 45,7 a 7,0 8,2 7,7 15,1 a :i5 de julio 36,5 37,0 a 5,3 2,9 4,0 11,0 a

c. v.(%) 21,9 19,0

1981 9 de junio 37,2 37,5 a 5,5 3,1 4,2 11,8 a 9 de julio 39,8 39,2 a 6,8 2,1 4,3 12,2 a

10 de agosto 44,7 42,0 a 7,6 4,3 5,9 14,1 a

C. V.(%) 9,3 12,6

1983 20 de abril 33,5 34,7 a 6,9 3,0 5,0 11,4 a 10 de junio 9,2 16,9 a 1,6 0,0 0,8 4,3 a 29 de julio 3,0 7,0 a 0,5 0,2 0,3 2,8 a

c. v.(%) 73 95

En cada columna los números seguidos con la misma letra no difieren significativamente entre sí, por la prueba de Duncan al 0,05.

Porcentaje de bulbos afectados

4T 30

20

10

9/6 9/7 10/8 1981

=:=:=:=: -,-,-.-, -,-,-,-, -,-,-,-, -,-,-,-, :·:.:.:·

:¡~j~j~j~ ~{\~\~\~ ,_,_,_,_ -,-,-,-, b ·-·-·-·-:.:r:i:•

20/4 10/6 29/7 Fecha de plantación

1983

• Las columnas con la misma letra no difieren significativa­mente entre sí, por la prueba de Duncan al 0,05 en 1981 y 0,01 en 1983. Los datos para sµnálisis estadístico fue­ron transformados por arcoseno yx.

Histograma l. Efecto de la fecha de plantación sobre el por­centaje de bulbos afectados por Sc/erotium cepivorum Berk.

f) Bulbos dobles

Son bulbos de forma irregular, que al desprenderse las hojas externas dejan al descubierto uno o más dientes y /o bulbos pequeños adheridos a la periferia del bulbo principal.

Este crecimiento secundario se origina en las hojas más externas, estériles en su origen, durante el creci­miento vegetativo del cultivo y desarrollan falsos ta­llos que emergen por las axilas de las láminas foliares. Es decir que son tejidos juveniles que podrían asimi­larse a los "chupones" de las especies frutales (3).

De acuerdo a Mann y Minges, este desorden está re­lacionado con temperaturas frías y con la fecha de plantación. Estos investigadores observaron una dis­minución en la ocurrencia de este desorden (rough) al atrasar la plantación.

A su vez Burba formula la hipótesis de que dichas yemas son inducidas ambientalmente.

Jones y Mann establecen que las condiciones de crecimiento afectan en mayor grado la ocurrencia de bulbos dobles que la temperatura y de acuerdo a su

experiencia de campo indican que los bulbos dobles pueden verse aumentados con plantaciones tempra­nas, alta fertilización, bajo densidad y otros factores que favorezcan un vigoroso crecimiento de la planta.

En 1980 y 1983 se evaluó este aspecto, observán­dose en el histograma 2 los resultados obtenidos.

Porcentaje de bulbos dobles

10

9

8

7

6

5

4

3

2

1980

¡~¡~¡~¡~¡ ::::::::: ·-·-~·-.-.-.-.-, ._,_._,_ ,-.-.-,-.. _._._,_. ,-.-,-,-, ,_,_,_,_, ,-,-.-,-, ,_,_,_,_, ,-,-,-.-. ,_,_,_,_, ,-,-.-,-, ·-·-·-·-·

a ::::::::: ::::::::: ,-,-.-,-.. _._,_._, 1983 Fecha de

plantación

• Las columnas con la misma letra no difieren significatlva­m ente entre sí, por la prueba de Duncan al 0,05. Los da­tos para su,....análisis estadístico fueron trsnsformados por arcoseno yx.

Histograma 2. Efecto de la fecha de plantación sobre la ocu­rrencia de bulbos dobles.

No se encontraron diferencias significativas entre las fechas de plantación, pero los coeficientes de va­riación fueron muy elevados (80 y 153.,,, para 1980 Y 1983 respectivamente) lo que nos muestra la aleato­riedad de los resultados, debido probablemente al ta­maño de la muestra empleada.

CONCLUSIONES

1. Para los tres años probados, las fechas de plan~­ción más tempranas fueron las de mayor rendi­miento y mayor tamaño de bulbo.

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. 5

2. La plantación extremadamente temprana de 1983 (20 de abril) se comportó en buena forma lo qu~ p~rmitiría Una ampliación del período de

1

planta­cion.

3. Las plantaciones tempranas fueron las más afecta­das por la podredumbre blanca (Sclerotium cepivo­rum Berk.) en los dos años en que se evaluó dicha enfermedad.

4. El número y tamaño de las yemas axilares (dien­t~s) ~ue mayor en la~ plantaciones más tempranas, d1smmuyendo los mismos a medida que se atrasó la plantación. Lo cual explicaría el mayor tamaño de bulbo logrado con plantaciones tempranas.

5. La fecha de plantación no tendría un influencia preponderante sobre el rebrotado debiéndose con-siderar otros factores. '

6. Existe una correlación altamente significativa entre el área foliar (evaluada en el ensayo a través del pe­so del follaje, número de hojas verdes y altura de planta) en el momento en que comienza la diferen­ciación de las yemas axilares, y el peso por bulbo cosechado.

7. La fecha de plantación influyó sobre el desarrollo vegetativo de las plantas y sobre el comienzo de la diferenciación de las yemas axilares atrasándose la misma al atrasarse la plantación. '

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MODELO DE SIMULACION PARA EL ESTUDIO DEL MANEJO DE SISTEMAS PASTORILES DE CRIA OVINA*

José A. Silva••

RESUMEN

Utilizando .la metodología de análisis de sistemas se desarrolló un modelo de simulación dinámico-determinístico del siste­~a pastura/0~1r.ios, que perm~te evaluar e.n términos físicos la respuesta de la producción de ovejas de cría a nivel predial ante diferentes dec1S1ones de mane¡o de las ove¡as y del sistema de pastoreo.

Contrastando datos experimentales con las predicciones del modelo, se comprobó que el modelo estima con errores inferio­res al 100/o las medias de los valores reales.

Con el modelo desarrollado se estudió el efecto de la carga animal sobre la producción de lana y carne de cordero del sis­tema. De los resultados obtenidos se concluyó que la carga Óptima depende del objetivo de la explotación debiéndose utili­zar cargas ~Itas si el ínter~~ es produci! la mayor cantidad de lana por hectárea, mientras que si interesa producir carne de cor­dero, I~ mas alta producc10n por hectarea se alcanza con cargas menores, procurando mantener un buen nivel reproductivo en el rebano.

SUMMARY

A dinamic-dete~ministi.c.simulation model about the pasture-sheep system was developed using the system analysis method. Managment n:ia¡or dec1s1ons are entered as inputs. The outputs of the model are the production of ewe under different gra­

zing system at farm level. In the validation of the model, it was verified that the model predicts the experimental observation with a maxim error of

10°/a. The effects of the stocking rate on the wool and meat production of the system was studied. The conclusions were: if the

inte~est is _more ~rodu~tion of w?ol per hectarea, the stocking rate must be heavy, while the higher meat production per hecta­rea 1s obtemed w1th mmor stockmg rate, mantaining a good reproductive performance of the herd.

INTRODUCCION

El conocimiento científico se ha desarrollado con un enfoque analítico, donde la búsqueda a la solución de problemas complejos se realiza a través del estudio

• Forma parte del Trabajo de Tesis de Graduación (Pontifi­cia Universidad Católica de Chile) para optar por el M. Se.

•• Director (M. Se.), Estación Experimental Agropecuaria del Norte.

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de sus componentes en forma independiente, aislán­dolos de las múltiples interacciones que pueden exis­tir entre ellos. Con esta metología se han logrado im­portantes avances; sin embargo, hoy es insuficiente para llegar a una solución integral de problemas com­plejos, como es el caso de la producción agropecuaria. Es muy difícil comprender los fenómenos que en ella ocurren sin un enfoque holístico, que integre a los componentes individuales en el contexto en que ope­ran.

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En el sector agropecuario, el predio es la unidad de estudio que preocupa prioritariamente y hacia el cual está dirigida la transferencia de tecnología. Esta uni­dad está integrada por una estructura compleja de componentes bióticos y abióticos que interactúan agrupadamente para un objetivo general del todo y por consiguiente puede ser definida como un sistema, al cual es posible aplicar la metodología general de análisis de sistemas para su estudio.

Tomando como base de apoyo la información ex­perimental disponible y utilizando los conceptos de análisis de sistemas, en la década de 1970 se comien­za en el CIAAB a instalar y desarrollar modelos físi­cos de producción agropecuaria en las principales zonas agroeconómicas del país (Risso y Grierson, 1982). En esta etapa, no fue posible considerar todas las variables relevantes y más difícil aún considerar las interacciones entre ellas, para poder establecer una mejor definición del sistema.

La generalidad del modelo físico está limitada por la diversidad de las condiciones agronómicas y de es­quemas de producción, así como por muchas varia­bles que no son controladas.

Disponer de una herramienta que ofrezca la posibi­lidad de integrar los conceptos y la información expe­rimental, dentro de una lógica y una descripción cuantitativa de los procesos involucrados en el siste­ma, en una nueva alternativa, que permitirá explorar principios básicos a nivel de investigación analítica, así como nuevos esquemas y conceptos de sistemas de producción, sirviendo de apoyo al desarrollo futu­ro de la investigación ..

Los modeios de simulación reúnen esas caracterís­ticas y posibilitan orientar la respuesta a las interro­gantes sobre los procesos del sistema en forma diná­mica y rápida con la ayuda del computador.

El objetivo del presente trabajo es desarrollar un modelo de simulación que integrando los conceptos e información referente al sistema pastura/ovinos, permita evaluar en términos físicos, la respuesta de la producción de ovejas de cría a nivel predial ante dife­rentes decisiones de manejo de los animales y la utili­zación de las pasturas en diversidad de esquemas de producción.

Este trabajo constituyó el primer paso en el uso de esta metodología para el estudio de la producción ovi­na a nivel del país, el que se ha continuado a través de un modelo de simulación desarrollado por Oficialde­gui (1983), que contempla todas lás categorías del stock ovino.

DESCRIPCION DEL MODELO

El modelo consiste en una abstracción del sistema real que refleja los aspectos relevantes, dentro de los · límites definidos y el nivel jerárquico del sistema mo­delado (Aguilar y Cañas, 1980).

Para el desarrollo del modelo, se estableció el lími­te del sistema en estudio en la relación pastura/ovino, con marcado énfasis en la simulación de aspectos del animal. El sistema así delimitado, puede considerarse subsistema de los establecimientos comerciales, y con­templa los diferentes tipos de pasturas del predio y las ovejas de cría con sus respectivos corderos.

Para poder representar adecuadamente el rebaño de ovejas de cría, se lo simula compuesto por 5 cate­gorías de ovejas y 2 de corderos, como sigue:

- oveja fallada, - oveja gestando un feto, - oveja gestando dos fetos, - oveja amamantando un cordero, - oveja amamantando dos corderos, - corderos nacidos únicos, - corderos nacidos mellizos

El nivel jerárquico para el desarrollo del modelo es el predio, dado que es a ese nivel que se toman las de-

cisiones referentes al esquema forrajero a utilizar la estrategia de pastoreo y el manejo de los animales. '

El modelo es dinámico-determinístico y su estruc­tura básica se desarrolla en forma de módulos, como se observa en la figura L

1

2

3

4

5

6

7

8

DECISIONES

CONSUMO

ENERGIA

REPRODUCCION

PROD. DE LANA

CORDEROS

PASTURAS

1 w IMPRESORA

Figura l. Diagrama básico de la estructura del modelo con las diferentes subrutinas y la integración de las. mismas.

Las ecuaciones principales utilizadas en el modelo se presentan en el apéndice.

Decisiones

Si bien son múltiples las decisiones que se pueden tomar a nivel de predio, en la abstracción del modelo, sólo se toman en cuenta aquellas relevantes que tie­nen un efecto importante en el funcionamiento e in­teracciones del sistema.

Las decisiones que se deben ingresar al modelo son de tres tipos:

a) característica del predio: - número de potreros, - tipo de pradera en cada potrero;

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. 5

b) manejo de la pastura: - animales/ha con que se pastorea cada potrero, - secuencia en que los potreros son pastoreados a través del año, - duración en días de cada pastoreo;

c) manejo y características de las ovejas: - fecha de encarnerada, - fecha de esquila, - edad media de las ovejas, - edad media de corderos al destete.

Consumo

En la figura 2 se presenta el diagrama de flujo de la subrutina consumo, donde se esquematiza cómo se calcula el consumo potencial y el consumo voluntario de forraje.

©------ Carga ov1jas/h1

~---,--~

E o ad o li1iolbglco

' 1

Dlg11tibilid8d deMSolreclda

~---,-~ 1 1

--~ 1 1

Digestibilidad de MS comumid1

Pooder1dore1 POfCalegorla

---®

--~

Figura 2. Diagrama de flujo de la subrutina consumo y sus re­laciones con otras subrutinas del modelo, indicadas con los números que las identifican.

Consumo potencial

Cuando el consumo está enteramente controlado por característica del animal, nos referimos a él como consumo potencial.

De acuerdo con la información aportada por Ar­nold (1970), Donnelly eta/. (1974) y Arnold y Birrell (1977 ), el consumo potencial de forraje no está rela­cionado con el peso vivo o con la edad del animal por sí solos, sino que aparece más directamente relaciona­do con el estado de desarrollo del animal, es decir con su tamaño.

Siendo el tamaño la consecuencia de las medidas li­neales del animal, nos da idea del volumen corporal, el que está asociado a la capacidad de la cavidad abdo­minal y por lo tanto del rumen; de aquí su relación con el consumo como lo sugiere Bines (1979).

Para la raza Corriedale de Uruguay se considera que un peso de 45 kg es representativo del tamaño adulto, por ser un peso al cual las ovjeas están en bue­na condición corporal sin estar gordas.

Analizando la información presentada por Cramp­ton et al. (1969), Blaxter et al (1961), Troelsen y Campbell (1969) y Walters (1971) se encuentra que a las más altas digestibilidades del material ingerido el consumo de materia seca está en torno a los 90 g de MS/kg de peso.

De acuerdo con lo indicado, en el modelo el con­sumo potencial (CP) de ovejas secas se cuantifica en la ecuación 1.

Factores fisiológicos, como la hipertrofia de la mu­cosa ruminal, del abomaso e intestinos así como el in­cremento en el tiempo de pastoreo en el período pos­parto (Fell et al., 1972; Weston, 1979; Treacher, 1979 ), explicarían el aumento progresivo del consu­mo durante la lactancia, alc!lllzando el valor máximo en la cuarta a quinta semana (Forbes, 1969).

1984

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Los valores mayores de consumo se han registrado en las ovejas amamantando mellizos (Peart et al., 1979).

A los efectos del modelo, utilizando la informa­ción de Hadjipieris y Holmes (1966), se ajustó un fac­tor del consumo potencial que representa el patrón de variación del consumo a través de los días de lactancia (X), para ovejas amamantando únicos (F1) o mellizos (F2) (ecuaciones 2 y 3).

En la literatura revisada no se encuentra una clara relación entre la gestación avanzada y modificaciones del consumo (Silva, 1983), decidiéndose no incluir efectos de la gestación sobre el consumo potencial de las ovejas. .

Consumo voluntario

El consumo voluntario está regulado por aquellas características del animal y de la dieta que imponen restricciones al consumo.

Las características del animal han sido considera­das en la determinación del consumo potencial. Las características de la pradera más comúnmente usadas como variables para predecir el consumo voluntario en i::ondiciones de pastoreo, son la disponibilidad y di­gestibilidad del forraje (White et al., 1979).

Las relaciones descriptas en la literatura, entre con­sumo voluntario y disponibilidad de forraje por uni­dad de área, son asintóticas, tipo Mitscherlich, la que no es modificada por diferentes estados fisiológicos de las ovejas, ni por el pastoreo de diferentes especies forrajeras (Silva, 1983).

Para el cálculo de un factor de corrección (FC) del consumo potencial en función de la disponibilidad (D) se utiliza la ecuación 4.

El parámetro K (ecuación 4) representa la interac­ción entre la especie animal con cada tipo de pastura, como lo indica Vera (1976).

En el modelo se consideran valores de K igual a -0,0029 y -0,0024 para praderas nativas y mejora­das, respectivamente, los cuales fueron obtenidos por ajuste de las curvas publicados por Arnold y Dudzins­ki (1966 ).

Resultados obtenidos en un alto número de expe­rimentos con dieta a base de forraje, indican una rela­ción lineal y positiva entre la digestibilidad y el con­sumo voluntario, hasta valores tan altos como 82'1o de digestibilidad (Freer, 1981; Jarrige et al., 1980).

Del análisis de los trabajos de W alters ( 1981 ), Troelsen y Campbell (1969) y Osboum et al. (1966), se ajusta linealmente, para el rango de 40 a 80% de digestibilidad, un factor de corrección (FD) del con­sumo potencial para estimar el consum:o volunt~io, en función de la digestibilidad del forra¡e consumido (DC) (ecuación 5 ).

Los valores de digestibilidad que se disponen han sido obtenidos de muestras por cortes de las diferen­tes pasturas, los que pueden ?iferir mucho d~ la di­gestibilidad del material seleccionado por el ovmo du­rante el pastoreo. Por ello es necesario establecer la siguiente relación entre la digestibilidad del material ofrecido (DG) y la del material consumido (DC) que se incorpora al modelo: DG = DG . I~, donde IS es un índice de selectividad o preferencia, el cual se cuantifica apoyado en dos conceptos elementales que hacen posible que el animal seleccione: diversidad del tapiz y su disponibilidad para el animal.

Si la digestibilidad del. f?~raje ofrecido es mu~ al­ta (80%) y/o si la disponibilidad es t8:1 que el amm~l debe consumir gran parte de lo ofrecido, no es posi­ble que seleccione con mayor digestibilidad, entonces IS es igual a 1,0. . . .

En la medida que aumenta la d1vers1dad y la dispo-nibilidad el IS se incrementa hasta un valor de 1,25, el que se 'alcanza cuando la digestibil.i~ad ~~ 40'1o.

Los pasos seguidos para la cuant1f1cac1on del IS se detallan en el trabajo de Silva (1983).

'!

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Finalmente el consumo voluntario (CV) de MS/día se cuantifica ponderando el consumo potencial (CP) de ovejas secas, gestantes o lactantes, por los efectos de la disponibilidad (FC) y de la digestibilidad (FD) (ecuación 6 ).

Utilización de la energía consumida

El modelo estima los requerimientos energéticos y la producción de las diferentes categorías de ovejas utilizando el sistema de energía metabolizable (EM), desarrollado por Blaxter ( 1964 ).

La utilización de la energía consumida por las ove­jas en pastoreo se realiza a tr~vés de los siguie~tes pr~­cesos fisiológicos: mantenimiento de las funciones vi­tales, costo de cosecha, gestación, lactancia y cambio de peso.

Para desarrollar el balance energético se establecie­ron prioridades en el uso de la energía según los. si­guientes criterios. El ovino para permanecer con vida necesita mantener sus funciones vitales y en el proce­so mismo de la cosecha de forraje hace un importante gasto de energía, procesos que son prioritarios sobre los demás.

La gestación y la lactancia también tienen priori­dad sobre la ganancia de peso, es decir que en balan­ce energético negativo el animal moviliza reservas y pierde peso. Si el balance es positivo está en situación de ganar peso.

El balance energético se resuelve según las reco­mendaciones de ARC (1980), que constituyen aspec­tos básicos de la nutrición animal.

En la figura 3 se presenta el diagrama de flujo do~­de se esquematiza cómo se computan los requer~­mientos energéticos y la cantidad de producto obteni­do diariamente.

Oige~11billdad

deMSc<.>nJUmid~

Con511mo volun1ulo

MS/o.-eja/dia

'----~-----' -- - --¡

rb Elicieoci11

~--- '---k-m,_kl_.•_'----' 1

G,,·~~ ¡orina 1

¡+--~--¡_-=:;:::::c::::..J - - - _ __!

Requer1m1ento dege11ac:1ón

Estado filiológ;co

~ ~----

Requerimiento iJelK!iJIClil

.---- ______ ....J

! t'roduc:ción delMhe

Epoca de encarnerad•

Puoah1 1111eamer1d1

Figura 3. Diagrama de flujo de la subrutina energía.

Para el cálculo del costo de cosecha se utiliza el concepto de costo ecológico de cosecha de alimento, postulado por Cañas y Gastó (1974), donde los au­tores plantean que el gasto energético es función de la densidad calórica de la pradera y la densidad calórica del cosechador. La función ha sido cuantificada por Rozas et al. (1979) y es la utilizada en el modelo.

Reproducción

El proceso reproductivo, desde el punto de vista biológico, implica cambios cíclicos en el estado fisio­lógico de las ovejas de cría, que van acompañados de grandes modificaciones en los niveles de consumo y requerimientos energéticos, siendo un aspecto muy importante a tener en cuenta.

Son múltiples los factores ambientales que afectan el comportamiento reproductivo (Silva, 1982). .

Considerando en el modelo los efectos de la nutri­ción, la edad de las ovejas y la época de encarnerada, se determina la proporción de ovejas secas (OS) y el número de corderos nacidos por oveja que pare (CN). Con ellos se estiman las proporciones de todas las ca­tegorías de ovejas y corderos de la majada.

Utilizando la información publicada por Coop (1966 y 1964, citado por Azzarini y Po~zoni, 1971), se ajustan relaciones lineales de los índices OS y CN con el peso corpordl (PV) (efecto estático) Y Ja ga~a~­cia de peso previo a la encarnerada (GP) (efecto dma-mico) (ecuaciones 7 y 8 ). . ,

Los efectos de la edad de la oveja (X) y de la epo­ca de apareamiento (Y) se consideran a través de los factores de corrección de OS (F3, F5) Y CN (F4) (ecuaciones 9, 10 y 11), obtenidos de la información publicada por Cardellino y Azzarini (~979). El P.~r­centaje de parición (PP) se calcula segun la ecuac1on 12.

Con respecto a la mortalidad neonatal de corderos, sólo se tiene un acabado diagnóstico del problema, pero no fue posible cuantificar los factores interv~­nientes. Ante ello se incorpora al modelo la mortali­dad promedio registrada en el país, distribuyén~ola entre corderos nacidos únicos (0,89) y mellizos (0,55).

El porcentaje de señalada (PS) se calcula según la ecuación 13.

Producción de lana

En el presente modelo se determina el crecimien­to diario de la lana en función del consumo de ener­gía metabolizable. Para ello se utiliza la ecuación de Nagorcka (1977), que establece una demora de 25 días para que la tasa de crecimiento de lana alcance el equilibrio frente a cambios de consumo.

El crecimiento diario así obtenido, que correspon­de a ovejas secas, es posteriormente ajustado J?ºr la variación estacional del fotoperíodo y los cambios en el estado fisiológico de las ovejas.

La variación estacional del crecimiento de lana se relaciona con los cambios en la longitud de las horas luz a través de una función trigonométrica cosenoidal desarrollada por Nagorcka (1979) considerando una amplitud de 28% entre la máxima y mínima tasa de crecimiento de lana.

Para representar en el modelo el efecto del estado fisiológico en la producción de lana, se calcularon multiplicadores del crecimiento diario ~e lana de las ovejas secas, de forma de lograr reducciones en el pe­so de vellón de 5 a 10%, similares a las encontradas en la literatura por Silva (1983).

Se menciona en la literatura que otros factores am­bientales como: edad, sexo, efecto materno, clima y composición de la dieta afectan el crecimiento de la­na (Silva 1981) los que no se consideran en el mode-, ' " ,, lo. Algunos no parecen tener un efecto per se y otros no son cuantificables en el grado de desarrollo actual del modelo.

Corderos

Como el énfasis puesto en el estudio del compor­tamiento de la oveja de cría, se hacen simplificaciones del problema, utilizando Jos mismos conceptos ~':ne­rales empleados en el cálculo del consumo y utiliza­ción de energía en las ovejas.

Primeramente se calcula el peso al nacimiento y luego se cuantifica el consumo diario de leche Y}º fo­rraje de los corderos y sobre la base de la energ1a me­tabolizable consumida, se estima la evolución del pe­so corporal en el período predestete, considerando dos categorías: nacidos únicos o mellizos.

Los requerimientos diarios de gestación de las ove-

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. 5

jas con 1 ó 2 fetos (ARC, 1980), son acumulados cal­culándose la totalidad de EM requerida en los últlmos 70 días de gestación. Conociendo la concentración energética del cordero al nacimiento (1,3 kcal/g, ARC 1980) y la eficiencia de utilización de la EM en el des­arrollo fetal (12%, Rattray et al., 1974), se calcula el peso al nacimiento de ambas categorías de corderos.

La leche consumida por los corderos es la totali­dad producida por las madres. La capacidad potencial de consumo de forraje está regulada por el consumo de leche y la edad del cordero. Para el cálculo del con­sumo voluntario se consideran los efectos de la dispo­nibilidad y digestibilidad del forraje, como se discutió anteriormente.

En la utilización de la EM se consideran el mante­nimiento de las funciones vitales, el costo de cosecha y la ganancia de peso. Las eficiencias consideradas son mayores para la EM proveniente de la leche que la del forraje (Silva, 1983 ).

Si el balance energético es positivo se calcula la ga­nancia de peso de Jos corderos, sobre la base de la ecuación de MAFF (1975) que considera el valor energético de la ganancia, el peso y el nivel de ga­nancia.

Pasturas

De la información disponible en las Estaciones Ex­perimentales se obtuvieron registros estacionales pro­medios de la digestibilidad de la materia seca y las ta­sas netas de crecimientos de los diferentes tipos de pradera incorporados al modelo.

A dicha información se ajustaron ecuaciones poli­nomiales que en función de la época del año entregan la evolución anual de ambos parámetros de las pas­turas.

La actualización diaria de la disponibilidad de fo­rraje por hectárea en cada potrero se efectúa adicio­nando a la disponibilidad remanente del día anterior, el crecimiento diario de la pradera asignada al potrero y descontando la cantidad de forraje removido por hectárea, a través del consumo de los animales.

La intensidad de pastoreo se controla con decisio­nes referentes a la carga animal por potrero y los días de pastoreo en cada uno.

V ALIDACION DEL MODELO

La validación consiste en la comprobación del mo­delo (Aguilar y Cañas, 1980) y se efectúa contrastan­do valores reales, medidos experimentalmente con las predicciones hechas por el modelo, simulando las con­diciones experimentales.

Se contrastó con las predicciones del modelo los resultados experimentales de Ferrari (197 4 ), referen­tes al crecimiento de corderos pastoreando una prade­ra de raigrás anual con carga de 105 y 135 corderos/ hectárea. Al comienzo del ensayo, que se prolongó por 62 días, los corderos pesaban 12,3 kg y tenían 56 días de edad, información que fue ingresada al mode­lo, así como la evolución de la digestibilidad y dispo­nibilidad de forraje.

En el cuadro 1 se observa la comparación de los va­lores obtenidos.

Los resultados obtenidos en ambos tratamientos muestran que el modelo puede predecir con errores pequeños la evolución del peso de los corderos, aún en el amplio rango de variaciones de la digestibilidad y la disponibilidad de forraje que registró Ferrari (1974).

También se contrastaron las estimaciones del mo­delo con registros de producción ovina de un sistema físico, obtenidos por Silva (1980).

Las decisiones que se ingresaron al modelo, repre­sentan las condiciones de manejo de la majada de cría en el sistema. Se consideró un solo potrero, al que se asignó una pradera natural, pastoreada en forma con-

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Cuadro l. Comparación de estimaciones del mode-lo con resultados experimentales de Fe-rrari (1974).

Peso de los corderos, en kilos Días 105 corderos/ha 13 5 corderos/ha

exp. mod. exp. mod. 12,3 12,3 12,3 12,3

6 13,3 13,47 13,1 13,48 13 14,3 14,80 14,3 14,83 24 16,4 16,27 16,1 16,45 34 17,9 17,22 17,4 17,43 41 18,4 17,74 17,6 17,99 54 19,6 18,44 18,5 18,65 62 20,0 18,96 19,1 18,92

Promedio 17,13 16,70 16,59 16,82

tinua con una carga de 4 ovejas/ha. Esta carga corresponde a la media del sistema,

que es de 0,8 U A/ha. Se operó el modelo por un período de simulación

de 3 años, para eliminar los efectos de la inicializa­ción de variables y lograr que la disponibilidad de forraje se equilibre con la carga. Los resultados se observan en el cuadro 2.

Oladro 2. Comparación de las estimaciones realizadas con el modelo, simulando un sistema de cría ovina, con registros de un sistema físico, obtenidos por Silva (1980).

Sistema Modelo físico

Peso al inicio de la encarnerada (kg) 39,55 41,35 Peso al fin de la encarnerada (kg) 43,85 41,95 Peso medio en el período (kg) 41,70 41,65

Comportamiento reproductivo: oveja parida/oveja encarnerada 0,898 0,895

corderos nacidos/oveja parida 1,077 1,035

corderos señalados/corderos nacidos 0,912 0,912•

corderos señalados/oveja encarnerada 0,882 0,845

Producción de lana (kg de vellón/oveja) 3,42 3,36

Peso de los corderos: peso al nacimiento (kg) 3,5 3,47

peso a los 30 días de edad (kg) 11,4 10,15

peso a los 120 días de edad (kg) 21,5 21,0

Valor no simulado.

Las predicciones del modelo son comparables a los registros del sistema físico, en todos los aspectos. Esto demuestra que la operadvidad del modelo en su conjunto es adecuada, teniendo presente que sus es­timaciones son el resultado de una situación de equi­librio alcanzada por el modelo, bajo un conjunto de decisiones establecidas al comienzo.

INFERENCIAS REAlIZADAS EN EL MODELO

El modelo permite amplias posibilidade~ de estu­dio de la cría ovina, en aspectos que se relacionan con decisiones tomadas por quien maneja el sistema.

Tratándose de un sistema pastoril de cría ovina, una de las decisiones más importantes de manejo, es definir la carga animal óptima del sistema y es en este aspecto donde el modelo presenta gr_and~s vent~jas frente a un experimento de campo, aun sm conside­rar los costos de instalación y funcionamiento.

Se propuso como objetivo, est_udiar con el n;iodelo los efectos de la carga animal (numero de ovejas/ha) sobre la producción por animal y por hectárea de un rebaño de cría ovina, pastoreando una pradera natural de suelo superficial de la zona basáltica de Uruguay.

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Se probaron 4 cargas (2, 3, 4 y 5 ovejas/ha) co­menzando el proceso de simulación con idénticas con­diciones iniciales y analizándose los resultados de pro­ducción por oveja y por hectárea en términos de kilos de lana vellón y kilos de carne de cordero.

Los resultados se observan en el cuadro 3 y los ín­dices de producción por animal y por hectárea se gra­fican en las figuras 4 y 5.

Cuadro 3. Efecto de la carga animal (ovejas/hectárea) sobre algunos índices pro­ductivos del rebaño de ovejas de cría, estimados con el modelo luego de un período de simulación de 3 años.

Indices productivos Ovejas por hectárea

Disponibilidad de MSfha (día 1, año 3) 2.308 1.774 1.266 854 Peso de las ovejas a la encarnerada (kg) 46,3 44,7 41,9 37,0 Porcentaje de señalada 84,0 84,0 77,0 57,0 Peso de los corderos al nacer (kg) 3,7 3,61 3,45 3,31

Peso de los corderos al destete (kg) 21,7 21,4 20,8 19,2 Peso de vellón por oveja (kg) 3,39 3,38 3,34 3,26 Producción de vellón por hectárea (kg) 6,78 10,14 13,36 16,31 Corderos destetados (kg)/oveja 18,23 18,0 16,03 10,94

Corderos destetados (kg)/hectárea 36,46 53,93 64,06 54,72

En el cuadro 3 se observa que el peso de las ovejas a la encarnerada disminuye con el incremento de la carga y esto trae aparejado una disminución en el por­centaje de señalada. El peso de los corderos al naci­miento decrece en un 10% cuando la carga pasa de 2 a 5 ovejas/ha. Igual respuesta tiene el peso al destete.

En los gráficos 4 y 5 se observa que con cargas bajas se obtienen las más altas producciones por ani­mal, la que comienza a decrecer a medida que se in­crementa la carga y la disponibilidad de forraje se va haciendo limitativa del consumo. Este tipo de res­puesta en la producción por animal es la más generali­zada y concuerda con el modelo planteado por Mott (1960 ).

El valor más alto de producción de lana por hectá­rea se alcanzó con 5 ovejas/ha y debería seguir au­mentando con cargas más altas, dado que la produc­ción de lana por oveja sólo disminuyó un 4% en todo el rango de incremento de la carga. Esto demuestra la poca sensibilidad de la producción de lana por animal a las variaciones en la disponibilidad de forraje, coin­cidiendo con las observaciones de Cañas (1967) en un experimento de carga realizado con capones.

La producción de carne de cvrdero por hectárea al­canzó el máximo con 4 ovejas por hectárea, disminu­yendo a cargas mayores como consecuencia de que la producción por oveja disminuye un 32% cuando la carga se incrementa de 4 a 5 ovejas/ha.

De la información entregada por el modelo apare­ce claramente que la catga óptima del sistema de cría depende del objetivo de la explotación. Si el énfasis está puesto en la producción de lana, la carga óptima

Po1centaje dala

100

mísalta 90 produccibn

alcanz11c:h1

Producción de lana/oveja O- - -O fkgvetlón/ovejal

Producci6ñ de lan11/ha .....--. fkgHllón/ha)

60

60

'º l.,,~...J....~--'-~--'~~"--~ Cargaanim1l (or1ja1fh1)

Figura 4. Representación gráfica del efecto de la carga animal sobre la producción de lana vellón por oveja y por hectárea, estimadas con el modelo.

100

Porcentaje dela 90

miualta producción alc;nu:.::la

80

70

Corduo1 denetados/oweja O- - -O (kg/onJa)

Cordero1 d11tet1dol/ha e----e (kg/ha)

50

40

Figura S. Representación gráfica del efecto de la carga animal sobre la producción de carne de cordero por oveja Y por hec­tárea, estimadas con el modelo.

estará alrededor de 5 ovejas/ha, y no con cargas mayores a pesar de que la producción de lana/ha siga aumentando. Hay que tener presente que un primer objetivo de un rebaño de cría es producir los anima­les de reemplazo para el autoabastecimiento del stock, y con cargas mayores a 5 ovejas/ha el ni~el re­productivo se verá tan afectado que no se lograran los reemplazos necesarios. Esto determina que la carga máxima para alcanzar la mayor producción de lana por hectárea con ovejas de cría, se sitúa en torno a 5 ovejas/ha.

Si por el contrario, lo que interesa es la produc­ción de carne de cordero, la carga máxima se sitúa alrededor de 4 ovejas/ha. En este caso interesa mante­ner altos índices reproductivos porque éste mostró tener un gran efecto en la producción de carne por hectárea.

Como puede suceder que la máxima producción en términos físicos no sea la máxima en términos econó­micos, se requiere un estudio en este sentido, para de­finir la carga que genera la mayor utilidad por hectá­rea. Pero es importante recalcar que el estudio eco­nómico deberá hacerse dentro de los límites de viabi­lidad biológica definidos por el modelo.

CONCLUSIONES

Con el modelo de simulación desarrollado es posi­ble predecir la producción de lana y corderos de un sistema pastoril de cría ovina, dadas las tasas de cre­cimiento y la digestibilidad de la materia seca, de las diferentes praderas, con un error que fluctúa entre 1,5 y 10% dependiendo del parámetro validado.

Haciéndose uso del modelo desarrollado, se deter­minó el efecto de la carga animal sobre la producción de carne y lana y se concluyó que si el interés es pro­ducir lana, se deberían utilizar cargas altas para obte­ner la mayor producción por hectárea, aún a costa de reducir el nivel reproductivo de las ovejas, hasta valo­res que sólo permitan producir los animales de reem­plazo necesarios para el autoabastecimiento del reba­ño. Si por el contrario, interesa producir carne de corderos la mayor producción se obtiene con cargas menores: procurando mantener un buen nivel repro­ductivo.

AGRADECIMIENTOS

Al Dr. Raúl Cañas y al Ing. Claudio Aguilar.por su permanente apoyo y sus ace~tadas sugerencias du­rante el desarrollo de este trabajo.

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APENDICE

Principales ecuaciones utilizadas en el modelo.

l. CP = 90 . 45º•" = 1.564 g de MS/animal/día

2. Fl = 1,0059 + 0,0192 X - 0,000219 X' (R' = 0,90)

3. F2 = 1,2093 + 0,0196 X - 0,000225 X' (R' = 0,96)

4. FC = 1 - ekD

5. FD = 1,675 DC - 0,34

6. CV = CP . FC . FD

7. OS = 1,276 - 0,0292 PV

8. CN = (0,2868 - 0,01933 PV) (1 + 0,3334 GP)

9. F3 = 2,973 - 0,65 X+ 0,0553 X' (R' = 0,97)

10. F4 = 0,715 + 0,081 X - 0,0067 X' (R 2 = 0,92)

11. F5 = 3,831 - 4,082 Y+ 1,423 Y' (R' = 0,94)

12. PP=CN(l -OS)

13. PS = (1 - OS) (0,68 + 0,21 CN)

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CONTROL DE FLOR MORADA (Echium p/antagineum L.) EN SEMILLERO DE TREBOL BLANCO (Trifolium repens L. cv. Estanzuela Zapicán)

EN EL AÑO DE IMPLANTACION

Agustín Giménez • Amalia Ríos

RESUMEN

Flor morada es una maleza frecuente en semilleros de leguminosos ocupando por su hábito de crecimiento, áreas importan­tes disminuyendo los rendimientos y calidad de la semilla cosechada.

En el año 1982 se instaló un experimento en la Estación Experimental La Estanzuela con el objetivo de estudiar el control de flor morada en un semillero de Trifo/i11111 repe11s L. cv. Estanzuela Zapicán en el año de la implantación.

Los herbicidas evaluados fueron: Bentazona a 0,5 y 0,7 kg/ha; 2,4-D sal amina a 0,5 y 0,7 kg/ha; 2,4-DB sal amina a 0,8 y 1,4 kgfha, acifluorfen a 0,2 Y 0,3 kg/ha; dinoseb acetato a 2 y 3 kg/ha y la mezcla 2,4-D + Bentazona a 0,4 + 0,5 kgfha.

Las aplicaciones se realizaron cuatro meses después de la siembra, 20 días después de un pastoreo con ovinos. No se observaron daños importantes en la leguminosa, destacándose el efecto de cobertura que realizaba la flor morada

al momento de la aplicación. Los tratamientos de 2,4-D amina + Bentazona y 2,4-D amina (0,7 kg/ha) realizaron un efectivo control. En el rendimiento

de semilla la mezcla de 2,4-D + Bentazona difirió significativamente del testigo enmalezado con un incremento del 100%.

SUMMARY

Flor morada is a common weed in legume seed crops occupying importan! areas because of its growth habit reducing yield and quality of the seed.

In 1982, a trial was carried out at Estación Experimental La Estanzuela with the objective of evaluating flor morada con­trol in a Trifo/i11111 repe11s L. cv. Estanzuela Zapicán in the year of the establishment.

Herbicides evaluated were: Bentazona at 0.5 and 0.7 kgfha; 2,4-D amine sal! to 0.8 and 1.4 kg/ha; aciphluorfen at 0.2 and

0.3 kg/ha; dinoseb acetate at 2 and 3 kg/ha and the mixture 2 ,4-D + Bentazona at 0.4 + 0.5 kgfha. Herbicides were applied four months after harvest, 20 days after a sheep grazing. No importan! damage to tite legume is detected, having been importan! flor morada coverage al the application time. Treatments with 2,4-D amine + Bentazona and 2,4-D amine (0.7 kgfha) had an effective control. Seed yield with 2,4-D

+ Bentazone applied differed significatively from the weed control with a 100% increase.

INTRODUCCION

En Uruguay la producción de semilla de legumino­sas forrajeras es una actividad de importancia cre­ciente.

Generalmente los semilleros se instalan en chacras con años de agricultura y que presentan altos niveles de enmalezamiento.

Flor morada es una maleza frecuente, generalmen­te de ciclo anual, con gran desarrollo foliar en forma de roseta cuyo diámetro en plantas adultas supera Jos 30 cm, ocupando un área importante, disminuyendo los rendimientos y calidad de Ja semilla cosechada.

El objetivo del presente experimento fue evaluar el efecto de diferentes herbicidas en el control de la ma­leza y daño sobre el cultivo de trébol blanco cv. Estanzuela Zapicán en el año de implantación.

MATERIALES Y METODOS

El ensayo se instaló en una chacra de Ja Estación Experimental La Estanzuela, sembrada el 15 de marzo de 1982 con trébol blanco cv. Estanzuela Zapi­cán a una densidad de 6,5 kg/ha.

El suelo correspondió a un Brunosol éutrico típico con textura franca (28% de arena, 48% de limo, 24% de arcilla), pH de 5,8 en agua y 4,6% de materia orgá­nica.

Los herbicidas evaluados fueron: Bentazona (3-isopropil-lH-2,1,3, benzotiadizinona-4 (3H)-one 2,2-dióxido) a 0,5 y 0,7 kg/ha; 2,4-D (ácido 2,4-dicloro­fenoxiacético) sal amina a 0,5 y 0,7 kg/ha, 2,4-DB 1ácido 4-(2,4-diclorofenoxibutírico)] sal amina a 0,8 y 1,4 kg/ha; acifluorfen (5-2-cloro-(trifluorometil)-fe­noxi-2-nitrobenzoato) a O ,2 y 0,3 kg/ha; dinoseb ace­tato (4,6-dinitro-2-sec-butilfenol) a 0,2 y 0,3 kg/ha y la mezcla 2,4-D sal amina+ Bentazona a 0,4 + 0,5 kg/ ha. Las aplicaciones se realizaron cuatro meses des­pués de la siembra, 20 días después de un pastoreo con ovinos.

• Técnicos (Ings. Agrs.), Proyecto Control de Malezas. Es­tación Experimental Agropecuaria La Estanzuela.

El diseño utilizado fue de bloques al azar con 13 tratamientos y 4 repeticiones, con parcelas de 5 X

X 2m. Para las aplicaciones se utilizó una pulverizadora

de CO de presión constante provista con boquillas tipo "Teejet" 80-04, regulada a 2,1 kg/cm1 de_p.resi?n y un volumen de 300 l/ha de agua. J:as J?~ec1p1ta~10-nes ocurridas 10 días antes de la aphcac1on totaliza­ron 5 mm y en los 10 días posteriores fueron de 5 5 mm. Se realizaron evaluaciones visuales de daño y control a los 30 y 90 días posteriores a la aplicación.

Las condiciones climáticas en el momento de apli­cación de herbicidas fueron:

Fecha Hora

1 /VIl/82 09

Viento (km/h)

7

Tempera- Humedad Condicio­tura me- relativa nes del dia diaria(%) media suelo

(•C) diaria

10,0 75 Húmedo

La recolección de semillas se efectuó el 28 de di­ciembre de 1982, cortando 3 cuadros de 0,5 X 0,5 m por parcela y realizando la trilla en forma manual.

La comparación de medias se realizó por la prueba de mínima diferencia significativa (MDS).

RESULTADOS Y DISCUSION

Visualmente no se observaron daños importantes en el trébol en la evaluación realizada a los 30 días posteriores a las aplicaciones.

Como se observa en el cuadro 1, los tratamientos de 2,4-D y acifluorfen fueron los únicos en los c;¡ue se vio un enlentecimiento en el desarrollo del cultivo. A los 90 días el cultivo se había recuperado de ese efec­to depresívo inicial.

La alta población y el esta~o de desarrollo d~ la maleza ejerció una cobertura importante al cultivo en el momento de la aplicación, por lo cual el contac­to de los herbicidas con la leguminosa fue menor. Esta interferencia pudo haber determinado los bajos niveles de daño observados, ya que distintos autores coinciden en señalar el mayor efecto fitotóxico del

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. 5

Cuadro l. Efecto de los herbicidas sobre Estanzue­la Zapicán y la flor morada.

Herbicidas Dosis Daño• Control•• (kg/ha)

Bentazona 0,5 o p Bentazona 0,7 o p 2,4-D 0,5 R 2,4-D 0,7 1 B 2,4-DB 0,8 o p 2,4-DB 1,4 o p Acifluorfen 0,2 2 p Acifluorfen 0,3 2,5 R-P Bentazona + 2,4-D 0,5 + 0,4 o B Dinoseb acetato 2 o p Dinoseb acetato 3 o p

• O: sin daño; 10: muerte del cultivo. •• E; 9,5-10; B: 8-9,4; R: 6,0-7,9, P < 5,9.

herbicida 2,4-D en el semillero cuando es aplicado con posterioridad a un corte o pastoreo (Fisher y Perea, 1977, citados por Algorta y Sanz, 1981;:Ed­monds et al. 1980).

Asimismo, Giménez y Ríos (1983) observaron en trébol blanco con aplicaciones de acifluorfen con do­sis de 0,2 y 0,3 kg/ha, daños iniciales leves que se acentuaron posteriormente, perdurando hasta la co­secha.

Los tratamientos de 2,4-D (0,7 kg/ha) y 2,4-D + Bentazona (0,4 + 0,5 kg/ha) fueron los únicos en los que se observó un buen control de la maleza ( cua­dro 1).

El rendimiento de semilla fue cuantificado sólo en aquellos tratamientos que controlaron la mal~za.

Cuadro 2. Rendimiento de semilla del cultivar Estanzuela Za­picán.

Tratamiento

2,4-D + Bentazona 2,4-D 2,4-D TCM

MDS (5%) cv = 18%

Dosis (kgfha)

0,4 + 0,5 0,5 0,7

Rendimiento de semilla (kg/ha)

309 a 195 b 181 b 155 b

75

La mezcla 2,4-D + Bentazona difirió significativa­mente del testigo con un incremento del 100% en el rendimiento de semilla.

61 . ~.l_ tratamien.to de 2,4-D a la dosis de 0,7 kg/ha no

d~f~r10 del testigo enmalezado. Posiblemente el her­b1~1da afectó en forma negativa la producción de se­n:1ill.a ya que el control realizado sobre la maleza fue similar al del tratamiento mezcla

La importancia agronómica 0

del tratamiento con 2,4-D_ . e~ta~ía determinada porque su realización perm1tm~~m dificultad la cosecha mecánica del culti­vo, obtemendose semilla con mayores porcentajes de pureza en relación al testigo enmalezado. _ En el presente experimento la magnitud de Jos da­nos c:iusados por las dosis evaluadas de 2,4-D es simi­lar; sm emba~go, otros autores han observado que el e~ecto d~pres1':'0 en el cultivo causado por este herbi­cida .~sta asociado a la dosis evaluada, dependiendo tamb1en de ésta el tiempo en que tarda el cultivo en recuperarse (Elliot, 1961).

La ~imilitud en los rendimientos de semilla de los tratamientos de 2,4-D podría entonces estar determi­nad:i por un efecto diferencial sobre el cultivo de las dosis evaluadas, no detectado en las evaluaciones vi­suales, además del distinto grado de control de Jama­leza.

CONCLUSIONES

l. En el desarrollo vegetativo del cultivo no se visuali­zaron efectos fitotóxicos importantes.

2. En el control de malezas se destacaron Ja mezcla de 2,4-D + Bentazona (0,4 + 0,5 kg/ha) y 2,4-D (0,7 kg/ha).

3. En el rendimiento de semilla la mezcla de 2 4-D + + Bent~zona difirió significativamente del testigo con un incremento del 100%.

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¡· CRECIMIENTO DIFERENCIAL DE CULTIVARES DE PAPA EN OTOÑO Y PRIMAVERA*

RESUMEN

Daniel Fernández • • Francisco VilarÓ

El cultivo de papa en Uruguay comprende alrededor de 20.000 ha y se realiza en las cuatro estaciones. Las de mayor im­portancia son otoño ~ primavera, cada una con cerca del 35 a 40% de la superficie total. El cultivar más difundido es Ken­nebec, con el 85%del area.

Es común la ocurrencia de períodos de altas temperaturas durante los meses de Diciembre y Enero, conjuntamente con períodos de luz diarios relativamente largos y condiciones de déficit de humedad en el suelo.

La falta de ~daptación a es\as condiciones de los cultivares más difundidos, sería una de las principales limitantes para lograr altos rend1m1entos de tuberculos de buena calidad comercial en el cultivo de primavera.

, En otoño Y primavera de 1982 se realizaron dos ensayos de análisis de crecimiento con cinco cultivares de papa que cu­brian aproximadamente un rango amplio de respuesta a factores de termofotoperíodo. Se comprobó un comportamiento

• Forma parte del Trabajo de-Tesis de Graduación (Fac. Agronomía) del primer autor. • • Bachiller Y Técnico Asistente (Ing. Agr.) Proyecto Papa, respectivamente. Estación Experimental Granjera Las Brujas.

1984

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diferencial en las dos épocas, de cultivares como Kennebec, mostrando en la plantación de primavera menores rendimientos y retraso en la tuberización. El cultivar Favorita, por otra parte, mostró cierta independencia a factores climáticos, con un rápido crecimiento de los tubérculos en las dos épocas.

Se concluye que se debería combinar el uso de cultivares de tuberización temprana en primavera y tardía en otoño para apovechar de modo más eficiente la estación de crecimiento. Esto traería aparejado la disminución de la variabilidad de los ren­dimientos y la caída importante de precios por exceso de oferta durante el verano.

SUMMARY

The potato crop in Uruguay comprises around 20.000 ha and it is grown in the four seasons. Fall and' spring are the more common corresponding to 3 5 or 40% of the ar ea each one. Kennebec is the most u sed cultivar, around 85%.

The ocurrency of periods with high temperature during December and January is normal. This is associated with a photo­period relatively long and reduction of avalla ble water in the soil. The inadequacy of the more difunded cultivars ta these con­ditions would be one of the critic aspects to get high yields of good quality tubers in spring crops.

In spring and fall 19 82 two annalysis of growth trials were conducted with five potato cultivars. These were representative of a wide range of response to photoperiod factors. A different response was founded between cultivars in the two seasons of planting, mainly Kennebec, with decreased yields and delay of tuberization in spring. In other way, Favorita showed sorne in­dependence to climatic factors with a fast growth of tubers in the two seasons.

It is concluded that growers should have to combine cultivaar with early tuberization in spring and late in the fall to take better advantage of the growing season. This could reduce the high yield variability within years an the incidence of prices going down suddenly by the reason of an excess of offert during the summer.

INTRODUCCION

El cultivo de papa en Uruguay ocupa un área anual aproximada de 20.000 ha, constituyendo así el primer cultivo hortícola. La plantación se realiza en las cuatro estaciones del año (a diferencia de lo que ocurre en Jos principales países productores), siendo las de mayor importancia las de otoño y primavera, representando entre las dos el 75% del área total.

Teniendo en cuenta el potencial del cultivo, los rendimientos que se alcanzan normalmente en la zona de producción comercial son bajos (otoño 7 ,4 t/ha y primavera 9,2 t/ha) (DIEA, 1983).

Otra característica distintiva es la gran variabilidad entre años en dichos rendimientos.

Los cultivares usados tradicionalmente, originados en E.U.A., son dos: Kennebec y Red Pontiac, los cua­les ocupan el 85 y 15%, respectivamente, del total plantado.

Particularmente para el cultivar Kennebec, en las condiciones normales del cultivo en el país, el estado de brotación apropiado para plantar se alcanza recién a partir del mes de octubre. Unas de las limitaciones para el mejoramiento tecnológico del cultivo son los bajos precios que normalmente se obtienen en diciem­bre-enero. Esto se debe al exceso de oferta por la con­centración de la cosecha de primavera y por la difícil conservación del producto en esa época.

Distintos autores, Milthorpe y Moorby (1982), Burton (1966), coinciden en señalar que el estímulo para la tuberización y desarrollo sostenido de los tu­bérculos de papa (a diferencia del crecimiento en las etapas iniciales), está determinado principalmente por condiciones de temperatura y fotoperíodo. Días cor­tos (8-10 h) y bajas temperaturas (alrededor de 15 • C) especialmente nocturnas, aceleran la iniciación de Jos tubérculos y producen un acortamiento del ciclo del cultivo. Si estas condiciones no se cumplen en la épo­ca adecuada aproximadamente dos semanas antes de la plena floración o un mes y medio después de la plantación), se produce un retraso en la tuberización, una disminución de Jos rendimientos así como tam­bién una inferior calidad de los tubérculos. La magni­tud de la respuesta está relacionada a la intensidad del estrés. A este respecto Ewing (1981) ha detectado im­portantes diferencias varietales; cultivares considera­dos tempranos podrían tuberizar en un mayor rango de condiciones ambientales que los de tipo tardío.

En los cultivos correspondientes a la plantación de primavera tardía (octubre-noviembre) es común ob­servar condiciones desfavorables a la tuberización, coincidentes con el momento más apropiado para el inicio de la misma (diciembre-enero). Se entiende que este hecho puede ser una de las causas determi­nantes de los bajos rendimientos y de su variabilidad. A~te~iormente, en ensayos realizados por Vilaró y Cr1sci ( 1981) se llevaron a cabo dos épocas de cosecha

(anticipada y final), para cada una de las dos estacio­nes principales. En dichos ensayos se comprobó que cultivares de relativamente largo período de produc­ción en cultivos de primavera, alcanzaban un rendi­miento aceptable ya en cosecha anticipada en la plan­tación de otoño. Por otra parte, cultivares de tipo temprano no manifestaban esta respuesta diferencial.

Javier (1968) utilizando la técnica de análisis de crecimiento, comprobó que características de tem­prana y rápida tuberización y tolerancia a factores cli­máticos adversos, pueden obtenerse por mejoramien­to genético; asimismo, Costa (1975) verificó la supe­rioridad de cultivares nacionales mejor adaptados a las condiciones de la región respecto de cultivares ex­tranjeros.

En el presente trabajo se intenta caracterizar la res­puesta de distintos cultivares de papa en dos épocas de plantación, que presentan características contras­tantes de termofotoperíodo, con el objetivo de lograr su mejor aprovechamiento a lo largo del año.

Durante los ciclos de otoño y primavera tardía en 1982 se realizaron, en la Estación Experimental Gran­jera "Las Brujas" (EEGLB), estudios de análisis de crecimiento, utilizando cinco cultivares de papa de comportamiento conocido a través de ensayos ante­riores, que presentaban diferentes largos de ciclo, compatibles con las condiciones de crecimiento del cultivo en el país. Al respecto es dable señalar la ina­decuación de cultivares de mayor largo de ciclo vege­tativo que Kennebec, observada en ensayos de com­portamiento en la EEGLB, en 1980.

MATERIALES Y METODOS

En la EEGLB durante el otoño y la primavera de 1982 se llevó a cabo un estudio de análisis de creci­miento de cinco cultivares de papa, en diseño de blo­ques al azar con tres repeticiones. Las fechas de plan­tación fueron el 15/2 y el 6/10, respectivamente.

Los orígenes de la semilla de los cultivares emplea­dos, fueron: en_ otoño, Favorita y Spunta (de Holan­da) y Norland, Red Pontiac y Kennebec (de Canadá), de categoría Fundación; en primavera, multiplicación nacional de los mismos.

Aproximadamente a partir del inicio de la tuberi­zación se realizaron cosechas escalonadas. Estas in­volucraron seis plantas representativas de cada par­cela, comprendiendo parte aérea y subterránea. Se de­terminaron los pesos en materia seca de cada uno de los componentes: hojas, tallos (incluyendo estolones), raíces y tubérculos. Al momento de cada cosecha se evaluó la altura de los tallos y el número de éstos. Posteriormente, se calculó el índice de área foliar se­gún el método descripto por Bremner y Taha (1966). A partir de los datos obtenidos se construyeron las cuvas correspondientes, las cuales se ajustaron por modelos de regresión lineal y cuadrática. Paralelamen-

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. 5

t~! se deter?_;1inaron las fechas de inicio de la tuberiza­c1on, florac1on y senescencia.

Las lab?res culturales y de control de enfermeda­de~ se realizaron en forma convencional. Complemen­~nament.e., se ~~cabaron los datos de temperatura del aire, prec1p1tac1on y horas de sol. En primavera se de­termmó el contenido de humedad en el suelo a Jo lar­go del ciclo, mediante muestreo gravimétrico.

RESULTADOS Y DISCUSION

,, Las figuras 1 y 2 muestran las curvas de tuberiza­c10n exp~esadas en materia seca, de los cinco cultiva­res estudiados, para las temporadas de otoño y pri­mavera~ r~specti:'amente. En Jos mismos, se verifica s~ crecimiento hneal en la mayor parte del ciclo El ~Juste de las curvas a través del modelo de regres

0

ión hneal f~~ bueno, con un coeficiente de correlación q.ue oscilo entre 0,91 y 0,98 para Jos diferentes cul­t~vares en las d?s. temporadas. En otoño las diferen­cia~ .entre los d1stmtos cultivares es reducida· esto se v~_nf1ca a ti;avés de los análisis de varianza de' Ja frac­c10n mater.ia seca de tubérculo, en los cuales sólo se d.etectan diferencias significativas en la primera y úl­tima cosecha. En primavera, por el contrario se observ~ una mayor dispersión de las curvas detectán­dose diferencias significativas a lo largo de 'todo ¡ ·­clo. Al final de éste y para todos Jos cultivare~ ~~ c?mprueba u~a caída de dicha curva de distinta ~ag­mtud, dependiendo del cultivar. . , Las figu~as .3 Y 4 i:nuestran las curvas de tuberiza­

c10n Y del .rnd1ce de ~ea foliar en otoño y primavera de los cultivares Fav~nta y Kennebec, Jos cuales pre­sentan las may?;es d1f~rencias. En Favorita se obser­va que l~ev?lucio~ded1chascurvas es similar; el máxi­ipo del rndice de area foliar se alcanza temprano en el desarrollo y e~ coincidente con la etapa de crecimien­to en forma !mea! de los tubérculos Kennebec por º.tra parte, presenta un comportamie~to bien dif~ren­c~ando e~ las dos estaciones. En otoño obtiene su ín­dice de area foliar máximo en torno al momento de mayo~ desa~rol.lo de l?s tubérculos. En primavera, en cambio, el rnd1ce. ~e area foliar máximo Jo logra poco antes de la detencion del crecimiento de éstos.

Los resultados del cuadro 1 muestran diferencias

Materia seca tubérculo h/ha)

11

10

Spunta

Favorita

Norlend

30 60 70 90 110 130 Días desde plantación

Materia seca tubérculo (t/ha)

11

Spunta

10 · · · · · · · · Favorita

30 50 70 90 110 130 Dfas desde plantación

63

Figura 2. Curvas de tuberización de S. cus. de papa en prima­vera.

impor~antes en los parámetros que miden el desarro­llo fohar Y la tuberización en los distintos cultivares para las dos temporadas. Al igual que en las figuras 1 Y 2, en la comparación de los cultivares Favorita y Kennebec .se aprecian diferencias marcadas. Favorita presenta diferencias semejantes en las dos tempora­das para todos los parámetros. Kennebec en cambio muestra en primavera un mayor desarrollo' foliar a tra~ vés del índice de área foliar máximo, de la altura de planta y de la duración del área foliar. A su vez, este

Materia seca tubérculos h/ha) IAF

11

10

30

Otoño IAF

Tubérculo --

/ /

--~ I , ,,,,./ -1 I

I I

50 70

Primavera

90 110 130 Olas desde plantaci6n

Figura 1 Curvas de tuberización de S. cus. de papa en otoño.

1984

Figura 3. Curvas de Índice de área foliar y tuberización <le Fa· varita en otoño y primavera.

i 1 1,

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64

d · cultivares de papa en otoño y primavera. Cuadro 1. Principales parámetros de crecimien::_:t:.::º:__:::.::e_::_c=-:mc__:o _________________ _

IAF Días desde DAF Altura Días desde Días des- Días desde

Materia seca tubérculo

(t/h•)

Cultivar

FAVORITA

NORLAND

RED PONTIAC

SPUNTA

KENNEBEC

Epoca

Otoño

máximo

*

2,59

emergen­cia a IAF máxima

so Primavera 2,57 49

Otoño 2,64 43 Primavera 3,67 49

Otoño 2,53 Primavera 3,23

Otoño 4,60

52 49

52 Primavera 4,02 47

Otoño 3,29 49 Primavera 4,48 68

IA F: índice de área foliar. •• DAF: duración del área foliar.

11 IAF Otoño Primavera

IAF

10

30

Tubérculo--

...... '\ ...... 1

~... 1 / 1

I I

,/ ----, I ,/ I 1' /1 ¡,'

11 ,, 1/ I I I I

I I

I I

I I

I

60 70 90 110 130 Días desde plantación

' d · d ' ~ 1· y tu berización de Figura 4. Curvas_ de m. •ce e area •O 1ar Kennebec en otono y primavera.

mayor desarrollo se produce más tar~ían;i;nte en pri-mavera aún luego de iniciada la tuber1zac1on. .

Los 'resultados obtenidos se explicarían por el ~h~e­rente comportamiento de los cultivares a cond1c10-nes contrastantes de termofotoperíod.o. D~ acuerdo con Burton (1966) y Ewing (1981), existen importan­tes diferencias varietales al respecto.

Según Borah y Milthorpe, citado p~r. B~?laender (1963), con temperaturas de 25 •C la m1c1?,c10n de !ºs tubérculos se retrasa tres semanas en relac1on a 15 C. En la estación de crecimiento del ensayo, las tempera­turas promedio para los meses de diciembre Y enero fueron de 23,5 y 24,6•C, respectivamente, lo que pr~­bablemente llevó a un enlentecimiento de la tu?en­zación. A su vez, en dicha temporada el fotopenodo se incrementa a partir de la siembra; al respecto Ewing (1981), entre otros, afirma que el efecto neg~­tivo de altas temperaturas es mayor con l~ ?~urrencia de días largos, así como también con def1c1t ~e ~u­medad en el suelo. Según Ewing (1981), el estres ter­mico puede disminuir el rendimiento, actuando ba-

** de la plantación de tu beri- planta-planta a inicio zación a ción a 80% (cm) de tu be- IAF muerte de

104,8 43,9

97,8 40,25

100,02 48,3 1 S3,6 S8,42

98,11 50,6 152,4 S6,05

169,03 57 170,2 67,7

136,5 52,4 250,1 66,6

rización máximo follaje

32 40

4S

28 40

28 43

35 46

34

29

24

38 29

38 26

31

so

lOS 91

105

102

lOS 108

112 117

112 117

jo dos formas: disminuyendo la. fotosínte,sis neta y la traslocación de fotosintatos hacia los tuberculos. Pro­bablemente este último efecto fue el más importante en vista del excesivo desarrollo foliar de Kennebec en primavera. Este no se reflejó en altos re~dimientos ya que la tuberización finalizó poco despues de alcan­zado el máximo índice de área foliar. Inversame~te el mismo cultivar en el otoño y con un aparato foliar más reducido logró mayores rendimientos con un crecimiento s~stenido de los tubérculos aún luego de alcanzado el índice de área foliar máximo.

En la figura 5 se presentan los rendimientos de los cinco cultivares en otoño, expresados como porcenta­je de Kennebec. Los datos se agrupan en dos ~omen­tos del ciclo: cosecha anticipada (a los 80 dias de la plantación) y cosecha final. En cosi:_cha temprana to­dos los cultivares rindieron algo mas que Kennebec. Favorita mostró el mayor rendimiento, pero su. su-

. 'd d fue solamente del 16%. En cosecha fmal, penon a . d" os sin embargo, todos los cultivares rm 1eron men

.. 140 ~

130~

120~

110

100

90

80

70

60

50

40

30

20

10

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¡~¡~ Favorita

D Cosecha temprana

-

1 -,--,-=:= =:= -,--,--,--,--,--,--,-:.: _,_ -:­:.: -:--,--,--,-:.: -:­=:= -,-=:= -,--,--,-=:= -,--,--,-

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± :~: _,_ _,_ _,_ -:­::: =:= ::: -,--,-::: =:= -,--,-=:= =:= -,--,--,--,--,--,--,-=:= -,--,-:o:

rn Cosecha E!J final

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Norland R. Pontiac Spunta Kennebec

Figura s. Rendimiento en ~orcentaje de Kennebec para cose­cha temprana y final en otono.

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. S

.. 190 r 180 ~

130

120

110

100

90

so~

70

60

50

40 -

30r-

20

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Favorita

O Cosecha temprana

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Norland R, Pontiac Spunta Kennebec

Figura 6. Rendimiento en porcentaje de Kennebec para cose­cha temprana y final en primavera .

que Kennebec. Estos resultados fueron observados en algunos de los ensayos realizados por Vilaró y Crisci (1982) y Vilaró, Crisci y Gilsanz (1983).

En la figura 6 se observan los resultados obtenidos en primavera. La información fue procesada de la mis­ma forma que en la figura 5. Se destaca la superiori­dad de Favorita en cosecha temprana (85% sobre Ken­nebec), en segundo lugar Red Pontiac y Spunta y por último Norland con sólo 3% de rendimiento sobre Kennebec. En cosecha final el rendimiento de todos los cultivares fue menor al de Kennebec, a excepción de Spunta que lo superó en 5%. Esto también fue ob­servado en los ensayos anteriormente citados.

Debido al elevado porcentaje que representa la se­milla en el costo total del cultivo y a las posibilidades climáticas del país, el productor comercial de papa realiza por lo menos dos plantaciones sucesivas a par­tir de semilla certificada. Por esta razón los cultiva­res recomendables deben presentar rendimientos aceptables en las dos estaciones.

En la figura 7 y por lo visto precedentemente, se consideran dos épocas de cosecha, considerando la alternativa de cosecha temprana sólo en primavera. Los resultados indican que para esta alternativa los cultivares Favorita y Spunta presentaron una ventaja relativa frente a Kennebec. Por otra parte si se realiza cosecha al final del ciclo en las dos temporadas, Spunta y Kennebec serían superiores.

CONCLUSIONES

l. En cultivos de otoño la mejor expresión del poten­cial de rendimiento se lograría con cultivares algo tardíos, como Kennebec o Spunta. El mejor apro­vechamiento de la época de plantación de primave­ra para cosecha anticipada se alcanzaría con culti­vares de tuberización temprana, como Favorita. De esta forma, se lograría, asimismo, atenuar la esca­sez de la oferta común en esta época, con conse­cuencias económicas de importancia.

2. Las condiciones de altas temperaturas comunes en los meses de diciembre y enero seguramente cons­tituyen uno de los principales factores limitativos de los rendimientos en cultivos de primavera tardía

1984

.. 140 r-

i30

120 t--

110

100

80

70

60

50

40

30

20

,-,-:=:= ,-,­,-,­,-,­,-,­,-,­,-,­,-,­,-.-:=:= ,-,-

-,--,--,--,--,-

Favorita

O Cosec~a temprana primavera

+

'"' -,-

·=·= :-:-,-,­,-,­,-.­,-,-:=:= ,-,­,-,-:-:-,-,­,-,­,-,-:-:-,-,­,-,-·=·: :-:-:=:= ,-,-

_,_ ,-,­-,-

cosecha final otoño

.... -,-

-,--,-

=:= :;: -,--,--,--,-=·= -:--,--,--,--,--,--,-

=!= -,-=:= -,--,--,--,--,--,--,-

~ Cosech~ final

o tono +

cosecha final

-,-::: -,--,-

::: =:= -,-=·= =:= -,-

:::

-,--,-=:= -,--,--,-

primavera

r-r::;: -,-

-,--,-=:= -,--,--,--,-=:= -,--,--,--,--,--,--,-

:;: ::: -,-=:= -,--,-

::: -,-::: -,--,-=·=

Norland R. Pontiac Spunta Kennebec

65

Figura 7, Rendimiento en porcentaje de Kennebec para dos alternativas de producción.

(plantación de octubre-noviembre), así como determinantes de su regular calidad.

3. Para cultivos de primavera es importante la cose­cha lo más inmediato posible, para evitar pérdidas de peso y problemas de conservación. Para esto deben generalizarse las técnicas de arrase del fo­llaje.

4. Para realizar trabajos de introducción y evaluación de cultivares en el país debería observarse su com­portamiento preferentemente en las épocas de ocu­rrencia de altas temperaturas, por ser éste uno de los factores más críticos en la adaptación de culti­vares a nuestras condiciones. En este sentido, la técnica de análisis de crecimiento resultó ser apro­piada.

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SUSCEPTIBILIDAD DEL TRIGO (Triticum aestivum L.) A HERBICIDAS RESIDUALES APLICADOS EN PREEMERGENCIA

RESUMEN

Amalia Ríos• Agustín Giménez

· ' · ·' · 'd revio al macollaje y disminuir los daños causados al c1d-Con el objet~vo de amp~tar .et per~odo ~e aphcacwn.~e ~;b~~~O::..ital La Estanzuela, del Centro de Investigaciones Agríc<;>-

tivo por el pasa¡e de maqumana, se mstalo en la Estac1on f.bil'd d del trigo cv LE 1961 a aplicaciones en preemergenc1a las "Alberto Boerger" un experimento para evaluar la suscep t t ª1r O O 1 Y o' 02 kg/ha pendimetalin 1 Y 1 S kgfha, iso-

. 'd 1 Lo t t . t rz dos fueron. clorsu uron • • • • . con herbicidas res1 ua es. s ra .am1en os rea 1 a . ·

9 1 2 k /h linuron

0 6 y o 9 kgfha, clorsulfuron + pendtme-

proturon 1,4 y 2,6 kgfha, terbutrma 0,5 y .1.0 k~fha, dmron O, Y , g a, • • talin o Ol +OS kgfha e isoproturon + pend1metahn 1,6 + O,S kgfha. .

' ' · · t b ' ' t de daño sobre el culttvo. ,, En las evaluaciones v1sua es ni? s~ o servo s.m orna d . as significativas en el rendimiento de grano en relac1on Linuron a 0,9 kgfha fue el umco tratamiento que pro u¡o merm

al testigo desmalezado. , , h t l 't . Y peso de l .OOO granos, no se detectaron diferencias. En peso de la parte aerea, numero de tallo/metro, peso ec o 1 neo

SUMMARY

· · ' 1 "Alberto Boerger" Estación Experimental La Estanzuela, Al triatl wahs ctar riedL~u~ :!1c:~:~~P~:b~ftvyestt~g:~:i?ce:ti~~:·~~ ~~sidual herbicides at' preemergence wi.th !he objective of in-

to eva ua e w ea cv. . d d used by machmery creasing the period of herbicide application previ~u~ ~02 !~le;:~~ ;:~d!::ie::1~~a~e a:;~~; ~:/ha; isoproturon Ú and 2.6 kgfha;

Treatment used were: chlor~ulfuron 0.01 an k ./h . g¡· ' O 6 and O 9 kgfha· chlorsulfuron + pendimetalin 0.01 + 0.5 terbutrina O.S and 1.0 kgfha; dmron 0.9 and 1.2 g a, muron · · • kgfha and isoproturon + pendimetalin 1.6 + 0.5 kgfha.

No symptoms of damage on the crop were observed. produced a significan! reduction in the grain yield compared with Linuron at 0.9 kg/ha was the only treatment which the control free of weeds. b f ¡ ¡ pe ·r

1·c we1'ght and no dl.fferences among weight of the aerial part, num ers o s ems m, s c1 The results obtained showed

1,000 kernel weigh t.

INTRODUCCION

El alto grado de enmalezamiento en los predios agrícolas del litoral del país, ha sido diagnosticado en sucesivos relevamientos realizados por La Estam:uela.

Asimismo se ha determinado respuestas consisten­tes y significativas como resultado del control de m~­Iezas Estas han sido más importantes cuando las aph­caci~nes se realizaron previo al maco!laje del trig~" ~s así que se han obtenido incrementos del 22%.(a?ahsis combinado de 8 años, P < 0,05) en los rendrrmentos de grano en relación al t~adicional t~a~amiento de 2 4-D ampliamente difundido en cond1c1ones de pro-d~cciÓn. · d ¡

La posibilidad de aplicar herbicidas a partn: e a fecha de siembra, significa un aumento en el ti~mpo disponible para realizar aplicaciones premacollaJe, lo cual es importante dado que el balance hídrico del suelo en el período invernal limita frecuentemente la posibilidad de efectuar laboreos ~ecund~ios ...

La factibilidad de esta práctica esta cond1c10nada por la selectividad del cultivo a los tratamien~s .de herbicidas preemergentes y, por tanto, con el objetivo de evaluar la susceptibilidad del trigo se instaló el pre­sente experimento.

MATERIALES Y METODOS

El experimento se instaló en la Estación Experi­mental "La Estanzuela" del Centro de Investigaciones Agrícolas "Alberto Boerger", en una chacra sembrada el 16 de agosto de 1982 con trig~ cv: LE_1~61. El suelo correspondió a un brunosol eutrico hp1co con

• Técnicos (Ings. Agrs.), Pro)'ecto Control de Malezas. Es­tación Experimental Agropecuaria La Estanzuela.

Cuadro l. Tratamientos preemergentes de herbi­cidas.

Tratamientos

Clorsulfuron

Pendimetalin lsoproturon

Terbutrina Diuron Linuron Clorsulfuron + Pendimetalin

Jsoproturon + Pendimetalin

Dosis (kg/ha)"

0,01 y 0,02 y 1,S

1,4 y 2,6

o,s y 1,0 0,9 y 1,2 0,6 y 0,9

0,01 + o,s 1,6 +o,s

• A todos los tratamientos se les agregó surfac-tante (Tritón ACT-M).

textura franca (24% arcilla, 48% limo, 28.,. arena), pH 5,5 en agua, 4,64% MO, 21 13 meq/100 g CIC Y 78 9% de saturación. .

1 'se mantuvo el ensayo desmalezad.o todo el c1c o del cultivo. Los tratamientos se reahz~on el 26 ~e

to de 1982 a los nueve días de la siembra, previo :gl~s emergencia' del trigo. El diseño utiliz~d.o fue blo­ques al azar con 15 tratamientos y 5 repeticiones, con parcelas de 5 x 2 m. . .

1. ,

p las aplicaciones de los herbicidas se ut1 izo arp~lverizadora manual de presión constante de

una · t• "T · t" 80 04 re-CO provista con boquillas ipo ee-Je - , gul~da a 2,1 kg/cm' de presión y un volumen de 300 l/ha de agua. d 1 r

Las condiciones climáticas al momento e a ap I-

cación se detallan en el cuadro 2. Las precipitaciones ocurridas 10 días _antes de. la

a licación fueron de 4 mm y en los.10 ~1as poste~10-r~s totalizaron 22 mm. Las determmac1ones reahza-

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. S

Cuadro 2. Condiciones climáticas en el momento de la apli­cación de herbicidas.

Fecha Hora

26/VIII/82 09:00

Viento (kmfh)

22

Tempera- Humedad Condicio-tura me- relativa nes del

día diaria (%) media suelo (•C) diaria

13,1 83 Húmedo

das fueron evaluaciones visuales de daño 15 y 40 días luego de las aplicaciones, peso de la parte aérea, nú­mero de tallos por metro, rendimiento de grano, peso hectolítrico y peso de 1.000 granos al momento de la cosecha.

Para la recolección de grano se utilizó una cosecha­dora experimental automotriz en un área de 1,4 x 5 m. Se cortaron en forma manual 3 líneas de cultivo de 0,5 m de largo cada una por parcela, en las cuales se cuantificó el peso de la parte aérea y el número de tallos por metro.

La comparación de medias se realizó por la prueba de mínima diferencia significativa (MDS).

RESULTADOS Y DISCUSION

No se observaron efectos fitotóxicos en la emer­gencia y posterior desarrollo del cultivo.

En el rendimiento de grano, el tratamiento de Iinu­ron a dosis alta fue el único que produjo mermas sig­nificativas en relación al testigo desmalezado ( cua­dro 3).

Este efecto negativo estaría determinado, en parte, porque la siembra se realizó en forma superficial y no se logró un tapado homogéneo de la semilla debido a condiciones climáticas adversas que impidieron una preparación adecuada del suelo en el área del ensayo.

Considerando que la selectividad del trigo a la ac­ción de los derivados de la urea es fundamentalmente posicional, dichas condiciones, aunadas a la dosis apli­cada, las características de solubilidad en agua del her­bicida y las precipitaciones ocurridas con posteriori­dad a la aplicación posiblemente hayan determinado la movilización del producto a la zona de absorción radicular afectando el cultivo.

La realización de una siembra a profundidad ade­cuada y con cobertura homogénea de la semilla, pro­bablemente sea el factor más importante en nuestras condiciones, a tener en cuenta para evitar daños en el cultivo al aplicar este producto, dado que Locatelli (1968) con aplicaciones de linuron a 0,56, 0,8 y 1,1

------ - -------------

67 y diuron a 1,3, 1,8 y 2 10 kg/ha y con precipitacio­nes de 70,6 mm en los tres días siguientes a las apli­caciones, no detectó efectos fitotóxicos en el cultivo de trigo, Asimismo, Brasesco (1982) informa que apli­caciones preemergentes de dosis probadas de 0,25 a 1,0 kg/ha de linuron resultaron inocuas para el cereal.

Con referencia a pendimetalin, a pesar de que en este experimento no se visualizaron ni se cuantifica­ron efectos fitotóxicos, el tapado de la semilla tam­bién sería fundamental dado que al entrar en contac­to con el herbicida, normalmente aquélla no germina (Ruedell, 1982).

Los tratamientos preemergentes de clorsulfuron son menos selectivos que los posemergentes (Finner­ty atal., 1979; Jensen et al., 1980; Ríos y Rebuffo, 1983). En las condiciones de Uruguay en los distintos años en que se ha evaluado el producto no se han de­tectado efectos fitogóxicos en trigo con aplicaciones en preemergencia, con dosis inferiores a 20 g/ha (Ríos y Rebuffo, 1983; Ríos y Giménez, 1984; Ríos, Rebu­ffo y Giménez, 1984).

Asimismo, en diferentes ensayos se ha determina­do la selectividad del isoproturon y terbutrina a las dosis evaluadas en el presente experimento para dife­rentes cultivares de trigo (Estanzuela Hornero, Estan­zuela Dorado y Estanzuela Tarariras) además de la lí­nea experimental 1961 (Ríos, Rebuffo y Giménez, 1984; Ríos y Giménez, 1984).

Similares resultados cita Berna! (1982) con trata­mientos de isoproturon de 2,0, 2,25 y 2,5 kg/ha, donde las variables medidas fueron: altura del cultivo, tamaño de espiga, tallos por planta, espigas por metro cuadrado, peso hectolítrico y rendimiento de grano.

Como se observa en el cuadro 3, en las determina­ciones realizadas, peso de la parte aérea, número de talos por metro, peso hectolítrico y peso de 1.000 granos, no se cuantificaron diferencias entre los dis­tintos tratamientos de herbicidas y el testigo, concor­dando con resultados de Ríos y Giménez (1984), don­de con similares tratamientos químicos aplicados en el mismo cultivar, no detectaron diferencias significa­tivas entre los parámetros evaluados, incluido rendi­miento de grano.

CONCLUSIONES

l. En las evaluaciones visuales no se observó sintoma­tología de daño en el cultivo.

2. Linurón (0,9 kg/ha) fue el único tratamiento que produjo mermas significativas en el rendimiento de grano en relación al testigo.

Cuadro 3. Efecto de los herbicidas en diferentes parámetros evaluados en el trigo LE 1961.

Tratamientos Dosis Grano Parte aé- Número Peso hec- Peso de (kg/ha) (kgfha) rea, MS de tallos tolítrico 1.000

(kgfha) (m) granos

Isoproturon 1,4 3250a 10.409 74 80,S 82,4 Diuron 0,9 3099ab 9.884 64 80,3 78,2 Testigo 3052abc 9.518 66 80,3 77,2 Diuron 1,2 3019abc 9.511 60 80,4 78,4 Linuron 0,6 301 Sabe 10.302 68 80,7 83,4 Isoproturon 2,6 2984abcd 9.164 66 80,3 73,2 Terbutrina o,s 2981abcd 8.480 62 80,4 67,0 Terbutrina 1,0 2946abcd 9.413 64 80,7 78,2 lsoproturon + Pendimetalin 1,6 +o,s 291Sabcd 8.774 61 80,6 74,0 Clorsulfuron + Pendimetalin 0,01+0,S 289Sabcd 8.613 72 80,6 80,2 Pendimetalin 1,5 2863bcd 9.742 65 80,2 80,0 Clorsulfuron 0,01 2841bcd 8.938 64 80,7 74,9 Clorsulfuron 0,02 2803bcd 7.707 61 80,4 66,2 Pendimetalin 1,0 2709cd 9.S6S 65 80,1 77,2 Linuron 0,9 2647d 9.040 60 80,6 73,2 MDS (P < 0,01) 365 NS NS NS NS cv (%) 7,37 17,47 17,32 0,71 16,94

1984

l 1

1

I,

i 1

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68

3. En las determinaciones realizadas de peso de la parte aérea, número de tallos por metro, peso. ~ec­tolítrico y peso de 1.000 granos, no se cuant1f1ca­ron diferencias entre los distintos tratamientos.

BIBLIOGRAFIA

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3. FINNERTY, D. W. et al. 1979. A new herbicide force­reals. Proceedings North Centrl Weed Control Con­ference, 37 p.

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9. ------, REBUFFO, M. y GIMENEZ, A. 1984. Sus­ceptibilidad varietal de cultivares de trigo (Triticum aestivum L.), avena (A vena sativa L.) Y cebada (Hordeum vu/gare L.) a herbicidas aplicados en pre­emergencia. X Reunión Argentina sobre la maleza y su control. Tucumán, Argentina (en prensa).

10. RUEDELL, J. 1982. Controle de plantas daninhas no trigo na regiao Sul do Brasil. In Instituto Intera­mericano de Ciencias Agrarias. Convenio IICA-Co­no Sur/BID. Diálogo VI. Seminario sobre tecnolo­gía de trigo. La Estanzuela, pp. 143-1 S2.

CONTROL QUIMICO DE LA PODREDUMBRE BLANCA DEL AJO CAUSADA POR Sclerotium cepivorum Berk.

Carlos l. Lasa•

RESUMEN

Se instalaron tres ensayos en la Estación Experimental Granjera "Las Brujas", en los ~ñ~s 1980,.1 :81 / I ~82, ~esfect~;~­mente Los productos probados fueron: benomyl, iprodione, metiltiofanato, PCNB, proc1m1don.e, tia ei:i azo Y vmc ozo.1, . Las fo0rmas de aplicación incluidas fueron: baño de dientes durante una hora, espolvoreo d_e dientes, ne.go de una solu,c1on fungicida en el surco presiembra y pulverización a la base de la planta en primavera. El trata.m1ent~ que ¡ne¡or ~ c~~~r~~:~¡ benom 1 so /100 1 de agua en baño de dientes durante una hora. En segundo lugar se ubicaron. espo voreo e .

100 k Yde se!iilla, metiltiofanato 70 g/100 ten baño de dientes durante una hora,Y tiabendazol 13S ~c/100 1 aphcado del~ mism: forma. El PCNB en una solución de ISO g/100 t aplicado en el surco a raz~n de 21/m presento un muy buen contro de la enfermedad, pero tuvo cierto efecto depresor sobre los rendimientos y el !amano de las cabezas cosechadas.

SUMMARY

Three trials were preformed during 1980, 1981 and 1982 respectively, .ªt "Las h~r~jas~' E~peri~en_t ~tat~~1;¡ ~=~:~sn:~ evaluated were: benomyl, iprodione, thiophanate methyl, PCNB, procym1done, t ia en ~zo e an vine oz . . . "d application included were: deepping the cloves into a fungicide solution for one hou~, d~stm~ the ~!ove~, Io~atl~~: :i~:~~}o~ solution at the bottom of the furrow before seeding and spraying to t~e bo.ttom of t e p an/ t ~~ ~nnl" 1 eepmgd deepping the one hour in benomyl SO g/100 I of water, was the best treatment. Dustmg w1th PCNB 22S g 1 g o e ove~ an cloves for one hour in thiophanate methyl 70 g/100 1 of water or in thiabenz?le 13S cc/100 l, r~sulted m a s~cond pla~:~ PCNB 1 SO g/l 00 1 of water applied in the furrow 2 t/m, showed a very good d1sease control, but 1t had a certam depress1

effect on yield and size of bulbs harvested.

INTRODUCCION

El área ocupada por el cultivo de ajo (Allium sati­vum L.) en Uruguay, fue incrementada sensiblem~n­te en los últimos años de la pasada década, debido fundamentalmente a un aumento significativo en los volúmenes exportados.Cobraron importancia econó­mica entonces las distintas enfermedades que atacan al cultivo en n'uestro país. Entre las principales mico­sis, por su incidencia sobre rend~iento, c~Iidad o ~1-macenamiento y por ser transmitida de ano en ano tanto a través de la "semilla' infectada como por el suelo, ubicamos a la podredumbre blanca, causada por Sclerotium cepivorum Berk.

En Uruguay, este hongo fue denunciado por pri­mera vez en 1955 por Koch de Brotos y Boasso (10), estimándose a la enfermedad como grave en ciertos casos. Posteriormente ha sido detectado y reportado en diferente informes y listas de enfermedades, por distintos autores (9, 12). • Técnico Asistente (Ing. Agr.) Proyecto Protección Vege­

tal. Estación Exp,,rimental Granjera Las Brujas.

Si bien la rotación de cultivos constituye una for­ma ·adecuada de disminuir la incidencia d~ '·ª enferme­dad, el tratamiento con produc~os fung1c1das ~e .los dientes que se utilizan como semilla, se ha const1tu1do en un método de control aplicado comúnm~n~e e~ los principales países productores, por su ef1c1enc1a Y bajo costo relativo ·e 1, 7, 8, ~ 1 ). Se han .d~sarrollado también algunas pruebas, aplicando fung1c1das al sue­lo (6, 14) o a la planta (17), aunque con resultados no tan buenos.

Los compuestos químicos empleados en estos ca-sos tienen generalmente un espectro de contro~ deter­minado destacándose su acción sobre S. cepivorum Berk. S~n citados comúnmente: benomyl (7, 8, 11 ), iprodione .( 4 ), metil tiofanato (7, 11 ), PCNB ( 6, 8, 14, 15, 17, 18), procimidone (3), thiabendazol (11} Y

vinclozolin (2). · b El presente trabajo fue realizad~ con ~l. fm de o -

tener una forma de control químico ef1c1ente Y de rápida y fácil aplicación para el productor.

nnH>e>-r1n At"'IONR~ AGRONOMICAS No. S

69 Cuadro 1. Aspectos de manejo más importantes para cada ensayo.

Ensayo .Fertiliza­ción

(U/ha)

Tipo de ajo Fecha de Distancia Control de malezas Control de roya siembra de plan-

Trata- Fecha de miento al cosecha

cuello tación

46-126-0 Colorado común 23.VII 0,4 X 0,1 m

11 46-126-0 Colorado común 4. VIII 0,4 X 0,1 m

III 46-126-0 Colorado común 12.VJII 0,4 X 0,1 m

MATERIALES Y METODOS

Se realizaron tres ensayos en el campo de la Esta­ción Experimental Granjera "Las Brujas", en los años 1980 (1), 1981 (11) y 1982 (III) respectivamente. Los mismos se instalaron en un cuadro en que se había cultivado ajo los dos años anteriores, cuyo suelo esta­ba infectado naturalmente por el hongo en cuestión.

Los aspectos más importantes de manejo para cada ensayo aparecen en el cuadro 1.

En los ensayos 1 y 11 se empleó un diseño de blo­ques al azar con cuatro repeticiones, con parcelas constituidas por dos hileras de dos metros cada una. Los productos empleados, dosis y la forma en que fueron aplicados, aparecen en el cuadro 2.

El ensayo 111 se planeó en base a losresultados obtenidos hasta el momento y teniendo en cuenta la posibilidad de controlar la enfermedad a través de un tratamiento con fungicidas, dirigido al cuello de la planta en primavera, período de mayor desarrollo de la infección micótica. Se empleó en este caso, un di­seño de parcelas divididas, donde las parcelas princi­pales (A, B) fueron los tratamientos al cuello de Ja planta, y las subparcelas (1, 2, 3, 4), los tratamientos a los dientes. La parcela constó de cuatro hileras de dos metros cada una. Los productos y dosis emplea­dos y la forma en que fueron aplicados aparecen en el cuadro 3.

Las observaciones realizadas, comunes a los tres ensayos fueron: número de plantas instaladas, núme­ro de cabezas cosechadas, número de cabezas cose­chadas enfermas, peso total de cabezas cosechadas y peso de cabezas sanas cosechadas. Sólo en el ensayo 1 se registró además el grado de infección en el campo,

Linuron 0,7S kgJha Mancozeb 200 g/ 10 días

19.XII

Mecánico Mancozeb 200 g/ 10 días

17.XII

Mecánico Mancozeb 200 g/ 1-0 días

29.X 14.XII

15 días antes de la cosecha, evaluando visualmente la intensidad· de verdor del follaje, siendo O = verde in­tenso y 5 = amarillo seco. En los ensayos 11 y 111 se registró además el número de cabezas cosechadas de tamaño mayor o igual a 3 cm de diámetro.

Los resultados obtenidos fueron analizados esta­dísticamente aplicándose la prueba de Duncan. Los valores de parámetros comunes a los ensayos 1 y 11, por ser éstos similares en su diseño y tratamientos, se evaluaron en conjunto, tomando cada ensayo como parcela principal en un diseño de parcelas divididas en el tiempo.

RESULTADOS

En la evaluación común de los ensayos 1 y 11 agru­pdos por tratamientos, aparecen diferencias signifi­cativas en los registros de: número de cabezas enfer­mas por parcela, rendimiento total y peso de cabezas cosechadas sanas (cuadro 4 ). Las diferencias existen­tes en número de plantas instaladas y número de ca­bezas cosechadas no son significativas. Se destacan por menor infección y mayor rendimiento los trata­mientos 1, 3, 5 y 6. Al agrupar los datos según los años (cuadro 5), éstos muestran diferencias importan­tes entre el primero y el segundo, si bien son todas en el mismo sentido. El número de plantas instaladas en cada uno de ellos fueron iguales estadísticamente.

Los datos registrados en uno de estos ensayos (cua­dro 6) agrupados por tratamentos y considerándolos en conjunto destacan a los tratamientos 1 y 6.

En el ensayo 111, agrupado según los tratamientos y tomando en conjunto todos los parámetros obser­vados, se destaca por su eficiencia en el control de la

Cuadro 2. Tratamientos realizados en los ensayos I y II.

Trata- Fungicida Dosis i.a. Tipo de aplicación miento

Metil tiofanato 70 g/100 1 Baño de dientes por 1 hora

2 PCNB ISO g/100 1 2 Iitros/m de surco

3 PCNB 22S g/100 kg Espolvoreo de dientes

4 Tiabendazol 3,6 cc/100 1 2 litros/m de surco

s Tiabendazol 13S cc/1001 Baño de dientes por 1 hora

6 Benomyl so g/100 1 Baño de dientes por 1 hora

7 Procimidone S4 g/100 1 Baño de dientes por 1 hora

8 Vinclozolin 200 g/100 kg Espolvoreo de dientes

9 Iprodione ISO g/100 kg Espolvoreo de dientes

10

Cuadro 3. Tratamientos realizados en el ensayo 111.

Trata- Fungicida Dosis i.a. Tipo de aplicación miento

A Benomyl so g/100 1 Pulverización al cuello

B Benomyl so g/1001 Baño de dientes por 1 hora

2 PCNB 22S g/100 kg Espolvoreo de dientes 3 PCNB 112,S g/100 kg Espolvoreo de dientes 4

1984

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70

Cuadro 4. Promedios totales de los ensayos I y II, según los tratamientos aplicados.

Trata- Cabezas Cabezas enfermas Rendí- Peso de

miento cosecha- por parcela miento cabezas total (kg/ sanas (kg/ das por

parcela parcela) parcela)

33,50 11, 13 abcdef• 1,01 ab O, 70 abe

2 30,87 7,25 f 0,83 e 0,62 cd

3 32,37 7 ,38 cdef 0,93 abe 0,73 abe

4 32,87 12,88abc 0,91 abe 0,56 d

5 36,12 11,38 abcdef 1,03 ab 0,76 a

6 35,37 10,75 bcdef 1,07 a 0,75 ab

7 34,87 15,25 a 1,03 ab 0,59 d

8 31,25 12,7Sabcd 0,89 be 0,53 d

9 35,37 14,38 ab 1,02 ab 0,61 d

10 32,75 12,50 abcde 0,89 be 0,57 d

Los valores seguidos por la misma letra no difieren signi-ficativamente al nivel P < 0,05.

Cuadro S. Promedios totales de los ensayos I y II, según los años en que fueron realizados.

Ensayo Cabezas cosecha­das por parcela

Cabezas Rendí- Pe~o de enfermas miento cabezas por par- total (kg/ sanas (kg/

11

cela parcela) parcela)

3S,63a• 15,80a 1,36a

22,4Sb 7,33b 0,S6b

0,90 a

0,37 b

• Los valores seguidos por la misma letra no di­fieren significativamente al nivel P < 0,05.

Cuadro 6. Grado de infección a campo observado en el ensa­yo ¡ y número de bulbos ;;. 3, registrados en el en-sayo 11.

Tratamiento Grado de infección Número de bulbos en el campo ;;.3

1,5 ef• 7,25 ab

2 3,25 ab 6,00 b

3 2,50 bcd 9,00 ab

4 3,50 a 4,50 b

s 2,25 cde 6,75 ab

6 l,7Sdef 11,00 a

7 2,75 abe 9,25 ab

8 2,75 abe 6,25 b

9 1,25 f S,50 b

10 2,75 abe 9,25 ab

Los valores seguidos por la misma letra no difieren signi­ficativamente al nivel P < 0,05.

enfermedad, rendimiento y calidad de la semilla, el tratamiento 1 (cuadro 7 ).

El tratamiento realizado en primavera, dirigido a la base de la planta, no resultó en diferencias significati­vas al compararlo con las parcelas no tratadas en tal momento, en cualquiera de los parámetros evaluados,

Cuadro 7. Datos del ensayo III, según los tratamientos pre-

Trata­miento

2 3 4

siembra.

Plantas Cabezas instaladas cosecha­por par- das por

cela parcela

66,75 a• 38,62

59,00 b 34,37

60,37 ab 30,87

55,75 b 24,62

Cabezas Rendi- Cabezas enfermas miento ;;>3 por par- total (kg/

cela parcela)

1,00 0,97 a 33,50 a

0,37 0,85 b 28,63 b

0,25 0,75 b 25,13 e

0,12 0,51 e 18,75 d

• Los valores seguidos por la rpisma letra no difieren signi-ficativamente al nivel P < 0,05.

Cuadro 8. Datos del ensayo III, según los tratamientos en la primavera.

Trata- Plantas miento instaladas

por par­cela

A

B

60,19

60,75

Cabezas cosecha­das por parcela

31,25

33,00

Cabezas enfermas por par-

cela

0,37

0,50

Rendi­miento

total (kg/ parcela)

0,76

0,78

Cabezas ;;.3

27,19

25,81

si bien hay un menor número de plantas enfermas en el tratamiento A (cuadro 8 ).

Según los resultados obtenidos en los ensayos 1 y Il, no se presentó una relación clara entre el número de cabezas enfermas y el peso de cabezas sanas. Al calcular el coeficiente de correlación entre tales pará­metros se obtuvo un valor de -- 0,49, que si bien es de signo negativo no presenta significancia estadística. Al observar los datos que aparecen en el cuadro 3 se des­taca en este sentido el bajo número de cabezas enfer­mas del tratamiento 2, no correspondiéndose con un buen peso de cabezas sanas. Se calculó entonces el coeficiente de correlación entre los dos parámetros sin incluir el tratamiento 2, resultando en un valor ne­gativo y significativo al nivel P < 0,05 de - 0,67"'. La variación de un factor con respecto al otro, fue deter­minado calculando la ecuación de regresión, llegándo­se a la siguiente:

Peso de cabezas sanas = = 0,96207 - 0,0263711 N• de cabezas enfermas.

El graficado de los puntos registrados y de la ecua-ción calculada aparecen en la figura l. Si bien el tra­tamiento 2 no se incluyó en el calculó de la ecuación de regresión, es graficado para ilustrarlo como ele­mento de comparación.

No. de cabezas enfermas

20

15

10

5

.. .

0,5

Y= 0,962 - 0,026 X

1,0 kg de cabezas sanas

Figura l. Recta de regresión entre número de c~bezas enfer­mas (X) y peso de cabezas sanas (Y) y valores registrados.

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. S

DISCUSION

En el cuadro 4, el tratamiento 6 se destaca por el bajo número de cabezas enfermas, expresando a su vez los mejores rendimientos totales. La buena acción del benomyl confirma recomendaciones técnicas ya establecidas comercialmente por organismos oficiales y cooperativas en Brasil (7) y Argentina (8). El grupo de los benzimidazoles es destacado por su acción efi­caz contra S. cepiuorum Berk. por Lafon y Bugaret (11) y entre éstos citan al benomyl como el que pre­senta mejores resultados en el control de la podre­dumbre blanca en ajo. En la elección de la dosis pro­bada, se siguió la recomendación argentina (8) ya que asegurando un buenc control, era la más económica. Los demás benzimidazoles probados, el metil tiofana­to y el tiabendazol, muestran buenos efectos aunque secundarios con resepcto al benomyl, concordando con lo expuesto por Lafon y Bugaret (11).

Según el mismo cuadro, el tratamiento 2, presen­tando el menor número de cabezas enfermas, resulta en el menor de los rendimientos totales. La excep­ción que presenta dicho tratamiento dentro del ensa­yo, es subrayada al considerar que basta quitarlo para que el coeficiente de correlación entre número de ca­bezas enfermas y peso de cabezas sanas se haga signi­ficativo. La figura 1 ilustra este aspecto. Estos resulta­dos indicarían cierto efecto depresor del producto aplicado sobre el rendimiento del cultivo. Efectos se­cundarios no deseados del PCNB han sido encontra­dos en cebolla (13) y otros cultivos (5, 19).

El buen efect<;> fungicida de este producto químico al ser aplicado al suelo disuelto en agua ha sido realza­do por diversos autores (6, 8, 14, 17). Machado et al. encontraron que dosis de 75 g de principio activo ca­da 100 1, presentaban resultados superiores a otros productos ensayados para el control de esta enfer­medad en ajo, aunque los valores no se düerenciaron estadísticamente.

Huerta Pulido ( 6) encontró un excelente control con dosis de 240 g de PCNB cada 100 1, aplicado de la misma forma, expresando que el producto fue prác­ticamente no fitotóxico para la planta de ajo.

El tratamiento 3, eficaz en el control de la enfer­medad no mostró un efecto depresor significativo sobre los rendimientos.

Los tratamientos 7, 8 y 9 no presentaron buenos resultados, dado su bajo control del hongo a las dosis probadas.

Según el cuadro 5, existieron diferencias entre los ensayos 1 y II en el número de cabezas cosechadas. Estas diferencias pueden trasladarse mayormente a problemas en preemergencia ya que si bien la diferen­cia entre número de plantas instaladas en cada caso no fue significativa, el ensayo 11 tuvo un 25% menos. Esto podría deberse a un más alto grado de infección en la semilla, si consideramos que en 1981 se sembra­ron dientes cosechados en el ensayo 1, que podían te­ner mayor infección que la "semilla" inicial y por consiguiente resultar en un mayor número de fallas.

A pesar de haber tenido el ensayo II, menor porcentaje de cabezas enfermas sobre las cosechadas (33% en el ensayo II contra 44% en el 1), presentó proporcionalmente menores rendimientos totales y de cabezas sanas que el ensayo l. Este hecho estuvo determinado por mejores condiciones climáticas en 1980 que permitieron mejor diferenciación de los dientes, promoviendo así más altos rendimientos en todos los cutivos de ajo, que en 1981.*

La alta infección en el campo que muestra el trata­miento 2 en el cuadro 6, no concordaría con los datos expuestos en el cuadro 4, sin embargo esto puede de­berse a un error de interpretación de síntomas y no a una real infección. Es decir, al asimilar el amarilla­miento del follaje al grado de infección de la planta,

* J. Ubilla, comunicación personal.

1984

71

por ser éste uno de lcis síntomas típicos de la enfer­medad (11), puede haberse confundido en dicho tra­tamiento una prematura finalización del ciclo del cultivo debido a los efectos secundarios del producto químico aplicado.

El tratamiento 6, volvió a repetir en este cuadro su buen efecto, con un grado de infección muy bajo en 1980 y alto número de bulbos iguales o mayores de tamaño 3 en 1981, afirmando los datos del cuadro 4.

El cuadro 7 muestra nuevamente el benomyl con mayor número de plantas instaladas, mayor rendi­miento total y mayor número de cabezas ;;;.. 3, corro­borando los resultados de los ensayos 11 y III. El PCNB presentó mejores resultados a las dosis más altas, sin presentar .efectos secundarios fitotóxicos.

Según muestra el cuadro 8, la pulverización a la base de la planta, no fue eficaz. Si bien este método ha sido citado previamente (17), no ha presentado re­sultados convincentes en este ensayo. Considerando que el producto aplicado es de probado control para la enfermedad en cuestión, la inutilidad del tratamien­to podría explicarse por haber sido realizado tardía­mente, cuando ya se apreciaban síntomas de ataque en el cultivo.

CONCLUSIONES

Entre los productos, dosis y formas de aplicación probados, el benomyl aplicado en el baño de dientes durante una hora, a razón de 50 g cada 100 1 de agua fue el que dio mejores resultados, por el control de la enfermedad y los rendimientos obtenidos.

En un segundo plano, con un buen control de la enfermedad y rendimientos intermedios se ubicaron los tratamientos: espolvoreo con PCNB 225 g/100 kg de semilla, metil tiofanato 70 g/100 1 en baño de dientes durante una hora y tiabendazol 135 cc/100 1 también en baño de dientes durante una hora.

El PCNB aplicado en el surco, inmediatamente an­tes de la siembra, a razón de 2 l/m de una solución de 150 g/100 l, presentó un muy buen control de la en­fermedad, aunque tuvo cierto efecto depresor sobre los rendimientos y tamaño de las cabezas <!osechadas.

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COMPORTAMIENTO PRODUCTIVO DE VACAS Y VAQUILLONAS HEREFORD Y CRUZA BRAHMAN SOBRE CAMPO NATURAL*

Osear Pittaluga• • Rufino Ordeix Abel Vivo

RESUMEN

La baja productividad de las razas británicas en la zona noreste del país motivó la búsqueda de soluciones alternativas, en-

tre ~ª;a~~ ~~~~:~~a~i:!~~~ f~~ ~~~~~:l:~~nc~~u~::~~~~·omisorios. En el presen:e ~~tud~ se anali~a I~ e~~~~:e~~~~ de más

eda~lc~~~e~~i~aly ~~:~si::~ª:0r:s1~l:Óm~ª;~~~s d;::~~i;:;~et:i:1~fée~~:!~;~~ 1~~ ~~Y~~~~npérd~dva~~ª~sr~a~s ;ruza de tres años

al parir significativamente más livlia8n0as q2u4e01ads' He~e:~rr~~~';: :~:t~~~ ~l~ai::~n~=s~~::ricativa en favor de los provenientes de vacas Los pesos de los terneros a Y rns

cruza. , . de reñez ma ores que las cruzas de menos edad. Las vacas He~eford Y cr~.za de n:ias edaddtuvieron ~as~ B~ nhman .J británico se logran comportamiento reproductivo com­Mediante la mcorpora_c1,o~ de s!stemas e cruzam1en o rio~es en las vacas cruzas. Pero en virtud de su adaptación lo alcanza

parable ~I de l~s. razas britamcads sd1 se .Parthe 'dbe.dpes::h~~f:o para habilidad maternal Y potenciai de crecimiento del ternero, de­con relattva fac1hdad. El alto gra o e vigor 1 rt o terminan clara superioridad de la vaca y terneros cruzas.

SUMMARY

The low productivitY of the British breeds in the Northeast of the country, motivated the research of alternative solutions,

such as the use of the system of crossbreeding with ~rahma;;¡isor results The present report analizes the breeding stage. The finishing phase has already been evaluated w1th ~ro f ~ 'n the final weight and its evolution. The Brahman-Here­The initial weight of cows prove~ ~oh~~ a de~e~~m:~: al~~ ~~:e the biggest losses. The crossbred cow three years at first

ford cows of m?~e age start a~d end w1t h igH er wf e~ ~·rpasses them one year later. The weight of the 180 and 240 day calves calving of sigmf1cant less we1ght than t e ere or , s

' · 'fi t d t ·n favour of those of crossbred cows. showed a very s1gm 1can ª van age 1 f h d higher pregnancy rate than the crossbred cow of less age.

The Hereford and crossbred cow 0 .n:iore age ª ª. re roduction erformance is achieved comparable to that Through the use of Brahman X Bnttsh cross~reed~ng syste:;, da co!s In virtu~ of the adaptación weight is achieved with

of the British breeds, if ':"e start with hig~er ~eighd~s 11n cr~s;- /~aternai ability and potencial growth of calves, determine a

a relative facility. The h1gh grade of hybnd vigor 1sp aye o clear superiority of the crossbred cows and calves.

INTRODUCCION

La zona noreste del país, de suelos predominante­mente arenosos se caracteriza por abundante produc­ción de forraje ~stival, con alto contenido de fibra Y bajo de proteínas, alta incidencia de ectoparásitos Y

• Forma parte del Trabajo de Tesis de Graduación (Fac. Agronomía) de los dos últimos autores).

•• Técnico Adjunto (Ing. Agr.) Proyecto Producción Animal y Bachilleres, respectivamente. Estación Experimental Agropecuaria del Norte.

elevadas temperaturas. En esta cond~ciones, las razas tradicionalmente criadas en el país tien~n un d~sem­peño deficiente, tanto en la etapa de cria Y recna co-mo en la invernada. . . ,

Existe la posibilidad de mejorar esta situac1?n a través de planes de cruzamiento con razas ce~u.mas, con las cuales ya existen resultados muy ausp1c1os~s registrados en la fase de crecimiento Y engor e (Pittaluga, 1979). .

Con respecto a las características que se re!ac1onan al proceso de cría existen múltiples referencias en l~ literatura. La pubertad en las hembras de razas cebm-

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. 5

nas se produce más tarde que en las razas británicas; Plasse et al. (1968) encontraron una diferencia de 2 meses y Reynolds et al. (1963), citados por Koger et al. (1976), registraron la pubertad a los 433, 460 y 816 días para Aberdeen Angus, A. Angus-Brahman y Brahman, respectivamente. Estos resultados coinci­den con los de Franke y England (1965 ), también ci­tados por Koger et al. (1976) que señalan una hetero­sis del 14% para edad a la pubertad en cruzas Brah­man-Hereford, aunque en ningún caso la pubertad ocurre antes que en la raza británica parental.

Con respecto a la tasa de preñez la mayoría de los trabajos informan un mejor comportamiento de las vacas cruza aunque parece existir interacción con el nivel nutricional ( Peacock et al., 1972).

En algunos casos la superioridad de las vacas cruza es pequeña como el 2% observado por Francis (1972) y por Crockett (1974) y el 3,5% registrado por Koger et al. (1976 ), mientras que en otros casos las diferen­cias son importantes como las informadas por INTA (1978) donde obtuvieron 98% para Brahman-Here­ford y 72% para Hereford.

Las mayores tasas de preñez resultan en mayores porcentajes de parición como las informadas por Cart­wright et al. (1964), Turner et al. (1968) e INTA (1981).

Con respecto al peso al nacer, se ha observado que los terneros cruza cebú-europeo son más pesados que los de raza pura europea (Peters y Sien, 1967; Knox y Oakes, 1976), mientras que los terneros producidos por vacas cruza cebú son de menor peso (Cartwright et al. 1964; Peters y Sien, 1967). Estas diferencias en peso al nacer se asocian a los niveles de distocia que pueden tener alguna significación en el cruza­miento de toros cebú con vacas de razas europeas co­mo señala Koger (1980) y que resultan prácticamente inexistentes cuando las vacas son cruza cebú, como lo indican Stephenson y Gates (1973) y Morgan y Saúl (1981 ).

Del comportamiento de los parámetros analizados previamente se deduce que tiene que existir diferen­cias en la tasa de destete, la superioridad de la vaca F 1

sobre la británica pura obtenida por Cartwright et al. (1964) fue de 5%, por Turner et al. (1968) del 22% y por INTA (1981) del 25%.

En la habilidad maternal es donde aparecen las ma­yores ventajas de las vacas cruza, los valores de peso. al destete obtenido frente a los de vacas de raza bri­tánica fueron 205 y 17 4 kg por Crocket et al. (1978b), 225 y 182 kg por Turner y McDonald (1969), 213 y 180 kg por Cartwright et al. (1964) y 203 y 155 kg por INTA (1978). Estos resultados se explican por la mayor producción de leche informada por Kett (1963), citado por Joandet y Cartwright (1969) y Peters y Sien (1974).

De la acumulación de todos los componentes cita­dos se produce una superioridad importante en la pro­ducción de kilos de terneros por vaca; Mason (1966), en una extensa revisión sobre cruzamiento, informó que los mayores beneficios en el cruzamiento Brah­man por Hereford no se logran hasta que la vaca F 1 se

Cuadro l. Pesos de las vacas (en kilos).

Tratamientos Inicial 3.7.1980

Brahman-Hereford (3 años) 314 a• Brahman-Hereford (4 años) 373 b Hereford ( 4 años) 329 ab CM tratamientos 53208 CM error 873 F 60,1•• Coeficiente de variación 8,73

73

usa para cría. Esta sup.era a las puras por 10 a 30% en tasas de destete y 10 a 15% en peso al destete, dando una ventaja total de 25 a 35% en kilos de ternero des­tetado por vaca entorada.

Con el presente trabajo se pretende evaluar algunos parámetros reproductivos en las condiciones ambien­tales prevalecientes en el norte uruguayo y que apor­ten elementos para cuantificar la productividad glo­bal del sistema de cruzamientos.

MATERIALES Y METODOS

El trabajo se realizó en el Establecimiento "Los Ombúes", departamento de Rivera, sobre suelos de la formación Santa Clara, desarrollado sobre basamento cristalino, en el período comprendido entre el 3.7.80 y el 16.6.81.

Los animales provenían del rodeo comercial del es­tablecimiento y se apartaron al azar: 55 vaquillones Brahman-Hereford entoradas a los 3 años, 60 vaqui­llonas Brahman-Hereford entor~das a los 2 años y 50 vaquillonas Hereford entoradás a los 3 años. No se dispuso de vaquillonas Hereford entoradas de 2 años pues no alcanzan peso de entore en el estableci· miento.

Las determinaciones comenzaron con un tacto rec­tal para iniciar la prueba con la totalidad de vacas pre­ñadas, que eran resultado de una inseminación con toros Braham y posterior repaso con toros Hereford y Brahman-Hereford.

Se realizó control de parición para determinar fecha de nacimiento, identificar los terneros y peso al nacer.

Las restantes determinaciones incluyeron pesadas periódicas de vacas y terneros y diagnósticos de pre­ñez para determinar el comportamiento de las vacas con cría al pie luego de ser servidas con toros Brah­man-Hereford al 5% en el período 20.11.80 al 10.2.81.

El análisis de variancia correspondió al diseño de parcelas al azar con desigual número de repeticiones, se utilizó la prueba de Scheffé para el contraste de medias y la prueba de chí cuadrado para comparar las tasas de de preñez.

RESULTADOS Y DISCUSION

Peso de las vacas

Los pesos de las vacas en las distintas etapas del experimento y el análisis estadístico se presentan en el cuadro l.

Las diferencias en el peso inicial se explican fácil­mente por la diferencia de edad en un caso y por el efecto del grupo racial en el otro.

Todas las vacas pierden peso entre julio y diciem­bre, debido principalmente a que en ese intervalo se produce el parto. La mayor pérdida de las Brahman­Hereford de 4 años se explica en parte por su mayor peso inicial y por haber parido en promedio algunos días más temprano que los otros grupos.

Al fin del experimento gran parte de las diferencias

En to re Destete 3.12.1980 3.4.1981 16.6.1981

280 a 314 a 302 a

299 b 330 b 321 b

283 a 312 ab 294 a

4850 3606 6384

585 858 892 8,29•• 4,20•• 1,15••

8,40 9,17 9,72

• Las medias seguidas de la misma letra no difieren (P .;;; 0,05). •• p.;;; 0,01.

1984

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74

Cuadro 2. Pesos reales de Jos terneros (en kilos).

Madre Al nacer 3.12.1980 3.4.1981 16.6.1981

Brahman-Hereford (3 años) 25,9 52 a• 142a 165 a Brahman-Hereford (4 años) 27,8 73 b 172 b 190 b Hereford ( 4 años) 27,5 60 e 133 a 155 a CM tratamiento 55236 4679 12931 10115 CM error 18578 137 359 406 F 2,97 34,l ** 36,0** 24,9°*

Coeficiente de variación 16,0 19,0 12,6 11,8

Las medias seguidas de la misma letra no difieren (P ,,¡;; 0,05). ••p,,.;;o,OJ.

iniciales de peso han desaparecido, resultando desta­cable el aumento de peso de las vacas Brahman-Here­ford de menor edad, al haber gestado y criado un ter­nero en el período considerado.

Pesos de los terneros

Los pesos reales de los terneros producidos por las vacas de los diferentes grupos raciales se presentan en el cuadro 2.

Los coeficientes de variación relativamente altos para peso al nacer y al 3.12.80 se explican por la in­fluencia de la fecha de nacimiento que se manifiesta tanto entre tratamientos como dentro de los mismos. Las grandes diferencias en peso al 3.12.80 se explican principalmente por la edad de los terneros resultado de la fecha de parición de las vacas de los distintos tratamientos.

La habilidad maternal de las vacas se visualiza más fácilmente si analizamos los pesos de los terneros co­rregidos por edad que se presentan en el cuadro 3.

Cuadro 3. Pesos corregidos por edad de los terne­ros (en kilos).

Madre Peso a Peso a 180 días 240 días

Brahman-Hereford (3 años) 156 a• 168 a

Brahman-Hereford (4 años) 160 a 172 a

Hereford (4 años) 134 b 148 b

CM tratamientos 4969 4361

CM error 334 352

F 14,8*. 12,4ºº

Coeficiente de variación 12,0

Las medias seguidas de la misma letra no difie­ren (P,,.;; 0,05).

• • p ,,¡;; 0,01.

Las vacas cruza Brahman-Hereford superan en cre­cimiento de sus terneros a las vacas Hereford hasta los 180 días de edad, los que se explica por la mayor pro­ducción de leche informada por Kett (1963), citado por Joandet y Cartwright (1969).

Hacia el final de la lactancia la superioridad de los terneros hijos de vacas cruza disminuye debido a que la limitación de la tasa de crecimiento del ternero no es más la producción de leche, sino su potencial de­terminado por el genotipo, y en este aspecto no hay mayores diferencias entre los tres grupos de terneros.

Corresponde recordar en este punto que los terne­ros de las vacas Hereford son cruza cebú y que si los terneros fueran Hereford puros se deberían esperar pesos menores.

Estos resultados coinciden con los informados por McCormick y Soughweel (1957), Damon et al. (1968) y Cartwright et al. (1964) con respecto a la capacidad de la vaca Brahman-Hereford para producir terneros más pesados al destete.

Comportamiento reproductivo

Los resultados del diagnóstico de preñez para los diferentes grupos y la prueba de chi cuadrado corres­pondiente se presentan en el cuadro 4.

Cuadro 4. Diagnóstico de preñez (18.6,81).

Grupo racial Brahman - Hereford Hereford

Edad vaca (años) _3_

Porcentaje de preñez 20,0

_ 4_

54,5

_4 _

51,3

Los valores unidos por una línea continua no difie­ren (P ..;; 0,05).

El comportamiento reproductivo !nferior d~ las ~a­cas cruza Brahman de 3 años se explica pues d1spus1e­ron de menor tiempo para concebir, dado que parie­ron más tarde que los otros grupos y a su menor peso y edad.

Las diferencias entre las vacas de similar edad no fueron significativas y los porcentajes de preñez logra­das son aceptables si consideramos los pesos de las vacas y el hecho de estar criando su primer ternero.

CONCLUSIONES

Para lograr comportamiento reproductivo compa­rable al de las razas británicas más usadas en el país, las vacas cruza Brahman-Hereford deben tener pesos superiores. Esto lo logran natural~ente P.ºr su maY,o_r potencial de crecimie~to, adap.tac10!1 al chma Y habili­dad para utilizar forrajes de baja calidad.

La habilidad maternal de la vaca cruza, evaluada a través del peso al destete del ternero, es superio.r que la de la vaca Hereford y los terneros cruza exhi-ben un mayor potencial de crecimiento. .

De confirmarse las tendencias del presente trabajo y considerando las referencias de literat~~ citadas es de esperar un incremento en la productividad _de los rodeos de cría de importantes zonas del pa1s con inclusión de programas de cruzamientos con razas ce­buinas.

AGRADECilVIIENTOS

A los Sres. Yamandú y Abayubá Valdez por faci­litar el establecimiento y ganado necesarios.

Al personal de "Los Ombúes",. P8;1',ticularmente a Don Pedro Sampallo por su ded1cac1on y colabora­ción para llevar los registros.

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COMPARACION DE SUDANGRAS Y MAIZ PARA LA PRODUCCION DE LECHE BAJO PASTOREO

RESUMEN

Yamandú M. Acosta• Juan M. Mieres Henry Durán

El maíz es una especie ampliamente difundida en predios lecheros del país; sin embargo, su utilización bajo pastoreo no es una práctica frecuente.

En La Estanzuela, durante el verano de 1984 se planteó la comparación de maíz en estado de grano lechoso versus su­dangrás para la producción de leche bajo pastoreo. El maíz fue de la variedad Ambué INTA, sembrado a una densidad de 27 kgfha, y el sudangrás, variedad Comiray, sembrado a 35 kg/ha.

Para la evaluación se usaron 16 vacas Holando de primera a cuarta lactancia, con 140 ± 60 días de paridas y un peso de 466 ± 62 kg. El pastoreo se hizo sin restricciones, con una presión de pastoreo más aliviada del 7% .

El diseño fue parcelas al azar sin repetición de suelo pero con repetición en los animales, usando 8 vacas por tratamiento. Se evaluó la producción diaria de leche y grasa y la variación de peso vivo. No se registró diferencia en producción diaria de leche entre los tratamientos (sudangras 11,7 vs. maíz 12,0). Lo mismo

ocurrió con el porcentaje de grasa butirométrica (3,5 vs. 3,5); sólo hubo diferencia en la variación de peso diario, siendo ésta de 0,896 y -0,658 kg/dÍa para sudangrás y maíz, respectivamente.

SUMMARY

The maize is a crop widely used at the dairy farms in Uruguay, however the grazing of this crop is nota common practice. During the summer of 1984 at La Estanzuela, it was carried out a tria) to compare sudangrass vs. maize at early milk grain

stage under grazing conditions for milk production. The varieties were: Ambué INTA and Comiray and were sowed at the densities of 27 and 35 kilograms per hectare for the

maize and sudangrass, respec tively. Sixteen Fresian cows from first to fourth lactation with 140 ± 60 days in milk andan average body weight of 466± 62 kg

were used. The grazing was "ad libitum" with a grazing pressure grater than 7%. The experimental design was random plots without field replication and 8 cows per treatment. Daily milk production, milk fat and live weight variation were recorded. There were no difference between treatments in daily milk production (11.7 sudangrass vs. 12.0 maize), and milk fat

percentage (3.5 vs. 3.5). The daily live weight gain were 0.896 and -0.658 kg for sudangrass and maize, respectively. This difference reached the 1 •1., significance leve).

• Técnicos (Ings. Agrs.) Y Jefe de Proyecto (M. Se.) Lechería, respectivamente. Estación Experimental Agropecuaria La Estanzuela.

1984

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INTRODUCCION

El maíz es una especie ampliamente utilizada en predios lecheros (5, 15 ). Sin embargo, su uso bajo pastoreo directo no es una práctica generalizada, aun­que en Jos últimos años se ha observado interés cre-ciente al respecto. .

Son características bien conocidas de esta especie, Ja alta tasa de crecimiento que le permite ofrecer un gran volumen de forraje en un período relativame.nte corto una amplia época de siembra que le confiere flexibilidad para su incorporación a rotaciones inten­sivas desarrolladas para explotaciones lecheras y tam­bién es conocido que el rastrojo de maíz es más fácil de preparar para siembras posteriores comparado con otros cultivos de verano.

Existe voluminosa información (6, 7, 8, 13, 14) so­bre parámetros de valor nutritivo del forraje de maíz en diversos estados de madurez, caracterizándose por el hecho de que la digestibilidad se mantiene conside­rablemente uniforme durante todo su ciclo, mientras que el tenor de proteína cruda sigue la tendencia ge­neral de todas las gramíneas, que es su disminución progresiva a medida que aumenta la acumulación de materia seca de las plantas con la madurez. No obs­tante no se dispone de información nacional ni ex­tranj~ra sobre la aptitud del maíz para producción de leche en condiciones de pastoreo.

Los cultivos forrajeros de verano tradicionales (sor­gos forrajeros y sudangrás) han sido evaluados en tér­minos de valor nutritivo y producción de leche, obte­niéndose que el sudangrás Comiray permitió una mayor producción de leche y aumento de peso por vaca en Jos pastoreos sucesivos que los sorgos forraje­ros híbridos aunque la producción por hectárea es mayor en estos últimos, principalmente en el primer pastoreo (5, 9). , .

Teniendo en cuenta las interesantes caractenst1cas del maíz antes mencionadas y la falta de información al respecto, se han planteado en la Unidad de Leche­ría de Ja Estación Experimental La Estanzuela, un conjunto de trabajos tendientes a evaluar el. !11aíz co­mo especie forrajera estival para la producc1on de !~­che entre Jos cuales se encuentra el presente exper1-me~to exploratorio en que se c<:>m!l_aró la capacidad de producción de leche y la var1ac1on de l?"..so entre sudangrás y maíz bajo pastoreo, en condic10nes de disponibilidad de forraje p~r anii_nal. ".llpuestamente no restrictiva del comportamiento md1v1dual.

MATERIALES Y METODOS

El experimento se inició el 16 de enero y finalizó el 7 de febrero de 1984. Se tomó como período de adaptación los 11 primeros días y como experimental los 11 finales.

Tratamientos

a) Sudangrás variedad Comiray, sembrado el 20 de octubre de 1983 en hileras a 15 cm, a razón de 35 kg de semilla come;cial por hectárea y fertilizado con 39 unidades de P, O 5 •

b) Maíz variedad Ambué INTA sembrado el 11 de noviembre de 1983, en hileras a 45 cm, a razón di'._ 27 kg/ha de semilla comercial y fertilizado con 39 unida-des de P,0 5 •

El maíz se comenzó a pastorear en estado de grano lechoso temprano, mientras que en sudangrás el pas­toreo fue hecho sobre su primer rebrote de manera que coincidiesen en el tiempo.

Diseño estadístico

El diseño usado fue parcelas al azar sin réplica de suelo pero con repeticiones en los animales. Se usaron

ocho vacas por tratamiento. Se realizó análisis de va­rianza para producción promedio diar~a de lec~e •. ~e­che corregida al 4% de grasa (1 ), peso vivo y var1ac1on de peso. Para todas estas variables se realizó análisis de covarianza.

Determinaciones

a) ·Animales

Para la evaluación se utilizaron 16 vacas Holando de primera a cuarta lactancia, con 140 ± 60 días de paridas y un peso de 466 ± 62 kg.

Las vacas se ordeñaros dos veces al día ( 4 Y 1/2 Y 14 horas), controlándose la producción de leche. Dia­riamente en cada ordeño se tomó una muestra de 5 cm 3 por cada litro producido, la que se conservó pa­ra analizar el contenido graso semanalmente por el método de Gerber.

Las vacas fueron pesadas luego del ordeño matinal sin ayuno previo. Estas pesadas fuer<;>n reali~adas al principio del experimento, al promediar el mismo Y a su finalización.

b) Pasturas

El ensayo fue planteado de forma que las vacas no tuvieran restricciones alimentarias, utilizándose pre­siones de pastoreo no limitativ~ del co~por~mie~­to individual de acuerdo con la mformac1on d1spom­ble (4, 10, 11, 12), siendo el límite inferior usado el 7%.

Para caracterizar las pasturas se realizaron cortes de evaluación en las fechas 16/1, 1/2 y 8/2. Para su­dangrás se efectuaron 10 cortes cada vez, cortando al ras con tijera de mano, utilizando ~u~ cuadro de 1~ 0,3 metros. Para maíz los cortes se h1c1eron en la misma fecha cortando 10 muestras al azar a 5 cm del suelo, siend~ la unidad de muestreo una fila de 5 m de largo.

RESULTADOS Y DISCUSION

La producción promedio individual de leche para el período experimental no resultó diferent~ para los tratamientos planteados, ni en leche corregida al 4•1. de grasa (LCG) ni en leche sin corregir (L~C), ~º1?'1º tampoco en su porcentaje de grasa butirometr1ca (cuadro 1).

Cuadro l. Parámetros evaluados para los dos tratamientos.

Sudán

LSC (lfvaca/día) 11,7

Grasa(%) 3,5

LCG (lfveca/día) 10,8

Peso (kgfvaca) 486

b. de peso (kg/dÍafvaca) 0,896

• Desvío estándar residual. •• p.;;; 0,001.

Maíz DER• Slgnifi-cación

12,0 1,299 NS

3,5 0,978 NS

11,0 1,589 NS

452 7,309 ••

-0,658 0,382 ••

La diferencia entre tratamientos se manifestó en la ganancia diaria de peso de los ani~.a~es. Estos v~Iores son Jos corregidos a través del anahs1s de covar1anza, siendo Ja covariable utilizada el peso vivo al inicio del

ensayo. ·i· d Es de hacer notar que a pesar de habers.e ut1 iza ,º

vacas que estaban en la mitad de su lactancia!_fue mas sensible la variación de peso que la producc1on de le-che ( 2, 3 ). . . d

En el cuadro 2 se presentan las var1ac1ones e pe-sos para ambos tratamientos, en dos subperíodos con­trastantes.

INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. 5

Cuadro 2. Variaciones de peso vivo para los dos tra­tamientos (kgfvaca/día).

Período Sudangrás Maíz DERº Signifi-cación

16/1-1/2 1,156 0,430 1,032 NS

1/2-8/2 -0,008 -3,827 2,521 •• 16/1-8/2 0,896 -0,658 0,382 •••

• Desvío estándar residual. •• p.;;, 0,01. • •• p.;;; 0,001.

Los valores del segundo período y del total fueron corregidos por covarianza (cuadro 2 ).

Como se ve en el cuadro 2, la pérdida de peso de los animales del tratamiento maíz se dio en el segun­do período.

Esta variación fue registrada a través de pocas pe­sadas, las cuales fueron realizadas sin ayuno previo como forma de no afectar Ja producción de leche y para un período experimental de 22 días. Es así que el desvío estándar residual de la variación de peso vi­vo es alto e impone cautela en la obtención de con­clusiones.

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ticamente ya han desaparecido las otras fracciones (cuadro 3).

Esto supone dejar rechazos del orden de 2.000 a 3.000 kg/ha de materia seca, o utilizarlo con otra ca­tegoría de animales.

En el caso del sudangrás, en el primer período la mayor parte del tallo que desaparece son macollos tiernos del rebrote del primer pastoreo, en tanto que en el segundo período hay una marcada selectividad hacia la hoja, debido a que el tallo remanente es el re­siduo del pastoreo anterior.

Los datos del presente ensayo para sudangrás son consistentes con la información nacional (5, 9), para ganancia de peso y producción de leche.

CONCLUSIONES

l. No hubo diferencias en producción de leche corre­gida al 4%, ni sin corregir entre los dos tratamien­tos.

2. En el caso de sudangrás, se registró un aumento diario de 896 g, mientras que en el tratamiento de maíz hubieron pérdidas del orden de los 658 g, siendo esta diferencia significativa al 1 °"··

Cuadro 3. Kilos de materia seca total y de las fracciones de maíz y sudangrás por hectárea.

Maíz

kg de MS/ha Fecha Total Tallo Hoja

16/1 9.942 5.389 2.844

1 /2 3.311 2.595 349

8/2 1.408 1.306 61

En el cuadro 3 se presentan los kilos de M.S./ha de maíz y sudangrás y de sus respectivas fracciones, para las fechas indicadas.

En base a las evaluaciones realizadas por cortes so­bre los tratamientos de maíz y sudangrás, se obtuvie­ron los datos del cuadro 4, que expresan porcentual­mente la composición botánica del forraje desapa­recido.

Cuadro 4. Composición botánica porcentual del forraje desa­parecido en maíz y sudangrás.

Maíz Sudangrás

Período Tallo Hoja Choclo Tallo Hoja (%) (%) (%) (%) (%)

16/1-1/2 42,3 37,6 20,I 59,1 40,9

1/1-8/2 67,8 15,0 17,2 23,0 77,0

Estos datos sugieren para el maíz una alta selecti­vidad del choclo y la hoja en el primer período, por lo que con el transcurso del tien;ipo las vacas se ven for­zadas a consumir una proporción mayor de tallo; es­to puede haber condicionado la pérdida de peso de la segunda parte del período experimental. Parte de es­ta pérdida de peso puede haber estado afectada por vaciado del contenido gastrointestinal.

En este segundo período se mantuvo la presión de pastoreo mayor al 7%, lo que nos podría indicar que para el caso de maíz, debido a cómo contribuyen las distintas fracciones en la planta, esta presión no sea suficiente para mantener el peso, al menos cuando la planta se encuentra en estado de grano lechoso a pas­toso y el tallo constituye un alto porcentaje del forra­je ofrecido.

En estas circunstancias, una utilización del forraje mayor del 65-70% obliga a consumir casi exclusiva­mente tallo, puesto que por el pastoreo selectivo prác-

1984

Sudangrás . . . . . . kg de MS/ha . Choclo Total Tallo Hoja

1.700 7.374 5.242 2.131 367 4.903 3.780 1.123

41 3.807 3.529 278

LITERATURA CITADA

1. A.R.C. COMMONWEALTH AGRICULTURAL BU-REAUX. 1980. The nutrient requirements of ru­minant Iivestock. Inglaterra. 351 p.

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6. CUMMJNGS, A. G. 1972. Yield and quality of corn for silage grown under different fertilizer regimes. Uni­versity of Georgia. College of Agriculture Experi­ment Stations. Research Bulletin N• 105. 13 p.

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INVESTIGACIONES AGRONOMICAS No. 5

Este libro se imprimió en la Escuela de Artes Gráficas

DONORIONE Montevideo - Uruguay

Comisión del Papel. Edición amparada al Art. 79, Ley 13.349. Depósito Legal 202.770/84.

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CONTENIDO

3 - RESPUESTA A NITROGENO DE VARIEDADES DE ARROZ DE DIFERENTE TIPO DE PLANTA, INFLUIDA POR FACTORES CLIMATICOS. Nicolás Chebataroff, Pe­dro Blanco, Enrique Deambrosi

((,-7-:~GALACTIA EN CERDAS ASOCIADA AL HONGO Claviceps purpurea (Fr.) Tul. ·... (ERGOTISMO). Hugo Coítínho, Alicia Feíppe, Fernando Riet

9 - FENOLOGIA COMPARADA DE POBLACIONES DE HOM: DIASPIDIDAE DE IM­PORTANCIA ECONOMICA: Quadraspidiotus perniciosus (Comst.), Aonidiella auran­tii (Mask.) y Unaspis citri (Comst.). Joaquín Carbonell Bruhn, Jorge Briozzo Beltrame

(/14 - EFECTOS DE CURASEMILLAS EN LA IMPLANTACION DE ESPECIES FORRAJE­RAS. Francisco Formoso

17 - EVALUACION DE MOMENTOS E INTENSIDADES DE DEFOLIACION EN TRIGO. María S. Zerbíno

19 - CONSUMO Y GANANCIA DE PESO DE VAQUILLONAS HOLANDO ALIMENTA­DAS CON HENOS DE AVENA, ALFALFA y LOTUS. H. Durán, J. C. Millot, S. Fernández, A. Viola

..._ 24- CONTROL QUIMICO DE ENFERMEDADES DE CEBOLLA EN ALMACIGO Y EN EL CULTIVO. Roberto Berna!, Carlos Piñeiro

30 - •RENDIMIENTOS DE GRANO DE MAIZ, SORGO Y GIRASOL. CAUSAS DE SU VA­RIACION EN DIFERENTES NIVELES TECNOLOGICOS DE PRODUCCION. José L. de León, Milton R. Gonnet

1/ ((J5 1~ UTILIZACION DE PASTURAS EN LA ALIMENTACION DE CERDAS EN GESTA­. · · CION. Alicia Feippe, Mario Mondelli, Isabel Ruíz de Farcilli

1

. 1f 38 -JNUEV A ENFERMEDAD DE LA CEBOLLA CAUSADA POR Pseudomonas syringae

' Van Hall: OCURRENCIA, IDENTIFICACION Y PATOGENIA. Diego C. Maeso

( 41 - ÍlENDIMIENTO DE GRANO DE TRIGO Y ALGUNOS CAUSAS DE SU V ARIA­. éJON EN DIFERENTES NIVELES TECNOLOGICOS DE PRODUCCION. Milton

Gonnet, José Luís de León

; 46-)UTILIZACION DE SUERO DE QUESO EN LA ALIMENTACION DE CERDOS EN CRECIMIENTO. Alicia Feippe, Mario Mondelli, Isabel Ruiz de Farcilli

49 - EFECTO DE LA FECHA DE PLANTACION SOBRE EL RENDIMIENTO Y LA CA­LIDAD DEL AJO COLORADO. José M. Ubílla, Masasuke Itoh

53 - MODELO DE SIMULACION PARA EL ESTUDIO DEL MANEJO DE SISTEMAS PASTORILES DE CRIA OVINA. José A. Silva

60 - CONTROL DE FLOR MORADA (Echium plantagineum L.) EN SEMILLERO DE TREBOL BLANCO (Trifolium repens L. cv. Estanzuela Zapícán) EN EL AÑO DE IM­PLANTACION. Agustín Giménez, Amalia Ríos

~. 61 - :CRECIMIENTO DIFERENCIAL DE CULTIVARES DE PAPA EN OTOÑO Y PRIMA­' VERA. Daniel Fernández, Francisco Vilaró

66 - SUSCEPTIBILIDAD DEL TRIGO (Triticum aestivum L.) A HERBICIDAS RESIDUA­LES APLICADOS EN PREEMERGENCIA. Amalia Ríos, Agustín Gíménez

- 68 - CONTROL QUIMICO DE LA PODREDUMBRE DEL AJO CAUSADA POR Sclero­tium cevivorum Berk. Carlos l. Lasa

72- COMPORTAMIENTO PRODUCTIVO DE VACAS Y VAQUILLONAS HEREFORD Y CRUZA BRAHMAN SOBRE CAMPO NATURAL. Osear Píttaluga, Rufino Ordeíx, Abel Vivo

75 - COMPARACION DE SUDANGRAS Y MAIZ PARA LA PRODUCCION DE LECHE BAJO PASTOREO. Yamandú M. Acosta, Juan M. Míeres, Henry Durán

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