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ACTITUDES LINGÜÍSTICAS Y ESTEREOTIPOS: UN ESTUDIO DE LA VARIEDAD BOGOTANA Y BARRANQUILLERA EN COLOMBIA
ÉRIKA ALEJANDRA SALINAS GÓMEZ ANGÉLICA MARÍA SERGE TERNERA
LICENCIATURA EN LENGUAS MODERNAS FACULTAD DE COMUNICACIÓN Y LENGUAJE
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA BOGOTÁ D.C
2020
2
ACTITUDES LINGÜÍSTICAS Y ESTEREOTIPOS: UN ESTUDIO DE LA VARIEDAD BOGOTANA Y BARRANQUILLERA EN COLOMBIA
ÉRIKA ALEJANDRA SALINAS GÓMEZ ANGÉLICA MARÍA SERGE TERNERA
Trabajo de grado para optar por el título de Licenciadas en Lenguas Modernas
ASESORA:
Laura Marcela Castiblanco Acosta
LICENCIATURA EN LENGUAS MODERNAS FACULTAD DE COMUNICACIÓN Y LENGUAJE
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA BOGOTÁ D.C
2020
3
AGRADECIMIENTOS
Agradecemos a Dios por permitirnos culminar este logro académico y personal, pues
representa un paso más en nuestro desarrollo como profesionales. A nuestros padres por su
incondicional amor y apoyo, quienes con sus palabras y presencia lograron calmar los
momentos más críticos del desarrollo. A Laura Castiblanco, nuestra asesora, quien con su
metodología de trabajo nos guió hacia el resultado esperado.
4
TABLA DE CONTENIDO
RESUMEN 6
1. INTRODUCCIÓN 9
2. JUSTIFICACIÓN 10
3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 12
4. PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN 13
5. OBJETIVOS 13 5.1 OBJETIVO GENERAL 13 5.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS 13
6. ANTECEDENTES 14
7. MARCO TEÓRICO 19 7. 1 CONCEPTOS BÁSICOS 22
7.1.1 ACTITUDES LINGÜÍSTICAS 22 7.1.2 ESTEREOTIPOS 27 7.1.3 VARIEDADES LINGÜÍSTICAS 29 7.1.4 VARIEDADES LINGÜÍSTICAS EN AMÉRICA 31 7.1.5 VARIEDAD BARRANQUILLERA 32 7.1.6 VARIEDAD BOGOTANA 33
8. ENFOQUE METODOLÓGICO 34
9. CAPÍTULO DE ANÁLISIS DE DATOS 36 9. 1 ACTITUDES LINGÜÍSTICAS CON BASE EN LA PRONUNCIACIÓN 37
9.1.1 BOGOTANOS SOBRE SUS PAISANOS 38 9.1.2 BOGOTANOS SOBRE LOS BARRANQUILLEROS 41 9.1.3 BARRANQUILLEROS SOBRE BOGOTANOS 44 9.1.4 BARRANQUILLEROS HACIA SUS PAISANOS 47
9.2 ACTITUDES LINGÜÍSTICAS CON BASE EN EL ESTRATO SOCIOECONÓMICO 49
9.2.1 DE BOGOTANOS HACIA BOGOTANOS 49 9.2.2 DE BOGOTANOS HACIA BARRANQUILLEROS 52 9.2 3 DE BARRANQUILLEROS HACIA BOGOTANOS 55 9.2.4 DE BARRANQUILLEROS HACIA BARRANQUILLEROS 57
9.3 ACTITUDES LINGÜÍSTICAS CON BASE EN RASGOS DE LA PERSONALIDAD 59
9.3.1 DE BOGOTANOS HACIA BOGOTANOS 60 9.3.2 DE BOGOTANOS HACIA BARRANQUILLEROS 62
5
9.3.3 DE BARRANQUILLEROS HACIA BOGOTANOS 65 9.3.4 DE BARRANQUILLEROS HACIA BARRANQUILLEROS 67
10. CONCLUSIONES 69
11. REFERENCIAS 73
6
RESUMEN
La presente investigación tiene como objetivo definir y describir los estereotipos de dos tipos
de hablantes colombianos que se reflejan en las actitudes lingüísticas que tienen los hablantes
de la variedad bogotana frente a su propia variedad, y frente a la variedad lingüística
barranquillera, y viceversa; las actitudes que tienen los hablantes de la variedad
barranquillera frente a su propia variedad, y a la variedad bogotana. Para ello, se les solicitó a
dieciséis hablantes (ocho de cada variedad) participar en una encuesta en la cual debían
escuchar a ocho hablantes (cuatro de cada variedad en cuestión), y responder algunas
preguntas relacionadas con tres ejes temáticos de actitudes lingüísticas: pronunciación,
pertenencia a un estrato socioeconómico, y rasgos de personalidad. Los resultados muestran
que los participantes bogotanos tienden a tener una actitud negativa de su propia variedad y
una actitud positiva de la variedad barranquillera. Entre tanto, los hablantes barranquilleros
tienden a identificar la variedad propia con rasgos de valor positivo y a la variedad bogotana
con rasgos de valor negativo. Dichas actitudes lingüísticas demostraron sentimientos
mayormente negativos que positivos los cuales son el reflejo de estereotipos infundados que
estas variedades tienen sobre sí mismas y sobre la variedad opuesta.
Palabras claves: actitudes lingüísticas, variedades del español, variedades lingüísticas,
variedad bogotana, variedad barranquillera, estereotipos.
7
ABSTRACT
The following study aims to describe the stereotypes of two types of Colombian dialects
reflected by the linguistic attitudes in people from Bogotá towards their own variety and
Barranquilla’s variety, and the other way around; the linguistic attitudes in people from
Barranquilla towards their own variety and Bogotá’s variety. For this, sixteenth speakers
(eight of each variety) were asked to participate in a survey in which they had to listen to
eight voice records of speakers (four of each variety) and answer some questions related to
three thematic axes of linguistic attitudes: pronunciation, belonging to a social-economic
status and personality traits. The results show that participants from Bogotá tend to have a
negative attitude over their own variety and a positive attitude about Barranquilla’s variety.
Meanwhile, the participants from Barranquilla tend to identify their own variety with a
positive value and Bogotá’s variety with a negative value. Those linguistic attitudes shown
mainly negative feelings than positive ones, which are the reflection of unfounded
stereotypes that these varieties have over themselves and the other one.
Keywords: linguistic attitudes, Spanish varieties, linguistic varieties, Bogotá’s variety,
Barranquilla’s variety, stereotypes.
8
RÉSUMÉ
Cette recherche vise à définir et à décrire les stéréotypes de deux types de locuteurs
colombiens qui se reflètent dans les attitudes linguistiques qui ont les locuteurs de la variété
de Bogotá vis-à-vis de leur propre variété et de la variété de Barranquilla, et vice-versa : les
attitudes des locuteurs de la variété de Barranquilla envers leur propre variété et envers la
variété de Bogotá. Pour ce faire, seize participants (huit de chaque variété) ont été invités à
participer à une enquête dans laquelle ils ont dû écouter huit locuteurs (quatre de chaque
variété en question), et répondre à certaines questions liées à trois axes thématiques des
attitudes linguistiques : la prononciation, l’appartenance à une couche socio-économique et
les traits de personnalité. Les résultats ont montré que les participants de Bogotá ont tendance
à avoir une attitude négative de leur propre variété et une attitude positive de la variété de
Barranquilla, Pendant que les participants de Barranquilla ont tendance à identifier leur
propre variété avec des caractères à valeur positive et la variété de Bogotá avec des caractères
à valeur négative. Ces attitudes linguistiques ont révélé des sentiments plutôt négatifs que
positifs qui sont le reflet des stéréotypes infondés que ces variétés ont sur elles-mêmes et sur
la variété opposée.
Mots clés : attitudes linguistiques, variétés de l'espagnol, variétés linguistiques, variété de
Bogotá, variété de Barranquilla, stéréotypes.
9
1. INTRODUCCIÓN
La relación que existe entre las diferentes culturas de Colombia está ligada a la
diversidad regional en términos de las costumbres, tradiciones y dialectos que representan a
cada una de las regiones que componen el país. En lo que compete a la diversidad de
dialectos, esta puede generar ciertas actitudes lingüísticas debido a que existe una tendencia
a considerar que algunas variedades son mejores que otras.
La siguiente investigación indagó sobre las actitudes lingüísticas que los hablantes de
las variedades barranquillera y bogotana tienen con respecto a su variedad y la opuesta. Lo
cual es fundamental para reconocer las identidades colectivas e individuales, además de los
estereotipos y prejuicios que se crean y se reafirman con el uso del lenguaje.
Para esto, se realizó una encuesta tipo matched-guide, entre dieciséis participantes,
ocho de la ciudad de Bogotá y ocho de la ciudad de Barranquilla, los cuales luego de
escuchar ocho audios (de bogotanos y barranquilleros opinando sobre un video),
respondieron algunas preguntas con el fin de conocer su actitud frente a tres ejes específicos;
la pronunciación de los hablantes, la consideración sobre su estrato socioeconómico y los
rasgos de personalidad que identificaron en ellos. El análisis se realizó en dos fases, la
implementación de la encuesta sobre la muestra y el análisis de los datos teniendo en cuenta
los tres ejes que componen la encuesta. Dentro de estos, se crearon sub-categorías para
diferenciar las actitudes de los bogotanos y los barranquilleros frente a los hablantes
pertenecientes a la ciudad representativa de cada variedad y la opuesta.
La finalidad de este proyecto es ampliar el espectro de las investigaciones sobre las
actitudes lingüísticas en comunidades de habla hispana y crear una conciencia
sociolingüística entre las comunidades de habla en cuestión.
10
En la primera parte del trabajo se establecieron los antecedentes y el marco teórico
que se usó para realizar la investigación. En la segunda parte se presentó el enfoque
metodológico utilizado y el análisis de todos los datos organizados por sus clasificaciones. En
la última parte se presentan las conclusiones a las que se llegaron y la importancia de seguir
indagando sobre este tema.
2. JUSTIFICACIÓN
Partiendo de que las actitudes lingüísticas son ideas, supuestos, creencias,
percepciones o sentimientos que pueden tener ciertos hablantes con respecto a la variedad
propiedad o ajena, debemos mencionar que, al realizar este estudio de actitudes lingüísticas,
pretendemos llegar a respuestas sobre porque una variedad acoge o rechaza a otra variedad.
Los resultados de esta investigación permitieron identificar las actitudes lingüísticas de
bogotanos frente a su variedad y a la variedad costeña barranquillera, y viceversa, y la
existencia de la preferencia de una variedad frente a otra. Por otro lado, este estudio buscó
ampliar el espectro de conocimiento que existe sobre las actitudes lingüísticas de las variantes
dialectales costeña barranquillera y bogotana, y aportar a discusiones respecto al modo en que
los estereotipos derivan en gran parte de las variedades de lengua, en este caso del español.
Lo anterior nace de un interés personal por parte de las autoras, quienes han observado cómo
estas actitudes parten de concesiones infundadas que muchas veces reflejan estereotipos. En
muchas ocasiones, las personas clasifican a quienes les rodean y por consiguiente cambian su
manera de interactuar con ellos. Esta acción evoca comportamientos en respuesta a
estereotipos, que bien pueden ser negativos o positivos.
Es de dominio común afirmar que en la vida estudiantil frecuentemente se está
inmerso en diferentes contextos sociales donde la interacción se define no solo por aspectos
individuales sino también por características regionales; la forma de vestir y de expresarse,
11
pueden generar construcciones subjetivas previas a la interacción. Esto puede verse reflejado
en las actitudes lingüísticas que pueden tener los estudiantes frente a los miembros de su
propia cultura o de otra, mostrando rechazo o aceptación del otro a tal grado que alguna de
las culturas involucradas puede llegar a verse a sí misma disminuida por las demás. Esto
puede generar que los mismos estudiantes traten de modelar su forma de hablar o incluso
lleguen a suprimir su manera de hablar con el fin de encajar con los demás. Se considera que
dichas construcciones subjetivas pueden sesgar las relaciones sociales entre diferentes
culturas del país al punto en que estas puedan generar discriminación y rechazo entre los
hablantes, por lo tanto, es un fenómeno para estudiar e indagar.
Este tipo de problemáticas son relevantes como investigación para la facultad de
comunicación y lenguaje, ya que permiten dar cuenta de las formas de interacción social
entre los estudiantes, que, al convivir en un campus universitario, deben socializar con
personas de diversas procedencias, lo cual no debería verse truncado por actitudes negativas.
Este trabajo pretende aportar nuevos avances sobre actitudes lingüísticas a futuras
investigaciones de la misma área de estudio. Sin embargo, los resultados presentados no son
definitivos debido a que la sociedad y la cultura se mantienen en constante cambio y más
adelante, otros proyectos pueden afirmar o debatir las conclusiones a las que hemos llegado.
A los futuros docentes de esta carrera este trabajo investigativo les favorece para
pensar un poco más allá de los contextos académicos en los cuales se han de relacionar con
sus estudiantes, y permite también dar cuenta de la universalidad de estos, con el fin de que
en el ejercicio de impartir clases o cualquier otro camino que se desee seguir, logren
dimensionar que diferentes culturas y variedades pueden estar presentes en un solo lugar,
como es el caso del salón de clases, y que van a existir actitudes lingüísticas que van a incidir
en la dinámica académica; por ende, es necesario aprender a reconocerlas y trabajar en ellas
12
para que no lleguen a afectar de una manera negativa la interacción o el entorno académico,
sino que por el contrario, se puedan tomar como un aporte positivo en el desarrollo de las
clases.
3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Según plantea Moreno(1998) Las actitudes lingüísticas pueden ser tomadas como
comportamientos psicosociales, ya que las lenguas, o en este caso las variedades de lengua
suelen ser apreciadas de acuerdo con las características de los individuos pertenecientes a
cada comunidad. Dicho esto, establecer una distinción entre las actitudes hacia los hablantes
y la variedad per se, no es una tarea fácil.
Las actitudes pueden ser negativas o positivas, concepciones directamente
relacionadas con los componentes cognitivo, afectivo y conativo que integran las actitudes
Moreno(1998). Es decir, las actitudes son generadas por valoraciones (componente
cognitivo) y sentimientos de agrado/desagrado (componente afectivo), los cuales conllevan a
crear estereotipos entre las culturas y sus integrantes. Es por esta razón que indagar sobre las
razones que llevan a los hablantes de ambas variedades a tener ciertas actitudes, que los
conducen a comportamientos de aceptación o rechazo hacia los hablantes de su variedad y la
variedad opuesta, permitirá entender el comportamiento de los hablantes de ambas variedades
en contextos de interacción y crear una conciencia sociolingüística entre los hablantes.
Los estereotipos, entendidos desde la perspectiva de Lippmann (1922) “arrastran la
carga de los sentimientos que llevan asociados. Son la fortaleza de nuestras tradiciones y al
abrigo de sus defensas podemos seguir sintiéndonos a salvo desde la posición que ocupamos”
(p.103). Lo anterior puede entenderse desde el contexto que se quiere abordar, teniendo en
cuenta que históricamente las regiones caribe y andina se han caracterizado por sus
diferencias, no solo geográficamente, sino dialectales y culturales, en donde el centro aparece
13
como un lugar civilizado mientras que las regiones de la periferia se caracterizan por tener
rasgos negativos. Existe una tensión entre ambas comunidades de habla que refuerzan los
estereotipos ya existentes que se pretenden problematizar en esta investigación.
4. PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN
¿Cuáles son las actitudes lingüísticas de los bogotanos hacia su variedad y hacia la
variedad barranquillera, y viceversa, de los barranquilleros hacia su variedad y hacia la
variedad bogotana, y qué estereotipos se crean a partir de ellas?
5. OBJETIVOS
5.1 OBJETIVO GENERAL
● Identificar las actitudes lingüísticas que los hablantes de la variedad bogotana tienen
hacia la variedad costeña de Barranquilla y hacia su propia variedad, así como las
actitudes lingüísticas que tienen los hablantes barranquilleros hacia la variedad
bogotana y hacia su propia variedad, y definir los estereotipos que se ven reflejados
sobre los hablantes bogotanos y barranquilleros, a partir de estas.
5.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS
● Identificar cuáles son las actitudes lingüísticas de los hablantes de la variedad
bogotana hacia su variedad y hacia la variedad barranquillera.
● Determinar cuáles son las actitudes lingüísticas de los hablantes de la variedad
barranquillera hacia su variedad y la variedad bogotana.
● Describir las actitudes lingüísticas positivas y negativas de los hablantes de ambas
regiones teniendo como base rasgos fonético-fonológicos de ambas variedades, y
rasgos socioeconómicos y psicológicos de los sujetos hablantes de las muestras.
● Identificar los estereotipos que se crean a partir del vínculo con los rasgos a analizar,
mencionados anteriormente.
14
6. ANTECEDENTES
En el siguiente apartado se presentarán aquellos textos que, dado su contenido,
brindan un contexto general de cómo se han trabajado las actitudes lingüísticas y los
estereotipos desde perspectivas similares a la que se hará en esta investigación. Con el
propósito de identificar la relevancia que estos tienen ante el trabajo en cuestión, los textos se
presentarán de manera descendente con respecto al año de publicación y de lo cercano o
lejano que puede ser aporte.
Rojas (2008) realiza una de las primeras aproximaciones al estudio de las actitudes
lingüísticas para el país. En su estudio describe y analiza los comportamientos de la frontera
entre Brasil, Colombia y Perú frente al portugués y al español, y evalúa el fenómeno de
alternancias e interferencias lingüísticas de la misma comunidad. La metodología utilizada
por la autora es la entrevista y la observación directa de los habitantes del municipio de
Tabatinga en el Estado del Amazonas, Brasil durante más de catorce meses. Se escogieron 50
personas nacidas en los territorios y con más de 20 años de residencia allí, manteniendo la
dinámica demográfica a través de un comportamiento normal estadístico.
A través de la metodología de palabras clave, Rojas (2008) pide a los habitantes que
mencionen diferentes juicios según ciertos estímulos. Asimismo, se utiliza la metodología de
escalas de diferenciación semántica para preguntar a los informantes adjetivos relacionados
con la investigación. Como resultado, la autora evidencia la existencia de una alta valoración
negativa de comunidad lingüística hacia las formas del habla, lo que Rojas define como
discriminación lingüística sumada a la discriminación social existente.
15
Finalmente, Rojas (2008) discute la conveniencia de formular e implementar políticas
públicas de carácter lingüístico que promuevan la divulgación de las formas de habla de la
región a través de la educación que permita tener un proceso lingüístico más democratizado.
Posteriormente, una de las aproximaciones a las actitudes lingüísticas en Colombia
más consultadas es el trabajo de Lancheros (2011) en donde se evidencian las
representaciones del ciudadano bogotano desde el análisis documental de la obra Andanzas,
de Mario Ibero, para el periodo de 1943 a 1946. Este trabajo pretende configurar los tipos y
esquemas en los que se ven reflejados los bogotanos por medio de distintos relatos contados
hace varios años por el autor. A partir del análisis del discurso, se valida que el discurso
representativo de la sociedad se presenta en la forma en cómo son representados sus sujetos
en el mapa mediático, y, al mismo tiempo se refiere a la emergencia de los estereotipos a
través de discursos históricos, culturales, mediáticos, entre otros, producidos por clases
dominantes que gozan de hegemonía en la sociedad. Por medio de esta indagación, la autora
busca establecer dichos estereotipos bogotanos y cómo estos afectan directamente su
percepción tanto de sí mismos, como de los demás. Se considera pertinente este trabajo para
la investigación, puesto que plantea una mirada detallada de los estereotipos, no solo de los
bogotanos, sino también de otras regiones de Colombia.
El aporte de Bernal et al. (2014) quizás ha sido una de las aproximaciones más
rigurosas desde el punto de vista metodológico. En este estudio se identifican las diferentes
actitudes lingüísticas nacionales en distintos marcos geográficos, con el objetivo de observar
las actitudes lingüísticas de los habitantes de Bogotá respecto a dialectos diferentes del
español de Colombia y de los demás países hispanohablantes. A través del método directo se
realizaron 400 encuestas con preguntas asociadas a la proveniencia del encuestado, tiempo de
16
residencia, orígenes paternos, entre otros, en donde el autor logra identificar una cantidad
importante de actitudes positivas hacia la variedad colombiana. Con respecto a las actitudes
negativas, el porcentaje más alto de encuestados se refirió de manera significativa a los
dialectos del caribe y nariñense, aspecto concluyente de los análisis fonético y estético
asociados al gusto personal de cada encuestado.
Valeria Pozo (2014) en su trabajo Percepción sociolingüística de los peruanos
residentes en Chile acerca de su variedad del español en interacción con el español chileno
de la Universidad de chile realizó una investigación sobre la percepción sociolingüística de
los peruanos residentes en Chile acerca de su variedad del español en interacción con el
español chileno. Para dicha investigación la autora decidió realizar una encuesta de
diecinueve preguntas a treinta peruanos mayores de edad y con una residencia en chile
superior a cinco años. La encuesta, la cual se dividió en dos partes: una ficha personal sobre
sí mismo y sus ocupaciones, y catorce preguntas sobre su percepción de su habla en el
contexto local frente a otras personas.
Como resultado, Pozo (2014) afirma que la situación es contradictoria pues la
población peruana considera que los chilenos aprecian su variedad pero que aun así sienten
rechazo por los mismos chilenos. En consecuencia, deciden reprimir su variedad hasta casi
hacerla desaparecer. Esta investigación, al igual que las antes mencionadas, abre paso al
análisis sobre las actitudes que se generan a partir de las variedades lingüísticas y como estas
tienen un impacto negativo.
Álvarez et al. (2001) muestran un estudio de actitudes lingüísticas en las ciudades de
Mérida y Maracaibo como muestra de la valoración negativa al dialecto de Caracas,
Venezuela. A través de un modelo de encuesta con 16 preguntas se hizo un sondeo de
opinión para organizaciones regionales. A través de un método directo se le preguntó a la
17
muestra acerca de los diferentes dialectos regionales hablados en el país, con preguntas de
tipo emotivas y con preguntas de tipo racional, evidenciando que la ciudad Capital no posee
el dialecto de prestigio del país. Por el contrario, cada región genera una tendencia propia de
elegibilidad al dialecto de donde es oriundo, lo que evidencia una profunda valoración de sus
dialectos regionales. Para el caso de las regiones mencionadas, se evidenció en el estudio que
ambas regiones poseen una preferencia auténtica por el dialecto propio debido a relaciones
históricas que, a diferencia de las relaciones políticas actuales, se han caracterizado por ser
positivas.
Ya para ese entonces existían análisis robustos de actitudes lingüísticas. En particular, el
estudio realizado por Blas (1994) demostró que tales actitudes evaluadas en la comunidad de
Valencia, España, en donde se evidencia la existencia tanto del castellano como del catalán
como dialectos propios de la región, tienen una progresiva dignificación del idioma indígena
en la actitud de los hablantes.
A través de un modelo de cuestionario sociolingüístico en la comunidad del distrito
Campanar, barrio valenciano, el autor formula preguntas a una muestra de 196 individuos
residentes desde al menos dos años anteriores a la realización del estudio. Dicho método ha
sido elegido en particular por tener una distribución y ejecución sencillas, aspecto en el que
los actores recalcaron facilidades para la consecución y distribución del tamaño muestral.
Concluyen que las actitudes lingüísticas han sido positivas debido a aspectos propios
de la región como educación, medios de comunicación, administración pública, entre otros.
Sin embargo, muestra qué componentes del estudio reflejan posiciones contrarias de la
comunidad a la normalización del dialecto, viendo las lenguas no propias como inferiores o
18
menos válidas conforme el grado social de la población tiene contacto con el mismo. El
componente actitudinal de la comunidad se ve, entonces, diglósico.
Para los años posteriores los estudios de actitudes lingüísticas empezaron a tener un
número más alto de investigadores en Latinoamérica. Rojas (2012) señala aspectos
importantes con respecto a las creencias de hispanohablantes de Santiago de Chile acerca de
la corrección idiomática y su relación con la comprensión que se genera en la ciudad capital.
A través de una encuesta directa a una muestra de 400 individuos estratificados de acuerdo
con variables demográficas y socioeconómicas se demuestra que el español presumido como
correcto para la muestra encuestada está asociado a la norma peninsular y a la comprensión y
efectividad de la comunicación, lo que define a la cultura de manera casi que exclusiva como
monoglósica, en sintonía con el comportamiento latinoamericano.
A través del método directo se encuestaron a 400 individuos que habitaban para ese
momento la ciudad de Santiago desde un periodo de tiempo mayor o igual a 20 años, en su
mayoría provenientes de grupos de comunas de cada estrato social. A través un cuestionario
de 40 preguntas concernientes a actitudes y al idioma en general, los encuestados
manifestaron información importante acerca de la corrección idiomática según rasgos
fónicos, uso de léxico, gramática, entre otros, lo que significó un 70% de importancia para la
muestra el hecho de hablar correctamente y un 68% en ser comprendido.
Con la información anterior el autor argumenta una cadena argumentativa en la que el
entendimiento, concebido como fin último de la comunicación, debe estar intermediado por
la existencia de un código común que le otorgue legitimidad a la corrección idiomática para
la comprensión del habla en las comunidades (Rojas, 2012).
19
7. MARCO TEÓRICO
En este apartado se presentarán los aportes teóricos más relevantes sobre actitudes
lingüísticas que serán tenidos en cuenta para la elaboración del presente trabajo de
investigación. En específico, se presentarán los siguientes conceptos, claves para el análisis
de los datos y para la comprensión de nuestro estudio en general: actitudes lingüísticas,
estereotipos, variedades lingüísticas del español en Colombia, variedad barranquillera y
variedad bogotana.
El trabajo “Percepción de las variedades cultas del español por hablantes del
centro-norte de España” de Paredes (2018) es un precedente de la investigación que se
quiere llevar a cabo, ya que este trabajo desarrolla la percepción lingüística con respecto a
diferentes zonas geográficas de España. Dicho análisis se realiza a partir de las actitudes que
los hablantes tienen con respecto a la zona de donde proviene cada variedad lingüística. Este
estudio permite fundamentar la hipótesis del presente trabajo sobre las actitudes lingüísticas.
Partiendo del interés en ahondar sobre las creencias y actitudes lingüísticas hacia las
variedades normativas del español de los hablantes de varios de los países hispanohablantes
más destacados, nació el proyecto PRECAVES XXI en el año 2013 Esta investigación se
desarrolló con base en una metodología matched guises, con el fin de obtener información de
manera directa e indirecta. En este orden de ideas, los investigadores de este proyecto
diseñaron una encuesta en la que los participantes debían escuchar 16 grabaciones, 8 de
manera oral y 8 realizadas leyendo un escrito predeterminado, estas estaban, además,
distribuidas con la intención de que no se repitieran las mismas variedades. Los participantes
de las muestras se caracterizaban por ser adultos y dos de cada variedad (hombre y mujer)
eran personas cultas.
20
Las preguntas de dicho estudio fueron planteadas desde tres ejes temáticos
principales: creencias y actitudes directas sobre la variedad que escuchan, valoración de la
variedad a través de las personas que están hablando y valoración sobre las personas que
escuchan partiendo de la cultura o lugar de procedencia.
González-Rátiva et al. (2018) muestran las creencias y actitudes lingüísticas de los
jóvenes universitarios antioqueños hacia las variedades normativas del español. En este
estudio, al igual que el estudio de Guerrero (2018), se realizaron diferentes encuestas a partir
de la metodología de Pares Falsos en la ciudad de Medellín. En una primera fase se aplicó
entrevista a dos colectivos de estudiantes de primeros y últimos semestres de algunos
programas de pregrado de la Universidad de Antioquía, con preguntas realizadas a 108
estudiantes. Para el primer colectivo se realizó una encuesta hacia un grupo de estudiantes
que no habían visto asignaturas de sociolingüística antes, mientras que para el segundo grupo
se incluyó dicha característica.
El estudio concluye que para los jóvenes antioqueños la variedad andina colombiana y
su propio dialecto son una vez más los más prestigiosos. En adición, se evidenció también
una mayor conciencia sociolingüística en aquel grupo que ya había visto contenidos
relacionados con sociolingüística (González Rátiva et al., 2018). Esta investigación brinda un
aporte en términos metodológicos para el proyecto que se pretende llevar a cabo, ya que se
enmarca en la metodología del PRECRAVES XXI (proyecto de suma importancia para la
realización de esta investigación) teniendo en cuenta la perspectiva antioqueña, lo cual
pretende abordarse teniendo en cuenta los dialectos bogotano y barranquillero.
Como consecuencia del proyecto anterior, nació la investigación Creencias y
actitudes lingüísticas de los jóvenes universitarios antioqueños hacia las variedades
21
normativas del español realizado por González, M et al, (2018) la cual realiza un análisis con
base en la metodología del proyecto mencionado, que es precisamente la metodología
escogida para el trabajo que se quiere llevar a cabo, la cual se basa en la integración de dos
métodos de recolección de datos, directo e indirecto. Lo anterior hace que dicha investigación
sea un punto de partida importante en la elaboración de este proyecto. En esta investigación
se analizan los resultados de un número de encuestas establecido teniendo en cuenta dos
grupos de universitarios con una característica en común: pertenencia al departamento de
Antioquía. Además, se dividió la muestra entre dos variables: estudiantes universitarios con
conocimientos previos de sociolingüística y estudiantes universitarios con total
desconocimiento del tema. Los resultados se analizaron teniendo en cuenta tres ejes
principales: variedad con mayor prestigio para estos, percepción de su propia variedad, y
finalmente, valoraciones de las otras variedades del país. En este trabajo, al igual que en el
de González, M et al, se tienen en cuenta las variables cognitivas y afectivas del hablante,
sobre todo en el momento de entender de qué manera se reflejan ciertos estereotipos entre las
culturas a trabajar.
Con respecto a las metodologías utilizadas en numerosos estudios de actitudes
lingüísticas, Martínez (2008) hace una reflexión acerca de las metodologías utilizadas en la
investigación sociolingüística, así como de las técnicas que se emplean en el estudio de las
actitudes lingüísticas. Justifica el método indirecto como la mejor de las opciones para el
estudio de las actitudes de los hablantes con respecto a los dos sistemas lingüísticos que se
utilizan en la comunicación habitual de su comunidad. En particular, define la entrevista
sociolingüística de pregunta abierta como acertada cuando el tamaño muestral no es muy
grande. Adicionalmente, propone la técnica matched-guise para la evaluación de la
comunidad de Valencia y la adopta como conveniente en la realización del método para el
22
ámbito valenciano. Dicho aporte es relevante para la investigación que se quiere llevar a cabo
dado que se pretende hacer uso de la técnica matched-guise.
Martínez (2008) también reconoce que las dobles o triples técnicas utilizadas
verifican de mejor manera la hipótesis de partida con un mayor grado de rotundidad en cada
conclusión realizada en su estudio metodológico.
7. 1 CONCEPTOS BÁSICOS
7.1.1 ACTITUDES LINGÜÍSTICAS
La actitud es un concepto:
Surgido en la década de 1940 procedente de la psicología social. En la década de 1960 se
conceptualiza en el ámbito de la sociolingüística e implica una disposición de reacción a
favor o en contra de diversos objetos (Sarnoff 1996:279). El concepto de actitud lingüística se
desarrolla en el contexto académico en que Labov (1966) asume que el cambio lingüístico es
influenciado por el prestigio y los estigmas de las comunidades de habla a partir de
características específicas identificables en la lengua, de lo que se puede inferir que las
actitudes serían factor central en los procesos de cambio lingüístico. (Bernal,2016, p.16)
Lo anterior es compartido por Moreno Fernández (1998), al plantear que:
[...] la importancia que los estudios de las actitudes tienen, en el campo de la
sociolingüística, para conocer más profundamente asuntos como la elección de una lengua en
sociedades multilingües, la inteligibilidad, la planificación lingüística o la enseñanza de
lenguas; además las actitudes influyen decisivamente en los procesos de variación y cambio
lingüísticos que se producen en las comunidades de habla. (Moreno Fernández, 1998, p. 179)
De otro lado, el concepto de actitud ha sido desarrollado desde varias perspectivas y
ciencias como las ciencias sociales y la psicología, especialmente la social, y aunque distintos
23
autores como Sarnoff, Thurstone, Secord y Backman, y Rokeach, comparten ciertos
elementos en sus planteamientos, aún no es un concepto universal. Para efectos del desarrollo
de esta investigación, se seguirá la propuesta de López Morales (1989) la cual, plantea que:
La actitud lingüística es la conducta de aceptación o rechazo por parte de una
comunidad de hablantes, hacia otra comunidad de hablantes, basada en creencias positivas o
negativas, que son generadas por la conciencia lingüística de los hablantes desde una
perspectiva cognitiva, y un componente afectivo, generando el uso o desuso de una variedad
u otra.
Cuando se habla de la conciencia lingüística de los hablantes, se hace referencia, según
Moreno (1998) a los sucesos lingüísticos y sociolingüísticos propios, o de una variedad
distinta, que les atañen o les incumben de cierto modo a un grupo de hablantes por el hecho
de pertenecer a una comunidad de habla. En ese orden de ideas, Moreno (1998) afirma:
Los hablantes saben que su comunidad prefiere unos usos lingüísticos a otros, que
ciertos usos son propios de unos grupos y no de otros y, por lo tanto, tienen la posibilidad de
elegir lo que consideren más adecuado a las circunstancias o a sus intereses. (p. 181)
Teniendo en cuenta lo anterior, cabe señalar que, aunque los autores difieren sobre el
concepto de actitud, existe un punto de convergencia en lo que autores como Miguel
Aigneren, Jeannet Castro, y Silvia Ubillos et al (2004). proponen, y son las características de
las actitudes. Es posible llegar a la conclusión de que las actitudes: 1) parten de las creencias,
2) son aprendidas, y necesitan de estímulos culturales 3) funcionan como una motivación
hacia la acción, pero no son la acción en sí misma, 4) tienen respuestas con una carga
conductual, cognitiva y emocional, 5) no pueden ser estudiadas de una manera directa, sino
por medio de respuestas medibles y observables.
24
Además de las características de las actitudes, es importante reconocer las
perspectivas desde las cuales se plantean las actitudes, descritas por autores como Moreno
Fernández (1998), Cooper y Fishman (1974), y Lambert (1964), que proponen la perspectiva
mentalista, la cual entiende las actitudes como estados mentales, y la perspectiva conductista,
la cual entiende las actitudes como un comportamiento que se manifiesta como producto de
ciertos impulsos generados por una lengua o aspectos sociolingüísticos. Los procedimientos
metodológicos para ambas perspectivas cambian debido a su naturaleza, lo que genera que,
para la perspectiva conductista, los investigadores tiendan a realizar observaciones, a
diferencia de la perspectiva mentalista, en la que es necesario un proceso de inferencia por
parte de los investigadores, ya que lo que se busca es conocer el estado mental del sujeto
(Fernández, 1998.)
Con base en lo anterior, cabe mencionar que la perspectiva mentalista es la más
utilizada y que esta tiene dos tipos de métodos: los métodos directos, que comprenden la
realización de entrevistas y cuestionarios, y el conocimiento de lo que se pretende realizar de
los hablantes (informadores) en cuestión; y los métodos indirectos, que no informan a los
hablantes que sirven de informantes necesariamente sobre el objetivo del estudio.
Teniendo en cuenta que las actitudes pueden tener como objeto de estudio tanto a
comunidades, individuos, instituciones, y religiones, como a problemas sociales o
comportamientos específicos de cualquiera de los anteriores, las lenguas y sus variedades
dialectales entran a ser un factor de estudio, ya que estas crean algunas distinciones sociales y
culturales entre hablantes de las distintas variedades, las cuales hacen que unas variantes se
conciban como positivas, y otras como negativas.
El estudio de las actitudes lingüísticas se ha visto desarrollado a partir de la segunda
mitad del siglo pasado. Si bien sus referencias se remontan hasta Aristóteles (1932) basados
25
en la creencia de que el tipo de lenguaje tiene un efecto sobre la credibilidad del ser, no fue
sino hasta investigaciones más recientes, como la de Cantril y Allport (1935) en donde se
generaron los primeros estudios para el Reino Unido y Estados Unidos. Los autores
intentaron demostrar que las personas podían hacer prejuicios a partir de las características
físicas del hablante y los atributos que se podían inferir de su personalidad a partir de su
discurso (Cargile et al., 1994).
Basados en el aporte de Cargile et al. (1994) es pertinente mencionar el uso de tres
técnicas investigativas en el análisis de actitudes lingüísticas:
1. Análisis de Contenido: Técnica consistente en analizar el tratamiento de las
variaciones del lenguaje a partir de una fuente de información importante que permita
realizar inferencia de los datos. Se incluye generalmente la observación, observación
de los participantes y estudios etnográficos, conocidos en conjunto como
comparaciones de carácter no invasivo, lo que permite inferencias tanto fuera como
dentro del grupo, al mismo tiempo que identifica roles sociales.
2. Método Directo: Mecanismo de encuesta a las personas involucradas acerca de sus
actitudes con respecto a diferentes maneras de comportamiento lingüístico. Su
medición se realiza directamente a los entrevistadas y permite información acerca de
información específica de los individuos y ser aplicada en la comparación de idiomas
y dialectos, lo que conlleva a explorar un número mayor de variaciones del lenguaje y
de las actitudes de las que son parte el tratamiento social de este fenómeno.
3. Método Indirecto: Basado en medidas indirectas que intentan disuadir supuestos. Se
conoce también como el paradigma de evaluación del hablante debido a que requiere
26
que los participantes evalúen contenido multimedia sin ningún tipo de asociación a
características sociales.
En adición, Ryan et al. (1984) asocian el modelo como un proceso de actitudes
lingüísticas, en donde se relaciona el lenguaje que el hablante utiliza, la naturaleza de la
persona que escucha y los outcomes que las actitudes muestran. El modelo se debe presentar
no sólo en términos de las variables de estilo y de forma, sino también en el modo. Así, el
modelo presenta un modelo bidireccional que indica que las actitudes lingüísticas no son
singulares, sino que están afectadas por elementos continuos.
McGroarty (1996) reconoce el aporte realizado por Lambert y Gardner (1972)
consistente en el alejamiento de los métodos directos tradicionales de encuesta y menciona el
aporte realizado por los mismos autores consistente en el matched guise technique, explicado
y concebido como un ejemplo de los métodos indirectos mencionados, en donde, una vez
más, la persona es impactada a través de grabaciones que le permiten dar un juicio de valor
sobre las voces que escucha, así como usar adjetivos que identifiquen a cada grupo de voces.
Los resultados asociados a la utilización de este método mostraron que las personas que
escuchaban las grabaciones daban tratamientos afectivos y cognitivos diferentes,
dependiendo del hablante, en donde cada variación era identificada y calificada como el
resultado de la propia actitud de la persona que escuchaba.
Bourhis y Gills (1976) estudiaron el fenómeno de actitudes lingüísticas a partir de una
manera similar a Lambert y Gardener, consistente en grabaciones de estímulos que arrojaron
como resultado una diferenciación clara de los participantes entre cintas obtenidas de
personas bilingües o cintas obtenidas de personas de un solo idioma. Como resultado del
estudio, el comportamiento cooperativo de los participantes mostró estar influenciado por el
27
estilo propio del emisor del mensaje no solo por su contexto, sino también por sus
características propias a la hora de transmitir el mensaje. Se mostró que la amplitud de la
pronunciación en el discurso afecta directamente el estilo del discurso y la naturaleza de las
reacciones en los participantes.
7.1.2 ESTEREOTIPOS
Es importante tener en cuenta diferentes enfoques sobre los estereotipos y cómo están
relacionados con el prejuicio y la discriminación.
Se entiende como estereotipo aquella clasificación que se crea en la mente basada en
opiniones hechas con antelación por otras personal, esto, tal y como lo plantea Walter
Lippmann en su libro La opinión pública (1922). Lippmann afirma que los estereotipos
suelen tener una connotación negativa, ya que limitan el pensamiento individual y restringe el
pensamiento crítico frente a dichos estereotipos. Tomando sus propias palabras, “carecemos
de tiempo y ocasiones para conocer íntimamente a los demás, por lo que, en su lugar, nos
limitamos a detectar rasgos característicos de ciertos prototipos que nos resultan de sobra
conocidos y a completar el resto de la imagen echando mano de los estereotipos que pueblan
nuestra mente.” (Lippmann, 1992. p. 96)
Teniendo en cuenta esta definición, se pretende indagar sobre aquellos estereotipos que usan
las personas para clasificar a los demás.
Por otra parte, Raquel Suriá, investigadora de Psicología Social, explica en su escrito
Psicología Social (Sociología), lo que se considera como estereotipo y sus funciones. Suría
(2010), sostiene que los estereotipos son creencias existentes entre individuos con respecto a
diferentes grupos sociales. Es decir, que su creación está siendo mediada continuamente por
aquello que un individuo empieza a considerar que es real o no, frente a un grupo social
28
desconocido en su totalidad. Dichos estereotipos son “construcciones cognitivas basadas en
rasgos personales de un grupo social” (Ashmore y Del Boca citados en Suriá, 2010).
Para definir los estereotipos, Suría plantea dos perspectivas; la erróneo-normal, que se
entienden como estereotipo equivoco o inferior debido a: su coincidencia con la realidad, su
motivación defensiva, su carácter de sobregeneralización y su rigidez y vínculo con el
etnocentrismo; y la individual-social, cuya forma se expresa de manera colectiva y se concibe
como una realidad entre los grupos.
En cuanto a las funciones de los estereotipos, Suriá se refiere a dos grupos; las
funciones individuales y funciones sociales. Las primeras, representadas por la
sistematización de Allport (1954), indican que existe una posibilidad de clasificar
individualmente a las personas en categorías positivas o negativas dependiendo del
estereotipo. En estas acciones se resalta la sobre exclusión y la sobre inclusión (Suriá, 2010).
La primera habla de la exclusión de personas “buenas” en las categorías, y la segunda trata de
incluir personas “malas” en las categorías. Bajo esta perspectiva, Suría indica que las
personas son más propensas a cometer sobre exclusión, ya que es mejor no tener personas
buenas donde deben estar que de incluir personas malas en un lugar donde no deben estar.
Por otro, las funciones sociales, se evidencian en contextos mucho más grandes y de
peso mayor, como acontecimientos que afectan a varias personas de un endogrupo y por las
cuales los estereotipos se usan como justificación a la clasificación de manera comúnmente
negativa al exogrupo, o a la marginación de minoría en grupo excusándose en que dichas
minorías son delincuentes. Este concepto de estereotipo está relacionado con los prejuicios y
la discriminación.
En este estudio se tomará en cuenta la perspectiva de Suría de tres componentes, el
cognitivo, el afectivo y el conductual. Teniendo en cuenta que los estereotipos son las
29
creencias asignadas en un grupo, el prejuicio es la valoración comúnmente negativa y la
discriminación es la conducta como tal de las personas de un grupo frente a otras. “El
estereotipo puede ser la representación de un prejuicio como a su vez puede no contener
prejuicio alguno” (Vinacke 1949, citado en Suría, 2010). Si bien puede existir una correlación
entre estereotipos considerados negativos y el prejuicio social, no siempre están conectados
directamente, puesto que también existen estereotipos positivos que no están relacionados a
ningún prejuicio como tal.
Para finalizar este apartado, retomaremos la posición de Moreno Fernández en su
artículo “Prototipos y prestigio en los modelos de español” del año 2001, donde afirma que,
si bien cada cultura tiende a preferir su propia variedad sobre las demás, existe una verdad
universal entre los hablantes y aprendientes del español, ya sea por cuestiones políticas,
culturales o económicas, a pesar de que siempre va a existir una variedad lingüística
predilecta sobre las demás. En dicho caso, esa variedad es la castellana, y por tal motivo,
varios países en Latinoamérica tienen la concepción de que las variedades que más se acerca
al castellano son las más “correctas” (Moreno Fernández, 2001. p. 14). Estas afirmaciones
son las que se usará para establecer la preferencia de una variedad sobre la contraria entre los
bogotanos y los barranquilleros a la hora de hablar.
7.1.3 VARIEDADES LINGÜÍSTICAS
La sociolingüística estudia las lenguas en su contexto social, su principal objeto de
estudio privilegia la perspectiva social de las variedades lingüísticas. Puede pensarse que un
mensaje se compone de un contenido lingüístico como el gramatical y lexical, pero en
realidad los mensajes puramente verbales no existen, vienen acompañados de factores
extralingüísticos tales como la edad, el sexo, la profesión, el nivel sociocultural, el nivel de
instrucción, la procedencia geográfica, que entre sí se complementan. Los factores
30
mencionados anteriormente incluyen también los movimientos del cuerpo, el contacto visual
y la gesticulación que realiza el interlocutor, factores pragmáticos que están directamente
relacionados con la teoría de la percepción, en la cual recae el input de una interacción social.
La sociolingüística juega un papel de mucha importancia en el estudio de la
comunicación entre hablantes, dada la relevancia del contexto, el cual influye de manera
significativa en cómo es captada una palabra. Sin embargo, muchas personas desconocen esta
importancia y esto se debe, según explica Nida (s.f: 30), a que algunas personas tienen un
concepto muy limitado de las funciones del lenguaje y toman en consideración solamente la
función informativa del lenguaje (Suria, 2010. p. 30) Esto no solo afecta la interpretación
sino también la comunicación, pues según este mismo autor, es necesario dejar a un lado el
énfasis en la palabra como tal y derivarla al contexto, de tal manera que se entienda su
significado de manera holística y no por lo que se cree que realmente significa (Suriá, 2010.
p. 31). Por ende, es importante tomar en consideración la sociolingüística en la realización de
trabajos de investigación que tienen como objeto de estudio el lenguaje.
Para definir de manera concreta cómo se dividen y se clasifican las variedades
lingüísticas, usaremos la clasificación propuesta por Moreno Fernández (2001) en la
publicación “Prototipos y prestigio en los modelos de español” para la revista Carabela. En
dicho artículo usaba la teoría “prototípica” propuesta por Cuenca y Hilferty (1999: 42) para
clasificar las variedades lingüísticas. Según su planteamiento, existen tres niveles; nivel
básico, superordinado y subordinado. En la categoría superordinado, donde se localizan las
semejanzas generales, entran las divisiones de español de España, y español de
Latinoamérica. Para el nivel básico, donde se encuentran las construcciones prototípicas se
encuentran variedades como mexicano, argentino, colombiano, peruano, etc. Mientras que,
para la tercera categoría, subordinado, están las variedades como bogotano, barranquillero,
31
pastuso, caleño, paisa, etc. En esta investigación, se trabajará solamente en el nivel básico
puesto que las variedades del español sobre las que se trabajará serán la bogotana y la
barranquillera.
7.1.4 VARIEDADES LINGÜÍSTICAS EN AMÉRICA
Al igual que otros conceptos tratados con anterioridad, es necesario definir las
variedades del español en América, o como lo llama José Moreno de Alba (1988) español en
América, puesto que se hace referencia al fenómeno de existencia y adaptación de dicha
lengua en un territorio donde no se originó. Históricamente se reconoce la influencia
andaluza en el español que se usa en América, ya que fueron más los barcos que zarparon de
dicha zona en la época de la colonización. Aun así, si se plantea en forma de porcentajes, y
según un censo realizado por Boyd-Bowman, al menos el 35, 8% eran andaluces, el 22,5%
tenía procedencias variadas, el 16, 9% eran extremeños, y el 14,8% era castellanos. Visto de
esta manera existió un predominio por la variedad de zona media, con dominio de Andalucía.
Si bien existió un poder del dialecto andaluz sobre los demás, en diversas partes del
continente se podían identificar dialectos provenientes de otras zonas, como las peninsulares,
castellanos viejos, leoneses, riojanos, navarros, aragoneses, emigrados de Castilla la Nueva,
extremeños (Lorca, s.f), entre otros. Las adaptaciones fueron tomando curso según el paso de
la historia, ya sea por cuestiones religiosas y de esclavitud, dando así paso a muchas otras
formas en que el español se naturalizó en cada país hoy existente de América, especialmente
concentrada en América del sur.
Existen al menos 3 elementos claves que diferencian las distintas variaciones del
español en América que son necesarias de prever al momento de analizar cada una; la
fonética, el léxico y la morfosintaxis. Explicando los conceptos, la fonética hace referencia a
los sonidos que se producen a la hora de usar la lengua verbalmente. En un análisis
32
fonológico sobre diversas variedades, se evalúa la diferencia en la producción de sonidos de
cada una de las variedades. En cuanto al léxico, hace referencia a las palabras que componen
una variedad lingüística, y dicho fenómeno se analiza por medio de la observación de
vocablos usados por los hablantes y bajo qué circunstancias son usados. Por último, cuando
se habla de morfosintaxis, es la composición estructural y gramatical de los sintagmas usados
por los hablantes a la hora de implementar la lengua.
En la actualidad, 18 países americanos cuentan con el español como lengua oficial, y
cada uno de ellos ha adoptado variaciones de la lengua diferentes, que, a su vez, se dividen en
dialectos dependiendo de las regiones de cada país. En esta investigación optamos por la
clasificación dialectal propuestas por Mora, Lozano, Ramírez, Espejo y Duarte (2004), ya que
esta tiene en cuenta los propuestos de los autores más relevantes. Desde esta perspectiva se
trabajará entonces con los dialectos costeño atlántico y andino y subdialectos: barranquillero
y bogotano.
7.1.5 VARIEDAD BARRANQUILLERA
Las unidades dialectales pueden ser separadas por: superdialectos, dialectos,
subdialectos o habla, siendo el superdialecto el que tiene más variedades en sí, el dialecto, el
que está inmerso en el superdialecto, y el subdialecto, el que divide el dialecto, y, por último,
el habla, la cual trata a las poblaciones más pequeñas de una variante (Montes, 1987,p.60).
Teniendo en cuenta los planteamientos de Montes, derivados de su trabajo en la
construcción del ALEC, Mora et al. realizan una caracterización léxica de los dialectos de
Colombia, presentando así las siguientes divisiones, desde distintos puntos de vista: División
geográfica, división etnográfica, división sociológica, división dialectologíca, y división
según el instituto Caro y Cuervo. Los investigadores realizan una división final, con base en
las anteriores, en la que integran todos los aspectos faltantes. Dicha división es muy completa
33
y permite diferenciar los superdialectos, dialectos, subdialectos, y el habla, que en otras
divisiones no fue tomada en cuenta. Su división es la siguiente: Superdialectos: Costeño y
Andino. Dialectos: Costeño Atlántico, Costeño Pacífico, Andino occidental, Andino oriental,
y llanero. Subdialectos: Cartagenero, Samario, Guajiro, atlántico interior, pacifico norte,
pacifico sur, antioqueño-caldense, caucano-valluno, andino sureño, santandereano,
cundiboyacense, tolimense-huilense, llanero norte, y llanero sur. Léxicos regionales (habla):
Bolívar, Cesar, Guajiro, Córdoba, Sucre, Antioqueño caldense, Valluno Caucano, Nariñense,
Nortesantandereano, Santandereano, Cundinamarqués, Boyacense, Tolimense, Huilense,
Araucano, y Casanareño.
De acuerdo con la anterior clasificación, la variedad costeña es un superdialecto
dividido en costeño atlántico y costeño pacífico. Los cuales pueden, además, tener un
subdialecto: para el costeño atlántico: Cartagenero, samario, guajiro o atlántico interior. Para
el costeño pacífico: Pacífico norte y pacífico sur. En este estudio de actitudes lingüística se
pretende trabajar con el dialecto costeño atlántico, particularmente con el subdialecto
Barranquillero, que, a pesar de no ser mencionado en la clasificación de ninguno de los
autores, es usado por un número significativo de hablantes. Además, se trabajará con el
subdialecto bogotano del cual se hará énfasis en el siguiente apartado.
7.1.6 VARIEDAD BOGOTANA
Retomando la clasificación realizada en el ALEC, el superdialecto que cubriría la
zona geográfica donde se encuentra la capital del país sería la zona andina central, cuyo
dialecto se divide entre Andino oriental y Andino occidental. En el primero se encuentra el
subdialecto cundiboyacense, donde se ubica el bogotano. Sin embargo, históricamente este
varía de su subdialecto, ya que su estructura gramatical, fonética y morfológica ha sido
34
afectada por la migración de personas de diferentes zonas del país o del mundo a esta ciudad.
Hoy la variación bogotana cuenta con rasgos distintos incluso a su antepasado, lo que hoy se
conoce como bogotano antiguo, fonéticamente se resalta la pronunciación marcada de las
consonantes o de la “y”, consonantes como la “r” que en su momento se pronunciaban de
manera arrastrada, actualmente son usadas con más sutileza. Un fenómeno muy recurrente en
el dialecto bogotano actual es la omisión o supresión de la consonante “d” en posición media.
En términos morfológicos, en el acento bogotano es muy común el uso de “usted” en
ambientes que pueden ser considerados como familiares o allegados. A pesar de esto, el
“tuteo” también en un fenómeno recurrente en personas de estratos altos o los jóvenes, entre
sus familiares, amigos, o ambientes sociales.
En cuanto al dialecto cundiboyacense, se hace uso de “sumercé”, esta expresión aún se
conserva en el dialecto bogotano, pero en menor medida por su desuso en ambiente común.
Para sintetizar, las variedades de lengua nombradas y descritas serán la base sobre la
que se trabajarán las actitudes lingüísticas que están presentes en cada una de ellas y su
dinámica entre ser positivas o negativas; y la forma en que los estereotipos se refleja a partir
de dichas actitudes de los hablantes.
8. ENFOQUE METODOLÓGICO
Blas Arroyo (1999) señala que las actitudes lingüísticas han sido en su mayoría
analizadas desde el punto de vista mentalista. Los métodos indirectos y directos se
desarrollarán desde dicha perspectiva, ya que el objetivo principal es conocer las
percepciones, creencias, o ideas de los hablantes con respecto a un tema en particular y no
sobre un actuar específico. Además, los métodos directos e indirectos permiten la
clasificación numérica de ciertos aspectos específicos a los cuales se les darán una categoría
contable para su análisis posterior.
35
Para la recolección de datos, se hizo uso del método directo a través de preguntas
abiertas y cerradas concretas sobre información específica de los hablantes escuchados. En
cuanto al método indirecto, se pretendió usar la técnica Matched guise implementada por
Wallace Lambert (1967). Esta técnica es usada para determinar los sentimientos y emociones
de un individuo hacia otro, o hacia una comunidad por su dialecto, lenguaje o cultura.
Para la presente investigación se recolectó una muestra variada de ambas culturas para
la realización de los audios. Dicho muestreo estuvo compuesto por: cuatro personas de cada
ciudad, Bogotá y Barranquilla, de estratos altos y bajos, para un total de ocho hablantes, con
el fin de que los resultados demostraran o desmintieran la existencia o ausencia de un sesgo
entre los grupos de hablantes.
En primera instancia, debe aclararse que la encuesta utilizada en este proyecto fue
adaptada de la investigación “Creencias y actitudes hacia las variedades cultas del español
actual: el proyecto PRECAVES XXI” de Ana Cestero y Florentino Paredes, en la cual los
autores indagaron sobre diferentes aspectos de la pronunciación y la procedencia de ocho
hablantes. Se hizo uso de dicha metodología, puesto que el trabajo procuraba recrear parte de
su investigación en el contexto colombiano, analizando dos variedades importantes del país,
bogotana y barranquillera.
Para la primera parte de recolección de datos, se le pidió a un grupo de ocho personas,
ver un corto animado mudo titulado Alike, producido por CGMeetup, un canal de YouTube.
El video tenía una duración de aproximadamente 8 minutos, el hablante debía verlo y luego
contar la historia en breves palabras dando su opinión acerca de este en una grabación de
audio cuya duración no fue delimitada, esto con la intención de no condicionar al hablante y
que pudiera expresarse con naturalidad.
36
Las muestras fueron elaboradas para ser presentadas en formato de audio, ya que la
apariencia de la persona a la hora de aplicar las encuestas podría desviar la atención principal
del objetivo del proyecto, que es la focalización sobre la variedad de lengua en cuestión.
Posterior a esto, y con el fin de conocer las actitudes de las dos comunidades de
hablantes, se adaptó la encuesta de PRECAVES XIX, la cual tuvo una duración de aplicación
entre 45 a 60 minutos aproximadamente. Los participantes que respondieron la encuesta,
totalmente distintos de los que fueron grabados, fueron también ocho: cuatro provenientes de
la ciudad de Barranquilla, y cuatro provenientes de la ciudad de Bogotá. Estos escucharon las
grabaciones de su misma variedad lingüística y de la contraria sin saber a qué variedad
pertenecía cada audio.
Dichas preguntas buscaron atender al conocimiento previo específico que los
participantes tuvieran sobre la otra cultura, y a su vez, atender a su posición afectiva y
cognitiva frente a las grabaciones escuchadas.
9. CAPÍTULO DE ANÁLISIS DE DATOS
En este apartado se presentará el análisis de los datos siguiendo la ruta que se plantea
a continuación. La encuesta con la que se trabajó (ver anexo A) se dividió en tres ejes
principales, todos en relación con los hablantes de la muestra de audio:
1) Preguntas relacionadas con aspectos de la pronunciación.
2) Preguntas relacionadas con la pertenencia a un estrato socioeconómico.
3) Preguntas relacionadas con los rasgos de la personalidad.
Con base en estos tres ejes se analizarán las actitudes lingüísticas así:
1- Actitudes de los Bogotanos hacia la variedad bogotana.
2- Actitudes de los Bogotanos hacia la variedad barranquillera.
3- Actitudes de los Barranquilleros hacia la variedad bogotana.
37
4- Actitudes de los Barranquilleros hacia la variedad barranquillera.
Con base en lo anterior, se identificarán los estereotipos que se reflejan entre ambas
comunidades de habla teniendo en cuenta los planteamientos de Suriá (2010) y Lippmann
(1922).
9. 1 ACTITUDES LINGÜÍSTICAS CON BASE EN LA PRONUNCIACIÓN
El primer eje de la encuesta que comprende de la pregunta uno a la cuatro, pretende
conocer las actitudes lingüísticas de los hablantes de esta investigación sobre la variedad
opuesta y sobre su propia variedad, con base en aspectos de la pronunciación como el ritmo,
la claridad, la complejidad, la cercanía, entre otros.
En la pregunta número uno (ver anexo B-E en el archivo adjunto), se pidió a los
participantes valorar en una escala del 1 al 6 (siendo 6 el puntaje máximo otorgado a rasgos
asociados con valoraciones negativas y 1 el puntaje máximo otorgado a rasgos asociados con
valoraciones positivas) nueve aspectos de la pronunciación con la intención de conocer cuál
era la tendencia que más predominaba (positiva, neutra o negativa) frente a cada audio
escuchado, es decir, frente a cada variedad representada por un hablante. En la segunda (ver
anexo F-I en el archivo adjunto) y tercera pregunta (ver anexo J-M en el archivo adjunto) los
participantes debían mencionar aspectos más concretos que les hubieran agradado o
disgustado de la pronunciación de cada hablante, con el propósito de hallar similitudes o
diferencias en las respuestas abiertas. Por último, la pregunta cuatro (ver anexo N-P en el
archivo adjunto) pretendía reflejar el sentimiento de cercanía en términos de la pronunciación
de los hablantes escuchados en los audios y los participantes.
38
9.1.1 BOGOTANOS SOBRE SUS PAISANOS
Figura 1.1 Media de valoración cognitiva de los bogotanos hacia los mismos bogotanos (elaboración propia)
Teniendo en cuenta los resultados obtenidos de la pregunta número uno (figura 1.1),
se puede concluir que los bogotanos suelen referirse a la pronunciación de sus paisanos de
manera neutra. Esto, teniendo en cuenta que la media de los resultados fue 3,5/6.
Sin embargo, los resultados indican aspectos interesantes que permiten tener una
visión más clara de las actitudes lingüísticas de los bogotanos hacia la pronunciación de sus
coterráneos.
Al determinar el rasgo de la pronunciación que más sobresalía, se evidenció una
tendencia a evaluar la variedad como “aburrida”. Esto llevó a replantear la frecuente creencia
sobre las variedades lingüísticas que se tienen entre las culturas evaluadas, ya que muy a
menudo se mencionan aspectos negativos de la pronunciación de los ciudadanos de la costa
del país, por parte de los bogotanos (" El acento de la costa hace que sea un poco complicado
entenderlo" o "Sonido que hace al final de cada palabra o frase") pero cuando ellos mismos se
refieren a su propia variedad lingüística, no sobresale nada.
Así mismo, al preguntar por el rasgo de pronunciación urbana/rural, se identificó que los
ciudadanos de la capital del país tienden a considerar que la pronunciación de su misma
39
variedad lingüística, es más urbana con una media de 2,7, en una escala de 6. Este resultado
es bastante claro si tenemos en cuenta que el área urbana de Bogotá es extensa.
También vale la pena mencionar que cuando se pidió a los participantes calificar
como divertida o aburrida la variedad escuchada fue posible inferir que los bogotanos tienen
una tendencia a pensar que su propia variedad es más aburrida que divertida, con una media
de 4,4 en una escala de 6. Esta percepción está asociada a una distinción valorativa del
componente afectivo, que hacen los bogotanos sobre su misma variedad.
Por su parte, los resultados obtenidos en la pregunta número dos, llevaron a concluir
que los bogotanos tienden a pensar que la pronunciación de los hablantes de su misma
variedad es neutra en términos de claridad y cercanía, lo que es bastante entendible debido a
características fonológicas del dialecto bogotano, como la conservación del fonema /s/ (a
diferencia de la variedad costeña).
Por otro lado, los resultados de la tercera pregunta pedían, al contrario de la anterior,
mencionar los aspectos que no fuesen de su agrado sobre la pronunciación que escucharon y
se evidenció que los bogotanos califican dicho aspecto de sus paisanos como monótono,
aburrido, y lento. Lo anterior puede deberse a características fónicas como el tono bajo, o
léxicas, como el uso escaso de muletillas, además del cuidado al hablar que tanto los
caracteriza.
Finalmente, la pregunta número cuatro que evaluó la proximidad que sintieron los
participantes con sus paisanos, indicó que los bogotanos perciben su propia variedad como un
poco diferente con una media de 4,2.
En términos generales, basándonos en los resultados del primer eje de la encuesta
aplicada, sobre la pronunciación, se destacan varios hallazgos. Uno de ellos, es que en
general los participantes de la capital del país, no se identificaron con la pronunciación de los
40
hablantes de su propia variedad, aspecto que resulta curioso. Este dato se explicaría un poco
más si se tratara de la variedad costeña, ya que las diferencias en términos de pronunciación
entre ambas variedades son evidentes. Sin embargo, tratándose de su misma variedad, se
infiere que aspectos como la clase social de los hablantes, el tono, o incluso el uso de cierto
vocabulario, sobresalen y determinan la percepción que tienen los participantes de los
hablantes escuchados. Lo anterior puede deberse a que:
Los hablantes saben que su comunidad prefiere determinados usos lingüísticos a
otros, que ciertos usos son propios de unos grupos y no de otros y, por lo tanto, tienen la
posibilidad de elegir lo que consideran más adecuado a las circunstancias o a sus intereses.
(Moreno, 1998, p.181)
Es decir que, los participantes bogotanos son capaces de reconocer el grupo social al
que pertenece cada hablante por su vocabulario, acento y tono. Lo cual se ve reflejado en los
resultados del eje socioeconómico, por ejemplo en los porcentajes de la pregunta seis, en
donde un poco más de la mitad de los encuestados consideró que los hablantes de su
variedad ostentaban ingresos bajos, lo que coloquialmente se relaciona con la pertenencia a
estratos socioeconómicos bajos. Lo anterior puede deberse a que existe un reconocimiento
por parte de los encuestados hacia los hablantes bogotanos, sobre aspectos fonológicos
propios de estos estratos, como la omisión de la /d/ en posición media, o la pronunciación
débil de consonantes como la /b/ y la /d/ intervocálica, por ejemplo la palabra trabaja, se
pronunciaría [tra.ha.ja].
Partiendo de esto, los bogotanos crean una actitud lingüística que les permite a su vez sentirse
identificados o no, con la variedad que escuchan.
41
Teniendo en cuenta el resultado general de cada pregunta del eje, se infiere que los
bogotanos tienen una actitud neutra con tendencia a ser negativa , en términos de su 1
pronunciación, al describirla como aburrida, y un tanto monótona, apreciaciones que no se
esperaban. Esto, refuerza lo planteado por Moreno (1996) cuando argumenta que, aunque es
común que los hablantes de una variedad tengan una actitud favorable sobre su misma
variedad (como lo demuestra el participante número 8, al responder: "El acento bogotano
hace que el tono sea constante y eso hace que la pronunciación sea agradable para mí"), el
hecho de pertenecer a la variedad que se evalúa, no quiere decir que en todos los casos se
mida de manera favorable como sucedió con el participante número 4 quien afirma que hay
una “falta de emoción en la narración”.
9.1.2 BOGOTANOS SOBRE LOS BARRANQUILLEROS
Figura 1.2 Media de valoración cognitiva de los bogotanos hacia los barranquilleros (elaboración propia)
Considerando los resultados de la primera pregunta (figura 1.2), se concluyó que los
bogotanos tienen una actitud neutra sobre los hablantes barranquilleros, con una media de
3,4. A pesar de esto, se hallaron varios aspectos importantes para la investigación. En primer
lugar, cuando se evaluó la sencillez/dificultad de la pronunciación de los ciudadanos de la
1 Con negativo se hace referencia a los adjetivos que los hablantes utilizaron en el momento de referirse a la variedad, no a la variedad per se.
42
costa del país, los bogotanos consideraron que este aspecto se destacaba por su dificultad, con
una media de 4,0. Lo expuesto puede deberse a aspectos de la pronunciación característicos
del subdialecto barranquillero, como lo son la rapidez al hablar y la elisión de la /s/ en
posición implosiva y de los fonemas oclusivos sonoros /b/ /d/ y /g/ en posición vocálica.
De las características anteriores, puede derivarse que los bogotanos tengan ciertas
opiniones lingüísticas sobre los barranquilleros como las que se aprecian en la segunda
pregunta: “a pesar de su acento, la claridad en su voz le ayuda y tiene buenos argumentos” y
“se desenvuelve bien, sabe explicar, a pesar de su acento se le entiende". A pesar de que el
participante halaga su pronunciación, utiliza una conjunción adversativa que le da una
connotación peyorativa a lo que este quiere decir. Esto puede basarse en el prestigio que tiene
la variedad bogotana popularmente, ya que se considera que los hablantes de Bogotá hacen
uso de la variedad más “correcta” o más cercana a la norma estándar, creencia totalmente
opuesta a la que se tiene sobre el dialecto barranquillero.
En consecuencia con la afirmación anterior, puede decirse que lo que manifestaron
anteriormente los encuestados sí responde a una creencia existente sobre la variedad
bogotana. Mientras que, popularmente se considera que la variedad barranquillera es rápida y
difícil de entender por aspectos fonéticos que la caracterizan.
De los resultados de la tercera pregunta, se concluyó que los bogotanos perciben la
pronunciación barranquillera como confusa, poco entendible, e incoherente en algunas
ocasiones. También vale la pena mencionar, que hubo participantes que además de indicar su
desagrado frente a la pronunciación de los narradores costeños, también mostraron cierto
disgusto hacia esta cultura en general. Por ejemplo, uno de los participantes mostró
descontento en todo momento al evaluar a cada uno de los narradores de la costa del país.
Para ser más precisos destacaremos algunas de sus respuestas:
43
- "En sí no es la pronunciación, pero el acento costeño no es de mi agrado por
estereotipos y algunos asuntos personales".
- “El acento de la costa hace que sea un poco complicado entenderlo".
- “Su pronunciación es irritante”
Estas respuestas muestran una actitud lingüística negativa con base en el componente afectivo
(López, 2001. p. 183), articulada con estereotipos que pueden haber sido infundados, y con
asuntos personales como el mismo participante argumenta. Esto se debe a que las lenguas y
variedades pueden ser valoradas desde distintos tipos de variables, las cuales según Moreno
(1998) pueden ser: sociales, subjetivas, o afectivas.
Finalmente, de acuerdo con los resultados de la pregunta número cuatro, se concluyó
que los ciudadanos de la capital del país no se sienten identificados con la variedad
lingüística barranquillera, con una media de ⅚, un resultado que refleja que la identidad es un
concepto estrechamente ligado con las actitudes lingüísticas, como bien plantea Moreno “una
variedad lingüística puede ser interpretada, por tanto, como un rasgo definidor de la
identidad, de ahí que las actitudes hacia los grupos con una identidad determinada sean en
parte actitudes hacia las variedades lingüísticas usadas en esos grupos y hacia los usuarios de
tales variedades” (1998. p.180).
44
9.1.3 BARRANQUILLEROS SOBRE BOGOTANOS
Figura 1.3 Media de valoración de los barranquilleros hacia los bogotanos (elaboración propia)
Considerando los resultados obtenidos en la primera pregunta (figura 1.3) se concluyó
que la percepción de los barranquilleros hacia la variedad lingüística de los bogotanos es más
bien negativa. Al analizar cada una de las divisiones se encontraron dos casos puntuales en
donde la media fue superior a cuatro. El primer caso fue al valorar lo variada/monótona de la
pronunciación de los ciudadanos de la capital del país. El resultado mostró que la percepción
que tienen los barranquilleros sobre los bogotanos de su forma de hablar es monótona.
El siguiente caso, basado en la pregunta en donde se les pidió a los participantes
barranquilleros señalar que tan divertida o aburrida era la pronunciación de los bogotanos,
mostró que los participantes de la costa atlántica perciben la variedad bogotana como
aburrida, con un promedio de 4,6 en la escala de 6. Otro caso a destacar corresponde a la
división número 9, en la que se les pidió a los participantes barranquilleros valorar qué tan
clara o confusa era la pronunciación de los bogotanos, pues la puntuación indica que la
variedad bogotana les resulta más clara que confusa.
Al analizar la pregunta número dos, algunas respuestas coinciden en que a los
participantes no les gustó nada de la pronunciación de los narradores de la capital del país.
45
Sin embargo, otras características con valoraciones positivas fueron mencionadas por los
barranquilleros sobre los bogotanos, como la claridad, la tonalidad y la cercanía.
Por su parte, en la pregunta número tres es importante señalar que, al igual que en el
caso anterior, la mayoría de los participantes barranquilleros respondieron que no les gustaba
la lentitud de la pronunciación de los hablantes bogotanos. Aunque existe la posibilidad de
expresarse con total libertad, causa curiosidad el hecho de coincidir en este rasgo en
particular, explicado quizás por el uso de un referente propio como la alta velocidad en el
habla, tan característica de los hablantes barranquilleros.
Teniendo en cuenta las similitudes en los resultados de las preguntas dos y tres
concluimos que los participantes barranquilleros perciben la variedad lingüística bogotana
como pausada o lenta. Otros pocos, no destacan nada en su pronunciación que sea de su
agrado.
En cuanto a la proximidad entre su pronunciación y la de los ciudadanos de la capital
del país, se concluyó que los participantes de la costa atlántica tienen la percepción de que su
variedad lingüística es diferente a la de los hablantes bogotanos. Sobre esta afirmación es
importante mencionar que el 20% de los barranquilleros encuestados respondió que su
pronunciación era completamente diferente a la de los bogotanos. Desde el punto de vista
sociocultural, esto es un reflejo de que para los barranquilleros existe una diferencia evidente
entre ambas variedades, que puede estar asociada con lo que para ellos define su identidad.
La identidad ese “rostro” de las personas y los grupos humanos, tal como ha sido
definido por Goffman, es un guión narrativo que se desarrolla en los contactos con otras
personas, una imagen de sí mismo que es corroborada o no por los demás y que suscita una
respuesta emocional. La identidad supone una alteridad y podrían considerarse ambas como
caras de una misma moneda, porque la identidad que construyó depende de la respuesta del otro
46
y, asimismo, la identidad del otro depende de mi reacción ante él (Álvarez et al,2001, p.146).
Esta valoración de la identidad puede entenderse en el contexto
barranquillero-bogotano de la siguiente manera: la comunidad barranquillera, así como la
bogotana, tiene una imagen de sí misma cargada de aspectos culturales como el habla, las
tradiciones y ciertas prácticas, que los hacen únicos. Esta imagen a su vez necesita ser validada
por los miembros de su misma comunidad y por otras comunidades de habla para existir, es
decir, para crearse una identidad. De allí la importancia de validar o no identidades
generalmente cargadas de estereotipos. El siguiente ejemplo es una muestra de lo anterior:
Según la opinión de algunos colombianos», "los costeños maltratan y deforman el
idioma porque se comen las eses" (i), mochan las palabras, hablan "golpiao" y muy rápido;
además, gesticulan demasiado, usan expresiones muy vulgares y "tutean hasta a Tu
Eminencia el Cardenal Primado de Colombia" (2). Este estereotipo lingüístico- es reforzado
por los mismos costeños cuando afirman que "en nuestra costa, el que no pronuncie las eses,
las eles y las erres como mandan los cánones de la «costeñidad». «se laj-ejtá
tirando-ecachaco». Y si el infortunado sujeto no es un intelectual encumbrado, o un
respetable patriarca del mundo social o económico, «malucón». Tiene un habláito hasta raro.
¡Cuidado!" (Escamilla, 1994, p.4).
En suma, teniendo en cuenta los resultados de las preguntas de este eje, podemos
argumentar que los participantes barranquilleros tienen la percepción de que la variedad
lingüística bogotana es aburrida y monótona. Además de no rescatar ningún aspecto que sea
de su agrado en su pronunciación, rechazan la lentitud con la que se expresan. Estos
resultados están muy relacionados con las respuestas de la cuarta pregunta, ya que como se
menciona anteriormente, los participantes de la costa atlántica piensan que su variedad
lingüística es muy diferente a la de los hablantes bogotanos.
47
9.1.4 BARRANQUILLEROS HACIA SUS PAISANOS
Figura 1.4. Media de valoración cognitiva de los barranquilleros hacia los mismos barranquilleros (elaboración propia)
A diferencia de los resultados obtenidos en el análisis anterior, la percepción que
tienen los participantes barranquilleros hacia su propia variedad lingüística tiende a ser
neutral con tendencia a lo positivo, con un promedio de 3,1.
En general las respuestas fueron positivas, en dos casos puntuales se observaron
resultados por debajo de 3,0. Uno de ellos se presentó al evaluar la sencillez/dificultad de la
pronunciación, donde los participantes de la costa del país, señalaron que la pronunciación de
sus paisanos, era más sencilla que como lo representó la media de los participantes. Este
resultado no resulta sorpresivo, ya que los barranquilleros conocen las características que
distinguen su propia variedad y por ende les resulta sencillo entender lo que los hablantes
quieren decir. Así mismo, cuando se evaluó la cercanía/distancia de la pronunciación, los
resultados mostraron que los hablantes de la costa del país perciben este aspecto de sus
paisanos con más cercanía que la media.
48
También se debe mencionar que existió un caso que obtuvo un promedio menor a 3,0.
Se trata de la subdivisión número nueve que evalúo qué tan clara/confusa era la
pronunciación de los hablantes en los audios. El resultado en este caso fue de 3,0.
Al analizar la segunda pregunta se encontró que las respuestas fueron bastante
similares a los resultados arrojados en la subdivisión nueve. Los barranquilleros consideran
que la claridad es el aspecto que más les agrada en cuanto a la pronunciación de sus paisanos.
Teniendo en cuenta esto, es importante mencionar que este resultado está fuertemente
relacionado con los resultados de la pregunta tres donde las frases recurrentes “me gusta
todo” y “nada me disgustó” refuerzan la idea de una valoración positiva de esta variedad de
lengua.
Finalmente, cuando se evaluó la proximidad entre la pronunciación de los
barranquilleros y sus coterráneos, los hallazgos fueron bastante interesantes. El primero es
que a pesar de pertenecer a la misma variedad de lengua, el resultado promedio fue de 4, es
decir que perciben su pronunciación diferente. Recordemos que el resultado promedio de esta
pregunta al evaluar la variedad lingüística Bogotana por parte de los barranquilleros, fue de
5,3, lo cual quiere decir que solo hay 1,3 puntos de diferencia en relación con la proximidad
de su propia variedad. En otras palabras, para los barranquilleros la pronunciación de los
hablantes bogotanos de las muestras no es próxima a su propia pronunciación, pero tampoco
sienten una proximidad con la pronunciación de su misma variedad.
En relación con lo anterior, el segundo hallazgo, evidencia que el 10% de los
encuestados señala un promedio de proximidad de 5,3, mismo resultado que se obtuvo en la
evaluación hacia la variedad lingüística bogotana. Por último, no se encontraron resultados
inferiores a 3,0, es decir que ninguno de los participantes de Barranquilla considera que su
pronunciación es similar a la de los narradores.
49
9.2 ACTITUDES LINGÜÍSTICAS CON BASE EN EL ESTRATO
SOCIOECONÓMICO
El segundo eje comprendió las preguntas cinco (ver anexo Q-T en el archivo adjunto),
seis (U-X en el archivo adjunto), y siete (ver anexo Y-AB en el archivo adjunto) del
cuestionario, donde se contempló la percepción de los hablantes encuestados sobre la
pertenencia a un estrato sociocultural determinado de otros hablantes con base en unos
indicadores como el puesto de trabajo, el nivel de ingresos o el nivel de estudios de las
personas de los audios escuchados. Las preguntas cerradas contaron con tres opciones de
respuesta, a excepción de la pregunta 7 que contaba con cuatro opciones.
9.2.1 DE BOGOTANOS HACIA BOGOTANOS
Indicador Frecuencia Porcentaje (N=32) 100% Puesto de trabajo No responde - - Poco cualificado 17 53% Bien cualificado 14 44% Altamente cualificado 1 3% Nivel ingresos No responde 1 3% Bajo 18 56% Medio 12 38% Alto 1 3% Nivel de estudios No responde - - Sin estudios 1 3% Educación primaria 4 13% Bachillerato 18 56% Universitarios 9 28%
Tabla 1. Valoración indirecta de los bogotanos hacia los mismos bogotanos (elaboración propia)
50
Los resultados de la pregunta cinco (Tabla 1), sobre el indicador puesto de trabajo
señalaron que el 53% de los encuestados bogotanos ubicaron en un puesto de trabajo poco
cualificado a los hablantes bogotanos de las muestras. A pesar de esto, el porcentaje de
respuestas de los ciudadanos de la capital del país que señalaron lo contrario, (bien
cualificado) fue del 44%. Solamente el 3% de las respuestas se inclinó por un cargo de
trabajo altamente cualificado.
Los resultados de la pregunta seis, nivel de ingresos, mostrados en la tabla 1,
evidenciaron que el 56% de las respuestas de los participantes bogotanos indicó que, para
estos, sus lugareños tenían un nivel de ingresos bajo, mientras que el 38%, percibió en los
hablantes de la muestra ingresos medios. Solo el 3% de las respuestas manifestó un nivel de
ingresos alto. Finalmente, al preguntar por el nivel de estudios de los hablantes bogotanos se
encontró que el 56% de las respuestas de los ciudadanos de la capital reflejaron que los
citadinos tenían un nivel de estudios de secundaria, mientras que el 13% señaló que tenían
educación primaria.
Con base en todos estos resultados, podemos afirmar que se empieza configurar aquí
un estereotipo de la misma manera que lo describe Lippmann (1922), quien se refiere a este
fenómeno como la clasificación de las personas desconocidas en categorías interiorizadas
formadas por constructos colectivos. Dicho esto, los bogotanos, sin conocer a los hablantes
de la muestra, usaron rasgos como el acento y la entonación de la variedad bogotana, así
como factores socioeconómicos, para ubicar a estos últimos en el marco de una imagen
montada, a su vez, sobre unas creencias colectivas cuyos orígenes puede variar dependiendo
de las experiencias, creando el imaginario de que el bogotano es distante, indiferente, apático
y poco social. Dicha definición se puede respaldar por distintas columnas de opinión hechas
51
por personas que transmiten lo que suelen vivir diariamente como Las 10 cosas más
chocantes de no ser bogotano y vivir en la capital, lista final (Alba Escamilla, 2012).
De esta manera, se infiere que los bogotanos hacen uso de las creencias que tienen
sobre los aspectos fónicos y suprasegmentales de los diferentes estratos socioeconómicos que
componen la sociedad capitalina, para categorizar a los hablantes en cada uno de ellos sin la
necesidad de conocerlos. Esto, en relación con los resultados obtenidos, demuestra que hay
una tendencia a considerar, que los emisores pertenecen a estratos bajos en los cuales los
ingresos son insuficientes para ser considerados como ganancias significativas.
Teniendo en cuenta los resultados previos, es de resaltar que aunque los encuestados y
hablantes pertenecen a una misma ciudad y por ende, conviven con la misma variedad de
lengua, se perciben valoraciones negativas y lejanas, como si su identidad no estuviera acorde
con los audios escuchados. Este fenómeno se puede presentar debido al perfil de los
encuestados, personas con un nivel socioeconómico medio alto cuya perspectiva de la ciudad
puede estar mediada por su propio contexto y por tanto, todo aquello que les suene distinto a
lo que conocen desde su medio social, lo desclasifican.
El estereotipo de los bogotanos frente a los hablantes de su misma variedad se
complementa con los resultados obtenidos en el eje de rasgos de la personalidad, los cuales
no son tan lejanos a los obtenidos en este apartado, puesto que clasifican a sus coterráneos
con tendencias neutras cuando se refieren a que tan cultos, simpáticos o inteligentes son.
52
9.2.2 DE BOGOTANOS HACIA BARRANQUILLEROS
Indicador Frecuencia Porcentaje (N=32) 100% Puesto de trabajo No responde - - Poco cualificado 11 34% Bien cualificado 11 34% Altamente cualificado 10 32% Nivel ingresos No responde 2 6% Bajo 10 32% Medio 9 28% Alto 11 34% Nivel de estudios No responde - - Sin estudios 4 13% Educación primaria 4 13% Bachillerato 6 19% Universitarios 17 53%
Tabla 2. Valoración indirecta de los bogotanos hacia los barranquilleros (elaboración propia)
Con respecto a la valoración hecha por los hablantes bogotanos frente a los audios de
los barranquilleros, los porcentajes de respuesta de la pregunta cinco (tabla 2), sobre puesto
de trabajo, fueron equitativos, ya que la mayoría de las respuestas oscilaron entre poco y bien
cualificado con un 34%. El 32% restante de los bogotanos encuestados ubicaron a los
hablantes barranquilleros de la muestra en un empleo altamente cualificado.
Con respecto a la pregunta seis, sobre el nivel de ingresos, los bogotanos encuestados
respondieron en un 34% que los barranquilleros escuchados tenían ingresos altos, y en un
32% que estos detentaban ingresos bajos. El 28% de las respuestas indicó un ingreso
monetario medio.
53
Finalmente, en la pregunta siete, nivel de estudios, mostrado en la tabla 2, los
encuestados consideraron en un 53% que los hablantes barranquilleros tenían estudios
universitarios, el 19% los ubicó en un nivel de bachillerato, y el 13% en educación primaria.
En términos generales, puede concluirse que los encuestados bogotanos perciben a los
hablantes barranquilleros como personas con empleos bien cualificados, niveles de ingreso
altos y estudios universitarios, creando así una imagen positiva de los hablantes a partir de
rasgos socioeconómicos bien valorados por la sociedad. Sin embargo, los porcentajes que
hablan de a un empleo poco cualificado y de ingresos bajos se vieron reflejados en una
cantidad importante de respuestas, lo que representa una ambigüedad en la concepción que
tienen los encuestados bogotanos frente a los audios de barranquilleros, ya que para los
bogotanos, los barranquilleros de la muestra tienen educación universitaria, pero obtienen
empleos e ingresos tanto altos como bajos.
Esto evidencia que la realidad del contexto es mucho más amplia y, por ende, no es
posible generalizar, ya que, se tiene el imaginario de que las posibilidades de acceso a un
trabajo que brinde ingresos altos están determinadas por el nivel de estudios al que se tenga
acceso. De la misma manera, existe la concepción de que sin estudios solo se pueden obtener
empleos de baja categoría con sueldos de la misma índole. Estas nociones no representan la
realidad de ninguna cultura en la posmodernidad, ya que actualmente la diversidad de
empleos, estudios e intereses permiten que el trabajo y la formación educativa no estén
ligados directamente, y por consiguiente no exista dependencia entre ellas, lo cual se
relaciona con las respuestas obtenidas. En el apartado anterior, el eje de pronunciación,
definió que para los bogotanos, los barranquilleros tenían una forma de hablar confusa y
rápida que hacía más complicado entenderles. Aunque esta conclusión refleja un constructo
colectivo entre los bogotanos, no demuestra directamente que su fluidez al hablar les afecte
54
en cuanto a su formación educativa, ya que la valoración sobre estudios universitarios fue la
más alta de este eje. Y en cuanto al eje de rasgos de personalidad, las respuestas también
encajan en esta concepción pues los bogotanos clasificaron a los barranquilleros como más
educados e inteligentes.
Suriá (2010) explica que hay dos dimensiones con las que se definen los estereotipos:
erróneo-normal e individual-social . El primero manifiesta que un estereotipo puede ser 2
erróneo debido a los siguientes motivos (Miller, 1982, citado por Suriá, 2010):
- Porque no coincide con la realidad.
- Porque obedece a una motivación defensiva.
- Porque son regidos o vinculados al etnocentrismo.
- Porque tiene un carácter de sobre generalización.
Usando como base el último motivo se puede afirmar que es errónea la generalización
en la cual el nivel de estudios universitarios conlleva obligatoriamente a tener un empleo de
altas cualidades y con una buena remuneración. Ejemplo de ello son, que las respuestas de los
encuestados las cuales muestran que la relación que existe entre tener un buen/mal empleo y
estudios superiores, no es determinante. El imaginario colectivo que existe con respecto a los
barranquilleros visto desde Bogotá es de personas perezosas, despreocupadas y poco
trabajadoras, puesto que esos aspectos son los que más se refuerzan en las producciones
televisivas del país como la playita (2014), La costeña y el cachaco (2003) entre otros.
Nuestro trabajo, por otro lado, refleja una concepción distinta sobre los barranquilleros, ya
que los bogotanos clasifican a los barranquilleros de la muestra con porcentajes más que todo
altos en ingresos, trabajo y educación. Esto se debe a que los bogotanos percibieron en la
2 Suriá (2010) explica que la dimensión individual-social “tiene que ver con que se incluya el acuerdo o consenso social en su definición o se limite a considerar que son creencias que sostienen los individuos” (p, 2).
55
muestra aspectos positivos de la pronunciación de los hablantes que les permitió clasificarlos
en buenas categorías, yendo así en contra del estereotipo colectivo de los barranquilleros.
9.2 3 DE BARRANQUILLEROS HACIA BOGOTANOS
Indicador Frecuencia Porcentaje (N=32) 100% Puesto de trabajo No responde - - Poco cualificado 10 32% Bien cualificado 21 65% Altamente cualificado 1 3% Nivel ingresos No responde 2 6% Bajo 10 32% Medio 19 59% Alto 1 3% Nivel de estudios No responde - - Sin estudios - - Educación primaria 5 15% Bachillerato 14 44% Universitarios 13 41%
Tabla 3. Valoración indirecta de barranquilleros hacia bogotanos (elaboración propia)
Con respecto a la valoración encontrada entre los encuestados barranquilleros hacia
los audios de los bogotanos se halló que; en la pregunta cinco, tabla 3 indicador puesto de
trabajo, 65% de las respuestas consideró que trabajo de los bogotanos está bien cualificado.
Dicho porcentaje fue precedido por el 32% de las respuestas que se refieren a un trabajo poco
cualificado de los bogotanos, mientras el 3% se refiere a un trabajo altamente cualificado. En
la pregunta seis, tabla 3, nivel de ingresos, las respuestas que se dirigieron hacia un nivel medio de
ingresos monetarios cubrieron el 59% de la totalidad, seguido por el 32% de las respuestas
56
que indicaban ingresos monetarios bajos. Solo el 3% de las respuestas consideró un ingreso
monetario alto para los hablantes bogotanos de la muestra.
Finalmente, para la pregunta siete, tabla 3, nivel de estudios, el 44% de las respuestas
indicaron que los bogotanos tenían un nivel de estudios de bachillerato, seguido por el 41%
de las respuestas destinadas a estudios universitarios.
Estos resultados reflejan que los encuestados valoran a los hablantes bogotanos como
personas que tienen trabajos bien cualificados, ingresos monetarios medio y estudios de
bachillerato y universitarios. Estos resultados se relacionan con los obtenidos en aspectos de
la pronunciación de los barranquilleros hacia los bogotanos en cuanto a que al ser más lenta,
monótona y aburrida se le otorga claridad y por consiguiente mayor facilidad para
entenderles; aspectos que se le dan a personas que vocalizan y hablan pausado. Del mismo
modo, también se relaciona con los obtenidos en el último eje, rasgos de personalidad, pues
en este también se refirieron a los hablantes como distantes, antipáticos, incultos y
maleducados. Estas son características del estereotipo colectivo sobre bogotanos que ya se
han presentado anteriormente.
Walter Lippmann (1922) afirma:
Por lo general, no vemos primero y definimos después, sino al contrario. Frente a la
gran confusión bulliciosa y radiante del mundo exterior, seleccionamos lo que nuestra cultura
ya ha definido por nosotros, de manera que tendemos a percibir lo que hemos elegido en
forma de estereotipos culturales. (p, 88)
Socialmente, los barranquilleros ven a los bogotanos como ingratos, fríos, distantes,
serios y aburridos, siendo una imagen repetida y reproducida con frecuencia en producciones
televisivas como polvo carnavalero (2017) o, una vez más, La costeña y el cachaco (2003).
57
Desde esta perspectiva, y considerando la valoración a ciegas que hicieron los
entrevistados frente a los hablantes bogotanos, se puede deducir que fueron usadas
construcciones subjetivas previamente interiorizadas por los barranquilleros (distantes y
aburridos) para encasillar a los hablantes bogotanos en un estereotipo conocido por ellos.
9.2.4 DE BARRANQUILLEROS HACIA BARRANQUILLEROS
Indicador Frecuencia Porcentaje (N=32) 100% Puesto de trabajo No responde - - Poco cualificado 14 44% Bien cualificado 6 19% Altamente cualificado 12 37% Nivel ingresos No responde 1 3% Bajo 9 28% Medio 13 41% Alto 9 28% Nivel de estudios No responde - - Sin estudios 3 10% Educación primaria 5 15% Bachillerato 7 22% Universitarios 17 53%
Tabla 4. Valoración indirecta de los barranquilleros hacia los bogotanos (elaboración propia)
En cuanto a la valoración dada por los barranquilleros frente a sus paisanos, la
pregunta cinco, con respecto al puesto de trabajo mostrado en la tabla 4, indica que el 44% de
las respuestas de los encuestados ubicó a los barranquilleros de la muestra en un puesto de
trabajo poco cualificado. En cuanto al 37% y 19% restante, las respuestas se inclinaron hacia
a un empleo altamente cualificado y bien cualificado, respectivamente.. Con respecto a la
pregunta seis, tabla 4, sobre nivel de ingresos, los resultados indicaron que el porcentaje más
alto fue de 41%, el cual perteneció a las respuestas de los encuestados que consideraron que
58
los hablantes de la muestra tenían ingresos medios. Las valoraciones sobre ingresos altos y
bajos compartieron el mismo porcentaje de respuestas, 9%.
Finalmente, en la pregunta siete, tabla 4, nivel de estudios, el porcentaje más alto,
53%, representó el número de respuestas de barranquilleros que consideraron que los
hablantes tenían un nivel de estudios universitarios. El 22% de las respuestas fueron de
educación bachiller y el 15% de educación primaria. Un último porcentaje, el 10%, fue
dirigido a ningún nivel de estudios.
Los porcentajes más altos en cuanto a la valoración de los barranquilleros hacia sus
coterráneos indican que en su concepto, los hablantes de la muestra tienen un empleo poco
cualificado, ingresos monetarios medios y educación universitaria, clasificándolos bajo una
tendencia positiva. Esto, se relaciona con los resultados obtenidos en el eje de pronunciación,
pues los barranquilleros clasificaron a sus paisanos de una manera más neutral con tendencia
positiva, especialmente ante lo sencilla, cercana y urbana que es su propia variedad. En
cuanto al eje de rasgos de personalidad, también consideraron a los hablantes como
inteligentes y cultos, aspectos que se relacionan con la educación que reciben en la ciudad.
El estereotipo de los barranquilleros frente a sí mismos generalmente tiene
connotaciones positivas, o incluso extravagantes, en otras palabras, el costeño va en
Búsqueda y gozo de la compañía, apetencia permanente de diálogo, de ventilación,
de necesidad y alegría de compartir, con los demás, fervores y entusiasmos, experiencias,
sueños y preocupaciones. Por eso, el hombre caribe es comunicativo, deliberante y
conversador, cuentero nato, un hombre para quien la comunicación constituye una
necesidad esencial y que parece vivir siempre -como decía Ortega- «a la búsqueda de un
interlocutor» (Dezubiría, 1992 p. 26).
59
Siendo así, las respuestas de los barranquilleros sí cumplen con el estereotipo
existente entre ellos mismos pues los rasgos mencionados coinciden con los aspectos que
fueron seleccionados en la encuesta. Ahora bien, este fenómeno se da por un tipo de
regionalismo existente en su cultura.
“Existe una ley universal que lleva a que cada uno tienda a preferir siempre lo suyo a
lo de los demás.” (Moreno Fernández, 2003, 13). Con base en la cita anterior, se puede
afirmar que los barranquilleros clasifican a sus pares según dicha ley universal, puesto que las
respuestas reflejan una predilección hacia lo que ellos consideran como estándares de
prestigio en este caso buenos estudios e ingresos. Aunque la pregunta cinco obtuvo respuestas
que apuntaron en su mayoría a la categoría de empleo poco cualificado con el 44% (lo cual
puede indicar baja calidad en la oferta de empleo de esta región) la tendencia positiva se
mantiene, puesto que la consideración de empleo altamente cualificado tuvo un porcentaje
significativo del 37% de las respuestas.
9.3 ACTITUDES LINGÜÍSTICAS CON BASE EN RASGOS DE LA
PERSONALIDAD
Este eje temático de la encuesta comprende las preguntas octava y novena, que
permiten conocer cuáles son las actitudes lingüísticas de los participantes con respecto a
rasgos de la personalidad de los hablantes escuchados. Por un lado, la pregunta ocho (ver
anexo AC-AG en el archivo adjunto) en específico, cuenta con cinco subdivisiones:
inteligente/poco inteligente, cercana/distante, simpática/antipática, culta/inculta, educada/mal
educada. En esta pregunta se pidió a los participantes valorar en una escala del 1 al 6 los
cinco rasgos antes mencionados (siendo 6 el puntaje máximo otorgado a rasgos asociados con
valoraciones negativas y 1 el puntaje máximo otorgado a rasgos asociados con valoraciones
positivas).
60
Por otro lado, la novena (ver anexo AH-AK en el archivo adjunto) pregunta pidió a
los participantes definir las prácticas socioculturales del hablante escuchado. En esta
pregunta, los participantes también definieron rasgos físicos y de la personalidad de los
hablantes, aunque la petición tenía otra orientación.
9.3.1 DE BOGOTANOS HACIA BOGOTANOS
Figura 2.1 Media de valoración afectiva de los bogotanos hacia los mismos bogotanos (elaboración propia)
A partir de los resultados de la pregunta ocho (figura 2.1), se concluyó que en
términos generales los bogotanos suelen calificar a los hablantes de su misma variedad de
manera imparcial, ya que todos los puntajes obtenidos indican porcentajes entre el 3 y 3,5.
Sin embargo, es importante mencionar que los capitalinos, tienden a describir a los hablantes
de su misma variedad como más cercanos, con una media de 3,7 resultado que fue muy
distinto con respecto a la variedad barranquillera, lo cual resulta entendible debido a los
aspectos fonéticos característicos de ambos dialectos.
Los participantes bogotanos tienden a calificar a sus paisanos de una manera más
neutra al definirlos como cultos y simpáticos, con una media de 3,4. Lo mismo ocurre cuando
se refieren a los modales de los hablantes, con una media de 3,1. Y finalmente cuando
mencionan el nivel de inteligencia de sus paisanos, con una media de 3,2.
61
Por otro lado, en los resultados de la pregunta nueve, se pueden apreciar ciertos
detalles importantes, por ejemplo, que los bogotanos tienen una tendencia a pensar que los
hablantes de su misma variedad son jóvenes y delgados, refiriéndose a ellos de manera
recurrente por “chica” o “chico”, con excepción de uno de los hablantes, del cual tienen la
tendencia a pensar que se trata de una persona más bien adulta y robusta.
Además, hay una tendencia generalizada a describir a sus paisanos con valoraciones
afectivas como: descomplicados, sencillos y poco arriesgados cuando se trata de sus comidas
y las actividades de ocio que realizan. Cabe resaltar algunas respuestas como:
- “Mujer de casa, sencilla, contextura delgada, come lo que sea, sus gustos en comida
no son exóticos, poco arriesgada y está en una zona de confort”
- “Alguien muy sencillo, bajos recursos, delgada, vida monótona.”
- “Gustos poco variables, no cambia su vestimenta, descomplicado, planes básicos en
su vida diaria, ya que no tiene un vocabulario muy apropiado.”
Estas son construcciones subjetivas, basadas en los tres componentes que integran las
actitudes (cognitivo, afectivo y conductual) que podrían reflejar una relación entre los
estereotipos y los prejuicios de la siguiente manera: estereotipo: conjunto de creencias acerca
de los atributos asignados al grupo, prejuicio: efecto o evaluación negativa del grupo,
discriminación: conducta parcial o negativa en el tratamiento a las personas en virtud de su
pertenencia al grupo. (Suriá, 2010)
Teniendo en cuenta el planteamiento de Suriá podría decirse que los participantes
bogotanos tienen creencias infundadas sobre los hablantes de su propia variedad, las cuales
en conjunto forman un estereotipo.
62
9.3.2 DE BOGOTANOS HACIA BARRANQUILLEROS
Figura 2.2 Media de valoración afectiva de los bogotanos hacia los barranquilleros (elaboración propia)
Con base en los resultados de la pregunta ocho, que pueden ser observados en la
figura número 2.2, se dedujo que los bogotanos tienen una percepción en general de los
hablantes barranquilleros que tiende a ser más positiva en términos de las características
tratadas en esta pregunta, que la que tienen hacia los hablantes de su propia variedad. Lo
anterior puede observarse en los resultados obtenidos en cada una de las subdivisiones. Por
ejemplo, la número uno, en la cual se calificó la inteligencia. Los bogotanos calificaron a los
barranquilleros con una media de 2,7, mientras que hacia su variedad los resultados arrojaron
una media de 3,7. Otro resultado que se debe tener en cuenta, es el de la subdivisión cinco, en
la cual los bogotanos puntuaron con una media de 2,7 a los barranquilleros reflejando que
estos son más educados que mal educados. Los resultados anteriores no se esperaban
teniendo en cuenta que existe una creencia popular que relaciona al dialecto bogotano
(debido a su posición geográfica) con aspectos socioeconómicos como el prestigio, no así el
dialecto barranquillero.
Bernal, Munévar y Barajas (2014) en su investigación sobre actitudes lingüísticas en
Colombia corroboraron lo anterior. Hallaron que los participantes del estudio identificaron a
63
la variedad bogotana como la más correcta debido a varias razones, entre las que vale la pena
destacar:
Cierto tipo de aspectos socioeconómicos (educación, prestigio de la capital
del país, mayor nivel cultural) tuvieron influencia sobre los entrevistados a la hora
de explicar la selección del dialecto bogotano (“por el léxico, el hecho de que las
partes administrativas se centren en la ciudad hace que las necesidades lingüísticas sean
bastantes y más elevadas que en lugares donde el lenguaje simplemente es
cotidiano”; “no se utilizan palabras que sean feas, además se usan palabras técnicas, por ser la
capital”; “de pronto, porque es la capital y porque es más neutro, no
hay un acento”; “suena seria, educada”; “tienen más educación”. (p,211)
Por otro lado, en la subdivisión número tres puede apreciarse también una media
importante de 2,5 reflejando que los bogotanos tienen una tendencia a percibir a los
ciudadanos de la costa atlántica más simpáticos que antipáticos, pensamiento que resulta más
neutro cuando describen a los hablantes de su misma variedad, dándoles una media de 3,4. Lo
anterior puede deberse a características de la personalidad que comúnmente se asocian con
los hablantes del norte del país como lo son el desparpajo al hablar, la naturalidad y facilidad
para expresarse sin tapujos, y el uso de modismos.
Por lo que refiere a los resultados de la pregunta nueve, puede concluirse que los
bogotanos tienden a describir a los ciudadanos barranquilleros (sobre los hablantes dos y
cinco de la muestra) como personas con una buena apariencia física, educados e inteligentes,
respuestas que están directamente relacionadas con las respuestas de la pregunta ocho. Sin
embargo, los bogotanos tienden a describir a los hablantes barranquilleros (hablantes siete y
cuatro de la muestra) con respuestas que se alejan de lo positivo, ya que los participantes
64
calificaron a estos hablantes en su mayoría como personas descuidadas, de estatura baja, con
pocos estudios y básicas al comer.
Además, los habitantes de la capital manifiestan ciertas valoraciones afectivas que
demuestran las creencias que estos tienen frente a la cultura costeña, describiendo a los
hablantes barranquilleros como personas extrovertidas, amigables, que dicen lo que piensan y
que se caracterizan por ser sociables, aspectos que para nada se alejan de los imaginarios que
se tienen sobre el costeño en la sociedad colombiana. Las respuestas a continuación son un
ejemplo de lo anteriormente mencionado:
- “Persona extrovertida, amigable, dice lo que piensa, habla más de lo que debería, le
gusta llamar la atención, servicial, físicamente descomplicado, informal y juvenil”
- “Persona inteligente, sociable, habla más de lo debido, vestimenta formal,
económicamente estable”
- “Persona extrovertida, experimenta en las comidas, vestimenta de acuerdo a la
ocasión, buen físico se interesa por eso”
Lo anterior puede analizarse desde el planteamiento de Lippmann (1923):
Los estereotipos constituyen una imagen ordenada y más o menos coherente del
mundo, a la que nuestros hábitos, gustos, capacidades, consuelos y esperanzas se han
adaptado por sí mismos. Puede que no formen una imagen completa, pero son la imagen de
un mundo posible al que nos hemos adaptado. En él, las personas y las cosas ocupan un lugar
inequívoco y su comportamiento responde a lo que esperamos de ellos. (p.102)
Este planteamiento podría entenderse en el contexto en cuestión, partiendo de que
existen ciertas creencias sobre el costeño, así como del bogotano, que conducen a los
hablantes encuestados a crear imaginarios que determinan a su vez, lo que estos esperan en
términos de comportamiento, aspecto físico, entre otras cualidades, de los hablantes de las
65
variedades que los identifican y de las variedades opuestas. En este orden de ideas, podría
esperarse en términos de comportamiento, que los costeños se expresen con desparpajo y
rapidez, y que los bogotanos al contrario se expresen con más cuidado al hablar y manejen un
ritmo pausado. En términos de apariencia física, se espera que los bogotanos sean altos y de
piel clara, mientras que el costeño debería ser de estatura baja y moreno.
Lo anterior se basa en la economía del esfuerzo de reconocer a los hablantes desde su
individualidad, es una posición cómoda en la que todos nos sentimos a gusto y por ende, no
tratamos de modificar los imaginarios que se tienen de las culturas, aspecto que puede
resultar en actitudes lingüísticas negativas, como las que se han evidenciado en el estudio.
9.3.3 DE BARRANQUILLEROS HACIA BOGOTANOS
Figura 2.3 Media de valoración afectiva de los barranquilleros hacia los bogotanos (elaboración propia)
Luego de analizar los datos de la pregunta ocho, que pueden apreciarse en la figura
2.3, se concluyó que los barranquilleros tienden a tener una actitud más bien negativa sobre
los bogotanos, ya que la media arrojada de cada una de las subdivisiones de la pregunta
arrojó resultados por encima de 5. Siendo más precisos, los barranquilleros tienden a pensar
que los bogotanos escuchados en los audios se caracterizan por ser poco inteligentes,
distantes, antipáticos, incultos y maleducados. El resultado anterior presenta un contraste
evidente con los resultados de la pregunta nueve, ya que en esta se reflejan algunas
66
valoraciones positivas que los barranquilleros tienen sobre los bogotanos, que son
importantes de rescatar.
Con respecto a la pregunta nueve, los barranquilleros tienden a referirse de los
hablantes bogotanos usando descriptores físicos, como “delgada”, “baja”, “físico delgado”,
“vestimenta normal”, “contextura media”, “gruesa sin sobrepeso”; afectivos, como “educada”
y descriptores comportamentales como “de planes tranquilos” y “poco sociable”. Estos
fenómenos se pueden ver reflejados en las siguientes respuestas de los participantes:
- “Ropa conservadora, estatura baja y delgada”
- “Come suave, viste extraño, físico delgado”
- “Saludable, educada, simpática, amigable”
- “Persona con prácticas sociales introvertidas, disfruta de planes en donde no deba
relacionarse con otros.”
Lo anterior refleja las cualidades similares en las que los barranquilleros tuvieron un
consenso al describir a sus compatriotas bogotanos. Si bien cada encuestado decidió de
manera individual la forma en la cual describió a cada uno de los hablantes, el uso recurrente
de expresiones parecidas aporta a la constitución, presencia y réplica de un estereotipo
aceptado por los barranquilleros respecto de los capitalinos.
Suría presenta una gráfica en la cual la dimensión de los estereotipos, que figura entre
lo normal y el consenso, introduce el siguiente planteamiento “Consenso de opinión sobre
rasgos atribuidos a un grupo” (Tajfel, 1978 citado por Suriá, 2010). Según este enunciado,
estamos afirmando que, a partir de las respuestas otorgadas por los barranquilleros respecto a
los bogotanos, se generó un estereotipo desde los conceptos e ideas expresados en cada
contestación. Empero, aquellas expresiones usadas para referirse a aspectos distintos a los
recurrentes también son mencionadas por Ashmore y Del boca (1981. pp. 15-16) al afirmar
67
que “los diferenciadores constituyen sólo una pequeña parte del total, y cobran significado en
relación con el conjunto”. Dicho esto, estos diferenciadores se ven reflejados en respuestas
como “come mucho”, “come mal”, “comida saludable”, ya que no representan un rasgo
común pero sí apoyan de otra manera a la construcción del estereotipo existente.
9.3.4 DE BARRANQUILLEROS HACIA BARRANQUILLEROS
Figura 2.4 Media de valoración afectiva de los barranquilleros hacia los mismos barranquilleros (elaboración propia)
Considerando los resultados de la octava pregunta podría afirmarse que los
barranquilleros tienen una tendencia a calificar a los hablantes de su propia variedad de una
manera más positiva que negativa, a diferencia de cuando se trata de calificar a la variedad
bogotana, ya que los resultados arrojan medias entre el 2 y el 3. Si se es más preciso, cabe
rescatar tres medias correspondientes a las subdivisiones dos, tres y cinco. En la segunda
subdivisión es posible inferir que los barranquilleros tienden a pensar que los hablantes de su
misma variedad se caracterizan por ser personas cercanas, con una media de 2,9, además de
ser simpáticos, con una media de 2,4 y educados, con una media de 2,6.
Con respecto a las respuestas de la pregunta nueve, se evidenció que los
barranquilleros describen a sus paisanos basándose en la relación que existe entre los
aspectos fonológicos y los socioeconómicos que estos son capaces de reconocer, debido a que
se encuentran inmersos en un contexto que les permite hacer distinciones entre los hablantes.
68
Por esta razón los participantes del norte del país tienen ciertas valoraciones afectivas
positivas con respecto a los hablantes de los audios dos y cinco, refiriéndose a ellos con
frases como: “Persona culta, prefiere restaurantes de lujo y ropa de marca”, “Persona que
disfruta leer libros, disfruta compartiendo con amigos y familia en un buen restaurante o
cocinando en casa, persona sociable, puede gustarle el reggae.”, “Es una persona muy
inteligente, sociable y atractivo físicamente.”, “Saludable formal bonita educada estudiada”,
”Es una persona educada, diligente, crítica, y con proyección.”. Lo anterior puede deberse a
ciertas características que permiten encasillar a los hablantes en clases sociales altas de la
ciudad, por ejemplo la elisión del fonema /s/ al inicio de las palabras, por ejemplo la palabra
están [eh.taŋ] o esperar [eh.perar] esta es una característica propia de los hablantes
pertenecientes a estratos sociales altos de Barranquilla. Además el hablar pausado es un
aspecto que sobresale en estas clases sociales.
Por el contrario, estos se refieren a los hablantes de los audios cinco y siete con
valoraciones como: “Ingresos del mínimo, pocos estudios, pero con ganas de aprender.”,
“persona sencilla, con bajo poder adquisitivo y sin acceso a oportunidades de estudio”,
“Persona con habla coloquial, pocos estudios y vestimenta deportiva.”, “Persona bastante
humilde en gustos, por su estrato económico.”, y “Alguien muy sencillo, de origen humilde,
de nivel académico bajo.”. Esto puede deberse a ciertos detalles fonológicos en la
pronunciación de los hablantes, que los participantes son capaces de identificar, como por
ejemplo la elisión de los fonemas /s/ y /d/ al final de las palabras, esta característica es propia
de estratos bajos de la ciudad de Barranquilla. Además, aspectos como la rapidez al hablar, es
una creencia popular que los costeños hablan rápido, pero a decir verdad es una distinción
que también existe entre estratos sociales, las personas de estratos altos se caracterizan por
69
hablar más pausado y cuidando su lenguaje, los hablantes de estratos bajos por el contrario,
se expresan de manera mucho más rápida.
10. CONCLUSIONES
En la investigación se concluyó que la pertenencia a una variedad no es un factor
necesariamente decisivo en la generación de actitudes positivas frente a esta, ya que se
evidenciaron actitudes mayormente negativas de las variedades en cuestión, sobre todo en las
valoraciones lingüísticas y afectivas que los participantes manifestaron frente a sus
coterráneos.
Por otro lado, se concluyó que no existen actitudes inflexibles sobre las variedades en
cuestión, sino que, por el contrario, estas pueden variar o ser imparciales, ya que los
resultados de los tres ejes desde donde se evaluaron los resultados indicaron actitudes
variadas, y esto se debe a que las variedades no deberían ser analizadas desde un solo punto
de vista, debido a que existen variables que las condicionan, que distan de ser baladís.
Además, se pudo concluir que los participantes bogotanos y barranquilleros no se
sienten identificados con los hablantes de su variedad y tampoco con los hablantes de la
variedad opuesta, lo cual puede deberse a ciertos estereotipos relacionados con características
fonéticas, que los participantes reconocen en los hablantes escuchados, lo cual los aleja o
acerca a estos.
Otro aspecto a destacar es la relación que existe entre los ejes temáticos tratados
(pronunciación, socioeconómico y rasgos de la personalidad) en la creación de las actitudes
lingüísticas de los participantes hacia los hablantes, ya que aspectos de la pronunciación
determinaron lo que los encuestados pensaron a nivel socioeconómico sobre los hablantes,
encasillándolos en estratos sociales que a su vez son el reflejo de estereotipos que se tienen
con respecto a los grupos que conforman la sociedad. Además el eje de rasgos de la
70
personalidad se relacionó a su vez con el eje socioeconómico, ya que muchos de los
resultados de este estuvieron estrechamente ligados con los porcentajes arrojados en el eje
socioeconómico.
Por otro lado, con respecto a la posición de los encuestados frente a los hablantes se
puede concluir que:
Los bogotanos encuestados tienen una actitud lingüística neutral con tendencia a ser
negativa frente a los audios de sus coterráneos, puesto que las clasificaciones otorgadas en los
tres ejes, se mantenían bastante cercanas a 3 (en cuanto al eje de pronunciación y a los rasgos
de la personalidad), en cuanto a las preguntas abiertas expresaban con más detalle la manera
en que estos hablantes podrían ser, asignándoles características como la sencillez,
descomplicados y poco arriesgados. En cuanto a sus consideraciones sobre el eje
socioeconómico, los resultados categorizaban a los hablantes como de bajos recursos,
empleos poco cualificados y educación bachiller, respuestas que por su naturaleza, reflejan
una concepción negativa. El estereotipo reproducido de los bogotanos como personas
distantes, serias y poco sociales, se ve reflejado en las respuestas, puesto que los encuestados
consideran a los hablantes como distantes y apáticos.
Ahora bien, los bogotanos encuestados tienen una actitud lingüística con tendencia
positiva hacia los hablantes barranquilleros. Esto se refleja en los resultados obtenidos en los
tres ejes. Con respecto al primer eje (de la pronunciación), los bogotanos consideraron la
variedad de los hablantes como complicada, confusa y rápida, lo que deja ver una concepción
negativa. Sin embargo, cuando se refirieron a aspectos socioeconómicos, las valoraciones
más altas fueron de buenos empleos, buenos ingresos y estudios universitarios, respuestas que
permiten indican una actitud más bien positiva. Estas respuestas se complementan con las
definiciones que los bogotanos dieron con respecto a los hablantes barranquilleros, pues
71
aspectos como inteligentes, simpáticos, cercanos y cultos, catalogados como positivos,
lograron romper, al menos en este caso, con el estereotipo reproducido de los barranquilleros,
el cual los catalogaba como flojos, despreocupados y poco trabajadores.
Los barranquilleros tienen una actitud con tendencia positiva y al mismo tiempo
negativa hacia los audios de bogotanos, dado que en el primer eje y tercer eje, los clasificaron
como de habla monótona, confusa y distante, y personas antipáticas, incultas y maleducadas,
aspectos considerados negativos. Sin embargo, en el segundo eje, hablando de su condición
socioeconómica, consideran que los hablantes tienen empleos bien cualificados, ingresos
medios y educación entre bachiller y universitaria dándoles una valoración más positiva. Con
respecto al estereotipo existente, el cual definía al bogotano como serio, aburrido, frío y
distante, se mantiene, ya que la valoración dada en la pregunta 8 específicamente, reflejó
dichas cualidades de los bogotanos.
Para finalizar, los barranquilleros tienen una actitud con tendencia positiva hacia los
hablantes de su misma variedad, esto se concluye debido a que en los ejes uno y tres se
evidenciaron más respuestas cercanas a aspectos positivos; en el caso del eje de
pronunciación, otorgando aspectos como cercana, clara y sencilla, y en rasgos de
personalidad como simpáticos, educados y cercanos. En cuanto al segundo eje, los
barranquilleros determinaron que los hablantes tenían buenos empleos, buenos ingresos y
estudios universitarios, siendo los resultados con porcentajes más altos. El estereotipo de los
barranquilleros, siendo comunicativos, deliberantes y conversadores, se mantiene firme en
este contexto, pues dichas características son parecidas a las otorgadas por los barranquilleros
frente a su mismos.
La muestra elegida para la realización de este proyecto refleja solo una pequeña parte
del fenómeno. Por lo cual, se considera necesaria la realización de más investigaciones con
72
respecto a este mismo tema para entender con mayor profundidad las actitudes lingüísticas y
los estereotipos de ambas culturas.
73
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