CAPITULO I: LA DECLINACION DE LA SOCIEDAD ASEGURADORA

- El Estado Providencia se desarrolló históricamente sobre la base de un Sistema Asegurador.

- En el Sistema Asegurador las Garantías Sociales se ligaban a la introducción de Seguros Obligatorios que cubrían los principales Riesgos de existencia (enfermedad, jubilación, desocupación, invalidez, etc.)

- Sistema Asegurador Seguros obligatorios

Las formas de solidaridad

- Principio de la Cohesión Social vinculo social entre los hombres (y mujeres).- El Vinculo Social se percibe como “natural” (ej: relaciones de familia, relaciones de jerarquía, relaciones de

vecindad, etc.) - El hombre (y la mujer) procura emanciparse de la naturaleza; la sociedad moderna piensa en términos

complejos: Se debe buscar el camino de un nuevo tipo de relación entre los hombres (y mujeres): - el Contrato- el Mercado- el Seguro (la Previsión) - Leibniz: “el Seguro como instrumento de justicia”- Hobbes: “el Estado como reductor de incertidumbre”- El Seguro había aparecido mucho antes. Se aplicaba a bienes, mercancías y en menor medida al transporte

marítimo. A partir del siglo XVIII se piensa en aplicarlo a las personas.- Tres modelos para concebir el Vinculo Social: el Contrato, el Mercado, el Seguro.- El Seguro, aplicado a las personas todavía causa temor entre los liberales. Se teme que atente contra el

Sentimiento de Responsabilidad (se sospecha que el Seguro favorezca la despreocupación) y que suponga comportamientos inmorales.

- Es a fines del siglo XIX cuando el Seguro es reconocido como una respuesta adecuada a los problemas sociales y como moralmente valido.

- Paul Leroy-Beaulieu: “(el seguro) debilita la responsabilidad humana y desvía de las profesiones que entrañan iniciativa e interdependencia”. Piensa q el Seguro pretende sustituir la Responsabilidad Individual. (esto es a principios del Siglo XX)

La sociedad aseguradora (la experiencia de Francia)

- El Seguro se impone progresivamente dentro de la gestión social- Se pretende resolver el gran problema: Hacer concordar el Principio de Solidaridad (la sociedad tiene una

deuda para con sus miembros) con el Principio de Responsabilidad (cada individuo es dueño de si existencia y debe hacerse cargo de sí mismo)

- Con la evolución económica industrial: Se hacen evidentes los limites de un sistema de regulación social basado en los principios de la Responsabilidad Individual y el Contrato. En el campo de la responsabilidad, cada vez se hace más difícil definir lo que podía imputarse al individuo y lo que dependía de otros factores (ejemplo: si yo me enfermo, quedo invalido, me jubilo o me despiden ¿es por culpa o responsabilidad mía o es causa de otros factores externos que yo no puedo controlar?)

- Se pasa de la noción subjetiva de comportamiento y responsabilidad individual a la noción objetiva de Riesgo. - El enfoque en términos de Riesgo ofrece la ventaja de poder considerar de un modo unificado una serie de

problemas diferentes (enfermedad, vejez, desempleo, accidentes, se incluyen en una misma categoría).- “El seguro social no es, como la asistencia, un socorro consentido; representa la ejecución de un contrato

(analogía con el Contrato Social de Rousseau) en el cual el Estado y los ciudadanos están igualmente implicados. - “El seguro social funciona como una mano invisible que produce seguridad sin que intervenga la buena voluntad

de los hombres. El seguro atañe a las poblaciones al hacer de cada uno parte de un todo, hace así interdependientes a los individuos”

- Francois Ewald: “el seguro permite a cada uno gozar de las ventajas del todo. Parece reconciliar esos dos términos antagónicos que son sociedad y libertad individual”

- Emile de Girardin (1850): “el Estado como un asegurador universal”- “La sociedad aseguradora había correspondido al objetivo de una Socialización de la Responsabilidad en la cual

la cuestión de la imputación de culpas se borrara detrás de la búsqueda de un régimen satisfactorio de indemnización”

Fines del siglo XVII

- “Por otro lado se denuncia a la sociedad de irresponsable, llamando a los individuos a hacerse cargo de sí mismos”.

La crisis del modelo

- El “paradigma asegurador”; la idea de Seguridad Social formulada y puesta en practica en Francia: concebía una gama muy amplia de problemas sociales, incluyéndolos en la categoría homogénea del riesgo. (la enfermedad y la ocupación podían tratarse igualmente como accidentes, incluso la vejez era entendida como un Riesgo, considerando la perdida de ingresos que ocasionaba).

- Esta categoría unificadora del riesgo, suponía que todos los individuos corrían riesgos de la misma naturaleza. “Lo social ya no puede concebirse únicamente en términos de Riesgos”.

- Cambio de paradigma: - Se pasa de un enfoque aleatorio y circunstancial de los desperfectos sociales (“enfoque centrado en los

riesgos”) a una “visión mas determinista, en la cual se advierte la mas débil reversibilidad de las situaciones de ruptura” (el desempleo de larga duración, la exclusión, no son fenómenos aleatorios y circunstanciales, como para definirlos o encajarlos dentro de la categoría de “Riesgos”; algo así como “accidentes”; si no que se definen a menudo como “estados estables”, para nada aleatorios o circunstanciales)

- En materia social, para definir o encasillar estos “estados estables” (desempleo, exclusión, etc.), se habla de Precariedad o Vulnerabilidad, más que de riesgo.

- El concepto de Riesgo en la actualidad: - La noción de Riesgo ha cambiado de escala. Se utiliza hoy en día para aglomerar problemas como: accidentes

tecnológicos, daños de gran amplitud en el medio ambiente, riesgos naturales, etc. El denominado Riesgo Catastrófico.

- La socialización de los riesgos: estas amenazas ya no conciernen a individuos sino a poblaciones enteras, incluso naciones (Riesgos Colectivos).

- Al cambiar de escala (número, magnitud), el riesgo mayor entraña un Nuevo Enfoque del Vinculo Social: las barreras y las distinciones entre los hombres quedan abolidas (frente a una amenaza de accidente nuclear, por ejemplo) y el reflejo solidario se impone sin discusión.

- “Aquellos riesgos que incumben globalmente a poblaciones requieren mecanismos de atención diferentes (en referencia al retorno del enfoque de responsabilidad individual), que en cierto modo no pueden sino ser públicos”

- La noción clásica de Riesgo Social (sobre la que se funda el edificio del Estado Providencia o sociedad aseguradora) tiende a perder su carácter unificador, por dos razones (luego se agrega una tercera):

- - La atención al riesgo de catástrofe- - El retorno a la responsabilidad individual - - Las transformaciones que afectan nuestra concepción de Riesgo. - La evolución de nuestra percepción de Inseguridad , afecta nuestra concepción de Riesgo:- Durante los Treinta Gloriosos, el riesgo de perdida del ingreso, constituyo la matriz de referencia de la

Inseguridad.- Ahora aparecen nuevas formas de inseguridad social (delincuencia urbana, rupturas familiares, amenazas

internacionales, etc.). Esto lleva a que:- “La Seguridad Social ya no aparezca como el centro aglutinador del progreso social, induciendo una relación

diferente de los individuos con el Estado (protección social y seguridad física alimentan ahora nuevos vínculos”.

Lo innato y lo adquirido

- Los progresos de la genética medica: “Un nuevo factor que va a contribuir a socavar en profundidad el edificio asegurador (basado en el Seguro)”.

- “La medicina genética descubrió que cierto numero de patologías estaban señaladas por genes cuya posesión provocaba automáticamente que el sujeto desarrollara un tipo dado de enfermedad”.

- La salud de cada cual esta ineluctablemente programada. “La medicina preventiva”.- El riesgo de enfermedad aun existe, pero ya no es puro azar (ya no es un acontecimiento imprevisible) el

Riesgo se vuelve mas individualizado:- Se pasa del grupo al individuo para personalizar el Riesgo. - El desarrollo de la genética conduce a poner en tela de juicio el enfoque estadístico de lo social, en beneficio de

modelos que tienen más en cuenta determinismos y comportamientos personales.

- No hay Seguro posible cuando las determinaciones son individuales: - El Seguro consiste en borrar los datos individuales para fundirlos en las características generales de orden

estadístico de una población. - “Por esencia el Seguro tiene una función de socialización, de agregación, de solidarización”. Los Riesgos que

cubre el Seguro conciernen a poblaciones. El Seguro solo puede existir si tales poblaciones están constituidas. (a fin de mutualizar los riesgos corridos por los individuos que componen esa población)

- La noción misma del Riesgo, desaparece si hay personalización de los riesgos: No hay seguro posible cuando las determinaciones son individuales.

- Nuestra percepción de las relaciones entre lo innato y lo adquirido se modifica profundamente. Tablas individuales de Riesgo (resultantes de lo innato + lo adquirido).

- “Ya se ve que desde ahora la aceptación de la solidaridad comienza a acompañarse con una exigencia de control de los comportamientos” (ejemplo: al fumador se le exigiera que elija entre su vicio y el derecho a un acceso igual a los cuidados, y el bebedor de alcohol será amenazado con el pago de sobre aportes sociales).

- En síntesis: “los progresos de la genética medica, van a provocar una revolución considerable en nuestra percepción de la relación de los individuos con la sociedad y en nuestro enfoque de la solidaridad”.

Las redistribuciones ocultas (el caso de Francia)

- Todo sistema asegurador es Redistributivo:- Pero la redistribución que lleva a cabo es una Distribución Horizontal (puramente compensatoria; apunta a

anular daños).- Dentro del sistema de seguridad social poco a poco- mediante pequeños toques sucesivos- se desarrollan

mecanismos de Redistribución Vertical (de esencia solidaria). - Rasgos de evolución hacia un Sistema Vertical de redistribución:- Se suprimieron los “techos” de los aportes y contribuciones sociales. Las prestaciones dadas son

independientes del ingreso, idénticas para todos. - Techos ciertos niveles de limitación de los aportes y contribuciones del sistema asegurador (por ejemplo: el

seguro medico se focaliza o se limita solo a aquel segmento de la población con menor nivel de ingresos).- “Partiendo del principio de que el consumo medico no era función del salario, las necesidades de

financiamiento llevaron a la supresión de esos techos”.- Otro ejemplo de Redistribución vertical:- La “Contribución excepcional de solidaridad a favor de los trabajadores privados de empleo” (el seguro de

empleo francés) los funcionarios desembolsaban un 1% de aporte de sus sueldos, para financiar el seguro de desempleo, aun cuando ellos no corren ningún riesgo de ser despedidos. Ayuda social generalizada a las personas sin empleo. (esencia solidaria)

Los efectos de la revolución demográfica

- Revolución demográfica:- Alargamiento de la duración de la vida por una parte, reducción de la natalidad por la otra. - Transferencias Intergeneracionales- el caso de las jubilaciones:- Toda una generación (identificada como “la Generación Sacrificada”, por Christian Saint-Etienne, la de los 20 a

los 45 años), soporta una elevada tasa de impuestos (la mas elevada en la historia de Francia, según el autor) para cubrir/financiar los gastos de las pensiones de aquellos de mas de 60 años (el nivel medio de pensiones de retiro mas alto de la historia de Francia).

- Michel Rocard: “Un nuevo contrato entre las generaciones”- Se hace necesario repensar las formas de equidad. Se agregan así poco a poco las nociones de Equidad

Intergeneracional o Nueva Equidad de las Oportunidades (apuntando a la equidad de las situaciones en el tiempo y no solo a la equidad de partida).

Conclusión:

Todos los nombrados factores se conjugaron para llevar a la declinación del Estado providencia en su forma histórica Aseguradora. ¿Significa la desaparición del “modelo de Estado providencia bismarckiano” (fundado en el mecanismo de los seguros sociales, donde las prestaciones del Eº son contrapartida de los aportes y contribuciones) frente al “modelo de Estado providencia beveridgeano” (brinda prestaciones uniformes a todos los miembros de la colectividad)?“Mas que la diferencia histórica de los dos modelos, lo que verdaderamente debe refundarse, es el principio mismo de la Solidaridad”

CAPITULO II: REHACER LA NACION

Nos habla de que la cuestión del Estado providencia se ha superpuesto cada vez a la de la ciudadanía, que todo se reduce al punto donde se vinculan lo social y lo cívico los cuales se confunden.Se presentan dos historias posibles del Estado providencia: 1.- una historia institucional, que se funda en el análisis de la aplicación de técnicas que aseguran el dominio social y la extensión de estas. 2.- una historia filosófica, que se articula en torno a la noción de ciudadanía, que relaciona los derechos sociales con la deuda que el Estado contrae con los individuos. (Aquí el estado providencia esta encastrado en el estado nación).La historia 1 domino mucho tiempo, permitió entender la construcción técnica de la seguridad social, y el trazo de mejores condiciones jurídicas y prácticas del paso de asistencia tradicional al estado providencia moderno.Hoy se hace necesario un enfoque más filosófico y político, el estado providencia se arraiga en la materia del contrato social.

La ciudadanía socialNos habla que debido a las grandes guerras que hubo, surge un vínculo cívico fuerte relacionado a una idea de solidaridad nacional. Se presenta el hecho que se va formando un contrato social, en el cual las diferentes clases sociales convergen en la idea de hacer más importantes a las personas corrientes. (Por el hecho de ir a la guerra se les destaca, su vinculo cívico va por el hecho de defender a su nación).“Los considerandos de la ordenanza del 4 de octubre de 1945 referida a la organización de la seguridad social habla del impulso de fraternidad y acercamiento de clases que marcan el fin de la guerra”Que la patria se muestre como la madre común de todos los ciudadanos, esta exhortación de Rousseau la creyó seguir la revolución.El estado providencia moderno debe más a Rousseau que a Marx. La visión más importante en este periodo es la patriótica de la asistencia, desde 1791 una serie de decretos otorgan auxilios sobre bases patrióticas.En 1792 los socorros de las familias de los defensores de la patria constituyen uno de los ejes mayores de la política de asistencia pública. (La nación debe mucho a los ciudadanos que partieron por voluntad a la defensa de la libertad, por lo que les otorga numerosas ventajas).“En el momento en que se desmoronan los basamentos aseguradores de la seguridad social, es a este estado providencia cívico al que tenemos que regresar”Aquí se plantean dos cosas: 1.- de orden filosófico ¿sobre qué principio de justicia fundar el estado providencia desde el momento en que ya no es posible contentarse con una mera mutualización de los riesgos sociales? 2.- de apariencia más técnica, el pasaje o el retorno, a un sistema de esencia más cívica, ¿no implica que se pase de un financiamiento fundado en aportes y contribuciones sociales a un financiamiento mediante impuesto?

El desgarramiento del velo de ignoranciaEl estado providencia funcionaba bajo el velo de la ignorancia, se apoyaba en el principio de que los individuos eras iguales frente a los diferentes riesgos sociales susceptibles de afectar la existencia. Todos los miembros de la sociedad podían considerarse solidarios en la medida que percibían a la nación como una clase de riesgos relativamente homogénea. (Cada vez sucede menos). El fenómeno es general, el mejor conocimiento que tiene la sociedad de sus diferencias tiende a modificar la percepción de lo justo y lo injusto.El mayor conocimiento de las diferencias entre individuos y entre grupos pone a prueba los fundamentos del contrato social.En universo opaco: justicia tiene dimensión procesal, confusión por buscar una regla universal, esta definición de la justicia se vuelve problemática con el mayor conocimiento adquirido.Bajo un velo de ignorancia: Rawls, las desigualdades sólo son aceptables si van en beneficio de los más desfavorecidos, es adoptado porque los individuos prevén que ellos pueden ser los más desfavorecidos.¿Qué pasa cuando se sabe quiénes son los ricos y pobres? Puede dudarse de la adopción automática y lógica del principio de diferencia.A la equidad procesal, indiferente a las variaciones de las situaciones de cada uno, se prefiere una equidad de resultados que las integrara. Esta dinámica del saber de las diferencias no se limita a disociar cada vez más estrictamente seguro y solidaridad. Primero socava los fundamentos del principio asegurador social, reduciendo la dimensión de las clases de riesgo.El seguro bajo el velo de la ignorancia tiene una función de agresión y socialización, cuando se multiplican los conocimientos entre los individuos, encontramos un movimiento de desolidarización, la información es el alimento de la diferenciación.

Cuando se desgarra el velo de la ignorancia se vuelve a la oposición entre justicia distributiva (apunta a igualdad económica, a cada uno según sus necesidades) y justicia conmutativa (igualdad de derechos, principio de reciprocidad, a cada uno según lo que se le debe), oposición que el estado providencia clásico había superado en parte ya que el sistema segurador combinaba reglas de equidad y mecanismos de redistribución.La solidaridad puede definirse como compensación de las diferencias.Bajo el velo de ignorancia hay superposición de la justicia y la solidaridad, el reparto de los riesgos es al mismo tiempo una norma de equidad y un procedimiento de solidaridad. Equidad y redistribución se confunden.Es diferente cuando este velo de ignorancia es desgarrado, aquí la noción de justicia recupera su carácter problemático: lo justo ya no es definible a priori, dado que las diferencias ya no derivan simplemente del azar.Ahora se está en una era posrawlsiana, donde se necesita un enfoque de justicia bajo el sol del conocimiento de las diferencias entre los hombres.

La justicia y el saber de las diferenciasAl progresar el conocimiento se distinguen 3 factores de diferenciación: 1.- la determinación de la naturaleza 2.- variables de comportamiento 3.- resultados de la suerte.Si la parte reconocida a los efectos del azar disminuye…La cuestión de la justicia tendrá 2 aspectos, 1.- consiste en fijar la actitud a adoptar frente a las desigualdades naturales. Si la equidad no consiste más que en el tratamiento igualitario de los individuos, esas desigualdades naturales no constituyen un objeto de acción. Sólo puede serlo si se adopta el principio de igualdad de oportunidades. La solidaridad se define en ese marco como una acción de compensación de las desigualdades naturales. La sensibilidad contemporánea a las discriminaciones encuentra allí su fuente.La lucha contra las discriminaciones es una manera nueva de vincular una norma de equidad (tratamiento equivalente de los individuos) con una política de corrección de las diferencias.De alguna manera se intenta traducir en la gestión de los sistemas sociales la noción de discapacidad, esta caracteriza una forma de desigualdad natural, física o psíquica, cuyas especificidades podrían diferenciarse de las otras disparidades entre los hombres. Pero esta característica supuesta de la discapacidad no tiene nada objetivo. A menos que se crea que el hombre “normal” es definible. El único enfoque verdadero que puede desarrollarse de la discapacidad es social y político, queda así por construir socialmente el orden de la justicia en la corrección de las inferioridades naturales.Se aceptan las disparidades si viene de la acción voluntaria de los hombres, el liberalismo de Locke justifica así las diferencias de riqueza, nos dice que quien ha trabajado poco no puede considerar injusto que el que trabajo más sea más rico que el. Por lo que la equidad de una acción compensadora se determina por la responsabilidad individual.La relación responsabilidad- voluntad no es siempre simple. La responsabilidad es una categoría moral claramente identificable jurídicamente, mientras que la voluntad es de orden sicológico.En definitiva, no es posible encontrar el camino de una teoría solo procesal, equivalente al principio asegurador, desde el momento en que se desgarra el velo de la ignorancia.Ya no hay sino un enfoque político y circunstancial de la justicia. Desde que ya no se contenta con las definiciones mínimas, sobre las que podía edificarse un estado providencia, es forzoso constatar que no hay teoría posible de la justicia.La justicia es incierta, deriva del debate público con cuyos elementos se construye el contrato social. El desgarro del velo de la ignorancia modifica profundamente la visión de la política y muy en particular la de sus relaciones con la esfera del derecho.La regla política se da como regla del derecho puesto que pretende ser una norma universal. En la actualidad deben hacerse reglamentaciones políticas que se sabe a quienes conciernen, esto lleva a confundir más el ejercicio de la política con el de la búsqueda de la justicia.Surgen los nuevos conflictos, ya no son solo de reparto en una óptica tradicional de lucha de clases, son cada vez más sobre interpretación de la justicia.En los últimos 10 años puede extraerse que la noción de justicia o de equidad prevalece sobre la de defensa de los intereses en la lógica reivindicativa.

Solidaridad y democracia deliberativaSe supone que solidaridad y democracia hacían causa común. Ahora las cosas son más complicadas, se ve que ahora la información es el gran alimento de la protesta social.

Sociedad compleja: las posiciones de los distintos individuos y grupos son siempre discutibles. Mientras la sociedad se percibe de manera simple y homogénea, la justicia puede se puede formular en términos globales.Cuando este a priori desaparece se muestra como es, un entrelazado inestable de posiciones individuales y muchas clasificaciones económicas, sociales y profesionales.La publicidad complica y refuerza el ejercicio de la democracia. Una sociedad más transparente es más inestable y vulnerable. Puede convertirse en trampa.Los derechos sociales pueden repensarse y los políticos profundizarse al mismo tiempo, en el seno de una teoría ampliada de la democracia.Se pueden distinguir 2 conocimientos: 1.- los que tienen los ciudadanos uno sobre el otro recíprocamente y 2.- los que tienen las organizaciones del estado sobre los ciudadanos.Se distingue así entre transparencia social y transparencia individual (su frontera es imprecisa y variable), la primera es irreversible no así la segunda.Si la sociedad democrática se funda en libertad y autonomía, se les permite mantenerse cerrados al otro.La democracia por el contrario se liga al mantenimiento de una opacidad de los individuos.La protección de las libertades es la aliada de la solidaridad.

La tentación de la victimización social.Si se reconstruye un nuevo estado providencia fundado en un orden cívico, necesita una formulación exigente de la deuda social, fortalecer sentimiento de pertenencia comunitaria.Eso es difícil de lograr en un esquema social liberal, por lo que nace otro modelo (EEUU), la” sociedad de reparación generalizada”.La redistribución social deriva de la radicalización de derechos civiles, no se esperan efectos basados en la ligazón fuerte con lo nacional sino de la perfección de la lógica individualista.Sociedad de reparación generalizada: figura central de interacción es la victima de otro y no la del ciudadano. Se piensa en un equivalente de la justicia distributiva radicalizando la justicia conmutativa. En tanto se reconoce como víctima un individuo se pretende una compensación.Las heridas y padecimientos del pasado se convierten en especie de capital. El mecanismo de reivindicación lo constituye la memoria de inferioridad y teatralización de la desgracia. Ya no se pone en primer plano la igualdad y fraternidad sino la exigencia de reparación civil.La superación del estado providencia tradicional entraña una victimización general de la sociedad. Explosión de la cantidad de procesos de responsabilidad civil = alternativa individualista del estado providencia.Este tipo de estado providencia que se modela por el individualismo radical y figura de la víctima, señala una distancia en lo que se denomina un nuevo orden político del estado providencia.Los valores sociales centrales son ahora la tolerancia ya no la solidaridad y la imparcialidad o la igualdad. La buena sociedad es la que permite la coexistencia pacífica de las diferencias y no la que asegura la inserción. E l principio de la ciudadanía ya no implica exigencia de la redistribución, ahora es la confianza en la ley civil organizadora de la autonomía.Rehacer la naciónEl estado providencia se va volviendo más político, la búsqueda de justicia es arbitraje social y deliberación democrática.Hoy, es imposible preservar el estado providencia sin rehacer la nación, el pedestal cívico en que se arraiga el reconocimiento de una deuda social mutua.(Eso dificulta introducir este estado a los países del tercer mundo)“cuando el sentimiento nacional se deriva de la apropiación individual de símbolos valorizantes o cuando procede de una simple oposición a terceros, no permite formar obligaciones reciprocas, la nación solo se comprende entonces según el modo de un bloque idealizado al que se presume unificado y homogéneo”, se la presupone dada cuando hay que construirla.El espacio político de la ciudadanía es determinado, rígido mientras que el económico es variable, flexible.Se corre el riesgo de que se produzca una reacción nacionalista en materia social, paradójicamente provocada por una conciencia mas vivía del vínculo social.Las sociedades europeas están marcadas por una contradicción, “mas nación social para consolidar el cemento político, y menos nación económica para desarrollar la economía” Dramatizar el contrato social

Los defensores del estado providencia procuran institucionalizar y perpetuar el sentido de ayuda mutua.Años 70 se recreaba este episodio hablando de “guerra contra la pobreza”.No podrá haber estado providencia solidarista sin reconstrucción del sentido cívico entendido como sentido de pertenencia a un mundo común. No falta solo la movilización, sino el sentido de esta, “la nación”.Imposible recrear la solidaridad sin encontrar un cemento colectivo.No volveremos a una época comunitaria.En las sociedades individualistas democráticas la gente está menos dispuesta de morir por la patria.Para rehacer la nación es necesario dramatizar el contrato social, teatralizar la deuda social, función esencial de lo político.La política tiene la tarea de contribuir a poner en forma el vinculo social, haciéndolo visible y legible.

CAPITULO III: LOS NUEVOS CAMINOS DE LA SOLIDARIDAD

Declinación de la antigua sociedad aseguradora no significa que desaparecerán los seguros sociales. Ahora cambia el significado de vínculo social de un sistema social. Su evolución tiene una consecuencia en el deslizamiento progresivo del impuesto de una parte del financiamiento estatal.Del asegurado social al contribuyenteSustitución de asegurado social a contribuyente.2 causas:

- Disociación entre Nº de contribuyentes y derechohabientes sociales aumenta. (Porque hay mas nº de estudiantes, mas familias monoparentales, etc.). El número de personas autónomas y dependientes económicamente aumenta por motivos económicos, ya que para favorecer el empleo ha habido un espiral de exenciones, que es considerada como un objetivo social.

- Disminución del costo del trabajo poco calificado para luchar contra la desocupación. Como no se disminuye el salario mínimo, de disminuye o queda exento de los aportes y contribuciones sociales que entrega el Estado.

Todo ocurre para poner en día el progresivo financiamiento fiscal de los gastos sociales. Opiniones divididas en cuanto al tema. Nace la Contribución Social Generalizada (CSG), que es un gravamen sobre los ingresos para financiar la seguridad social. Esta evolución choca con los intereses sindicales, ya que sus gestiones paritarias y conquistas esenciales y sobre todo el poder de legitimación que les traía, se perdería al traspaso fiscal, en donde el parlamento seria el centro y el eje de los impuestos y los interlocutores sociales ya no tendrían fachada de poder (simbólicamente). La seguridad social ya no es asunto de los sindicatos ni interlocutores sociales, sino que del parlamento y el gobierno.Otro factor determinante: Debilidad Política. Generalización de la “crisis fiscal” del Estado Providencia. No sirve exaltar la figura del ciudadano escondiendo la del contribuyente.No es fácil el pasaje entre asegurado social a contribuyente. 2 Ilusiones:

- De orden técnico: estimar que la separación entre el “seguro” y “solidaridad” basta, pasando a ser la “gestión de la solidaridad menos costosa al tener su campo mejor circunscrito”.

- Política: Creencia de que una reforma fiscal global permitiría vincular simplemente justicia y eficacia al racionalizar la estructura del descuento.

La distinción seguro/solidaridad

Disociar seguro y solidaridad. Aquí se ven los apremios para limitar los gastos de salud. Otros imputan la confusión entre el seguro y la solidaridad como la causa que afecta al sistema de protección social. Campos poco definidos para encontrar una diferenciación clara. Diferenciación entre el Estado y los interlocutores sociales. Los interlocutores sociales (compañías aseguradoras por ejemplo) están preocupados por preservar sus funciones en la gestión del sistema social fundada en el SEGURO. Por su parte el Estado, llama a los mecanismos de SOLIDARIDAD, como la protección mínima universal que corresponde a el. Ejemplo del seguro de desempleo de 1984 y el fondo de solidaridad para la vejez. Sin embargo, existen muchas ambigüedades.Existe mal distinción entre valores y técnicas de gestión cuando se opone seguro y solidaridad. Seguro es = a técnica y Solidaridad es = valor. .·. No serian incompatibles. El seguro es un modo de producción de solidaridad. La diferenciación entre estos dos conceptos es poco operativa. Pero tiene una popularidad su contradicción en una dimensión utópica implícita, en la separación de las esferas político - social, mercado – ciudadanía, justicia conmutativa – justicia redistributiva. Funcionamiento económico y social: Todo es Redistributivo. Esta diferenciación, no dogmatica, radicaría en el reparto de las responsabilidades sociales entre el Estado (impuesto) y los interlocutores sociales (gestión de gastos del seguro).Definición económica. Seguro: regla de contributividad, “prescribe para cada aseguradora, la proporcionalidad entre prestaciones obtenidas y aportes realizados”. (Regla lejos de ser clara) Para el economista, el seguro no es más que una modalidad particular de redistribución y la solidaridad.

Revolución Social Fiscal

Izquierda reformista: establecimiento de un impuesto a los ingresos. (Caso de Francia) Así la izquierda reformista esperaba modificar la sociedad mediante la redistribución. A falta de revolución política, se soñaba con rev. Fiscal. Aumento de las tasas de impuesto a los ingresos. Fuerte conmoción en los 80’ en Francia: Credo del Reformismo: aumentar imp. Directos y bajar imp. Indirectos. Incrementar presión fiscal en las clases acomodadas y bajar presión en las clases populares. Año 82, reforma al impuesto de las fortunas y la izq. No supo efectuar la gran reforma fiscal. Nueva política: Reducción de los impuestos a las clases altas y medias. Se hunde una visión fantasma de la sociedad, por la complejidad de la nueva sociedad pluriclasista. Se hunde el mito de la reforma fiscal.

El peligro de reducir lo social a la exclusión

Problemas sociales nuevos, como crecimiento de la exclusión social (cesantes, deudores, nuevos pobres). Gran Hecho Social. Desde la cuestión social, se paso de un análisis global y universal de la población, a un enfoque centrado en el segmento más vulnerable de la población (estratificación). Lucha contra la exclusión y la oposición de los que están fuera de los que están dentro. La justa denuncia de la pobreza no debe dispersarnos de un enfoque más global de las tensiones y contradicciones de nuestra sociedad.Dos Problemas:

- Desestabilización general de la condición salarial, fragilidad de los salarios y del trabajo asalariado. Esto modifica profundamente nuestra sociedad. El Problema más grave, que se esconde, es la degradación de la condición del Trabajo. Por lo tanto, la exclusión es el resultado de un proceso y no de un estado social dado.

- Cuestión de las clases medias: Las políticas públicas, cada vez más, se concentra en el mundo de los excluidos, bajo la lógica política y fiscal que convierte a las clases medias en el soporte y el pivote del funcionamiento social.

La cuestión de las clases medias

Focalización de las ayudas redistributivas en las clases más bajas, mientras que las clases medias cada vez reciben menos prestaciones sociales, pero pagan más impuestos. Se genera en estados unidos, en los años 90’ un rechazo de la clase media de este tipo de políticas impulsadas por los demócratas. “Pagar más a un Estado que daba menos”. Derrota posterior de los demócratas en el parlamento. Esto sucedió porque ellos, antiguamente fuertemente identificados con la población negra y clase media blanca, ahora se enfocaron en una política focalizada en poblaciones específicas, dejando de lado a la clase media. La inflación de gastos, ayuda a definir mejor la política social, un régimen asegurador solidarista y otro régimen que concierne los regímenes de ayuda social.En Francia, es difícil ver la focalización de los programas, como el de salud, en donde su cobertura social es más universal. Es difícil terminar con esta barrera, por temor a la rebelión de las clases medias. Muchas familias consideran injusto o se sienten maltratadas o desfavorecidas, por el estado al verse excluidas de muchas previsiones sociales o familiares en comparación con las familias más modestas que tienen acceso a todas estas prestaciones.El estado de providencia selectivo“La segmentación de las prestaciones sociales está de moda”. En los países desarrollados la selectividad constituye una solución a la crisis financiera que atraviesa el estado de providencia.Cuando los recursos son escasos y las necesidades son importantes, se centra la atención en los más necesitados. Ej. Nueva Zelanda, país que en 1926 tenía un sistema universal de subsidios, pero que en 1990, esos beneficios se otorgan a quienes los necesitan. (Estratificación).Prestaciones moduladas según los ingresos. Dogma fundacional del estado de providencia.Antes, la universalidad se consideraba una forma simbólica para eliminar las diferencias de clase. Prestaciones sociales como derechos en la retorica de la izquierda reformista, ella denunciaba la selectividad por considerarla una forma de estigmatización de los pobres, ósea su planteamiento era “dar a todos mediante prestaciones sociales y recaudar de los más acomodados por impuesto”. La Derecha, se centro en propugnar una “selectividad social moderada”, desde los años 70’.Hoy en tela de juicio la universalidad de las prestaciones sociales, por el nuevo orden económico y el periodo de crisis fiscal que vive el estado. Este genera inequidad y desocupación. Hoy en Francia, la explosión de gastos y rebaja de las cargas sobre los salarios bajos, constituye “discriminación positiva”.Prestaciones sociales según sistemas:

- EE.UU, la selectividad apunta al 20% más pobre de la población. Esto genera el “gruñido” de la clase media, producido por la separación entre quienes pagan y quienes reciben. Aquí se encuentra entonces el Estado de Providencia Selectivo.

- Francia, el beneficio alcanza para el 60% de las familias con 2 o más hijos, a través de subsidios etc. Para este tipo de sociedad, la perdida de prestaciones sociales suele ser muy dolorosa. El salir de esa categoría, significa inmediatamente ser de una clase “privilegiada” y un abandono de la clase media.

Entonces tenemos 2 tipos de selectividad, la que “pone la raya muy arriba y la que pone la raya muy abajo”. Entonces siempre aparece la oposición ricos y pobres, pero con muchos matices y dificultades. Difícil hacer la selectividad entre quienes reciben el salario mínimo profesional, el ingreso mínimo de inserción, la pareja de profesores con dos hijos y el funcionario superior soltero.Por eso se explica siempre el malestar de la clase media, y en Francia también se explica por los efectos perversos engendrados por la superposición aleatoria de los umbrales fiscales y sociales, ósea de los topes máximos de los beneficiarios de las políticas sociales y el mínimo de los que contribuían con impuestos. En efecto, la distribución selectiva de las prestaciones sociales, se enfrentan a una contradicción. Para que sea eficaz, debe tener techos bajos y excluir a buena parte de la clase media, pero aquí está la dificultad política. Pero para que sea aceptada la selectividad socialmente, se debe eliminar a una pequeña franja de la población, pero aquí la economía efectuada sería muy pobre.Por lo tanto existen 2 caminos:

- Selectividad moderada (Francia)- Ayuda dirigida con mucha selectividad (EE.UU)

Pero como esto genera vinculo social, algunas prestaciones deben tener el carácter universal, pero no hay que caer en el riesgo de hacer de la selectividad un principio filosófico.

La materia de la solidaridad

El pasaje a un sistema solidarista, implica romper con la expectativa implícita de una contrapartida, en torno a la cual estaba organizado el seguro social. Esta nueva lógica significa compensar las disparidades de status. Es más fácil encontrar un consenso para realizar por etapas, una reforma semejante, que para aumentar el baremo del impuesto a los ingresos. Las disparidades en los ingresos, que este impuesto intenta redistribuir, son mucho más complejos de caracterizar, pues no solo se remiten a las clases sociales, sino que a historias individuales (herencia por ejemplo). Por eso, muchas veces se ve como “injusto” el aumento de la tasa de impuesto cuando aumenta el ingreso, porque da la impresión de “castigo” el esfuerzo individual o la de reducción del ascenso que se juzga merecido.Esto funda la “resistencia fiscal” el impuesto desvaloriza la responsabilidad individual. Sociedad móvil socialmente, hace más compleja la estructuración de un sistema solidario de protección social.El gravamen de solidaridad será más aceptado, en cuanto sea calculado sobre la base de factores objetivos o heredados. Dificultad por legitimar la solidaridad entre categorías de ingreso, pero esta categoría no puede ser el único sostén de la redistribución, salvo para asfixiarla.Reinvención del gravamen (impuesto) visión ampliada de la materia y los objetos de la redistribución. Nuevo tipo de gravamen, que permita una redistribución a partir de una comprensión ampliada del campo de las diferencias y las desigualdades.Reinventar el GravamenSi no se puede hablar de “revolución fiscal social”, se puede hablar de reforma fiscal.Ejemplo Francés de la “Contribución Social Generalizada” CSG. Esta constituye un ejemplo de revolución silenciosa. Esta tiene forma de impuesto (lo da el parlamento) pero también se emparienta con un aporte o contribución social (Mixto). Ósea es afectada por la categoría social familiar y es recaudada por los organismos de cobranza de los aportes y contribuciones de seguridad social. Es un cómodo instrumento de transición por que exhibe la ventaja de ser bien aceptada actualmente en su principio por la mayoría de los franceses. CSG, desarrollo y adaptación de esta, como un tratamiento fiscal del financiamiento de otros seguros como el de Salud, actuando como sustituto de la imposible reforma global del impuesto a los ingresos. Por ejemplo: contribución de salud 11%, con esto se asegura a cada una un seguro de salud idéntico al sistema general actual, así se posibilita anular las disparidades actuales, ya que la tasa varia del 18% a los asalariados al 3% en los jubilados y los no asalariados pagan 10%. Así también el CSG contribuye al financiamiento de la indemnización por desempleo.La CSG conduce a una redistribución masiva entre generaciones. En los años 80’ los jubilados eran los grandes beneficiarios de la política social. Hoy en día, se les invita a contribuir más en los gastos comunes.

CAPITULO IV: LOS LIMITES DEL ESTADO PROVIDENCIA PASIVO

El Estado Providencia funciona como una máquina de indemnizar (Desocupación, enfermedad, jubilación). En situación de desocupación, este funcionamiento conduce a una primera paradoja: por un lado las indemnizaciones entregadas crecen y por el otro, las necesidades no satisfechas se multiplican.Segunda Paradoja: a través de las transferencias sociales, una gran parte del costo laboral sirve para compensar la exclusión parcial o total del acceso al trabajo.Debido a esto es necesario aumentar cada vez más los gravámenes al trabajo, lo que reduce su volumen, para atender la exclusión, entrando en una DEFLACIÓN SOCIAL: cantidad creciente de inactivos son tomados a cargo por un número decreciente de activos. Esto se le denomina la paradoja de “LA AUTODESTRUCCIÓN DE LA SOLIDARIDAD”.

1. La separación economía/sociedad.

¿Cómo se llegó a esto? A menudo se invocaron los efectos perversos del estado providencia para explicar el callejón sin salida en el cual se encuentra este actualmente. La OCDE demandaba “nuevos métodos, mejor concebidos, que no tengan los efectos secundarios imprevistos e indeseables de las políticas sociales pasadas.”La OCDE sugería también que los problemas de equidad no interfirieran en las cuestiones de funcionamiento del mercado de trabajo. Que estuviera de un lado la eficacia, del otro la solidaridad. Esta disociación fue una de las grandes consignas de los 80’.Pueden distinguir de este enfoque en términos de efectos perversos 2 aspectos:

El efecto perverso de composición: ej. Se decide un nivel de indemnización del desempleo sin compararlo con las remuneraciones de las actividades disponibles y no se prevé que pueda producirse una desincitación del trabajo.

El efecto perverso de disociación: Corresponde a una segmentación de las esferas de actividad social, corresponde a las consecuencias de la disociación entre lo económico y lo social, buscando la eficacia económica por un lado y el funcionamiento de la máquina de indemnizar.

Aunque se trataría de armonizar los imperativos sociales y las exigencias económicas, estos terminan por destruirse. La separación entro lo económico y lo social se concibe a menudo como una exigencia de progreso.

2. Disolución Contrato Salarial

Es importante destacar de que manera las transformaciones sociales de los 80 y 90 han acelerado este fenómeno y conducido a exacerbar al funcionamiento perverso del E de providencia. En pocas palabras, la desocupación masiva conduce a radicalizar el proceso de modernización económica. Llevando a la disociación de lo económico y lo social. El desempleo masivo lleva al máximo el corte entre la actividad económica y el estado de providencia pasivo.Según Fitoussi las economías europeas de la década de los 60 y 70 se regían por un contrato social implícito, donde se encastraban en la economía un sistema de subvenciones, que eran favorables al empleo, con las tasas de interés bajas se podía distribuir una masa salarial más elevada favoreciendo al empleo.Entonces los asalariados menos capacitados eran subvencionados por los más calificados. Este mismo sistema funcionaba entre generaciones ya que los jóvenes aceptaban remuneraciones más bajas porque sabían q a lo largo de su carrera crecerían, subvencionando así a los más viejos, se llamo a esto “EL CIRCULO VIRTUOSO DEL CRECIMIENTO FORDIANO”.

En los 80’ se hundió progresivamente la totalidad de estas convenciones y subvenciones, rompiendo el contrato social anterior.

El primer síntoma de este hundimiento se encuentra: en el crecimiento de las desigualdades. Los bajos ingresos retrocedieron fuertemente y los altos ingresos se dispararon.

Segundo Síntoma: el alza de las tasas de interés reales, al aumentar la remuneración de la renta, los otros ingresos, como salarios, bajo mucho para permitir a las empresas mantener su tasa de ganancia.

En general puede decirse que en los 60 las economías occidentales internalizaban en el nivel de las empresas toda una parte del costo social global, mientras que en los 90’ la tendencia fue una externalización diferenciadora de ese costo.

Así la externalización y diferenciación caracterizan al nuevo sistema que se introdujo de a poco. La Externalización: traduce el hecho de que cada vez se disociaron más los registros de la eficacia (única responsabilidad empresa) y la solidaridad (Resp. Estado Providencia)La Diferenciación: significa que el trabajo ya no se maneja globalmente, las cuestiones de productividad se encaran en el plano personal (según lo que se produce es lo que se paga) Resultando un crecimiento de las desigualdades y del desempleo.

3. La radicalización de la modernidad

El Desarrollo del estado providencia es la consecuencia mecánica del ensanchamiento del corte entre los económico y lo social a la que acompaña. Estas contradicciones no remiten solamente a un disfuncionamiento económico: corresponden a una cierta radicalización de la modernidad en cuanto proceso de individualización y racionalización. La modernización acelerada de los 80’ y 90’ quebró este arreglo de la “cohesión social” al ser las empresas más “modernas” eliminaron el “arcaísmo protector” que tenían en el área social, siendo despedidos muchos asalariados menos calificados o eficientes, convirtiéndose en desocupados indemnizados.Debido a esto el estado providencia, se desarrollo históricamente bajo la forma asistencial e indemnizadora solo porque la sociedad no había sabido mantener cierta homogeneidad garantizando a cada uno un trabajo.

4. La tentación de asalariar la exclusión

Un peligro mayor acecha hoy a la sociedad: la tentación de asalariar la exclusión, se basa en la certeza de que por un plazo largo una persona se mantendrá sin empleo y por otro el reconocimiento de la necesidad de introducir una red de protección social mínima. Presentándose de 2 formas: el modelo de la discapacidad y el del ingreso de subsistencia.

Durante los 70’ y 80’ el estado tomo a su cargo a personas a quienes las incapacidades físicas o mentales les impedía trabajar, el número de beneficiarios aumentó considerablemente en los últimos años, pero así también corresponde a un fenómeno más perverso: la asimilación a la categoría de discapacitado a individuos con problemas de inserción social, asimilándolos a “INVALIDOS SOCIALES”, desplazando esta categoría del campo médico al campo social. Traduciendo una grave deriva del estado providencia hacia una institucionalización perversa de la separación entre lo económico y lo social. Haciendo que la sociedad de indemnización y de exclusión vayan a la par. Por este motivo en el 93’ el subsidio de invalidez fue denunciado por sus abusos en su concesión.

5. El callejón sin salida del ingreso de Subsistencia

La idea de ingreso de subsistencia se presenta, como una idea de reconciliar la asistencia y la dignidad cívica. Consiste en dar a cada individuo, desde su nacimiento hasta su muerte, sin condición de empleo o situación, un ingreso básico que permite cubrir las necesidades esenciales. La justificación de este ingreso de subsistencia es indisociablemente económica y moral. Se basa en que la producción de riqueza no está determinada solo por el trabajo y el capital, sino que también depende de una especie de fondo social heredado e indivisible. Se puede considerar el ingreso de subsistencia como el reparto igualitario de ese fondo.Quienes apoyan este ingreso insisten en el hecho de que su entrega estaría acompañada por la reducción de las diversas prestaciones que se dan hoy como: (indemnizaciones de desempleo, asignaciones familiares, ayudas, etc.) Según el autor Rosanvallon la idea de esta asignación universal es el punto extremo de la sociedad de indemnización, representa la figura perversa y paradójica de la clausura de la concepción clásica del estado de providencia, siendo esta un síntoma de la disociación creciente entre la esfera de la actividad económica y de la solidaridad.Ahora podríamos decir que tiene 2 rostros: En la dimensión de utopía positiva, expresa el fundamento cívico del vínculo social.Así también tiene muchos partidarios Ultraliberales, como Friedman quien dice: que una forma de ingreso social mínimo tiene la doble ventaja de introducir cierta red de seguridad (moral) y al mismo tiempo que hace posible que el mercado laboral funcione de manera libre, en efecto, si una persona tiene un mínimo asegurado, estará dispuesto a trabajar en un empleo mal remunerado.Al contrario, la inserción por el trabajo debe seguir siendo, en 1er lugar, la piedra angular de toda lucha de exclusión, en resumen luchar por el “derecho a la utilidad”, Por esta razón hoy en día para avanzar es preciso comprometerse

mucho más en el sentido de 1 reinvención de la idea de derecho al trabajo que en la formación de una idea de derecho al ingreso.

6. De la indemnización a la InserciónNo se puede dejar que el estado de providencia pasivo se siga desarrollando, ya que llegará a un callejón sin salida, al conducir la disociación cada vez más aguda de lo económico y lo social a una autodestrucción de la solidaridad y una separación de los excluidos. ¿Se puede volver al tiempo de las “políticas sociales invisibles”? si el costo laboral se reduce, es posible que la empresa pueda contratar más fácil, pero no volverán a los modos de organización anterior, lo que se debe hacer es buscar modos equivalentes a ese antiguo modo de encaje de lo social y lo económico.El objetivo perseguido hoy es encontrar la manera moderna de realizar cierta internalización de lo social, para lograr en conjunto una modernización económica y reconstrucción del tejido social, es decir, moderno y arcaico a la vez.¿Cómo pasar de una sociedad de indemnización a una de inserción? Para romper el círculo vicioso que hace que la solución agrave el problema, solo se puede quebrar reintegrando a los individuos al trabajo. Desde hace 10 años se ha intentado evolucionar la noción pasiva de indemnización por una retribución por una actividad, lo que se busca en resumen es retornar a la cuestión del derecho al trabajo.

CAPITULO V: EL DERECHO AL TRABAJO: HISTORIA DE UN PROBLEMA

El momento revolucionario

Cuando en 1789 se discute el proyecto de la declaración de los derechos del hombre y el ciudadano, existe un acuerdo generalizado para reconocer que la sociedad debe ayudar a aquellos de sus miembros que se encuentren en el desamparo.

El derecho a la asistencia no es, a sus ojos, más que un sustituto de ese derecho más esencial a insertarse en la sociedad, a participar en la utilidad general. “todo ciudadano tiene derecho a exigir de la sociedad que le brinde trabajo o socorros si está impedido”, precisa Duport.

Los constituyentes están de acuerdo están de acuerdo en este punto: cada hombre debe poder vivir de su trabajo; los socorros públicos no son mas que un paliativo.

Boncef: pide la realización de grandes obras para emplear a los obreros sin trabajo “ los primeros acreedores de la nación son los brazos que exigen ocupación.

En los orígenes: Coacción y asistencia

La idea que ”la miseria de los pueblos es un error de gobiernos” es indisociable del advenimiento de la modernidad política: es una consecuencia lógica de una aprehensión del estado como reductor de incertidumbre y protector de seguridad. La necesidad de dar trabajos a los pobres esta encastrada en una visión indisociablemente disciplinaria y arcaica de lo social.

Pretende poner a trabajar a clases virtualmente peligrosas, para controlarlas y moralizarlas, preocupación para fijar un territorio a los vagabundos y gente sin trabajo. En febrero de 1915 una Ordenanza del parlamento de Paris, afirma oficialmente la necesidad de trabajo a los individuos ociosos, pero no son considerados como “desocupados”, inactividad económica y delincuencia social se diferencian mal.

Se confunde totalmente también oferta de trabajo a los necesitados y trabajos casi forzados. Estas medidas apenas se distinguen en su fondo de las disposiciones introducidas desde el siglo XIV para enrolar a la fuerza a “las gentes ociosas” en las obras de trabajos públicos

Siglo XVII, el hospital general representa la cumbre de esta filosofía represiva, encerrando a los mendigos para ponerlos a trabajar, las leyes inglesas son igual de rigurosas, un reglamento de Eduardo VI llega en cierto caso a restablecer la esclavitud para los vagabundos, pues tiene un objetivo disciplinario.

En 1525 el español Juan Luis vives considera que la principal medida contra el pauperismo consiste en organizar el trabajo.

En 1770 en muchas regiones francesas se organizan “fondos de trabajos de caridad” a partir 1775 la noción de “Talleres de caridad“ se distingue claramente de las formas anteriores de trabajo casi forzado.

Experiencia de los talleres de caridad

Desde su creación, el Comité de Mendicidad hace suyo el principio de asistencia por el trabajo.Los talleres de socorro que se establecen a partir de 1978 presentan graves problemas de organización, los responsables quedan sumergidos bajo la cantidad de individuos que se presentan; no pudieron hacer frente a los problemas de disciplina (no se efectuaba proceso de selección), obreros mal organizados, muchos son improductivos y un gran número de beneficiario solo se presentan para el día de pago.

Se dictan numerosas medidas para regular las bases de estos talleres, pero los problemas siguen sin ser controlados y en 1971 se cierran los talleres de socorro.

Las condiciones de improvisación de los talleres influyeron mucho en su fracaso y los principios sobre los cuales se regían estos talleres estaban en tela de juicio, básicamente estos tres temas: La obligación o no de los indigentes al trabajo. Estatuto de la remuneración (salario o ayuda)Sentido jurídico de los talleres (expresión de un derecho al trabajo, creando con ello una obligación para los poderes públicos o mero instrumento de política social coyuntural.

Paradojas del derecho al trabajo

La paradoja central del derecho al trabajo se percibía con claridad: las condiciones de determinación de los derechohabitantes amenazan a conducir a un verdadero control de los comportamientos.La seguridad material de los individuos, en otros términos, se obtendría al precio de un peligroso estado vigilante de lo social.

Nace un nuevo sujeto: “La colectividad” y ya no el individuo, el gobierno no debe ser previsor para cada particular, pero tiene el deber de serlo para todos.Se pasa de un enfoque individualista a un enfoque estadístico de la provisión del trabajo, en este marco la noción misma de derecho ya no tiene sentido.Frente a una colectividad, en efecto, la categoría del derecho se borra ante la del deber de implicación del estado.

La asistencia por el trabajo

Constituía una alternativa ampliamente compartida en el siglo XIX.Gérando: reafirma la superioridad de la asistencia por el trabajo, no piensa en ningún segundo en inscribir esta política social en la perspectiva de un derecho cualquiera al trabajoA partir de la década de 1830: una nueva forma de ayuda por el trabajo va a suscitar un interés particular: la colonia agrícola.La idea era simple: Confiar tierras incultas a roturar a los mendigos sanos, y con ello darles un trabajo y medios de subsistencia, eximiendo al mismo tiempo a la sociedad de los gastos de manutención.En el estado actual de la sociedad, en Francia y Europa, el único remedio al pauperismo está en la agricultura.

Los debates de 1848

Francia: Aparición de los talleres nacionales en la más completa improvisación. La experiencia fue monstruosa a tal punto que nadie aceptó reivindicar su paternidad. Desde sus inicios los talleres fueron objeto de fuertes criticas:Desde la izquierda, se les acusaba de no encarnar mas que una forma insipida y degradada del derecho al trabajo.Desde la Derecha, se denunciaba la ausencia de disciplina que reinaba en ellos, la debilidad de su rendimiento y los múltiples abusos a que habían dado lugar.

Empieza hablarse sobre el concepto del “derecho al trabajo” El derecho al trabajo es el que todo hombre tiene de vivir de su trabajo. La sociedad por todos los medios productivos y generales de que dispone.El derecho a la asistencia es el que tienen los niños abandonados, los lisiados y los ancianos de recibir del estado los medios de subsistencia.Las garantias esenciales del derecho al trabajo son: la libertad misma del trabajo, la asociación voluntaria, la igualdad de las relaciones entre el patron y el obrero, la enseñanza gratuita, la educación profesional, la prevision y de credito y el establecimiento por el estado de grandes obras de utilidad pública.

El temor era que si el derecho al trabajo lleva al dominio del estado por sobre el sistema economico.El estado se convertirá entonces en fabricante, comerciante, pequeño o gran productor, esto permitiria al estado a poseer el monopolio sobre las industrias o al menos a reglamentarlas totalmente

Thiers: se mostraba partidario de una politica de lucha contra la desocupación rechazando al mismo tiempo enérgicamente el reconocimiento del derecho al trabajo. A favor del desarrollo de una politica social, pero no al reconocimiento de un derecho social.

La critica del derecho

Liberales: se contentan con una comprensión puramente negativa del problema, mostrando las dificultades que plantea la nocion de un derecho social a la distancia.Thiers: un derecho, no hace excepciones entre las clases de ciudadanos un derecho se aplica a todos.Gérando: distinción entre la moral y el derecho positivo en el dominio de la asistencia. Intenta zanjar la cuestión del estatuto jurídico de la asistencia a los pobres considerándola como un deber moral de la sociedad que no constituye una obligación, absoluta, y rigurosa por naturaleza.El pasado de una idea La reflexión sobre las condiciones del paso de una asistencia pasiva (distribución de ayuda) a una forma activa de inserción por el trabajo nunca se llevó en definitiva a su término en los países occidentales

A partir de los años 30 la idea del derecho del trabajo iba a disolverse progresivamente en la perspectiva keynesiana de las políticas publicas de estimulacion de la actividad económica.

Roosevelt: El gobierno federal debe superar y superará las acciones de asistencia; en lo sucesivo se esperaba que la creación de empleos para los desocupados proviniera del gasto publico y el sostenimiento de la demanda.

Importante es la percepción de la “desocupación” -que era muy imprecisa aun en el sigo XIX- la visión moderna de ésta, a comienzos del siglo XX:(Inactividad forzosa debida a la falta de trabajo). La precisión de este concepto iba a permitir un nuevo enfoque en términos de acción social.

CAPITULO VI LA SOCIEDAD DE INSERCION

El Estado de Bienestar y las cuestiones del empleo no se pueden separar. Volver a pensar en un Estado providencia implica articular una nueva gestión social de la desocupación. Esta visión nace, de un contexto inestable que presiona la continuidad de un modelo básico de protección del trabajo, donde el sistema de seguros ya no da a vasto, y se necesita dirigir el interés hacia los procesos de exclusión que han surgido.

La vía estrecha:

¿Cómo poder orientar los esfuerzos hacia la solidaridad, sin volver de nuevo hacia un proceso individualista? Lo que se busca aquí es resolver la articulación de los dos grandes bloques: el sentido de solidaridad, con el de crecimiento. De esta manera, esta “vía estrecha” tiene relación con la búsqueda de un mecanismo que permita avanzar por un espacio “aún muy vago: el de una eventual zona intermedia entre lógica de indemnización y garantía de empleo”. Es decir, hay que buscar la manera de ayudar a quienes no trabajan, pidiendo al mismo tiempo un esfuerzo del beneficiario, que aporte al desarrollo común de la sociedad. Así se vincula el concepto de INSERCION, que comienza a generar una nueva versión de los “derechos sociales”, expresándose en nuevas relaciones entre el empleo y el Estado providencia. Algunos ejemplos de tal situación, existen en Francia con el “ingreso mínimo de inserción (RMI)” y en Estados Unidos, con la idea de “Workfare” propuesta literalmente por Bill Clinton.

La revolución discreta del RMI

El Ingreso mínimo de Inserción se apoya sobre el principio de compromiso recíproco del individuo y la colectividad, teniendo en cuenta las necesidades, aspiraciones y posibilidades de los beneficiarios. Es un nuevo tipo de derecho social. Es un derecho, ya que es accesible para todos y reconoce que los “excluidos” tienen títulos para obtener un mínimo de recursos que les permita reinsertarse en la sociedad. Este derecho, tiene la particularidad de que es “individualizado”, en el sentido de que su impacto va a ser determinado según las necesidades de la persona y las posibilidades de ofertas que tenga para reinsertarse. Estos requisitos, hacen difícil pensar que este sistema realmente sea un derecho como tal, ya que por definición, los derechos deben ser universales e incondicionales. Sin embargo, lo que aquí se busca, es crear una nueva forma de relación con el derecho, por lo que ya no se busca solo un subsidio, sino fortalecer el principio de la “vida social”. Se enfoca directamente a los resultados, más que a la neta “universalidad” del derecho formal. Se busca enriquecer la igualdad de oportunidades. Se define como un Derecho Procesal.

El debate americano sobre el workfare.

El preámbulo del Workfare nace en la campaña electoral de Bill Clinton, donde anuncia el quiebre del Estado de Bienestar como se conoce, afirmando que la excesiva dependencia de los ciudadanos con el Estado, generaba ociosidad y estancamiento en la económica y la sociedad en su conjunto. La idea del workfare tiene la siguiente máxima: quienes recibían ayuda pública debían a cambio brindar un trabajo. En efecto, la única ayuda que queda en este workfare es un subsidio a las personas solas, sobre todo mujeres con niños a cargo. Por lo que se crea el subsidio AFDC (ayuda a familias con hijos dependientes, en español).Según, Lawrence Mead, el principal problema del Estado Providencia (EP) es su permisividad. Criticaba la incapacidad que tenia la gente pobre para estabilizarse laboralmente, poseer una familia estructurada y una educación constante y regular. El dice: “el error de los programas sociales, es que aportan una ayuda financiera sin retroalimentación; por ese motivo, surge la propuesta de vincular la ayuda pública a una obligación de trabajo.” El habla también de que es necesario “socializar” a los jóvenes y adultos al proceso de reinserción laboral, y que esa es responsabilidad del Estado. Sin embargo, debido a la mala regulación con respecto a este subsidio, no se logran los objetivos planteados, y solo el 10% de los que obtenían el subsidio, realmente terminaban insertándose al trabajo. Por lo mismo, había una fuerte oposición ideológica, política y social sobre este programa. Pero a fines de los 80 se empezó a aceptar la necesidad de tal “derecho”. La incapacidad de poder sostener este sistema al principio, generó que tanto los partidos políticos como la sociedad misma, fuera deteriorando el sistema, por lo que el Estado providencia, que se trato de cambiar a un workfare (o Estado de Trabajo), ahora empezó a mutar y a renovarse la idea de Estado de Bienestar.

La redefinición de lo social.

Existe una gran diferencia sobre el Estado de Bienestar de Europa Occidental y el de Estados Unidos, el último es asistencialista y en Europa es Universal. Sin embargo, aun cuando se mantienen los márgenes de universalidad en Europa, con respecto a la misma definición de lo social, el Workfare se hace más presente y comienzan a adquirir sus características, entendiendo que para

otorgar estos beneficios universales, había que tener un progreso y desarrollo económico y social latente. Se pasa a un trato más personalizado de los derechos sociales.

Las obligaciones positivas.

Aquí se discute sobre que tan positivo resulta esta nueva relación del derecho/obligación, aquí se habla de un “derecho a la inserción”. Y este va más lejos que un derecho social clásico. En primer lugar, lo enriquece porque: mas allá del derecho a la subsistencia, procura dar forma al derecho a la utilidad social, es decir, considera a los individuos como ciudadanos activos y no solamente como “asistidos” a los que hay que rescatar. Aquí se fortalece la ayuda económica y la participación social. Se sustenta en el “derecho a vivir en sociedad”. Aquí se fomenta la relación del ciudadano con el Estado, acercando las necesidades próximas de las personas a la agenda. Y si retribuye al Estado con trabajo y un proceso de socialización, el Estado le favorecerá con prestaciones y apoyo para el emprendimiento. Esta relación contractual de inserción socio-económica, le permite al Estado desarrollarse positivamente y hacer notar la existencia de derechos sociales y reales.

Seguridad contra libertad.

El principio de solidaridad se basa en el cuidado de los más pobres, y al mismo tiempo de sostener ciertos niveles de seguridad para ellos y la sociedad en general. Sin embargo, la autonomía y esta independencia del Estado, podría atentar contra la seguridad de la sociedad, en varios sentidos, económicos y sociales. Esta independencia de la que se habla, conduce a que la libertad de la que ahora son parte los trabajadores y los empleadores, genera diferencias de poder, desigualdades sociales, por lo que hace “más precaria la condición de los trabajadores”, y de los pobres. De esta manera empezaron a surgir corrientes y formas de gobiernos que luchaban a favor de una mayor seguridad al proletariado, así están los Estados socialistas, que se basaban en un Estado de Bienestar que aseguraba toda serie de derechos materiales, como contrapartida a la subordinación política. Sin embargo, nada de lo hecho por las diferentes iniciativas, han resuelto el problema de la vulneración de la seguridad con respecto a la libertad que existe.

El derecho a mendigar.

Existen la mendicidad y la vagancia. Se le reprochaba al mendigo que no jugara el juego de la autonomía individual, que rechazara entrar en la edad de la responsabilidad personal. Sin embargo, como el Estado no era capaz de tomar medidas de reinserción, no los perseguían. Actualmente, la mendicidad se toma como una “opción” y no como un “delito”. Esto quiebra todo orden establecido anteriormente, ya que si el mendigar ahora es un derecho, entonces, ya no es un deber insertarse a la sociedad. Hay un desplazo del contrato social, del que se habla en otros capítulos.Es así como lo que se privilegia es el individualismo contractual, la opción de cada cual de elegir qué hacer con su vida, reconstruyendo vínculos sociales, pero bajo la forma de cada persona. Cambia radicalmente el Estado providencia, en cuanto al nuevo individualismo y la vieja relación comunitaria.

La economía de inserción.

La misión principal de lo hablado es superar el EP, que pasa por la redefinición de los derechos sociales y la formulación de obligaciones positivas. Pero para esto, hay que hacer actividades y acciones adecuadas para el cumplimiento de tal objetivo. El EP se nutre de la relación económica/sociedad. Sin embargo, ahora ya no tiene que ser una relación, ahora deben complementarse y trabajar simultáneamente, la sociedad debe desarrollarse bajo la lógica del mercado, creando un sistema económico intermedio. Que el crecimiento financie simultáneamente una reducción de las desigualdades en el trabajo y un Estado providencia compensador (idea de EE.UU. e Inglaterra en los 80s).El incentivar la reducción de la desocupación, contrajo un cambio en las condiciones salariales (por ejemplo, eliminación del salario mínimo), por lo que todos trabajan, pero en condiciones deplorables. Sacrificaron la desintegración social por una integración económica. En Francia observan esta realidad desde otra perspectiva. Han podido generar un desarrollo intermedio de ambos sectores, favoreciendo el desarrollo de la inserción y la formación de quienes entran a trabajar. Por eso existen diferentes programas de soporte y subsidio a quienes quieren volver a trabajar o están empezando su vida laboral. Mejorar las condiciones laborales, generan un mejor desarrollo social y un crecimiento económico más austero. A través de este tipo de políticas, se introduce una especie de “economía intermedia de la integración social”. Aquí se deja en claro que no se puede obtener todo, es decir, un crecimiento económico sostenible y permanente, con una protección social acabada y universal. Siempre es necesario sacrificar un poco del uno, para favorecer el otro.

Bajo esta perspectiva, en Francia ya está funcionando de mejor forma lo que se conoce como workfare, los sistemas están respondiendo y las obligaciones positivas están claras y aceptadas. Aun así, es necesario reforzar el sistema de sanciones para los que no cumplen con lo indicado. Una de las maneras de resolver el problema, puede ser hacer instituciones autónomas que se encarguen de los subsidios, o como de las sanciones, para que trabajen independientemente, disminuyendo la burocracia generada por el complejo proceso, y favoreciendo la oportunidad de mas y mejores empleos. Es así como se pasa a una “prestación de nuevos servicios”, transformando al Estado providencia pasivo (con la indemnización) a uno EP activo, con la entrega de servicios.

CAPÍTULO VII – INDIVIDUALIZACIÓN DE LO SOCIAL

El Estado de Bienestar estaba bien organizado para tratar problemas de poblaciones relativamente homogéneos, de grupos y clases. Actualmente debe encargarse de una especie de revolución sociológica, donde sus “sujetos” cambiaron, individuos que se encuentran en situaciones que le son particulares.De las poblaciones a las situacionesEn un primer momento, se identificaba a una población objetivo (como adultos discapacitados, madres solteras menores de edad, etc.) se le constituía estadística jurídica y administrativamente convirtiéndose en un objeto de acción pública; se le creaban derechos y asignaciones específicas y un agente público aseguraba la gestión del sistema. Este sistema durante mucho fue eficaz pero ya no se adapta al tratamiento de los problemas sociales que aparecen hoy como más urgentes. Tomando un ejemplo central, el de los desocupados de larga data, se comprueba que no existe una población en el sentido tradicional de las políticas sociales, más bien ( y gracias a profundas investigaciones en los últimos años que llegaron a la misma conclusión) hoy se busca administrar un situación particular en el que las variables explicativas de la duración de la desocupación, deben buscarse en un lugar distinto al de los meros datos sociológicos ( como localización geográfica, sexo, edad, etc.) , precisando a un nivel más fino e individualizado ( experiencias profesionales anteriores, evolución de estructura familiar, historia psicológica personal, etc.); estás últimas variables de comportamientos, y en particular también a la actitud de los individuos en relación con el trabajo, las que a fin de cuentas explican mejor por qué las trayectorias de inserción profesional son muy rápidas para algunos, muy entrecortadas con desempleo para otros y muy inestables para muchos.La exclusión: trayectorias y procesos:Los desocupados de larga data no hacen más que compartir cierto perfil de orden biográfico, sus vidas han realizado trayectorias que presentan cierta homología: sucesión idénticas de rupturas sociales o familiares, mismo tipo de desencajes profesionales, etc. pero no constituyen poblaciones en el sentido tradicional de la acción social. Son las “formas” de sus historias y no sus características socioprofesionales las que los acercan. Es por eso que no constituyen una comunidad social ni un grupo estadístico. El enfoque estadístico clásico es inadecuado para su comprensión. Lo que hay que tomar en cuenta son los procesos de exclusión que debe comprenderse a partir de las rupturas, los desfases y las interrupciones que sufrieron. Lo que los marcan son distancias y diferencias; negatividades y no positividades descriptivas corrientes (ingreso, profesión, formación, etc.). Así, pues, no sirve de gran cosa “contar” a los excluidos ya que no constituyen una fuerza social a la que podría movilizarse. No son los nuevos proletariados de la sociedad de desocupación. No forman en absoluto una clase objetiva, en el sentido que da a este término la tradición marxista (posición en el proceso de producción). Constituyen la sombra proyectada de los disfuncionamientos de la sociedad, indican más bien una falla del tejido social.En este sentido la exclusión no es un nuevo problema social, sino más bien otra manera de describir las dificultades para establecer solidaridades, sea de los individuos entre sí, sea de los grupos del conjunto social. Por la misma razón, los excluidos son en cierta forma “irrepresentables”: no son una clase que puedan tener sus delegados o voceros. Es por eso que no hay sindicatos de desocupados y que todos los intentos por transformar en fuerza colectiva organizada a los millones de desempleados, siempre hayan fracasado.En este caso, una lógica de conocimiento social debe sustituir al proceso clásico de representación. Para esto, hay que aprender a comprender de otra manera lo social, a descubrirlo en nuevos términos. Hasta comienzos de la década del 80 se podía pensar que las técnicas clásicas del Estado de Bienestar, basadas en el doble registro de la asistencia y el seguro, permitían responder a todas las situaciones. Si se descubrían agujeros en la red de protección social, bastaba con crear un dispositivo particular adaptado a la población que se tratara. Con la creación del RMI, se tomó conciencia de los límites de una acción pública fundada sobre la noción de población objetivo. Y si esto finalmente se impuso, fue porque el Estado y los trabajadores sociales se dieron cuenta de que un número creciente

de individuos en situación de precariedad no pertenecían a ninguna de las categorías tradicionales de la acción social, personas desprovistas “sin causas”: ni despedidas, ni discapacitadas, ni ancianas, ni con hijos a cargo que no habían sido tocadas por políticas sociales categoriales.

Descifrar la sociedadA pesar de que disponemos de una cantidad siempre creciente de estadísticas, paradójicamente tenemos la impresión de descifrar con menos claridad lo social. Si disponemos de una cantidad creciente de informaciones que hacen más transparentes a los individuos, la sociedad aparece menos legible en su totalidad. ¿Cómo explicar esta paradoja?, la respuesta es simple: los aparatos de conocimiento estadísticos están globalmente desfasados de la realidad. Esos aparatos fueron concebidos y construidos a partir del siglo XIX para comprender una sociedad de clases, tabicada, organizada jerárquicamente, de movimientos relativamente lentos. Ya no se adaptan a la descripción de la sociedad actual, o por lo menos no captan de ella más que una parte limitada.Si bien nuestra sociedad es intensamente diferenciada, en la cual las desigualdades aunque ya no tengan la amplitud del pasado siguen siendo muy marcadas; hay que tomar en cuenta que a pesar de una masa central de población asalariada, se formó una vasta clase media más difícil de comprender, que se caracteriza sobre todo por una reorganización de los modos de diferenciación. Estos ya no son únicamente colectivos (expresados en títulos profesionales, categorías de ingresos, etc): se vuelven más individualizados. Las estadísticas se revelan ineptas para describir este nuevo universo social, más segmentado y más individualista. El conocimiento tradicional fundado sobre el concepto de clasificación queda inadaptado porque presuponía la existencia de diferencias estables.Aún más, la desregulación económica y el crecimiento de la desocupación que marcaron los años 80 y 90 no hicieron sino aumentar la dificultad de descifrar la sociedad. Aunque sólo sea de manera confusa, en efecto, sentimos con claridad que las palabras que utilizamos se ajustan cada vez menos a las realidades: nos enfrentamos de modo creciente a un problema de cualificación. La multiplicación de los desperfectos y las rupturas en lo social, no hacen más que acentuar la ruptura con la sociedad bien ordenada de clases; lo que hay que describir ya no son identidades colectivas sino trayectorias individuales. Las formas de intervención del Estado de Bienestar sólo podrán redefinirse verdaderamente si se abren paso nuevos enfoques de lo social; para captar los social, hoy en día es preciso despedirse del “hombre medio” de Quételet y del “ hecho sociológico” de Durkheim y otorgar a los datos sus valores individuales. Por no hacerlo, es posible que la sociedad parezca a veces indescifrable. La redefinición del Estado de Bienestar pasa también por esta evolución cognitiva. Las nuevas magistraturas del sujetoSi la eficacia de las políticas sociales impone considerar a los individuos en singularidad, acaso ¿ se corre el riesgo de transformar al Estado de Bienestar en instancia de gestión y control de los comportamientos?. La toma en cuenta de especificidades individuales, implica de una u otra manera que sean evaluadas, por lo tanto sometidas a juicio, lo que amenaza por una parte por invocar a una figura arcaica: la de la clasificación de los pobres en función de su mérito.Esta apreciación es muy nítida en EE.UU., donde numerosos programas sociales se dieron como objetivo ejercer una presión educativa o incluso actuar directamente sobre la forma de la estructura familiar. Así, se comenzó a hablar de learnfare y de wedfare. En general lo que se crea son medidas de control de los comportamientos, ejemplos de ello:- En Wisconsin, desde 1988 los subsidios se reducen si los niños no van a la escuela y se entregan subsidios complementarios si los padres se casan, subsidios que al contrario quedan bloqueados si tienen más hijos.- En Ohio y California desde 1989, se provee a los adolescentes que tengan un hijo a cargo y que sigan asistiendo a la escuela.- En Connecticut, los drogadictos que se niegan a un tratamiento de desintoxicación sufren la suspensión de sus subsidios.- En el proyecto Clinton, las madres adolescentes se veían obligadas a permanecer en la escuela para obtener subsidios y deberían vivir con sus padres o un adulto responsable.Con esto, se puede apreciar con claridad que puede inaugurarse una nueva era del Estado de Bienestar con el restablecimiento de políticas asistenciales arcaicas. Algunos americanos hablan a este respecto de un “nuevo paternalismo” o de “democracia vigilada”. Pero … ¿ estás prácticas realmente constituyen un restablecimiento de formas antiguas de paternalismo? Las cosas no son tan simples y deben examinarse con atención. En efecto, en el enfoque más individualizado de lo social que se afirma en este fin de siglo, se mezclan lo viejo y lo nuevo. Esta dualidad es perceptible tanto en el enfoque del individuo como en la comprensión de los derechos. El trabajo social del siglo XIX se daba como objetivo ante todo recalificar moralmente al pobre, incitándolo a tener una conducta individual considerada sana; se apuntaba al individuo moral. Las nuevas políticas sociales apuntan más bien al individuo social. Se pone la mira en la incidencia social de los comportamientos individuales y no en la rectificación moral, se pretende hoy regir el comportamiento de los individuos invocando cada vez más unos imperativos colectivos. Las nuevas políticas sociales, tendientes de la década de los 80 (con un enfoque más globalizado de la

protección social), pueden remitir al pasado en su dimensión de ruptura con la visión de los años 60 y 70 de un social separado de los individuos. Pero su motor es de otra naturaleza, aunque lo viejo y lo nuevo parezca superponerse.Cuando se hicieron sentir masivamente los efectos del individualismo contemporáneo y la desestructuración del sistema familiar tradicional, se tomó conciencia de que la acción del Estado de Bienestar debía reubicarse en el marco conjunto de los sistemas protectores del individuo, incluyendo por lo tanto las solidaridades locales y familiares. Al actuar sobre el individuo, el Estado pretende desempeñar allí el papel de un productor de sociabilidad. A falta de recursos financieros suficientes, se espera encontrar una solución “sociológica” a la crisis del Estado de Bienestar y se sueña con una familia coherente y estable. En este caso, lo que el Estado pretende promover no son valores morales (fidelidad, piedad filial, etc.) sino formas sociales.Repensar la igualdad de oportunidadesEn lo sucesivo se prestará una mayor atención a la comprensión de las trayectorias de los individuos, pero ¿el tratamiento más individualizado de lo social no conduce, más allá de la cuestión del control social, a un riesgo de arbitrariedad? Si el Estado de Bienestar ya nos e funda en medidas universales, ¿no se abre la puerta a peligrosas desigualdades? En efecto, la historia del Estado de Bienestar es, al contrario, la del paso de la asistencia discrecional al derecho. Si el movimiento se cumplió en la mayor parte de los países europeos a fines del siglo XIX, fue mucho más tardío en los EE.UU. donde el Estado de Bienestar tenía una orientación principalmente asistencialista. Recién fue a fines de los años 60 y comienzo de los 70 cuando los subsidios sociales se convirtieron en verdaderamente en un derecho automático en ese país. Con la redefinición de los sujetos de la acción social y redefinición del derecho que van hoy a la par, el Estado de Bienestar ya no puede ser únicamente un distribuidor de subsidios y un administrador de reglas universales. Debe convertirse en un Estado servicio. La meta, en efecto es dar a cada uno de los medios específicos de modificar el curso de una vida, de superar una ruptura, de prever un problema.