236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

Embed Size (px)

Citation preview

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    1/237

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    2/237

    Gilles Deleuze Un aprendizaje filosfico

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    3/237

    Espacios del Saber

    25. E . Grner, E lfin de las pequeas historias26. P. Virilio,E l procedimiento silencio27. M . Onfray, Cinismos28. A. Finkielkraut,Una voz viene de la otra orilla29. S. Zizek,Las metstasis del goce30. I. Lewkowicz,Sucesos argentinos31. R. Forster,Crtica y sospecha

    32. D . Oubia,J . L. Godard: E l pensamiento del cine33. F. Monjeau,La invencin musical34. P. Virno,E l recuerdo del presente35. A. Negri y otros,Dialogo sobre la globalizacin, la m ultitud y la

    experiencia argentina36. M.Jay,Campos de fuerza37. S .Amin,M s al l del capitalismo senil38. P. Virno, Palabras con palabras

    39. A. Negri,Job: la fu erza del esclavo

    40. I. Lewkowicz,Pensar sin Estado41. M.JHardt,Gilles Deleuze. Un aprendizaje filosfico42. S. Zizek, Violencia en acto. Conferencias en Buenos Aires43. M. Plotkin y F. Neiburg,Intelectuales y expertos. La

    constitucin del conocimiento social en la Argentina44. P. Ricoeur,Sobre la traduccin45. E . Griiner,La Cosa poltica o el acecho de lo Real46. S. Zizek,E l ttere y el enano47. E. Garri y D. Maffia (comps.),Bsquedas de sentido para

    una nueva poltica48. P. Furbank,Placeres mundanos49. D. Weschler e Y. Aznar (comps.),La memoria compartida.

    Espaa y Argentina en la construccin de un imaginario cultural

    Si desea recibir informacin mensual de nuestras novedades/ publicacio-nes, y ser incorporado a nuestra lista de correo electrnico, por favorenvenos los siguientes datos a dif [email protected] y apellido, profesin y direccin de e mail.

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    4/237

    Michael Hardt

    Gilles DeleuzeUn ap rendizaje filosofico

    Traduccin de Alcira Bixio

    PAIDS ^Buenos Aires - Barcelona - MxicoI

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    5/237

    Ttulo original: Gilles Deleuze. An Apprenticeship in Philosophy 1993 by the Regents of the Un iversity of Minnesota

    Traduccin de Alcira Bixio

    Cu bierta de Gustavo Macri

    814 Hardt, MichaelCDD Gilles Deleuze: un aprendizaje fi losfico. I s ed. 1 ' rei'mp.

    Buenos Aires : Paids, 2005.240 p. ; 21x13 cm. (Espacios del saber)

    Traduccin de: Alcira Bixio

    ISBN 950 12 6541 2

    1. Ttulo 1. Ensayo Estadounidense

    I a edicin, 2004 I a reimpresin, 2005

    Quedan rigurosam ente prohibidas, sin la autorizacin escrita de los titu lar es del copyright, bajolas sanciones establecidas en las leyes, la reproduccin total o parcial de esta obra por cualquiermedio o procedimiento, comprend idos la reprog rafia y el trata m ient o inform tico, y la distribucinde ejemplares de ella mediante alquiler o prstamo pblicos.

    O 2004 de todas las ediciones en castellano,Editorial Paids SAICFDefensa 599, Buenos Airese-mail: [email protected] www.paidosargentina.com.ar

    Queda hecho el depsito que previene la ley 11.723Impreso en Argentina - Printed in Argentina

    Impreso en Grfica MPSSantiago del Estero 338,1.ans, en julio de 2005Tirada: 1000 ejemplares

    ISBN 950-12-6541-2

    mailto:[email protected]://www.paidosargentina.com.ar/http://www.paidosargentina.com.ar/mailto:[email protected]
  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    6/237

    s

    Indice

    Agradecimientos...................................................................... 11

    Palabras preliminares a la edicin en espaol................. 13

    Introduccin: Hegel y los fundamentosdel postestructuralismo................................................... 15

    Observacin preliminar. El primer Deleuze:algunos principios metodolgicos................................ 27

    1. La ontologia bergsoniana.

    El movimiento positivo del ser...................................... 351.1. Determinacin y diferencia eficiente .................. 371.2. La multiplicidad en el paso de la cualidad

    a la cantidad............................................................... 511.3. La emanacin positiva del ser............................... 561.4. El ser del devenir y la organizacin de

    lo actual....................................................................... 66

    Observacin: Deleuze y la interpretacin .......... 71

    2. La tica nietzscheana. Del poder eficientea una tica de afirmacin................................................ 772.1. La paradoja de los enemigos................................. 78

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    7/237

    8 Michael Hardt

    2.2. El mtodo trascendental y la crtica parcial....... 81Observacin: La seleccin de Deleuzedel Nietzsche impersonal .................................... 84

    2.3 La lgica del esclavo y el podero eficiente....... 86Observacin: El resurgimientode la negatividad....................................................... 95

    2.4. La labor del esclavo y la crtica insurrecta......... 98Observacin: La voluntad del podero

    de los trabajadoresy la sntesis social................. 1082.5 El ser del devenir: la sntesis tica de lavoluntad eficiente...................................................... 112

    2.6. La crtica total como el fundamento del ser...... 117Observacin: Fin del antihegelianismode D eleuze................................................................. 119

    2.7. Pathos y alegra: hacia una prctica

    del ser afirmativo...................................................... 122

    3. La prctica spinoziana. Afirmacin y alegra.............. 125Es p e c u l a c i n3.1. La sustancia y la distincin real:

    la singularidad........................................................... 1303.2. Atributos expresivos y la distincin formal:

    la univocidad.............................................................. 136Observacin: Especulacin ontolgica............... 142

    3.3. Los poderes del ser.................................................. 149

    Ex p r e s i n o n t o l g i c a3.4. La interpretacin de los atributos:

    los problemas de una ontologia materialista...... 153Observacin: Produccin especulativay prctica terica....................................................... 157

    3.5. Combatir los privilegios del pensamiento......... 162Observacin: De laForsclnmg a laDarstellung..... 171

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    8/237

    P o d e r3.6. Lo verdadero y lo adecuado................................. 1753.7. Lo que un cuerpo puede hacer........................... 181

    P r c t i c a3.8. Nociones comunes: las combinaciones del

    Ser componible........................................................ 1883.9. La constitucin de la razn.................................. 195

    Observacin: La prctica tericay la constitucin prctica....................................... 2003.10.El arte de la organizacin: hacia

    una combinacin poltica....................................... 206

    4. Conclusin. Unaprendizaje filosfico........................... 2134.1. La ontologia.............................................................. 214

    4.2. La afirmacin............................................................ 2174.3. La prctica................................................................. 2204.4. La constitucin........................................................ 223

    Obras citadas........................................................................... 229Indice de nombres y conceptos......................................... 235

    Indice 9

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    9/237

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    10/237

    Agradecimientos

    Quiero expresar mi reconocimiento, con respeto y afecto, ados de mis profesores, Charles Altieri y Antonio Negri.

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    11/237

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    12/237

    Palabras preliminares a la edicin en espaol

    Cuando comenc a escribir este libro, imagin que el mismohabra de servir para corregir la lectura excesivamente cultural de Deleuze, prevaleciente en los Estados Unidos. Esta recepcin cultural probablemente se debe a las peculiaridadesde las delimitaciones disciplinarias en las universidades estadounidenses.

    La obra de Deleuze no ha sido realmente acogida por elestablishment filosfico norteamericano en la medida en queste gira esencialmente en torno de la filosofa analtica; encambio su trabajo ha inspirado a menudo a aquellos que, como yo, se han formado en las letras y los estudios culturales.Lo que ms me impact al leer a Deleuze -lo que, precisamente, me pareca que faltaba en la lectura norteamericanade su pensamiento- es la profundidad de su arraigo en la historia de la filosofa europea. Y dado que para afrontar el trabajo de Deleuze se debe ahondar sobre todo en Bergson, enNietzsche, en Spinoza y en los estoicos... he debido convertirme yo tambin, bajo su gua, en un aprendiz de la filosofa.Y ha sido una experiencia maravillosa.

    Una vez terminado el libro, me he dado cuenta, sin embargo, de que ya no estaba preocupado por la cuestin de loslmites disciplinarios ligados a la crtica cultural o filosfica.Aquello que, en cambio, requera toda mi atencin, era elconcepto de gozo, en el modo en que Deleuze lo retoma de

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    13/237

    14 Michael Hardt

    Spinoza, pero que luego desarrolla hasta convertirlo en emblema de toda su obra. Gozo como el aumento de nuestra

    potencia de pensar y de hacer, junto con nuestra capacidad deexperimentar afecto; gozo como el recorrido comn de nuestro cuerpo con otros, que inventa nuevas relaciones y creacuerpos sociales ms dichosos; gozo como una lgica del ensamblaje. El gozo, as entendido, rebasa los mrgenes de la filosofa, para invadir todo el plano poltico de la democracia yde la fraternidad. O mejor an: el gozo, como plano de inma

    nencia absoluta, que se torna un modo de ser.Este gozo queda como enigma, pero tambin como lapromesa que el pensamiento de Deleuze nos ofrece.

    M i c h a e l H a r d t

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    14/237

    Introduccin Hegel y los fundamentos

    del postestructuralismo

    El postestructuralismo continental ha problematizado lasbases del pensamiento filosfico y poltico. Probablementedeslumbrados por el impacto de esta ruptura terica, diversosautores norteamericanos adhirieron a este movimiento porconsiderarlo la inauguracin de una cultura posfilosfica en lacual ni las proposiciones filosficas ni los juicios polticos reconocen ninguna justificacin y tampoco descansan sobre basealguna. No obstante, esta problemtica conduce con excesivafacilidad a una nueva oposicin que oscurece las posibilidadesreales que ofrece la teora continental contempornea. De lamano tanto de sus defensores como de sus detractores, elpostestructuralismo se incorpor en una serie de debates anglonorteamericanos -entre modernistas y posmodernistas,entre coimmitaristas y liberales- de un modo que desvi yatenu su fuerza. La importancia del postestructuralismo nopuede captarse planteando una nueva serie de oposiciones;slo se puede comprender reconociendo los matices y las alternativas que propone dentro de la modernidad, en el senode la tradicin filosfica y en el campo de las prcticas sociales contemporneas. Si observamos atentamente el desarrollohistrico del pensamiento postestructuralista, las complejaspresiones sociales y tericas con que hubo de toparse en sucamino y los instrumentos que desarroll para afrontarlas,podemos llegar a comprender algunas de las fuerzas crticas

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    15/237

    16 Michael Hardt

    y constructivas que le son propias. Descubrimos as que elpostestructuralismo no est orientado meramente a la negacin de fundamentos tericos, sino que, antes bien, se inclina hacia la exploracin de nuevas bases para la indagacinfilosfica y poltica; que el postestructuralismo est implicado no slo en el repudio de la tradicin del discurso polticoy filosfico, sino, y an ms profundamente, en la articulacin y afirmacin de linajes alternativos que surgen del interior mismo de la tradicin.

    Las races del postestructuralismo y su base unificadora sehallan en gran parte en una oposicin general, no a la tradicin filosficatout court sino especficamente a la tradicinhegeliana. Para la generacin de pensadores continentalesque alcanzaron la madurez en la dcada de 1960, Hegel erala figura del orden y la autoridad que mejor se prestaba comofoco del antagonismo. Deleuze habla por toda su cohorte:

    Lo que ms detestaba yo era el hegelianismo y la dialctica(Lettre Michel Cressole, pg. 110). Sin embargo, parapoder apreciar este antagonismo debemos tener en cuentaque, durante este perodo, en la esfera de la teora continental, Hegel era ubicuo. Como consecuencia de las influyentesinterpretaciones ofrecidas por tericos tan diversos comoKojve, Gramsci, Sartre y Bobbio, Hegel haba llegado a dominar el horizonte terico como la ineluctable pieza centralde la especulacin filosfica, la teora social y la prctica poltica. En 1968, a Franois Chtelet le pareci que todo filsofo deba comenzar con Hegel: [Hegel] determin unhorizonte, un lenguaje, un cdigo en los que an hoy estamosprofundamente inmersos. Por esta razn, Hegel esnuestro Platn: el nico que delimita -ideolgica o cientficamente,positiva o negativamente- las posibilidades tericas de la teora {Hegel, pg. 2). Cualquier enfoque que se adopte paraanalizar el postestructuralismo continental debe tomar comopunto de partida este marco de hegelianismo generalizado.

    De modo que el primer problema del postestructuralismoes cmo evadirse de un fundamento hegeliano. Sin embargo,para comprender la dimensin de este problema debemos re

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    16/237

    Introduccin 17

    conocer las importantes restricciones que debe afrontar semejante proyecto en el contexto social e histrico especfico.

    Chtelet sostiene, de manera curiosamente dialctica, que elnico proyecto viable para contraponerse al hegelianismo estransformar a Hegel en el fundamento negativo de la filosofa. Aquellos que pasan por alto el paso inicial de remitirse aHegel y rechazarlo activamente, afirma Chtelet, aquellosque intentan sencillamente volverle la espalda, corren el riesgo de terminar planteando meras repeticiones de la proble

    mtica hegeliana. Ciertamente, hay muchos proyectoscontemporneos que ignoran el hegelianismo... son proyectos que lidian con un sentido falso de los comienzos absolutos y, adems, se privan de un buen punto de apoyo. E s mejorcomenzar -como lo hicieron Marx y Nietzsche- con Hegelque terminar con l (pg. 4). El hegelianismo fue un vrticetan poderoso que si uno intentara ignorarlo, inevitablementeterminara siendo absorbido por su potencia. Slo el antihegelianismo ofrece el punto de apoyo negativo necesario paradesarrollar un proyecto posthegeliano y hasta no hegeliano.

    Desde este punto de vista, las primeras obras de GillesDeleuze son un modelo ejemplar de toda la generacin depensadores postestructuralistas. En sus primeras investigaciones sobre la historia de la filosofa podemos observar unaintensa concentracin del generalizado antihegelianismo dela poca. Deleuze trat de oponerse a Hegel y al pensamiento dialctico frontalmente, como aconsejaba Chtelet, conuna rigurosa refutacin filosfica; Deleuze abord el hegelianismo, no con la intencin de rescatar sus elementos valiosos,ni para extraer el ncleo racional de la cscara mstica, antes bien, lo hizo para articular una crtica total y un repudiodel marco dialctico negativo de modo tal de lograr una autonoma real, una separacin terica de la problemtica hegeliana en su totalidad. Los filsofos que Deleuze escogecomo sus camaradas en esta lucha (Bergson, Nietzsche y Spinoza) parecen ayudarlo a dar los sucesivos pasos hacia la realizacin de este proyecto. Con todo, muchos crticosrecientes del postestructuralismo francs acusaron a los de-

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    17/237

    18 Michael Hardt

    fensores de este movimiento de no comprender a Hegel y,por apelar a un antihegelianismo superficial, de pasar por al

    to las verdades ms vigorosas de su pensamiento.' Deleuze esel ejemplo ms importante que debe tomarse en consideracin en este sentido porque es quien lanza el ataque ms preciso y ms puntualmente enfocado contra el hegelianismo.N o obstante, tal vez porque ese paradigma filosfico y cultural era demasiado tenaz, el ambicionado desarraigo del terreno hegeliano no tuvo un xito inmediato. Vemos que con

    frecuencia Deleuze plantea su proyecto, no slo en el lengua je tradicional del hegelianismo, sino tambin empleando lostrminos de los tpicos problemas hegelianos: la determinacin del ser, la unidad de lo Uno y lo Mltiple, etctera. Paradjicamente, en su esfuerzo por sealar a Hegel como unfundamento negativo de su propio pensamiento, Deleuzepuede parecer muy hegeliano.

    Si bien el hegelianismo es el primer problema del postes-tructuralismo, inmediatamente despus, el antihegelianismose presenta como el segundo. En muchos sentidos, el hegelianismo es el adversario ms difcil porque posee la ms extraordinaria capacidad de absorber la oposicin. Muchosautores anglonorteamericanos, al tratar de restarle importancia a la ruptura del postestructuralismo, pusieron el nfasis eneste dilema. Judith Butler plantea el desafo que se les presenta a los antihegelianos en trminos muy claros: Las referencias a una ruptura con Hegel casi siempre son imposibles,aunque slo sea porque fue Hegel quien hizo de la nocinmisma de romper con el principio central de su dialctica{Subjects of Desire, pg. 184). En esta perspectiva, podra puesparecer que el antihegelianismo, por un giro dialctico, llegaa transformarse en una posicin ms hegeliana que ninguna.En efecto, uno podra sostener que el esfuerzo por ser un

    1. Este es el argumento que presenta, por ejemplo, Stephen Houlgateen Hegel, Nietzsche and the Criticism of Metaphysics. Retomaremos estos argumentos para considerarlos detenidamente en el captulo 2: Observacin: El resurgimiento de la negatividad.

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    18/237

    introduccin 19

    otro de Hegel siempre termina creando un otro dentrode Hegel. Hay una creciente bibliografa que prolonga esta

    lnea de argumentacin, postulando que la obra de los anti-hegelianos contemporneos consiste meramente en una seriede repeticiones inconscientes de los dramas hegelianos sin lafuerza del contenido hegeliano y sin el rigor ni la claridad dela lgica hegeliana.2

    El problema de reabsorcin que afronta el fundamentoantihegeliano del postestructuralismo ofrece una segunda y

    ms importante explicacin de nuestra seleccin de Deleuzeen este estudio. Aunque numerosos autores hicieron contribuciones fundamentales a nuestra crtica de Hegel, Deleuzees quien fue ms lejos al librarse de los problemas del antihegelianismo y construir un terreno alternativo para desarrollarel pensamiento, no ya posthegeliano, sino separado del problema de Hegel. Si bien la primera razn que tuvimos para

    proponerlo como un pensador postestructuralista ejemplarfue que Deleuze es representativo de la posicin opositora aHegel, tambin hay una segunda razn: la anmala extensinde su proyecto de apartamiento de Hegel hacia un terreno alternativo, separado./Hay dos elementos centrales de este paso que Deleuze desarrolla en diferentes registros y endiferentes planos de pensamiento: una concepcin no dialctica de la negacin y una teora constitutiva de la prctica.'Insisto, no podemos comprender estos elementos si noslimitamos a oponerlos a las concepciones hegelianas de la negacin y la prctica. Debemos reconocer sus matices y colocarlos en un plano alternativo. Estos dos temas, la negacin yla prctica, entendidos en sus nuevas formas, constituyen labase del nuevo terreno que el postestructuralismo tiene para

    2. Adems deSubjects of Desire, de Judith Butler yHegel, Nietzsche and the Criticism, of Metaphysics, de Stephen Houlgate, vanse de Gillian Rose,Dialectic of Nihilism y de John Grumley,History and Totality: Radical Histo- ricism from Hegel to Foucault. Sobre un informe que reconoce el xito de laruptura con la problemtica hegeliana en el pensamiento francs de la dcada de 1960, vase de Michael Roth,Knowing and Histo?y: Appropiations of Hegel in Twentieth-Centuiy France.

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    19/237

    20 Michael Hardt

    ofrecerle al pensamiento filosfico y politico, un terreno para la investigacin contempornea.

    Examinemos brevemente los lincamientos generales deestos dos elementos centrales del proyecto de Deleuze. Elconcepto de negacin que reside en el centro del pensamiento dialctico parece proponer el desafo ms serio para cualquier teora que pretenda ser and o posthegeliana. Ladiferencia no dialctica -escribe Judith Butler- a pesar de susdiversas formas, es la labor de lo negativo que ha perdido su

    magia (op. cit. pg. 184). El concepto no dialctico de negacin que encontramos en la crtica total de Deleuze ciertamente no contiene ninguno de los efectos mgicos de ladialctica. La negacin dialctica est siempre dirigida haciael milagro de la resurreccin: es una negacin que suplantade un modo que preserva y mantiene lo que ha sido suplantado y que, en consecuencia, sobrevive a su propia suplanta

    cin (Phenomenology of Spirit 188). La negacin nodialctica es ms sencilla y ms absoluta. Sin fe en el ms all,en la eventual resurreccin, la negacin llega a constituir unmomento extremo de nihilismo: en trminos hegelianos, indica la muerte del otro. Hegel considera esta muerte pura, elSeor Absoluto, meramente como una concepcin abstracta de la negacin; sin embargo, en el mundo contemporneo,el carcter absoluto de la negacin ha llegado a ser espantosamente concreto y la resurreccin mgica implcita en la negacin dialctica se presenta apenas como una supersticin.La negacin no dialctica es absoluta, no en el sentido de quese niega todo lo presente, sino porque todo lo negado es ob jeto de un ataque total y desenfrenado. Por un lado, autorescomo Deleuze proponen este concepto no dialctico de negacin, no para promover el nihilismo, sino sencillamentecomo reconocimiento de un elemento de nuestro mundo.Podemos situar esta posicin terica en relacin con el campo de la crtica nuclear, pero no en el sentido de que las armas nucleares plantean la amenaza de negacin, sino en elsentido de que plantean el miedo universal a la muerte: staes meramente la negacin permanente de un marco hege-

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    20/237

    Introduccin 21

    liano que preserva el orden establecido. La negacin de labomba es no dialctica en su realidad, no en las oficinas de

    planificacin de Washington, sino en las calles de Hiroshima,como un agente de destruccin total. En la negacin dialctica no hay nada positivo, ninguna resurreccin mgica: espura. Por otro lado, volviendo brevemente la mirada hacia latradicin filosfica, podemos situar esta concepcin radicalde negacin en las proposiciones metodolgicas de ciertosautores escolsticos tales como Roger Bacon. La negacin

    pura es el primer momento de una concepcin precrtica:par's destruens, pars constniens. Las caractersticas que importan son la pureza y la autonoma de los dos momentos crticos. La negacin allana el terreno para la creacin; es unasecuencia bipartita que excluye toda tercera instancia, todasntesis. De ah que podamos, al menos, sealar algunas bases slidas para esta negacin no dialctica, radical: es tan

    nueva como la fuerza destructiva del arte contemporneo dela guerra y tan antigua como el escepticismo precrtico de losescolsticos.

    El carcter radical de la negacin obliga a Deleuze a abordar cuestiones del orden ms bajo, cuestiones relacionadascon la naturaleza del ser. La crtica total de Deleuze implicauna destruccin tan absoluta que se hace necesario indagarqu hace posible la realidad. Deberamos enfatizar que, porun lado, el repudio de la ontologia hegeliana no conduce aDeleuze a alguna forma de pensamiento deontolgico. Aunque niegue toda estructura preconstituida del ser o todo orden teleologico de la existencia, Deleuze opera todava en losplanos ms elevados de la especulacin ontolgica. Una vezms, rechazar la ontologia hegeliana no es rechazar la ontologia tout court. Deleuze insiste, en cambio, en alternativasque permanecen dentro de la tradicin ontolgica. No obstante, por otro lado deberamos poner mucha atencin desdeel comienzo en distinguir la posicin de Deleuze de un^i retorno heideggeriano a la ontologia, sobre todo porque Deleuze slo aceptar respuestas superficiales a la pregunta:Qu hace posible al ser? En otras palabras, nos limita a un

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    21/237

    22 Michael Hardt

    discurso ontolgico estrictamente inmanente y materialistaque niega cualquier fundamento profundo u oculto del ser.

    El ser de Deleuze no tiene nada oculto ni negativo; est plenamente expresado en el mundo. El ser, en este sentido, essuperficial, positivo y pleno. Deleuze rechaza toda interpretacin intelectualista del ser, cualquier versin que de algn modo subordine el ser al pensamiento, que postule elpensamiento como la forma suprema del ser.3A lo largo de lahistoria de la filosofa, hay numerosas contribuciones a este

    proyecto de una ontologia materialista -tales como la de Spinoza, la de Marx, la de Nietzsche y la de Lucrecio- y en nuestro anlisis aludiremos a ellas para ofrecer ilustrativos puntosde referencia. Con todo, pondremos nuestro foco en la concepcin constitutiva de la prctica que propone Deleuze como un fundamento de ontologia. La negacin radical de lapars destruensfno dialctica destaca que no disponemos de unorden preconstituido para definir la organizacin del ser. Laprctica suministra los trminos para unapars construens material; la prctica es lo que hace posible la constitucin delser. La investigacin de la naturaleza del poder le permite aDeleuze dar sustancia al discurso materialista y elevar la teora de la prctica al nivel de la ontologia. El fundamento delser reside pues, tanto en el plano corporal como en el mental, en la compleja dinmica de la conducta, en las interacciones superficiales de los cuerpos. Esta no es una prcticaterica althusseriana, sino, antes bien, una concepcin msprctica de la prctica, independiente de cualquier tendencia teoricista, una prctica prctica orientada principalmente a la esfera ontolgica antes que a la esfera epistemolgica.

    3. Trataremos extensamente el rechazo de un enfoque intelectualistadel sery las bases de una ontologia materialista, atendiendo a la interpretacin que hace Deleuze de los atributos en Spinoza (vanse las secciones 3.4y 3.5). Yo no confronto directamente la ontologia de Deleuze con la de Heidegger, pero creo que plantear esta cuestin puede ser algo muy provechoso y que merece un estudio completo y separado. Aqu slo pretendo indicarlas lneas generales de confrontacin de manera tal de ofrecer una orientacin til y situar el enfoque de Deleuze dentro de ese contexto.

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    22/237

    Introduccin 23

    La nica naturaleza accesible al discurso ontologico es unaconcepcin absolutamente artificial de la naturaleza, una na

    turaleza hbrida, una naturaleza producida en la prctica, mucho ms apartada que una segunda naturaleza, una ensimanaturaleza. Este enfoque de la ontologia es tan nuevo comoel universo infinitamente plstico de loscyborgs y tan viejo como la tradicin de la filosofa materialista.- Lo importante, alo largo de nuestra discusin, ser que los trminos tradicionalmente fundamentales -tales como necesidad, razn, natu

    raleza y ser-, aunque despojados de su fijeza trascendental,an nos sirven como fundamento porque en nuestro mundoadquieren cierta consistencia y sustancia. El ser, ahora interpretado como producto de un desarrollo histrico y materializado, est delimitado por los mrgenes exteriores de laimaginacin contempornea, del campo contemporneo dela prctica.

    Elaboro estas concepciones de la negacin no dialctica yla prctica constitutiva en la obra de Deleuze, leyendo la evolucin de su pensamiento, vale decir, siguiendo la progresinde las cuestiones crticas que guan sus investigaciones durante sucesivos perodos. La evolucin del pensamiento de Deleuze progresa a medida que el filsofo dirige su atencin, enorden secuencial, a una serie de autores pertenecientes al canon filosfico y le plantea a cada uno de ellos una cuestinespecfica. Su trabajo sobre Bergson ofrece una crtica de laontologia negativa y propone en su lugar un movimiento delser absolutamente positivo que se basa en una nocin eficiente e interna de causalidad. Al movimiento negativo de determinacin, Deleuze opone el movimiento positivo dediferenciacin; a la unidad dialctica de lo Uno y lo Mltiple,le opone la irreductible multiplicidad del devenir. Sin embargo, la cuestin de la organizacin o la constitucin del mundo, del ser del devenir, impulsa a Deleuze a plantear estascuestiones ontolgicas en trminos ticos. Nietzsche le permite transponer los resultados de una especulacin ontolgica a un horizonte tico, al campo de fuerzas, de sentido yvalor, donde el movimiento positivo del ser llega a constituir

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    23/237

    24 Michael Hardt

    la afirmacin del ser. La temtica del poder como la desarrolla Nietzsche le proporciona la transicin terica que vincula

    la ontologia bergsoniana con una tica de expresin activa.Spinoza recorre este mismo trayecto y lo extiende a la prctica. As como Nietzsche postula la afirmacin de la especulacin, Spinoza postula la afirmacin de la prctica o laalegra en el centro de la ontologia. Deleuze sostiene que lade Spinoza es una concepcin ontolgica de la prctica; esdecir, que Spinoza concibe la prctica como constitutiva del

    ser. En el mundo precrtico de la filosofa prctica de Spinoza, el pensamiento de Deleuze finalmente descubre una autonoma real de la problemtica hegeliana.

    Una leccin que nos ensea este proyecto filosfico es laimportancia de poner de relieve los matices que definen unantagonismo. Una vez que dejamos de enturbiar las cuestiones con oposiciones netas y reconocemos, en cambio, la es

    pecificidad de un antagonismo, podemos comenzar aproponer matices ms sutiles en nuestra terminologa. Porejemplo, cuando planteo la cuestin de losfundamentos delpensamiento postestructuralista, pretendo combatir la afirmacin de que este pensamiento puede caracterizarse adecuadamente como antifundamentalista. Presentar la cuestincomo una oposicin exclusiva implica, en efecto, atribuirledemasiada fuerza al enemigo y cederle demasiado terrenoterico. El postestructuralismo critica cierta nocin de fundamento, pero slo para afirmar otra nocin que es ms conveniente para sus fines. Contra un fundamento trascendentalhallamos un fundamento inmanente; contra un fundamentoteleologico determinado, hallamos un fundamento material,abierto.'* Tambin debe marcarse un matiz similar en nuestradiscusin sobre la causalidad. Cuando leemos atentamente lacrtica de la causalidad de Delcuze encontramos no slo un

    4. Recientemente algunos autores comenzaron a emplear las palabrasfundamento{foundation] y fundamcntalisinofotmdationalim) para referirse a una concepcin idealista del cimiento necesario y eterno que sustenta y determina la evolucin de los desarrollos epistemolgicos,

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    24/237

    Introduccin 25

    poderoso repudio de la causa final y la causa formal, sino adems una afirmacin igualmente potente de la causa eficiente

    como elemento central de su proyecto filosfico. La ontologia de Deleuze se inspira en la tradicin de argumentos causales y desarrolla nociones tanto de productividad como deproducibilidad del ser, esto es, de sus aptitudes para producir y para ser producido. Sostendr que la causalidad eficiente, en realidad, proporciona una clave para hacer unainterpretacin coherente de todo el discurso de Deleuze so

    bre la diferencia. Tal vez lo que mejor resuma los matices enel empleo de las palabras fundamento y causalidad sea ladistincin entre orden y organizacin. Por el orden del ser,de la verdad, de la sociedad me refiero a la estructura impuesta como necesaria y eterna desde arriba, desde fuera del escenario material de fuerzas; empleo, en cambio, la palabraorganizacin para designar la coordinacin y acumulacin deencuentros y desarrollos accidentales (en el sentido filosfico, es decir, no necesarios) procedentes desde abajo, desde elinterior del campo inmanente de fuerzas. En otras palabras,no concibo la organizacin como una huella del desarrollo nicomo la visin proyectada de una vanguardia, sino, antes bien,como una creacin o composicin inmanente de coherenciay coordinacin. En este sentido, la organizacin, la composicin de fuerzas creativas, es siempre un arte.

    oncolgicosy, en ltima instancia, ticos, y la palabra suelo[grounding] para referirse a una concepcin materialista e histrica del humus o, msapropiadamente, el sedimento geolgico que forma el contexto de nuestrasinvenciones contemporneas. Aunque esta distincin es semejante a la distincin conceptual a la que me refiero, tengo ciertas reservas acerca de lapropiedad de los trminos fundamento y suelo. Las metforas orgnicas evocadas por suelo presentan todos los problemas de una estructurao un orden natural, predeterminado. (Vase, por ejemplo, la crtica deDeleuze y Guattari de las estructuras de la raz en Introduccin: el rizoma,Mil mesetas). Adems, en el contexto especfico de nuestro estudio, elsuelo (Grund) desempea un papel de tal importancia en el sistema hegeliano (vase, por ejemplo,Sciencie of Logic, pgs. 444-78) que resulta difcildetectar cualquier diferencia que pudiera tener con fundamento.

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    25/237

    26 Michael Hardt

    A lo largo de este estudio afrontaremos problemas irresueltos y proposiciones que, aunque vigorosamente sugestivas, talvez no estn clara y rigurosamente delimitadas. No obstante,aqu no nos volvemos hacia Deleuze simplemente para hallarsoluciones a los problemas tericos contemporneos. Principalmente indagamos su pensamiento a fin de escrutar las proposiciones de una nueva problemtica a ser investigada despus dela ruptura postestructuralista, a fin de comprobar con qu firmeza pisamos en un terreno que ofrece la posibilidad de sentar

    nuevas bases de pensamiento filosfico y poltico. Lo que le pedimos a Deleuze, ante todo, es que nos ensee las posibilidadescontemporneas de la filosofa.

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    26/237

    Observacin preliminar El primer Deleuze:

    algunos principios metodolgicos

    En la Introduccin deInstincts et institutions, una coleccin de textos editada por Deleuze en 1953, podemos ver loslincamientos generales de un proyecto filosfico y poltico

    que comienza a cobrar forma como una teora de la institucin. A diferencia de las teoras de la ley que sitan lo positivo fuera de lo social (los derechos naturales) y lo social enlo negativo (la limitacin contractual), la teora de la institucin coloca lo negativo fuera de lo social (las necesidades)a fin de presentar la sociedad como algo esencialmente positivo e inventivo (medios originales de satisfaccin) (pg.ix) Esta presentacin esquemtica de una teora de la institucin ya nos ofrece dos elementos fundamentales del proyecto de Deleuze: designa el ataque contra lo negativocomo una tarea poltica y propone el objeto productivo central de la filosofa como la construccin de una sociedad puramente positiva, inventiva. Ya podemos reconocer aqu, enestado latente, una vigorosa nocin de constitucin y un sugestivo vislumbre de una teora radicalmente democrtica.Hay que admitir, sin embargo, que en esta etapa temprana,el empleo que hace Deleuze de lo negativo y lo positivoes bastante vago y, por consiguiente, la proposicin slopuede transmitir una intuicin inicial del proyecto. Uno podra intentar leer el libro de Deleuze sobre Hume,Empirismo y subjetividad, que se concentra principalmente en los

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    27/237

    28 Michael Hardt

    temas de la asociacin y la creencia, como un primer intento de abordar directamente este proyecto politico-filosofi -

    co.1No obstante, el desarrollo general del pensamiento deDeleuze no sigue inmediatamente esa lnea; es evidente quenecesita dar un extenso rodeo ontolgico antes de llegar aeste proyecto poltico positivo. No es posible crear ni el espacio ni los trminos para este proyecto constructivo sinrealizar antes una amplia operacin destructiva. Por lo tanto, el trabajo inicial de Deleuze siempre adquiere la forma

    de una crtica:pars destruens, pars construens. A lo largo de este perodo, la lnea de ataque del pensamiento de Deleuze seconcentra en un persistente e implacable asedio al hegelianismo, un ataque contra lo negativo. Hasta en el primer artculo que public cuando tena slo veintin aos, DuChrist la bourgeoisie, podemos reconocer ya el antihegelianismo como fuerza rectora de su pensamiento: despus detodo, qu caracteriza mejor a Hegel que la estricta continuidad entre el cristianismo y el pensamiento burgus? Esimportante establecer y elucidar desde el principio los trminos de este antagonismo a fin de obtener una clara perspectiva del sentido y la trayectoria de la totalidad delproyecto de Deleuze. Los diversosmots d'ordre proclamadospor Deleuze en este perodo -la destruccin de lo negativo,la afirmacin de lo positivo- pierden gran parte de su fuerza y significacin cuando no se los sita firmemente en elmarco de una ofensiva antagnica contra Hegel. Como loafirma el mismo Deleuze al leer a Nietzsche, para alcanzarla comprensin adecuada de un proyecto filosfico uno debe reconocer contra quin estn dirigidos sus principalesconceptos{Nietzsche and Philosophy 8, pg. 162). De modoque ste constituye nuestro primer principio metodolgico

    1. No quiero sugerir aqu que el libro de Deleuze sobre Hume sea dealgn modo incidental. Decid hacer cierto corte transversal a lo largo delcuerpo de la obra de Deleuze que consider particularmente productivo,pero, de ninguna manera, es el nico enfoque posible de su obra. Sencillamente hice todo lo que estuvo a mi alcance para tomar la obra de Deleuzecomo si fuera mi propia obra.

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    28/237

    Observacin preliminar 29

    para leer a Deleuze:Reconocer el objeto y los trminos del antagonismo principal.

    Con todo, el rodeo que hace Deleuze no es slo un ataque, es tambin el establecimiento de un nuevo terreno: laintuicin temprana de un proyecto poltico positivo que vacobrando forma en virtud del largo recorrido que seguiremos: de Bergson a Nietzsche y finalmente a Spinoza. Deleuze necesita una ontologia positiva para establecer una teorapositiva de la tica y la organizacin social. Este largo paso a

    travs de la historia de la filosofa occidental forja una muyvariada construccin en los planos ms elevados de la meditacin metafsica que sostiene e inspira en toda su extensinla obra de Deleuze. Ciertamente, es posible reconocer, aunen sus primeros trabajos, un deseo de apartarse de la filosofa, de alejarse de su formacin filosfica y extenderse a otroscampos: la biologa, la psicologa, el arte, las matemticas, lapoltica y la literatura. Muchos interpretan la obra de Deleuze como un repudio del pensamiento filosfico occidental y,por lo tanto como la proposicin de un discurso posfilosfi-co o posmoderno. En realidad, el mismo Deleuze ha hechonumerosas declaraciones que apoyan esa interpretacin.2Noobstante, cuando observamos atentamente sus argumentos,

    2. Brian Massumi, en mi opinin el mejor lector de Deleuze, nos suministra un ejemplo pertinente. En su prefacio aMil mesetas, Massumi est en lo correcto cuando insiste en sealar la oposicin de Deleuze a lafilosofa del Estado. Sin embargo, Massumi (y hay que admitir que a veces Deleuze tambin) tiende a exagerar el carcter central y la hegemonade la filosofa del Estado en la historia del pensamiento occidental: lafilosofa del Estado es otra expresin para designar el pensamiento repre-sentacional que ha caracterizado la metafsica occidental desde Platn enadelante (pg. xi). La metafsica occidental no debera caracterizarse deuna manera tan unvoca; la tradicin filosfica contiene en su seno alternativas radicales. Como resultado de esta simplificacin, tambin hallamos latendencia a exagerar la marginalidad de la tradicin opositora, cara a Deleuze; en otras palabras, aun cuando Lucrecio, Duns Escoto, Spinoza yotros formen una minora en el sentido de que fueron parcialmenteeclipsados por la hegemona poltico-acadmica contempornea de la filosofa del Estado (Platn, Hegel, etctera), esta minora constituye uno

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    29/237

    30 Michael Hardt

    descubrimos que su pensamiento no slo est saturado de latradicin filosfica occidental, sino que, aunque sus ejem

    plos parezcan afilosficos, la coherencia de sus posicionesy el modo de explicacin que las sustenta permanecen en losplanos lgico y ontolgico ms elevados.3 Por lo tanto, sidebemos leer la obra de Deleuze como un ataque o una traicin a ciertos elementos de la tradicin metafsica occidental, debemos entenderlo como una afirmacin de otroselementos de esa misma tradicin. En otras palabras, no po

    demos interpretar la obra de Deleuze como concebida fuera o ms all de la tradicin filosfica, ni siquiera comouna lnea efectiva de faga de ese universo; antes bien debemos verla como la afirmacin de una lnea de pensamiento(discontinua pero coherente) que se mantuvo reprimida ylatente, pero que siempre estuvo profundamente encastradadentro de esa misma tradicin. Deleuze no anuncia el fin dela metafsica, sino que, por el contrario, procura redescubrirel plano ms coherente y lcido del pensamiento metafsi-

    de los momentos ms elevados y centrales de la metafsica occidental. Loque quiero remarcar es que no deberamos minimizar la coherencia y elenorme poder de esta tradicin alternativa. En todo caso, la oposicin deDeleuze a la filosofa del Estado no debera concebirse como una oposicin a la filosofa occidentaltout court., sino, antes bien, como una afirmacin de sus elementos ms vigorosos y ms lcidos. Posiblemente a causade esta confusin, en los Estados Unidos muchos consideran errneamente a Deleuze como un pensador posmoderno.

    3. Despus de la presentacin de Deleuze titulada La mthode de dramatisation ante la Socit Franaise de Philosophie, el respetado profesorde Deleuze, Ferdinand Alqui, censur que, al basarse exclusivamente enejemplos tomados de la biologa, la psicologa y otros campos, Deleuzehaba perdido la comprensin de la especificidad del discurso propiamente filosfico. Deleuze se sinti notablemente herido por esta acusacin ydio una respuesta emocional y afectuosa: Su otro reproche me toca anms profundamente. Porque creo enteramente en la especificidad de la filosofa y le debo a usted esta conviccin (pg. 106). Lo que aparentemente comprendi mal Alqui es que aunque los ejemplos dados por Deleuzeprobablemente fueran afilosficos, su razonamiento y su explicacin sonpuramente filosficos en su sentido ms estricto.

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    30/237

    Observacin preliminar 31

    co.4 Si quisiramos insistir en su repudio de cierta forma deindagacin filosfica, deberamos plantear la proposicin de

    una manera paradjica y decir (tomando prestada una frasede Althusser) que Deleuze desarrolla una teora no filosfica de la filosofa. De todos modos, aunque en el transcursode este estudio nuestras referencias a la resonancia entre laobra de Deleuze y otras posiciones de la tradicin filosficaparecen por momento excesivas, aclaro que apelo a ellas precisamente para destacar la naturaleza propiamente filosfica

    de su pensamiento. Y aqu tenemos pues nuestro segundoprincipio metodolgico:Leer Deleuze filosficamente.El viaje de Deleuze a travs de la historia de la filosofa ad

    quiere una forma peculiar. Aun cuando sus monografas sirvencomo excelentes introducciones, nunca nos proporcionan unacondensacin general de la obra de un determinado filsofo;Deleuze prefiere en cambio seleccionar aspectos especficos

    del pensamiento del filsofo en cuestin que hagan una contribucin positiva a su propio proyecto en determinado punto.Como nietzscheano o como spinozista, Deleuze no acepta todo de Nietzsche ni todo de Spinoza. Si un filsofo presentaargumentos con los cuales podra estar en desacuerdo, Deleuze no los critica sino que sencillamente los deja fuera de suanlisis. Podra decirse entonces que Deleuze es un lectorinfiel? Ciertamente no. Si bien sus lecturas son parciales, sontambin muy rigurosas y precisas y reflejan meticulosos cuidados y gran sensibilidad en relacin con los temas escogidos; lo que Deleuze pierde en cuanto a abarcar la totalidad de

    4. Podemos ver muy claramente este aspecto en la relacin de Deleuzecon Duns Escoto: Nunca hubo sino una proposicin ontolgica: el Ser esunvoco. Nunca hubo sino ontologia: la de Duns Escoto, quien dio al Seruna voz nica. Decimos Duns Escoto porque l saba como elevar al Ser unvoco al plinto ms elevado de la sutilidad, sin dar en la abstraccin (Diffrence et rptition, pg. 52). Desde el punto de vista de la univocidad del ser,Deleuze ve la historia de la ontologia como fundamentalmente sustentadapor los argumentos de Duns Escoto, Spinoza y Nietzsche (pgs. S2-61). Unavez ms, el punto central es aqu que Deleuze no intenta apartarse de la metafsica, sino, por el contrario, procura reafirmar sus puntos ms altos.

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    31/237

    32 Michael Hardt

    un pensamiento, lo gana en intensidad de focalizacin. Enefecto, las primeras obras de Deleuze son intervencionespuntuales. Deleuze hace incisiones quirrgicas en el corpusde la historia de la filosofa. Lo cual nos conduce a nuestrotercer principio metodolgico:Reconocer la selectividad de Deleuze.

    En cada una de las etapas de esta travesa filosfica, Deleuze agrega un punto especfico que se construye sobre resultados previos y que depende de ellos. Cada una de las

    monografas filosficas de Deleuze est dirigida a una cuestin muy especfica y, observado en su conjunto, el desarrollo de estas cuestiones filosficas revela la evolucin de supensamiento. A menudo, las explicaciones que ofrece Deleuze parecen incompletas porque l da por sentados los resultados de su investigacin previa y no los repite. (Por ejemplo,como veremos luego, muchas de las declaraciones que hace

    Deleuze en favor del ataque de Nietzsche contra la dialcticapermanecen oscuras, salvo que uno lea en ellas una crticabergsoniana de un movimiento ontolgico negativo.) Porconsiguiente, los primeros trabajos de Deleuze construyenun tipo singular de historia de la filosofa en el cual los vnculos conectores dependen, no de la historiografa filosficareal, sino de la evolucin del pensamiento mismo de Deleuze. Al hablar de evolucin no pretendo sugerir una progresin unilineal o teleologica, sino ms bien una especie deproceso terico de agregacin. El nfasis en esta progresinpone de relieve el movimiento que se da en el pensamientode Deleuze y lo que surge es el proceso de la educacin filosfica de Deleuze mismo, su aprendizaje filosfico. Las lneasde este viaje educacional contribuyen a explicar el desarrollocontrahistrico Bergson-Nietzsche-Spinoza que gua al autor desde la ontologia a la tica y la poltica.5Por lo tanto, podemos postular un principio metodolgico final:Leer el pensamiento de Deleuze como una evolucin.

    5. Los lectores familiarizados con la obra de Deleuze bien podrancuestionar el orden de la evolucin que propongo (Bergson-Nietzsche-

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    32/237

    Observacin preliminar 33

    Cuando miramos la obra temprana de Deleuze en unaperspectiva histrica, como una evolucin, el hecho ms sor

    prendente es que haya escrito su primer libro cuando era anbastante joven (cuando apareciEmpirismo y subjetividad, en1953, Deleuze tena veintiocho aos) y que luego esperaraocho aos antes de publicar su siguiente libro. Ocho aospuede parecer un intervalo no demasiado extenso para algunos autores, pero para Deleuze, quien a partir de 1962 public constantemente un libro por ao, ocho aos representan

    una brecha enorme. Es como un hueco en mi vida, un hueco de ocho aos. Eso es lo que me parece interesante de lasvidas, los huecos que tienen, las lagunas, que son a veces dramticas y otras no... Tal vez sea en los huecos donde ocurreel movimiento (Signes et vnements, pg. 18). Este hueco de ocho aos en la vida intelectual de Deleuze representaen realidad un perodo de movimiento, una reorientacin

    dramtica de su enfoque filosfico. Durante este perodo, enefecto, pas del eje Hume-Bergson que caracteriza su obrams precoz a la identidad Nietzsche-Spinoza que impuls sutrabajo hacia la madurez. Para poder entender este hueco dela vida intelectual de Deleuze, debemos tratar de interpretarqu significa esa reorientacin, qu nuevas posibilidades leproporcion y cmo caracteriza la evolucin de su pensamiento.

    Spinoza) porqueEl bergsonismo (1966) de Deleuze apareci despus deNietzsche y la jilosofta (1962). Sin embargo, en un artculo anterior, La conception de la diffrence chez Bergson (1956), podemos ver que la mayorparte de la lectura que hace Deleuze de Bergson fue establecida mucho antes de que el autor dirigiera su atencin a Nietzsche. Y lo que es ms importante, descubrimos que la lectura de Bergson que ofrece Deleuze conducelgicamente a cuestiones que l intenta resolver luego en el estudio deNietzsche; a su vez, la lectura de Nietzsche revela aspectos que lo conducena estudiar a Spinoza. Esta es la trayectoria que intento trazar desde una lgica del ser a una tica y finalmente una poltica del ser. Por consiguiente,

    justificara mi proposicin de una secuencia evolutiva tanto sobre la base delorden histrico de la consideracin que hace Deleuze de los autores mencionados como de la progresin lgica trazada por su pensamiento.

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    33/237

    34 Michael Hardt

    Este foco en la evolucin de la educacin filosfica de Deleuze explica por qu decid en el siguiente estudio abordarexclusivamente su primeros escritos. En estas obras, Deleuzedesarrolla un vocabulario tcnico y un fundamento conceptual que le sirve a lo largo de toda su carrera. Las posicionesde las ltimas obras pueden parecer oscuras y hasta insostenibles, cuando no las ubicamos en el contexto de estas primeras investigaciones. En realidad, algunas de las innovacionesms espectaculares de lo que podramos llamar su obra ma

    dura -los principales textos filosficos independientes(Diferencia y repeticin y La lgica del sentido), las colaboraciones conFlix Guattari, los estudios sobre cine y sus ltimas obras-,en gran parte son reelaboraciones del conjunto de problemasdesarrollados en este perodo formativo de investigacin intensa e independiente. La profunda originalidad de la voz deDeleuze quizs se deba a que durante esos aos no sigui los

    mismos cursos que la mayora de los de su generacin.6Estees el perodo de la investigacin subterrnea de Deleuze -elperodo en el cual forj nuevas sendas, alejadas de los lugarescomunes y el candelera de los debates culturales pblicosfranceses- que quizs le permiti surgir luego a la superficieprovocando un impacto tan profundo. Si, en realidad, comosospechaba Michel Foucault, esta diferencia es la que lleg amarcar nuestro siglo, si nuestros tiempos se volvieron deleu-zianos, este primer trabajo, el del Deleuze subterrneo, ha decontener la clave de los desarrollos formativos que hicieronposible este nuevo paradigma.

    6. Aun sin un examen exhaustivo, los datos ms generales de la biografa de Deleuze, particularmente de las cosas que no hizo, indican su diferencia con respecto a casi todas las dems importantes voces de filsofosfranceses que surgieron de su generacin. Nunca fue miembro del PartidoComunista francs; no asisti a la exclusiva Ecole Normale Suprieure ynunca se sinti fascinado por la obra de Martin Heidegger.

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    34/237

    1. La ontologia bergsoniana El movimiento positivo del ser

    En la obra de Henri Bergson uno esperara encontrar unapsicologa o una fenomenologa de la percepcin. De modoque, al comienzo, puede parecer extrao que Deleuze halle

    principalmente en ella una ontologia: una lgica absolutamente positiva del ser arraigada en el tiempo. Sin embargo,como ya hicimos notar, Deleuze no avanza directamente hacia un proyecto positivo sino que primero se aproxima a l atravs de un momento crtico agresivo: Lo que Bergson lesreprocha esencialmente a sus predecesores... (La conceptionde la diffrence chez Bergson, pg. 79). Deleuze interpreta

    la obra de Bergson como una polmica contra la tradicin filosfica dominante y los defectos de sus predecesores adquieren su forma ms concentrada en la lgica de Hegel; Bergsoncritica diversos argumentos filosficos, pero Deleuze suponeque detrs de cada una de esos argumentos est Hegel, ocupando una posicin extrema, exagerada. Y, aunque no afirmaque el principal motor del pensamiento de Bergson sea unantagonismo directo contra Hegel, la lectura que hace deaqul rescata continuamente el ataque contra Hegel como supropia acometida crtica. En la perspectiva de Deleuze, Bergson no se opone a los criterios centrales relativos al ser heredados de la tradicin ontolgica -simplicidad, realidad,perfeccin, unidad, multiplicidad, etctera- sino que se concentra sobre todo en el movimiento ontolgico que, segn l,

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    35/237

    36 Michael Hardt

    ataca esos criterios. La diffrence es el trmino bergsonia-no que desempea el papel central en esta discusin del movimiento ontolgico. Deberamos prestar particular atencina este punto, porque la interpretacin de Bergson que haceDeleuze (formulada ya en 1956) es la primera pieza de un largo discurso sobre la diferencia del pensamiento francs queconstituye una piedra de toque terica para el postestructuralismo. Aqu encontramos un empleo particular y rigurosodel trmino. En la lectura de Deleuze, la diferencia de Berg

    son no se refiere principalmente a una caracterstica esencial,ni a una distincin sutil ni a un contraste esttico de cualidaden el ser real; antes bien, la diferencia (diferenciacin) marcala dinmica real del ser; es el movimiento que sustenta el ser.De ah que la diferencia de Bergson se relacione primariamente con la dimensin temporal del ser y no con la espacial.La tarea esencial que se fija Deleuze en la investigacin del

    concepto de diferencia de Bergson es doble. En primer lugar,debe utilizar la crtica de Bergson de la tradicin ontolgicapara poner de relieve la debilidad de la dialctica de Hegel ysu lgica negativa del ser, como una falsa concepcin del ser.Este ataque est dirigido contra dos momentos fundacionalesde la lgica de Hegel: la determinacin del ser y la dialcticade lo Uno y lo Mltiple. En segundo lugar, Deleuze debe ela

    borar el movimiento positivo del ser en la diferencia de Bergson y mostrar de qu modo este movimiento ofrece unaalternativa viable a la ontologia. Precisamente el momentoagresivo contra la lgica hegeliana es el que prepara el terreno para el momento productivo.

    Con todo, la obra de Deleuze sobre Bergson presenta unacomplicacin -y al mismo tiempo una oportunidad- para estudiar la evolucin del pensamiento deleuziano, pues aquel estudio se desarroll en dos perodos distintos: uno a mediados dela dcada de 1950 y otro a mediados de la siguiente. El principal resultado del primer perodo fue un artculo titulado Laconception de la diffrence chez Bergson, que fue publicadoen Les tudes bergsoniennes en 1956, pero que Deleuze escribipor lo menos dos aos antes y present a la Association des

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    36/237

    La ontologia bergsoniana 37

    amis de Bergson en mayo de 1954. Este primer artculo esmuy denso y contiene los puntos esenciales de la lectura deBergson propuesta por Deleuze, quien en ese mismo perodopublic otros dos textos sobre Bergson, ninguno de los cualesmodifica sustancialmente el primer ensayo. El primero es uncaptulo destinado a una coleccin editada por Merleau-Ponty,Les philosophes clbres (1956), y el segundo es un comentario sobre una seleccin de textos de Bergson,Memoria y vida (1957).El resultado del segundo perodo de estudio bergsoniano de

    Deleuze esEl bergsonismo, publicado en 1966. Este breve libroretoma gran parte de la argumentacin presentada en el primer artculo pero manifiesta un cambio de foco y ofrece algunos agregados muy interesantes a la interpretacin original,agregados que muestran la influencia del intenso perodonietzscheano que vivi Deleuze en los aos intermedios. Estasdos fases del estudio de Bergson proporcionan pues una exce

    lente oportunidad para interpretar la orientacin del proyectotemprano de Deleuze, porque se extienden a lo largo de un perodo que incluy no slo el trabajo sobre Nietzsche (1962), sino tambin la larga brecha sin publicar, el hueco de ochoaos que, como sugiere Deleuze, puede ser un momento deconsiderable reorientacin del proyecto.

    1.1. De t e r m i n a c i n y d i f e r e n c i a e f i c i e n t e

    La primera lectura de Bergson que hace Deleuze se sustenta en un ataque contra el proceso negativo de determinacin. El espectro que se cierne sobre esta cuestin a lo largode toda la filosofa moderna es la interpretacin y la crticaque ofrece Hegel de Spinoza. Hegel toma una frase de unade las cartas de Spinoza y, volvindola contra Spinoza mismo,la transforma en una mxima central de su propia lgica:Om- nis determinano est negatio (Science of Logic, pg. 113).1Para

    1. Aparentemente Hegel toma la cita de laCarta 50 de Spinoza a JarigJelles. F.n el originai dice:Quia ergo figura non aliud, qumn detenninatio, ir

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    37/237

    38 Michael Hardt

    Hegel, esta frase describe el proceso de determinacin y elestado del ser determinado. LaLgica comienza con el serpuro en su simple inmediatez; pero este ser simple no tieneninguna cualidad, ninguna diferencia: est vaco y es equivalente a su opuesto, la nada. Es necesario que el ser niegue activamente la nada para marcar su diferencia con ella. El serdeterminado subsume esta oposicin, y esta diferencia entreel ser y la nada que est en su esencia misma define el fundamento de las diferencias y cualidades reales que constituyen

    la realidad del ser. La negacin define este estado del ser determinado en dos sentidos: es uncontraste esttico basado enla finitud de las cualidades conflicto dinmico basado enel antagonismo de las diferencias (vase Taylor, pgs. 23337). En el primer sentido, la condicin de determinacin incluye la negacin porque las cualidades son limitadas y por lotanto contrastan con -o niegan pasivamente- aquello dife

    rente de s mismas (en el sentido de que el rojo niega el verde, el amarillo, etctera). Sin embargo, en el segundosentido, hay una negacin activa que anima la condicin dedeterminacin, porque las cosas determinadas estn en unainteraccin causal mutua. La existencia de algo es la negacinactiva de alguna otra cosa. Por consiguiente, hasta elestado dedeterminacin es esencialmente unmovimiento negativo. Esta insistencia en un movimiento negativo de determinacinest tambin en el centro de la crtica que Hegel esgrimecontra Spinoza. Puesto que el ser de Spinoza es absolutamente positivo o, para decirlo de otro modo, puesto que en Spinoza el ser puro no niega activamente nada y no procedemediante un movimiento negativo, ese ser carece de la diferencia fundamental que poda definir su existencia real. En la

    detei'minatio ?iegatio est; non poterit, ut dictum, aliud quid, quam negatio, esse". Suponer que Hegel haya modificado la cita para simplificarla y adecuarla asus propsitos no es serio; sin embargo, en su interpretacin deforma porcompleto el sentido spinoziano. Sobre un extenso anlisis de la interpretacin errada que hace Hegel del negativismo de Spinoza, vase de PierreMacherey,Hegel ou Spinoza, pgs. 141 y sigs.

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    38/237

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    39/237

    40 Michael Hardt

    es una falsa nocin de la diferencia. Por lo tanto, el proceso dedeterminacin no slo destruye la naturaleza sustancial del ser,

    adems no comprende el carcter concreto ni la especificidaddel ser real. Aqu, en el repudio de la determinacin, podemosreconocer el enfoque antihegeliano del primer trabajo de Deleuze, su reaccin contra la dialctica de la negacin. Sin embargo, en este proceso, el mtodo crtico de Deleuze adquiereuna forma interesante, pues Deleuze no ataca directamente ladialctica, sino que en realidad introduce una tercera posicin

    filosfica que ubica entre Bergson y la dialctica. Deleuze arremete contra este enemigo prximo sealando el defecto especfico que marca su insuficiencia y luego procede a mostrar queHegel, el enemigo fundamental, lleva este error al extremo. Enlos estudios sobre Bergson, Deleuze ataca el mecanicismo y elplatonismo como sus enemigos prximos y en el estudio deNietzsche introduce a Kant. La ventaja de combatir primero a

    estos enemigos prximos es que stos le ofrecen un terreno comn en el cual elaborar el ataque que luego podr extendersea la dialctica. En realidad, a medida que el pensamiento deDeleuze evoluciona, podemos ver que cada vez tiene ms dificultades para encontrar un terreno comn que le permita emprenderla contra la posicin de Hegel. Aunque lo msimportante es que este mtodo de triangulacin nos muestraque ya en esta primera obra Deleuze tiene una relacin problemtica con la oposicin. Queda claro que Deleuze arremetecontra la dialctica como el enemigo fundamental; pero estemtodo le permite adoptar una postura oblicua respecto deHegel de manera tal que no tiene necesidad de situarse en unaoposicin directa.

    Como Bergson, los mecanicistas intentan teorizar unaevolucin emprica de las diferencias del ser, pero al hacerloel mecanicismo destruye la cualidad sustancial, necesaria, delser. El enfrentamiento bergsoniano que adopta Deleuze contra el mecanicismo adquiere la forma de una curiosa proposicin: para que el ser sea necesario, debe ser indeterminado.Esta discusin de la determinacin ontolgica se transformaen un anlisis de la naturaleza de la diferencia. La forma de la

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    40/237

    La ontologia bergsoniana 41

    diferencia propuesta por el proceso de determinacin, sostiene Deleuze, siempre permanece exterior al ser y por consi

    guiente, no puede proporcionarle un fundamento esencial,necesario. Estos son los trminos que emplea Deleuze paracriticar la determinacin simple del mecanicismo: Bergsonmuestra que la diferencia vital es una diferenciainterna. Peroesa diferencia interna no puede concebirse como unadeterminacin simple: una determinacin puede ser accidental, almenos slo puede sostener a su ser en virtud de una causa, de

    un fin o de una casualidad [elle ne peut tenir son tre que dune cause, d'une fin ou dun hasard] y por lo tanto implica una subsistente exterioridad (La conception de la diffrence chezBergson, pg. 92). Una determinacin mecanicista del ser,mientras intenta trazar la evolucin de la realidad, destruye lanecesidad del ser. La diferencia externa de determinacinsiempre depende de un otro (como causa, fin o casualidad)

    y por lo tanto introduce una cualidad accidental en el ser; dicho de otro modo, la determinacin implica una mera exterioridad subsistente; no una interioridad sustancial.

    No obstante, inmediatamente la explicacin de Deleuzenos resulta enigmtica. En efecto, aqu Deleuze ha invertidolos trminos de la problemtica ontolgica tradicional. No sepregunta cmo puede el ser obtener determinacin, ni cmopuede sostener su diferencia, sino, antes bien, cmo puedela diferencia sostener a su ser[peut tenir son tre\n. Deleuzeatribuye a la diferencia un rol radicalmente nuevo. La diferencia fundamenta al ser; le suministra su necesidad, su sus-tancialidad. N o podemos entender este argumento a favor dela diferencia interna sobre la diferencia externa si no reconocemos la funcin ontolgicamente fundamental que se leasigna a la diferencia. Yo hasta sugerira que la mejor manerade entender la explicacin de Deleuze es remitindose a lasconcepciones escolsticas del carcter ontolgicamente central de la causalidad y la productividad del ser.2 En muchos

    2. La obra de los escolsticos (de Roger Bacon y Duns Escoto a Guillermo de Occam y, mucho despus, Francisco Surez) da una importancia

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    41/237

    42 Michael Hardt

    aspectos, Deleuze interpreta la ontologia bergsoniana cornoun escolasticismo en el que se ha reemplazado el discurso sobre la causalidad por un discurso de la diferencia.3No tenemos que apartarnos mucho del texto para advertir que laafirmacin de que la determinacin slo puede sostener a suser en virtud de una causa, un fin o una casualidad constituye un ataque contra tres concepciones de la causalidad queresultan inadecuadas como fundamento del ser: (1) material:una causa puramente fsica que provoca un efecto externo; (2)

    final: una causa que se refiere al fin o el objetivo en la produccin de su efecto; (3) accidental: una causa que tiene una

    ontolgica fundamental a la causalidad y a la productividad del ser. Lo queconsidero ms importante, en relacin con la obra de Deleuze, es el modode razonamiento ontolgico-escolstico y los criterios que establece parael ser. El poder, la necesidad, la perfeccin, la realidad y la univocidad delser son todos criterios que se establecieron mediante argumentos causales;la esencia divina es una capacidad productiva; existe como la causa primera, la causa eficiente de todo. (Occam agrega que Dios es no slo la causaeficiente, sino tambin la causa inmediata de todo.) Como lo explica Etienne Gilson respecto de Duns Escoto, en la base de la ontologia escolsticaestn las propiedades complementarias del ser: causalidad y producibi-lidad o as aptitudes para producir y ser producido(La philosophie au Moyen Age, pg. 595). En el transcurso de estas discusiones ontolgicas, los

    escolsticos fueron muy meticulosos en cuanto a elaborar y observar losprincipios de causalidad. Algunos de estos principios resultarn muy provechosos en nuestro anlisis: (1) un efecto no puede tener ms perfeccinni realidad que su causa; (2) algo no puede ser la causa necesaria de otra cosa que est fuera de s. Finalmente, si bien la causa eficiente es esencial para probar la existencia de Dios, los escolsticos en general mantienen loscuatro gneros de causa heredados de Aristteles (material, formal, eficiente y final) como las causas reales, aun cuando cambien significativamenteel sentido de los gneros. Sobre un anlisis detallado de los gneros de causa, vase de Francisco Surez,Disputaciones metafsicas, Disputacin XII,Seccin III.

    3. Por supuesto, no resulta sorprendente que hallemos resonancias escolsticas en el estudio sobre Bergson de Deleuze, teniendo en cuenta tanto el inters de Deleuze en los escolsticos (particularmente en DunsEscoto) como el amplio conocimiento de Aristteles que tena Bergson.Bergson escribi su tesis de latn sobre el concepto de lugar en Aristteles.

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    42/237

    La ontologia bergsoniana 43

    relacin completamente contingente con su efecto. Lo esencial en cada caso es que la causa contina siendo exterior a su

    efecto y, por consiguiente, slo puede sustentar laposibilidad del ser. Para que el ser sea necesario, la causa ontolgica fundamental debe ser interna a su efecto. Esta causa interna es lacausa eficiente que ocupa un lugar central en los fundamentosontolgicos escolsticos. Adems, slo la causa eficiente, precisamente en virtud de su naturaleza interna, puede sostener alser como sustancia, comocausa su i* En el contexto bergsonia-

    no, podramos decir pues que la diferencia eficiente es la quefunciona como el motor interno del ser: sostiene la necesidady la sustancialidad real del ser. A travs de esta dinmica productiva interna, el ser de la diferencia eficiente escausa sui. Ladeterminacin del mecanicismo no puede desempear estafuncin porque est constituida por una causalidad material,externa. Aqu deberamos destacar que el argumento de De

    leuze ciertamente no es una crtica de la causalidadtout court,sino, antes bien, un rechazo de las concepciones externas de lacausa a favor de una nocin interna, eficiente.

    4. En Spinoza encontramos dos modificaciones importantes de esta relacin escolstica entre ser y causalidad: (1) Dios no es una causa primerasin causa, sino que es la causa de s mismo,causa sui-, (2) slo las causas efi

    cientes se aceptan como causas reales. Spinoza hereda el primer cambio deDescartes y Etienne Gilson explica claramente cmo esta modificacin dela doctrina escolstica no es tanto una divergencia como un refinamientodel razonamiento escolstico que permite intensificar la estrecha relacinentre causalidad y ser rea). Si todo tiene una causa, Dios tiene una causa;si Dios no tuviera una causa, no podra decirse que todo tiene una causa y,en consecuencia, no podra probarse la existencia de Dios por el principiode causalidad. Es por ello que la prueba cartesiana, en lugar de ser la prueba de una causa primera que no tiene ninguna causa, es la prueba de unacausa primera que es la causa de s mismo; [Descartes] reemplaza el Diosescolstico deaccin pura por el Dios que escausa sui que luego ser retomado por Spinoza(Discours de ia mthode, edicin de Gilson, pg. 327). Lasegunda modificacin que hallamos en Spinoza, el repudio de las causasformal y final, est dirigida contra Descartes. VaseEtica 34-36 y IApndice (Sobre una explicacin de la abreviaturas empleadas en las referencias a las obras de Spinoza, vase el captulo 3, nota 4).

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    43/237

    44 Michael Hardt

    Despus de haber establecido los trminos del ataquecontra la diferencia externa de la determinacin mediante la

    crtica del mecanicismo, Deleuze arremete contra Platn, unsegundo enemigo prximo, a fin de refinar ese ataque. Deleuze reconoce que Platn comparte con Bergson el proyecto de construir una filosofa de la diferencia (La conceptionde la diffrence chez Bergson, pg. 95), pero lo que combate en l es el principio de finalidad. Una vez ms, la crtica seconcentra en la naturaleza externa de la diferencia y la medi

    da son los criterios ontolgicos. En Bergson hay un motorinterno (Bergson lo llama intuicin) que impulsa la diferencia, en tanto que en Platn esta funcin le corresponde sloa una inspiracin externa procedente de la'finalidad: la diferencia de la cosa slo puede explicarse en virtud de su destino, el Bien (pg. 95). Si traducimos esta idea al discursocausal, podemos decir que Platn trata de fundar el ser en la

    causa final. Aunque Bergson, como Platn, concibe las articulaciones de la realidad en trminos de funciones y fines, enBergson no hay ninguna separacin entre la diferencia y lacosa, entre la causa y el efecto: La cosa y su correspondiente fin son en realidad uno y lo mismo [...] Ya no podemos hablar de un fin: cuando la diferencia ha llegado a ser la cosamisma, ya no queda ninguna posibilidad de decir que la cosarecibe su diferencia de un fin (pg. 96). Nuevamente, la discusin de la diferencia es perfectamente coherente con un argumento ontolgico causal: se seala el contraste entre ladiferencia eficiente de Bergson y la diferencia final de Platn.La clave de la argumentacin termina por residir, como ocurri en el caso del mecanicismo^ en la necesidad de que la diferencia sustente una naturaleza sustancial* en su centralidadontolgica. Bergson presenta la diferencia comocausa sui, sostenida por una dinmica interna, mientras que la diferencia dePlatn debe necesariamente basarse en el apoyo externo de lafinalidad. Por lo tanto, la diferencia de Platn no es capaz desustentar al ser en su sustancialidad ni en su necesidad.

    Esta explicacin de los defectos del mecanicismo y el platonismo nos ofrece un medio de comprender la distincin

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    44/237

    La ontologia bergsoniana 45

    bergsoniana -que Deleuze considera tan importante- entrediferencias de naturaleza y diferencias de grado . Lo que

    Bergson les reprocha esencialmente a sus predecesores es nohaber visto las diferencias reales de naturaleza... Donde habadiferencias de naturaleza, slo reconocan diferencias de grado (pg. 79). A veces parecera como si Deleuze y Bergsonestuvieran empleando estos trminos para distinguir entrediferencias cualitativas y diferencias cuantitativas, pero estainterpretacin resulta inadecuada especialmente teniendo encuenta el consenso generalizado sobre la originalidad de estaconcepcin en la historia de la filosofa. Obtenemos unaperspectiva mucho ms clara si nos remitimos, una vez ms,a la tradicin de los argumentos causales escolsticos: las diferencias de naturaleza son aquellas diferencias que implicannecesidad y sustancia, que corresponden a lascausee per se escolsticas; en cambio, las diferencias de grado son aquellasque implican accidentes,causa per accidens} Concebir la diferencia interna como tal, como diferencia interna pura, llegar a un concepto puro de diferencia, elevar la diferencia alnivel de lo absoluto: ste es el sentido del esfuerzo de Bergson (pg. 90). Si bien el mecanicismo y el platonismo lograron concebir la diferencia, slo llegaron a las diferenciascontingentes(per accidens)-, la concepcin de Bergson de la diferencia interna nos lleva a reconocer las diferencias sustanciales(per se).

    No obstante, el hegelianismo es el blanco fundamentalque encontramos en la base de cada una de estas crticas; Hegel es el nico que lleva la exterioridad de la diferencia al extremo. Basndose en ciertos textos de Bergson, uno hastapuede prever las objeciones que le hara a una dialctica de tipo hegeliano, posicin de la que Bergson est an ms aleja

    do que de la de Platn (pg. 96). Uno podra esperar que,despus de presentar como introduccin la crtica de la fina-

    5. Duns Escoto establece una divisin bsica entrecausa per se, que estn ordenadas esencialmente, ycausa per accidens que estn ordenadas accidentalmente. VasePhilosophical Writings, pg. 40.

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    45/237

    46 Michael Hardt

    lidad platnica, Deleuze lanzara un ataque contra la causa final y la teleologa de Hegel y, en efecto, ya tena a su disposicin las armas para emprender un ataque de esta naturaleza.Pero, en cambio, Deleuze dirige nuevamente su inters alproceso de determinacin y al movimiento negativo bsicode la dialctica, al momento fundador de la lgica de Hegel:E n Bergson... la cosa difiere de s mismaprimero, inmediatamente. De acuerdo con Hegel, la cosa difiere de s misma porque primero difiere de todo lo que no es (pg. 96). En

    Bergson, la cosa difiere inmediatamente de s misma; dichode otra manera, la diferencia de la cosa se sostiene medianteuna produccin interna, eficiente. El defecto que compartenel mecanicismo y el platonismo es que ambs conciben la diferencia como algo que depende de un sostn externo; sinembargo, cada uno identifica sustentos exteriores especficos(en el caso del mecanicismo, una cosa material externa, y en

    el caso de Platn, una funcin o finalidad) y, por ende, en cada caso la exterioridad de la diferencia es limitada. La dialctica hegeliana, en cambio, lleva la diferencia externa alextremo, a la exterioridad absoluta, hasta la contradiccin.La dialctica hace diferir la cosa de otro ilimitado, de todolo que ella no es: sta es una exterioridad absoluta. En efecto, si ignoramos la cuestin de la historiografa, Hegel parece reunir los defectos del mecanicismo y del platonismo yrepetirlos en su forma ms pura, al llevar la diferencia externa al extremo.

    La crtica bergsoniana es evidente cuando ponemos elacento en la causalidad implicada por la dialctica. Desde losprimeros momentos de laciencia de la lgica -desde el ser puro a la nada y al ser determinado- la dialctica est constituida por una dinmica en la cual la causa es absolutamenteexterior a su efecto: sta es la esencia de una dialctica decontradiccin. El proceso de la mediacin en el opuesto depende necesariamente de una causalidad externa. Como tal,la lgica del ser de Hegel es vulnerable a una rplica escolstica: una concepcin del ser basada en una causa externa nopuede sustentar la necesidad o sustancialidad del ser porque

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    46/237

    La ontologia bergsoniana 41

    una causa exterior a su efecto no puede ser necesaria; las sucesivas mediaciones externas que fundan el ser dialctico no

    pueden constituircausa per se, sino que, antes bien, deben reconocerse comocausa per accidens. De ah que, en virtud de lacontingencia de este movimiento causal externo, el ser de ladialctica es el caso extremo de una exterioridad subsistente.El punto central de un ataque bergsoniano contra el conceptohegeliano de mediacin dialctica es pues que este conceptono puede sustentar al ser como necesario y sustancial.

    La dialctica hegeliana, al igual que el mecanicismo y elplatonismo, no slo introduce el accidente en el ser, sino queno llega a discernir el carcter concreto y la singularidad delser: Allora bien, si la objecin que poda plantear Bergsoncontra el platonismo era que adhera a una concepcin dela diferencia que contina siendo externa, la objecin que formulara una dialctica de las contradicciones es que adopta una concepcin dela diferencia que es slo abstracta (pgs. 96-97). Lalgica de este ataque adicional no resulta inmediatamentetransparente. Cmo se puede inferir que la diferencia de ladiferencia dialctica es abstracta meramente por el hecho deque su sostn sea absolutamente externo? Deleuze respaldaesta afirmacin citando palabras de Bergson referentes a lalgica de la percepcin externa. Difcilmente haya una realidad concreta de la cual se pueda obtener al mismo tiempodos visiones opuestas y que consecuentemente abarque losdos conceptos antagnicos... Esta combinacin (de dos conceptos contradictorios) no puede presentar ni una diversidadde grado ni una variedad de formas: es o no es (pgs. 96-97,citado deLa Pense et le Mouvant, pgs. 198 y 207). Tambinaqu, el argumento se comprende ms claramente atendiendo a la causalidad. Primero, Bergson sostiene que una dialc

    tica de opuestos contina siendo una mera combinacin dedos trminos, no una sntesis, porque los trminos siguensiendo recprocamente exteriores y, por lo tanto, no puedenformar una cadena causal coherente, necesaria. Esta acusacin aparece respaldada una vez ms por el principio de queuna causa externa no puede ser necesaria. Segundo, Bergson

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    47/237

    48 Michael Hardt

    afirma que el resultado de esta combinacin de conceptosabstractos no puede producir algo concreto y real. Esta ase

    veracin se basa en otro principio fundamental de la causalidad: un efecto no puede contener ms realidad o perfeccinque su causa. El corazn del ataque bergsoniano contra elconcepto hegeliano de sntesis dialctica es pues que su resultado debe continuar siendo contingente y abstracto.

    Hasta este momento hemos considerado el ataque bergsoniano de Deleuze contra el movimiento ontolgico negativo

    de Hegel tal como fue presentado en la primera fase del estudio sobre Bergson realizado por Deleuze y principalmenteen el primer artculo La conception de la diffrence chezBergson . Deleuze atribuy a la diferencia un rol ontolgicamente fundamental y luego construy una escala para evaluardiversas concepciones de la diferencia basndose en la capacidad de tales concepciones de cumplir aquel rol. Hem os vis

    to que, a causa de las exigencias ontolgicas que le soninherentes, la discusin de Deleuze sobre la diferencia puedeentenderse con mayor claridad si se la relaciona continuamente con un discurso escolstico sobre la causalidad. La diferencia interna de Bergson, al presentarse como unacausalidad eficiente, abarca las diferencias de naturaleza o lasdiferencias que dan sustento a la sustancia en su necesidad yen su realidad; la diferencia externa presentada por los enemigos prximos, el mecanicismo y el platonismo, slo es capaz de contener las diferencias de grado que no puedensustentar al ser como necesario; finalmente, la dialctica hegeliana, al optar por un movimiento negativo absolutamenteexterno, no puede captar ni las diferencias de naturaleza ni las

    ) diferencias de grado: el ser de la dialctica no slo continasiendo contingente, tambin es abstracto. Lo que no contiene ni grados ni matices es una abstraccin (pg. 97).6El mo-

    6. El anlisis de Deleuze implcitamente establece una divisin fundamental en la tradicin filosfica que aparece histricamente como un antagonismo cada vez ms radical entre platonismo y aristotelismo. Por unlado, Hegel hereda los errores de la ontologia platnica y los exagera lie-

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    48/237

    La ontologia bergsoniana 49

    vimiento negativo de la determinacin dialctica, si bien pretende establecer las bases de una diferencia real, en realidadignora de plano la diferencia. Deleuze se las ha arreglado para invertir por completo el argumento de Hegel a favor de ladeterminacin. Hegel propone el movimiento negativo de determinacin basndose en una crtica al movimiento positivode Spinoza segn la cual ste resulta abstracto e indiferencia-do; aqu, sin embargo, basndose en la argumentacin ontolgica clsica, Deleuze vuelve contra Hegel la imputacin de

    abstraccin y sostiene que la determinacin dialctica ignorala diferencia: Se ha sustituido la diferencia por el juego de ladeterminacin (pg. 96). El proyecto antagnico contra Hegel es evidentemente la fuerza rectora de este argumento.Cuando Deleuze sostiene que la diferencia vital no slo no esuna determinacin, sino que, antes bien, es lo contrario: dadala eleccin, podra ser la indeterminacin misma (pg. 92), es

    muy claro contra quin estn dirigidos estos conceptos. Enrealidad, la aceptacin del trmino indeterminacin paradescribir la diferencia de Bergson debera entenderse principalmente como una refutacin del movimiento negativo de ladialctica. Aqu es interesante hacer notar que este primer artculo es la nica ocasin en la que Deleuze ataca directamente la dialctica hegeliana en sus propios trminos y tal vez por

    esa razn sea sta su crtica ms potente. Mucho despus,cuando Deleuze vuelve a atacar la dialctica en la segunda fose del estudio de Bergson, en su obra sobre Nietzsche o enDiferencia y repeticin, siempre acomete contra una extrapolacino una derivacin de la dialctica.

    Con todo, esta hase antagnica directa ya plantea un serioproblema: la oposicin radical a la dialctica para obligarnosa interpretar el ser bergsoniano como indeterminado en el

    vndolos al extremo. Por otro lado, los escolsticos y Bergson perfeccionancontinuamente la lgica aristotlica del ser. Un esquema muy lineal de lahistoria de la filosofa sugiere aqu que existe pues un eje de Platn a Hegel y otro eje, orientado en una direccin por completo diferente, de Aristteles a los escolsticos y de stos a Bergson.

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    49/237

    50 Michael Hardt

    sentido hegeliano. Sin embargo, luego descubrimos que lasaseveraciones de Hegel sobre los atributos del estado del ser

    determinado -calidad, finitud y realidad- son las mismas quecorresponden al ser de la diferencia interna bergsoniana.7D eleuze siente la necesidad de corregir esta falsa impresin, advirtindonos que no debemos confundir la indeterminacinbergsoniana con la irracionalidad o la abstraccin. Cuando[BergsonJ habla de determinacin no nos invita a abandonarla razn, sino que nos insta a llegar a la razn verdadera de la

    cosa en el proceso de autocreacin, la razn filosfica que noes determinacin sino diferencia (Bergson, pg. 299). Descubrimos, en realidad que la indeterminacin de Bergsonpoco tiene que ver con la determinacin de Hegel y que serelaciona ms bien con una idea de la creatividad y la originalidad del ser real: l'imprvisible, lo imprevisible. El trminoque emplea Bergson no coincide con el de Hegel ni es suopuesto. Luego volveremos sobre estos aspectos especficosde la ontologia positiva de Bergson; por el momento, basta reconocer la fuerza y las consecuencias iniciales de la base antagnica del argumento de Deleuze.

    7. A estas alturas, podra parece que el antagonismo real entre Bergsony Hegel estriba, no tanto en las declaraciones relativas a los estados del ser(condicin determinada y diferencia), sino en los procesos que pretendenalcanzar esos estados (determinacin y diferenciacin). Esta lnea de razonamiento puede conducirnos a decir que Bergson adopta los fines de Hegel pero critica sus medios. No obstante, este intento de distinguir elproceso del estado alcanzado es una deformacin tanto de Hegel como deBergson. Como ya lo hemos hecho notar, en Hegel el estado de condicindeterminada no slo se basa en un proceso de negacin sino que est constituido por el movimiento continuo de esta dinmica. De modo similar, ladiferencia de Bergson se refiere no a un esencia esttica, sino a un movimiento continuo en el tiempo. Tanto Hegel como Bergson presentan filosofas del tiempo en las cuales no es posible hacer ninguna distincinefectiva entre estado y proceso.

  • 8/9/2019 236421175 231023324 Hardt Gilles Deleuze Un Aprendizaje Filosofico

    50/237

    La ontologia bergsoniana 51

    1.2. L a m u l t i p l i c id a d e n e l p aso d e l a c u a l id a dA LA CANTIDAD

    A mediados de la dcada de 1960, al retomar su estudiosobre Bergson para escribirEl bergsonisme, Deleuze vuelve aapelar a muchos de sus primeros argumentos, pero su basepolmica cambia levemente. El anlisis an contiene un ataque contra el movimiento negativo de determinacin, peroahora la crtica central apunta principalmente al problema de

    lo Uno y lo Mltiple. Sin embargo, esta reorientacin no implica de ningn modo un apartamiento del primer anlisis; setrata sencillamente de una progresin: podemos imaginarque Deleuze slo continu su lectura de La doctrina del seren la Ciencia de la Lgica de Hegel y pas del captulo 2 sobreel ser determinado al captulo 3 sobre la construccin del ser-para-s a travs de la relacin dialctica de lo Uno y lo Ml

    tiple. La oposicin a la problemtica ontolgica de Hegelcontina proporcionando an la dinmica para la exposicinque ofrece Deleuze de la posicin de Bergson: es como si Deleuze hubiese descendido sencillamente a un nivel ms profundo en la lgica del ser de Hegel, en la estrec