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24 MONTEVIDEO, 10 DE DICIEMBRE DE 2009 Estando en vísperas de Janucá, hablemos un poco sobre las celebra- ciones públicas que realiza Beit Jabad todos los años en dicha festividad, en las cuales se reúnen centenares de par- ticipantes de todas las edades para par- ticipar del nutrido programa. ¿Por qué se hace de esa manera, con tanto bochinche? ¿Qué objetivo tienen? ¿Acaso no es la expresión religiosa algo muy personal que tendría que expresar- se exclusivamente en el ámbito de la casa o en el ámbito de la comunidad? ¿Por qué salir a la calle a encender una Meno- rá en forma pública? El comienzo de todo esto está en el Talmud (Shabat 21b) donde nos encomienda que prendamos la Me- norá de Janucá en la puerta de la casa que da hacia la calle, y si uno vive en un piso alto tiene que prender la Me- norá en la ventana que da hacia la calle. O sea, el concepto de la celebra- ción de Janucá en sí es publicitar los milagros de Janucá, principalmente el que ocurrió con el aceite que duró ocho días en lugar de uno solo. La idea, promovida por el Rebe de Lubavitch, de encender la Menorá Pú- blica en la calle es simplemente una ex- tensión y ampliación de un concepto esencial de Janucá: no sólo iluminar la oscuridad espiritual de la calle con la luz de la Menorá, sino transformar a la calle misma en una fuente de luz espiritual. Hace 25 años que se realiza dicho acto en el Uruguay todos los años. La primera vez, en 1986, se prendió en la placita de Juan Zorrilla de S. Martín (Villa Biarritz) con la participación del Intendente de Montevideo, Juan José Elizalde. En 1991 subió a prender la Menorá el Sr. Presidente de la Repú- blica, Dr. Luis Alberto Lacalle. Duran- te varios años se prendió la Menorá en la placita situada en la intersección de Av. Brasil y Cavia. Finalmente se trasladó a la Plaza Trouville donde se realiza el encendido todos los años. Durante su período al frente de la I.M.M. nos acompañó todos los años en el encendido el Sr. Intendente Arq. Mariano Arana. La Menorá de Montevideo tiene mucha competencia. Hay miles de Janukiot públicas encendidas por Ja- bad en todas partes del mundo. Mu- chas se destacan por una variedad de razones: 1) creatividad (hay janukiot gigantes hechas de hielo, chocolate, lego y lo que se le ocurra al Shliaj lo- cal); 2) siendo la primera en encender- se en el mundo; 3) siendo la última en encenderse en el mundo; 4) siendo la más sureña; 5) la más norteña, etc. La Menorá de Montevideo se destaca - por ahora - por dos cosas: 1) Es la úni- ca Menorá Pública que haya sido en- cendido por el Presidente del país; 2) Es la Menorá cuyo encendido ha go- zado de mayor presencia de público en el mundo (!) al coincidir Janucá con la “Noche de las Luces”, en la cual cientos de miles de transeúntes en la Rambla presenciaron el encendido lue- go de los fuegos artificiales. La Menorá de Punta del Este es también un clásico, asegurando que el balneario no quede sin luz... * * * Quiero compartir aquí algunas anécdotas que ocurrieron a lo lar- go de estos años en torno a di- chas celebraciones… La primera vez que prendimos la Menorá en Villa Biarritz, en 1986, re- sultó ser algo realmente revoluciona- rio. Hubo gente asustada que nos de- cía: ¡¿qué van a decir los gentiles…?! “Les voy a decir lo que dicen,” respondí. “El que vino a filmar el evento para el noticiero, me dijo: ‘Te quiero agradecer.’ ‘¿Por qué?’ le pregunté. ‘Porque nosotros sabemos que los judíos son diferentes pero no sabemos en qué, ni qué, ni cómo, ni cuándo… Son medio misteriosos... Usted salió pú- blicamente, prendió su candelabro, ex- plicó qué significado tiene y nos pare- ció muy interesante... Compartió con nosotros lo que ustedes piensan, creen y hacen... Así que, ¡gracias!’ “Esto es lo que me dicen los gentiles ..” ¿A quién le puede molestar que alguien quiera compartir algo lindo con ellos? Otra anécdota la viví en Punta del Este. Era un día de Janucá cuan- do un hombre se me acerca y me dice: “Te tengo que agradecer.” “¿Por qué?” le pregunté. “Porque mi hijo me venía mo- lestando que quería tener un árbol JANUCA EN LA CALLE Y CON LA CALLE Rabino Eliezer Shemtov Parte del público presente en la celebración pública de Janucá el año pasado. Se ve la Banda Musical de la Escuela Nacional de Policía preparándose para interpretar diferentes composiciones nacionales como también tradicionales judías. El Rabino Eliezer Shemtov y el Sr. Embajador de Israel en el Uruguay, don Ioel Barnea bailando en la celebración de Januca en Plaza Trouville el año pasado. Roji Shemtov entreteniendo a los niños con un sevivon gigante en la plaza trouville el año pasado de Navidad… ‘Quiero un árbol de Navidad, Papá, quiero un árbol de Navidad…’ y no podía pararlo. Sali- mos de la sinagoga de la Parada 1 para ir a casa y mi hijo empieza de vuelta: ‘Papá, quiero un árbol de Navidad, quieeeeeeero un árbol de Navidaaaaaaaaad’… De repente, al llegar a la esquina, paró y, apuntan- do a la Menorá pública, me dijo: ‘¡Papá! ¡Mirá! ¡Una Menorá!’ y des- de entonces nunca más escuché de mi hijo sobre árboles de Navidad...” El chico, al ver su identidad ex- presada públicamente en un lugar prestigioso, se sintió identificado y ya no tenía por qué sentirse achica- do frente a todas las luces artificia- les que abundaban por doquier. Ha- bía una hermosa Menorá que refle- jaba publicamente su identidad y sin vergüenza ni miedo... Son estas nada más que dos anéc- dotas entre muchas sobre individuos en quienes la Menorá pública les ayu- dó a prender su llama interior. Nos vemos este lunes en la Pla- za Trouville a las 19.00 hs.

24 DE DICIEMBRE DE 2009 JANUCA EN LA CALLE Y CON LA CALLE

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24 MONTEVIDEO, 10 DE DICIEMBRE DE 2009

Estando en vísperas de Janucá,hablemos un poco sobre las celebra-ciones públicas que realiza Beit Jabadtodos los años en dicha festividad, enlas cuales se reúnen centenares de par-ticipantes de todas las edades para par-ticipar del nutrido programa.

¿Por qué se hace de esa manera, contanto bochinche? ¿Qué objetivo tienen?¿Acaso no es la expresión religiosa algomuy personal que tendría que expresar-se exclusivamente en el ámbito de la casa

o en el ámbito de la comunidad? ¿Porqué salir a la calle a encender una Meno-rá en forma pública?

El comienzo de todo esto está enel Talmud (Shabat 21b) donde nosencomienda que prendamos la Me-norá de Janucá en la puerta de la casaque da hacia la calle, y si uno vive enun piso alto tiene que prender la Me-

norá en la ventana que da hacia lacalle. O sea, el concepto de la celebra-ción de Janucá en sí es publicitar losmilagros de Janucá, principalmente elque ocurrió con el aceite que duróocho días en lugar de uno solo.

La idea, promovida por el Rebe deLubavitch, de encender la Menorá Pú-blica en la calle es simplemente una ex-tensión y ampliación de un conceptoesencial de Janucá: no sólo iluminar laoscuridad espiritual de la calle con la luz

de la Menorá, sino transformar a la callemisma en una fuente de luz espiritual.

Hace 25 años que se realiza dichoacto en el Uruguay todos los años.La primera vez, en 1986, se prendió enla placita de Juan Zorrilla de S. Martín(Villa Biarritz) con la participación delIntendente de Montevideo, Juan JoséElizalde. En 1991 subió a prender la

Menorá el Sr. Presidente de la Repú-blica, Dr. Luis Alberto Lacalle. Duran-te varios años se prendió la Menoráen la placita situada en la intersecciónde Av. Brasil y Cavia. Finalmente setrasladó a la Plaza Trouville donde serealiza el encendido todos los años.Durante su período al frente de laI.M.M. nos acompañó todos los añosen el encendido el Sr. Intendente Arq.Mariano Arana.

La Menorá de Montevideo tienemucha competencia. Hay miles deJanukiot públicas encendidas por Ja-bad en todas partes del mundo. Mu-chas se destacan por una variedad derazones: 1) creatividad (hay janukiotgigantes hechas de hielo, chocolate,lego y lo que se le ocurra al Shliaj lo-cal); 2) siendo la primera en encender-se en el mundo; 3) siendo la última enencenderse en el mundo; 4) siendo lamás sureña; 5) la más norteña, etc. LaMenorá de Montevideo se destaca -por ahora - por dos cosas: 1) Es la úni-ca Menorá Pública que haya sido en-cendido por el Presidente del país; 2)Es la Menorá cuyo encendido ha go-zado de mayor presencia de públicoen el mundo (!) al coincidir Janucá conla “Noche de las Luces”, en la cualcientos de miles de transeúntes en laRambla presenciaron el encendido lue-go de los fuegos artificiales.

La Menorá de Punta del Este estambién un clásico, asegurando queel balneario no quede sin luz...

* * *Quiero compartir aquí algunas

anécdotas que ocurrieron a lo lar-go de estos años en torno a di-chas celebraciones…

La primera vez que prendimos laMenorá en Villa Biarritz, en 1986, re-sultó ser algo realmente revoluciona-rio. Hubo gente asustada que nos de-cía: ¡¿qué van a decir los gentiles…?!

“Les voy a decir lo que dicen,”respondí. “El que vino a filmar elevento para el noticiero, me dijo:

‘Te quiero agradecer.’ ‘¿Por qué?’ le pregunté. ‘Porque nosotros sabemos que los

judíos son diferentes pero no sabemosen qué, ni qué, ni cómo, ni cuándo…Son medio misteriosos... Usted salió pú-blicamente, prendió su candelabro, ex-plicó qué significado tiene y nos pare-ció muy interesante... Compartió connosotros lo que ustedes piensan, creeny hacen... Así que, ¡gracias!’

“Esto es lo que me dicen losgentiles ..”

¿A quién le puede molestar quealguien quiera compartir algo lindocon ellos?

Otra anécdota la viví en Puntadel Este. Era un día de Janucá cuan-do un hombre se me acerca y me dice:

“Te tengo que agradecer.” “¿Por qué?” le pregunté. “Porque mi hijo me venía mo-

lestando que quería tener un árbol

JANUCA EN LA CALLE Y CON LA CALLERabino Eliezer Shemtov

Parte del público presente en la celebración pública de Janucáel año pasado. Se ve la Banda Musical de la Escuela Nacional

de Policía preparándose para interpretar diferentescomposiciones nacionales como también tradicionales judías.

El Rabino Eliezer Shemtov y el Sr. Embajador de Israel en elUruguay, don Ioel Barnea bailando en la celebración de Januca

en Plaza Trouville el año pasado.

Roji Shemtov entreteniendo a los niños con un sevivongigante en la plaza trouville el año pasado

de Navidad… ‘Quiero un árbol deNavidad, Papá, quiero un árbol deNavidad…’ y no podía pararlo. Sali-mos de la sinagoga de la Parada 1para ir a casa y mi hijo empieza devuelta: ‘Papá, quiero un árbol deNavidad, quieeeeeeero un árbol deNavidaaaaaaaaad’… De repente, alllegar a la esquina, paró y, apuntan-do a la Menorá pública, me dijo:‘¡Papá! ¡Mirá! ¡Una Menorá!’ y des-de entonces nunca más escuché demi hijo sobre árboles de Navidad...”

El chico, al ver su identidad ex-

presada públicamente en un lugarprestigioso, se sintió identificado yya no tenía por qué sentirse achica-do frente a todas las luces artificia-les que abundaban por doquier. Ha-bía una hermosa Menorá que refle-jaba publicamente su identidad y sinvergüenza ni miedo...

Son estas nada más que dos anéc-dotas entre muchas sobre individuosen quienes la Menorá pública les ayu-dó a prender su llama interior.

Nos vemos este lunes en la Pla-za Trouville a las 19.00 hs.