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Módulo de Dibujo a la Plumilla Msc. Víctor Aranda Núñez
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Universidad Estatal de Bolívar
Facultad de Ciencias de la Educación, Sociales, Filosóficas y
Humanísticas
Carrera de Bellas Artes
Módulo de Dibujo Natural Sexto Ciclo
Msc. Víctor Aranda Núñez
2013 – 2013
Módulo de Dibujo a la Plumilla Msc. Víctor Aranda Núñez
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PRIMERA UNIDAD Pág.
El dibujo a la plumilla 6
Generalidades 6
El trazado de la pluma 10
Los sistemas 12
El dibujo lineal 12
Sistema de sombreado por recursos 14
Sistema de línea y mancha 14
Sistema de mancha sola 15
Trazos sistemáticos de líneas y tramas a objetos simples 15
Estudio de objetos 16
El paisaje 17
Paisaje urbano 19
La figura humana 21
Sistema de proporciones de la figura humana 21
Recursos mecánicos 25
Bibliografía 27
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INTRODUCCIÓN
El mundo está lleno de dibujos a la pluma. No hay periódico diario que deje de tener,
cada día, algún dibujo a la pluma. Es rara la revista que entre sus páginas no incluya
algún dibujo de un dibujo realizado con esta técnica. Infinidad de libros literarios,
científicos, didácticos, etc., etc.; mas toda una inmensa cantidad de fotografías,
prospectos, envases, bolsas, etc., son elementos en los que con mucha frecuencia se
estampan dibujos realizados a la pluma.
Desde hace algunos siglos desde el Renacimiento especialmente, maestros de la pintura
tan importantes como Botticelli, Leonardo, Rafael, Tiziano, Durero, y más adelante y en
todas las épocas hasta nuestros días, artistas de valor universal se han sentido tentados
por la necesidad de experimentar con la pluma (pluma de ave hasta el siglo XIX) y nos
han dejado ilustraciones de un vigor y a la vez de una espontaneidad, realmente
seductores.
¿Por qué ha tenido tanta fortuna el dibujo realizado por medio de la técnica de la pluma?
La pluma comporta dos posibilidades que la hacen especialmente interesante como
instrumento trazador: a) la posibilidad de estilización y b) la posibilidad de síntesis.
Veamos esto.
Estilización.- La posibilidad de estilización se deriva de su especial forma de hacer: la
pluma traza líneas y sólo líneas. Por medio de líneas la pluma construye un dibujo.
Ahora bien, en el mundo no existen las líneas, en el mundo sólo hay volúmenes que
tienen un límite, pero en ese límite no hay ninguna línea. Las líneas las inventamos
nosotros y en ese inventarlas ya estamos estilizando, es decir, idealizando, interpretando
la realidad. El trazo de la pluma es fino, y su huella sobre el papel, leve y dinámica, nos
produce una interpretación de la realidad llena de sencillez y esencialidad.
Síntesis.- Queremos decir con esto que el trazo de la pluma puede reunir en él solo un
resumen de formas muy complejas, resueltas en un conjunto de líneas escuetas. La línea
de la pluma recoge lo básico del modelo, lo necesario para darle carácter. Y no sólo en
casos muy claros como el del dibujo que aparece en la figura 33, sino también cuando
se trata de ilustraciones mucho más complejas (vea, por ejemplo, la figura 48) en las
que existe una numerosa concentración de trazos. En este caso, también, lo único que se
hace es interpretar sintéticamente la realidad.
Bien, pues estos son los dos valores básicos que han dado a la pluma el prestigio de que
goza: su posibilidad de estilización lineal (muy grata, dada la delicadeza del fino trazo
del plumín de dibujo); su posibilidad de síntesis, es decir, su posibilidad de resumir
formas y perfiles en un conjunto de líneas más o menos numerosas.
En este módulo se han abordado los sistemas de dibujo más usuales por medio de los
cuales pueden conseguirse ilustraciones a la pluma.
Parece que el campo es muy limitado, pero no es así. Desde el dibujo puramente lineal a
base de pluma, hasta la técnica del lápiz litográfico, pasando por sistemas de
elaboración tan compleja como el de imitación de grabado en madera o el llamado
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pluma inglesa, usted encontrará en este libro toda una serie de técnicas llenas de interés,
que estamos seguros le serán provechosas y enriquecerán sus posibilidades expresivas.
OBJETIVOS:
OBJETIVO GENERAL:
Dar a conocer a los estudiantes la importancia del dibujo a la plumilla, el proceso
inicial, los recursos técnicos y mecanismos de resolución para conseguir dibujos a la
plumilla con calidad estética.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
Conocer los fundamentos teóricos del dibujo a la plumilla.
Estudiar detenidamente los trazos lineales verticales, horizontales, inclinados,
curvos, el sistema de sombreado por recursos, el sistema de línea versus mancha y la
mancha sola.
Valorar el dibujo a la plumilla como una fuente inagotable del proceso creativo de
gran valor artístico.
COMPETENCIAS GENERALES
Capacidad de análisis y síntesis.
Conocimientos generales básicos.
Solidez en los conocimientos básicos de la profesión.
Habilidades para recuperar y analizar información desde diferentes fuentes.
Capacidad de crítica y autocrítica.
Reconocimiento a la diversidad y multiculturalidad.
Capacidad para aplicar la teoría a la práctica.
Capacidad de generar nuevas ideas (creatividad).
Desarrollo de la sensibilidad del alumnado hacia las técnicas del dibujo a la
plumilla en los diferentes géneros.
Habilidad para trabajar de forma autónoma.
COMPETENCIAS ESPECÍFICAS:
Conoce teorías, principios, leyes, técnicas y procesos del dibujo a la plumilla.
Demuestra capacidad para crear obras artísticas utilizando apropiadamente las
técnicas del dibujo la plumilla.
Aplica normas y principios del dibujo.
Crea dibujos a la plumilla con calidad técnica y estética
Valora el dibujo a la plumilla como una alternativa creativa espontánea en el ámbito
de las artes plásticas.
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METODOLOGÍA DE TRABAJO
Señor estudiante por favor lea muy detenidamente las instrucciones metodológicas del
módulo y la guía de trabajos autónomos con la finalidad de abordar los contenidos del
módulo de manera sistemática, técnica y artística, para el logro de los objetivos
propuestos.
La estructura del módulo está construida tomando en consideración el grado de
complejidad de la temática, en la que se incluye contenidos teóricos fundamentales y
por supuesto contenidos prácticos que le permitan alcanzar una formación
eminentemente práctica con calidad estética.
Para lograr un buen nivel en el dibujo a la plumilla se hace indispensable organizar la
forma de trabajo.
En primera instancia para introducirnos en el mundo del dibujo a la plumilla se hace
contemplar una serie de ejercicios de trazos lineales verticales, horizontales, inclinados,
curvos, el sistema de sombreado por recursos, el sistema de línea y mancha y la mancha
sola.
Este programa debe entenderse como una propuesta abierta y flexible. El desarrollo
concreto de las clases debe responder principalmente a las características de formación
artística con calidad estética.
Como en toda academia de arte la temática se aborda de lo simple a lo complejo, es por
ello que luego de los ejercicios preparatorios se procede abordar la temática siguiendo
un orden cronológico de los diferentes géneros del arte, así: partimos del género el
bodegón, el paisaje, el retrato, la figura humana y por supuesto el arte moderno.
Al inicio de cada temática a ser abordada se realiza una explicación teórica reforzada
con imágenes a través de un proyector de datos, como segunda fase los estudiantes
entran en el proceso creativo utilizando como modelo los elementos del entorno.
Se partirá de esquemas básicos o (apuntes rápidos), para luego entrar en materia de
detalles, hasta conseguir un dibujo en el que se vea: composición, ritmo y claroscuro, de
esta manera el estudiante alcanzará un dominio del dibujo.
El programa está diseñado con actividades prácticas para cada encuentro académico en
el que se evaluará el nivel técnico y artístico desarrollado por cada estudiante.
En la parte final del módulo del módulo se anexa una guía de trabajos autónomos por
encuentro y trabajos de investigación que el estudiante debe ejecutar.
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EL DIBUJO A LA PLUMILLA
GENERALIDADES
EL MATERIAL
Hablar del Material adecuado con que es necesario contar para trabajar sobre una
determinada técnica de dibujo, se ha convertido en un tópico de todos los textos. Sin
embargo no es posible pasar por encima de ello en una técnica como la de la pluma,
cuyos elementos de trabajo son francamente delicados, y por lo tanto adquiere una
importancia decisiva la utilización de unos u otros materiales con vistas al resultado
final. Se hace imposible soslayar esta cuestión y vamos a dedicarle esta primera parte.
El material esencial que interviene en el dibujo a la pluma, está integrado por tres
elementos imprescindibles y que confieren carácter a dicha técnica: La pluma, o
elemento trazador que da nombre al procedimiento de dibujo que estudiamos.
Existen después otros elementos auxiliares, también importantes, que enseguida
veremos. Pero ahora detengámonos en el estudio de los tres básicos.
La pluma
Para la técnica de dibujo que estudiamos existen unas plumas especiales que todo el
mundo conoce y a las que se denomina con el nombre de plumillas de dibujo.
Son más pequeñas que las usadas corrientemente para escribir y no tienen punto.
La característica primordial de estas plumillas viene dada por la flexibilidad de su punta.
A causa de esta flexibilidad, es posible conseguir con ellas, según se presionen más o
menos, trazos de grosor muy fino, o más grueso. Esto, en los dibujos que se ejecutan
con este instrumento, trae como consecuencia una serie de valores de grosor en el trazo
(si se busca este efecto) de una gran riqueza que no es posible conseguir con ningún otro
instrumento, salvo con el pincel.
La plumilla de dibujo o «plumín» se utiliza, naturalmente, incrustada en un mango.
Por lo general se emplean mangos especiales para ellas, que son más pequeños y ligeros
que los destinados a plumas corrientes de escribir. No obstante, hay dibujantes que usan
esos mangos corrientes. Nosotros personalmente utilizamos siempre el mango pequeño.
Pero como ésta es una cuestión muy personal, de «tacto físico subjetivo» usted, una vez
probados los dos procedimientos, opte por el que mejor se adapte a su mano, a su modo
de «tocar» y llevar el instrumento pluma entre sus dedos y sobre el papel.
Las marcas de plumilla Perry y Guillot son las más conocidas y utilizadas por los
profesionales.
Además de las plumillas especiales de dibujo, se pueden utilizar también las plumas
corrientes de escribir, con punto o sin punto. Su empleo estará condicionado por la
búsqueda, como he dicho, de un determinado tipo de trazo o por las particulares
necesidades que el modo de hacer del dibujante exija.
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Cuidados que requiere la plumilla de dibujo.
En principio las dos puntas de la plumilla deben estar situadas al mismo nivel, es decir,
en el mismo plano. Esta es una condición necesaria para que con ella podamos trazar
algo que valga la pena.
La punta de la plumilla no debe sufrir golpes, ni roces violentos,
pues alguno de estos percances puede dejarla inutilizable.
No está mal, al terminar de dibujar, dejarla protegida por un
pequeño tubito de plástico.
Limpie la pluma con un trapito cuando termine de dibujar y
durante el trabajo, si es largo. La tinta, con el tiempo, deja un
residuo poco fluido que dificulta su paso hacia la punta.
El mejor sitio en que puede depositar la pluma, hasta que vuelva
a cogerla para dibujar de nuevo, es en un frasco, tarro o
recipiente similar al que ve en la fig., apoyada sobre el extremo
del mango.
La tinta
La tinta empleada para el dibujo a la pluma es la tinta comúnmente
bautizada con el nombre de china, debido a su originaria
procedencia.
La tinta china negra se fabrica en barras sólidas que se disuelven
en agua, y en estado líquido. Verdaderamente, para un dibujante
artístico plumista, apenas tiene sentido ni utilidad, usar la tinta
china sólida. Desde todos los puntos de vista que se mire, conviene
la tinta china líquida.
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Existen muchas buenas marcas de tinta china: Ebro, Winsor, Gerente, Reeve's, Higgins,
Newton, Rembrandt, Pelikan. Todas son buenas para trabajos de reproducción u
originales. En España se usa preferentemente la marca Pelikan, de excelentes resultados.
En este aspecto, no se rompa usted la cabeza y adopte cualquiera de las que cito, la que
más fácilmente encuentre en el mercado.
El papel
Caballo, Marca Mayor, Cansón de poco grano, Whatmann satinado y Cartulina Bristol,
son las marcas de papel que en todos los manuales de dibujo a la pluma verá usted
citados.
Debemos decirle una cosa: las condiciones básicas del papel para dibujar a la pluma son
las siguientes:
a) Que su superficie sea lisa, fina, sin grano, o con grano muy fino.
b) Que sea un papel con cuerpo duro, perfectamente encolado, de forma que la pluma
se deslice sobre una superficie dura y homogénea. A este respecto es imprescindible
que no se levanten «pelillos» del papel, que provocan molestias y desperfectos de
todo tipo en el dibujo.
c) El papel que usted utilice habitualmente dependerá, fundamentalmente, de su
especial modo de hacer, de esa relación indefinible que yo llamo «tacto del
instrumento» (o sea del instrumento y la mano que lo lleva) con la superficie sobre
la que se dibuja.
d) El dibujante plumista (y cualquier otro en su técnica) debe investigar cual es «su»
pluma, «su» tinta y, por último, «su» papel.
e) Por eso mi recomendación es que experimente en todos los papeles en busca del
suyo.
Material auxiliar en el dibujo a la pluma
Para la preparación de los dibujos y su acabado final, son precisos toda una serie
de materiales que, sin ser básicos, es preciso utilizarlos casi siempre en algún
momento. Estos materiales auxiliares son: lápiz y goma; tempera blanca, pincel; tira-
líneas y compases; reglas y escuadras. Veamos cada uno de estos instrumentos.
Lápiz y goma
Casi todos los dibujantes, antes de
realizar su definitivo trabajo a la
pluma, construyen previamente el
dibujo a lápiz. Se debe esto a la dificultad que implica
la corrección de un error en el dibujo a tinta china.
Según el grado de experiencia, formación y valentía, unos dibujantes realizan el dibujo
a lápiz minuciosamente terminado, y otros, ligeros encajes sobre el tema a dibujar.
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El lápiz que se emplea suele ser de dureza media, es decir, un Nº 2 o un HB. El trazo de
los dibujos previos a lápiz en la técnica de la pluma, debe ser suave, a fin de que su
borrado posterior no exija una presión de la goma excesivamente intensa.
Tempera o gouache blanco.
« ¿Para qué queremos la tempera blanca, si de lo que se trata es de
dibujar con tinta china negra?», se preguntará usted si es en este
momento cuando está teniendo los primeros contactos con la técnica de
la pluma.
La tempera (que tiene su personalidad propia, aunque aquí la usemos
como auxiliar) es una especie de colorante compuesto por tierras muy finas, que se
presenta al mercado en tarros o tubos y en estado fluido muy denso. Se utiliza con agua,
pero bastante espesa. Su cualidad primordial —sobre todo para nosotros— consiste en
que «cubre», «tapa» cualquier línea o mancha. Es decir, si usted traza una línea con tinta
china y, una vez seca, le pasa una pincelada de gouache por encima, esa línea queda
tapada.
Pues bien, en el dibujo a la pluma, el gouache se emplea con esta finalidad: la de cubrir,
tapar defectos, retocar algún detalle de trazo, etc. En los dibujos para reproducción es el
método de corrección ideal, ya que la pincelada de gouache, al ser blanca, no aparece
después en los grabados.
El gouache también se puede emplear,
adicionándole algo más de agua, con la plumilla o
pluma de dibujo.
El pincel
Pinceles de los números 2, 4 y 6 son muy útiles
como elementos auxiliares en el dibujo de la
pluma.
Se utilizan por dos razones:
A. Para cubrir con tinta china zonas amplias de
negro que sería particularmente pesado y
supondría una considerable e inútil pérdida de tiempo si lo intentamos conseguir a
base de trazos y más trazos de pluma.
B. Para cubrir con tempera pequeñas manchas o trazos, borrones imprevistos, etc., que
pueden surgir en un trabajo de pluma.
El pincel debe tener una característica importante: los pelos de la cabeza deben reunirse
en una punta fina y uniforme donde no sobresalga ninguno de ellos.
Los mejores pinceles son los de pelo de marta
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Tiralíneas y compases; reglas y escuadras
Toda esta serie de elementos propios del dibujo geométrico se utilizan en el dibujo a la
pluma para misiones accesorias, cuya necesidad usted mismo irá experimentando con la
práctica y, sobre todo, con la práctica profesional.
EL TRAZADO DE LA PLUMA
Con la plumilla y la tinta china negra, pueden dibujarse trazos muy finos y otros
relativamente gruesos. Sólo depende de la presión que se aplique a la plumilla. No
obstante, el lograr un buen trazo con la plumilla, es producto de una práctica constante.
Para expresar emotividad, atracción y ritmo, el rasgo debe hacerse teniendo en cuenta la
dirección a seguir, bien sea horizontal, vertical o diagonal, y también, tener en cuenta el
movimiento de la muñeca para producir la variedad que está en cada una de las líneas,
ya sean éstas gruesas, delgadas, curvas o combinadas entre sí.
En estos primeros ejercicios es conveniente que los trazos se ejecuten cortos para evitar
que la mano no cambie de apoyo durante la realización del trazo. Observe la forma
correcta de apoyar la mano sobre el papel en el manejo de la pluma.
Claroscuro
Uno de los aspectos más relevantes del
dibujo a la plumilla apartes de los
materiales, el papel, las texturas, es sin
lugar a dudas el claroscuro, aspecto que
determinará los resultados finales de un
dibujo a la pluma.
Para el efecto, hay que tomar en cuenta la
incidencia de la luz sobre los cuerpos y el
establecimiento de las diferente zonas que se produce por dicho efecto óptico.
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Tratamiento de fondos
Por lo general cuando dibujamos nos recreamos en
los objetos que vemos, sin pensar sobre qué fondo
pueden estar. Si usted lo desea, puede aplicar fondos
a sus dibujos con líneas, puntos, manchas, etc. En los
ejemplos siguientes, usted se dará cuenta de cómo el
fondo ayuda a destacar más las figuras del papel.
Pues sí. Según usted haya presionado más o menos la
pluma sobre el papel, según haya realizado el trazo
más o menos deprisa, según haya usted inclinado la
pluma en un ángulo de mayor o menor abertura
(tanto en su sentido longitudinal, como lateral), según
la firmeza de su pulso, esa línea habrá salido distinta.
El trazo
El trazo es lo primero. No se trata ahora de que usted
sea capaz de dibujar un retrato, un paisaje o un bodegón.
Esto es imposible hacerlo con buen oficio, si no se domina
el trazo, o sea, el tacto de la pluma.
Características del trazo de la pluma de dibujo
El plumín de dibujo, como hemos dicho, es flexible y su
punta está dividida en dos partes por un corte central. De
estas dos condiciones se deriva una característica básica de
la línea.
Según la intensidad con que se presione el plumín sobre el
papel, al separarse más o menos las dos partes de su punta,
el trazo saldrá con mayor o menor grosor.
Ahora bien, lo que hay que conseguir es que el trazo tenga
el grosor, la limpieza y espontaneidad que nosotros
deseemos darle.
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Es esencial, para esto, que nosotros tomemos la pluma, es decir el mango de la pluma,
del modo más favorable para que podamos dominarla plenamente.
LOS SISTEMAS DE REPRESENTACIÓN
Una vez vistas las técnicas más elementales del dibujo a la pluma, es el momento en que
podemos hablarle ya de los sistemas de representación.
¿Qué debemos entender por «sistema»? Entendemos por sistemas los distintos modos de
afrontar un dibujo a la pluma, las distintas formas de interpretar la realidad que tenemos
delante empleando para ello únicamente la plumilla de dibujo y, cuando sea preciso,
alguno de los elementos accesorios de esta técnica.
Como usted comprobará enseguida los cuatro sistemas básicos que podemos distinguir
en el dibujo a la pluma, se diferencian entre sí en el modo de representar el juego de
luces y sombras que se da en cualquier modelo.
Estos cuatro sistemas son:
A. El lineal.
B. El sistema de sombreado por recursos.
C. El sistema de línea y mancha.
D. La mancha sola.
Sistema lineal
Es el más simple de todos. Como hemos dicho, se caracteriza por estar basado en la
representación del modelo exclusivamente lineal, sin sombras.
Los modelos se representan dibujando sus perfiles y las líneas básicas que determinan
sus formas, y nada más.
Los trabajos realizados así tienen un carácter lleno de delicadeza y elegancia y no
porque sean simples dejan por eso de tener una gran belleza y, si el dibujante es bueno,
una gran calidad estética.
El sistema lineal puede tener tantas variantes como estilos personales existentes, sin
embargo, todos esos estilos se pueden encuadrar en dos tendencias: el estilo lineal
trabajado y el estilo lineal espontáneo.
El estilo lineal trabajado
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Llamamos «trabajado» al estilo lineal que se basa en un trabajo minucioso y cuidado,
previo, realizado a lápiz.
En este estilo de dibujo lineal, generalmente el trazo aparece del mismo grosor en todos
los sectores de la obra, tomando en cuenta al máximo la técnica de trazos cortos
enlazados, ya estudiada, para conseguir uniformidad constante
en su grosor.
El dibujo lineal espontáneo
En esta variante del estilo lineal a pluma el dibujante
trabaja con plena libertad de trazo. Se deja guiar por un
impulso más o menos libre y lo que importa, sobre todo, no
es la minuciosidad de los detalles, ni el mantenimiento de
un trazo de grosor regular.
Lo que importa ahora es el impacto total, general del
trabajo.
En él la pluma corre libre, espontánea, produciendo
grosores distintos, dejando sobre el papel a instancias de las
imperceptibles variaciones de la posición y presión de la
mano, toda la gama de posibilidades que lleva implícita la
cabeza de la plumilla.
En esta variante del estilo lineal, no se hace dibujo previo a
lápiz, o si se hace, no es otra cosa que un boceto general,
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un encaje breve de situación de ejes y masas. Por lo tanto, las formas concretas de los
modelos se improvisan con la plumilla. Es natural, que, a veces, esas formas no guarden
una regularidad completamente realista en este tipo de dibujos. Los dibujos lineales
espontáneos realizados a pluma son, por lo general, dibujos intencionales, dibujos cuya
calidad no estriba en la reproducción realista de las formas del modelo, sino que en ellos
se intenta captar su «sentido», su «espíritu», aunque las formas no guarden proporciones
realistas impecables.
SISTEMA DE SOMBREADO POR RECURSOS
Podemos decir que este es el sistema clásico de dibujo a pluma. En él ya no interviene
únicamente la línea de perfiles, sino que entran otra serie de trazos cuya misión es
provocar efectos de sombreado. Estos trazos, formando
una especie de enrejado, o series continuas de trazos
paralelos, etc.
En un mismo dibujo, según las necesidades de éste, se
pueden emplear varios tipos de trazos recurso por
distintas áreas del mismo. Esto es algo que está
íntimamente ligado con la textura de la superficie de los
modelos que se dibujan, por lo tanto es necesario que
tratemos de caracterizar a los modelos considerando la
tersura o aspereza que presenta cada superficie de los
modelos.
La textura se percibe al tacto: hay cosas más bastas que otras, más granuladas, rugosas,
espinosas, ásperas, etc. Pero también se perciben con la vista.
SISTEMA DE LÍNEA Y MANCHA
Un dibujo realizado a base de líneas que marcan los perfiles y sugieren las formas, y
manchas negras planas (es decir, sin variación de tonos,
siempre negra) y que nos señala, sin matizar, las zonas de
sombra.
Como puede comprobar, se trata de un dibujo de fuerte im-
pacto, alto contraste, ya que se reúnen en él, sin tonos
intermedios, la luz total y la sombra total, o sea, el blanco y
el negro.
La técnica de ejecución, incluye un instrumento nuevo, el
pincel, que se utilizará para cubrir de negro, mojado en tinta,
las zonas de sombra.
SISTEMA DE MANCHA SOLA
En este sistema se puede observar que se han suprimido casi
totalmente las líneas para quedar limitado el dibujo
exclusivamente a una síntesis de luz y sombra. Naturalmente,
luz y sombras sin matices, sin todos los intermedios entre el
blanco y el negro absolutos.
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Si dijimos que el sistema de línea y mancha se caracterizaba por su fuerte grado de
contraste entre la luz y la sombra, el sistema de mancha sola, mantiene esta
característica corregida y aumentada.
Es un sistema efectista y un tanto falso, pero de una gran fuerza expresiva y de
indudables valores decorativos o dramáticos.
Este tipo de dibujos, no se lo recomendamos en los principios de su aprendizaje, ya que,
aunque resulta muy atractivo y dan ganas de ponerse a realizar enseguida trabajos según
este sistema, y aunque parece fácil, se trata, por así decirlo, de la «cumbre» del dibujo a
la pluma.
Con esto terminamos en lo que se refiere a los sistemas tradicionales o «corrientes» de
la pluma.
Trazos sistemáticos de líneas y tramas a objetos simples
Con la finalidad de incursionar con pie firme en la técnica de la plumilla, es necesario
realizar prácticas sistemáticas de líneas en diferentes direcciones, tramas y texturas; para
el efecto el estudiante debe realizar los siguientes ejercicios:
Líneas en diferentes direcciones Líneas finas y gruesas
Aplicación de trazos a objetos
Tramados
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ESTUDIO DE OBJETOS
El encuadre
Es necesario partir de la técnica del encuadre la que nos permite construir la estructura
de los elementos con más precisión.
Luego establecemos las zonas de luz y sombra y por último procedemos a sombrear a
nivel lineal hasta conseguir el claroscuro.
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1. El PAISAJE
2. PRESENTACIÓN
No hay nada tan agradable y placentero, como el dibujo del paisaje a la plumilla.
Todo cuanto nos rodea está a nuestra disposición para llevarlo al papel: árboles, ríos,
montañas y animales.
Estos motivos pueden ser realizados en la técnica de la plumilla en combinación con
otras técnicas como el pincel, los rotuladores y la mancha.
El paisaje es una fuente inagotable de inspiración, es el motivo más predilecto de los
artistas, pues tanto en la pintura, el dibujo a lápiz y el grabado y la plumilla a lo largo de
la historia han dejado huellas profundas en el proceso creativo del arte.
En todas las técnicas el proceso es sistemático, pues los principiantes deben partir de
estudios parciales: árboles, piedras o rocas, cercas, flores, etc., para luego incursionar en
temas más complejos y completos.
3. OBJETIVOS:
GENERAL:
Aplicar los principios teóricos y técnicos del dibujo a la plumilla en el paisaje
ESPECÍFICOS:
Aplicar los principios compositivos en el paisaje
Seleccionar las técnicas más apropiadas para el dibujo a la plumilla en el
paisaje
Analizar críticamente el dibujo a la plumilla como una expresión artística y
estética de gran valor
EL PAISAJE
Para iniciarse en el dibujo del paisaje a la plumilla es
necesario partir de ejercicios prácticos de pequeños
detalles como follajes, rocas, detalles de partes
arquitectónicas tratando de de capturar las características
del modelo; para ello puede acudir a la utilización de
líneas rectas o curvas; simples o entrecruzadas; finas o
gruesa; o también con puntos, espirales, etc.
La pluma se toma como para escribir, pero un poco más
arriba. Para los trazos finos se coloca el mango en posición casi vertical y para los
trazos gruesos la posición debe ser más inclinada.
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Troncos y piedras Segmentos de paisaje urbano
Detalle de tipos de árboles
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PAISAJE URBANO
Para la interpretación del paisaje es necesario considerar los diferentes planos.
Primer plano, imágenes que se encuentran cerca al observador, su dibujo se manifiesta
más preciso y detallado.
El segundo plano o intermedio, aparece el dibujo más debilitado respecto a sus líneas y
los valores tonales.
El tercer plano su dibujo se funde en sus áreas, perdiendo detalles de valor y dando una
sensación de alejamiento.
En la lámina puede observarse las etapas y los diferentes planos que le permitirán tener
una idea clara sobre todo el proceso del paisaje a la plumilla.
Proceso del sombreado
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Paisaje urbano
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1. LA FIGURA HUMANA
De igual forma que trabajamos con el retrato, en el estudio del desnudo o la figura a la
plumilla es necesario partir de un apunte rápido que permita construir toda la figura en
cuanto a las proporciones sin descuidar la armonía con el entorno o fondo, guardando
un equilibrio y movimiento que de dinamismo a la obra realizada.
Sistema de proporciones de la figura humana
Aplicación de los sistemas de representación
El lineal.
El sistema de sombreado por recursos.
El sistema de línea y mancha.
La mancha sola.
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El sistema lineal
El sistema de sombreado
por recursos
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El sistema de línea y mancha.
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RECURSOS MECÁNICOS
Hemos dejado para el final hablar de los recursos mecánicos que pueden intervenir
como auxiliares, o como sistema básico, en la técnica del dibujo a la pluma.
Entendemos por recursos mecánicos aquellas técnicas del dibujo a la pluma en las que
el dibujante tiene una participación que casi se limita a la de mero aplicador del
instrumento, que por su cuenta y dadas sus características, provoca determinados
efectos.
A este respecto podemos hablar de recursos como la esponja, las salpicaduras
producidas por un cepillo de dientes y la aplicación de numerosos materiales (telas de
tejido grueso, papeles, etcétera), que producen efectos peculiares en un dibujo a la
pluma.
Esponja
Una esponja cualquiera mojada en tinta china y aplicada sobre el papel, produce un
tipo de manchas que pueden servir de fondo a un dibujo.
La esponja, mojada en tinta, debe pasarse por un papel antes de dibujar
definitivamente para descargarla del líquido sobrante, a fin de que, al aplicarla sobre
la superficie a dibujar, quede bien definida la textura de la misma.
La esponja no se frotará sobre el papel. Sólo se presionará sobre él, de modo que
quede marcada su huella.
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Telas con texturas
Efectos parecidos se provocan si utilizamos para
dibujar, telas de distinta textura sujetas a un mango.
Con un papel enrollado y mojado en tinta, también se
pueden obtener interesantes efectos.
Cepillo de dientes
Las salpicaduras de un cepillo de dientes viejo,
mojado en tinta, al que se le rascan las cerdas,
forman una serie de puntos sobre el papel, que
pueden servir de fondo para un dibujo a la pluma.
Cabe citar que los fondos conseguidos por medio de la
esponja, por tejidos, por el cepillo de dientes. o
aerógrafo, son sistemas que necesitan resguardar los
bordes o límites de la figura o diseño para controlar
que su acción llegue justamente al lugar preciso.
Módulo de Dibujo a la Plumilla Msc. Víctor Aranda Núñez
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Pluma y tramas
Esta Técnica es un poco moderna
para la realización de trabajos
comerciales o didácticos pero
muy escasamente en trabajos de
ilustración artística, ya que se
trata de un sistema semi mecánico
de escasos valores plásticos.
BIBLIOGRAFÍA:
J.L.Velasco, Dibujando a la Pluma Ediciones CEAC, Barcelona España
Juan Villacorta P, Educación Estética Integrada, Editorial Voluntad Editores, Bogotá
Jorge Peña Ramos, Fácil Dibujar Expresión Artística, Cooperativa Aula Alegre
Magisterio, Santa Fé de Bogotá.
Martín Antonio 100 Recursos prácticos en Dibujo y Pintura, Editorial CEAC, Barcelona
España
