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RESEÑAS Y NOTAS | 93 Las curvas son demasiado emocionales. Piet Mondrian De los cuatro elementos, agua, tierra, fue- go y aire, el más femenino me parece el agua. ¿A ti no? El agua es feminidad destilada. Pero, ¿qué química es ésta? ¿Tiene sentido atribuirle feminidad a un elemento? Creo que sí, pero no entiendo bien por qué. Pa- ra aclararlo escribo esta página. Agua no es sólo agua de la llave, líquido domesticado, el más inofensivo y útil de to- dos, que nos limpia, refresca y sustenta. La comprensión del agua no se agota en esa agua nuestra de cada día. En nosotros hay significados más arcaicos que forman un con j unto de símbolos de gran complejidad y riqueza. Porque entre los grandes arque- tipos que pueblan el alma humana, me d ian- te los cuales hacemos inteligible el mundo, está el agua. En este sentido, el agua es una partitura que admite numerosas variantes. Una, para coros y gran orquesta, es el mar, el mar in- menso e inquieto, espejo del cielo. Otra, lo que por excelencia fluye, el río, y otra la llu- via plural y una, y el hielo duro del iceberg, “augustos budas congelados navegan do en mares desconocidos, catedrales sin re l igión del invierno eterno”, los ha llamado Michaux, y a la nube, agua de pluma. Una es el agua que alivia y fortalece, y otra la que crece enloque- cida, muerde los puentes y ma ta, agua de di- luvio universal en la ola ver de del huracán. Y de todo esto sabemos mu chas cosas. Sabemos, por ejemplo, que en la impe- cable claridad del agua están, indiferencia- das, todas las formas. En el líquido primor- dial flotan las posibilidades de ser y alentar en condición de preexistencia indiferencia- da. Y ahí, en esta latencia primordial, está el origen de todo. De aquí el significado del bautismo: la inmersión en las aguas signi- fica la regresión a lo preformal, es decir, la disolución de las formas y la reintegración a un modo indiferenciado de preexistencia. Y, por eso, la salida del agua original puede significar cobrar forma renovada, esto es, un nuevo nacimiento. Para renovarte, te di suel- ves primero. Así, el agua simboliza la ma dre uni ver- sal, creadora y sustentadora de cuanto exis- te. Lo húmedo es vida, lo seco, muerte. Pe r o los significados del agua no se ago- tan aquí. El agua no sólo es germinadora; tam- bién, cuando se muestra en su papel de cau- dal y torrente, es prototipo de lo que fluye. Fluir, fluir, el arquetipo recoge así el senti- do de la inmovilidad como muerte. Hasta el agua misma se corrompe y muere si pier- de el fluir que la repristina. Todo cambia, todo fluye, nada permanece. Ser es fluir. De esta manera, el arquetipo se asimila con la luna, que al mudar en fases muestra su fluir. Y, por lo tanto, con la mujer cuyo rit- mo de fertilidad coincide en duración con las fases de la luna. Se ha dicho, con razón, que el pensa- miento mítico tiene horror a lo lineal. El ritmo del mundo es siempre circular, cícli- co: empieza, termina y vuelve a comenzar. Su paradigma son las estaciones, que in c lu- yen el invierno donde todo muere. Otra vez, para renovarse, se disuelve. Los rituales de fertilidad que acompañan y propician el buen desarrollo de estos ciclos pueden ras- trearse en todas las culturas y admiten in - contables variantes. “Por eso”, escribe Mircea Eliade, “des de la prehistoria, el conjunto agua-luna-mujer era percibido como el circuito antropocós- mico de la fecundidad. En los vasos neolí- ticos, el agua era representada por el signo VVV que es también el más antiguo jeroglí- fico egipcio para la corriente de agua”. Y si esto no bastara para mostrar la fe- minidad del agua, entonces, mírala correr, mira sus briosas texturas, lisa como la seda o arremolinada aquí y allá en rizos de cor- dero, y mira cómo ese cuerpo se desliza co - mo alegría de muchacha. Imposible que la gracia sea masculina cuando, como dice Díaz Mirón: Así, sumergida en la oculta vena, El agua pura se levanta y suena En curva de cristal… A través del espejo Poética del agua, 1 Hugo Hiriart J. W. Waterhouse, Hylas y las ninfas, 1896

A través del espejo Poética del agua, 1 - Revista de la ......y a la nube, agua de pluma. Una es el agua que alivia y fortalece, y otra la que crece enloque - cida, muerde los puentes

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Page 1: A través del espejo Poética del agua, 1 - Revista de la ......y a la nube, agua de pluma. Una es el agua que alivia y fortalece, y otra la que crece enloque - cida, muerde los puentes

RESEÑASY NOTAS | 93

Las curvas son demasiado emocionales.Piet Mondrian

De los cuatro elementos, agua, tierra, fue -go y aire, el más femenino me parece el agua.¿A ti no? El agua es feminidad destilada.Pero, ¿qué química es ésta? ¿Tiene sentidoatribuirle feminidad a un elemento? Creoque sí, pero no entiendo bien por qué. Pa -ra aclararlo escribo esta página.

Agua no es sólo agua de la llave, líquidodomesticado, el más inofensivo y útil de to -dos, que nos limpia, refresca y sustenta. Lacomprensión del agua no se agota en esaagua nuestra de cada día. En nosotros haysignificados más arcaicos que forman uncon junto de símbolos de gran complejidady riqueza. Porque entre los grandes arque-tipos que pueblan el alma humana, me dian -te los cuales hacemos inteligible el mundo,está el agua.

En este sentido, el agua es una partituraque admite numerosas variantes. Una, paracoros y gran orquesta, es el mar, el mar in -menso e inquieto, espejo del cielo. Otra, loque por excelencia fluye, el río, y otra la llu - via plural y una, y el hielo duro del iceberg,“augustos budas congelados navegan do enmares desconocidos, catedrales sin re ligióndel invierno eterno”, los ha llamado Michaux,y a la nube, agua de pluma. Una es el agua quealivia y fortalece, y otra la que crece enloque -cida, muerde los puentes y ma ta, agua de di -luvio universal en la ola ver de del huracán.Y de todo esto sabemos mu chas cosas.

Sabemos, por ejemplo, que en la impe-cable claridad del agua están, indiferencia-das, todas las formas. En el líquido primor -dial flotan las posibilidades de ser y alentaren condición de preexistencia indiferencia -da. Y ahí, en esta latencia primordial, estáel origen de todo. De aquí el significado del

bautismo: la inmersión en las aguas signi-fica la regresión a lo preformal, es decir, ladisolución de las formas y la reintegracióna un modo indiferenciado de preexistencia.Y, por eso, la salida del agua original puedesignificar cobrar forma renovada, esto es, unnuevo nacimiento. Para renovarte, te di suel -ves primero.

Así, el agua simboliza la ma dre uni ver - sal, creadora y sustentadora de cuanto exis - te. Lo húmedo es vida, lo seco, muerte.Pe ro los significados del agua no se ago-tan aquí.

El agua no sólo es germinadora; tam-bién, cuando se muestra en su papel de cau -dal y torrente, es prototipo de lo que fluye.Fluir, fluir, el arquetipo recoge así el senti-do de la inmovilidad como muerte. Hastael agua misma se corrompe y muere si pier -de el fluir que la repristina. Todo cambia,todo fluye, nada permanece. Ser es fluir.De esta manera, el arquetipo se asimila conla luna, que al mudar en fases muestra sufluir. Y, por lo tanto, con la mujer cuyo rit -mo de fertilidad coincide en duración conlas fases de la luna.

Se ha dicho, con razón, que el pensa-miento mítico tiene horror a lo lineal. El

ritmo del mundo es siempre circular, cícli-co: empieza, termina y vuelve a comenzar.Su paradigma son las estaciones, que in clu -yen el invierno donde todo muere. Otra vez,para renovarse, se disuelve. Los rituales defertilidad que acompañan y propician elbuen desarrollo de estos ciclos pueden ras-trearse en todas las culturas y admiten in -contables variantes.

“Por eso”, escribe Mircea Eliade, “des dela prehistoria, el conjunto agua-luna-mujerera percibido como el circuito antropocós -mico de la fecundidad. En los vasos neolí-ticos, el agua era representada por el signoVVV que es también el más antiguo jeroglí-fico egipcio para la corriente de agua”.

Y si esto no bastara para mostrar la fe -minidad del agua, entonces, mírala correr,mira sus briosas texturas, lisa como la sedao arremolinada aquí y allá en rizos de cor-dero, y mira cómo ese cuerpo se desliza co -mo alegría de muchacha. Imposible que lagracia sea masculina cuando, como diceDíaz Mirón:

Así, sumergida en la oculta vena,El agua pura se levanta y suenaEn curva de cristal…

A través del espejoPoética del agua, 1

Hugo Hiriart

J. W. Waterhouse, Hylas y las ninfas, 1896