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ARTÍCULO CUADERNOS DE MEDICINA PSICOSOMÁTICA Y PSIQUIATRÍA DE ENLACE REVISTA IBEROAMERICANA DE PSICOSOMÁTICA C. Med. Psicosom, Nº 106 - 2013 23 Ácidos grasos Omega-3 y trastornos afectivos en la mujer Omega-3 fatty acids and women affective disorders Jesús J. de la Gándara 1 , Santiago Palacios 2 , María Jesús Cancelo 3 , María Rosario Castaño 4 , Aquilino García 5 , Xavier Pintó 6 , Rafael Sánchez Borrego 7 , Gerard Bannenberg 8 , Emilio Gil 9 . Recibido: 15/10/12 Aceptado: 15/04/13 Resumen Las mujeres están sometidas a altas presiones ambientales y biológicas que ponen en riesgo su salud mental, especialmente en relación con las etapas críticas del ciclo reproductivo (mens- truación, embarazo, menopausia, etc.). Durante esas etapas el riesgo de padecer depresiones y otros trastornos emocionales es el doble que en el varón. La prevención de tales riesgos implica cambios en los estilos de vida, en los hábitos psicofísicos e higiénico dietéticos. Concretamente, las pautas nutricionales, sobre todo concernientes a elementos esenciales, deberían ser espe- cialmente cuidadosas, para evitar déficits que impliquen riesgos biológicos y cerebrales. Entre dichos elementos esenciales se encuentran los ácidos grasos omega 3, cuyas cantidades en la ingesta son habitualmente inferiores a las mínimas recomendadas, en torno a 500 mg día de compuestos equilibrados en EPA+DEA. Las deficiencias de estos se han relacionado con aumento de riesgo de depresión y otros trastornos, y con deficiente respuesta a los tratamientos habituales. La suplementación con omega 3 se ha revelado en numerosos estudios, consensos y meta-análisis, como un método eficaz para prevenir y tratar estados depresivos en la mujer, especialmente en las etapas críticas, comportando adicionalmente beneficios para otros aspec- 1 Servicio de Psiquiatría, Hospital Universitario de Burgos. Universidad de Burgos. 2 Director, Instituto Palacios, Salud y Medicina de la Mujer. 3 Hospital Universitario de Guadalajara. Universidad de Alcalá. 4 Instituto Palacios, Salud y Medicina de la Mujer. 5 Vocal Nacional de Alimentación, Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. 6 Unidad de Lípidos y Riesgo Vascular. Servicio de Medicina Interna. Hospital Universitario de Bellvitge. 7 Director Médico Clínica Diatros. 8 Business Development Manager, Solutex. 9 Gerente Médico Ferrer Health Care. Correspondencia: Dr. D. J.J. de la Gándara Servicio de Psiquiatría Hospital Universitario de Burgos [email protected] ARTÍCULO Conflicto de intereses: Para realizar el presente estudio se ha contado con el apoyo técnico y finan- ciero de Ferrer Health Care.

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ARTÍCULOCUADERNOS DE

MEDICINA PSICOSOMÁTICA Y PSIQUIATRÍA DE ENLACEREVISTA IBEROAMERICANA DE PSICOSOMÁTICA

C. Med. Psicosom, Nº 106 - 2013 23

Ácidos grasos Omega-3 y trastornos afectivos en lamujerOmega-3 fatty acids and women affective disorders

Jesús J. de la Gándara1, Santiago Palacios2, María Jesús Cancelo3, María RosarioCastaño4, Aquilino García5, Xavier Pintó6, Rafael Sánchez Borrego7,

Gerard Bannenberg8, Emilio Gil9.Recibido: 15/10/12Aceptado: 15/04/13

Resumen

Las mujeres están sometidas a altas presiones ambientales y biológicas que ponen en riesgosu salud mental, especialmente en relación con las etapas críticas del ciclo reproductivo (mens-truación, embarazo, menopausia, etc.). Durante esas etapas el riesgo de padecer depresiones yotros trastornos emocionales es el doble que en el varón. La prevención de tales riesgos implicacambios en los estilos de vida, en los hábitos psicofísicos e higiénico dietéticos. Concretamente,las pautas nutricionales, sobre todo concernientes a elementos esenciales, deberían ser espe-cialmente cuidadosas, para evitar déficits que impliquen riesgos biológicos y cerebrales. Entredichos elementos esenciales se encuentran los ácidos grasos omega 3, cuyas cantidades en laingesta son habitualmente inferiores a las mínimas recomendadas, en torno a 500 mg día decompuestos equilibrados en EPA+DEA. Las deficiencias de estos se han relacionado conaumento de riesgo de depresión y otros trastornos, y con deficiente respuesta a los tratamientoshabituales. La suplementación con omega 3 se ha revelado en numerosos estudios, consensos ymeta-análisis, como un método eficaz para prevenir y tratar estados depresivos en la mujer,especialmente en las etapas críticas, comportando adicionalmente beneficios para otros aspec-

1Servicio de Psiquiatría, Hospital Universitario de Burgos. Universidad de Burgos.2Director, Instituto Palacios, Salud y Medicina de la Mujer.3Hospital Universitario de Guadalajara. Universidad de Alcalá.4Instituto Palacios, Salud y Medicina de la Mujer.5Vocal Nacional de Alimentación, Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos.6Unidad de Lípidos y Riesgo Vascular. Servicio de Medicina Interna. Hospital Universitariode Bellvitge.7Director Médico Clínica Diatros.8Business Development Manager, Solutex.9Gerente Médico Ferrer Health Care.

Co rres po ndenci a: Dr. D. J.J. de la GándaraServicio de PsiquiatríaHospital Universitario de [email protected]

ARTÍCULO

Co nfl i c t o de i n t eres es : Para realizar el presenteestudio se ha contado con el apoy o técnico y finan-ciero de Ferrer Health Care.

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ABREVIATURAS:

• AA: Ácido araquidónico• AL: Ácido linoleico• ALA: Ácido alfa-linolénico• AGO3: Ácidos grasos poli-insaturados omega-3• EPA: Ácido eicosapentaenoico• DHA: Ácido docosahexaenoico

INTRODUCCIÓN: MUJER, NUTRICIÓN YSALUD MENTAL

La mujer se ve afectada con mayor frecuenciaque el hombre por exigencias vitales, emociona-les y cognitivas que comprometen el equilibriopsicológico y ponen en riesgo la salud mental. En -tre los determinantes de esta se encuentran, juntoa numerosos aspectos psicosociales (el trabajo, lafamilia, la economía…), otros como la edad, laspresiones estéticas, los acontecimientos reproduc-tivos, el estado de salud general, la actividad psi -co-física, o las pautas higiénico-dietéticas y nutri-cionales.

En las mujeres, con frecuencia se concitan va -rios de ellos a un tiempo, lo que aumenta el ries -go de padecer, entre otros, trastornos afectivos ycomportamentales. Más concretamente, hay eta-pas de la vida de la mujer (pubertad, menstrua-ción, embarazo, posparto, menopausia, climate-rio, envejecimiento) (Tabla 1) en las cuales lasexigencias adaptativas en general (estrés), y lasnutricionales en particular, son más elevadas. Pre -cisamente en estas etapas, estas exigencias con fre -cuencia se ven comprometidas por estilos de vidainadecuados y regímenes dietéticos insuficientes oerróneos. Estos últimos, a menudo implican défi-cits de elementos esenciales, como aminoácidos, mi -nerales, vitaminas y, especialmente, ácidos grasospoli-insaturados omega 3 (AGO3); los cuales, asu vez, conllevan alteraciones en la síntesis y dis-ponibilidad de neurotransmisores (serotonina, do -pamina, noradrenalina, acetil colina, etc.), de lasensibilidad de los neuroreceptores de membrana,etc., que pueden inducir trastornos del humor y/ocomportamentales (De la Gándara, 2008; Leal, 1999;Kessler 2003).

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tos de la salud femenina (síntomas disfóricos, síndrome menopáusico, protección cardiovascu-lar, etc.), así como mejor desarrollo fetal y cerebral cuando se aplica durante el embarazo.

Pal abras cl av e: Mujer. Depresión. Ácidos grasos omega 3.

Summary:

Women’s are subject to environmental and biological pressures that put in risk her mentalhealth, especially in relation with the critical stages of the reproductive cycle (menstruation,pregnancy, menopause, etc.). During these stages of their life, the risk of suffering depressionsand other emotional disorders is double that in the male. The prevention of such risks involveschanges in life style, psychophysical and hygienic dietetic habits. In particularly the nutritioncounseling, especially those related to basic elements, should be especially taken into account,to avoid deficits that imply biological and cerebral risks. Within the above mentioned basic ele-ments the fatty acids omega 3 are quite important, as the ingested amounts are normally lowerthan the recommended minims, around 500 mg per day of EPA+DHA. The deficiencies of thesefatty acids have been related to an increase on the risk of depression and to a poorest responseto the current treatments. The supplementation with omega 3 has been studied in numerous stu-dies and meta-analysis as an effective method to anticipate and to treat depressive conditions inthe woman, specially in the critical notable stages, with additional benefits on other women’shealth conditions (dysfphoric symptoms, menopauses syndrome, etc.) as well as on a better fetaland cerebral development when it is applied during the pregnancy.

Key wo rds : Women. Depression. Omega 3 fatty acids.

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AGO3, CEREBRO Y CONDUCTA

Desde su descubrimiento en los años ´70, co -mo componentes esenciales del tejido y el funcio-namiento cerebral, el interés por la relación entreAGO3 (principalmente EPA y DHA) y trastornosmentales en la mujer ha crecido, hasta ser en laactualidad el principal foco de investigación en larelación entre nutrición y salud mental.

Los AGO3, son nutrientes esenciales en cual-quier etapa de la vida del ser humano e imprescin-dibles para el funcionamiento de muchos proce-sos bioquímicos, de las membranas celulares, yotras funciones fisiológicas (Hibbeln et al., 2006).Los más importantes en la fisiología humanason: el ácido alfa-linolénico (ALA; C18:3 ω-3),el ácido eicosapentaenoico (EPA; C20:5 ω-3) y el

ácido docosahexaenoico (DHA ω-3). Estos ácidosgrasos poseen una estructura química que elcuerpo humano es incapaz de sintetizar. Por eso,su ingesta en la dieta es necesaria para satisfacerlas necesidades fisiológicas (Artenburn et al., 2006).Las recomendaciones dietéticas internacionalesaconsejan el consumo de al menos dos racionesde pescado azul a la semana o el equivalente, me -diante suplementación, de 500 mg al día de ome -ga-3 (EPA + DHA) (Mataix, 2004). Estas seríanlas cantidades mínimas que todas las personas de -beríamos incorporar, ya sea a través de la dietanormal, o mediante alimentos enriquecidos o consuplementos nutricionales. Pero en general, conlos hábitos nutricionales modernos, estas cantida-des no se alcanzan. Por ejemplo, en España se es -tima que el consumo medio de AGO3 con ladieta, es inferior a 200 mg/día, por lo que la su -plementación con preparados específicos de EPA-DHA es, a todas, claramente recomendable (Mataix,2004).

Las deficiencias nutricionales de AGO3 se hanrelacionado con trastornos infanto-juveniles (pro-blemas de desarrollo cerebral y retraso mental,trastornos de conducta en la infancia, TADH…),trastornos emocionales y conductuales en adultos(depresión, trastorno bipolar, esquizofrenia, tras-torno borderline de personalidad, estrés, agresivi-dad, hostilidad…), y trastornos cognitivos en per-sonas de edad elevada (deterioro cognitivo y de -mencias de diverso tipo y grado) (Haag, 2003,Freeman et al., 2006).

El mecanismo por el que las deficiencias deAGO3 pueden inducir estos trastornos es com-plejo. Básicamente, empieza por su carácter de ele-mentos esenciales, no sintetizables por los huma-nos, lo que obliga a su provisión dietética (Ma -taix, 2004). Su papel es clave en la síntesis defosfolípidos que intervienen en la conformación yfuncionamiento de las membranas celulares. Asi -mismo, son requeridos para la síntesis de eicosa-noides, compuestos hormonales con numerosasfunciones somato-biológicas y cerebrales, relacio-nadas con modulación vascular, de los procesos in -flamatorios, etc. (Haag, 2004 Sinn et al., 2010).

Varios estudios neuroquímicos han relacionadolos AGO3 con el funcionamiento cerebral. Con -cretamente, el DHA predomina en cerebro, tejidonervioso y retina, y se concentra en las sinapsis.

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Tabl a IEtapas de l a v i da de l a mujer en l as que l as

ex i g enci as adaptati v as y nutri ci o nal es s o nmás el ev adas

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Sus niveles cerebrales varían de acuerdo con lasdietas, y sus deficiencias se han relacionado conla menor disposición de varios neurotransmisoresy fosfatidilserina, es decir, sustancias que regulanla transmisión neuronal de señales (Haag, 2003).La deficiencia de DHA se relaciona con menornivel de 5-HIAA (Ácido 5-hidroxindolacético,metabolito principal de la serotonina) en LCR, loque indicaría deficiencia de serotonina (Hibbeln,et al. 1998). Asimismo, se han encontrado rela-ciones entre AGO3 y síntesis de péptidos que in -tervienen en la transducción de señales por recep-

tores de membrana, y en la expresión de genes re -lacionados con enzimas que intervienen en numerososfunciones cerebrales. Por último, los AGO3 inter-vienen en la producción de óxido nítrico y eicosa-noides que regulan mecanismos vasomotores, in -flamatorios y el transporte de glucosa, todos loscuales son esenciales para un correcto funciona -miento cerebral (Tabla 2) (Hibbeln et al., 1998,Uauy 2006).

Desde otro punto de vista, varios estudios handemostrado que los AGO3 juegan un importantepapel en el desarrollo estructural de áreas cerebra-

Tabl a IIBas es de l a rel aci ó n entre Á ci do s Gras o s Po l i i ns aturado s Omeg a-3 (AGO3 ) y funci ó n cerebral

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les implicadas en los procesos emocionales y lamemoria. Concretamente, en investigación animal,se ha evidenciado su papel en el desarrollo cere-bral intrauterino que repercute sobre el aprendizajey comportamiento futuro. En humanos se ha vis -to que la ingesta de AGO3 por mujeres embara -zadas se relaciona, no solo con la mejoría de supropio estado de ánimo, sino con un mejor desa -rrollo cerebral fetal. Otros estudios han evidenciadouna relación positiva entre suplementación AGO3y menor riesgo de depresión en embarazo y puer-perio (Sontrop & Campbell, 2006).

Todo ello, apoya el interés de analizar cómo setraduce esta compleja relación neuroquímica entreAGO3 y cerebro en el ámbito de la psicopatolo-gía clínica, particularmente, en el terreno de lostrastornos emocionales y de conducta de la mujer.

AGO3 Y DEPRESIÓN

Las depresiones son las patologías mentalesmás prevalentes de la mujer. Con frecuencia sepresentan en forma de cuadros clínicos graves yendógenos, pero más a menudo adoptan la formade trastornos de moderada o leve intensidad, sub-clínicas o enmascaradas por otros síntomas, fluc-tuantes, recurrentes o crónicas, y muchas veces so -lapadas con determinantes psicosociales, lo que confrecuencia impide o retrasan su detección y trata-miento adecuados (Leal 1999, Kessler, 2003). Mien -tras que en las más graves los antidepresivos y lapsicoterapia han demostrado una eficacia incon-testable, en el resto hay menos evidencias sobresu utilidad. Por otra parte, los antidepresivos nosiempre son bien tolerados, y algunos de sus efec -tos adversos (aumento de peso, sedación, inhibi-ción sexual, síndrome metabólico, etc.) son espe-cialmente incómodos y peligrosos en las muje -res. En estos casos los cambios en el estilo de vida,y las recomendaciones higiénico-dietéticas, jueganun papel primordial en su tratamiento. Es justa-mente en este terreno de psicopatología clínicamenos grave, pero no por eso menos molesto e in -capacitante, donde se han centrado las investigacio-nes sobre AGO3. Su papel en el tratamiento y laprevención de las depresiones, y en particular en elterreno de la mujer depresiva, es una cuestión quecada vez recibe mayor atención de investigadores yclínicos (Saldeen & Saldeen, 2004).

Concretamente, se han realizado numerosos es -tudios que demuestran el importante papel de lasuplementación AGO3 en la prevención y ma -nejo de síntomas emocionales y comportamenta-les, asociados en determinadas etapas críticas de lavida reproductiva de la mujer, como menstruacióncon dismenorrea, infertilidad y abortos, embarazoy parto prematuro, preeclamsia, depresión en elpostparto, lactancia y menopausia (Saldeen & Sal -deen, 2004, Lucas et al., 2009). En general, losresultados de estos estudios han demostrado utili-dad de las dietas ricas en AGO3 o los suplemen-tos de estos para la mujer, y, secundariamente, sehan relacionado con un mejor desarrollo fetalgeneral y del cerebro del recién nacido, si bien enmuchos de dichas indicaciones aún faltan estudiosamplios y contrastados.

En todo caso, en las últimas dos décadas se hanpublicado, además de numerosos estudios obser-vacionales, varios ensayos clínicos randomizadosy controlados con placebo, que han evidenciado elimportante papel de los AGO3 en el ámbito de ladepresión en general, y en la mujer en particular.La mayoría han sido recogidos en dos amplias re -visiones, un consenso y un meta-análisis (Sinn etal 2010, Freeman et al., 2006, Appleton et al., 2006,Smith, 2011), que sintetizan diáfanamente elesta do de la cuestión.

En concreto, un meta-análisis (Appleton et al.,2006) revisó los 18 estudios randomizados publi-cados hasta esa fecha, aplicando diversas presenta-ciones de EPA y DHA a dosis y tiempos muy va -riados, entre pocos centenares y varios gramos aldía, y entre 28 a 180 días. De ellos, 12 cumplíanlas exigencias metodológicas exigidas. El análisisestadístico evidenció un tamaño del efecto de 0.13SDs (95% CI: 0.01, 0.25) a favor del tratamientoversus placebo, pero con gran variabilidad de re -sultados. Análisis más sensibles evidenciaron queel efecto era más claro (0.73; 95% CI: 0.05, 1.41;P = 0.04) si se circunscribía a estudios centradosen depresión mayor, diagnosticada con criteriosespecíficos. En conclusión, pese a la heterogenei-dad metodológica y dispersión de estudios y resul-tados, los autores apoyaron el efecto antidepre-sivo de AGO3, siendo más evidente cuanto másespecífico sea el diagnóstico de la depresión.

Ese mismo año, se publicó un Consenso (Free -man et al., 2006) sobre las evidencias disponibles

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en el uso de AGO3 en psiquiatría y posibilidadesde investigación futuras. Los autores del artículoparticiparon en el “Omega-3 Fatty Acids Subco -mittee” del Comité de investigaciones sobre trata-mientos psiquiátricos de la American PsychiatricAssociation (APA). Revisaron la literatura publi-cada y muchos estudios procedentes de congresoscientíficos. Tras un método sofisticado de con-senso, se elaboró un manuscrito que se sometió ala crítica de varios comités de garantía de la APA.Las conclusiones fueron, básicamente, dos: pri -mera, que los datos disponibles evidencian un efec -to protector de los AGO3 en los trastornos emo-cionales, y, segunda, que los datos meta-analíti-cos disponibles demuestran un efecto beneficiososignificativo de los AGO3 en el manejo de la de -presión unipolar y bipolar. Como reflexión adi-cional, se sugiere que los AGO3 podrían jugar unpapel importante en el manejo de pacientes psi-quiátricos crónicos, dado el alto riesgo de tabaco, obe -sidad y efectos metabólicos de los psicofármacos.

En la revisión realizada en 2010 (Sinn et al.,2010), se analizaron 16 estudios randomizados quehabían incluido patología depresiva de algún tipo,junto con muchos otros centrados en otras pato-logías mentales. Los autores concluyen, por unlado, que hay suficientes evidencias que implicana las deficiencias nutricionales de AGO3 en lacompleja etiopatogenia de los estados depresivos.Por otra parte, opinan que los datos de los ensa-yos clínicos realizados son tan variables y disper-sos que es difícil llegar a conclusiones firmes so -bre su papel real en el tratamiento de la depresiónclínica. No obstante, creen que la suplementación conAGO3 jugaría un papel importante en pa cientescon deficiente respuesta a los tratamientos antide-presivos habituales. De hecho, su combinacióncon fármacos antidepresivos específicos ha sidorecomendada por consenso de varios expertos rea-lizados por psiquiatras (Ros et al., 2005).

En tercer lugar, en la revisión de 2011 (Smithet al., 2011) se analizan los estudios observacio-nales, ecológicos y de biomarcadores AGO3 pu -blicados entre 1995 y 2009. Los autores identifi-can 77 estudios, muchos de ellos pequeños y conme todologías dispares, que incluyen desde dietasri cas en pescado, a suplementos de aceite de pes-cado, y tratamientos específicos con diversas pre-sentaciones de EPA, DHA, ALA, AA, etc. Con-

cretamente, 27 estudios analizaron la relación entreingesta de AGO3 y/o ingesta de pescado y estadode ánimo, 39 estudiaban la relación entre biomar-cadores de AGO3 y depresión, 7 investigaron larelación entre ingesta o biomarcadores AGO3 ysuicidio o autolesiones, y 9 la relación entreAGO3 y depresión perinatal. En total, 75% deellos encontraron una relación positiva entreingesta de pescado y mejor estado de ánimo.Asimismo, 69% de los que analizan la relaciónentre ingesta de AGO3 (EPA, DHA, ALA) ydepresión clínica fueron positivos. Finalmente,82% de los que investigan la relación entre bio-marcadores de AGO3 (niveles disponibles) resulta-ron positivos. En conclusión, y pese a la heteroge-neidad de los estudios, los resultados de la revisiónmás amplia realizada hasta el momento apoyan elefecto potencialmente beneficioso de los AGO3para prevenir la depresión y mejorar el estado deánimo en pa cientes con depresión mayor, e inclusoen la de presión bipolar (Fig. 1).

CONCLUSIONES

El interés por el estudio científico del papel delos AGO3 en la salud humana en general se haincrementado notablemente en las últimas déca-das, pasando de ser un tema marginal a un “tó -pico” de primera magnitud en la literatura cientí-fica. En consonancia con ello, la investigacióncentrada en la relación entre AGO3 y salud men-tal también ha crecido, especialmente en el ám -bito de la patología conductual en edades infanto-juveniles, en las patologías emocionales en la edadadulta –sobre todo en la mujer– y en las patolo-gías cognitivas en las edades elevadas.

Como consecuencia de la amplia literatura dis -ponible en el terreno de la salud mental en gene-ral, varias guías psiquiátricas prestigiosas, comola del Hospital Maudsley de Londres (Anderson etal., 2008) y la de la Asociación Británica dePsicofarmacología (Taylor et al., 2007), y un con-senso de la American Psychiatric Association(APA) (Freeman et al., 2006), recomiendan la uti-lización de AGO3 en el manejo terapéutico de lasdepresiones y otros trastornos emocionales y psi-cóticos (esquizofrenia, trastorno bipolar), general-mente como suplemento de los tratamientos psi-cofarmacológicos habituales (antidepresivos, anti -

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psicóticos), o bien como potenciadores de los mis -mos en casos resistentes.

En síntesis, parece que hay evidencias suficien-tes que avalan el papel preventivo de los AGO3en una amplia gama de trastornos afectivos yconductuales de la mujer, relacionados con las eta-pas críticas del ciclo reproductivo (menstruación,embarazo y menopausia). Su aplicación duranteel embarazo se ha relacionado, además, con efectosbeneficiosos para el desarrollo somático y cere-bral del feto. Asimismo, hay datos suficientes pa -ra apoyar su utilidad como complementos o po -tenciadores de los tratamientos psicofarmacológi-cos, habitualmente utilizados para el tratamientode las depresiones y otros trastornos, incluyendola depresión mayor, la depresión postparto y ladepresión bipolar. En este ámbito, adicionalmente,

podrían ser útiles para prevenir los efectos adver-sos metabólicos de algunos psicofármacos. Lasdosis recomendables son muy variadas, pero entodo caso se recomiendan dosis no menores de500 mg al día, de EPA y DHA, durante tiemposprolongados.

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