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Darío Tursarkisian

7 Tesis que cambian la historia y futuro de la humanidad

Diciembre, 2001

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AUTOR

Darío Tursarkisian Investigador histórico – científico – espiritual

©2001, Buenos Aires, Argentina ISBN 987-43-3662-5

Queda hecho el depósito de ley 11723

Reservados todos los derechos.

Queda rigurosamente prohibido, sin la debida autorización por escrito de Darío Tursarkisian, la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo público.

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Índice

Mapas y Fotos en Internet 7 Dedicatoria 9 Agradecimientos 10 Prólogo 12

PARTE 1

INTRODUCCIÓN La visión de un primer vuelo

Capítulo 1: El Hombre: Origen, Civilización y Misterios 19 Capítulo 2: Aspectos de una investigación 33

PARTE 2 Nacimiento de la civilización “oficial”

Orígenes de nuestra evolución tecnológica

Capítulo 3: Orígenes: Pueblos y Culturas 55 Capítulo 4: Civilización de Oriente Próximo 61 Capitulo 5: Civilización Índica 78 Capítulo 6: Civilización de Asia 93 Capítulo 7: Civilización de Japón 101 Capítulo 8: Civilización del Egeo 112 Capítulo 9: Civilización de Egipto 122 Capítulo 10: Civilización de África 135 Capítulo 11: Civilización de Europa 141 Capítulo 12: Civilizaciones Escandinavas 151 Capítulo 13: Civilización de América 162

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PARTE 3 Mega construcciones

Construcciones sin época y sin constructores

Capítulo 14: ¿Precivilización o Altas Civilizaciones? 204 Capítulo 15: Asia 212 Capitulo 16: Indochina 230 Capítulo 17: Indonesia 239 Capítulo 18: África 244 Capítulo 19: Egeo 251 Capítulo 20: Europa 261 Capítulo 21: Escandinavia 283 Capítulo 22: América del Norte 289 Capítulo 23: Oceanía 297

PARTE 4 CIVILIZACIONES FUERA DE TIEMPO

Una evolución Espiritual

Capítulo 24: Egipto, más allá de simples Pirámides 307 Capítulo 25: América 347

PARTE 5 CULTURAS AVANZADAS: OTRAS PRUEBAS

Mucho más que una simple creencia

Capítulo 26: Hombre: ¿Orígen Divino o Transformación? 400 Capítulo 27: El Proceso de Glaciación y los relatos del Diluvio

Universal 405

Capitulo 28: Inventos y descubrimientos fuera de tiempo 419 Capítulo 29: Aviones y astronautas en la antigüedad 428 Capítulo 30: Convivencia de dioses y hombres en el pasado 437

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PARTE 6 CONSTRUYENDO UN NUEVO MAPA

En Busca de continentes perdidos

Capítulo 31: Origen de las diversas culturas 449 Capítulo 32: Una visión de nuestro futuro como un viaje al

pasado 478

PARTE 7 LAS 7 TESIS

Uniendo el futuro con el pasado

Capítulo 33: Definiendo las respuestas a través de los acontecimientos del pasado y futuro

500

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Mapas y Fotos en Internet Como resultado de la incorporación de unos 500 sitios y

construcciones descritos en este volumen, se vio la necesidad de poder acceder a la visualización e impresión de tales obras a través de Internet como medio más sencillo y accesible para todo tipo de público lector. Cabe aclarar que dicho material es complementario y no estrictamente necesario, pues la obra es en si misma completa, sin la necesidad de tales mapas o fotos.

Dicho material que complementa a esta obra, es proporcionado y

cedido en forma libre por cientual.com; siendo un total de 25 mapas los cuales abarcan todas las regiones expuestas en los diversos capítulos, quedando numerados y ubicados geográficamente unos 500 sitios, los cuales contienen culturas y construcciones a lo largo de todo el mundo y en diversas épocas. A su vez, las imágenes de dichos lugares, obras y características particulares están disponibles en más de 700 fotos numeradas y compaginadas según el capítulo y obra correspondiente. Acceso para ver los mapas y fotos: www.cientual.com/7tesis Tipo de acceso: Libre y gratuito Código y numeración de mapas: A lo largo de los capítulos queda marcado el código y número de cada mapa para la referencia correspondiente a dicho relato o ubicación, colocados de la siguiente forma: Mapa XX para la localización de dicho mapa; y ubicación XX para el emplazamiento dentro del mapa. Plano A1 hasta A6 corresponden a la parte 2 del libro. Plano B1 hasta B5 corresponden a la parte 3 del libro. Plano C1 hasta C5 corresponden a la parte 4 del libro. Plano D1 hasta D2 corresponden a la parte 5 del libro. Plano E1 corresponde a la parte 6 del libro.

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Código y numeración de fotos: Al igual que los mapas, también se les encuentra numeradas en los diversos capítulos. El primer número, comenzando de izquierda a derecha, corresponde al capítulo y la segunda numeración separada por un guión da como referencia a la obra o construcción correspondiente. Ejemplo: foto: 4-3 esta foto corresponde al capítulo 4, referencia 3 que corresponde para este caso a Jericó.

Para información general: 7tesis@cientual.com

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Dedicatoria Dedico este libro a todos los grandes maestros de sabiduría de

todos los tiempos, lugares y religiones quienes han guiado e iniciado, desde los albores de la noche de los tiempos, al conjunto de la humanidad y atesorando las claves y secretos de la verdad, hasta que fuéramos capaces de reconocerla y aceptarla.

Darío R. Tursarkisian

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Agradecimientos

Considerando que el expresar un agradecimiento es como un vín-

culo directo a quienes fueron parte de la obra hasta su culminación, sin duda será necesario comenzar con todos aquellos investigadores, arqueólogos, historiadores y analistas que de una forma oficial, privada o amateur, fueron documentando la historia de la humanidad incluida sus culturas y miles de detalles, los cuales llegaron a nuestros días y son la plataforma irremplazable para cualquier estudio posterior.

Dentro del aspecto de la colaboración directa, agradezco las

incontables horas de charlas con Oscar Rumie tras las cuales se fueron clarificando y asentando los aspectos teóricos de las tesis.

Dedico una especial mención a Adrian Puchiele, quien a través

de su experiencia en todo lo concerniente al diseño, programación y digitalización, incorporo su aporte para todos los contenidos y fotos que forman el material complementario en Internet; junto con su vinculación directa con www.cientual.com quienes proporcionaron y cedieron todo el material.

Pero hay una persona que fue parte del proyecto desde sus

inicios, con una colaboración tanto humana como técnica en las múltiples grabaciones y lecturas compartidas, sin darse cuenta de su rol activo y presente en toda la investigación; gracias a Marta B. Bonino

En lo personal fueron mis eternos amigos Rubén, Roberto y

Guillermo Tchokaklian quienes con su amistad brindaron el apoyo fundamental en el aspecto humano, como también a mis padres Vartivar y Susana tras el sostenimiento diario con amor.

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Y es en la faz espiritual, quien me guió y sostuvo en cada uno de los escalones de todo el proyecto y de mi vida a quien le debo absolutamente todo, gracias eternamente a DIOS.

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Prólogo

Dentro de un trabajo de investigación y presentación de tesis

(proposición de cosas posibles con firmes conclusiones), la búsqueda de respuestas con sus correspondientes pruebas, es sin duda un elemento indispensable como pieza fundamental de un rompecabezas. Claro que dichas confirmaciones van a depender de varios factores. Algunos son parte de la investigación misma y otros son características o elementos paralelos a todo el trabajo en sí; pero en línea general, en una recopilación de información de este tipo, las variables de mayor magnitud son escollos casi imposibles de superar. Nos referimos a los dos ejes principales del mapa de nuestro estudio que son: el gigantesco lapso de tiempo que abarca todo el espectro de este mapa hipotético, y la extensión geográfica a la que está circunscrito todo el desarrollo.

Es decir, si uno debiera realizar una investigación en donde el

lapso de tiempo involucrado como característica propia del tema, fuera unos pocos años y estos se encontrarían próximos a nuestros días, es muy posible que las pruebas y elementos de discernimiento para saber qué sucedió, estarían muy al alcance de la mano. Y si a su vez, la región involucrada fuese una sola ciudad de todo el mundo, pues bien, el tema es lo que se denominaría gobernable, ya que es posible abarcar estas dos variables con una búsqueda y organización de regular valor. Pero en cambio, tal como sucede en nuestro caso, la variable tiempo es por un lado por demás extensa, sumado a fechas tan alejadas de nuestros días, (considerando a modo general el intentar saber que sucedió hace 200.000 años hasta el 10000 a. C.), esto se vuelve una operación por demás compleja por no decir que tiene aspectos imposibles de saber o de descubrir.

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Pero aquí no termina la complejidad, pues la otra variable, tal como lo expresamos, es la extensión geográfica, la cual es la máxima que se podría abarcar dentro del planeta tie rra, es decir toda la superficie tanto terrestre como oceánica. Considerar sólo a modo de ejemplo que en 1912 se hundió un gran trasatlántico en una región totalmente determinada, es decir, en su búsqueda se sabía lo que se buscaba y dónde se buscaba, pero solo recientemente, hace unos pocos años, se pudo localizar y rescatar algunos de los elementos que se buscaban.

En conclusión, todo dato o valor arrojado por cualquier estudio

referente a un pasado tan lejano y en geografías tan extensas, tiene mayor porcentaje de estimación que una certeza firme de lo ocurrido.

También es oportuno expresar el amplio espectro de elementos

que son la supuesta base firme de toda esta exposición. Por un lado la documentación histórica ya registrada y referenciada por los diversos investigadores e historiadores, donde de alguna forma es posible constatarla a través de cualquier volumen del tipo histórico, y por otro lado, nos orientamos hacia las construcciones en la antigüedad, las cuales presentan tales variadas formas, tamaños, características y ubicaciones, que intentar buscar un patrón o generalizarlas de alguna forma es extremadamente difícil.

La orientación de este libro hacia el lector no es con exclusividad

hacia el estudioso del tema, sino fundamentalmente para todas aquellas personas que alguna vez se preguntaron que pasó allí en el pasado, o que significa ese mundo de piedra en tal otro lugar; y para que todos estos temas, con sus propias complejidades, fuere accesible a un entendimiento generalizado, se debió buscar un punto medio de exposición, tanto en el desarrollo de los diversos lugares y sus construcciones como también a la hora de exponer las tesis con una forma explícita al común denominador.

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A su vez encontramos una muy variada exposición de problemas y cuestionamientos en muchos casos irresolubles, en zonas de análisis, como son: los orígenes de los diversos poblados junto a los focos iniciales de nuestra cultura y civilización; las grandes construcciones misteriosas alrededor del planeta; las diversas marcas de pinturas, geoglifos y artes de diversas índoles dejadas sobre la tierra o roca, valla a saber por quién y para qué; los inconclusos mapas migratorios de los diversos pueblos que dejan sin explicación los inicios y finales de muchos de estos poblados; los inventos y descubrimientos fuera de tiempo, o la extraña convivencia de supuestos dioses y hombres en el pasado, incluidos los relatos de diluvios universales aparentemente relacionados con la glaciación. Y otros temas más, que ya fueron vistos y analizados a lo largo de la historia por muchos estudiosos, pero siempre con una característica en común, y muy agravante, que es la de ver cada una de estas áreas en forma separada casi sin una conexión o relación una con otra. Y es aquí que debe entenderse que la historia de la humanidad es una sola, y con una progresión correlativa de hechos y situaciones, que más allá de la distancias geográficas o los espacios del tiempo, todo el conjunto debe poseer una coherencia y un mapa que vincule cada parte y estudio, como también cada aspecto hasta ahora no resuelto, el cual debe de poder correlacionarse en un todo con cada una de las partes de esta historia humana.

Por tanto, intentar aportar una teoría de los inicios de la historia

de nuestra humanidad, pero sólo incluyendo ciertos aspectos o temas, es lo que muchos historiadores ya han intentando; pero cuando incorporaban a dichos análisis otros puntos de la historia con características llamativas como tantas que ya veremos, todo caía en un saco de desesperación, pues sucede como un gigantesco laberinto en el cual muchas veces se cree ver una salida pero en definitiva sólo es un recoveco más.

Entendiendo profundamente este problema de investigaciones

parciales, estamos convencidos que si intentamos buscar la respuesta

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y explicación a muchos acertijos de este mapa, es necesario ver, analizar y lograr armar un conjunto completo de todos los cuestionamientos que forman los elementos parciales y aislados de esta historia.

Dicho de otro modo sería, por ejemplo, si se estudia y se obtiene

una respuesta de ¿quién, cuándo, cómo y para qué? construyeron las pirámides de Egipto, pero dicho resultado se contrapone o no incluye las vinculaciones y aspectos de las construcciones de Mesoamérica o no contempla los valores históricos de los cientos de construcciones en Europa o India. Este resultado jamás puede ser completo y real, pues no logra abarcar y cerrar al conjunto de acontecimientos, los que por un lado es innegable que existieron, pues allí están las pruebas y por otro lado son parte de la misma historia, pues no estamos hablando de dos mundos o descripciones que no tuvieron relación, sino todo lo contrario, todo esta concatenado; lo único que varia es el tiempo y las distancias, pues los hechos de alguna forma deben de estar relacionados.

Es como pensar en los españoles que alcanzaron América, y en

dicho estudio sólo se considerara que llegaron del océano o quién sabe de dónde, y no se lo relacione con el Viejo Continente y toda una historia que hizo que estos navegantes hayan emprendido un viaje y lograran el resultado del descubrimiento, es decir, todo tiene una ilación o razón de por qué sucedió, de lo contrario estaríamos frente a un tipo de pensamiento irracional.

Sumado a todo esto encontramos las diversas etapas en las

investigaciones y descubrimientos tras los cuales los inconvenientes que se presentaron fueron múltiples: por un lado la historia se desarrolló en etapas iniciales con hombres de gran voluntad, pero escaso conocimiento y casi nula experiencias, en las tan diversas áreas del espectro histórico - arqueológico – científico. Estos, con pocos elementos fueron escribiendo la historia y los acontecimientos

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en tiempo y lugar, según se disponían las diversas investigaciones, pero con una mínima tecnología disponible.

Más adelante fue cuando se incorporaron las técnicas y estudios

avanzados, tanto en datación como en la interpretación de los hallazgos, los cuales, con cada nueva pista se desdibujaba todo lo anterior, produciendo un resultado como el mapa de una historia, pero con muchos huecos inconclusos.

Por lo tanto, en la actualidad tenemos algo así como dos

historias, la ortodoxa que viene delineada desde un principio con mínimas variantes; y una paralela en la cual se contemplan diversos cambios, pero no incorporados al cuerpo principal, pues los datos y materiales a incluir son en muchos caso tan extraños y fuera de toda lógica que no caben en ninguna parte de esa historia ya armada; por lo tanto hay cientos de elementos que están apilado en el “cajón de lo inexplicable”.

Es a partir de todas estas características, por demás irregulares y

repetidas a lo largo del planeta y en las diversas etapas históricas, por las cuales orientamos toda esta investigación y documentación de elementos disponibles, pero con una apertura hacia cualquier nueva hipótesis que se desprenda de los resultados de los propios trabajos, es decir, sin limitaciones ni preconceptos de ningún tipo para lograr una posición lo más neutral posible, sólo con las limitaciones humanas ya reconocidas.

De esta forma nuestras proposiciones de tesis no se limitan a una

región o continente, sino abarcan todo el mundo, incluidos todos los focos iniciales de culturas y civilizaciones que fueron apareciendo a lo largo de una línea bastante extendida en el tiempo. A su vez, a diferencia de otros tantos libros en donde se puede encontrar segmentos aislados de las construcciones inexplicables o enigmáticas de América, África o Europa, por mencionar algunas, aquí con el mismo criterio global que se utiliza en toda esta obra, se analizan

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todas las construcciones de diferente tipo, característica y supuestas funciones en los cinco continentes, sin limitar o enmarcar con etiquetas preestablecidas de supuestas dataciones o atribuidas por simple estimación a tal o cual cultura o época.

Sumado a todo esto como estructura principal del criterio a lo

largo de todo el estudio, se conjugaron tres áreas las cuales en otras publicaciones son patas sueltas de una misma mesa de apoyo. Nos referimos a la historia por un lado, la ciencia por otro y, separadas de estas sin vinculación, las creencias y mitologías espirituales que vinculan en sus diversas formas al hombre con Dios o cualquier forma de creación; por lo tanto, tal como un trípode de estabilidad y equilibrio, aquí se incluyen estas tres áreas a todo el conjunto de investigaciones para obtener y presentar posibles respuestas claras y concisas al pasado de la humanidad y su vinculación directa con el futuro de nuestras vidas en una conexión jamás mostrada.

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PARTE 1

INTRODUCCIÓN

La visión de un primer vuelo

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CAPÍTULO 1

EL HOMBRE: ORIGEN, CIVILIZACIÓN Y MISTERIOS

Una investigación histórica,

científica y espiritual Es muy posible que en la vida del ser humano todo sea una

búsqueda, desde sus actividades diarias hasta los aspectos más profundos del ser, los cuales atañen aspectos de felicidad, razón de ser o incluso propósito de vida. Sin embargo, cuando la búsqueda se orienta hacia el origen de la humanidad, por lo general, se la encara desde aspectos históricos de lo que fue o sucedió en un tiempo pasado, asociándolo con épocas lejanas, y sin establecer una relación directa con el presente y futuro de cada ser humano, como individuo o como civilización.

En cambio, todo el trabajo de investigación histórica expuesto en

este volumen —que incluye muchos ingredientes científicos en los que se apoyan los estudios— da como resultado que el futuro de la humanidad está firmemente relacionado con lo que sucedió en un pasado. Además, las propuestas presentadas en la faz final de las tesis de investigación cambiarán la óptica de casi todo lo conocido en la vida de un ser humano: el pasado que aquí se muestra no es tan sólo un dato o valor histórico anecdótico, sino una advertencia de la

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experiencia de la humanidad para poder ver que definitivamente lo que un día sucedió es posible que vuelva a suceder, quizás como la mejor definición de una profecía.

Hasta hoy las investigaciones tanto históricas como de cualquier

otra área fueron en busca de conocer los orígenes del hombre, por un lado como género y por otro como civilización, y fueron orientadas para poder saber: ¿quién soy?, desde el mono hasta el propio código genético humano; ¿dónde estoy?, desde el planeta Tierra hasta los límites del Universo; ¿de dónde vengo?, desde el Big Bang hasta cualquier forma de creación, incluida Dios; ¿hacia dónde voy?, desde aquí hacia cualquier aspecto de inmortalidad.

Estos estudios fueron recorridos por dos caminos casi separados,

o aun enemistados: el histórico-científico y, desde una vereda opuesta, el religioso-espiritual.

Corriente histórico-científica

La corriente histórico-científica propone el origen del hombre

hace unos 5 millones de años, cuando un mono, a causa de características medioambientales externas a él, se fue transformando en hombre. Pero hay aspectos que aún siguen inconclusos, como por ejemplo, cómo se transformaron la inteligencia, los sentimientos, la articulación mental y el habla y por qué no sigue produciéndose el cambio de mono a hombre.

Por otra parte, esta perspectiva sitúa el origen de la civilización

hace 12 mil años. Se cree que comenzó en el Oriente Próximo y que se expandió hacia otros siete centros, con la formación de cuatro tipos generales de razas, sin poderse precisar cómo se produjeron tales cambios.

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El punto llamativo es que en todos los pueblos de los ocho focos, desde donde se inició la civilización, quedan marcados indicios de aspectos avanzados, los cuales se cree que fueron traídos de otros lugares porque en la mayoría de los casos son tecnologías que no pertenecerían a la época.

Corriente religioso-espiritual

La corriente religioso-espiritual propone el origen divino de los

seres o una jerarquía espiritual que podría contener varias civilizaciones con ciclos evolutivos progresivos y ascendentes. Las bases o pruebas en que se apoyan estas vertientes son las historias pertenecientes a libros sagrados, religiosos y mitológicos de los pueblos de los ocho focos de civilización.

Sin duda, los próximos desafíos del siglo XXI serán poder

aclarar todas las preguntas sin respuesta que tiene la humanidad en el amplio campo de su existencia y función humana. Estas investigaciones, sin duda, estarán abordadas desde la unión de la vertiente científico-histórica y de la religioso-espiritual, con el fin de poder complementar los conocimientos de toda disciplina, doctrina y estudio para desembocar en el máximo rompecabezas que puede afrontar el hombre: resolver el enigma de su propia existencia y trascendencia y, por consiguiente, el de la humanidad.

Quizá, la frase que mejor resume este enigma es la siguiente:

“Yo soy si trasciendo”. Aunque parezca una consiga religiosa, alguna enseñanza metafísica o el título de alguna publicación de autoayuda, estas palabras son la esencia de lo que nos transmiten todas las civilizaciones milenarias a través de sus obras: simples piedras talladas; templos de diferentes tipos; estructuras megalíticas como los círculos de piedra, los dólmenes o trilitos; montículos de tierra en forma piramidal o enconados; ciudades antiquísimas, pirámides con

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todas sus variantes de formas y medidas; etcétera. Todo esto diseminado en todo el mundo y a través de culturas y pueblos de los más diversos, en su gran mayoría sin conexión uno con otro pero que transmiten un mismo legado o mensaje que siempre está relacionado con la trascendencia de la vida.

Claro está que un simple ladrillo posado en nuestras manos trata

de ser algo más de lo que es, trata de perdurar, de transmitir su existencia, su función, su objetivo, sus logros, de trascender en el tiempo hasta inmortalizarse en alguna obra que perdure eternamente. De hecho, todo lo explorado por el hombre en sus diferentes áreas de estudio y de trabajo lo lleva consciente o inconscientemente a tratar de inmortalizarse. Es más frecuente, y hasta normal, asociar este término a conceptos de tipo divino o de obras de ciencia-ficción que a condiciones o características de la vida diaria. Sin embargo, cuando profundizamos en muchas de las actividades humanas nos damos cuenta de que estamos en contacto con este deseo u objetivo más de lo que parece o de lo que creemos. Desde el acto maravilloso del nacimiento de cualquier especie vegetal, animal o humana, pasando por todas las especialidades médicas para mejorar la calidad y longevidad de la vida, hasta los avances tecnológicos de cualquier índole: siempre el objetivo intrínseco es sobrevivir, trascender e inmortalizarse. Justamente es esto lo que intentaron transmitir todos los grandes, aunque desconocidos, constructores de culturas milenarias, los cuales realizaron obras mayormente megalíticas a las que sólo se les pueden adjudicar los adjetivos “increíbles” o “imposibles”.

Tal como será expuesto en los siguientes capítulos, no es posible

que culturas en etapas casi básicas de vida hayan podido idear, diseñar y construir gigantescos edificios con rocas de tales tamaños y pesos y con una calidad de tallado propia de nuestra actual civilización y que incluso, en muchos casos, hoy no se podrían realizar.

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Nuestra búsqueda se centra en una investigación y recopilación de elementos históricos y científicos orientada a mostrar y exponer los grandes misterios y enigmas de todo el mundo; estos nos podrían marcar una nueva visión de la historia y del futuro de la humanidad. A su vez, se presentan firmes propuestas de tesis que proporcionan respuestas a los siguientes puntos no resueltos hasta hoy.

El origen del hombre como género

“hominización” Supuestamente, al mono transformarse en hombre le llevó,

estimativamente, unos 5 millones de años (es decir, 5 millones de años atrás hasta unos 30000 a. C.). Aparentemente, a ese hombre comenzar una civilización le costo tan sólo 20 mil años (30000–10000 a. C.), y desde ese inicio hasta nuestros días sólo transcurrieron 12.000 años (10000 a. C.–2000). Además, y entre otras cosas, es posible considerar que el gran avance tecnológico se produjo en los últimos cien años.

Por lo tanto, como pudieron producirse los cambios observados

en ejemplares de simios hacia las formas humanas, si es que esta fue la transformación real, o quizás cada una de estas etapas de supuesta transformación sean sólo un fragmento de la historia real y no el mapa completo del inicio y desarrollo de la humanidad.

El proceso de glaciación y relatos del

diluvio universal Desde un comienzo, en las interpretaciones de todos los textos

sagrados, religiosos y mitológicos se cuestionó si era factible el tema

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de una inundación global en una vasta área de la Tierra, tal como se encuentra descrito en tantos documentos y relatos a lo largo de las historias y tradiciones antiguas. A esto se suman los relatos, en diversas versiones, de una embarcación que funcionó como medio de salvamento de toda especie animal incluida la humana. Sin duda, este aspecto es muy importante, pues se trata del supuesto origen de nuestra civilización sobre la base de algunos sobrevivientes de una antigua población ya existente y desarrollada sobre la faz de la Tierra. Esta idea, claro está, es el foco opuesto, pero no desestimable, del supuesto de la transformación de un tipo de animal hacia un ser humano. Entonces, también aquí, tenemos fragmentos de la realidad del pasado y eslabones perdidos que nos imposibilitan una visión total y completa.

Por otro lado, existe una investigación científica por demás rica

que es el caso del período glaciar del Polo Norte: una masa incalculable de agua congelada comenzó a deshelarse sin causas conocidas, en un período relativamente corto. Muchos investigadores relacionan este hecho con el tema del diluvio universal.

El origen de las grandes construcciones

inexplicables ¿Quiénes lo hicieron? ¿Cómo lo hicieron? ¿Para qué lo hicieron? Por todo el mundo, encontramos muchas obras que encajan

perfectamente con el tiempo y lugar de quienes fueron sus constructores y con las razones que los llevaron a realizar dicho trabajo. Estos casos (castillos, templos, viviendas diversas y santuarios) no plantean ningún tipo de duda sobre sus orígenes, pero hay una cantidad inmensa de construcciones que generan todo tipo de incógnitas con respecto a quiénes fueron sus constructores, cómo

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pudieron ser realizadas —por su complejidad y tamaños—, cuándo fueron construidas —sobre la mayoría no existen registros—, y, sin duda, lo que genera mayor tipo de conflicto, es saber cuál fue la razón o función de dichas edificaciones.

Dentro de las estructuras más llamativas encontramos las de

forma piramidal; a este término, por lo general, se lo asocia con las tres pirámides de Egipto, pero lo que muchas veces se ignora es que sólo en este país hay más de cien. También encontramos pirámides en el resto del mundo: en México, Perú, Guatemala, Java, islas Canarias, China, Irak (con forma de torre cónica llamada zigurat) y en India, donde sus famosos templos y santuarios son de gran similitud. Además, se presume que en las Bahamas, en la isla de Andros, existe una pirámide sumergida y de gran tamaño. Por último, también se han descubierto pirámides en Marte.

Hay un tipo de construcciones con tierra prensada, llamadas

montículos artificiales, de forma cónica e incluso parecidas a pirámides que se encuentran en gran cantidad en América del Norte. Otras, también llamativas, son los observatorios astronómicos de la Antigüedad, llevados a cabo en piedra y localizados, por lo general, en Mesoamérica y América del Sur. Algo similar sucede en el conjunto de las Islas Británicas con los famosos círculos de piedra o ruedas medicinales, que son piedras gigantescas que forman círculos alienados con ciertas estrellas. En el resto de Europa, se hallan los grandes megalitos erguidos de todo tipo y tamaño, los alineamientos de miles de dólmenes por más de 500 kilómetros, las cavernas o cuevas no utilizadas para habitar y, cosa imposible de creer, las ciudades subterráneas cavadas en las rocas.

También encontramos en diversas zonas geoglifos, grandes

mapas o dibujos hechos sobre la tierra misma, y petroglifos, que diseminados por todo el mundo muestran las más diversas formas de expresión sobre rocas, mayormente sin entenderse su significado.

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Paralelamente a todo esto, se crea otro tipo de duda que es saber de dónde o cómo obtuvieron los conocimientos de ingeniería, astronomía y geofísica los mentores de estas diferentes obras, porque no eran conocimientos de la civilización de la época. A la vez, se plantea la pregunta de dónde surgió y de cómo se llegó a manifestar la "idea" de construir estructuras piramidales o semejantes, bajo el concepto básico de entender que una idea de este tipo debería nacer de conclusiones lógicas obtenidas de la experiencia y de la aplicación necesaria (como la utilización de elementos en la vida cotidiana). De hecho, el concepto piramidal es bastante dificultoso de concebir tan sólo desde una idea proveniente de la nada y más aún, intentar o decidir construirla, ya que es una de las estructuras geométricas más difíciles de llevar a cabo y para peor en esos tamaños descomunales.

Todos estos tipos de construcciones, que suman miles en todo el

mundo y que pueden denominarse inexplicables, por no saberse quiénes, cómo y para qué lo hicieron, son los que abordaremos en los próximos capítulos, acentuando sus rasgos desconcertantes.

El origen de los inicios de nuestra

"actual" civilización Por qué los hombres primitivos de las cavernas, en un lapso de

tiempo de 60 mil años o más, no lograron evolucionar como nuestra actual civilización en tan sólo 12 mil años, o por lo menos, en un grado proporcional más razonable. Los primitivos se extinguieron o se estancaron casi sin cambio alguno, como por ejemplo, los indígenas tanto de América como de Oceanía, a los cuales se los considera de una antigüedad de unos 20 mil años o más. Lo mismo ocurre con los pueblos de África o las civilizaciones precolombinas de México y Perú, cuyos orígenes, a medida que crecen las investigaciones, parecen cada vez más antiguos.

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¿Por qué a los denominados indígenas (con sus características de caza y pesca, agricultura muy básica casi con una forma de recolección, viviendas de toldería cónica y cultos a los dioses, producto del simple respeto y admiración a astros o elementos naturales) sólo se los encuentra en América, Australia, Nueva Zelanda y Nueva Guinea, sin rastro alguno en el resto del mundo? Si todos provienen de una misma fuente, este hecho es inexplicable.

Lo mismo sucede con el proceso de hominización, el que se

halla fundamentalmente en África y en el sur de Europa, salvo algún espécimen en Pekín.

Las pruebas existentes demuestran que el inicio de nuestra actual

civilización se originó en siete focos o áreas diferentes de todo el planeta y las pruebas determinan que su nivel de evolución dista de ser el de los primeros pasos en una cultura. Por lo tanto, surge inevitablemente la siguiente pregunta: ¿de dónde provenían estos pobladores con formas, costumbres y creencias tan diferentes?. Es decir, ¿cuál o cuáles eran sus orígenes?, ¿todos provenían de una fuente única o fueron varias las vertientes? Y si ya traían un conocimiento y formación, ¿de dónde la habían extraído? Y ¿dónde estaban afincados que no es posible encontrar sus paraderos?

Otra incertidumbre es cómo fue posible la migración de los

pobladores de América desde el Viejo Continente. Los últimos descubrimientos indican que debieron de haber ingresado no después del 25000 a. C. Si consideramos que durante el período que abarca desde el 37000 a. C. hasta el 9500 a. C. todo el norte del planeta hasta la actual división política de Canadá estaba helado (última glaciación) y que el acceso y la sobrevivencia en esa zona eran casi imposibles, es todo un reto saber por dónde y cómo pudieron penetrar.

Además, es un hecho admirable e increíble que en tiempo récord

se hayan trasladado estos originales pobladores desde el norte hasta

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el sur de América, recorriendo quien sabe cómo y por dónde todo el continente hasta llegar casi a su punto más austral, en donde hay presencia humana desde el 23000 a. C.

Por lo tanto, es fundamental poder reconocer con claridad si

realmente existió un eslabón perdido de la civilización y consecuentemente determinar el origen de nuestra actual cultura.

Inventos y descubrimientos

“fuera de tiempo” Hay elementos que se han descubierto cuya tecnología no se

corresponde con la época en que fue desarrollado y que luego, en otros lugares y ámbitos, fueron reinventados y utilizados hasta el reconocimiento masivo. Entonces nos cuestionamos por qué estos productos no fueron empleados y desarrollados constantemente si serían indiscutiblemente útiles para la población. La pregunta en cuestión es si es posible, de alguna manera, que existan descubrimientos o inventos en forma aislada sin una debida tecnología, conocimiento y práctica que den sustento a todo un desarrollo tecnológico y que, sin embargo, pasado un tiempo se olviden y se desechen completamente al punto de no hallar indicios documentados de sus existencias. Nos estamos refiriendo al concepto de involución.

Al parecer también hubo una regresión en otros aspectos, si no,

cómo se puede comprender que los inicios de muchas culturas estén signados por grandes sabios, conocedores de muchas artes y ciencias para luego decaer en una etapa evolutiva de gobernantes o reyes cuyo nivel está por debajo del de sus antecesores. ¿Es posible la involución de este tipo? Y ¿de dónde provenían estos grandes

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maestros? Algunos ejemplos son China, África, Egipto, América e India, entre otros.

Aviones y astronautas localizados en la Antigüedad

En diferentes imágenes de cuadros muy antiguos o en pinturas

rupestres de las cavernas pueden reconocerse representaciones de naves voladoras de diversas formas, aunque no del tipo de los aviones de hoy en día. También pueden observarse tallados en piedra de astronautas con escafandras y naves extrañas, sin duda cosas que no existían en dichas épocas por el desarrollo evolutivo y tecnológico de las culturas.

Otro dato curioso es que, entre otros lugares, en América,

Europa, África hubieron pueblos aborígenes sin tecnología que poseían conocimientos de astronomía. Creemos que lo expuesto no es posible atribuirlo a la coinc idencia o creer que se trata sólo de similitudes.

Significado de la convivencia de dioses y hombres

El último aspecto digno de estudio son los libros originales y

antiguos, que fundamentan a las diferentes religiones, cultos o doctrinas de fe en todo el mundo. Nos referimos a la Biblia cristiana, los Puranas de los vedas hindúes, el Tao Te King del taoísmo en China, el Avesta del zoroástrico en Persia, la Torá del judaísmo, el Corán del Islam, los clásicos Anacletas del confucionismo de China o el Popol Vuh de los mayas de América.

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Por un lado, al analizar estos relatos hallamos que aunque no existió contacto entre los escribas o líderes que transmitieron estos conocimientos en los textos presentan similitudes entre sí.

Por otro lado, en todos los libros se encuentran relatos que no

condicen con la realidad actual en fechas, acontecimientos y experiencias. Las narraciones parecen indicar que aquellas épocas la vida y los habitantes eran muy distintos a los actuales, al punto que en la mayoría de estos relatos se menciona la tan llamativa convivencia de dioses y hombres sobre la misma tierra. La mitología y documentación histórica de absolutamente todos los pueblos afirma que los hombres en el inicio de la civilización convivieron y conocieron a diferentes dioses y que en todos los casos fueron estos los que instruyeron a la población en las diferentes artes, ciencias o conocimientos que la ayudaron a sortear etapas básicas en el desenvolvimiento de la vida y evolución diaria.

Aquí cabe preguntarse cómo lograron estos pueblos, básicamente

primitivos, articular y representar los conceptos de Dios, creación, universo y energía. Si entendemos que la inteligencia imaginativa de poder concebir y manifestar estas nociones es el resultado de un estado de evolución tanto mental como espiritual, ¿de dónde una civilización en sus etapas iniciales pudo obtener estas ideas?

Hasta ahora todos estos temas han sido incursionados por

investigadores, científicos e incluso diversas religiones, en forma aislada. Con la historia de la humanidad y todos sus acertijos parece haber ocurrido lo mismo que en el viejo adagio de la descripción de un elefante dada por varios ciegos: estos, al ir tomando contacto con el animal en forma parcial, lo describen tan sólo como una cola, una pata o una trompa, sin poder nunca tener u ofrecer la visión del conjunto completo tal como es en la realidad; una sola unidad.

Nuestra investigación y documentación está orientada

fundamentalmente a ver la realidad del pasado tal como fue, o sea,

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un sólo conjunto de diversos hechos y acontecimientos relacionados entre sí. Aunque la época de los sucesos y sus diversas zonas geográficas sean elementos variables, todo está unificado en un sólo mapa de la historia de la humanidad. No fue en dos o más mundos distintos en donde sucedió todo esto, ni fueron diversas formas de seres humanos las que compusieron todo este rompecabezas. Todo se produjo en nuestro planeta y con individuos casi iguales a nosotros, más allá de las diferencias individuales incluidas las costumbres, creencias o culturas.

El conjunto de nuestras conclusiones será planteado a través de

la proposición de siete tesis que abarcan como un todo los diversos interrogantes existentes en nuestra actual historia humana y que están desarrollados en los próximos capítulos, los cuales concluirán con un mensaje claro y conciso sobre los objetivos paralelos de los viajes y las estaciones aerospaciales y sobre qué se persigue con los estudios y pruebas de la manipulación genética incluidos aquellos sobre clonación.

El futuro será la prueba de lo que sucedió en el pasado y éste a su vez nos mostrará lo que muy posiblemente suceda en los días por venir

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TABLA 1 Ubic. Área Época Lugar - País Pueblo - Civilización 1 9000 a. C.-1500 a. C. Cisjordania Jericó 2 Mapa A1 7000 a. C. Irak Jarmo 3 Oriente 9000 a. C. Turquía Chatal Huyuk 4 Próximo 5000 a. C. - 900 a. C. Mesopotamia Sumerios 5 3000 a. C.-1200 a. C. Turquía-Armenia Hititas 6 2500 a. C. - 64 d. C. Líbano Fenicia 7 Mapa A1 3000 a. C.-1700 a. C. Pakistán Valle del Indo 8 ? - 2000 a. C. India Brahamanes / Arios 9 Asia 6000 a. C. China (X'ian) Yangshao 10 Mapa A2 10000 a. C. / 300 Japón Cult. Jomon / Yayoi Indonesia / Indochina 11 6000 a. C. Argelia (Sahara) Tasil-N'Ajjer 12 Mapa A4 Zimbabwe Gran Zimbabwe 13 África Malí Bandiagara (Dogon) 14 Etiopía Aksum 15 4275 a. C.- 525 a. C. Egipto El Egipcios . 16 Mapa A3 6000 a. C. Grecia (Tesalia) Sesklo 17 Egeo 6000 a. C. Grecia (Chipre) Kirokitia 18 5000 a. C. Isla Malta 19 3200 a. C.- 500 a. C. Islas Cicladas Cicladica 20 6000 - 3000 a. C. España / Italia Cult.Almariense/Cardial 20b 1000 - 500 a. C. Italia Etruscos 21 5000 a. C. Europa: E Cult. cerámica Bandas 22 Mapa A3 5000 a. C./4500 a. C. Europa: S-E Cult. Starcevo / Vinca 23 Europa 4000 - 2600 a. C. Europa: Central Cult. Chassey / Cortaillod 24 3800 - 2400 a. C. Europa: N Cult. Rossen / T.R.B. 25 3600 a. C. Inglaterra / Irlanda Cult. Wuind Mili Hill 26 4000 a. C. Rusia: E Cult. Tripillja 27 ? - 1600 d. C. I.Canarias Guanches 28 Mapa A3 14000 - 9000 a. C. Dinamarca / Suecia Cult. Cazadores de reno Escandinavia 8000 - 2000 a. C. Noruega Cult. Fosna y Komsa 5000 a. C. Dinamarca Cult. Concheros 4200 a. C. Escandinavia Cult. Agricultores 29 10000 a. C. América Norte Indígenas 30 América 1500 a. C. / 700 México Olmecas/Mayas 31 Mapa A5 200aC Perú Nazca 32 América Sur Indígenas 33 Oceanía 38000 a. C. Australia / N. Zelanda Indígenas Papúas Islas Pacifico