15
39 3.1 La educación constituye un derecho humano básico, un derecho de todos los ciudadanos. Un bien de por sí, la educación también es un medio para aumentar el bienestar. El capital humano perfila el camino de la transición de los jóvenes hacia la adultez: convertirse en trabajadores productivos y competiti- vos a nivel mundial, en padres receptivos y afectuosos, en ciudadanos informados y líderes comunitarios. El abandono temprano de la escuela, con frecuencia por razones ajenas a la voluntad de los jóvenes, puede limitar las oportunidades y derivar en un bienestar permanentemente inferior y en un aprendizaje limita- do durante toda la vida. La educación también es clave para romper el ciclo de pobreza intergeneracional, y constituye una protección contra muchos otros ries- gos que pueden dificultar la transición de los jóvenes “Lo que suele ocurrir es que uno tiene un trabajo que sabe que sólo durará tres meses, y piensa 'Bueno, empiezo a estudiar el próximo semestre'. Pero llega el momento y te das cuenta de que si dejás de trabajar no tendrás dinero.Tenés que seguir trabajando y posponer tus estudios”. Leonardo, 24 años, participa en el Proyecto de la DINAJU, Provincia de Buenos Aires. 3. EDUCACIÓN Y APRENDIZAJE PAULA GIOVAGNOLI Y DORTE VERNER

3. EDUCACIÓN Y APRENDIZAJEsiteresources.worldbank.org/ARGENTINAINSPANISHEXT/... · para romper el ciclo de pobreza intergeneracional, y ... como el principal déficit educativo,

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39

3.1 La educación constituye un derecho humano

básico, un derecho de todos los ciudadanos. Un bien

de por sí, la educación también es un medio para

aumentar el bienestar. El capital humano perfila el

camino de la transición de los jóvenes hacia la adultez:

convertirse en trabajadores productivos y competiti-

vos a nivel mundial, en padres receptivos y afectuosos,

en ciudadanos informados y líderes comunitarios. El

abandono temprano de la escuela, con frecuencia por

razones ajenas a la voluntad de los jóvenes, puede

limitar las oportunidades y derivar en un bienestar

permanentemente inferior y en un aprendizaje limita-

do durante toda la vida. La educación también es clave

para romper el ciclo de pobreza intergeneracional, y

constituye una protección contra muchos otros ries-

gos que pueden dificultar la transición de los jóvenes

“Lo que suele ocurrir es que uno tiene un trabajo que sabe que sólodurará tres meses, y piensa 'Bueno, empiezo a estudiar el próximosemestre'. Pero llega el momento y te das cuenta de que si dejás detrabajar no tendrás dinero. Tenés que seguir trabajando y posponertus estudios”.

Leonardo, 24 años, participa en el Proyecto de la DINAJU,Provincia de Buenos Aires.

3 . EDUCACIÓN Y APRENDIZAJEPAULA GIOVAGNOLI Y DORTE VERNER

hacia la adultez. Sin embargo, en Argentina, el 48 por

ciento de la franja etaria de los jóvenes (20-24 años)

no completa la educación secundaria39.

3.2 Los costos de la deserción escolar y los bajos

logros educativos son enormes para los individuos y la

sociedad argentina. La economía es menos eficiente

como consecuencia de oportunidades perdidas de

invertir en la juventud. Los efectos externos positivos

de la educación significan que la economía puede ter-

minar en un equilibrio por debajo del nivel óptimo. Y

la desigualdad aumentará si los recursos se asignan

según la capacidad para pagar en lugar de la capacidad

para aprender.

3.3 En general, los jóvenes en Argentina tienen edu-

cación, pero la integración exitosa de los pobres y

marginales continúa siendo un desafío si el objetivo es

llegar a ser un país más competitivo en el ámbito mun-

dial. El capital humano se cultiva en los primeros años

de vida; primero en el hogar, más tarde en la guarde-

ría, el jardín de infantes y la escuela primaria.Ya que la

ola mundial de cambios tecnológicos y económicos les

exige más a los trabajadores, cada vez son más los

niños que ingresan en la escuela secundaria. Contar

con niveles de educación más altos puede ser una

protección contra los impactos negativos de los ciclos

económicos (Capítulo 4). El gobierno de Argentina ha

señalado el abandono de los estudios secundarios

como el principal déficit educativo, lo que generó la

aprobación de una nueva ley de educación que con-

vier te en obligatoria la finalización de la escuela secun-

daria.

3.4 El abandono temprano de la escuela puede con-

tribuir al acaecimiento de muchas conductas riesgosas

(ver Tabla 1.2): inserción temprana en el mercado

laboral,40 alcohol, tabaco, consumo de drogas, sexo no

seguro, delincuencia y participación en situaciones vio-

lentas. Por el contrario, la asistencia a la escuela con-

tribuye a que los jóvenes eviten correr esos riesgos. La

permanencia en el sistema educativo también contri-

buye a que los jóvenes tengan más probabilidades de

participar en la sociedad: votar y participar en política,

practicar deportes y participar en clubes y actividades

culturales. Pero una cantidad considerable de jóvenes

en Argentina abandonan sus estudios y dejan de asis-

tir a la escuela.41 Con el fin de encontrar la manera de

incrementar las posibilidades de los jóvenes de finali-

zar la educación secundaria, el presente capítulo se

centra en el estado de la educación en Argentina y

analiza las conexiones entre los resultados educativos

y las características individuales y escolares. La aten-

ción se centra en algunos aspectos de la educación

secundaria: calidad y logros educativos, evolución en la

escuela y factores de riesgo, y probabilidades de

comenzar y completar la educación secundaria.42

ALTOS NIVELES DE INSCRIPCION,PERO GRANDES DESAFIOS PARA LOSPOBRES

3.5 Muchos argentinos reciben una buena educación,

con un sistema educativo avanzado en comparación

con el de la mayoría de los países de América Latina.

Los índices de alfabetización entre la juventud son

Los jóvenes de hoy: un recurso latente para el desarrollo

40

39. Fuente: censo 2001.40.Aquí se hace referencia a “factores de atracción” como, por ejemplo, dinero en efectivo inmediato.También puede reflejar falta de visión del futu-ro por parte de los padres si "empujan" a sus hijos a ingresar en la fuerza laboral.41. Kit y Giovagnoli (2005).42. El sistema educativo en Argentina tiene sus orígenes en la Constitución Nacional de 1853, que estableció el derecho de enseñar y aprender. Unaimportante reforma administrativa de 1978 transfirió las escuelas primarias nacionales a las provincias. En el comienzo de la década de 1990, se lanzóun programa para una nueva reforma. En primer lugar, se transfirieron a las provincias las responsabilidades nacionales en lo concerniente a la capa-citación de maestros, la educación secundaria (incluyendo la educación técnica) y la terciaria. En segundo lugar, se extendió la educación obligatoriade 7 años a 10 años. En tercer lugar, se introdujo una reforma del plan de estudios para crear un año de preescolar, nueve años de educación bási-ca y tres años de educación polimodal. Cuarto, aumentaron las reformas administrativas. Por último, se reformó la educación superior. Más recien-temente, una nueva ley de educación nacional (ley 26.206, diciembre 2006) modificó la estructura de los niveles educativos, que vuelven a llamarseeducación primaria y secundaria, y amplió la educación obligatoria hasta el final de la escuela secundaria. Esa última ley incluye un ciclo básico y unciclo con orientación. Esas reformas se implementarán dentro de los próximos cinco años.

altos; se encuentran entre los más altos de la región.

Solamente el 1,6 por ciento de los hombres jóvenes y

el 1,1 por ciento de las mujeres jóvenes eran analfabe-

tos en el año 2003 (Tabla 3.1). La educación primaria

es prácticamente universal y los índices de inscripción

en el nivel secundario son similares a los de los

Estados Unidos. La inscripción en el nivel terciario es

la más alta de la región, comparable con la de Francia.

3.6 Los índices netos de inscripción en la escuela

secundaria han aumentado de manera extraordinaria

en todos los niveles en el período comprendido entre

1992 y 2005, desde el 65 por ciento en 1992 hasta el

83 por ciento en 2005, especialmente en el caso de

los hombres jóvenes (Tabla 3.2). Más aun, los índices

netos de inscripción aumentaron para todos los quin-

tiles, pero sobre todo para los quintiles de nivel

Educación y aprendizaje

41

Juventudan alfabetismo Inscripción Inscripción

en 2003 (porcentaje) secundaria terciaria

en 2001-02 (porcentaje) en 2000-01 (porcentaje)

País Hombre Mujer Hombre Mujer Hombre Mujer

Argentina 1,6 1,1 79 83 45,4 67,4

Bolivia 1,6 5,3 68a 67a 40,0 21,8

Brasil 5,3 3,1 69 74 15,9 20,6

Chile 1,1 0,8 73a 76a 39,1 35,9

Colombia 3,3 2,0 51 56 23,0 25,3

Ecuador 2,1 2,6 50 50 - -

México 2,2 2,9 59 61 22,0 21,0

Uruguay 1,1 0,5 68 76 26,5 48,1

Francia - - 91a 93a 48,0 59,0

Estados Unidos - - 85 85 70,0 94,0

Nota: a = información correspondiente a 2000¬-2001.Fuente: Citada en Banco Mundial (2005).

Tabla 3.1 Altos niveles de inscripción, pero grandes desafíos para los pobres

Género Quintiles según ingresos

Total Mujeres Hombres 1 2 3 4 5

1992 65 69 60 50 64 60 72 85

1998 79 82 77 66 72 84 90 97

2003 86 88 84 77 84 89 95 97

2003 75 77 72 61 73 75 81 89

2005 83 85 81 71 80 89 93 98

Nota: La muestra de la EPH cambió en 1998 y nuevamente en 2003; por consiguiente, se incluyen dos años. Sólo se incluyen zonas urbanas.Fuente: CEDLAS.

Tabla 3.2 Índices netos de inscripción en las escuelas secundarias, años elegidos 1992-2005 (porcentaje)

medio, que fueron mayores que los de los niveles más

altos o más bajos.

3.7 Las inscripciones han crecido en mayor medida

que la población para todos los grupos etarios desde

comienzos de la década de 1980 (Tabla 3.3). En el perí-

odo comprendido entre 1991 y 2001, el crecimiento

de las inscripciones fue 33 puntos más alto que el cre-

cimiento de la población para jóvenes de entre 15 y 17

años. El sistema educativo supo responder con eficien-

cia a la creciente demanda. En el año 2004, 9,9 millo-

nes de estudiantes se inscribieron en el jardín de infan-

tes y en la escuela primaria y secundaria en Argentina;

la mayoría (74 por ciento), en escuelas públicas.

3.8 La asistencia en el nivel preescolar se incremen-

tó drásticamente en el período 1992-2005, llegando al

64 por ciento (Tabla 3.4). La asistencia a la escuela

desde muy temprana edad y el desarrollo de la niñez

son clave para la juventud; sin embargo, el 36 por cien-

to de los niños de entre 3 y 5 años que viven en zonas

urbanas no concurren al jardín de infantes (y el por-

centaje es aun mayor en zonas rurales). Si bien la ins-

cripción en el sistema educativo alcanza el 99 por

ciento para los niños de entre 6 y 12 años, a partir de

ahí decrece, en particular después de los 18 años, y

disminuye hasta el 49 por ciento para los jóvenes de

entre 18 y 23 años de edad. La inscripción neta subió

de un 74 por ciento en 1998 a un 79 por ciento en

Los jóvenes de hoy: un recurso latente para el desarrollo

42

1980-1991 1991-2001(1980 = 100) (1991 = 100)

Grupo Crecimiento Crecimiento Crecimiento Crecimiento etario de la población de las inscripciones de la población de las inscripciones

6-8 117,9 124,5 106,1 107,6

9-11 130,2 132,9 104,2 105,4

12-14 139,5 144,8 100,7 108,7

15-17 125,1 148,5 108,5 141,5

Fuente: Giovagnoli y Kit (2005). Los cálculos se basan en el Censo Nacional de Población.

Tabla 3.3 Crecimiento de la población y de las inscripciones en 1980, 1991 y 2001

Todos Hombre Mujer

Edad 1992 2000 2005 1992 2000 2005 1992 2000 2005

3-5 34 43 64 34 43 64 35 43 64

6-12 98 99 99 98 99 99 98 99 99

13-17 78 90 91 74 90 90 83 91 92

18-23 41 49 49 38 45 46 45 53 52

Nota: En 1992, se incluyeron 12 ciudades y en 2000, 15 ciudades. En 2005, se utilizó una estructura diferente (continua).Fuente: CEDLAS según la EPH.

Tabla 3.4 Índices brutos de inscripción en Argentina por edad y género, 1992-2005 (porcentaje)

2003. Las mujeres ostentan índices de inscripción más

altos que los hombres y también completan su educa-

ción en mayor medida (Tabla 3.4).

3.9 El índice de personas no inscriptas en la escuela

ha disminuido drásticamente: bajó más del 50 por cien-

to para personas de entre 6 y 17 años de edad en el

período comprendido entre 1980 y 2001 (Figura 3.1).

Sin embargo, el riesgo de que los jóvenes abandonen

los estudios aumenta con la edad. En 1980, la propor-

ción de niños de 14 años que no asistían a la escuela

(25,8 por ciento) era el doble que la de los niños de

13 años (13,6 por ciento). En 2001, el 4,4 por ciento

de los niños de 13 años no asistían a la escuela, pero la

proporción trepó a 8,1 por ciento en el caso de los

niños de 14 años y a 14 por ciento para los de 15 años

de edad. Aun así, los resultados han mejorado.

3.10 Todavía persisten diferencias significativas entre

las distintas zonas geográficas. Los jóvenes que viven

en zonas rurales dispersas tienen mayores probabili-

dades de no asistir a la escuela: 10,3 por ciento más

alto que el promedio nacional de 7 por ciento en el

caso de los niños de entre 6 y 17 años de edad en

2001 (Tabla 3.5)43. Santiago del Estero, Misiones,

Tucumán, Chaco, Formosa y Corrientes se encuentran

Educación y aprendizaje

43

Zona Población Adolescentes que Índices de no (entre 6 y 17 años) no asisten a la escuela inscriptos (porcentaje)

Total urbana 7.114.174 423.746 6,0

Total rural 991.720 145.512 14,7

Rural agrupada 314.691 28.292 9,0

Rural dispersa 677.029 117.220 17,3

Total 8.105.894 569.258 7,0

Nota: El término “población urbana” se refiere a las personas que viven en ciudades con más de 2000 habitantes. La población rural se divide en ciudades “agrupadas” con menos de 2000 habitantes y zonas dispersas (campo abierto).Fuente: Censo 2001.

Tabla 3.5 Índices de personas no inscriptas por zona, 2001

Fuente: Kit y Scasso (2006) según Censos 1980, 1991 y 2001.

Censo 1980

Figura 3.1 Índices de personas no inscriptas de entre 6 y 17 años , años elegidos, 1980-2001

6(*)

5.4%

3.9% 5.7%

3.2%

1.5% 4.7%

2.2%

1.3% 4.3%

2.2%

1.2% 4.

5%

2.5%

1.4% 4.8%

2.8%

1.5% 6.

3%

4.1%

2.2%

13.6

%

11.1

%

4.4%

25.8

%

20.6

%

8.1%

39.4

%

33.4

%

13.9

%

50.0

%

38.9

%

20.7

%

57.0

%

47.4

%

27.6

%

69.6

%

65.3

%

41.9

%

7 8 9 10 11 12 13 14 15(+) 16(+) 17(+) 18(+)

80%

70%

60%

50%

40%

30%

20%

10%

0%

Censo 1991 Censo 2001

43. Hasta hace poco tiempo, la ley de educación federal tenía en cuenta las diferencias entre las provincias en el sistema de educación.

en desventaja respecto del nivel educativo en compa-

ración con el resto del país. En Santiago del Estero, el

16 por ciento de los niños de entre 6 y 17 años se

encuentra fuera del sistema formal educativo, compa-

rado con el 8 por ciento en Santa Fe. La situación es

aun peor en el caso de los adolescentes de entre 15

y 17 años: En Santiago del Estero, el 45 por ciento no

asiste a la escuela; en Tucumán, el 40,7 por ciento; en

Misiones, el 39,1 por ciento; y en Chaco, el 32,8 por

ciento. Recientemente, el Ministerio Nacional de

Educación, Ciencia y Tecnología ha lanzado el

Programa de Mejoramiento de la Educación Rural

(PROMER) para proporcionar apoyo escolar y mate-

rial a esas escuelas. Los objetivos del programa son

reducir la repetición de grados y deserción en la

escuela primaria y ampliar la educación secundaria.

3.11 Las disparidades entre los ingresos en lo que res-

pecta a las inscripciones son significativas. Si bien

menos del uno por ciento de los menores de entre 6

y 17 años de edad provenientes del quintil con mayor

poder adquisitivo no asisten a la escuela, ese número

se eleva a 8,2 por ciento en el caso de aquellos pro-

venientes del quintil más pobre. Además, la situación

de los hombres jóvenes provenientes de los quintiles

más pobres es aun peor que la de las mujeres jóvenes

provenientes de los mismos quintiles (Tabla 3.6). La

proporción de hombres jóvenes fuera del sistema for-

mal educativo es menor que la de las mujeres en los

quintiles 3 a 5, pero la situación de los hombres jóve-

nes es peor en los quintiles más pobres.

3.12 De los jóvenes que asisten a la escuela, casi un

tercio se encuentra por debajo del grado que le

corresponde por su edad. La proporción de jóvenes

que cursan grados más bajos que los que les corres-

ponde por su edad aumenta de un 10 por ciento en

el caso de los menores de 7 años a un 44 por ciento

en el caso de los menores de 17 años (Figura 3.2). La

correlación que existe entre los ingresos y la distor-

sión entre la edad del menor y el grado que cursa

resulta llamativa (Tabla 3.6). En el quintil más pobre, el

36 por ciento de los estudiantes cuyas edades oscilan

entre los 6 y 17 años cursan grados por debajo de los

que les corresponde por su edad, en comparación con

sólo el 12 por ciento en el quintil de mayor poder

adquisitivo. La distorsión entre la edad del menor y el

grado que cursa puede reflejar el ingreso tardío en la

Los jóvenes de hoy: un recurso latente para el desarrollo

44

Ingresos equivalentes No inscriptos Estudiantes que asisten a la escuelapor adulto y sobrepasan la edad escolar

Quintiles Total Mujer Hombre Total Mujeres Hombres

1 8,2 7,9 8,5 35,8 33,3 38,4

2 6,3 5,3 7,1 29,0 26,3 31,7

3 3,7 4,0 3,4 23,5 21,5 25,6

4 1,9 2,4 1,4 18,0 15,2 20,6

5 0,9 0,9 0,8 12,3 10,6 13,9

Total 5,1 4,9 5,2 26,2 23,9 28,4

Nota: Los ingresos equivalentes por adulto corresponden a los ingresos familiares totales divididos por la cantidad total equivalente de adultos.Fuente: Los cálculos se basan en la EPH (onda correspondiente a octubre de 2000).

Tabla 3.6 Índices de asistencia y de personas no inscriptas por quintil para menores de entre 6 y 17 años (porcentaje)

escuela primaria, la asistencia escolar interrumpida o la

repetición de grados. La repetición excesiva de grados

aumenta la cantidad de años escolares necesarios para

producir un graduado y reduce la atención del maes-

tro hacia los alumnos que cursan el grado correspon-

diente a su edad debido al incremento en el número

de estudiantes por clase, lo que se traduce en una

ineficiente utilización de los recursos.

3.13 La repetición es frecuente en Argentina, en parti-

cular de 1º a 4º grado. Los índices de repetición son

considerablemente más altos en las escuelas públicas

que en las privadas. Los índices estimativos de repeti-

ción del cuarto grado en las escuelas públicas son más

de cinco veces mayores que en las escuelas privadas

(5,5 por ciento en comparación con el 0,9 por ciento).

Y una vez que un alumno de una escuela pública repi-

te un grado, aumentan las probabilidades de que repi-

ta nuevamente. La repetición, especialmente durante

los primeros años escolares, va en detrimento de los

resultados educativos. Supeditado a la finalización de la

escuela primaria, los repetidores en la escuela primaria

tienen menos probabilidades que los no repetidores

de inscribirse en la escuela secundaria (64 por ciento

en comparación con el 95 por ciento). Incluso en el

caso de aquellos que comienzan la escuela secundaria,

las probabilidades de que finalicen los estudios secun-

darios son mucho menores para los repetidores (39

por ciento) que para los no repetidores (70 por cien-

to). Alrededor del 10 por ciento de los estudiantes

repiten como mínimo el primer grado, lo que repre-

senta una señal de ineficiencia en el sistema de educa-

ción argentino. En Chile, repite menos del 3 por cien-

to de los estudiantes primarios; en Ecuador, repite el 4

por ciento; y en los países escandinavos, la repetición es

vir tualmente nula. La repetición constituye un factor de

riesgo para otras conductas riesgosas (Capítulos 4-6).

La repetición disminuye durante el transcurso de la

escuela primaria. Si bien llega al 10 por ciento en el

caso de los alumnos de primer grado, los índices de

repetición disminuyen a tan sólo 4,3 por ciento en el

caso de los estudiantes que cursan sexto grado.

3.14 El ingreso en la escuela es casi universal en el pri-

mer grado. Más aun, los índices de inscripción superan

los índices de la población menor de 10 años durante

los primeros grados de la escuela primaria, debido a

que los estudiantes reprueban y repiten los primeros

grados. Pero, alrededor de los 14 años, sobreviene una

disminución abrupta y, así, los grados 9-12 son los más

riesgosos en términos de deserción escolar.

3.15 Los altos índices de inscripción en los últimos

veinte años no se han traducido en tasas equivalentes

Educación y aprendizaje

45

Figura 3.2 Inscripción y población por edad, 2001

Fuente: Kit, España y Labate (2006) según el Censo Nacional de Población (2001) y el Relevamiento Anual de Matrícula y Cargos (2001).

Inscripción especial

1000000

800000

600000

400000

200000

0

381,518

381,518 674,904

674,904862,875

720,741

795,799 790,042 767,923 756,611703,878 695,451

722,994635,713 557,356 448,016 362,229

233,526202,425

325,483391,339

445,945483,249507,904

554,748576,728586,649615,888

Aula 55 años

Aula 44 años

Grado 16 años

Grado 27 años

Grado 38 años

Grado 49 años

Grado 510 años

Grado 611 años

Grado 712 años

Grado 813 años

Grado 914 años

Grado 1015 años

Grado 1116 años

Grado 1217 años

Población por edad

Zona de retención por sobrepaso de edad

Zona de transición Falta de zona escolar

Inscripción por grado Inscripción por grado edad correcta

de finalización de los estudios; sin embargo, los años

de escolaridad promedio aumentaron un año en el

período comprendido entre 1992 y 2005, llegando así

a 10,4 años en 2005 (Tabla 3.7). Bastante más arriba

del promedio regional de 5,9 años, Argentina también

está bien ubicada en comparación con el este asiático,

donde el promedio de logros educativos es de 7,6

años.44

3.16 Las desigualdades en los logros educativos, ya

grandes de por sí, van en aumento. Las personas per-

tenecientes al quintil de menor poder adquisitivo

completan un promedio de 7,9 años de educación, en

comparación con aquellos provenientes del quintil de

mayor poder adquisitivo que completan un promedio

de 13,3 años; es decir que hay una brecha de casi un

70 por ciento.Y la brecha en términos de rendimien-

to es mayor : el incremento en los logros académicos

no benefició a todos los grupos de diferente poder

adquisitivo por igual. Los tres quintiles más ricos suma-

ron 1-1,2 años de escolaridad; los dos más pobres,

sólo 0,7-0,8 años.

3.17 El déficit que los adolescentes arrastran consi-

go a la educación secundaria empeora con el mode-

lo tradicional de educación secundaria, diseñada

para escoger a aquellos capaces de seguir cursando

estudios superiores en lugar de brindar educación

para todos.45 La administración actual ha lanzado

planes nacionales y provinciales con el objeto de

cambiar esas características, pero todavía no hay

información disponible para realizar una evaluación.

Esos esfuerzos se centran en la demanda, en espe-

cial por medio del otorgamiento de becas a estu-

diantes pobres (con 600.000 beneficiarios en 2007).

También están centrados en la ofer ta mediante pro-

gramas de tutoría, capacitación de maestros, conso-

lidación de la escuela y creación de espacios atracti-

vos para la juventud.

ASEGURAR LA CALIDAD CONTINÚASIENDO UN DESAFÍO

3.18 Un sistema educativo sólido se construye en

base a la cantidad de escuelas y a la calidad de la edu-

cación. El acceso a la educación y la consecución de

grados son importantes, pero también lo son los

resultados de las evaluaciones y otras formas de medir

el aprendizaje. La educación ayuda a los jóvenes en la

transición hacia la adultez, pero solamente si aprenden

las habilidades que necesitan.

3.19 La calidad de la educación en América Latina y el

Caribe es muy baja. Los países de América Latina se

encuentran sistemáticamente entre los más bajos en

Los jóvenes de hoy: un recurso latente para el desarrollo

46

Quintil PromedioAño 1 2 3 4 5

1992 7,2 7,8 8,5 9,7 12,2 9,4

2000 7,2 8,2 9,2 10,3 13,2 10,0

2005 7,9 8,6 9,7 11,0 13,3 10,4

Nota: En 1992, se incluyeron 12 ciudades y en 2000, 15 ciudades. En 2005, se utilizó una estructura diferente (continua).Fuente: CEDLAS.

Tabla 3.7 Años promedio de educación por quintil según ingresos familiares, años elegidos 1992-2005

44. Giovagnoli, Fizsbein y Patrinos (2004); Barro y Lee (2000).45. Ésa es una cuestión postergada de las consideraciones políticas desde la creación del sistema educativo argentino.Ver Tedesco (1982).

Educación y aprendizaje

47

País Resultado

Argentina 418Brasil 396Chile 410México 422Perú 327OCDE 500

Fuente: Banco Mundial (2006b)

Tabla 3.8 Resultados de evaluaciones para América Latina y la OCDE en 2000

Figura 3.3 PIB per cápita y promedio de resultadode las evaluaciones, países seleccionados

Fuente: Groppelo (2006).

Log GDP p/c

en in

gles

Indonesia

UruguayTailandia

Rep. Corea Japón

ArgentinaChile

BrasilPerú

Mexico

600

550

500

450

400

350

300

07.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5

46. El Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA) es una encuesta que registra los conocimientos y habilidades de lectura en estu-diantes de 15 años de edad de 41 países, de los cuales 15 no pertenecen a la OCDE.47. Ver el Estudio sobre la Juventud de la Región (Banco Mundial, próximamente).48. Banco Mundial (2006b)49. Hasta el final del presente capítulo, se utiliza la encuesta del EEJ (ver capítulo 1).

cuanto a matemática, lectura, ciencias y resolución de

problemas en el Programa Internacional de Evaluación

de Estudiantes (Programme for International Student

Assessment, PISA) de la OCDE.46 Incluso después de

tomar como variable el PIB per cápita, el rendimiento

de la mayor parte de la región se encuentra por deba-

jo del estándar (Figura 3.3). 47

3.20 Los resultados de las evaluaciones en Argentina

son más bajos de los esperados si se tienen en cuen-

ta sus ingresos per cápita (Figura 3.5). En el

Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes

(PISA) de 2000, Argentina se ubicó en el trigésimo

quinto lugar de un total de 41 países que par ticipa-

ron en lectura. El rendimiento de Argentina se carac-

terizó por las grandes diferencias en los resultados

de las evaluaciones, consecuencia de las diferencias

que existen entre las regiones, las escuelas y los

niveles socioeconómicos de los estudiantes (Tabla

3.8). Por ejemplo, Argentina y México tienen un pro-

medio de resultados de evaluaciones similar pero la

desviación del estándar es mucho mayor en

Argentina.48

LOS FACTORES DE RIESGO DIFICUL-TAN LA EVOLUCIÓN ESCOLAR

3.21 ¿Por qué razón los jóvenes en Argentina dejan de

estudiar después de finalizar la escuela primaria o

abandonan los estudios secundarios, y toman decisio-

nes desacertadas que disminuyen sus posibilidades de

lograr una transición exitosa hacia la adultez? Existen

distintas teorías: la falta de escuelas secundarias cerca-

nas (sobre todo, en zonas rurales), la incapacidad de

los estudiantes de bajos recursos económicos de

pagar el costo de la oportunidad de asistir a la escue-

la y planes de estudio irrelevantes o anticuados que

disminuyen la calidad escolar. En la presente sección,

se exploran las interrelaciones entre los resultados

educativos cuantitativos y las características individua-

les y escolares, con el enfoque puesto más en la corre-

lación que en la causalidad.49 Más aun, los análisis se

basan en la encuesta del EEJ, que contiene un módulo

específico sobre los jóvenes que viven en el Gran

Buenos Aires. La encuesta carece de cobertura nacio-

nal y, por lo tanto, al igual que otras EPH, no cubre

zonas rurales. Por ende, el enfoque se centra en el

gran centro urbano y no puede extrapolarse a las

poblaciones rurales e indígenas.

3.22 La educación es acumulativa; por consiguiente, es

importante rastrear la trayectoria.50 Solamente un 1,6

por ciento de las personas de entre 15 y 30 años del

Gran Buenos Aires nunca finalizaron la escuela prima-

ria, y un 9 por ciento terminó la escuela primaria pero

nunca se inscribió en la escuela secundaria (Figura

3.4).51 De los jóvenes de entre 24 y 30 años, el 16 por

ciento nunca asistió a la escuela secundaria, en compa-

ración con sólo el 9 por ciento de aquellos de entre

18 y 24 años (Tabla 3.9). Del grupo de jóvenes de

entre 15 y 17 años, el 12 por ciento ya ha abandona-

do la escuela secundaria. Esas conclusiones, que se

basan en el área del Gran Buenos Aires, no se aplican

a las zonas rurales, donde hay muchos más estudian-

tes que nunca completan la educación primaria ni se

inscriben en la escuela secundaria. Por consiguiente, es

probable que las cifras nacionales promedio sean

menos alentadoras.

3.23 Los jóvenes en mayor situación de riesgo -aque-

llos que nunca asistieron a la escuela secundaria o

nunca finalizaron sus estudios secundarios- comenza-

ron a trabajar antes que aquellos que sí terminaron la

escuela secundaria. La edad de ingreso promedio en la

escuela secundaria para aquellos que abandonaron los

estudios secundarios es un año más que la edad de

aquellos que sí finalizaron sus estudios: 14 años en

comparación con 13 años.

3.24 De los jóvenes que abandonan la escuela, el 52 por

ciento mencionó el empleo como la razón principal que

motivó su decisión de dejar la escuela.52 El bajo rendi-

miento académico (16 por ciento) y los embarazos (8

por ciento) también fueron importantes (ver Capítulo

6). Aquellos que nunca comenzaron la escuela secunda-

ria mencionaron el trabajo, el bajo rendimiento acadé-

mico y los problemas familiares como limitaciones.

3.25 El apoyo de los padres es fundamental para el

éxito educativo de los jóvenes. Las probabilidades de

Los jóvenes de hoy: un recurso latente para el desarrollo

48

Fuente: Los cálculos se basan en el EEJ.

Asistió a escuela primaria N= 807

3.284.944

Asistió a escuela secundaria N=738

Finalizó (sólo) primaria N=59

No finalizó primariaN=10

No finalizóN=174

FinalizóN=380

Todavía asiste*N=184

728.0631.472.054 736.962

2.937.079295.877 (9%) 51.988 (1.6%)

Figura 3.4 Trayectorias para estudiantes de entre 15 y 30 años en el Gran Buenos Aires

50. Hanushek (1979, 1986).51. Se hará referencia a “nunca asistió” para identificar en forma conjunta a esos dos subgrupos, ya que su progreso se detuvo antes de ingresar enla escuela secundaria. Hay tres posibles resultados para el grupo que comenzó la educación secundaria: finalizó la secundaria, abandonó antes determinar (incompleto) y todavía asiste.52. EEJ y Sidicaro y Fanfani (1998) encontraron resultados similares para el Gran Buenos Aires utilizando una encuesta de 1995. Binstok y Cerruti(2005) también mencionan ese factor.

comenzar la educación secundaria ascienden al 93 por

ciento en el caso de los jóvenes que sintieron que sus

padres estaban muy involucrados en su educación; por

otra parte, la cifra disminuye a un 78 por ciento en el

caso de aquellos que no percibieron interés por parte

de sus padres. La probabilidad de completar los estu-

dios también es más alta para aquellos que sintieron el

apoyo de sus familias que para los que no (el 73 por

ciento en comparación con el 16 por ciento).

3.26 Las madres que han recibido una educación más

completa cuidan mejor de sus hijos y les dan aliento

para lograr mejores resultados educativos. De los

niños cuyas madres poseen un título universitario, el

94 por ciento finalizó la escuela secundaria. La finaliza-

ción de los estudios disminuyó al 46 por ciento en el

caso de aquellos jóvenes cuyas madres terminaron

solamente la escuela primaria, y disminuyó a un tercio

en el caso de aquellos jóvenes cuyas madres sólo fina-

lizaron una parte de los estudios primarios (Tabla

3.10).53 Por el contrario, todos los jóvenes cuyas

madres poseen un título universitario finalizaron la

escuela primaria. La transmisión intergeneracional de

la educación posee una gran influencia.

Educación y aprendizaje

49

Grupo etario Completa Incompleta° Todavía asiste Nunca asistió

15-17 1,4 11, 7 82,8* 4,1

18-24 55,5* 27,2 8,7 8,7

25-30 58,7* 23,4 2,3 15,6

Total 44,8* 22,16* 22,4* 10,6

° Y fuera del sistema educativo. *Coeficiente de variación menos del 10 por ciento. El resto de las cifras tienen un coeficiente de variaciónsuperior al 10 por ciento. Fuente: Los cálculos se basan en el EEJ.

Tabla 3.9 Resultados educativos de jóvenes por edad (porcentaje)

Madre Primaria Primaria Secundaria Secundaria Terciaria Terciaria / Hijo incompleta completa incompleta completa incompleta completa

Ninguno 35,5 10,7 26,5 13,2 14,1 0,0

Primaria incompleta 5,1 20,9 42,5 20,2 9,1 2,2

Primaria completa 2,1 18,6 32,6 21,5 18,4 6,8

Secundaria incompleta 0,0 5,4 32,3 26,5 27,2 8,6

Secundaria completa 0,0 1,6 22,6 18,6 52,1 5,1

Terciaria completa 0,0 0,0 4,2 15,2 68,5 12,0

Terciaria completa 0,0 0,0 6,5 7,5 62,5 23,5

Fuente: Los cálculos se basan en el EEJ.

Tabla 3.10 Educación escolar de madres e hijos en el Gran Buenos en 2005 Máximo nivel de educación logrado (matriz de transición)

53. No están incluidos aquellos individuos que todavía asisten a la escuela secundaria.

Las probabilidades de comenzar la escuelasecundaria3.27 ¿Qué es lo que determina que una persona joven

comience y finalice la escuela secundaria? Se utiliza un

análisis con múltiples variaciones para calcular las pro-

babilidades adaptadas de comenzar y finalizar la escue-

la secundaria, tomando como variables una gran can-

tidad de factores. El contexto familiar ha demostrado

ejercer una gran influencia, con efectos más débiles en

lo referente a las variables escolares.

3.28 Los estudiantes que repitieron un año entre 1º y

3º grado o entre 4º y 7º grado tienen menos proba-

bilidades de asistir a la escuela secundaria (12 por

ciento en el caso de los repetidores de 1º a 3º grado,

8 por ciento en el caso de repetidores de 4º a 7º

grado). Y las consecuencias de la repetición son acu-

mulativas: un estudiante que repitió en ambos perío-

dos tiene un 20 por ciento menos de probabilidades

de inscribirse en la escuela secundaria que un compa-

ñero que no haya repetido (Tabla 3.11). 54

3.29 En consonancia con los estudios previos mencio-

nados, los jóvenes cuyos padres no finalizaron la edu-

cación primaria tienen un 12 por ciento menos de

probabilidades de inscribirse en la escuela secundaria

que aquellos cuyos padres completaron la educación

secundaria. Por lo tanto, el acceso limitado a la educa-

ción secundaria para esta generación irá en detrimen-

to de las generaciones futuras.

3.30 El género no es importante en la determinación

de la inscripción en la escuela secundaria. Tampoco lo

es el tener un tutor durante la escuela primaria,55 ni

el hecho de que los jóvenes asistan a una escuela pri-

maria pública o privada.

Las probabilidades de finalizar la escuelasecundaria3.31 Las probabilidades de finalizar la escuela secunda-

ria están correlacionadas con el nivel de educación de

los padres, la repetición en la escuela primaria, el géne-

ro y la disponibilidad de libros de texto (Tabla 3.12).56

La repetición de grados en la escuela primaria guarda

una estrecha correlación con las probabilidades de fina-

lizar la escuela secundaria, incluso después de tomar en

consideración otros factores individuales y escolares.

Los hombres jóvenes tienen una propensión mucho

mayor a no finalizar la escuela secundaria que las muje-

Los jóvenes de hoy: un recurso latente para el desarrollo

50

Variable Probabilidad marginal

Repite grados 1-3 -0,12Repite grados 4-7 -0,08Hombre 0,00Padre sin educación -0,15Padre con algo de educación primaria -0,12Padre con algo de educación secundaria -0,04Libros 0,01Trabajó antes de los 13 años -0,03Tutor o maestro particular 0,00Escuela pública -0,02Escuela simple 0,00Escuela urbana -0,01Clase 1981-85 -0,03Clase 1975-80 -0,04Constante

Modelo Logit; tamaño de la muestra: 797. Las claves para los res-ponsables de formular las políticas son las probabilidades margi-nales. Esas probabilidades indican las oportunidades que tiene unestudiante con características específicas de comenzar la escuelasecundaria. Por ejemplo, un estudiante que repitió de grado entrelos grados 1-3 tiene un 12 por ciento menos de probabilidadesde comenzar la escuela secundaria que aquellos estudiantes queno repitieron esos grados. Fuente: Los cálculos se basan en el EEJ.

Tabla 3.11 Probabilidades de comenzar la escuela secundaria, 2005

54. Se utilizó el estimador robusto de varianza Huber/White/sandwich. Las probabilidades marginales estimadas se calculan tomando el promediode las variables y manteniendo constantes otros factores en la ecuación logit.Ver apéndice III para las definiciones de variables.55. Eso significa que el estudiante tuvo acceso a un maestro particular (tutor) durante la escuela primaria.56. Se utilizó el estimador robusto de varianza Huber/White/sandwich.Ver apéndice III para las definiciones de variables.

res jóvenes. Curiosamente, las probabilidades de finali-

zar la escuela secundaria son mayores para los grupos

etarios mayores. Aquellos que nacieron entre 1975 y

1980 tienen mayores probabilidades de finalizar sus

estudios que aquellos nacidos entre 1986 y 1990. Eso

puede reflejar condiciones macroeconómicas en dete-

rioro que afectan las decisiones que toman los jóvenes

respecto de la escuela y el trabajo (ver Capítulo 4).

3.32 Los estudiantes que cuentan con libros de texto

tienen un 16 por ciento más de probabilidades de fina-

lizar la escuela secundaria que los estudiantes que no

poseen libros. La disponibilidad de becas no parece

tener demasiada incidencia en la finalización de los estu-

dios.Tal vez, la razón sea la pequeña cantidad de perso-

nas que participaron en la muestra que recibían una

beca. Los estudiantes de las escuelas secundarias priva-

das obtienen mejores resultados: aquellos que asisten a

escuelas privadas religiosas tienen un 14 por ciento más

de probabilidad de terminar la escuela secundaria que

los estudiantes de escuelas públicas.

Perfiles de los estudiantes y finalización dela escuela secundaria3.33 Los jóvenes que poseen libros de texto, que no

repitieron ningún grado en la escuela primaria y cuyos

padres finalizaron la escuela secundaria tienen una

probabilidad del 88 por ciento de finalizar la escuela

secundaria, es decir, 11,5 puntos por encima del por-

centaje promedio (Tabla 3.13). La probabilidad de

completar la escuela secundaria disminuye 16 puntos

en el caso de los jóvenes que repitieron en la escuela

primaria pero que, en los demás aspectos, tienen

características similares. Si, además, no cuentan con

libros de texto durante la escuela secundaria, las pro-

babilidades disminuyen a un 54 por ciento. Los jóve-

nes que no poseen libros de texto, que repitieron en

la escuela primaria y cuyos padres sólo tienen un títu-

lo de estudios primarios tienen un 30 por ciento de

probabilidades de finalizar la escuela secundaria.

3.34 Cuanto mayor sea la cantidad de tiempo que

pasan los jóvenes en la escuela, menores son las pro-

babilidades de que cometan un delito.57 Los mayores

logros educativos también reducen la incidencia de

conductas sexuales riesgosas y consumo de drogas y

alcohol (Capítulos 5 y 6). Por consiguiente, los grupos

de alto riesgo necesitan apoyo y atención especiales

para aumentar sus probabilidades de finalizar la educa-

ción secundaria.

Educación y aprendizaje

51

Variable Probabilidad marginal

Repite grados 1-3 -0,22Repite grados 4-7 -0,23Hombre -0,09Padre sin educación -0,31Padre con algo de educación primaria solamente -0,26Padre con algo de educación secundaria solamente -0,19Libros 0,16Trabajó antes de los 13 -0,17Beca -0,02Misma escuela -0,08Religiosa privada 0,14Laica privada 0,12Escuela con idiomas 0,11Escuela simple 0,01Escuela urbana -0,09Escuela pública -0.12Clase 1981-85 0.10Clase 1975-80 0.17Constante

Modelo Logit; tamaño de la muestra: 797. Las claves para los res-ponsables de formular las políticas son las probabilidades margi-nales. Esas probabilidades indican las oportunidades que tiene unestudiante con características específicas de comenzar la escuelasecundaria. Por ejemplo, un estudiante que repitió de grado entrelos grados 1-3 tiene un 12 por ciento menos de probabilidadesde comenzar la escuela secundaria que aquellos estudiantes queno repitieron esos grados. Fuente: Los cálculos se basan en el EEJ.

Tabla 3.12 Probabilidades de finalizar la escuela secundaria, 2005

57.Wolfe (1995).

DESAFÍOS PARA AMPLIAR LAEDUCACIÓN PARA LOS POBRES Y MARGINALES

3.35 Argentina ha hecho un gran progreso desde la

década de 1980: casi se ha erradicado el analfabetis-

mo en los jóvenes de hoy y la inscripción en la escue-

la primaria es casi universal. El gobierno ha logrado

mantener altos niveles de inscripción escolar en tiem-

pos difíciles: el grupo de jóvenes más numeroso de

todos los tiempos en un período de vaivenes macro-

económicos significativos. Sin embargo, existen desafí-

os por superar : todavía persisten diferencias conside-

rables en los resultados educativos según el nivel eco-

nómico y la ubicación geográfica. Si bien menos del

uno por ciento de los menores de entre 6 y 17 años

de edad provenientes del 20 por ciento de los hoga-

res con mayor poder adquisitivo no asisten a la escue-

la, ese número se eleva a 8,2 por ciento en el caso de

aquellos provenientes del 20 por ciento de los hoga-

res más pobres. Los niños y jóvenes que viven en

zonas rurales tienen una probabilidad mayor de aban-

donar la escuela que aquellos provenientes de las

zonas urbanas y pocas posibilidades de continuar sus

estudios en la zona donde viven.

3.36 Las características de la escuela, la familia y los

estudiantes influyen en las probabilidades de los jóve-

nes de inscribirse en la escuela secundaria, y en sus

probabilidades de graduarse. Los estudiantes que repi-

tieron un grado en la escuela primaria tienen menos

probabilidades de asistir a la escuela secundaria. Y las

repeticiones múltiples disminuyen las probabilidades

aun más. Los grupos de alto riesgo necesitan apoyo y

atención especiales para compensar las desventajas.

Los jóvenes de hoy: un recurso latente para el desarrollo

52

Repitió la escuela primaria No Sí Sí Sí

Libros de texto Sí Sí No No

Padre con algo de educación secundaria solamente No No No Sí

Padre tiene más que educación secundaria Sí Sí Sí No

Pr(y=1|x) 0,88 0,72 0,54 0,30

Intervalos de confianza 0,83.0,92 0,57.0,87 0,31.0,76 0,12.0,48

Nota: Los datos corresponden a 2005. Los intervalos de confianza se realizaron con el método delta.Fuente: Cálculos realizados por el autor.

Tabla 3.13 ¿Cuáles son las probabilidades de que un estudiante finalice la escuela secundaria?

“La situación de los jóvenes provenientes de

los barrios de clase obrera donde yo trabajo

en Corrientes es la siguiente: la mayoría

hacen algunos trabajitos, cortan el césped,

realizan tareas domésticas, trabajan en la

construcción, son vendedores callejeros… y

todos han recibido educación o, incluso,

capacitación mínima. El primer problema al

que se enfrentan es el dilema entre trabajar

o estudiar, porque tienen que ayudar a

alimentar a sus familias y les resulta muy

difícil estudiar o capacitarse”.

Nelson, 22 años, trabaja en unaorganización de base, Corrientes.

3.37 A continuación, se sintetizan algunos de los

temas más urgentes para someter a consideración y

discusión:

• ¿Cuál es la mejor estrategia para reducir la repeti-

ción de grados, aumentar los índices de finalización

de estudios y mejorar la calidad educativa en la

escuela primaria? ¿Cómo se puede detectar a los

estudiantes con bajo rendimiento y cómo se puede

garantizar el apoyo de compensación?

• ¿Cuál es la estrategia más eficaz para incrementar los

índices de inscripción escolar, mejorar la calidad edu-

cativa y aumentar los índices de finalización de estu-

dios en la escuela secundaria? ¿Cómo puede garanti-

zarse un enfoque centrado en las zonas más pobres

para la ampliación y mejora de la educación secun-

daria?

• ¿Cómo puede encararse de la manera más eficaz la

creciente brecha en términos de logros entre los

jóvenes pobres y los que no son pobres?

• ¿Cómo puede garantizarse un enfoque en los jóve-

nes en riesgo con el fin de crear resultados interge-

neracionales positivos?

• ¿Cómo se puede incrementar el compromiso por

parte de los padres para alentar a los jóvenes a ins-

cribirse en la escuela y finalizar sus estudios?

• ¿Cómo puede utilizarse el contexto educativo para

proporcionar mensajes clave de prevención al

"público cautivo" del grupo de los jóvenes?

Educación y aprendizaje

53