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2 jun 14psicólog s - psicologos.org.uy · Esta conferencia, que se centra en la adapta- ... Pautas editoriales están disponibles a solicitud. ... que repiten estereotipos, reproducen

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2 jun 14psicólog s

+ agenda 2014

36ª Conferencia Anual de la Asociación Internacional

de Psicología Educacional (ISPA)

15 al 18 de julio en Kaunas, Lituania

Estamos entusiasmados con el programa científico que refleja la celebración del 25 aniversario de la Convención de la ONU

sobre los Derechos del Niño. ISPA ha sido una organización psicología front running trabajando por el bienestar de los niños

a nivel mundial a través de la UNESCO, y por lo que estamos deseando actualizar nuestra comprensión y compromiso a través

del tema de la conferencia: Derechos y necesidades de los niños. Desafíos a la Escuela, Familia y Sociedad.

Kaunas también puede ser su oportunidad de unirse a los colegas que comparten pasiones profesionales similares a través

de nuestros diferentes comités : desde consulta escolar hasta el acoso cibernético y el aprendizaje socio- emocional. Estas

reuniones también han proporcionado a menudo oportunidades para el inicio y desarrollo de proyectos de colaboración inter-

nacional en la psicología escolar.

Más información: ispakaunas2014.vdu.lt/index.php/ispa2014/ispa2014

3º Congreso Internacional sobre Trastorno de la

Personalidad Límite y Trastornos Afines

16 al 18 de octubre en Roma, Italia

Una cálida bienvenida le espera en el tercer Congreso de la Sociedad Europea para el Estudio de los Desórdenes de Personali-

dad (ESSPD) sobre Trastorno de la Personalidad Límite (BPD) y Trastornos Afines. Esta conferencia, que se centra en la adapta-

ción de los tratamientos a los diferentes caminos de desarrollo y fenomenologías , se basa en el éxito de las dos conferencias

anteriores celebradas en Berlín y Amsterdam.

El objetivo de la ESSPD es estimular y apoyar la beca, para promover la colaboración internacional y fomentar la investigación

sobre el trastorno de personalidad con un enfoque en Europa. Esta conferencia tuvo como mejor cumplir con estos objetivos.

Más información: www.borderline-congress.org/

XVII Congreso Latinoamericano de Sexología

y Educación Sexual

10 al 14 de setiembre en Punta Cana, República Dominicana

El Congreso va a poner el acento sobre la importancia de la sexualidad en positivo

como fuente del desarrollo y el crecimiento del ser humano, y donde la escuela y

la familia son (o deben ser) ejes fundamentales en ese desarrollo sexual y humano

de los individuos.

La República Dominicana nos prepara un marco inigualable para que nuestro ompromiso con esta “bendita locura” que es la

Sexología Científica en sus vertientes ducativas, clínicas, de investigación, dé un paso más hacia la implantación de la Salud Sexual

como un derecho inalienable de todos los ciudadanos en nuestro ámbito de Latinoamérica, Portugal y España y, como conse-

cuencia, convertirnos en punta de lanza de que la Salud Sexual como derecho sea una realidad en todo el mundo.

Más información: http://www.clases2014.com/

33jun 14 psicólog s

publicación oficial de la Coordinadora de Psicólogos del Uruguay

Andrés Martínez Trueba 1191/1193Montevideo - Uruguay

Telefax 2410 6624*Email [email protected]

Sitio web www.psicologos.org.uyFacebook www.facebook.com/cpu.uruguay

Administración [email protected]

Mesa EjecutivaSecretaría General Lic. Ps. Susana Ferrer

Sec. Finanzas Lic. Ps. Karina De LeónSec. Organización Lic. Ps. Freddy Zelayeta

Secretaría de Difusión Lic. Ps. Mónica FritzSec. Asuntos Gremiales Lic. Ps. Mónica Coore

Sec. Convenios Lic. Ps. Raquel OggianiSec. Agrupaciones Lic. Ps. Sindia Zadowozniz

Email [email protected]

Comisión Administradora delFondo de Solidaridad Social

Lic. Ps. Norbis PiñeyroLic. Ps. Mónica Ferreira

Lic. Ps. Mariella RestainoLic. Ps. Miriam de Moraes

Lic. Ps. David Cibulis

Comisión FiscalLic. Ps. Javiera AndradeLic. Ps. Dinorah Quijano

Lic. Ps. Fabiana Pino

Comité EditorialLic. Ps. Viviana Cotelo

Lic. Ps. Rosanna FerrareseLic. Ps. Mónica Fritz

Lic. Ps. Karina De León

Edición de contenidos, diseño y diagramaciónLic. Com. Rodrigo Ubilla

Recepción de originales para publicación de avisos:[email protected]

ArtículosSon bienvenidos artículos originales

que sean de interés para la comunidad depsicólogos y/o que traten temas culturales

desde la perspectiva profesional.Pautas editoriales están disponibles a solicitud.

Las opiniones expresadas en los artículos firmadosno son necesariamente compartidas

por la Coordinadora de Psicólogos del Uruguay.

Impresión y encuadernaciónMastergraf S.R.L.

Gral. Pagola 1823Tel. 2203 4760

Depósito Legal 350.210

+ agenda 2014

editorial

+ vida gremial

tema central La lucha como una ley de vida

(Entrevista a Michelle Suárez)

La auténtica diversidad no conoce de categorías

(Entrevista a Ruben Campero)

La felicidad se manifiesta de diversas maneras

(Retrato de una familia homoparental)

Dime quién te gusta y te diré qué eres:

La orientación del deseo erótico afectivo

(Por Mayte García Zicari )

avisos

+ perfiles William James

+ vida universitaria

Non omnia possumus omnes

(No todos podemos hacer todo)

Integrando Identidades

en el Acompañamiento Terapéutico

convenios

diversidad sexual y cine “La otra familia”

nº 260 | Junio 2014

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4 jun 14psicólog s

Lic. Ps. Raquel OggianiSecretaria de Convenios CPU

DIVERSIDAD SEXUAL, RESPETO E INCLUSIÓN

¿Hacia dónde vamos? ¿A políticas de

públicas que no discriminen? ¿A la sen-

sibilidad social que redunde en la inclu-

sión de la diversidad sexual en otros es-

pacios? ¿A la inclusión de la aceptación

como uno de nuestros objetivos peda-

gógicos?

Refl exionar y fomentar una cultura ha-

cia la igualdad y la no discriminación.

Las cuestiones de la diversidad sexual y

de género están hoy visibilizadas como

nunca antes en la vida cotidiana, en

los espacios educativos, en los medios

de comunicación, en las propuestas de

cambio y movilización social.

La ciudadanía en general aborda el

tema desde lógicas y a veces lenguajes

que repiten estereotipos, reproducen

discriminaciones, pero también dan

cuenta de la profunda necesidad de co-

nocer más al respecto y de formar una

opinión basada en un reconocimiento

académico y de la experiencia social.

Homosexualidad, personalidades tran-

sexuales e intersexuales estarían den-

tro de esa diversidad a la que haremos

referencia.

La inclusión de la aceptación como uno

de los objetivos pedagógicos.

Es una temática que amerita nuestra re-

fl exión. En nuestro medio, al igual que

en varios países, existe legalización de

la pareja homosexual así como la posi-

bilidad de adopción.

Ampliamos la mirada de la psicología

al licenciado Ruben Campero y con la

abogada Michelle Suárez procuramos

comprender cómo procesa, actúa y res-

ponde una organización que reivindica

los derechos de las minorías sexuales,

entre otros frentes de lucha.

Gracias a Gimena e Isabel conoceremos

algunos aspectos de una familia homo-

parental y reseñamos la película “La

otra familia”, que refl eja varios aspec-

tos la temática y que ameritan a nuestra

refl exión.

5jun 14 psicólog s

En la pasada edición publicacmos erróneamente que el

costo de referencia para el arancel de una consulta psicológica era de $U 1.665+IVA. La información

correcta es que el ajuste quedó en $U 1.165+IVA (mil ciento sesenta y cinco pesos+IVA).

Remedamos el error y nos disculpamos por las posibles difi cultades ocasionadas.

FE DE ERRATAS / / ARANCEL:

+ vida gremial

Este junio saludamos a Ana Costante y a su pequeña Fiorella (foto). Saludamos también a los dos varones que completan esta nómina, que casualmente comparten el mismo nombre. Por un lado, Luca, hijo de la colega Paola Nicola. Y por otro, Luca, de la socia Galia Leivobici.

Recordamos que seguimos recibiendo con mucho gusto las fotos de nues-tros nuevos integrantes a través de [email protected]

A todas y todos ellos, muchas veces... ¡Buena Vida!

+ nacimientos en CPU

Fiorella

6 jun 14psicólog s

+ vida gremial

Este año la estrategia implementada en el interior comienza a dar frutos; una parte de este proceso culminó de forma simbólica con las pasadas elecciones universitarias del 26 de marzo, día en que se eligieron formalmente las autoridades

de los CENUR Este y Noroeste, la otra, forma parte del desafío de consolidar y potenciar un proceso que ya está en marcha.

Haciendo memoria1

El rectorado del Dr. Arocena y quienes lo acompañaron en el proceso de construcción cogobernada de la UdelaR (CDC, CDA, CDGAP, Comisiones Sectoriales, y demás), ha estado signado por una visión particular sobre el alcance de la actividad de la universidad en el territorio nacional. Una universidad que llegase más lejos y con mayores potenciales fue el con-cepto que guió todos los pasos que siguieron.

En ese sentido, los conceptos de descentralización y regionalización han sido el eje para elaborar políticas, estrategias y acciones. Descentraliza-ción, apostando a una creciente trasferencia de poder en las decisiones y autonomía de gestión. Regionalización, considerando a los departamen-tos como unidades locales enmarcados en lógicas regionales que implican aspectos culturales, socio-económicos y rangos de cooperación tradicio-nales. Como tales, se han creado los Centros Universitarios Regionales.

Las estrategias de la UdelaR, instrumentadas a través de la Comisión Coordinadora del Interior (CCI), han tenido como ejes principales:

• El avance y profundización en la estrategia de creación de nuevas ofertas de enseñanza en el interior del país. • La revisión crítica de los Programas Regionales de Enseñanza Terciaria (PRETs), con vistas a su análisis, balance de objetivos logrados,

incorporación de otros agentes de la enseñanza en el país y puesta al día.• La profundización en la estrategia de radicación de docentes en el interior a través de los Polos de Desarrollo Universitario (PDUs).• La continuación de las acciones en referencia con infraestructura edilicia y su equipamiento en todas la regiones. • Las acciones necesarias para la provisión de los cargos previstos en las Estructuras de Gestión de los CENURes.

Una mirada hacia el presente. Inicio de cursos 2014

En este período, se han realizado tres convocatorias a propuestas de ofertas académicas para desarrollarse en el interior. Han sido apro-badas más 30 nuevas ofertas que incluyen Ciclos Iniciales Optativos, Ciclos Introductorios, Tecnólogos y Tecnicaturas, Licenciaturas e inclusive algunos posgrados.

Comenzamos el año con más de 70 ofertas de enseñanza de grado, de distinto tipo, en los distintos Centros Universitarios Regionales (Cenur) del interior del país (Cenures que comprenden los departamentos de Artigas, Salto, Paysandú, Río Negro, Rivera, Tacuarembó, Cerro Largo, Maldonado, Lavalleja, Rocha y Treinta y Tres).

El panorama de inicio de clases, prestando atención a las nuevas inscripciones de las carreras ofrecidas en el interior, muestra según los datos recabados, que en la región noroeste suman más de 2.000 nuevas matrículas, en el no-reste más de 700 y en el Este más de 1.000. Estos datos son alentadores y dan cuenta de un proceso que está en marcha y que continúa creciendo con el paso del tiempo.

“Es una buena señal que casi 4.000 ciudadanas y ciudadanos se inscriban en las diversas ofertas educativas que estamos ofreciendo. Ello nos muestra la potencialidad enorme que tiene el proceso de desarrollo universitario en el interior para dar respuesta a una aspiración genuina de superación. Nuestros jóvenes quieren estudiar y lo reclaman, es nuestra tarea responder a ello de manera adecuada. Estas cifras muestran, de modo simbólico y de hecho, un voto de confi anza por parte de la sociedad toda en la Universidad de la Repú-blica y en lo que estamos haciendo. Mayor compromiso nos impone para no defraudarlos”.2

Universidad en el Interior, un mayor compromiso Por Teresa González ArcelusComisión Coordinadora Interior - Udelar

7jun 14 psicólog s

+ vida gremial

Giras regionales

En el contexto del trabajo en el interior, es parte de la actividad propia de la CCI el realizar agendas de trabajo a terreno en cada una de las sedes del interior. De esta forma a lo largo de estos años, se han rea-lizado decenas de giras organizándolas por región. En estas giras, se mantienen reuniones de trabajo con diferentes actores universitarios (consejos, comisiones directivas, claustros, directores, equipos de di-rección, docentes, estudiantes, egresados, funcionarios), así como reu-niones con actores locales (intendentes, juntas locales, sociedad civil, entre otros).

El objetivo de este tipo de trabajo se centra en el diálogo, el conoci-miento profundo y situado de contexto, articulaciones políticas locales y regionales entre otros posibles.

En lo que va del año, y como antesala de las elecciones de los Cenures Este y Noroeste, la Comisión Coordinadora del Interior encabezada por su presidente realizaron un total de 3 giras por las distintas regiones universitarias. El 27 y 28 de febrero recorriendo la región noroeste del país, sedes de Paysandú y Salto; el 12, 13 y 21 de Marzo en la región Este, sedes Maldonado, Rocha y Treinta y tres, y fi nalmente los días 2, 3 y 4 de Abril en la región Noreste, sedes Rivera, Tacuarembó y Cerro Largo.

Destacamos de estas recorridas el arduo trabajo emprendido en el contexto de las elecciones, en los meses de febrero y marzo la labor estuvo principalmente dirigida a reunirse con los colectivos universitarios y con los medios de prensa, teniendo como objetivo principal alentar e impulsar la participación en las elecciones. Mencionamos también la inauguración del segundo módulo de la obras edilicias en la sede Rocha del Centro Universitario de Región Este (CURE) el pasado 21 de marzo, viendo concretarse así una nueva etapa del plan edilicio proyectado.

La actividad en la Región Noreste no fue menor, las obras en el campus universitario INIA-Udelar crecen con fuerza, visualizando en ambas sedes de la región un crecimiento en la participación de los colectivos y un afi anzamiento del proyecto en la gente. Destacamos también la asunción del director de la Casa de la Universidad de Cerro Largo, Mag. Enrique Mazzei, consolidando una presencia ya exis-tente en terreno pero que se formaliza y da comienzo a una nueva etapa.

Elecciones de los Cenures

Estas elecciones han signifi cado un mojón importante en el proceso impulsado por la Universidad en el interior del país, son simbólica-mente el resultado de años de trabajo colectivo. La elección de las nue-vas autoridades universitarias (Consejo Regional, Claustro Regional, Comisiones Directivas) refl ejan la posibilidad de que las propias comu-nidades universitarias puedan tener no solo autonomía a nivel admi-nistrativa y académica, sino que también refl eja la posibilidad real de que puedan defi nir su destino universitario.

Lo que podemos aventurar luego de las pasadas elecciones será el ca-mino de consolidar lo ya realizado: oferta académica, grupos de inves-tigación, obra edilicia, participación en el cogobierno; entre otros mu-chos aspectos, es un camino para demostrar y seguir creciendo como Universidad. La estrategia de regionalización y descentralización im-pulsada, que de alguna manera vimos concretarse en el mes de marzo, es el resultado de una forma de ver la educación y la Universidad en el país, es un camino que se sustenta en una estrategia discutida y acor-dada de manera consensuada y elegida democráticamente, un camino que se basa en la autonomía y el cogobierno universitario.

NOTAS: 1 Información extraida de: Udelar en el Interior - Memorias 2013 Comisión Coordinadora del Interior UNAPAC.2 Blog del Presidente de CCI, Gregory Randall: http://www.cci.edu.uy/blogs/gregory-randall/m%C3%A1s-confi anza-un-mayor-compromiso

8 jun 14psicólog s

P S I C O L O G Í A E N L O S M E D I O SEncuentre en nuestra web la más completa y actualizada recopilación de noticias de los principales medios de comunicación, acerca de las novedades del mundo ‘Psi’.

w w w. p s i c o l o g o s . o r g . u y / m e d i o s _ c p u . h t m l

+ vida gremial

Agrupación Treinta y Tres Recordando a Aída Miraldi

Estimada Aída:

Gracias por tu entrega. Durante los años 2007 y 2008 nos brindaste tu presencia todo un sábado cada mes, cuando contigo realizamos en Treinta y Tres el Curso “Terapia Psicoanalítica con Niños” en el marco de las activida-des de Capacitación y Profundización de CPU.

Y decir en Treinta y Tres signifi ca que quien se desplazó cada uno de los vier-nes previos a las jornadas fuiste tú. Claro, descentralizando el saber, des-de lo real del espacio y desde tu mis-ma actitud y postura. Pernoctando en nuestra ciudad para al otro día iniciar la tarea con la máxima lucidez. Y nada te guardabas en el ánimo de compartir con tus colegas: desde los postulados freudianos de la sexualidad infantil hasta tu exquisita forma de puntuar aspectos relevantes del material clí-nico que llevábamos a la supervisión conjunta.

Seminarios rigurosos y distendidos que permitían avanzar con entu-siasmo un día cargado de actividad y

quehacer intelectual. Actitud de escucha y de refl exión que pro-movía en nosotros el deseo de búsqueda e investigación; inclu-yendo aquellos textos que nosotros propo-níamos, recuerdo en particular el de Jay Frankel, “Explorando el concepto de Ferenczi de identifi ca-ción con el agresor”, para el debate y la discusión.

Y como el cine fue también una de tus actividades favoritas nos citabas títu-los acordes con los temas trabajados que podían ilustrar desde el Arte. Para recordar algunos: “Sueños” de Kuro-sawa, “Iris” de Richard Eyre, “Shoa” de Lanzmann o “Historias extraordi-narias” de Fellini, R. Vadim y L. Malle (sobre relatos de Edgar A. Poe.) La dis-ciplina, en fi n, dentro de una conste-lación de aportes transdiciplinarios, porque tus conocimientos eran vastos.

Y como la vida transita también por la naturaleza, de tanto en tanto, nos

dejabas ver tu gusto por las plantas, por una bella y simple fl or. Y tu entu-siasmo y satisfacción fue grande cuan-do logramos hacer juntos el viaje a La Quebrada de los Cuervos, y pudiste descender la pronunciada pendiente hasta el claro cauce del Yerbal Chico, tan campante.Contigo Querida Aída crecimos para bien. Como profesionales y como seres humanos. Lo del principio: Gracias por tu entrega!

Integrantes del “Grupo de 33”: Lic. Ve-rónica Gómez, Lic. María Eugenia Um-piérrez, Lic. Mercedes Rodríguez, Lic. Mabel Guillermo, Lic. Estela Ubilla y Lic. Domingo Crizul.

tema central

9jun 14 psicólog s

La lucha como una ley de vida(Foto: Flickr/Víctor Santa María)

tema central

¿Qué entiende por diversidad sexual?

El movimiento de la diversidad sexual es un movimiento político, por lo menos desde el punto desde el que yo trabajo. Se constata un hecho, que es la situación que existen entre los ciudadanos personas que por su orientación sexual o su identidad de género sufren una serie de menoscabos en el ejer-cicio y goce de sus derechos humanos y li-bertades fundamentales. Y por lo tanto, se agrupan utilizando como parte de su agenda política las cuestiones que directa o indirec-

tamente se refi eren a esa identidad de géne-ro u orientación sexual como un factor es-tigmatizante o discriminante. O sea, hechos que afectan su esfera de desarrollo público, sea social, económico o laboral. Y se trabaja en estas aristas: de qué manera se vulneran esos derechos, por o en razón de la orienta-ción sexual o identidad de género. Y después se ven las propuestas o caminos posibles para que esa situación cambie. Y se trata de generar estrategias para poder avanzar ha-cia otro modelo.

Las agrupaciones que luchan por la dignidad de las minorías sexuales son en la actualidad agentes altamente reconocibles en la sociedad uruguaya. Uno de ellos, el colectivo Ovejas Negras, ha sido uno de los que ha trabajado con mayor visibi-

lidad, con agenda propia y un buen número de intervenciones en vía pública. A la vez que exponen sus reivindicaciones trabajan paralelamente en los aspectos jurídicos que hacen a los derechos y obligaciones de sus auspiciados, y es en esa materia donde la abogada Michelle Suárez participa y colabora de manera más activa con el grupo.

Entrevista aMichelle Suárez *

* Activista, conferencista, escritora y

abogada uruguaya. Es la primera tran-

sexual que logra un título universitario en

Uruguay al graduarse como abogada de

la Facultad de Derecho de la Universidad

de la República en 2010. Además de tra-

bajar independientemente, es integrante

y asesora del área jurídica de la organi-

zación uruguaya Ovejas Negras (Tomado

de Wikipedia).

tema central

10 psicólog s jun 14

¿De cuándo datan los movimientos orga-nizados en Uruguay?

Creo que es sobre fi nales de la dictadura, con el grupo Escorpio. Hubo intentos en parale-lo. Pero en Uruguay además había caracte-rísticas que en otros países no, que jamás ha podido lograr a largo plazo organizaciones que sobrevivan, que gocen de buena salud, nucleándose en una identidad. Hay grupos lésbicos, grupos trans, grupos gay... Todas las organizaciones, desde el comienzo, aún desde Escoropios, eran siempre mixtas y nu-cleaban varias identidades o varias orienta-ciones sexuales, siempre había presencia de hombres y mujeres.

Más allá de eso, Uruguay es un país muy par-tidocéntrico -me refi ero a política partida-ria- lo cual me parece muy importante. Pero creo que los movimientos sociales hacen po-lítica, aunque no sea partidaria, no signifi ca que no la hagan. Eso sí, es una política que tiene un ingrediente más social, principal-mente por las características que tiene los movimientos en Uruguay, que muchos han sido grupos de voluntariado.

¿Hay intención de quienes componen las minorías sexuales de involucrarse en la política formal e infl uir en ella en favor de los intereses del grupo?

La vinculación existió siempre. Pasa que hay una diferencia entre considerar la asimila-

ción de un movimiento dentro de un partido o la asimilación de una agenda con otra. Eso jamás ocurrió ni va a ocurrir. Por lo menos es lo que proyecto y lo que pretendo. Rela-ción existió siempre, desde el punto de vis-ta de que muchísimas de las cosas que pre-tendemos necesariamente exigen deberes y obligaciones que son del Estado. Y para eso tenés que vincularte con el Gobierno y tener contactos con funciones legislativas y admi-nistrativas. La vinculación está y es fl uida, y no con un sólo partido.

¿Cómo es esa respuesta desde de la polí-tica formal?

Creo que poder hacer una intersección, un cruce de ejes, es de las cosas más positivas que hay, tanto para el militante que lo hace como para los objetivos más macro. Porque el hecho de que puedas incluir dentro de los puntos de debate de la agenda de un partido político algunos de los puntos de debate del movimiento, hace que muchas veces no sólo que se instalen y se visibilicen problemas, sino que se incluyan puntos en común den-tro de los programas.

¿Cuáles son temas que lograron ser visi-bilizados en la política?

Lo más notorio es la aprobación de normas. En los últimos 10 años se aprobó la ley de Unión Concubinaria, la ley de Adopción, el Matrimonio Igualitario. Se han hecho reto-ques gigantescos en la reglamentación de los trabajadores sexuales. Ha tenido un cam-bio y un impulso muy grande.

¿Cuándo y por qué se vinculó al grupo Ovejas Negras?

Las personas cuando nos comprometemos con algo, más allá de las grandes ideas en las que tengamos convicciones, es de un lugar netamente afectivo y por momentos irra-cional. Y esa afectividad es la que nos da el sentimiento de pertenencia y que sedimen-temos algo en ese lugar. En lo personal, tie-ne que ver con mi historia. A fi nes de 2009 falleció mi madre, en ese momento lo que

Facebook/Ovejas Negras

Flickr/Libertinus

tema central

11jun 14 psicólog s

me pasó es que no podía manejar adecuada-mente el duelo, no me sentía nada bien. La parte académica laboral y académica, que me habían sacado a fl ote en momentos difí-ciles, esta vez no me ayudaban: Estaba abso-lutamente desbordada.

Finalmente, después de que se me propuso vincularme a la organización, como había tenido ideas y convicciones que iban de la mano con lo que proponían públicamente, me vinculé. Mandé un mail explicando mi situación, tuve una entrevista, a ellos les pa-reció que participara y a mi también. Empe-cé a ir a los plenarios, empecé a generar mi propia agenda de trabajo y cuando me quise acordar era una militante más. Pero lo que generó mi activismo fue algo muy personal: poder manejar mi dolor.

¿Qué encontró al llegar?

Gente que tenía historias muy diversas, de lugares muy diversos. Algunos de esferas académicas muy diversas, otros no habían tenido posibilidades educativas; personas de diversas clases sociales, de estratos socioe-conómicos diferentes; personas con estéti-cas distintas, con ambiciones distintas, con objetivos diferentes, pero todos coincidían en una serie de convicciones y en una causa en común. Y se trabajaba de una forma muy intensa, seria, abierta y respetuosa, y donde se confi aba en alguien nuevo y se daba una oportunidad de libertad de trabajo. Yo era una recién llegada, con un mes de tiempo y se me permitió trabajar en un anteproyecto que yo quería y se me dio total libertad. Fue-ron muy generosos conmigo y mi trabajo.

Yo me di cuenta que uno de los puntos más fl acos del movimiento era la cuestión del derecho. Existían profesionales que de for-ma muy generosa y gratuita daban su cono-cimiento y su trabajo, pero dedicados o con experticia en el área de ciencias sociales, de medicina, docencia, pero que el derecho es-taba como a la intemperie. Y en la búsqueda de la igualdad es una de las herramientas más importantes.

En adelante, ¿cuáles son las metas en el

mediano plazo?

Los dos grandes objetivos

tienen que ver con una re-

forma profunda en toda la

legislación anti discrimi-

nación y la otra tiene que ver

con el advenimiento de una ley

en acción afi rmativa con mecanismos es-

peciales para la población trans. Son dos de

los grandes debes en materia jurídica.

A grandes rasgos, la esfera de la defensa de

los derechos humanos tiene tres grandes

patas. Está la etapa de la prevención, de la

consagración y de la protección. Uruguay

ha trabajado en los últimos 10 años inten-

samente y con mucho éxito en la etapa de la

consagración: la emanación de normativa,

de reglamentación, la ejecución de políticas

que tienden a defender derechos.

En la esfera de la prevención se ha trabajado

ya en forma un poco más lenta, con algunos

mecanismos que funcionan bien y otros no

tanto. Se trata de trabajar en bullying, se tra-

ta de dar cursos, se trata de crear educado-

res sexuales para la enseñanza, se trata de

buscar protocolos para combatir las cuestio-

nes de discriminación entre la educación y

el sistema de salud.

Ahora, la esfera que ha quedado al desnu-

do es la de la protección. Una vez que no se

pudo prevenir, una vez que ese derecho fue

efectivamente violado y hay que resarcir

a esa víctima... ¿Qué hay? ¿Qué hacemos?

¿Qué puede esa persona exigir? Las res-

puestas que les damos desde el derecho son

prácticamente inexistentes, no son efi caces.

O son meras soluciones amistosas o son me-

ramente mecanismos penales, donde se en-

foca la criminalidad, donde la víctima no es

parte del proceso, donde generalmente se la

revictimiza, donde realmente no se dan so-

luciones.

Imagen alusiva a la ley de Matrimonio Igualitario

(Facebook/Ovejas Negras)

Una vez que no se

pudo prevenir, una

vez que ese derecho

fue efectivamente

violado y hay que re-

sarcir a esa víctima...

¿Qué hay? ¿Qué ha-

cemos? ¿Qué puede

esa persona exigir?

Las respuestas que

les damos desde el

derecho son prácti-

camente inexisten-

tes, no son eficaces.

tema central

12 psicólog s jun 14

¿Por dónde iría entonces la fi gura que se-ría ideal?

Y en el ámbito civil. Justamente, el resarci-miento de una víctima, sea por generación de protocolo, por generación de mecanis-mos de educación, sea por resarcimiento económico se tiene que dar en la esfera civil. La mayoría de los puntos en donde las perso-nas intentan reclamar se dan en sus ámbitos laborales, en ámbitos donde no lo pueden evitar porque el esfuerzo por la vida depen-de de ese trabajo. Entonces, ese núcleo duro de las situaciones más desventajosas son las que no tienen mecanismos efectivos de pro-tección. Lo que hay es bastante inefi ciente.

Está en el imaginario que las personas de niveles socioculturales altos procuran di-simular posibles problemas de discrimi-nación derivados de su identidad sexual.

No. Eso tiene que ver con otras cosas. Gene-ralmente tenemos una mirada muy simplis-ta y por momentos un poco ingenua, de que vemos un eje de discriminación como único, aislado, que no tiene conexión con el mun-do. Y para ello, un ejemplo de lo más gro-tesco: un gay pobre, es un marica; una gay de clase media media-alta, es homosexual; un gay muy rico, es excéntrico. Por lo tanto, los ejes se cruzan y es una realidad mucho más compleja que decir ‘las personas de cla-se baja ocultan’ o ‘las personas de clase baja, muestran’. A veces hay maneras de ocultar y

hay personas que no tienen forma de ocul-tar. A veces podés darte el confort del ano-nimato y a veces no. Una mujer trans no se puede dar el confort del anonimato porque lo lleva pegado a su piel y habemos otras que nos podríamos dar el confort del anonimato y elegimos no hacerlo.

A pesar de que la lucha a cara descubier-ta va ganando adeptos, ¿la primera reac-ción sigue siendo procurar el anonimato?

Pasa que muchas veces lo que no se habla, no se ve. Y a veces las propias personas no quie-ren ver. Salir del closet signifi ca afrontar tu realidad y afrontar tu realidad para los seres humanos no siempre es fácil. Muchas veces, lo que no se toma en cuenta es que el amor puede ser algo un poco perverso. Muchas veces restringís tu libertad y la forma en que te sentirías pleno porque querés conservar o querés creer que vas a conservar el cariño de tu familia, y que el día que lo digas lo vas a perder. Entonces, no es tan sencillo. En la balanza está ser pleno, libre, no tener que ocultarte más, ni vivir una vida clandestina. Y del otro lado, el miedo de perder tu fami-lia, tu trabajo, tu círculo social, los amigos. Uno paga un precio por su libertad. General-mente, cuando uno oculta algo que es, lo que termina haciendo es darle un gran poder a quien lo sabe, poder con el cual uno puede ser explotado, oprimido. Entonces, la mane-ra que yo entiendo que eso puede cambiar es luchando contra los mecanismos sociales

Afiche difusión de la Marcha por la Diversidad 2013 (Tomado de Facebook/Ovejas Negras)

tema central

13jun 14 psicólog s

Flickr/Felgtb

de discriminación, que no sea ni un factor estigmatizante ni menoscabante cuál sea la orientación sexual que yo tengo.

Parte de esa discriminación, ¿no nace desde el propio implicado?

Pasa que las personas no bajan de un platillo volador, las personas nacen de una socie-dad. A todos se nos enseñó lo mismo cuando éramos chicos, performáticamente. Donde existen todo el tiempo refuerzos de la he-teronormatividad, de una heterosexualidad obligatoria, y que eso es lo bueno y que te-nés que reafi rmarlo todo el tiempo. Y cómo te vestís, cómo pensás, cómo sentís y cómo te expresás. Después, las personas tienen esos mecanismos internamente. Que una persona sea gay y otra heterosxual no sig-nifi ca que no las reproduzcan, no signifi ca que dentro de ellos no viven y luchan. De-construir mecanismos socialmente implica también enfrentarte a lo que tenés dentro tuyo: reconocerlo, verlo como un problema e intentar modifi carlo.

¿Cómo caracterizaría en forma genérica el tipo de reclamos que planten quienes solicitan su auspicio?

Son situaciones que se dan en el ámbito la-boral. Generalmente, la discriminación no opera de una forma abrupta, no es que al-guien recibe una golpiza en la puerta. Son actos que, vistos individualmente, parecen inofensivos, pero es como un goteo que cae todo el tiempo sobre el mismo lugar. Y como decía un poeta: “yo cargo en mis espaldas las heridas de las risas”. Entonces, un día es una broma, otro día es un chiste, otro día es un dibujo, otro es un mail; otra vez es la no in-vitación a un lugar, otra vez es una no consi-deración para un puesto, otra vez es no dar una prima por productividad, otra vez es mandarte hacer trabajos que se consideran menores en relación a tu capacidad técnica; otra vez es simplemente minimizar tu labor en la empresa, recomendarte que vayas a hacerte exámenes psicológicos o psiquiá-tricos, a decirte que estás loca. Y así vamos sumando.

¿Cómo cree que han impactado en la so-ciedad estas últimas grandes transfor-maciones tendientes a la equidad de de-rechos?

Cuando las personas empiezan a ver que la sociedad no considera tus modos de vida como modos de vida alternativos a los co-rrectos, a los morales, y cuando sus modos de vida empiezan a ser la reivindicación de otros y que empiezan a ver sus esferas de de-recho cada vez más ampliadas, las personas empiezan a empoderarse. Y empiezan a dar-se cuenta de que también tienen derechos, de que también son ciudadanos y que esos derechos los pueden ejercer. Y creo que, por ejemplo, el proyecto de matrimonio iguali-tario convertido en ley fue uno de los ele-mentos más empoderantes en los últimos 10 años. Las personas han cambiado mucho su actitud, su actitud ante al visibilización del afecto: públicamente, en medio de la Ciudad Vieja, a plena luz del día, con sus amigos y seres queridos, besándose en la puerta del Registro Civil.

A visibilizar a sus hijos, a no mostrarlos con vergüenza o miedo. A revisar sus situacio-nes jurídicas, y que tengas dos mamás y dos papás orgullosamente. A tratar de iniciar trámites de adopción, en tren de igualdad, sin miedo. A poder denunciar situaciones de discriminación sin soportarlas bajando la cabeza y haciendo silencio. Creo que cuando las cosas empiezan a cambiar, a deconstruir un modelo totalmente opresivo, lo que ter-mina pasando es que las personas sienten aire fresco. Y creo que la percepción hoy en día para muchas personas es que ahora sus derechos empiezan a valer.

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14 psicólog s jun 14

¿Qué entendés por diversidad sexual?

La diversidad, primero, más que algo que uno pueda defi nir, es más bien una actitud de vida. Una actitud que implica manejar los diferentes aspectos y dimensiones de la vida y que esas dimensiones no se relacio-nen entre sí ni polar, ni dicotómica, ni anta-gónicamente. La diversidad viene a plantear una ruptura en el paradigma de concebir la forma de los vínculos humanos, viene a cuestionar la forma en que concebimos la diferencia.

La diversidad va a implicar una concepción de la diferencia no polar, ni dicotómica, sino donde aspectos aparentemente contradicto-rios puedan coexistir. Y no sólo en términos de tolerancia -que se aguanten mutuamen-te porque son distintos- sino que intenten relacionarse desde un lugar de integración. En donde, cuando me integro, voy a tener que renunciar o cuestionar algunas de mis certezas porque quien tengo en frente, de alguna manera, me interpela en mi propia diferencia.

La auténtica diversidad no conoce de categorías

tema central

Entrevista aRuben Campero *

“Árbol de la Diversidad”

* Licenciado en Psicología (UDELAR).

Psicoterapeuta (formación en Focal Psi-

coanalítica y Sistémica Estratégica) Es-

pecialización en Psicoanálisis y Género

(APBA-Bs. As.) Terapeuta Psico-corpo-

ral (Sistema Río Abierto Internacional).

Sexólogo con especialización en lo

educativo y clínico. Doctorando en Psi-

cología (UCES-Bs. As.). Ex co-conductor

de “Historias de Piel” en Del Plata FM

95.5 (1997 a 2004) y de “Sexualmente”

en SAETA TV Canal 10 (2006) Co-direc-

tor del Centro de Estudios de Género y

Diversidad Sexual CEGEDIS y docente

fundador del Instituto de Formación

Sexológica Integral SEXUR. Autor del li-

bro “Cuerpos, poder y erotismo” (Ed. Fin

de Siglo)

El psicólogo, docente y escritor Ruben Campero abarcó en esta entrevista desde una exhaustiva definición de diversidad hasta el riesgo de asimilación que corren las expresiones alternativas, a causa de un sistema “que todo lo cubre y lo meta-

morfosea”. Compartió su experiencia clínica para conocer algunas de las características de la problemática familiar derivada de la identidad sexual alternativa de alguno de sus miembros, y sopesó las virtudes y defectos de los ‘guetos’ como reforzadores de identidad, al mismo tiempo que espacios porpicios en los que se puede reproducir una lógica de discriminación.

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15jun 14 psicólog s

Esa diversidad también va a implicar romper con núcleos hegemónicos que históricamen-te hemos vivido cuando concebimos las dife-rencias humanas, en el sentido que siempre se han establecido como puestos de poder, que han dicho cómo es que esa diferencia se debe concebir y quién tiene la diferencia privilegiada, es decir, quién se plantea como modelo ideal desde donde esa diferencia se va a concebir.

La diversidad sexual no es una conjunción o sumatoria de casilleros identitarios en términos de género o sexuales, porque eso sería simplemente seguir reformulando la misma hegemonía de siempre en donde van a existir diferencias: diferencias entre el gay, el heterosexual, la lesbiana, el trans... Diferencias en un sentido polar, en donde vamos a quedar contrapuestos como dife-rentes, pero tensionados por esa difi cultad de integrarnos. Ha sido un paso esta concep-ción del principio de diferencia como suma-toria de categorías -que es lo que ha dado a los movimientos LGBT- y que de hecho en un principio motivó al propio feminismo con la concepción de mujer, que hoy por hoy, con el posfeminismo, también ha cambiado.

Y si ampliamos hacia la perspectiva de Edgar Morin vamos a ver la diversidad como una complejidad en donde las categorías en sí mismas, si bien pueden existir, entran a di-luirse unas con otras porque pierden su es-tatuto de categoría. Entonces, si hay un tipo que se enamora de otro el hecho es que ese hombre no meramente deba existir como tal, sino que su existencia deba cuestionar la supuesta certeza que tiene aquél hombre que se siente atraído por mujeres. Y que de

alguna manera, esto nos haga pensar sobre cómo construimos nuestros gustos sexuales, nuestras formas de enamorarnos, nuestra forma de concebir el erotismo, el cuerpo. Si tomamos una persona trans no se trata so-lamente de construir la categoría, es impor-tante visibilizarla, porque eso le da un valor político. Pero si pensamos que la diversidad sexual no apunta solamente a un logro de derechos a nivel político, sino que también implica un cuestionamiento fi losófi co exis-tencial para la humanidad, esa trans no me-ramente va a existir como ‘la trans’, sino que su existencia nos debe hacer cuestionar so-bre cómo es que construimos el sexo a nivel cultural. Esto es: qué es lo que consideramos mujer y qué hombre, y en base a ese tipo de refl exiones cuáles han sido las inequidades que se han generado por haber construido categorías llamadas ‘hombre’ y ‘mujer’. Lo mismo cuando lo aplicamos a nivel de orien-tación sexual en relación a qué elementos políticos, fi losófi cos y metafísicos se genera-ron cuando construimos la categoría ‘homo-sexual’ y/o ‘heterosexual’, para romperlas como categorías y que haya diversidad.

¿Qué grado de conciencia notás en las personas con elecciones sexuales divera-sas respecto a esa ruptura de paradigmas que planteas?

En las situaciones de violencia directa y dis-criminación explícita que produce situacio-nes de crisis, cuesta mucho cuestionar eso. Porque lo primero que te hace surgir son de-fensas, tanto psicológicas como materiales. Yo no puedo pedirle al adolescente amane-rado que está siendo sometido a una situa-ción de bullying en el colegio que se ponga a

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16 psicólog s jun 14

Flickr/Pena

refl exionar sobre la variabilidad. Él, segura-mente, va a tener que solidifi car su catego-ría como amanerado justamente para refor-zar sus límites identitarios y eso le permita moverse en un terreno hostil. Lo que pasa es que la violencia simbólica está todo el tiem-po dando vueltas y por más que no nos due-la, no quiere decir que no nos lastime.

Voy a poner un ejemplo para reforzar un poco esta idea de diversidad sexual. En el trabajo con pacientes aplico mucho esta perspectiva, pero con pacientes hetero-sexuales, que vienen a consultar por cues-tiones comunes y corrientes. A partir de una difi cultad, se empiezan a cuestionar catego-rías, por ejemplo, un tipo que está con muje-res y presenta un problema de erección. La forma en la cual yo lo invito a abordar esa erección no va a ser taparla, en el sentido de que automáticamente recobre las funciones para seguir siendo funcional a lo que se su-pone su masculinidad indica. Sino que mien-tras recobra la función, que se cuestione por qué la perdió y para qué la va a recuperar. Automáticamente, en ese proceso refl exivo se empieza a cuestionar la categoría hombre y la categoría masculinidad, e incluso la ca-tegoría ‘pene’. Su valor, para qué esta ahí, ¿es un emblema narcisista...? ¿Para qué esta eso? Entonces, este es un trabajo de diver-

sidad: romper categorías. No es que el tipo termine teniendo relaciones sexuales con otro hombre, sino que cuando a va a tener relaciones sexuales con una mujer vaya siendo menos hombre, porque el ser hom-bre le hizo perder la erección. Este cuestio-namiento solidifi ca y vuelve más real, natu-ral y tangible, incluso la heterosexualidad.

¿La gran batalla entonces está, no tanto en legitimar o visibilizar las tendencias sexuales alternativas, sino en debilitar la solidez de la heterosexualidad?

Desvirtuar las certezas de las hegemonías, es eso. Pasa que supuestamente yo, como pro-fesional, no debería inducir a nada... cuando es mentira: se está induciendo igual. En lo que hace a tarea educativa y de intervención social, evidentemente, la idea es generar la duda, el cuestionamiento. Porque la gente sufre con la hegemonía. No solamente sufre la persona no heterosexual.

¿Con qué inquietudes suelen venir las personas que te consultan por difi culta-des referidas a su elección o identidad sexual?

En los espacios de atención que hacen a la salud mental, la gente dice querer ser nor-malizada. ‘Haceme recuperar la función’, ‘Sacame el dolor’... Lo que uno hace cuando va al médico. Creo que la responsabilidad de los psicólogos están en generar espacios para que, en ese proceso, la gente se en-cuentre con otra cosa. Pero seguramente se encuentre con otra cosa cuando se enfren-ta a la difi cultad. Como ejemplo, se pueden hablar muchas cosas respecto a la “homo-sexualidad”, pero hasta que una persona no tiene un hijo gay o hija lesbiana parece que lo vive de otra manera. Ahí puede realmente empezar a cuestionarse. No quiero decir con esto que una mujer heterosexual con difi cul-tades con el orgasmo, y que se cuestione su ser mujer, salga y se ponga como activista de la diversidad sexual. Pero seguramente va a ver la sexualidad, el cuerpo y el erotismo de otra manera. Y es lo que espero que haga, y creo que eso se ve en un mejor funciona-

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17jun 14 psicólog s

miento sexual y vincular de las personas. Porque además, también las personas son reproductoras de determinadas ideologías. Si las cambian y lo hablan con sus personas cercanas, pueden funcionar como microes-pacios de resistencia donde la gente pueda, por lo menos en la intimidad, vivir alguna cosita más fresca que lo que está dado.

La diversidad sexual es esto que planteo, pero como todo en este capitalismo salvaje que de manera capilar lo cubre todo y lo me-tamorfosea. La diversidad sexual también se ha vuelto un slogan, que no está mal porque lo visibiliza, pero si nos creemos que con eso llegamos a algo quedamos muy empobreci-dos. Por eso redundo en lo de resistencia, porque siempre tenemos que estar cuestio-nando esa aparente certeza a la cual hemos llegado. ¿De verdad hemos llegado a un es-pacio de libertad? ¿De verdad hay un cierto criterio de intentar no discriminar? ¿De ver-dad se lo ve natural a todo esto, como que sale del estómago?

¿Qué rol juega el entorno primario en la identidad sexual?

Todos los discursos sexuales que hay siguen indicando que el proyecto original que en general las familias construyen es hetero-normativo. El día en que un niño le pregun-temos “¿Te gusta alguien de la escuela?”, en lugar de “¿tenés novio?” a una nena, o “¿tenés novia?” a un varón, ahí empezamos a hablar. Siempre lo no heterosexual y lo no ajustado a la dicotomía de género siguen siendo, por lo menos, problemáticas. Y con esto quiero decir también que producen el problema que después toman como proble-ma, porque tenemos una gramática que es heteronormativa y dicotómica a nivel de gé-nero, y vamos a leer la felicidad de nuestro hijo/a en función de si cumple o no con este proyecto.

A partir de eso van a infl uir los valores, la re-ligión, la clase social en cómo esas expectati-vas se van a aplicar sobre el niño. Y después, en el futuro, cuando ese adulto no cumpla con esas expectativas sí o sí se va a dar al-

gún tipo de negociación, cosa que no pasa con quien se ajusta al patrón. Y ese contrato implicará, entre otras cosas, asuntos explí-citos: “¿mamá me seguirá queriendo?”. Cosa que para una persona gay o lesbiana es pan de todos los días. Y si se generan esos grados de negociación va a traer aparejadas conse-cuencias a nivel de salud. Y no solamente por si desarrollas algún grado de neurosis, sino que vas a tener que estar enfrentando desafíos, como ser, el duelo que tendrá esa familia por la pérdida de aquél proyecto he-terosexual y dicotómico de género original. Eso va a depender después de la salud vin-cular de la familia mientras se procesa ese duelo. Grados extremos podrían pensarse como “mi hijo está muerto”, “no tengo más un hijo”. De llegar a ese grado que se anula el origen implicaría un mensaje, ya no sólo de expulsar a un integrante de la familia, sino que sería ‘alguien que perdí, pero que no reconozco haberlo perdido porque nunca lo tuve’. Una pérdida melancoliforme... ‘nun-ca tuve un hijo’.

¿Podrías caracterizar algún o algunos ca-sos de clínica?

Hay un fenómeno que en personas gays y lesbianas se sigue dando, a pesar de los cam-bios actuales y que hay leyes, aún así, en muchas familias, el tema es invisible. Para la propia persona termina siendo invisible. Incluso, gente que toma una especie de con-ciencia tangible que se anima a decírselo a sí mismo y a decírselo a otros después de 20 años. Atreverse a salir de una especie de ca-pullo a nivel psicológico, de encapsular -en personas trans esto no se da porque preci-san tempranamente sí o sí manifestarse- esos sentimientos y cuando empieza a ha-ber un fortalecimiento de la personalidad, permiten que esos sentimientos se puedan empezar a reconocer. No es que no sepan lo que sienten, pero hay una especie de auto-engaño interno, que es el mismo autoenga-ño que tiene la familia. Se genera como un pacto inconsciente, como un tema que que-da en el registro de lo ‘no dicho’. Y que pro-duce comentarios que son patologizantes, porque es tan evidente que todo el mundo

La diversidad sexual

también se ha vuel-

to un slogan, que no

está mal porque lo

visibiliza, pero si nos

creemos que con eso

llegamos a algo que-

damos muy empo-

brecidos (...) siempre

tenemos que estar

cuestionando esa

aparente certeza a la

cual hemos llegado.

¿De verdad hemos

llegado a un espacio

de libertad? ¿De ver-

dad hay un cierto cri-

terio de intentar no

discriminar?

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18 psicólog s jun 14

sabe, pero igual se le pregunta al muchacho “y vos... ¿conociste a alguna chica?”. Eso genera un sufi rmiento importante, porque carga con la responsabilidad exclusiva de te-ner que gestionar este tema a la interna de la familia. Porque si es por los padres puede pasar la vida, igual.

Y en esa fase pueden aparecer algunos fan-tasmas. Al principio hay cierto alivio, tam-bién miedo a ser rechazados. Y pueden darse muchas cosas: pude darse un duelo detenido, puede darse que se queden en una etapa de negación. O lo dice, se arma relajo y después queda silenciado. Eso es una ex-pulsión indirecta, porque lo dijo y ni siquie-ra hubo un reconocimiento de eso a través de un problema. Entonces, te visibilizás y querés ser parte de la familia con tu singu-laridad, pero se dice pero no se escucha. Te están haciendo al margen. La persona per-dió la sexualidad, ya no la tiene. Y por tanto, como empiezan a haber temas tabú, porque hay temas que no se abordan, comienza una extrañeza sobre ese hijo. Entonces prefi eren ya ni preguntarle cómo está.

Esto es usual con chicos jóvenes, pero ocu-rre lo mismo en gente grande hacia sus hi-jos. Y ahí se fragiliza la relación del hijo con su madre o padre, porque el chico capta, sin que tenga demasiada palabra, lo que está pasando. Y eso hace que ese chiquilín sienta que ese madre o padre pierde base, porque ese adulto queda fragilizado en tanto siente vergüenza de lo que es ante su hijo.

¿Qué valor tienen hoy los espacios exclu-sivos para las minorías sexuales?

Los conocidos como ‘guetos’... El gueto es una trampa difícil de zafar. En un principio, ante la hostilidad de un medio mayoritario se vuelve necesario, porque necesitás pares con quienes identifi carte y construir un mí-nimo de cultura. Eso tiene aparejado en que tenés que parecerte a los que ahora son los de tu grupo. Y nuevamente se establece he-gemonía, porque quién dice que yo quiero parecerme a ellos.

¿Cuál sería el problema de abrir las puertas del gueto? Es que no hay garantías de que ese grupo mayoritario, que sigue ejerciendo violencia desde su hegemonía, asimile a los integrantes del gueto. Esto lo plantean cla-ramente las Feministas de la Diferencia. Rosi Braidotti dice que justo en el momento en que la mujer comienza a construirse social y políticamente, en que comienza a defi nirse más mirándose al espejo y no siendo defi ni-das por los hombres, justo en ese momento viene la posmodernidad y diluye las identi-dades. Justo... ¿No será una nueva estrate-gia del patriarcado para ni siquiera dejar construir a las mujeres una identidad por sí mismas? Esto lo podemos aplicar también al gueto. Justo en el momento en que una iden-tidad gay se viene solidifi cando rompemos las categorías entre heterosexual y homo-sexual. ¿No será una manera en que la he-gemonía heterosexual nuevamente lo toma todo y todo el mundo queda igualito a los heterosexuales, como todo el mundo queda igualito a los hombres en términos mascu-linos hegemónicos? Es uno de los plantea-mientos que se hacen en torno a la tensión entre la apertura y la asimilación.

No tiene una respuesta única. Sí podemos criticar al gueto, pero el gueto por algo se construyó, ha tenido sus basamentos. Y el público mayoritario que dice ser open mind le critica al que está aún dentro del gueto “¿qué te pasa loco? ¿No ves que el mundo cambió, que ya no te discrimino? Sos vos el que se discrimina”. Es muy fácil decir eso también cuando no se ha tenido una historia de construcción subjetiva y material desde esa posición de minoría. Y el gueto ha ofre-cido espacios de protección.

Flickr/Ricardo Ricote Rodríguez

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19jun 14 psicólog s

La felicidad se manifiesta de diversas maneras

tema central

Gimena e Isabel están casadas hace cin-co meses, pero son pareja desde hace siete años. El proceso para conseguir formalizar ante la ley todos los aspectos que hacen a una familia no fue sencillo, y mucho menos, barato. En primer término cuando en 2012 encararon el proceso de unión concubinaria el fi scal exigió dos abogados, uno para cada una de las contrayentes, pese a que es un trámite que obviamente realizan volunta-riamente y en común acuerdo. Eso supuso multiplicar exactamente por dos todos los gastos referidos al proceso, algo que ambas

apuntaron como inédito comparado con ca-sos similares que han conocido.

En octubre 2013 iniciaron trámites para casarse y pese a que lo hicieron a los tres meses -como es normal- estuvo a punto de naufragar en los cajones del Registro Civil debido a que fue el primer caso de mujeres con un hijo que se presentó para casarse. Los letrados del Registro Civil no encontraban en la ley cómo proceder, pero, a fuerza de presionar consiguieron que se las casara de apuro antes que vencieran los edictos.

¡Mamá y mamá!”, exclama el pequeño Francisco, que con casi dos años se

exalta de emoción cuando reconoce a Gimena e Isabel en la portada de un

DVD, ese que recopila las imágenes de su casamiento. Esta pareja es hoy

una familia constituida con (casi) todas las generales de la ley. Por eso el recorrido para

llegar a esta situación es motivo central de interés en este artículo, a la vez que nos

introduce en la intimidad de una familia homoparental actual y con ella arriesgar algu-

nos indicios de cómo puede revelarse la organización futura de las minorías sexuales.

Isabel, Francisco y Gimena

tema central

20 psicólog s jun 14

De todas maneras, el caso del niño quedó sin solución y por estos días se encuentran en pleno trámite de adopción porque, pese a que Francisco es hijo natural de Gimena, la ley no reconoce también como madre a Isabel. En primer término, la ley de matri-monio igualitario no es retroactiva y Fran-cisco nació mientras las amparaba la unión concubinaria. Aún así, si el niño hubiera na-cido luego de celebrado el matrimonio tam-poco reconocería a Isabel como madre. “Un vacío legal”, les explicaron sus abogados ante tamaña indefi nición. Para el trámite de adopción la jueza dispuso que cada una de las partes -Gimena, Isabel y Francisco- deba ser auspiciado por un abogado. Haciendo un rápido repaso de costos, sumando el trámi-te de unión concubinaria, la inseminación artifi cial, el matrimonio y los procesos de tenencia y adopción podrían estar llegando a invertir unos 125.000 pesos.

El camino al andar

Gimena tiene 36 años y es asistente social en el departamento de Trabajo Social de la Co-munidad Israelita. Proviene de una familia con madre, padre y un hermano 18 años me-nor que ella. “Para mí nunca fue algo que me pesara”, comenzó diciendo al narrar su ex-periencia de vida como mujer homosexual. Tuvo relaciones con varones pero nunca se visualizó construyendo un futuro con nin-guno. A la vez, confesó que desde siempre tuvo una actitud “muy activista”, antes in-cluso de tener una experiencia con un mu-

jer. Tenía amigos gays, amigas lesbianas e integraba el grupo Diversidad. “Cuando se lo fui a decir a mi madre, que pensé que lo sabía, me llevé la sorpresa de que nunca se había dado cuenta. Y mi madre nunca lo aceptó. Está todo bien, nunca me cerró la puerta pero nunca pudo poner en palabras mi realidad. Mis parejas siempre fueron ‘la amiga de Gimena’. No les gusta, no pueden procesarlo, hubiesen deseado otra cosa para mí”, explicó.

Isabel tiene 41 años. Su familia originaria se compone de madre, padre y hermana, aun-que el papá murió hace algunos años. Traba-ja por cuenta propia pegado a su casa, en un lugar que acondicionó para la fabricación de chocolates artesanales y está dedicada par-ticularmente a la producción para regalos empresariales. El camino en procura de asu-mir su sexualidad fue quizás algo más empe-drado que el de su esposa. “Como esas cosas que todo el mundo sabe, pero no se nom-bran”, lo defi nió. A la hora de bucear en la memoria, Isabel reconoce que su atracción por las mujeres existe desde que tiene con-ciencia. “Mis primeros recuerdos, de cuando tendría 5 años, son en el supermercado, que me gustaba ir específi camente a pagar a una caja porque me gustaba, me deslumbraba esa cajera. Y después me gustó una maestra, y después me gustó una compañera de liceo. Y esas cosas siempre me pasaron, pero es como que uno lo vive con ojos más inocen-tes. No decís ‘me gustan las mujeres’ simple-mente te atraen y no sabés qué es”.

En su casa los comentarios hacia sexualida-des alternativas “eran muy despectivos”, eso la llevó a replegarse “como un caracol” y mantener total reserva al respecto. “Me costó muchísimo conseguir pareja y aceptar yo misma lo que me pasaba. Durante mu-chos años intenté como que esto no ocurría y bueno... fue bastante traumático”. En el trayecto incluso probó relacionarse con va-rones “pero no me sentía bien y sufría horri-ble”. Superada la adolescencia decidió en-frentarse y enfrentar al entorno. Comenzó confesándose con amigos -que tampoco fue fácil-, se nutrió de mucha literatura referida

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21jun 14 psicólog s

al tema, y tuvo algunas sesiones de consul-ta con un psicólogo cercano. “Y bueno, me animé, conocí a alguien y me fui de casa, de una. Y desde ahí ya tuve una vida más nor-mal, aunque igual sigue siendo una doble vida: presentás a tu pareja como ‘amiga’, en la calle no te tocás, no expresás nada”.

Pese a que varios años ya pasaron desde en-tonces y tuvo otras parejas hasta conocer a Gimena y formar una familia, Isabel aún no consigue armonizar la relación con su her-mana. “A Francisco no lo llama, no lo saluda, nada”, dijo. Su hermana tiene un varón de cuatro años, pero salvo en eventos protoco-lares como las fi estas o los cumpleaños, nun-ca promueve que se junte con su pequeño primo. Isabel no tiene demasiadas expecta-tivas de que la situación cambie y reconoce que el paso del tiempo no ha logrado aplacar el dolor que esto le provoca. Con su madre la relación actualmente es cordial, “igual hace distinción entre ambos nietos, porque no es hijo mío, biológico. Quizás si la inseminada hubiera sido yo capaz les hubiera resultado más fácil. Entonces se vuelca más hacia el otro niño, a quien lo acoge más. A Francisco lo reconoce como nieto, pero en los hechos, no, porque no lo demuestra, no lo llama, no pregunta”.

(continúa)

Machismo gay y códigos de encare

En tren de comparar realidades, Isabel ase-

gura que conseguir una pareja “para los

hombres gay es más fácil, porque la socie-

dad es machista y los propios homosexua-

les varones son machistas. Ellos, en muchos

casos, en alguna reunión, se miran y si se

gustan un poco, se van a un baño público.

En cambio para una mujer es mucho más di-

fícil, vos no vas por la calle trillando mujeres

porque no son los mismos códigos”.

Consultadas de cómo podrían definir un en-

care de mujer a mujer, ambas coincidieron en

base a sus experiencias, que no dista mucho

de un acercamiento como el que sucede en

la mayoría de las parejas, en donde los ami-

gos juegan un papel facilitador porque son

quienes ofician como mediadores. De esta

manera no quedan libradas a esa especie de

salto al vacío con que ilustraron el caso de

algunos varones gay, sino que ambas intere-

sadas cuentan con algo de información pre-

vio al encare. “Tenés algo de certeza de que

podés abordarla sin un rechazo”.

tema central

22 psicólog s jun 14

Mucho más que tres

La llegada de un hijo lo cambia todo, en cual-quier situación y circunstancia. “En nuestro caso tenés que estar doblemente segura”, opinó Isabel, porque ante la inquietud de te-ner un hijo son de lo más diversas las opinio-nes que afl oran, desde gente que apoyó has-ta personas que pareciera que se bloquean ante la situación. “La madre de Gimena, cuando le dimos la tarjeta de casamiento, ya con Francisco nacido y muchos años juntas, no encontró los lentes para leer la tarjeta de casamiento. No los encontró... todavía no los encuentra (risas)”, explicó Isabel.

Según Gimena, su madre tampoco asumió del todo la concepción de Francisco. No sólo por traerlo al mundo en un hogar compues-to por dos mujeres, sino por el método en sí, la inseminación artifi cial. De todas maneras, “una vez que nació Francisco cambió todo, lo adoran. De todos modos hay resistencias, porque yo soy la mamá, pero ella es ‘Isabel’. Pero Francisco ahora empezó a hablar y cuando ve a Isabel le dice ‘¡Mamá!’, y a mi madre se le desfi gura la cara”.

“Yo siempre deseé transitar un embarazo”, aseguró Gimena ante la pregunta de cómo y por qué decidieron quién de las dos sería la madre biológica. Y por el contrario, Isa-bel apuntó que “sí quería tener un hijo, pero la gestación me daba lo mismo. Y de hecho, tampoco tengo mucha curiosidad de saber cómo se siente”.

Qué ven y qué dirán

Isabel vive en la casa que hoy comparte con Gimena desde hace casi 20 años. Respecto a su interrelación con el barrio y la impresión que pueden causar en el entorno coincidie-ron en que no tienen muy claro qué opina la gente. “No tengo idea cómo nos ven, cómo nos perciben. Tampoco nadie se nos acerca a preguntarnos nada”, dijo Isabel.

Durante el tiempo como novias la capacidad de resguardar su intimidad era relativamen-te sencilla, pero con la llegada de Francis-co la situación se revela inminente ante los ojos de terceros, y es algo que ambas asu-men con simpleza y orgullo. “No podemos ir a un lugar y decir yo ‘soy la madre y ella es una amiga’, porque eso para él sería horri-ble. Cuando asumimos eso, asumimos tam-bién la visibilidad ante nuestras familias, en el trabajo, en todos lados”, explicó Gimena. “Lo conversamos antes de inseminarnos. Sa-bíamos a qué nos enfrentábamos, sabíamos que a gente podía no gustarle, manejamos hasta la posibilidad de insultos. Evaluamos cómo nos íbamos a parar frente a eso. Y nos seguimos preguntando, porque él todavía no va a jardín”, agregó Isabel.

Si bien el ingreso de Francisco a la educa-ción formal es inminente, dicen que todavía no se adelantan a los hechos y que la prime-ra impresión que han tenido es que “la gen-te no tiene problema”. Al decir de la gente se refi eren a los centros educativos que han ido a consultar, a quienes, luego de la entre-vista regular para el conocimiento mutuo, la pareja advierte que el niño en cuestión es hijo de dos mujeres.

Entienden que los avances jurídicos han te-nido impacto en la percpeción en general, aunque no se trate de fórmulas mágicas que cambien súbitamente la cabeza de la gente. Isabel refl exionó que “las personas toman ciertos recaudos, porque de repente les cho-ca, pero no te lo transmiten o no te lo ha-cen saber. Porque creo que cada uno tiene su lugar en la sociedad y, además, tenés el amparo legal”.

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23jun 14 psicólog s

Convencer en lugar de confrontar

Como no todas son fl ores, el camino de la maternidad les ha planteado algunos dile-mas y Gimena testimonió sobre algo que le sucedió en el trabajo. Un día cualquiera, un compañero de tareas irrumpió en la habi-tación que ella estaba y planteó al aire su descontento porque “ahora los putos aho-ra pueden adoptar hijos”. La indignación de esta persona se tradujo en angustia para Gimena, que tocada por la situación y luego de consultarlo con gente optó por no dejar pasar el hecho. “Resolví hablarlo, pero no desde la confrontación”, aclaró. Se citó con la persona, le dio su punto de vista y fi nal-mente su interlocutor terminó agradecién-dole el intercambio porque “le sirvió para aprender”, según le dijo.

Quizás una de las grandes interrogantes que subyacen las dudas y temores de quienes critican las familias homoparentales a partir de una supuesta necesidad de formar a los hijos con la imagen de un varón y una mujer como espejos. Al respecto, Gimena aseveró que el asunto “ni nos toca”. Isabel fue más allá e ilustró que, como en su caso, “nací de una familia con padre y madre, y yo soy lesbiana y mi hermana no. Me crié en una familia heterosexual, recontra homofóbica. Yo pude haber sido homofóbica y hetero-sexual, pero no me cambió en nada. Yo creo que esto es genético, la sexualidad se trae, es clarísimo. Y Francisco va ser lo que tenga que ser, pero no va a variar”.

“De lo que estamos convencidas es del afec-to”, agregó Gimena. Y replanteó qué inte-rrogantes entonces se plantean para madres solas, o en los casos de viudas, o en niños que son criados por abuela y madre. Esto último es justamente lo que sucede con la hermana de Isabel, que fue abandonada por su pareja y el hijo que tuvieron es criado por ella y su madre, la abuela del niño. “No hay una fi gu-ra de varón, ni siquiera un abuelo... y no se lo cuestionan. Entonces, ¿por qué nosotros deberíamos cuestionarnos la sexualidad de Francisco?”, concluyó Isabel.

Apariencias que engañan

“Las respuestas más homofóbicas las en-contramos dentro del ambiente gay lésbi-co”, respondió sucintamente Gimena ante la interrogante de si frecuentan espacios reservados para homosexuales. Si bien ella justamente integró como militante colecti-vos de las llamadas minorías sexuales, “me fui abriendo y ahora, la mayoría de nuestros amigos, son heterosexuales”.

Isabel apuntó que en ocasiones fueron cen-suradas “porque hay muchos homosexuales a los que no les gusta que tengas hijos. Es como un símbolo heterosexual tener hijos, formar un familia. En algún lugar no lo ven bien, es como ser tradicional en algún as-pecto. Es increíble, pero hemos pasado por un escarnio, nos han crucifi cado. ‘¿Cómo pueden, cómo es posible?’, nos han cuestio-nado”.

Las experiencias y testimonios de ambas son prueba de que tanto la discriminación como la tolerancia no son propiedad exclusiva de ningún sector, cuando se trata de asuntos relativos a la diversidad sexual. De cualquier manera, Isabel y Gimena creen que el cami-no que se ha echado a andar no tiene revés y la sociedad va camino a incluir sin mayores miramientos a todas las elecciones e identi-dades sexuales, así como algún día se tomó por normal que la mujer votase. “Siempre ponemos ese ejemplo. Y creemos que se va abriendo camino, a todo nivel. Hemos ido a talleres de homoparentalidad y la gente se interesa, pregunta y se abre al tema”, dijo Gimena.

tema central

24 psicólog s jun 14

Es de conocimiento púbico que una de las noticias que atrapó a tod@s l@s terrícolas en estos casi 12 meses, y déjenme introducir la certeza sobre la relatividad del tiempo en esta afi rmación, es la aprobación de la ley de matrimonio igualitario.

Quizás, lo más difícil en este punto, sería no apa-sionarme con la defensa de la igualdad de dere-chos y lo erróneo de la existencia de movimien-tos que vayan en contra de este tipo de avances que, en mi opinión, son los que nos hacen evolu-cionar como sociedad.

Intentaré contener mis opiniones y sensaciones viscerales en cuanto a este tema y me dedicaré a desarrollar algunos conceptos de utilidad para la comprensión de algunos aspectos.

¿De qué hablamos cuando hablamos de deseo erótico-afectivo? Defi nimos como deseo eróti-co-afectivo a la capacidad de sentirse atraído/a por uno de los dos sexos, o ambos; es un proce-so complejo que se encuentra presente desde el nacimiento hasta la muerte, y se manifi esta en todos los actos de la vida.

Se encuentra condicionado por diferentes facto-res, donde convergen lo biológico, lo afectivo y lo social; no es voluntario ni tampoco estático, esto quiere decir que un individuo puede sentirse

atraído por diferentes sujetos en diferentes mo-mentos de su vida; proceso donde se encuentran involucradas las emociones, los sentimientos, el cuerpo físico, el psíquico, el simbólico y el real.

En este punto, no existirían mayores difi culta-des para aceptar la diversidad, tanto de personas como de diversidades dentro de una misma per-sona. Entonces ¿por qué está tan naturalizada la heterosexualidad?

Desde el comienzo de la humanidad, podemos encontrar rituales de convivencia o de iniciación donde no existe separación ni división entre lo hetero/homo, sintéticamente podemos referir-nos a que el deseo erótico-efectivo es “uno”, sin tomar en cuenta la “elección” de objeto. Inclusi-ve, cabe destacar, que el mismo Freud planteaba la bisexualidad del individuo desde el momento de su nacimiento.

A pesar de las concepciones anteriores, lo “he-tero” comienza a dominar culturas, pueblos y sociedades. La noción de una sexualidad hetero-centrada es totalizadora, universal, dominante y por si existe alguna duda, hegemónica. Por otra parte, es de carácter opresor; basta observar a nuestro alrededor para apreciar cuantas perso-nas son infelices y silenciadas por esta concep-ción. Culturalmente, se plantea una imposición

Dime quién te gusta y te diré qué eres:La orientación del deseo erótico afectivo

Por Lic. Ps.Mayte García Zicari *

* Artículo cedido gentileza de la autora y

del portal “Articulando”

(www.articulando.com.uy)

tema central

“La única relación sexual antinatural es aquella imposible de ser realizada” Alfred Kinsey

tema central

25jun 14 psicólog s

Referencias:

• Foucault, M. (2001) “Los Anor-

males”

• Freud, S. (1905) “Tres ensayos so-

bre teoría sexual”

• Sarda, A. (1998) “Bisexualida-

d,¿Un Disfraz de la homofobia

internalizada?” Trabajo presenta-

do en el I Encuentro Argentino de

Psicoterapeutas Gays, Lesbianas y

Bisexuales,organizado por el Gru-

po Nexo y realizado en Buenos

Aires, en septiembre de 1998.

de la heterosexualidad mediante manifestacio-nes del lenguaje simbólico y real, que no permi-ten otro tipo de subjetividad y que se impone de forma implícita.

Como si tuviéramos poco peso sobre nuestros hombros, la sexualidad (heterosexuada de por sí) es plenamente coito céntrica, hace imposible rechazar el coito, por lo que cualquier otro tipo de relación sexual es vista como una desviación, una perversión, o simplemente anormal. Por otra parte, manifestaciones que se alejan de lo coital son vividas como fuera de la relación sexual, como antesala del verdadero acto sexual, que culturalmente está determinado por la unión de genitales, donde queda excluidos los besos, cari-cias, felatio, mimos y unión de otras partes eró-genas de “La relación sexual” Esta condición coi-to céntrica también infl uye en la naturalización de la heterosexualidad: de por si tod@s somos hetero. Todo aquello que no se incluya dentro de esta categoría es vivido como anormal.

La heterosexualidad queda posicionada en un lugar privilegiado con respecto a otras formas de vivir la orientación del deseo erótico. Es una hegemonía muy silenciosa y sutil, por lo cual es también muy poderosa. Pensemos, sino, en los miles de avisos publicitarios que, sin decirlo directamente, fomentan y estimulan una sexua-lidad totalmente heterocentrada. Reconocidas marcas como las de desodorantes y antitranspi-rantes hacen de la heterosexualidad la única op-ción posible para la orientación del deseo.

Cada uno da lo que recibe…

Como consecuencia de esta visión, la cual depen-de y se alimenta de tod@s nosotr@s, vivimos una concepción de sexualidad con determinadas ca-racterísticas poco felices.

Nuestra sexualidad es:• Binaria: Se divide en dos polos; lo hetero-

sexual por un lado y las otras manifestacio-nes por otro.

• Excluyente: Lo heterosexual visto como lo normal, lo esperable, lo socialmente acepta-do; deja por fuera una amplia gama de po-sibilidades de diversas vivencias del deseo erótico-afectivo.

• Normativizada: La sexualidad, planteada como tal, posee carácter de norma. Son un conjunto de reglas que debemos cumplir para permanecer adaptados a la sociedad, segregando otro tipo de disfrute posible.

• Propone indicadores de desempeño y metas a alcanzar (pensemos en las publicidades nuevamente)

• Ligada a la reproducción• Culminación de la sexualidad: estado fi jo en

cuanto a elección de objeto, “elijo algo” y eso se mantiene (o debe mantenerse) para el resto de mi vida.

• Madurez sexual: elección hetero u homo-sexual, lo cual puede verse muy claramente en la adolescencia, donde se vive una etapa de confusión del deseo erótico. En este pe-ríodo está permitido experimentar porque es “normal”; más tarde, y con otro grado de madurez, se debe decidir.

• Renuncia a otras alternativas• Represiva y estigmatizante: sirve al poder

institucionalizado y tiende al sometimien-to; proyecta la cultura dominante y las re-laciones de poder, un poder disciplinario y de normalización. Se estructura al sujeto en “dominantes” y “dominados”, posicionando a la sexualidad como algo a controlar

El sistema de valores y creencias dominantes adopta una postura discriminatoria y excluyente, califi cando con conceptos peyorativos cualquier opción ajena a la heterosexualidad, refi riéndose a ellas como peligrosas, destructivas, malas, insa-nas, como posible motivo de enfermedad, etc. A partir de dicha situación, devienen individuos in-seguros y temerosos, incapaces de vivir la sexua-lidad desde el goce y el placer.

Al mal tiempo…

Aunque el panorama sea un poco desalentador, existen muchos profesionales, entre los cuales me incluyo, que nos encontramos observando, evaluando, sintiendo y actuando para fomentar el desarrollo de una concepción de la sexualidad diferente.

Es un camino largo y a veces se torna agotador, sin embargo, fomentar el desarrollo integral de nuestra sexualidad contribuye con el bienestar y la satisfacción, tanto individual como colecti-va; implica madurez en reconocer y aceptar la orientación del deseo propio, así como el de los demás (aceptar el yo sexual, sus deseos, fantasías, temores y fuentes de confl icto) que conforman la historia deseante y afectiva; apunta a generar una perspectiva abierta y fl exible, a que ocurran cambios y a la diversidad de objetos amorosos-e-róticos a lo largo de la vida, haciendo énfasis en la sexualidad como materia en producción per-manente, fl uida y que sufre modifi caciones en el transcurso de la vida. A su vez, subyace un cami-no de aceptar y validar las diferentes expresio-nes de la sexualidad desvalorizada y/o silenciada (auto-erotismo, fetichismo, celibato, etc.).

Recorrer este camino nos hace comprometernos, desde todo nuestro ser, a aprender a integrar la diversidad y equidad, eliminado categorías y eti-quetas de orientación sexual.

Es un camino de promover que somos diferentes, aceptando la diversidad dentro de nosotros mis-mos, a tal punto que existen tantas sexualidades, e historias sexuales, como personas en el mundo.

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26 jun 14psicólog s

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*** Derecho y Psicoanálisis

La bibliografía sobre las relaciones entre Derecho y Psicoanálisis crece incesantemente. Al estudiar los Expedientes Judiciales –que contienen desde la notitia criminis hasta la sen-tencia conclusiva– se advierte sin dificultad el abismo que separa a “los hechos” –o mejor decir, los hechos devenidos “texto” que es el expediente– de las hipótesis, tesis, teorías o “saberes” que se elaboran sobre los mismos. (Marta Gerez Ambertín)

*** La escuela: un hervidero que no sabemos pensar

¿Cómo ignorar que la educación pública está golpeada por problemas de todo tipo, tanto que defenderla parece haberse convertido en una consigna vacía? Si de muy poco sirve ver el lado sombrío, menos útil todavía resulta ignorar los valores que se reproducen aun en la adversidad. (Silvia Duschatzky)

*** Encuentro socrático y encuentro paulino

Interesa poner a prueba cuánta pertinencia conservan planteos que han servido de mar-co al desarrollo ideológico de Occidente, hablar de dos tradiciones: la griega y la bíblica. Declaración que no dejará de despertar suspicacia, ya al comienzo: ¿quién no ha oído descalificar a la segunda de ellas en cuanto posible inspiradora de una reflexión que se ofrece como filosófica? (Enrique Puchet C.)

*** La representación política

La conceptualización de la representación política es importante no sólo para interpretar los regímenes políticos contemporáneos sino también para interpretar las configuracio-nes históricas y su evolución. Sin ir más lejos, en todo el período artiguista el tema de la representación política ocupó un lugar central, pues a través de él se jugaba la con-figuración de las nuevas repúblicas post-coloniales. La historiografía tradicional no se había detenido mayormente en el análisis conceptual del problema de la representación política, y es comprensible que así fuera, porque este tópico sólo en las últimas décadas ha sido objeto de revisión teórica. (Oscar Sarlo)

*** Apuntes sobre violencia de pareja

Los medios a diario nos informan de violaciones y tragedias de tipo pasional. Ello a pe-sar de que la violencia que se produce en el seno de la familia en muchos casos queda solapada por el manto de privacidad que la envuelve. Así la violencia intrafamiliar se convierte en un problema no sólo de tipo social, sino también en uno de salud pública por sus resonancias en la calidad de vida. (Francisco Rodríguez, Luis Córdova)

*** La autobiografía y sus formas: La invención del yo

La autobiografía convierte la vida en texto. Nada parecería ser más “natural” que hablar de uno mismo. Al fin y al cabo, todos lo hacemos, y al parecer lo hacemos sin mayor es-fuerzo psíquico. Las excepciones a esta aparente facilidad sólo se dan cuando el informe personal o autoinforme invade un terreno tabú o cuando amenaza el pacto de mutua contención por el que el yo, el superyó y el ello se las arreglan para convivir en la misma morada. O, por lo menos, esto es lo que parecería ser. (Jerome Bruner y Susan Weisser)

*** La enseñanza en las artes: El Maestro como figura

En tanto símbolo el Maestro está obviamente imbuido de poder. El maestro en primer lu-gar tiene el poder de su propio conocimiento y en segundo lugar, el poder que le asigna la institución a la que eventualmente pertenece (también sujeta a relaciones jerárquicas y de prestigio). Esto lo coloca en una jerarquía elevada. (Daniel Tomasini)

*** Paraísos artificiales, ideología y cultura popular

Una parte de los conocimientos y juicios de valor acerca de la realidad provienen de la sis-tematización primaria de las experiencias personales; otra parte resulta de las complejas interacciones cotidianas a nivel comunitario, familiar y laboral. (Gabriel Vidart)

*** Adolescencia: la moratoria

¿Quién no conoce “adolescentes” de 25 años que viven con sus padres, con dependencia social o financiera y con relacionamiento infantil con su familia? (Lauro Monteiro Filho)

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27jun 14 psicólog s

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28 jun 14psicólog s

William fue el mayor de los seis hijos de Henry James y Mary Robertson Walsh. Su hermano más conocido fue el escritor Henry James, autor de va-rias novelas. Henry padre se dedicó a la refl exión religiosa y fi losófi ca en términos principalmente teológicos. Pudo hacer de esto una profesión como conferencista y autor de varios libros ya que contaba con la herencia de prósperos negocios iniciados por su padre William, venido a Estados Uni-dos desde Irlanda en el siglo 18. Si bien la familia James residió en América fueron frecuentes sus viajes y estadías en varios países europeos, algunas de ellas prolongadas. En este estilo nó-made se educó William durante sus primeros veinte años en los que tran-sitó por diversas instituciones educa-tivas americanas y europeas además de recibir instrucción en casa me-diante tutores contratados para él y su hermano Henry. Henry padre solía estar desconforme con la realidad que encontraba en los países y ciudades en los que llevaba a su familia así como

con los resultados educativos motivo por el cual solían mudarse de un país a otro, de ciudad en el mismo país y también cruzar el Atlántico hacia el este y el oeste en varias ocasiones.

William tiene un lugar entre nosotros por sus desarrollos en psicología pero, sepámoslo desde ya, no fue un psicó-logo sino un profesor de psicología. Podríamos decir también que fue un fundador de psicología en términos de su desarrollo como disciplina distinta de la fi losofía, aunque no en términos profesionales.

Si bien estudió medicina, desde sus jóvenes años no estuvo convencido de hacer de ella una profesión y vivía soltero en el hogar paterno cavilando sobre cuál sería su destino, viajando a Europa según el estilo familiar en bus-ca de conocimientos nuevos y alivio a padecimientos e intensas angustias. Los padres de James produjeron una atmósfera intensamente moralista de inspiración religiosa con altas exigen-cias de integridad personal y fuerte desconfi anza en los métodos e institu-ciones educativas para sus hijos.

Medicina no, curadores sí

No resultó una tarea sencilla para el joven William escoger un curso de es-tudios; económica y moralmente la fa-milia lo sostendría pero él no lograba decidirse entre estudiar historia na-tural o medicina. Finalmente optó por medicina pero con poco entusiasmo. Durante su segundo año en la facultad de Harvard se fue a Brasil formando parte de una expedición naturalista que tomaría varios meses. No obstan-te, después de algunos tropiezos, obtu-vo su graduación sin dedicarse a una

práctica médica. Frecuentemente fue presa de sentimientos de inadecua-ción a la vida común e inestabilidad personal que lo llevaron a interesarse por lecturas psicológicas; fenómenos psíquicos y técnicas espiritistas, afi -ción que conservó para el resto de su vida bajo la forma de la investigación científi ca de los médiums; la telepa-tía o transmisión de pensamientos; el hipnotismo; las formas místicas y “paranormales” de la vida emocional y racional. También viajaba a Europa por temporadas largas en las que in-tentaba reponerse.

En 1871 dos conocidos suyos de la fa-cultad de medicina asumieron la pre-sidencia de la Universidad de Harvard y la cátedra de fi siología. Ofrecieron a William enseñar fi siología y él aceptó en lo que signifi có su primer trabajo profesional y una oportunidad de re-cuperarse de sus padecimientos psico-lógicos mediante el trabajo. También interrumpió esta labor después de una temporada continuando su búsqueda con viajes, estudios espirituales y ex-

por Lic. Álvaro HernándezWilliam James (Estados Unidos 1842 - 1910)

James de expedición en Brasil

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29jun 14 psicólog s

perimentos con drogas psicotrópicas destinados a conocer la personalidad propia, por ejemplo nitrito de ami-lo, hidrato de cloral y derivados de cannabis. Posteriormente retomó un trabajo en el Museo de Zoología Com-parada y en la facultad enseñando his-toria natural.

Según Simon, una de las biógrafas de James, él se mantuvo pesimista en re-ferencia a la capacidad medicinal para tratar con la enfermedad. Intentó con diversas terapéuticas combatir sus en-fermedades, aparentemente “neuras-ténicas” según esta autora, como por ejemplo gimnasia especial; electro-terapia; aguas purifi cadas; descanso; spa. Pero siempre volvía a sentirse mal en relativamente corto tiempo. No sa-bemos si por esto, o por otros motivos también, William expresaba así su de-cepción con la medicina: “Las palabras no pueden expresar mi disgusto por mucha de la legislación médica vigente basada como está en una suposición teórica, injer-tada en hechos insufi cientemente observa-dos; pedantería generalizada, promulgada por afán de dominio y adoptada con cre-dulidad como regla de vida. Permítase a cada hombre ser su único observador y no creer en resultados que no sean obvios; y permítasele estar listo para el ángel de la guadaña cuando sea que llegue”. (Carta a George Croom Robertson 13/8/1885).

Asistió también a “curas mentales”, como él mismo las llamó, especie que podríamos considerar como psicote-rapias de aquel tiempo y lugar. Por ejemplo, en febrero de 1887 escribió a su hermana que en las sesiones dia-rias “Me siento al lado de ella y realmente quedo dormido mientras ella desenreda los gruñidos de mi mente. Ella dice que nunca vio una mente con tantos, tan agitados y tan inquietos, etc. Dijo que mis ojos men-talmente hablando, permanecían girando como ruedas enfrentados uno al otro y frente a mi cara, y que pasarían cuatro o

cinco sesiones antes de que pudiera arre-glarlos”.

Y además de ser usuario de estas cu-ras, James tomó partido por sus prac-ticantes tal como sucedió en 1894 en ocasión de que el Consejo de Salud de Massachusetts se disponía a decretar ilegal la práctica de la medicina sin poseer una licencia. En esa ocasión es-cribió al presidente del Consejo repro-chando al estado una actitud pater-nalista que usurpaba a los individuos su capacidad de tomar sus propias decisiones medicinales. También decía que consideraba que las terapéuticas de los curanderos de mentes, sanado-res magnéticos, cientistas cristianos y otros estaban aún en un estado de-masiado poco desarrollado como para justifi car que fueran aplastadas todas sus eventuales contribuciones.

Voluntad y creencia

A punto de partida de una crisis psi-cológica sufrida en 1870, William se propuso cambiar el rumbo de su vida orientándola hacia una independencia por un medio que sería luego uno de sus temas de estudio, la libre voluntad:

“Hasta ahora, cuando he sentido impulso de tomar una iniciativa libremente, como atreverme a actuar de manera original, sin esperar cautelosamente que la contem-plación del mundo exterior determine todo para mí, el suicidio parecía la manera más varonil de concretar mi atrevimiento. Aho-ra, iré un paso más allá con mi voluntad, no solamente actuar con ella sino también creer en mi realidad individual y poder creativo. Mi creencia de ser, seguramente, no puede ser optimista pero postularé mi vida (la real, la buena) en la autodetermi-nante resistencia del ego al mundo”. (Dia-rio de WJ 30/4/1870).

James se orientaba más hacia el con-trol o dominio de las emociones que al

conocimiento de su origen. Para ello se proponía valerse de la fuerza de la voluntad. En lugar de reaccionar con arrepentimiento, vergüenza o temor a las emociones indeseables sugería en-cararlas con sangre fría y dominarlas a través del cultivo de las manifesta-ciones externas opuestas. Esta postura formaba parte del pensamiento fi losó-fi co de William James y la exponía en el contexto de su oposición a las visio-nes que empalidecieran la libre volun-tad y el poder personal.

The Will to Believe (La voluntad de creer) de 1897 fue un libro que agru-pó varios trabajos de fi losofía desti-nado al público general y que resultó infl uyente. Se le reprochó a James promover la adopción de creencias equivocadas o irresponsables por la aplicación del expediente de la fuerza de voluntad con independencia de la investigación o comprobación de las creencias. Sin embargo, se trataba de un cuestionamiento producto de una cierta interpretación de su propuesta. Explicó en respuesta que tal vez debió llamar al libro “The Right to Believe” (El derecho a creer) ya que lo propues-to se refería a la determinación de es-tablecer y adoptar una creencia como motor de la acción cuando resultaba imprescindible actuar por urgencia o por no encontrar con la ayuda nece-saria, es decir, sugería aplicar el de-recho a creer en ciertos momentos, no como práctica permanente de la creencia incomprobada. Como era de

Autoretrato

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30 jun 14psicólog s

alcance popular, la publicación contie-ne ejemplos didácticos que faciliten la comprensión, más o menos así: si debo cruzar un paso peligroso y estoy aislado debo adoptar una creencia que me habilite el intento y la fuerte creencia puede facili-tarme el éxito.

El ciudadano James

William se mantuvo independiente en términos partidarios pero no eludió expresar sus opiniones políticas. En 1886, cuando iba ganando cierta noto-riedad personal y científi ca, y su pro-nunciamiento tomaba alguna impor-tancia en asuntos sociales, tuvo lugar en Chicago la Revuelta de Hymarket, el incidente que culminó en la ejecución de los trabajadores recordados como “los Mártires de Chicago”, origen de la conmemoración del 1º de mayo. Varios familiares de James participaron en la defensa de los trabajadores y le pidie-ron la suya, pero él estaba inclinado a considerar la culpabilidad de los con-denados y sostener las ejecuciones decretadas. En comunicaciones con su cuñado Salter y su hermano Henry, William se expresó en relación a la na-cionalidad de los acusados: “El distur-bio anarquista sin sentido de Chicago es el trabajo de una cantidad de patológicos alemanes y polacos…Todos los nombres ir-landeses están entre los policías heridos y muertos. Casi todo nombre anarquista es

Harvard, 1892

continental”. Participaba con esto de la extendida acusación de revoltosos y antiamericanos contra los inmigran-tes que venían de los países conti-nentales de Europa a diferencia de los procedentes de las Islas Británicas. El cuñado Salter, la esposa y otros fami-liares de James le pidieron que fi rmara una petición a favor de los condena-dos ante la inminencia de la ejecución mortal, pero él se negó a hacerlo bajo el infl ujo de sus convicciones: “Es muy difícil prever las consecuencias, y todo lo que se dice acerca de hacer mártires y denostar a las clases trabajadoras no me afecta si los hombres son culpables”. También pensaba que debía aprender-se que el anarquismo “…no es asunto de juegos, y que hacer sentir responsables a los hombres es hacer que algunos de ellos sufran todas las consecuencias. A partir de allí, cada uno estará advertido por la eje-cución que si se afi lia a una sociedad como esa, lo hace con conocimiento del riesgo”.

Nueve años después, en 1895, la esta-tura académica y la autoridad moral de William James habían crecido y su participación en asuntos públicos re-sultaba más signifi cativa. En ese año se produjo un conjunto de hechos cuya mención ilustra otro aspecto de sus convicciones políticas. Con la in-tención de enfrentar difi cultades en la política interna, el presidente de Estados Unidos, Stephen G. Cleveland,

buscó aumentar su capital político mediante un incidente internacional con Inglaterra. El asunto propicio fue un reclamo de límites con Venezuela respecto a los territorios británicos de Guyana. Aplicando la célebre doctrina Monroe utilizada en varias ocasiones para justifi car aventuras imperialis-tas, el presidente de USA declaró que si Gran Bretaña no se avenía a un ar-bitraje que le concediera soberanía en el territorio sudamericano, entonces iría a la guerra. William James estuvo en desacuerdo con este movimiento y sostuvo visiones como esta: “¿Puede algún hombre sano creer en la ‘amenaza a nuestras instituciones’, etcétera, por las posesiones europeas en Sudamérica? Ab-solutamente la única institución amena-zada es la Doctrina Monroe misma”.

Y más profundamente, James se ma-nifestaba contrario a la conducta de los políticos gobernada por posiciones ideológicas, como por ejemplo dicha Doctrina Monroe, que desestimaban lo más sabio que para él era “la vieja regla de oro de gestionar los casos de acuerdo a los expedientes y necesidades del momen-to”. Asimismo se oponía a que los go-bernantes apelaran a lo que llamaba “instintos de pelea” de las clases sociales más bajas que les impedía distinguir entre líderes responsables y oportu-nistas políticos. Allí encontraría su lu-gar el “enemigo interno” que minaría la vida moral del país.

El pensamiento de William James de estaba fuertemente inspirado por una fi losofía pragmatista y alto sentido del deber moral. Militó en el movimiento pacifi sta y promovió la educación de lo que llamaba “facultades morales”. En consecuencia a esta inclinación, en sus conferencias a maestros les decía que la educación era una batalla por la superioridad. ¿Cómo entendía la supe-rioridad? Por ejemplo, de esta manera: “Hemos escuchado mucho de la fi losofía

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31jun 14 psicólog s

de la ternura en educación… los intereses (del alumno) deben ser asiduamente des-pertados en todo, las difi cultades deben subsanarse. La suavidad en pedagogía ha tomado el lugar de la vieja empinada y pedregosa senda del aprendizaje. Pero en este aire tibio ha sido quitado el vigo-rizante oxígeno del esfuerzo”. Señala Si-mon que previniendo a los educadores acerca de prestar excesiva atención a los intereses de los educandos, los alentaba, en cambio, a valerse de una innata tendencia al autodesprecio y un “heredado impulso de pelea para hacer que el alumno se sienta avergonzado de te-mer a las fracciones o sentirse disminuido por la ley de caída de los cuerpos. Elevando su pugnacidad y orgullo se logrará que él vaya a los lugares difíciles con una suerte de rabia interior en sí mismo, que es una de las mejores facultades morales”.

El pragmatismo y los Principios

El pragmatismo es una actitud de orientación, decía James, un instru-mento para investigar y pensar; no es una teoría sino que sirve para hacer trabajar a las teorías. Por ejemplo: si queremos clarifi car nuestros pen-samientos debemos determinar qué conductas puede el pensamiento pro-ducir, y esa conducta es para nosotros la única signifi cación del pensamien-to. Para conocer un objeto necesita-mos considerar qué efectos prácticos puede el objeto determinar, qué sen-saciones podemos esperar de él y así nuestra concepción de esos efectos, in-mediatos o lejanos, es nuestra concep-ción del objeto. William atribuía este principio del pragmatismo a Charles Sanders Peirce, (1839-1914) profesor de fi losofía y lógica, fundador de la se-miótica moderna, al que consideraba uno de sus maestros.

El pragmatismo no es nuevo, escribió James en 1904, y “armoniza con muchas antiguas corrientes fi losófi cas. Está de

acuerdo con el nominalismo, por ejemplo, en que siempre apela a los particulares; con el utilitarismo en enfatizar los aspec-tos prácticos; con el positivismo en su des-dén por las soluciones verbales, cuestiones inútiles y abstracciones metafísicas”.

Pasaron 12 años entre el contrato que celebró James con el editor y la publi-cación de su obra psicológica mayor, Principles of Psychology (Principios de Psicología). Entre 1878 y 1890 William trabajó en el proyecto de manera irregular y muchos capítulos fueron siendo presentados en revistas de ma-nera separada. Los Principios no son una obra unifi cadora porque el autor no tenía intenciones totalizantes. La psicología es defi nida como la ciencia de la vida mental, tanto de sus fenó-menos como de sus condiciones. Es-tos elementos fenoménicos son lo que llamamos, por ejemplo, sentimientos, deseos, decisiones; y las condiciones son los modos en que dichas presen-taciones se pueden organizar; para nombra uno, el alma y sus facultades: razonamiento, volición, memoria. La conciencia es descripta como una co-rriente más que como sucesión, utili-zando el símil de la corriente de agua cuyas afl uencias diversas se mezclan y combinan. De manera que la de Ja-mes puede considerarse una psicolo-gía funcionalista pero en concurrencia con el pragmatismo que le permite asumir que no existen esencialidades sino contingencias. Del mismo modo se puede apreciar que elige el método

introspectivo para alcanzar los objetos de la psicología sin dejar de considerar en detalle modos experimentales de conocer las bases materiales nerviosas para lo cual aplica los trabajos realiza-dos como profesor de anatomía y fi sio-logía, antes de volverse defi nidamente profesor de psicología y fi losofía.

Bertrand Russell,lo útil y lo verdadero

En el fi nal de su vida William James mantuvo una polémica fi losófi ca con algunos críticos, en especial con Rus-sell. El desacuerdo se centraba en que, según este último “…los pragmatistas se dirigen casi totalmente a sostener que la utilidad es un criterio y, consiguiente-mente, que la utilidad es el signifi cado de la verdad”. James argumentó que no estaban comprendiendo la diferencia entre realidad y nuestra creencia acer-ca de ella. Si cada una tiene su esfera de infl uencia y las esferas no se toca-ran, se preguntó: “¿de qué está hecha la verdad de la creencia?”. Y continuaba, la mera existencia de la realidad no de-termina inequívocamente qué contará como verdadero acerca de ella.

Como fuere, pensaba que las objecio-nes de sus críticos podrían ayudarlo a clarifi car las ideas, algo que nunca es-tuvo satisfecho de hacer por sí mismo.

“La defi nición de verdad de Russell puede ser no solamente un gran resumen, ¿Po-dría ser una especial clase de inspirador?”

Referencias:

• Simon, L. 1998. Genuine Reality. A life of William James, Harcourt Brace & Co. New York. http://en.bookfi.org/book/1037163

• Barton, P.R. The Thought And Character Of William James https://archive.org/details/thoughtandcha-rac032117mbp

• James, W. 1904. What is Pragmatism. https://www.marxists.org/reference/subject/philosophy/works/us/james.htm

• James, W. 2014. The Principles of Psychology. The University of Adelaide http://ebooks.adelaide.edu.au/j/james/william/principles/index.html

• James, W. 1874. Review of “The Anaesthetic Revelation and the Gist of Philosophy” http://www.theatlantic.com/past/docs/issues/96may/nitrous/wmjgist.htm

• Stanford Enclopedy of Philosophy, William James http://plato.stanford.edu/entries/james/#3• Tymoczko, D. 1996. The Nitrous Oxide Philosopher. The Atlantic Monthly• http://www.theatlantic.com/past/docs/issues/96may/nitrous/nitrous.htm

+ vida universitaria

Non omnia possumus omnes (No todos podemos hacer todo)

Por Lic. Maver DomínguezEste artículo del diario El Observador (*) nos induce a refl exionar como egresa-dos: ¿qué signifi cado tienen los números? ¿Cantidad en detrimento de la calidad? ¿Esta reforma apunta a las especializacio-nes o “hacia la generalización de la forma-ción terciaria”?

Se reciben antes, pero ¿en qué condicio-nes? Cómo están formados nuestros futu-ros colegas? ¿La formación integral no re-quiere solucionar los actuales problemas tanto en la educación primaria como en la secundaria, para acceder en las mejores condiciones a la educación terciaria?

En consecuencia, ¿existe una ética de “an-tes” comparada con la “actual”? ¿Debería haber sólo una ética o es como el concep-to de normalidad, que va cambiando de acuerdo a las coordenadas de tiempo y espacio?

Estos cuestionamientos son para proble-matizar, para que nos reunamos en CPU (Comisión Universidad) para discutir, para pensar, para refl exionar. No sólo pienso en el ambiente Psi, pienso además en todos los profesionales, de las diferen-tes carreras universitarias.

Seguramente, en varios aspectos, estos es-tudiantes de hoy tengan muchas ventajas frente a los estudiantes de ayer, o quizás también tengan muchas carencias. Y esto es algo que los egresados necesitamos co-nocer, en todo el colectivo como entrecru-zamiento de saberes.

Los números, en lo personal, son sólo nú-meros, que no indican nada, sólo denotan la lectura que les querramos dar. Tal vez expresen más fuga de cerebros de nuestro país, o tal vez mostrar que en Uruguay son muchos los que llegan al nivel terciario.

Ahora bien: ¿cómo llegan? No podemos soslayar la discusión de que la enseñanza está muy mal, ni las encuestas que nos di-cen que los adolescentes comienzan el li-ceo sin tener comprensión lectora, o sea, leen y no entienden lo que leen.

Si bajaron los niveles en la escuela, bajan los niveles en secundaria, y también bajan los niveles en la educación terciaria. Así lo apreciamos cuando vemos las faltas de ortografía, cuando no entienden el signi-fi cado de palabras y cuando no pueden comprender un texto al leer.

Estos números dan para pensar y mirarlos atravesados de subjetividades y de ideolo-gías.

32 jun 14psicólog s

El Observador. 03.02.2014

(*) Udelar permite a estudiantes construir su propio trayecto universitario (reproducción parcial)Pueden cursar materias de otras carreras sin necesidad de examen o reválidas

En 2007, cuando la Universidad de la República (Udelar) comenzó su reforma universitaria, expedía unos 4.000 títulos. En 2012, cinco años después y con la reforma todavía en marcha, la cifra creció a 6.300. Si a esto se suman los títulos otorgados por las instituciones universitarias privadas y las de formación docente, la cantidad de egresados universitarios correspondiente a 2012 fue de 9.500 estudiantes.

Para Rodrigo Arocena, rector de la Udelar, quien encabezó la reforma y en agosto de 2014 terminará su segundo mandato al frente de la institución, las cifras no dan “para hacer una fi esta, pero muestran una tendencia”.

“Si el Uruguay pudiera mantener esa tendencia, entonces un niño o una niña que nace hoy tiene más de 50% de probabilidades de tener formación terciaria. Si el Uruguay mantiene esta tendencia, podríamos decir que estamos avanzando hacia la generalización de la educación terciaria. Y ese es el primer objetivo de las nueve metas de la reforma universitaria que se defi nieron en 2007”, resaltó Arocena en diálogo con El Observador.

Nueva reforma varelianaGeneralizar y enriquecer las modalidades de enseñanza se sintetiza según el rector de la Udelar, en colaborar para que más estudiantes accedan a la universidad, permanezcan en ella y culminen ciclos de estudio. “Yo estoy convencido de que una de las grandes metas nacionales es generalizar la ense-ñanza terciaria. Es la reforma vareliana del siglo XXI”, aseguró.

Para esto la Udelar ha venido trabajando en diversifi car las formas de enseñanza, dictar las asignaturas de formas diversas y ofrecer a los estudiantes distintas trayectorias. Así es que los estudiantes pueden trazar su propio trayecto universitario, cursando materias electivas de cualquier facultad, sin necesidad de reválidas, exámenes de ingreso o volver a bachillerato.

En 2011 la Udelar aprobó la ordenanza de estudios de grado, por la cual tiene ciertos criterios comunes con los que deben elaborarse los planes de estudio. Con estos mismos parámetros, la ordenanza estableció también la necesidad de reformular todos los planes ya vigentes. “Hoy todos los planes de estudio de la Udelar están siendo revisados en simultáneo. Medicina actualiza su plan revisando con lo que está haciendo la Facultad de Ciencias y utilizando los mismos criterios. Esto hace universidad”, puntualizó el jerarca.

Los criterios comunes precisamente tienden que favorecer el tránsito horizontal de los estudiantes, el reconocimiento de créditos y la posibilidad de cursar materias en otra facultad que no sea la que concurre habitualmente.

(artículo completo en: http://www.elobservador.com.uy/noticia/270772/udelar-permite-a-estudiantes-construir-su-propio-trayecto-universitario-/)

+ vida universitaria

Integrando Identidades en el Acompañamiento Terapéutico

Desafíos y Actualidadde una tarea que requierecompromiso y formación

Desde hace algunos años, a partir de la necesidad social de llevar el trata-miento al domicilio del paciente, se viene instaurando la fi gura del acom-pañante terapéutico en los equipos profesionales y en nuestro medio.

¿Por qué y para qué un acompañante terapéutico? El por qué apunta a un efecto potenciador de los tratamien-tos. El equipo profesional opera des-de el área del consultorio o la clínica y desde allí interviene o imparte las indicaciones. Pero ese paciente es un ser social que está inmerso en una cotidianidad en permanente vincu-lación, sea la escuela, sea su trabajo y su entorno familiar. Es por eso que cuando el profesional cuenta con un acompañante terapéutico (AT) impar-te indicaciones específi cas para que dicho técnico las instaure in situ, en el contexto específi co.

Por tanto, las áreas de inserción del AT son variadas, dependiendo éstas de la patología y la necesidad del pa-ciente. Así como son variadas también las franjas etáreas con las que se tra-baja, que van desde niños hasta perso-nas mayores.

¿Para qué? Para ofrecer calidad de vida al paciente, para intervenir en la reinserción social, para ofrecerle al paciente un “otro” que lo sosten-ga en el proceso de tratamiento, que le ofrezca las herramientas que, tal vez, la patología le limitó o que nunca tuvo.

Es común escuchar que profesionales relacionados con la salud mental de-sempeñan tareas de acompañante sin tener la capacitación adecuada para ello. Esto provoca que, muchas veces, el dispositivo de acompañamiento te-rapéutico se constituya en una espe-cie de “psicoterapia a domicilio” con los riesgos que conlleva tanto para el desdibuje del rol del psicólogo como para el acompañamiento terapéutico.

La formación se constituye así en un eje fundamental para la práctica. As-piramos a ofrecer a nuestra sociedad egresados sólidos, responsables, con cabal conocimiento de su especifi ci-dad y respeto por las áreas linderas con las que comparte actividad labo-ral, siendo áreas que se complemen-tan pero que poseen especifi cidades.

Estamos transitando tiempos de gran desarrollo y demanda del acompaña-miento terapéutico a nivel nacional y regional; por lo tanto asumimos el compromiso de organizar el X Con-greso Iberoamericano, IX Congreso Internacional y I Congreso Urugua-yo de Acompañamiento Terapéuti-co.

El lema del mismo es “Integrando Identidades” en el entendido de que el acompañamiento terapéutico tiene

particularidades en los distintos paí-ses de acuerdo a las políticas de salud y la implementación de estrategias in-novadoras en pro de los tratamientos, pero por otro lado se viene gestando un movimiento integrador que nuclea las distintas organizaciones, asocia-ciones y centros de estudio del Acom-pañamiento Terapéutico de todos los países.

Considerando esta doble mirada es que hemos pensado en un lema que, por un lado, permita mostrar la es-pecifi cidad del acompañamiento te-rapéutico en el Uruguay, el cual vie-ne siendo de gran reconocimiento a nivel nacional por constituirse en un dispositivo serio con todo el respal-do formativo que necesita la tarea. Y por otro lado, con esa “identidad lo-cal” integramos un movimiento más amplio que nos nuclea y nos permite seguir creciendo. Es a través de estos intercambios que el dispositivo se re-fuerza y crece.

El evento tendrá lugar el 20, 21 y 22 de noviembre y participarán delega-ciones de Argentina, Brasil, México y España.

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33jun 14 psicólog s

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convenios

34 jun 14psicólog s

diversidad sexualy cine

La otra familia

“La otra familia” es una película que causó mucha controversia en México.

Plantea como punto de partida la adopción de un niño de 7 años por parte de una familia gay. La narración se orienta directamente en hurgar en las heridas de la intolerancia y a conceptualizar los diversos puntos de vista sobre el tema desde la religión, la familia convencional, personas de diferentes clases sociales y ámbito edu-cativo. Para ofrecer una especie de escaparate social sobre la con-troversia, manipulada de tal forma que el punto de vista favorable se vaya imponiendo sutilmente desde un enfoque sentimentalista y, casi de forma imperceptible, la idea tolerante desde el amor

¿Cuál es el hogar perfecto? Cómo explicar lo inexplicable, lo más lógico es lo menos aceptado.

¿Pertenecer a una familia es pertenecer a los lazos de sangre o per-tenecer a alguien que te da amor? O es una cosa o es otra, no se pue-den dar las dos en esta película. A fi n de cuentas, hay que recordar que sólo el amor decide cuál es el hogar perfecto.

35jun 14 psicólog s

Por Lic. Ps. Raquel Oggiani

La otra familiaMéxico, 2011

Dirección: Gustavo LozaProducción: Gustavo Loza, Matthias EhrenbergGuión: Gustavo LozaFotografía: Carlos MarcovichMontaje: Camilo AbadíaElenco: Jorge Salinas, Luis R. Guzmán, Ana Serradilla, Bruno Loza

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La otra familia

“La otra familia” es una película que causó mucha controversia en México.

Plantea como punto de partida la adopción de un niño de 7 años por parte de una familia gay. La narración se orienta directamente en hurgar en las heridas de la intolerancia y a conceptualizar los diversos puntos de vista sobre el tema desde la religión, la familia convencional, personas de diferentes clases sociales y ámbito edu-cativo. Para ofrecer una especie de escaparate social sobre la con-troversia, manipulada de tal forma que el punto de vista favorable se vaya imponiendo sutilmente desde un enfoque sentimentalista y, casi de forma imperceptible, la idea tolerante desde el amor

¿Cuál es el hogar perfecto? Cómo explicar lo inexplicable, lo más lógico es lo menos aceptado.

¿Pertenecer a una familia es pertenecer a los lazos de sangre o per-tenecer a alguien que te da amor? O es una cosa o es otra, no se pue-den dar las dos en esta película. A fi n de cuentas, hay que recordar que sólo el amor decide cuál es el hogar perfecto.

36jun 14 psicólog s

Por Lic. Ps. Raquel Oggiani

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