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Poemas de Ruben Dario
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A AMADO NERVOLa tortuga de oro camina por la alfombra y traza por la alfombra un misterioso estigma; sobre su carapacho hay grabado un enigma y crculo enigmtico se dibuja en su sombra. Esos signos nos dicen al Dios que no se nombra y ponen en nosotros su autoritario estigma: ese crculo encierra la clave del enigma que a Minotauro mata y a la Medusa asombra. Ramo de sueos, mazo de ideas florecidas en explosin de cantos y en floracin de vidas, sois mi pecho suave, mi pensamiento parco. Y cuando hayan pasado las sedas de la fiesta, decidme los sutiles efluvios de la orquesta y lo que est suspenso entre el violn y el arco.
Rubn Daro. Pars, en julio de 1900
CARACOL A Antonio Machado En la playa he encontrado un caracol de oro macizo y recamado de las perlas ms finas; Europa le ha tocado con sus manos divinas cuando cruz las ondas sobre el celeste toro. He llevado a mis labios el caracol sonoro y he suscitado el eco de las dianas marinas, le acerqu a mis odos y las azules minas me han contado en voz baja su secreto tesoro. As la sal me llega de los vientos amargos que en sus hinchadas velas sinti la nave Argos cuando amaron los astros el sueo de Jasn; y oigo un rumor de olas y un incgnito acento y un profundo oleaje y un misterioso viento... (El caracol la forma tiene de un corazn.)
Rubn Daro, 1903
ESPAADejad que siga y bogue la galera bajo la tempestad, sobre las olas: va con rumbo a una Atlntida espaola, en donde el porvenir calla y espera.No se apague el rencor ni el odio muera ante el pendn que el brbaro enarbola: si un da la justicia estuvo sola, lo sentir la humanidad entera.Y bogue entre las olas espumeantes, y bogue la galera que ya ha visto cmo son las tormentas de inconstantes.Que la raza est en pie y el brazo listo, que va en el barco el capitn Cervantes, y arriba flota el pabelln de Cristo.
Rubn Daro
-------------------------------------------------------------------------------------Dichoso el rbol, que es apenas sensitivo, y ms la piedra dura porque esa ya no siente, pues no hay dolor ms grande que el dolor de ser vivo, ni mayor pesadumbre que la vida consciente. Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto, y el temor de haber sido y un futuro terror... Y el espanto seguro de estar maana muerto, y sufrir por la vida y por la sombra y por lo que no conocemos y apenas sospechamos, y la carne que tienta con sus frescos racimos, y la tumba que aguarda con sus fnebres ramos, y no saber adnde vamos, ni de dnde venimos!...Rubn Daro, 1905
NOCTURNOSilencio de la noche, doloroso silencio nocturno... Por qu el alma tiembla de tal manera? Oigo el zumbido de mi sangre, dentro de mi crneo pasa una suave tormenta. Insomnio! No poder dormir, y, sin embargo, soar. Ser la auto-pieza de diseccin espiritual, el auto-Hamlet! Diluir mi tristeza en un vino de noche en el maravilloso cristal de las tinieblas... Y me digo: a qu hora vendr el alba? Se ha cerrado una puerta... Ha pasado un transente... Ha dado el reloj trece horas... Si ser Ella!...
Rubn Daro, 1906
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------ PARA LA MISMA Mir al sentarme a la mesa, baado en la luz del da el retrato de Mara, la cubana japonesa. El aire acaricia y besa, como un amante lo hara, la orgullosa bizarra de la cabellera espesa. Diera un tesoro el Mikado por sentirse acariciado por princesa tan gentil, digna de que un gran pintor la pinte junto a una flor en un vaso de marfil.
Rubn Daro
TARDE DEL TRPICO Es la tarde gris y triste. Viste el mar de terciopelo y el cielo profundo viste de duelo. Del abismo se levanta la queja amarga y sonora La onda, cuando el viento canta, llora, Los violines de la bruma saludan al sol que muere. Salmodia la blanca espuma: Miserere! La armona el cielo inunda, y la brisa va a llevar la cancin triste y profunda del mar. Del clarn del horizonte brota sinfona rara, como si la voz del monte vibrara. Cual si fuese lo invisible... cual si fuese el rudo sn que diese al viento un terrible len.
,l0[A bordo del Barracouta, Amapala, mayo 16, de 1892]
Rubn Daro, 16 de mayo de 1892