A. Gramsci - Espontaneidad y Dirección Consciente

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  • 8/3/2019 A. Gramsci - Espontaneidad y Direccin Consciente

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    A. Gramsci

    Espontaneidad ydireccin

    consciente

    Escrito: 1931

    Digitalizacin: Juan Carlos de Altube

    Fuente: Antonio Gramsci, "Escritos Polticos"

    Esta Edicin: Marxists Internet Archive, ao 2002

    Se pueden dar varias definiciones de la expresin espontaneidad, porque el fenmeno al que se

    refiere es multilateral. Hay que observar, por de pronto, que la espontaneidad pura no se da en la

    historia coincidira con la mecanicidadpura. En el movimiento ms espontneo los elementos de

    "direccin consciente" son simplemente incontrolables, no han dejado documentos identificables.

    Puede por eso decirse que el elemento de la espontaneidad es caracterstico de la "historia de las

    clases subalternas", y hasta de los elementos ms marginales y perifricos de esas clases, los cuales

    no han llegado a la consciencia de la clase para sy por ello no sospechan siquiera que su historia

    pueda tener importancia alguna, ni que tenga ningn valor dejar de ella restos documentales.

    Existe, pues, una multiplicidadde elementos de direccin consciente en esos movimientos, pero

    ninguno de ellos es predominante ni sobrepasa el nivel de la ciencia popularde un determinado

    estrato social, del sentido comn, o sea, de la concepcin del mundo tradicional de aquel

    determinado estrato.

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    Este es precisamente el elemento que De Man contrapone empricamente al marxismo, sin darse

    cuenta (aparentemente) de que est cayendo en la misma posicin de los que, tras describir el

    folklore, la hechicera, etc., y tras demostrar que estos modos de concebir tienen una raz

    histricamente robusta y estn tenazmente aferrados a la psicologa de determinados estratos

    populares, creyeran habersuperado con eso la ciencia moderna y tomaran porciencia moderna los

    burdos artculos de las revistas de difusin popular de la ciencia y las publicaciones por entregas.

    Este es un verdadero caso de teratologa intelectual, del cual hay ms ejemplos:

    los hechiceristas relacionados con Maeterlinck, que sostienen que hay que recoger el hilo de la

    alquimia y de la hechicera, roto por la violencia, para poner a la ciencia en un camino ms fecundo

    de descubrimientos, etc. Pero De Man tiene un mrito incidental: muestra la necesidad de estudiar y

    elaborar los elementos de la psicologa popular, histricamente y no sociolgicamente, activamente

    (o sea, para transformarlos, educndolos, en una mentalidad moderna) y no descriptivamente como

    hace l; pero esta necesidad estaba por lo menos implcita (y tal vez incluso explcitamente

    declarada) en la doctrina de Ilich (LENIN), cosa que De Man ignora completamente. El hecho de

    que existan corrientes y grupos que sostienen la espontaneidad como mtodo demuestra

    indirectamente que en todo movimiento "espontneo" hay un elemento primitivo de direccin

    consciente, de disciplina. A este respecto hay que practicar una distincin entre los elementos

    puramente ideolgicos y los elementos de accin prctica, entre los estudiosos que sostienen la

    espontaneidad como mtodoinmanente y objetivo del devenir histrico versus los politicastros que

    la sostienen como mtodo "poltico". En los primeros se trata de una concepcin equivocada; en los

    segundos se trata una contradiccin inmediata y mezquina que trasluce un origen prctico evidente,

    a saber, la voluntad prctica de sustituir una determinada direccin por otra. Tambin en los

    estudiosos tiene el error un origen prctico, pero no inmediato como el caso de los polticos. El

    apoliticismo de los sindicalistas franceses de anteguerra contena ambos elementos: era un error

    terico y una contradiccin (contena el elementosoreliano y el elemento de concurrencia entre la

    tendencia anarquista-sindicalista y la corriente socialista). Era, adems, consecuencia de los

    terribles hechos de Pars de 187l: la continuacin, con mtodos nuevos y con una teora brillante, de

    los treinta aos de pasividad (1870-1900) de los obreros franceses. La lucha

    puramente econmica no poda disgustar a la clase dominante, sino al contrario. Lo mismo puede

    decirse del movimiento cataln, que no "disgustaba" a la clase dominante espaola ms que por el

    hecho de que reforzaba objetivamente el separatismo republicano cataln, produciendo un bloque

    industrial republicano propiamente dicho contra los terratenientes, la pequea burguesa y el

    ejrcito monrquico. El movimiento torins fue acusado al mismo tiempo de

    serespontanesta y voluntarista o bergsoniano (!).

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    La acusacin contradictoria muestra, una vez analizada, la fecundidad y la justeza de la direccin

    que se le dio. Esa direccin no era abstracta, no consista en una repeticin mecnica de las

    frmulas cientficas o tericas; no confunda la poltica; la accin real, con la disquisicin teortica;

    se aplicaba a hombres reales, formados en determinadas relaciones histricas, con determinados

    sentimientos, modos de concebir, fragmentos de concepcin del mundo, etc., que resultaban de las

    combinaciones espontneas de un determinado ambiente de produccin material, con

    la casualaglomeracin de elementos sociales dispares. Este elemento de espontaneidadno se

    descuid, ni menos se despreci: fue educado, orientado, depurado de todo elemento extrao que

    pudiera corromperlo, para hacerlo homogneo, pero de un modo vivo e histricamente eficaz, con

    la teora moderna. Los mismos dirigentes hablaban de la espontaneidaddel movimiento, y era justo

    que hablaran as: esa afirmacin era un estimulante, un energtico, un elemento de unificacin en

    profundidad; era ante todo la negacin de que se tratara de algo arbitrario, artificial, y no

    histricamente necesario. Daba a la masa una conciencia teortica de creadora de valores histricos

    e institucionales, de fundadora de Estados. Esta unidad de la espontaneidady la direccin

    consciente, o sea, de la disciplina, es precisamente la accin poltica real de las clases subalternas

    en cuanto poltica de masas y no simple aventura de grupos que se limitan a apelar a las masas.

    A este propsito se plantea una cuestin terica fundamental: puede la teora moderna

    encontrarse en oposicin con los sentimientos espontneos de las masas? (Espontneos en el

    sentido de no debidos a una actividad educadora sistemtica por parte de un grupo dirigente ya

    consciente, sino formados a travs de la experiencia cotidiana iluminada par el sentido comn, o

    sea, por la concepcin tradicional popular del mundo, cosa que muy pedestramente sellama instinto y no es sino una adquisicin histrica tambin l, slo que primitiva y elemental).

    No puede estar en oposicin: hay entre una y otros diferencia cuantitativa, de grado, no de

    cualidad: tiene que ser posible una reduccin, por as decirlo, recproca, un paso de los unos a la

    otra y viceversa. (Recordar que Kant quera que sus teoras filosficas estuvieran de acuerdo con el

    sentido comn; la misma posicin se tiene en Croce; recordar la afirmacin de Marx en la Sagrada

    Familia, segn la cual las frmulas de la poltica francesa de la Revolucin se reducen a los

    principios de la filosofa clsica alemana.) Descuidar -y aun ms, despreciar- los movimientos

    llamados espontneos, o sea, renunciar a darles una direccin consciente, a elevarlos a un plano

    superior insertndolos en la poltica, puede a menudo tener consecuencias serias y graves. Ocurre

    casi siempre que un movimiento, espontneo de las clases subalternas coincide con un movimiento

    reaccionario de la derecha de la clase dominante, y ambos por motivos concomitantes: por ejemplo,

    una crisis econmica determina descontentos en las clases subalternas y movimientos espontneos

    de masas, por una parte, y, por otra, determina complots de los grupos reaccionarios, que se

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    aprovechan de la debilitacin objetiva del gobierno; para intentar golpes de estado. Entre las causas

    eficientes de estos golpes de estado hay que incluir la renuncia de los grupos responsables a dar una

    direccin consciente a los movimientos espontneos para convertirlos as en un factor poltico

    positivo. Ejemplo de las Vsperas sicilianas y discusiones de los historiadores para averiguar si se

    trat de un movimiento espontneo o de un movimiento concertado: me parece que en las Vsperas

    sicilianas se combinaron los dos elementos: la insurreccin espontnea del pueblo italiano contra

    los provenzales -ampliada con tanta velocidad que dio la impresin de ser simultnea y, por tanto,

    de basarse en un acuerdo, aunque la causa fue la opresin, ya intolerable en toda el rea nacional- y

    el elemento consciente de diversa importancia y eficacia, con el predominio de la conjuracin de

    Giovanni da Procida con los aragoneses. Otros ejemplos pueden tomarse de todas las revoluciones

    del pasado en las cuales las clases subalternas eran numerosas y estaban jerarquizadas por la

    posicin econmica y por la homogeneidad. Los movimientosespontneos de los estratos populares

    ms vastos posibilitan la llegada al poder de la clase subalterna ms adelantada por la debilitacin

    objetiva del Estado. Este es un ejemplo progresivo, pero en el mundo moderno son ms frecuentes

    los ejemplos regresivos.

    Concepcin histrico-poltica escolstica y acadmica, para la cual no es real y digno sino el

    movimiento consciente al ciento por ciento y hasta determinado por un plano trazado previamente

    con todo detalle o que corresponde (cosa idntica) a la teora abstracta. Pero la realidad abunda en

    combinaciones de lo ms raro y es el terico el que debe identificar en esas rarezas la confirmacin

    de su teora, traducira lenguaje terico los elementos de la vida histrica, y no al revs, exigir que

    la realidad se presente segn el esquema abstracto. Esto no ocurrir nunca y, por tanto, esaconcepcin no es sino una expresin de pasividad. (Leonardo sabia descubrir el nmero de todas las

    manifestaciones de la vida csmica, incluso cuando los ojos del profano no vean ms que arbitrio y

    desorden).

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