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1 De la iglesia al museo. Entre lo sagrado y lo secular en el Museo Iglesia Santa Clara de Bogotá.* Dra. Olga Isabel Acosta Luna** Museo Iglesia Santa Clara y Museo Colonial, Bogotá – Colombia [email protected] / [email protected] Según la Constitución política que rige en Colombia desde 1991, todas las confesiones religiosas e iglesias son igualmente libres ante la ley 1 . Sin embargo, varios jefes de estado han ignorado y desdeñado este derecho fundamental y a través de sus comportamientos, discursos y símbolos le han dado preeminencia a la religión católica. Lo mismo podemos decir de instituciones como el Congreso de la República, donde se sigue invocando al Sagrado Corazón para sancionar las leyes que deben regir una sociedad pluricultural como la colombiana. Lo cierto es que casi un ochenta por ciento de los colombianos se siguen declarando católicos y devotos a la Virgen, los Santos y Cristo. Paradójicamente, esto no se traduce en un interés * Agradezco la generosa colaboración de Constanza Toquica para la discusión y reflexión de algunas ideas presentes en este ensayo. A su vez a todo el equipo de los Museo Colonial y Museo Iglesia Santa Clara (MISC) siempre dispuesto activamente a discutir y a pensar sobre diversas problemáticas inherentes a un espacio como el MISC. ** Diseñadora gráfica y magíster en Historia de la Universidad Nacional de Colombia, Doctora en Historia del Arte de la Universidad Técnica de Dresde (Alemania). Autora del libro Milagrosas imágenes marianas en el Nuevo Reino de Granada, Editorial Vervuert – Iberoamericana 2011. Entre 2003 y 2006 fue corresponsal en Alemania para la revista española Ars Sacra. Entre el 2008 y 2011 fue investigadora de la Curaduría de Arte e Historia del Museo Nacional de Colombia y coordinadora editorial de la publicación virtual Cuadernos de Curaduría de esta misma institución. Actualmente se desempeña como investigadora de la curaduría del Museo Colonial e Iglesia Museo Santa Clara en Bogotá. Sus investigaciones se han concentrado principalmente en el arte colonial del Nuevo Reino de Granada sobre el cual posee varias publicaciones nacionales e internacionales. Como curadora ha participado desde el 2007 en varios proyectos relacionados con la historia y el arte colombianos. Posición postdoctoral en la FU Berlín a partir de diciembre 2012 sobre problemáticas relacionadas con lo sagrado y los museos. 1 Constitución Política de Colombia, publicada en la Gaceta Constitucional No. 116 de 20 de julio de 1991. Ver: http://www.banrep.gov.co/regimen/resoluciones/cp91.pdf , artículo 19.

8. Acosta Luna - De La Iglesia Al Museo

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    De la iglesia al museo. Entre lo sagrado y lo secular en el Museo Iglesia Santa Clara de Bogot.*

    Dra. Olga Isabel Acosta Luna**

    Museo Iglesia Santa Clara y Museo Colonial, Bogot Colombia [email protected] / [email protected]

    Segn la Constitucin poltica que rige en Colombia desde 1991, todas las

    confesiones religiosas e iglesias son igualmente libres ante la ley1. Sin

    embargo, varios jefes de estado han ignorado y desdeado este derecho

    fundamental y a travs de sus comportamientos, discursos y smbolos le han

    dado preeminencia a la religin catlica. Lo mismo podemos decir de

    instituciones como el Congreso de la Repblica, donde se sigue invocando al

    Sagrado Corazn para sancionar las leyes que deben regir una sociedad

    pluricultural como la colombiana. Lo cierto es que casi un ochenta por ciento de

    los colombianos se siguen declarando catlicos y devotos a la Virgen, los

    Santos y Cristo. Paradjicamente, esto no se traduce en un inters

    * Agradezco la generosa colaboracin de Constanza Toquica para la discusin y reflexin de algunas ideas presentes en este ensayo. A su vez a todo el equipo de los Museo Colonial y Museo Iglesia Santa Clara (MISC) siempre dispuesto activamente a discutir y a pensar sobre diversas problemticas inherentes a un espacio como el MISC. ** Diseadora grfica y magster en Historia de la Universidad Nacional de Colombia, Doctora en Historia del Arte de la Universidad Tcnica de Dresde (Alemania). Autora del libro Milagrosas imgenes marianas en el Nuevo Reino de Granada, Editorial Vervuert Iberoamericana 2011. Entre 2003 y 2006 fue corresponsal en Alemania para la revista espaola Ars Sacra. Entre el 2008 y 2011 fue investigadora de la Curadura de Arte e Historia del Museo Nacional de Colombia y coordinadora editorial de la publicacin virtual Cuadernos de Curadura de esta misma institucin. Actualmente se desempea como investigadora de la curadura del Museo Colonial e Iglesia Museo Santa Clara en Bogot. Sus investigaciones se han concentrado principalmente en el arte colonial del Nuevo Reino de Granada sobre el cual posee varias publicaciones nacionales e internacionales. Como curadora ha participado desde el 2007 en varios proyectos relacionados con la historia y el arte colombianos. Posicin postdoctoral en la FU Berln a partir de diciembre 2012 sobre problemticas relacionadas con lo sagrado y los museos. 1 Constitucin Poltica de Colombia, publicada en la Gaceta Constitucional No. 116 de 20 de julio de 1991. Ver: http://www.banrep.gov.co/regimen/resoluciones/cp91.pdf, artculo 19.

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    proporcional de la sociedad colombiana en el patrimonio cultural legado por la

    Iglesia Catlica desde el periodo colonial.

    En el imaginario de muchos colombianos las imgenes religiosas catlicas an

    son consideradas como imgenes de devocin y no como pinturas y esculturas

    a las que se les pueda dar una valoracin artstica o histrica ms all de su

    carcter religioso. Por otro lado, muchos ciudadanos que valoran el patrimonio

    artstico nacional, an se interesan poco en el patrimonio colonial porque lo

    siguen considerando una mediocre copia del arte europeo y los ms generosos

    slo le atribuyen un valor documental2. Es justamente en este escenario

    contradictorio donde funcionan dos museos estatales con amplias colecciones

    religiosas en Bogot, como son el Museo Colonial y el Museo Iglesia Santa

    Clara. A este ltimo estn dedicadas las siguientes pginas.

    Museo Iglesia Santa Clara: una iglesia con museo o un museo con iglesia?

    Img. 1. Vista interior del Museo Iglesia Santa Clara

    Foto: Museo Colonial / Museo Iglesia Santa Clara Ministerio de Cultura, Repblica de Colombia.

    2 En 1948, por ejemplo, Gabriel Giraldo Jaramillo, importante historiador colombiano que estudi el patrimonio colonial, calificaba al arte colonial en Amrica como un arte mediocre, cuya utilidad radicaba ms en su valor documental que en el artstico. Vase: Giraldo Jaramillo, 1980, 73s.

  • 3 3

    La iglesia Santa Clara es el nico edificio que sobrevive del amplio

    emplazamiento del convento de clausura de las clarisas en Santaf de Bogot,

    capital del Nuevo Reino de Granada fundado en 1628 (Img. 1). La iglesia fue

    construida en 1647 en lo que entonces eran los lmites suroccidentales de la

    ciudad y que hoy hacen parte del centro histrico y poltico administrativo de

    Bogot cercana a la Plaza Mayor colonial, hoy Plaza de Bolvar. La Iglesia

    funcion como templo catlico administrado por las clarisas hasta 1863,

    cuando fueron exclaustradas debido a la ley de Desamortizacin de bienes de

    manos muertas, liderada por el gobierno liberal del general Toms Cipriano de

    Mosquera para reactivar la economa decimonnica de un sistema que segua

    arrastrando los lastres de sistema econmico colonial.

    Posteriormente, la iglesia conventual se convirti en una fbrica vaca y en

    1874, pas a manos de la Congregacin del Sagrado Corazn de Jess, una

    comunidad masculina que permaneci all hasta 1968, ao en que el Instituto

    Colombiano de Cultura hoy Ministerio de Cultura- compr la iglesia para

    convertirla en Museo. Fueron largos y complejos los trabajos de restauracin

    que se emprendieron hasta 1983, cuando se seculariz este espacio y se

    convirti en el actual Museo Iglesia Santa Clara3.

    No hablamos entonces de una iglesia que contiene un museo, como ocurre a

    menudo, o, viceversa, de un museo con iglesia, lo cual es menos comn4. Se

    trata de un antiguo templo catlico conventual desacralizado por decreto

    cannico despus de ser adquirido por el Estado a la Comunidad religiosa de

    las Clarisas y, por ende, donde no se realizan servicios religiosos. Santa Clara

    3 Sobre Santa Clara vase: Franco Salamanca, 1987 y Gutirrez Vallejo, 1995. 4 Existen al respecto interesantes ejemplos como el Museo Ons' Lieve Heer op Solder (Nuestra Seora en el tico) en msterdam, uno de los ms antiguos museos de la ciudad. Se trata de una edificacin civil del siglo XVII que esconde una iglesia construida clandestinamente durante la Reforma, cuando les fue prohibido a los catlicos realizar pblicamente sus servicios religiosos. Vase: http://www.opsolder.nl/, consultado el 5 de julio, 2012.

  • 4 4

    expone permanentemente su coleccin plstica de los siglos XVII al XIX, la

    mayora emplazada aparentemente en sus lugares originales.

    En el mundo, son muchas las iglesias que con el inters de exponer sus

    colecciones al pblico han fundado museos dentro de sus instalaciones.

    templos sin culto que hoy son museos, sin embargo, son menos frecuentes.

    Los principales ejemplos los encontramos en pases de Europa oriental, en

    Turqua, en Alemania y en Espaa. Por citar algunos ejemplos encontramos la

    Baslica y posteriormente Mezquita de Santa Sofa en Estambul, convertida en

    museo en 19355; las Iglesias de Friedrichswerder y de Elas en Berln, la

    primera fue convertida en 1987 en dependencia de la Galera Nacional6 y la

    segunda en el 2000 fue transformada en un museo para nios, Mitmach-

    Museum fr Kinder7; y la Iglesia gtica de San Esteban en Burgos, donde se

    fund recientemente el Museo del Retablo.

    Las transformaciones de estos templos en museos estuvieron precedidas por

    complejos contextos polticos, culturales y religiosos de cada lugar8. El caso de

    Santa Clara tambin cumple con este patrn. Recordemos que las clarisas

    fueron las dueas y administradoras de la Iglesia desde el siglo XVII hasta

    1863, cuando fueron exclaustradas y tanto el convento como el templo pasaron

    a manos del Estado que, a su vez, se lo entreg a los corazonistas para su 5 Lpez Arangena, Blanca, Santa Sofa recupera el esplendor, en El Pas, 27.12.2010, en: http://elpais.com/diario/2010/12/27/cultura/1293404403_850215.html, consultado 5 de julio, 2012. 6 Sitio oficial de los museos estatales de Berln para la Friedrichswerdersche Kirche: http://www.smb.museum/smb/standorte/index.php?lang=de&p=2&objID=32&n=4, consultado el 5 de julio, 2012 7 Lindemann,Thomas, Sie war baufllig und schlecht beheizt. Deshalb brauchte die Berliner Elias-Kirche eine neue Zukunft. Sie wurde ein Mitmach-Museum fr Kinder, en: KulturSPIEGEL, Enero 2005, en: http://www.spiegel.de/spiegel/kulturspiegel/d-38733139.html, consultado el 5 de julio, 2012. 8 En algunos casos iglesias que funcionaban como museos han vuelto a convertirse en templos, como es el caso de la Iglesia jesuita del siglo XVII de San Casimiro en Vilna, la capital de Lituania, la cual fue convertida en 1963, durante el periodo sovitico, en un Museo del atesmo, y en 1989 fue entregada nuevamente a los Jesuitas, quienes tras emprender la restauracin la abrieron nuevamente como templo catlico en 1991. Sitio oficial de la iglesia jesuita de San Casimiro en Vilna: http://www.kazimiero.lt, consultado el 5 de julio, 2012.

  • 5 5

    administracin quienes se quedaron all hasta 1968. En esos aos el edificio

    debi ser devuelto a las clarisas, 100 aos despus de su exclaustracin,

    quienes al parecer no contaron con los recursos econmicos para mantener la

    iglesia y abrirla al pblico. As, tras aos de abandono y gracias al inters

    particular de algunas personas influyentes allegadas al entorno cultural

    bogotano, la iglesia pas nuevamente a manos del Estado, que esta vez

    compr el predio a las clarisas y emprendi las tareas para convertirla en un

    museo9. Pensemos, que para el momento de la exclaustracin, la iglesia y su

    patrimonio mueble e inmueble haban sufrido importantes transformaciones,

    que continuaron durante el periodo en que permanecieron los corazonistas en

    la iglesia y durante los aos previos a la restauracin del edificio.

    As, el Museo conserva la decoracin original de la iglesia compuesta por

    retablos y pinturas del siglo XVII y XVIII, imgenes de bulto estofadas y

    policromadas, sobre todo del siglo XVIII y pintura mural del siglo XVII, acervo

    que rene ms de 140 piezas entre pintura y escultura. Con esta coleccin, su

    patrimonio arquitectnico y sus propuestas museolgicas, el Museo Iglesia

    Santa Clara ha buscado dar cuenta de dinmicas sociales y culturales de la

    poca colonial neogranadina, con la ayuda a menudo del arte contemporneo.

    Arte religioso? No, por favor!

    Sumando el 2011 y lo que va corrido del ao 2012 el Museo Iglesia Santa Clara

    ha tenido 122.000 visitantes, eso quiere decir que en los ltimos diez aos ha

    cuadriplicado el ingreso que tuvo en el 2002, cuando lleg apenas a los 35.000

    visitantes en el ao10. Una cifra remarcable en Bogot, y ms para una Museo

    que lentamente ha logrado profesionalizarse y conformar un equipo de trabajo

    idneo. Sin embargo, la aspiracin es incrementar ese nmero y sobre todo

    9 Para la historia detallada de las diferentes transformaciones arquitectnicas de la Iglesia Santa Clara desde su fundacin hasta fines del siglo XX, ver: Franco Salamanca, 1987. 10 Informe de gestin Museo Iglesia Santa Clara, Ministerio de Cultura de Colombia, 2011 2012.

  • 6 6

    convertir al Museo Iglesia Santa Clara en un sitio de encuentro de todo tipo de

    visitantes sin distincin de cultos. Para ello es relevante que el pblico conciba

    este lugar como un entorno secularizado.

    No obstante, la situacin es otra. Aunque Santa Clara no funciona hace casi 30

    aos como un templo catlico, para muchos de quienes la visitan actualmente,

    lo sigue siendo. Despus de traspasar el portn de entrada, ser requisados por

    un vigilante y pagar su boleta, pareciera que a muchos visitantes se les olvidara

    que han entrado a un museo, inmediatamente su comportamiento se

    transforma, podramos decir que asumen una actitud solemne y en extremo

    respetuosa. Disminuye el tono de su voz y algunos incluso se persignan o se

    inclinan a rezar ante alguna imagen de la Iglesia. As, no basta con tener

    pendones a la entrada que promocionen las exposiciones temporales de Santa

    Clara, incluso de arte contemporneo, las recepciones y relaciones instauradas

    por el pblico con un sitio particular siguen siendo el resultado de una

    experiencia personal formada en el contexto de una cultura nacional

    marcadamente catlica.

    Por otro lado, el periodo colonial y con l, el arte religioso parecieran poseer en

    el imaginario colectivo de muchos colombianos y turistas un halo de leyenda

    negra. Un ejemplo reciente sirve de ilustracin. Hace unos das, parte del

    equipo del museo pudimos ver cmo al frente de Santa Clara un grupo de

    turistas reciba una visita guiada. La gua, de una empresa turstica ajena al

    museo, les narraba un episodio anecdtico de la vida de Mara Teresa de

    Orgaz, una mujer que habra sido amante de un oidor de Santaf, por lo cual

    fue recluida e incomunicada por el arzobispo en el Convento de Santa Clara en

    169911. Terminada la historia, la gua les pregunt a los turistas si deseaban

    entrar a este museo de arte religioso, a lo cual ellos se negaron inmediata y

    11 Toquica, 2008, 214s. Cita a su vez a Ortega Ricaurte, Daniel, Cosas de Santaf de Bogot, Bogot: Tercer Mundo y Academia de Historia de Bogot, 252ss.

  • 7 7

    rotundamente. El problema ac para estos turistas y para muchos colombianos

    no era ingresar a un museo de arte, sino sobre todo a uno de arte religioso.

    Por otro lado, el pasado 18 de mayo, da internacional de los Museos, un grupo

    de nios de primera infancia, de 2 a 4 aos, plane una visita a Santa Clara. Se

    trataba de un grupo de nios que asiste a un jardn infantil laico y cuyos padres

    poseen formacin universitaria. Ante la propuesta de la visita, una de las

    madres se neg a que su hija asistiera a Santa Clara, porque se trataba de una

    iglesia que posea arte religiosos catlico, y aunque las maestras le explicaron

    a la madre que no se tratara de una visita adoctrinante y ni siquiera

    informativa, ella no envo a su hija ese da. La situacin result ser

    enriquecedora y gener una serie de inquietudes por parte del equipo del

    Museo y del mismo plantel educativo. Quiero citar extractos de la carta que la

    directora del jardn infantil envi a los padres de familia debido a lo ocurrido:

    El prximo viernes 18 de mayo da internacional de los museos aprovecharemos la invitacin del museo Santa Clara para visitar ese claustro, patrimonio cultural religioso que guarda mucha historia: para algunos sern santos, vrgenes, cristos y tal vez el Dios. Para otros una serie de obras de arte que han resistido el tiempo y continan ah para recordarnos una corriente artstica digna de tener en cuenta en las visitas de museos. Qu ideas surgirn en los nios al recorrer este espacio y observar esas obras? Tal vez convertirn a la virgen en una mam que cuida a su beb, o una princesa que no encuentra a su prncipe encantado, de pronto pueden encontrarse con un soldado, un rey, un bufn o simplemente seores tristes o malgeniados. Todo depende de la percepcin y creatividad que los chicos le pongan al explorar estos cuadros e imgenes que sin duda les atraern bastante12

    Finalmente, los nios recorrieron libremente el claustro y propusieron nuevas

    lecturas iconogrficas ante imgenes de la Virgen, Cristo y los santos basadas

    en su imaginacin y en las historias que ellos conocen donde no hay referentes

    religiosos. La situacin anterior a la visita y la visita misma sugieren elementos

    que pueden enriquecer nuestra reflexin.

    12 Circular informativa, Bogot, 16 de mayo de 2012.

  • 8 8

    Recordemos el derecho de libertad de cultos adquirido en Colombia slo hasta

    1991, en los dos casos citados, los turistas y padres de familia ejercieron su

    libre derecho a decidir, en este caso se negaron a visitar un museo de arte

    religioso. En Colombia el adjetivo religioso suele ser sinnimo de catolicismo,

    en esta medida la decisin tomada puede leerse como una clara posicin de

    rechazo ante la Iglesia Catlica y sus smbolos. As, no es de extraar que

    museos cercanos a Santa Clara, reciban mayor afluencia del pblico nacional y

    extranjero, como son el Museo del Oro, con una de las mayores colecciones de

    orfebrera precolombina en el mundo, los Museo de Arte y el de Botero, del

    Banco de la Repblica, con colecciones de arte internacional y nacional

    incluido un amplio acervo del pintor antioqueo, y el Museo Nacional, un museo

    con colecciones suigneris de arte, historia, etnografa y arqueologa. Ac es

    entonces necesario voltear la cara de la moneda y encontrar razones para este

    rechazo al arte religioso por parte del pblico.

    En el caso colombiano este rechazo se relaciona con la idea que muchos

    ciudadanos tienen del periodo colonial y de la manera cruel e inclemente como

    se introdujo la religin catlica en tierras neogranadinas y, en general,

    americanas. Una imagen que se ha construido en su mayora a travs de la

    historia alimentada en la escuela, la televisin e, incluso, en los museos.

    Parafraseando unas palabras de Octavio Paz sobre la Conquista y la Colonia

    en Mxico, en su Laberinto de la Soledad 13, lejos de querer justificar la

    dinmica opresiva de la sociedad colonial, se hace necesario comprenderla

    como una totalidad viva y por ende contradictoria. Un acercamiento semejante

    permitira una lectura liberada de prejuicios contemporneos sobre ms de 400

    aos de historia.

    13 Paz, Octavio, El laberinto de la soledad / Posdata / Vuelta al laberinto de la soledad, Mxico DF: FCE, 2000, 113s.

  • 9 9

    Otras reflexiones hechas ya hace ms de 60 aos por el mismo Paz continan

    contribuyendo en esta reflexin. El autor anota que:

    la decadencia del catolicismo europeo coincide con su apogeo hispanoamericano: se extiende en tierras nuevas en el momento en que ha dejado de ser creador. Ofrece una filosofa hecha y una fe petrificada, de modo que la originalidad de los nuevos creyentes no encuentra ocasin de manifestarse.

    Continua ms adelante:

    el catolicismo ofrece un refugio a los descendientes de aquellos que haban visto la exterminacin de sus clases dirigentes, la destruccin de sus templos y manuscritos y la supresin de las formas superiores de su cultura, por razn misma de su decadencia europea, les niega toda posibilidad de expresar su singularidad, y concluye que no es difcil, pues, que nuestra posicin frente al catolicismo se origine en este hecho. Religin y tradicin se nos han ofrecido siempre como formas muertas, inservibles, que mutilan o asfixian nuestra singularidad14.

    Olvidos incmodos: representaciones de lo religioso en los museos Buscando responsabilidades ante el rechazo al arte religioso, como mutilador

    y asfixiante de la singularidad debemos hacer honor a la realidad y asumir la

    responsabilidad que en ello tienen los museos. As, en Colombia a pesar de

    que la Constitucin del 1991 estableci la libertad de cultos en el pas, las salas

    de varios museos, exceptuando aquellas de carcter arqueolgico o

    etnogrfico, exhiben aun slo obras pertenecientes al catolicismo, y han

    olvidado incluir en sus colecciones y guiones de otras formas de religiosidad en

    un pas como Colombia. Generalmente la funcin sagrada de estas obras

    queda desactivada y congelada en los muros y vitrinas, donde la informacin

    proporcionada al visitante suele estar relacionada ms con informacin artstica

    de la pieza y con el momento de su origen, es decir, autora, datacin, tcnica

    etc.

    La diversidad de creencias religiosas y su importancia en la sociedad

    contempornea mundial han obligado a los museos a pensar la manera sobre 14 Ibid, 115s.

  • 10 10

    cmo promover el dilogo entre stas en pro de la convivencia y contribuir a

    superar la intolerancia y la exclusin. Las reflexiones en torno al problema

    religioso en los museos mundiales han estado determinadas sobre todo por sus

    colecciones, por sus espacios arquitectnicos y por sus proyectos de

    exposiciones temporales. A pesar de ello ha sido generalmente un tema difcil

    de tratar que a menudo es ignorado porque los museos desconocen como

    abordarlo correctamente.

    Segn Crispin Paine, desde el ao 2000, diversidad de museos en el mundo se

    han empezado a interesar seriamente por abordar la problemtica religiosa.

    Hasta entonces los museos de arte, aunque posean amplias colecciones de

    arte religioso, se concentraban en temas relacionados con la esttica, mientras

    que los museos de historia se ocupaban de temas diversos como la cultura de

    las clases populares, feminismo y etnicidad, entre los cuales el problema

    religioso se ignoraba15.

    Los esfuerzos en Colombia en este sentido han sido pocos. El ms importante

    ha sido el realizado por el Museo Nacional de Colombia, que en el 2008

    inaugur la exposicin Velorios y Santos vivos, muestra que daba una mirada a

    la religiosidad en las poblaciones afrocolombianas, raizales y palenqueras16.

    En este contexto el Museo Iglesia Santa Clara, debido a sus instalaciones

    arquitectnicas y a sus colecciones, tambin se ha convertido en un escenario

    fundamental para reflexiones relacionadas con lo religioso que permitan al

    pblico una lectura ms liberada del periodo colonial y de las representaciones

    de lo religioso.

    15 Paine, 2010, 12. 16 Sobre esta exposicin del 2008 y sus versiones itinerantes las siguientes pginas: http://www.museonacional.gov.co/sites/velorios/ y http://www.museonacional.gov.co/sites/Velorios_site/Index.html, adems del catlogo de la exposicin: Arocha, et. Al., 2008.

  • 11 11

    Las religiosas de Santa Clara: de beatas subyugadas a banqueras Dentro de los aportes en este sentido del Museo Iglesia Santa Clara, desde

    hace diez aos y a partir de la renovacin museolgica prxima a ser

    implementada, se ha buscado desmitificar el insignificante papel que se

    pensaba haban tenido las religiosas en la sociedad colonial.

    A comienzos del siglo XX, un historiador colombiano, Eduardo Posada se

    refera a las clarisas de Santaf de la siguiente manera:

    Apacible fue la vida de las monjas clarisas, pues nada de particular hemos hallado sobre ellas en las viejas crnicas. En los archivos coloniales existen bastantes legajos de esta comunidad, pero casi todos ellos se refieren a asuntos sobre sus rentas17

    La ceguera no fue slo de Posada, sino de la mayora de sus colegas, quienes

    desdearon las actividades de las comunidades religiosas femeninas, hasta

    fines del siglo XX, cuando la antigua iglesia de Santa Clara, nico vestigio del

    amplio emplazamiento del convento de las clarisas que fue demolido hacia

    1912, posteriormente comprado por el Instituto Colombiano de Cultura y

    sometido a amplios trabajos de restauracin. Esto se debe, para el caso

    colombiano, sobre todo al trabajo investigativo de Constanza Toquica, actual,

    directora del Museo, quien muestra la importancia de estas mujeres

    doblemente olvidadas, precisamente por ser mujeres y religiosas18. Este

    trabajo se encuentra recopilado en A falta de oro: linaje, crdito y salvacin,

    publicado en el 2008.

    Lo que para Posada resultaba ser documentacin insignificante y slo asuntos

    sobre sus rentas, eran realmente escrituras de censos, libros de cuentas y

    solicitudes de prstamo que develaron a Santa Clara como una importante

    entidad crediticia en la Santaf colonial desde su fundacin hasta la

    desamortizacin.

    17 Ibez, Tomo I, 157s. 18 Toquica, 2008, 35.

  • 12 12

    Entre la provocacin y el sacrilegio?: Arte contemporneo en Santa Clara Desde hace una dcada, la Iglesia Museo Santa Clara, conservando su pintura

    mural, sus ornatos mudjares, sus retablos, su coleccin pictrica y escultrica

    barroca, se ha configurado tambin como un espacio de intervencin del arte

    contemporneo, abierto al pblico. A fines de este ao se inaugurar en Santa

    Clara una nueva propuesta museogrfica que seguir respetando la esencia de

    la iglesia colonial para comunicar al pblico, a travs de recursos

    museogrficos y museolgicos, lo que signific este espacio conventual

    femenino durante los siglos XVII al XIX. Paralelamente, el equipo de curadura

    del Museo, est desarrollando una investigacin sobre la coleccin de Santa

    Clara, sus posibles programas iconogrficos y transformaciones formales

    durante casi cuatro siglos.

    Justamente en busca de transmitir una idea renovadora del periodo colonial y

    de sus representaciones sobre lo religioso, el Museo Iglesia Santa Clara le ha

    apostado hace varios aos a establecer este lugar como un espacio abierto a

    los artistas contemporneos para que su obra dialogue con la antigua Iglesia y

    su coleccin plstica de los siglos coloniales. En este sentido, la inclusin del

    arte contemporneo en un espacio como Santa Clara posee un papel simblico

    importante, representa una nueva forma de entender el patrimonio en un pas

    donde los estamentos culturales son a menudo conservadores y represivos, y

    por ende los espacios de intervencin son reducidos19.

    19 Sobre el papel del arte contemporneo en museos con colecciones de carcter religioso y espacios sagrados, ver: Friedhelm Mennekes, Espacio sagrado espacio museal y entremedio, arte libre, Lo sagrado en el Museo, Memorias de la XV Ctedra Ernesto Restrepo Tirado, Museo Nacional de Colombia, 2012 (en prensa) y Acosta Luna, Olga Isabel, Visita al Museo Diocesano de Colonia, en: Ars Sacra, No. 32, Madrid 2004, 90-101 y Estacin de Arte San Pedro de Colonia. Un lugar donde el arte y la religin se vuelven a reunir, en: Ars Sacra, No. 28, Madrid 2003, 46-63.

  • 13 13

    El arte contemporneo permite un ejercicio de secularizacin temporal de la

    antigua Iglesia de Santa Clara, propone al pblico que rechaza el arte religioso

    una va de acercamiento que le permita perderle el respeto a estas imgenes

    y, sobre todo, liberar prejuicios ante estas vrgenes y santos que cubren la

    antigua Iglesia de Santa Clara20. Por otro lado, para aquellos que aun se

    persignan ante estas imgenes y quienes al cruzar la puerta se sienten an en

    un lugar de culto religioso catlico y no en un museo, el encontrar

    intervenciones de arte contemporneo pueden ser ledas como irrupciones,

    como acentos e incluso con posibles agresiones que le pueden permitir

    reaccionar y cuestionarse sobre la secularizacin de un espacio como la

    antigua Iglesia Santa Clara (Img. 2).

    Img. 2. Performance de Mara Teresa Hincapi en 2005

    Museo Iglesia Santa Clara, Bogot, Colombia Foto: Museo Colonial / Museo Iglesia Santa Clara Ministerio de Cultura Repblica de

    Colombia.

    20 Con relacin a la ingerencia del arte contemporneo en escenarios patrimoniales en Colombia vase: Esferapblica, 2006; Lleras Figueroa, Cristina. Las historias de un grito y los mitos sobre el origen de la nacin en el Museo Nacional de Colombia. Cuadernos de Curadura, Museo Nacional de Colombia, Enero junio 2011, en: http://www.museonacional.gov.co/inbox/files//docs/Las_historias_de_un_grito_y_los_mitos.pdf, consultado el 28 de junio 2012 y Acosta Luna, Olga Isabel, Invisibles en el arte y olvidados por la historia. Reflexiones sobre el arte como reparador de la memoria histrica nacional, en: Memorias del IX Seminario Nacional de Teora e Historia del Arte: Arte, ante la fragilidad de la memoria, Medelln: Universidad de Antioquia, 2012 (en prensa).

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    Un Museo suigneris? Son muchas las preguntas que surgen al anhelar el funcionamiento de una

    iglesia como un espacio secularizado, un museo, que ha conservado su

    emplazamiento y sus colecciones sacras. Quiz, si las colecciones que ac se

    exponen no fueran imgenes religiosas, sino esculturas clasicistas como es el

    caso de la Iglesia de Friedrichswerder en Berln, sera ms fcil para el pblico

    comprender el actual carcter secular de este espacio. Como lo dijimos

    anteriormente, la recepcin ante lo sagrado y lo secular en un espacio como

    Santa Clara podemos explicarla ms como una vivencia afectiva que se

    construye de forma personal en los visitantes.

    Los recursos museolgicos y museogrficos deben ser entonces consecuentes

    y recursivos. Por un lado, al constituirse Santa Clara en un espacio que desea

    narrar apartes de la vida cultural y social durante la Colonia, se convierte en un

    punto de encuentro de las ciencias sociales y al ser un ejemplo de la

    arquitectura, las artes plsticas coloniales, que tiene como invitado espordico

    y especial al arte contemporneo se constituye en un espacio dedicado al arte.

    As se crea una concordancia con el pasado. Como en el periodo colonial, la

    Iglesia Santa Clara haca parte de una institucin conventual y de clausura que

    posea un carcter plural en tanto espacio espiritual, social y econmico, el

    Museo de Santa Clara slo puede cumplir su cometido asumindose tambin

    como un museo plurifuncional.

    Bibliografa

    Arocha, Jaime, Velorios y santos vivos. Comunidades negras, afrocolombianas,

    raizales y palenqueras, (Exposicin temporal del Museo Nacional agosto

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    Giraldo Jaramillo, Gabriel, La Miniatura, la Pintura y el Grabado en Colombia,

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    Una historia del Real Convento de Santa Clara de Santaf de Bogot, Siglos

    XVII y XVIII, Bogot: Universidad Nacional de Colombia, 2008.